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PRIMER GRADO APRENDIENDO JUNTOS A ESCRIBIR Si cierran los ojos, todo puede suceder… Puede que naveguen por mares desconocidos, arriben a islas desiertas en búsqueda de tesoros, descubran piratas buenos, jueguen con princesas en castillos, ayuden a una ballena a encontrar su rumbo o enseñen a un monito a no tener celos… Si al comenzar a leer estos cuentos, abren la puerta de los sueños y de la imaginación, todo puede suceder… Puede que rían a carcajadas por un disparate, se emocionen por una historia de amor, se aterroricen cuando aparece un monstruo o lloren cuando un príncipe y una princesa se desencuentran… Es que cada palabra en el marco de un cuento es como una cajita llena de sorpresas, como una almendra que hay que probar para conocer su sabor. En esta antología, los niños de primero liberaron su imaginación y descubrieron la fascinación mágica de las palabras. De la mano de los chicos de primero, todo es posible… Lo increíble sucede y lo mejor, siempre está por comenzar. Les ofrecemos la pequeña obra de arte que hicieron entre todos con tanto esfuerzo como alegría; el resto es añadidura. Patricia Lamas y Carolina Bach Maestras de Primer Grado

1 · Web viewA partir de entonces, cada día que alguien abría esa puerta, aparecía en un lugar diferente. El hermano se dio cuenta de que sus sábanas cambiaban de color y la hermana

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PRIMER GRADO

APRENDIENDO JUNTOS A ESCRIBIR

Si cierran los ojos, todo puede suceder… Puede que naveguen por mares desconocidos, arriben a islas desiertas en búsqueda de tesoros, descubran piratas buenos, jueguen con princesas en castillos, ayuden a una ballena a encontrar su rumbo o enseñen a un monito a no tener celos…

Si al comenzar a leer estos cuentos, abren la puerta de los sueños y de la imaginación, todo puede suceder… Puede que rían a carcajadas por un disparate, se emocionen por una historia de amor, se aterroricen cuando aparece un monstruo o lloren cuando un príncipe y una princesa se desencuentran…

Es que cada palabra en el marco de un cuento es como una cajita llena de sorpresas, como una almendra que hay que probar para conocer su sabor.

En esta antología, los niños de primero liberaron su imaginación y descubrieron la fascinación mágica de las palabras.

De la mano de los chicos de primero, todo es posible… Lo increíble sucede y lo mejor, siempre está por comenzar.

Les ofrecemos la pequeña obra de arte que hicieron entre todos con tanto esfuerzo como alegría; el resto es añadidura.

Patricia Lamas y Carolina BachMaestras de Primer Grado

LA PRINCESA ESPERA AL PRÍNCIPEAGUSTÍN BENITO ALEXANDER

LA PRINCESA LLORABA ESTABA LLORANDO POR EL PRÍNCIPE. EL PRÍNCIPE ESTABA LUCHANDO CON EL DRAGÓN.

EL PRÍNCIPE LLEGÓ, LE REGALÓ UN DIAMANTE Y LA PRINCESA DEJÓ DE LLORAR.

EL ESCAPE DEL MONORAMÓN AMADEO

UN DÍA UN MONO CARAYÁ ESTABA JUNTANDO COMIDA Y LO ATRAPARON UNOS HOMBRES PARA VENDERLO A UN ZOOLÓGICO. TENÍAN QUE ESPERAR EL AVIÓN Y ENTONCES HICIERON UN CAMPAMENTO. EL MONO CARAYÁ SE ESCAPÓ Y SE FUE CON SU GRUPO.

LOS BALLENEROS QUE CASI MATAN AL BALLENATOFERNANDO CABRAL

UNA MAÑANA UNOS BALLENEROS FUERON A CAZAR Y ENTONCES VIERON UN BALLENATO QUE ESTABA JUGANDO CON UN DELFÍN, PERO LO ENCONTRÓ SU MAMÁ Y LO SALVÓ DEL BARCO BALLENERO. LE PEGÓ UN COLETAZO AL BARCO Y LO DIO VUELTA. ENTONCES LA BALLENA Y SU HIJITO SE ESCAPARON CON EL DELFÍN.

LA BALLENA ENCONTRÓ AL BALLENATOEZEQUIEL CAMPOS SORIA

UN DÍA LA MAMÁ BALLENA ESTABA CON SU HIJO. SE FUE A NADAR Y NI SE DIO CUENTA DE QUE EL HIJO NO ESTABA AL LADO DE ELLA.

AHÍ APARECIÓ UN BARCO Y EL BALLENATO ESCAPÓ PERO HUBO UNA TORMENTA Y SE DESORIENTÓ.

CUANDO LA TORMENTA SE CALMÓ, LA MAMÁ BALLENA HIZO SEÑALES Y ENCONTRÓ A SU HIJO.

LOS ENEMIGOS DEL REYAGUSTÍN CAPELLI

EL REY Y LA REINA VIVEN EN UN CASTILLO QUE ESTÁ EN LA MONTAÑA. EL REY FUE A UNA GUERRA Y LO MATARON. SUS ENEMIGOS

DERRUMBARON EL CASTILLO.UNA BRUJA HECHIZÓ A LA REINA, ATRAPÓ A LOS SOLDADOS Y LOS

MATÓ. ENTONCES SALIERON RAYOS DEL CIELO Y LA REINA SE DESMAYÓ.VINO LA PRINCESA QUE ERA LA HIJA DE LA REINA Y SALVÓ A SU

MADRE CON SUS PODERES.ATRAPÓ A LA BRUJA Y LE GANÓ A LOS MALOS.

EL BARCO DEL PIRATA

SANTIAGO LAGO

EL PIRATA ESTABA NAVEGANDO Y DECIDIÓ BAJAR EN UNA ISLA. CON SU PALA BUSCÓ UN TESORO Y ENCONTRÓ UN LORO.

VINO UN MARINERO Y EL PIRATA ENOJADO LE TIRÓ ARENA EN EL OJO. EL MARINERO SE CAYÓ, EL PIRATA LO ARRASTRÓ HACIA EL MAR Y UN TIBURÓN SE LO COMIÓ. DESPUÉS EL PIRATA SE FUE EN EL BARCO. CUANDO PESCABA ENCONTRÓ UN CALAMAR Y A LA NOCHE COMIÓ EL PESCADO QUE PESCÓ.

EL LORO Y EL CALAMAR SE HICIERON AMIGOS PERO VINO UNA OLA Y LA OLA LES PASÓ POR ARRIBA Y LOS TIRÓ DEL BARCO. REGRESARON A LA PLAYA Y EN LA ISLA TOMARON JUGO DE COCO Y DESCANSARON.

EL MONITO KARATECASANTIAGO MORELLI

EN UN HERMOSO DÍA, UN MONITO ESTABA BUSCANDO COMIDA Y DE REPENTE VINO UN CAZADOR Y LO VIO. EL MONITO TAMBIÉN LO HABÍA VISTO Y ENTONCES SE PUSO EN POSICIÓN DE KARATE Y DIJO: -GAUUA.

EMPEZARON A PELEAR, CON DISPAROS DEL CAZADOR Y KARATE DEL MONITO. EL MONITO QUEDÓ ATRAPADO EN UNA RED Y A TODO ESTO EL AMIGO LEOPARDO QUE ESTABA MIRANDO VINO A RESCATARLO. ROMPIÓ LA RED Y EL MONITO LE AGRADECIÓ MUCHO AL LEOPARDO. EL LEOPARDO LE DIJO AL MONITO QUE TIENE QUE ESTAR SIEMPRE ALERTA Y DESDE ENTONCES EL MONITO SIEMPRE LO HIZO.

EL BALLENATO Y SU AMIGO DELFÍNMARCOS OTERO

UNA MAMÁ BALLENA Y SU HIJO SE PERDIERON. EL HIJO SE ENCONTRÓ CON UN DELFÍN. EMPEZARON A JUGAR Y OYERON QUE SE ACERCABA UN BARCO BALLENERO QUE QUERÍA ATRAPARLOS. LA MAMÁ BALLENA LOS ENCONTRÓ Y LOS SALVÓ DEL BARCO.

CUANDO CRECIÓ EL BALLENATO, LA MAMÁ Y EL BALLENATO SE SEPARARON.

LA VISITA AL ZOOLÓGICOJOAQUÍN IGNACIO PALACÍN

FEDE INVITÓ A CAMILA AL ZOOLÓGICO Y ESCOGIERON IR A VER AL DELFÍN. EL ANIMALITO DIO UN SALTO, SE CAYÓ Y SE LASTIMÓ. SE CURÓ PERO NO PODÍA SALTAR PORQUE LE PUSIERON UN SALVAVIDAS.

ENTONCES A FEDE LE DIERON UN MAPA PARA VER EL RESTO DEL ZOOLÓGICO.

EN EL ZOOLÓGICO HABÍA UNA TIENDA DE GATITOS Y CAMILA SE COMPRÓ UN LINDO GATITO.ENTONCES LA MAMÁ DE CAMILA Y LA DE FEDE LOS LLEVARON A SU CASA. CAMILA LE MOSTRÓ EL GATO A SU PAPÁ Y SE FUE A DORMIR.LOS OSOS QUE SE ASUSTARONJUAN MARTÍN PÉREZ MANGHI

LA MAMÁ DE CAMILA LO PASÓ A BUSCAR A FEDE Y FUERON AL ZOOLÓGICO.

EN EL ZOOLÓGICO VIERON LOS MONOS Y DESPUÉS UNA JIRAFA Y MUCHOS OSOS.TAMBIÉN VIERON AL TIGRE Y VISITARON A LOS LOROS Y A LOS PÁJAROS.

CUANDO FUERON A MIRAR LA JAULA DE LOS OSOS, LOS ENCONTRARON DORMIDOS. SE DESPERTARON Y SE ASUSTARON DE LOS CHICOS Y SE TIRARON AL AGUA.

CAMILA Y FEDERICO SE PUSIERON A REÍR. ENTONCES LA MAMÁ DE CAMILA LOS FUE A BUSCAR Y LOS LLEVÓ DE VUELTA A SUS CASAS.

EL BARCO BALLENEROMÁXIMO RAGGIO

UNA NOCHE QUE EL BALLENATO SE ESCAPÓ, SE FUE A JUGAR CON UN DELFÍN. SE ACERCÓ UN BARCO BALLENERO Y LOS ATRAPÓ. CASI LOS MATAN PERO PUDIERON ESCAPARSE.

SU MAMÁ LO BUSCÓ Y LO ENCONTRÓ, Y SE FUERON LEJOS DEL BARCO BALLENERO.

EL MONO EN PELIGROJUAN CRUZ ROMERO

UN DÍA UN MONO CARAYÁ ESTABA SOLO EN UN ÁRBOL Y HOMBRES DEL ZOOLÓGICO LO QUERÍAN ATRAPAR PARA LLEVARLO AL ZOOLÓGICO. SUS PAPÁS ESTABAN DURMIENDO Y POR ESO NO LO DEFENDIERON Y ATRAPARON A SU HIJO. EL MONITO TENÍA MUCHO MIEDO Y LLORABA. SUS PAPÁS ESCUCHARON EL SONIDO DE SU HIJO Y LO RESCATARON.

EL REY Y LA REINA GANARON LA GUERRAIVÁN SARTIRANA

EL REY Y LA REINA VIVÍAN EN UN CASTILLO QUE ESTABA EN LA MONTAÑA. ENTONCES UN REY DE OTRO PAÍS QUISO DOMINAR EL CASTILLO PORQUE ALLÍ HABÍA ARMAS MUY BUENAS.

HUBO UNA GUERRA Y LOS REYES GANARON PORQUE TENÍAN MÁS TROPAS QUE SUS ENEMIGOS.

DURANTE LA GUERRA LA REINA SE LASTIMÓ LA PIERNA CUANDO UN SOLDADO LA ATACÓ Y EL REY LLAMÓ A UN MAGO PARA QUE LA CURE. LA CURÓ USANDO MAGIA Y LE PUSIERON UNA VENDA.

LA REINA SE CURÓ Y LE AGRADECIERON AL MAGO REGALÁNDOLE UN ARMA MUY PELIGROSA QUE TENÍAN EN EL CASTILLO Y EL MAGO SE FUE.

LA CARPA QUE SE QUEMÓMATÍAS YOUNG CHRISTIANSEN

UNA VEZ FUI DE CAMPAMENTO CON MI PAPÁ Y MI TÍO. PUSE MI CARPA AL LADO DEL RÍO Y DE UN ÁRBOL.

DESPUÉS PRENDÍ UNA FOGATA PARA CALENTAR LA COMIDA Y CON MI PAPÁ PREPARAMOS POLLO ASADO. ESTABA DELICIOSO.

CUANDO DORMÍAMOS CAYÓ UN TRUENO Y NOS TUVIMOS QUE IR PORQUE EL TRUENO CAYÓ EN LA CARPA Y SE QUEMÓ. ENTONCES NOS TUVIMOS QUE IR A CASA.

LA ARAÑA Y EL MURCIÉLAGOANA ALVES PEÑA

HABÍA UNA VEZ UNA ARAÑA QUE QUERÍA HACER UNA TELARAÑA BRILLANTE Y PEGAJOSA. MIENTRAS LA TEJÍA, LA LUNA BRILLABA EN EL CIELO Y UN MURCIÉLAGO QUEDÓ ATRAPADO EN LA TELARAÑA. COMO NO SABÍA CON QUÉ HABÍA CHOCADO, TRATÓ DE VOLAR. DESPUÉS DE UN RATO, PUDO SALIR Y ROMPIÓ LA TELA. LA ARAÑA SE ENOJÓ CON EL MURCIÉLAGO Y LE DIJO QUE SE FUERA Y NO REGRESARA MÁS. EL MURCIÉLAGO ANTES DE IRSE LE PIDIÓ PERDÓN Y LA ARAÑA ARREGLÓ LA TELA ROTA Y A LA NOCHE SE FUE CANSADA A SU CAMA.

LAS PULGAS Y VALERIAVICTORIA AMADEO

UN DÍA VALERIA QUERÍA BALDEAR EL PATIO Y REGAR LAS FLORES. UNAS PULGAS QUE VIVÍAN ALLÍ APROVECHARON A SACAR SU VELERO PARA NAVEGAR.

CUANDO VINO UNA OLA GIGANTE SE LES HUNDIÓ EL VELERO Y SE MOJARON. COMO HACÍA FRÍO SE RESFRIARON Y ESTUVIERON MUCHO TIEMPO EN CAMA.

EL OLOR MÁS RICO DEL MUNDOGUADALUPE CASÁ

UNA VEZ UNA MAMÁ CON SUS HIJOS FUERON A UN VIVERO PARA COMPRARSE UNA MARGARITA. LOS SEÑORES LES PREGUNTARON:

- ¿QUIEREN UN PINO? ¿QUIEREN UNA MARGARITA?ELLOS LE DIJERON QUE SÍ. LA HIJA ELIGIÓ LA MARGARITA Y LA MAMÁ

ELIGIÓ EL PINO. SE LLEVARON LAS PLANTAS A SU CASA Y PUSIERON EL PINO EN EL JARDÍN Y LA MARGARITA EN EL CUARTO DE LA HIJA PARA QUE QUEDE MUY RICO OLOR.

A VALERIA LE PICAN LAS PULGASMILAGROS EPELDE CALCAGNO

UN DÍA VALERIA ESTABA LIMPIANDO SU PATIO Y LA PICARON UNAS PULGAS. COMENZÓ A CORRER POR TODOS LADOS PARA ESCAPAR DE ELLAS Y COMO NO PUDO, FUE A BUSCAR RAID.

DESPUÉS FUE A SU CUARTO PARA PONERSE UNA CREMA. SIN QUE SE DÉ CUENTA, LAS PULGAS LIMPIARON EL PATIO PARA EVITAR QUE VALERIA LAS MATARA.

CUANDO VOLVIÓ VALERIA, VIO QUE ESTABA TODO LIMPIO. SORPRENDIDA DIJO: - ¡AY, ÉSTAS FUERON LAS PULGAS! MEJOR NO LAS

MATO. LES VOY A HACER UNA CASITA EN EL PATIO PARA QUE DUERMAN, JUEGUEN Y PUEDAN COMER LO QUE QUIERAN.

EL MONO ATRAPADOLUZ GAISCHUK

HABÍA UNA VEZ UN PERRO GUARDIÁN QUE CAMINABA POR LA SELVA Y VIGILABA A UN MONO GRANDE.

EL MONO QUERÍA BUSCAR A SU HIJITO PORQUE LO HABÍAN CAPTURADO EN LA SELVA. COMO NO LO ENCONTRABA LE PIDIÓ AYUDA AL PERRO.

SE FUERON AL BOSQUE Y ENCONTRARON AL MONITO ATADO EN UNA RAMA. EL PERRO CORTÓ LA SOGA CON LOS DIENTES Y EL MONO SE FUE CON SUS AMIGOS.

LAS PLANTASMARÍA LA ROSA

HABÍA UNA VEZ UNA SEÑORA CON SUS HIJOS QUE FUERON A UNA FERIA A COMPRAR FRUTA PERO SE CONFUNDIERON DE DÍA. SÓLO VENDÍAN PLANTAS Y FLORES.

LA HIJA ELIGIÓ UNA MARGARITA, LA MADRE UN PINO CHIQUITO Y EL HIJO NADA.

AL FIN ELIGIERON LO QUE QUERÍAN Y SE FUERON FELICES.

LAS PULGAS QUE CASI SE AHOGANJOAQUINA MAURETTE

HABÍA TRES PULGAS QUE SE LLAMABAN MARTINA, JUAN Y PLUMA. LAS PULGAS HICIERON UN BOTE CON UN PALO, UN TACHO DE BASURA Y UN CARTEL. CON SU BARCO FUERON A LUJÁN NAVEGANDO.

EN EL PATIO DE LUJÁN HABÍA UN PERRO. LAS PULGAS SE SUBIERON ARRIBA DEL PERRO CON LAS OTRAS PULGAS QUE YA TENÍA. JUNTO CON EL PERRO FUERON AL PATIO DE VALERIA.

VALERIA IBA A BALDEARLO. LAS PULGAS TUVIERON UN PLAN. EL PLAN FUE SUBIRSE AL BOTE PARA NO MORIRSE AHOGADAS.

LA CAPTURA DEL MONOVERÓNICA MAZZINGHI

UNA MAÑANA UN MONITO CARAYÁ ESTABA DURMIENDO Y DE REPENTE UN GATO DISFRAZADO DE POLICÍA LO DESPERTÓ Y EL MONITO SALIÓ CORRIENDO. ENTONCES MIRÓ PARA ATRÁS Y NO LO VIO PORQUE EL GATO LO HABÍA PASADO A PROPÓSITO PARA PREPARARLE UNA TRAMPA. EL MONITO CARAYÁ NO LO SABÍA. LA TRAMPA ERA UNA RED COLGADA DE DOS ÁRBOLES Y TENÍA MUCHAS, PERO MUCHAS BANANAS.

EL PAPÁ Y LA MAMÁ VENÍAN DEL SUPERMERCADO Y LO VIERON YENDO HACIA LA TRAMPA Y LE DIJERON QUE NO FUERA. EL MONITO SIGUIÓ Y DESPUÉS EL GATO LO ATRAPÓ Y SE LO LLEVÓ A LA CÁRCEL DE ANIMALES. EL MONITO ESTABA MUY TRISTE.

LA MAMÁ Y EL PAPÁ DEL MONITO HICIERON UNAS LLAVES DE CARTÓN Y LAS TIRARON LEJOS DE LA JAULA. EL GATO CREYÓ QUE ERAN DE VERDAD Y SE FUE A BUSCARLAS.

MIENTRAS EL PAPÁ DEL MONITO ENCONTRÓ LAS LLAVES VERDADERAS DEBAJO DE UNA ALFOMBRA DE PASTO, LAS AGARRÓ Y ABRIÓ LA JAULA.

EL MONITO Y SUS PAPÁS SE FUERON ANTES DE QUE VOLVIERA EL GATO Y VIVIERON PEREZOSOS Y AULLADORES PARA SIEMPRE.

NO ENCUENTRO A MI GATOCAROLINA MARÍA MENÉNDEZ

HABÍA UNA VEZ UN GATO DE PELUCHE MUY LINDO QUE VIVÍA EN MI CASA. ERA TAN SUAVECITO COMO UN ALGODÓN.

UN DÍA LO LLEVAMOS AL CAMPO, JUGAMOS Y A LA NOCHE NOS FUIMOS A DORMIR. MIENTRAS ESTABA DURMIENDO, EL GATO SE CAYÓ DEBAJO DE LA CAMA. CUANDO ME DESPERTÉ Y VI QUE EL GATO NO ESTABA, ME PUSE MUY TRISTE. LO BUSQUÉ POR TODOS LADOS HASTA QUE MI MAMÁ LO ENCONTRÓ. CUANDO LO VI, ME PUSE CONTENTA.

EL REY, LA REINA Y EL MUNDO FELIZDELFINA OBEJERO

EL REY Y LA REINA VIVÍAN EN UN CASTILLO. MUY CERCA HABÍA UNA ESPADA CLAVADA EN UNA MONTAÑA. UN DÍA BRILLÓ E HIZO UN MUNDO BRILLANTE. ERA UN MUNDO FELIZ. HABÍA CHICOS BUENOS Y TAMBIÉN CHICAS BUENAS QUE SALÍAN A JUGAR. HABÍA PÁJAROS QUE CANTABAN.

CUANDO VIERON EL MUNDO FELIZ, EL REY Y LA REINA SE IMPRESIONARON Y QUISIERON VIVIR ALLÍ.

EL PINO PARA NAVIDADJUANA PERONI

HABÍA UNA VEZ UNA SEÑORA QUE TENÍA DOS HIJOS QUE SE PORTABAN MUY BIEN. COMO LOS HIJOS DE LA SEÑORA ERAN OBEDIENTES, SE FUERON A COMPRAR FLORES AL VIVERO Y SE COMPRARON UN PINO. DESPUÉS VOLVIERON A SU CASA.

AL PINO LO PUSIERON EN EL BALCÓN Y LO REGARON PARA LA NAVIDAD.

LA BALLENA ATORADACANDELARIA REINOSO TACCONE

HABÍA UNA VEZ UNA BALLENA QUE SE ATORÓ EN LA COSTA. EMPEZÓ A LLOVER Y SE PUSO PEGAJOSA. UNA GAVIOTA LA VIO Y FUE A LLAMAR A TODOS LOS SALVAVIDAS. Y POR LA TELE TODOS VIERON QUE LOS SALVAVIDAS PONÍAN A LA BALLENA EN EL AGUA.

EL PINO SIN AGUACATALINA RUIZ MAGADÁN

UN DÍA UNA SEÑORA Y SUS HIJOS FUERON A UN VIVERO A COMPRAR UN PINO PARA QUE LO CUIDEN LOS PAPÁS.

PASÓ EL TIEMPO Y EL PINO SE PUSO MAL PORQUE NO LO REGARON.

EL DELFÍN Y LA BALLENAMILAGROS SOSA REBOYRAS

UNA MAÑANA UN BALLENATO JUGABA CON SU AMIGO DELFÍN Y LO ATRAPARON. PERO EL DELFÍN CORTÓ LA RED Y DESPUÉS PUDIERON REGRESAR A SU CASA CON LA MAMÁ BALLENA.

LA BALLENA SE FUE LEJOSMAGDALENA TARASIDO

HACE MUCHO TIEMPO UNA BALLENA PERDIÓ A SU BALLENATO QUE SE HABÍA IDO A JUGAR CON UN DELFÍN. DE PRONTO LA MAMÁ VIO A UN BARCO PESQUERO Y ENTONCES BUSCÓ RÁPIDAMENTE A SU HIJO. POR SUERTE LO ENCONTRÓ Y SE FUERON MUY LEJOS DEL PELIGRO.

EL CASTIGO DE LAS PULGASJOSEFINA VELARDE

UN DÍA VALERIA QUERÍA BALDEAR EL PATIO Y REGAR LAS PLANTAS PERO UNAS PULGAS QUERÍAN IMPEDIRLO Y SE LES OCURRIÓ PICARLE LA CARA. TANTO LE PICARON QUE VALERIA DEJÓ LOS BALDES PARA IR A BUSCAR A LAS PULGAS.

AL FINAL LAS ENCONTRÓ Y COMO CASTIGO LAS PUSO A LIMPIAR.

SEGUNDO GRADO

NIÑOS PEQUEÑOS, GRANDES AUTORES

¿Qué hay en los libros que nos atrapan? Cuando leemos una poesía o un cuento nos abrimos a otro tiempo, a otro lugar, a nuevos amigos…

La escuela es el lugar donde la lectura y la escritura son prácticas vivas y vitales, y el taller de escritura es el espacio donde los niños se entusiasman jugando, viviendo cada actividad como única e irrepetible.

Nuestro desafío en el taller de escritura ha sido a lo largo del año estimular la creatividad de los chicos y transformarlos progresivamente en pequeños lectores y escritores.

Paso a paso, los chicos de segundo fueron dándole forma a sus nuevas creaciones. Con orgullo, se las presento en esta antología.

Espero que disfruten su lectura tanto como lo hicieron sus hijos al leer sus producciones terminadas. En las páginas siguientes encontrarán las "plumas" que sembramos este año para que en el próximo crezcan nuevas alas que echen a volar aún más lejos la imaginación de estos nuevos escritores.

María Teresa D´Onofrio Maestra de 2º grado

LA GRIS ESTACIÓNMateo Caranti

Un día, en una ciudad muy grande, hacía mucho frío y no llegaba la primavera. La gente quería que se fuera el invierno. Las personas tenían mucho frío, les salía moho verde por la nariz y cada vez había más resfríos. La gente se ponía gris, se sentía enferma y triste. Entonces, las personas le pidieron ayuda al viento e hicieron una danza de regalo para él. Como la danza era muy linda, el viento se sintió muy contento y así decidió ayudarlos y llamar a la primavera. Sopló muy fuerte, echó al invierno y entonces llegó la primavera. Con su llegada, crecieron flores de todos los colores y los pajaritos comenzaron a cantar. Las personas se sintieron felices, salieron a pasear e hicieron pícnics. Los chicos jugaron en las plazas con amigos y el cielo ya no estuvo más gris.

EL TIBURÓN AMIGABLEGuido Nicolás Carullo

Había una vez un tiburón que vivía en un océano muy grande y muy tranquilo. Allí el agua era muy fría y nadaban muchos peces de colores. Él tenía un sueño: no quería ser odiado por todo el mar. Cada vez que alguien se le acercaba, le decía que era el más temido de todas las aguas. Pero a diferencia de los demás tiburones, este tiburón era bueno y como no tenía amigos, se sentía muy triste. Un día para probar que era amigable, ayudó a un pez que estaba en problemas porque otro tiburón estaba por comérselo. El tiburón bueno ayudó al pez poniéndose delante de él, defendiéndolo. Cuando estaba por comerse al pez, el tiburón bueno lo golpeó dándole un coletazo muy rápido. Así el tiburón malo cayó sobre la arena con los ojos cerrados. El pez le dio las gracias al tiburón bueno porque le había salvado la vida. Todos los habitantes se dieron cuenta que era diferente a los demás tiburones asesinos y así tuvo muchos amigos.

LOS ANTEOJOS MÁGICOSJoaquín Casá

Había una vez un chico llamado Juan que vivía con su abuela Doña Pilar. El chico usaba anteojos. Un día se le cayeron los anteojos en su cuarto mientras estaba jugando. Como no veía, tomó por error unos anteojos equivocados que también estaban tirados en el piso. Esos anteojos tenían poderes mágicos. Entonces, cuando se encontró con su abuela vio que ella se había achicado mucho.

Después regresó a su cuarto y encontró sus anteojos verdaderos y se los puso. Cuando se volvió a cruzar con su abuela, la vio igual de grande que antes y a los anteojos que tenían poderes los tiró a la basura.

EL COLEGIO DE ANIMALESJuan Bautista De Oto Gilotaux

Había un colegio en un bosque muy lejano. Tenía alumnos chanchitos, una maestra gallina, un maestro elefante y un director búfalo que era muy molesto.

La jirafa siempre tocaba el techo con la cabeza y los chanchitos se ensuciaban en el barro del patio. El colegio tenía un bebedero donde nadaban las tortugas, pasto para los caballos y muchos juegos para todos los animalitos. La hija de la maestra siempre se burlaba de todos sus compañeros. Se burlaba de los chanchos porque eran gordos, del búfalo porque no pasaba por la puerta y se reía también de las tortugas porque eran lentas y no entendían la tarea. Todos los animales de la escuela se sentían mal. No les gustaba que se burlaran de ellos. Un día, la hija de la maestra, no supo la tarea y cuando le preguntaron, tampoco supo decir la lección. Como no sabía qué hacer, pidió ayuda a sus compañeros, pero ninguno quiso responderle. Ella se sintió mal y entonces se dio cuenta de que no debía haberse burlado de sus compañeros.

Una tortuga se sintió mal por ella y decidió ayudarla. Entonces, la hija de la maestra, agradecida, entendió que no tenía que reírse de los demás. Se disculpó con sus compañeros y al salir al recreo todos jugaron con ella. En ese momento descubrió lo lindo que es tener amigos.

LAS SEMILLAS AVENTURERASLucas Dormal

Había una vez unas semillas que estaban en un campo. Un día sopló muy fuerte el viento y volaron hasta un lugar donde no salía el sol.

Pasaron unos catorce días y el sol no salía. Las semillas estaban muy tristes y se les ocurrió una idea: le pidieron ayuda a los gusanos, mosquitos y abejas. Las abejas agarraron las larvas y los mosquitos a los gusanos y volaron hasta el sol. Cuando llegaron cerca de él lo convencieron para que saliera.

Entonces, el sol salió y las semillas crecieron alegres.

EL ELEFANTE TRISTEJuan Manuel Etchemendy de la Serna

Había una vez un zoológico que tenía el más maravilloso cuidador. Él era famoso no por amaestrar, ni pegar a los animales, sino por el cariño y el amor que les daba. El buen cuidador se llamaba José y trabajaba casi toda la noche limpiando y sacando desechos de los cientos de jaulas. El cuidador era amigo de un elefante y era más que amigo. ¡Era súper amigo! Un día muy soleado, el elefante quiso escapar porque se sentía solo y encerrado. El elefante tomó carrera y de un cabezazo rompió la reja. La alarma empezó a sonar y el cuidador enseguida salió a ver qué había sucedido. Cuando llegó, el elefante había escapado.

Pero su amigo, el cuidador, escuchó su voz a lo lejos y se puso feliz. Cuando lo alcanzó, se fueron a recorrer la ciudad y cuando una señora los vio, dijo: - ¡Aaaaaa aaaaaaa!

EL MONO Y LA CIUDADBautista Frávega

Había una vez un zoológico que tenía muchos animales. Vivía allí un mono que tenía un sueño: conocer la ciudad. Pero no tenía idea de cómo llegar y empezó a idear planes. Estaba ideando planes día y noche pero ninguno funcionaba. Un día pensó pedirle al cuidador que lo dejara en libertad para ir a la ciudad pero le pareció que no lo iba a dejar. Cuando se decidió, le preguntó al cuidador más bueno. Él lo dejo ir con una condición: que volviera.

El mono marchó a la ciudad y cuando llegó se fue directo a la verdulería. Compró un kilo de bananas, paseó por las calles y después regresó al zoológico. En el viaje, se comió las bananas. Estaban un poco verdes pero las comió igual porque le encantaban.

LAS COMPUTADORAS QUE DESCANSANJoaquín Ignacio Juárez

Había una vez una ciudad que se llamaba Buenos Aires. La ciudad era tranquila y a los habitantes de la ciudad les gustaba mucho comunicarse por e-mail. Un día, las computadoras se cansaron de tanto trabajar y cuando pasaban un mensaje, lo cortaban en el medio y no llegaba más. Los habitantes de la ciudad se pusieron mal. Después también reaccionaron mal, porque no se podían enviar los mensajes y a ellos les gustaba mucho conversar. Al principio, los habitantes no entendían qué era lo que sucedía. Al ver que todas las máquinas hacían lo mismo, descubrieron que ellas estaban de paro. Entonces decidieron dejarlas de usar por un tiempo, así descansaban. Después de un tiempo, las encendieron y al intentar mandar mensajes, éstos llegaron. La gente de Buenos Aires se sintió feliz. A partir de ese momento, pudieron seguir conversando y chateando, cosa que tanto les gustaba.

EL SUEÑO DE JUANJuan Ignacio Lutowicz

Juan tenía un sueño: montar un cóndor. A la noche mientras dormía, soñó que estaba volando encima de un cóndor. Era grande y fuerte. Tenía feroces garras, un largo pico para atrapar sus presas y unas enormes alas para volar bien alto. El niño le pidió que lo llevara a pasear por todo el mundo. El cóndor aceptó y con su pico lo subió a su lomo. Juan estaba feliz. Arriba del cóndor veía todo chiquito: la playa, el campo y la ciudad. Las personas parecían hormigas y los mares charquitos. Luego de viajar un tiempo, le pidió que descendiera porque estaba cansado. El cóndor aterrizó sobre una rama. De repente vieron a un cazador y, asustado, Juan se escondió detrás de un arbusto, pero el ave no se pudo ocultar. Con una honda, el cazador lo atrapó y lo llevó a una cueva. Juan lo siguió, se escondió y vio que el hombre iba a asar al cóndor para comérselo. El niño le pidió al cazador que no le hiciera daño a su amigo. El cazador también atrapó a Juan.

El niño estaba muy asustado porque lo ató con una soga y no podía soltarse. Mientras el cazador preparaba el fuego, el cóndor con su pico se desató y luego despacito, liberó con sus garras al niño. Juan, cansado, le pidió al ave que lo llevara a su casa. Juntos regresaron volando a su hogar.

EL PRIMER TIGRE EN LA CIUDADBautista Llambí Padilla

Había una vez un zoológico muy grande. Allí había muchos animales, plantas y árboles. También había un cuidador que le daba la comida a todos los animales. Los otros cuidadores los cuidaban dándoles unos remedios especiales. Pero el cuidador al que más querían todos los animales era Fernando. Un animal quería ir a la ciudad para dormir en una cama, en vez de descansar en una horrible jaula. Ese animal era un tigre. Le pidió a Fernando que lo llevara a vivir a la ciudad y el cuidador le dijo que sí.

Fernando lo llevó al mundo del sueño y el tigre durmió una noche en una cómoda cama. Al día siguiente ya extrañaba el zoológico y regresó con Fernando.

LA BALLENA Y SU SUEÑOFelipe Maurette

Había una vez una ballena que se llamaba Roqui. Era azul y pesaba muchas toneladas. Era gorda como todas las ballenas. Su comida favorita era la carne.

Su sueño era ser la más rápida de todos los peces pero como pesaba mucho, no podía nadar rápido como los delfines. Un día se organizó una gran competencia en el mar. Allí participaron los tiburones, las ballenas, los pulpos y los peces. Cuando arrancó la carrera, la ballena iba en primer lugar. Enseguida el tiburón la pasó. Vio unos delfines cerca y la ballena les pidió ayuda para ganar y llegar primera.

Así logró pasar al tiburón y ganar la carrera. Como hizo un poco de trampa, compartió la copa con el tiburón y se fue feliz por haber recibido ayuda de los delfines.

LAS SEMILLAS, EL SOL Y LA LUNAPedro José Molinario

Durante el invierno, había unas semillas de plantas silvestres que estaban en un jardín. ¡Estaban muy cansadas del frío y se sentían tristes porque el solcito no salía! Pasaban los días y ellas no podían germinar. Se sentían frías porque la tierra estaba húmeda. Desesperadas extendieron las manos. El sol las vio y salió. ¡Las semillas brotaron hasta arriba! Estaban muy felices y por supuesto también el sol y la luna.

MATÍAS Y EL CÓNDORJoaquín Mútolo Terzano

Un día de verano Matías se fue al campo. A la noche, salió a caminar por el jardín de la casa. Sin darse cuenta, se alejó un poco y se encontró con un cóndor. Era un ave grande, con plumas marrones y garras. El cóndor le preguntó si quería dar un paseo. Matías pensó las cosas que podrían pasarle, pero aceptó. Mientras estaban volando, Matías le pidió al cóndor que lo llevase al polo norte. El pájaro aceptó y lo llevó allí. Desde arriba, se podían ver los icebergs, las casas de hielo y también miles de pingüinos. Al aterrizar, el hielo se rompió y Matías cayó al agua. Cuando el cóndor lo vio, ¡gua!, le dijo que se sujetase de su pico y de sus alas. Entonces Matías obedeció y con la ayuda del ave, logró salvar su vida. Matías, cansado, le pidió al cóndor que lo regresara a su casa y él aceptó. El niño volvió a su casa tranquilo. A partir de ese día, el cóndor se quedó durmiendo en el jardín de Matías.

RIO CUARTO CON PROBLEMASFelipe Augusto Palacín

Había una vez una ciudad que se llamaba Río Cuarto. La ciudad era grande, la gente era amable y conversadora. Hablaban todo el día por teléfono. Un día, los teléfonos se cortaron porque estaban cansados y las personas no pudieron hablar más.

Cuando sucedió eso, Facundo y Ramiro estaban conversando de un problema. Facundo no podía invitarlo a Ramiro porque tenía una fiesta y Ramiro, enojado por no estar invitado, no quiso ser más su amigo.

La comunicación se cortó justo cuando Facundo intentó pedirle perdón a su amigo. Facundo se preguntó qué ocurría. Los amigos quedaron peleados porque no sabían que los teléfonos se habían cansado de trabajar. Al día siguiente, la mamá de Ramiro estaba hablando por teléfono de otro problema. Ella no podía ir al banco a sacar plata para comprarle un regalo sorpresa a su marido. El cumpleaños era una fiesta sorpresa y la harían al día siguiente. Los teléfonos cansados de tanto trabajar hicieron otra broma. Le enviaron la llamada al papá y así él se enteró de que le harían una fiesta.

Cuando la mamá y Ramiro descubrieron que el problema eran los teléfonos, decidieron comunicarse utilizando los mails.

Los teléfonos tristes por que nadie los usaba, comenzaron a trabajar nuevamente bien. Así la mamá de Ramiro y su familia volvieron a comunicarse y a hablar por teléfono.

GRILLERÍASFacundo Adolfo Serra

Había una vez una banda de grillos que se hizo famosa porque todos cantaban muy bien. Tocaban salsa con la guitarra. Era una banda muy alegre. Unos grillos los invitaron a una gira en Mar del Plata porque todos querían escuchar como cantaban con la guitarra. La banda se puso muy feliz. Los grillos armaron su equipaje con instrumentos, ropa y gorras. Viajaron arriba de un perro pero en el camino los abandonó. Iban a llegar tarde a Mar del Plata. Luego encontraron una rata que se ofreció a llevarlos al concierto pero a cambio debían invitarla a escucharlo. Los grillos aceptaron y se subieron a su espalda. Como la rata iba muy rápido llegaron justo a tiempo. La rata estaba contenta y después que terminó el concierto los llevó hasta Río Seco.

LA NUTRIA BURLONAPatricio Visconti

Había una vez un colegio de animales que era muy grande y ruidoso. En el colegio había un aula, en esa aula había una silla, en esa silla había una nutria. La nutria se cayó porque la silla se rompió y tuvieron que arreglarla. Mientras arreglaban la silla, la nutria se burlaba de las ardillas por su colita felpuda. De pronto vino el director y dijo en español:

-¿Pero que esh eshto? - Esh un caosh- dijo la nutria burlándose. El director enojado, le puso un parte disciplinario.

Las ardillas se reían y el director les dijo:-¿Ushtedes también quieren un parte disciplinario? - ¡No! - contestaron a coro las ardillas. Al escuchar el timbre, todos los chicos del aula gritaron a coro "¡Recreo!" y dejaron sordo al director y a la maestra.

En el recreo, la nutria seguía burlándose de la vaca porque parecía antigua. La vaca que era muy sensible se puso a llorar.

El director, cansado de tantas burlas por parte de la nutria, la expulsó del colegio y le dijo que no volviera nunca más.

Cuando la nutria se fue, sus ex compañeros se dieron cuenta de que ella tenía un poco de ying pero un montón de yang, que significa que tiene mucha bondad en el corazón pero también un poco de maldad por fuera. Así fue como decidieron ir a hablar con el director y le pidieron que la dejara volver a la nutria. Él aceptó y la nutria burlona regresó agradecida y contenta de haber sido perdonada por sus compañeros.

EL CUMPLIDOR DE PROMESASSol Cirio

Había una vez una selva en Misiones en la que había muchas plantas y palmeras que alimentaban a los animales.

Entre los animales que vivían estaban los tigres y los monos que trepaban entre los árboles para buscar su comida. Mientras los monos se divertían haciendo piruetas, los tigres molestaban y asustaban a todos los animales.

Un cazador bueno y valiente fue a esa selva misionera porque le gustaba cazar animales para comer. Su plato favorito era el tigre asado.

Tardó dos horas y tres minutos en llegar en avión. Se sentó bajo una palmera porque estaba cansado. Mientras los monos estaban en la copa de la palmera, lo miraban. De pronto apareció un tigre y lo atacó. Empezaron a luchar pero los monos ayudaron al cazador golpeando al tigre con su cola.

El tigre salió herido y todos festejaron. Después el cazador tuvo que ir en auto e invitó a un mono. Le mostró la ciudad. Se hicieron tan amigos que el cazador se fue a su casa para avisar que se iba a vivir a la selva.

LOS GRILLOS VIAJEROSRosario Colombres León

Grillitos de la madrugadaque tocan lindas baladas,fueron invitados a la playay se olvidaron la malla.

Viajaron a la costaencima de un lindo coche.Tocaron la guitarrasin cantar ni una palabra.

Los lindos grillos que fueron a la playaencontraron un caracolbajo un enorme sol.

Llevaron a su amigocontentos a Río seco.El caracol estaba feliz,lo sacaron de la playa al fin.

LA COMPU LOCAGina Cristiani

Había una vez una ciudad que se llamaba Nueva York. Allí había fuentes, torres, hoteles y muchas cosas más. En una casa de esa ciudad vivía una familia que

festejaba el cumpleaños de la mamá, llamada Silvina. Como regalo le compraron una computadora. Ella se emocionó por el regalo que le dieron. La mamá estaba probando la computadora, la usó hasta la noche. De repente la computadora se cansó de tanto funcionar. Cuando la mamá le quiso enviar un e-mail a su amiga, la compu se lo envió a otra. Ella, sin saberlo, apagó la máquina porque estaba cansada y se quería ir a dormir. El e-mail decía: “Te invito a un restaurante para hablar y tomar algo. Te espero ahí. Silvina” Cuando fue al restaurante, Silvina se encontró con otra amiga. Ella le dijo “Recibí tu mensaje. Gracias por invitarme”. Silvina no entendía nada. Estaba muy sorprendida. Al otro día, la mamá le mandó un e- mail a su amiga diciendo cosas feas de Margarita, su vecina. Pero el mensaje le llegó al marido de la vecina y él le contó a Margarita. Ella la fue a buscar enojada a su casa y la retó. Silvina se dio cuenta de que su computadora estaba loca. Decidió entonces no mandar más e-mails y hablar tranquila por teléfono. Para disculparse con Margarita le llevó un ramo de flores y su vecina la perdonó.

LUNA Y SU CÓNDORMaría Iglesias Molli

Había una chica llamada Luna. Ella estaba enferma, entonces su hermana le dio unos libros de animales para que se entretuviera. En uno de los libros decía que en los jardines había enormes cóndores. Luna se sentía feliz, salió a su patio, pero no vio nada. Triste volvió a su casa, se sentó en su cama, cerró los ojos y se imaginó que ella volaba en un cóndor, de arriba hacia abajo hasta llegar a una playa. Desde arriba el mar se veía chiquito, con unas olas hermosas y de diferentes colores. Los médanos se veían muy pequeños y los caracoles ni aparecían. Mientras volaba, apareció una gaviota con un pescado en su pico. Como el cóndor tenía hambre, al verla empezó a atacar. Cuando estaban peleando, Luna se cayó al mar. El cóndor seguía peleando por la comida y no vio a Luna en el agua. Pero la gaviota sí la vio y rápidamente la fue a buscar y la rescató. De repente Luna escuchó un ruido y se despertó. Todo había sido un sueño.

EL PERRO Y EL LORO CHARLATÁNMilagros María Messi

Hace mucho tiempo en Bariloche había un perro que vivía en una tienda de animales con el vendedor. Allí también vivía un conejo, otro perro, un gato y una araña.El perro dormía en una jaula muy solitaria y extrañaba a sus dueños. Ningún animal de la tienda era su amigo. Él tenía un sueño muy secreto: quería tener amigos. Un día llegó un loro a la tienda. Era molesto y charlatán, y encima cuando era de noche no los dejaba dormir.

El perro se dio cuenta de que el loro molesto le estaba dando la oportunidad de ganarse la amistad de todos. Una noche el perro le explicó al loro que tenía que callarse así no molestaba a nadie. El loro le obedeció y se hizo amigo del perro y con el tiempo, también de los otros animales. Todos estaban agradecidos con el perro y empezaron a quererlo.

LOS ANTEOJOS NUEVOSMaría Guadalupe Pereyra Pigerl

Había una vez un chico llamado Juan Bautista. Usaba anteojos porque en el colegio no veía el pizarrón. Fue al oculista y el doctor le regaló unos anteojos nuevos. Eran gordos, extraños y feos. Juan se los puso y al mirar a su mamá le dijo:

-¡Qué gorda estás!La mamá le pegó un cachetazo y lo mandó a hacer su tarea en penitencia.

Juan estaba triste y se sentía raro. Se fue a dormir y al día siguiente fue al colegio. En el camino se cruzó con un perro y Juan Bautista pensó: "¡Qué raro una vaca en la ciudad! ¡Qué vaca tan fea!”.

Se sentía raro y al llegar a su clase en vez de ver a su maestra vio a una gorda que no entraba en la silla. Juan Bautista tuvo miedo de que lo pisara o se lo comiera. Esa tarde, mientras saltaba a la soga, sin querer saltó muy rápido y se le cayeron los anteojos y se rompieron. Sus amigos se volvieron flacos y comprendió que los anteojos le hacían ver todo enorme. Así Juan Bautista decidió romper los anteojos y no volver nunca más a ese oculista.

LA TRISTEZA DE LAS SEMILLASMaría Enriqueta Rodríguez

Había una vez unas semillitas que se volaron y se dirigieron hacia una casa grande donde vivía la tormenta. Las semillitas estaban muy tristes porque allí nunca salía el sol. Para llamar la atención del sol hicieron un plan y le pidieron ayuda a sus amigas. El plan era llamar al sol todas a la misma vez, así aparecía. Llamaron y llamaron hasta que el sol salió. Después las semillas crecieron felices y se transformaron en flores.

EL MUNDO DE LAS HORMIGAS Ángeles Romanelli

Existió hace años un chico llamado Tomás, pero sus amigos le decían Tom. Un día cuando iba caminando a la escuela vio unos anteojos tirados en la vereda. El chico se los puso y al llegar a la escuela, vio a su maestra chiquita como una hormiga. Cuando salió al patio vio que los chicos de los demás grados también eran muy pequeños. Hasta su mejor amiga Lucía parecía una hormiga. Al regresar a su casa, apoyó los anteojos en su cómoda para irse a dormir. Al día siguiente salió apurado y los olvidó. Entonces su mamá los vio y se preocupó porque su hijo había salido sin sus anteojos. Cuando se los quiso llevar, ya no estaban. La mamá se puso muy nerviosa, los buscó por toda la casa y los vio debajo de la cómoda. Estaban tirados y rotos en mil pedazos. Fue a la escuela a avisarle a su hijo, pero Tom no lloró porque se dio cuenta de que los anteojos eran los que lo estaban dañando.

LOS CHANCHOS Y LA TORTUGAClara Romero

En un campo había un colegio de animales que tenía una fuente y muchas flores. El colegio quedaba en Bariloche. Allí había muchos alumnos y maestros, dos chanchos que todas las mañanas se peleaban por una chancha, una vaca que no decía ni mu, una tortuga que era tan lenta que cuando corría las carreras siempre perdía y una simpática gaviota que era la maestra de la escuela. La tortuga siempre se burlaba de los chanchos porque la chancha nunca les hacía caso. El chancho Juan era medio peleador y se burlaba de la tortuga que era tímida y lenta. Como siempre se peleaban, la maestra los retaba. Cuando ella ponía contra la pared a la tortuga por portarse mal, los chanchos se burlaban de ella.

Un día, la maestra decidió ponerles una mala nota. El papá de los chanchos leyó la nota y como penitencia los dejó sin embarrarse en los charcos. Ellos se pusieron muy tristes porque era uno de sus juegos preferidos y se arrepintieron de haberse portado mal. La mamá de la tortuga también leyó la mala nota y no dejó a su hija jugar ni esconderse en su caparazón. Al día siguiente, los tres animalitos, tristes y arrepentidos, se perdonaron y prometieron no burlarse más y ser buenos amigos.

TERCER GRADO

LABERINTO DE CUENTOS

Ya era hora de que monos, anacondas, yacarés, culebras, tortugos, caracoles, gatos, zorros y estatuas fueran a la escuela. Por eso los chicos y chicas de 3° los

invitaron. Y cuando se encuentran personajes tan distintos con pequeños grandes escritores... ¡algo tiene que suceder porque a los bichos también les suceden cosas! A veces, un enorme yacaré se enamora de una pequeña iguanita a la que es muy difícil conquistar. A veces, un zorro con sus ideas logra lo que parece imposible. A veces, valientes coatíes salvan al monte de la erupción de un volcán. A veces, un gato se transforma en elefante o un tiburón, en alga. A veces, una araña se decepciona de un tortugo y un caracol tramposos. A veces, osos traviesos y anacondas asesinas no se animan a matar ni a un mosquito. Y otras veces, hasta las estatuas cobran vida. Aquí están algunas de las geniales historias que surgieron de este encuentro para que vos, lector, te puedas divertir tanto como lo hicimos nosotras mientras estos cuentos iban creciendo.

Laura Varela e Inés VilanovaMaestras de Tercer Grado

¡QUÉ SUSTO!Francisco Alves Peña

Tres hermanos iban cada sábado a explorar el bosque Filipondrias. Uno de esos días vieron una casa abandonada.

La casa era vieja. Los vidrios de las ventanas y las puertas estaban rotos y hacían ruidos extraños. Alrededor, cerca de las paredes, había muchas estatuas. Eso les llamó mucho la atención y decidieron investigar.

Abrieron la puerta y no pudieron creer lo que vieron. En cada esquina de la casa había estatuas de todos los tamaños y con diferentes diseños. Para poder recorrerla, se separaron. Tomi revisó el baño, Estefi, el living y Fran subió al primer piso. Allí encontró un cuarto. Abrió la puerta y vio muchísimas estatuas, todas de gatos. Una le llamó especialmente la atención porque se parecía a uno de verdad. De tan verdadero que parecía, le quiso hacer un mimo. Al acercarse se escuchó un maullido fuerte y largo en toda la casa. Entonces Fran salió corriendo hacia donde estaban sus amigos, que también estaban asustados, y les contó lo que había pasado. Subieron los tres al cuarto, revisaron todos los rincones y lo único que encontraron fue a un pequeño gatito tan blanco como las estatuas pero con su cola muy roja. Los chicos se rieron pensando que, en realidad, Fran le había pisado la cola al gato. Divertidos por tan emocionante aventura, volvieron a sus casas.

DE LA ARGENTINA A MALASIA EN UN SANTIAMÉNTomás Barchi Bulló

En las afueras de Buenos Aires, cerca de un río, había un basural en el que los camiones dejaban su carga todos los días. Una vez llegó un camión que dejó basura y desechos tóxicos. Esa noche llovió tanto que todos los residuos fueron tragados por la tierra y en lugar del basural, apareció un gran parque de suelo blando. Tan blando era que un señor que iba caminando por un sendero, se hundió y apareció en Malasia, un país de Asia. El señor se llamaba Marcos y cuando vio que estaba en una ciudad de edificios altísimos y gente de otra raza que hablaba en un idioma diferente, se asustó mucho. Buscó desesperado una oficina de información para que le dijeran dónde estaba la embajada argentina. Cuando llegó, le pidió al portero hablar con el embajador. Marcos le contó lo que había pasado y el funcionario le dijo que al día siguiente salía un avión para la Argentina y que podría regresar en él. Después de aterrizar en Ezeiza, fue a ver a su familia que lo había estado buscando por todas partes. Al verlo, lo abrazaron y le hicieron preguntas. Él respondió contando todos los detalles. Asombrados por lo sucedido y horrorizados por lo que podría pasarle a más gente y a nuestro suelo si lo seguíamos contaminando, fueron a la casa de gobierno y protestaron. El presidente los escuchó pero no les prestó atención. Por eso, se le ocurrió poner una agencia de turismo y vender pasajes para llegar a la Malasia en un santiamén.

TRANSFORMACIÓN INESPERADAJuan Cusi

En el Mar Argentino, en las playas de Cariló, lejos de la orilla, vivía un tiburón blanco, fuerte y con dientes muy filosos. Perseguía siempre al mismo pez, verde y debilucho, sin poder atraparlo. Era un desafío para él porque era muy escurridizo y picarón. Un día, el tiburón muy astuto le tendió una trampa al pez. Mandó a un calamar con un mensaje que decía que lo esperara para hacer las paces, en un barco que estaba hundido debajo del muelle. El pez fue donde le dijo el calamar porque ya estaba cansado de que lo persiguiera y cuando entró, el tiburón lo arrinconó. El

pequeño le dijo: "¡Ojalá te conviertas en alga!". El tiburón, que no creía en esas cosas, se rió porque creyó que eso no iba a funcionar. De repente, el barco comenzó a moverse muy fuerte, se escucharon truenos y empezó a ponerse verde. De la aleta de la cola comenzaron a crecerle raíces que se hundieron en la arena, dejó de sentir que tenía huesos y que se movía con el agua. ¡Se estaba transformando en un alga! El pez quería comerse al tiburón alga y este le suplicó que no lo comiera. Entonces hicieron un trato: el pez no lo iba a comer y, a cambio, él tampoco comería al pequeño ni a su familia y amigos.

Enseguida, el tiburón volvió a ser blanco, con aletas, huesos y dientes filosos. El pobre buscó otros peces para alimentarse y se los comió. Lamentablemente eran los amigos del pez con el que había hecho el trato…

LOS OSITOS TRAVIESOSFacundo de Anchorena

El oso hormiguero era papá de dos ositos. Los ositos eran gordos porque estaban todo el día comiendo y durmiendo. Una noche mientras todos descansaban, los ositos despertaron y empezaron a jugar. Uno se escondió, el otro lo encontró y cuando se dieron cuenta ya estaban en el medio del bosque.

- ¿Dónde están mis hijos? Voy a llamar a la policía. ¡Alcalde! No encuentro a mis hijos. Antes de que llegue la policía, el papá escuchó ruidos en el bosque y salió a ver si los encontraba. A lo lejos los vio jugar. El papá los abrazó contento.

LA DECEPCIÓNGuillermo de Elizalde

Mucho tiempo atrás, en un monte verde con árboles y mucha vegetación vivía, un tortugo de agua y de tierra. Era muy simpático, tierno y amoroso. Se llamaba Mario y su mejor amigo era Ricardo, un caracol.

Mario vivía en un nido cerca de una laguna y Ricardo en una planta. La planta era la flor margarita. Allí también vivía una araña, la más linda y simpática de todas, de color negro y rojo, con patas muy largas. Mario gustaba de ella pero Ricardo también.

Entonces hicieron una competencia para ver quien salía con la araña. Decidieron que la competencia sería de velocidad. La araña fue a verla para saber quién sería su novio. Mario y Ricardo hicieron trampa porque la amaban mucho. Ricardo cayó en muchas trampas y Mario, también. Empataron pero la araña ya no los quería más y se fue. Mario la alcanzó primero porque las tortugas son más rápidas que los caracoles. Después de unos minutos, Ricardo también llegó. Los dos trataron de convencerla pero ya era tarde. ¡A ella no le gustaban los tramposos!

¡SE DESPERTÓ EL VOLCÁN!Francisco Ferro

Hace mucho tiempo, en un monte lleno de árboles y plantas, todo era lindo y verde excepto por el volcán despierto que parecía derretir el monte. Allí, unos coatíes hermanos que estaban aburridos querían hacer algo interesante. De repente, el monte empezó a temblar y todos empezaron a correr. El volcán iba a hacer erupción. Cuando los coatíes hermanos vieron la lava ardiente, les pareció emocionante. Mientras todos los animales huían, ellos tuvieron una idea para detener la lava. De

prisa comenzaron a construir un muro de rocas para proteger el monte y cuando la lava llegó, no pudo derretirlo. Los animales felicitaron a los hermanos y les entregaron un premio por salvar el monte de los daños del volcán.

¡PECES VOLADORES! Santiago Filgueira

En una ciudad de Francia, un camión llevaba tubos de helio hacia una fábrica. El camino era largo y el paisaje, muy lindo. La ruta pasaba muy cerca de un río. De repente, el camión pasó por un pozo, saltó y algunos tubos se cayeron el agua. Los peces fueron a ver qué era ese ruido y sin darse cuenta empezaron a inhalar el gas. Sus barrigas se inflaron y parecían piñatas. Comenzaron a dar vueltas y a subir cada vez más. Luego de unos segundos, los peces salieron del agua y flotaban por el aire. La gente no podía creer lo que veía. ¡En el cielo había millones de peces globo! Los autos que pasaban por la ruta, al verlos, chocaban. La gente gritaba y los señalaba. Unos periodistas sorprendidos llegaron al lugar y filmaron todo para pasarlo en el noticiero de la noche. Ese día ocurrieron tantos accidentes que las sirenas de las ambulancias sonaban por toda la ruta y había embotellamientos. ¡Fue un caos! Por suerte, el efecto del gas no duró más que unas horas. Todos los peces comenzaron a desinflarse y a dar vueltas por el aire como verdaderos globos. El ruido se escuchó desde Francia hasta China. Por esas cosas que pasan en los cuentos, los peces volvieron al río.

LA HERENCIA DEL MAGO Felipe Giúdice

Hace mucho tiempo, un mago que estaba por morir, dejó sus poderes en su casa, una hermosa mansión antigua, para protegerla de los demoledores y de la gente extraña que pudiera arruinarla. Si los nuevos habitantes eran buenos y la cuidaban, no les pasaría nada. Si intentaban dañarla, se asustarían tanto que se podrían infartar. Luego de morir el mago, pasaron muchos años hasta que vendieron la mansión y fueron a vivir en ella: Lucio, María y sus tres hijos Justo, Hernán y Felipe, que eran trillizos. La casa les había gustado muchísimo. La vida en el nuevo hogar era muy rara, todos los días pasaba algo distinto. Un día, mientras todos desayunaban en la cocina, las camas se hicieron solas y la ropa se dobló y se guardó mágicamente. Cuando fueron a sus cuartos y vieron lo que había pasado, se asustaron, pero luego se calmaron y se pusieron contentos porque ellos no tendrían que hacer nada. Otro día, María fue a la cocina y vio que la comida se cocinaba sola, la cuchara daba vueltas en la olla y los platos se ponían en la mesa. Primero sintió miedo y después, alegría. Ya no tendría que preparar la comida ni limpiar lo que sus hijos ensuciaban. En otra ocasión, el papá fue al sótano y como todo estaba muy oscuro y se resbaló. Casi se mata, pero por arte de magia, una colchoneta lo atajó. Así, la casa siempre estaba ordenada y limpia. La familia no se lastimaba y aprovechaba el tiempo para estar juntos. ¡Estaban felices con su casa encantada!

RESORTES EN LA GRANJATomás Hoerth Alconada

Hace un tiempo instalaron una fábrica de cuadernos anillados en las afueras de la ciudad. Los resortes que sobraban se tiraban a un terreno que quedaba cerca de una granja. Algunas veces los animales salían de sus corrales e iban a ese lugar y, entre otras cosas, comían resortes. Un día comieron más de un resorte cada uno y sucedieron cosas insólitas. Según el tamaño de los resortes, los saltos que daban los animales de la granja eran más altos o más bajos, más cortos o más largos. Un cerdo que comió un resorte gigantesco saltó tan alto que cayó sobre el techo de la casa, rompió las tejas y apareció sentado en la bañadera. Nació una oveja que en vez de lana tenía resortes. Una gallina puso un huevo saltarín. Cuando el granjero vio lo que estaba pasando, fue a quejarse a la fábrica y le pidió al encargado que tiraran los desechos en otro lugar porque su granja se estaba pareciendo a un circo. El encargado se lo contó a los dueños y muy divertidos, quisieron contratar a los animales para poner un circo. El granjero no estuvo de acuerdo y fue a quejarse al gobierno de la ciudad. Entonces el gobernador ordenó a la fábrica que se trasladara a otro lugar. A partir de ese momento, en la granja, las cosas volvieron a la normalidad.

ESCALERAS ROTASMarcos María Irigaray

En San Martín de los Andes había una casa abandonada. Tenía tres pisos, tres puertas y ventanas con los vidrios rotos. Las paredes eran oscuras porque las enredaderas trepaban hasta el techo y eran tan pesadas que rompían las tejas. Un día, tres chicos que iban a esquiar pasaron por allí y sintieron curiosidad. Al atardecer Tomás, Justo y Marcos fueron a explorar la mansión abandonada. Decidieron entrar y al abrir la puerta vieron murciélagos saliendo del sucio y descuidado lugar. Asustados se treparon por las enredaderas y llegaron al tercer piso. Cuando ya estaba anocheciendo fueron a investigar los cuartos y vieron unas escaleras muy rotas. Bajaron con cuidado al segundo piso. Allí había un baño con todas las paredes llenas de moho y un cuarto desordenado y con la pintura de las paredes descascarada. Justo decidió irse, ya no soportaba más la tensión. Marcos y Tomás siguieron en la casa. Fueron a investigar el sótano. Allí había ratones que corrían de un lado para otro y murciélagos que aleteaban porque ya estaban despiertos. Salieron corriendo hacía las escaleras y trataron de subirlas. Como la madera de los escalones estaba podrida, al pisar Marcos, uno de ellos se quebró. Marcos cayó. Tomás bajó rápidamente. Encontró a su amigo llorando y sin poder caminar. Comenzaron a gritar pidiendo ayuda, pero nadie los escuchó. Lentamente subieron los escalones que faltaban y salieron de la casa. Entre las enredaderas encontraron un palo que le sirvió de bastón a Marcos. Con mucho cuidado, los chicos se alejaron del lugar y nunca más quisieron volver. Marcos no pudo esquiar más, ya que su pierna quedó lesionada.

LA CASA DESENCANTADAAgustín Lupano

Hace mucho tiempo existía una familia de apellido Husaín. Estaba formada por el papá, la mamá y dos hijos. Ellos se querían mudar porque su hogar era muy chico. Como su vecino se enteró y quería ayudarlos, les enviaba anuncios de casas en venta. Luego de varios avisos clasificados, logró convencerlos de ir a ver una mansión en Bella Vista.

Cuando llegaron, miraron la casa y quisieron hablar con su dueño. Iban a tocar el timbre y la puerta se abrió sola. Les pareció muy raro, pero igual entraron. El papá investigó la casa y se encontró con muchas telas arañas, con un balcón con una extraña fuente y con dos grandes cuartos. Al padre no le gustó mucho pero decidió comprarla y arreglarla. Necesitaba una casa más grande. Pocos días después de haberse mudado, empezaron a suceder cosas muy extrañas. El papá quiso ir al baño y al abrir la puerta, apareció en un parque. A partir de entonces, cada día que alguien abría esa puerta, aparecía en un lugar diferente. El hermano se dio cuenta de que sus sábanas cambiaban de color y la hermana descubrió que la fuente tiraba pintura. Un día la mamá fue a la biblioteca a leer y vio que los libros flotaban en el aire.

La familia se dio cuenta de que la casa estaba encantada y todos decidieron investigar quién había vivido antes en esa casa. Primero pidieron información al vecino. Este simpático señor les contó acerca del dueño anterior. Les comentó que era una persona muy extraña y les dio la dirección donde la podrían encontrar. La familia fue donde les dijo el vecino y finalmente lo encontraron. Era un anciano, con una larga barba y un aspecto extraño. Le contaba lo que pasaba en la casa y el señor les explicó que el dueño anterior había tirado un polvo mágico para encantarla. Así fue como la familia descubrió que el anciano era un mago. La mamá le pidió que quitara el hechizo de la casa y él aceptó. Fue a la casa con ellos, tomó la barita y dijo unas frases extrañas. Enseguida las luces comenzaron a encenderse y apagarse.

El mago se fue sin decir una palabra, pero en la casa nunca más sucedió algo raro.

MÁS FÁCIL, POR LA PUERTAMatías Mariani

En un castillo de Francia vivía un científico llamado Bucles. Todos los experimentos le salían mal a pesar de su gran inteligencia. Un día estaba haciendo un experimento con agua, tinta azul lavable, gelatina y un líquido ablandador de piedras. Quería lograr un producto para que cuando alguien se cayera o chocara contra algo, rebotara y no se lastimara. Cuando terminó la mezcla, la probó. Pasaron unos segundos y comenzó a sentirse mal, le dolía la panza. Su cuerpo parecía más blando, temblaba y estaba muy mareado. De pronto cayó contra la pared pero en vez de rebotar, la atravesó y apareció en otro cuarto. Muy divertido por su descubrimiento, aunque todavía le dolía la panza, se lo mostró a todo el mundo. Fue un éxito pero cuando todos lo probaron, comenzaron a sentirse mal. Sí atravesaron las paredes, pero nunca más compraron el producto porque para pasar de un cuarto a otro era más fácil usar las puertas. Un poco desanimado, Bucles se encerró nuevamente en su laboratorio para hacer nuevos experimentos.

EL TIGRE QUE VOLVIÓ A LA SELVAHernán Pérez Demaría

En una selva de un país muy lejano, vivía un tigre de largos y filosos colmillos que se llamaba Colmillón. A diferencia de los demás tigres, era muy manso. Un día se encontró con otro tigre que hacía un tiempo lo había atacado para comerse una presa que él estaba saboreando. Para que no lo molestara más y como a él no le gustaba pelear, decidió irse a la ciudad. Para llegar, tardó mucho tiempo. Luego de una larga travesía y de correr muchos kilómetros, llegó a la desconocida ciudad. Allí se encontró con muchas cosas

extrañas y nuevas para él. Vio muchas luces, autos y gente que con solo mirarlo, gritaba y corría. Entonces se escondió en un callejón y se tiró a dormir arriba de bolsas de basura. A la mañana siguiente, al despertar, se encontró con un vagabundo, que en vez de asustarse, le ofreció comida. Cuando se terminó, tuvieron que ir por más. El vagabundo y Colmillón fueron a la calle y el tigre empezó a hacer cosas graciosas para que los que pasaban por allí no le tuvieran miedo. La gente los vio, empezó a aplaudirlos y a darles dinero. Los amigos se sentían felices, porque tenían plata para vivir y a Colmillón le gustaba que la gente lo aplaudiera. Un día, mientras estaban en una plaza, un hombre llegó y se quiso llevar el tigre al circo. Los amigos empezaron a correr hasta esconderse. Cuando cayó la noche, el vagabundo lo ayudó a escapar de la ciudad. El tigre se despidió de su amigo, hizo nuevamente su travesía y así volvió a la selva. Por un lado, el tigre se sentía triste, porque no vería nunca más a su amigo y por el otro contento de estar de vuelta en su hogar.

EL GATOFANTEEstéfano Puiu

Una vez, había una enorme granja. Era linda y silenciosa. Allí vivían muchos animales. Había un gato que era muy malo y siempre perseguía a todos los ratones. Un día vio un ratón en frente del galpón de la granja y fue a perseguirlo. Lo corrió por todos lados y lo atrapó. Puso al pequeño en una caja y lo llevó al bosque para matarlo. El ratón asustado lo maldijo y lo amenazó con transformarlo en un elefante y levantando las manos dijo: “Misá, musca, te convertirás en un elefante”. De repente, el sol se apagó, el cielo empezó a tronar y se largó una lluvia que provocó una inundación. Entonces el gato empezó a engordar, a crecer y su pelo comenzó a caer. Una trompa muy larga y gris salió de su pequeño hocico. Sus orejas crecieron cayendo sobre su cara. Efectivamente, el gato se había transformado en un elefante. Con su nuevo cuerpo empezó a moverse lentamente pero cuando vio al ratón, se lanzó a correr. El ratón lo alcanzó y dio muchas vueltas alrededor de él. El elefante, de tanto correr, se mareó y se cayó al piso, rompiéndolo. El enorme animal se lastimó la cola y lloró. El ratón sintió pena por él y decidió hacer un trato. Después, le devolvería su forma. El trato era que él, siendo nuevamente gato, no perseguiría más ratones en su vida. El elefante le prometió que en adelante, sólo comería pescado. El ratón dijo las palabras mágicas y el cielo cambió de color. El elefante comenzó a achicarse. La trompa se transformó en hocico, sus orejas se volvieron más pequeñas y su cuerpo se cubrió de pelos. El gato se sintió muy agradecido con el ratón y de ahí en más, no comió más ratones.

EL LEÓN QUE QUERÍA ESCAPARLucio Francisco Raggio

Había una vez un león llamado Homero que vivía en la selva de África. Era muy curioso y le gustaba viajar para conocer el mundo. Un día decidió irse de su selva para ver si las otras eran iguales. Caminó hasta llegar a orillas del mar. Encontró un barco abandonado y se subió, como no se hundió, comenzó su viaje. Durante varios días, navegó por el Océano Atlántico, hasta llegar al Río Paraná. Allí ancló y descendió a la tierra. Caminó hasta llegar a la selva de Misiones y mientras estaba caminando, escuchó un ruido.

Sintió miedo. Vio que era un cazador y de repente, quedó atrapado en una red especial. Homero mordía las sogas para romperlas y se movía para escapar, pero la red era muy fuerte. El cazador lo arrastró hasta un camión y lo llevó al zoológico. Metió al león en una jaula y le dio comida. A la mañana siguiente cuando Homero se levantó, se encontró con muchas personas mirándolo. Se sintió admirado y comenzó a hacer piruetas para que los chiquitos se sintieran felices. Pasaron unos días y el león comenzó a extrañar la selva, los ruidos de los pájaros, sus amigos y la libertad. Entonces trató de romper las rejas pero no pudo. Se puso muy triste, no hacía más trucos y no quería comer, se sentía enfermo. El cuidador sintió lástima y lo llevó a la selva a escondidas. Cuando Homero llegó se puso muy contento. Rugió de felicidad y fue rápido a buscar a sus amigos. UNA CARRERA POR EL AMIGOLucas José Serra

Hace muchísimos años existieron un puma y un quirquincho. Ellos vivían en un monte con mucha vegetación, hojas de muchos colores y muchos animales. Todos los días decían: “Yo voy a ir a dormir a la casa de mi mejor amigo, el tatú Matías”.

Los dos querían ir a su casa porque tenía muchos juegos. Como ellos deseaban lo mismo y la casa del tatú era chiquita, decidieron hacer una gran competencia. El que ganaba, iría a dormir con el tatú todos los días. Durante la carrera, el quirquincho empujó al puma, quien se cayó al agua mojándose mucho. Entonces le salió una furia tremenda por todas partes. ¡El puma estaba todo colorado! Enojado, empujó al quirquincho al agua y comenzaron a pelearse. La competencia quedó suspendida por la pelea. Como el tatú quería ayudarlos, les dijo que se turnaran para ir a su casa. El puma y el quirquincho aceptaron la idea. Los dos se amigaron y se fueron contentos de la mano. A partir de ese día se turnaron para ir a la casa de su amigo, jugaron mucho y se divirtieron.

CAMBIO DE VIDAJusto Serra

Hace mucho tiempo, en la cima de una montaña muy alta, vivía un águila. Ella tenía plumas muy negras, un pico grande y filoso. ¡Y era mala! Un día una serpiente se arrastraba por esa zona. El águila la vio desde el cielo y planeó hasta llegar cerca de ella. La serpiente se dio cuenta de que la iban a comer y se arrastró rápidamente hacia un montón de rocas. El pájaro se acercó y ella quedó acorralada, sin salida. Cerró los ojos deseando que pasara algo que cambiara las cosas y de repente, el águila se convirtió en serpiente y la serpiente en águila. Ahora, el águila quería comerse a la serpiente pero ésta se arrastró a toda velocidad y pudo escapar. A la serpiente le gustó ser águila al principio, después no. No podía cazar a sus presas con facilidad y cuando se acercaba a su verdadera familia, ellos se asustaban. Ella quería demostrarles que era la serpiente pero no encontraba la forma. Pensó mucho en cómo volver a ser la de antes hasta que un día se le ocurrió una idea. Alcanzó a la serpiente y le hizo lo mismo que le había hecho ella. La acorraló y entonces, la serpiente cerró los ojos del susto. Sonó un trueno, hubo tormenta y cambiaron de vida. Así fue como la serpiente volvió a ser serpiente y el águila, un ave rapaz.

UN MAL CHISTE

Nicolás Sosa Reboyras

En un pueblo llamado Gualeguay, que quedaba en Argentina, había un grupo de ocho chicos que tenían doce años. Siempre pasaban por una casa abandonada después de salir del colegio. Todas las veces que pasaban por ahí, escuchaban ventanas que se abrían y se cerraban continuamente. Un día se reunieron para inspeccionar la casa. Los chicos prepararon linternas, cascos, chaquetas, sogas y un botiquín. Al entrar, se encontraron con fotos viejas y telas de araña por todos lados. Cuando fueron al piso de arriba, aparecieron arañas que rápidamente subieron por sus piernas. Los chicos asustados, empezaron a correr hacía la puerta. Al salir de la casa, se encontraron con que faltaba uno de ellos. Los chicos estaban muy preocupados y a pesar del miedo que tenían, decidieron entrar a la casa nuevamente para buscarlo. Uno de ellos tuvo una idea: separarse en dos grupos. Unos revisarían el piso de abajo y los demás el piso de arriba. Los chicos buscaron por debajo de las camas, detrás de las puertas, ¡hasta dentro de la bañadera! Pero solo se encontraron con telas de araña y con cuadros viejos. Los amigos salieron de la casa tristes y preocupados por su amigo desaparecido. Entonces decidieron hacer una última búsqueda. Creían que faltaban algunos lugares por revisar. Uno de los chicos escuchó un grito dentro de un cuarto y fue a ver qué sucedía. Buscó por todos lados, abrió el ropero y algo saltó encima de él. ¡Qué susto! Cuando pudo reponerse, vio que era su amigo que se estaba riendo muy divertido. Los chicos no estaban contentos, se habían preocupado mucho y el chiste no les había gustado. Al día siguiente, olvidaron la mala broma. Estaban tranquilos porque estaban todos y decidieron hacer un pic-nic. Pero esta vez lo hicieron lejos de la casa abandonada.

REGRESO A CASAMarcos Tarasido

Los monos se escaparon del zoológico de la ciudad y llegaron a un bosque. Algunos tuvieron miedo de vivir en libertad y después de discutir con los que se querían quedar, fueron a la ruta para pedir transporte. Caminaron mucho hasta llegar a la ruta. Pasaron autos, camiones y nada… Todavía seguían allí cuando luego de un buen rato un camionero frenó al verlos porque nunca había visto un grupo de monos. Los agarró uno por uno para llevárselos a su casa. Los monos chillaban de alegría pensando que se iban al zoológico. Al final del viaje creyeron que habían llegado pero pronto dejaron de sonreír y se pusieron tristes. El hombre los encerró en una jaula y les dio de comer. Ellos se querían ir. Aquellas jaulas eran tan chiquitas que solo entraba un mono. No podían saltar, treparse en los barrotes ni jugar con los otros monos. No había escapatoria. Empezaron a quejarse y de tanto sacudir las jaulas se cayeron. Las jaulas se rompieron y los monos salieron corriendo. No querían detenerse. Después de un rato se sentían muy cansados pero ya estaban lejos. Descansaron un rato y siguieron caminando por una ruta. De tanto caminar llegaron donde querían, abrieron la jaula y se quedaron allí, en su casa, el zoológico.

MONOS DE FIESTARafael Nicolás Trozzo

Los monos escaparon de su jaula y luego de viajar un largo trecho llegaron a un bosque. Como siempre habían vivido en el zoológico debieron enfrentar el hecho de tener que arreglárselas sin ayuda en un mundo que sólo uno de ellos conocía. No todos aceptaron el desafío. Se enfrentaron dos grupos: uno liderado por Babú y otro por un mono más joven y de mayor tamaño que él. El primer grupo optó por la vida en libertad y el segundo por la seguridad de la jaula. Los que quisieron regresar al zoológico se fueron a la ruta. Tardaron mucho tiempo en conseguir transporte y lo consiguieron de la siguiente forma: se escondieron atrás de un árbol, luego dejaron pasar a un camión, lo corrieron y después se treparon a la parte de atrás del vehículo. Tardaron unas horas en llegar a un destino, que lamentablemente no era el suyo. Cuando el conductor paró lo hizo en un garaje porque tenía que descargar el equipo de sonido par una fiesta. ¡Qué era de políticos! Cuando los monos bajaron, quedaron sorprendidos. Los vieron a Néstor y Cristina Kirschner, a Scioli, a Macri, a Michetti, a Tellerman y a Olivera. Los monos entraron a la fiesta, empezaron a bailar, a comer y a hacer cualquier tipo de cosas divertidas. A todos les dio mucho miedo y risa. Miedo porque algunos monos son peligrosos y risa, porque es gracioso que un mono entre a una fiesta. Con el paso de los minutos se dieron cuenta de que no eran peligrosos, así que esperaron a que terminara la fiesta y los llevaron al zoológico.

SE VIENE LA INMENSA BOLA MARRÓNElina Blaquier

Babú, Pulguita y los demás monos que se quedaron en el bosque escuchaban que venían los perros salvajes. Entonces todos buscaron uno de esos árboles con piñas para atacar a los perros tirándoselas. No veían ningún pino y los ladridos se escuchaban cada vez más cerca. Por suerte Pulguita encontró uno y rápidamente se treparon todos. Los monos estaban tan asustados que no se dieron cuenta de que el árbol no era tan fuerte como para resistir el peso de todos ellos.

Cuando los perros salvajes llegaron al pie de ese árbol, intentaron trepar y los monos los empezaron a atacar embocándoles piñas. Los perros estaban furiosos. De tanto mover el árbol, la rama en la que estaba Pulguita se quebró y el monito cayó al suelo. Los perros fueron derecho a comérselo.

Los otros monos tuvieron que hacer algo urgente para salvarse porque el ataque con piñas ya no servía. Babú gritó: "¡Abajo! Y todos los monos saltaron gritando "¡Aaaa!" mientras pensaban en el dolor que sentirían al chocar contra el suelo.

Los perros, al ver que se les venía la inmensa bola marrón, huyeron. Afortunadamente a Pulguita no le pasó nada. Solo algunos monos tuvieron chichones pero todos estaban felices.

LOS COLORES DE LAURADelfina Boccardo Martearena

Laura tiene ocho años y un enorme don para pintar. A la noche, cuando ella duerme, sueña con colores, los combina y juega con ellos hasta que se los imagina de una manera que le parece perfecta. Entonces se quiere despertar para pintar esa imagen en una tela y así tenerla para siempre.

Lamentablemente sus padres no la comprenden y cuando la descubren pintando de noche, la retan. No es que sean malos pero quieren que ella descanse

para poder cumplir con sus obligaciones: ir a la escuela, hacer la tarea, ordenar su habitación y todo lo que tiene que hacer. Si Laura pudiera, elegiría pintar todas las horas del día.

Una noche se despertó para pintar la imagen de colores más bella que había soñado en su vida. Su padre la vio y le ordenó que se durmiera. Laura estaba muy triste porque tenía miedo de olvidar esa imagen y al día siguiente no poder pintarla.

Estando en la cama no podía dormirse de la tristeza, cuando se le apareció un bellísima mujer que le quitó la angustia prometiéndole proteger todas sus imágenes y asegurándole que serían inagotables.

Al despertar, Laura estaba feliz. Al regresar de la escuela fue ansiosa a su cuarto para pintar la bellísima imagen de su sueño, pero en el momento de preparar los colores se dio cuenta de que no la recordaba. Una profunda tristeza le hizo pensar que la bella protectora de su arte no era real.

Más tarde, el padre al verla triste la llevó al museo de Bellas Artes. Fue allí, en el salón de estatuas griegas, que vio a la hermosa mujer del sueño. A los pies de la estatua decía: "Artemisa, protectora de las artes". Ahora sí, Laura está segura de que su imaginación será inagotable y su arte la haría feliz.

LA ANACONDA ASESINAMercedes Cabral

Dos hermanos, llamados Lucas y Rodrigo, soñaban con ser exploradores.Unas vacaciones fueron a Misiones con su mamá y aprovecharon esa gran

oportunidad para explorar la selva misionera. Estaban muy entusiasmados pero su madre no quería que fueran allí porque había anacondas asesinas.

Un día en que su mamá había ido a visitar a una amiga, los chicos partieron hacia la selva. Cuando llegaron, estaban felices. Nada les daba miedo aunque los insectos les dejaban unas enormes ronchas coloradas y miles de culebras caminaban por alrededor.

Fascinados iban mirando todo el bicherío que los rodeaba cuando les llamó la atención un árbol de tronco verde. Se acercaron para tocarlo. Nunca habían visto un tronco que se moviera y de color tan brillante. Miraron hacia arriba para ver su copa. ¡Era altísimo! Pero Lucas pudo distinguir donde terminaba y descubrió que el final del “tronco” no había exactamente una copa sino una gran cabeza de la que salía una asquerosa lengua roja. Los chicos se miraron y sin poder decirse una palabra supieron que querían hacer lo mismo: salir corriendo. Por suerte huyeron en la misma dirección.

Ya alejados de la selva y cansados de correr, pasaron por la casa de un amigo. Conmovidos le contaron lo que les había pasado. Este amigo muy conocedor de la selva le dijo que habían tocado a la mismísima anaconda asesina.

Antes de que anochezca regresaron a su casa. Cuando llegaron vieron que la mamá estaba ahí y quisieron entrar sin hacer ruido pero la puerta maulló como un gato. Entonces apareció la mamá muy enojada. ¡Esas no eran horas de llegar! Una y otra vez les preguntaba dónde habían estado pero ellos no respondían.

Más tarde en el noticiero la mamá vio que dos chicos habían descubierto a la anaconda asesina escondida entre los árboles. Enseguida llamó a los chicos para que lo vieran. Mientras, los chicos decían: "¡Qué genios esos chicos!" "¡Qué valientes!", la mamá empezó a notar que sus hijos tenían la ropa llena de barro y ronchas en la piel. No quiso pensar más en lo que se estaba imaginando.

UN AMOR DE YACARÉCandelaria Cazenave

El yacaré estaba enamorado de la iguana pero ella no. Todas las mañanas él iba a su cueva y le dejaba una carta para conquistarla. Siempre escribía: "Yo te quiero

mucho iguanita de mi corazón". La iguanita, en cambio, tiraba las cartas al río porque no le importaban.

Un día mientras ella tomaba sol, apareció el malvado zorro. La iguana no quería soltar su cola porque era muy coqueta pero si no lo hacía el zorro podía comérsela toda entera. Por eso decidió soltar su querida cola para entretener al zorro y mientras tanto escapar. Por suerte apareció el yacaré y en cuanto abrió su enorme bocota, el zorro huyó asustado.

La iguana le agradeció mucho su ayuda y el yacaré le dijo que de ninguna manera iba a permitir que ella se quedara sin cola. La iguana pensó que él era muy valiente y amable. Desde entonces empezó a pasar más tiempo con él hasta que… ¡se enamoró!

EL INMENSO BEBÉMerceditas Juri

Lucas y Rodrigo eran dos primos muy aventureros. Una tarde se enteraron por el noticiero de que una anaconda se había comido a tres guarda parques en la selva misionera. Entonces, decidieron arriesgarse, ir a explorar esa selva y sacarle fotos a la anaconda.

Cuando llegaron, vieron a muchos animales: aves, viboritas, yacarés hasta que encontraron a la impresionante víbora asesina y salieron corriendo. El animal inmenso tenía unos pequeños ojos rojos y una gran boca de la que salía una horrible lengua.

Ellos corrían lo más rápido posible pero la anaconda los alcanzó porque era muy larga. Creyendo que iban a morir, se abrazaron y la anaconda se enroscó alrededor de su cuerpo. Apretujados por la serpiente, pensaron que había llegado el fin, pero entonces notaron que la gran víbora no hacía fuerza. Sólo los acariciaba con su larguísimo y patinoso cuerpo.

La víbora les hizo mimos frotando sus cachetes en las caritas de los chicos. Como era tan cariñosa pensaron que sería una anaconda bebé. Así le perdieron el miedo y le hicieron cosquillas, logrando desenroscarse. Luego, la anaconda se fue tranquilamente y ellos regresaron a su casa para contar esa gran aventura.

BABÚ Y SUS HISTORIASSol López del Carril

Babú y los otros monos estaban ahí en el bosque. De repente vino un perro con toda su pandilla. Los perros se querían trepar a los árboles pero no podían. Intentaron hasta que se hartaron y entonces se fueron a tomar agua y a refrescarse un poquito para después volver a escalar. Al final lo lograron.

Uno a uno los perros empezaron a trepar por las ramas. Los monos estaban terriblemente asustados. No les quedaba otra opción que subir más y más alto pero los perros los seguían. Entonces los monos se fueron a otro árbol. Y empezaron a bajar. ¡Los perros también bajaron!. Los monos corrieron hasta el arroyo y empezaron a tirarles agua a los perros para defenderse, pero no se animaban a meterse porque no sabían nadar. Lo grave era que los perros ya estaban muy cerca y no les quedó otra opción que zambullirse.

Durante los segundos que estuvieron en el agua, los monos sintieron un terrible miedo porque ninguno de ellos sabía nadar y pensaron que seguramente se ahogarían. Pero al caer al agua descubrieron que no era casi nada profundo y todos hacían pie menos Pulguita. Eso no fue problema porque Babú enseguida lo abrazó y lo sostuvo todo el tiempo. Los monos cruzaron a pie el arroyo y llegaron al bosque del otro lado.

Los salvajes perros nunca se animaron a meterse al agua. Ladraron hasta cansarse y después se fueron. Una vez más le ganaron a los perros. Ahora sabían que estos animales salvajes le tenían miedo al agua y también descubrieron que en

esa parte del arroyo todos hacían pie, menos Pulguita, y se podían refrescar cuando tuvieran calor.

UN GRAN DESCUBRIMIENTOClara Martin Valerga

Babú y los otros monos estaban en el bosque y empezaron a escuchar ruidos. ¡Eran los perros salvajes! Los monos al principio se asustaron pero después se subieron a los árboles porque sabían que los perros no podían treparse. Una vez que todos estaban arriba empezaron a tirarles con piñas como le habían hecho en la última batalla pero ¡qué problemón! ¡En estos árboles no había piñas!

Los monos empezaron a desesperarse. Si no los atacaban enseguida, los perros seguirían intentando subir y tal vez con el tiempo lo lograrían. Entonces pensaron cambiarse de árbol. Miraron a su alrededor y descubrieron que en un árbol próximo había unas pelotas verdes. Todos lograron llegar a él gracias a sus largos brazos y colas. De ahí comenzaron el ataque: arrancaron las pelotas y se las tiraron en las cabezas. Como era bastante duras a los perros les dolían los golpes y se fueron aullando. Una vez despejado el campo de batalla, bajaron del árbol.

Un mono bebé agarró del suelo una de las pelotas que se había partido. La mamá al verlo se asustó mucho por miedo a que fuera venenosa la probó. ¡Qué sorpresa! ¡Era deliciosa!. Dulce como una banana pero más jugosa. La mordió, la masticó y comprobó que le sacaba el hambre. Enseguida se lo mostró a los demás monos. Habían descubierto un exquisito alimento para festejar que habían vencido nuevamente a los perros.

LA GRAN IDEA DEL ZORROJuana María Oyenard

Hacía casi un año entero que en el monte no llovía. Los animales estaban desesperados de sed, las plantas a punto de marchitarse y todo estaba seco. Un día el inteligentísimo zorro tuvo una brillante idea: ponerse todos los animales del bosque sobre los hombros, uno encima de otro, hasta llegar a una nube y pincharla para que lloviera. A los animales les pareció genial y todos quisieron colaborar. Sólo tenían un problema: necesitaban algo muy grande y puntiagudo para perforar la nube. Luego de mucho pensar, el yacaré encontró la solución. Utilizarían los tres dientes que se le habían caído para hacer un tenedor gigante. El puma también aportó dos dientes muy filosos.

Un grupo de monos se encargo de hacerlo. Usaron los cinco dientes, ramas gruesas y jugos de distintas plantas que sirvieron de pegamento. Cuando terminaron de fabricar el tenedor, se juntaron todos los animales del bosque para hacer la torre. Desde el caracol hasta el puma. ¡Eran muchísimos!

Los dos yacarés más grandotes sirvieron de base para sostenerla. Arriba de todo quedó el caracol. Juntos hacían fuerza para levantar el tenedor y dar los pinchazos. Al tercero, la nube ¡explotó! Empezó a diluviar. Parecían una catarata desde el cielo. Los animales festejaban, chapoteaban y se salpicaban. El monte estaba embarrado pero feliz.

DON JUAN, UN PELIGRO DURMIENDOAmparo Romero

En el pueblo de Realicó, todos los 24 de agosto se realiza una gran fiesta. Cada año le toca a un poblador organizarla: buscar el lugar, la comida y la música.

Esta vez le toco a Doña Flora, una excelente cocinera. Todo sería perfecto porque ella tenía todo bajo control y la comida sería exquisita. Nadie quería perderse

el festejo. El único que estaba un poco triste era Don Juan porque a él le tocaría preparar la fiesta el año próximo y no podría ni parecerse a la gran fiesta de este año.

Esta tarde del 24 Juan durmió una profunda siesta y soñó con todo lo que tendría que realizar para el evento. Llegó la noche y el seguía durmiendo. Todo el pueblo estaba festejando. Mientras tanto, Juan soñaba preocupado por la comida para el año siguiente y se levanto para conseguirla.

Buscando comida Don Juan llegó a la fiesta y estando medio dormido lo primero que hizo fue apagar la luz que le molestaba. Luego con sus brazos estirados tanteando todo lo que se le cruzaba en el camino llegó a la mesa y se llevó todas las empanadas. Los invitados asustados se abrazaban en la oscuridad. Don Juan muy tranquilo se fue a su cama.

Doña Flora encendió la luz y vio que faltaba comida. Nadie lo podía explicar. Entonces contrataron a un investigador privado. El excelente profesional preguntando lo importante supo que Don Juan era el único ausente y lo fue a buscar. En su casa Don Juan estaba encantado de recibir un investigador justamente por que necesitaba explicarse que hacían tantas empanadas en su heladera.

Gracias al detective se reconstruyeron los hechos y se descubrió que Don Juan era sonámbulo. EL GRAN REENCUENTROJuana Zubeldía

Un cuidador del zoológico resbaló al pisar la cáscara de una banana y cayó al suelo. Sin que se diera cuenta, la puerta de la jaula quedó abierta y entonces Babú salió corriendo. Tenia que aprovechar la oportunidad para escapar del zoológico pero solo Pulguita lo siguió inmediatamente porque el resto de los monos no sabían si querían vivir esa aventura. Mientras el viejo cuidador se recuperaba, uno a uno los monos fueron detrás de Babú porque era el jefe y tenían que seguirlo hasta el camión.

El dueño del zoo estaba enojadísimo con el cuidador por haber dejado escapar a los monos y lo echó. El viejo cuidador estaba triste porque él quería mucho a los monos y nunca los había descuidado. Cuando se fue, se llevó un montón de cosas de los monos: juguetes, mantas y algunas bananas. Mientras viajaba hacia su casa por la ruta, se le ocurrió ir al bosque a buscar a los monos.

Cuando detuvo el camión, los monos estaban caminando por la ruta en busca de algún humano que los llevara al zoológico. Ahí fue cuando vieron el camión detenido y se subieron. Escondidos en la parte de atrás opinaron cómo tendrían que hacer para convencer al conductor de que los llevara al zoo. Mientras hablaban de eso, una persona abrió la lona del camión. Los monos se quedaron sin aire del miedo pero recuperaron uno a uno la respiración al reconocer al viejo cuidador. Él también estaba feliz. Enseguida les dio a los monos todos sus objetos queridos y un cariñoso abrazo. Todos se rieron y regresaron al zoo.

Al verlos llegar, el dueño se puso muy contento y le devolvió el trabajo al cuidador.

CUARTO GRADO

MATIZANDO HISTORIAS

Un aprendiz de escritor descubre que a través de las palabras es posible llegar a transmitir sentimientos, viajar a lugares fantásticos, conocer personajes maravillosos, enamorarse de las historias contadas y hasta compartir aventuras con ellos, dejando volar la imaginación. También aprende que puede trasladar al lector en el tiempo.

Esto requiere de una enorme tarea de releer y recontar la misma historia hasta llegar a la última versión, la más pulida, aquella en la que realmente sentimos que el

lector puede comprender lo que quisimos contar. Para lograr esa meta, igual que un pintor da pincelada tras pincelada sobre una tela, los chicos de cuarto escribieron y reescribieron sobre las hojas en blanco hasta transformar los renglones vacíos en un cuento.

Hoy saben que deben continuar trabajando para que estas producciones, frutos de todo un año de esfuerzo, no queden confinadas a estas páginas sino que sean un umbral a superar.

A lo largo de este año, los alumnos de cuarto se transformaron día a día en escritores concientes, descubrieron que debían moldear sus textos siempre pensando en aquel lector que los iría a leer, pero sobre todo aprendieron que para escribir es necesario abrir las puertas de la fantasía a los otros y dejarlos ser parte de ese pequeño gran viaje que se construye a fuerza de imaginación.

Sean muy bienvenidos a ese mundo…

Patricia Barreira y Cecilia Stagnaro Maestras de Cuarto Grado

POESÍA EN RON DE BUSCANDO EL AMORNicolás Abraham Luján

Corazones confundidosa esta historia la llamaron.Comenzó cuando Guli y Carmela desde su provincia volaron.

Cuando llegaron a Ezeiza,sus valijas buscaron.Tenían lunares pintadosy pronto las encontraron.

Cuando al hotel llegaronen sus valijas hallaroncada uno lo del otro,y esto los volvió locos.

Buscaron y buscaron,pero su valija no encontraron.Por la ventana se mirarony sin saberlo conversaron.

En medio de la nocheun ratón hizo su aparición.Guli y Carmela no pudieron atraparloporque el roedor se refugió.

Para sacar al ratón,habían abierto las valijas.Al verse con tacones y sopapas,descubrieron la confusión de sus valijas.

AL RESCATE DE LAS VARITAS MÁGICASMatías Blaquier

Había un mago llamado Tratún que era muy bueno y sus amigos siempre confiaban en él. Tratún nunca hacía maldades, siempre hacía el bien .Todos los días llevaba su varita mágica en la caja mágica que guardaba en su bolsillo. Un día tuvo un problema: la varita mágica que le había regalado un mago amigo, comenzó a funcionar mal. Él pedía: pedía que apareciera un soldado y aparecía un sol y un dado, pedía un conejo y aparecía un colegio. Cansado de estas confusiones, rompió la varita y se fue a dormir. A la mañana siguiente, cuando se despertó, se encontró en un lugar lleno de varitas mágicas, y con un señor llamado Juclá. Era un reparador de varitas, las arreglaba y luego las guardaba hasta que alguien la reclamaba. Ese día cuando Tratún llegó en busca de una varita, Juclá ya la había probado y todo funcionaba bien. Entonces salió de su casa rodeada de árboles para probarla en el bosque. Empezó pidiendo una moto y aparecieron las ruedas.

Mmm…- dijo- Esto no funciona. Ahora pediré un gran plato de comida. ¡Pim, pam, pum! Y de pronto, apareció la hermosa Blancanieves que viendo la

desesperación del mago salió de su cuento con una bandeja vacía. Al ver que nada funcionaba, pidió un juguete y apareció un boomerang

perseguidor de varitas mágicas. Tratún, con una habilidad que él no creía tener, tiró el

boomerang y de pronto se encontró con una pila alta como un castillo de varitas mágicas. Las miró. No sabía qué hacía ese boomerang, pero finalmente llegó a sus manos nuevamente. Otra vez dudó. No sabía si probar una por una o dedicarse a ese boomerang que mágicamente había llegado a sus manos. Sintió que el boomerang era suyo. Miró con tristeza y melancolía la montaña de varitas y partió pensando que se dedicaría a esa nueva habilidad que desconocía. A partir de ese momento, se ocuparía de amaestrar el boomerang para rescatar todos los elementos mágicos que perdían los demás magos. LAS NUBES PELEADORASJavier Caeiro

Un día, a la hora de la siesta, mientras todos dormían, decidí salir al medio de mi campo y tirarme en el pasto a mirar el cielo. Hacía mucho calor. De pronto recordé a mis amigos del colegio, los recreos y las clases en el laboratorio, pero la que me vino a la memoria fue la clase del "ciclo del agua" y miré la forma de las nubes. En lugar de eso vi serpientes amigables, tatúes, elefantes, jirafas y monos. Fui descubriendo sus patas, sus ojos, sus movimientos lentos. Del otro lado se acercaban nubes negras y amenazantes. En ellas descubrí ogros malignos, dragones, centauros, rinocerontes y toros que se acercaban. Los monstruos enojados y furiosos tiraban rayos de fuego.

Los truenos anticipaban la tormenta. El viento soplaba cada vez más fuerte. Sentí un poco de miedo pero noté que mis amigas blancas se iban esfumando como escapando de esos malos que querían conquistar el cielo. El viento soplaba cada vez más fuerte. Los ogros y monstruos avanzaban cada vez más rápido, gruñían ferozmente. Yo me sentía muy lejos pero las quería ayudar. Hacía cada vez más frío y el viento ya no se toleraba. Las nubes blancas desaparecieron y los malos invadieron el cielo. Entré en la casa y traté de rescatar en un dibujo cada una de las nubes blancas que había visto.

CUATIMALA, EL DUEÑO DEL MARJosé Ignacio Cardoso

Dicen los tehuelches que hace millones de años en el océano Atlántico ocurrían muchas aventuras. En el mar habían peces payasos, peces globo, peces martillos, cangrejos, tiburones y peces espada. En el fondo del mar había montañas sumergidas donde crecían algas y vivían los peces. No solo en las montañas crecían algas sino que también en el piso del mar y en las cavernas.

Un día Cuatimala, un pez espada que vivía en una caverna, se adueñó del sonido del mar y dijo que era suyo.

Un pez cacique contrario escuchó sus palabras y le declaró la guerra. Era sabido que iban a morir muchos peces de los dos ejércitos e iba a suceder una masacre. El ejército contrario traía muchos animales del mar que podían devorarse a los peces muy fácilmente.

La batalla comenzó y Cuatimala al ver que eran muchos los adversarios, le pidió a otras tribus amigas de la región que los ayudaran. Llegaron miles de peces espada que lucharon junto a la tribu del valiente Cuatimala. Los malvados, al ver que estaban perdiendo, se alejaron del campo de batalla.

Cuatimala y su pueblo ganaron y se quedaron con el sonido del mar. A partir de ese momento, lo guardaron dentro de los caparazones de los caracoles para que ningún pez lo pudiera robar.

Desde ese momento cada vez que alguien pone un caparazón en su oreja, puede escuchar ese sonido.

PABLO, LA SIRENA Y UN MONTÓN DE PROBLEMASMarcos Fernández Berisso

Un día muy soleado, un hombre llamado Pablo, que era un gran pescador, pescaba en su canoa. El agua parecía muy tranquila y el sol brillaba mucho. Algo muy fuerte tiró de la línea pero Pablo sostuvo más fuerte su caña y lo pudo sacar.

El pescador no podía creer lo que había ensartado en el anzuelo: era una sirena muy linda, con brillos en su cola y el cabello muy largo. Su voz era encantadora.

Los dos se miraron cara a cara. A Pablo le gustó la sirena y la sirena gustó del pescador. Éste le preguntó si iría a su casa y ella le dijo que sí, pero había un problema: la sirena vivía en el agua y no podía estar fuera de ella más que unos minutos. No querían despedirse, entonces pensaron un plan: que Pablo comprase una pileta grande donde la sirena pudiera estar, y así se podrían verse continuamente. Al principio se sintieron felices, Pablo entraba a la pileta casi todo el día y disfrutaban de las tardes de sol y calor. Pero llegó el invierno y Pablo sentía mucho frío de meterse en el agua, entonces la miraba y charlaba desde afuera. Ella se sentía cada vez más sola, presa entre las cuatro paredes de la pileta, sin amigos, sin nadie con quién compartir los momentos del día. Empezó a extrañar a sus amigos del mar, empezó a sentirse triste y a llorar sin consuelo porque también amaba a Pablo pero se daba cuenta de que era imposible seguir así. Pablo comprendió que ella estaba cada día más triste y decidió hablarle. La sirena le confesó que extrañaba cada rincón del mar, el sonido de las olas, su cama de corales…él la escuchó atentamente mirando sus grandes ojos azules y con lágrimas en los ojos la llevó a las profundidades del mar y la dejó partir.

CONFUSIÓN ENTRE VALIJASMartín González Chuburu

Corazones confundidosa esta historia llamaron.Cuando Guli y Carmelade su provincia volaron.

Guli era plomerolimpia todo el día,era un joven más que buenoy siempre estaba con pilas.

Carmela también era joven,bella y además limpita.Bailaba todo el tiempoy le encantaba el flamenco.

Llegaron al hotel,cada uno por su lado,abrieron las valijaspero sus cosas no encontraron.

Carmela vio materialesque eran de plomería,

y al no encontrar sus cosasse puso súper nerviosa.

Cuando Guli abrió la valijaencontró un trajecito rosa.Era de una bailarina y dijo:¡Hoy no es mi día!

Carmela lo vio con tacos,y Guli la vio con sopapa.Se mostraron las valijasy se murieron de risa.

Entre risa y risa,muy pronto se enamorarony entre sopapas y zapatos,esta historia culminaron.

LOS CARACOLES EN GUERRASantiago Juárez

Hace muchísimos siglos, los pampas contaron que los tiburones enfurecieron con el ruido del mar, a diferencia de los caracoles, a quienes ese sonido les encantaba porque los ponía de buen humor.

Un día los tiburones se pelearon con los caracoles y discutieron largamente para decidir si el ruido se quedaría o se iría. Luego de varias horas, los tiburones los intimaron: "Bueno, el ruido se va!, o se lo quedan ustedes en sus caparazones para siempre. De no ser así, los comeremos hasta que se extingan!".

Los caracoles prometieron guardar el sonido pero tiempo después, un caracol murió y el sonido regresó al mar. Cuando los tiburones lo oyeron, enfurecieron y empezaron a comerse a los caracoles. Entonces éstos decidieron luchar contra ellos y les mandaron una carta que decía dónde encontrarse. Ésta decía lo siguiente:

Sres. tiburones: Los retamos a una guerra, donde nos enfrentaremos será en la costa de la provincia de Chubut. ¡Allí, los venceremos! Los caracoles

Los tiburones, enojados, comunicaron esta amenaza a todos los de su misma especie. Todos los tiburones del mundo fueron a Chubut. Comenzó la guerra y los Pampas estuvieron del lado de los caracoles. Empezaron a matar a los tiburones asesinos. Así, los caracoles ganaron con la ayuda de los humanos. Ellos les debían algo por su ayuda. Finalmente los caracoles pensaron que para no molestar a los tiburones y agradecerles a los humanos, les darían un hermoso regalo. Por eso, cada vez que muere un caracol, los demás lo empujan a la orilla y si lo colocamos en el oído se podemos disfrutar del bello sonido del mar.

UN AMOR ENTRE VALIJASMartín Lanusse

Corazones confundidosa esta historia la llamaron

cuando Guli y Carmela desde su provincia volaron.

Carmela y Guli viajaronhasta que a Buenos Aires llegaron.Y aunque con tiempo embarcaron,ellos se desencontraron.

Las valijas eran tan iguales que Carmela le pintó lunares.Descubrió la suya rápidamente¡Qué suerte que tuvo esa idea brillante!

Entonces la valija abrióy cuando la vio, se desmayó.¿Lo que allí descubrió?¡Cosas de plomero son!

Guli también tuvo la genial ideade pintar lunares en su maleta.Y cuando la abrió, él también casi se infartó.

Esta historia se acabócuando cada uno su valija recuperó.Y entre valijas a lunares,una historia de amor comenzó.

CASI UN NIÑO COMO YOFelipe León

Un día cuando volvía del colegio encontré en la puerta de mi casa una caja. Estaba tan sorprendido que la abrí inmediatamente. ¡No lo podía creer! En ella había un chico igual a mí.

¿Será un clon mío?-me pregunté. Sin dudarlo decidí llamarlo Felipe, igual que yo. Lo saqué de la caja y traté de despertarlo. Cuando él abrió los ojos, me miró asustado. Los dos dijimos a la vez: - ¡Que susto que me pegaste!

Yo le dije: - Mi nombre es Felipe y vos sos un clon mío. Mientras caminábamos rumbo a mi casa, se me ocurrió una idea brillante que me podría ser muy útil. Pensé: si él hace mi vida, yo voy a poder ser libre y hacer lo que quiera. Entonces le dije que él iba a ocupar mi lugar y le expliqué minuciosamente cómo tenía que actuar. Desde ese momento mi plan se puso en marcha. Cuando llegamos a mi casa, me escondí y él empezó a actuar como yo. Como todos los días, mi mamá dijo:

- ¡Hace la tarea! Él fue muy obediente y la hizo toda. Mis papás estaban muy orgullosos y por

eso decidieron comprarme una bicicleta para que pudiera ir y volver de la escuela. Todo marchaba sobre ruedas, yo estaba divirtiéndome muchísimo. Iba a lugares muy divertidos: al Parque de la Costa, a la pileta, a andar en rollers, y a jugar al fútbol. Pero un día me di cuenta de que el clon se había vuelto malo. Les pegaba a mis compañeros, no obedecía, no hacía las tareas…en fin…no era lo que yo había pensado. Era malo. Entonces decidí ponerlo nuevamente en su caja, empaquetarlo y mandarlo en un barco a una isla que ni yo conocía. Desde entonces, todo el mundo volvió a reconocer al verdadero Felipe.

NOVEDADES PARA APRENDERJuan Cruz Llambías

Una poesía voy a escribir para poder compartir.En La Nación y el Clarínmuchas noticias descubrí.

En Estados Unidos un puente cayóy muchas críticas ese lío desató.La gente que hoy siente mucha tristezase divertirá mañana con juegos de mesa.

Nalbandian eliminado ya fuederrotado por Noyá.Felices están los españoles festejando con frijoles.

En el Ártico hay ricos yacimientos de gasy además lo visitan más de 150.000 turistas.En el medio del mar los pingüinosmanchados de petróleo están.

En Bariloche suspendieron las clases,después de soportar muchos meses de frío.Los chicos lo festejaron,y armaron juguetes de nieve.

En Malvinas no podrán pescary la seguridad muchas multas pondrá.Mientras tanto en el Ártico hay muchas riquezas de gas.

Gracias por leer estas noticias que en versos yo escribí.Cuántos cosas nuevas aprendíque las quisiera compartir.

LA EXTRAÑA NUBE DE 1810Matías Mazzinghi

La ciudad de Buenos Aires era muy distinta en 1810. No existían los edificios altos, las casas antiguas eran bajas y todas tenían aljibe. Las calles tenían adoquines y por ahí andaban las carretas tiradas por caballos. Allí también estaban los vendedores ambulantes que vendían muchas cosas como agua, comida, velas y abanicos. A la noche se encendían los faroles porque no había electricidad. Ricardo era un señor que conocía a cada uno de los habitantes de cada callejón de la ciudad. Era un vendedor ambulante de esos que venden un poco de todo: sombrillas, velas y mazamorra. Era un gran vendedor porque tenía ideas ingeniosas. Una oscura noche que parecía como todas las demás, algo inesperado ocurrió. Cuando los serenos comenzaron a encender los faroles… una oscura nubecita rodeaba al farol y las gotas apagaban la vela. Tampoco los habitantes aparecían en ninguna parte. Increíblemente se habían contagiado de una fiebre.

Solo Ricardo se animó a salir en esa noche tan oscura. Luego de un rato de caminar a ciegas, se le ocurrió una idea ingeniosa: poner una sombrilla (de las que vendía) en cada farol para burlar a la extraña nube. Esta desapareció porque no pudo continuar con su trabajo ya que las sombrillas no le dejaban apagar las velas.

Al mismo tiempo, los habitantes comenzaron a sentirse mejor ya que la fiebre había sido causada por la oscuridad de la ciudad. A partir de ese día Don Ricardo fue nombrado “protector de las luces”. AMOR PELUDOJuan Martín Otero

En un bosque encantado había un circo mágico en una enorme carpa. Entre las grandes estrellas estaban el payaso Ramón que hacía malabares y divertía a los chicos con su enorme nariz musical, la domadora de leones y los acróbatas mágicos que saltaban por el aire y volaban con sus capas. El circo era divertido, viajaba por todo el mundo y el director era viejito pero siempre estaba de buen humor. Una vez entró una mujer barbuda. Era tan fea que todos los integrantes del circo se escondieron al verla, menos el payaso. Él fue a hablarle y descubrió que era muy graciosa. Así fue como el payaso se enamoró de la mujer barbuda. Ya no sabía qué hacer para estar con ella porque no le prestaba atención. La idea era pedirle al mago que le hiciera crecer la barba porque era lampiño. Antes de hacer el hechizo, le preguntó para qué era. Ramón le contó que quería a la mujer barbuda porque siempre estaba de buen humor. El mago hizo un hechizo con las siguientes palabras mágicas: "Converties barbus". Ramón sintió que le crecía una barba grande y larga. El payaso, contento, fue a buscar a su amada. Cuando la mujer barbuda iba a hacer su función, apareció el payaso con su nueva barba y ella feliz de verlo se enamoró y contenta hizo su actuación. Pero enseguida se deshizo del hechizo y la barba empezó a caer. Entonces ella se dio cuenta de que la barba era de mentira y el payaso humillado y arrepentido por haberle mentido, se escondió. Ella se puso contenta por lo que había hecho Ramón y lo fue a buscar para darle las gracias. Luego, el dueño del circo los casó y nunca se separaron. Tuvieron hijos payasos y barbudos que trabajaron en el circo.

EL MAGO Y EL TESOROTomás Rocha

Un mago llamado Estebanquito se enteró de que había un tesoro escondido en una aldea ubicada en un monte. Cuando llegó ahí, hipnotizó a todos los habitantes para que entre sueños le dijeran dónde estaba enterrado el tesoro. Los aldeanos fueron hablando y respondiendo cada una de las preguntas que les hacía el brujo. Una vez encontrado el lugar, los mismos aldeanos lo ayudaron a cavar el pozo.

El señor que cuidaba el tesoro no había sido alcanzado por el hechizo y al ver que el mago llevaba a todos los aldeanos hipnotizados, activó las trampas para que los que se acercaran al tesoro cayeran en ellas. Entonces el mago decidió mandar a un solo aldeano a sortear las tres pruebas. La primera era enfrentar a un gigantesco perro rabioso. Estenbanquito hipnotizó al perro y el aldeano pudo pasar rápidamente. La segunda era pasar por un pozo que se abría y ahorcaba al que pasaba. El aldeano trató de saltarlo y lo logró. La tercera era pasar por una pared con pinches muy filosos y escalarla. Cuando lo estaba haciendo, el aldeano se pinchó un ojo y cayó muerto. Estebanquito se quedó tan impresionado de no poder salvar al aldeano que decidió retirar el hechizo de la aldea, despertar a la gente y entre todos buscar el

tesoro para que con las riquezas pudieran mejorar la aldea y ayudar a la familia del hombre que había muerto.

CORAZONES CONFUNDIDOSCristóbal Rodríguez

Carmela la bailarinay Guli el plomeroviajaron en avión,con un montón de sueños.

Sus valijas con lunaresse mezclaron en el aeropuerto.A pesar de ser diferenteslas confundieron como toda la gente.

De desilusión casi se muerenal descubrir la mezcolanza,recorrieron la ciudadsin suerte para encontrarlas.

Por casualidad fueron al mismo hotely tomaron habitaciones vecinas.Desde las ventanas se hablaban y mirabansin darse cuenta que el uno del otro la valija tenía.

Finalmente al perseguir a un ratónque en un caño se escondió,ella con una sopapa salió y él con un tacón.Al verse, aclararon esta simpática confusión.

UN AMIGO ESPECIALLucas Rodríguez Galcerán

Estaba en la casa de campo y como todas las mañanas salí a andar a caballo. Abrí la puerta y… ¡oh sorpresa! ¡Me encontré con un tigre! Salí corriendo rápidamente en busca de protección porque su aspecto era terrorífico. Siguió corriéndome, me sentí cansado y me escondí entre los árboles. De pronto, en el silencio del campo, escuché una voz muy gruesa que decía:

-¿Dónde se metió este chico? Entonces salí pensando que era un peón amigo de mi papá. Fue ahí que el

tigre me enfrentó. Era muy grande y me mostró sus filosos dientes pero en lugar de lanzarse sobre mí como yo esperaba, escuché nuevamente esa voz gruesa. Esta vez dijo:

- Tranquilo… ¡Quiero ser tu amigo! Me sorprendí tanto cuando empezó a hablar que me quedé petrificado pero

después me divirtió la idea de llevarlo a mi casa. Entré a mi habitación, le abrí la ventana y comenzamos a hablar. Nos hicimos muy amigos y jugábamos siempre juntos, ayudaba a los peones a llevar las ovejas y conducía los caballos a sus establos. Me sentí feliz porque tenía un verdadero amigo y nunca más me sentí solo. Decidí presentárselo a toda mi familia porque no era peligroso… ¿Saben? También era vegetariano.

EL OTRO YOMartín Alejandro Romanelli

Hace unos días me desperté a las siete de la mañana, tomé el desayuno, me bañé y vestí. Ya estaba listo para ir al colegio cuando abrí la puerta y casi me desmayo ¡No podía ser! En la calle estaba esperándome mi clon. Era igualito a mí.

Lo último que recuerdo, fue a mis papás despertándome. Me dijeron que había caído al piso. Pero a los pocos segundos, mi mamá al ver a mi otro yo, también se desmayó y luego la siguió mi papá. Con curiosidad y un poco de miedo, me acerqué a este extraño ser y le pregunté por qué era igual a mí y qué hacía cerca de mi casa. Cuando le pregunté a qué colegio iba, para mi asombro, mencionó el mío. Yo no entendía nada ¿Cómo era que nunca lo había visto? Al entrar al colegio, todos los chicos nos miraban sorprendidos, la maestra y el director enmudecieron al vernos.

De repente se me ocurrió una idea genial: los días de colegio, él me podría reemplazar. Mi otro yo, divertido, aceptó. A la mañana siguiente, se levantó de la cama, tomó el desayuno, se bañó y vistió ¡Ya estaba listo para ocupar mi lugar! Cuando entró al colegio, los chicos recordando el episodio del día anterior, comenzaron a burlarse y preguntarle dónde estaba su clon. En la clase, le tiraban pelotas de papel, en el recreo lo molestaban y no lo dejaban jugar a nada. Mientras mis compañeros lo molestaban, mi clon, comenzó a actuar de manera extraña. La maestra le preguntó qué le pasaba y él le contestó de mala manera. En el comedor tomó la comida y la arrojó a sus compañeros. Lo pusieron en penitencia, pero no la cumplió y el director al ver esto, lo sancionó. Al regresar a casa me comentó lo sucedido. Yo estaba furioso, no podía creer lo que estaba escuchando. Estaba tan enojado que no le dirigí la palabra en lo que quedaba del día. ¡Nunca más intercambiaríamos lugares! A la mañana siguiente, cuando me levanté para tomar el desayuno, vi que mi clon ya no estaba. Empecé a buscarlo por toda la casa, incluso en el sótano, pero no estaba por ningún lado. Me dio pena saber que ya no lo iba a ver, casi me había encariñado…

AMOR DE PIEDRATomás Young Christiansen

Una vez, en la ciudad de Buenos Aires, un cuidador de la Plaza central, muy educado, humilde y trabajador, realizaba su trabajo de barrer el parque como todas las mañanas. La plaza tenía una hermosa laguna cristalina, puentes que lo cruzaban, animales sueltos y miles de turistas que caminaban y sacaban fotos. En el medio estaba ella, bella, blanca como la nieve, muy callada y siempre mirando en la misma dirección. Observaba todo lo que ocurría a su alrededor, sin decir palabra. Bautista le escribía cartas que ella jamás respondía, poesías que nunca la alegraban, recibía flores que nunca se llevaba. Bautista no sabía qué hacer para llegar a ella. Una mañana como cualquier otra, Bautista barría la plaza, cuando vio llegar un camión del que bajaron cuatro personas que se dirigieron directamente a ella y la cargaron. Ella no dijo palabra. Bautista empezó a llorar. Sintió que su amor se había ido y no sabía hacia dónde.

Siguió al camión que llegó hasta un avión con destino a Tucumán. Bautista logró subir al lado del amor de su vida. En el medio del vuelo, el avión sufrió un desperfecto y chocó.

Afortunadamente no hubo heridos pero ella se partió por la mitad. Bautista de inmediato la llevó a un hospital en donde le aconsejaron que buscara a un restaurador. Reflexionó y se dio cuenta de que solo era una estatua aunque para él fuera la más bella. Regresó a su plaza y lo único que hizo Bautista de allí en más fue llevarle flores frescas todas las mañanas. LAS AVENTURAS DE ORFFIñaki Zubeldía

Orff era un dragón amable,pero nadie quería hablarle.De angustia, comía y comíapues mucha hambre tenía.

Encima el pueblo hacía ruido,y a Orff le dolía el oído.Como alivio no encontraba.Volaba, volaba y volaba.

Amigos no tenía,pero por fin uno consiguióA Romualdo conoció,y su sentimiento creció.

Romualdo era un caballero cobardey un plan con Orff planificó.Lo atacó en una falsa actuacióny así en valiente para todos se transformó.

ACTIVIDADES PARA SACAR EL INSOMNIOMagdalena Barbieri Pampillo

Una noche en un edificio de departamentos chicos, con paredes finas y viejas, a un loro llamado "Lolo" que era muy charlatán y tenía muchas plumas de colores, le agarró insomnio. ¡No paraba de hablar!

En el departamento de al lado vivía un colectivero muy cansado. Cada mañana tenía que levantarse bien temprano para llevar a los chicos al colegio “Los Robles” y no podía dormirse por el ruido que provocaba el molesto animal.

En ese momento, el colectivero escuchó una vocecita chillona que no paraba de preguntarle el nombre. Ante la insistencia del loro, decidió intentar dormirlo así él podría hacer lo mismo.

Tuvo varias ideas: primero intentó tocarle una melodía tranquila en guitarra pero él mismo tuvo que taparse los oídos por lo mal que sonaba aquel instrumento. Luego intentó cantándole una canción romántica de cuna que tampoco le dio el resultado deseado. Probó también contando ovejas hasta el cien, cuentos y hasta chistes, pero nada sirvió.

Finalmente, a la media noche y luego de tantas actividades, a los dos les ganó el cansancio y quedaron planchados.

AMOR A PRIMERA VISTA

Catalina Casá

En una hermosa casa de playa vivía un chico llamado Hernán al que le decían Eno. Era alto, flaco y tenía pelo marrón.

En el hospital más cercano llamado Luis Pasteur trabajaba como enfermera una señorita llamada Ema. Ella tenía pelo rubio, piernas seductoras y un bello cuerpo.

Un día, Eno iba caminando por la calle cuando vio a Ema. La enfermera era tan hermosa, que para llamar su atención, se tiró en el suelo buscando que ella se preocupara por él.

Mientras efectuaba su estupendo simulacro en la vereda, vio la brillante y linda ropa que Ema tenía puesta y por el golpe hasta creyó que era un ángel. Ella, preocupada, lo llevó hasta el hospital para ver qué le había pasado.

Cuando llegó, lo internaron en un cuartito. Cada vez que veía que Ema se acercaba, se tiraba al piso y ella venía corriendo a ayudarlo. A veces, él se enfadaba cuando le regalaba chocolates y ella los tiraba.

Como ella creía que Eno estaba muy enfermo, lo mandó a operarse. Él se sentía muy nervioso porque no sabía qué le iba a suceder. Luego de la operación, se enfermó gravemente de verdad. Ema se enteró de la farsa y enojada le dio el alta pero cuando se estaba yendo, el muchacho vomitó. Ella al principio no le creyó pero luego se dio cuenta de que no podía jugar con eso y lo dejó internado dos semanas más.

Finalmente Eno se curó. Durante el tiempo de internación ellos se enamoraron y Eno consiguió trabajo de enfermero en el mismo hospital que Ema. A partir de ese momento ellos fueron los mejores enfermeros de toda la ciudad.

LAS MENTIRAS TIENEN PATAS CORTASMaría Amalia Cassagne

Había una vezun perro fabuladorque siempre mentíaporque le producía alegría.

El gato era su amigoporque era bueno con él.Sin embargo era sabidoque el perro era creído.

El perro le mintió al gatoy éste lo descubrió.El gato se enojó tantoque de tristeza lloró.

Al descubrir toda la verdad,el gato le aseguróque la mentira había rotola amistad entre los dos.

El perro le pidió perdóny el gato lloró y lloró.Se fueron a merendarllevando facturas de a par.

Por el pacto que acordaron,

ellos dos se amigaron.Al acabarse la farsa,eso les daba esperanza.

PASTELES PARA RECORDARMaría Florencia De Oto Gilotaux

Hace tiempo conocí a una repostera llamada María que trabajaba día y noche sin parar. Ella era rubia, de ojos verdes y cocinaba muy, muy bien.

María tenía una vecina llamada Candelaria. Le encantaban los pasteles y estaba por casarse. Aunque era delgada, ella decidió hacer dieta para adelgazar y lucir más hermosa el día de su boda.

María vivía en Capital Federal en un departamento que tenía una enorme cocina y muchas ventanas que daban al cuarto de Cande, donde pasaba todo el día ya que era escritora y allí tenía la computadora donde escribía sus cuentos. El aroma invadía su habitación y Cande se tentaba con su pastelería. Y como María sabía que a su vecina le encantaban las cosas dulces, le mandaba cinco pasteles por día.

Candelaria se había comprado un vestido dos talles más chico porque pensaba que iba a adelgazar. Al darse cuenta de que en vez de adelgazar había engordado, se puso a llorar justo cuando Maria llegó para darle sus tortas como todas las tardes. Al verla tan angustiada le preguntó qué le pasaba y Cande le contó que no le iba a entrar el vestido por todos los pasteles que había comido. María se dio cuenta de que la había perjudicado y para ayudarla se le ocurrió anotarla en un gimnasio.

Finalmente, el día de su boda, Candelaria parecía una modelo y para sorprender a la novia, María le preparó una torta especial de varios pisos solo para ella por todo el esfuerzo que había hecho.

Cuando la novia tiró el ramo, María pudo agarrarlo. El casamiento fue un gran éxito y todos se divirtieron mucho. Y la torta… ¡estuvo deliciosa!

DE ÁRBOL EN ÁRBOLRosario Dinardo Estrada

Un señor llamado Clemente era vecino de Sergio, un muchacho que tenía un enorme árbol en su jardín. Este se encontraba plantado junto a la cerca que daba a la casa de Clemente y le daba tanta sombra que de la calle no se podía ver su hermosa casa. El árbol la tapaba.

Por otra parte a Sergio ese árbol le encantaba porque su sombra lo refrescaba en los días de mucho calor y era fácil de regar, ya que estaba al lado de una linda fuente.

Pero un día Clemente se hartó de ese árbol. Entonces, se armó de valentía y fue a decirle a Sergio que lo cortara y que lo cambiara por algo mejor. Sergio decidió comprar un sauce llorón pero.... la situación empeoró, porque la entrada de Clemente se convirtió en un río.

Como el árbol no paraba de llorar, decidió cambiarlo por un ombú. Este, aunque no lo crean, fue mucho peor. Sus raíces taparon las cañerías, las rejillas y las entradas y salidas de agua.

Entonces Clemente le prometió a Sergio que le compraría un árbol mejor, si él lo quitaba. El muchacho aceptó y al día siguiente, su vecino apareció con un Bonsai, como lo prometió. Juntos cortaron el ombú.

Clemente estaba feliz porque su jardín ya no tenía ni grandes raíces, ni agua, pero Sergio no estaba muy contento porque nunca más tuvo sombra.

LOS BENEFICIOS DE UN VASO DE LECHEMaica Fernández Beyro

Todas las noches un loro llamado Roberto tiene insomnio y no deja dormir a su vecino llamado Martín porque habla mucho. El es colectivero y se tiene que levantar temprano para ir a trabajar porque hace el turno de la madrugada.

El dueño de Roberto, Fernando, lo dejó a Martín a cargo de la mascota para que la cuidara porque se iba de viaje.

Una noche mientras Martín estaba en su casa poniéndose el pijama, escuchó cantar al loro que decía:

- Yo siempre te espío mientras estás dormido.Martín abrió la ventana y le ordenó que se callara o le tiraría con una sopapa.

Martín estaba desesperado por callarlo pero Roberto, que siempre lo espiaba, sabía que no tenía sopapa y no le hizo caso.

Martín llamó a un farmacéutico y le pidió una cura inmediata para el insomnio. El farmacéutico le recomendó un vaso de leche caliente. Martín colgó confundido porque no sabía si le había entendido “algo para el insomnio” o “algo para cortar el té”.

Finalmente sirvió un vaso de leche, lo calentó y se lo llevó al loro que cantaba tan fuerte como si se hubiera tragado una radio. Cinco minutos después, Roberto se durmió.

Lástima que a partir de esa noche, el colectivero tiene que darle la leche caliente todas las noches para poder dormir y no sufrir el insomnio del loro.

UN CUENTO CON SHAMPOOEvelina Imbelloni

Esta historia transcurre en Buenos Aires, en realidad en Capital Federal. En el año 2032 empezó a caer shampoo del cielo.

En ese entonces Buenos Aires era una ciudad futurista, muy limpia, el lugar más radiante de América. La moda exótica era colorida, los autos eran naves y en vez de andar por el piso, volaban y no ensuciaban la atmósfera. Los barrenderos limpiaban diez veces al día las calles y hasta existía la comunicación con el paraíso a través de la línea celestial.

Todo era hermoso hasta que un día muy particular, el 29 de febrero, empezó a caer shampoo del cielo. Primero solo hubo que andar con paraguas, pero luego se inundó toda la ciudad. Nadie pudo salir a trabajar durante un mes en el que todos se convirtieron en unos vagos. ¡Era un caos! Los habitantes de la ciudad se resbalaban y ocurrían muchos accidentes a causa del shampoo.

Un día una chica de diez años súper dotada (lo digo en serio), juntó muchas pistas, probó una tras otra hipótesis para averiguar qué causaba la caída del shampoo y cómo arreglarla.

Cuando ya no le quedaba otra opción, preguntó por la línea celestial si los ángeles se estaban bañando. Le respondieron que sí. Ella les pidió que dejaran de hacerlo y aceptaron.

Un mes más tarde no quedaba shampoo en la ciudad. Los ángeles instalaron rejillas y cañerías para poder bañarse y no derramar shampoo.

EL ARCO IRISVictoria Lago

Hace mucho tiempo atrás, en un lugar muy lejano, las mujeres de una tribu pequeña se estaban bañando en un lago. Mientras se refrescaban, una india empezó a patalear y de ese pataleo nació una burbuja.

Todos se sorprendieron por que no era una burbuja cualquiera. Era una burbuja muy colorida, brillante y que no se explotaba aunque.....

La india corrió a avisarles a los hombres, se pusieron delante de la burbuja y la atraparon con una caja y la llevaron a la carpa del cacique para ofrecérsela como regalo.

Pasaron los años y el cacique tuvo un hijo al que llamó Troy Iris. Una tarde quedó solo en la carpa y halló la caja, la abrió y salió la burbuja. Ella voló por entre los árboles y se quedó allí, enganchada en uno de ellos. Troy muy preocupado, tomó una rama para agarrarla, pero la pinchó.

Entonces una luz surgió de allí y de ella salieron cintas coloridas formando un arco. Troy se asustó y corrió a avisarle a la tribu, que al ver la figura que habían formado la llamaron Arco Iris.

AMOR SOBRE RUEDASMaría Macarena LLorente

En una mañana de invierno, un policía estaba sentado sobre su moto vigilando que nadie cometiera infracciones. En ese momento vio pasar una camioneta muy rápido y decidió perseguirla para enseñarle las reglas de conducir.

El policía iba soplando el silbato. La persona que conducía iba con los vidrios subidos y la música a todo volumen, entonces no lo escuchaba. El policía estaba colorado de rabia y soplaba sin parar.

Avanzó hasta alcanzar el vehículo y al hacerlo, golpeó la ventanilla del conductor. La camioneta frenó. Cuando la persona bajó el vidrio, el policía descubrió que era una bella mujer rubia y de ojos celestes. Él se enamoró de inmediato pero como había cometido una infracción debía llevarla a la comisaría donde le explicó qué era lo que no debía hacer porque podría ocasionar un accidente y le retiró el registro hasta evaluar si podía o no seguir manejando. Como no lo logró, no lo recibió de vuelta.

Al día siguiente, debió volver a tomar el curso con el policía. A ella le gustaba su paciencia y su forma de tratarla. Nuevamente reprobó, pero esta vez lo hizo para estar más tiempo con él.

Años más tarde, se casaron, tuvieron seis hijos y hasta el día de hoy, maneja el policía.

EL GRAN RESCATEValentina Márquez Miranda

Una abeja muy trabajadoraa orillas de un lagocasi se ahoga.

Al ver el problemauna paloma mensajerafue a salvarla, con mucha cautela.

Un zorro hambrientovio a la paloma como alimentopero no a la abeja y a su aguijón experto.

La abeja en agradecimiento al ver a la paloma en aprietossin perder un segundoclavó el aguijón al zorro peludo.

La paloma muy agradecidale preguntó si quería ser su amiga. La abeja aceptó contentaesa excelente propuesta.

En esta historia hay una gran verdad:haz bien a los demásy nunca lo lamentarás.

LA CIUDAD DEL SHAMPOOInés Mayer

Cañelou era considerada la ciudad más sucia del mundo porque en el subte había un montón de papeles, los edificios estaban negros por la mugre, el humo de los autos contaminaba las calles, el río estaba repleto de botellas y las cañerías se tapaban por la mugre que había.

Un día, algo mágico e increíble ocurrió... ¡empezó a caer shampoo del cielo!La gente salía a la calle con paraguas para que no le picaran los ojos ya que el shampoo les caía en la cara. Tenían miedo.

Luego de tres días. la ciudad brillaba como el sol, el subte estaba reluciente, los edificios tenían colores brillantes y el río estaba transparente y con buen aroma. Pero los peatones se caían y se resbalaban porque el piso estaba mojado a causa del shampoo. La gente ya no se bañaba en sus casas, todos iban en autos espléndidos pero tanta espuma estaba convirtiendo todo en un desastre.

Al cuarto día la gente se empezó a quejar. ¡Era un caos la ciudad!Una chica llamada Cecilia sabía por qué había comenzado a caer shampoo. Su

padre Carlos, el científico más importante del país, había inventado una máquina para fabricarlo pero se había roto y por eso todo el contenido había salido disparando al cielo.

Ceci y Carlos intentaron arreglarlo y no lo lograron. Luego de pensar, se les ocurrió cambiar la fórmula. Hicieron el intento y funcionó: inyectaron el cielo con crema de enjuague.

El shampoo desapareció y Cañelou fue la ciudad más limpia del mundo.

EL DESEO DE LOS SIETE AMIGOSSofía Paredes

Hace mucho, mucho tiempo, en un bosque grande y colorido, vivían siete amigos: un girasol amarillo, una naranja anaranjada, una vaquita de San Antonio roja, un racimo de violetas, una sirena azul, un helecho verde y unas moras moradas.

Se reunían todos los días en una cueva gigante que habían decorado con hojas, una caja de tierra para flores y una fuente con agua. Ese lugar era como un hogar para los amigos inseparables y por eso querían vivir juntos allí para siempre.

Un día, ellos fueron al castillo de los deseos a ver al dios Mapi Pecú y le contaron lo que deseaban. Mapi Pecú los abrazó fuertísimo y sintieron un calor cariñoso. Al sentir ese abrazo pensaron que nada ocurría y se sintieron engañados cuando el dios las lanzó al cielo. Pero desde ese momento los siete amigos se transformaron en siete cintas de colores: amarillo, naranja, rojo, violeta, azul, verde y morado. Siete cintas unidas e inseparables. El deseo de estos siete amigos fue el origen del arco iris.

UN CASAMIENTO GOLOSOJosefina Pereyra Pigerl

Un día de verano Flor y Martín compraron un departamento al lado de una señora que era repostera. El futuro hogar era pequeño porque solo vivirían ellos. Tenía muchas ventanas y un balcón por donde entraba la luz.

Flor estaba nerviosa porque se iba a casar en un mes. Ella se había comprado un vestido dos talles más chicos porque creía que adelgazaría.

La repostera, al enterarse del acontecimiento, les mandaba tortas para que las probaran y así la contratarían para que hiciera los dulces para la fiesta.

Flor se tentaba y se las comía mientras Martín le decía que así nunca iba a adelgazar. Ella se dio cuenta de que Martín no iba a poder alzarla al salir de la Iglesia y se preocupó porque ese había sido su sueño desde pequeña. A causa de esto, decidió cambiar su alimentación.

Lo primero que hizo fue pedirle a la repostera que las porciones fueran más pequeñas y light. Ella le hizo caso a Flor e hizo todo lo que le pidió.

El día del casamiento Flor estaba feliz porque había adelgazado y a todos los invitados les encantaron las tortas light y especialmente a las amigas de Flor que estaban haciendo dieta al igual que ella.

Como había soñado desde chica, Martín la pudo alzar a la salida de la Iglesia al terminar el casamiento.

LA GRAN BATALLAMilagros María Porres

Orff el gran dragón y Galluno, el viejo mago, fueron a un festival de dragones y sin pago.

Encontraron a unos humanos que se metieron de colados en la "guerra" que armaron las dos especies se enfrentaron.

Al búho de galluno se le ocurrió una idea que impresionó a los dragones y mareó a todos los hombres.

En sus oídos graznó diciendo lo que pensaba, muy callados lo escucharon y su idea muy bien aceptaron.

Orff y el mago viejito montaron un teatrito para mostrar al montón las aventuras del gran dragón.

Nadie se lastimó durante la representación. Por su bella canción el dragón una medalla recibió.

EL ROMANCE DEL HOTELSolange Rivera Morillo

En un lujoso hotel ubicado en la ciudad de Iguazú, un pueblo pequeño y lleno de turistas, trabajaba una ascensorista llamada Cecilia. Era pecosa, graciosa, coqueta y flaca.

Ella se había enamorado de Marcos, el limpiador de vidrios. Él era lindo, alto, valiente y fuerte, pero tenía un gran problema, era claustrofóbico.

Se conocieron cuando Ceci se quedó encerrada en el ascensor, entre dos pisos. Marcos se encontraba dentro del hotel porque estaba yendo a buscar sus materiales para comenzar su tarea cuando la escuchó gritar y decidió ayudarla, pero dudó al pensar que él también se podía quedar encerrado. Al escucharla por segunda vez, no tuvo dudas y con fuerza logró abrir la puerta, pero al entrar, ésta se cerró y no pudo salir.

Aprovechando la ocasión, Cecilia decidió enamorarlo. Cuando vio que su cara empalidecía y que empezaba a transpirar, se dio cuenta de que Marcos se asfixiaba y lo intentó calmar abriendo la rejilla del ascensor. Él se tranquilizó y le agradeció a Ceci por lo que había hecho.

Luego de tres horas de charla, el ascensor se empezó a mover hasta el quinto piso y finalmente lograron salir.

Una semana después, Cecilia, comenzó a regalarle cosas, pero él la evitaba, porque recordaba el episodio y sentía que se asfixiaba nuevamente.

En el hotel, se veían. Cuando el ascensor paraba en el mismo piso que Marcos limpiaba, ella suspiraba de amor, pero ese amor no era correspondido.

Luego de varios meses Cecilia se cansó de intentar conquistarlo y se enamoró del botón del hotel, llamado Rodrigo. Él no le tiene miedo a los ascensores.

EL AMOR TRAE CONSECUENCIASMilagros Saravia

En una pequeña plaza de Recoleta estaba Martín, un alegre amante de las plantas y flores. Él era buen mozo y muy educado. La plaza estaba cubierta de colores y entre ellos, la blancura de Catalina, la estatua viviente, se destacaba. Ella siempre posaba como una hermosa ninfa del mar.

A Martín le gustaba Catalina por su belleza y su bondad. Ella también se enamoró de él por lo bueno que era con la gente. Ellos se conocían por Pepe, el dueño de la plaza que además era el papá de Catalina.

Una noche de luna llena, Martín puso una moneda en la galera de Cata donde se colocaba el dinero para que la estatua comenzara a moverse. Martín juntó coraje y le declaró todo su amor.

Pepe los oyó y se puso tan celoso que sin dudarlo, decidió separarlos. Al otro día Pepe se llevó a Cata a Madrid. ¡Pobre de ellos que no se verían más!

Al saber que Cata se había ido, Martín estuvo una semana deprimido. Renunció a su empleo. Cada vez que veía una estatua viviente se ponía a pensar en su amada. Él se sentía muy mal, ya no le importaban más las plantas ni las plazas. Hasta que finalmente decidió viajar a Madrid para ver a su amada. Durante el viaje, se puso a pensar cómo haría para encontrarla y llegó a la conclusión de que ella podría estar en la fuente de las Cibeles porque posaba como una ninfa.

Al llegar, comenzó a buscarla y la descubrió donde pensaba que estaría. Sus miradas se encontraron. Cata emocionada al verlo, dejó caer lágrimas de alegría por sus mejillas, despintando el maquillaje. Martín, al ver a su amada sin pintura, descubrió que todavía era más linda de lo que imaginaba. Corrió a abrazarla y a besarla apasionadamente.

Martín y Catalina se quedaron viviendo en Madrid. Él trabaja como el cuidador de su amada y ella sigue asombrando a las personas con sus suaves movimientos.

LA PELEA ENTRE VECINOSJosefina María Urso

En un barrio de casas bajas y jardines grandes de Buenos Aires vivían dos vecinos llamados Marcos y Felipe. Ellos han vivido en ese lugar desde hace mucho tiempo y ya habían tenido conflictos algunas veces por ruidos molestos o por sacar la basura a destiempo. Pero esta vez el problema era mayor. El viejo roble de Marcos había tapado las cañerías de Felipe con sus largas raíces.

Cada vez que Felipe abría la canilla, salía tierra y cuando abría la ducha para bañarse, salían raíces. Estaba sucio, enojado y malhumorado y por esta razón decidió cortar el árbol porque sabía que Marcos no estaría dispuesto a talarlo.

Una tarde que su vecino fue al supermercado, aprovechó y lo cortó. Al regresar y descubrir lo sucedido, Marcos decidió vengarse y esperó las vacaciones de Felipe para llevar a cabo su plan.

Durante su ausencia, entró a la casa de Felipe, rompió el piso del living, hizo un hueco y plantó un arbusto con espinas. Cada día fue a regarlo y lo cuidó hasta que por fin creció.

Un mes más tarde, Felipe regresó de sus vacaciones. En la esquina de su casa se encontró con su novia Inés. Ella lo vio sucio. Al entrar al hogar notó que estaba llena de tierra y para colmo vio el arbusto. Enseguida lo dejó por desprolijo. Felipe se puso a llorar. Sus lágrimas saladas cayeron sobre el tronco y mágicamente el arbusto comenzó a dar rosas. Inés lo vio llorar, sintió lástima y se enterneció al ver las flores.

En ese momento entró Marcos con una regadera en su mano y se sorprendió doblemente al ver a Felipe en su casa junto a un rosal en lugar de un arbusto con espinas. Los tres comprendieron que el amor con el que Felipe quería a su novia lo había hecho florecer.

Felipe le ayudo a Marcos por lo que terminó siendo un regalo y ellos empezaron a llevarse mejor hasta convertirse en muy buenos amigos.

QUINTO GRADO

GRANDES HISTORIAS DE PEQUEÑOS AUTORES

Este es el título que propusieron los chicos y con el que se sintieron identificados. Tal vez resultó difícil el desafío de resumir y expresar en una frase todo lo que significan estas historias y la ilusión con la que hoy las presentan, pero creo que lo lograron. Aquí están sus “grandes historias”, grandes en esfuerzo y trabajo compartido, grandes en esperanzas y constancia por lograr el objetivo, grandes en creatividad, en entusiasmo, en sueños y emociones. Y aunque hoy se llamen a sí mismos “pequeños autores”, confíen en que un día llegarán a ser grandes escritores de historias que se escriben en papel y también de aquellas que se trazan en el camino de la vida.

En este libro presentan sus cuentos, leyendas y poesías, pero también la historia de “su” quinto grado, de este año que ya terminan. Entre alegrías y risas pueden ver en la publicación de sus textos, que vale la pena el esfuerzo de la obra bien hecha y el trabajo cumplido.

Los chicos de quinto fueron capaces de construir este mundo de fantasías. Los animo a que sean capaces de comprometerse con la “pequeña historia” del día a día, no solo para ser los “grandes autores” de sus vidas sino también para construir juntos un mundo mejor.

Y para esto nos sirven los cuentos, para desarrollar la inteligencia, el lenguaje, la creatividad, las emociones; para aprender a discriminar la fantasía de la realidad; para desarrollar su identidad; para aprender a dar y recibir. ¡Gracias a estos pequeños escritores por abrir su corazón y regalarnos sus historias!

Pilar García CostaMaestra de 5º grado

UN VIAJE A LA SELVABautista Allende

Era un lunes como todos. Iba con mi hermana en subte al colegio y de repente, chocamos muy fuertemente. No nos lastimamos porque todos nos agarramos de los asientos.

Al principio nadie quería bajar del subte. Teníamos miedo. Después de un rato bajamos a ver qué había sucedido. ¡Había chocado contra un árbol!

Salimos del vagón, subimos las escaleras para salir de la estación y nos encontramos en un lugar muy arbolado, con palmeras y muchas otras clases de plantas... ¡era una selva!

Asombrados, mi hermana y yo fuimos a recorrer el lugar. Vimos que no había salida. La selva era muy espesa y era parte de una isla en el medio del océano.

Nos dimos cuenta de que estábamos solos. Cuando parecía que no había más esperanza de que nos encontraran, inventé una balsa con cañas y unos remos de madera. Empezamos a navegar, pero a los cuarenta minutos de viaje perdimos uno de los remos. A la noche, una ola gigante se armó atrás nuestro y cayó encima de la balsa. Esta se rompió en mil pedacitos. En ese instante nos desmayamos.

Cuando despertamos, estábamos nuevamente en la selva. El mar nos había arrastrado hasta la orilla. Ca minamos un rato y encontramos detrás de una laguna y unas palmeras gigantes, una escalerita. Bajamos y para nuestra sorpresa, nos encontramos en una estación de subte. Subimos al tren subterráneo y en un ratito llegamos a la estación cercana al colegio. Corrimos hasta la escuela y cuando llegamos, la directora nos dijo:

- ¡Llegan tarde y todos sucios! ¡Ni que vinieran de la selva!

EL VIENTO Y LA FLORNicolás Amadeo

Había una vez una florque del viento se enamoró.Ella moría de amor por su enorme y suave corazón.

El viento también se enamoró de ella,pero su amor era dolorporque cuando soplaba impulsivo,dañaba los pétalos de color.

La solución la tuvo el sol:hizo que el vientosoplara sin furory así alcanzara el amor.

Así se logró el amorentre el viento y la flor.De ese amor floreció un pimpollodándole gracias al sol.

LA TORTUGA DE PATAS LARGASMartín Cabral

Había una vez una tortuga con patas muy largas. Ella quería ser lenta como su dios, el sol. Lo admiraba tanto que siempre buscaba parecerse a él. Le rogó al sol que la ayudara, pero él le dijo que no podía, que ella debía conseguirlo por sus propios medios y ganárselo.

La tortuga se puso a pensar y a pensar como podía hacer para ser lenta. Pensó en las hormigas, que son lentas porque tienen patas cortas. Así descubrió que si a ella se le acortaban las patas, sería lenta.

Con esta idea decidió ir a preguntarle a su amiga el águila si podía ayudarla. Ella le dijo que no tenía la pócima para acortar sus patas y hacerla caminar más lento pero sabía dónde conseguir los materiales. La tortuga era quien debía ir a buscarlos. Le dijo que no sería nada fácil encontrar los siguientes ingredientes: una hoja tan larga como sus patas, una garra de lobo, un huevo de dragón, los cuernos de un búfalo y lo más difícil de todo, un colmillo de león. La tortuga partió a la mañana siguiente, apenas salió el sol. Lo primero que se le presentó fue la hoja que estaba en la copa del árbol más grande del bosque. Ella empezó a trepar y trepar, pero por la altura cada vez se mareaba más. Hasta que logró llegar a la hoja. Como estaba parada en una rama muy finita, ésta se quebró. La tortuga empezó a caer y a caer, hasta que se le ocurrió una idea, usar la hoja como paracaídas. Así lo hizo y salió ilesa.

Lo segundo que se le presentó fue un nido de huevos de dragón. Como no tomó las precauciones necesarias, el dragón se venía encima de ella. Empezó a correr con todas sus fuerzas, hasta que lo perdió de vista.

Lo tercero que salió a buscar fue un búfalo muerto. Al encontrarlo, le llevó mucho trabajo separar los cuernos de la carne putrefacta pero al final lo logró y siguió con su camino. Caminando por el bosque, se encontró con un lobo. La tortuga tuvo que pelear con el temible animal. La pelea la dejó bastante lastimada. Empezó a tirarle piedras, el lobo enfureció y saltó sobre ella. La tortuga se tiró encima, golpeándolo fuertemente con su caparazón, dejándolo inconsciente. Entonces aprovechó la ocasión, le sacó las garras y se fue corriendo lo más rápido que pudo.

Por último se le presentó un león, este no era cualquier león. Era un animal bondadoso. La tortuga le contó su gran aventura y le pidió los colmillos. Éste enternecido con la historia, se los dio. Una semana después, ella apareció ante el águila con los ingredientes atados en su caparazón. El brujo preparó la pócima, la tortuga la bebió y empezó a hacerse cada vez más petisa, hasta que sus patas fueron cortísimas.

La tortuga le agradeció al águila y se fue feliz. Así fue como sobre sus hijos, nietos y tataranietos el hechizo también tuvo efecto. Por esta razón, hoy en día las tortugas caminan lento.

JUAN, PEDRO Y SUS AMIGOSJuan Bautista Buenaventura Castaño

Juan era un chico de diez años al que le gustaba ir al museo. Un día decidió invitar a su mejor amigo que se llamaba Pedro, para que lo acompañara a ver los cuadros.

Apenas entraron, Juan le mostró un cuadro de Portinari que le gustaba mucho: “Fútbol”. Una vez frente al cuadro, le sacaron una foto y un instante después, sin saber cómo, aparecieron dentro del cuadro.

Ellos se preguntaban extrañados qué hacían allí. Después de pensar un poquito dijeron:

- Ya que estamos aquí, juguemos un rato al fútbol. Estaban muy entretenidos jugando cuando Pedro recordó a su mamá. Pensó

que debía estar muy preocupada en el museo y que ya era hora de regresar de alguna

manera. Le preguntó a un chico la hora. En el cuadro habían pasado dos horas, pero afuera, en el museo ya habían pasado... ¡dos días!

Los padres de Juan y Pedro estaban muy preocupados. Habían ido al museo varias veces a buscarlos. En un momento se pararon frente a la obra de Portinari porque algo les llamó la atención: Juan y su amigo estaban “pintados” en el cuadro jugando alegremente.

EL CIENTÍFICO LOCOMarcos Castilla

En nuestro barrio hay una casa abandonada. Es una casa vieja. Allí no vive nadie desde hace muchísimos años. Varios vecinos creemos que ahí vive un monstruo al que cada uno imagina de manera diferente.

Dicen que a los integrantes de la familia que vivía en esa casa, los convirtieron en ranas, otros dicen que en mosquitos y también dicen que los convirtieron en babosas. Pero toda la gente cree que la familia, sea lo que sea, sigue viviendo en la casa.

Todo el barrio se reunió para hacer un plan y descubrir quién estaba adentro de la enorme casa. Iván, Santi, Gonza, Joaco, Nico, Facu y yo nos animamos y fuimos a investigar.

Entramos a la casa. Era enorme. Empezamos a caminar y a caminar. Los techos estaban llenos de telas de arañas. De repente escuchamos unos pasos y salimos corriendo a ciegas, por eso nos caímos por unas escaleras. El lugar donde caímos era parecido a un laboratorio, estaba lleno de experimentos.

Escuchamos nuevamente esos pasos fuertes, y lo que creíamos un monstruo nos empezó a perseguir por toda la casa. Salimos corriendo hacia afuera y el monstruo cerró la puerta. Todos volvimos a nuestros hogares.

Al día siguiente, otra vez quisimos visitar la casa para investigar. Entramos al laboratorio y encontramos a un científico. Estaba haciendo un “monstruo” de metal súper duro. El hombre se dio vuelta y nos vio. En consecuencia salimos corriendo y nos escondimos en un placard, el científico loco no se dio cuenta. En ese instante Nico salió del ropero y el científico se lo llevó. Nosotros huimos y volvimos a nuestras casas.

Nuestros papás no nos dejaban volver a la casa abandonada, por eso, con Iván, Gonza y Santi nos escapamos y fuimos a lo del científico loco a salvar a nuestro amigo. Entramos por un pasadizo que iba directo al laboratorio. Ahí estaba Nico y el científico que lo quería convertir en rana. Corrimos a rescatarlo y evitamos que esto sucediera, pero el científico continúa en la casa así que nunca más quisimos regresar.

LOS CHICOS DEL PATIOEugenio José Cozzi

Había una vez un chico, Juan, al que le gustaban el fútbol y las pinturas de arte. Una vez fue a un museo y observó un cuadro sobre el fútbol. Mientras lo miraba comenzó a sentir que los ojos se le entrecerraban. De pie se quedó dormido y de pie, despertó en otro lugar. Miró hacia los costados y descubrió los bordes del marco. ¡Estaba atrapado en el cuadro! Más allá vio a unos chicos pateando una pelota pero con la cara tan triste.

Oyó que uno de los chicos preguntaba preocupado:-¿Cómo podemos jugar si somos diez jugadores?-¿Puedo jugar?- preguntó Juan.- Bueno- gritaron todos a coro, felices.

Jugaron el partido y cuando terminaron, se saludaron. Cada uno de los chicos regresó a su casa, pero Juan no supo dónde ir. En ese momento miró hacia todos lados y de dio cuenta de que estaba solo.

De repente, alguien le tendió una mano. Enseguida la reconoció, era la de su mamá que había entrado con él al museo. Con fuerza lo sacó de allí.

Mientras de regreso a su hogar Juan le contaba su aventura, vio en un patio, grande y verde, al fondo de una casa, a unos chicos jugando al fútbol. Eran los mismos chicos del cuadro, esta vez, parecían felices.

LA SELVA MISTERIOSAJuan Segundo Fernández Cortés

Había una vez tres chicos que se llamaban Eric, Rafael y Bautista. Ellos vivían en Argentina y querían ir a visitar al abuelo Jorge que vivía en Estados Unidos.

En el aire, cuando pasaban por arriba del Triángulo de las Bermudas, empezaron a sentir fuertes turbulencias y de repente, aparecieron en una selva. Allí había mucha gente que aparentaba ir a trabajar y también chicos de diferentes edades que caminaban hacia el colegio. Ellos no sabían por qué estaban ahí, ni como habían llegado, ni qué era ese lugar. Pero todos estaban muy asustados, en especial los chicos porque no tenían ningún pariente cerca.

Todos ellos decidieron reunir un consejo para ir a explorar la selva. Al rato descubrieron que era rica en vegetación y animales. Sería una zona de lluvias abundantes y mucho calor. Tendrían lo necesario para sobrevivir. Entonces, armaron chozas para pasar la primera noche. Durante esa noche, hubo una feroz tormenta que casi vuela el refugio.

Luego de unos días y de varios intentos, descubrieron que cualquier forma de escapar era imposible, ya que no sabían dónde terminaba la selva y tampoco sabían qué había más allá. Por lo tanto, no les quedaba otra opción que hacer una colonia y quedarse allí para siempre.

LA CANOA Y EL RÍOAlex Gaischuk

Esta es la historia de amorentre una sencilla canoay un brillante río.Los dos estaban muy enamoradospero desafortunadamente los separaron.

Ella rondaba las orillaspara encontrarloporque lo extrañaba.y quería abrazarlo.

Él lloraba de emoción y sus lágrimas eran olasque abrazaban con espumaa la canoa, su amor.

Pero una mañana al despertar,la canoa no estaba más.El río desesperado enloquecióy a todos los botes hundió.

UNA CASA CON RUIDOS RAROSGonzalo García Berro

Había una vez, en un barrio, una casa que estaba abandonada. Era enorme y muy vieja. La habían construido en 1888 y la gente creía que la habitaban unos fantasmas. Los vecinos estaban cansados de los ruidos que provenían de allí.

Luego de un tiempo de escuchar tantos gritos, los vecinos decidieron entrar a la casa. Al ingresar vieron algo que se movía, no sabían qué hacer. De repente entró a la casa el fortachón del barrio, Fernando. Traía su escopeta y le tiró un tiro al fantasma. Él se asustó, pero la bala lo traspasó. Al ver esto, el fortachón y los vecinos muertos de miedo se fueron derechito a sus casas.

Luego de unas horas, Fer y los vecinos volvieron a la casa todos armados con metralletas y rifles. Pero luego de otro ataque, al fantasma de nuevo no le pasó nada y todos salieron corriendo desesperados.

Esta vez Fer, como era muy valiente, decidió ir a hablar con el fantasma.- ¿Por qué gritás y asustás a las personas? – le preguntó Fer.- Porque me siento solo y me muero de hambre cuando veo que todos comen

juntos. Además me molesta la luz del sol. Yo estoy acostumbrado a la oscuridad- respondió el fantasma.Angustiado por la mala suerte del fantasma, Fer se fue a su casa y armó una

súper máquina para transformarlo en un niño. Una vez terminada, colocó al fantasma en la cámara y probó su invento. El fantasma se volvió un niño. Fernando lo adoptó y de nombre le puso Fermín. Los dos vivieron muy felices en la “casa abandonada”.

LA BESTIA Y LOS VECINOS DE LA CUADRAFacundo García Fernández

En el pueblo había una casa abandonada. Desde hace muchísimos años que no vivía nadie, aunque los vecinos creían que allí habitaba un monstruo tenebroso. Todos los días se oía un ruido diferente que provenía de allí, que asustaba y molestaba al vecindario entero.

Una vez Jorge, el vecino de al lado de la casa, se cansó. Tenía muchas ganas de enfrentarse con la bestia, pero solo no se animaba. A la tardecita, se reunieron todos los de la cuadra, y decidieron ayudarlo a cazar al monstruo.

Fueron a comprar las armas y para estrenarlas practicaron tiro al blanco. Después de cuatro horas en acción, Jorge volvió a su casita agotado, pero no pudo dormir por los molestos ruidos que venían de la casa abandonada.

A la mañana el valiente hombre fue a trabajar al campo llevando y trayendo cargada la carretilla. Luego de ocho horas de trabajo, volvió a su casa muy cansado y nuevamente no pudo dormir.

Finalmente fueron a cazar a la bestia. Jorge dio vueltas por la casa, y en un cuarto la encontró. Al hombre le dio tanta pena su cara que no la quiso matar. Los vecinos le preguntaron por qué hacía tanto ruido y la bestia con señas les explicó que estaba practicando para poder hablar con los humanos.

A partir de ese día se hicieron amigos y durante las noches no hubo ni un poquito de ruido porque la bestia aprendió a hablar con la ayuda de todos los vecinos.

EN BUSCA DE LA POCIÓNJuan Francisco Harfuch

Hace muchos años, vivía una tortuga con patas muy, muy largas. Un día decidió que quería caminar lento como su dios el sol. Entonces, la tortuga, le pidió que le enseñara a moverse lentamente como él, pero el sol no accedió a su pedido y le dijo

que nadie podía ser como él. La tortuga muy desilusionada por lo que le había dicho el dios, decidió ir a buscar a un zorrillo sabio para que la aconsejara.

Al día siguiente encontró al animalito que tenía fama de sabio. La tortuga le explicó su deseo y éste se lo concedió dándole una poción mágica. Al llegar a su casa la tortuga se recostó a dormir.

Cuando amaneció, se despertó con la esperanza de poder caminar lentamente como el sol. Para su sorpresa, notó que caminaba inclinada. Fue hasta un lago con mucha dificultad y al ver su reflejo en el agua descubrió que dos de sus patas eran largas y las otras dos, cortas. El animalito no sabía qué le sucedía, entonces, fue a buscar al zorrillo que vivía en la otra punta del bosque. La tortuga, caminaba torpemente y se tropezaba constantemente porque se enredaba con las patas. Además, el caparazón, al estar inclinado le pesaba aún más.

Al atardecer llegó a la casa del zorrillo por segunda vez. El sabio se puso a llorar cuando vio a la tortuga y esta, sin ánimo de ofenderlo, le peguntó humildemente:

- ¿Qué te pasa mi curandero?- Es que no te has dado cuenta- dijo angustiado el zorrillo- por mi culpa has

quedado así.- No te preocupes, no es tu culpa - intentó calmarlo la tortuga-. Yo tampoco

distinguiría tantas pociones, además esto debe tener solución.- Sí, vamos juntos a buscar la solución- contestó el hechicero.Al día siguiente fueron a un lugar muy lejano donde había un árbol muy grande.

La tortuga estaba muy cansada porque con sus patas, largas y cortas le costaba caminar. Finalmente llegaron después de un largo viaje y la tortuga comió una fruta del árbol.

- ¿Viste que todo se puede solucionar?- dijo el hechicero.- Sí, mis patas ahora son cortas y seré siempre lenta como el Sol.- Perdón otra vez por lo sucedido.Y la tortuga, sin rencores, se fue muy feliz.

UNA ORQUESTA TÍPICAPedro Ibarzábal

Peter, un chico de cinco años, quería ir al museo. El abuelo y el papá también querían, pero la mamá y la abuela tenían sueño, así que no los acompañaron.

Cuando llegaron, el papá y el abuelo vieron un cuadro muy interesante, pero a Meter le llamó la atención otro: “La orquesta típica” de Berni. Sin darse cuenta, se separaron. El papá y el abuelo estaban tan distraídos con el cuadro que ni lo fueron a buscar.

Peter se acercó más al cuadro. Sin querer lo tocó y entró en él. En el interior del cuadro escuchó música, caminó un poco y se encontró con una orquesta típica.

El niño saludó a los músicos y ellos a él. Éstos le dieron un instrumento y tocaron un montón de tiempo, luego el chico preguntó la hora y le dijeron que iban a ser las cinco. Al saber la hora, los saludó y se fue.

En ese momento, el papá y el abuelo se acordaron de él y lo buscaron por todo el museo. Al pasar cerca de una columna, apareció. El papá y el abuelo se sorprendieron y se dieron los tres un fuerte abrazo. Cuando se estaban yendo del museo escucharon música. Peter reconoció la orquesta, pero el papá y el abuelo se preguntaron de dónde venía esa música tan especial.

Desde ese entonces, cuando Peter se va del museo, sus amigos de la orquesta lo saludan tocando música en su honor y guiñándole el ojo.

EL GIGANTE QUE ENCONTRÓ LA AMISTADFrancisco María Irigaray

En el medio de las montañas, en un castillo lujoso y escondido entre los árboles, vivía Martdog. Él era un gigante alto como una casa y tenía la fuerza para mover una montaña. Su cara era monstruosa y al verlo, todos corrían en busca de ayuda. La gente corriente no quería tenerlo como amigo por miedo a que los dañara. Lo que no sabía era que él no podía matar ni a un mosquito. Era el gigante más querido de todos los gigantes. Martdog se sentía solo. Era el único gigante que vivía entre las montañas y no tenía con quien jugar. Lo único que deseaba era ser pequeño y no asustar a la gente, para así poder tener amigos. Una noche estrellada, antes de irse a dormir, Martdog escuchó un extraño ruido. Salió de su castillo a ver qué ocurría. Siguiendo ese sonido, cruzó el jardín de su casa y entró en el bosque. Allí se perdió entre los árboles y de pronto descubrió un hada con un ala quebrada y dormida, que era como una bella flor. Él no podía creer la belleza que veía. Decidió llevarla a su castillo y ponerla a salvo de lo que fuera que le hubiera sucedido.

Cuando ya estaban en el castillo el hada despertó. En ese momento, con los ojos bien abiertos y segura de no estar soñando, pegó un alarido estruendoso al ver el castillo y por supuesto al gigante. Martdog trató de tranquilizarla y le explicó que la había sanado. El hada se calmó. Luego de pensarlo un ratito decidió concederle un deseo por su ayuda. Martdog sonrió y enseguida deseó ser un niño.

El hada dijo:- Pequeñitus niñitus convertirus en un niñitus.

De repente la casa se llenó de luz, el gigante sintió que sus manos y su cuerpo se hacían más pequeños. Así fue como el gigante solitario se convirtió en un niño divertido. Martdog estaba muy feliz, nunca había tenido esa sensación de felicidad y eso era algo que iba a disfrutar. Agradeció al hada y salió corriendo a hacerse de amigos. Estaba muy ilusionado con su nueva vida. Ahora podía jugar, trepar a los árboles del bosque, y lo más importante, estar con otros niños. Durante tres meses fue niño, pero el hechizo acabó. De golpe, el niño feliz pasó a ser el gigante nuevamente. Martdog se sintió muy triste, ya no tendría amigos y no podría jugar. Pero un chico llamado Juan, que había sido su amigo durante esos tres meses, no dejó que el tamaño del cuerpo de Martdog rompiera su amistad. Grande o chiquito, él lo quería igual. Entonces invitó al gigante a hablar y así fue como jugaron todo el día.

Juan les explicó a sus amigos que Martdog era bueno y desde ese momento el gigante pudo cumplir su sueño: tener fiestas, grandes comilonas y fuegos artificiales, y sobre todo, tener con quien compartirlos. EL GIGANTE ENAMORADOHipólito Blas Irigoyen

En un inmenso y lujoso castillo, escondido entre los altísimos pinos de un bosque rodeado de montañas, vivía Turus, el gigante solitario. Turus tenía cara de tan pero tan bueno, que era imposible, salvo que uno le tuviera terror a las alturas, tenerle miedo. Sin embargo, la gente común, los pequeños, como él los llamaba, no querían acercarse a su castillo, acostumbrados a las leyendas que hablaban de los gigantes come –niños, los gigantes feroces y malhumorados. Y Turus sufría.

Él era muy sociable y quería que su castillo estuviese lleno de gente, de música y de ruido porque amaba las fiestas y los fuegos artificiales, pero no en soledad. Un día, antes de irse a dormir, Turus escuchó una extraña canción. Siguiendo la voz, cruzó el jardín de su casa y entró en el bosque. Allí oyó llorar a una rana

gigante con voz de mujer y ojos hermosos, pero tristes. Era preciosa. Tenía ojos saltones y un color verde esmeralda en el cuerpo. Al ver a la hermosa rana, Turus sintió que su corazón estallaba de alegría. Se había enamorado. Estremecido, llevó a Doña Cachita, así se llamaba la rana, a su castillo. Al cabo de una hora, la rana ya no se sentía triste y entonces, Turus le preguntó qué le había sucedido. Ella le contó que un par de trolls habían secuestrado a su hijo Mackie. Ellos querían que su hijo trabajase para ellos como esclavo. El gigante al oír esto enmudeció, pero a los pocos minutos le dijo a la rana que la iba a ayudar a rescatar a su Mackie. Ella, muy contenta, comenzó a dar altos saltos. Unos diminutos trolls contra un gigante seguramente serían vencidos. Al día siguiente partieron rumbo a la aldea de los trolls. Al llegar allí, se encontraron con una gran poblado de casas de madera y cercado por anchas barreras. Los trolls eran chiquitos y sus dientes eran afilados. Cada vez que iban a un lugar, el clima se ponía feo y comenzaba a llover. Había dos trolls cubriendo la entrada a la aldea con una barrera. Pero ésta era muy baja para el gigante, por lo tanto la entrada fue muy fácil.

El gigante a medida que avanzaba, derrotaba a todos los trolls que lo atacaban. Llegaron al trono del rey y luego de hablar con él, el gigante les propuso unos minutos de su trabajo a cambio de la libertad de Mackie. El rey aceptó enseguida y el hijo de la rana fue liberado. Doña Cachita estaba muy agradecida y el gigante enamorado le propuso matrimonio. La rana aceptó y luego de darse un beso, Doña Cachita y Mackie se convirtieron en gigantes y pudieron vivir muy felices. Turus nunca más se sintió solo.

EL TRIÁNGULO MISTERIOSOIgnacio Lago

Dos niños, llamados Virginia y Esteban, vivían en la ciudad de Buenos Aires. Virginia tenía trece años y su hermano quince. Siempre querían ir a visitar a su abuelo que vivía en el Caribe. Su mamá no los podía acompañar porque tenía mucho trabajo y no los dejaría viajar solos, por una cuestión de seguridad, hasta que tuvieran catorce y dieciséis años.

Pasados esos dos años, los chicos quisieron viajar, pero su mamá les dijo que si no aprobaban todos los bimestres y todas las materias, no iban a poder hacerlo. Virginia era bastante buena, pero Esteban no estudiaba ni en el colegio, ni en su casa. Aunque si era por ir a lo de su abuelo haría cualquier cosa.

Al finalizar el año, Virginia había obtenido muy buenas notas y Esteban aprobó con siete. Ellos estaban contentos porque iban a poder viajar a ver a su abuelo. Ese mismo día, los chicos hicieron sus bolsos. A la mañana siguiente despidieron a su mamá y partieron rumbo al Caribe. Después de los trámites y acarrear los bolsos pudieron subir al avión.

En el avión, la comida era muy fea. Después de muchas horas, los chicos observaron que pasarían cerca del Triángulo de las Bermudas, y al pasar por ahí... misteriosamente... ¡Aparecieron en una selva!

Al encontrarse allí, se sintieron muy angustiados. Estaban asustados por las personas raras y los animales salvajes que veían. Comenzaron a recorrer la selva y encontraron un grupo de inspectores. Virginia les preguntó si los podían ayudar. Uno de ellos le respondió que fueran con el pirata Morgan. El pirata era alto, con dientes amarillos, una pata de palo y un parche. Les contó que la única forma de escapar de la isla era en un barco que él había construido, pero cuando quiso salir era época de lluvias y no lo consiguió. Para ayudarlos les entregó un mapa que señalaba una cascada misteriosa que los ayudaría a salir de la isla.Luego de dos semanas, construyendo un bote, los chicos estaban listos para partir.

Subieron al bote y navegaron por un río. A lo lejos vieron la cascada, la atravesaron y aparecieron en la casa del abuelo sentados en el jardín tomando jugo.

Los chicos estaban confundidos. De pronto Esteban metió la mano en el bolsillo del pantalón y encontró un papelito... ¡era el mapa del pirata Morgan!

EL LENGUAJ E DEL AMORJoaquín Lanusse Esta es la historia del vientoque un día de primaveraa una planta florecidale propuso casamiento.

Así se enamoraronen un campo encantado,el viento la abrazabay la flor alegre estaba.

No podían dialogar,los dos enamorados.El viento hablaba italianoy la planta, castellano.

Un día el viento le enseñóun poco de italiano.A la planta le gustó el idiomay al fin ellos conversaron.

Esta fue la historia del viento y la planta florecida,que al fin se casaronen un campo encantado.

UN SOLDADO EN EL MUSEOPedro Augusto Lugones

Juan, un chico de once años, iba caminando hacia su casa. En el camino, una señora le dio un folleto del Museo de Bellas Artes, lo tomó y siguió caminando. Llegó, puso el papel sobre la mesa y fue a ver la tele. Cuando la mamá lo vio se le ocurrió que sería lindo ir en familia.

El sábado sin muchas ganas porque le parecía aburrido, Juan y sus hermanos, fueron con su mamá a ver una exposición de pinturas de Cándido López. Llegaron al museo, pagaron las entradas y cada uno se fue por su lado. Juan entró en una sala donde se exhibían cuadros del ejército argentino. Eran todos muy parecidos. Sin embargo, uno de ellos le llamó especialmente la atención pero no se daba cuenta por qué. Lo miró de un lado a otro y de arriba hacia abajo. De pronto sintió que se mareaba y se desmayó.

Los soldados le gritaban: - ¡Levántate que nos atacan!- Él se despertó confundido, no entendía qué pasaba, por qué tenía ese uniforme

y por qué portaba un arma. De repente comprendió que estaba dentro del cuadro y que si no luchaba moriría. Tomó su arma y peleó como un soldado más. Tuvo suerte de que no lo hirieran, pero muchos de sus compañeros cayeron durante la batalla. Cuando los enemigos huyeron porque los superaban en número y en armamento, Juan fue a brindar su ayuda a los caídos. Ante el grito desesperado de uno de ellos corrió y se tropezó con una rama, su cabeza golpeó contra un tronco y se desmayó.

Desde lejos, Juan escuchaba a su hermano diciéndole que se despertara. Finalmente logró hacerlo y le preguntaron qué le había pasado que estaba todo embarrado y con un chichón en la cabeza. Él no respondió, lo iban a tomar por loco, pero estaba seguro de que había entrado al cuadro y había luchado con esos soldados.

EL NIÑO DE LA IMAGINACIÓNIván Martin Valerga

Omar sale de su casa rumbo a la escuela, camina dos cuadras y se toma el colectivo, como cada día del año. Osvaldo, el conductor, lo saluda y Omar, caprichoso, le dice que odia ir al colegio Al llegar a la escuela, entra y sorprendido se da cuenta de que no hay nadie, aunque escucha las voces de los chicos y los docentes. El niño, confundido, ingresa en las aulas, pero no ve a nadie. Entonces sale desesperado del colegio y le pide ayuda al gentil florista de la esquina.

Casi sin aliento, le dice que escucha pero no ve a las personas que están en la escuela. El florista piensa que es un chiste y no le presta atención. Omar seriamente le repite lo que está sucediendo y ésta vez sí le cree. Nuevamente entra y no ve nadie. El florista le dice que probablemente sea su imaginación y que él tiene que desear intensamente ver a sus compañeros. El niño le hace caso al florista y pide profundamente verlos. De pronto aparecen todos.

El florista tiene razón, piensa Omar. Se tranquiliza y recuerda la expresión de deseo que había formulado en el colectivo. Asoció la desaparición a la fortaleza de su deseo. Así, Omar descubre que tiene poderes y vuelve a su clase confundido, pero nota que nadie percibe nada raro. En la clase de música, sus amigos cantan desafinados, y él, luego de un día tan agitado, con dolor de cabeza, desea profundamente callarlos. De repente todos sus compañeros pierden la voz. Mueven sus labios, pero nada se oye.

Luego de la clase de música, Omar se dirige a matemática. Al terminar la hora, su maestra, le entrega la prueba de divisores y múltiplos. Sorprendido ve la calificación: cuatro. Preocupado y con miedo de llevarse la materia y que su mamá lo rete, aprovecha nuevamente de su nuevo poder. Cierra concentrado los ojos y pide que su nota se convierta en un diez. Su deseo se hace realidad, un enorme diez aparece en su hoja. Al día siguiente, cuando despierta, pide que el colegio desaparezca. Al llegar a la escuela, Omar, descubre que su pedido no se ha cumplido. Sus poderes son efectivos nada más una vez en la vida. Él se siente sorprendido de haber perdido sus poderes, pero también triste, ya no podría sacarse más diez. De ahora en más tendría que estudiar e ir al colegio como los demás chicos.

BUSCANDO SU FLORTomás Michelletti

En una primavera del 96el tibio viento susurrabay la dulce melodía de los pájarosen el campo se escuchaba.

Esa mañana soleadael viento allí se encontrababuscando a su florque por ahí estaba.

El viento por fin la encontródebajo de un tronco, donde ella se había escondidoy al hallarla, él sonrió.  LA BESTIA FANTÁSTICASantiago Miller Tirabassi

En un barrio había una casa muy vieja, enorme, que parecía abandonada. A la noche todos tenían miedo porque se sentían fuertes gritos que provenían de allí. Parecían graznidos

Una noche se reunieron todos los vecinos frente a la casa abandonada para hablar sobre este tema y encontrar una solución. Como el alcalde del pueblo no se presentó en esa oportunidad, todos estaban indignados.

De pronto, una bestia salió volando por la chimenea y de su bello y brillante pico, colorado como el fuego, cayó un hermoso anillo. Los vecinos, sin embargo, decidieron entrar a la tenebrosa casa.

Finalmente, uno de los vecinos encontró el cadáver del alcalde del pueblo en el medio de la sala. La gente pudo entender por qué el alcalde esa noche no se había presentado y también por qué el ave gritaba así. Reclamaba el anillo con rubíes que este llevaba en su dedo.    

EL ROMANCE DE LA CANOAJoaquín Ocampo

Había una vezuna angosta canoaenamorada de un verde ríoque con sus caricias le quitaba el frío.

En el segundo encuentro él le propuso casamiento,ella contenta aceptópero no sabían qué diría el pescador.

Los dos alegres festejaroncon algas y pescados,hasta que llegó el pescadory a los dos los separaron.

Pero al atardecer se reunieron,y así fue como el verde ríoy la canoa blancanunca se volvieron a separar.

EL AMOR EN CUATRO HOJASPedro Esteban Petracchi

En un inmenso y lujoso castillo, escondido entre los altísimos pinos de un bosque rodeado de montañas, vivía Martdog, el gigante solitario. Era imposible temerle, salvo que uno le tuviera terror a las alturas. Sin embargo, los aldeanos no querían acercarse a su castillo y él sufría por eso.

Una día, antes de irse a dormir, Martdog escuchó una extraña canción. Siguiendo la voz, cruzó el jardín de su casa y entró en el bosque. Allí oyó llorar a una rana gigante con voz de mujer y ojos hermosos pero tristes. Entonces Martdog le preguntó:

-¿Por qué lloras?- Lloro porque una malvada y envidiosa bruja oscura al ver mi belleza, me

hechizó. Y también rompió mi trébol esmeralda de cuatro hojas, y si no lo recupero seré rana para siempre y por siempre.

Martdog la calmó y le preguntó dónde estaban las piezas del trébol. Ella le dijo:

- Están en la Montaña Dragón, la aldea de los elfos y en el castillo de la bruja.

Entonces el gigante replicó:

- Pero esos son tres lugares y la última pieza ¿dónde está?

- La tengo yo - respondió la rana.Martdog decidió ayudarla, de esa forma demostraría que no solamente parecía

bueno, sino que realmente lo era. El gigante se despidió y salió a buscar las piezas.La primera estaba en la Montaña Dragón, donde hay millones de clases de

dragones. de todos los colores, de los que escupen fuego, agua y aire. Algunos son fuertes, otros son débiles y no todos son malos. Incluso hay dragones buenos que quieren a los humanos.

De pronto Martdog, vio un dragón celeste atrapado en las rocas. El gigante lo miró atentamente y en un instante descubrió a quién estaba observando. ¡Era el rey de los dragones!

-¡Auxilio! ¡Ayuda!-grito el dragón.Martdog, que era tan bueno, decidió ayudarlo. Después de empujar las rocas y

liberar al rey, este en agradecimiento le entregó la segunda pieza del trébol y le prometió al gigante que lo acompañaría en busca de la siguiente hoja. Martdog por supuesto que aceptó y los dos se fueron caminando.

Más tarde llegaron a la aldea de los elfos, el gigante les pidió la tercera pieza de la hierba mágica. Pero los valientes elfos, aceptaron con una condición: a cambio debían entregarles una gota del agua sagrada. El rey dragón sabía dónde conseguirla, pero el único problema era que estaba protegida por Unagui, una serpiente marina gigante.

Entonces el gigante y el dragón fueron donde estaba la gran serpiente. Al llegar allí, Martdog logró distraer a Unagui mientras el rey dragón tomaba la gota de agua sagrada. Volvieron a la aldea y los elfos intercambiaron la tercera pieza del trébol por la gota. Antes de partir, un pequeño elfo llamado Gorley quiso acompañarlos. El gigante aceptó su compañía. Estaba muy feliz de tener dos amigos y compañeros de aventura.

Finalmente llegaron al Valle de la Muerte, donde se encontraba el castillo de la bruja negra. La malvada hechicera los retó a un combate y les arrojó un hechizo. Entonces Martdog sacó un espejo de su bolsillo y ¡Poof! La bruja se convirtió en cuervo.

Luego, el gigante y sus amigos regresaron con la rana, unieron las cuatro piezas del trébol esmeralda y mágicamente el anfibio se transformó en una hermosa gigante.

Y esta es la historia de Martdog, que terminó casándose y teniendo dos geniales amigos, y en su castillo hubo fiesta, música, fuegos artificiales y una gran alegría compartida.

AMOR ENTRE LA CANOA Y EL RÍO

Benjamín Serra

El pescador no amarróla canoa amada. ella se soltó y navegóhasta el río que la adoraba.

El río su remo escuchóy a ella ligero se dirigió.De repente la canoa sintió,los labios tibios de su amor.

Las arpas de sus corazones sonaronpor el amor verdaderoque renacía esa mañanay sería un amor eterno.

Ella allí se quedóflotando en su caudaloso río,nadie más la volvió a verporque en las aguas se disolvió.

DESAPARICIÓN EN UN AVIÓNClara María Biaus

Había una vez unos niños que deseaban ir a visitar a sus abuelos. Su vuelo salía a las 13.30 hs. y su vuelo era el número veinticuatro.

Cuando pasaron por el Triángulo de las Bermudas el avión misteriosamente se desvaneció y los chicos aparecieron en la selva. Allí había mucha vegetación de color verde brillante, como el pasto recién cortado. Vieron lagos, árboles altísimos, donde podían vivir animales peligrosos. En la selva había demasiados insectos. Los chicos estaban locamente atemorizados.

Al atardecer ya se habían tranquilizado.- ¡¿Cómo vamos a alimentarnos?!- se preguntaron al mismo tiempo. -Y... ¡¿Dónde dormiremos?!- dijo uno de ellos.- No lo sé, estoy asustado- respondió el otro.A las 10.45 hs. hicieron un fueguito, muertos de frío. Luego se quedaron

dormidos en la arena. A la mañana siguiente se encontraron con un abogado, un payaso y un mago, entre otros personajes que también vivían allí. Los chicos les preguntaron qué había sucedido, cómo habían llegado todos a la selva. El abogado se adelantó y dijo que se llamaba Pedro, el mago Pepe y finalmente se presentó el payaso Ramiro.

Todos se hicieron amigos y comenzaron a organizar un plan para salir de la selva. Debían construir un barco con los troncos que había allí. La embarcación tenía que medir cinco metros de largo y tres metros de ancho para que entraran todos. Intentaron hacerlo varias veces pero este plan no sirvió. El mago rendido y muerto de hambre se fue a buscar comida.

Pepe iba caminando por la selva cuando de pronto se cayó en un pozo oscuro y tenebroso. En las paredes había arañas de color naranja y negro. Estaba muy asustado, cerró los ojos para no verlas más y cuando los volvió a abrir estaba en el aeropuerto de Buenos Aires.

En la selva se preocuparon porque no encontraban al mago. Una de las personas halló huellas que los guiaron hasta el pozo. Al verlo imaginaron que Pepe estaría allí. Con un palo intentaron averiguar su profundidad metiendo ramas

larguísimas pero no lograron tocar el fondo. Luego trataron de iluminarlo, pero no veían nada. Acamparon alrededor del enorme agujero para pasar la noche, esperando a Pepe.

A la mañana escucharon unos ruidos muy lejanos que provenían del pozo. ¡Unos minutos después, Pepe y un grupo de rescatistas salían del pozo para salvarlos!

REENCUENTRO DE ENAMORADOSMaría Mercedes Causse Barone

Cuentan que una vez,la canoa y el río, esos dos enamorados,se volvieron a ver.Ella le dijo al río:- Mañana te veré a las tres.Él se arreglópara verla ese díapero la canoa no lo fue a ver.Sollozando se fue a dormiry vio que alguien estaba ahí.¿Será mi amada?-se cuestionó.No lo creo, pero tal vez...- pensó.¡Soy yo! – ella gritóy por suerte el río la reconoció.La miró de cerca y lagrimeó.Nunca me volveré a ir, lo juro- la canoa le prometió.

EL DISFRAZ DE COYÁNClara Inés Cercedo

Una mañana en un bosque lejano, un zorrino llamado Coyán fue invitado a una de las más famosas fiestas de disfraces, que se festejaba en un árbol altísimo. La fiesta era de la zorra, que celebraba sus cincuenta años. Ella había invitado al zorro, a la liebre, al conejo con sus conejitos, a la ardilla, el ciervo y el oso. El zorrino se entusiasmó, pero no sabía qué ponerse.

Coyán estaba tan preocupado que se sentó en una planta a pensar qué iba a lucir esa noche. El pigmento de ésta le tiñó una franja blanca en su lomo, pero él no lo notó.

A la noche, en la fiesta, no supo identificar a ninguno de sus amigos porque estaban muy bien disfrazados: el zorro se había puesto un disfraz de oso, la liebre estaba luciendo un suave traje de laucha, el conejo con sus conejitos se habían disfrazado de una colorinche y saltarina serpiente, la ardilla estaba usando un traje de caracol, el ciervo se disfrazó de un resbaladizo pescado y el oso de un simpático pajarito. La estrella de la fiesta se había puesto un traje de conejo.

En la mesa, para comer, había tortas de plantas, ensaladas de fruta, agua, algunos insectos y bombones de flores. Había música a todo volumen y todos bailaban alegremente. Coyán se entristeció porque no tenía ningún disfraz, pero sus amigos al verlo no lo reconocieron y empezaron a preguntarle quién era.

El zorrino se sorprendió:- ¡Soy Coyán!- dijo. El conejo lo felicitó por su disfraz pero, Coyán no entendía nada, porque él

sabía que no tenía ningún traje. El oso le comentó que tenía una mancha blanca en su

lomo. El zorrino no le creyó, por lo tanto sus amigos lo llevaron a una laguna para que se reflejara.

Cuando llegaron, Coyán se miró y se asustó. Les suplicó que lo ayudaran. Ellos probaron miles de cosas para quitar la mancha. Primero intentaron frotando hojas en su lomo. Después lo tiraron a la laguna y finalmente intentaron con baba de caracol. Pero fallaron.

El zorrino volvió a su casa e intentó nuevamente quitar la mancha. Como no pudo decidió aceptarla y lucirla orgullosamente. Desde ese entonces, los zorrinos no son más negros si no que tienen una franja blanca en sus lomos.

EL LOMO MANCHADO DE SIDKALuisa González Calderón

Por el bosque pasó volando un pájaro mensajero y le comentó a Sidka, el zorrino, que al día siguiente habría una fiesta de disfraces en la cueva de la ardilla. Ella quería hacer la fiesta para festejar su aniversario número cuarenta.

La fiesta sería al día siguiente. La ardilla Fronita invitó no solo a su papá, a su mamá Larita y a toda su familia, sino también a muchos animales del bosque. Entre ellos estaba el conejo más simpático y saltarín, la familia de gorriones con sus pichones y como no podía faltar, su mejor amiga Sidka.

Al enterarse de la fiesta de su amiga, el zorrino fue rápidamente a buscar un disfraz. Buscó por todo el bosque pero no encontró nada que le gustara. Entonces se acostó en un árbol a descansar. Entre las raíces del árbol se había formado un colchón de flores blanquecinas que le tiñeron el pelaje con su pigmento. Al día siguiente, el día de la fiesta, el zorrino no sabía qué ponerse y decidió no ir. Pero al recordar la deliciosa comida que cocinaba la ardilla, cambió de opinión. No quería perderse los alfajorcitos de barro, ni la ensalada de frutas. Tampoco, la torta y el ponche. Cuando llegó, vio que todos los invitados tenían buenos disfraces. La mamá osa tenía un disfraz de avestruz, el papá hipopótamo tenía un disfraz de cocodrilo, el tío uno de cucaracha, la tía tenía un disfraz de pez, todos sus abuelos tenían disfraces de elefantes, y Fronita, la ardilla, parecía un carpincho.

Cuando todos vieron al zorrino, lo felicitaron por su disfraz. Pero él se sintió muy mal por que en realidad no se había puesto ningún traje. Más tarde les preguntó por qué lo felicitaban. Entonces todos los animales le preguntaron qué tenía en el lomo porque nadie sabía qué era. Llamaron al doctor para saber qué tenía, pero el doctor tampoco supo. Intentaron limpiarlo con agua de ponche, con agua del río y hasta con néctar de árboles. Probaron durante toda la noche, pero era imposible sacárselo. Finalmente la ardilla dijo que la franja blanca era más linda que tener el pelaje solamente de color negro y que eso la hacía muy especial. Sidka muy contenta, dejó de intentar sacarse la mancha. Desde ese momento los zorrinos dejaron de ser negros y tienen una franja blanca en su lomo que tanto los caracteriza.

HISTORIA DEL VIENTO EN PRIMAVERAVictoria López del Carril

“Justo” era su nombre.Así se llamaba el vientoque soplaba en primaveray lo hacía muy contento.

Él estaba enamoradode una planta florecida.Su nombre era Camila,era buena y divertida

La más bella del lugar,era también sin dudar.Sus flores brillantes y rosas,enamoraban al viento.

No solo Justo la amaba.Ella también lo adoraba,pero un problema había:con este amor no se podía.

Cada vez que Justo soplabaal papá de la flor empujaba.Por eso a él no le agradabay a su hija mantenía encerrada.

Camila un día se escapóy el papá no la encontró.Cuando el viento la halló,algo muy extraño ocurrió

Justo se convirtió,en un precioso caballero,y Camila se transformó en una loca con ruleros.

El viento no la reconoció y Camila entristeció.Volvió a ser una flor,y de tristeza se marchitó.

EL REY TACAÑOFlorencia Inés Soulez

Había una vez un rey llamado Roberto que vivía en un gran castillo y era muy tacaño y malo.

Un día, llegó al castillo el viejo Santiago y le pidió al rey si le prestaba plata. El rey, como era tacaño, le dio un billete falso y lo echó del castillo de una patada.

A la mañana siguiente, Santiago se dio cuenta de lo que había sucedido y le contó todo a su esposa, María. Ella muy enojada, le pidió a su hija Mariana, que se vengara del rey por ellos ya que eran muy viejitos. Mariana aceptó pensando que alguien debía darle una lección a Roberto, el tacaño.

Una noche después, la hija, entró al castillo sin que se dieran cuenta. Como nadie la vio, aprovechó la situación para entrar al cuarto de Roberto. Él estaba en la cocina evaluando al nuevo cocinero para el turno de la noche. Mariana le dejó sobre la mesita de luz del rey una carta que decía:

“Roberto, amigo del alma, somos tus amigos los reyes del pueblo vecino. Queremos que nos visites en nuestro castillo y queremos darte una sorpresa. Por eso le pedimos a la doncella Mariana que te traiga hasta aquí. Durante tu ausencia

creemos que lo mejor es que gobierne el pueblo Santiago, que es de nuestra confianza”.

De pronto, Mariana escuchó un ruido y entonces se fue por la ventana. El rey llegó a su cuarto y leyó la carta, y tentado por la sorpresa, pensando que tal vez recibiría dinero, aceptó el trato sin pensarlo demasiado, confiando en la sabiduría de sus amigos.

A la mañana siguiente Mariana le contó todo a su padre. Él se puso muy contento y se sintió orgulloso de su hija. Después de un rato, se despidió de Santiago y se marchó. Entonces fue a buscar a Marco, uno de sus amigos. Ella le pidió si la podía ayudar con su plan y el amigo accedió. El papá de Marco les prestó su carruaje y salieron de inmediato.

Después de veinte minutos de viaje llegaron al castillo. Allí los esperaba el rey y partieron. Esa misma tarde, llegaron a una casa en el bosque. El rey comenzó a extrañarse y a quejarse porque por allí no vivían sus amigos, entonces descubrió el plan. En ese preciso instante, Marco lo golpeó con un palo y Roberto se desmayó. Los amigos huyeron y volvieron al castillo para ayudar al padre de Mariana en el castillo.

A la noche, el rey logró despertarse y salir de la casa, pero no sabía cómo regresar a su castillo por lo que se quedó a vivir ahí. Mientras tanto, en el castillo estaban todos tan felices con el nuevo rey, que rápidamente se olvidaron del tacaño Roberto.

SEXTO GRADO

UN MUNDO DE AVENTURAS

“Creatividad”, es sinónimo de “pensamiento divergente”, o sea capaz de romper continuamente los

esquemas de la experiencia. Es creativa una mente que trabaja siempre, dispuesta a hacer preguntas, a descubrir problemas, capaz de hacer juicios autónomos e independientes…”

Gianni Rodari

Creatividad, juicio crítico y autonomía son cualidades que se manifiestan en el

proceso creativo y que intentamos estimular a partir del plan lector y del taller de escritura. Estos dos espacios de aprendizaje son momentos importantes que lanzan a los chicos a la tarea de pensar y aprender de un modo diferente. A partir de la lectura de novelas o cuentos escritos por autores reconocidos, nuestros alumnos pueden recuperar hechos de la historia y descubrir en la ficción un territorio sembrado de aventuras. La lectura les permite jugar con los acontecimientos y los personajes y descubrir la libertad que hay en las palabras, para así escribir sus propias producciones donde cada uno, con un estilo personal, encuentra el modo de volcar las propias impresiones. Compartir estas historias con los demás pone en marcha la opinión, el análisis, la valoración y la aceptación del otro como alguien distinto a uno.

Leer y escribir en la escuela enseña a descubrir y respetar otros puntos de vista. Pero además, estas prácticas permiten desarrollar la imaginación y la creatividad, condiciones necesarias para la vida cotidiana.

Como dice Rodari, “El uso de la palabra es para todos, no para que todos sean artistas, sino para que nadie sea esclavo.” La sociedad necesita y busca hombres y mujeres pensantes y creativos. Estos hombres y mujeres intentamos formar desde el área de Lengua. Después de varios años de acompañar y realizar en conjunto este proyecto, estoy convencida de que no solo es posible, sino también necesaria una educación hacia la creatividad; y que si bien a los maestros nos requiere un gran esfuerzo, debemos transformarnos en sus principales promotores.

María Victoria PittalugaMaestra de Lengua – 6° y 7° grado

EL TEMIDO PIRATAJuan Bautista Barilatti

Edward Teach, el pirata más temido,a los barcos y costas atacay a los pobladores maltrata. Como todo pirata, antes de abordar,la bandera negra hace desplegar.Sus hazañas sangrientas aumentan su fama y a los marineros aterran.Este legendario pirata,de un golpe, en un enfrentamiento, cayó y la conciencia perdió.No solo perdió la conciencia, sino también su honor.Desde ese día Edward Teachhumillado se sintióy de su lugar e identidadnadie supo jamás.Su tesoro por todos lados fue buscadopero nunca fue encontrado.

MIS EXPERIENCIAS EN LA ANTÁRTIDASebastián Belaustegui

Hace un par de meses que vivo con mi papá y mi perro Teo, en una base militar en la Antártida Argentina. Nos instalamos aquí por el trabajo de papá y nos quedaremos por seis meses.

Casi siempre está nevando y a veces hay grandes tormentas. Todo está cubierto de nieve. La base es enorme y tiene muchos galpones y casitas. Papá me contó que varios países tienen una base en este continente helado y que podemos ir a visitarlas en el tractor oruga o en el trineo. Poco antes de viajar a la Antártida, el día de mi cumpleaños, Teo llegó a mi vida. Papá me despertó sin regalos, pero me dijo que íbamos a ir a un lugar especial para elegirlo: una veterinaria. Allí me dejó elegir un perro. Cuando vi a Teo, por primera vez, era un Siberian Husky de dos meses, no tuve duda, yo lo quería porque parecía dulce y obediente como lo es ahora. Además era el perrito que más me gustaba. Por supuesto, cuando llegamos acá, se adaptó muy bien. Le encanta tirar del trineo, le gusta andar en tractor oruga y también morder los juguetes mojados por la nieve. Una noche hizo mucho frío, como nunca antes. Era tanto el frío que decidimos quedarnos en la base tapaditos en un sillón y ver la televisión.

Se hizo muy tarde y papá nos dijo que nos fuéramos a dormir porque el día siguiente sería lindo. Estábamos muertos de frío y de sueño. Entonces nos acostamos en la cama calentitos y luego de un rato nos quedamos dormidos. A la mañana, como hacía mucho frío, nos abrigamos bien y fuimos en el trineo a visitar otra base. En el camino se abrió una grieta en el hielo y Teo, que saltó del trineo metió una pata allí y empezó a llorar. Me bajé y lo examiné. Apenas le toqué la pata puso una expresión de dolor, entonces lo subí al trineo y regresamos a la base.

El doctor lo vendó y dijo que no era nada grave pero que debía estar unos días tranquilo.

Después de un par de días Teo se curó. Entonces reanudamos la visita a la otra base. Al llegar a la altura de la grieta, mi perro otra vez saltó del trineo. Pero ésta

vez se quedó quieto ante la fisura, como avisándonos que algo raro se encontraba en su interior.

Cuando nos acercamos, descubrimos que en el interior ¡había un fósil! Papá me dijo que era muy valioso, así que valía la pena pagar cincuenta dólares para que el correo lo llevase a un museo para estudiarlo y ver si querían comprarlo. Costó trabajo sacar el fósil del hielo pero lo conseguimos y lo enviamos por correo al Museo de Ciencias Naturales.

Luego de una semana llegó el correo y vino un sobre con mucho dinero. Decidimos usarla para remodelar la base. Pasaron los meses y aprovechamos los últimos días que nos quedaban para terminar los paseos por las bases de la Antártida.

AVENTURAS EN EL CAMPOGastón Procoro Blaquier

Un viernes fui al campo de papá ubicado en Roque Pérez con tres amigos: Bautista, Felipe y Guido. Cuando llegamos, Guido quería andar a caballo y todos estuvimos dispuestos.

Comenzamos la cabalgata. Queríamos galopar y cuando lo hicimos, Bautista se cayó del caballo. Notamos que se había lastimado una pierna porque no podía levantarse. Él estaba muy dolorido y angustiado.

Yo salí a todo galope a buscar a papá. En el camino encontré un lindo zaino que estaba sediento y demasiado maltratado. Sentí lástima, tristeza y angustia por ese pobre animal. Decidí enlazarlo y llevarlo a las caballerizas con mis otros caballos para que estuviera mejor.

Una vez que lo até al palenque, busqué a papá y juntos fuimos en la camioneta a ayudar a los chicos. Todos juntos regresamos a la casa. Vino el médico y después de revisar a Bautista, nos tranquilizó al decirnos que no era nada grave.

Dos días más tarde, Bautista caminaba ya sin dificultad y pudo conocer al zaino. Él también se encariñó con el caballo porque lo veía abandonado. Quizás su dueño no lo quería.

Ese mismo día, después de comer, llegó una camioneta. De ella bajó un hombre que decía ser el dueño del zaino. Quería revisar el campo para buscar su caballo. A Guido se le ocurrió esconderlo en un galpón para que no lo encontrara porque no queríamos que siguiera maltratándolo, pero al llevarlo a ese lugar, una pierna del caballo se enganchó en un alambre y no lo pudimos sacar. Intentamos liberarlo durante un largo rato hasta que vimos que el dueño se acercaba ¡No sabíamos qué hacer!

Busqué en el galpón una pinza para cortar el alambre y logré liberar la pata del zaino pero el caballo estaba lastimado y no podía caminar.

Cuando el dueño nos sorprendió, Felipe y yo, intentamos protegerlo; mientras tanto Guido fue a contarle a papá lo que estaba ocurriendo.

Como el hombre se lo quería llevar, papá habló con el durante un largo rato e intentó convencerlo de que debía cuidarlo mejor pero el dueño del zaino consideraba que tenía cosas más importantes que hacer y como lo utilizaba para trabajar, no podía ocuparse de él.

Finalmente papá propuso comprárselo y el dueño rápidamente aceptó porque la oferta era buena. Mis amigos y yo estábamos tan contentos que decidimos compartir el caballo y como era tan veloz, le pusimos “Rayo”.

NARCISO Y SU PROPIO REFLEJOJuan Ignacio Cassagne

La ninfa Eco distraía a Junomientras Júpiter con doncellas jugaba.Cuando la diosa descubrióel engaño de su esposo,a Eco con furia condenópor haber ayudado al dios.Desde ese momento Eco nunca más pudo hablar,tan solo repetir de una palabra su final.Eco se refugió en el bosque,y allí a Narciso conoció. Era tan hermoso que de él se enamoró pero el joven la rechazó.Mientras Narciso escapaba en el bosque un estanque encontró,y cuando cerca de la orilla tropezó,vio su reflejo en el agua y se enamoró.Por el lamento de su amor,transformándose en florNarciso solo murió.

LA MISTERIOSA MUERTE DE LORD GUILLERMOJuan Cirio

En la última semana de 1920, en la pequeña ciudad de Fénix, un hecho insólito inquietó a sus habitantes: el gran Lord Guillermo había muerto de una forma misteriosa. Su hermano Fidel llamó al detective Carlos Barón, quien resolvía los casos con mucha paciencia.

Ese mismo día, el detective fue al castillo y preguntó al hermano del muerto si había algún testamento. Fidel le respondió que no.

Luego, el detective le preguntó al abogado quiénes eran los herederos y este le respondió que eran dos: Fidel y Laura, la hija de Lord Guillermo. Pidió entonces ver a la muchacha para entrevistarla.

Apenas la conoció, Laura le pareció una joven muy buena y a la que le había caído muy mal la muerte misteriosa de su padre. En cambio, Fidel no parecía muy afectado por el fallecimiento de su hermano. Al detective la chica no le pareció que pudiera haberlo asesinado pero el hermano quizás sí.

Entonces, preguntó al mayordomo qué era lo último que había comido Lord Guillermo y este le dijo que, de postre, había consumido bombones durante la cena. Inmediatamente, Carlos pidió ver la caja y descubrió que no tenía marca alguna. Se dio cuenta de que si no había marca en la caja, los bombones debían ser caseros y se preguntó quién los habría hecho.

Investigando, descubrió que al hermano de Lord Guillermo le gustaba mucho cocinar y entonces decidió revisar su habitación. Allí descubrió tirado en la alfombra, detrás de la cama, un molde de bombón que delató al culpable.

Carlos avisó a la policía que el asesino era Fidel. Ésta lo atrapó justo en el momento en que estaba a punto de ofrecerle un bombón envenenado a su sobrina para transformarse en el único heredero de la fortuna de Lord Guillermo.

AVENTURA EN EL SURJuan Bautista Harfuch

Durante los meses de verano, un señor llamado Gastón viajó a la provincia de Chubut, exactamente a Puerto Madryn, para trabajar en una reserva de pingüinos. Antes de llegar recorrió enormes acantilados de arena y canto rodado. El frío era muy intenso. Al fin llegó y, como era su costumbre, salió con Arturito, un pingüino de la reserva del que se había encariñado en el viaje anterior. Caminaron y jugaron en las extensas y silenciosas playas. Luego se metieron en el agua, pero antes Gastón se colocó un traje de buzo para protegerse de la fría temperatura del mar. Todas las semanas, Gastón y Arturito repetían la misma aventura. Luego, regresaban juntos a la reserva y Arturito se quedaba en la pingüinera junto a su familia. Una noche, el guardia de seguridad olvidó cerrar la puerta de la reserva y los pingüinos se escaparon. A la mañana siguiente, cuando llegó Gastón a visitar a su amigo favorito, notó que no estaba y faltaban también otros pingüinos de la familia. La desesperación de Gastón hizo que partiera al instante hacia la playa, sin darse cuenta de que el viento era tan intenso que las olas que levantaba eran de más de cinco metros de altura y la arena creaba una niebla muy espesa que no dejaba ver y pegaba muy fuerte. Gastón avisó a otros compañeros y juntos salieron a buscar a los pingüinos en cuatriciclos pero solo se veían las luces de los faros y los pingüinos no aparecían. Recorrieron muchos acantilados hasta que Gastón se alejó de sus compañeros.

De pronto vio a su pequeño amigo en una roca rodeado de agua, lastimado y sin poder moverse. Gastón no lo podía alcanzar porque las olas crecían cada vez más y Arturito estaba a punto de caer al agua. Gastón regresó a la playa rápidamente en busca de troncos para armar una especie de balsa, pero el pingüino ya se había caído y no podría mantenerse mucho tiempo más a flote por las heridas que tenía. Gastón sabía que si se subía la balsa se iba a hundir. Decidió entonces atar la precaria embarcación a la pierna y empezó a nadar. Increíblemente, Arturito lo reconoció y se subió a la balsa, con mucho esfuerzo llegaron hasta la costa y allí se quedaron los dos casi dormidos en la orilla mientras la arena que volaba por el viento los iba tapando… Al salir el sol, llegó toda la familia de pingüinos. Estos picotearon a Gastón que despertó junto a Arturito. Dos meses más tarde Arturito fue padre y Gastón fue ascendido a jefe de la pingüinera por haber rescatado tiempo atrás a los pingüinos.

EL POBRE REY MIDASFelipe Guillermo Hoerth Alconda

El rey Midas mucho oro quería,entonces al dios Baco llamóy él su deseo le concedió.A partir de entoncesMidas corría por los campospletórico de alegría ya que todo lo que él tocaba,en oro se convertía.Pero un día el hambre lo agobióy el rey entró a la casapues sólo comida deseó.

Y el rey no pudo comerporque el banquete que quería,también en oro convertía.Muy preocupado se sintiópues su deseo ya no deseó.Arrepentido suplicó a Bacoque su deseo anulara. El dios lo comprendióy al ambicioso rey Midasotra oportunidad le dio.

LA ISLA FANTASMAJuan Juri

Al oeste del Océano Pacífico, entre el paralelo 75° y el meridiano 165°, sin ser vista por los dibujantes de mapas, se encontraba la Isla Fantasma. Los más reconocidos piratas la habitaban y formaban una intrépida sociedad. Todo habitante de esa isla era un bandido de los mares. La isla estaba comandada por el legendario pirata Barba Roja, hombre estricto con sus secuaces, y un consejo de ancianos que decidía, a través de diversas pruebas, quién podía formar parte de esa sociedad y quién no. El 26 de octubre de 1588 los habitantes de la isla Fantasma divisaron a lo lejos un buque armado con la bandera francesa. Hasta ese momento ningún barco francés había llegado hasta allí. Barba Roja ordenó a sus subordinados que se prepararan para defenderse y atacar. Ya cerca de la isla, el capitán pirata ordenó fuego. Al recibir uno de los tres cañonazos de sus enemigos, comenzó a disparar también. Los franceses se retiraron apenas tuvieron unas cuantas bajas porque tenían pocos hombres para defenderse. Una semana después, regresaron cinco buques franceses mejor preparados. Se aproximaron a gran velocidad y abrieron fuego. Los piratas hundieron un barco, pero murieron gran parte de ellos, en especial los encargados de los cañones. Viendo que iba a ser derrotado, Barba Roja pidió ayuda a un hechicero que había llegado a la isla de niño hacia ya noventa años. Entre los dos, decidieron hacer un pacto para salvar la isla. Este consistía en que el hechicero haría que la isla fuera invisible a los ojos de los enemigos durante varios años, si Barba Roja a cambio de ese favor le otorgaba su poder. El anciano puso en acción el hechizo. Cuando los franceses, atacados por los piratas, perdieron su segundo barco retrocedieron para organizar un nuevo ataque y cuando regresaron, la isla ya no estaba. No se veía por ninguna parte. No sabían qué creer, si la isla había desaparecido o su mapa era erróneo. En Francia se corrieron muchas versiones sobre lo sucedido en la isla y, a partir de entonces, la llamaron “La Isla Fantasma”. Pero en la isla no estaba todo bien. El hechicero haciendo uso de su poder, derrocó el consejo de ancianos y en su lugar armó un consejo de brujos que era más tiránico que el anterior. Además, los piratas que se manifestaban en desacuerdo, eran asesinados. La isla dejó de ser una isla de bandidos para pasar a ser de un hechicero y magos. Los piratas se marcharon y nunca más la pisaron. Y de Barba Roja, sólo quedó su leyenda.

LA VALIENTE PIRATAFelipe Lalanne

Con un gran pirataAnne Bonny se escapóy a su familiasin piedad abandonó.En un barco piratasu corazón aventurero ella embarcóy de Calico Jack Rackham,loca de amor quedó.En una temible pirata, Anne Bonny se transformó.A pesar de ser mujer,la pistola y el sablehábilmente manejóy en todos los abordajescomo un hombre peleó. Entre luchas y botines su vida transcurrióhasta que el gobernador de Jamaica,su cabeza pidió.Una noche de luna llenael barco pirata atacóy a los piratas, que borrachos estaban,a la horca encaminó. Anne Bonny la piratería dejóy con su familia regresó.

MUJER Y PIRATANicolás Martin Valerga

Anne Bonnie en Norteamérica vivíay era una muchacha muy rica.Pero un día se escapó con un pirata,quien Jack Rackham se llamaba.

Cada vez que lo miraba,ella más se enamoraba.Entre abordajes vivíay juró que por su amado moriría.

Con destreza el sable dominabay con puntería la escopeta manejaba.Entre abordajes vivíay juró que por su amado moriría.

Cuando el gobernador jamaiquinomandó a abordar su barco,a la tripulación ebria encontró.Sólo a Anne y Mary sobrias halló.

Las dos valientes mujeresresistieron el ataque y murieron.Los marineros corrieron peor suertepues finalmente en la horca fallecieron.

MARY READ Y SUS AVENTURASRaúl Esteban Méndez

En el siglo XVI, en Inglaterra, nació Mary Read, una futura luchadora. Ella era hija de una mujer cuyas andanzas eran muy conocidas entre los marineros. Su madre la vistió y la educó como varón. Esta aventurera se unió a la tripulación de un barco de guerra. Su tripulación luchó contra los españoles y fue vencida, pero Mary Read pudo escapar. En un viaje a la India, fue capturada por unos piratas al mando de Calico Rackham y él le ofreció ser parte de su tripulación. La joven aceptó y con el tiempo se convirtió en una temible pirata, habilidosa en el manejo de la espada y de los cañones.

Entre abordaje y abordaje, se enamoró de su capitán pirata y juntos enfrentaron nuevos desafíos. Con la tripulación de su amado, ella luchó hasta convertirse en una leyenda. Una vez, mientras regresaban a su isla, los ingleses les tendieron una trampa para recuperar a Mary, y así lo hicieron. Con el corazón partido, el capitán de los piratas fue a buscarla. Pocos de su tripulación lo acompañaron, ya que era algo muy riesgoso. Y así fue, los marineros ingleses los descubrieron y los encarcelaron.

Calico se sentía triste y culpable de haber llevado a su tripulación a esa situación y porque no vería más a su amada. Al pasar los días, la tripulación que había permanecido en el barco comenzó a preocuparse porque sus compañeros no regresaban. Así fue como decidieron partir rumbo a Inglaterra a buscarlos. Allí escucharon rumores de que el pueblo festejaba la captura del capitán Calico Rackham. Los marineros hicieron un plan para rescatar a sus compañeros, encerrados en una oscura cárcel. Lucharon contra los soldados de la prisión y los rescataron. Con la tripulación completa, marcharon al palacio, donde creían que Mary se encontraba. Pero al llegar allí, se enteraron de que ella había sido ahorcada por orden del rey, acusada de traidora. Calico lleno de odio regresó a sus tierras. El famoso pirata nunca más pudo enamorarse de otra mujer.

LA POBRE OSA Guido Repetto

Un día Júpiter se enamoró de una joven llamada Calisto.Al verlo ella se deslumbróy con el gran dios un hijo concibió.

Calisto jugaba con su hijo Arcascuando Juno, la esposa del dios,se puso celosay la convirtió en una osa.

Las ninfas del bosque al ver al niño junto a una osahorrorizadas la enfrentaron y a su hijo le arrancaron.

Por perros y hombresla osa fue muy perseguida,por eso se vio obligadaa abandonar el bosque donde vivía.

En el verano regresóy a su hijo cazando encontró.Una sorpresa se llevóya que a ella misma le apuntó.

El dios enamorado,viendo lo que sucederíadescendió de su gran tronoy hacia el cielo los llevó.

Madre e hijo se encontraronen medio del firmamento.Osa mayor y menor se llamaronlas estrellas en que se transformaron.

LA HISTORIA DEL FAMOSO BARBA NEGRA Pedro Rivera

El pirata Edwad Teach,conocido como Barba Negra,era uno de los más temidos,en las costas de los Estados Unidos.

Su frondosa Barba Negra,y su helada mirada,los corazones de las víctimas siempre paralizaba.

Al iniciar los abordajes,la bandera negra izabay a todos los marineros,las piernas les temblaban.

Enterró su valioso tesoroen un lugar alejado.Fue uno de los más buscados,Pero nunca fue hallado.

EL SUEÑO DE ANNETobías Rodríguez Guerrieri

En Estados Unidos vivía,una joven que grandes sueños tenía.A una familia rica pertenecía,a la que preocupaba con su rebeldía.Con el gran pirata,Calico Jack Rackham,en una increíble aventura,su vida se transformóporque al conocerloAnne Bonny en mujer piratase transformó.Ella se embarcó con Calicoy estuvo en cada abordaje

peleando contra otras naves.Ropa de hombre vestíay el uso de la pistola y el sable conocía.

EN BUSCA DE SU AMORNicolás Rubbo Porcel

Orfeo enamorado de Eurídice estabaigual que la doncella de ély en una boda de alegría sin igual,su más profundo amor lograron consagrar.

Pero una víbora venenosa a Eurídice picóy el veneno su sangre recorrió.Así fue como la jovenal mundo de los muertos ascendió. Orfeo desesperado, en busca de su amada,al averno se dirigióy con la ayuda de un barquero al mundo de los muertos llegó.

En ese lugar horrible la buscópero a su esposa no encontró.A Plutón con su canto convencióy éste con una condición a Eurídice le devolvió.

No la debía mirarmientras estuviese en ese oscuro lugar.Pero el impaciente Orfeo la miróy su mujer al averno retornó.

Muy triste a la tierra regresóy con un llanto al árbol cantó.Enternecido, el bondadoso árbolbajó su sombra eterna lo protegió.

LA PIRATA SALVAJE Bautista Saravia

Mary Read fue una de las pocas piratas mujeres. Ella vivía como un hombre, porque su mamá la crió como tal para que pudiera defenderse en la sociedad. Tuvo una niñez complicada. Su sueño de ser pirata se cumplió a los quince años cuando buscando nuevas aventuras, se subió a una embarcación de guerra y peleó en Flandes contra los españoles. Ella luchaba como una fiera y para la humillación de muchos hombres, peleaba mejor que ellos. Luego de un tiempo, viajó a la India, donde su embarcación fue capturada por piratas. Entre ellos se encontraba Calico Rackham, un hombre fuerte, malvado y temido en todos los mares. Pero hay algo que no se puede negar, él respetaba las leyes de piratería que decían que el vencedor debía ofrecer a los derrotados un lugar en su tripulación. Por eso, Mary, junto los otros marineros, pudieron formar parte de la tripulación del temido Calico. Ella se emocionó, porque al fin iba a tener la oportunidad de conocer otros rumbos y vivir nuevas aventuras.

Mary Read continuó fingiendo que era un hombre, para así lograr tener el respeto de todos los piratas. Siguió cortándose el pelo, vistiendo ropa de marinero y adoptando actitudes y posturas de hombre. Pero un día, la tripulación peleó contra España y todos fueron capturados y abandonados en una isla remota. Luego de varios días en las desconocidas tierras, sin dormir, ni comer, Mary fue descubierta. Sus compañeros se dieron cuenta de que ella era una mujer y ofendidos por la mentira la dejaron de lado. Una noche, Mary se despertó sobresaltada al escuchar gritos. Cuando miró a sus costados se dio cuenta de que sus compañeros no estaban. Miró a lo lejos y vio que ellos habían caído en una trampa. Tomó su espada y cortando la soga, los rescató. A partir de ese día, los marineros la respetaron y la consideraron una pirata más. EL ROBO DE LAS COMPUTADORASBrandon Sturgeon

Aquella tarde la paz del barrio se vio alterada por los gritos desesperados de una mujer. Los vecinos, alarmados, siguieron los gritos y se encontraron con que había ocurrido un robo en el cyber. ¡Faltaban las computadoras!

La dueña estaba tan triste y preocupada que los vecinos decidieron contratar a un detective porque ya la habían robado reiteradas veces.

Martín Peta, el detective, llegó enseguida al local. Lo primero que hizo fue inspeccionar el lugar y descubrió que no faltaba el dinero de la caja aunque se habían llevado todas las computadoras. Eso lo hizo sospechar de que el robo al cyber no era un robo común.

Le preguntó a la dueña si era la única propietaria del negocio y ella le dijo que no, que tenía un socio. Como puso una cara pensativa al nombrarlo, el detective le preguntó si se llevaba bien con él y la mujer le dijo que en los últimos días habían tenido muchas discusiones porque ella quería cerrar el local por los robos continuos y él, no.

El detective le preguntó si su socio le había ofrecido plata para comprar su parte y la mujer le dijo que sí, que antes no había aceptado la oferta pero que ahora lo estaba pensando.

Al escuchar esto, el detective sospechó de que el socio era el causante de todo lo sucedido y decidió inspeccionar su casa para ver si allí estaban las computadoras.

Cuando tocó el timbre, el socio trató de escapar pero el detective sacó un arma y lo detuvo. Efectivamente las computadoras robadas estaban en su casa.

LOS TRES HÉROES Francisco Cayetano Urso

Hace dos meses fui al campo con mi familia y mi primo Santiago. Paseando por el bosque con mi papá, que es veterinario, encontramos un zorro lastimado. Lo agarramos y regresamos corriendo a casa. Le pusimos anestesia, lo operamos y lo vendamos. Cuando nuevamente entramos al bosque, fuimos por caminos diferentes y el zorro se perdió. Preocupado, fui corriendo a casa y les avisé a todos que no encontraba a Max. Entonces decidimos salir a buscarlo. Necesitábamos unas linternas pero como no había, fuimos al pueblo a comprar algunas. Allí escuchamos que dos cazadores buscaban zorros para vender su piel aunque la caza era ilegal en la zona. Estábamos muy preocupados así que compramos todo lo que necesitábamos y nos fuimos directo al bosque. ¡Teníamos que encontrar a Max antes de que lo hicieran los cazadores! Al llegar al bosque nos separamos en dos grupos: mamá y papá por un lado y Santi, José y yo, por el otro. Caminamos mucho tiempo. No sé cuánto porque nadie

tenía reloj. Por fin, al lado de un arroyo, vimos a los dos cazadores sentados junto a una jaula en la que estaba mi pequeño zorro. Aunque nos acercamos por detrás, los cazadores nos vieron y huyeron corriendo. Los seguimos pero no pudimos alcanzarlos.

De pronto, el cielo se puso negro y se largó una tormenta descomunal que nos hizo perder el rastro de los hombres. Empapados buscamos un refugio. A lo lejos vimos una cueva y fuimos hasta allí. Cuando paró de llover, salimos. Ya era de noche cuando encendimos las linternas y seguimos nuestro camino. Nos estábamos por rendir pero vimos una fogata entre los árboles. Teníamos esperanza de que fueran los cazadores así que nos acercamos lentamente hacia la luz. Eran ellos y por suerte estaban dormidos. Junto al fuego había una soga y varias latas de cerveza vacías. Entre todos logramos atarlos sin que se dieran cuenta. Vimos a Max dentro de la jaula y lo liberamos. De pronto, llegaron papá y mamá. Estábamos tan emocionados que gritamos. Nos habíamos olvidado de que estaban los cazadores.

Santi, José, papá y yo los vigilamos mientras que papá fue a buscar a la policía, que llegó al rato con los periodistas y el guarda parque. Los cazadores fueron encarcelados y todos nosotros nos hicimos famosos por capturar a estos delincuentes.

UNA TRETA Y UN AMIGO SOLDADOFederico Vidal Raffo

Mi papá y yo vivimos en una acogedora y cómoda cabaña en un bosque de Bariloche. Allí al pie de una montaña, hay un río que crece en la época del deshielo. Así es como tenemos agua fresca de deshielo.

Un día papá me mandó a buscar agua. Mientras caminaba hacia el río vi una ardilla que me seguía y saltaba de rama en rama hasta que… ¡PUM! Cayó inconsciente a mis pies. La recogí y la llevé a casa para curarla, Al ver su cola, vi que era marrón y tenía líneas horizontales plateadas, por eso decidí llamarla “Plata”. Papá no sabía que la tenía porque la escondí en mi cuarto.

Cuando despertó al anochecer, se la veía un poco confundida. Le acerqué comida y su expresión cambió. Al principio, mi presencia la atemorizó y me mostraba los dientes para amenazarme, pero logré tranquilizarla con unas tentadoras bellotas.

Pasamos juntos días, semanas y meses. Plata y yo nos fuimos haciendo amigos… Pero un día cometí un error. La dejé en mi cuarto y olvidé cerrar la puerta. Cuando regresé a casa, vi que mi papá estaba tenía la ardilla entre sus brazos y mostraba el ceño fruncido. Me regañó y sermoneó por un rato, pero luego le conté por qué la había “adoptado”, se compadeció del animalito y logré convencerla para que Plata se quedara.

Al día siguiente llegaron unos empresarios con un permiso firmado aparentemente por el gobernador, para talar los árboles. Pero algo me llamó la atención… Cuando se fueron, decidí seguirlos. Plata vino conmigo.. Los maleantes hablaban sobre convertir este espacio en una estación de servicio y uno de ellos comento que el permiso era falso. En ese momento tropecé con la raíz de un árbol y los dos hombres me descubrieron. Plata y yo empezamos a correr. De pronto, escuche un disparo. Plata cayó herida al suelo y moriría si no la curaba. La recogí y la abrace. Mientras seguía corriendo, su sangre manchaba mis manos pero no me importaba. Los hombres continuaban detrás nuestro. Llegaron a la cabaña y como papa había oído el disparo ya había llamado a la policía y al guardabosque. Llegaron enseguida y los hombres fueron arrestados ya que habían falsificado la firma del gobernador. Plata continuaba sangrando pero papa logro detener la hemorragia. En pocos días ya estábamos nuevamente corriendo por el bosque...

ANNE UNA EXPERTA PIRATARicardo Francisco Zuberbühler Lavarello

Anne Bonny de su familia huyóy a los piratas ella se unió.En la nave de Jack ella se quedó robandoy saqueando sin cesar.Era experta con las armasy su único punto débilera que de Jack, un gran pirata,ella estaba enamorada. Un día algo pasó,el gobernador de Jamaica,ese barco capturó.Los piratas tan ebrios estabanque la nave fácilmente fue tomada.Una semana más tarde,la horca los aguardabaa todos, menos a Anneque en su casa muy bien se hallaba.A pesar de todo, su familia la aceptócuando ante sus padrescon vergüenza se presentó.Estaban felices de ver a su hija,y aunque había sido una bandidase sentía arrepentiday una vida más tranquila quería.

LA AMBICIÓN DEL REY MIDASFelicitas Caeiro

El codicioso rey Midasal dios Baco le pidióque un deseo le concediera:“Que todo lo que toque,de oro sea.”Midas muy agradecido estaba ya que todo lo que tocaba en el preciado metal se transformabapero sus sirvientes preocupados estabanporque la ambición lo apresaba.Cuando su banquete trató de comerel pan y la carne no pudo morder.El agua en oro se transformóy el rey sediento y hambriento quedó.A Baco con fuerza llamóy el dios con rapidez acudió.El rey se levantó de su sillay arrepentido cayó de rodillas.El buen dios lo perdonóy al río Pactolo lo mandó.Debía darse un baño allíy la vida sencilla volvería a vivir.

Midas cumplió con lo dichoy cuando a su palacio regresó,su apetito por fin sació.Jamás volvió a ser ambiciosocomo lo había sido con el dios poderoso.

LA OSA MAYOR Y LA OSA MENORJuana Capelle

Júpiter tuvo un hijo con la joven Calisto.Cuando Juno de eso se enteróun tremendo castigo le dio:en una osa la convirtió.

Su condena allí no terminóporque a su hijo perdió.Las ninfas se lo quitarony sola y triste en el bosque quedó.

Calisto, desesperada,a su hijo por años buscó.Finalmente lo encontró.Cazando en el bosque estaba.

Al verla, el muchacho le apuntóy casi de un flechazo la matóPero Júpiter se apiadóy a Calisto salvó.

El dios enojado convirtióa Arcas en un pequeño oso que a su madre acompañaría por siempre.

Al cielo los llevó y en estrellas transformó.Desde entonces son:la Osa mayor y la Osa menor.

CERES Y PROSERPINADelfina Hoerth Alconada

Proserpina juntando flores estabay a su madre no encontraba.En una gran carroza Plutón llegóy a la pequeña ninfa secuestró.

Hécate de esto se enteróy a la diosa madre ayudó.La llevó con Helios, gran dios del Sol,quien lo sucedido le contó.

Ceres tristísima estabaya que a su hijo no encontraba.

Los frutos del campo no crecíany por eso, la gente moriría.

Júpiter se preocupóy a los dioses del Olimpo enviópara que intervinieran ante ella,pero la diosa no aceptó.

Con su madre Proserpina volveríacada año, al llegar la primavera.Eso Júpiter al final ordenóy a Plutón mucho no le gustó.

La mitad del añocon su madre viviríay en la otra, habría frío en la tierraporque al averno Proserpina volvería.

UNA NINFA ENAMORADAMicaela Ithuralde

El dios Júpiter en el bosque jugabacon sus amigas las ninfas.Al verlo, Juno, su esposa,muy celosa se sentía.

Eco, una de las ninfas, siempre junto al dios aparecía,hasta que Juno, vengativa,de la palabra la privaría.

A partir de ese momento,de cada frase la última palabrala ninfa repetiríay nunca jamás la primera pronunciaría.

Tiempo después de tremendo castigo,Eco por el bosque paseabacuando al ver al hermoso Narciso quedó profundamente enamorada.

Pero el joven ni siquiera la miróporque siempre al pie de un estanquese encontraba observando con amorsu propia imagen reflejada.

Enamorado de sí mismo, al inclinarse para alcanzarlaNarciso se hundió en las aguasy su cuerpo se transformó en flor.

La pobre Eco desolada, luego de la muerte de su amado,no comió ni durmió

y su muerte finalmente llegó.

UNA VIDA DIFERENTELucía María Laborda Luzuriaga

Anne Bonny a su familia dejóya que con un pirata se escapó.En una nave se embarcó y de Jack Rackham se enamoró.

El demonio del sable alcanzóy ropa de hombre ella usó.La joven valiente y aventurera.con el tiempo sus modales abandonó.

De a poco en un pirata se transformóy, entre luchas y botines,su vida transcurrióy en varios abordajes participó.

El gobernador de Jamaicaun día se enfurecióporque robaban sus naves sin piedad.

Contra estos bandidosa sus soldados envió.Capturar la nave piratafácil les resultó.Tan ebrios estaban que ni siquiera luchaban.Así fueron apresadosy a la horca enviados.

Pero Anne y su compañera Maryescaparon de tremenda emboscaday juntas, las dos piratas,nuevos ataques planearon.

EL TEMIBLE BARBA NEGRAMagdalena María Larguía

Edward Teach conocidocomo el pirata Barba Negrainvadía pueblos de la costanera.Sobornaba al gobernadordándole variados regalosde exóticos lugares para que lo dejara navegar libremente en el lugar.Izaba la bandera negrapara aterrorizar a las navesy así avisarlesel momento de abordaje.Su mirada hacía temblar

a los navegantes del mar.Se hizo famosopor sus grandes hazañas.Tan hábil resultóque su tesoro bien enterróy por eso jamás se lo encontró.

EL RESCATE DE EURÍDICELucía María Leiva

La hermosa doncella, Eurídice, fue mordida por una serpiente. El día de su boda murióy al averno descendió.

Su esposo, Orfeo, triste quedóy en busca de su amada, un viaje al averno emprendió.

Frente a los reyes se postróal llegar al mundo oscuro. Allí su amor perdido cantóy el rey del Averno a su pedido accedió. Una sola condición impuso.El rey del averno no admitió que Orfeo mirasea su amada hasta que fuera de allí se encontrara.

El enamorado felizmente aceptó pero en el camino de regresose tentó y a su amada miró y ella al Averno regresó.

Orfeo lamentando la pérdidaa orillas de un río llegó.Y allí, su amargo llantoen dulce canto convirtió

UN DELFÍN INTELIGENTEFátima Llorente

Todo empezó una tarde que fui en lancha por el mar de Necochea y a lo lejos vi un delfín. Despacito me acerqué a él.

Era un lindísimo delfín gris, de ojos verdes. En la cara se le notaba su curiosidad y su picardía.

Poco a poco nos fuimos acercando los dos, curiosos por conocernos. Cuando estuvimos frente a frente, lo traté de tocar. Al principio tuvo miedo, pero después, se dejó. Yo tomé un pedazo de galletita que tenía guardada y se la di. Nos hicimos amigos.

A la mañana siguiente me fui temprano con la lancha y llevé comida para peces. Al llegar a un lugar cercano al que había ido el día anterior, empecé a silbar. De lejos lo vi viniendo directo hacia mí. De alegría saltaba las olas del mar.

Cuando finalmente se acercó, le di la comida y nadé un rato con él. Decidí nombrarlo Toto.

Durante varios días más lo visité y de tanto contarle a todos que me había hecho amiga de un delfín, el rumor llego a dos entrenadores de delfines que rápidamente emprendieron su viaje al mar en busca de el.

Un día fui a visitar a Toto y mientras estábamos jugando, sorpresivamente, notamos que una lancha se acercaba a toda velocidad. Pude reconocer a los entrenadores que en un abrir y cerrar de ojos atraparon a Toto y se lo llevaron. Yo quería liberarlo, pero se fueron tan rápido que no tuve tiempo de reaccionar.

Días más tarde, mi familia y yo, fuimos a un pueblo cercano. Allí vimos que en todas partes había carteles anunciando un show de un delfín. Nosotros decidimos ir por si se trataba de Toto, mi amigo.

Durante el espectáculo lo reconocimos. Nos dimos cuenta de que estaba muy triste, porque hacia las pruebas sin ganas. A la gente no le gusto.

Los entrenadores, nuevamente hicieron otro show, pero a este solo fueron pocas personas.

Al ver que Toto no les servia lo devolvieron al mar.A partir de ese momento, por suerte, nadie atrapo ni intento atrapar a Toto.Ya libre, lo fui a ver. Nuestro reencuentro fue un momento emocionante. Yo

llore de alegría y el daba un salto atrás de otro.El pueblo también se alegro mucho por eso hicimos una fiesta en la plaza con

tortas y globos.A partir de entonces me dedique a la protección de animales.

MISTERIOS EN EL PARQUECamila Mariani

Ezequiel y Darío eran dos hermanos que habían perdido a su madre en un asesinato hacía una semana. Estaban los dos llamando a su padre, cuando de pronto “¡toc-toc!”, alguien tocó la puerta. Los chicos se quedaron mirando extrañados: "¿Quién podría ser?" Su padre estaba trabajando y su niñera estaba viendo televisión. Tal vez era el vecino que quería saber cómo se encontraban. Darío fue a abrir la puerta acompañado por Ezequiel. Al hacerlo sintió una ráfaga de viento que venía de afuera y de golpe ¡pum!, la puerta se cerró. Los hermanos se quedaron paralizados. ¿Qué había sido eso? Los dos habían sentido el mismo frío intenso que les puso los pelos de punta. Subieron al cuarto aún extrañados, pensando en lo que había ocurrido. De pronto, Ezequiel miró por la ventana y vio que la noche iba a caer en cualquier momento y antes de que eso sucediera invitó a su hermano al parque para distraerlo un rato. Estaban tirándose por el tobogán cuando repentinamente las hamacas empezaron a balancearse con un terrible chillido, las luces de los faroles se encendieron y se apagaron varias veces, las plantas empezaron a moverse y un perro empezó a ladrar. Se pegaron tal susto que se escondieron detrás de un árbol, pero al darse vuelta, el perro que estaba ladrando se tiró encima de ellos y los empezó a amenazar

con un fuerte y espantoso gruñido. Los dos, tiraron al perro al piso y corrieron lo más rápido que pudieron hacia su casa.

Al llegar, fueron directo a la cocina a tomar una taza de té. Al mirar el calendario recordaron que ese día era “Halloween”.

EL ESCAPE DE CUCHIClaudia Rivera Morillo

Todo comenzó cuando mi familia compuesta por mamá, papá, mi hermana Solange y mi cachorrita Cuchi, nos fuimos a un parque de diversiones. Apenas llegamos, Cuchi y yo nos quedamos asombradas. ¡Era impresionante, inmenso y con muchísimos juegos diferentes! ¡Había gente por todos lados!

Empezamos a recorrer los diferentes juegos hasta llegar a la montaña rusa más grande del país. No pude resistir la tentación de subirme. Para poder hacerlo dejé a Cuchi dentro de la mochila y se la di a mamá.

Después de muchas vueltas bajé contenta pero un poco mareada. Al verme, Cuchi se mostraba enojada. Gruñía y ladraba sin parar. De pronto saltó de la mochila y empezó a correr.

Con mamá comenzamos a perseguirla, pero no lográbamos alcanzarla. ¡Era la primera vez que la veía correr tan rápido! Se abalanzó sobre el puesto de panchos, le gruñó al vendedor y le robó algunas salchichas. El pobre vendedor, enojado, comenzó a perseguirla con panes en la mano pero como era tan gordito no logró acercársele.

A estas alturas todo el mundo nos estaba mirando. ¡Qué vergüenza!Mi perra, al intentar esquivar “los tiros” del vendedor, se tropezó con un chico

que estaba comiendo un helado y se le derramó sobre la campera. Finalmente, el vendedor cansado de correr, se detuvo.

Al notar esto, Cuchi empezó a mover alegremente su cola. Luego me miró con cara de pícara y se metió dentro de una máquina de peluches. Yo preguntaba cómo sacarla cuando se me ocurrió ir a comprar las fichas.

En ese momento vi a mi papá, a mi mamá y a Solange. Les conté todo lo que había pasado y les pedí que se quedaran junto a la maquina para que nadie la usara. Mientras yo compraba fichas, comenzaron los fuegos artificiales. Mi familia se distrajo y la máquina quedó sola.

En ese instante, apareció una chica y se puso a jugar para sacar un peluche. Corrí para detenerla pero cuando llegué justo había agarrado con el “brazo mecánico” a Cuchi ¡que tenía un pequeño peluche en la boca!

Con la chica nos miramos y nos empezamos a reír. Le expliqué cómo había llegado hasta allí mi cachorrita y le entregué el peluche. Segundos después llegó mi familia.

¡Desde ese día Cuchi, mi cachorra, sale siempre a pasear con la correa puesta!

UNA LUCHA DIFICILMariana Tarasido

Mary Read era una mujer que vivía en la selva. Su madre la vestía como varón porque en ese lugar y en ese momento, alrededor del siglo XVII, era más fácil vivir como hombre que como mujer.

Ella era una adolescente muy madura pero rebelde. Tenía un alma fuerte y era muy hábil. En una oportunidad su padre había sido secuestrado por un temible pirata y ella, que había heredado su espíritu aventurero, se escapó en un barco disfrazada de marinero para rescatarlo. En un viaje a la India, el barco fue capturado por el malvado Calico Jack Rackham, quien muchos años atrás había luchado contra el padre de Mary. La joven encerrada en la bodega pensaba como escapar. Luego de unas semanas, su admirado William Philips, comisario inglés, la fue a salvar. Juntos enfrentaron a Calico. Ella vio que era una dura pelea y sabía que si le demostraba que era mujer, distraería la atención de su oponente. Entonces, se quitó el sombrero y le mostró su largo y femenino pelo, al observarla, Calico se quedó estupefacto y ella muy hábilmente lo derrotó con su espada. AULLIDOS EN LA NOCHECamila Viale

Un fin de semana, Ramón, el tío de Ramiro, les contó a él y a sus amigos una extraña leyenda sobre un árbol plantado hace muchos años en su casa. A pesar de esta advertencia, los chicos decidieron acampar cerca del ombú. Cuando llegó el día del campamento, Ramiro, Francisco, Carla y Miguel armaron la carpa bajo el árbol. Mientras organizaban el campamento, Bombucha empezó a ladrar muy fuerte clavando la mirada en el extraño árbol. Francisco se fijó si había algo tras el ombú, pero no halló nada. De pronto se escuchó un “¡Crac!” Parecía como si las raíces del ombú se hubieran partido. Sin embargo, los chicos no observaron nada extraño. El árbol estaba en su lugar e intacto.

Ya era de noche y los chicos estaban en la carpa. Hacía un rato que estaban entretenidos contando cuentos de terror cuando escucharon pasos y supusieron que era Ramón. Luego de unos minutos, Carla salió de la carpa para ir al baño. Entró lenta y silenciosamente a la casa y de pronto escuchó un chillido “¡Niii!” Muy asustada, volvió corriendo a la carpa sin notar la ausencia del ombú. Los chicos pensaban que la leyenda era falsa, sin embargo tenían miedo y para distraerse organizaron un juego. Carla propuso hacerlo afuera. Todos estuvieron de acuerdo, a pesar del miedo. En el momento en que Miguel salió, notó que el árbol no estaba y en su lugar había un pozo. ¿Qué había pasado? ¿Dónde estaba? Ramiro les recordó la leyenda. Asustados regresaron a la carpa y de pronto escucharon un sonido feroz “¡Grrr!” Parecía el rugido de un puma.

A esa altura de la noche, comenzaron a creer que la leyenda era verdad y decidieron esperar. Para acortar la espera, Miguel fue hacia la casa a buscar galletas pero en el camino cayó en un pozo. Carla fue a ayudarlo y apenas logró salir, vio que un temible puma se transformaba en ombú y caminaba hacia el pozo para enterrar sus raíces. Estaba amaneciendo.

Desde esa noche, decidieron no volver a acampar cerca de ahí porque en ese campo las leyendas se hacen realidad.

SÉPTIMO GRADO

ESCRIBIENDO, ESCRIBIENDO, NOS VAMOS DESPIDIENDO

UN MUNDO MEJORMarco Antonio Agnoletti

Era una mañana de julio de 1995 cuando Toribio, un niño español de 11 años, se dispuso a ir a la escuela. Él adoraba ir al colegio, pero no ese día porque en clase estudiarían poesía, cosa que él aborrecía. Toribio se inclinaba hacia la ciencia aunque todavía era un niño y no creía en eso de los sueños y el amor verdadero. Luego de haber estado todo el día escuchando lo que él llamaba “puras patrañas”, regresó agotado a su casa y se fue a dormir. Cerca de la una de la mañana, algo interrumpió su sueño. Cuando pudo despegar los párpados, notó que algo había cambiado en su habitación. En la pared había una nueva ventana ¿Cómo había llegado allí? Decidió asomarse a través de ella. Cuando asomó la cabeza, le pareció ver a alguien, por eso se asomó más y más... hasta que cayó del otro lado. A pesar de que él vivía en el quinto piso de un edificio con jardín, no le sucedió nada. Cayó en el pasto, que era suave y mullido como un almohadón de plumas. Cuando se incorporó, la persona que había visto al asomarse por la ventana, estaba junto a él. Era una niña más bella que una sirena, con un resplandeciente cabello rubio. Parecía tener la edad de “Toro”, como llamaban sus amigos. Él pensó que era un sueño y que rápidamente despertaría. La niña, cuyo nombre era Marisa, lo tomó del brazo y lo empujó a un maizal. Toribio notó que ese paisaje ya no formaba parte de su jardín. Alarmado le soltó la mano y le preguntó qué estaba sucediendo y dónde se encontraba. Marisa, con una expresión triste, le dijo que estaba en el mundo de los sueños olvidados, el lugar al que van los sueños, cuando uno ya no los recuerda. Le explicó que estaba escapando de las pesadillas y el olvido, cosas con las que la gente desafortunada sueña a menudo y luego de un tiempo las olvida. De pronto, se escucharon gritos y los chicos comenzaron a correr. Las pesadillas se acercaban. Después de un rato de intentar escapar de ellas, necesitaron descansar y Toribio cayó dormido. Las pesadillas se acercaban y Marisa no pudo despertarlo. Cuando las pesadillas estaban a punto de alcanzarlos, amaneció y con la luz del sol se desvanecieron en el aire los horribles sueños. Toribio abrió los ojos y se levantó. Había soñado con un mundo mejor, un mundo sin miedo. Un mundo de paz y alegría. Un mundo sin peligros. Pero debía olvidarlo, incluso a Marisa, para poder despertar. Cuando entreabrió los ojos, estaba en su cuarto. Eran las siete de la mañana y debía ir al colegio. Se sentía contento. Es que aunque Toribio no lo supiera, por esa noche había salvado al mundo del miedo y del peligro. Pero no todos eran felices, de esa noche Marisa vivía con la alegría de haberlo conocido y la pena de que el olvido no les permitiera volver a verse. Salvo en un sueño.

LA VENTANA DE ABRACADABRAMariano Alliatti

Un día, mi amigo Benjamín me invitó a dormir a su campo. En el comedor de la casa vi una ventana que me llamó la atención porque me pareció distinta a las demás. Era mucho más grande, tenía los marcos de metal.

Cuando fuimos a comer, me senté frente a la ventana y vi a una persona, un hombre, a través de los vidrios muy limpios y transparentes. Pensé que estaba afuera pero luego me di cuenta de que, en realidad, estaba adentro de la ventana.

Mientras cenaba, lo seguí mirando. Él hacía cosas. De repente se largó a llover e inexplicablemente, el hombre desapareció.

Me quedé jugando al ajedrez con Benjamín hasta que se hizo de noche y nos fuimos a dormir. Mientras dormíamos paró de llover. Me desperté porque tenía sed y fui hacia la cocina. Al pasar por el comedor, miré la ventana. Vi al hombre y me asusté.

Me olvidé que tenía sed y me quedé observándolo. En un momento me hizo señas para que me acercara. Al principio dudé, pero mi curiosidad hizo que me dirigiera a la ventana. Mágicamente entré a ella. Como si no hubiera nada, el vidrio desapareció. Me sentía raro porque no sabía cómo iba a salir de allí.

Fui a conversar con el hombre y le pregunté por qué estaba encerrado en la ventana. Él me contó que había sido dueño de esa casa hacía mucho tiempo atrás y que había entrado a la ventana y había decidido quedarse allí adentro porque parecía más tranquilo y más seguro que el mundo exterior. Como estaba muy solo quería conversar con alguien, por eso me había llamado.

Lo vi tan triste y solo que le prometí visitarlo cada vez que Benjamín me invitara a la casa de campo.

Regresé a la cama y me dormí contento por la experiencia que había vivido pero no le conté nada a nadie para que no pensaran que estaba loco y sobre todo para que el hombre siguiera disfrutando de su tranquilidad.

LA NIEVE QUE SE ESFUMÓFrancisco Brigante Friedman

Un 24 de septiembre unos alpinistas comenzaron el ascenso a una montaña en Mendoza. A la mañana siguiente, Juan investigó dónde podían buscar agua y comida ya que se habían quedado sin provisiones.

Ya eran las nueve de la mañana y Juan no había regresado al refugio así que sus compañeros estaban preocupados. Pedro decidió recorrer toda la montaña en busca de Juan. Luego de buscar y seguir buscando a lo largo de toda la tarde, lo encontró tirado sobre la nieve. Intentó despertarlo, pero no pudo. Pedro pensó que tal vez su amigo se encontraba deshidratado, ya que el sol estaba fuerte y no tenía provisiones. Decidió entonces tomar nieve y derretirla.

Preparó un pequeño fuego, tomó un vaso que tenía su amigo en la mochila de alpinismo pero al poner a calentar la nieve, en lugar de derretirse esta desapareció inmediatamente. Sorprendido, toma más nieve y lo intentó nuevamente, pero la nieve del vaso se esfumó y también la de la cima de la montaña. Cuando la nieve desapareció, también desapareció el frío y Juan abrió los ojos reanimado por el calor del sol.

NÁUFRAGO EN SOLEDADBernardo Castaño

El sol de fuegocon los ojos mirarásy en la montañaun río verás.

La noche se acercaráy la ciudad temblará,porque la inseguridad acecha

como un animal.

El reloj despistado cantala hora de despertarpero no apartes la manta,él se puede equivocar.

Asombroso y horrorosoes caminar por la ciudad,pero también es hermososer un náufrago en soledad.

EN COMPAÑÍA DE LA FELICIDAD

Tomás García Berro

En un país cercano a Alemania, cuatro hermanos vivían entre las riquezas de los sueños

y la pobreza del dinero. Deseaban tener una vida mejor, sin necesidades para no tener que pedir

plata ni tener que hurtar. Querían poder estudiar como los demás niños de su edad.

Una noche, Tomás, el hermano mayor, decidió ir al cine. Para ingresar a la sala, se coló entre la fila de espectadores. Así logró ver una película. Al terminar la función, decidió quedarse hasta que todos salieran. Cuando vio todo cerrado, se acomodó nuevamente en una butaca frente a la pantalla. De pronto sintió el corazón palpitando fuertemente. El pecho le dolía y la cabeza le retumbaba. Sorprendido, vio que en la pantalla se reflejaba la imagen de sus padres. Vio cómo ellos morían fusilados por los nazis. Él quería gritar pero el dolor lo hizo callar. Cuando esas horribles imágenes desaparecieron, las lágrimas caían por las mejillas de Tomás. Asustado pensó en irse, pero le dio tanto miedo lo que había visto que se quedó sentado en su butaca y esperó hasta que los dolores y las palpitaciones se fueran. En la mañana se despertó con los ruidos de la gente que hacía la limpieza de la sala. Le dolía todo el cuerpo. Corrió con el miedo de saber que a partir de ese momento, ya no tendría más padres. Pero cuando llegó a su casa, su madre le abrió la puerta, él le explicó lo que había visto en el cine y ella lo abrazó. Le dijo que seguramente se había quedado dormido en la butaca y había tenido una pesadilla. Lo consoló hasta calmarlo. Pero algo en ese abrazo lo hizo dudar. ¿Esa mujer era realmente su madre o nuevamente estaba soñando?

CRONICAS DE UN PESCADORManuel González Calderón

Un día lluvioso estaba en mi cantina sintiendo el ladrido de los perros cuando escuché el crujido de la puerta. Apareció un pescador de unos cincuenta años aproximadamente, de pelo canoso y barba hasta el ombligo, de ojos azules y mirada seria. Se sentó en una silla y ordenó una cerveza. Mi curiosidad hizo que insistiera para que nos contara algo sobre él. Tomó aire y comenzó su relato:

“Yo pescaba en el muelle del Río de la Plata. En esa época, el río comenzaba a contaminarse. Me puse a pensar que sería de él debido a la contaminación, pero me interrumpió un fuerte ¡Splash!. Me sobresalté pensando que era un gran pez, pero no lo era. Me di cuenta de que había pescado algo extraño. Así que empecé a tirar de la línea y comprobé horrorizado que había pescado unos huesos que parecían humanos.” El pescador, muy tranquilo, bebió un largo sorbo de su cerveza y continuó su relato: “Ya me había dado cuenta de que mi cara se había puesto pálida, como cuando pasa algo que uno estuvo intentando evitar. En ese momento, saltó un monstruo más grande y negro de lo que se pueden imaginar. Un instante después, desapareció llevándose los huesos junto con mi caña de pescar. Había mucha niebla, mucha. El río estaba tan calmo que no se escuchaba nada además del oleaje. Esa noche había llevado un arpón conmigo, así que me animé a avanzar por el río en el bote que había alquilado. ¡Splash! Otra vez escuché el mismo sonido. Después de eso el bote se balanceo hacia un costado, quedando inclinado”. El marinero detuvo su historia para ordenar una nueva cerveza, ya que se le había acabado la primera. Tomó un largo sorbo y continuó:

“Corrí a tomar mi arpón y le apunté en cuanto lo vi. Mi tiro enganchó al monstruo al bote, y pude entonces arrastrarlo por el agua. Noté que al monstruo se le iba deshaciendo la parte de su cuerpo que se veía fuera del agua. Era como si estuviera deprimido debido a la contaminación del río. Se salían los pedazos de piel y se desvanecía poco a poco. Antes de llegar a la orilla, el monstruo ya había desaparecido por completo y por eso, el único que lo vio fui yo.” Así finalizo su relato. Quienes lo estábamos escuchando nos quedamos asombrados. Algunos dijeron que la cerveza lo había vuelto completamente loco, pero yo sé que él decía la verdad porque su mirada me parecía sincera y además, conocida.

Me puse a pensar y recordé… Muchos años atrás, él había sido un joven marinero y yo un pequeño niño que ayudaba a mi padre en la cantina de la que hoy era dueño. Él venía siempre a tomar una o dos cervezas antes de su cacería marina y siempre lo veíamos zarpar en busca de algo “desconocido” según mi padre. Así que una vez, fui hasta el final del muelle para ver qué buscaba y entonces lo vi todo. Aunque era una noche de niebla, lo vi tratando de arrastrar hacia la orilla a un monstruo que, inexplicablemente, se deshacía.

EN BUSCA DEL AMORPedro González Chuburu

María vive en la ciudad,el corazón de su país.No solo busca amistad,quiere a su gran amor encontrar.

Ella vive en soledad.Pasan los años, avanza su edad.La vida le pasa y su corazón no descansa.

María sigue su caminosin encontrar el amor.Los días pasan y la tristeza avanza.

Hacerse de amigos fácil no espero en el trabajo conoció a Marcelo.En él no encontró el amorpero sí mucha comprensión.

Marcelo a un amigo le presentóy sin darse cuenta, pasó el tiempoy de él se enamoró.¡Por fin María el amor encontró!

LA OLA QUE MARCÓ UNA VIDAFrancisco Jorge Gorrissen

Ellos se conocieron de chicos.Malva era molesta,peleaban sin cesary eso a Grillo lo hacia enfadarpero contaba con su amistad.Grillo siempre miraba el marporque las olas, por su forma,creía diferenciar.Las miraba tanto,que las reconocía por su canto.De pronto una tarde una niña vio ahogándose en el mar.Al agua se lanzóY, por suerte, la rescató. Cuando se incorporóy abrió los ojosla extraña muchacha a Grillo enamoró.Le dijo que era una ola, “su” ola y eso a él lo divirtió.La broma le siguióy jugando la llamó “Mariola,mi pequeña y amorosa ola”.Cada tarde siguieron encontrándosemientras Grillo, desde la orilla,la siguiera llamando.Pero un día a Mariola nadando la siguióy por su travesura, él pagó.Lamentablemente ella lo vioy nunca más a la orilla regresó.Grillo aún la sigue añorandoaunque creció y finalmente de Malva se haya enamorado.

QUÉ MUNDO INFELIZ

Rodrigo María Guerrico

Este pequeño poematrata de la Tierra,de cómo será la vidaen este planeta.

En este mundo futuroel sol es de piedra,el mar es de fuegoy el cielo, pura oscuridad.

La gente grita en las ventanaslos relojes cantan cuando quieren.Es un mundo chico muy solitarioy la personas ya ni sonríen.

En este mundo todo es pobrezala gente vive en la tristeza.Están todos malhumorados,parecen soldados.

En este mismo momentoyo olvido ese mundodonde no hablan ni aman,para poder sentirme feliz.

EL ATRAPASUEÑOSIgnacio Iturburu

Hace mucho tiempo un matrimonio de aborígenes poblaba el territorio sur de América. La mamá se llamaba Ojo de Águila y el padre, Oso Grande. Los dos tenían 29 años y sus hijos, dos y cuatro. Ellos cuatro eran los únicos que habitaban en ese territorio en el que no había nada, excepto pesadillas. Entonces decidieron pedir ayuda a un hechicero para conseguir un atrapasueños. Así no verían más esas imágenes feas que afectaban la mente de sus dos niños. Cuando recurrieron al hechicero, que vivía en una tribu lejana, él les dio el aparato necesario para acabar con las pesadillas, pero les advirtió que no solo les quitaría los malos sueños, sino también los buenos y lindos. A Oso Grande eso no le importó y no tuvo en cuenta la advertencia del hechicero, tampoco la tuvo Ojo de Águila, su mujer. Así fue como se llevaron el atrapasueños a su tienda y lo colocaron arriba de las cunas. Al pasar los años, los niños crecieron sin temores porque las pesadillas dejaron de afligirlos durante la noche, pero la familia al dejar de soñar también dejó de tener aspiraciones.

EL ENIGMA DEL RÍO LIMAYJoaquín Lago

Todo comenzó aquella fría mañana. Sí, lo recuerdo muy bien, Julia y yo estábamos en un bote en el Río Limay; provincia de Río Negro. En aquel amanecer había mucha niebla y todo estaba muy tranquilo. ¿Demasiado tranquilo?

Estábamos de vacaciones en una cabaña de madera, muy acogedora y habíamos rentado un bote. Julia era una mujer hermosa, joven y alegre. Según ella, yo era muy amable, apuesto y valiente. Todo estaba de maravilla. Sigo sin comprender por qué esa semana cambiaría nuestras vidas para siempre. Al principio, pensamos que las primeras ondas que vimos en el agua eran producto de algún ser vivo. Pero de pronto el bote volcó, dejándonos bajo el agua por completo. En ese momento lo vi. Demasiado grande para ser un pez, demasiado pequeño para ser un cetáceo. Era, sin duda alguna, un monstruo. Todo ocurrió demasiado rápido, y las cosas comenzaron a ir de mal en peor. El monstruo se acercaba hacia nosotros aunque nadábamos con todas nuestras fuerzas.

Cuando llegamos a la orilla, ya había una patrulla de policías junto con dos ambulancias. Un vecino los había llamado al ver hundirse el bote en el agua. Nos atendieron de inmediato. El policía nos interrogó sobre el accidente pero cuando le dije que un monstruo habitaba en el río no me creyó. Sin embargo, como tiempo atrás Humberto, un amigo mío, había sido hallado muerto a orillas del Limay, el policía dijo que continuaría investigando el caso y que prohibiría la entrada al río. Esto me tranquilizó un poco.

Horas más tarde, llegó Arturo, el paleontólogo más reconocido de la República Argentina, para buscar muestras en el río junto con el policía. Al día siguiente, un turista regresó al pueblo. Aterrorizado de miedo mostraba un video en el que se veía al monstruo comiendo y luego, cara a cara con el policía. Esas imágenes bastaron para convencer a todos de que en el Río Limay habitaba el ser más horrible que se pudiera imaginar. Luego del encuentro con el monstruo, el policía huyó del pueblo pero el paleontólogo continuó su investigación en el lago. Las horas pasaban y el paleontólogo no llegaba. Tampoco Julia, quién lo había acompañado para ayudarlo en la investigación.

Mientras esperaba, comenzaron a pasarme muchas ideas tenebrosas por la cabeza. Un campesino llegó corriendo al pueblo diciendo que Julia había sido raptada por el monstruo, quién la estaba llevando hacia el interior del lago.

Desesperado pensé cómo salvarla y de tanto pensar comprendí que si el monstruo vivía en el río debía ser porque necesitaba humedad, entonces me di cuenta de que para eliminarlo había que dejarlo fuera del agua durante un tiempo.

Todo ocurrió en un santiamén. Le pedí al paleontólogo que obligara al monstruo a salir y darle un veneno, o algo que lo matara, mientras yo rescataba a Julia. Y así se hizo. No puedo encontrar palabras para explicar lo ocurrido. Fue tan horrible que jamás lo podré olvidar.

Aliviados porque el monstruo había sido exterminado, regresamos a casa pero quince meses después me enteré de la peor noticia que oí en mi vida. Cerca del Río Limay fueron encontrados unos huevos, muy pequeños para ser de un cetáceo.... demasiado grandes para ser un pez.... MÁS QUE UN SUEÑO, UNA PESADILLAJerónimo Martin Valerga

Un chico de nueve años siempre soñaba que se despertaba y nadie le hablaba. Él llegaba hasta gritarle a su mamá, pero ella tampoco reaccionaba. Se sentía triste y solo ya que nadie notaba su presencia.

Cuando estaba en una parada de colectivo, levantaba la mano para que se detuviera pero el vehículo no lo hacía. Finalmente se iba caminando al colegio. Al entrar a la clase, la maestra tomaba lista y lo anotaba como ausente, ya que no lo veía.

De pronto escuchaba una voz que pronunciaba su nombre y se despertaba.

Con el paso de los días se empezó a desesperar porque no entendía lo que le estaba pasando. ¡No sabía que hacer! Así pasaron siete días seguidos, en los que él soñó siempre lo mismo y decidió contárselo a su familia. , pero ellos le decían que sólo era un sueño y que quizás era una casualidad... pero él estaba convencido de que el sueño encerraba algo extraño.

Esa misma noche, el sueño se volvió a repetir. Cada minuto se angustió más hasta que despertó. Sintió tanto dolor de cabeza que se llevó la mano a la frente para ver si tenía fiebre pero su mano la traspasó y se topó con la almohada. Intentó tocarse el cuerpo y en su lugar sintió el roce con las sábanas. Saltó de la cama y salió corriendo hacia el baño. Fue inútil mirarse en el espejo. No lo reflejaba… Buscó a su mamá y le gritó, pero ella siguió como si no lo viera ni escuchara. Unos minutos después se dio cuenta de que más que un sueño, estaba atrapado en una pesadilla.

RESCATE EN FRANCIAIgnacio María Mayer

En el año 1635, diez años después de que Porthos, Athos, Aramis y D’Artagnan se separasen, este último, ya jefe de los mosqueteros del rey, recibió una carta muy importante y confidencial. Esta decía que D’Artagnan debía reunir a sus amigos ya retirados, ex mosqueteros, para realizar una misión ultra secreta: rescatar al Duque de Buckingham.

El Duque había desaparecido al ingresar a Francia para firmar un pacto de paz con Inglaterra. El Cardenal Richelieu, causante de la separación del rey y la reina, era uno de los principales sospechosos porque no se lo había visto más desde ese hecho. D’Artagnan decidió inmediatamente ir en busca de sus amigos. Primero encontró a Athos en una posada donde lo habían acusado de mosquetero falso. No dudó en seguir a D’Artagnan en cuanto se lo pidió. Luego fue a buscar a Aramis que estaba en un monasterio a punto de recibirse de sacerdote, pero, ante el pedido de sus amigos, abandonó sus intereses y los siguió. Finalmente fueron a buscar a Porthos, que estaba borracho en una taberna a la que iba todos los días. Ya no tenía ni un escudo (moneda local de Francia). Después de darle una ducha de agua fría recobró el conocimiento, reconoció a D’Artagnan y lo siguió. Cuando ya estaban todos reunidos en la casa de D’Artagnan, éste les explicó la misión. Tenían solo nueve días para rescatar al Duque, sino Inglaterra notaría su ausencia y empezaría una guerra contra Francia. Lo primero era idear un plan para saber si había sido el Cardenal el que lo había raptado. Cuando estaban pensando muy detalladamente el plan, alguien tocó tres veces la puerta. D’Artagnan la abrió y se encontró con la señora Bonacieux, una mujer confiable y hermosa que había dejado a su marido porque había traicionado al rey al unirse al Cardenal. La señora Bonacieux les comentó a que había ido a ver a su marido por asuntos económicos y había creído escuchar la voz del Duque en uno de los cuartos. En un momento de distracción de su ex marido fue a inspeccionar y lo vio atado junto al Cardenal que lo interrogaba a golpes en una habitación oscura.

Habiendo confirmado que el Cardenal había raptado al Duque y lo había escondido en la casa del señor Bonacieux porque vivía solo, los cuatro amigos idearon el plan en unas pocas horas. La señora Bonacieux fue a “visitar” a su ex marido mientras D’Artagnan simulaba comprar la casa de los vecinos del señor Bonacieux. La señora Bonacieux propuso repentinamente a su marido una reconciliación. Mientras festejaban el acontecimiento con un brindis, el señor Bonacieux se retiró de la sala porque alguien tocó la puerta. La señora Bonacieux aprovechó la ocasión para ir al cuarto donde estaba escondido el Duque. Entró y golpeó la pared tres veces. Enseguida aparecieron unos guardias, que la amordazaron y la ataron. Luego llegó el

señor Bonacieux, quien sorprendido y decepcionado por la actitud de su ex – mujer, ordenó a los guardias que la dejasen en la habitación junto al duque. Horas más tarde, D’Artagnan y los tres mosqueteros ingresaron en el canal de agua que pasaba debajo de la casa del señor Bonacieux y abrieron una compuerta que daba justo a la habitación en la que se encontraban los prisioneros. Silenciosamente entraron y los sacaron de allí. Horas más tarde, el Duque le contó al rey lo sucedido, que el Cardenal lo había raptado y que D’Artagnan y los tres mosqueteros con la colaboración de la señora Bonacieux lo habían rescatado muy ingeniosamente. Una semana después, el pacto de paz fue firmado y los tres mosqueteros, D’Artagnan y la señora Bonacieux, fueron recompensados con 500 escudos y una medalla de honor por sus actos. Entretanto, el Cardenal fue apresado al igual que el señor Bonacieux. Inmediatamente se comenzó a buscar el reemplazo para su Eminencia. Gracias a D’Artagnan y a sus cuatro grandes amigos las relaciones entre Inglaterra y Francia se mantuvieron en paz.

LA MISIÓNSebastián María Mazzinghi

Habían pasado diez años luego de la última misión de los mosqueteros. Luis XIII, rey de Francia, estaba gravemente enfermo, su poder se había debilitado y la nación estaba desorganizada. Inglaterra estaba muy fortalecida y hacía muchos años que quería apoderarse de Francia. Ese era su momento, por eso los ingleses decidieron atacar. Pero Luis XIII se enteró y envió una carta a D´Artagnan, capitán de los mosqueteros, pidiéndole ayuda. Por supuesto, lo primero que él hizo fue reunir a sus leales amigos mosqueteros. Athos era un famoso escritor, muy feliz, que había escrito una de las mejores historias de Francia. Cuando D´Artagnan le comentó acerca de la misión, le fue muy fácil aceptar ya que vivía solo y no debía consultar con nadie. A Porthos lo encontró bebiendo en una taberna, pero éste también se unió a la misión con mucho gusto. Por último, a Aramis, lo encontró casado con una de las mujeres más bellas de Francia, pero al ver a su amigo, aceptó con seguridad su propuesta pues extrañaba mucho su época de mosquetero. Sin embargo, para él no fue tan fácil, tardó unos días en convencer a su mujer.

Cuando la orden de los mosqueteros estuvo unida nuevamente, lo siguiente que hizo D´Artagnan fue pedir a sus amigos que enviasen cartas a todos los pueblos para que otros hombres leales se unieran a la misión. Las cartas dieron resultado, ya que después de unas semanas empezaron a llegar de diferentes pueblos, hombres valientes y dispuestos a pelear por el rey. Luego de unos días, D´Artagnan recibió una carta de España. Esta decía que en una semana llegaría una gran parte del ejército español para ayudar en la misión porque Inglaterra era un enemigo común. Ni bien se cumplió la semana, los españoles llegaron a Francia. El ejército estaba completo pero no era tan grande como el de los ingleses, que probablemente atacarían muy pronto. Los mosqueteros junto a D´Artagnan siguieron luchando para la corona francesa y a éstos se les unió otro mosquetero llamado Pires. Mientras almorzaban, un soldado francés avisó a D´Artagnan que los ingleses se acercaban a lo lejos. El capitán mandó a llamar a la arquería, a toda la caballería y a la infantería para que realizaran las formaciones. Una bandera inglesa se divisaba a lo lejos junto con un sonido de tambores. La guerra estaba por comenzar. Los ejércitos estaban preparados. Se enfrentaron, hasta que los ingleses ordenaron la retirada. La primera batalla había sido un éxito para los franceses, aunque Athos murió en ella.

Luego se batieron en otras batallas pero no todas fueron victorias para los franceses. Finalmente, los ingleses ordenaron la retirada final. Fue una de las batallas más sangrientas, pero los franceses obtuvieron la victoria. Esa noche festejaron, pero también se lamentaron por la cantidad de muertos, entre ellos Porthos y el capitán español. Casi al amanecer, la enfermedad de Luis XIII había acabado con él. No había ningún descendiente directo y durante un tiempo, Francia estuvo guiada por D´Artagnan y sus mosqueteros, hasta que un primo del fallecido Luis XIII, Bernardo IV, asumió el trono.

LA VENTANA DE LA BUENA VIDAAdolfo Agustín Nuñez

En un pequeño pueblo de un país lejano, donde los días eran húmedos, lluviosos y casi no se veía el sol, vivía un niño llamado Jonás. En este pueblo la vida era muy tranquila, tan tranquila que los habitantes ya estaban aburridos. Jonás estaba cansado de esta vida porque por las permanentes lluvias, la gente no se la pasaba trabajando y los niños no podían salir a jugar. Pero una tarde todo cambió para el pequeño. Mientras estaba en el colegio jugando a las escondidas, se metió en una de las salas prohibidas de la escuela y se encontró con una ventana que por primera vez vio allí. Arriba de esta, observó un símbolo pintado. Le resultó familiar. Después de mirarlo un momento se dio cuenta de que era igual al que tenía en la ventana de su cuarto. Con cierto temor acercó su mano a la pintura pero al rozarla con sus dedos, sintió una sensación extraña dentro de su cuerpo, como escalofríos y una fuerza que nunca había experimentado en su corta vida. Empezó a sentir que se debilitaba más y más hasta que se desmayó. Al despertar, notó que se encontraba en su cuarto. A través de la ventana pudo ver la claridad del día. Se asomó y vio el sol. Sin entender mucho Jonás salió a la calle. Estaba soleado. Se asombró al ver que la vecina que tenía fama de malhumorada, lo saludó amablemente. Vio que en la plaza había chicos jugando. Entonces Jonás al sentir la emoción se puso a jugar con ellos. Después todos juntos fueron a las hamacas. Ya se habían hecho las ocho de la noche y Jonás volvió a su casa caminando. Al entrar la mamá lo saludó y le dijo que se fuera a bañar. Mientras lo hacía, se acordó de todo lo que había vivido en el día. Se dio cuenta de que era muy raro porque habitualmente llovía y ningún niño de ese pueblo salía a jugar.

Jonás se inquietó. Recordó que antes de vivir esos extraños pero felices momentos, había tocado el mismo símbolo que ahora veía frente a él, en la ventana de su cuarto. Entonces Jonás se dio cuenta de que el símbolo concedía los deseos y por eso deseó cosas buenas para sus vecinos así la gente de su pueblo viviría una vida más feliz.

DIFÍCIL MISIÓN

Martín Olmedo

Transcurría el año 1635. Francia estaba gobernada por Luis XIII y Ana de Austria. D´Artagnan, jefe de los mosqueteros, se enteró por medio del rey de que Ana había sido secuestrada y que él debía rescatarla en no más de dos semanas. De no ser así, la reina correría peligro. Nadie sabía quién había mandado la carta por medio de la cual el rey se enteró del secuestro. A pesar de esto, D´Artagnan al leerla, supo que habían sido los ingleses porque típico de este pueblo, el estilo de la letra era menos gótico que lo normal.

Diez años atrás, D´Artagnan había ayudado a la reina encontrando unos botones de oro que el rey le había regalado. No había logrado solo esta hazaña, lo había hecho con la ayuda de tres grandes amigos: Aramis, Athos y Porthos. Esta vez también los buscaría para que lo ayudaran. Además, contaba con el apoyo del anterior jefe de los mosqueteros, el Señor Tréville, con quien mantenía una gran amistad. Este había dejado su mando solo para que D´Artagnan lo obtuviera. A causa del poco tiempo que tenía, D´Artagnan fue en busca de sus amigos. Buscó a Tréville en el Palacio de Louvre. Se encontraba allí con el rey. Tras contarle lo ocurrido, el ex jefe aceptó rápidamente. Sólo faltaban sus tres amigos. Marcharon hacia la catedral de Saint- Etienne en busca de Aramis, un joven teólogo y gran creyente. Lamentablemente no lo encontraron. Viajaron luego, hacia la famosa taberna de Marsella, en busca de Porthos, un hombre apostador y amante del buen vino. Lo encontraron jugando. D´Artagnan no podía creer haberlo encontrado sobrio. Al saludarlo, Porthos se sorprendió tanto que dejó de jugar y le contó que había ganado millones doblando apuestas. Por eso, al enterarse del secuestro de la reina, no solo aceptó sino que también se ofreció a cubrir los gastos. D´Artagnan recordó que Aramis había sido bautizado en una capilla de Marsella. Partieron hacia allá. Lo encontraron en la entrada donando alimentos a los pobres. Exclamaron su nombre. Aramis giró y al ver a sus amigos, salió rápidamente en su encuentro. Les contó que trabajaba con Athos y que al día siguiente podrían partir. Llegada el alba en Marsella, partieron hacia Londres. Al llegar, el Señor Tréville entró con ropa civil en busca de ropa para el resto de los acompañantes. Al regresar con ropa adecuada para todos, los jóvenes se internaron en Londres. Entraron en el palacio real con el pretexto de aportar información sobre un grupo que intentaba rescatar a la reina francesa. Afortunadamente los dejaron entrar. Esto confirmaba que los ingleses habían sido quienes la habían secuestrado.

Los guardias los guiaron hacia el escondite del secuestro. Los mosqueteros actuaron con indiferencia mientras se dirigían hacia el escondite. Lamentablemente, los ingleses tenían un cómplice francés, el cardenal Richelieu. Este los reconoció y decidió atacarlos para que no quedasen testigos de su traición al rey. Pero los experimentados mosqueteros lo vencieron y salieron ilesos. Era de noche cuando escaparon con la reina. Nadie más que ellos habría logrado esa hazaña en la oscuridad.

Llegaron a Francia, donde fueron aclamados. Cada uno recibió su recompensa. Porthos recibió los doblones perdidos, Aramis recibió dinero para arreglar la capilla y al igual que Athos también dinero para ayudar a los pobres. Pero D´Artagnan recibió la mejor recompensa: casarse con su prometida la Señora Bonacieux, la dama de compañía de la reina Ana, de quien se había enamorado diez años atrás.

LA RISA DEL DIABLO

Pablo Parera

En un país de Europa había dos pequeñas ciudades que competían económicamente. Por esta razón decidieron construir una catedral cuyas cúpulas fueran las más altas del mundo. Cuando la obra iba a comenzar, los arquitectos plantearon que esto sería imposible porque los elementos para la construcción no iban a alcanzar y además una cúpula tan alta corría el riesgo de caerse. El intendente y los senadores discutieron sin encontrar una solución. Una hora después, los senadores decidieron que los arquitectos se arriesgaran. Ellos aceptaron porque su pago sería mejor que el que les habían propuesto inicialmente.

Al día siguiente, cuando todos creían que la construcción iba a continuar, la mayoría de los arquitectos desapareció y, en consecuencia, la construcción estuvo parada por unos días. Un 23 de julio, por la mañana, aparecí en cada una de las ciudades. Les ofrecí a los senadores quinientos obreros para retomar la obra. Después de reunirse y debatirlo, estos aceptaron aunque con inquietud porque no entendían cómo conocía sus necesidades. Así fue como la construcción comenzó en cada ciudad. Todo iba bastante bien pero con el paso de los días a los senadores comenzó a llamarles la atención el aspecto extraño de los obreros. Constantemente miraban hacia abajo y no pronunciaban una sola palabra. A pesar de esto, el trabajo lo hacían bien. Uno de los senadores, intrigado, reunió información sobre estos hombres y descubrió que tenían antecedentes penales y lo que resultaba más escalofriante, sus legajos decían que estaban muertos hacía setenta y cinco años. Pasados unos días, reaparecí en cada ciudad para pedir mi recompensa a cambio del favor realizado. Solo quería las tres almas más puras de la ciudad. Los senadores se sorprendieron pero inmediatamente me propusieron a tres sacerdotes. Los pobladores se enojaron porque no querían perderlos. La gente del pueblo empezó a sospechar de mí. Solo un demonio podía recibir almas puras a cambio de un beneficio concedido. Jajajaja ¡Y cuánta razón tenían!

UN SUEÑO INESPERADOSantiago Pérez Iturraspe

Una chica de doce años llamada Delfina vivía con su amiga Mariana en una casa humilde. Ninguna de las dos tenía padres. Una noche mientras dormía, Mariana soñó que sufría un ataque al corazón y su amiga llamaba a emergencias pidiendo ayuda. Al día siguiente, le contó a Mariana el sueño que había tenido y ella le dijo que no se preocupara. Delfina tuvo el mismo sueño durante siete días seguidos. Se sentía angustiada, preocupada, pero sobre todo confundida. Temía que el sueño finalmente se hiciera realidad. Entonces decidió ir a ver a un psicólogo. Estuvieron hablando bastante tiempo y ella le contó lo que le pasaba. Luego de conversar se sintió más aliviada, pero esa misma noche el sueño se repitió. Sin embargo, esta vez en el sueño aparecía un hombre vestido de blanco, que sonriente le protegía el corazón con sus manos. A la mañana siguiente, Delfina le comentó a su amiga lo que había soñado. Esa misma noche su pecho comenzó a dolerle. Mariana al escuchar las quejas, la llevó al hospital y allí decidieron operarla. Al despertar, el médico le resultó conocido, su cara le era familiar. Así descubrió que ese hombre era su ángel guardián que se le aparecía en sueños. LA PREMONICIÓN DE LOBO FEROZFrancisco Pusso Helguera

Hace mucho tiempo, cuando los indígenas poblaban América, había una pareja que tenía dos hijos. Uno de ellos tenía catorce años. Era un joven de pelo negro, con una piel oscura y se caracterizaba por su fuerza. El otro hijo tenía nueve años y si bien físicamente era muy parecido a su hermano, él no se caracterizaba por su fuerza, sino por su inteligencia y astucia. Los padres llamaron Lobo Feroz al hijo mayor por su fuerza y rapidez y al menor, Zorro Colorado por su inteligencia y astucia.

Ellos vivían en una gran aldea, rodeada de montañas y un lago que los proveía de agua. El padre era el cacique de la tribu. Era un buen líder y un gran guerrero. Su mujer, se dedicaba a la agricultura y a la alfarería. Un día, por la mañana, Lobo Feroz contó a su familia que había tenido una horrible pesadilla. En ella, aparecía una tribu que incendiaba y atacaba a su gente. Nadie lograba sobrevivir a ese ataque. La mamá trató de calmarlo y le dijo que olvidara esa pesadilla. Pero durante las mañanas siguientes, el chico despertó atormentado por el mismo sueño. Lobo Feroz estaba muy asustado. Sentía que ese sueño repetido podría ser una premonición. Un día, Zorro Colorado propuso conseguir un atrapasueños para que las pesadillas no pudieran ingresar a la toldería y su hermano solo tuviera lindos sueños. El Cacique escuchó el sabio consejo de su hijo y mandó fabricar ese aparato, capaz de lograr alivio para su primogénito. Una vez que consiguió el atrapasueños, la mamá lo colgó en la puerta de la carpa de su hijo y el cacique ordenó a cinco guardias que lo custodiasen todas las noches.

Una tarde, el atrapasueños cayó al piso. Cuando la mamá intentó levantarlo, ella se dio cuenta de algo extraño… El aparato pesaba mucho. Sorprendida, llamó a su familia. Ellos no comprendían qué era lo que estaba sucediendo. Zorro Colorado les dijo que esto podría significar que esa noche sería la noche del gran ataque. La noche de las pesadillas de Lobo Feroz. El cacique confió en su hijo, mandó a juntar a los hombres de la tribu y escondió a las mujeres y niños en una cueva lejana. Los guerreros se prepararon, reunieron las armas y se ubicaron en diferentes posiciones de ataque. Al igual que en el sueño, a medianoche aparecieron los hombres de otra tribu con antorchas y con lanzas, listos para quemar la aldea. Pero los guerreros escondidos en las montañas, alrededor de la aldea, al escuchar el grito de guerra del cacique comenzaron a tirar sus lanzas y flechas a los enemigos. Agarrándolos desprevenidos, mataron a varios de ellos. De las carpas salieron más guerreros y con sus lanzas y cuchillos mataron al resto. Así fue como lograron salvar a su gente y evitar que la aldea fuera incendiada. Esa misma noche, hicieron un banquete para festejar el triunfo y homenajear a los hijos del cacique. A partir de ese día, cada vez que Lobo feroz tenía un mal sueño, todos prestaban atención a la premonición porque esta sucedía. Pero esa es otra historia…

DE UN SUEÑO A LA VIDA REALTomás Bartolomé Ramos

Una noche, Sebastián, un joven de veinte años estaba en su casa mirando televisión cuando se quedó dormido. Mientras dormía profundamente, soñó que estaba en un tembloroso lugar. No veía nada pero escuchaba aullidos de lobo y sonidos de búho. Sebastián trataba de buscar la salida con la poca luz de la luna en cuarto menguante. Justo en ese momento sonó el despertador, eran las siete de la mañana. Sebastián tuvo un día cotidiano, a pesar del mal sueño. A la noche siguiente, volvió a soñar lo mismo pero ahora la luna que lo alumbraba estaba en cuarto creciente. Él estaba muy asustado. Pero en ese sueño, entre las tinieblas y la escasa luz reconoció que estaba en un cementerio. Había comenzado a explorar lentamente el lugar cuando nuevamente volvió a sonar el despertador. Asustado y deslumbrado, se levantó. Todo era un simple sueño. La noche siguiente volvió a tener el mismo sueño pero esta vez, en aquel lugar se escuchaban gritos horripilantes y ensordecedores de mujer. Parecía como si la estuviesen apuñalando. Sebastián corrió hasta alejarse de aquellos gritos. Corrió y

corrió hasta que tropezó con una lápida. Al caer se golpeó la cabeza con el mármol y se desmayó. Cuando recuperó el conocimiento, con la luz de la luna llena, leyó que en una de las lápidas estaba escrito su nombre. Se sentía vacío, como si no tuviera nada dentro de él. Despertó sobresaltado y asustado. Salió de la casa bruscamente y corrió hasta toparse con un cementerio. Para su asombro era el mismo cementerio de sus sueños. Sebastián sorprendido recorrió todo el lugar y se encontró con un grupo de personas enterrando un ataúd. Era su familia rodeando una tumba, lamentándose y llorando. Cuando se acercó a su madre para abrazarla, la traspasó. Volteó para leer el nombre que estaba escrito en la lápida y con horror vio que era el suyo.

LA EXTRAÑA MONTAÑAIgnacio Rinaldi

Estaban sin agua dos alpinistas profesionales en la montaña Craska, un argentino llamado José y Manuel, un español. Ambos tenían treinta años. Se cuenta que lo único que necesitaban era la bebida, ya que con el oxígeno y la comida, se venían manejando bien.

Los dos se encontraban en medio de la montaña, tan sedientos y afectados por la falta de agua que pidieron ayuda, pero nadie podía alcanzar esa altura debido a la avalancha que había ocurrido ese mismo año, en el mes de julio. La prefectura estaba planeando emprender un proceso de rescate en helicóptero para rescatarlos, pero este proceso se veía obstaculizado por las condiciones climáticas. Por la radio, los alpinistas habían mencionado, que en la montaña estaban sucediendo cosas muy extrañas. Contaron que ellos habían intentado derretir la nieve para beberla, pero esta desaparecía y que por las noches escuchaban llantos. Sentían que no eran los únicos allí, escuchaban pasos y veían huellas en la nieve que de pronto desaparecían. Los hombres de prefectura no comprendían muy bien y no sabían si creerles o pensar que estaban afectados por la falta de agua. Pasaron los días y el clima fue mejorando. El proceso de rescate se puso en marcha. En el helicóptero iban unos policías y médicos que se dirigieron hacia la montaña. Los alpinistas enterados de esto, ya que afortunadamente la radio funcionaba, hicieron señales de humo para ser localizados. Así fue como pudieron ser ubicados. El helicóptero descendió y a través de una fuerte escalera, los hombres pudieron salir de la nieve. Inesperadamente, debido a una fuerte ráfaga de viento, el piloto perdió el control del helicóptero y este comenzó a tambalearse y a bajar en dirección a la nieve. Milagrosamente, después de unos minutos, los conductores lograron recuperar el control de la máquina. Una vez que retornó la calma, los hombres vieron desde arriba extraños símbolos dibujados sobre la nieve. José, tomó una hoja y los copió. Luego de unos días de estar a salvo en sus casas, el alpinista argentino, intrigado con estos signos decidió averiguar sobre ellos. Empezó a leer libros y documentos sobre diferentes montañas. De repente encontró un artículo sobre la montaña Craska, lo leyó y descubrió que había un rumor entre los habitantes de la zona, que creían que esa montaña estaba embrujada por espíritus de unos alpinistas que años atrás habían muerto en el intento de llegar a la cima. Así José se dio cuenta que realmente no habían estado solos y creyó entonces que la nieve desaparecía porque los espíritus de los escaladores pretendían que ellos dejaran la montaña antes de llegar a la cima porque ellos nunca lo habían logrado.

LA ESTRELLA FUGAZ

Marcos Rocha

Raúl, un chico de once años, vivía en una casa con muchas ventanas grandes y chicas pero para él había una ventana que era muy especial porque cada vez que miraba a través de ella, imaginaba que vivía en un mundo medieval, con dragones y caballeros. Todo lo que él vivía, lo transformaba imaginariamente en personajes y cosas del medioevo: los árboles eran castillos, las plantas eran las casas de los vasallos, las nubes eran dragones que cruzaban volando el cielo. Una noche, cuando Raúl estaba mirando por la ventana, una estrella fugaz cruzó el cielo y esa misma noche se hizo realidad todo lo que él había imaginado.

Al principio le gustaba vivir en la época medieval. Le gustaba su nueva vestimenta, dormir en enormes castillos y sobre todo tener una espada. Pero después, cuando aparecieron los dragones y empezaron a destruir todo, Raúl sintió mucho miedo y se puso a pensar cómo podía hacer para regresar a su vida anterior. Entonces se acordó de que había empezado a tener esta vida mientras miraba por la ventana pasar una estrella fugaz. Por lo tanto, debía encontrar una ventana parecida para poder regresar. Ese mismo día Raúl se encontró con un chico llamado Matías. Se pusieron a conversar y Raúl le contó que no tenía dónde dormir. El niño le dijo que podía dormir en su castillo. Raúl aceptó la invitación y fueron hacía allí. Matías le mostró el lugar para que no se perdiera. A la noche mientras todos estaban durmiendo, Raúl se despertó y empezó a caminar por los pasillos. De repente le pareció oír la voz de su mamá. A cada paso que daba, la escuchaba más fuerte. La voz lo condujo hacia una puerta. La abrió y se encontró en una habitación vacía. Allí solo había una ventana. Raúl miró a través de los cristales y sin saber cómo, se encontró en su casa con la vida que tenía antes. Decidido a no atravesar más ese umbral, tapió esa extraña ventana para siempre.

LOS ENAMORADOSBautista Sosa Reboyras

Durante la Segunda Guerra Mundial,en la ciudad de Hiroshima, Toshiro y Naomise hicieron grandes amigos.

Ellos se amabanaunque al comienzo lo ignoraban.En los recreos se mirabany en silencio se acercaban.

El verano llegóy las vacaciones comenzaron.Por un tiempo se separóla pareja de enamorados.

Los niños alejados estabany sus corazones se extrañaban.

Poemas de amor para ToshiroNaomi escribía desconsolada.

Una bomba cayóe Hiroshima destruyó.Cuando la guerra estallómuchas vidas aniquiló.

Toshiro, desesperado, buscó al amor de su vida.Pero era muy tarde,Naomi estaba malherida.

Aunque hizo mil grullaspara salvarle la vida,el muchacho llorópues su amor no despertó.

Han pasado los añosy Toshiro aún la recuerda.Continúa haciendo grullaspara en su corazón mantenerla.

DESCUBRIENDO A UNA GRAN MUJERSegundo Videla

Un chico al que llamaban Grillo,conoció a una ola llamada Mariola.Era tal la admiración que él sentíaque esperaba su visita todos los días.

Malva, su vecina y amiga,de su nuevo amor celos tenía.A dejarlo solo se resistía,al ver que por ella nada sentía.

Mariola adviritió al niño que no la siguierapues peligro correría,Él desoyó la advertenciay casi perdió la vida.

Malva desesperada,vio a Grillo manotear en el agua.Pidió ayuda a sus hermanos, que sano y salvo lo sacaron.

A partir de ese entonces,muchas olas Grillo vio pasar,pero a ninguna quiso alcanzary con Malva se quiso quedar.

EL SECRETO DE JAVIER

Juan Ignacio Visconti

Javier, un amigo mío, me comentó que le sucedió algo tan extraño que ni él lo podía creer, pero yo le creo y se los voy a contar.... Un viernes muy especial, el último día de clases, Javier volvía del colegio, cuando de pronto le cayó en la cabeza un libro que decía “Top Secret” en la tapa. Se lo llevó a su casa y en cuanto llegó a su cuarto, mi amigo cayó en su cama tumbado por el golpe que había recibido y por la luz del sol que lo cegaba. Despertó, después de un rato, confundido. Estaba en un mundo extraño, diferente al nuestro, con otro estilo de vida y lleno de magia. En ese momento Javier pensó que estaba loco, pero no, eso ocurría realmente y lo peor de todo es que no sabía cómo volver a su mundo de verdad. Entonces comenzó a correr desesperado, hasta que tropezó con dos personas, una niña y un niño. Se llamaban Flor y Fede y tenían su misma edad, catorce años. Le contaron que su mundo se llamaba “Abracadabra” y le mostraron sus hechizos. Javier no salía de su asombro. Por un momento se había olvidado de una cosa, pero pronto recordó que debía contarles a sus padres lo sucedido. Flor y Fede le dijeron que si contaba dónde había estado, los adultos querrían apoderarse de “Abracadabra” y que usarían su magia para el mal. Entonces, él les prometió guardar el secreto de su aventura, siempre y cuando Javier pudiera usar esa magia en su mundo. Flor y Fede aceptaron y de pronto, de un segundo al otro, Javi estaba sano y salvo en su cuarto. Y adivinen que... era la misma hora, minuto y segundo en las que se había dormido.

LA VIDA DEL ADOLESCENTEPaula Barilá

En la adolescencia estoyy cada vez más rebelde soy.

Para fiestas permiso me danpero hasta muy tarde no me puedo quedarporque a casa debo llegarsi no mis papás me retarán.

Cuando a una fiesta voymucha emoción me da,pero me siento nerviosaporque gente de otro lugar hay.

En la adolescencia estoy,y cada vez más rebelde soy.

Cuando mi mamá me retasiento mucha timidezpero al rato estoy mejorya que mi ánimo cambió.

Cuando hago algo maly delante de gente estoy

mucha vergüenza me daporque me empiezan a cargar.

En la adolescencia estoy,y cada vez más rebelde soy.

Desearía más libertadpero esto exige responsabilidad.¡La adolescencia es divertidapero hay que saber vivirla!

RUMORES DEL LAGOMaría Delfina Castilla

Una tarde en el lago Faguano, al sur de Tierra del Fuego, mi novio Juan y yo fuimos a pasear en bote. A mí me daba miedo porque había rumores de que un monstruo merodeaba por allí. Juan decía que era mentira, pero yo estaba espantada con la idea. Ya en el lago, empezamos a charlar de nuestras cosas cuando de pronto empezaron a producirse olas y el bote se balanceó. Sentimos que algo lo rozaba. ¿Será una piedra?- nos preguntamos. De repente... ¡Splash! Nuestra embarcación se dio vuelta y caímos al agua. Juan nadó hasta la orilla desesperado, yo me quedé atorada. ¿Qué era lo que me sujetaba? Mis piernas estaban enredadas en una planta acuática. Pataleé desesperadamente porque me estaba quedando sin aire. Empecé a adormecerme por la falta de oxígeno cuando sentí que algo me rozaba las piernas. Miré hacia abajo vi borrosamente un monstruo del color del lago. Sus dientes grandes, afilados y amarillos me causaron pánico. Su cuerpo verde y gelatinoso, de tamaño grande, me produjo temor y pensé que me iba a atacar pero cuando noté sus verdes ojos que me miraban con ternura, me tranquilicé. Sin embargo, bastó que abriera la boca para que esa tranquilidad desapareciera. Tanto temor sentí que me desmayé. Cuando desperté estaba en la orilla. Ignoraba quién me había salvado pero al salir del agua, vi a la enorme bestia que se alejaba velozmente. ¡Ese asqueroso monstruo me había salvado la vida! Me quedé temblando de miedo por lo que pudo haberme sucedido. No sé cuánto tiempo pasó hasta que comenzó a juntarse gente a mi alrededor. Eran los habitantes del pueblo que se habían enterado por Juan del hundimiento de la embarcación. Los habitantes del pueblo fueron a atacar al monstruo. Yo traté de explicar lo que había sucedido en realidad pero con actitud soberbia no me quisieron escuchar. De todos modos, aunque tenían lanzas, barrotes y piedras, no lograron hallar al monstruo. Al día siguiente volvieron a reunirse con intención de retomar la búsqueda. Nuevamente quise explicarles lo que yo había vivido, pero no, tampoco me escucharon. De pronto vi que algo salía del agua…¡Plaf! Era la enorme bestia. Me acerqué a ella, vi sus adorables ojos y lo toqué. Se lo veía asustado, seguramente por toda la multitud que nos rodeaba. Les dije a todos que permanecieran en silencio y en sus lugares. El monstruo se tranquilizó porque pudo comprobar que yo no lo quería dañar, solo quería comprobar delante de todos los campesinos que él no era más que una enorme bestia por fuera, pero por dentro era un monstruo tierno y dulce. Todos quedaron impactados por la actitud del monstruo, no podían creer que no nos hiciera daño. Le pusieron de nombre “Salvador”, por haberme salvado la vida y desde entonces es el guardián del lago.

EL SUEÑO DE UN FANTASMAVirginia Fernández Cortés

Una joven de veinticinco años tuvo un sueño que se repitió por varias noches: ella aparecía caminando por la calle y de pronto la atropellaban. Quedaba un poco inconsciente pero alcanzaba a ver a un camionero que se le acercaba para ver cómo se encontraba. Al llegar a su lado y verla tendida en el piso, este salía corriendo rápidamente. Al día siguiente la chica salió a caminar y se detuvo en un calle porque algo le resultó conocido. Vio el camión de su pesadilla. Observó a un grupo de personas que parecía estar mirando algo con sorpresa. Sintió curiosidad y se acercó.

Un intenso frío le corría por la sangre. Se asustó y tuvo un mal presentimiento. Vio que la gente que rodeaba a un cuerpo tendido en el asfalto parecía no verla ni escucharla. Ella no entendía por qué aquellas personas la ignoraban. De pronto, un hombre que estaba rodeando el cuerpo se dio vuelta y la joven lo reconoció. Allí estaba su padre, llorando sin consuelo. Ella se le acercó para preguntarle por que lloraba y pudo reconocer también a su madre. Intentó abrazarla para contenerla, pero su madre tampoco sintió aquel abrazo.

EL RESCATEMaría Guillermina Filgueira

En 1635, cuando Inglaterra y Francia eran rivales, un hecho misterioso ocurrió. La reina de Francia, Ana de Austria, casada con Luis XIII, desapareció misteriosamente aunque se le hacía creer al pueblo que estaba enferma. El rey mandó a llamar a D´Artagnan, capitán de los mosqueteros, y le encomendó la misión de encontrarla. Para eso debía reunir a sus antiguos compañeros. A Aramis, ya un hombre de unos cuarenta años, lo encontró en la Iglesia “Santa Paula”, ya que siempre había querido ordenarse como sacerdote y estaba estudiando para eso. Luego encontró a Porthos, joven de unos treinta y seis años, quien continuaba siendo inquieto y optimista. Era un hombre que gozaba de los placeres de la vida, así que D´Artagnan lo halló en una taberna jugando a los dados. Finalmente encontró a Athos, de cuarenta y cuatro años. Varias veces había sido acusado injustamente de impostor, por lo cual estaba en prisión. Allí se había dedicado a la lectura y se transformó en un profundo pensador. Los cuatro amigos, muy alegres por reencontrarse nuevamente pero angustiados por la desaparición de la reina Ana, empezaron la búsqueda. El rey le había dicho a D´Artagnan que tenía la sospecha de que su esposa estaba en Inglaterra con el duque de Buckingham, ya que ellos en el pasado habían tenido un romance. Los mosqueteros se dirigieron hacía allí en busca de la reina. Cuando llegaron al palacio preguntaron por James, el duque de Buckingham. Al rato apareció y D´Artagnan se acercó a hablarle. El capitán le contó todo lo sucedido, pero el duque juró que no estaba con ella. Se mostró sorprendido y angustiado, y les dijo a los mosqueteros que los ayudaría a buscarla. Los amigos se sorprendieron por la noticia y se inquietaron porque no sabían en dónde más buscarla, pero no se rindieron. El duque, preocupado, pensó recordó que el rey Edwuard últimamente había estado extraño, como si escondiera algo. Unos días después, todo seguía igual. El duque y los mosqueteros seguían preocupados porque no hallaban rastro alguno de la reina. Pero James tuvo que ir a la

cárcel de los prisioneros del rey para firmar allí unos papeles y vio a lo lejos a una mujer forcejeando con los barrotes y gritando. Creyó que era Ana y trató de pasar los calabozos para acercarse, pero los guardias no se lo permitieron. Entonces corrió hacía donde estaban los mosqueteros, les contó lo sucedido y se les ocurrió una idea… Al día siguiente comenzaron su plan. El duque regresó al palacio y le comentó que había un hombre en el puente de Londres rodeado de una multitud y gritando barbaridades sobre él. Insistió en que deberían encarcelarlo porque esos comentarios podrían perjudicarlo. En ese momento, se abrió la puerta del salón donde conversaban y apareció Porthos disfrazado de mendigo, con unos guardias tomándolo de los brazos. Enseguida, el rey le ordenó al duque que lo arrestara. Hasta ese momento el plan había funcionado bien. Al cabo de unas horas llegaron Porthos y James a la cárcel del rey. A Porthos lo habían puesto en una celda sin ventana, lejos de donde estaba la señora. Fingió no tener aire y gritó para que lo trasladaran. Consiguió lo que deseaba y al cabo de unos minutos, una voz femenina pronunció su nombre. Porthos reconoció la voz, era su Majestad, que se encontraba en un calabozo vecino. Esa misma noche, los mosqueteros acudieron a la prisión y luego de enfrentarse con los guardias, pudieron liberar a su amigo y a la reina. Se dirigieron a caballo hasta el puerto y regresaron victoriosos a Francia. El rey los premió con una fiesta y les regaló tierras.

LA EDAD DEL PAVOJacinta Gibrat

Mi infancia está terminandoy mi adolescencia está llegando.Me dicen que en la edad del pavo estoyy que muy rebelde soy.

Cuando con mis amigas a una fiesta voysiento entusiasmo, nervios y emoción.Conozco a nuevos amigosen medio de una gran diversión.

En los chicos no dejo de pensarpero al mismo tiempo debo estudiar.Muchos retos los adultos me danporque no logro aprobar.

Sola en la calle no puedo andar.Temprano a casa debo llegarporque si me distraigo para jugar,mis papás me retarán.

Si te ponés a pensar,en la edad del pavo hay muchas cosas por realizar.¡La edad del pavo es para disfrutar!

VENTANA HACIA EL RECREOMariana Jarmoluk

Timoteo era el chico nuevo de la escuela y en su primer día de clase fue a recorrerla con su nueva amiga Karina. Ella en un momento tuvo que irse porque tenía clases y Timoteo fue a la biblioteca que no estaba en muy buen estado.

Mirando los libros que se encontraban en un estante alto, vio unos rayitos de luz que se asomaban por detrás de una fila de libros. Tomó una escalera, subió los escalones hasta llegar al estante y al mover varios libros pudo ver una ventana que tenía en su ángulo superior una piedra brillante. Lleno de curiosidad, la tocó e inmediatamente se sintió mareado y los ojos se le cerraron.

Al abrirlos notó que ya no estaba en la biblioteca, se encontraba en otro mundo que le resultaba desconocido. Sintió miedo y a la vez curiosidad por recorrer el lugar.

En aquel mundo, las casas eran de cristales de colores y los habitantes eran criaturas extrañas. Tenían patas de canguro y de la cintura para arriba eran idénticos a los hombres. Esa criaturas se llamaban walabys.

Timoteo quiso comunicarse con aquellos seres para averiguar en dónde estaba, pero los walabys no le dieron una respuesta porque no era como uno de ellos. Al parecer odiaban a los desconocidos, por eso empezó una cacería dirigida hacia él.

Huyó desesperado hacia un pantano donde encontró una cueva en la que se escondió. Allí también estaba escondido un sapo humano, un animal que tenía cabeza de hombre y cuerpo de sapo. Le preguntó cómo podía salir de ese lugar y el sapo humano le dijo que tenía que encontrar una piedra brillante en alguna ventana de ese mundo.

Con mucho cuidado, acompañado por el sapo, fueron hacia el camino en busca de alguna casa con ventana.

En el camino apareció una gran casa de tres pisos, llena de ventanas de todo tipo. Decidieron entrar por la puerta trasera, de esa manera era más seguro. Buscaron en el primer piso y observaron una por una todas las ventanas, pero ninguna tenía la piedra. Subieron al siguiente piso pero allí tampoco la encontraron. Entonces decidieron subir al tercer piso pero la puerta que conducía allí estaba cerrada. Buscaron la llave y la encontraron colgada en un ganchito demasiado alto para ellos.

De pronto una araña gigante y negra con manchas naranjas se asomó por la otra puerta y se ofreció a acercarles la llave si la dejaban subir con ellos. Timoteo le agradeció la ayuda y le pidió que se apurase porque el sapo había visto por la ventana que los canguros se acercaban.

La araña le dio una llave, Timoteo abrió la puerta y rápidamente buscó la ventana con la piedra brillante. Luego de mirar cinco ventanas notó los rayitos de luz que se veían a través de una de ellas y emocionado reconoció la ventana que tanto buscaba. Tomó la piedra cerró los ojos y dijo “Chau”. Al abrirlos estaba en la biblioteca con un libro abierto entre las manos. Una ilustración mostraba a los walabys, al sapo humano y a la araña negra con manchas naranjas.

Escuchó el timbre y Karina lo vino a buscar. Dudó si todo lo sucedido había sido un sueño o la realidad, y por eso prefirió no contárselo a nadie y guardar el secreto para él, como un tesoro.

LA ADOLESCENCIA, UNA LINDA EDADCatalina Marinozzi

Llega la edad del pavoque es en la que estoy.Siempre hago todo al revés.Me retan en chino y hasta en japonés.A veces me siento muy raray de cualquier cosa me río,también lloro seguidoy no sé muy bien por qué.

Me siento con más libertadpero a la vez con más responsabilidad.Conozco a muchas personasy con ellas empiezo una amistad.Me dan alegría y diversión,escuchan mis problemasy me dan su opinión.Por eso me siento mucho mejor.¡Y así es que feliz estoy!

LA ESPERANZA DE NAOMIAmparo Moralejo

Mejores amigos de la vida,Toshiro y Naomi así crecían.

Toshiro viajó a Miyashimaporque a sus abuelos visitaría.

Naomi en Nagasaki se quedóy la bomba atómica ahí explotó.

Toshiro volvió a la ciudady a Naomi visitó en el hospital.

Naomi su muerte le anticipó,pero Toshiro no le creyó.

Con papeles se esperanzóy cien hilos con grullas entrelazó.

Naomi las mil grullas le pidióy Toshiro las terminó.

Pero el regalo no funcionóy Naomi de todos modos, murió.

Amargas lágrimas él derramó,ya que Naomi nunca más despertó.

¿SUEÑO O REALIDAD?Milagros Pastor y Montes

Francesca, una niña de diez años, vivía en un pueblo llamado Sanieata, al norte de Salta. Ella vivía con su madre. A su papá nunca lo había visto. Un día soleado salió a vender pastelitos a una plaza. Un rato después, se aburrió y se fue a su casa en bici. A la mitad del camino, la niña cayó de la bici y un hombre la vio y se acercó. La llamó por su nombre y le preguntó si estaba bien. Ella se quedó sorprendida, no entendía como podía saber su nombre. En ese momento se despertó y se dio cuenta de que todo había sido un extraño sueño. Pasaron cuatro noches seguidas y a la quinta ya se lo había olvidado. Un sábado a la mañana cuando se levantó, su madre le había dejado en la mesa un plato con pastelitos para que fuera a venderlos a la plaza. El día estaba

soleado. Cuando llegó a la plaza, sintió que esos momentos ya los había vivido pero no le dio importancia a ese sentimiento. Cuando terminó de vender todos los pastelitos, regresó en su casa en bicicleta. De pronto, se cayó y un hombre que la llamó por su nombre, se acercó para preguntarle cómo estaba. Ella recordó el sueño y le preguntó quién era y él le dijo que era su papá. Ella salió corriendo para su casa y en el camino se desmayó. Al despertar estaba en su cama. Su madre estaba a su lado, le preguntó qué había estado soñando. Francesca buscó en la habitación a su padre, pero solamente estaban ellas dos....

UNA ANÉCDOTA INSÓLITAMaría Julieta Pirola

Mi nombre es Felipe y soy un hombre tranquilo y viajero. Si creen que los monstruos no existen, empiecen a pensar lo contrario porque yo he visto a uno. Les contaré como pasó esta anécdota tan insólita. Era una tarde del año 2002 cuando conseguí que mis padres me dejaran ir de viaje con mi novia. Ella se llamaba Bernardita, era alta, su pelo era tan dorado como el sol y sus ojos parecían zafiros luminosos, pero tendía a enojarse. Nos fuimos al lago Fagnano, en el sur de Tierra del Fuego. Era un lugar muy arbolado, con alerces, pinos y demás coníferas. Parecía muy tranquilo y desolado. Había rumores de que había un ser tenebroso que merodeaba por el lago y ¡Cronch!, se comía a la gente que allí navegaba. Ni Bernardita ni yo creíamos esa historia, por eso nos embarcamos sin ningún temor. Estábamos muy bien en el bote cuando, de golpe, sentí un roce. Le comenté a mi novia, pero ella me dijo que lo estaba imaginando. No había terminado de decir esas palabras cuando ambos vimos que se formaban olas grandes, como si estuviéramos en el mar. El bote comenzó a inclinarse del lado de mi novia, nos abrazamos y ¡splash!, nos caímos al lago. ¿Qué nos habría tirado al lago? ¿Sería el ser tenebroso del que hablan los lugareños? No sabíamos por qué no se nos había ocurrido llevar chaleco salvavidas. El agua no estaba limpia y el lago era bastante profundo. Pasó algo inesperado. Algo nos rozó y nos arrastró hasta la orilla. No sabíamos que era, pero hacía sonidos raros “¡Roar! ¡Arf! ¡Grrr.!” ¿Quién habría de ser nuestro salvador sino era una persona? Reaccionamos con mucho miedo. No podíamos respirar bien y teníamos agua sucia en los ojos, que nos ardían. Bernardita, al llegar a la orilla, se adentró en el bosque, sin saber que el tenebroso monstruo era una especie de anfibio y podía sobrevivir en la tierra. De pronto escuché un grito de mujer y luego un suspiro. Miré hacia arriba y vi a una criatura horrible.

Era un monstruo de patas palmeadas y algunas escamas. Sus dientes eran filosos, sus ojos eran rojos y su boca tenía olor a pescado. Por suerte, al lado estaba mi novia, que me dijo que el monstruo no le había hecho daño y que era amistoso. Para promocionar el lugar, que era muy hermoso y era una pena que muy pocas personas lo visitaran, repartimos folletos con fotos del monstruo. Proponíamos paseos por el lago para conocer al monstruo “amigo de los enamorados”. El lugar de pronto se convirtió en un paseo obligado para las vacaciones y frecuentado por muchas parejas de novios.”

INICIANDO LA ADOLESCENCIAMartina Sánchez Duggan

¡En la adolescencia estoyy muy caprichosa soy!

Cuando me invitan a una fiestami corazón despierta,porque va a ser divertidoconocer a nuevos amigos.

¡En la adolescencia estoyy muy caprichosa soy!

Libertad querría tenerpero más madura debo ser.Responsabilidad me exigen para ser independiente de una vez.

¡En la adolescencia estoyy muy caprichosa soy!

No puedo salir a bailary una vez traté de escapar, pero todo me salió maly sola en casa tuve que estar.

¡En la adolescencia estoyy muy caprichosa soy!

UNA VENTANA HACIA EL BOSQUEManuela Saravia

En la ciudad de Buenos Aires, en una casa grande, vivía una niña de ocho años llamada Paula. A ella le gustaba dibujar y pintar con témperas.

Un día se había quedado sola en su casa mientras su madre conversaba en lo de una vecina y decidió dibujar en uno de los vidrios de la ventana de su cuarto. Después de un rato pudo verse sobre el vidrio un bosque grande con flores, un camino largo y también una niña.

De repente, Paula sintió un aire fresco y un rico perfume floral. Una felicidad enorme la invadió, pero no sabía por qué. Extrañada, miró a su alrededor y se asustó porque no reconoció el lugar donde se encontraba.

Comenzó a caminar y encontró a una ardilla. Se le acercó pero esta retrocedió. Ella empezó a investigar el lugar. Descubrió muchos árboles y clavado en el tronco de uno de ellos, encontró un papel que decía que había una flor, un clavel, que hacía que la persona que la tocara no pudiera salir de allí.

La ardilla la acompañó por todo el camino y cuando Paula ya estaba cansada se sentó en un campo con muchas flores. Sin darse cuenta se sentó sobre el clavel y tocó la misteriosa flor. La ardilla le dijo que se fuera rápido, antes de que el efecto se realizara. Ella sintió un temblor que le recorría el cuerpo y comenzó a correr.

Llena de nervios imaginó que la salida de ese mundo debía parecerse a la entrada, entonces en un papel que le dio la ardilla y con un pincel y un pomo de témpera que tenía en el bolsillo, Paula dibujó su casa y una niña.

Cuando terminó de pintar, cerró los ojos y al abrirlos, ya se encontraba en su hogar.

MISIÓN POR LA REINA

Inés Vela

Era lunes 24 de mayo de 1635. D´Artagnan, capitán de la Orden de los mosqueteros hacía mucho tiempo que no veía a sus fieles amigos pues ya se habían ido del ejército. Pero ese día, D´Artagnan recibió la orden del rey de reunirlos para cumplir una misión ultra secreta: encontrar a la reina que había desaparecido hacía unos días, aunque el rey Luis XIII le había dicho al pueblo que estaba enferma para que no se inquiete. Eran tiempos políticos muy difíciles. Apenas recibió la orden, D´Artagnan fue a buscar a sus amigos: Porthos, Aramis y Athos. En el camino vio a alguien que se le hizo familiar. Se fue acercando a donde estaba el hombre y le tocó el hombro. Este se dio vuelta y era Porthos. Estaban los dos muy alegres por el reencuentro. Se pusieron a hablar y D´Artagnan le comentó la misión. Porthos se sintió muy emocionado y aceptó sin dudar. Siguieron juntos el viaje hasta que en un campo vieron a Athos. Los dos fueron corriendo a abrazarlo y a contarle de la misión. Athos dudó un poco, ya que en ese lugar había encontrado paz y tranquilidad, pero finalmente aceptó. Los tres subieron a sus caballos y se fueron. Cuando llegaron a París, solo faltaba buscar a Aramis. Recordaron que él quería ser cura, entonces recorrieron todas las Iglesias hasta que en una de ellas, lo encontraron rezando. Aramis se emocionó al verlos y a pesar de estar muy ocupado con sus estudios, no dudó en ayudar a sus compañeros. D´Artagnan decidió ir a buscar también a la señora Bonacieux, que era la mano derecha de la reina y por lo tanto conocía todos sus secretos. Quizás ella tuviera noticias de su Majestad. Al llegar a su casa, ella les comentó que había recibido una carta escrita por la reina, pero no entendía muy bien qué decía:

Fuentes, palomas, torres. Tañido de campanas. Ana

Al leerla, los mosqueteros se dieron cuenta de que era un mensaje en clave y empezaron a pensar en qué lugar estaría la reina de acuerdo a las pistas que daba la breve carta. Aramis se acordó de que en la Iglesia llamada “San Benedito Luis” había una fuente más grande que la de otras Iglesias y que la última vez que había estado allí le había llamado la atención la presencia de gente misteriosa.

Aramis le contó a los mosqueteros y ellos decidieron ir a ver. Julie también quería ir, pero D´Artagnan le dijo que era muy peligroso. Los mosqueteros pensaron que el único modo de ingresar a la Iglesia era disfrazados de monjes y como Aramis era sacerdote, pudo conseguir las sotanas. Una vez vestidos de sacerdotes, fueron a la capilla que Aramis les había mencionado. Apenas llegaron, identificaron los elementos que la reina señalaba en el mensaje. La Iglesia tenían unas torres muy altas con campanas que sonaban muy fuerte para avisar que había misa. En el patio de la Iglesia, había una fuente de mármol blanco como las nubes y montones de palomas estaban en el patio comiendo las migas de pan que les arrojaban los sacerdotes. Porthos vio una extraña luz en la torre y enseguida pensó que allí podría estar la reina. Entonces decidieron subir a buscarla. Uno de los mosqueteros se quedó en el parque, haciendo guardia y el resto subió por las escaleras. Al subir se encontraron con guardias que intentaron detenerlos. Eran muchísimos y estaban armados con espadas y pistolas. Porthos, el más fuerte de los mosqueteros, fue herido en el brazo y trató de seguir subiendo las escaleras pero no pudo más del dolor, así que Aramis debió ayudarlo. Mientras tanto D´Artagnan y Athos llegaron hasta la puerta de la celda donde se encontraba la reina.

Estaban tan seguros de que allí se encontraba que no dudaron en romper la cerradura con la pólvora de sus pistolas. Tras el humo de la explosión vieron que la reina corría a sus brazos. Athos sacó de entre sus ropas un traje de sacerdote y pidió a su majestad que se lo pusiera. Así disfrazada, pudieron llevarla al palacio sin despertar sospechas. Allí se encontraron con el rey, quien luego de abrazar a su esposa agradeció a los mosqueteros su fidelidad a la corona y los premió tocando su hombro con la espada y nombrándolos “Caballeros” en ese mismo instante.