6
CONOCIMIENTO o existe otro medio que el Conocimiento para obtener la liberación completa y definitiva; sólo el Conocimiento desata los lazos de las pa- siones; sin Conocimiento, la Beatitud (ânanda) no puede ser alcanzada. La ac- ción (karma), no oponiéndose a la ignorancia, no puede eliminarla; pero el Co- nocimiento dispersa la ignorancia como la luz dispersa la obscuridad. Tan pronto como la ignorancia, nacida de los afectos terrenos, es eliminada, el «Sí» (âtmâ), por su propio esplendor, brilla intensamente en un estado no dividido, como el sol derrama su esplendor cuando las nubes se dispersan. Shrî Shankarâchârya 1 . «Hay en el hombre algo que debe hacerse consciente; que debe llegar a ser, que debe ser purificado y liberado de todo lo que es extraño a él; que debe des- pertar y expandirse y convertirse en todo, porque es todo; algo que es lo único que debe ser; es el alma como conocimiento, a saber, el Espíritu, cuyo sujeto es Dios y cuyo objeto es igualmente Dios» (F. Schuon, L’Oeil du Coeur , p. 209). «La liberación (en términos hindúes) es efectiva sólo en la medida en que implica esencialmente un Conocimiento perfecto de Brahma; e, inversamente, este Conocimiento, para ser perfecto, supone necesariamente la realización de lo que 1 «Âtmâ Bodha», en R. Guènon, L’Homme et son Devenir…, p. 174. N

1 Conocimiento

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Esoterismo

Citation preview

Page 1: 1 Conocimiento

CONOCIMIENTO

o existe otro medio que el Conocimiento para obtener la liberación

completa y definitiva; sólo el Conocimiento desata los lazos de las pa-

siones; sin Conocimiento, la Beatitud (ânanda) no puede ser alcanzada. La ac-

ción (karma), no oponiéndose a la ignorancia, no puede eliminarla; pero el Co-

nocimiento dispersa la ignorancia como la luz dispersa la obscuridad. Tan

pronto como la ignorancia, nacida de los afectos terrenos, es eliminada, el «Sí»

(âtmâ), por su propio esplendor, brilla intensamente en un estado no dividido,

como el sol derrama su esplendor cuando las nubes se dispersan.

Shrî Shankarâchârya1.

«Hay en el hombre algo que debe hacerse consciente; que debe llegar a ser,

que debe ser purificado y liberado de todo lo que es extraño a él; que debe des-

pertar y expandirse y convertirse en todo, porque es todo; algo que es lo único

que debe ser; es el alma como conocimiento, a saber, el Espíritu, cuyo sujeto es

Dios y cuyo objeto es igualmente Dios» (F. Schuon, L’Oeil du Coeur, p. 209).

«La liberación (en términos hindúes) es efectiva sólo en la medida en que

implica esencialmente un Conocimiento perfecto de Brahma; e, inversamente, este

Conocimiento, para ser perfecto, supone necesariamente la realización de lo que

1 «Âtmâ Bodha», en R. Guènon, L’Homme et son Devenir…, p. 174.

N

Page 2: 1 Conocimiento

hemos… llamado la “Identidad Suprema”. Así, Liberación y Conocimiento total

y absoluto no son realmente sino una y la misma cosa; si se dice que el Conoci-

miento es el medio de la Liberación, debe añadirse que en este caso medio y fin

son inseparables, pues el Conocimiento, a diferencia de la acción, lleva en sí

mismo su propio fruto» (R. Guénon, L’ Homme et son Devenir…, p. 173).

El saber tradicional es básicamente cualitativo y sintético, interesado por

las esencias, principios y realidades que están detrás de los fenómenos; sus fru-

tos son integración, composición y unidad. El saber académico profano —sea

en las artes o en las ciencias— tiende a ser cuantitativo y analítico, interesado

en las apariencias, fuerzas y propiedades materiales; su naturaleza es criticar y

descomponer; actúa por fragmentación. «La posesión de todas las ciencias, si

no va acompañada del conocimiento de lo superior, con frecuencia sólo hará

daño a su poseedor» (Platón, Alcibíades II, 144 D).

El pensamiento está subordinado al intelecto, y en la medida en que se desvía

de su origen «sólo puede tener un carácter destructivo, semejante al ácido corrosivo

que destruye la unidad orgánica de los seres y las cosas. Basta mirar el mundo mo-

derno, su carácter artificial desprovisto de belleza, su estructura, inhumanamente

abstracta y cuantitativa, para comprender lo que llega a ser el pensamiento cuando

se abandona a sí mismo. El hombre, “animal pensante”, o es la obra maestra divi-

na de la naturaleza, o si no, es su adversario; la razón de ello es que “ser” y “cono-

cer” llegan a disociarse en la mente que, por su decadencia, da lugar a todas las es-

cisiones» (T. Burckhardt, Introduction aux Doctrines Ésotériques de l’Islam, pp. 93-94)2.

WHITALL N. PERRY

2

2 «Según la filosofía hindú, la abstracción lógica unilateral (“el ser del ser”, “el significado del significado”, etc.) es resultado de la hipertrofia (bahu-tva) racionalista (mânasa) o de la confusión mental (muda-tva): ambas cosas se sitúan en las antípodas de la conciencia intelectual (buddha-tva)»; Frans Vree-de, A Short Introduction to the Essentials of Living Hindu Philosophy, Oxford University Press, 1953, p. 55.

Page 3: 1 Conocimiento

«Un extraño fenómeno debe ser advertido en el mismo dominio inte-

lectual, o, más bien, en lo que queda de él… a saber, la pasión por la inves-

tigación tomada como fin en sí misma, completamente indiferente a si con-

duce o no a alguna solución. Mientras el resto de la humanidad busca para

encontrar y para saber, el occidental actual busca por buscar; la sentencia

evangélica Quaerite et invenietis, es para él letra muerta, en el pleno sentido de

la expresión, puesto que llama “muerte” a todo lo que constituye un logro

definitivo, así como da el nombre de “vida” a lo que no es más que agita-

ción inútil. Este gusto malsano por la investigación, verdadero “desasosiego

mental” sin término y sin salida, se pone de manifiesto de manera más par-

ticular en la filosofía moderna, que en su mayor parte no representa nada

más que una serie de problemas completamente artificiales, que sólo existen

porque están mal planteados, debiendo su origen y supervivencia única-

mente a confusiones verbales cuidadosamente mantenidas; problemas que,

tal como están formulados, son verdaderamente insolubles, pero, por otra

parte, nadie está interesado lo más mínimo en resolverlos, y toda su razón

de ser consiste en alimentar indefinidamente discusiones y controversias

que no llevan a ninguna parte, y que no están destinadas a conducir a na-

da. Esta substitución del conocimiento por la investigación… es simplemen-

te una renuncia al objeto propio de la inteligencia, y apenas resulta extraño

que en estas condiciones algunas personas hayan llegado finalmente a abo-

lir la idea misma de verdad, pues la verdad sólo puede ser concebida como

término que debe ser alcanzado, pero ellos no quieren ningún término para

su investigación. De lo que se sigue que no puede haber nada de intelectual

en sus esfuerzos, aun considerando la inteligencia en su sentido más amplio,

no en su sentido más elevado y más puro; y si hemos hablado de “pasión

por la investigación”, es en realidad porque el sentimiento se ha entrometi-

CONOCIMIENTO

3

Page 4: 1 Conocimiento

do en ámbitos en los que nunca debería haber puesto el pie» (R. Guénon,

Orient et Occident, pp. 78-79).

«No sólo el inferior carece de la mentalidad del superior, sino que ni si-

quiera puede concebirla exactamente; pocas cosas son más dolorosas que las

interpretaciones “psicológicas” que atribuyen al hombre superior intenciones

que en ningún caso podría tener, y que reflejan meramente la mediocridad de

sus autores, como puede comprobarse hasta la saciedad en el caso de la “crítica

histórica” o de la “ciencia de las religiones”; hombres con almas fragmentarias

y opacas pretenden enseñarnos sobre la “psicología” de la grandeza y de lo sa-

grado» (F. Schuon, Castes et Races, p. 15).

«La metafísica es conocimiento suprarracional, intuitivo e inmediato.

Además, esta pura intuición intelectual, sin la que no existe verdadera metafísi-

ca, nunca debe ser vinculada a la intuición de la que hablan algunos filósofos

contemporáneos, que, por el contrario, es infrarracional. Existe una intuición

intelectual y una intuición sensorial; una está por encima de la razón, pero la

otra está por debajo; esta última sólo puede captar el mundo del cambio y el

devenir, a saber, la naturaleza o, más bien, una parte inapreciable de ella. El

dominio de la intuición intelectual, por el contrario, es el dominio de los prin-

cipios eternos e inmutables, es el dominio de la metafísica.

»Para tener una comprensión directa de los principios universales, el

mismo intelecto trascendente debe pertenecer al orden universal; no es, pues,

una facultad individual, y considerarla tal sería contradictorio, puesto que no

puede pertenecer a las posibilidades del individuo el trascender sus propios lí-

mites» (R. Guènon, La Métaphysique Orientale, p. 11).

WHITALL N. PERRY

4

Page 5: 1 Conocimiento

«Esta creencia en el Intelecto trascendente, facultad capaz, y la única ca-

paz, de contacto directo con lo Real, es común a todas las doctrinas tradiciona-

les, de todas las épocas y países» (M. Pallis, Peaks and Lamas, p. 166).

«El pensamiento contemplativo es una “visión”; no está “en acción”, co-

mo sucede con el pensamiento pasional… El acto de contemplación es princi-

pial, lo que significa que su actividad está en su esencia, no en sus operaciones»

(F. Schuon, Perspectives spirituelles…, p. 31)3. «Cuando se hace referencia al objeto

de la metafísica… este objeto debe ser siempre absolutamente el mismo, y no

puede de ninguna manera ser algo que cambia o está sujeto a las influencias de

tiempo y lugar; lo contingente, lo accidental, lo variable, son lo que propiamen-

te pertenece a la esfera individual… En lo que atañe a la metafísica, todo lo

que puede alterarse por el tiempo y el espacio son los modos de exposición, es

decir, las formas más o menos externas que la metafísica puede adoptar y que

son susceptibles de adaptaciones diversas, y también, obviamente, el grado de

conocimiento o ignorancia que los hombres, o al menos la generalidad de ellos,

tienen con respecto a la verdadera metafísica; pero ésta siempre pertenece en

esencia idéntica a sí misma, pues su objeto es esencialmente uno o, más exac-

tamente, “sin dualidad”, como señalan los hindúes; y este objeto, de nuevo por

estar “más allá de la naturaleza”, está también más allá de todo cambio: los

árabes lo expresan diciendo que “la doctrina de la Unidad es única”» (R.

Guènon, Introduction Générale à l’Étude des Doctrines Hindoues, pp. 90-91).

CONOCIMIENTO

5

3 «La realización filosófica no consiste en poner en práctica un parecer teórico, sino que es “si-multánea” al conocimiento, es decir, al conocimiento verdadero, no a las “teorías del conocimiento”, sino a la “experiencia del conocimiento” (anubhava), a la “conciencia de realidad” (brahmabhâva)»; F. Vreede, op. cit., p. 58.

Page 6: 1 Conocimiento

«Es precisamente por… “cuestiones de fe” y no por una diferencia de ba-

se metafísica, por lo que una religión se distingue de otra» (A.K. Coomaras-

wamy, A New Approach to the Vedas, p. 3).

«Si la metafísica es algo sagrado, esto significa que nunca debería ser pre-

sentada como si no fuera más que una filosofía profana que se bastase a sí

misma, es decir, sin superar los límites de un juego mental. Es ilógico y peligro-

so hablar de metafísica sin preocuparse por las concomitancias morales que

exige, y cuyos criterios están, para el hombre, en su conducta en relación con

Dios y con su prójimo» (F. Schuon, Perspectives Spirituelles…, p. 234).

«Existen obligaciones inherentes a todo conocimiento verdadero y, com-

paradas con ellas, todas las ataduras exteriores parecen vanas e irrisorias; estas

obligaciones, por la misma razón de ser puramente interiores, son las únicas

que nunca se pueden eludir» (R. Guénon, Orient et Occident, pp. 227-228).

«Sólo el Conocimiento conduce al Conocimiento. Cualquier otro medio

lleva al Conocimiento sólo en la medida en que sea una modalidad de Cono-

cimiento. No se puede captar el Conocimiento desde el exterior, pues ese exte-

rior no existe» (F. Schuon, «L’Intégration des Éléments Psychiques», en Ét.

Trad., 1940, p. 48).

«Ante este Rayo Divino, que es el Conocimiento trascendente, el mundo

y sus atractivos se retiran progresivamente, como la nieve se derrite bajo el sol;

y ninguna austeridad podría superar en excelencia al milagro santificante y pa-

raclético del puro Conocimiento intelectual que deshace todos los nudos de la

ignorancia» (F. Schuon, De l’Unité Transcendante des Religions, p. 71).

WHITALL N. PERRY

6