FEDERACION MADRILENA DE BOXEO122 ˜´

E l deporte del boxeo puede decirse que pese a ser culturalmente considerado

como familiar por casi todos, estando incor-porada su terminología al lenguaje cotidia-no habitual (“poner contra las cuerdas”,“estar groggy”, “dejar KO” ) e incluso serseguido por una gran cantidad de aficiona-dos a través de las retransmisiones televisi-vas de los grandes eventos de Las Vegas oAtlantic City, sin embargo el boxeo es parala mayoría de nuestra juventud... el grandesconocido.

En nuestro país la proliferación de deportesde combate (en principio el karate y simila-res, después el kick-boxing, el full-contact, elmuai-thai), con el apoyo del cine y sus discu-tibles héroes, tan de cartón como las historiasnarradas, como Bruce Lee, Chuck Norris oJean Claude Van Dame, han sabido captar alpúblico haciéndole llegar un sentido delcombate emocionante, épico, realmente vis-toso, y... espectacular. Pero como todo en elcine, falso.

Las repeticiones de golpes que contempla-mos en unos segundos, pueden llevar horasde rodaje con descansos entre toma ytoma. Los encadenamientos de golpes ydefensas son ensayados repetidas veces,como pueda serlo un ballet. Posiciones ydesplazamientos inverosímiles a no ser queel adversario colabore.

El resto lo hacen la cámara y el sonido.Como dice un amigo mío, en el cine elmalo tiene que ser muy malo, el bueno, muybueno y la chica, muy guapa. Eso es cine, nola realidad.

El error fue, en un principio, la obtusa nega-tiva de mucha gente del boxeo a aceptar quetodas esas modalidades de contacto no eransus enemigos, sino sus aliados. Muchos sepodían iniciar en full o kick-boxing y luego

empezar a probar en boxeo como tenemoshoy abundantes ejemplos. Se perdió comosiempre un tiempo precioso que hoy se está,afortunadamente, recuperando.

El boxeo ha tenido por contra una imagennegativa, de cine negro. De un mundo demafiosos y explotadores del pobre deportistapoco menos que tonto de remate. Ni una niotra representación se ajusta a la realidad.Bien es verdad que el boxeo es un deporteduro. Nadie lo niega. Pero no cruel. Requieresobre todo entrega y sacrificio... dedicación.Pero siempre que estemos hablando deldeporte profesional. Para llegar a ese nivel esnecesario mucho tiempo y experiencia.

Muchos jóvenes no se atreven a dar el pasopara aprender a boxear, para llegar a compe-tir en boxeo. Tienen en su mente una ideadeformada de lo que realmente es un boxea-dor ya que siempre identifican la imagen delprofesional que es su punto de referencia através de la televisión o los vídeos (cd o dvd)o de internet.

El aprendizaje del boxeo en cualquier gim-nasio pasa por unas etapas plenamente estu-diadas en la actualidad, muy diferentes de lainnecesaria brutalidad o la dureza de antaño.Para ello los actuales entrenadores aplicanmetodología apropiada, con etapas bien defi-nidas de desarrollo de la coordinación, habi-lidad en los movimientos técnicos, adecua-ción de los sistemas de defensa sin necesidadde recurrir al golpeo hasta que se han fijadolos recursos técnicos suficientes para empe-zar a ensayar los movimientos de ejecuciónde los golpes. Es decir, hoy no se pretendeque todo aquel que practique boxeo se con-vierta en campeón profesional o amateur, elque desee emprender ese camino bienvenidosea, pero el que no lo pretenda recibirá todala atención de sus técnicos entrenadores conigual dedicación.

ESCUELA AUTONOMICA DE BOXEO

BOXEO, UN DEPORTE... DEL SIGLO XXI

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ANUARIO 2007123

Durante muchos años hemos luchado porconvencer a las autoridades federativasnacionales de un detalle importante al que noprestaban atención (salvo algún Presidente alque casi todos echamos de menos) y es el deque los que se inician en boxeo o lo practicancomo deporte de no competición pueden serconsiderados “aficionados” o “amateurs”,incluso en las primeras etapas de competi-ción, pero el que no puede ser “aficionado” esel entrenador que necesariamente tiene queser un profesional, por el tiempo que necesi-ta para su formación y aprendizaje, por sudedicación y esfuerzo. Así lo han entendidoalgunas Federaciones au-tonómicas que consus Escuelas de Formación de Técnicos con-tribuyen a un re-surgir de nuestro deporte ya una mejor imagen, imprescindible, conEntrenadores capacitados y con la dedicaciónnecesaria para llevar a cabo un trabajo querequiere tacto, buenas dotes de psicología ypaciencia infinita. No es campeón todo el

que entra por la puerta de un gimnasio.Desde la posición inicial de guardia, los des-plazamientos, los bloqueos, desviaciones degolpes y esquivas que componen la defensa,hasta la gama completa de las diferentes tra-yectorias de golpes, las fintas y engaños, lascombinaciones que componen el ataque,pueden ser aprendidas, practicadas y llegadasa dominar sin necesidad de sufrir ningún cas-tigo físico. Tanto los materiales diseñadospara los que se inician, cascos, petos, coqui-llas como los métodos modernizados y racio-nales así lo permiten.

Un alumno puede aprender, perfectamente, lossecretos de la técnica más eficaz para poderoponerse a un rival, sin necesidad de habersufrido en sus carnes el aprendizaje de la duralección del combate de entrenamiento,“haciendo guantes”, como era preceptivo entiempos pasados…Hoy el aprendizaje y entre-namiento del boxeo, no presupone necesaria-

mente, convertirse en boxeador. No es obliga-torio competir. Posiblemente el gran problemadel boxeo haya sido no haber sabi-do “vender”a tiempo nuestra verdadera imagen.

Cuando nuestra sociedad se vuelve día a díamás competitiva y la eficacia es una necesi-dad primordial, el boxeo es en cuanto a sis-tema de defensa personal y de autoseguri-dad, el más efectivo y eficaz. En boxeocuando uno quiere, no se juega con balas defogueo, se trabaja con munición de verdad.Esa es la diferencia.

Elio GuzmánProfesor Nacional de Boxeo.Director de la Escuela de Boxeode la FMB.

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