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'.\, ROMINA !. SijNIENSKY Limitaciones al uso de medidas privativas de libertad para el control de los ftujos migratorios: comentario al caso Velez Loor V s. Panama de Ia Corte Interamericana de Derechos Humanos Romina l Sijniensky* E ste articulo presenta una sistematizaci6n de los estandares :fijados por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en un caso relativo a una persona migrante irregular, respecto a los derechos a la libertad e integridad personal, asi como su interpretacion, alcance y contenido en materia migratoria, con el fin de facilitar la labor de los Estados a la hora de armonizar sus legislaciones internas con los requerimientos de la Convenci6n Americana sobre Derechos Humanos, asi como ajustar las prac- ticas estatales de aquellos funcionarios que de una u otra forma tienen contacto con las personas migrantes. Del mismo modo, la presente sistematizaci6n pretende ser una herramienta util para aquellos operadores de justicia nacionales encargados de ejercer un "control de convencionalidad" en el ambito de sus compe- tencias. * Abogada por Ia Universidad de Buenos Aires, Argentina. Master en Derecho (LLM) con honores summa cum laude por Ia Universidad de Utrecht, Paises Bajos. Actualmente, y desde septiembre de 2006, es abogada de Ia Corte Interamericana de Derechos Humanos. Las opiniones vertidas en este articulo son de exclusiva responsabilidad de Ia autora y no representan necesariamente Ia posici6n de Ia Corte Interarnericana de Derechos Humanos ni de su Secretaria. La autora desea agradecer muy especialmente a Carlos M. Pelayo MoHer y a Oswaldo Ruiz Chiriboga por sus valiosos comentarios y sugerencias. Correo electr6nico: [email protected]. Aiio en que fue elaborada: 2011, no ha sido publicada anteriorrnente. 71

 · entrada o permanencia en un pais de forma irregular o indocumentada2• Este tipo de politicas migratorias coloca a las personas migrantes en una situa ci6n en que son mas propensas

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ROMINA !. SijNIENSKY

Limitaciones al uso de medidas privativas de libertad para el control de los ftujos migratorios:

comentario al caso Velez Loor V s. Panama de Ia Corte Interamericana de Derechos Humanos

Romina l Sijniensky*

Este articulo presenta una sistematizaci6n de los estandares :fijados por la Corte Interamericana de Derechos Humanos

en un caso relativo a una persona migrante irregular, respecto a los derechos a la libertad e integridad personal, asi como su interpretacion, alcance y contenido en materia migratoria, con el fin de facilitar la labor de los Estados a la hora de armonizar sus legislaciones internas con los requerimientos de la Convenci6n Americana sobre Derechos Humanos, asi como ajustar las prac­ticas estatales de aquellos funcionarios que de una u otra forma tienen contacto con las personas migrantes. Del mismo modo, la presente sistematizaci6n pretende ser una herramienta util para aquellos operadores de justicia nacionales encargados de ejercer un "control de convencionalidad" en el ambito de sus compe­tencias.

* Abogada por Ia Universidad de Buenos Aires, Argentina. Master en Derecho (LLM) con honores summa cum laude por Ia Universidad de Utrecht, Paises Bajos. Actualmente, y desde septiembre de 2006, es abogada de Ia Corte Interamericana de Derechos Humanos. Las opiniones vertidas en este articulo son de exclusiva responsabilidad de Ia autora y no representan necesariamente Ia posici6n de Ia Corte Interarnericana de Derechos Humanos ni de su Secretaria. La autora desea agradecer muy especialmente a Carlos M. Pelayo MoHer y a Oswaldo Ruiz Chiriboga por sus valiosos comentarios y sugerencias. Correo electr6nico: [email protected]. Aiio en que fue elaborada: 2011, no ha sido publicada anteriorrnente.

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SUMARIO Introduccion I. II.

III.

IV.

v.

Los hechos del caso El derecho a la libertad personal y las personas migrantes 1. Incompatibilidad de medidas privativas de libertad de naturaleza punitiva por el in­cumplimiento de leyes migratorias con la Convenci6n Americana sobre Derechos Hu­manos. 2. Requisitos para la legitimidad de la privaci6n de libertad cautelar en procedimien­tos migratorios. Garantias procesales para las personas mi­grantes privadas de libertad 1. Control judicial de la privaci6n de libertad y re­curso para cuestionar su legalidad. 2. Derecho a la notificaci6n y acceso efectivo a la asistencia consular. 3. Derecho a la defensa en procedimientos por el in­cumplimiento de las normas migratorias. Exigencias del derecho a la integridad person-al de las personas migrantes 1. Principio de separaci6n. 2. Establecimientos para el alojamiento de personas migrantes. Recapitulando los estandares fijados en el caso Velez Loor V s. Panama

Material complementario Bibliografia

ROMINA 1 S!jNIENSKY

Limitaciones al uso de medidas privativas de libertad para el control de los flujos migratorios:

comentario al caso Velez Loor V s. Panama de Ia Corte Interamericana de Derechos Humanos

En un mundo en el que se ha caminado a pasos agigantados hacia la globali­zaci6n, parece parad6jico que los Estados continuen poniendo trabas al ingreso, tn1nsito y permanencia de personas extranjeras en sus territorios. Sin embargo, a pesar o quizas tristemente a causa de la elevada movilidad humana que vivimos en epocas actuales1, las politicas migratorias de los Estados tienden en muchos casos a la utilizaci6n de medidas represivas y de criminalizaci6n para desincentivar la entrada o permanencia en un pais de forma irregular o indocumentada2

Este tipo de politicas migratorias coloca a las personas migrantes en una situa­ci6n en que son mas propensas a sufrir abusos y violaciones a sus derechos en el intento de procurar mejores condiciones de vida, cuando deciden migrar debido a las condiciones socio-econ6micas y/o politicas de sus paises de origen.

Trata de personas, secuestros, tortura, ejecuciones extrajudiciales, masacres, son algunas de las situaciones por las que corren el riesgo de pasar los migrantes a causa del desamparo institucional al que se ven sometidos3

Otros abusos o violaciones pueden partir propiamente de la ley y estar ligadas a practicas estatales relativas a las politicas migratorias\ provocando una situaci6n

Se.g6n Ia Organizaci6n de Naciones Unidas (ONU), en el afio 2010 babian 213.943.812 migrantes intemacionales a nivel mundial, m1entras que en 1990 eran 155.518.065. Cfr. United Nations, Department of Economic and Social Affairs, Population Division (2009), Trends in International Migrant Stock: The 2008 Revision (United Nations database, POP/DB/MIG/Stock!Rev.2008). Segun Ia Organizaci6n Intemacional de las Migraciones (OIM), existen en Ia actualidad 214 millones de migrantes intemacionales a nivel

AI respecto, el Grupo de Trabajo sobre Ia Detenci6n Arbitraria de Naciones Unidas ba manifestado su preocupaci6n porIa tendencia observada "bacia Ia intensificaci6n de las restricciones, incluida Ia privaci6n de libertad, aplicadas a los solicitantes de asilo, los refugiados y los inmigrantes en situaci6n irregular, incluso basta el punto de convertir en delito Ia entrada irregular en un Estado o calificar de circunstancia agravante de cualquier deli to Ia estancia irregular en el pais". Cfr. Naciones Unidas, Informe del Grupo de Trabajo sobre Ia Detenci6nArbitraria, A/HRC/10/21, 16 de febrero de 2009, parrafo 65. Muestra aberrante de ello son las llamadas "masacres de Tamaulipas", en las cuales babrian perdido Ia vida presuntamente a manos del crimen organizado mas de 200 personas, en su afan de llegar a los Estados Unidos de America. Vease los comunicados de prensa ~e Ia Comisi6n Interamericana de Derecbos Humanos No. 86/10, "CIDH con dena matanza de inmigrantes en Mexico", y No. 34/11, CIDH condena el asesinato de 145 personas balladas en fosas clandestinas en Mexico"; Ia nota de prensa aparecida en el peri6dico

EI Universal de 4 de mayo de 2011 titulada "Guatemala busca a 99 migrantes en Mexico"; y Ia nota de prensa aparecida en CNN el 5 de septiembre de 2011 titulada "Guatemala exige a Mexico esclarecer matanza de 72 migrantes en Tamaulipas". Resulta ilustrativo al respecto un informe reciente relativo a Ia situaci6n de los migrantes en Ia frontera sur de Mexico en el cual se document6, entre otros aspectos, que a! 93% de las personas detenidas en estaciones migratorias nose les inform6 sobre sus dere­chos, al91% nose les notific6 sobre Ia posibilidad de recibir asistencia legal y a196% nose Ie inform6 por escrito en un idioma de su comprensi6n sobre su derecbo a Ia asistencia y protecci6n consular de su pais de origen. Vease Litigio Estrategico en Derecbos

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de vulnerabilidad estructural en los migrantes, sobre todo de aquellos que ingresan al pais en forma irregular o indocumentada.

Esta situacion noes ajena a Guatemala, como pais de origen, transito y destino de migrantes5

• Por ello, es vital sistematizar los estandares fijados por la Corte In­teramericana de Derechos Humanos6

, maximo tribunal en materia de proteccion de los derechos humanos de nuestro continente, en la novedosa decision adoptada el 23 de noviembre de 2010 en el caso Velez Loor Vs. Panama.

En esta sentencia el Tribunal se expidio sobre la ley migratoria panamefta apli­cada al senor Velez Loor vis-a-vis las obligaciones internacionales de dicho pais, en virtud de la Convencion Americana sobre Derechos Humanos7, ala cual Pana­ma se ha obligado voluntariamente8

A raiz de este caso, dicho organismo judicial tuvo la oportunidad, por primera vez9 en el ambito de su competencia contenciosa10, de establecer estandares pre­cisos sobre las facultades de los Estados de utilizar medidas privativas de libertad para el control de los flujos migratorios en atencion al corpus juris internacional existente en relacion con los derechos humanos de las personas migrantes y espe-

Humanos, A. C. {2011), pagina 148, !50 y !54. Vease tambien Ia nota de prensa aparecida en Peri6dico La Jomada ell de abril de 2011, titu1ada "Informe ante Ia CIDH revela abusos contra indocumentados en Mexico", pagina 60.

5 Segt\n Ia Procuradurla de los Derechos Humanos, Guatemala "se encuentra envuelta en !a problematica de Ia migraci6n a] tener mas dell 0% de su poblaci6n establecida permanente e irregularmente en el extranjero, sabre todo en palses al norte del continente. Tam bien porque gran cantidad de centroamericanos y latinoamericanos utiliza el territorio como transito bacia los Estados Unidos de America (EUA), estableciendose temporalmente en el territorio nacional". Asimismo, en su informe correspondiente al afio 2010 sostuvo que "las personas migrantes centroamericanas que ingresan y transitan par territorio guatemalteco, principalmente quienes lo hacen en condici6n irregular, son vlctimas de graves violaciones de sus derechos a causa de Ia inexistencia de politicas migratorias con enfoques de cooperaci6n regional, corresponsabilidad y derechos humanos. Situaci6n que, annada a Ia corrupcion en institucio­nes migratorias y policiacas y a Ia falta de mecanismos institucionales que protejan a las personas migrantes, facilita que estructuras delictivas como las redes dedicadas a Ia !rata de personas, el trafico de indocumentados y el narcotrafico, copen a muchas personas migrantes para extorsionarlas y someterlas a diferentes formas de explotaci6n humana, como Ia sexual y Ia !aboral." Cfi: Procurador de los Derechos Humanos de Guatemala (2010), paginas 15 y 85.

6 Establecida en 1979 y con sede en San Jose de Costa Rica, Ia Corte Interamericana de Derechos Humanos es una institucionjudicia1 autonoma de Ia Organizaci6n de los Estados Americanos (OEA) cuyo objetivo es Ia aplicaci6n e interpretacion de Ia Convenci6n Americana sabre Derechos Humanos y de otros tratados concemientes a] mismo asunto. Para mayor informacion sabre el Tribunal vease Ia siguiente pagina: <http://www.corteidh.or.cr/denuncias_consultas.efin>

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a las necesidades de protecci6n de los migrantes indocumentados o situacion irregular, colectivo considerado como un grupo en situacion de vul-

1c;;1.auJ.••~·~- e identificado como "los mas expuestos a las violaciones potenciales o

1 d d h "11 rea es e sus erec os .

En consecuencia, el presente comentario se propane sistematizar los estanda­res desarrollados en el caso Velez Loor Vs. Panama12

, en materia de derechos a ia libertad e integridad personal, asi como su interpretacion, alcance y contenido · materia migratoria. A tal fin, el articulo se estructura de la siguiente forma: en

lugar, se describiran los hechos del caso materia de la decision; en segundo se desarrollaran las limitaciones establecidas en la decision respecto a la

facultad de los Estados de utilizar medidas privativas de libertad para el control de los flujos migratorios; en tercer lugar, se expondnin los estandares mas relevantes desarrollados en torno a las garantias procesales relacionadas con medidas privati­vas de libertad para las personas migrantes. Posteriormente, el articulo se adentra en las particulares exigencias del derecho a la integridad personal visto desde la 6ptica de las personas migrantes. Para finalizar, el comentario presenta una reca­pitulacion de los estandares que pueden extraerse de la sentencia adoptada por el Tribunal regional a fin de facilitar la labor de los Estados a la hora de armonizar sus legislaciones internas con los requerimientos de la Convencion Americana, asi como ajustar las practicas estatales de aquellos funcionarios que de una u otra for­ma tienen contacto con las personas migrantes.

Del mismo modo, resulta relevante para los operadores de justicia nacionales conocer los criterios juridicos establecidos por el Tribunal regional, en tanto auten­tico interprete final de la Convencion Americana, a fin de posibilitar un correcto ejercicio del denominado "control de convencionalidad"13 •

7 Tambien conocida como Pacta de San Jose de Costa Rica, por ellugarde su adopcion, el22 denoviembre de 1969. Entr6 en vigore! 18 de julio de 1978, de conforrnidad con el articulo 74.2 de Ia Convenci6n. Los Estados que han ratificado Ia ConvencionAmericana 11 A este respecto, Ia Corte Interamericana ha mencionado, entre las condiciones que contribuyen a Ia situacion de vulnerabilidad de son Argentina, Barbados, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Dominica, Ecuador, El Salvador, Granada, Guatemala, Haiti, los migrantes, Ia existencia de un nivel elevado de desproteccion de sus derechos y diferencias en el acceso a los recursos publicos Honduras, Jamaica, Mexico, Nicaragua, Panama, Paraguay, PerU, Republica Dominicana, Suriname, Trinidad y Tobago, Uruguay y a?min!strados par el Estado con relacion a los nacionales o residentes. Asimismo, el Tribunal hizo hincapie en el hecho de que las Venezuela. V10la~10ne~ de derechos humanos cometidas en contra de los migrantes quedan muchas veces en impunidad debido, entre otros, "a Panama ratificola Convenci6nAmericana sabre Derechos Humanos el22 de junio de 1978, siendo que entro en vigencia para dicho la_exlstencla. de fa~tores culturales. que justifican estos hechos, a Ia falta de acceso a las estructuras de poder en una sociedad deter-pais el 18 de julio de 1978. mmada, Y a 1mped1mentos normatlvos y facticos que loman ilusorios un efectivo acceso a Ia justicia". Cfi: Corte IDH, Caso Velez

9 En este sentido, cabe aclarar que Ia Corte habla previamente emitido al menos dos opiniones consultivas relevantes a Ia tematica mi- Loor Vs. Panama. Excepciones Preliminares, Fonda, Reparaciones y Costas. Senten cia de 23 de noviembre de 2010. Serle C No gratoria. Cfi: Corte IDH, El Derecho a Ia Informacion sabre laAsistencia Consular en e/ Marco de /as Garantias del Debido Proce- 218, parr. 98. . so Legal. Opini6n Consultiva OC-16/99 dell de octubre de 1999. Serie A No. 16 y Condicion Juridica y Derechos de los Migrantes --~~!!:···"·~·-··---~=. T<Jdala jurisprudencia de Ia Corte Interamericana puede ser consultada en: <http://corteidh.or.crlcasos.cfin> y <http://www.cor-Indocumentados. Opinion Consultiva OC-18/03 del17 de septiembre de 2003. SerieANo. 18. Del mismo modo, sentencias previas teidh.OI:crlopiniones.cfin> en casas contenciosos se hablan circunscrito a mencionar y/o analizar el derecho a Ia informacion sabre Ia asistencia consular. Cfr. 13 El "control de convencionalidad" ha sido expresamente instituido por el plena de Ia Corte Interamericana en dos casas del afio 2006: Corte IDH, Caso Bulacio Vs. Argentina. Fonda, Reparaciones y Costas. Sentencia de 18 de septiembre de 2003. Serie C No. 100, el C~s? Almonacid Arellano Y otros Vs. Chile y el Caso Trabajadores Cesados del Congreso (Aguado Alfaro y otros) Vs. Peni, parr. 130; Caso Tibi Vs. Ecuadot: Excepciones Preliminares, Fonda, Reparaciones y Costas. Sentencia de 7 de septiembre de 2004. adqumendo su mayor desarrollo en el reciente Caso Cabrera Garcia y Montiel Flores Vs. Mexico. En este ultimo, Ia Corte sostuvo: Serie C No. 114, parrs. 112 y 195; Caso Acosta Calderon Vs. Ecuad01: Fonda, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de junio de "Este Tribunal ha establecido en sujurisprudencia que es conciente de que las autoridades intemas estan sujetas al imperio de Ia ley 2005. Serie C No. 129, parr. 125; Caso Bueno Alves Vs. Argentina. Fonda, Reparaciones y Costas. Sentencia de 11 de mayo de 2007. Y par ella, estan obligadas a aplicar las disposiciones vigentes en el ordenamiento juridico. Pero cuando un Estado es parte de un Serie C No. 164, parr. 116; y Caso Chaparro Caso Chaparro Alvarez y Lapo liiiguez. Vs. Ecuador. Excepcion Preliminar, Fonda, tratado inte';llacional como Ia Convencion Americana, todos sus 6rganos, incluidos sus jueces, tam bien estan sometidos a aquel, lo Reparaciones y Costas. Sentencia de 21 de noviembre de 2007. Serie C No. 170, parr. 164. cualle~ obhga a ~elar par que l?s efectos de las disposiciones de Ia Convenci6n nose vean mermados par Ia aplicaci6n de normas

10 La Corte Interamericana posee dos funciones principales: Ia contenciosa y Ia consultiva. En virtud de Ia funci6n contenciosa, Ia con~anas a su objeto Y fin. Los JUeces Y organos vinculados a Ia administracion de justicia en todos los niveles estan en Ia obligacion Corte determina, a traves de un procedimiento y al emitir una sentencia, si un Estado que ha ratificado Ia Convencion Americana de eJercer ex officio un 'control de convencionalidad' entre las normas intemas y Ia Convenci6n Americana, evidentemente en el sabre Derechos Humanos y aceptado Ia competencia del Tribunal es responsable intemacionahnente par haber violado alguno de los marco de sus respectivas competencias Y de las regulaciones procesales correspondientes. En esta tarea, los jueces y organos vin-derechos o libertades reconocidos en dicho instrumento o algun otro sabre el cual tenga competencia. Las sentencias del Tribunal culados a Ia administraci6n de justicia de ben tener en cuenta no solamente el tratado, sino tam bien Ia interpretacion que del mismo son definitivas e inapelables. Por su !ado, Ia funcion consultiva se relaciona con opiniones que emile Ia Corte respecto a las consultas ha ~ech_o Ia Corte Interamericana, interprete ultima de Ia Convencion Americana". Para un mayor desarrollo sabre sus exigencias y formuladas par los Estados miembros de Ia Organizacion de Estados Americanos {OEA) o los 6rganos de Ia misma, sabre Ia inter- denvacwnes, vease Ferrer Mac-Gregor, Eduardo (2010), pp. 151 a 188; Hitters, Juan Carlos (2009), pp. 109 a 128; y Sagiies, Nestor pretacion de Ia Convenci6n ode otros tratados concemientes a Ia protecci6n de los derechos humanos en los Estados americanos. Pedro (2010), PP· 117 a 136.

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I. Los hechos del caso

Los hechos sobre los que la Corte Interamericana se pronuncio sucedieron en~ tre noviembre de 2002 y septiembre de 2003, en Panama, durante la vigencia del Decreto Ley 16 sobre migracion14 de 30 de junio de 1960.

A partir del acervo probatorio obrante en el caso, la Corte Interamericana de~ termino que el senor Jesus Tranquilino Velez Loor, de nacionalidad ecuatoriana, ingreso a Panama por la Provincia del Darien, por un zona de frontera no autoriza~ day selvatica, la cual no cuenta con autoridades de migracion15

• En la Republica de Panama fue aprehendido por la Policia Nacional elll de noviembre de 2002, por no contar con la documentacion necesaria para permanecer en dicho pais y lleva~

do al Puesto Policial de Tupiza16• Al dia siguiente fue "remitido" o puesto a ordenes

de la entonces Direccion de Migracion y Naturalizacion de Darien, donde tuvo que completar un formulario de "filiacion", con informacion personal17

Posteriormente, ese mismo dia, la Directora Nacional de Migracion y Natura~ lizacion del Ministerio de Gobiemo y Justicia dicto una orden de detencion en su contra "a fin de que le fueran aplicadas cualesquiera de las medidas establecidas en el Decreto Ley No. 16 de 1960"18

• La Corte observo que la resolucion adoptada por la Directora Nacional de Migracion contenia un listado de todas las normas que po~ drian ser aplicables, pero no presentaba el fundamento juridico razonado y objetivo sobre la procedencia y necesidad de la medida privativa de libertad19

Segun la prueba recibida, pudo determinarse que, a raiz de esta medida y dado que la Direccion N acional de Migracion no contaba con celdas especiales para in­documentados, el senor Velez Loor fue trasladado a la Carcel Publica de La Palma, que es el principal centro penitenciario de la region. Alli estuvo privado de libertad junto con personas detenidas por delitos penales20

Una de las posibles medidas que las autoridades migratorias podian aplicar era la contenida en el articulo 67 del Decreto Ley 16, el cual disponia que "los extranjeros condenados a la deportacion que eludan esta pena, permaneciendo en el pais clandestinamente, 0 la burien regresando a el, seran dedicados a trabajos agricolas en la Colonia Penal de Coiba, por dos (2) anos y obligados a salir del pais al cumplirse este termino; podran ser liberados si presentaren, a satisfaccion del Ministerio de Gobiemo y Justicia, pasaje para abandonar el pais"21

14 Dicha norma fue derogada, con posterioridad, mediante el articulo 141 del Decreto Ley No. 3 de 22 de febrero de 2008. 15 Cfr. Corte IDH, Caso Velez Loor Vs. Panama, op. cit., nota 11, parr. 92. 16 Cfr. Idem. 17 Cfr. Ibidem, parr. 93. 18 Cfr. Idem. 19 Cfr. Ibidem, parrs. 115 y 116. 20 Cfr. Ibidem, parrs. 93 y 200. 21 Vease este Decreto Ley en: <http:l!www.asamblea.gob.pa/APPS/LEGISPAN/PDF NORMAS/1960/I960/I960 042 0780.PDF>

(ultima consulta 2 de octubre de 2011) - - -

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Sin embargo, en el ano 2002 las autoridades panamenas estaban transformando de Coiba, de un centro penitenciario a un sitio turistico ecologico22•

Debido a que el senor Velez Loor habia sido deportado previamente de Pana­en el afio 1996, el6 de diciembre de 2002 la Directora Nacional de Migracion

la resolucion 7306, mediante la cualle impuso "la pena de dos (2) anos de en uno de los Centros Penitenciarios del pais" por haber infringido el impe­

....... ,..,,-n de entrada que existia contra eF3• La Corte establecio que, como no existia reglamentacion especifica del Decreto Ley 16, esta decision fue adoptada sin el senor Velez Loor fuese oido ni que pudiese ejercer su derecho de defensa,

audiencia ni del contradictorio24• Ademas, el Estado reconocio que la referida

"''"'v ... ·~-·~ .. no le fue notificada al senor Velez Loor25•

El18 de diciembre de 2002 el senor Velez Loor fue trasladado al Centro Peni->felllCUtrw La Joyita, el cual junto con La Joya constituye el mayor centro peniten­

del pais. De acuerdo con la prueba obrante en el expediente, pudo determi­-,, __ , __ _...., .... u~ que alli fue recluido en el Pabellon 6, destinado a los privados de libertad de

nacionalidad extranjera, donde tambien se encontraban personas procesadas y/o ·t sancionadas por la comision de delitos26

• Durante su estancia en dicho centro peni­- tenciario, se produjo un problema en el suministro de agua que habria afectado ala

t<'poblacion carcelaria y los servicios de asistencia medica a los cuales tuvo acceso el sefior Velez Loor no se prestaron de manera oportuna, adecuada y completa, como

· poncluyo la Corte27•

Seglin surge de las pruebas recibidas en el caso, al 5 de diciembre de 2002 la mision consular ecuatoriana ya habia iniciado gestiones para obtener la deporta­

del senor Velez Loor28• Sin embargo, no fue hasta 9 meses despues que el

Velez Loor pudo presentar un pasaje para abandonar el pais29 •

Portal razon, el 8 de septiembre de 2003 la Directora Nacional de Migraci6n .resolvio dejar sin efecto la pena impuesta yen consecuencia, al dia siguiente fue trasladado hacia las instalaciones de la Direccion Nacional de Migraci6n en la Ciu­dad de Panama30

• De acuerdo a la prueba recibida, el 10 de septiembre de 2003 el sefior Velez Loor fue finalmente deportado hacia la Republica del Ecuador31•

Tras ser deportado, consta que denunci6 ante organismos estatales del Ecuador haber sido objeto de actos de torturas y malos tratos ocurridos en Panama, tanto durante su detenci6n en el Darien, como mientras estuvo recluido en la Carcel Pu-22 Cfr. Corte IDH, Caso Velez Loor Vs. Panama, op. cit., nota 11, parr. 186. 23 Cfr. Ibidem, parr. 94. 24 Cfr. Ibidem, parrs. 60 y 144. 25 Cfr. Ibidem, parr. 60. 26 Cfr. Ibidem, parrs. 94 y 201. 27 Cfr. Ibidem, parrs. 212 a 223. ·28 Cfr. Ibidem, parr. 156. 29 Cfr. Ibidem, parr. 95. 30 Cfi: Idem. 31 Cfi: Idem.

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blica de La Palma yen el Centro Penitenciario La Joyita32• Posteriormente, durante

el afio 2004 el senor Velez Loor dio noticia al Estado panamefio sobre los alegados actos de tortura y malos tratos ocurridos en Panama, ante la Embajada de dicho pais en Quito, Ecuador, la Cancilleria de la Republica de Panama y la Direccion General de Politica Exterior de Panama33

A raiz de estos hechos, el 10 de febrero de 2004 presento una peticion ante la Comision Interamericana de Derechos Humanos, con sede en Washington DC, en los Estados Unidos de America34• El 21 de octubre de 2006 la Comision declaro admisible la peticion y el27 de marzo de 2009 aprobo el Informe de Fondo, en los terminos del articulo 50 de la Convencion Americana35

• Despues del plazo otorga­do a Panama para cumplir con las recomendaciones formuladas por la Comision y tras considerar que no habia cumplido con las mismas, el 8 de octubre de 2009 la Comision Interamericana presento una demanda contra dicho Estado ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en San Jose de Costa Rica36

, la cual origin6 la Sentencia que en este articulo se co menta, en la cual Panama fue declarada inter­nacionalmente responsable por la violacion de diversos derechos reconocidos en la Convencion Americana en sus articulos 5 , 7, 8 y 9.

II. El derecho a la libertad personal y las personas migrantes

E1 articulo 7 de la Convencion Americana sobre Derechos Humanos reconoce y protege de manera amplia el derecho a la libertad personal, de modo tal que su contenido no se limita a una regulacion generica de tal derecho, sino que se esta­blecen tambien determinadas garantias, sustantivas y procesales, que los Estados tienen que respetar y garantizar en toda detencion o retencion37

Segun los incisos 2 y 3 de la referida norma, existen dos mandatos normativos que los Estados deben respetar: por un lado, les esta vedado realizar detenciones ilegales y por el otro, esta prohibido proceder a una detencion o encarcelamiento ar­bitrario, entendido este como aquel que, aun calificado como legal, pueda reputarse como incompatible con el respeto a los derechos fundamentales del individuo por ser, entre otras cosas, irrazonables, imprevisibles, o faltos de proporcionalidad38

32 Cfr. Ibidem, parr. 234. 33 Cfr. Ibidem, parr. 235. 34 Cfr. Ibidem, parr. 1. 35 Cfr. Idem. 36 Cfr. Idem. Para consultar Ia demanda presentada porIa Comisi6n, vease: <http://www.cidh.oas.org/demandas/I2.581%20Jesus%20

Tranquilino%20Velez%20Loor%~0Panama%20~oct09%20ESP.pdf> (ultima consulta 2 de oc~bre d.e 2011) . . 37 Cfr. Corte IDH, Caso Chaparro Alvarez y Lapo Iniguez Vs. Ecuador, op. cit., nota 9, parr. 51: El arliculo 7 de Ia Convenc16n l!ene

dos tipos de regulaciones bien diferenciadas entre si: una general y otra especifica. La general se encuentra en el primer num.eral: "toda persona tiene el derecho a Ia libertad y a Ia seguridad personales". Mientras que Ia especifica esta compuesta por una sene de garantfas que protegen el derecho a no ser privado de Ia libertad ilegalme~te (arti~ulo 7.2) o arbitraria~en~e .(articulo 7.?), ~ ~onocer las razones de Ia detenci6n y los cargos forrnulados en contra del detemdo (arliculo 7.4), a! control JUdiCial de Ia pnvac10n de Ia Jibertad y Ia razonabilidad del plazo de Ia prisi6n preventiva (articulo 7 .5), a impugnar Ia legalidad de Ia detenci6n (articulo 7 .6) Y a no ser detenido por deudas (articulo 7.7)".

38 Cfr., entre otros, Corte IDH, Caso Gangaram P_anday Vs. Sur!nam. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 21 de enero de ·1994. Serie C No. 16, parr. 47; Caso ChaparroAlvarezy Lapoifiiguez. Vs. Ecuador, op. cit., nota 9, parr. 90; y Caso Velez Loor Vs.

Panama, op. cit., nota 11, parr. 165.

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A su vez, para verificar si una detencion ha sido legal se deben analizar dos ,'ool;;:suv•n•~ relacionadas con la legislacion interna del Estado. Por un lado, el as­

material exige cotejar si la privacion de libertad se baso en las causas, casos 'A>c~trc:unsw.u~.-Ia" expresamente tipificadas de antemano en la ley tan concretamente

sea posible39• Por el otro, debe cumplirse con el aspecto formal, de modo

que solo se puede privar de la libertad a una persona con estricta sujecion a los fitc1cellliiii·, ;au1u:s objetivamente definidos por la ley4°.

En consecuencia, cualquier requisito establecido en ley nacional que no sea ~;;u.u••n""•~ al privar a una persona de su libertad, generara que tal privaci6n sea

Si bien la jurisprudencia del Tribunal relativa a la interpretacion y aplicacion este derecho se ha desarrollado principalmente en torno al ambito de la justicia

(ordinaria o militar) y al de las graves violaciones a los derechos humanos42

las ejecuciones extrajudiciales o las desapariciones forzadas, en el caso Velez Vs. Panama la Corte extendio el alcance de la proteccion que brinda la Con­

. v€mcwnAmericana en dicha norma ala jurisdiccion migratoria que se desarrolla en ambito administrativo sancionatorio.

AI realizar esta interpretacion, el Tribunal tomo en cuenta el corpus juris rela­a los derechos de las personas migrantes y brindo especial importancia a los

""""'u"'"'"'" fijados por el Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre la Detencion En particular, aquellos principios establecidos en el Informe del Grupo

afio 1999 relativos a los inmigrantes o a los solicitantes de asilo43, los cuales

como fuente autorizada para dar guia y contenido a las normas de la Con-

Aun cuando la Corte Interamericana reitera en su decision que los Estados gutar<tan un ambito de discrecionalidad al fijar sus politicas migratorias, pudien­

establecer mecanismos de control de ingreso a su territorio y salida de ei con respecto a personas que no sean nacionales; tambien ha sido clara al sefialar que .un;11as politicas deben ser compatibles con los derechos y libertades establecidos en Ia Convencion Americana sobre Derechos Humanos y ademas, respetar los de­

~~~Y~l"'"~ humanos de las personas migrantes44•

De este modo, el Tribunal reconocio que "la evolucion de este ambito del de­recho internacional ha desarrollado ciertos limites a la aplicacion de las politi­cas migratorias que imponen un apego estricto a las garantias del debido proceso

IDH, Caso Gangaram Panday Vs. Surinam, op. cit., nota 38, parr. 47.

Corte IDH, Caso Chaparro Alvarez y Lapo liiiguez. Vs. Ecuador, op. cit., nota 9, parr. 57. Corte IDH, Caso Velez Loor Vs. Panama, op. cit., nota II, parr. 106. Vease tambien, Bovino, Alberto (2005), pp. 55 a 57.

Unidas, Grupo de Trabajo sobre Ia Detenci6n Arbitraria, Inforrne del Grupo, Anexo II, Deliberaci6n No. 5: Situaci6n relativa a los imnigrantes o a los solicitantes de asilo, E/CNA/2000/4, !999.

44 Cfi: Corte IDH, Caso Velez Loor Vs. Panama, op. cit., nota 11, parr. 97. Vease tam bien, Corte IDH, Condicion Jurfdica y Derechos de los Migrantes Indocumentados op. cit., nota 9, parr. !68.

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y al respeto de la dignidad humana, cualquiera que sea la condicion juridica del migrante"45.

El presente acapite se propone analizar los estandares fijados en relacion con el derecho a la libertad personal y en particular, la forma en que la Corte Interameri­cana interpreto el contenido normativo de este derecho cuando se trata de personas migrantes asi como el alcance que dio al mismo.

1. Incompatibilidad de medidas privativas de libertad de naturaleza pu­nitiva por el incumplimiento de leyes migratorias con Ia Convencion Americana sobre Derechos Humanos

Uno de los elementos centrales del caso Velez Loor Vs. Panama era que el Decreto Ley 16 establecia una sancion de caracter punitivo para aquellas personas que, habiendo sufrido una medida de deportacion, eludieran la misma permane­ciendo en el pais o regresando en infraccion a la misma.

El articulo 67 anunciaba literalmente que "los extranjeros condenados ala de­portacion que eludan esta pena, permaneciendo en el pais clandestinamente, o la burien regresando a el, seran dedicados a trabajos agricolas en la Colonia Penal de Coiba, por dos (2) afios y obligados a salir del pais al cumplirse este termino; podran ser liberados si presentaren, a satisfaccion del Ministerio de Gobiemo y Justicia, pasaje para abandonar el pais"46.

De este modo, le correspondia a la Corte realizar un analisis de la compatibi­lidad de la ley intema panamefia, que preveia la sancion de dos afios de duracion, con la Convencion Arnericana47.

Para ello, el Tribunal procedio a analizar si el establecimiento de tal rnedida cumplio con los requisitos de estar prevista en ley, perseguir un fin legitimo, ser idonea para cumplir con el fin perseguido, asi como con los principios de necesi­dad48 y proporcionalidad49.

45 Cfr. Ibidem, parr. 100. Vease tambien, Corte IDH, Condici6n Juridica y Derechos de los Migrantes Indocumentados, op. cit., nota 9, parr. 119. ('I· 46 Vease este Decreto Ley en http://www.asamblea.r:ob.pa/APPS!LEGISPANIPDF NORMAS/I960/1960/1960 042 0780.PDF u li-ma consulta 2 de octubre de 2011)

4 7 Para ello, el Tribunal debia verificar, de acuerdo con su jurisprudencia: i) Que Ia finalidad de las medidas que ~riven o restrinjan I~ Iibertad sea compa~ible con Ia Convenci6n. ii) Que las medidas adoptadas sean las td6neas para cumphr con elfin persegutdo; . iii) Que sean necesarias, en el sentido de que sean absolutamente indispensables para conseguir el _fin d~sead~ y que no extsta una medida menos gravosa respecto a! derecho intervenido entre todas aquellas que cuentan con Ia mtsma tdonetdad para alcanzar el objetivo propuesto. El derecho a Ia Iibertad personal sup?ne que toda Iimitaci6n a este d<:ba_se~ excepcional, y . . iv) que sean medidas que resulten estrictamente proporcwnales,_ de tal forma ~ue el sac~tficw mhere~te .a Ia restrtcct6~ d~l derecho a Ia Jibertad no resulte exagerado o desmedido frente a las ventaJas que se obttenen medtante tal restncct6n y el cumphmtento de Ia finalidad perseguida. , Cfr. Corte IDH, Caso Chaparro Alvarez y Lapo Iiliguez. Vs. Ecuador, op. cit., nota 9, parr. ~3. . .

48 El principia de necesidad ha sido interpretado porIa Corte "en el sentido de que sean (~edtdas~ absolutamente mdtspensables para conseguir elfin deseado y que no exista una medida menos gravosa respecto al derecho mterverudo entre todas aquellas que cuentan con Ia misma idoneidad para alcanzar el objetivo propuesto". Idem. .

49 La proporcionalidad ha sido concebida por el Tribunal "de tal forma que el sacrificio inherente a Ia restricci6n del derecho a Ia h?er­tad no resulte exagerado o desmedido frente a las ventajas que se obtienen mediante tal restricci6n y el cumplimiento de Ia finahdad perseguida". Idem.

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ROMINA I. S!jNIENSKY

En primer Iugar, la medida restrictiva de libertad debe cumplir con el principia reserva de ley, esto es, de estar prevista en una ley de caracter formal. De acuer­con la jurisprudencia del Tribunal, este principia no se satisface con cualquier

~cto normativo sino que deber ser "una norma juridica de caracter general, cefiida albien comun, emanada de los organos legislativos constitucionalmente previstos

democraticamente elegidos y elaborada segun el procedimiento establecido por las constituciones de los Estados Partes para la formacion de las leyes"50.

En el caso en concreto se trataba de un Decreta Ley, al cual podria cuestionar­sele que efectivamente cumpla con este parametro. No obstante, la Cortese abs­tuvo de analizar este elernento dado que las partes no habian presentado alegatos sobre si esta norma cumplia o no con dicho principia y por ende, no habian sido aportados elementos suficientes que le permitieran pronunciarse al respecto51 .

Ademas, la medida debe estar orientada a cumplir con alglin fin legitimo de acuerdo con la Convencion Americana. En particular, el Tribunal considero sobre este aspecto que, en el caso en concreto, "la finalidad de imponer una medida puni­tiva al migrante que reingresara de manera irregular al pais tras una orden de depor­tacion previa no constituye una finalidad legitirna de acuerdo ala Convencion"52. Es decir, para la Corte el fin de imponer una pena, como sancion o castigo por no haber respetado las leyes migratorias excede la potestad de los Estados de controlar y regular el ingreso y permanencia de personas extranjeras en su territorio.

Aunado a ello, el Tribunal estimo que la norma que establecfa una sancion de canicter punitivo para los extranjeros que eludieran una orden de deportacion previa era desproporcionada en el entendido que, en una sociedad democratica, el poder punitivo solo debe ejercerse en la medida estrictamente necesaria para pro­teger los bienes juridicos fundamentales de los ataques mas graves que los dafien o pongan en peligro53.

En esta linea, el Tribunal apoyo su postura en la opinion del Grupo de Trabajo sobre la Detencion Arbitraria de Naciones Unidas, el cual ha sostenido que "la pe­nalizacion de la entrada irregular en un pais supera el interes legitimo de los Esta­dos en controlar y regular la inrnigracion irregular y puede dar Iugar a detenciones

AI excluir la posibilidad de que los Estados utilicen medidas punitivas propia­mente o bien administrativas de caracter sancionatorias para el control de los :flujos migratorios, el Tribunal determino que la criminalizacion de la migracion irregular es incompatible con la Convencion Americana sobre Derechos Humanos y por

50 Cfr. Corte IDH, La Expresion "Leyes" en e/ articulo 30 de Ia Convenci6n Americana sobre Derechos Humanos. Opinion Consultiva OC-6/86 de 9 de mayo de 1986. Serie A No. 6, parr. 38.

51 Cfr. Corte IDH, Caso Velez Loor Vs. Panama, op. cit., nota 11, parr. 167. 52 Cfr. Ibidem, parr. 169. 53 Cfr. Corte IDH, Caso Velez Loor Vs. Panama, op. cit., nota 11, parr. 170. 54 Naciones Unidas, Informe del Grupo de Trabajo sobre Ia Detenci6n Arbitraria, A/HRC/7 /4, I 0 de enero de 2008, parr. 53.

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ende, cualquier medida de ese tipo provoca privaciones de libertad que son arbitra­rias y que pueden generar la responsabilidad internacional del Estado.

2. Requisitos para Ia legitimidad de Ia privacion de libertad cautelar en procedimientos migratorios

Ahora bien, habiendo establecido que la detencion de personas por incumpli­miento de las leyes migratorias nunca debe tener un fin punitivo, el Tribunal pre­ciso que las medidas privativas de libertad preventivas pueden ser idoneas para regular y controlar la migracion irregular55, pero estas solo debenin ser utilizadas cuando fuere necesario y proporcionado en el caso en concreto para conseguir de­terminados fines y unicamente durante el menor tiempo posible56•

De los criterios expuestos por la Corte en su decision, se colige que podria considerarse legitima una medida privativa de libertad en base al incumplimiento de las leyes migratorias, solo si tiene un canicter cautelar o preventivo y si satisface ademas los requisitos supra mencionados.

En esta linea, el Tribunal resalto que, a diferencia del Convenio Europeo para la Proteccion de los Derechos y Libertades Fundamentales, el articulo 7 de la Con­vencion Americana no establece los supuestos, es decir las "causas" y "condicio­nes", que habilitarian, en forma legitima, la procedencia de una medida privativa de libertad.

En el ambito de las medidas privativas de libertad de naturaleza cautelar en procedimientos penales, como la prision preventiva, la Corte ha aceptado, en su jurisprudencia, como causales de procedencia el asegurar que el acusado no impe­dira el desarrollo del procedimiento ni eludira la accion de la justicia57

• Es decir, que para que proceda un encarcelamiento preventivo, este debe tener el objetivo legitimo de neutralizar alguno de los peligros procesales a fin de garantizar los fines del proceso penal.

Es por ello que la Corte tuvo en el caso en concreto que determinar cuales po­drian ser los fines legitimos que habilitarian una medida privativa de libertad en el ambito migratorio, asi como ponderar los principios de necesidad y proporcionali­dad en relacion con el caracter o naturaleza de la medida.

En el caso de procedimientos migratorios, la Corte Interamericana fue de la posicion que las causales que podrian habilitar una medida restrictiva de la libertad en forma legitima son el asegurar la comparecencia de la persona al proceso migra­torio o para garantizar la aplicacion de una orden de deportacion58

• Es importante

55 Cfr. Corte IDH, Caso Velez Loor Vs. Panama, op. cit., nota 11, parr. 169. 56 Cfr. Ibidem, parr. 171. . . 57 Cfr., entre otros, Caso Servell6n Garcia y otros Vs. Honduras. Fonda, Reparaciones y Costas. Sentencta de 21 de septtembre de

2006. Serie C No. 152, parr. 90. 58 Cji: Corte IDH, Caso Velez Loor Vs. Panama, op. cit., nota 11, parr.169.

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resaltar que la Corte no especifico si esta enumeracion es taxativa o meramente enunciativa. Sin embargo, a mi criterio deberia interpretarse en base al principio pro persona59 que estos son los unicos dos fines que la Corte ha considerado com­patibles con la Convencion en este tipo de procedimientos. Adicionalmente, lame­dida privativa de libertad debe cumplir con las exigencias que imponen los princi­pios de excepcionalidad, necesidad y proporcionalidad. A raiz de estos principios, las autoridades competentes deben verificar en cada caso en particular y mediante una evaluacion individualizada, la posibilidad de utilizar medidas menos restric­tivas que la privacion de libertad que sean efectivas para alcanzar los fines ante­riormente descritos60

• Es decir, que las medidas privativas de libertad solo podnin ser utilizadas cuando fuere necesario y proporcionado atendiendo a las particula­ridades y circunstancias del caso en concreto. En definitiva, la medida privativa de libertad es concebida por el Tribunal como una instancia de ultimo recurso, al establecer que resultan arbitrarias las politicas migratorias cuyo eje central es lade­tendon obligatoria de los migrantes irregulares61 • Evidentemente, para cumplir con los principios de necesidad, proporcionalidad y excepcionalidad, "es esencial que los Estados dispongan de un catalogo de medidas alternativas"62• Si bien la Corte 110 ahonda en su decision sobre cuales podrian ser estas medidas, es importante que el Tribunal haya fijado esta obligacion que implica incorporar en las legislaciones migratorias nacionales una gama de medidas que pueden resultar efectivas, que no impliquen la privacion de libertad. No obstante la vital importancia del principio establecido por el Tribunal, es dudoso que corresponda a la Corte Interamericana establecer este catalogo. Mas bien, estas medidas alternativas deberian ser defini­das por cada Estado en el ambito de sus propias competencias. Finalmente, la Corte establecio que las medidas privativas de libertad unicamente deberan ser utilizadas durante el menor tiempo posible. Sobre este aspecto, el Grupo de Trabajo sobre la DetencionArbitraria ha establecido que en caso de detencion de una persona por su situacion migratoria irregular "la ley debera prever un plazo maximo de retencion que en ninglin caso podra ser indefinido ni tener una duracion excesiva"63 • En este sentido, es destacable la posicion del Tribunal al sostener que la prolongacion inde­bida de la detencion de personas migrantes transforma sustancialmente la medida, asimilandola a una respuesta de caracter punitivo.

59 Para ahondar sabre las implicancias de este principio, vease Pinto, Monica (2004), pp. 163 a 171. 60 Cji: Corte IDH, Caso Velez Loor Vs. Panama, op. cit., nota 11, parr. 171, citando Naciones Unidas, Comite de Derechos Humanos,

C. v. Australia, Comunicaci6n N" 900/1999: Australia. 13/11/2002 (CCPR/C/76/D/900/1999), 13 de noviembre de 2002, parr. 8.2. 61 Cfi: Idem. 62 Cfi: Idem.

63 Cfi: Ibidem, parr. 117, citando Naciones Unidas, Grupo de Trabajo sobre Ia Detenci6n Arbitraria, Inforrne del Grupo, Anexo II, Deliberaci6n No.5: Situaci6n relativa a los inmigrantes o a los solicitantes de asilo, 1999, E/CN.4/2000/4, Principio 7.

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III. Garantias procesales para las personas migrantes privadas de libertad

Ademas de referirse a los aspectos sustantivos del derecho a la libertad perso­nal, la Corte Interamericana se adentro en el analisis de una serie de garantias pro­cesales relacionadas con las medidas privativas de libertad, que ineludiblemente deben cumplirse. A continuacion expondremos los aspectos mas sobresalientes de la decision.

1. Control judicial de Ia privacion de libertad y recurso para cuestionar su legalidad

En primer termino, se observa que la decision intent6 distinguir el contenido de la garantia establecida en el inciso 564 del articulo 7, de aquella establecida en el inciso 665 de la referida norma.

En cuanto a la primera, es posible observar que la jurisprudencia de la Corte Interamericana se ha apoyado principalmente en la jurisprudencia desarrollada por su par europea en base al Convenio Europeo para la Proteccion de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales66• A diferencia de aquel, que establece literalmente dicha garantia solo para acusados por delitos penales67, la Convencion Americana no preve ninguna limitante sobre los posibles beneficiarios de la mis­ma. Por dicha razon, y nuevamente atendiendo a la especificidad de la situacion planteada, el Tribunal interpreto que la garantia establecida en el articulo 7.5 de la Convencion Americana "debe ser satisfecha siempre que exista una retencion o una detencion de una persona a causa de su situacion migratoria, conforme a los principios de control judicial e inmediacion procesal"68 •

Ahora bien, el punto central en tomo a esta garantia es si ese primer control de la privacion de la libertad puede ser realizado por una autoridad que no sea un juez en sentido estricto, dado que la norma estipula expresamente la posibilidad de que este en cabeza de un funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales.

Sabre esta cuestion, el Tribunal considero en este caso que no necesariamente debia ser un juez el que haga ese primer control judicial; sin embargo, para que constituya "un verdadero mecanismo de control frente a detenciones ilegales o

64 El referido inciso preve que: "toda persona detenida o retenida debe ser llevada, sin demora, ante un juez u otro funcionario au­torizado par Ia ley para ejercer funciones judiciales y tendra derecho a ser juzgada dentro de un plaza razonable o a ser puesta ~n libertad, sin perjuicio de que continue el proceso. Su libertad podra estar condicionada a garantlas que aseguren su comparecencta en eljuicio".

65 El inciso mencionado establece: "toda persona privada de libertad tiene derecho a recurrir ante un juez o tribunal competente, a fin de que este decida, sin demora, sabre Ia legalidad de su arresto o detenci6n y ordene su libertad si el arresto o Ia detenci6n fueran ilegales. En los Estados Partes cuyas !eyes preven que toda persona que se vi era amenazada de ser privada de su libertad tiene dere­cho a recurrir a unjuez o tribunal competente a fin de que este decida sabre Ia legalidad de tal amenaza, dicho recurso no puede ser restringido ni abo lido. Los recursos podran interponerse por si o por otra persona."

66 Cji:, entre otros, Corte IDH, Caso Castillo Petruzzi y otros Vs. Pf!ni. Fonda, Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de may? de 1999. Serie C No. 52, parr. I 08; Caso Chaparro Alvarez y Lapo Iniguez. Vs. Ecuador, op. cit., nota 9, parr. 85; y Caso Bayam Vs. Argentina. Excepcion Preliminm; Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de octubre de 2008. Serie C No. 187, parr. 67.

67 Cji: Articulo 5 del Con venia Europeo para Ia Protecci6n de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales. 68 Cji: Corte IDH, Caso Velez Loor Vs. Panama, op. cit., nota 11, parr. 107.

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arbitrarias", el Tribunal sostuvo que la legislacion intema debe asegurar que el funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones jurisdiccionales cumpla con las caracteristicas de imparcialidad e independencia que deben regir a todo or­gano encargado de determinar derechos y obligaciones de las personas, y que este 1a,.;utLau'v para poner en libertad a la persona si su detencion es ilegal o arbitraria69•

Por otro lado, al dotar de contenido propio al articulo 7.6 de la Convencion, el Tribunal recordo que este establece un "mandata judicial dirigido a las autoridades correspondientes a fin de que se lleve al detenido a la presencia del juez para que este pueda examinar la legalidad de la privacion y, en su caso, decretar su libertad"70•

Asi, la Corte determino que, para satisfacer esta garantia y que la misma cum­pia con su finalidad especifica, es requisito sine qua non que la revision de la le­galidad del arresto o detencion sea hecha por un juez o tribunal a fin de garantizar un adecuado control y escrutinio de los actos de la administracion que afectan derechos fundamentales 71 •

En suma, con este desarrollo jurisprudencial, el Tribunal ha contribuido a des­lindar el contenido esencial de cada una de estas garantias y determinar su aplica­cion en el ambito migratorio.

2. Derecho a Ia notificacion y acceso efectivo a Ia asistencia consular

Tratandose de detenidos extranjeros, quienes a menudo hablan otro idioma, no puede obviarse la exigencia de notificar a la persona privada de su libertad de su .derecho a establecer contacto, si asi lo desea, con un funcionario consular de su pais de origen, antes de su primera declaracion72, correspondiendole en su caso al Estado receptor informar a la oficina consular competente sobre la situacion del detenido y transmitir sin demora cualquier comunicacion que el detenido quiera dirigir a la misma 73 •

El desarrollo realizado por el Tribunal en este punto, se basa en gran medida en lo establecido anteriormente en el marco de una opinion consultiva solicitada por -~'u"'-"'l"'u7\ en la cual se habia determinado que el derecho del detenido extranjero

la informacion sobre la asistencia consular es un derecho individual y que, a(m ,..,ua ...... se encuentra regulado en el articulo 36 de la Convencion de Viena sobre

Cfr. Ib~dem, parr. 108. Vease en el mismo sentido, Corte IDH, Caso Tibi Vs. Ecuador, op. cit., nota 9, parr. 119. Cfr. Ibidem, parr. 124 Y E/ Habeas Corpus Bajo Suspension de Garantias (arts. 27.2, 25.1 y 7.6 Convencion Americana sobre Dere­chos Humanos). Opinion Consultiva OC-8/87 de 30 de enero de 1987. SerieANo. 8, parr. 33. Cfr. Ibidem, parr.126.

Cfr. ~orte IDH, El Derecho a Ia biformacion sobre Ia Asistencia Consular en e/ Marco de las Garantias del Deb ida Proceso Legal, op. Cit., nota 9, parr. 106; CasoAcosta Calderon Vs. Ecuador, op. cit., nota 9, parr. 125; Caso Chaparro Alvarez y Lapo liiiguez. Vs. E~uador, op. cit., nota 9, parr. 164; Caso Bueno Alves Vs. Argentina, op. cit., nota 9, parr. 116; y Caso Velez Loor Vs. Panama, op. elf,, nota 11, nota a! pie 157.

yease articulo 36.1.b) de Ia Convenci6n de Vierra sobre Relaciones Consulares, adoptada el24 de abril de 1963, Ia cual entr6 en vtgor el19 de marzo de 1967.

Corte IDH, E/ Derecho a Ia Informacion sobre Ia Asistencia Consular en e/ Marco de las Garantias del Deb ida Proceso Legal op ~~~ ' .

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1';,

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Relaciones Consulares, debe entenderse como una garantia minima protegida den­tro del sistema interamericano75

Siendo un derecho que no se encuentra explicitamente enumerado en la Con­venci6n Americana, puede observarse que la Corte ha analizado su cumplimiento en sentencias previas en casas contenciosos, tanto bajo el articulo 7 que se refiere al derecho a la libertad personal como el 8 de la Convenci6n Americana que preve las llamadas garantias judiciales76

En el caso que se comenta, el Tribunal desarrolla una conceptualizaci6n del derecho a la asistencia consular relacionada tanto con el derecho a la libertad per­sonal como con las garantias judiciales, en raz6n de sus diferentes componentes y contenido. Asi, la Corte analiza la obligaci6n de notificar a un extranjero detenido la informacion sabre el derecho a la asistencia consular junto con las obligaciones establecidas en el articulo 7, inciso 4, de la Convenci6nAmericana77

• De otra parte, el contenido, acceso y efectividad de la asistencia consular, en tanto elemento del debido proceso que atafie estrechamente al derecho de defensa, fue examinado bajo el articulo 8 de dicho instrumento78

Por ello, en esta oportunidad el Tribunal precis6 que "desde la 6ptica de los derechos de la persona detenida tres son los componentes esenciales del derecho debido al individuo por el Estado Parte: 1) el derecho a ser notificado de sus de­rechos bajo la Convenci6n de Viena sabre Asistencia Consular; 2) el derecho de acceso efectivo ala comunicaci6n con el funcionario consular y 3) el derecho a la asistencia mismam9• Asimismo, sefial6 las derivaciones concretas de cada uno de estos componentes80, que se traducen en obligaciones especificas tanto para el Estado receptor como para el que envia, correspondiendole a este ultimo brindar servicios consulares adecuados81

Ademas, el Tribunal resalt6 que dicha garantia irradia su protecci6n en diver­sos ambitos ya que resulta id6nea para evitar detenciones ilegales o arbitrarias, asi como para prevenir riegos sabre la vida e integridad personal de los migrantes. Del mismo modo, las posibilidades de ejercer el derecho a la defensa y de contar con un acceso a la justicia en terminos igualitarios va a depender en gran medida del 75 Cfi: Corte IDH, El Derecho a Ia Infonnaci6n sabre Ia Asistencia Consular en el Marco de las Garantias del Debido Proceso

op. cit., nota 9, parrs. 84 y 124. 76 Cfi: Corte IDH, Caso Bulacio Vs. Argentina, op. cit., nota 9, parr. 130; Caso Tibi Vs. Ecuador, op. cit., nota 9, parrs. 112 y 195; Caso

Acosta Calderon Vs. Ecuador, op. cit., nota 9, parr. 125; Caso Bueno Alves Vs. Argentina, op. cit., nota 9, parr. 116; y Caso Chaparro Caso Chaparro Alvarez y Lapo liiiguez. Vs. Ecuador, op. cit., nota 9, parrs. 79 y 164.

77 Cfr. Corte IDH, Caso Velez Loor Vs. Panama, op. cit., nota 11, parr. 154. El articulo 7.4 de Ia ConvencionAmericana establece que: "[t]oda persona detenida o retenida debe ser inforrnada de las razones de su detenci6n y notificada, sin demora, del cargo o cargos forrnulados contra ella".

78 Cfi: Ibidem, parr. 159. 79 Cfr. Ibidem, parr. 153. 80 Cfr. Ibidem, parrs. 154, 157 y 158. 81 Vease, por ejemplo, el articulo 65.2 de Ia Convenci6n internaciona1 sabre Ia protecci6n de los derechos de todos los trabajadores

migratorios y de sus familiares, adoptada par laAsamb1ea General de Naciones Unidas en su resoluci6n 45/158 de 18 de diciembre de 1990, el cual establece que "[l]os Estados Partes facilitaran, seg]\n corresponda, Ia provision de servicios consulares adecuados y otros servicios que sean necesarios para atender a las necesidades sociales, culturales y de otra Indole de los trabajadores migratorios

y sus familiares".

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uvu~ .. ,~ y efectivo cumplimiento de esta obligaci6n82• En efecto, dicha exigencia ha

sido catalogada por la Corte como "un componente de las garantias minimas para brindar a los extranjeros la oportunidad de preparar adecuadamente su defensa"83

Resulta interesante el analisis de la Corte sabre estos aspectos pues, en primer lugar, estableci6 que el Estado no demostr6 que habia cumplido con la obligaci6n de notificar al sefior Velez Loor el derecho a la asistencia consular que asiste a todo extranjero detenido, ya que solo habia puesto en conocimiento de las autoridades consulares de Ecuador que el sefior Velez Loor se encontraba bajo custodia del Estado panamefio. Esto es, la Corte invirti6 la carga de la prueba. Segun el Tribu­nal, la notificaci6n al consulado no era suficiente dado que, de conformidad con la Convenci6n de Viena, la decision de ser o no visitado por el funcionario consular se encuentra en manos del detenido y aun mas, puede implicar ciertos riesgos si la

ha entrada al pais a los fines de solicitar una medida de protecci6n intema­cional, como por ejemplo estatus de refugiado o asilo territorial.

En segundo termino, el Tribunal declar6 la responsabilidad del Estado por vio­laci6n de los articulos 8.1 84 y 8.2.d85 de la Convenci6n Americana, aun cuando "el sefior Velez Loor tuvo comprobada comunicaci6n con funcionarios consulares de Ecuador en el Estado de Panama". El fundamento sabre el cualla Corte estableci6 la responsabilidad intemacional de Panama, fue que el sefior Velez Loor no pudo materializar el ejercicio de su derecho a la defensa con la ayuda y apoyo de la asistencia consular, ya que el procedimiento administrativo mediante el cual se le impuso una sanci6n de privaci6n de la libertad no le proporcion6 la posibilidad de ejercer el derecho de defensa, audiencia ni del contradictorio, toda vez que se de­cidi6 sin brindarle la oportunidad de ser oido86 • Con este razonamiento el Tribunal

enfasis en la intima relaci6n existente entre el derecho a la asistencia consular y el efectivo acceso al ejercicio del derecho a la defensa.

3. Derecho a Ia defensa en procedimientos por el incumplimiento de las normas migratorias

Un ultimo aspecto relevante en cuanto a las garantias debidas a las personas sometidas a procedimientos en base al incumplimiento de las normas migratorias,

·laobligaci6n de proveer una defensa tecnica por parte de un profesional del de-

&2 Cfi: Ibidem, parrs. 157, 158 y 254. 83 C,orte IDH, El Derecho a Ia Infonnaci~n sobre Ia Asisfencia Consular en el Marco de las Garantias del Debido Proceso Legal, op.

c1t., nota 9, parr. 122; Caso Chaparro Alvarez y Lapo Iniguez, op. cit., nota 9, parr. 164; Caso Bueno Alves, op. cit., nota 9, parr. 116; Y ~aso Velez Loor Vs. Panama, op. cit., nota 11, parr. !57.

84 Dtc.ha norrn.a estipula que: "To~a persona tiene derecho a ser aida, con las debidas garantias y dentro de un plaza razonable, por Un JUe~ o tribunal competente, mdependiente e imparcial, establecido con anterioridad por Ia ley, en Ia sustanciaci6n de cualquier acusac~6n penal forrnulada contra ella, o para Ia determinacion de sus derechos y obligaciones de arden civil, !aboral, fiscal o de cualqmer otro caracter." ~te inciso preve el "derecho del inculpado de defenderse personalmente o de ser asistido por un defensor de su elecci6n y de comu­ntcarse libre y privadamente con su defensor".

86 Cfi: Corte IDH, Caso Velez Loor Vs. Panama, op. cit., nota 11, parrs. 144, 159 y 160.

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recho desde las primeras etapas del procedimiento administrativo sancionatorio87, si la persona no contare con un defensor de su eleccion.

Sobre este aspecto, es necesario puntualizar que el Tribunal establecio la exi­gencia para los Estados no solo de brindar asistencia juridica, sino que la misma debe ser gratuita cuando se trata de procedimientos administrativos o judiciales en los cuales se pueda adoptar una decision que implique la deportacion, expulsion o privacion de libertad88. Por consiguiente, el Tribunal se:fialo que la asistencia que puedan prestar las organizaciones no gubemamentales, aun cuando es muy rele­vante, no sustituye la obligacion del Estado de brindar asistencia legal89.

IV. Exigencias del derecho a Ia integridad personal de las personas migrantes

Sobre la base de los hechos del caso, era necesario que el Tribunal se pronuncia­ra sobre la situacion de las personas detenidas exclusivamente por incumplimiento de las leyes migratorias, quienes son alojadas junto con personas acusadas y/o con­denadas por la comision de delitos penales. Por ende, a continuacion expondremos los alcances del derecho a la integridad personal en este aspecto, en el cualla Corte establecio dos principios esenciales: por un lado, el principio de separacion entre personas detenidas por infraccion de la normativa migratoria y personas acusadas y/o condenadas por delitos penales, y por el otro, las condiciones que deben cum­plir los establecimientos para el alojamiento de personas migrantes.

1. Principio de separacion

La Corte resalto las consecuencias entre la interseccionalidad de la situacion de vulnerabilidad en que suelen encontrarse las personas migrantes y aquella que acarrea la privacion de libertad en centros penitenciarios solo a causa de la situa­cion migratoria irregular. Ambas situaciones en conjunto colocan a los migrantes en una situacion agravada de vulnerabilidad, que implica que "los migrantes sean mas propensos a sufrir tratos abusivos, pues conlleva una condicion individual de facto de desproteccion respecto del resto de los detenidos"90.

Por ello, resulta muy importante el principio fijado por el Tribunal en cuanto a que las personas detenidas unicamente a rafz de su situacion migratoria deben ser alojadas en lugares distintos a los destinados a las personas acusadas o condenadas por la comision de delitos penales91 . AI consolidar este criterio, la Corte hizo notar

87 Cfi: Ibidem, parrs. 132 y 133. 88 Cfr. Ibidem, parr. 146 y Condici6n Juridica y Derechos de los Migrantes Indocumentados, op. cit., nota 9, parr. 126. 89 Cfr. Ibidem, parr. 137. 90 Cfi: Ibidem, parr. 208. 91 Cfi: Idem. En su resefia, el Centro de Derechos Humanos de Ia Universidad de Chile resalta el estandar precisado por Ia Corte en

cuanto a que "no s6Jo exige que los inmigrantes detenidos sean separados de las personas que cumplen condena, sino que tambien requiere su separaci6n respecto de quienes son 'acusadas' de cometer un deli to", destacando asimismo Ia justificaci6n utilizada por el Tribunal en tanto determina que las "distintas finalidades que pueden perseguirse con Ia detenci6n de un procesado, de un condenado

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para la epoca de los hechos del caso "varios organismos intemacionales se pronunciado sobre la necesaria separacion de aquellas personas privadas de por infraccion a las leyes migratorias de quienes estan detenidos, ya sea

procesados o como condenados, por delitos penales"92, incluyendo el Tribu-Europeo de Derechos Humanos, el Comite Europeo para la Prevencion de Ia

y de las Penas o Tratos Inhumanos o Degradantes, la Relatorfa sobre Traba­Migratorios y Miembros de sus Familias en el Hemisferio de la Comision

sobre Derechos Humanos, el Grupo de Trabajo sobre la Detencion vnJ• ... ~··~ de Naciones Unidas y la Relatoria de Naciones Unidas sobre Derechos

~ .... ~~···-s de los Migrantes. Del mismo modo, el articulo 17.3 de la Convencion lteinat:.:tonal sobre la Proteccion de todos Trabajadores Migratorios y sus Familias

que: "todo trabajador migratorio o familiar suyo que se encuentre detenido un Estado de transito o en el Estado de empleo por violacion de las disposicio­sobre migracion sera alojado, en la medida de lo posible, en locales distintos

los destinados a las personas condenadas o a las personas detenidas que esperen juzgadas".

AI respecto, es importante enfatizar que este principio atiende a las diferentes •uauu-au•-~ de las medidas privativas de libertad, aspecto sobre el cual la Corte ............. ~~~ que los centros penitenciarios cumplen una finalidad que es incompa-

con la naturaleza de una posible detencion de una persona por su situacion

2. Establecimientos para el alojamiento de personas migrantes

Igualmente, aun cuando no fueron suficientemente exhaustivos, la Corte es­'"v''""''·v algunos lineamientos importantes respecto a las condiciones que deben '~'""'"1" ... los establecimientos para el alojamiento de las personas migrantes.

En primer Iugar, sostuvo que deben ser establecimientos publicos separados los centros penitenciarios, los cuales deben estar especfficamente destinados

este fin94. Ademas, indico que los mismos deben tener un dise:fio tal que brinde omJtciortes materiales adecuadas a la situacion legal de los migrantes95• Del mis­

modo, tanto el regimen de alojamiento como el personal a cargo de la custodia, ... u, ..... a.tvuuvJ a las circunstancias diferenciadas de la naturaleza de una posible pri­

de libertad de personas migrantes y debe propender a preservar los vfncu-familiares96. En definitiva, tras todo este andamiaje reposa la idea de que los

deben evitar por todos los medios posibles que una medida de custodia

Y(2~e un migrante irregular conllevan necesariamente un diverso regimen de privaci6n de Iibertad". Centro de Derechos Humanos 10), p. 9.

Cfr.Idem. Cji: Idem. Cfi: Ibidem, parrafo 209. Cfi:Idem. Cfi: Idem.

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"';,

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genere un mayor riesgo de afectacion a los derechos individuales y familiares de las personas migrantes97

V. Recapitulando los estandares fijados en el caso Velez Loor vs. Panama

El caso Velez Loor Vs. Panama viene a poner en el centro de la escena de la proteccion regional de los derechos humanos a las personas migrantes y sirve para visibilizar los abusos a los que muchas veces son sometidos en su busqueda de mejores condiciones de vida. En este sentido, cabe aclarar que la Corte habia previamente emitido al menos dos opiniones consultivas relevantes a la tematica migratoria98, pero, sin duda, el caso Velez Loor Vs. Panama es el primero en la funcion contenciosa que se relaciona estricta y exclusivamente con los derechos de las personas migrantes y que desarrolla los estandares relativos a los derechos a la libertad e integridad personales ante una situacion migratoria irregular.

Es importante destacar que si bien las resoluciones intemas que ordenaron la privacion de libertad del senor Velez Loor hacian hincapie en el cankter "ilegal" de su accionar99, la Corte Interamericana subrayo que la entrada en forma irregular a otro pais no debe asimilarse con la comision de un delito100

Asimismo, vale la pena resaltar el analisis e interpretacion que hace la Corte In­teramericana de los derechos a la libertad e integridad personales tomando en cuen­ta en toda su dimension a la persona titular de derechos. Es al determinar el alcance y contenido de estos derechos, que se refieja a cabalidad la posicion de especial vulnerabilidad en que se encuentran los migrantes irregulares o indocumentados frente a un medio juridico y social que generalmente les resulta desconocido y la necesidad de que las legislaciones y practicas nacionales reviertan esta situacion con dimensiones estructurales. La intencion del Tribunal parece clara en reconocer las diferencias en las posibilidades de acceder a la justicia y ejercer los recursos judiciales que sufren estas personas y pone en cabeza de los Estados la obligacion de adoptar medidas positivas para mitigar esta situacion.

Por un lado, el Tribunal impuso limites precisos a la facultad de los Estados de restringir y privar de la libertad a las personas por la sola infraccion a las migratorias y por el otro, doto de un contenido propio a las garantias procesales previstas en los incisos 4, 5 y 6 del articulo 7 de la Convencion en caso de deten­ciones administrativas de personas migrantes.

97 Cfr.Idem. 98 Cfr. Corte IDH, El Derecho a Ia Informacion sabre Ia Asistencia Consular en el Marco de las Garantias del Debido Proceso Legal,

op. cit., nota 9 y Condici6n Juridica y Derechos de los Migrantes Indocumentados, op. cit., nota 9. 99 Cfr. Corte IDH, Caso Velez Loor Vs. Panama, op. cit., nota 11, parr. 114. 100 Cfr. Ibidem, parr. 106.

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decision de la Corte Interamericana viene a constituirse, pues, en un hito a las limitaciones ala utilizacion por parte de los Estados de medidas pri­

de libertad para desincentivar la migracion irregular o indocumentada. Los mas sobresalientes de dicha decision se refieren ala exclusion ab initio de

uv'" .. ""·~·-- de recurrir a cualquier tipo de medida que criminalice la migracion o de personas indocumentadas, asi como a la preeminencia del principia

ex1;epctonaJiu<:~.u en la ponderacion de la viabilidad de una medida privativa de de caracter cautelar o preventivo.

Asf, se destaca el analisis realizado por el Tribunal respecto a la incompatibi­de la utilizacion de medidas privativas de libertad con fines punitivos para el

de los fiujos migratorios con las obligaciones de los Estados que emanan de ;ontvencJ:onAmericana sobre Derechos Humanos.

Ademas, la Corte preciso que la privacion de libertad en casos de incumpli­de las leyes migratorias solo puede tener fines de coercion procesal, esto es,

un medio para lograr la comparecencia de la persona al proceso migratorio para garantizar la aplicacion de una orden de deportacion, de modo tal que en

caso podra tener una naturaleza sancionatoria o punitiva.

En consecuencia, cualquier resolucion que ordene una medida privativa de debe contener el fundamento juridico razonado y objetivo sobre la pro­

·ce,lencta y necesidad de dicha medida, de acuerdo a los hechos del caso y las cir­,u•·'""""'""' particulares de la persona migrante, es decir, debe estar debidamente

asf como establecer un plazo de duracion a fin de limitar la prolongacion 1nae1J1:aa de la detencion de personas migrantes. De lo contrario, la misma se trans­

en una medida arbitraria y con fines punitivos, violatoria de la Convencion

Adicionalmente, se observa que la Corte Interamericana preciso el estandar casos de migrantes en cuanto al control de la privacion de libertad y reconocio el funcionario ante quien se lleve a la persona migrante aprehendida puede no un juez en sentido estricto. Sin embargo, destaco que la posibilidad de cues­

la legalidad de un arresto o detencion debe necesariamente poder ejercitarse o tribunal.

Del mismo modo, se enfatiza en la decision, como garantfas fundamentales las personas migrantes, las exigencias de contar con asistencia juridica gra­cuando en el proceso exista la posibilidad de dictar una medida que afecte

su~:tartcutlrrtente derechos fundamentales, como puede ser una medida privativa de ·uuen~La y de notificar al detenido extranjero de su derecho a comunicarse y contar

la asistencia del consulado de su pais de origen.

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Finalmente, el principio de separacion y los lineamientos emitidos sobre las condiciones materiales que de ben cumplir los establecimientos destinados especifi~ camente al alojamiento de migrantes vienen a complementar los principios genera~ les que establecen que cualquier persona privada de libertad, sin importar su estatus juridico, debe ser tratada de acuerdo a la dignidad inherente que posee todo ser humano. Sin perjuicio de lo cual, precisan en lo pertinente que dicho regimen debe estar concebido de un modo diferenciado atendiendo a las disimiles finalidades de las posibles medidas privativas de libertad.

En suma, esta decision viene a evidenciar que min falta un largo camino por recorrer para que las legislaciones y pnicticas estatales cumplan armonicamente con los compromisos a los cuales los Estados, en ejercicio de su soberania, se han voluntariamente obligado. No obstante, es posible afirmar, con anhelo y conven~ cimiento, que la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos tiene el potencial de erigirse en una herramienta valiosa para frenar los abusos Y las violaciones que sufren las personas migrantes a sus derechos humanos en nuestro

continente.

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ROMINA l S!jN/ENSKY

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Corte IDH, CasoAcosta Calderon Vs. Ecuador. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de junio de 2005M._Serie C No. 129.

/

Corte IDH, Caso Servellon G(rcia y otros Vs. Honduras. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 21 de septiembre de 2006. Serle C No. 152.

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