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Martín Szulman
Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires (UBA)
Apuntes del paso de Íñigo Errejón (Podemos, España) por Buenos Aires
Abstract:
La irrupción de los indignados como actor y sujeto político emergente de esta crisis económica que atraviesa Europa en general, y España en particular, el domingo 15 de mayo de 2011 en Puerta de Sol, Madrid, tomó a todo mundo por sorpresa. Los altos niveles de aprobación que obtuvieron dichas protestas, en contraposición con la creciente deslegitimación de la clase política española, colocó en una posición incómoda a los principales actores políticos tradicionales desde la sanción de la Constitución en 1978. Sin embargo, la necesidad de “dar el salto político” hacia la disputa electoral, sumada a la falta de representatividad del conjunto del arco político, no tuvo otra consecuencia que la aparición de Podemos para ocupar ese vacío en la sociedad española. El paso de Íñigo Errejón por Buenos Aires el pasado marzo en el marco del Foro Internacional por la Emancipación y la Igualdad, dejó varias puntas de análisis acerca de este fenómeno llamado Podemos que son dignas de repasar. Crisis orgánica, ruptura del Contrato Social, identidades, guerras de posiciones, Grecia y Syriza, América Latina, Izquierda Unida y la Casta son algunas categorías que están comprendidas en este análisis y que invito a pensar y a reflexionar.
Apuntes del paso de Íñigo Errejón (Podemos, España) por Buenos Aires
Introducción
Entre el pasado 12 y 14 de marzo, se desarrollaron las jornadas del Foro por la
Emancipación y la Igualdad, organizado por la Secretaría Estratégica del
Pensamiento Nacional que conduce el filósofo e intelectual Ricardo Forster. Dicho
evento albergó la visita de diversos referentes del pensamiento académico y
político de 17 países de América y Europa. Entre ellas, se destacó la presencia de
Íñigo Errejón, Secretario Político y Jefe de Campaña de Podemos; la fuerza política
emergente del movimiento social en España conocido como 15-M, que como
vienen marcando algunas de las principales encuestas, lidera la intención de voto
en España para las elecciones generales que se desarrollarán durante año en éste
país.
Errejón, de 31 años y doctor en ciencia política por la Universidad Complutense de
Madrid, disertó en dos mesas del foro desarrollado entre el jueves 12 y sábado 14
de marzo último en el teatro nacional Cervantes. Allí compartió la mesa titulada
“América Latina y Europa en espejo” junto a el director del prestigioso diario
francés Le Monde Diplomatique, el español Ignacio Ramonet, y el actual
vicepresidente de la República Plurinacional de Bolivia, Álvaro García Linera. En la
jornada del sábado coincidió en la mesa denominada “La Nueva Generación ante la
disputa del presente” junto al ministro de economía argentino, Axel Kicillof; la líder
del movimiento estudiantil chileno y actual diputada nacional por el Partido
Comunista Chileno (PCCh), Camila Vallejo; la juvenil presidenta de la Cámara de
Diputados de la República del Ecuador, Gabriela Rivadeneira; la eurdopituada
portuguesa por el Bloco de Esquerda e integrante del bloque Partido de Izquierda
Europea en el Parlamento Europeo, Marisa Matias; y el presidente de Aerolíneas
Argentinas, dirigente de La Cámpora y precandidato a Jefe de Gobierno por el
Frente Para la Victoria (FPV), Mariano Recalde. A su vez, Errejón disertó en la
Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Desde su irrupción en al arena política, sorprendiendo a todos al convertirse en la
cuarta fuerza del país con 1.253.837 votos (7,98%) y la obtención de cinco escaños
en el Parlamento Europeo, Podemos se ha instalado como la principal amenaza de
los dos partidos tradicionales de España; el Partido Popular (PP) y el Partido
Socialista Obrero Español (PSOE). En octubre último, el escenario político español
se vio sacudido cuando el diario El País publicó un estudio de la consultora
Metroscopia donde revelaba que Podemos encabezaba la intención de voto para
las elecciones generales, superando a los partidos tradicionales. A partir de allí,
dejaba de existir como la amenaza latente que podía ser parte del momento de
descontento social que atraviesa la sociedad española, para pasar a ser una fuerza
con capacidad de disputa de poder y de romper el contrato político hispánico.
En este sentido, la relevancia del paso por Buenos Aires, convirtiéndolo en casi un
rockstar, del que es considerado como el ideólogo de Podemos, es que sus palabras
y su análisis tienen la impronta que reviste y nace en mi interés por entender este
fenómeno que si bien es español, también tiene un anclaje de carácter continental.
¿Qué es Podemos?, ¿Cómo concibe la crisis española?, ¿Cuáles son sus perspectivas
para el 2015?, ¿Qué relación tiene con América Latina?, ¿Es un fenómeno
exclusivamente español o de mayor trascendencia?, ¿Qué alcance hay con Syriza y
Grecia?
El punto de partida: 15-M
Definitivamente no se puede comprender el fenómeno de Podemos, ni empezar a
hablar de él, sin primero observar lo que en España se conoció como el
Movimiento 15-M de los indignados.
El domingo 15 de mayo de 2011, se produjo de forma espontánea el acampe de un
puñado de personas en la histórica plaza Puerta de Sol, en Madrid. Pese a ser
desalojados al día siguiente, miles de personas decidieron volver a Sol y continuar
con el acampe. El efecto inmediato de bola de nieve que tuvo tal fenómeno, produjo
que en las semanas subsiguientes se diera un apoyo masivo de miles y miles de
españoles. Sin embargo, la derecha gobernante cometió la torpeza de volver a
reprimir, pensando que eso espantaría a los poco organizados manifestantes y que
todo culminaría allí. El resultado fue el contrario: el acampe en Sol no sólo se
multiplicó, sino que se reprodujo en más de 200 acampes según los organizadores
en distintas plazas del país ibérico y en otras partes de Europa y el mundo [1].
Aunque sin forma ni definiciones concretas y con ideas difusas en cuanto al qué
querían y al cómo volver efectivas sus demandas, este conglomerado de
manifestantes conformado en un principio por pequeños colectivos como
#DemocraciaRealYA (DRY), Juventud sin Futuro o Plataforma de Afectados por la
Hipoteca (PAH), más las decenas de miles de ciudadanos españoles sin pertenencia
a algún colectivo que se acoplaron a las protestas, eran ya conocidos en el mundo
como los Indignados españoles. Los apoyos eran más que importantes: la
consultora Simple Lógica indicaba que el 73,3% de los españoles aprobaba las
manifestaciones producidas desde el 15 de mayo, sobre todo en la franja joven
donde el apoyo superaba más del 80% [2].
El éxito inicial que tuvo la irrupción en la arena política y social de los Indignados
no podía quedarse en el acampe de Sol y otras plazas. Este emergente como
producto de la crisis económica española iniciada en 2008, mantenía demandas
claras como la promoción de una democracia más participativa y más allá de la
alternancia bipartidista del PP y el PSOE, el fin del control político y económico por
parte del sistema bancario y financiero y una reformulación de la democracia como
mecanismo de inclusión y protección social. Sin embargo, la falta de horizonte y
plataforma político-partidaria que carecía el movimiento, anunciaba una premisa
clara y concisa: la indignación debía convertirse en organización.
Estos acontecimientos y reflexiones, sumados a los arrasadores triunfos del PP en
las elecciones municipales, autonómicas y generales de 2011; la continuidad del
bipartidismo pese a las inmensas manifestaciones y su efecto rebote; y la falta de
una alternativa real de gobierno, eran seguidas con atención por los promotores de
Podemos.
En este sentido, Iglesias, Errejón, Monedero y compañía lograron distinguir dos
rasgos inmediatos de esta efervescencia social: por un lado que los actores que
tradicional y, hasta natural y teóricamente, debían ser los que conduzcan el
proceso movilizador, los sindicatos como la Unión General de Trabajadores (UGT)
o Comisiones Obreras (CC.OO.) y la izquierda partidaria tradicional representada
en Izquierda Unida (IU), no eran quienes dirigieron a semejante masa movilizada.
Por el contrario, estos actores políticos ocuparon un lugar de espectadores y hasta
eran vistos con bastante rechazo; rechazo que se vio cristalizado en las elecciones
generales de noviembre, donde si bien la IU logró aumentar su caudal de votos y
escaños, seguía ocupando un lugar marginal en el tablero político. Quienes sí
participaban, aunque sin la capacidad ni la estructura política de dirigir este
desborde, producto de la naturaleza del mismo, fueron actores emergentes como la
PAH, Juventud sin Futuro, DRY y otros tantos.
El segundo aspecto que lograron distinguir los futuros impulsores de Podemos, fue
que las demandas, y también los demandantes, no se reclamaban como
demandantes ni demandas de izquierdas o derechas. No eran demandas
ideologizadas, ni revolucionarias ni con algún carácter por las que se las pueda
pensar como una cepa pre-revolucionaria. De hecho, eran reclamos bastante
liberales (en los términos que concebimos al liberalismo en la Argentina) o más
bien conservadores o de centro en términos más propios. Así, intuyen que la
contradicción fundamental o la dicotomía actual no es más izquierda-derecha, sino
entre las grandes mayorías (categorizadas como ciudadanos) y una élite
gobernante a la que categorizaron como la casta. Es decir, ahora la disputa de
poder era entre los muchos versus los pocos; ahora la realidad se lee ciudadanos-
casta.
Así, entendieron que el 15-M dejaba dos consignas de referencia dominante en el
nuevo escenario sociopolítico español: “Democracia real ya” y “No nos
representan”. En otras palabras, el Contrato Social que regía desde el fin del
franquismo y, más precisamente, a partir de la sanción de la Constitución de 1978,
se había roto; pero además el sistema bipartidista ya no generaba representación
en las grandes mayorías, como así tampoco lo hacían las organizaciones
teóricamente representativas del interés de ellas. Comprendieron a su vez, como
bien lo expone Pablo Rodríguez Suanzes, que “algo se había roto en el mecanismo
de transmisión del mensaje político. Y por ello se abría, por primera vez en mucho
tiempo, un espacio valiosísimo en el espectro político que se podía ocupar” [3]. A raíz
de ello, lograron concluir su análisis bajo la idea de que en España se agotó el ciclo
político que rige desde hace cuarenta años y que se vive un momento de excepción
[4]. Así, en esa excepcionalidad es que se abre juego para el surgimiento de una
fuerza como Podemos que logre “ocupar la centralidad del tablero político” [5].
Contrato Social y Crisis Orgánica
Durante la primera exposición de Íñigo Errejón, en el marco de la mesa “América
Latina y Europa en espejo”, en el Foro Internacional por la Emancipación y la
Igualdad, el Secretario Político y Jefe de Campaña de Podemos, afirmó que España
atravesaba un momento decisivo de su historia, pero que esa determinación
también lo era para el conjunto de Europa. En este sentido, elaboró un profundo
diagnóstico que a su juicio permite entender la situación política actual en este
país. Dicho diagnóstico, al cual apela fuertemente a elementos y conceptos de la
obra del italiano Antonio Gramsci, parte de lo que denomina “el agotamiento del
ciclo político abierto por la Constitución de 1978”. [6] Así como también de sus
actores y consensos fundamentales, sus principales instituciones, certezas y
también de un tipo de articulación social. Como última noción introductoria, añade
que estos elementos son los que conforman el bloque de poder que ha regido la
vida de España durante los últimos 35 años, por lo que se permitió precisar que se
está en presencia de una verdadera crisis orgánica del régimen circunscripto a la
Constitución de 1978.
De esta forma, Errejón planteaba que esta crisis orgánica se ordena y explica sobre
la base de siete puntos fundamentales. Al primero lo señala como la ofensiva
oligárquica. Allí destaca el desarrollo de un proceso por el cual los sectores
privilegiados y dominantes han roto los principales consensos y compromisos, es
decir, que han roto el Contrato o Pacto Social que rigió desde el fin de la Segunda
Guerra Mundial en Europa: el Estado de Bienestar. La ruptura de este Contrato
Social, implica el desequilibrio en la convivencia de los diversos sectores y estratos
que componen las sociedades particularmente europeas, lo que en una
construcción conceptual implicaría decir que se han roto las garantías y el acuerdo
social. En este sentido, Errejón puntea que la consecuencia directa es el avance En
el Estado de estos sectores de privilegio por sobre los subalternos, provocando
concentración de la riqueza, poder y capacidad en las directrices del Estado.
Mientras que los efectos sobre su contracara no serán otros que el
empobrecimiento, el aumento de la brecha entre éstos últimos y los primeros, y un
distanciamiento de la participación en la vida política. En resumen, este primer
punto lo nomina como la ruptura de los compromisos por parte de los sectores
favorecidos.
En segundo lugar, el desprestigio de los actores políticos fundamentales y la pérdida
de cohesión de las élites. Aquí subraya la crisis de representación en la que está
sumergida España: “mandan porque mandan”, “voto, pero no me ilusiona”, “voto
pero no me entusiasma”, “voto pero ya no me lo creo”. Es decir, ya no son capaces
de representar las esperanzas de progreso y avance de las grandes mayorías.
Votan, pero votan con desgano, con desinterés y sin ilusión. Sin embargo, Errejón
afirma que esa situación se está desarmando y que viene con el fin del ciclo
político. En otras palabras, avista la apertura de un nuevo ciclo en base a que la
gente esta encontrando en Podemos una alternativa a esa enorme desilusión.
En tercer orden, la crisis de las instituciones y del Estado de derecho. Bajo ese rótulo,
pretende explicar la complejidad del entramado que se ha edificado entre las
instituciones públicas y las corporaciones económico-financieras. Este entramado
ha provocado una escisión de lo que es, o debiera ser, el Estado de derecho y su
correcto funcionamiento.
El cuarto elemento de esta crisis orgánica es catalogado como la crisis del modelo
de desarrollo. Aquí explica que el modelo de desarrollo español con las recientes
turbulencias financieras, se ha mostrado extraordinariamente débil. Con este
carácter, expulsa a sus jóvenes más formados, ya que, al aceptar las condiciones de
la Unión Europea que lo condena a ocupar un papel de economía periférica, los
obliga a salir a buscar en los países centrales mayores y mejores posibilidades de
desarrollo profesional. Así, el país queda relegado a los márgenes de la economía
europea, con servicios de bajo valor agregado, poco conocimiento, librada a la
especulación y al turismo. En consecuencia, no encuentra más remedio que
competir por devaluación salarial, de derechos, de garantías sociales y de servicios
públicos. Concluyendo que en la caracterización de la sociedad para los sectores
dominantes, ésta se divide en tres tercios, en donde afirma que “un tercio les sobra
y al otro lo relega”.
En quinto lugar, subraya con ímpetu la crisis de las promesas de certidumbre y de
ascenso social, y tiene que ver con la idea de que cada generación viviría mejor que
la anterior, es decir, la idea del progreso y la movilidad social ascendente. Esto –
señala Errejón– se ha quebrado y afecta profundamente a las capas medias, donde
antigua y tradicionalmente tenían la certidumbre de que si cumplían con una serie
de itinerarios o pasos, se verían recompensadas con el ascenso social individual.
Esas razones que ayer llevaban a votar al PP o al PSOE sin distinción, ya que ambos
mantenían ese consenso, se ha quebrado y hoy se traduce en una pérdida de
lealtad de estos sectores.
En sexto lugar, la importancia de Europa. Este punto se monta sobre el trazado de
un eje geopolítico claro: Madrid-Bruselas-Berlín-Atenas. Eje que ya fue roto por
Atenas con el triunfo de la coalición de izquierdas, Syriza, encabezada por Alexis
Tsipras. Pero este eje o alineamiento común, explica Errejón, funcionaba con la
política de austeridad como principal articulador del paquete de medidas aplicadas
en países como España y Grecia, e impartidas desde Bruselas y Berlín. Así, se
lograba un sometimiento tal que se logró instalar que “no se puede hacer otra cosa
porque viene de Bruselas, si no hacemos esos deberes vamos a caer en un pozo de
atraso, de pobreza, de caos”. Precisamente, coloca a Grecia como ejemplo del
resquebrajamiento de esas premisas que revela dos cuestiones. Por un lado el
despliegue del colapso institucional. Sin embargo, señala que este colapso
institucional no los sitúa tanto a Syriza como a Podemos al frente de una visión
euroescéptica o contrarios a la idea de Europa, sino que, por el contrario, apuntan
contra las élites financieras quienes han conducido a tal colapso. Mientras que por
otro lado, signa lo que denomina el margen de la política, es decir quiénes son los
actores reales del juego de la política. Con esto, destaca que en Grecia los márgenes
se han corrido para que una gran coalición de izquierdas, Syriza, pase a ocupar la
centralidad en el tablero político. Esto fue tomado en cuenta por los sectores
conservadores de España (y por qué no también del resto de Europa Central), en
donde entendían que entre Grecia y España existía una correlación y un silogismo
claro: si ganaba Syriza, gana Podemos. Lo cual fue reflejado en que Mariano Rajoy
se traslade hasta Atenas para dar su apoyo al candidato conservador y entonces
Primer Ministro, Antonis Samarás, mientras que por el otro lado, Pablo Iglesias
participaba del cierre de campaña de Tsipras.
El séptimo y último punto o elemento para entender la crisis orgánica en España es
definido como el Movimiento 15-M. Este movimiento, que es entendido como el
sujeto político nacido del ciclo de protestas y movilización colectiva, es el que ha
recuperado la política para la gente corriente, explica Errejón. En este sentido,
centra su análisis de este punto en la idea de que en España no se vive una crisis de
Estado, es decir, no va a quebrar el ordenamiento territorial ni el monopolio de la
violencia legítima. Lo que ocurre es que hay una crisis de régimen político, lo que
en otras palabras significa que hay una crisis de representación, una disociación
entre la clase política y el conjunto de la sociedad. Así, avanza sobre la idea de que
la acumulación de protestas no fuera suficiente, lo cual no las coloca como inútiles,
sino que expresa que con protestar no alcanza, ya que sólo con ellas no se ha
logrado alterar los equilibrios de poder en el Estado. Allí Errejón discute con la
posición que sitúa por estas razones al Movimiento 15-M como impotente por no
alterar dicho orden, como contra quienes sostienen una posición de que éste debe
mantenerse por fuera de las esferas de disputa del poder estatal. Por tanto, ofrece
una visión superadora de estas perspectivas al decir si bien no consiguió alterar el
equilibrio de dicho poder, logró instaurar un nuevo clima de época que contribuyó
a incomodar a las élites. Y es gracias a este movimiento que se han abierto
posibilidades políticas en España para quienes siempre estuvieron al margen de la
disputa de poder, para la gente corriente [7].
Acerca de guerra de posiciones, identidades y sobre “se folla desnudo, pero se
liga vestido”
“Los comunistas tienen la obligación de ganar. Un comunista que pierde es un mal
comunista (…) No es un problema de qué color sean las banderas. No es un problema
de diagnóstico. Es un problema de agregar fuerzas. De qué discurso eres capaz de
construir. En un momento te dices ‘yo tengo la fuerza de las mayorías sociales’. Por
decirlo con una metáfora, la izquierda debe aprender a vestir el traje de la victoria.
Es verdad que para follar hay que desnudarse, pero para ligar hay que vestirse. Y
para vestirse hay que construir discursos y aparatos discursivos” [8].
Con la idea de que se folla desnudo, pero se liga vestido, Pablo Iglesias elaboró una
ingeniosa y singular metáfora para trazar el camino hacia grandes victorias
políticas. Lo cierto es que la expresión, cargada de mucha originalidad, sintetiza las
nociones de acumulación de fuerzas sociales en torno a la construcción de
identidades colectivas en el avance de una guerra de posiciones. En este sentido
Errejón revela, acudiendo a la obra del filósofo argentino, Ernesto Laclau, que los
fundadores de Podemos se encontraron con la posibilidad de articular un
descontento fragmentado, que acarreaba diferentes demandas, pero que se
encontraba disperso y sin símbolos comunes. En este rumbo, descifraron que la
cruzada electoral también era la batalla de la construcción de una nueva identidad
política, cuya fuerza radicara en la posibilidad de atravesar todas esas demandas y
otorgarles una consonancia y simbología única, a fin de crear un “nosotros”.
Por otro lado, destaca que si bien el 2015 los espera con cuantiosas disputas
electorales, no creen que lo electoral sea el centro de la política. Entienden que el
proceso histórico y extraordinario que atraviesa España se está dando con una
aceleración que no puede tomarlos desprevenidos. Pero también esa vertiginosa
rapidez puede ser tramposa. Por tanto, afirma que la intervención de ese grupo
que provenía de Izquierda Anticapitalista (IA) y que luego conformaría Podemos,
se dio desde un primer momento, impugnando algunas ideas mecánicas propias de
la heterogeneidad y galimatías en las que nació este movimiento. Nociones como
las que propugnaban la acumulación de fuerza en lo social, luego construir fuerza y
después acudir a las instituciones a que se lo cambien “como en la ventanilla de un
casino”. Sin embargo, su idea de cambio, construcción y apuesta les valió un fuerte
eco entre esas demandas, traduciéndose en las elecciones europeas de 2014.
Por este camino, y retomando la filosofía gramsciana, Errejón y el conjunto de la
conducción de Podemos, son conscientes de que esta tarea debe librarse como una
guerra de posiciones. Es decir dando la pelea por la construcción de hegemonía en
la sociedad civil, de forma tal que se altere la correlación de fuerzas al interior de
ella; avanzando sobre posiciones o trincheras políticas dentro de sí. En esta
trayectoria, elabora tres tareas para lograrlo. En primer lugar, la conquista de las
instituciones por parte de una fuerza política, pero que además logre acumular una
potencia que evite la regresión hacia los viejos equilibrios. En segundo lugar, la
tarea de la formación política, cuantitativa y cualitativamente. Pero también no
solo aprender de cómo lo hace el enemigo sino hacerlo mejor aún. Y en tercer y
último lugar, la batalla cultural en el seno de la sociedad, en donde sea la gente la
que empuje y motorice, acompañe y tensione a esa fuerza política [9].
Dicotomías
“Nosotros hemos dicho que en España la diferencia fundamental ya no es la
diferencia entre izquierdas y derechas (…) La diferencia es entre el 1% y el 99%; la
división es entre democracia y oligarquía; entre un país y una colonia de los
alemanes. Esa es la diferencia fundamental.” [10]
Anteriormente mencionaba que los precursores de Podemos habían hecho una
doble lectura sobre el 15-M: las protestas no fueron organizadas por los actores
tradicionales que teóricamente tendrían que haber estado a la vanguardia de ellas
(IU, CC.OO., UGT), como tampoco que el nuevo ciclo político que se abría a partir de
allí funcionaría bajo la dicotomía de las categorías izquierda-derecha. Sobre este
último punto es el que pretendo acentuar el análisis en este pasaje.
Los ataques a Podemos datan desde su irrupción electoral en mayo pasado y, luego
de las primeras encuestas que lo situaban como la principal fuerza en intención de
voto para las elecciones generales de fin de año [11], éstos se incrementaron. Por
la trayectoria política de sus principales dirigentes era de esperar que las
principales embestidas provengan desde los sectores más conservadores, que se
enfatizan en tildarlos de populistas, castristas, chavistas, bolivarianos, etarras y
pro iraníes. Sin embargo, desde la izquierda también han arremetido contra esta
fuerza emergente, principalmente porque desde Podemos se niegan a la retórica
de izquierda-derecha, motivo por el cual los acusan de obviar la conflictividad, la
confrontación. No obstante, ellos continúan insistiendo en que el nuevo eje es
entre las grandes mayorías contra una minoría, ciudadanía versus la casta.
Por consiguiente, desde la derecha se los a acusado de creer en el fin de las
ideologías, mientras que desde la izquierda, como mencionaba antes, de evitar la
confrontación de intereses, de desligar el conflicto. La respuesta no fue otra que
decir que por supuesto que hay ideales y confrontación, pero que el eje ya no se
centra en la lógica mencionada, sino que lo que no logran divisar es la apertura de
un nuevo ciclo político, de una nueva lógica y un nuevo sistema de categorías. Esta
idea es remarcada asimismo cuando se les consulta por una alianza estratégica o
algún otro tipo de pacto o acuerdo con la izquierda al sostener que “nos interesa
infinitamente menos la unidad de la izquierda que la unidad popular. Para cambiar
este país necesitamos construir mayorías. No ser el pegamento de los fragmentos de
la izquierda” [12].
El “secuestro de la democracia”
Otro de los aspectos fundamentales que marcó Íñigo Errejón durante sus
exposiciones en su paso por la Argentina, fue la idea del secuestro de la democracia.
Esta idea la coloca como central en la explicación de que los principales actores de
la casta son conscientes que sus posiciones de poder y privilegio se han puesto en
jaque, y que por ende, se vuelcan a la defensiva y a desarrollar nuevas estrategias
frente al nuevo adversario y su potencial. En esa tarea es que han utilizado, según
sostiene el intelectual de Podemos, al miedo como el principal mecanismo de
defensa en su intento por resguardar el consenso bipartidista.
Este miedo, sostiene, funciona transmitiendo la falta de seguridad de permanecer
en el sistema, es decir, miedo a quedar por fuera de los sistemas de salud,
educativo, laboral, de seguridad social. Como el resultado no es otro que la pérdida
de ciudadanía y falta de democracia y por lo tanto, los individuos se vuelven más
dóciles y maleables. “No hay democracia ni ciudadanía si se vive con miedo.” [13]
Así, la agitación de fantasmas como el chavismo, Irán, Castro,
latinoamericanización y otros tabúes clásicos de Occidente comienzan a operar en
los círculos conservadores a fin de agigantar este miedo y socavar la imagen de
Podemos como alternativa de poder para configurarlo como el mal.
América Latina y Europa en espejo
El debut de Errejón en el Foro organizado por el Secretario de Coordinación
Estratégica para el Pensamiento Nacional, Ricardo Forster, fue en el marco de la
mesa denominada “América Latina y Europa en espejo”, en la que también
disertaron Ignacio Ramonet y Álvaro García Linera. El tópico de esta mesa le sirvió
el Secretario Político de Podemos para poder explicar un fuerte tabú que acarrea
esta fuerza: la relación con los procesos latinoamericanos posneoliberales de los
últimos quince años.
Es conocida la participación y vinculación de algunos de sus principales dirigentes
en estos gobiernos, particularmente en los de Bolivia, Ecuador y Venezuela. De
hecho, la tesis doctoral de Errejón está hecha íntegramente sobre la figura de Evo
Morales y su partido Movimiento al Socialismo (MAS). Además, IA siempre se ha
distinguido por su valoración de los procesos de cambio social en América Latina y
la defensa de sus gobiernos.
“Cuando decimos ‘América Latina y Europa en el espejo’ nos estamos diciendo calco
ni copia. No estamos diciendo la exposición de modelos que van a ser directamente
importados (…) Podemos no habría sido posible sin el inmenso arsenal de conceptos,
de análisis, de pensamiento y de coraje que lleva quince años demostrando América
Latina” [14]. Con esas palabras, dejaba en claro la concepción que desde esa fuerza
sobre el proceso latinoamericano actual. Sin embargo, sostiene que desde Europa
se afrontan tareas diferentes a las de este lado del globo terráqueo, ya que, según
él, aquí la cruzada fundamental es por sedimentar, consolidar, institucionalizar,
hacer irreversible las transformaciones y las conquistas de derechos que se han
realizado.
En Europa la tarea es diferente, afirma. Allí están un momento de apertura, de la
capacidad de construir una fuerza política que altere los viejos equilibrios, que
logre arrebatarle las instituciones dominadas por la dinámica oligárquica para
entregárselas a las grandes mayorías.
Paralelamente, realiza analiza el conservadurismo que ha primado en Europa en
las últimas décadas. Esa imaginación conservadora que aseguraba que en esa
porción del planeta se había logrado un grado de modernidad tal que la política ha
dejado de emocionar al conjunto de la sociedad, del que además, especifica
Errejón, se ufanaba con arrogancia de ello. Éste, llegaba a creer que en Europa se
había abierto un tiempo plano de la gestión, en donde la política no era más que la
mera administración de las cosas, permitiendo que las grandes decisiones fueran
tomadas al margen de la esfera pública y por tanto, fuera del común de la gente.
Esa utopía conservadora miraba de forma altanera hacia América Latina diciendo
“ustedes todavía se emocionan y gritan y a veces cantan y a veces lloran y
confrontan ideas. Pero eso es porque no son suficientemente maduros. Eso es
porque no han alcanzado un grado suficiente de madurez política”[15]. Ese relato
es el que hoy se agrieta en Europa de punta a punta.
Finalmente, afirma que en Europa no se discute de cuestiones tan sustancialmente
distintas. Es decir, se ha logrado un grado tal de asimetría entre socialdemócratas y
conservadores que las discusiones quedan en las formas; quedan entre una
corbata azul o una corbata roja. Producto de esto es que sostiene que se ha
relegado la discusión política, la pasión, afectos, la confrontación de ideas y
proyectos a un lado.
La Casta
Decía anteriormente que el nuevo ciclo político abierto con el 15-M había traído
consigo también la idea de un nuevo sistema de categorías para entender la nueva
complejidad del sistema político español. La mutación del eje izquierda-derecha
para trasladarse a la de mayoría versus unos pocos o democracia o ciudadanos-
casta establecida por Iglesias, Errejón y compañía, no es menor. Esa pérdida de
significado de las categorías propias de la guerra Fría, en España habían caducado.
Sin embargo, también decía antes, esto no implica la pérdida de la confrontación,
conflictividad e ideales. Al mismo tiempo, esta nueva categorización tampoco es un
elemento teórico que aporta únicamente a comprender la nueva dinámica de las
tensiones en dicho país, sino que también tiene un propósito político que es el de la
personificación del enemigo.
Esta “Casta” tampoco debe ser entendida solamente en los límites del PP, sino que
su extensión es mucho más compleja y amplia. Para empezar la Casta es todo lo
viejo de la política española, es decir todos aquellos que pertenecen a los que se
podría señalar como la “corporación política”. Sin embargo podríamos señalar con
nombre y apellido a los principales actores del PP, PSOE y del partido Unión
Progreso y Democracia (UPyD), en otros términos, aquellos quienes han sido los
principales quebrantes de los consensos del Contra Social, aquellos comprendidos
dentro del ciclo político de la Constitución del 78’. Esta casta es señalada como tal,
no solo por el reparto de cargos de forma sistemática, sino por la repartición del
poder que les ha permitido blindarse, por ejemplo, a través de puestos en
consorcios de empresas públicas o privatizadas.
Esta categoría, la Casta, también comprende a los sectores dominantes de la
sociedad española que han acrecentado su acumulación de riquezas durante los
últimos 35 años, y aún durante estos últimos siete desde el inicio de la crisis,
produciendo una simbiosis con los representantes políticos. Ya con la
caracterización de esta categoría hecha, los líderes de Podemos logran colocar al
resto de la sociedad española del otro lado, del lado de las mayorías. Esto,
responde a la necesidad de dicotomizar el espacio social (Laclau; 2006).
IU: “una alegría en casa del pobre”[16]
Sin lugar a dudas no se puede hacer un análisis de Podemos sin abordar el lugar
que ocupa IU en el tablero político y, más aún, desde el 15-M y desde la
introducción de Podemos.
Decía al principio que una de las cuestiones centrales que lograron identificar de
las protestas del 15-M los dirigentes de Podemos fue la no participación céntrica
de IU en ese proceso movilizador. Decía también que esa no intervención fue
producto de una mala lectura acerca del fenómeno y una aún peor el post, pero
también debido a un rechazo de esa fuerza. En otras palabras, IU no lograba
interpelar a esas masas y quedaba, nuevamente, al margen de las grandes
mayorías y de la disputa real.
Como también se citó anteriormente, Iglesias sostenía que un comunista debe
ganar, y un comunista que no gana, es un mal comunista. Esa reflexión venía
acompañada de la crítica que indicaba que la izquierda debía aprender a calzarse el
traje de la victoria, y que para ello, debía ser capaz de leer la nuevas
configuraciones de la contienda política española.
La noche del 20 de noviembre de 2011, el PP lograba una arrasadora victoria en las
elecciones generales, alcanzando la mayoría absoluta en las Cortes Generales. Sin
embargo, en lugar de lamentarse por tal rotunda victoria, la lectura de la izquierda
partidaria encarnada en el dirigente de IU, Cayo Lara fue decir “una alegría en casa
del pobre”. Esta alegría de Lara se debía a que IU había logrado pasar de 969.000 a
1.680.000 votos. Para Iglesias y Errejón que participaron de la campaña de IU e
intentaron, sin éxito, implementar un esquema de campaña diferente al que se
efectuó, fue una desilusión. No lograban comprender tal regocijo, ya que hallaban
que las conclusiones de IU estaban por fuera de la realidad. ¿Cómo podían tener
semejante alegría teniendo en cuenta que en la peor crisis económica en
democracia, con un PSOE absolutamente devastado y adelantando las elecciones,
donde había pasado del 43,8 al 28,7% de los votos, IU solo aumentase a 12
escaños? Es decir, si, como sostenía la izquierda, la lógica continuaba siendo
izquierda-derecha, ¿Por qué no emergió IU la alternativa de la izquierda y el
progresismo español frente a ese PSOE desarmado?
Para Iglesias, Errejón y compañía, IU había desaprovechado una oportunidad y
momento histórico. Iglesias declaraba que “los líderes del Partido Comunista se han
convertido en régimen, gente que se conforma con la medalla de bronce (…) Todo lo
que les preocupa es ser izquierdas y auténticos, no ganar (…) Los comunistas
españoles se han vuelto conservadores” [17]. Con esto, expresaba que no se triunfa
jugando el mismo juego, sino pateando el tablero, es decir, saltando consensos por
detrás de significados, o, en términos lúdicos, cambiando el juego por otro donde
se pudiera ganar.
Conclusiones
“El cielo no se toma por consenso, se toma por asalto” [18]
La aparición de Podemos resulta más que interesante y digna de ser estudiada en
los círculos académicos. Superando la etapa movimentista, para dar el salto a la
disputa de poder, Podemos se enfrenta con una serie de desafíos electorales por
delante que lo pondrán a prueba luego de ser la cenicienta de las elecciones
europeas en 2014. Lograr materializar todo el efecto triunfalista del año pasado o
convertirse en solo eso, una sorpresa de un momento excepcional, es el gran reto
que enfrenta.
Sin lugar a dudas el momento que vive España es único. Lo atraviesa una realidad
propia pero también continental. Entre diciembre último y enero del corriente año
estuve recorriendo España. Era la primera vez que visitaba este país, pero a través
de los testimonios que pude ir recolectando en mi paso, pude notar que la
discusión política que advertía en bares, trenes, metro y en otros espacios públicos
no eran comunes en otras épocas. En esa ocasión me acerqué hasta la sede de
Podemos en el barrio de Lavapiés, en Madrid. Allí pude ver como en menos de dos
horas desfilaron numerosas cantidades de personas que buscaban ya sea
conformar nuevos círculos podemistas en el interior de España o articular
conflictos políticos y gremiales con el partido. Allí, pude entender un poco más la
singularidad en la que está envuelta dicho país: la gente corriente quiere participar
en la política, pero en herramientas políticas novedosas. Así, Podemos tiene la
responsabilidad y el desafío de capitalizar y organizar ese descontento propio de
una ciudadanía ajena al bipartidismo y sumergida a la actual crisis.
El 22 de marzo último se desarrolló los primeros comicios del 2015 en España,
abriendo el calendario electoral con las elecciones autonómicas de Andalucía. Los
comicios, que fueron adelantados por el PSOE, fuerza gobernante en dicho distrito,
representaron el primer ensayo electoral para Podemos. Vale recalcar que la
contienda fue adelantada para evitar el crecimiento de Podemos y por tanto, el
temor a perder el PSOE su principal bastión y, por qué no, del PP a iniciar una ola
imparable que crezca aún más y le arrebate La Moncloa.
Los resultados fueron importantes desde múltiples esferas. Por empezar destacar
que Podemos logró imponerse como la tercera fuerza en Andalucía, aumentando
considerablemente el caudal de votos con respecto a las elecciones europeas de
2014, aún con el adelantamiento de los comicios que le perjudicó la campaña en
términos de organización. En cuanto al PP, los resultados fueron devastadores;
perdió 17 escaños con respecto a las anteriores elecciones autonómicas y plantó
una severa crisis al interior del partido. Por otro lado, IU ha evidenciado la
incomodidad que le provoca la aparición de Podemos y agravó su situación en
perspectivas nacionales y a futuro. Por su parte, el PSOE, si bien logró volver a
imponerse en este distrito, y darse un aire de cara a las elecciones del 24 de mayo y
las generales de fin de año, corre el riesgo de convertirse en eso: un partido
regionalista, es decir un partido que solo logra obtener buenos resultados en la
región andaluza sin lograr trascender a ella, ya que en momentos de crisis ha
logrado sortear el viento en contra consolidándose en este distrito. Por último, no
se puede dejar a un lado el resultado obtenido por la fuerza, también emergente de
la crisis, Partido de la Ciudadanía (C’s). Éstos lograron un importante 9,28% de los
votos, lo que representó 9 escaños en el Parlamento andaluz. No caben dudas de
que C’s encarna una verdadera amenaza para Podemos, ya que si bien parte de una
retórica de centro-derecha, se planta sobre el tablero como una alternativa al
bipartidismo e hijo de la crisis, por lo que disputa el mismo segmento electoral que
ellos.
El triunfo de Syriza en Grecia, coalición que apoya abierta y ampliamente a
Podemos en España, es el gran caballito de batalla de la fuerza política española.
Esto ha quedado claro en el intento de europeizar el discurso y captar
políticamente dicho triunfo en su favor, como ha quedado ilustrado en el discurso
de Iglesias durante la multitudinaria Marcha del Cambio el último 31 de enero en
Madrid. Si bien Podemos no es Syriza y España no es Grecia, esa victoria puede que
haya servido de catapulta para ellos de cara a las generales.
Es notable asimismo, como también mencionaba Errejón, el uso del miedo como
mecanismo de reducción de la autonomía del individuo, sino incluso de cara al
votante de Podemos. Mencionaba anteriormente que la agitación de fantasmas
populistas es una constante, pero con el objeto de enviar el mensaje de “si gana
Podemos, colapsa la sanidad, el sistema financiero, se produce el aislamiento, la
falta de crédito internacional, etc.” Sin embargo, es importante subrayar que esas
premisas ya se han roto y no precisamente con Podemos en La Moncloa o por
responsabilidad de ellos, sino que se han roto por quienes dominan la esfera
pública y el sistema político. Por consiguiente, es interesante pensar ¿A qué le teme
la ciudadanía española que quiere un cambio pero sigue votando a los mismos
actores?
Los desafíos no son menores, sus enemigos y obstáculos de cara a las generales
aún menos. La grieta abierta por el 15-M es irreversible y el reto para Podemos es
acumular más fuerzas sociales para ensancharla todavía más. El objetivo es claro y
sin vueltas: “Estamos aquí para ganar, estamos aquí para formar gobierno, estamos
aquí para cambiar el país” [19]
Bibliografía
Laclau, Ernesto: “La deriva populista y la centroizquierda latinoamericana”, en
Nueva Sociedad, Nº 205, 2006, septiembre octubre, pp. 56-61
Rodríguez Suanez, Pablo: “¿Quiénes son? La Historia de Podemos” en “#Podemos.
Deconstruyendo a Pablo Iglesias”, John Müller, coordinador, p.20. Ed. Deusto,
Madrid, junio 2014.
[1] #15Mpedia, http://wiki.15m.cc/w/index.php?
title=Lista_de_acampadas&oldid=289195
[2] http://www.simplelogica.com/iop/iop11002.asp
[3] Pablo Rodríguez Suanez: “¿Quiénes son? La Historia de Podemos” en “#Podemos.
Deconstruyendo a Pablo Iglesias”, John Müller, coordinador, p.20. Ed. Deusto,
Madrid, junio 2014.
[4] Íñigo Errejón en la Facultad de Ciencias Sociales (UBA). 13-03-2015
[5] “Iglesias apela a la mayoría para ‘ocupar la centralidad del tablero’”
http://politica.elpais.com/politica/2014/10/18/actualidad/1413627106_329080.
html
[6] Íñigo Errejón en el Foro Internacional por la Emancipación y la Igualdad, 12-
03-2015, Buenos Aires, Argentina.
[7] Íñigo Errejón en el Foro Internacional por la Emancipación y la Igualdad, 12-
03-2015, Buenos Aires, Argentina.
[8] Pablo Iglesias en el programa televisivo “La Tuerka”. 20-05-2012
https://www.youtube.com/watch?v=yRez-9pNdAA
[9] Íñigo Errejón en el Foro Internacional por la Emancipación y la Igualdad, 12-
03-2015, Buenos Aires, Argentina.
[10] Íñigo Errejón en la Facultad de Ciencias Sociales (UBA). 13-03-2015
[11] “Podemos supera a PSOE y PP y rompe el tablero electoral”
http://politica.elpais.com/politica/2014/11/01/actualidad/1414865510_731502.
html
[12] “’Podemos no va a ser la UCI de ningún partido del régimen del 78’’”,
entrevista a Juan Carlos Monedero
http://www.elmundo.es/espana/2014/09/07/540b7a63268e3e1e198b4572.htm
l
[13] Íñigo Errejón en el Foro Internacional por la Emancipación y la Igualdad, 14-
03-2015, Buenos Aires, Argentina.
[14] Íñigo Errejón en el Foro Internacional por la Emancipación y la Igualdad, 12-
03-2015, Buenos Aires, Argentina.
[15] Ídem anterior.
[16] Cayo Lara, dirigente de IU, tras los resultados de las elecciones generales del
20-11-2011
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/11/20/espana/1321812712.html
[17] “La grieta se abrió el 15-M”
http://politica.elpais.com/politica/2015/04/01/actualidad/1427900555_562001.
html
[18] Pablo Iglesias citando la famosa frase de Karl Marx dirigida a Ludwing
Kugelmann tras la Comuna de París. http://www.teinteresa.es/espana/Iglesias-
asamblea-cielo-toma-asalto_0_1232277120.html
[19] Palabras de Pablo Iglesias durante el discurso de apertura de la Asamblea
Ciudadana “Sí Se Puede”. 18-10-2014, Madrid, España.
https://www.youtube.com/watch?v=FnpNArwJI6A