23
2 Corintios Salutación 1 Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo, a la iglesia de Dios que está en Corinto, con todos los santos que están en toda Acaya: 2 Gracia y paz a vosotros de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. Aflicciones de Pablo 3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, 4 el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. 5 Así como abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación. 6 Pero si somos atribulados es para vuestra consolación y salvación; o si somos consolados es para vuestra consolación y salvación, la cual se realiza en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros también padecemos. 7 Y nuestra esperanza respecto de vosotros es firme, pues sabemos que así como sois compañeros en las aflicciones, también lo sois en la consolación. 8 Hermanos, no queremos que ignoréis acerca de la tribulación que nos sobrevino en Asia, pues fuimos abrumados en gran manera más allá de nuestras fuerzas, de tal modo que aun perdimos la esperanza de conservar la vida. 9 Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no 1

2 Corintios

Embed Size (px)

DESCRIPTION

religion

Citation preview

2 Corintios

2 Corintios

Salutacin1Pablo, apstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo, a la iglesia de Dios que est en Corinto, con todos los santos que estn en toda Acaya: 2Gracia y paz a vosotros de Dios nuestro Padre, y del Seor Jesucristo.Aflicciones de Pablo3Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Seor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolacin, 4el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos tambin nosotros consolar a los que estn en cualquier tribulacin, por medio de la consolacin con que nosotros somos consolados por Dios. 5As como abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, as abunda tambin por el mismo Cristo nuestra consolacin. 6Pero si somos atribulados es para vuestra consolacin y salvacin; o si somos consolados es para vuestra consolacin y salvacin, la cual se realiza en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros tambin padecemos. 7Y nuestra esperanza respecto de vosotros es firme, pues sabemos que as como sois compaeros en las aflicciones, tambin lo sois en la consolacin.8Hermanos, no queremos que ignoris acerca de la tribulacin que nos sobrevino en Asia, pues fuimos abrumados en gran manera ms all de nuestras fuerzas, de tal modo que aun perdimos la esperanza de conservar la vida. 9Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiramos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos. 10l nos libr y nos libra y esperamos que aun nos librar de tan grave peligro de muerte. 11Para ello contamos con vuestras oraciones a nuestro favor; y as, siendo muchos los que interceden por nosotros, tambin sern muchos los que darn gracias por el don concedido a nosotros.Por qu Pablo posterg su visita a Corinto12Nuestro motivo de orgullo es ste: el testimonio de nuestra conciencia, de que con sencillez y sinceridad de Dios (no con sabidura humana, sino con la gracia de Dios), nos hemos conducido en el mundo, y mucho ms con vosotros. 13No os escribimos otras cosas de las que leis o tambin entendis; y espero que hasta el fin las entenderis; 14como tambin en parte habis entendido que somos vuestro motivo de orgullo, as como tambin vosotros lo seris para nosotros en el da del Seor Jess.15Con esta confianza quise ir primero a vosotros para daros una doble alegra: 16de ah pasar a Macedonia y desde Macedonia regresar a vosotros para ser encaminado por vosotros a Judea. 17As que, al proponerme esto, actu precipitadamente? O lo que pienso hacer, lo pienso segn la carne, para que haya en m s y no? 18Pero como Dios es fiel, nuestra palabra a vosotros no es s y no, 19porque el Hijo de Dios, Jesucristo, que entre vosotros ha sido predicado por nosotros por m, Silvano y Timoteo, no ha sido s y no, sino solamente s en l, 20porque todas las promesas de Dios son en l s, y en l Amn, por medio de nosotros, para la gloria de Dios. 21Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungi, es Dios, 22el cual tambin nos ha sellado y nos ha dado, como garanta, el Espritu en nuestros corazones.23Invoco a Dios por testigo sobre mi alma, que por ser indulgente con vosotros no he pasado todava a Corinto. 24No que nos enseoreemos de vuestra fe, sino que colaboramos para vuestro gozo porque por la fe estis firmes.2Determin, pues, no haceros otra visita que os causara tristeza, 2porque si yo os causo tristeza, quin ser luego el que me alegre, sino aquel a quien yo entristec? 3Por eso os escrib como lo hice, para que, cuando llegue, no tenga tristeza de parte de aquellos de quienes me debiera gozar, confiado en que mi gozo es el de todos vosotros. 4Por la mucha tribulacin y angustia del corazn os escrib con muchas lgrimas, no para que fuerais entristecidos, sino para que supierais cun grande es el amor que os tengo.Pablo perdona al ofensor5Si alguno me ha causado tristeza, no me la ha causado a m solo, sino en cierto modo (por no exagerar) a todos vosotros. 6Le basta a tal persona esta reprensin hecha por muchos. 7As que, al contrario, vosotros ms bien debis perdonarlo y consolarlo, para que no sea consumido por demasiada tristeza. 8Por lo cual os ruego que confirmis el amor hacia l, 9pues tambin con este propsito os escrib, para tener la prueba de si vosotros sois obedientes en todo. 10Al que vosotros perdonis, yo tambin, porque tambin yo, lo que he perdonado, si algo he perdonado, por vosotros lo he hecho en presencia de Cristo, 11para que Satans no saque ventaja alguna sobre nosotros, pues no ignoramos sus maquinaciones.Ansiedad de Pablo en Troas12Cuando llegu a Troas para predicar el evangelio de Cristo, aunque se me abri puerta en el Seor, 13no tuve reposo en mi espritu, por no haber hallado a mi hermano Tito. Por eso, despidindome de ellos, part para Macedonia.Triunfantes en Cristo14Pero gracias a Dios, que nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jess, y que por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento, 15porque para Dios somos grato olor de Cristo entre los que se salvan y entre los que se pierden: 16para estos, ciertamente, olor de muerte para muerte, y para aquellos, olor de vida para vida. Y para estas cosas, quin es suficiente?, 17pues no somos como muchos que se benefician falsificando la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo.Ministros del nuevo pacto3Comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? O tenemos necesidad, como algunos, de cartas de recomendacin para vosotros o de recomendacin de vosotros? 2Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y ledas por todos los hombres. 3Y es manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazn.4Esta confianza la tenemos mediante Cristo para con Dios. 5No que estemos capacitados para hacer algo por nosotros mismos; al contrario, nuestra capacidad proviene de Dios, 6el cual asimismo nos capacit para ser ministros de un nuevo pacto, no de la letra, sino del Espritu, porque la letra mata, pero el Espritu da vida.7Si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moiss a causa del resplandor de su rostro, el cual desaparecera, 8cmo no ser ms bien con gloria el ministerio del Espritu? 9Si el ministerio de condenacin fue con gloria, mucho ms abundar en gloria el ministerio de justificacin, 10porque aun lo que fue glorioso, no es glorioso en este respecto, en comparacin con la gloria ms eminente. 11Si lo que perece tuvo gloria, mucho ms glorioso ser lo que permanece.12As que, teniendo tal esperanza, actuamos con mucha franqueza, 13y no como Moiss, que pona un velo sobre su rostro para que los hijos de Israel no fijaran la vista en el fin de aquello que haba de desaparecer. 14Pero el entendimiento de ellos se embot, porque hasta el da de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo sin descorrer, el cual por Cristo es quitado. 15Y aun hasta el da de hoy, cuando se lee a Moiss, el velo est puesto sobre el corazn de ellos. 16Pero cuando se conviertan al Seor, el velo ser quitado. 17El Seor es el Espritu; y donde est el Espritu del Seor, all hay libertad. 18Por tanto, nosotros todos, mirando con el rostro descubierto y reflejando como en un espejo la gloria del Seor, somos transformados de gloria en gloria en su misma imagen, por la accin del Espritu del Seor.4Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio segn la misericordia que hemos recibido, no desmayamos. 2Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios. Por el contrario, manifestando la verdad, nos recomendamos, delante de Dios, a toda conciencia humana. 3Pero si nuestro evangelio est an encubierto, entre los que se pierden est encubierto; 4esto es, entre los incrdulos, a quienes el dios de este mundo les ceg el entendimiento, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. 5No nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Seor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jess, 6porque Dios, que mand que de las tinieblas resplandeciera la luz, es el que resplandeci en nuestros corazones, para iluminacin del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.Viviendo por la fe7Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros, 8que estamos atribulados en todo, pero no angustiados; en apuros, pero no desesperados; 9perseguidos, pero no desamparados; derribados, pero no destruidos. 10Dondequiera que vamos, llevamos siempre en el cuerpo la muerte de Jess, para que tambin la vida de Jess se manifieste en nuestros cuerpos, 11pues nosotros, que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jess, para que tambin la vida de Jess se manifieste en nuestra carne mortal. 12De manera que la muerte acta en nosotros, y en vosotros la vida.13Pero teniendo el mismo espritu de fe, conforme a lo que est escrito: Cre, por lo cual habl, nosotros tambin creemos, por lo cual tambin hablamos. 14Y sabemos que el que resucit al Seor Jess, a nosotros tambin nos resucitar con Jess, y nos presentar juntamente con vosotros. 15Todas estas cosas padecemos por amor a vosotros, para que abundando la gracia por medio de muchos, la accin de gracias sobreabunde para gloria de Dios.16Por tanto, no desmayamos; antes, aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de da en da, 17pues esta leve tribulacin momentnea produce en nosotros un cada vez ms excelente y eterno peso de gloria; 18no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven, pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.5Sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernculo, se deshace, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha por manos, eterna, en los cielos. 2Y por esto tambin gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitacin celestial, 3pues as seremos hallados vestidos y no desnudos. 4Asimismo los que estamos en este tabernculo gemimos con angustia, pues no quisiramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida. 5Pero el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado el Espritu como garanta.6As que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Seor 7(porque por fe andamos, no por vista). 8Pero estamos confiados, y ms an queremos estar ausentes del cuerpo y presentes al Seor. 9Por tanto, procuramos tambin, o ausentes o presentes, serle agradables, 10porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba segn lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.El ministerio de la reconciliacin11Conociendo, pues, el temor del Seor, persuadimos a los hombres; pero a Dios le es manifiesto lo que somos, y espero que tambin lo sea a vuestras conciencias. 12No nos recomendamos, pues, otra vez a vosotros, sino os damos ocasin de gloriaros por nosotros, para que tengis con qu responder a los que se gloran en las apariencias y no en el corazn. 13Si estamos locos, es para Dios; y si somos cuerdos, es para vosotros. 14El amor de Cristo nos constrie, pensando esto: que si uno muri por todos, luego todos murieron; 15y l por todos muri, para que los que viven ya no vivan para s, sino para aquel que muri y resucit por ellos.16De manera que nosotros de aqu en adelante a nadie conocemos segn la carne; y aun si a Cristo conocimos segn la carne, ya no lo conocemos as. 17De modo que si alguno est en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; todas son hechas nuevas. 18Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcili consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliacin: 19Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomndoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encarg a nosotros la palabra de la reconciliacin. 20As que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogara por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. 21Al que no conoci pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros seamos justicia de Dios en l.6As, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos tambin a que no recibis en vano la gracia de Dios, 2porque dice:En tiempo aceptable te he odo,y en da de salvacin te he socorrido.Ahora es el tiempo aceptable; ahora es el da de salvacin.3No damos a nadie ninguna ocasin de tropiezo, para que nuestro ministerio no sea desacreditado. 4Antes bien, nos recomendamos en todo como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias, 5en azotes, en crceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos; 6en pureza, en conocimiento, en tolerancia, en bondad, en el Espritu Santo, en amor sincero; 7en palabra de verdad, en poder de Dios y con armas de justicia a diestra y a siniestra; 8por honra y por deshonra, por mala fama y por buena fama; como engaadores, pero veraces; 9como desconocidos, pero bien conocidos; como moribundos, pero llenos de vida; como castigados, pero no muertos; 10como entristecidos, pero siempre gozosos; como pobres, pero enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, pero poseyndolo todo.11Os hemos hablado con franqueza, corintios; nuestro corazn os hemos abierto. 12No hemos sido mezquinos en nuestro amor por vosotros, pero vosotros s lo habis sido en vuestro propio corazn. 13Para corresponder, pues, del mismo modo os hablo como a hijos, actuad tambin vosotros con franqueza.Somos templo del Dios viviente14No os unis en yugo desigual con los incrdulos, porque qu compaerismo tiene la justicia con la injusticia? Y qu comunin, la luz con las tinieblas? 15Qu armona puede haber entre Cristo y Belial? O qu parte el creyente con el incrdulo? 16Y qu acuerdo hay entre el templo de Dios y los dolos? Y vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo:Habitar y andar entre ellos;yo ser su Diosy ellos sern mi pueblo.17Por lo cual,Salid de en medio de ellosy apartaos, dice el Seor,y no toquis lo impuro;y yo os recibir18y ser para vosotros por Padre,y vosotros me seris hijos e hijas, dice el Seor Todopoderoso.7As que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpimonos de toda contaminacin de carne y de espritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.Regocijo de Pablo al arrepentirse los corintios2Admitidnos: a nadie hemos agraviado, a nadie hemos corrompido, a nadie hemos engaado. 3No lo digo para condenaros, pues ya he dicho antes que estis en nuestro corazn, para morir y para vivir juntos.4Mucha franqueza tengo con vosotros; mucho me gloro con respecto de vosotros. Estoy lleno de consuelo y sobreabundo de gozo en medio de todas nuestras tribulaciones.5Cuando vinimos a Macedonia, ciertamente ningn reposo tuvo nuestro cuerpo, sino que en todo fuimos atribulados: de fuera, conflictos, y de dentro, temores. 6Pero Dios, que consuela a los humildes, nos consol con la venida de Tito; 7y no slo con su venida, sino tambin con la consolacin con que l haba sido consolado en cuanto a vosotros, hacindonos saber vuestro gran afecto, vuestro llanto, vuestra preocupacin por m, de manera que me regocij an ms.8Aunque os entristec con la carta, no me pesa, pero s lo lament entonces, pues veo que aquella carta os entristeci por algn tiempo. 9Ahora me gozo, no porque hayis sido entristecidos, sino porque fuisteis entristecidos para arrepentimiento, porque habis sido entristecidos segn Dios, para que ninguna prdida padecierais por nuestra parte. 10La tristeza que es segn Dios produce arrepentimiento para salvacin, de lo cual no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte. 11Esto mismo de que hayis sido entristecidos segn Dios, qu preocupacin produjo en vosotros, qu defensa, qu indignacin, qu temor, qu ardiente afecto, qu celo y qu vindicacin! En todo os habis mostrado limpios en el asunto. 12As que, aunque os escrib, no fue por causa del que cometi el agravio, ni por causa del que lo padeci, sino para que se os hiciera evidente la preocupacin que tenemos por vosotros delante de Dios. 13Por esto hemos sido consolados en vuestra consolacin.Pero mucho ms nos gozamos por el gozo de Tito, que haya sido confortado su espritu por todos vosotros. 14Si de algo me he gloriado con l respecto de vosotros, no he sido avergonzado. Al contrario, as como en todo os hemos hablado verdad, tambin result verdad el habernos gloriado con Tito acerca de vosotros. 15Y su cario por vosotros es an ms abundante, cuando se acuerda de la obediencia de todos vosotros, de cmo lo recibisteis con temor y temblor. 16Me gozo de que en todo tengo confianza en vosotros.Razones para ofrendar8Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia, 2porque, en las grandes tribulaciones con que han sido probadas, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad. 3Doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aun ms all de sus fuerzas, 4pidindonos con muchos ruegos que les concediramos el privilegio de participar en este servicio para los santos. 5Y no como lo esperbamos, sino que a s mismos se dieron primeramente al Seor y luego a nosotros, por la voluntad de Dios; 6de manera que exhortamos a Tito, para que tal como comenz antes, asimismo acabe tambin entre vosotros esta obra de gracia. 7Por tanto, como en todo abundis, en fe, en palabra, en conocimiento, en toda solicitud y en vuestro amor por nosotros, abundad tambin en esta gracia. 8No hablo como quien manda, sino para poner a prueba, por medio de la diligencia de otros, tambin la sinceridad del amor vuestro. 9Ya conocis la gracia de nuestro Seor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre siendo rico, para que vosotros con su pobreza fuerais enriquecidos.10En esto doy mi consejo, porque esto os conviene a vosotros, que comenzasteis antes, no slo a hacerlo, sino tambin a quererlo, desde el ao pasado. 11Ahora, pues, llevad tambin a cabo el hacerlo, para que as como estuvisteis prontos a querer, tambin lo estis a cumplir conforme a lo que tengis, 12porque si primero est la voluntad dispuesta, ser aceptado segn lo que uno tiene, no segn lo que no tiene. 13No digo esto para que haya para otros holgura y para vosotros escasez, 14sino para que en este momento, con igualdad, la abundancia vuestra supla la escasez de ellos, para que tambin la abundancia de ellos supla la necesidad vuestra, para que haya igualdad, 15como est escrito: El que recogi mucho no tuvo ms y el que poco, no tuvo menos.Los enviados de Pablo16Doy gracias a Dios que puso en el corazn de Tito la misma preocupacin por vosotros, 17pues a la verdad recibi la exhortacin; pero estando tambin muy solcito, por su propia voluntad parti para ir a vosotros.18Y enviamos juntamente con l al hermano cuya alabanza en el evangelio se oye por todas las iglesias. 19Y no slo esto, sino que tambin fue designado por las iglesias como compaero de nuestra peregrinacin para llevar este donativo, que es administrado por nosotros para gloria del Seor mismo y para demostrar vuestra buena voluntad. 20Evitamos as que nadie nos censure en cuanto a esta ofrenda abundante que administramos, 21procurando hacer las cosas honradamente, no slo delante del Seor sino tambin delante de los hombres.22Enviamos tambin con ellos a nuestro hermano, cuya diligencia hemos comprobado repetidas veces en muchas cosas, y ahora se muestra mucho ms diligente por la mucha confianza que tiene en vosotros. 23En cuanto a Tito, es mi compaero y colaborador para con vosotros; y en cuanto a nuestros hermanos, son mensajeros de las iglesias y gloria de Cristo. 24Mostrad, pues, con ellos, ante las iglesias, la prueba de vuestro amor y de nuestro motivo de orgullo respecto de vosotros.9En cuanto a la ayuda para los santos, es por dems que yo os escriba, 2pues conozco vuestra buena voluntad, de la cual yo me gloro entre los de Macedonia, pues les he dicho que Acaya est preparada desde el ao pasado; y vuestra diligencia ha estimulado a la mayora. 3Pero he enviado a los hermanos para que nuestro motivo de orgullo respecto de vosotros no sea vano en esta parte; para que, como lo he dicho, estis preparados; 4no sea que si van conmigo algunos macedonios y os hallan desprevenidos, nos avergoncemos nosotros, por no decir vosotros, de esta nuestra confianza. 5Por tanto, consider necesario exhortar a los hermanos que fueran primero a vosotros y prepararan primero vuestra generosidad antes prometida, para que est lista como muestra de generosidad y no como de exigencia nuestra.Exhortacin a la generosidad6Pero esto digo: El que siembra escasamente, tambin segar escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente tambin segar. 7Cada uno d como propuso en su corazn: no con tristeza ni por obligacin, porque Dios ama al dador alegre. 8Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo necesario, abundis para toda buena obra; 9como est escrito:Reparti, dio a los pobres,su justicia permanece para siempre.10Y el que da semilla al que siembra y pan al que come, proveer y multiplicar vuestra sementera y aumentar los frutos de vuestra justicia, 11para que seis ricos en todo para toda generosidad, la cual produce, por medio de nosotros, accin de gracias a Dios, 12porque la entrega de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que tambin abunda en muchas acciones de gracias a Dios. 13Ellos, por la experiencia de este servicio glorifican a Dios por la obediencia que profesis al evangelio de Cristo, y por la generosidad de vuestra contribucin para ellos y para todos. 14De igual modo, en su oracin a favor de vosotros, os aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros. 15Gracias a Dios por su don inefable!Autoridad de Pablo10Yo, Pablo, os ruego por la mansedumbre y bondad de Cristo, yo, que cuando estoy presente ciertamente soy humilde entre vosotros, pero que cuando estoy lejos soy atrevido con vosotros, 2os ruego, pues, que cuando est presente, no tenga que usar de aquel atrevimiento con que estoy dispuesto a proceder resueltamente contra algunos que nos tienen como si anduviramos segn la carne. 3Aunque andamos en la carne, no militamos segn la carne, 4porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destruccin de fortalezas, 5derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, 6y estando prontos a castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta.7Miris las cosas segn la apariencia. Si alguno est persuadido en s mismo de que es de Cristo, esto tambin piense por s mismo: que como l es de Cristo, as tambin nosotros somos de Cristo. 8Aunque me glore algo ms todava de nuestra autoridad, la cual el Seor nos dio para edificacin y no para vuestra destruccin, no me avergonzar, 9para que no parezca como que os quiero amedrentar por cartas. 10A la verdad, algunos dicen que las cartas son duras y fuertes, pero que la presencia corporal es dbil y la palabra despreciable. 11Esto tenga en cuenta tal persona, que as como somos en la palabra por cartas, estando ausentes, lo seremos tambin en hechos, estando presentes.12No nos atrevemos a contarnos ni a compararnos con algunos que se alaban a s mismos; pero ellos manifiestan su falta de juicio al medirse con su propia medida y al compararse consigo mismos. 13Pero nosotros no nos gloriaremos desmedidamente, sino conforme a la regla que Dios nos ha dado por medida al permitirnos llegar tambin hasta vosotros, 14porque no nos hemos extralimitado, como si no hubiramos llegado hasta vosotros, pues fuimos los primeros en llegar hasta vosotros con el evangelio de Cristo. 15No nos gloriamos desmedidamente en trabajos ajenos, sino que esperamos que conforme crezca vuestra fe seremos muy engrandecidos entre vosotros, conforme a nuestra regla. 16As anunciaremos el evangelio en los lugares ms all de vosotros, sin entrar en la obra de otro para gloriarnos en lo que ya estaba preparado. 17Pero el que se glora, glorese en el Seor. 18No es aprobado el que se alaba a s mismo, sino aquel a quien Dios alaba.Pablo y los falsos apstoles11Ojal me toleraseis un poco de locura! S, toleradme, 2porque os celo con celo de Dios, pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo. 3Pero temo que, as como la serpiente con su astucia enga a Eva, vuestros sentidos sean tambin de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo, 4porque si viene alguno predicando a otro Jess que el que os hemos predicado, o si recibs otro espritu que el que habis recibido, u otro evangelio que el que habis aceptado, bien lo toleris. 5Pienso que en nada he sido inferior a aquellos grandes apstoles, 6pues aunque sea tosco en la palabra, no lo soy en el conocimiento; en todo y de todas maneras os lo hemos demostrado.7Pequ yo humillndome a m mismo, para que vosotros fuerais enaltecidos, por cuanto os he predicado de balde el evangelio de Dios? 8He despojado a otras iglesias, recibiendo salario para serviros a vosotros. 9Y cuando estaba entre vosotros y tuve necesidad, a ninguno fui carga, pues lo que me faltaba, lo suplieron los hermanos que vinieron de Macedonia, y en todo me cuid y me cuidar de seros una carga. 10Por la verdad de Cristo que est en m, que no se me impedir esta mi gloria en las regiones de Acaya. 11Por qu? Porque no os amo? Dios lo sabe.12Pero lo que hago, lo seguir haciendo, con el fin de quitar la ocasin de los que la desean para ser hallados semejantes a nosotros en aquello en que se gloran, 13porque stos son falsos apstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan de apstoles de Cristo. 14Y esto no es sorprendente, porque el mismo Satans se disfraza de ngel de luz. 15As que, no es extrao si tambin sus ministros se disfrazan de ministros de justicia; cuyo fin ser conforme a sus obras.Sufrimientos de Pablo como apstol16Otra vez digo: Que nadie me tenga por loco; o de otra manera, recibidme como a loco, para que yo tambin me glore un poquito. 17Lo que hablo, no lo hablo segn el Seor, sino como si estuviera loco, con la confianza de tener de qu gloriarme. 18Puesto que muchos se gloran segn la carne, tambin yo me gloriar, 19porque de buena gana toleris a los necios, siendo vosotros cuerdos, 20pues toleris si alguno os esclaviza, si alguno os devora, si alguno toma lo vuestro, si alguno se enaltece, si alguno os da de bofetadas. 21Para vergenza ma lo digo, para eso fuimos demasiado dbiles.Pero en lo que otro sea atrevido (hablo con locura), tambin yo lo sea. 22Son hebreos? Yo tambin. Son israelitas? Yo tambin. Son descendientes de Abraham? Tambin yo. 23Son ministros de Cristo? (Como si estuviera loco hablo.) Yo ms; en trabajos, ms abundante; en azotes, sin nmero; en crceles, ms; en peligros de muerte, muchas veces. 24De los judos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. 25Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un da he sido nufrago en alta mar; 26en caminos, muchas veces; en peligros de ros, peligros de ladrones, peligros de los de mi nacin, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; 27en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en fro y desnudez. 28Y adems de otras cosas, lo que sobre m se aade cada da: la preocupacin por todas las iglesias. 29Quin enferma y yo no enfermo? A quin se le hace tropezar y yo no me indigno?30Si es necesario gloriarse, me gloriar en lo que es de mi debilidad. 31El Dios y Padre de nuestro Seor Jesucristo, quien es bendito por los siglos, sabe que no miento. 32En Damasco, el gobernador de la provincia del rey Aretas puso guardias en la ciudad de los damascenos para apresarme; 33y fui descolgado en un canasto desde una ventana del muro, y escap de sus manos.El aguijn en la carne12Ciertamente no me conviene gloriarme, pero me referir a las visiones y a las revelaciones del Seor. 2Conozco a un hombre en Cristo que hace catorce aos (si en el cuerpo, no lo s; si fuera del cuerpo, no lo s; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. 3Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo s; Dios lo sabe), 4que fue arrebatado al paraso, donde oy palabras inefables que no le es dado al hombre expresar. 5De tal hombre me gloriar; pero de m mismo, en nada me gloriar sino en mis debilidades. 6Sin embargo, si quisiera gloriarme, no sera insensato, porque dira la verdad; pero lo dejo, para que nadie piense de m ms de lo que en m ve u oye de m.7Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltara, me fue dado un aguijn en mi carne, un mensajero de Satans que me abofetee, para que no me enaltezca; 8respecto a lo cual tres veces he rogado al Seor que lo quite de m. 9Y me ha dicho: Bstate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriar ms bien en mis debilidades, para que repose sobre m el poder de Cristo. 10Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en insultos, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy dbil, entonces soy fuerte.11He sido un necio al gloriarme, pero vosotros me obligasteis a ello. Yo deba ser alabado por vosotros, porque en nada he sido menos que aquellos grandes apstoles, aunque nada soy. 12Con todo, las seales de apstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, seales, prodigios y milagros, 13porque en qu habis sido menos que las otras iglesias, sino en que yo mismo no os he sido carga? Perdonadme este agravio!Pablo anuncia su tercera visita14Ahora, por tercera vez estoy preparado para ir a vosotros; y no os ser una carga, porque no busco lo vuestro, sino a vosotros, pues no deben atesorar los hijos para los padres, sino los padres para los hijos. 15Y yo, con el mayor placer, gastar lo mo, y aun yo mismo me gastar del todo por amor de vuestras almas, aunque amndoos ms, sea amado menos.16Pero admitamos esto: Yo no os he sido carga, sino que como soy astuto, os atrap con engao. 17Acaso os he engaado por medio de alguno de los que he enviado a vosotros? 18Rogu a Tito, y envi con l al hermano. Os enga acaso Tito? No hemos procedido con el mismo espritu? No hemos seguido en las mismas pisadas?19Acaso pensis an que nos disculpamos con vosotros? Delante de Dios en Cristo hablamos; y todo, muy amados, para vuestra edificacin, 20pues me temo que cuando llegue, no os halle tales como quiero, y yo sea hallado por vosotros cual no queris. Temo que haya entre vosotros contiendas, envidias, iras, divisiones, maledicencias, murmuraciones, soberbias, desrdenes; 21temo que cuando vuelva, me humille Dios entre vosotros, y quiz tenga que llorar por muchos de los que antes han pecado y no se han arrepentido de la impureza, fornicacin y lujuria que han cometido.13sta es la tercera vez que voy a vosotros. Por boca de dos o de tres testigos se decidir todo asunto. 2He dicho antes, y ahora digo otra vez como si estuviera presente, y ahora, que estoy ausente, lo escribo a los que antes pecaron, y a todos los dems, que si voy otra vez, no ser indulgente. 3As tendris una prueba de que habla Cristo en m, y l no es dbil para con vosotros, sino que es poderoso en vosotros. 4Aunque fue crucificado en debilidad, vive por el poder de Dios. Y tambin nosotros somos dbiles en l, pero viviremos con l por el poder de Dios para con vosotros.5Examinaos a vosotros mismos, para ver si estis en la fe; probaos a vosotros mismos. O no os conocis a vosotros mismos? No sabis que Jesucristo est en vosotros? A menos que estis reprobados! 6Espero que sabris que nosotros no estamos reprobados. 7Y oramos a Dios que ninguna cosa mala hagis; no para que nosotros aparezcamos aprobados, sino para que vosotros hagis lo bueno, aunque nosotros seamos como reprobados, 8porque nada podemos contra la verdad, sino a favor de la verdad. 9Por lo cual nos gozamos de que seamos nosotros dbiles, y que vosotros estis fuertes; y aun oramos por vuestra perfeccin. 10Por esto os escribo estando ausente, para no usar de severidad cuando est presente, conforme a la autoridad que el Seor me ha dado para edificacin, y no para destruccin.Saludos y doxologa final11Por lo dems, hermanos, tened gozo, perfeccionaos, consolaos, sed de un mismo sentir y vivid en paz; y el Dios de paz y de amor estar con vosotros. 12Saludaos unos a otros con beso santo. 13Todos los santos os saludan.14La gracia del Seor Jesucristo, el amor de Dios y la comunin del Espritu Santo sean con todos vosotros. Amn.PAGE 1