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1. El sector agrario aragonés
El sector agrario en Aragón representa cerca del 7 por cien del Valor Añadido
Bruto de la región y ocupa a más del 11 por cien del empleo, con un peso algo superior a la
media nacional como también ocurre con el sector industrial (Cuadro 1). Por su tamaño, el
sector agrario no es determinante en la evolución de los ciclos económicos de la economía
aragonesa. El sector agrario está vinculado a una importante industria agroalimentaria, que
es el segundo sector industrial de la región al generar el 15 por cien de la producción y el
12 por cien del empleo industrial.
CUADRO 1
La Producción Final Agraria (PFA) de Aragón en los últimos años alcanza una
media de 235.000 millones de pesetas, de los que 100.000 millones los aporta el sector
agrícola, 125.000 millones el sector ganadero, y 2.700 millones el sector forestal. La
actividad del sector agrícola se concentra en las provincias de Zaragoza y Huesca, y los
principales cultivos por valor de la producción son cereales grano, frutas y hortalizas,
forrajes, vino y aceite. Por provincias, Huesca tiene una mayor especialización en cebada,
arroz, alfalfa y algunas frutas; Zaragoza en maíz, hortalizas y vino; y Teruel en aceite. La
importancia económica del sector ganadero es mayor en Huesca que en Zaragoza, y las
producciones ganaderas más importantes son porcino, vacuno de carne y ovino. Huesca
tiene una mayor especialización en porcino, vacuno de carne y leche, Teruel en ovino, y
Zaragoza en aves y huevos.
1.1. La tierra y la población agraria
Aragón ocupa cerca del 10 por cien de la extensión total de España, y casi toda su
superficie forma parte de la cuenca del Ebro. La altitud de las tierras aragonesas varía desde
los 100 metros de las tierras del bajo Cinca a los 1.800 metros de los prados pirenaicos. En
los valles, las principales producciones en regadío son cultivos herbáceos, frutas y
hortalizas, y en secano cereales, almendra, vino y aceite. A partir de los 1.000 metros, la
altitud limita los cultivos de verano hasta llegar a los prados de los valles pirenaicos, y a
mayor altura se encuentran los bosques de pinos y el pasto natural de alta montaña.
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La pluviometría media está por debajo de los 500 litros/m2, pero las precipitaciones
están muy localizadas y las tierras llanas del valle del Ebro son las que menos lluvia
reciben y además con una fuerte irregularidad. Otros condicionamientos climáticos de las
tierras aragonesas son la variabilidad de temperaturas y las heladas periódicas que causan
daños muy importantes.
CUADRO 2
La distribución de la superficie de tierras en Aragón se presenta en el cuadro 2.
Cerca del 40 por cien de la superficie total son tierras de cultivo, en las que los cultivos
herbáceos y el barbecho ocupan casi el 90 por cien. El terreno forestal ocupa otro 30 por
cien de la superficie, de la que casi la mitad tiene una mayor densidad de árboles y es
susceptible de explotación, y el resto tiene densidades más bajas o es matorral. Otras
superficies incluye los eriales, el terreno improductivo y la superficie no agrícola.
La cuarta parte de las tierras de cultivo se encuentran en regadío, que alcanza
200.000 hectáreas en la provincia de Huesca y otras 200.000 en la de Zaragoza. Las
comarcas con mayor superficie en regadío son: en la provincia de Zaragoza las comarcas
de Zaragoza (Canal Imperial) y Ejea (Canal de Bardenas), y en la provincia de Huesca las
comarcas de la Litera (Canal de Aragón y Cataluña), Hoya de Huesca (Canal de Monegros
y del Cinca) y Monegros (Canal de Monegros). El regadío en Aragón ha sido
históricamente y sigue siendo una cuestión muy importante para el mantenimiento del
medio rural, puesto que las zonas rurales de Aragón que disponen de regadíos han
mantenido su población. Actualmente se están ejecutando proyectos de transformación de
regadíos en las zonas de Bardenas II, Calanda-Alcañíz, Civán, Cinca, y Monegros I y II.
La población aragonesa es de 1.206.000 habitantes, de los que 852.300
corresponden a Zaragoza, 210.300 a Huesca y 143.000 a Teruel. El crecimiento de la
población aragonesa en el último siglo y medio ha sido muy débil, aumentando un 37 por
cien frente al 160 por cien de la población española. La población de Aragón representa
cada vez menos en el conjunto del país, y actualmente supone el 3 por cien de la población
para un territorio que es el 9 por cien del total nacional. Como consecuencia Aragón es la
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comunidad histórica menos poblada con una densidad de 25 habitantes por km2. La
evolución de la población ha sido muy distinta en las tres provincias; mientras Zaragoza ha
duplicado su población desde 1900, Huesca y Teruel han perdido una parte significativa de
sus habitantes. Actualmente la provincia de Zaragoza concentra más del 70 por cien de la
población, y la ciudad de Zaragoza más de la mitad de la población aragonesa. La
emigración junto a la baja tasa de fertilidad, han provocado la baja densidad y el
desequilibrio en la distribución de la población, que se ha concentrado en Zaragoza. La
emigración ha sido particularmente intensa a partir de los años cincuenta, desde las zonas
rurales de casi toda la provincia de Teruel y del prepirineo hacia Zaragoza capital y las
zonas industriales de Cataluña, Valencia y Madrid. Esta emigración ha tenido como
consecuencia la despoblación del campo aragonés y el envejecimiento de la población
rural.
La población que trabaja en la agricultura es de unas 48.000 personas, lo que
supone el 11,6 por cien de la población activa de Aragón. Esta población agraria está
envejecida, tiende a disminuir, y su distribución territorial no es uniforme. Los activos
agrarios se concentran en el valle del Ebro, mientras que la provincia de Teruel y el
prepirineo tienen una densidad de activos muy baja. Los regadíos han contribuido a fijar la
población de las áreas rurales del valle del Ebro, que han tenido un mayor desarrollo
económico paralelo a la implantación de industrias y servicios, y a la diversificación de
ingresos.
La fuerte emigración rural a las ciudades ha empobrecido los recursos humanos
tanto en cantidad como en calidad, dificultando la cualificación técnica y de gestión de los
empresarios agrarios. La capacitación de los activos agrarios en la gestión de las
explotaciones es un elemento clave para su permanencia en el sector con alguna
garantía de éxito. En muchos casos esta permanencia supondrá llevar a cabo la actividad
a tiempo parcial, asociada con el sector servicios o industrial. Esta pluriactividad es ya
una realidad en las huertas del valle del Ebro.
1.2. El sector agrícola
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Las principales producciones del sector agrícola se muestran en el cuadro 3. Los
cultivos que tienen una mayor importancia en cuanto a superficie y valor de la producción
son los cereales grano, los frutales, los cultivos forrajeros y las hortalizas. La vid y el olivo
aunque ocupan superficies de cultivo significativas, tienen un valor de producción más
reducido.
CUADRO 3
Los cereales grano son cultivos de tipo extensivo, en especial en las tierras de
secano, con un bajo valor de la producción por unidad de superficie y una rentabilidad muy
reducida. Por el contrario las frutas y hortalizas, excepto la almendra, son producciones
intensivas de regadío que tienen una elevada rentabilidad. Cebada, trigo, maíz y arroz son
por este orden los cereales más importantes; la cebada y el trigo se cultivan sobre todo en
secano, mientras que el maíz y el arroz se cultivan en regadío.
Los cereales en secano árido y frío se localizan en las zonas áridas entre las Cinco
Villas y el desierto de Calanda, y entre Belchite y los Monegros, y en las zonas frías de las
mesetas altas del Jiloca y el Alfambra, Gallocanta y Campo de Romanos (CESA, 1995). El
cultivo de cereal en estas zonas carece de alternativas de producción, y la supervivencia del
cultivo depende de la extensificación y disminución de costes, unida quizá a actividades de
ganadería ovina. El maíz y los forrajes en regadío tienen unos costes más elevados que los
costes de los productores comunitarios más competitivos, y estos cultivos están ligados a
importantes industrias de transformación para la elaboración de edulcolorantes a partir del
maíz y de secado de forrajes.
Las principales hortalizas por valor de la producción son tomate, pimiento, cebolla
y judía verde. Las explotaciones hortícolas están evolucionando hacia explotaciones con
cultivo en invernadero o explotaciones al aire libre muy mecanizadas. Los nuevos regadíos
suponen un potencial de expansión de la producción hortícola que está condicionado por la
escasez de mano de obra disponible. En frutales, los cultivos de mayor importancia
económica son melocotón, manzana y pera; se trata de un subsector en expansión que ha de
mejorar la organización técnica y comercial, y diversificar las producciones.
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CUADRO 4
En cuanto a la estructura de las explotaciones del sector agrícola, según el último
censo agrario la mitad de las explotaciones de orientación cerealista son menores de 4
UDEs, aunque la superficie se concentra en las explotaciones cerealistas mayores de 12
UDEs (Cuadro 4). Por el contrario, las explotaciones de orientación hortícola tienen una
dimensión más reducida, ya que las explotaciones pequeñas menores de 4 UDEs
concentran la mayor parte de la superficie. La dimensión de las explotaciones frutales es
algo mayor que la de las hortícolas, con los dos tercios de la superficie en explotaciones
mayores de 4 UDEs.
CUADRO 5
En el sector agrícola, los resultados económicos de las explotaciones son muy
distintos según que la actividad agrícola se realice en secano o regadío. En secano los
cultivos más rentables son vid y almendro con un margen neto superior a las 50.000 pta/Ha,
mientras que trigo, olivo y cebada tienen una rentabilidad inferior a las 30.000 pta/Ha. La
rentabilidad del regadío es muy superior al secano como muestra el cuadro 5, en el que se
observa que el trigo y la cebada en regadío alcanzan valores cercanos a las 50.000 ptas/Ha
de margen neto. Los cultivos más rentables en regadío son las frutas y hortalizas con
márgenes netos cercanos a las 400.000 ptas/Ha.
1.3. El sector ganadero
En el sector ganadero, las producciones por orden de importancia económica son:
carne y ganado de porcino, ovino, vacuno y aviar; y la producción de leche y huevos. La
producción de porcino es la actividad ganadera más importante en las tres provincias
aragonesas, y su valor supera los 60.000 millones de pesetas. La producción de vacuno de
carne y de leche alcanza los 33.500 millones de pesetas y se localiza fundamentalmente en
Huesca. La tercera producción en importancia económica es el ovino, una actividad
ganadera tradicional en la región y cuyo valor alcanza los 19.600 millones.
CUADRO 6
6
La producción porcina en Aragón tiene una gran importancia económica y social,
con una aportación entorno al 25 por cien de la Producción Total Agraria de la región
generada por 7.400 explotaciones. Dentro del sector porcino a nivel nacional, Aragón es
también una importante región productiva con un censo de 2,9 millones de cabezas, que
solo es superado por Cataluña. Las ventas de animales para sacrificio sobrepasan los 4
millones de cabezas, con unas ventas fuera de Aragón de 3,2 millones de cabezas, por lo
que los mataderos aragoneses solo producen 81.000 toneladas de carne de porcino.
La ganadería porcina en Aragón se lleva a cabo en explotaciones familiares de
producción o cebo, en régimen libre o integrado. Las explotaciones de producción suelen
realizar su actividad en régimen libre, mientras que las explotaciones de cebo suelen estar
integradas (Murua et al., 1989). Hay un mayor número de explotaciones de producción,
pero una gran parte son pequeñas explotaciones con menos de 20 plazas (Cuadro 7). Las
explotaciones de cebo tienen una dimensión mayor que está en general por encima de las
400 plazas, y este tipo de explotaciones se concentra en la provincia de Huesca debido a
que la introducción de la actividad porcina se realizó desde la provincia de Lérida. Las
comarcas en las que se desarrolla una mayor actividad porcina son La Litera, Bajo Cinca,
Hoya de Huesca, Bajo Aragón y comarca de Zaragoza, que concentran los 2/3 del censo; y
la mayor densidad porcina se da en la comarca de La Litera, en torno a las 300
cabezas/km2.
CUADRO 7
Las explotaciones de porcino disponen normalmente de tierras de cultivo, aunque
esta superficie no supera las 10 Ha en la mitad de las explotaciones. Aragón es una región
especializada en el cebo de animales procedentes de otras regiones, y como se ha indicado
una parte importante de los animales cebados salen de la región para su posterior
transformación.
La ganadería bovina en Aragón supera el 10 por cien de la Producción Total Agraria, con unos efectivos de 256.000 animales localizados primordialmente en Huesca y Zaragoza. La producción final de vacuno de carne se acerca a los 30.000 millones de pesetas, y la producción final de vacuno de leche supera los 4.000 millones.
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Las explotaciones de vacuno de carne tienen una dimensión mayor que las explotaciones de vacuno de leche, y se concentran en las provincias de Huesca y Zaragoza. Las ventas de animales para sacrificio son de 240.000 cabezas, con un censo de animales para sacrificio de cerca de 200.000 cabezas, de las que más de la mitad se localizan en la provincia de Huesca. De las ventas para sacrificio, 125.000 cabezas se venden en Aragón y 115.000 fuera de Aragón, por lo que la producción de vacuno en canal en Aragón es de solo 40.000 toneladas. Las explotaciones de vacuno de carne son en su mayoría de tipo intensivo, en especial las explotaciones de cebo, con una dimensión adecuada y modernas tecnologías de producción. La estructura productiva de las explotaciones de vacuno de carne se presenta en el cuadro 8. Las explotaciones de producción y cebo son 2.301 y disponen de más de 190.000 plazas, con una media de 84 plazas por explotación. Aunque casi la mitad de las explotaciones de vacuno de carne tienen menos de 30 plazas, el censo está agrupado en las explotaciones de más de 100 plazas, que disponen del 77 por cien del total de plazas.
CUADRO 8
El censo de vacas de ordeño es de unas 15.000 vacas localizadas principalmente en Huesca y Zaragoza. La producción lechera en los últimos años se acerca a los 100 millones de litros, con un rendimiento medio de unos 6.000 litros por vaca y año. En cuanto a la estructura productiva de las explotaciones de vacuno de leche, el cuadro 8 muestra que el número de explotaciones es 1.280 y las plazas de ordeño 23.019, con una media de 18 plazas por explotación. Casi la mitad de estas explotaciones de ordeño se encuentran en el intervalo de 3 a 9 plazas con una media de 6 plazas por explotación, lo que indica la atomización del sector productivo de vacuno de leche en Aragón. En Huesca la mayoría de las explotaciones son de pequeña dimensión en régimen extensivo, mientras que en Zaragoza las explotaciones tienen una dimensión algo mayor.
La asignación de cuota láctea para la campaña 1996/97 es de 82.199 Tm para todo Aragón, con una cuota mayor para la provincia de Zaragoza a pesar de que la producción de leche es mayor en Huesca. La cuota individual media de venta a industria es 147.000 kg., cantidad superior a los 100.000 kg. que se considera como umbral para la viabilidad económica a largo plazo. La calidad higiénica de la leche producida en Aragón no es muy elevada, ya que se estima que solo un 25 por cien de las explotaciones cumplen con los
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requisitos de 100.000 gérmenes y 400.000 células somáticas por ml. de leche. La consecuencia de la falta de calidad va a ser una disminución en los ingresos de las explotaciones que no cumplan los requisitos.
El ganado ovino en Aragón supone cerca del 8 por cien de la Producción Total
Agraria, con un censo de 3,1 millones de cabezas que solo es superado por Castilla-León,
Castilla-La Mancha y Extremadura. Las ventas de ovino para sacrificio son de 2,1 millones
de cabezas, y la producción de los mataderos aragoneses es de 24.000 toneladas. El censo
está repartido de forma similar entre las tres provincias aragonesas, aunque el número de
explotaciones es mayor en Teruel. La producción ovina se concentra en las explotaciones
de mayor dimensión que tienen más de 200 plazas (Cuadro 9). Las razas de mayor
importancia son la Rasa aragonesa, Ojinegra de Teruel y Roya bilbilitana. El sector ovino
tiene una gran transcendencia socioeconómica por su función de fijación de la población en
el territorio, en especial en las zonas desfavorecidas, aprovechando los recursos pastables
que son inadecuados para otras especies, y manteniendo el equilibrio ecológico.
CUADRO 9
El principal sistema de producción en Aragón es el extensivo o semi-extensivo,
dirigido sobre todo a obtener ternasco (recental) que representa un 90 por cien de los
sacrificios, y también cordero lechal y ovino mayor. Aragón junto con La Rioja son las
comunidades con un mayor consumo de cordero per capita. Aragón abastece tanto con
corderos en vivo como en canal el corredor del Ebro hacia La Rioja, el País Vasco,
Cataluña y Valencia.
1.4. Evolución del sector agrario aragonés
La renta agraria de Aragón en términos reales ha disminuido en los últimos 20 años, pasando de 220.000 millones en 1976 (pesetas constantes de 1995) a 117.000 millones en 1995, aunque la renta real por activo agrario en el período se ha mantenido en unos 2 millones de pesetas constantes de 1995, debido a la disminución de la población activa agraria, que ha pasado de 110.000 activos en 1976 a 48.000 en 1995. La renta agraria real ha seguido disminuyendo tras la entrada en la Unión Europea, a pesar del aumento de las subvenciones. Las subvenciones solo representaban el 3 por cien de la renta agraria aragonesa al entrar en la comunidad, y actualmente suponen el 47 por cien de la renta.
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La estructura de la Producción Final Agraria se ha modificado en los últimos años, tomando mayor importancia el subsector ganadero respecto al subsector agrícola. La aportación a la PFA del subsector ganadero ha pasado del 44 por cien en 1984, al 55 por cien en 1995; mientras que la aportación del subsector agrícola en el mismo período ha disminuido del 52 al 40 por cien. La aportación del subsector forestal en el período se ha mantenido en el 1,2 por cien. Por grupos de productos, el cuadro 10 muestra la variación en el porcentaje de la Producción Total Agraria de los distintos grupos de productos, entre 1984 y 1994. Los grupos que más han aumentado su participación son porcino (+7%), vacuno-leche (+6%) y frutas y hortalizas (+5%), mientras que han disminuido cereales-leguminosas (-13%) y aves-huevos (-3%). La fuerte disminución en la PTA del grupo de cereales-leguminosas ha sido reforzada por la política de abandono de tierras de la Reforma de la PAC de 1992. A partir de la Reforma el aprovechamiento de tierras en cultivos herbáceos ha disminuído en 150.000 Ha, mientras que han aumentado los eriales y tierras no ocupadas. En relación al abandono de tierras, hay que señalar que en Aragón la superficie de cereal en secano árido no tiene prácticamente alternativas de utilización.
CUADRO 10
La producción de cereales grano en los últimos diez años muestra una tendencia a la baja, que se ha estabilizado en poco más de un millón y medio de toneladas. Está disminución se debe sobre todo a la drástica reducción de superficie y producción de cebada que es el principal cereal. La producción de trigo se ha reducido ligeramente, disminuyendo la superficie en regadío y aumentando la de secano. El maíz se cultiva en regadío, y ha tenido una fuerte caída en producción y superficie hasta el año 1993, para recuperarse posteriormente. El cultivo del arroz se ha introducido en la provincia de Huesca desde finales de los ochenta, acercándose su producción a las 100.000 toneladas. El girasol tuvo una fuerte expansión en superficie y producción entre 1990 y 1993, por las elevadas subvenciones que recibía de la PAC, reduciéndose su cultivo al disminuir las subvenciones. La alfalfa es un cultivo básicamente de regadío que está en expansión en los últimos años, y que ocupa una superficie en regadío similar al maíz.
En hortalizas, tanto la superficie como la producción muestran una tendencia a la baja desde la entrada en la Comunidad, en contra de las expectativas que existían de crecimiento del subsector. Los principales cultivos, tomate y pimiento, han mantenido la
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superficie y producción. En frutales ha habido una expansión de la superficie y la producción tras la entrada en la Comunidad, caso del melocotón y el almendro, mientras que la manzana y la pera se han mantenido estables. En Albisu y Laajimi (1996) se señala que la oferta de fruta debe diversificarse, y que la fruta dulce en Aragón tiene costes elevados y deficiente calidad, por lo que es necesario introducir nuevas variedades, mejorar las técnicas de cultivo y arrancar las plantaciones inadecuadas.
El sector ganadero aragonés ha tenido una fuerte expansión tras la entrada en la Comunidad, aumentado en 10 puntos su contribución a la PFA. En porcino, el censo se ha incrementado en más de un millón y medio de cabezas, pasando de 1,3 millones de cabezas en 1985 a 2,9 millones en 1995, con un aumento en las ventas y el sacrificio en los mataderos de la región. Hay que señalar que desde la entrada en la Comunidad, se ha reducido el porcentaje de animales que se sacrifican en los mataderos aragoneses, que solo sacrifican el 26 por cien de las ventas para sacrificio. El sector vacuno también ha experimentado un fuerte impulso tras la entrada en la Comunidad, con un aumento del censo de 150.000 cabezas en 1985 a 250.000 en 1995, y de las ventas para sacrificio. Por el contrario, la producción de leche ha disminuido. El sector ovino se ha mantenido estable en el período, tanto en censo como en ventas.
El asociacionismo cooperativo tiene una participación destacada en la actividad agraria de Aragón, ya que agrupa a 35.000 socios y tiene unas ventas de unos 70.000 millones de pesetas (30% de la PFA), y de su buena organización con criterios empresariales depende el futuro de subsectores importantes. Las cooperativas y sociedades agrarias de transformación tienen una participación significativa en las ventas de aceite y vino (75%), almendra (50%), cereales (45%), piensos (25%), ovino (21%), leche (20%) y frutas (18%). Aunque las cooperativas y la administración están intentando mejorar la organización de las cooperativas, se detectan algunas deficiencias tales como la excesiva atomización y endeudamiento, el sobredimensionamiento y dispersión de las instalaciones, el poco grado de transformación de los productos, la carencia de acuerdos comerciales y de integración para establecer estrategias de mercado y conseguir un mayor poder de negociación, y la falta de formación empresarial de los gestores.
En los aspectos de calidad, los agricultores, empresas y la administración han realizado en los últimos años un esfuerzo de mejora cualitativa y diferenciación de los productos. En el sector del vino existen las denominaciones de origen Cariñena, Campo de Borja, Somontano y Calatayud. La denominación Cariñena ha conseguido elaborar vinos
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de calidad ajustados a la demanda, pero el proceso de mejora de la calidad ha sido lento por las dificultades de coordinación de las cooperativas que forman la base de la denominación. El caso de la denominación de origen Somontano es el contrario, ya que la denominación se basa en empresas grandes y capitalizadas con una gestión ágil de la calidad, y que han sabido introducirse rápidamente en los mercados de vinos de calidad. En el sector cárnico existe la denominación de origen Jamón de Teruel y la denominación específica Ternasco de Aragón, con un esfuerzo continuado de gestión de calidad y buenas perspectivas de expansión comercial. También se ha introducido la etiqueta de calidad para una serie de productos de tradición en la región, como el aceite de oliva, frutas (melocotón tardío de Calanda), quesos y diversos productos cárnicos. El aceite de oliva del Bajo Aragón tiene una larga tradición y excelente calidad (variedad Empeltre), y se encuentra actualmente en un proceso de recuperación de las producciones y de diseño de estrategias de desarrollo comercial.
2. La industria agroalimentaria aragonesa
La industria agroalimentaria en Aragón es el segundo sector industrial en
importancia tras el sector de material de transporte, y su producción bruta es el 15 por
cien de la producción industrial regional, proporcionando el 12 por cien del empleo
(INE, 1994). La relevancia de esta industria se deriva tanto de su implantación actual
como de las posibilidades de expansión que ofrece a medio y largo plazo, así como de
su impacto a través de las interrelaciones con otros sectores productivos. La
información sobre las industrias se presenta según las agrupaciones sectoriales de las
ramas 151 a la 160 de la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE-
93).
El cuadro 11 muestra que en Aragón existen 697 industrias agroalimentarias que
emplean al menos a cuatro trabajadores, de las que 444 se localizan en la provincia de
Zaragoza, 131 en la de Huesca y 122 en la de Teruel (Feijóo, 1994). El 65 por cien de
los establecimientos tienen menos de 10 trabajadores (ocupando al 26% de los
trabajadores), el 22 por cien de los establecimientos tienen entre 10 y 19 trabajadores
(20% de los trabajadores), y únicamente el 13 por cien de los establecimientos tienen
más de 20 trabajadores (54% de los trabajadores). La industria agroalimentaria genera
12
12.067 empleos de los que 8.200 se concentran en la provincia de Zaragoza, mientras
que Huesca solo dispone de 1.988 empleos y Teruel de 1.422.
CUADRO 11
La distribución de los establecimientos por ramas agroalimentarias es el
siguente: 235 establecimientos de cereales y derivados para consumo humano, 116
establecimientos de industrias cárnicas y 112 establecimientos de manipulación
hortofrutícola. Las industrias diversas agrupan las conservas de pescado, azúcar,
chocolate y alimentos diversos, y cuentan con 55 establecimientos.
Comparando el empleo de la industria agroalimentaria con otros sectores, se
observa que el empleo fijo agroindustrial representa aproximadamente la cuarta parte
del empleo del sector primario regional y en torno al 13 por cien del empleo industrial
de la región. Por ramas de actividad, el 63 por cien del empleo agroalimentario aragonés
se concentra en tan sólo tres de las nueve ramas consideradas: la industria de cereales y
derivados para consumo humano, la industria cárnica, y la industria de manipulación
hortofrutícola, que emplean a 2.927, 2.755 y 1.890 trabajadores, respectivamente. La
cuarta posición en cuanto a empleo la ocupan las industrias diversas, seguida de la
industria de piensos.
2.1. Macromagnitudes de la industria agroalimentaria aragonesa
Según la clasificación de la Central de Balances del Banco de España, la
industria agroalimentaria aragonesa no dispone de ningún gran establecimiento
agroindustrial de más de 500 empleados, existen 43 establecimientos de tipo medio (50-
499 empleados), 217 establecimientos pequeños (10-49 empleados), y el resto son de
tipo artesanal. Las provincias de Zaragoza, Huesca y Teruel generan, respectivamente,
el 65, 24 y 11 por cien del total de la producción agroindustrial y el 71, 16 y 13 por cien
del empleo. La rama agroindustrial con mayor volumen de producción es la de cereales
y derivados para consumo humano, con 74.316 millones de pesetas, seguida de la
industria cárnica con 69.682 millones, y por la industria de piensos con 53.416
millones. La media de empleados por establecimiento es de 17 trabajadores, superior a
13
la media española. Por ramas agroindustriales, la industria de bebidas aparece en primer
lugar con 72 trabajadores por establecimiento, seguida de la industria diversas con 25
trabajadores, y las industrias cárnica y láctea con 23 trabajadores.
La industria de cereales y derivados para consumo humano y la industria de
piensos generan cada una el 19 por cien del Valor Añadido Bruto (VAB) total; la
industria de manipulación hortofrutícola genera el 18 por cien del VAB, y la industria
cárnica el 11 por cien. Las industrias con menor aportación al VAB son la industria del
aceite y la industria láctea. La media de productividad (VAB/empleado) es de 5,9
millones de pesetas, y la rama de mayor productividad es la industria de piensos con
17,7 millones, seguida por la industria láctea (8,8 millones). La retribución media por
empleado es de 2,2 millones, y también es la industria de piensos la que mejor paga a
sus trabajadores (2,7 millones), seguida de la industria de bebidas (2,6 millones).
Las subvenciones a la explotación ascienden a 3.200 millones, lo que supone el
1,1 por cien de la producción. Las industrias de aceites, piensos y manipulación
hortofrutícola son las que han recibido mayores ratios de subvenciones respecto a
producción, debido probablemente al elevado número de cooperativas que integran
estas tres ramas agroindustriales, y a su fuerte vinculación con el sector agrario.
Los consumos intermedios representan el 77 por cien de la producción
agroindustrial, lo que explica que el valor añadido sea relativamente bajo en compara-
ción con otros sectores industriales. Los consumos intermedios oscilan entre el 40 por
cien de la industria de fabricación de bebidas, y el 88 por cien del subsector cárnico. El
valor añadido a coste de los factores se situa en 71.021 millones de pesetas (24% de la
producción agroindustrial). Las ramas agroindustriales con un mayor grado de
elaboración de sus productos son la industria de bebidas (57% de la producción), la de
aceites (42%), las industrias diversas y la de manipulación hortofrutícola. La inversión
supone el 3,7 por cien de la producción total (10.851 millones), con unas
amortizaciones del 2,1 por cien del valor de la producción, y unos gastos financieros del
2,8 por cien. La industria hortofrutícola, la industria de cereales, y la industria de vinos
están llevando a cabo durante los últimos años un gran esfuerzo inversor.
14
La eficiencia de la industria agroalimentaria en Aragón es baja en su conjunto,
lo que se ha detectado calculando el índice de Timmer (1971), y la rama de actividad
más eficiente es la de cereales y derivados para consumo humano. El análisis de
eficiencia permite comprobar la importancia del consumo de materias primas en la
industria agroalimentaria. A partir de estas materias primas, la industria cárnica y la
industria de cereales y derivados para consumo humano elaboran productos con menos
posibilidades de sustitución, y necesitan tecnologías más avanzadas en su proceso
productivo y son menos demandantes de mano de obra. Por el contrario la industria
hortofrutícola es una industria de primera transformación que ocupa gran cantidad de
mano de obra y utiliza con frecuencia tecnologías poco avanzadas.
2.2. Relaciones intersectoriales de la IAA aragonesa
Las relaciones intersectoriales de la industria agroalimentaria con el resto de los
sectores se han analizado utilizando la metodología input-output y con las últimas TIO
disponibles en la región (TIOA-92; IBERCAJA, 1995), evaluando las relaciones de
oferta y demanda y su conexión con las ramas de agricultura, ganadería y silvicultura. A
través de este análisis se han determinado las ramas con más capacidad de arrastre y que
actúan como impulsoras del desarrollo regional (Titos, De Haro,1983).
La industria de piensos para la producción animal es la que tiene una mayor
capacidad de ventas intersectoriales hacia el resto del sisterma agroalimentario, seguida
por la agricultura y la ganadería. En cuanto a la industria agroalimentaria, las ramas
más importantes son la industria de la molinería seguida por la industria cárnica. La
industria vinícola y las industrias agrupadas en otras industrias alimentarias, ocupan las
siguientes posiciones, y en último lugar las industrias de jugos y conservas vegetales y
la industria láctea son las que realizan unas menores ventas.
Teniendo en cuenta que las ligazones hacía adelante o de oferta son mucho más
importantes para atraer industrias relacionadas, la industria de la alimentacion animal, la
agricultura y la ganadería son en Aragón los sectores potenciales de atracción de las
industrias agroalimentarias. Hay que señalar que la agricultura aparece con una alta
ligazón de oferta y baja de demanda, lo que muestra su capacidad para ser requerida por
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el resto de los sectores, al tiempo que depende de pocos inputs en su proceso
productivo. La ganadería aparece como un sector con alta ligazón de oferta y de
demanda, que la caracteriza como un sector que tiene la capacidad de ser requerido por
el resto de sectores y además los necesita para poner en marcha su propio proceso
productivo. La industria de alimentación animal es la única que sigue un
comportamiento parecido al de la ganadería y tiene sus mismas características.
2.3. Competitividad de la IAA aragonesa
Para conocer la competitividad de la IAA aragonesa, se ha examinado la
evolución de los saldos de la balanza comercial para determinar lo que está ocurriendo
en el sector (Pérez, Feijóo, 1993). El cuadro 12 recoge los datos globales de la balanza
exterior agroalimentaria de Aragón en el período 1988-1995, y se observa la distinta
evolución de las importaciones y de las exportaciones. Las importaciones han crecido a
un ritmo muy intenso, mientras que las exportaciones han disminuido desde el año 1988
hasta el año 1992 (en torno al 50%), aumentando considerablemente a partir de 1992.
CUADRO 12
Como muestra el cuadro 12, la tasa de cobertura empeoró de 1988 a 1992,
apareciendo en 1990 por primera vez en la región un ligero déficit comercial exterior,
que creció considerablemente el año siguiente ante el fuerte aumento de las
importaciones y la disminución de las exportaciones, por lo que la tasa de cobertura
apenas alcanzó el nivel 50. A partir de 1992 comienza la recuperación de la balanza
agroalimentaria, alcanzando en el año 1995 un saldo positivo y una tasa de cobertura
superior a 100.
Es de destacar que a pesar de la importancia socioeconómica del sector primario
en la región, el comportamiento del saldo de la balanza refleja el desequilibrio existente
entre la producción del sector primario y la poca capacidad de transformación industrial
en la región, especialmente en el caso del ganado porcino y vacuno como se ha indicado
anteriormente en el artículo. Por otra parte, en Aragón no existe una fuerte tradición en
la industria agroalimentaria como en otras comunidades limítrofes, en las que los
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agentes económicos han llevado a cabo políticas industriales y comerciales más
agresivas.
3. Perspectivas del sector agrario aragonés, desarrollo rural y futuro del
medio rural
La agricultura aragonesa ha experimentado cambios importantes tras el ingreso de España en la Comunidad Europea. Como consecuencia de estos cambios las subvenciones han experimentado un fuerte crecimiento y suponen actualmente la mitad de la renta agraria; el subsector ganadero ha aumentado su participación en la PFA hasta el 55 por cien, mientras que la participación del subsector agrícola ha caído al 40 por cien de la PFA; y la población ocupada en el sector ha seguido disminuyendo.
La reforma de la PAC y los acuerdos del GATT han significado una reorientación del marco de la actividad agraria hacia la liberalización de los mercados. El propósito de la reforma de la PAC era también mantener el apoyo a los agricultores y a la sociedad rural, en especial a los sectores menos favorecidos, aunque este aspecto es más discutible. La reforma ha incidido especialmente en cereales y oleaginosas, compensado a los productores por la disminución de precios, por lo que el grueso de las ayudas siguen estando dirigidas hacia las agriculturas modernas y competitivas del norte de Europa. Como señala Fennell (1993), la reforma no ha prestado atención a los agricultores con desventajas permanentes, sino que la atención se ha dirigido a compensar la reducción de precios de los agricultores cerealistas que no son un grupo desfavorecido.
En el sector cerealista aragonés, como en el resto de España, la disminución de precios introducida por la PAC en el período 1992-96, ha estado vinculada a los pagos directos. Los precios no disminuyeron en 1993 por la devaluación de la peseta, aunque han disminuido posteriormente. Los límites a las exportaciones de cereal comunitario y la vuelta a la normalidad en el mercado mundial de cereales provocarán una disminución de precios en los próximos años, aunque para una explotación cerealista tipo en Aragón los pagos compensatorios serán suficientes para cubrir la disminución de precios y el efecto de retirada de tierras. El acuerdo del GATT no tendrá unos efectos muy intensos sobre las explotaciones de cultivos herbáceos, ya que el ajuste se está realizando a través de la reforma de la PAC.
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La reforma en profundidad de la PAC que se está debatiendo actualmente, supondrá casi con toda seguridad la disminución de las ayudas a la renta, que podrían mantenerse solo temporalmente y que quizá se otorguen a las explotaciones independientemente de su tipo de actividad agraria. Este escenario es muy desfavorable para las explotaciones de cereal en secano árido de Aragón, que tienen muy baja rentabilidad y carecen de alternativas productivas, por lo que la abolición de las ayudas unida a bajos precios supondría una amenaza seria para su supervivencia.
En el sector ganadero, los efectos de la reforma de la PAC han sido mucho menores sobre los márgenes brutos de las explotaciones, ya que las reformas han sido mínimas en los sectores de vacuno de carne, lácteo y ovino. Las reducciones de precios serán más importantes en carne de vacuno y leche a medida que se apliquen los límites a las exportaciones subvencionadas, afectando a los precios a finales de los noventa. La situación del sector lácteo dependerá de la reforma del sector lácteo prevista para el año próximo.
En Aragón el sector porcino es un sector importante que está en expansión, con explotaciones competitivas. No es un sector muy protegido, por lo que no le afectará la disminución de las ayudas. En el sector vacuno, una disminución de las ayudas perjudicaría sobre todo a las explotaciones de vacuno mixtas de la zona pirenaica, que tienen una dimensión insuficiente y carecen de técnicas de producción adecuadas. Las explotaciones de vacuno de la zona pirenaica han de mejorar la gestión, adecuando su dimensión y tecnología en un contexto de extensificación de la producción y reducción de costes, y realizar un esfuerzo de comercialización basado en la calidad del producto y su elaboración de forma tradicional. En ovino, las cooperativas están realizando una labor de apoyo técnico y comercial a los productores, y han conseguido potenciar la denominación específica Ternasco de Aragón como instrumento de gestión de calidad en el mercado.
3.1. Desarrollo rural
En Aragón se distinguen dos grupos de zonas rurales: un primer grupo formado por las zonas rurales que se encuentran en el área de influencia de ciudades y núcleos urbanos de cierta importancia, y que tienen acceso a los servicios, a las infraestructuras de transporte y a los procesos de innovación tecnológica; y un segundo grupo de zonas rurales en despoblamiento ligadas a núcleos urbanos en declive, con servicios e infraestructuras de
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transporte deficientes y poca capacidad industrial y de innovación tecnológica. A grandes rasgos, el primer grupo está formado por las zonas rurales del valle del Ebro y el segundo por las zonas rurales del prepirineo y gran parte de la provincia de Teruel, que se encuentran al norte y al sur del valle del Ebro (CESA, 1995).
Para impulsar las zonas rurales en declive del prepirineo y de la provincia de Teruel se deben tomar medidas que mejoren las infraestructuras de comunicación, frenen el despoblamiento mejorando los servicios a sus habitantes, y desarrollen las iniciativas locales de producción y comercialización de sus productos y actividades. Estas medidas se han de diseñar para poder conseguir: i) la modernización de las explotaciones mediante el apoyo a las inversiones y la formación del capital humano; ii) el fomento de las actividades de transformación agroalimentaria, las redes de distribución, y los productos de calidad y ecológicos; iii) la protección del entorno natural, compensando a los agricultores por la realización de estas tareas; y iv) la atracción de habitantes de las ciudades mediante el turismo rural, y la creación de segundas residencias y de residencias permanentes.
Actualmente, los principales instrumentos de desarrollo rural en Aragón son el programa del objetivo 5b y el programa Leader, con el apoyo de fondos comunitarios, estatales, autonómicos y privados. El programa del objetivo 5b tiene una financiación de 122.100 millones de pesetas para el período 1994-1999, con fondos comunitarios procedentes del FEOGA-Orientación, FEDER y FSE. La financiación del programa Leader es de 22.200 millones de pesetas para el período 1995-1999, y cubre actividades de innovación rural de 13 grupos de acción local y la cooperación transfronteriza. Las inversiones anuales del programa del objetivo 5b y del programa Leader representan alrededor del 10 por cien de la PFA de Aragón.
Para el desarrollo de zonas rurales objetivo 5b, la Comunidad Autónoma de Aragón ha elaborado el Documento Único de Programación con los objetivos siguientes: i) mejorar la renta, el empleo y la calidad de vida; ii) diversificar la actividad agraria y rejuvenecer la población; iii) mejorar la productividad y la tecnología; y iv) mantener la población rural para proteger el espacio rural y el medio ambiente. Los subprogramas del Documento Único que tienen una mayor financiación son la diversificación de la economía y creación de empleo (inversiones productivas, turismo rural e investigación) con 44.000 millones, y el subprograma de infraestructuras básicas con 39.000 millones. El resto de la financiación (39.000 millones) se destina a los subprogramas de medio ambiente, habitat rural y recursos humanos. En el programa del objetivo 5b en Aragón se detectan algunos
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problemas como la rigidez y falta de participación de las entidades locales en la planificación, y la descoordinación en la ejecución por una excesiva división de tareas entre departamentos y servicios administrativos.
La Comunidad Autónoma de Aragón también concede ayudas para zonas desfavorecidas y de montaña, cofinanciadas por el FEOGA-Orientación. Estas ayudas se destinan a indemnizaciones compensatorias a los agricultores y al apoyo de inversiones colectivas, con una financiación cercana a los 1.000 millones anuales.
3.2. El futuro del medio rural
Las zonas rurales del valle del Ebro son las que tienen unas mejores perspectivas de futuro, ya que concentran la población rural y las tierras de regadío, disponen de infraestructuras industriales y de transporte, y tienen acceso a los servicios y la innovación tecnológica. Estas zonas son la base de la agricultura y ganadería aragonesa competitiva. En el resto del espacio rural aragonés, prepirineo y provincia de Teruel, son necesarias medidas de desarrollo rural que eviten el despoblamiento y el deterioro medioambiental. El desarrollo rural debe enfocarse tanto hacia las explotaciones y empresas agrarias de las zonas de agricultura competitiva del valle del Ebro, para mejorar su viabilidad en el marco de la liberalización de los mercados, como hacia las zonas desfavorecidas y de montaña.
Las zonas competitivas del valle del Ebro tienen la ventaja de la versatilidad de los regadíos. Los nuevos regadíos acordados por la Diputación General de Aragón con el Ministerio de Agricultura, prevén hasta el 2010 la transformación de 76.000 Ha con una inversión de 70.000 millones de pesetas, y la modernización de 83.000 Ha con un coste de 39.000 millones. En el marco de estos nuevos regadíos, la Diputación General de Aragón ha asumido el denominado plan del Bajo Ebro aragonés para la transformación de 20.000 Ha, cuya realización se apoyará en los esfuerzos de la iniciativa privada.
Los cultivos irrigados de cereales, forrajeras y oleaginosas han de reducir sus costes acercándolos a los productores comunitarios más eficientes. El sector hortofrutícola ha de seguir mejorando su capacidad de gestión, organización e innovación tecnológica para hacer frente a la competencia extracomunitaria, que puede aumentar en el futuro por la liberalización del comercio. Los sectores ganaderos porcino y vacuno de carne disponen de
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explotaciones modernas con tecnología avanzada, pero se enfrentan al reto de conseguir que la transformación industrial se realice dentro de la región.
Las zonas rurales del prepirineo y la provincia de Teruel, y las zonas de secano árido, deben apoyarse en estrategias de extensificación de la producción, diversificación de actividades hacia productos y oficios tradicionales, turismo rural, y conservación de la naturaleza. La extensificación con técnicas de laboreo mínimo y baja utilización de energía y fertilizantes, supone beneficios medioambientales y reducción de costes; pero requiere aumentar el tamaño de las explotaciones para rentabilizar la mano de obra y el capital fijo. La producción ganadera ovina y vacuna en estas zonas ha de estar basada en los recursos de pastos naturales y cultivos forrajeros locales, con manejo en libertad del ganado, destacando en el mercado las diferencias de calidad del producto y ocupando el nicho del mercado de productos ecológicos.
En la futura reforma de la PAC y de los fondos estructurales, los intereses de Aragón coinciden con el resto de las agriculturas del sur de Europa. Los países del sur de la comunidad tienen necesidad de modernizar su agricultura y la PAC no está diseñada para solucionar este problema. Además las ayudas a la renta de los agricultores contribuyen muy poco al desarrollo de las zonas rurales, y en especial a las zonas desfavorecidas y de montaña, por la importancia cada vez menor de las actividades agrícolas primarias y del número de agricultores. Las propuestas de liberalización radical plantean el desmantelamiento de la PAC y que los agricultores pobres sean apoyados mediante políticas sectoriales de carácter social, como la asistencia al desempleo o la formación, y este tipo de propuestas se corresponden con la ley agraria aprobada en Estados Unidos en 1996.
Una propuesta de ajuste de la PAC que favorezca a la Comunidad Autónoma Aragonesa ha de estar basada en medidas estructurales de modernización de las explotaciones en las zonas de agricultura no desfavorecida, recolocando la mano de obra excedente en otras actividades. En las zonas desfavorecidas y de montaña, los habitantes han de recibir transferencias de renta por sus servicios de protección medioambiental y para evitar el despoblamiento, aparte de mejorar en lo posible la estructura de las explotaciones. El número y tamaño de las zonas desfavorecidas debe reducirse para que no se diluyan los esfuerzos y la legitimidad ante el resto de la sociedad. También debe evitarse la renacionalización de las ayudas estructurales y medioambientales (cofinanciación), descentralizando su aplicación a nivel regional y local.
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Para poner en marcha tanto las medidas estructurales de mejora de las explotaciones como las transferencias de renta a las zonas desfavorecidas, sería necesario modificar la PAC y las políticas regionales y sociales sustancialmente, lo que requiere una voluntad política considerable al ser medidas que favorecen sobre todo a los países del sur de la comunidad.
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Economía Española 16: 22-35.
Cuadro 1. Estructura de la economía aragonesa y española en porcentaje (1995)
Empleo Valor Añadido Bruto Aragón España Aragón España Agricultura 11,6 9,2 6,9 4,7
Industria 24,9 20,6 27,6 22,2
Construcción 7,9 9,4 7,6 8,1
Servicios 55,6 60,8 57,9 65,0
Fuente: Consejo de Cámaras (1996a)
Cuadro 2. Distribución de tierras en hectáreas
Aprovechamiento Secano Regadío Tierras de cultivo Cultivos herbáceos Barbecho y no ocupado Cultivos leñosos
1.360.100 711.900 482.700 165.500
425.600 323.100 49.900 52.600
Prados y pastizales 666.700 8.800 Terreno forestal Monte maderable Monte abierto Monte leñoso
1.345.300 608.300 295.000 442.000
5.000 5.000
Otras superficies 956.000 Fuente: DGA (1996a)
Cuadro 3. Principales producciones del sector agrícola (1995)
Superficie (Hectáreas)
Producción (miles Tm)
Valor de la Producción total (millones pta)
Valor de la Producción final
(millones pta) Cereales grano Trigo Arroz Cebada Maíz
771.900 247.100 12.600 419.200 68.300
1.629 298 71 625 613
45.100 8.700 3.900 15.300 17.200
39.600
Patatas 4.700 115 2.400 2.200 Cultivos forrajeros Alfalfa
100.200 72.900
4.379 3.836
13.200 11.400
10.000
Hortalizas Tomate Pimiento
13.500 2.100 1.600
244 73 29
12.400 2.400 2.000
11.500
Frutales Manzano Peral Melocotonero Almendro
97.700 10.500 8.200 13.700 56.100
304 103 53 127 10
19.600 4.200 2.800 8.300 1.800
19.200
Vid 57.500 67 3.300 3.200 Olivo 49.600 25 2.500 2.500 Total 1.785.800 113.300 99.300
Fuente: DGA (1996a) y DGA (1997). Los datos de valor son provisionales.
Cuadro 4. Clasificación de las explotaciones según la dimensión económica
Orientación tecnico-económica principal
Unidad de Dimensión Europea
(UDE, equivalente a 1.000 Ecus de margen bruto estándar)
Total Menor de 4 De 4 a 12 Mayor de 12 CEREALES
Trigo Nº explotaciones Superficie
12.609 125.750
6.518 21.918
4.282 48.084
1.809 55.748
Cebada Nº explotaciones Superficie
16.606 396.758
9.439 72.834
5.029 151.164
2.138 172.760
Maíz Nº explotaciones Superficie
11.568 48.666
6.506 8.439
3.506 17.033
1.556 23.194
HORTÍCOLA Hortalizas Nº explotaciones
Superficie
3.767 1.410
3.591 854
125 208
51 348
FRUTAL Frutales Nº explotaciones
Superficie
16.123 60.378
10.731 20.003
3.707 19.972
1.685 20.403
Fuente: INE (1991)
Cuadro 5. Resultados económicos de la actividad agrícola en 1.000 pta/Ha (1995)
Producto bruto Costes directosa Margen bruto estándar
Margen netob
Secano Trigo Cebada Almendro Olivo Vid
69,3 56,6 109,0 73,5 202,5
21,1 18,3 10,1 10,9 27,1
48,2 38,3 98,9 62,6 175,4
27,2 13,3 56,6 25,9 83,9
Regadío Trigo Cebada Maíz Alfalfa Tomate Pimiento Manzano Melocotonero
128,8 115,4 305,2 153,5 676,1 705,4 629,4 753,5
36,0 26,0 87,7 22,4 141,2 156,5 118,5 144,9
92,8 89,4 217,5 131,1 534,9 548,9 510,9 608,6
44,5 45,4 161,6 70,8 447,0 405,1 363,1 437,4
a Los costes directos incluyen semillas, fertilizantes, fitosanitarios y otros suministros. b El margen neto es el margen bruto menos los costes de maquinaria, mano de obra asalariada, costes
indirectos y amortización Fuente: DGA (1996b)
Cuadro 6. Principales producciones del sector ganadero (millones de pta, 1995)
Producción total Producción final Carne y ganado Ovino Porcino Vacuno Aves
125.600 19.600 60.900 29.100 13.500
125.600
Leche 4.300 4.100 Huevos 4.400 4.100 Total 142.500 134.500
Fuente: DGA (1997)
Cuadro 7. Estructura de las explotaciones de porcino (1995)
Estrato Número de explotaciones
Plazas Cerdas Cebo
Producción 1 a 19 plazas 2.977 8.255 1.821
20 a 99 1.877 26.754 38.555
100 a 199 406 17.563 46.476
200 a 399 209 17.830 50.030
400 o más 77 22.802 49.438
Total 5.546 93.174 186.320
Cebo 1 a 99 plazas 168 51 2.595
100 a 199 70 84 10.613
200 a 399 268 362 85.403
400 a 999 808 1.395 548.185
1000 o más 530 1.845 874.338
Total 1.844 3.737 1.524.871
Fuente: DGA (1996a)
Cuadro 8. Estructura de las explotaciones de vacuno (1995) Vacuno de producción y cebo Vacuno de ordeño
Estrato
Número explotaciones
Número plazas produc. y cebo
Número explotaciones
Número plazas ordeño
1 a 9 plazas 288 1.819 680 3.386
10 a 29 843 14.905 421 7.433
30 a 99 528 24.586 162 6.947
100 a 299 498 83.161 14 1.862
300 o más plazas 144 65.377 4 3.247
Total 2.301 192.848 1.280 23.019
Fuente: DGA (1996a)
Cuadro 9. Estructura de las explotaciones de ovino (1995)
Estrato Número de explotaciones
Plazas
1 a 99 plazas 2.284 35.748
100 a 199 1.419 209.617
200 a 499 3.221 1.057.964
500 a 999 1.103 726.194
1000 o más 267 432.349
Total 8.249 2.527.047
Fuente: DGA (1996a)
Cuadro 10. Porcentaje de los distintos grupos de productos en la PTA
Grupo de productos 1994 1984
Porcino 20 13
Cereales-leguminosas 17 30
Frutas y hortalizas 15 11
Vacuno-leche 11 6
Ovino-caprino 9 8
Aves-huevos 9 12 Fuente: DGA (1996c)
Cuadro 11. Número de IAA y empleo por ramas de actividad. ZARAGOZA HUESCA TERUEL ARAGÓN RAMAS Nº Empleo Nº Empleo Nº Empleo Nº Empleo Aceites 9 69 8 42 21 178 38 289 Cárnicas 68 1.464 19 637 29 654 116 2.755 Lácteas 12 265 1 73 2 15 15 353 Hortofrutícolas 70 510 19 210 23 170 112 1.890 Cereales 161 2.220 55 585 21 122 235 2.927 Piensos 31 463 16 157 9 169 56 789 Vinos y Alcoh. 40 510 4 140 13 81 57 731 Otras bebidas 7 871 5 63 1 4 13 938 Indus. Diversas 47 1.285 5 81 3 29 55 1.395 TOTAL 444 8.657 131 1.988 122 1.422 697 12.067
Fuente: Feijóo (1994)
Cuadro 12. Comercio exterior agroalimentario de Aragón (millones de pta) Año Importaciones Exportaciones Saldo Tasa de Cobertura
1988 5.684 16.664 10.980 293,2 1989 7.931 14.817 6.817 186,8 1990 10.694 10.427 -267 97,4 1991 17.720 8.995 -8.725 50,7 1992 19.543 11.221 -8.322 57,4 1993 28.673 20.403 -8.270 71,2 1994 31.622 27.820 -3.802 88,0 1995 33.417 36.063 2.646 107,9
Fuente: Consejo de Cámaras (1996b) Título: La Agricultura de la Comunidad Autónoma de Aragón
Autores: José Albiac Murillo, María Luisa Feijóo Bello y Fernando Mestre Sanchis José Albiac Murillo, Economista (dirigir la correspondencia a este autor) Unidad de Economía Agraria, SIA-DGA Apartado 727, 50080 Zaragoza Tel.: 976-576361 Fax: 976-575501 Correo electrónico: [email protected] María Luisa Feijóo Bello, Economista y Fernando Mestre Sanchis, Ingeniero Agrónomo Departamento de Análisis Económico, Facultad de Económicas Gran Vía, 2 50005 Zaragoza Tel.: 976-574399 Fax: 976-761996
RESUMEN Este artículo describe los principales rasgos de la agricultura aragonesa y sus perspectivas de futuro. Tras analizar los sectores agrícola y ganadero, se observa que la renta real agraria está disminuyendo a pesar de las elevadas subvenciones, y que el subsector ganadero ha aumentado su importancia respecto al subsector agrícola. La reducción, envejecimiento y desequilibrio espacial de la población agraria suponen un problema tanto para la agricultura más competitiva de regadío del valle del Ebro, como para las zonas desfavorecidas y de montaña en intenso despoblamiento. La industria agroalimentaria tiene una dimensión considerable, pero se constata la falta de capacidad de transformación en subsectores importantes y en expansión, como la ganadería porcina y vacuna. El gran esfuerzo de desarrollo rural que se está realizando, con una financiación del 10 por cien de la Producción Final Agraria, debe aprovecharse para modernizar el sector mejorando los aspectos de planificación y ejecución. Aragón, junto con las demás regiones del sur de la Comunidad, debe influir en la futura reforma de la PAC para que no se realice en contra de sus intereses.
SUMMARY This article describes the main aspects and outlook of the agricultural sector in Aragón (Spain). After analyzing the crop and livestock sectors, the results show that the subsidies are high but the agricultural real income is declining, and the livestock sector is becoming more important relative to the crop sector. The decrease, aging and irregular distribution of rural population in Aragón is a problem for the more competitive agriculture of the Ebro valley areas, and also for the disadvantaged and mountain areas heavily depopulated. The size of the agribusiness industry is large in the region, although there is a lack of manufacturing facilities for important and expanding sectors such as pig and cattle livestock. The financing of rural development programs is substantial and represents 10 per cent of the agrarian final production. The sector must take advantage of this opportunity to modernize, improving the planning and operative aspects. Aragón, together with the other southern regions of the Community, should influence the future CAP reform defending its interests.