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LIBROS Y NOMBRES DE CASTILLA-LA MANCHA CENTÉSIMOCUARTA ENTREGA 104 Año IV/ 15 de febrero de 2013 Ángel Luis López Villaverde El poder de la Iglesia en la España contemporánea. La llave de las almas y de las aulas Libros de la Catarata, nº 430; Madrid, 2013; 17 € Históricamente, la Iglesia católica española ha monopolizado “la llave de las almas”, ya que no ha tenido la competencia de ninguna otra creencia religiosa desde los Reyes Católicos y, pese a tener que rivalizar a partir del siglo XIX con otros universos simbólicos que no admitían su prerrogativa de la verdad, la sociedad española ha conservado las raíces católicas -merced a la prevalencia de la confesionalidad del Estado- hasta finales del siglo XX. Dispuso de “las llaves de las arcas” mientras fue un estamento privilegiado y, aunque las perdió con la revolución liberal, tuvo a mano el llavero gracias a la indemnización obtenida a partir de los concordatos de 1851 y 1953, que ha continuado con los acuerdos parciales de 1979. No obstante, la compensación más destacada desde el poder civil vino con la entrega de lo que puede calificarse de “llave de las aulas”, pues la educación es un lugar privilegiado para perpetuar su influencia social y moral o su capital simbólico. En las páginas de este libro se determina la evolución del poder de la Iglesia católica española desde sus precedentes hasta la actualidad. Descubrimos los debates historiográficos y el pensamiento crítico de la pugna entre los dirigentes eclesiásticos y civiles y su influencia en la población con el objeto de abarcar los múltiples planos que configuran las entrañas del poder de la Iglesia. Ángel Luis López Villaverde (natural de Almagro) es doctor en Historia por la Universidad de Castilla-La Mancha, donde ejerce como profesor titular de Historia Contemporánea en la Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades y en la de Periodismo, en Cuenca. Sus líneas de investigación se vinculan al Centro de Estudios de Castilla-La Mancha (UCLM), con publicaciones en torno a la historia de la prensa, y las relaciones de poder y la Iglesia. Además, interviene en proyectos de investigación en torno a la pugna entre catolicismo y laicismo en la España del siglo XX. Anteriormente, Almud ediciones de CLM había publicado una recopilación de trabajos, coordinada por él, bajo el título Historia de la Iglesia en Castilla- La Mancha (2010). Y dos años antes, en 2008, Rubeo eds. - de Barcelona- le había editado su libro El gorro frigio y la mitra frente a frente. Construcción y diversidad territorial del conflicto político-religioso en la España republicana. Web de Libros de La Catarata

104 entrega

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LIBROS Y NOMBRES

DE CASTILLA-LA MANCHA CENTÉSIMOCUARTA ENTREGA

104 Año IV/ 15 de febrero de 2013

Ángel Luis López Villaverde

El poder de la Iglesia en la España

contemporánea.

La llave de las almas y de las

aulas

Libros de la Catarata, nº 430; Madrid,

2013; 17 €

Históricamente, la Iglesia católica

española ha monopolizado “la llave de

las almas”, ya que no ha tenido la

competencia de ninguna otra creencia

religiosa desde los Reyes Católicos y,

pese a tener que rivalizar a partir del

siglo XIX con otros universos

simbólicos que no admitían su

prerrogativa de la verdad, la sociedad

española ha conservado las raíces

católicas -merced a la prevalencia de la

confesionalidad del Estado- hasta

finales del siglo XX. Dispuso de “las

llaves de las arcas” mientras fue un

estamento privilegiado y, aunque las

perdió con la revolución liberal, tuvo a

mano el llavero gracias a la

indemnización obtenida a partir de los

concordatos de 1851 y 1953, que ha

continuado con los acuerdos parciales

de 1979.

No obstante, la compensación más

destacada desde el poder civil vino con

la entrega de lo que puede calificarse de

“llave de las aulas”, pues la educación

es un lugar privilegiado para perpetuar

su influencia social y moral o su capital

simbólico. En las páginas de este libro

se determina la evolución del poder de

la Iglesia católica española desde sus

precedentes hasta la actualidad.

Descubrimos los debates

historiográficos y el pensamiento crítico

de la pugna entre los dirigentes

eclesiásticos y civiles y su influencia en

la población con el objeto de abarcar

los múltiples planos que configuran las

entrañas del poder de la Iglesia.

Ángel Luis López Villaverde (natural

de Almagro) es doctor en Historia por la

Universidad de Castilla-La Mancha,

donde ejerce como profesor titular de

Historia Contemporánea en la Facultad

de Ciencias de la Educación y

Humanidades y en la de Periodismo, en

Cuenca.

Sus líneas de investigación se vinculan

al Centro de Estudios de Castilla-La

Mancha (UCLM), con publicaciones en

torno a la historia de la prensa, y las

relaciones de poder y la Iglesia.

Además, interviene en proyectos de

investigación en torno a la pugna entre

catolicismo y laicismo en la España del

siglo XX.

Anteriormente, Almud ediciones de

CLM había publicado una recopilación

de trabajos, coordinada por él, bajo el

título Historia de la Iglesia en Castilla-

La Mancha (2010).

Y dos años antes, en 2008, Rubeo eds. -

de Barcelona- le había editado su libro

El gorro frigio y la mitra frente a frente.

Construcción y diversidad territorial

del conflicto político-religioso en la

España republicana.

Web de Libros de La Catarata

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MIGUELETES DE AÑIL Y CAL

Pablo Torres

Edición del autor; 7ª edición; Madrid,

2012 El primer documento en el que se cita

Miguel Esteban, como lugar de La Mancha,

es de la época de Fernando III, “el Santo”,

del año 1243. La primera gran

“Enciclopedia” sobre el pueblo de Miguel

Esteban, son los cuatro tomos del Catastro

del marqués de Ensenada, de 1753, donde

se relacionan a todos los vecinos, cabeza de

familia, con todas sus propiedades. Están

incluidos hasta los representantes de la

iglesia católica: el cura párroco y el

comisario inquisidor, grandes terratenientes

junto a terratenientes.

En la guerra contra los ejércitos de

Napoleón, inicios del siglo XIX, sobresalió

el miguelete Antonio Panadero, corregidor

de la villa, un ilustrado de la época que

trabajó con propuestas a la Junta Suprema

Gubernativa del Reino, para mejorar la

Educación, con arreglo a la Constitución de

Cádiz.

El periodo que, durante muchos años, se ha

hurtado a los migueletes abarca desde la

proclamación de la segunda República

(1931) hasta el primer franquismo (1939-

45). La República intentó establecer una

democracia burguesa, de perfil europeo. No

fue posible por la alianza entre las derechas,

apoyadas por un sector golpista del ejército

y el clero católico. El golpe de Estado de

Mola y Franco, de julio de 1936, que

provocó la guerra civil, partiría España en

dos mitades irreconciliables: los franquistas

y los demócratas. En Miguel Esteban, ese

periodo de brutal represión fascista que

tanta muerte y sufrimiento provocó,

dividiría también al pueblo en dos mitades.

La larga dictadura franquista, que ha

ocupado la mitad del siglo XX; la brutal

represión contra los demócratas,

empobreció a la mayoría de los migueletes:

muchos emigraron a las principales

capitales de España o a Europa. Fue un

periodo oscuro y siniestro: años de plomo

vigilados por la guardia civil, con olor a

sacristía y taberna de cuartel, con alcaldes

puestos a dedo. La recuperación de la

democracia permitió representantes

municipales elegidos democráticamente,

señalando que siempre gana la derecha.

¿Razón, motivos? El franquismo, que

fomentó la ignorancia y la brutalidad, ha

calado con intensidad a lo largo de dos

generaciones, siendo el pensamiento

predominante.

Pablo Torres, periodista y escritor, con

“Migueletes de añil y cal” se adentra en la

historia de su pueblo natal, aportando

documentación encontrada en archivos y

bibliotecas, para ofrecernos una historia

auténtica, en una visión de conjunto, alejada

de la delirante historia oficial de los

“cronistas” locales que mantienen, entre

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otros, los mitos del franquismo, presente

hasta en los rótulos de muchas de sus calles.

PABLO TORRES, PERIODISTA Y

ESCRITOR, FOTÓGRAFO

Periodista y escritor, fotógrafo de Prensa,

Pablo Torres (Miguel Esteban, La Mancha,

Toledo, 1954), se inició en el Periodismo en

los primeros años de la década de los 70

(siglo XX), con pequeñas colaboraciones en

el diario PUEBLO y en la Revista

Informativa Guadalajara. En 1973

entrevistó al poeta Gabriel Celaya. Con 23

años, en 1977, obtiene la licenciatura en

Periodismo (F. Ciencias de la Información.

Universidad Complutense de Madrid).

En el diario PUEBLO, como redactor,

preparaba la edición de los textos que

enviaban los corresponsales de Andalucía,

Aragón, Guadalajara, País Vasco… A partir

de 1977 sería redactor de Sucesos y

Reportajes. Su trabajo más destacado, en

aquellos años, fue una entrevista en

exclusiva a El Lute, Eleuterio Sánchez,

mítico delincuente del tardo franquismo,

realizada en el Penal de Cartagena. Pablo

Torres, que publicó más de 600 artículos en

el diario PUEBLO, permaneció en el

periódico prácticamente hasta su cierre

(1984). Un año después, en 1985, se

incorporaría a la revista Carta de España y,

poco después, fundaría y sería el editor de

Noticias Bibliográficas (1987- 2006).

El jueves 11 de marzo del 2004 viajaba en

un tren de Cercanías, hacia su trabajo. El

tren se detuvo a unos pocos metros de otro

tren, próximo a la estación de Atocha-Renfe

(Madrid), atacado por terroristas islamistas.

Pablo Torres preparó su cámara fotográfica

y empezó a tomar imágenes del atentado.

Una de sus fotos fue portada en el diario EL

PAÍS y en más de cuatrocientos periódicos

de todo el mundo. Esa foto le valió, al año

siguiente, el Premio Ortega y Gasset de

Periodismo gráfico.

Su producción literaria empezó con El

hongo de la sabiduría. Terfezia luridus en

1995. Era su segunda novela, primera

editada. Su primera obra, inédita por propia

voluntad, es Los ojos de María (1986). Su

segunda obra publicada será En brazos de

Carlota, narración corta, de carácter erótico,

que se editó, en 1996, en edición de

bibliofilia (Noticias Bibliográficas). Casi

todas sus narraciones breves, incluidas las

escritas en la adolescencia, están recogidas

en Re-Cuentos, libro editado por el autor,

en febrero de 1997, que hizo una tirada

mínima, de 9 ejemplares, sólo para sus

amigos. En 1998 finalizó El cuplé de la

geisa (Noticias Bibliográficas, Madrid

1999). A finales de 1999 acaba Teófilo

Torres, miliciano de la República,

reconstrucción biográfica de un miliciano

de la República, su tío Teófilo que, con 16

años, combatió en defensa de la libertad y

la democracia durante la guerra civil

española. En el año 2000 terminaba un

relato corto sobre la vida de un anarquista:

Cristobalón el carretero: excesos,

extravagancias y otras bellaquerías, mil

borriquerías vitales de Cristóbal Fernández

Dorado, un anarquista auténtico.

A partir del 2001, siglo XXI, amplía su

producción: El doncel (2001), novela

histórica finalista en la segunda edición del

premio de novela histórica Alfonso X El

sabio, de Toledo, editada en 2006;

Migueletes de añil y cal (mayo del 2002),

monografía sobre su pueblo natal, ampliada

en sucesivas ediciones; El puchero de don

Quijote (junio del 2005), ensayo sobre la

gastronomía manchega; Extravíos por La

Mancha alta (octubre 2005), contra Ruta a

la de Azorín de 1905; Inquisidores, nobles

terratenientes y vasallos en la villa de

Miguel Esteban… (2006. Inédita); Los años

oscuros en Miguel Esteban. Represión y

fascismo en Castilla-La Mancha (Madrid

2008), que estudia la guerra civil y posterior

represión franquista; y El ladrón de sueños

(marzo del 2010), novela bárbara,

hiperrealista, que se desarrolla en un

psiquiátrico…

Actualmente trabaja en varios proyectos:

una segunda edición ampliada de Los años

oscuros en Miguel Esteban. Represión y

fascismo…, que añade datos notables de

episodios en Miguel Esteban durante la

guerra civil, desconocidos por la mayoría

de los migueletes; una novela del género

negro, ambientada en Irlanda… sus

artículos más políticos se encuentran en el

blog:

www.disidenciasynegaciones.blogspot.com

LyN de CLM

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Documentos medievales del

archivo municipal de Alcázar de

san Juan (ss. XII-XV)

Pedro Andrés Porras Arboledas;

Alberto Herranz Torres, Fco.

Javier Escudero Buendía Edita Ayto de Alcázar de san Juan, 2012;

128 pags; incluye CD

No suele ser usual las presentaciones de

libros de investigación. No obstante

Alcázar de san Juan tiene despertada una

cierta animación en este sentido y con

frecuencia mensual edita un número de

TESELA una revista que recopila estudios

y artículos de investigación local.

Durante el periodo al que esta dedicado este

libro, Alcázar siglo XII al XV, la población

pasa de estar prácticamente devastada, a

convertirse en una villa emergente de

mucha importancia, que poco después esta

llamada a ser la mas importante del

priorato, incluso ostentar su capitalidad,

relevando a Consuegra.

En estos tiempos el crecimiento

administrativo de la Edad Media genera una

amplia tipología de documentos y la

aparición misma del Concejo, que es el

antecedente del ayuntamiento; así se da

lugar al nacimiento de los archivos

municipales. El documento escrito mas

antiguo que conocemos sobre esta

población se analiza en este libro; es un

documento que recoge la donación del

poblado de Alcázar en el año 1150 por el

rey Alfonso II de Castilla y VII de León, a

favor de tres caballeros. Eran sus ayudantes

Juan Muñoz, Fernando González y Pedro

Rodríguez a los que encargo su

repoblación. Un poco más adelante

descubrimos, también por la lectura de la

documentación, que Juan Muñoz se quedo

con las dos partes de los otros caballeros

pasando a ser único propietario de la villa y

cediéndola herencia Jorge Guillen. Las

vicisitudes de la época que no podemos

conocer con precisión hacen que en el

año1223 Guillen entregara Alcázar a la

Orden de Santiago como una simple

donación

Pero la historia convulsa de estos años, no

deja de dar sorpresas con el destino de esta

población. En el año 1237 después de

muchos vaivenes, las órdenes de Santiago y

San Juan se ponen de acuerdo y deciden

agrupar y ordenar sus territorios; por este

motivo Alcázar se transfiere y pasó a

formar parte de los territorios de la Orden

de San Juan. Este ir y venir de una

demarcación territorial a otra, señalo a la

villa y el hecho, se repite al pasar la

población de la provincia de Toledo a la de

Ciudad Real cuando se reagrupan los

territorios de las diputaciones provinciales

en el siglo XIX.

La Orden de San Juan desde el primer

momento estuvo muy interesada en la villa

y aplico un nuevo proceso de repoblación,

con una Carta de Población de 1241,

concediéndosela a 362 vecinos de

Consuegra para que se instalaran en Alcázar

llenos de prebendas. Este proceso de

repoblación se confirmo veinte años

después en 1262 y veinte años mas tarde la

villa había tomado cierto impulso,

mandando edificar el Torreón de la misma

en el año 1284 por el comendador de la

Orden de San Juan en España, Fernán Pérez

Mocego. Este aún se puede visitar, hoy

como centro de demostración sobre la

Orden de San Juan y se conoce como

Torreón del Gran Prior. En esta misma línea

de crecimiento, paso a convertirse en villa

en las cortes de Burgos del año 1292 y el

rey Sancho IV le concedió el escudo que

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ahora se usa, un día de mercado semanal y

autoridad para nombrar alcaldes y jueces.

Como confirmación de todo ello, se le

entregó un vasto territorio, que constituye

hoy su término municipal uno de los

mayores de España. Dentro del término se

conceden la existencia de dos aldeas que

dependen del concejo de Alcázar, la de

Cervera (hoy Alameda de Cervera) y

Villacentenos (hoy desaparecida como

aldea y conocida como despoblado con

algún resto arquitectónicos de interés).

Sobre estos aspectos y los que se producen

a continuación con los derechos y

concesiones que los reyes hacen a la villa

discurre este libro sobre la historia medieval

de Alcázar de san Juan y del centro de La

Mancha, permitiéndonos conocer con

precisión y a través de este caso concreto la

formad e vida de los medievales

manchegos, sus relaciones, su economía,

sus costumbres o sus leyes y sus intereses.

Pedro Andrés Porras Arboledas catedrático

de Historia del Derecho de la Universidad

Complutense de Madrid, alentado por el

PMC de Alcázar, ha sido el alma de este

estudio que ahora se difunde. Junto a el han

estado, Alberto Herranz profesor en el CU

Cardenal Cisneros adscrito a la UCM y

Francisco Javier Escudero Buendía,

Licenciado en Derecho por la U

Complutense y Archivero Municipal de

Socuéllamos.

El libro es una edición del PMC, que se

administra el archivo histórico municipal

alcazareño. Recoge los 12 documentos de la

época estudiada que se conservan en el

archivo y junto a ellos se analizan

documentos relacionados con Alcázar

que se encuentran en otros archivos.

Estudia el inventario que en el año 1739 se

hizo en al archivo de la ciudad atestiguando

que muchos de los documentos que se

enumeran en el siglo XVIII han

desaparecido a lo largo de estos casi

trescientos años, pero aun así los más

importante se han logrado conservan,

aunque algunos haya tenido que adquirirlos

el Ayuntamiento en las librerías de antiguo.

El estudio se completa con la trascripción

de los documentos, todos de la misma mano

y con un criterio actual que nos permite

acercarnos en bloque a la villa medieval

de Alcázar para entender el desarrollo

posterior de la ciudad. La edición se

completa con una versión adjunta del

mismo libro en formato archivo electrónico

que se incorpora en un DVD adjunto, en

este también encontramos una reproducción

integra de los documentos que dan origen y

sentido al libro.

José Fernando Sánchez Ruiz

GARCÍA SÁINZ DE BARANDA Y

CORDAVIAS, Gvia Arqueológica y de

Tvrismo de la provincia de

Guadalajara, Guadalajara, Aache

Ediciones de Guadalajara S. L., 2012,

CD-ROM, formato PDF y e-book.

Donde el autor de la presente reseña

recuerda con cariño la lectura de este

libro en su todavía no lejana mocedad

Antonio Herrera Casado, que sabe

mucho de libros y de ediciones, -pues

no en vano es el alma madre de Aache-,

acaba de ofrecer al interesado un “libro”

de lujo, pero puesto al día no solo en su

forma de edición, que es en formato en

CD, sino también en su adaptación a los

tiempos que corren.

Confieso, así, en primera persona, que

tengo un gran amor hacia este libro, un

amor diferente al que profeso a otros

muchos de Guadalajara -o sobre

Guadalajara- que conservo en mi

biblioteca. La razón no es anecdótica y

responde a una vivencia personal que, si

me permiten, les contaré.

Andaba yo entonces por una edad

cercana a los dieciocho años y acababa

de llegar de tierras valencianas, donde

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había vivido algo más de un par de

años. Recordaba mi “patria chica” y

procuraba leer sobre ella; su historia,

sus monumentos, sus fiestas... y, ¡cosas

que suceden en la vida sin que uno

llegue a comprenderlas!, de buenas a

primeras en la no muy amplia biblioteca

de abuelo paterno encontreme con este

libro, totalmente desencuadernado, pero

legible.

Se lo pedí y me enzarcé en su lectura,

que se me hizo más breve de lo normal,

puesto que vivía lo que iba leyendo, y

eso me animó a recorrer más tarde esos

pueblos y profundizar en sus entresijos

culturales, cosa que puede llevar a cabo

poco a poco gracias a mi padre, que

tanto me ayudó a conocerlos en vivo.

Aquel libro desencuadernado, de hojas

ajadas por el uso, aquel vejestorio

fatigado que más bien merecía la

papelera como castigo a sus desarreglos,

que tanto me enseñó y que todavía

conservo, ha sido nuevamente editado,

aunque esta vez con otra cara más

moderna, más actualizada.

Yo sigo conservando en el recuerdo

aquellas fotografías en blanco y negro,

algunas, muchas, algo borrosas -la

tecnología de finales de los años veinte,

fecha en que se editó por primera vez el

libro de Sáinz de Baranda y Cordavías

era bien distinta a la actual- e incluso

alguna que otra vez repaso lentamente

sus páginas y lo toco y lo sopeso e

incluso lo huelo con auténtico cariño,

con cierta parsimonia calculada, yo diría

que con callado e íntimo

agradecimiento y quizá de una forma un

tanto fetichista, cuasi erótica. Dejemos

que los tiempos sigan su curso.

Aquel libro, que sigue siendo el mismo

en su contenido -quiero decir en su

texto-, acaba de ser publicado por

Aache con el nuevo formato que he

comentado, en CD-ROM, y numerosas

nuevas fotografías a todo color e

inmejorable calidad, además de alguna

de las antiguas que aún conserva su aire

añejo.

¿Es este libro mejor o peor que aquel

que yo leí en mis años mozos? Ni

mejor, ni peor; diferente -en parte- de

aquel otro, del que no me resisto a

ofrecer su ficha bibliográfica:

SÁINZ DE BARANDA, Julián y

CORDAVIAS, Luis, Gvía

Arqueológica y de Tvrismo de la

provincia de Guadalajara, Guadalajara,

Taller Tipográfico de la Casa de

Misericordia, 1929, 300 páginas, que

sus autores, burgalés el primero -Juez

de Primera Instancia de Guadalajara- y

alcarreño el segundo -Secretario de la

Comisión provincial de Monumentos-

dedicaron a la Excelentísima Diputación

de Guadalajara “propulsora entusiasta

del arte, cultura en la provincia, en

cuyos anhelos palpita el bienestar y

progresos de esta tierra.” (sic).

Un libro, que surgió gracias a la

celebración de la Exposición Ibero-

americana, cara al posible contingente

de turistas que pudiera visitar

Guadalajara, y en el que se recogen

datos de unos cuatrocientos pueblos,

gracias a las gestiones de sus autores

que los solicitaron a sacerdotes y

maestros y a los que les proporcionó el

“Catálogo Monumental” ya existente de

don Juan Catalina García López.

La distribución del trabajo es sencilla y

ofrece al lector una síntesis de la

provincia de Guadalajara a través de los

datos más interesantes concernientes a

su geografía, historia, arte y

pensamiento. Sigue el mismo esquema,

aunque ya centrado en cada una de las

nueve cabezas de Partido Judicial que

entonces componían la provincia,

comenzando por la capital, de la que, al

igual que sucede con Sigüenza, ofrece

algunos datos más extensos: como

bosquejos históricos, monumentales,

situación geográfica, la Guadalajara

moderna, el porvenir, etcétera, y seguir

con los pueblos más importantes de

cada uno de ellos, a modo de ficha,

centrándose por lo general en los

aspectos más llamativos de su historia y

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su patrimonio artístico y monumental

(entonces denominado arqueológico).

Queda a la vista la falta de datos

relativos al folklore y las costumbres

tradicionales (tal vez porque estaban a

la orden del día) dado que son escasas

las alusiones a este tema: botargas de

Majaelrayo, fiesta del Niño Perdido en

Valdenuño...

Tras estas notas no faltan otros datos de

interés como las que incluye “acerca de

algunos objetos de culto existentes en

las Iglesias (sic) de la provincia que han

llegado a nuestro conocimiento con

posterioridad a la factura del texto” o la

escueta relación de Monumentos

Nacionales de la provincia (que nada

más eran el Palacio del Infantado y la

Capilla de Luis de Lucena) y de

Monumentos arquitectónicos y

artísticos, que nada más los había en

Mondéjar -convento de San Antonio- y

Guadalajara -los torreones de

Alvarfáñez y del Alamín, y las iglesias

del Hospital civil y de San Gil (esta

última en ruinas)-.

Llama la atención lo extenso de la

bibliografía (dados los tiempos que

corrían) y, como no debía faltar en guía

alguna que se preciase de ello, finaliza

con la lista de hoteles, fondas, casas de

viajeros y bancos existente.

El libro es una verdadera joya -piénsese

en las dificultades de la época para

hacer trabajos de este tipo- (aunque

había auténticas maravillas editadas por

Hauser y Menet, con unas fotografías de

lujo) y, aprovechando la ocasión,

quisiera destacar las siguientes palabras

de su prólogo:

“... y si el fin que conseguimos

es facilitar el conocimiento de la

provincia y servir de cicerones a

los visitantes de ella,

sobradamente nos

consideraremos satisfechos;

pero quisiéramos más, y es que

esta guía sirviera para aficionar

a las personas de esta tierra a

profundizar en su historia y

arqueología, con el fin de que no

tardando mucho, pudiera

hacerse el catálogo monumental

de esta provincia, suprema

aspiración...”

Y, sí, está claro que conmigo lo

consiguieron y yo les quedo muy

agradecido, aunque ellos no lo sepan.

José Ramón López de los Mozos

Presentado „Nieblas‟, el libro de

Antonio Alcarria Rozalén

La Biblioteca Pública del Estado, de

Albacete, ubicada en la calle san José de

Calasanz, acogió la presentación del

libro de Antonio Alcarria Rozalén

'Nieblas'. Se trata de un trabajo de

relatos, que cuenta con un total de trece

historias. Esta es su segunda obra, tras

su novela de género negro 'La mulata de

la calle Ancha' (Ediciones Nausicäa,

2005). El libro mezcla lenguaje poético,

con humor y rabia Antonio Alcarria

Rozalén (nacido en Cuenca, en 1956),

después de una novela de género negro

(La mulata de la calle Ancha, Ed.

Nausicäa, 2005), presenta este libro de

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relatos Nieblas) que compendia trece

historias. Está editado por Ediciones

que Vayan ellos, de Albacete

La niebla, unas veces onírica, otras real,

otras como metáfora de la turbia visión

que en ocasiones la vida engañosa pone

ante los ojos, impregna el trasfondo de

algunas de las historias. De ahí el

nombre, NIEBLAS, manifestadas con

diferentes formas y significados según

el medio en que se mueven los distintos

protagonistas. Unas veces con lenguaje

poético, otras con humor, y otras con la

rabia por el cieno que frecuentemente

mancha la existencia, NIEBLAS son

retazos de vida, con el tratamiento que

la literatura permite para presentarla

como ficción, aunque, en algún caso,

solo sea la descripción de la realidad

que impresiona la retina. Los relatos

contenidos en Nieblas expresan la

ficción de forma heterogénea y

variopinta en contenido, pero con la

unidad de la espontaneidad y precisión

de un libro de cuentos. Desde el

subjetivismo que confiere la narración

en primera persona y que obliga a un

ejercicio de introspección donde la

memoria revive el pasado, hasta el

necesario y aparente distanciamiento de

la redacción en tercera persona, los

cuentos recorren diversos ambientes

entre los que quizá debiera hacerse una

mínima pausa antes de iniciar el

siguiente. Antonio Alcarria Rozalén colaboró en el volumen colectivo Sin

respiro Cuidadoras familiares: calidad

de vida, repercusión de los cuidados y

apoyos recibidos Elaborado por

profesionales sanitarios y de enfermería

de la UCLM y editado por Talassa.

La Verdad de Albacete 16-12-2012

El mirador de piedra

Rubén Martín Editorial Visor, Madrid, 2012

Después de una veloz trayectoria

poética, con tres libros escritos y

publicados en sólo cinco años, Rubén

Martín entrega a sus lectores “El

mirador de piedra”, premio Hermanos

Argensola publicado por Visor.

Un libro que marca ese último hito de

su trayectoria desde dos puntos de vista,

desde dos lecturas posibles: La primera,

con la intención de dejar en sus poemas

el poso de una infancia que fue

intensificando los momentos vividos y

soñados en un espacio natural de la

sierra de Cazorla (el título es el

topónimo de un lugar de la sierra); una

infancia descrita por el niño que

descubre la naturaleza y hacia ella

aproxima sus inquietudes, que se

sorprende con aromas y colores que van

dejando el paisaje, que vibra ante una

conversación o ante la presencia de los

otros como un complemento necesario

para su formación sentimental.

La segunda lectura viene de la mano de

una recuperación de esa naturaleza en

sus tonos más universales, en los

elementos que la conforman y que la

hacen respuestas ante la creación o el

origen, con el agua, la tierra, el fuego y

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el aire (presocráticos incluidos)

diseñando lo que entra en la percepción

de un poeta y que, seguro, desconoce la

mirada del niño. Hölderlin,

Schopenhauer o las teorías que nacen de

la física cuántica van trufando el

mensaje con un lenguaje sencillo,

acariciado en el contexto en el que

Rubén quiere situar sus reflexiones;

pero, además, Claudio Rodríguez o

Valente como maestros cuyas teorías

sobre la poesía van acumulando

conocimiento para el joven poeta.

“El mirador de piedra” es un recorrido

que, a la vez, se desplaza por el interior

y el exterior del ser humano, por la

mera percepción y la contundente

reflexión de cuanto se percibe. Dos

instantes que marcan el ritmo de los

poemas, que van desfilando desde esa

infancia recuperada para afianzarse en

la madurez del poeta manchego. Y, por

encima de todo, como una necesidad del

movimiento, la luz, que aparece como

tema recurrente en los versos de Rubén.

Porque esa luz que ilumina lo

descubierto, lo que es externo y lo que

se vislumbra desde el interior, es la

“masa madre” (permítaseme el término)

de un libro como este que hoy

comentamos. Así, “El mirador de

piedra”, es emoción, intensidad, vívida

razón del mundo, reflexión, entusiasmo

y entendimiento para, por encima de

todo, dotar a este camino de una luz

central que descubre los elementos del

viaje. Javier Lorenzo Candel

La editorial DB salda la deuda con

El Greco editando su guía turística

La directora gerente del Museo del Greco,

Ana Carmen Lavín, es la autora de los textos

de un trabajo que ofrece «un recorrido

monográfico» que ha optado por la sencillez

y el rigor

Porque «desde 1920 ha llovido mucho»

y porque Toledo es visitada al año por

más de un millón de turistas llegados

tras el eco del cretense, se hacía

necesaria una publicación destinada a

acercar la vida, obra e influencia del

pintor en una ciudad tocada por su

impronta.

Con este cometido, y sabedores de que

esta era una de las muchas asignaturas

pendientes para con el Greco, David

Blázquez -responsable de „Db

comunicación‟ junto a José Florencio

Moreno- comenzó hace meses a trabajar

en torno a una idea con la que contó con

la colaboración de Ana Carmen Lavín,

directora gerente del Museo del Greco y

una de las mayores conocedoras de la

figura del pintor. Esta unión, ya

consolidada en otras citas nacionales e

internacionales con el Greco, ha

propiciado la edición de una guía útil,

sencilla, accesible y atractiva que,

además, posee el rigor científico

inherente a su autora. Este trabajo, por

cierto, es el primero que recorre «los

espacios que tienen obra del Greco» ya

que, como precisó Lavín, las únicas

guías monográficas existentes sobre el

Greco y la Casa del Greco se publicaron

por el Patronato Municipal de Turismo

en los años 20.

Pues bien, como ya es habitual en esta

ciudad -hay que decir que por fortuna-

ha sido la iniciativa privada la

encargada de renovar la realidad local

con la publicación de una obra que

ofrece al visitante (y, claro está, a los

residentes) una senda guiada por la

ciudad y los espacios Greco a través de

contenidos claros y atractivos que, para

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su autora, «invitan a leer de una manera

fácil y asequible».

Para conseguirlo, la guía ofrece una

estructura «muy sencilla» que inicia

camino con una presentación sobre la

vida, la obra y la mirada del pintor, y

que sigue -partiendo del Museo del

Greco- por los lugares contenedores de

la obra del creador. Así, el paseo marca

paradas en la iglesia de Santo Tomé, la

Catedral, el Museo de Santa Cruz, la

Capilla de San José, el convento de

Santo Domingo El Antiguo, el Hospital

Tavera, además de otros lugares que

como la iglesia de San Vicente, el

antiguo colegio de San Bernardino o el

paseo del Tránsito, guardan estrecha

relación con su estancia y trabajo en

Toledo. Es importante destacar que

además de la calidad de las

reproducciones y de la inclusión de un

apartado de bibliografía, la guía cuenta

con un plano que sitúa el recorrido y los

espacios citados. Algo imprescindible

para los incondicionales de este tipo de

guías.

En el asunto económico y ampliando el

concepto «accesible» a esta realidad

cotidiana, los promotores de esta

publicación anunciaron que la guía

puede adquirirse en librerías y puntos de

venta habituales para el turismo por un

precio de cinco euros. De momento, y

con la idea de publicar esta guía en

inglés y posiblemente en otros idiomas,

se han editado 20.000 ejemplares, de los

que el Ayuntamiento ha adquirido 1.000

a modo de colaboración que, como

apuntó la edil de Turismo, «se ampliará

dependiendo de las necesidades». Y es

que para Ana Isabel Fernández esta

publicación oferta «una visita

especializada, diferente y única», razón

por la que desde el Consistorio «se

colaborará llevando esta guía a todas las

actuaciones promocionales».

latribunadetoledo.es, 6 febrero 2013

Florencio Martínez Ruiz, en su

último viaje terrenal

Se nos van los amigos. Se nos van en

ese viaje largo, larguísimo y sin regreso,

donde el reencuentro es infinito y del

que ignoramos dolores y alegrías.

Florencio Martínez Ruiz acaba de

decirnos adiós. En casos similares,

siempre recuerdo una expresión que

utilizaba el poeta Rafael Morales en sus

últimos años de su vida: “Nada hay más

triste –decía- que ver cómo se nos

marchan los amigos, y nos quedamos a

la espera”. Y cada día lo comprendo

más, porque la soledad en que nos dejan

suele ser destino que implica sombras y

tenebrosidades.

Casi finalizando el 6 de febrero nos dijo

adiós Florencio. La personalidad

literaria de Florencio Martínez Ruiz

(Alcalá de la Vega, Cuenca, 1930),

viene prestigiada a lo largo de los años

por su labor de crítico y ensayista,

estudioso y divulgador de la obra

creativa de los demás. Pero no es menos

plausible su aporte creativo personal por

quienes, inmersos en el mundo de la

cultura, conocen o conocemos lo que

pudiéramos denominar su obra más

íntima.

Periodista, poeta, escritor y crítico

literario, estudió latín y Humanidades,

Filosofía y Teología en el Seminario de

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San Julián y Magisterio en la Escuela

Normal “Fray Luis de León”,

trasladándose a Madrid en 1958 para

estudiar Filosofía y Letras y graduarse

en la Escuela Oficial de Periodismo en

1961. A finales de la década de los 50

comenzaría sus colaboraciones en La

Hora, Poesía Española, La Estafeta

Literaria y Mundo Hispánico, para

continuar sumando periódicos como

Signo, El Español, Arriba, Ya y, sobre

todo, el ABC. ABC, donde,

desarrollando siempre temas culturales,

ocuparía plantilla en 1968 hasta su

jubilación, desempeñando cargos como

la jefatura de la sección cultural y la

responsabilidad del “Mirador Literario”

y “Domingo Cultural”, ocupándose más

tarde de un hermoso y acertado mensaje

para los castellano-manchegos de su

provincia como fueron las páginas

centrales que abordaban la cultura en El

Día de Cuenca. La crítica y el

comentario, la noticia significativa y

cultural pasaban de su pluma a la

platina ardiente de los diarios y revistas

especializadas. Pero también estaba la

otra crítica, la superior y que nacía con

mayor reposo y estudio. Ensayos sobre

Saúl Bellow, Heinrich Boll o

Solzhenytsin… Había antologado “El

nuevo mester de clerecía”, libro que

publicara la Editora Nacional,

recopilando y apareciendo antes (1971)

una “Antología crítica de la Nueva

Poesía Española”. Había prologado,

entre otros y con un interesante estudio

de la misma, la obra poética de Eladio

Cabañero, que publicaría Plaza y Janés,

así como un libro del embajador de la

República del Ecuador, Alfonso Barrera

Valverde, “Heredarás un mar que no

conoces y lenguas que no sabes”,

publicado en Selecciones Austral de

Espasa Calpe, y un ensayo introductorio

para las “Novelas del descontento” de

Pedro de Lorenzo, y otro más cercano a

La Mancha, que se publicó en ediciones

“El Empotro”, de Valdepeñas: “Juan

Alcaide en sus raíces”. Mientras, el

poeta secreto iba dando su obra con la

parsimonia que al hombre le era

permitida. Yo dijera que fue la suya una

dilación entre premeditada e impuesta:

lo primero por la exigencia y

responsabilidad personal; lo segundo,

por la velocidad que imprime el reloj en

la marca del tiempo sobre los rotativos

de un diario, cuando el cronista tiene

que dar puntualmente su trabajo. La

obra personal, los versos y la prosa,

iban naciendo despacio, viendo la luz

los menos y permaneciendo los más en

la oscuridad de los cajones. Libros

como “Cuaderno de la Merced”,

“Balada de la espina y otros poemas”,

“Oda a la roca”, “Elegías de

Mirabueno” y “Locus Amoenus”, que

se darían a la imprenta adormecidos por

el tiempo. Y los que ahora, en sus

últimos lustros, ha editado la Diputación

Provincial de Cuenca, como son

“Crónicas de la platina ardiente”,

“Cuenca y los enconquensados” o “Leer

y entender la poesía de Diego Jesús

Jiménez”, volúmenes, éstos, que a modo

de ensayo o reseña superan cada uno las

doscientas páginas y agrupan centenares

de trabajos/crónica, la mayoría

publicadas en el diario ABC, o

prestigiosos diarios y revistas de

España. En la tarde del 7 de febrero le

hemos dicho adiós a un buen amigo.

Con él se cerraba la última crónica de

nuestro más viejo libro. Él, entonces

(1962), junto a “La Valija” de Diego

Jesús, hizo referencia a mi “Profecías de

la guerra”. Posteriormente, con el

seudónimo de “Eduardo Alcalá”, nos

acogería en otras ocasiones. Porque se

sabía y así se consideraba, y lo

considerábamos, en ocasiones sacaba su

carácter. Yo también, como todos, tengo

el mío, y los dos lo sacábamos. Pero nos

queríamos. Nos lo demostramos en más

de una ocasión Mi expresión está aquí,

en estas palabras que ya no puedes leer.

Espérame en la luz de las tinieblas.

Nicolás del Hierro/ Lanza 10/2/2013