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ACTIVIDAD FINANCIERA DEL ESTADO
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Universidad Fermín Toro
Vicerrectorado Académico
Facultad de Ciencias Jurídicas Y Políticas
Escuela de Derecho
DERECHO TRIBUTARIO
Integrante:
Marcos Gil
C.I 15.960.815
INTRODUCCION
La palabra Finanzas llega de la voz griega, finos, la cual pasa al latín, finis,
que significa fin, en un principio se aplicó este término como fin de los
negocios jurídicos, al pago con que ellos terminan, luego surge finanzas lo
cual implicaba otros elementos esenciales para que se produjera tal fin, estos
estaban constituidos por los recursos o ingresos. La ciencia de las Finanzas
Públicas atiende todo lo relacionado con la forma de satisfacer las
necesidades que demande la comunidad de personas que integran un
Estado, se inclinan a cubrir las exigencias del colectivo, donde predomina el
interés general. Las Finanzas Públicas regirán las necesidades que se
originen frente a las relaciones de Estado con los individuos o las del Estado
frente a sus propias necesidades.
La actividad financiera del Estado comienza en el momento en que éste
se apropia de las riquezas o bienes producidos por las demás economías y
las convierte en ingresos para atender los gastos que le causará cumplir su
deber de satisfacción de las necesidades públicas y termina cuando el
ingreso público se ha convertido en servicio público o medio de satisfacer la
necesidad.
En tal sentido, el Estado debe desarrollar una actividad de carácter
económico, encaminada a la obtención de medios que le permitan satisfacer
las necesidades colectivas mediante la realización de los servicios públicos.
ACTIVIDAD FINANCIERA DEL ESTADO
Es aquel conjunto de actividades que deben ser puestas en marcha afin
de dar cumplimiento a la compleja gama de fines que el estado debe
satisfacer, lo cual implica:
a) Una selección valorativa de objetivos
b) Una provisión adecuada de recursos materiales (económicos y
financieros) a fin de alcanzarlos y
c) La existencia de todo un aparato burocrático organizado, con el objeto
de que los recursos existentes sean manejados en la forma más
eficiente, y con ello poder satisfacer la mayor cantidad de necesidades
públicas.
TEORÍAS SOBRE LA ACTIVIDAD FINANCIERA DEL ESTADO
Las misma se pueden agrupar en tres categorías: sociológicas ,políticas y
económicas.
Teorías Sociológicas:
Ello significa que la forma general de la sociedad se determina por los
diversos elementos que actúan en ellas pudiendo distinguirse las siguientes
categorías
los elementos de la naturaleza(flora, fauna, clima, ubicación
geográfica y riquezas minerales)
la acción ejercida por una sociedad por otra anteriores en el tiempo o
exteriores en el espacio
los elementos internos tales como la razas y los que se llama residuos
que son las calidad delos sentimientos las inclinaciones de la
inteligencia y de los intereses predominantes en toda sociedad.
Teorías Políticas:
Siendo el estado sujeto activo de la actividad financiera, un ente político
por su propia naturaleza, siendo los fines de estado, objeto de la actividad
financiera, políticos, en tanto y en cuanto los mismos responden a un juicio
de tipo valorativo hacho por el estado mismo y siendo que los recursos con
los que cuenta y debe contar el estado, a fin de lograr la satisfacción de sus
fines, son elegidos de acuerdo a un criterio político (piénsese en los tributos y
el crédito publico) tenemos que la actividad financiera tiene esencialmente
una naturaleza política.
Teorías Económicas
El denominador común de estas teorías estriba en considerar a la
actividad financiera del estado como un fenómeno en el cual, los
verdaderamente relevantes es, el aspecto económico en ella envuelto.
PRINCIPIOS DEL PRESUPUESTO PUBLICO
Anualidad
Se estima que el presupuesto debe hacerse en el periodo de un año, el
ejercicio dl presupuesto comienza el 1 de enero y culmina el 31 de diciembre
de cada año.
Equilibrio
El monto de gasto del presupuesto no podrá exeder del total del
presupuesto de los ingresos
Unidad
De acuerdo con este principio todos los gastos y todos los ingresos
deben estar recogidos en un solo documento presupuestario. Este principio
se refiere a la obligatoriedad de que los presupuestos de todas las
instituciones del sector público sean elaborados, aprobados, ejecutados y
evaluados con plena sujeción a la política presupuestaria única definida y
adoptada por la autoridad competente, de acuerdo con la ley, basándose en
un solo método y expresándose uniformemente. En otras palabras, es
indispensable que el presupuesto de cada entidad se ajuste al principio de
unidad, en su contenido, en sus métodos y en su expresión
Universalidad
Este principio señala que el presupuesto debe contener todos los gastos e
ingresos gubernamentales
Programación presupuestaria:
Consagra que el presupuesto del estado debe responder a una estructura
de lineamientos y composición
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Es este un requisito admitido por todos los estudios de la teoría
presupuestal. Ciertamente tiene un fundamento incuestionable, cual es el
principio constitucional de la publicación de las leyes. Para cumplir con este
postulado, no basta que la sanción del presupuesto estatal sea publicada en
el órgano de difusión de los actos emanados de los poderes Legislativo y
Ejecutivo del Estado. En este caso, por tratarse de un asunto que además de
ser de interés general, conviene al aspecto financiero de la Administración
del Estado y de un alto contenido técnico y económico, es preciso que el
presupuesto de la nación sea editado en la gaceta oficial u órgano similar sus
disposiciones programáticas y económicas.
EL GASTO PÚBLICO.
Según Villegas (1992: 31-36) puede definírsele como “...las erogaciones
dinerarias que realiza el Estado en virtud de ley para cumplir sus fines
consistentes en la satisfacción de necesidades públicas”. Analiza el
mencionado autor esta definición afirmando que el gasto público lo
conforman erogaciones dinerarias ya que, en la época moderna, tanto su
estimación y ejecución están valoradas en términos monetarios, y están
representadas en dinero o en bienes que pueden ser objeto de valoración
monetaria. Estas erogaciones son efectuadas por el Estado ya que se
incluyen todas las sumas de dinero que egresan del Tesoro Público y deben
ser financiadas por los ingresos recaudados por éste. Asimismo, el gasto
público se realiza en virtud de la ley en vista de que “no hay gasto público
legítimo sin ley que lo autorice” (principio de legalidad del gasto), es decir,
los entes públicos solo pueden ejecutar el gasto cuando éste ha sido
autorizado previamente por algún tipo de instrumento legal
Finalmente, es un gasto que se realiza para cumplir los fines del Estado
consistentes en la satisfacción de las necesidades de la colectividad, ya que
esta es la finalidad principal que se le ha otorgado a la actividad financiera
pública.
En el caso venezolano, el gasto público del gobierno nacional es
autorizado mediante la Ley de Presupuesto anual que sanciona la Asamblea
Nacional para cada período presupuestario (anualmente), o mediante la
aprobación de créditos adicionales por este mismo cuerpo legislativo
Funciones del gasto público.
El conjunto de finalidades que pueden ser cubiertas con la estimación y
ejecución de gasto público pueden ser agrupadas en tres categorías
principales: función social (redistributiva), función económica (reguladora) y
función administrativa.
En primer lugar, cumple una función redistributiva, al intentar la mejora de
las condiciones de vida de la población de menores ingresos, financiando
esta función con los recursos que recauda de los sectores de la población
que percibe la mayor porción de la renta nacional. El producto de la actividad
económica se distribuye en forma desigual entre los diferentes agentes
económicos que participan en ella (empresarios, empleados, obreros, sus
grupos familiares); algunos grupos obtienen ingresos más que suficientes
para satisfacer sus necesidades diversas, mientras otros no logran cubrir
sus necesidades básicas con el bajo nivel de ingresos disponibles.
La actividad financiera del Estado intenta recaudar recursos de los
estratos de mayor ingreso, Fundamentos de Economía y Finanzas Pública
para financiar la satisfacción de necesidades de los sectores más pobres
(salud, educación, seguridad, etc) a través del gasto público, y de esta forma
puede contribuir a una redistribución socialmente más justa de los recursos.
Esta premisa teórica no siempre se cumple en la realidad, y aún en los casos
en que se materializa en la práctica no es posible lograr una igualdad total
entre todos los integrantes de la población. Sin embargo, en la medida en
que el gasto público cumpla con su función redistributiva contribuye a
mejorar los niveles de satisfacción de necesidades en una colectividad.
Esta misma función del gasto público le permite al Estado devolver a la
actividad económica los recursos que ha sustraído de ella. Como lo afirma
Fariñas (1986: 38) “Más que un pozo sin fondo, la figura del Estado es la de
un filtro desde el punto de vista de su actividad financiera. Una parte de la
renta nacional pasa a través de este filtro, como gastos del Estado, y el papel
exacto del Estado consiste en orientar esos gastos en tal o cual dirección,
según criterios políticos, sin destruir la riqueza que ello significa, según la
conveniencia de la colectividad.
Principales clasificaciones del gasto público.
Son diferentes los criterios que pueden utilizarse para clasificar los
gastos públicos. Se mencionan dos de los más utilizados en la práctica: la
clasificación financiera (gastos ordinarios y extraordinarios) y la clasificación
económica (gastos corrientes, de capital y servicio de la deuda pública).
Clasificación Financiera: gastos ordinarios y gastos
extraordinarios.
Es una de las clasificaciones más tradicionales del gasto público, pero
que sigue utilizándose en la práctica. Agrupa los diferentes tipos de gasto de
acuerdo a su periodicidad y continuidad, o de acuerdo a la posibilidad de
previsión de los mismos por parte del Estado. Así, los gastos ordinarios son
aquellos que suelen repetirse período tras período, y aparecen planificados
y estimados en los presupuestos anuales: “... son los que se repiten en cada
ejercicio presupuestario o que forman parte de las actividades normales
del Estado administrador y promotor del desarrollo, tales como los gastos de
personal, alquileres de inmuebles o su mantenimiento y la prestación de
servicios públicos, así como los de obras públicas que, aunque no se
repitan todos los años para las mismas obras, constituyen la actividad de
construcción a la cual está incorporado el ente público en forma permanente”
(Fariñas, 1986: 39). Fundamentos de Economía y Finanzas Públicas
Los gastos extraordinarios surgen por situaciones irregulares, no previstas
en la planificación normal de las actividades gubernamentales, como por
ejemplo las catástrofes.
Un gasto público puede no repetirse todos los años, pero si se ha previsto
su erogación durante el ejercicio presupuestario se considera como un gasto
ordinario (un ejemplo que ilustra este caso son los gastos que se destinan a
las elecciones de autoridades, que no ocurren anualmente).
Clasificación Económica: gastos corrientes, gastos de capital,
servicio de la deuda pública.
Este criterio considera el efecto del gasto sobre la infraestructura física
del país y sobre la formación de capital nacional.
Los gastos corrientes o gastos de funcionamiento: “... son los pagos que
el ente público debe realizar en forma indispensable para el correcto y
normal desenvolvimiento de los servicios públicos y de la administración en
general. Pueden ser gastos de consumo (p. ej., conservación y reparación de
edificios, renovación de bienes muebles, etc.) o retributivos de servicios (p.
ej., sueldos, salarios, dietas y honorarios de funcionarios y empleados).
Estos gastos no significan un incremento directo del patrimonio nacional,
pero contribuyen a la productividad general del sistema económico y son tan
necesarios como los gastos de inversión” (Villegas, 1992: 42).
Por su parte los gastos de capital o gastos de inversión: “... son todas
aquellas erogaciones del Estado que significan un incremento directo del
patrimonio público. Pueden consistir en pagos emanados de la adquisición
de bienes de producción (maquinarias, equipos, etc.), en inversiones en
obras públicas infraestructurales (presas hidroeléctricas, viaductos,
carreteras, puentes) o en inversiones destinadas a industrias claves
(siderurgia, petroquímica, fabricación de equipo pesado, etc.), ya sea que
éstas sean motivo de explotación pública o privada, en cuyo último caso la
inversión se hace en forma de préstamo o aporte de capital” (Villegas, 1992:
43).
De esta forma, los gastos de capital pueden representar creación de
patrimonio, o el traspaso de propiedad privada al sector público.
El tercer rubro de esta clasificación lo constituye el servicio de la deuda
pública, que incluye fundamentalmente las erogaciones por concepto de
pagos de intereses y amortización del capital Fundamentos de Economía y
Finanzas Públicas
INGRESOS PÚBLICOS.
Los ingresos públicos constituyen la segunda fase de la actividad
financiera, y su estudio viene a completar el análisis iniciado en el objetivo
anterior, relacionado con los gastos públicos.
Los ingresos públicos pueden definirse de manera general y sencilla como
todas aquellas entradas de dinero que recibe el Estado y que le permiten
financiar la satisfacción de necesidades de la colectividad, es decir, que le
permiten financiar el gasto público y cumplir su función dentro de la sociedad.
Si se revisan las definiciones esbozadas por diferentes autores que han
estudiado el tema puede observarse como coinciden en confirmar lo anterior.
Es el caso de Valdés Costa (citado por Fariñas, 1986: 48), quien señala que
los ingresos públicos “son las entradas de dinero a la Tesorería del Estado,
cualquiera que sea su naturaleza”; por su parte, Sáinz de Bujanda define los
ingresos públicos como “las cantidades de dinero que el Estado y los demás
organismos públicos se procuran para cumplir los fines que en cada
momento histórico tienen asignados” (citado por Fariñas, 1986: 49). El mismo
Fariñas (1986: 49) los define como “los medios económicos, generalmente
representados en dinero, que el Estado obtiene de sus propios bienes o
actividades o de las rentas o bienes del sector privado y que se destinan a
cubrir los gastos del Estado o a lograr otros fines económico-sociales”.
Los autores mencionados coinciden en la idea de que el Estado recauda
ingresos públicos de acuerdo con su necesidad de cumplir con un conjunto
de fines asociados al papel que representa Fundamentos de Economía y
Finanzas Públicas en la sociedad, papel que varía de un país a otro. Al
respecto comenta Fariñas (1986: 50) lo siguiente: “... en un Estado liberal,
no intervencionista, los ingresos públicos no tendrían otra finalidad que la
estrictamente fiscal, o sea, suministrar recursos que los entes públicos
necesitan para cumplir las funciones de administración.
En cambio, en un Estado intervencionista, que mediatice la vida social
para asegurar una mejor utilización y distribución de los recursos
económicos, los ingresos públicos constituirán herramientas por los cuales
se detraen rentas a los particulares para darles un empleo más adecuado a
los fines que en ese momento histórico persigue la comunidad. Es el fin
funcional de la Hacienda Pública, en el aspecto del ingreso. El cumplimiento
de estos fines exigirá unas veces la producción de determinados servicios
públicos, otras, una redistribución de rentas entre los particulares, utilizando
como filtro la actividad financiera, o por último, hasta la destrucción de una
parte de la capacidad de compra del sector privado, mediante la
esterilización de fondos (fondos anticíclicos) o la incineración incluso de los
billetes producto de la obtención de ingresos”.
Clasificación:
Como en el caso del gasto público, son variados los criterios de
clasificación que se han esbozado para agrupar los diferentes tipos de
ingreso. Seguidamente se comentan algunas de las clasificaciones más
utilizadas.
Ingresos Ordinarios e Ingresos Extraordinarios.
En primer término, el criterio financiero los clasifica en ordinarios y
extraordinarios, tomando en consideración la regularidad o periodicidad de
los ingresos, y las características de la fuente que los genera. De esta forma,
los ingresos ordinarios son aquellos que el Estado recibe en forma periódica,
puede repetir su recaudación período tras período, y su generación no agota
la fuente de donde provienen ni compromete el patrimonio actual o futuro del
Estado y sus entes. Es decir, son ingresos cuya recaudación tiene la
posibilidad de ser repetida año tras año, porque provienen de la
administración del patrimonio estatal, o de tributos que son pagados por los
particulares de manera rutinaria.
Los ingresos ordinarios deberían ser suficientes para cubrir los gastos
públicos ordinarios que debe efectuar el Estado en el cumplimiento de sus
diversas funciones.
Por su parte, los ingresos extraordinarios presentan como característica
distintiva que la fuente que los genera no permite su repetición continua y
periódica, y afecta o compromete la Fundamentos de Economía y Finanzas
Públicas disminución del patrimonio del Estado en el presente o en el futuro.
Tal es el caso de la venta de los bienes que son propiedad del sector público
y de la realización de operaciones de crédito público, ya que en ambos
casos se genera un ingreso público y como consecuencia el patrimonio se ve
reducido (venta de bienes), o se compromete hacia el futuro (crédito público),
situación que no permite que este tipo de ingresos sean susceptibles de ser
repetidos continuamente y de manera indefinida. También es el caso de
situaciones especiales en las que el Estado percibe un ingreso por un
período limitado de tiempo, en virtud de alguna legislación temporal que lo
autoriza para ello. Se recomienda que los ingresos extraordinarios se utilicen
para hacer frente a situaciones imprevistas que conllevan a la ejecución de
gasto público extraordinario; sin embargo, en el presente los gobiernos
suelen acudir a este tipo de ingresos para financiar sus gastos rutinarios.
La clasificación de ingresos ordinarios y extraordinarios suele presentarse
también bajo la denominación de ingresos corrientes (correspondiente a los
ordinarios) e ingresos de capital (extraordinarios).
Con relación a esta clasificación, la legislación venezolana trata de
establecer la diferencia entre estos tipos de ingresos. La Ley orgánica de la
administración financiera del sector público en su artículo 7 (numerales 5, 6,
7, 8, 9 y 10) establece que :“Se entiende por ingresos ordinarios, los ingresos
recurrentes... Se entiende por ingresos extraordinarios, los ingresos no
recurrentes, tales como los provenientes de operaciones de crédito público y
de leyes que originen ingresos de carácter eventual o cuya vigencia no
exceda de 3 años...
Se entiende por ingresos corrientes, los ingresos recurrentes, sean o no
tributarios, petroleros o no petroleros... Se entiende por ingresos de capital,
ingresos por concepto de ventas de activos y por concepto de transferencias
con fines de capital...
Se entiende por ingreso total, la suma de los ingresos corrientes y los
ingresos de capital
Se entiende por ingresos recurrentes, aquellos que se prevea producir o
se hayan producido por más de 3 años”.
Ingresos Originarios e Ingresos Derivados.
Un segundo criterio de clasificación agrupa a los ingresos públicos de
acuerdo a la potestad que le permite al Estado generarlos, dependiendo si
provienen de la potestad que éste tiene
Cuando los ingresos provienen de la actividad que realiza un ente público
al administrar sus bienes propios se trata de ingresos originarios; por
ejemplo, la actividad económica de una empresa propiedad del Estado que
vende libremente bienes y servicios a la colectividad, genera un monto de
ingresos que se consideran originarios, ya que para obtener este tipo de
entradas de dinero el Estado no necesita obligar a los particulares a que
adquieran su producto, simplemente actúa como un oferente más dentro del
mercado.
Por su parte, para obtener ingresos derivados el Estado interviene
coactivamente la actividad económica de los particulares, obligándolos a
contribuir con el financiamiento del gasto a través del pago de tributos como
los impuestos. Esta intervención estatal está fundamentada en el régimen
jurídico vigente en cada sociedad (legislación tributaria).
Al respecto Fariñas (1986: 51) comenta lo siguiente: “En el primer caso,
la fuente del ingreso está en los bienes del sector público, pero el Estado
actúa como un particular, como ente de derecho privado, y generalmente,
dentro de un ambiente de derecho común. Tal es el caso de la obtención de
precios por la venta de bienes o prestaciones de servicios públicos; y en el
segundo caso, la fuente del ingreso está en los bienes o rentas del sector
privado que el Estado o entes públicos obtienen como entes de derecho
público, a través de los tributos, o típicamente en el caso del impuesto,
naturalmente, dentro de un ambiente de derecho público. De aquí el enfoque
jurídico de esta clasificación en Ingresos de Derecho Privado e Ingresos de
Derecho Público”.
Ingresos Tributarios e Ingresos No Tributarios.
En el mismo orden de ideas de la clasificación anterior, puede identificarse
una diferenciación más específica entre los ingresos públicos: tributarios y no
tributarios.
Los ingresos tributarios, como su nombre lo indica, provienen
directamente de la recaudación de tributos. Dentro de los tributos se
identifican tres grupos principales de ingresos públicos: impuestos, tasas y
contribuciones. Fundamentos de Economía y Finanzas Públicas
Principales ingresos no tributarios.
Ingresos patrimoniales.
El Estado lo conforman diferentes tipos de bienes de dominio público y
dominio privado. Aún cuando los bienes de dominio público suelen ser
utilizados por la colectividad en forma gratuita, no se descarta la posibilidad
de que el Estado pueda recibir ingresos por ser el propietario y administrador
de éstos. Al respecto, cabe recordar lo que señala Villegas, “...por regla
general, la utilización de estos bienes por los particulares es gratuita, pero en
ocasiones especiales el Estado puede exigir el pago de sumas de dinero
para su uso particularizado, lo cual se materializa en forma de concesiones o
autorizaciones de uso, permisos, derechos de acceso o visita, etc... Esa
alteración de gratuidad puede ser ejercida por el Estado en virtud de su
poder de imperio. Tales ingresos son, por otra parte, de reducida importancia
cuantitativa” (Villegas, 1992: 54,55).
Por su parte, los bienes de dominio privado presentan mayores
posibilidades de generar ingresos públicos, cuando el Estado recibe alguna
contraprestación monetaria por permitir su uso y disfrute. Tal es el caso de
las concesiones para explotación petrolera y minera, y también el caso de las
empresas propiedad del Estado, entre otros ejemplos. Fundamentos de
Economía y Finanzas Públicas
RECURSOS DEL ESTADO
La clasificación de los recursos estatales ha preocupado siempre a los
autores, que los han encarado desde distintos puntos de vista, lo que explica
la diversidad de criterios aplicados, y por cierto que ninguno de ellos resulta
exento de crítica, por lo cual, y en razón de su relatividad, debe
considerárselos con reversas.
Sin desconocer “la utilidad de una clasificación jurídica para la exacta
concepción de los distintos ingresos y, en consecuencia, de los regímenes
aplicables en cuanto a su creación, administración y destino”, nos
limitaremos a hacer referencia a la vieja y tradicional clasificación de
recursos originarios y derivados. Nos referiremos, asimismo, a la más
objetable distinción entre ingresos ordinarios y extraordinarios.
Se llama recursos originarios a los que las entidades públicas obtienen de
fuentes propias de riqueza, sea que posean un patrimonio fructífero, sea que
ejerzan una industria o un comercio.
Se llama recursos derivados a los que las entidades públicas se
preocupan mediante contribuciones provenientes de las economías de los
individuos pertenecientes a la comunidad.
Los ingresos ordinarios son los que se forman regular y continuamente
para ser destinados a cubrir el presupuesto financiero normal; por eso están
generalmente frente a los gastos ordinarios.
Los ingresos extraordinarios tienen, en cambio, carácter esporádico,
siendo provocados por excepcionales necesidades; por eso están, por lo
general, frente a los gastos extraordinarios.
Recursos patrimoniales
Bienes de dominio público:
El Estado posee bienes que estrictamente hablando son “sociales” antes
que “estatales”, por cuanto están destinados al disfrute de toda la
comunidad, y son utilizables por sus componentes sin discriminación. Estos
bienes surgen por causas naturales o artificiales no pueden ser objeto de
apropiación privada, ya sea, por enajenación a los particulares o porque
éstos los que adquieran por el paso del tiempo surge por su destino de uso
común. Por lo general, la utilización de estos bienes por los que particular es
gratuita, pero en ocasiones especiales el Estado puede exigir el pago de
sumas de dinero para su uso particularizado, lo cual se materializa en forma
de concesiones o autorizaciones de uso, permisos, derechos de acceso o
visita, etc. Tales ingresos, por otra parte, de reducida importancia
cuantitativa.
Bienes de domino privado:
El Estado posee, además, otros bienes que pueden satisfacer
necesidades individuales o colectivas, pero que no se afectan al uso de
todos los habitantes sino al de determinadas personas vinculadas a ellos por
su adquisición, localización, administración, concesión u otra contratación.
En cuanto se refiere específicamente a los ingresos obtenibles de estos
bienes, puede distinguirse la propiedad inmobiliaria, y la propiedad mobiliaria.
Las rentas de propiedad inmobiliaria son reducidas en su monto, y pueden
diferenciarse a su vez las rentas provenientes de bienes que el Estado
conserva en propiedad de aquellas otras rentas producidas por las
enajenaciones que el Estado realiza de sus bienes y que tienen carácter
excepcional. Además, el Estado tiene rentas mobiliarias derivadas de
acciones y obligaciones de algunas empresas privadas en las cuales el
Estado, como accionista o prestamista, percibe dividendos e intereses.
CONCLUSION
El estado debe cumplir funciones complejas para la realización de sus
fines, tanto en lo referente a la selección de los objetivos, a las erogaciones,
a la obtención de los medios para atenderlas (pecuniarias o de otra especie y
a la gestión y manejo de ellos, cuyo conjunto constituye la actividad
financiera.
Son actividades fundamentales de la gestión financiera los ingresos, los
gastos y la conservación de los bienes o gestión de los dineros públicos: y
que si bien la materia sobre la cual se desarrolla es económica, corresponde
al estado, y a un objeto de la misma índole.
Las finanzas públicas, en su concepción actual y genéricamente
consideradas, tienen por objeto examinar como el estado obtiene sus
ingresos y efectúa sus gastos.
La debida comprensión del significado conceptual de las finanzas
públicas requiere recurrir a cuatro nociones fundamentales vinculadas entre
sí:
Las necesidades públicas: que son aquellas que nacen de la vida
colectiva y se satisfacen mediante la actuación del estado.
necesidades publicas absolutas; seguridad y defensa, orden interno,
justicia,
necesidades públicas relativas; educación, salud, vivienda, entre
otras.
Los servicios publicos: que vienen a ser las actividades que el estado
(representado por el gobierno) realiza en procura de la satisfacción de las
necesidades públicas. y el gasto público destinado a satisfacer las
necesidades públicas mediante la prestación de los servicio
correspondientes, es menester realizar erogaciones que suponen los
ingresos presupuestados. esto se resume en finanzas públicas : gastos y
recursos públicos.
Si el estado necesita gastar debe contar con los medios pecuniarios
necesarios para afrontar tales erogaciones. el estado debe, pues tener
ingresos, los cuales derivan de sus recursos públicos. la actividad financiera
tiene por finalidad hacer posible el cumplimiento de los objetivos del estado.
BIBLIOGRAFÍA
Valdez Acosta R.(1996) Curso de Derecho Tributario. Editorial Temis; Colombia
Van Horne, J. C. (1.987). Fundamentos de Administración Financiera. Prentice Hall. México.
Plataforma SAIA
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/scon/septiembre/2241-240902-00 2874%20.HTM
http://apuntesdetributo.blogspot.com/2013/09/tema-1-la-actividad-financiera-y-el.html
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