2 de Otoño

Todavía lo recuerdo. A pesar del tiempo transcurrido.Con su sonrisa entre el dolor y la nostalgia.La verdad en los ojos.La razón en el alma.Los sueños , en sus alas.Fue la noche que decidí hablar sobre la guerray él me propuso contarles de la vida.No fue una aparición.De pronto él estaba a mi lado con su cara angulosa,su andar liviano, con lápiz y papel bajo sus manos.Aún no se su nombre, ni es necesario que lo sepa.No conozco su voz, nunca habló. Ni me hablará.Sólo se comunicó a través de las palabras, que surgíanraudamente, manchando la pureza del papel.No fue algo estúpido, jamás lo será.Él dijo que lo estúpido está en negar lo innegable.Y jugó con las palabras de manera tal que mi entendimientono fuera otra cosa que el mediode desarrollar sus sentimientos.No fue casualidad.Sólo fue causalidad.Y siguió estampando palabras hasta el momentoque pensé: está loco. Ahí se detuvo,sonrió y escribió que lo mío era sólo una excusa.Una excusa, pensé.Ni bien hube terminado de pensar, él ya había definidosu respuesta así:

Es la eXplicación Cotidiana a todo cUanto noS desconciertA

Y ¿ qué es el desconcierto? – pregunté. - El desconcierto es un arma. - Un arma. - Ésa no es una respuesta.

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-Quizás no –escribió- - Entonces qué? –reclamé. -La respuesta también es un arma.En ese momento sonreí irónicamente y dije: -Las armas sirven para matar, lo se y me consta.Él me miró y me hizo esta pregunta: -¿Acaso las palabras no matan?Contesté que nunca vi a nadie morir por una palabra.Y le recordé que nunca sentenciaron a muerte a unapalabra por haberla encontrado culpable de homicidio.Él me miró con tristeza y justificó con cinco palabras su afirmación.

Odio Dolor Guerra Hambre Indiferencia

Dejé de sonreír y pregunté: -Entonces ¿Qué es lo que tiene sentido?Agregó: - La razón está en la intención de cada uno.No entiendo, pensé.A lo que él acotó: - Quien tiene intención de matar, lo hace hasta con una letra.Al darme cuenta me aterré. Luego comencé a recordar.

Día D Bomba H Plan A

Después de divagar en el silencio, me animé y le dije: -¿Por qué no me contás todo?Movió afirmativamente la cabeza y me dijo: -Todo y Nada. -¿Cómo que todo y nada? –pregunté resignado-.A lo que él escribió: -Todo y nada son palabras de una gran utilidad pero de un increíble vacío.Bastante molesto le dije que era tiempo de algo,para no volver a caer enun juego de palabras que me complicara la vida.Él sin inmutarse me hizo esta pregunta: -¿Qué es el tiempo?No contesté.Entonces narró esta historia:

-“Una vez alguien muy conocido por mi, definió el tiempo

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como algo insobornable y lo hizo en una etapa en la que su tiempo estaba regido por la velocidad de sus ganas. Más tarde argumentó que era un patrón de medida hecho por el hombre para medir o gobernar su vida. Hoy lo define como el insobornable maestro que en la existencia de una persona le enseña a medir sus ansias con el patrón de sus sueños”.

-Qué bien! dije. Como cambia el tiempo las cosas.Él anotó. -El tiempo no cambia, lo que sucede es que las actitudes se modifican, salvo aquellos casos en donde las actitudes se momifican.Sin darme tiempo a pensar prosiguió: -Como puedes ver: Una letra cambia el sentido de una palabra. Una palabra el sentido de una oración. Una oración el sentido de una idea. Una idea el sentido de una ilusión. Una ilusión el sentido de una vida. Una vida el sentido de una historia. Una historia el sentido de una persona. Una persona el sentido de un ser. Un Ser, el tiempo de la humanidad.Fue ahí donde le pregunté: -¿Cuáles tu tiempo?A lo que él contestó: -Yo no tengo tiempo ni espacio. Sólo tengo sentimientos. -Entonces ¿quién sos? ¿Sos el recuerdo?El sólo dijo: -El recuerdo es una de mis formas. -¿Cuántas formas tenés? dije, intuyendo la respuesta. -Toda aquella forma que quieras darme.En ese momento escribí: -Lo invisible es la esencia del alma.Él sonriendo contestó: -La diferencia está en sentir, no en medir.Me quedé un rato observándolo.Busqué en mi cabeza un montón de preguntas.Imaginé un sinnúmero de respuestas.Nada me convenció.Hasta que él escribió: -¿Qué es la vida?Busqué en mi corazón la respuesta y dije: -La vida es un fluir constantede hechos posibles e imposibles.Volvió a preguntarme. -¿Qué es posible?

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Yo respondí: Todo. -¿Imposible?Jugando nuevamente con las palabras respondí: -Nada.Volvió a preguntarme: -¿Qué es la vida?No supe qué responder.Tampoco me animé a preguntar.Sólo atiné a escribir: Verdad Inalcanzable verda D eternA

Pareció satisfecho.No me lo dijo.Lo vi en sus ojos.Al cabo de un tiempo, le dije: -Háblame de vos.Él respondió: -Yo no hablo por mi. Escribo y cuento cosas de otro.Luego se marchó.Me dejó sin preguntas.Me quedé sin respuestas.Quedé solo, a merced de mis sentimientos.Cerré lo ojos. Vi una mujer.Me asombró su belleza, me las timó su tristeza.Cuando volví a abrirlos él estaba ahí.Traté de imaginar una pregunta.No lo logré.Él me pidió que le hablara de aquella mujer.Y me sorprendí escribiendo:

Despertar

Despiertabébete la vida,

empuja los temores.Sal,

entra en el mundo.Rasga la tristeza.

Rompe las corazas.Vamos, te espera la luna.

Aquí, se está bien.No sufras,

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el dolor se erradica.Abre tus ventanas.

Quiebra los esquemas.Plantea tu periplo,que la vida te lleva,

pero no espera.Vamos,

todos saben de ti.Despierta,

ya es de día.Y para alumbrarte,

he llenado con palabrastus horas vacías.

Despierta.Que para despertar,

ya has estado dormida.Despierta...

ya es de día.Despierta, hay tiempo todavía.

Cuando hube terminado, sentí una gran emoción.Todo estaba claro. Demasiado claro.Él era parte de mi.Yo era parte de otros. La vida: el gran nexo.Con el correr del tiemponuestra comunicación se hizo más fluida.En ambos casos creció la necesidad de contar.La ansiedad por escribir historias.La obligación de confesar secretos.La ambición de mostrar sentimientos.Por todo ello, en un momento pregunté: -¿Qué es la guerra?Él dijo: -La guerra no es una coincidencia, es una consecuencia. -¿Consecuencia de qué? -Consecuencia inmediata de la intolerancia y los pretextos de unos y otros. -¿Quiénes son los protagonista? – pregunté a quemarropa.Él tristemente respondió: -La guerra no tiene protagonistas. Tiene actores que representan lo mejor que pueden su papel: sobrevivir.Y acotó: -La única protagonista principal es la muerte. No representa ningún papel. Se representa a si misma, sólo que con una máscara. -No alcanzo a entender, susurré desconcertado.ÉL sólo dijo: -La guerra es solamente una careta de la muerte.

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-¿Tan simple es la definición? – Interrogué.Volvió a jugar con las emociones y escribió: -La guerra en su totalidad es abarcativa. La muerte en su generalidad es privativa. Son demasiado afines para separarlas. Las demás palabras son sólo sinónimos. Así como la vida es la esencia de todo, la guerra es la esencia de la nada. -¿Qué es la nada? Pregunté asombrado.Él primero me miró sonriendo.Luego pacientemente escribió: -La nada es ausencia de todo.En ese momento le recordé socarronamente: -¿No dijiste que “todo” era una palabra vacía?Sobradora e irónicamente él respondió: -¿Acaso la ausencia no es vacío?Tuve que sonreír.Guardar la etiqueta de cordura en un bolsilloy aceptar que él nunca iba a dejar de sorprenderme.Luego insistí preguntando: -¿Qué fue Malvinas?Esta vez lo noté preocupado. No respondió con rapidez.Era como si buscar una respuesta adecuada.Lo vi buscar en sus sentimientos. Hasta que dijo: -Malvinas es una madre que llora con un ojo la pérdida de aquellos que no regresaron, haciéndose la herida cada vez más profunda en su corazón. Y su otro ojo mira con preocupación sus demás hijos que deambulan por la vida con sus promesas impagas marcadas en la piel.Repuesto de la emoción dije: -Demasiado triste para ser real.Me sonrió y escribió: -La realidad es una actitud. Un punto de vista. Lo empírico gobierna la razón. Los sentimientos nuestro corazón. De allí nace nuestra propia realidad. -Y ¿qué es lo que marca diferencias? – pregunté.Rápidamente escribió: -El hombre las marca. -¿Siempre?

-Siempre.Sin darme tiempo a preguntar, explicó:

-La guerra es una acción que por sólo el hecho de serla ya torna compleja su calificación. Según la intención que abarque o persiga se le dará nombre: Mundial, privada, fría, religiosa.

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O injusta, siempre injusta. Sólo demuestra la capacidad del hombre De llamar por diferentes nombres A algo que sólo tiene uno: guerra.E insistió: -En resumen la guerra trae aparejada su carga de muerte y destrucción sin distinción de credo, raza o religión. Donde la diferencia no la hacen los nombres. La hacen los hombres.Y me graficó por qué:

Gran flagelo Hay en Universal v Os qu E la Misión dest Ruye de oBrar la aleg Ría y y cRear la vidA bElleza

Where More Are Away the Reasons? the Nightmare

Conteniendo las emociones pregunté: -¿Cuáles son las razones? -¿Cuáles las explicaciones?Rápidamente respondió:

-Las razones no existen. Las explicaciones son muy pocas. Las demás, son solamente excusas y justificaciones.Desorientado pregunté:

-Y ¿dónde están las respuestas?-En lo vivido, en lo venidero.

En el dolor. En la gravedad de los hechos. En lo profundo. En el silencio. -Nunca en el olvido!, nunca. -Y ¿qué es el olvido? -La negación del recuerdo. -¿Y eso es bueno? -No hay nada bueno o malo por si solo: La intención de cada uno es lo que le da forma. -¿Qué es el recuerdo? Pensé.Él escribió: -El recuerdo es la forma de nuestro pasado.

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Una imagen de deseo futuro. Un atisbo de volátil presente.Silenciosamente agregó: - El recuerdo es el eco de tus pasos. La distancia de vida que culmina en tus brazos. El motivo de una tenue sonrisa. La palabra en el ocaso que suena como brisa. El sólido principio de la esencia. La seguridad incondicional de contar con su presencia. Es la lluvia que moja la ausencia. La gota de dolor que susurra la carencia. Es el pesar de tus gritos y tus bombas. El ataque final que llega desde las tristes sombras. Algunas veces señuelo. Otras veces un pez. La presencia de un olvido. El alimento del exilio. La cadencia de la risa. La emoción de porcelana. El poblar serenamente las costas del martirio, con el grave crepitar que encierra el mañana.Plenamente satisfecho. Emocionalmente dispuesto, pregunté: -¿Qué es la historia?Sonrió y dijo: -La historia es la creación de recuerdos.Volví a mi presente.Ignoré su presencia.Pensé en Malvinas. Pensé en la vida.Espanté la muerte viendo soñar a mis hijos.Encendí un cigarrillo.Me evadí en el humo, dudé un instante.Busqué en mi carpeta de emociones una respuesta.Estaba allí pero no tenía forma.Empecé a sospecharla.Amasé mentalmente su silueta.Y me agazapé en el silencio, intuyendo su pregunta.Él no levantó la vista de sus papeles.Siguió alimentando el silencio con palabras.Descansó un instante en su sonrisa.Y me tentó: -Contame una historia.Como ya tenía forma, sólo dije bienvenido!! Aquí está:

El puro Mortal

El vil argumento de una conquistaembriaga el alma del puro mortal

y se encomienda al Señor de los cielos,

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rezando su salmo de gloria inmortal.

Se lustra las botas, que pisan codicia,y brinda con whisky para festejar

y así mis despojos, junto con los tuyos,a las frías Islas fueron a anclar.

El gran vencedor y su trouppe de payasoslo besan al hombre que vino a rezar

y con nuestras cosas al hombro y en marchaal fuego sin pausa fuimos a parar.

Cayeron los otros, junto con los míos,en un triste día de nunca acabar.La fría mortaja que cubre a todos

Es sólo el principio de la inmensidad.

Me suenan tus gritos, compañero míoen oscuras noches de mi delirar.

Y acaso recuerde al pobre humano,que apostó su vida en una guerra más.

Hoy te evoca con mucho cariñopequeño pedazo de la sociedad.

Recuerda al joven que perdió los sueñosEn la sucia guerra de la humanidad.

Y siguen cayendo, acá y en todas partes,en todos los campos, hasta exterminar,

la suave presencia del Dios hecho hombre,que siempre pregunta, para qué matar?

Cuando hube terminado, cerré los ojos.Vi un ángel que me sonreía.Y una horrible mujer que me escupía.No paraba de gritarme: -Nunca te librarás de mi, nunca, nunca.El ángel seguía sonriendo.Él aquí abajo, lloraba en silencio.Me sentí protegido.Me supe convencido.El ángel me regaló una esperanza.Con ella ahorqué las amenazas de aquella mujer.Me volví hacia el ángel y le pregunté: -¿Quién sos?Sin dejar de sonreír contestó: -Soy el ángel de la trinchera.A partir de aquel momento,

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me supe protegido,me sentí convencido.No dudé cuando afirmé: -Eras vos el que estaba conmigo. Eras vos.Qué claro estaba todo.Qué pocas cosas por resolver quedaban.Solo tenía que volver la mirada.Y simplemente comprender.Él cuidaba mi vida.Él velaba mi muerte.Puse en sus labios palabras de un viejo amigo.De un compañero del alma.Un camarada de guerra.Un virtuoso en el arte de sobrevivir.Entonces, él dijo, lo que yo quería escuchar.Lo que algunos deben aprender.Lo que todos deben comprender.“No temo de mi muerte,sino, dudaría de mi vida”.Antes de marcharse, me dijo: -Hoy se acabó el tiempo de la espera todo nacerá serenamente de tus convicciones. Y allí, por donde el letargo se te escapa, surge la luz de nuevas proyecciones. Del despertar a una nueva pesadilla, hay solamente un estado del alma. Quizás te doblegue en algún momento pero siempre busca en tu pupila un alba. Cuando escribas hazlo sentido y no nacerá en ti alguna pena. Que tu mente no conozca rencores ni tu corazón esconda blasfemias. Nunca te culpes de tus sentimientos. Nunca te culpes de lo acaecido. Cuando recuerdes hazlo sencillamente bajo el prisma de un bello olvido.No supe qué decir.El ángel agregó: - Es tiempo ya. Debo marcharme. No busques el sentido de la razón. Busca la razón del sentido.Hizo una pausa.Y lentamente comenzó a desvanecerse.Al darme cuenta hice un esfuerzo por retenerlo.Viviendo mil vidas en un segundo le imploré: -¿Quién es él?Sonrió y me repitió: - No busques el sentido de la razón,

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busca la razón del sentido. Seguidamente se desvaneció.Cuando abrí los ojos él sonriendo me aconsejó: -Ahora es tiempo. Toma todo lo que te importe. Apela a tus recuerdos, Confía en tus emociones Y solamente escribe.Repentinamente sentí la necesidad de escribir una historia.Esta historia en forma de libro.

IMÁGENES DE UN SOBREVIVIENTE

31/03:

Hace varios días que estamos embarcados. Todos suponemos, pero nadie sabe adonde vamos. Nos dijeron que todo saldría bien. Pero, ¿qué es lo que debe salir bien?

01/04:

Son las 22 hs., estamos en misa. Nos bendicen y bendicen nuestras armas. Luego nos dicen cual es nuestra misión. Recuperar las Islas Malvinas. Nadie dice nada. Para qué. Está todo dicho.

02/04:

Estamos preparados desde las cuatro de la mañana. Recibimos la orden de tomar el Aeropuerto. Son las ocho de la mañana. Eso creo. La situación está controlada. Desembarcamos en un helicóptero. Tomamos nuestra posición. Todo está calmo. Puerto Stanley está a doce km. De aquí. La emoción es grande. Las ganas de fumar también. No lo resisto y vuelvo a fumar después de dos meses. Dejamos el aeropuerto.

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Caminamos hacia el ahora Puerto Argentino. Nadie va a creerme cuando le cuente que todavía Se nos mueve el piso. Cruzamos la ciudad. Todavía guardo aquellas imágenes. Quizás la confusión es grande. Pero el asombro también. Presto más atención a lo segundo. Me sorprendo divertido. Me ha causado mucha gracia ver a mi asistente persignarse frente a una iglesia que supongo anglicana. Todavía me recuerdo diciéndole:

- Ésa es una Iglesia anglicana, boludo!No me contestó.Sólo se encogió de hombros y me sonrió.Seguimos caminando hacia el puerto.Allí nos suben al Bahía del Paraíso.¿La bodega será parte del paraíso?Creo que es mediodía.Nos comunican nuestro destino.Darwin.Después no recuerdo nada más.Aquí abajo está demasiado oscuro.Aprovecharé para dormir.

03/04:

No recuerdo mucho. Sólo olor a encierro y oscuridad. El momento en que abrieron la compuerta. Un soplo de luz. Luego la oscuridad. El mate cocido amargo como único sustento. La oscuridad. Así han pasado las horas. Entre la ilusión de comer y la oscuridad. Nadie habla. Mañana tomaremos Darwin. Hasta entonces la oscuridad.

04/04:

Es casi el atardecer cuando tomamos Darwin. La toma ha sido pacífica. El pueblo está lleno de banderas blancas.

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Hasta en las antenas de los autos las hay. Tomo mi posición. Me dedico a observar. Una rara sensación comienza a estorbar. No se lo que es. Le resto fuerzas encendiendo un cigarrillo. La importancia reside en la seguridad de pisar tierra firme. Han sido varios días en barco, asombro y oscuridad. Por lo pronto la comida sigue siendo el motivo de preocupación de nuestros pobres y enverdecidos estómagos. Las vivencias y experiencias nos superan. Creo que es domingo. Los días ya van perdiendo su nombre. No puedo olvidar los detalles del desembarco en Puerto Argentino. Se que sólo es el comienzo! Que han sido sólo destellos de la guerra. Apenas destellos del comienzo! No lo se. Todavía el olor a pólvora quema mi nariz. Me doy cuenta que así como la pobreza, la muerte también tiene olor. En cambio el dolor no. Se comenta que dos soldados ingleses han huido hasta esta zona. El miedo es sólo un intruso. La soledad, un paisaje.

05/04:

Anoche dormimos en la escuela de Darwin. Un buen lugar que tomamos de cuartel. Los oficiales duermen en la casa del director. Hay sol. El paisaje cambia. Algunas cosas no.

06/04:

Me rebelo contra el picadillo y el queso fundido. Su olor me recuerda a la bodega del barco. Creo que hace tres días que no comemos. Los que van a morir te saludan. Sólo la muerte nos iguala. Ni siquiera el hambre.

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El resto está bien diferenciado. En este lugar también se marcan los derechos y obligaciones. EL deber y la misión. El honroso ejemplo de unos. La estúpida miseria de otros. La batalla interna ha comenzado.

07/04:

Cada uno comienza a cumplir tareas específicas. Mi labor de cocinero ha pasado a Convertirse en la más deseada. Se empieza a agudizar nuestro ingenio. Hemos comenzado la dura tarea de sobrevivir. Algunos cavan trincheras. Otros minan campos. El estado de alerta es sólo una palabra de uso común. Recuerdo que el 2 de Abril fue el cumpleaños de mi hermano. Feliz cumpleaños Marcelo! ¿Estarán todos bien’ ¿Sabrán que estoy aquí? La nostalgia y la tristeza nos atacan sin piedad. Son nuestros peores enemigos.

08/04:

Sobrevivir. A pesar de todo. Sobrevivir. A pesar del dolor. A costa nuestra. Sobrevivir. Las lecciones son duras. El aprendizaje forzoso. Mis convicciones siguen imponiéndose. La comida es escasa. ¿O es que nuestro apetito es mucho? La bajamar deja las costas pobladas de mejillones. Nosotros los hervimos en agua de mar y los comemos. Bautizo al manjar como: mejillones en su salsa.

09/04:

El peligro. El temor. La carencia.

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Todos ellos Agudizan nuestras virtudes, profundizan nuestros defectos. Yo soy mi propio héroe. Soy mi propio traidor. Las miserias humanas comienzan a sospecharse. La esperanza es una isla. La fe. Quizás, la mejor arma. La lucha interna es cada vez más cruel.

10/04:

Jueves y Viernes Santo ya pasaron. Recuerdo haber visto dos kelpers que nos trajeron pescado. Recuerdo haberlos visto. No recuerdo haber comido pescado. Es raro. Hoy ha sido el primer contacto visual que he tenido de ellos. Nuestra causa es justa. Pero para ellos somos intrusos.

11/04:

Domingo de Pascuas. Felices Pascuas soldadito argentino!! El pueblo entero vela por vos! Todos nos consideran héroes? Sólo se que tengo 18 años. Las ganas intactas. Los míos esperando. ¿O desesperando? La música en las venas. La ilusión en la piel. Conozco el encanto. Me enseñaron el desencanto. Demasiadas cosas para no sentirme solo. Demasiado lejos para no sentirme triste. Siento que hoy no soy más el mismo. Pero sé que volveré. No se cuándo. A esta altura el tiempo se mide Por la intensidad de las vivencias. No por el correr de las horas.

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12/04:

Comienzo a notar con dolor que algunos se están transformando en náufragos. ¿Habrán perdido la batalla? ¿O será un mecanismo de defensa? Las guardias nocturnas son recorridas perimetrales. Han explotado algunas minas. Animales sueltos las han hecho estallar. Anoche tuvieron que sacrificar un caballo. ¿Se habrán escapado? ¿O los habrán soltado a propósito? Comienzo a familiarizarme con algunos sonidos de guerra. Un soldado le partió la cabeza a otro con su marmita, lo lamentable es que ha sido por un poco de comida. La ironía, aquí, en este lugar, suele hacerse cotidiana. La violencia, a veces, desborda a los más débiles. Ya sabemos que se viene la flota.

13/04:

Llegaron los cocineros. Pierdo mis culinarios privilegios. El egoísmo de algunos comienza a notarse. Las pequeñas cosas, marcan grandes diferencias. Hay abusos de poder. Insignificantes. Pero abusos al fin. Esta es la ley del gallinero. Me cago en la ley! A pesar de mi interna rebeldía, sigo inventando nuevos métodos. Me sigo sintiendo vivo. Sigo sintiéndome pleno. A todo esto! ¿Cuánto hace que no me baño? Hay cosas divertidas y asombrosas a la vez. Esta mañana vi a un compañero. Se había afeitado. La parte rasurada de su cara era blanca. La otra mucho más oscura. Le pregunté si era un nuevo camuflaje de guerra. No lo entendió. Le expliqué por qué. No se había dado cuenta.

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Las noticias que nos hacen llegar no son alentadoras.

14/04:

Soldados, se viene el enemigo! Esa fue la noticia del día. Se vienen lo degenerados. Con sus drogas. Su alcohol. Sus mujerzuelas. Con su ateísmo. Todo eso nos dijeron. Nosotros los esperamos. Con nuestro Dios. Por nuestra Patria. Por nuestro hogar. Con nuestros rosarios. Con los escapularios. Con nuestras viejas armas. Con nuestra sangre nueva. Todo esto tenemos. ¿Nos alcanzará?

15/04:

Alguien alguna vez dijo: “En tiempos duros, sólo los duros sobreviven”. Estoy de acuerdo. Pero...¿A qué precio? ¿A costa de qué? ¿A pesar de quién? Hay veces que me siento solo. Otras desolado. He hecho un doloroso descubrimiento: La miseria tiene su status. Los miserables sus excusas. Los ignorantes sus reglas. Buenos Días! Su miseria. Buenas Tardes a su egoísmo. ¿Buenas Noches? A mis pies helados.

16/04:

El tiempo desmejora a cada rato. La llovizna moja ilusiones. El barro ensucia anhelos.

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El frío no cicatriza. El dolor no se espanta. Mis amigos cantan al amor. Qué cerca están todas las cosas. Qué lejos las demás. Señor: no permitas que este frío congele mi corazón. Embrutezca los sentidos. Y nos deje sin aliento. Creo que será mejor. Me iré a descansar. Mañana. ¿Será otro día?

17/04:

El amor es una foto. El dolor una sombra. La guerra una palabra. Aún no la conocemos. Todavía no la palpamos. Pero su augusto nombre suena cada vez más. “Sólo le pido a Dios que la guerra no me sea indiferente”. ¿Será un monstruo grande? ¿Pisoteará nuestra pobre inocencia? Es notable. Más que una canción, siempre la sentí como una profecía con música. Hablando de música. Extraño mis discos. Extraño mi música. Los extraño a todos. ¿La extraño a ella?

18/04:

Los límites se comienzan a evidenciar. Los rostros son máscaras. Nunca me gustó escribir cartas. Ahora lo necesito. No puedo alarmarlos. ¿Estoy bien? Es la tercera que escribo. ¿Habrán recibido las anteriores?

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En todas repito lo mismo. ¡Estoy bien! ¡Volveré! Hay algo que entiendo pero no comparto. Es más. Me jode la vida. Antes de escribir, nos sugieren, nos ordenan. Que pongamos lo que nos dicen. Y no lo que sentimos. Hay algo que tengo muy claro. Velamos por la libertad. Pero no la tenemos.

19/04:

Recibo una encomienda. La felicidad está en las pequeñas cosas. La carta es muy linda. La guardaré. Llegó la gente de Fuerza Aérea. Ellos se harán cargo del Aeropuerto. Cada vez llega más gente. Hay un grupo de artillería. Un subteniente de comunicaciones. Un amigo mío es radioaficionado. Por las dudas le daré su identificación. A pesar de las diferencias. A pesar de muchas cosas. Me siento bien. Las emociones nos atacan por la espalda. La nostalgia en las noches. Las guardias son largas. Las noches, cada vez más frías. De día todo es esparcimiento. De noche todo es responsabilidad.

20/04:

Sigue llegando gente. Se siguen reforzando posiciones. La mayoría está en Darwin. Fuerza Aérea en el Aeropuerto. Nosotros seguimos aquí en la escuela. Cada cual se prepara para su propia guerra. Cada cual tiene su misión.

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Sin embargo. Hay muchas cosas que marcan diferencias. Se notan en el trato. Se notan en la comida. En la ropa. Hoy; hay dos cosas excluyentes, una por su absurdo, otra por su injusticia. La absurda: Un oficial vendiendo galletitas. Si. Vendiendo galletitas!! Un mercader de la necesidad. Un traficante de miseria. La injusta, o incomprensible: ¿Por qué los soldados de Fuerza Aérea con su almuerzo y cena reciben una lata de gaseosa’ ¿Acaso no somos soldado de un mismo país? ¿O será que ellos son los civilachos? Y nosotros los bichos verdes. El teniente Estévez me dijo: A Dios invocando... A lo que yo agregué: Y con la estupidez hostigando. Nos sonreímos. No hizo falta nada más.

21/04:

Descubro con dolor a algunos compañeros, comiendo de los residuos de Fuerza Aérea. Uno de sus oficiales les pidió que no lo hicieran. Les habló como amigo, los aconsejó como persona. Su actitud dejó algo muy claro: cualquiera sea la circunstancia, nunca se debe perder la dignidad. Tampoco la humildad. En tiempos injustos, sólo lo es valedero. Hasta ahora, todo es valedero. Hasta ahora, todo es controlable. ¿O será sólo el comienzo?

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22/04:

El frío por momentos es insoportable. Anoche en la guardia, lloviznaba, soplaba viento. Estaba en la playa. Durante las tres horas que duró, tuve que correr para no congelarme. Corría y cantaba en silencio. Si me paraba me helaba. La moral de algunos está tan alta que la lustran junto con sus botas. Es sólo una figura. Un dejo de ironía.

23/04:

Mañana juraremos la bandera. Ya nos bendijeron para matar. Ahora, deberemos jurar morir por ella. Lo real... es que las posibilidades son ciertas. Todos lo sabemos. Todos lo sentimos. Seremos los primeros en hacerlo. Juraremos la bandera en Malvinas!! ¿Seremos los únicos?

24/04:

Hoy ha sido un gran día Ha sido un día distinto. Ha sido una fiesta. Los soldados clase ’63 juraron la bandera. Hasta vino un civil. Un fotógrafo. Nos sacamos fotos. Nos atendieron bien. Hasta el tiempo acompañó. Me siento contento. Estoy orgulloso.

25/04:

Todo vuelve a la normalidad. Todos comentamos lo bien que lo pasamos ayer.

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Lo bien que comimos. El ánimo está elevado. Las cosas en su sitio. Algunas, tan en su sitio, que tapan las cañerías de los baños. No los podemos usar. Tenemos que ir a las letrinas. Bajarse los pantalones es una tortura. Sentarse, un parto. Seguimos haciendo maniobras. Los preparativos son más intensos. El estado de alerta es constante. La flota está cada vez más cerca. Hay dos cosas de mucha importancia: La limpieza de nuestras armas Y la maniobras de evacuación del edificio. La escuela tiene dos plantas, Nosotros dormimos arriba.

26/04:

Hoy ha sido un día accidentado. En un preparativo de evacuación, me torcí un tobillo y caí por la escalera. El revolcón fue sólo un susto, pero el tobillo me duele. Por el momento estoy en reposo. Mañana si hay vuelos me llevan a Puerto Argentino. Todavía no tenemos un médico en Darwin. Debo hacer mención a nuestra salud. Lo único más grave es el frío. No tanto por su intensidad, sino por no permitir cicatrizar heridas. Los cortes y heridas tardan demasiado en sanar. Hubo un hecho que causó mucho malestar. Un compañero nuestro se fue. Aprovechando una dolencia en su rodilla. Y una serie de órdenes y contraórdenes. Se fue. Lo llevó la gente de Fuerza Aérea. En estos momentos debe estar en el continente. Un oficial de alto rango y baja estatura, está ofuscado, demasiado.

27/04:

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El ambiente está denso. Esta mañana tuvimos un sermón. Fue corto pero contundente. No obstante, previo consentimiento y autorización, me llevaron a Puerto Argentino. Antes de partir, Sonriendo el Teniente me preguntó si volvería. Me aconsejó que cuidara mi tobillo. Al final de este día, ya de regreso en Darwin, debo rescatar dos cosas: Cómo me atendieron allá y la atención y la preocupación del teniente Estévez, por sus soldados. Cuán importante es. Qué protegidos nos sentimos. Advierto que el ser humano está por encima del rango, por arriba de las circunstancias. Eso ayuda. Eso dignifica.

28/04:

Valió la pena. Valió la memoria. Gracias Eduardo. Gracias amigo radioaficionado!! Gracias LU7HSF. Esta clave fue el pasaporte a la felicidad. Hoy por medio de la radio hablé con mis padres. No recuerdo lo que dije. No se cuánto lloré. No se cuán feliz me sentí. Sólo siento. Sólo vivencio. Quebré la distancia. Me evadí de la pena. Colmé la ausencia. Comprendí los designios. Deseché profundamente la casualidad. Afirmé la causalidad. Pinté la transparencia. Le gané a la realidad. Vencí los órdenes. Desafié los entornos. Afronté los imposibles. Enfrenté los posibles. Tengo el toque. Noté la diferencia.

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29/04:

Hoy ha sido un día normal. ¿Qué es la normalidad? ¿Qué es lo normal? ¿Qué es el sentido común? ¿Cuál es l más común de los sentidos? ¿Dónde está la frontera que separa lo lógico de lo ilógico? ¿Está en la razón? ¿O en el corazón? Mi plenitud está acechante. El entorno espera por mi. Debo hacer guardia. Aprovechar la soledad. Alimentar los sueños. Espantar fantasmas. Mi tobillo sigue hinchado. Ya no duele casi. Debo descansar. Debo recuperarme. El ánimo está tenso. Ellos, cada vez más cerca. La sirena de alarma se nos presenta. Fue sólo una prueba. Fue un grito agudo, tan agudo como el dolor, tan agudo como la histeria. Su sonido es alertador. Lo agudo: ¿Es el principio de lo grave? ¿De lo profundo? El estado de alerta ya es otra piel. Otro sentido. Desde el abismo de las emociones de la profundidad del peligro. Todo avisa. Todo alerta. Todo mira. Todo espera.

30/04:

Hoy, reinó el silencio. Una calma pegajosa. Una disimulada tensión. Es como si todos

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Atendiéramos nuestro interior, Entendiéramos nuestras voces. El silencio fue un refugio. La soledad una compañía. La observación una pausa. Al atardecer, la casi limpieza diaria de las armas fue una comunión. ¿Un anticipo de lo esperado? ¿La inquietud de lo sospechado? Los rostros son reflejos. Los ojos una emboscada. Un presentimiento ronda. El miedo acosa, pero no gobierna. La realidad presiona, pero no asusta. El dolor es una marca. Los recuerdo un equipaje. Vaya sensación!!! Hasta el ruido de los cerrojos de las armas, sonó distinto. Nadie lo dijo, todos lo sabíamos.

01/05:

Alerta roja!! Alerta roja!! Nos atacan!! Son las cuatro de la mañana. Nos ponemos los borceguíes. Todos dormimos vestidos anoche. No hay tiempo para por qué. Reina el desorden. Corran a las posiciones!! Se chocan. Se caen. Tropiezan. La oscuridad es total. Hay confusión. No hay miedo. Todo es rápido. La sirena sigue sonando. Hasta cuándo!? Su sonido es un augurio. Perdí la pistola, más tarde vuelvo a buscarla.

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El instinto gobierna. La mente registra. El alma regula. Pasa el tiempo. Ya casi aclara. La calma reina los cuerpos. La inquietud gobierna sensaciones. Todas diferentes. Diferentes a todas. Ya amaneció. Nadie abandona su puesto. Un compañero pasa repartiendo el desayuno, un gran mantecol a cada uno. La alerta es roja. Ataque aéreo dijeron. Me paro sin abandonar el puesto. El día es claro. El cielo, testigo indiferente. De pronto, justo en el Aeropuerto, tres aviones. Tres imágenes. La sorpresa. La consternación. Con la batuta del imprevisto lógico, el arrítmico concierto de la guerra suena. Bombas. Explosiones. Gritos. Corridas. Órdenes. Muerte. Baterías antiaéreas. Balas que surcan el cielo. Belougas. Explosivos. Heridos. Muertos. Aviones en llamas. Todo estalla. Vemos. Olemos. Palpamos la guerra. Lo viste!! Fue como en una película!! (me encuentro diciendo). La realidad supera toda fantasía. Cada cual está en supuesto. Con las imágenes y los sonidos grabados a fuego. Estampados en sangre.

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Empapados en ausencias nuevas. La alerta roja. La muerte sin color. Sin sabor. Con su olor. Con su indiferencia. Nos atacaron!!! Yo no lo elegí. Pero lo comprendí. Lo sentí. Lo aprendí. No hay tiempos. No hay parámetros. Más aviones!! Más de todo lo recién aprendido!? Y se suceden imágenes. Se apagan memorias. Se inauguran historias. Después... La calma de la destrucción. La presencia de un día diferente. La inquietud de la pérdida. Todas son imágenes. Todo es presencia. Hoy más que nunca el tiempo y el espacio carecen de cordura. Recuerdo cómo. Cuándo. Dónde. Adverbios de lógica. Palabras del sinrazón. Palabras del entendimiento. Después. Quizás después. O quizás no. Inauguro el recuerdo. Presencio la presencia. La jornada será larga. Mi trinchera, Será, a partir de hoy mi nueva morada. Hoy la guerra nos marcó. Hoy la vida se trastocó. Después, la noche, la interminable guardia. El frío. Los días. Las noches.

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Las guardias interminables. Las alertas rojas. Azules. Violetas. Amarillas. Las consignas de las guardias. Los días corren. Ayer. Hoy. Mañana. Son referencias. Atisbos de adverbios. Pedazos de memoria. Elegía del recuerdo. Hechos. Anécdotas. Son presencias sin tiempo. Recuerdos. Memorias. Son la ausencia de espacios. El siete de mayo fue mi cumpleaños. Por un momento recuperé la cronología. A partir de ahora desarrollaré los hechos por las cosas que me marcaron, por las que me negaron. Por la trascendencia sin tiempo y la emoción delos tiempos. La importancia de lo valedero. Una ecuación de espacio sin espacio para incógnitas. Todo ha sido develado. Algunas cosas reveladas. El frío es agudo. La intemperie desconsuelo. Los pies duelen. Las manos se agrietan. Los ataques siguen. Todo se mezcla. Todo se trastoca. Dios!!... ¿Dónde estás? ¿Dónde estabas? Cartas que llegan. Ilusión que se va. Nostalgia que no cesa. De día se vive apenas. De noche apenas si vivo. La noche es eterna.

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Palabras que no suenan.

Sonidos que hostigan.La alquimia está en nosotros.Las respuestas también.Entre bombas y alertas,está la violencia.Entre el frío y las guardias,están los recuerdos.Entre el hombre y el soldado,la incesante lucha interna.Entre el heroísmo y la locura,se encuentra la miseria.Todo nos ronda.Todo nos acecha.He visto a los pequeños Jesucristo.He visto a las grandes bestias.Te crucificaron hermano.Te estaquearon soldado.Bajo un cielo de otoño,los brazos en cruzen la cruz de tu espalda.Las horas eternas.El llanto profundo.El dolor lacerante.Tu estampa inmóvil.El escarmiento del miedo.El gobierno del horror.Estando inmóvil.Suplicaste.Lloraste.Pediste.Querías que terminara.Pero nunca acabó.Seguís estaqueado al borde de la locura.Atado por sogas de remordimientos.Sólo por dormirte en la guardiate asesinaron la inocencia.Te ataron la paciencia,Congelaron tu actitud,masacraron tu virtud.Vos sentiste vergüenza!!El infame no sintió piedad.Dios protégeme de mis amigos!!De mis enemigos me protejo yo.Sólo por dormirte.Tan estúpido como cruel.Tan de la guerra como inútil.Te volvieron a estaquear.

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Te acusaron de rebeldía.La seguridad ante todo,dijo el idiota juez de la miseria.Te sentiste miserable.Te estafaron el sueño.Mientras vos velabas,él dormía.Cuando él dormía,vos velabas.¡Oh! Gran héroe impuesto.Impostor de la gloria.Si tu Dios tiene memoriano perdonará tu bajeza.Cosechaste la fama,sembrando miseria.¿Qué clase de fruto creaste?¿Qué clase de héroe fuiste?¡Cuánto miedo que tuviste!¿Qué remordimientos tendrás?¿Cumpliste tu deber?¡No!¡Te consagraste de imbécil!Tu madre no tiene la culpa.A tu hijo ¿Qué le dirás?¿Héroe de guerra?¡Traidor de la vida!Con ley de miseria humana,invocaste ley divina.Juzgaste el descuido,al amparo de tu histeria.Vestiste de gala, desnudo de probidad.No supiste de equidad.No tendrás misericordia.La obediencia debida,desobedeciendo la vida. No te conformaste con eso.Por esos díasde aquel entonces.Un soldado enloqueció.Lo castigó el hombre,con ley de guerra,con absurdo afán de indolencia.Lo estaquearon.Lo basurearon.Y exhibieron al soldadoencadenado como un perro.El sólo quería comer,él sólo quería su parte.

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Sólo buscaba refugio,Escaparle a la masacre.Y ustedes lo pasearon,con collar y con cadena.Era un pobre animalito.Vos qué reverendo...animal.Por ello,descubrí la furia.Con ello,alimenté la impotencia.Aprendí que algún humanoes más peligroso que la guerra.Y todo esto pasó.Y todo esto apena.A penas.¿Apenas?¡A penas!Por encima de ellas,con su peso a cuestas...Los días se continuaron.Los alertas se sucedieron.Vocaciones se asustaron.Realidades asombraron.Las guardias se continuaroncon colores de tragedia.Siempre rojas.Amarillas.Algunas azules.Otras violetas.La sonrisa congeladaen los ojos indefensos.Los indefensos congeladosa merced del bombardeo.La batalla continúa,ya le sangran varios frentes.Comer, no es sólo alimentarse,forma parte del deseo,de un anhelo venidero.Se come cuando se puede.Y lo que podamos comer.Abunda lo inexplicable.¿Es necesario explicar?Abundarán los recuerdos.¿Alguien podrá olvidar?Dormir es una metáfora.Descansar, un imposible.Fumar es un escape,el placer de la trinchera.Todos buscan

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donde todo abunda.Seguir adelante es difícil.La ilusión que a veces cuesta.El insomnio, un gran amigo.El velar, lo obligatorio.Hay muertos en vida.Muertos de hambre.Muertos de olvido.Muertos de dolor.Muertos de orgullo.Muertos de soberbia.Y muertos de miedo.Esto es un continuo veloriodel que no quiero participar.No respeto ningún deudo.No velaré sus vidas.No enterraré mis ganas.Hay que resucitar la risa.Desenterrar las ansias.Abrigarse de esperanzas.A pesar de todo.Hay atisbos de futuro.Retorno de ilusiones.Escala de valores.Preponderancia de sueños.Hay cosas con valor.Valor sin rostros.Rostros sin nombre.Y hombres con honor.Yo respeto su dolor.Sin olor.Sin color.Hermano de mi condena.Consuelo de la conciencia.Socio de la inconciencia.Cuánto nos robaron.Cuánto nos negaron.Cuánto nos legaron.El aprendizaje costoso.La experiencia forzosa.Una realidad cenagosa.Lo real.Lo justo.Lo grande.Lo equitativo.Carecen de forma.Son inconmensurables.Desde el fondo de este pozo.En el piso del abismo.

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Se encuentran todas las cosas.Se conoce a uno mismo.descubre al hombre antagónico.Héroe o cobarde.Bueno o malo.Sabio o ignorante.Ateo o creyente.Justo o injusto.Todos ellos y muchos más.Se encuentran dentro de uno.Cada uno es juez y parte.Cada uno es nosotros.Y nosotros en cada uno...Después.Sólo después,llegó el 25 de mayo.Una fiesta patria.Una historia concreta,bajo una realidad insondable.La misa de campañay dos generaciones de mayo.¡Viva la Patria!¡Oíd mortales!¡Están desembarcando en San Carlos!!!Cada vez están más cerca.Todo pasa. Todo llega.Hoy es 27 de mayo.Son las 22 horas.El teniente nos lo ha dicho,debemos ir al frente.Marcharemos al combate.A partir de allí todo es guardia.Todo es alerta.Todo es insomnio.El tiempo vuela.Los hechos corren.Quien no está de guardia en la playa,está mirando desde las ventanas de la escuela.Allá abajo.En Goose Green,en Prado del Ganso,comenzó la batalla.La quietud de la noche se rompe.Las bengalas iluminan.Las balas trazadora estampan su estela de muerte.Suenan granadas.Gritan morteros.Estallan muertes.Revientan vidas.

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Veo el miedo.Huelo el espanto.Soldados que huyenen medio de la nochecorriendo por la playa.Por encima de las minas!!.No se por qué no estallaron.Aunque mucho sorprendala realidad no siempre es lógica.Luego la marcha.Vamos a primera líneacaminando entre las sombras.Nadie habló mientras marchamos.Alguien lloró cuando llegamos.¡No disparen es propia tropa!(dijo alguno en su momento).Recuerdo que entonces reflejaba la luna el camino hacia el mar.Allí fue cuando comenzó el combate.Aplastados contra el piso.Con las balas rozándonos.Algunos no reaccionaban.Otros ya no respiraban.Fue un ataque sorpresa.Sin pausa para movernos,sin lugar adonde ir.Después de varios segundos,a través de siglos de espacios,respondimos el fuego.Equilibramos los muertos.Mientras me arrastraba hacia alguna trinchera.Enterré mi inocencia.Asistí a su funeral.Mientras el campo de batallase iba poblando de ausencias.Entre el fuego cruzadocon las cabezas sin casco,se iba desatando el infierno.Nos íbamos adentrando al horror.Descubrimos la cara de la guerra.No se cuánto duró.Si duró una muerte.Duró un segundo.¿O quizás toda la vida?Nos rendimos casi diezmados.Allá quedaron los muertos.Los heridos.Los mutilados.Acá estamos nosotros.

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Victoriosos, estafados.Derrotados en la muertey en la vida, olvidados.Cayeron hojas de otoño.Pasaron años y vidas.Sólo quiero rescataral amigo que no olvida.Así, termino este diario,una historia ha sido contada.Una herida, aliviada...Mientras en otros lados,por afanes inmediatos,se siguen segando vidaspara tapar los fracasos.Adornar soberbia.Remendar miseria.Vidas en pos de una histeria.Vidas en bolsas de basura.Con la muerte llorando a oscuras.Con la vida pidiendo clemencia...

Cuando termino me reconozco en sus ojos.Me consuelo en su mirada.En sus ojos brilla el desconsuelo.Solamente escribe: Apenas me abro a vos, una luz, ciega los ojos. Gracias. Aquel despertar Tuvo un sorbo de aliento. Un dejo de apenas. Todo esto está en aquello. Todo ello. Es sólo apenas. Y ese apenas no condena.Me dejó desconcertado.Pero sabía que buscaba algo.Lo supe cuando preguntó: -¿Eso es todo?Yo respondí: -Sólo una parte. Apenas una parte.Él sonrió.Me miró largamente.Y escribió: -Si grande es la pena. Tiene base en lo profundo. Si grande es el recuerdo.

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Cimentará el futuro. Cuando profundo es el apenas. Apenas puedo abarcarlo. porque ese apenas va sembrando huellas en el espacio.No respondí. Sólo dije:

-por favor lleva esta carta.

28/ de algún mes/ de mi vida.

Sr. Roberto Néstor Estévez Calle de la Piedad s/n (8200) Cielo Argentino CERCA DE DIOS

Querido Roberto:Siempre nos repetías.Nunca me lloren.Oren por mi.Háganlo con alegría.Nunca con tristeza.Qué lejos estás de todos.Qué cerca estás de muchos. De mis cosas, ¿qué te digo?Están como las ves.Pero no importa, ya pasará.¿Te sigue gustando Cat Stevens?Yo sigo escuchando a Peter Gabriel.Hay algunas cosas que quiero confiarte.Le ganaste a la parca.Le ganaste al olvido.Has muerto joven.Fue tu elección.Fue, tu gran misión.Cumpliste siendo mortal.Moriste, naciendo inmortal.Lo demás... Es sólo lo demás.Me debes un abrazo.Ninguna excusa,y una sonrisa.La de tu despedida.Hasta siempre hermano.Hasta la vista amigo.

Oscar

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Luego de leerla, la guardó.Volvió a escribir y dijo: -No hace falta que la lleve. Ya la habías mandado.Otra vez desconcertándome!!Otra vez a su merced.Cerré lo ojos resignado.Volví a ver a aquella mujer.Me di cuenta de que la belleza,no es solamente lo que nos hace sonreír.Es más.Es aquello que nos conmueve en forma inapelable.Donde no tiene lugar el sentido común.Me asombró diciéndome: -Mira este sol, no lo culpes. Sacúdete el alma, abre tu cuerpo. No te escapes, no me huyas. Si te allano la mente, libera todo el sol. Y liberta también tu espíritu, pero sin restricciones. Aprisióname en tu ser, que tengo tu llave. Encadénate a sentir Y amanecer el tiempo. Pero, espera. No me llames. Estoy buscando al filo de tu tiempo. El camino más corto para llegar al sol. Mira este sol, no lo culpes... El sendero, está en mi. El sol, en tus ojos.Cuando abrí los ojos,él me estaba sonriendo.Tomándome tiempo dije: - Me rindo!

Es otra de tus victorias.Sin dejar de sonreír contestó: - El mundo material rige el éxito y el fracaso,

todo lo enmarca bajo la fría dualidad de victoria o derrota.Para los sueños y las emociones,el éxito es la concreción, la trascendencia.

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La elevación y la permanencia.El fracaso no existe.Sólo es postergación.A veces, sólo impaciencia.

Nos quedamos en silencio.Repentinamente pregunté: -Supongamos que es tu tiempo?Lo entendió.Pero no me contestó.Luego aclaró: - Suponer es justificar la ambición de prejuzgar. Pensar es brindarse la posibilidad de evaluar.Evalué las cosas largo rato.Luego le planteé este razonamiento: - No tenés tiempo ni espacio. Y si tuvieras tiempo. Sería una metáfora. Un juego de palabras. O más bien, un sentimiento.Asintió con la mirada.Esta vez insistí con un nuevo planteo: -Definime el sentimiento. Traducilo en palabras.Él escribió: -No es tiempo todavía.

Faltan algunas cosas. - ¿Qué cosas? Pregunté.Me arrepentí. Estaban hechas.

28/05/82 (Diálogo entre la vida y la muerte)

La vida asustada,despertó esa noche.

Pálida, ojerosa,sin su realidad.

Un sudor de etil fríocorrió por su espalday caminó tropezando

con su propio declinar.No entendió por quésus ojos la miraban,vacíos, suplicantes,

sin poderla evidenciar.Corrió con prisa,

se halló con su sombra,

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sedienta y envuelta en negro alucinar.Quién fue, preguntó sin odio.

Quién fue, en su orfandad.No me molestes,

ha sido el hombre.Que vino tan sólo

a probar su verdad.Pero esa verdad

habla de la guerra,de sueños sin viday un dolor sin igual.

Yo me los llevo.Contestó su imagen.

Yo me los llevosin preguntar.

Todavía recuerda,en noches sin duendes,

la angustia del día en que la atacó,

un grupo de hombresque vino del norte;

a lavar la graciade su majestad.

No pregunté cuándo la había tomado.No pregunté nada.Solamente evaluaba,Solamente pensaba.Reposaba en el humo.Viajaba estando despierto.Casi sin darme cuenta pregunté: - ¿Alguna vez te quedaste sin respuestas?Con tristeza en su mirada respondió: . Sólo una vez. -¿Cómo fue?No respondió rápidamente.Vi su dolor cuando escribió. - Una vez.

Estando lejos de aquí.Vino un alma hasta mi.Me llevó a ver su cuerpo.Era una guerra también.Una guerra, como aquella.La ambición de poder.Por no poder con la ambición.Todo lo sabido,pero nunca aprendido.Era un niño todavía.

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Y lo habían fusilado.No le respetaron la muerte.Le masacraron la vida.Sólo porque preguntó.

No supe qué responder.Respiró hondo y agregó:

-Sólo después respondí.-Sólo después que los vi.

Los vi. Eran ellos

Los vi eran elloslos malditos perros de la guerra.

Asesinaron la calma.Torturaron la esperanza.

No los puedo olvidar.Los ojos ausentes,la mirada esquiva,

el hedor de sus dientes.Yo estaba en mi tumba.

No los pude alertar.Vi mis hermanos.

Los vi a ellos.Pregunté a todos.

Nadie me pudo explicar.La desesperación de la vida,

buscando una respuesta.Que se le escapaba en la sangre

por la rabia y el horror,que abrigaban las funestas bestias.

Los vi.Eran ellos.

Los atroces perros de la guerra.Malnacidos sin explicación.

Bastardos de suerte adversa.Que hacen gala del dolorque causa su infelicidad,destrozando una cabeza.

Me vi atado a mi cruz.Me vi llorando de pena.Sentí aullar el estupor

masticando una blasfemia.Hermano mío, los vi.

Eran ellos.No era Dios.

Ni el ángel de sombra eterna.

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Alma mía.Yo los vi

con su traje de condena.Masticando un corazón.

Violando una muerte ajena.Onanistas compulsivos.

Títeres de triste feria.Eran ellos.Yo los vi.

Los sucios perros de la guerra.Masacrando la ilusión,

arrastrando su condena.Infames sin compasión.Idiotas por convicción.Payasos de la tragedia.

Padre, escucha.Yo los vi.

Eran ellos.Era la fiera.

Padrenuestro.Ayúdame,

a olvidar su miseria.Dios mío, yo los vi.

Eran elloscon su histeria.

Madre triste.Yo los vi.

Vi a la escoria de deuda eterna.No hay rencor.No hay perdón.

Ni razón en su intención.Verdugos de la inocencia.

Padre mío. Yo los vi.Vi a los perros de la guerra.

Luego se echó a llorar.No supe qué hacer.No supe qué decir.Intenté escribir y no pude.Encendí otro cigarrillo.Intenté amordazar el silencio.No pude.Me puse a observar con ellas.Miré el reloj sin ver las hora.No era necesario.El momento había llegado.Era el momento de su partida.Era el adiós esperado.

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No busqué ninguna pregunta.¿Para qué?Tenía todas las respuesta.Sabía que antes de partir,definiría el sentimiento.Se iría para no volver.Y no volvería a irse.En ese momento,elevó los ojos,miró al cielo, encontrando la paz.Sonrió.Me miró largo rato.Me dejó su paz.Atravesó la puerta.Y se fue desvaneciendo en el silencio,guiando sus pasosen los ojos de su estrella.En la mesa me dejó, con tres palabras, la respuesta.Apenas decía:

Dos de Otoño.

Yo, ya lo sabía.

Dos de Otoño

Entonces la brisa era un triste retoño, y el ocaso del día velaba mi voz.

Recuerdo que entonces era: dos de otoño,cuando lloraba la noche, su luna de adiós.

Mis pasos descalzos en la nieve del tiempo,marcaban acordes que hablaban de vos.

Su risa flotaba en un oscuro templo,de estrellas sin días y noches sin sol.

La vida privada, del tenue presente,buscaba a ciegas, el amparo de Dios.

La muerte sonriente, con máscara ausente,cerraba los ojos del que no dijo adiós.

Las cruces blancas escapan al olvido,los tibios corazones, no paran de buscarlos.

Tal vez un futuro de amor compartido,les brinde el consuelo de poder encontrarlos.

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El eco del viento, acompasa figuras,la fe, en silencio, alimenta los hombres.Y brota la esencia de una paz segura,

en tierra silente, de tumbas sin nombre...

Todavía lo recuerdo.Sin pesar el tiempo transcurrido.Recuerdo su sonrisa.La verdad de sus ojos.La razón de su alma.Tomo papely escribo lo que falta.Con los sueños en mis alas.Y la razón en las ganas.

En algún lugar, 2de abril de 2007

A mis hijos (A los tuyos. A quien corresponda)

Fue hace mucho. Lo se. Ustedes aún no habían nacido. Su padre aún no había vivido.Pero la importancia no está en el tiempo.Estará en el día que ustedes puedan leer esto. Y más aún cuando puedan entender.Entenderán mis silencios. La particular tristeza de mis ojos. El agónico dolor de las heridas.Aprenderán a medir sensaciones. Sabrán de los sentimientos. Comprobarán el pequeño espacio que separa el amor del dolor.Les enseñaré a reconocer. Ustedes aprenderán a conocer.Les daré libertad de elección. Para que ustedes elijan la libertad.Les mostraré todas mis cadenas. Para que cada pequeño eslabón desgrane su propia historia.Yo tengo cadenas de guerra. Ustedes la llave de la vida.Mis cadenas sangran y hablan porque sienten y piensan. Hablarán de dolor; sentirán el horror; sangrarán la esperanza; llorarán de tristeza.Pero nunca, hijos, perderán la fe.Su padre perdió en la guerra. Era necesario. Era evidente. Sólo fue para ganar la paz.La lucha. La lucha es otra. El enemigo es más feroz. Su herida puede llegar a ser mortal.Quiero que sepan. No quiero que olviden. Es una historia hecha a sangre y

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dolor. Es algo que a todos corresponde. La indolencia es algo absurdo. La indiferencia es peligrosa.Aprendan por favor esto. Ambas están llenas de vacío.Pasaron veinticinco años. Lo se. Ustedes ya han nacido. Entonces les hablo de lo vivido.Tampoco la importancia está en los honores. Ni la grandeza en los dolores. No hay mayor grandeza que la de saberse un hombre. Más allá de todo honor. Más allá de cualquier dolor.No me importa que me sientan héroe. Quiero que me sepan su mejor amigo.Algunas veces hablaré. Otras veces escribiré. Siempre lucharé. Nunca me abandonaré.Hoy mis manos sangran de tanto golpear puertas, de derribar tantos muros. Ellas saben de promesas incumplidas. Ellas saben del olvido intencionado. Saben de la grandeza de los pequeños y de la pequeñez de algunos grandes.La historia habla de tiempos. La realidad de las urgencias. La sociedad de las crisis. Y la crisis del dinero.Muchos no entienden al humano. Porque pretenden separarlo del veterano. No los culpen. No entienden su historia. Les duele su mala memoria.El futuro está en sus manos, hijos. Y no en los próceres del ocaso.Los profetas seguirán abundando. Los mesiánicos seguirán aullando. Los demás seguiremos luchando.Si ayer luché y maté. Hoy batallo y vivo. Hoy vivo y quiero.Busquen en la emoción la razón de lo acontecido. Juzguen por ustedes mismos y no por fríos hechos.Aprendan de la experiencia, para no repetir historias.Ha pasado el tiempo. Lo se. Seguirán pasando las horas. Los muertos no perdieron su gloria. Los vivos le contarán su memoria.Por eso mis hijos. A ustedes escribo. A ustedes dedico. A ustedes me debo. Edificaremos un sueño.Crearemos un recuerdo.Fundaremos la esperanza.Sin perder jamás la fe.Por eso, mis hijos. Les cuento mis historia.Por eso, mis sueños tendrán en Ustedes memoria.Fue hace mucho. Lo se.Pero qué importa el tiempo cuando se vibra una historia.Fue hace tiempo .Lo se.Y aún me faltan palabras...........

OSCAR LEDESMA

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