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La poesía chicana de la descolonización José Ortega L a literatura chicana surge como interpretación de la existencia de esta minoría. El término chicano tuvo a principios del siglo XX una connotación negativa, y a raíz de los movimientos reivindicatorios de la década de los 60 se asoció con un postura ideológica de orgullo étnico-cultural. La palabra chicano tiene matices de distinto grado y con- notación según el espacio geográfico y el sector social que lo utilice. En muchos casos, su empleo supone un desafío a las definiciones legales del gobierno norteamericano: latinos; latinoamericanos; mexicano-ameri- canos; hispanos, etcétera. 1 Para situar la literatura chicana en su contexto sociohistórico habría que remontarse a 1848, fecha en la que el expansionismo norteameri- cano obligó a adoptar la ciudadanía norteamericana a los descendientes de los mexicanos. Antes de la anexión por el gobierno norteamericano del sudoeste de los Estados Unidos, existía entre los mexicanos una estratificación de clases. Los rancheros, administradores, jerarquía militar y misioneros explotaban a la población india. En términos gen- erales podría afirmarse que la discriminación contra el mexicano no fue tan brutal como la ejercida contra el negro y el nativo-americano. La historia del pueblo chicano hay que referirla al tratado Guadalupe- Hidalgo (1848) y al “Gadsen Purchase” (1853), fecha en que se inicia la colonización anglosajona del norte de México. A los habitantes de estas tierras se les dio la opción de obtener la ciudadanía norteamericana o ser expulsados de sus tierras. Los que se quedaron perdieron la tierra, o tuvieron que trabajarla para el norteamericano. A finales del siglo XIX, el 90% de las cuadrillas que trabajaban en la construcción del ferro- 127 1. Una detallada discusión sobre el término chicano puede consultarse en la Antología histórica y literaria. Chicanos de Tino Villanueva, FCE, 1994, México, pp. 7-34.

2001117 p 127

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  • La poesa chicana de la descolonizacin

    Jos Ortega

    La literatura chicana surge como interpretacin de la existencia deesta minora. El trmino chicano tuvo a principios del siglo XX unaconnotacin negativa, y a raz de los movimientos reivindicatoriosde la dcada de los 60 se asoci con un postura ideolgica de orgullotnico-cultural. La palabra chicano tiene matices de distinto grado y con-notacin segn el espacio geogrfico y el sector social que lo utilice. Enmuchos casos, su empleo supone un desafo a las definiciones legales delgobierno norteamericano: latinos; latinoamericanos; mexicano-ameri-canos; hispanos, etctera.1

    Para situar la literatura chicana en su contexto sociohistrico habraque remontarse a 1848, fecha en la que el expansionismo norteameri-cano oblig a adoptar la ciudadana norteamericana a los descendientesde los mexicanos. Antes de la anexin por el gobierno norteamericanodel sudoeste de los Estados Unidos, exista entre los mexicanos unaestratificacin de clases. Los rancheros, administradores, jerarquamili tar y misioneros explotaban a la poblacin india. En trminos gen-erales podra afirmarse que la discriminacin contra el mexicano no fuetan brutal como la ejercida contra el negro y el nativo-americano. Lahistoria del pueblo chicano hay que referirla al tratado Guadalupe-Hidalgo (1848) y al Gadsen Purchase (1853), fecha en que se inicia lacolonizacin anglosajona del norte de Mxico. A los habitantes de estastierras se les dio la opcin de obtener la ciudadana norteamericana oser expulsados de sus tierras. Los que se quedaron perdieron la tierra,o tuvieron que trabajarla para el norteamericano. A finales del sigloXIX, el 90% de las cuadrillas que trabajaban en la construccin del ferro -

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    1.Una detallada discusin sobre el trmino chicano puede consultarse en la Antologahistrica y literaria. Chicanos de Tino Villanueva, FCE, 1994, Mxico, pp. 7-34.

  • carril eran trabajadores mexicanos legales e ilegales. La maquinaria blicaen la Segunda Guerra Mundial necesit mano de obra barata y sta fueproporcionada por los mexicanos quienes se van concentrando en losguetos de las grandes ciudades, guetos donde sufriran todo tipo de dis-criminacin: econmica, social y cultural. Y es en estos enclaves dondesurgirn los movimientos reivindicatorios de una minora que, como lachicana, haba luchado en gran nmero y con gran prdida de vidas enla Segunda Guerra Mundial, y que al volver de esta contienda conti -nuaron siendo ciudadanos de segunda clase. En los guetos y barrios chi-canos tienen lugar revueltas como la famosa Zoot Suit de 1943. Lavestimenta chocante y anrquica identificaba a la tribu urbana conoci-da como los pachucos, o Chicano zoot-suiter, grupo originario de ElPaso, Texas. Estos jvenes rebeldes rechazan las culturas mexicana ynorteamericana, y ante una sociedad racialmente discriminatoria, bus-caban una identidad bicultural y bilinge.

    La dcada de los 60, periodo que se extiende desde el boicot de losautobuses en Montgomery (Alabama) en 1955 hasta 1975, fin de la guer-ra de Vietnam, se caracteriz por el desarrollo del llamado MovimientoChicano cuyo programa integraba el nacionalismo cultural y la reivindi-cacin de todos los derechos civiles. De aqu que el renaci miento culturaltenga un marcado carcter sociopoltico y muchos de los escritores quepublican su obra a partir de esta dcada reflejan en sus escritos un clarocompromiso social. En esta nueva conciencia que va surgiendo contra elneocolonialismo tuvo una gran influencia el carismtico lder sindicalistaCsar Chvez. Su actividad se inici en 1965 organizando las huelgas derecogedores de uvas y legumbres y culminara en 1967 con la creacin dela United Farm Workers Organizing Committee, sindicato que acoga achicanos nacionalizados norteamericanos, as como a indocumentados.En el Plan Delano (Ca. 1966), surgido en torno a las reivindicaciones delos campesinos que organizaron la huelga de la uva de esta localidad cali-forniana, tuvo una participacin activa Luis Valdez con su teatro deguerrilla Teatro Campesino. Rodolfo Corky Gonzlez organiz enDenver la Crusade for Justice en defensa de los derechos de los chi-canos, as como el Plan Espiritual de Aztln (marzo, 1969) en cuyo mani-fiesto se declara: El carnalismo nos une y el amor hacia nuestros her-manos nos hace un pueblo ascendente contra el extranjero gabacho, queexplota nuestras riquezas y destruye nuestra cultura. La movilizacinde la juventud estuvo a cargo de MECHA (Movimiento Estudiantil Chicanode Aztln). Creado en 1969, el mismo ao que el Plan de Santa Brbara,MECHA uni a los militantes universitarios contra la opresin racista. ElPlan de la Raza Unida (1967) y el partido poltico La Raza Unida,

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  • lograron que la comunidad chicana obtuviera representacin legal enayuntamientos, centros escolares, etctera.

    El Plan de Aztln fue el manifiesto fundador del nacionalismo culturalchicano. Este marco ideolgico y programtico requera un espacio ritual,simblico, microcosmos espiritual que se localizaba en los barrios dondese mantenan los valores y los cdigos de conducta de los chicanos. Y aeste nuevo centro espiritual y sicolgico se le denomina Aztln que ennhuatl significa tierra del norte. Desde el plano poltico y esttico, loschicanos reactivan la memoria precolombina en una visin idealizada dela civilizacin tolteca, maya y azteca, e igualmente recogen leyendascomo la de las siete tribus que abandonaron sus cuevas en una emi-gracin hacia el sur en busca de Tenochtitln con el fin de crear unanueva civilizacin. De esta manera, Aztln se convirti en la forma delegitimar el nacionalismo cultural chicano y darle una base histrica a sulucha socio-poltica. Rudolfo Anaya, uno de los ms prestigiosos narra -dores chicanos, defiende la tesis de que la mitologa asociada a un Aztlnespiritual ayud a reafirmar la conciencia de la minora chicana.2 El mitoes un fenmeno cultural complejo y para el pueblo chicano, adems desatisfacer una necesidad tico-social, constituye la respuesta a cuestioneselementales ante una situacin conflictiva. Tambin se asocia el mito conla funcin pragmtica de producir la solidaridad social en tiempos decrisis.3 La fundacin mtica de Aztln obedece a una ley natural de orgulloy autoestima que da cohesin a la colectividad mexicano-americana, peroque conlleva el peligro de la glorificacin irracional tantas veces asociada almito nacional.

    El chicano trmino que en la dcada de los 60 se asocia al orgullotnico y a la conciencia sociopoltica opona su rica memoria histrica auna cultura que como la norteamericana estaba siempre orientada haciael futuro. En las seas de identidad culturales que el chicano defiende se

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    2 In the process of returning to our myths and legends we were not short-sighted idea -lists that thought the oppression our community suffered would disappear. We knew better,but our search was spiritual in nature, and our community desperately needed the reaffir-mation. We had faith that by bringing to light our history, even the esoteric history of mythand legend, we could bring to fruition a cultural renaissance and create a new time of her-mandad, Rudolfo A. Anaya, Aztln: A Homeland without Boundaries en Aztln. Essaysof the Chicano Homeland, ed. de R. A. Anaya y F. A. Lomel, Albuquerque: University ofNew Mexico, 1989, p. 237.

    3 Myths fulfills in primitive culture an indispensable function: it expresses, enhances,and codifies belief; it safeguards and enforces morality; it vouches for the efficiency of ritualand contains practical rules for the guidance of man, B. Malinowski, Magic, Science andReligion, New York: Doubleday & Co., 1955, p. 101.

  • incluye igualmente su actitud tan distinta del norteamericano ante eltrabajo, la fiesta, el cuerpo y la muerte.4 As pues, la diferenciacin culturalcon un territorio propio (Aztln) se convierte para el chicano en uninstrumento que refuerza su identidad frente al sistema dominante, sis-tema que se apoya en la tica protestante basada en la tesis de que eltrabajo es algo que redime, proporciona felicidad y es bendecido y recom-pensado por Dios. Segn esta doctrina todos los seres tienen las mismasoportunidades, y los pobres lo son a causa de sus debilidades. En elextrao mbito de la cultura anglosajona se hace ms imperioso parael chicano pertenecer a una realidad colectiva. De aqu su defensa de lahomogeneidad cultural representada por la lengua, la religin, los lazosfamiliares y los cdigos de conducta.

    De lo apuntado se deduce que el problema ms acuciante para el chi-cano sea el de la identidad; la identidad no slo tnica, sino de clasesocial, aunque en muchos casos, especialmente entre los trabajadores, lacomposicin tnica prima sobre la conciencia de clase. En la minora chi-cana predomina el sector asalariado y el lumpen que coexisten con unasclases medias emergentes. Entre estas ltimas se producen ms casos deasimilacin a la cultura dominante debido a diversas causas: gratitudhacia el pas adoptivo; internalizacin del mito del sueo norteameri-cano, imitacin del carcter anglosajn para ganar movilidad social ymiedo y desprecio a los componentes de su propia etnia para ganarse elfavor de los gringos. El sistema dominante trata al chicano como a todaminora tnica, es decir, por el color de la piel y su conducta, actitudracista que constituye uno de los fundamentos del sistema norteameri-cano. El neocolonialismo bloquea la conciencia del otro eliminando suscaractersticas antropolgicas y transformando la identidad de la vctimaen una identidad por reflejo.

    El multiculturalismo del crisol norteamericano es un mito, puesdespus de la segunda o tercera generacin la asimilacin es total, comole ha ocurrido, por ejemplo, a las minoras tnicas italiana, alemana ysueca. En el caso de la poblacin hispana, la mayora ha optado por laasimilacin, llegando incluso a negar su herencia indo-mexicana. Lamise ria de sus pases de origen hace que muchos de estos emigrantes que

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    4 Esas tradiciones (de los grupos tnicos en los E. U.) coexisten con la tradicin centralnorteamericana sin fundirse con ella. Son cuerpos extraos dentro de la cultura norteameri-cana. Incluso en algunos casos el ms notable el de los chicanos las minoras defiendensus tradiciones contra o frente a la tradicin norteamericana. La resistencia de los chicanosno slo es poltica y social sino cultural, Octavio Paz, Tiempo nublado, Barcelona: SeixBarral, 1983, pp. 146-147.

  • huyen de la pobreza lleguen a internalizar un complejo de inferioridadllegando a odiarse a s mismos y a su herencia cultural en una especie deautorracismo. El yo del chicano se disgrega, confunde y transforma enconciencia torturada ante una sociedad que lo ha rechazado ydeshumani zado. El retorno a Mxico forzados por la xenofobia y otrospara recuperar la raz perdida da lugar a una cultura de frontera quemantiene viva la diferencia y un espritu de transgresin. Por esto, larealidad chicana se organiza alrededor del Ro Grande, frontera econ -mica, cultural y sicolgica.

    El movimiento chicano en las dcadas de los 60 y 70 se inscribe den-tro de los movimientos reivindicatorios surgidos a causa de la guerra deVietnam (1954-1975), tales como la lucha por los derechos civiles y laGuerra contra la pobreza. Este proceso de concienciacin trajo a unprimer plano el problema de la identidad, especialmente entre losescritores que vean con inquietud cmo muchos trnsfugas hispano-mexi canos abjuraban de su cultura para participar en el sueonorteamericano. Los que asuman la conciencia chicana se definancomo miembros de la Raza, trmino que tiene una connotacin no slotnica sino cultural.

    Los orgenes de la literatura chicana, que muchos identifican con lamexicana, podran extenderse al periodo azteca-maya, pero 1848 sera lafecha que marca la escisin entre el mundo hispano-mexicano y la domi-nante cultura anglosajona. Segn este criterio, toda la literatura anteriora 1848 podra considerarse como una etapa pre-chicana. Sin embargo, elverdadero Renacimiento chicano hay que situarlo en 1967, fecha en queaparece la primera publicacin seria de carcter literario: El Grito: AJournal of Contemporary American Thought. El Renacimiento, o apari-cin de una literatura chicana con un carcter distintivo, se inicia, pues,a raz de las circunstancias histricas en torno a 1965. El movimientopoltico-social de estos aos estimula la creacin cultural ya que una delas formas de definir la identidad histrica es a travs de la literatura.5La literatura chicana surge, pues, como respuesta a la conflictivasituacin histrica del chicano frente al mundo anglosajn. En una

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    5 La nueva literatura chicana surge entonces como una compleja y rica manifestacincultural cuya preocupacin bsica es formalizar la toma de conciencia, los valores y aspira-ciones de una entidad humana conceptuada legalmente como minora tnica en la sociedadnorteamericana, y que en el proceso de formalizacin de esa identidad colectiva se vaenfrentando a la necesidad de definir esa identidad en trminos de formacin histrico-social distintiva, Juan Armando Epple, Literatura chicana y crtica literaria, JuanArmando Epple, Ideologies and Literature, IV, 16 mayo-junio, 1983, pp. 150-151.

  • primera etapa, la crtica culturalista (entendiendo por cultura la creaciny participacin comn en valores) tiende a defender la singularidad de laliteratura chicana, sus mitos, su mestizaje y, en general, todo lo quela distingue de la anglosajona. Pero la experiencia histrica va dandopaso a la preocupacin del escritor por universalizar su experiencia medianteuna problemtica que no slo concierne al chicano, sino a la condicin delhombre en general. Literatura que surge, pues, no como reflejo de unarealidad, sino que trata de concienciar al lector sobre un contexto his -trico enajenante. Sin renunciar a su responsabilidad sociopoltica, elescritor chicano, a partir de los aos 70, explora otros temas ms comple-jos de la experiencia chicana, produciendo un discurso antropolgico encuanto lleva implcito un concepto del hombre y su mundo.

    Delimitar la especifidad de la literatura chicana es un problema com-plejo ya que muchos escritores consideran esta literatura, limitada alsudoeste de los Estados Unidos, como una continuacin de la mexicana.Y, aunque la mayora de los escritores mexicanos-norteamericanossiguen viviendo en esta rea, la poblacin chicana se ha ido extendiendodurante las ltimas dcadas por todo el pas. Progresivamente se ha idoimponiendo el ingls sobre el espaol en la literatura chicana por variasrazones: altos ndices de analfabetismo; el bajo poder adquisitivo entre lamayora de la poblacin chicana; mayor rentabilidad en el mundo edi -torial de la publicacin de obras en ingls, y el acelerado proceso deasimi lacin que ha hecho que muchos chicanos hayan adoptado el ingls,ya que la movilidad social exige el conocimiento de esta lengua. Sinembargo, desde el punto de vista del contenido, ms que de la expresin,s podra seguir hablndose de literatura de frontera, es decir, intercul-tural. El legado sociopoltico de los chicanos se ha ido diluyendo dentrodel sistema capitalista triturador de toda ideologa a pesar de la emi-gracin masiva y los altos ndices de natalidad. La dispersin geogrfica,la divisin interna entre los componentes del movimiento chicano y lafalta de solidaridad con otras minoras han tenido una incidencia nega -tiva en la literatura chicana escrita en espaol. En la imposibilidad deadaptacin a la cultura dominante, o a la integracin de su pasado mexi-cano, muchos chicanos siguen viviendo en la marginalidad y en unasituacin que se presenta cada da ms precaria debido a las nuevasleyes de inmigracin que niegan el beneficio de los derechos civiles a losindocumentados afincados en los Estados Unidos y que pretenden acabarcon la inmigracin ilegal que asciende a 2 000 al da.

    Quiz sea el poeta chicano quien con ms fuerza y claridad articula ensus versos la problemtica de su identidad. Es decir, la visin que de lavida tiene el chicano, sus frustraciones y esperanzas. El poeta busca la

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  • unidad perdida en constante contradiccin entre la necesidad de recu -perar su mismidad y la negacin de ese otro impuesto por elanglosajn.6 La poesa chicana se remonta a la Historia de Nuevo Mxico(Alcal de Henares, 1610)7 de Gaspar Prez de Villagr. Se trata de unpoema pico dedicado a Felipe II en el que se describe el establecimientode Nuevo Mxico por Juan de Oate entre 1595 y 1601. Patriotismo yreligiosidad se conjugan en treinta cantos mediante la ficcionalizacin deciertos sucesos. Entre las aventuras de la colonizacin se destaca la crnica de la batalla de Acoma, primera versin potica en suelonorteamericano de los conflictos raciales y culturales desde la llegada delos europeos:

    Y vosotros, infames Acomeses,seris horriblemente castigados,Con pena tal qual es muy bien que vengaPor semejantes nimos cobardes.Y a ti, Zupatacn, cebil, que has sidoInstrumento de tanta desbenturaSbete que te aguardan y te esperanDesta maldad y vergonzosa afrentaCruelssimos azotes y castigos

    (Canto XXXII, p. 281)

    En los siglos siguientes domin la poesa popular en forma de trovas,romances, corridos, dcimas, coplas y producciones dramticas como la deLos pastores, pastorelas y autos sacramentales. Desde 1848, parte deesta poesa escrita en espaol se va recogiendo en publicaciones de lapoca tales como El malcriado, El grito del Norte, Con Safos, El PochoChe, etc. Durante la primera mitad del siglo XIX, la clase alta depositariade la tradicin espaola, compone una poesa escrita ms culta. Como enla prosa, 1848 marca el desarrollo de la poesa mexicana, y en la prensaempiezan a aparecer versos de signo contestatario sobre los compromisos

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    6 On peut en ce sens considrer la posie chicano comme le lieu de surgissement duneparole conflictuelle. La dfense de lidentit menace s y effectue sur le double mode de langation de lautre, et de la rcuperation, de lexaltation, mme, de tout ce qui permetdidentifier le soi, Y. G. Granjeat: Andouard-Labarthe, E. Lerat, Ecritures Hispaniques auxEtats-Unis: Mmoire et Mutations, Publications de lUniversit de Provence, 1990, p. 197.

    7 Historia de Nueva Mxico de Gaspar Prez de Villagr (Alcal de Henares, 1610).Citamos por la edicin crtica de Miguel Encinias, Alfred Rodrguez y Joseph P. Snchez,Albuquerque: University or New Mxico, 1992.

  • rotos por el gobierno norteamericano, la discriminacin econmica, social,lingstica, etc. En la primera mitad del siglo XX, el hecho de que elidioma en las escuelas pblicas fuese el ingls, as como los prejuicios delos medios de comunicacin contra el espaol, afectaron negativamente elconocimiento de la poesa escrita en espaol, poesa que haba prosperadoentre 1910 y 1936 debido al exilio provocado por la Revolucin mexicana.En la segunda posguerra mundial, la emigracin mexicana se concentraen las ciudades donde se inciara una poesa contestataria contra las pre-carias condiciones de vida de estos guetos. La discriminacin que siguieron sufriendo los chicanos despus de la contienda mundial dalugar a manifestaciones artsticas de carcter comprometido con la causachicana. En esta labor de concienciacin se destaca la figura de LuisValdez, fundador del Teatro Campesino (Delano, 1965).

    La poesa de protesta abarca el periodo comprendido entre 1967 y1974. Esta poesa contestataria reivindica la diferencia, la rebeldalingstica y una expresin potica caracterizada por su desnudez, discor-dancia y prosasmo. Y junto al mensaje poltico de reafirmacin de laidentidad, aparece la afirmacin existencial. El poeta en su cal urbano,vulgarismos, bilingismo y trilingismo trata de hacer llegar su mensajea un receptor popular. Poesa, pues, bsicamente comprometida por refle-jar la impureza de la vida y la experiencia y emocin del marginado yexplotado. De aqu que la emocin e indignacin tengan primaca sobrelos recursos estilsticos.8

    Uno de los poemas fundacionales de la poesa de protesta es I amJoaquin/Yo soy Joaqun: an epic Poem (1967) escrito por Rodolfo CorkyGonzlez para la Crusade for Justice. En los versos de este poema, elhablante lrico exige a los chicanos que combatan la opresin norteameri-cana refugindose en sus tradiciones comunales: barrio, familia, carna -lismo, raza, mitos y hroes:

    mientras la mquina explotamata y envenenaenvenena nuestras venascon licor, con heronacon hamburguesas, con hot dogsaspirinas y deodorantesque esconden el aromade los cuerpos que sufren

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    8 Citamos por I am Joaquin/Yo soy Joaqun, New York: Bantam, 1972.

  • gozan, duelen y crecencon el amor en la carne, en los huesosraza, raza, raza, razael amor nos pertenece (El carnalismo nos une, Hispamrica 6, 1974, p. 102)

    El rechazo de los valores del mundo anglosajn es complementario al deseodel hablante lrico por recuperar sus valores culturales mediante la reafir-macin de un yo que se proyecta y encarna en el pasado indio y mestizo.Las races de la identidad del chicano se sintetizan en la raza csmica:

    El chirrido de las ametralladorases muerte para todos que son yo:yaquitarahumarazapotecachamulamestizoespaol

    (I am Joaquin, ob. cit., p. 13)

    La sangre derramada por el sacrificio del pueblo es una especie de donpara aplacar a las potencias malignas y apartar de los castigos mayoresque podran derivarse de la castracin social y cultural provocada por elsistema norteamericano:

    Yo manche sanguneoMi espalda de esclavitud indiafue despojada color encarnadode los azotes de patronesque perderan su sangre tan puracuando Revolucin los hizo pagarSangre Ha derramado demen cada campo de batallaentreCampesino, HacendadoEsclavo y dueo

    (I am Joaquin, ob. cit., p. 20)

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  • Yo soy Joaqun finaliza con una afirmacin categrica sobre la super-vivencia e identidad cultural de la raza, o sea, del chicano. La voz plural, encarnada por el yo del hablante lrico, combate la aculturacininvocando la tradicin espiritual y no la lucha clasista:9

    Mi fe impenetrableMi sangre puraSoy prncipe Azteca y Cristo CristianYO PERDURARYO PERDURAR

    (Yo soy Joaqun, ob. cit., p. 20)

    Alberto Baltasar Urista, conocido como Alurista, naci en Mxico en1947. Al sincretismo que configura la identidad chicana le da en sus ver-sos una dimensin mtica simbolizada por Aztln. Con el dramaturgoLuis Valdez cre el concepto Flor y Canto, sinnimo de poesa chicana.En los poemarios de Alurista, el mito tiene una funcin prctica en tiem-pos de crisis y provoca la solidaridad social haciendo inteligible el pre-sente. La necesidad de incorporar la mitologa precolombina ha sidointerpretada como un signo de ahistoricismo, pero, de hecho, representaun instrumento cultural para concienciar al chicano y ayudarle a encon-trar su identidad. La visin idlica pre-colombina sirve para contra -rrestar el brutal pragmatismo neocolonialista, aunque la glorificacin deeste pasado oculta, a veces, las contradicciones histricas del presente.Alurista llega a proponer una sntesis de filosofa precolombina y anti-capitalista como forma de sobrevivir entre el racismo y la explotacin. Aspues, la identidad chicana se basa en la negacin de los valoresnorteamericanos, ya que al negar el neocolonialismo todo atributo dehumanidad al colonizado fuerza a ste a formularse la pregunta Quinsoy yo?10 En Floricanto en Aztln,11 Alurista utiliza un cdigo bilinge(spanglish), cdigo lingstico que nos remite al carcter hbrido de lacultura chicana. La deformacin de estos dos cdigos mal dominados por

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    9 Joaquin does not signal the coming of the winds of revolution, as it claims to do. Itdoes not prefigure a liberation of the articulation of a cultural nationalism, Rafael Prez-Torres, Movements in Chicano Poetry, Cambridge University Press, 1995, p. 77.

    10 Because it is a systematic negation of the other person and a furious determinationto deny the other person all attributes of humanity, colonialism forces the people it domi-nates to ask themselves the question constantly: in reality, who am I?, Franstz Fanon,The Wretched of the Earth, tr. de C. Farrington, New York: Grove Press, 1961, p. 77.

    11 Floricanto en Aztln, University of California: Chicano Cultural Center, 1971.

  • los chicanos se mezcla con lenguas indgenas, cal y distintas variedadesdialectales de estos sectores sociales marginados. Este nuevo lenguajemestizo supone una forma de identificacin y rebelda contra la herenciainglesa y espaola:

    entre frgidos rangos mi pueblo hiervehierve con furor de sangrecon candor el alma hiervehierve con ardor la mentey mi Raza clama fuego del maz el oro nacecobs of hope and future promiseseeds of growth and fertile sacrificein the mossy paths of asphalt: Raza Nuevavasta RazaRaza Bronceseda Raza

    (Floricanto de Aztln, ob. cit., p. 12)

    En Timespace Huracn12 existe, junto a la nota indigenista, una claravoluntad de experimentacin estilstica siempre en torno al tema de laenajenacin del chicano en la Amrica sajona (Amerikkka/klan de pennyyankee); enajenacin a la que el hablante lrico opone la solidaridad yespiritualidad de su pueblo:

    unin amerindiacadenas ya no ms se abren las fronterasse apaga la opresindel rbol de la vidala fuente de armonamarchtasel imperiobrota la paz

    (Timespace ob. cit., p. 14)

    La identidad que Alurista invoca en todos sus poemarios est basada enel sincretismo de lo precolombino, el carnalismo, el barrio y las fuerzasespirituales del pasado. Y respecto a la forma expresiva defiende el uso

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    12 Citamos por Timespace Huracan: Poems, 1972-1975, Albuquerque: PajaritoPublications, 1976.

  • de muchas lenguas como manera de enriquecer y darle una identidad ala cultura chicana. El carnalismo chicano llega, en ltima instancia, aproyectarse en un movimiento de solidaridad hacia todos los pueblos,razas y culturas, como se desprende de la lectura del poema FromAmsterdam:

    en realidad es un mundo soloslo uno y somos todos humanosy nos duele lo mismo a todos

    Abelardo Lalo Barrientos, genuino representante de la Raza,pertenece a la tradicin de la poesa pinto. Es decir, a la compuesta porpresidiarios o expresidiarios entre los que hay que mencionar los nom-bres de Ricardo Snchez y Ral Salinas. En sus poemas, AbelardoBarrientos asume la voz colectiva y el orgullo de la Raza contra unaestructura social injusta:

    aqu hoy por siempre en adelante nosotros,bajo el sol de Aztln juramos unos a los otrosapoyo, cario, respeto, confianza y carnalismo.vivir esclavos y haber muerto en vida es casi lo mismo13

    La protesta sociopoltica se transforma en un humanismo de raz cris-tiana en el poema Ya no:

    quiero que aprendamosa amar y a compartiry a respetarya no ya no ya no ya noyo no quiero escribirde lo que veo sino de lo que sueo

    Uno de los poemas ms antologados de Lalo Barrientos es El imi-grante (1969) cuyo tema es el de la emigracin de mexicanos, o mexi-cano-norteamericanos (golondrinas cortando betabel) quienes vctimasde las fuerzas del mercado luchan contra su desajenacin, identificndosecon esas semillas de esperanza que siembran en su destierro:

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    13 Citamos por Bajo el sol de Aztln, El Paso (Texas): el Barrio Publications, 1973.

  • gente buenagente honestagente vctima de su necesidad de emigrarla lechuga o la justicia es lo que van a sembrar14

    El Ro Grande del poema del mismo ttulo (incluido en 25 Pieces of aChicano Mind, el Paso: Barrio Publications, 1972) nos enfrenta a ladramtica situacin provocada por el conflicto entre los del lado de aqu(miseria del mexicano) y el sueo norteamericano del lado de all. Elhablante lrico apela al ro para que desaparezca esa cruel lnea divisoriaque marca las abismales diferencias y la aversin histrica entre elprimer y el tercer mundo:

    eres t la puerta ms cruel y ms duraseparas al hombre y haces de su ambicin basura.le que se ahog un mexicano que te quiso cruzar,vena a los estados unidos y su muerte fue a encontrar,un da tus fuerzas, como las fronteras, se van a acabarhblame pronto, ro grande, que el tiempo te va a matar

    El poeta pinto Ricardo Snchez (1941-1995) es autor de Canto y Gritomi liberacin (1971), Hechizospells (1976) y Milhuas Blues and GritosNorteos (1978). Se cri en Barrio del Diablo (El Paso, Texas) y pas 9aos en las crceles de Texas y California. En esta ltima compuso supoema Soledad. Autodidacta, lleg a impartir clases de literatura decreacin en Washington State University. Con Abelardo Delgadoantolog el primer volumen de poesa chicana: Los cuatro (1970). En elPrefacio a Canto y Grito mi Liberacin, Ricardo Snchez nos aclara quesus versos responden a la anomia y a la amenaza de una cruel deshu-manizacin no slo en Estados Unidos sino en todo el mundo.15 Laanomia se identifica con el aislamiento del individuo por la incongruenciade normas sociales y la desvalorizacin de las leyes. La alienacin, lasoledad constituye el polo opuesto a la identidad, y cuando los cimientos

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    14 La cita de el imigrante corresponde a Literatura Chicana, ed. de Castaeda Shular;Ybarra-Frausto y J. Sommers, New Jersey: Prentice-Hall, 1972, pp. 249-250.

    15 Why this book? In answer to the anomie, hurt, destruction of a people, etc. More so inresponse to the growing menace of a dehumanizing society that is now worldwide, for con-flict and racism are rampant throughout the world, Canto y Grito mi Liberacin,Washington University Press, 1995, p. 15. Los poemas citados en nuestro trabajo estntomados de esta edicin.

  • de sta son frgiles, como es el caso de los encierros carcelarios sufridospor el poeta, sus poemas adoptan un tono agresivo:

    el vaco derrama la voz angustiosadel alma; es mejorvivir o morir como hombreque besarle los huevos al boss rincheese pinche desgraciado.

    (Canto y Grito ob. cit. p. 73)

    El arte para Ricardo Snchez tiene un fin didctico para mostrar al lectorlas leyes que rigen una sociedad inhumana. El descuido del aspecto for-mal no debe conducir a la subestimacin del contenido ideolgico, pues larelacin esttica representa una forma de exteriorizarse y desajenacinpara afirmarse como ser humano. Pero para llegar a realizarse, el chi-cano ha de luchar contra un sistema coercitivo que ha instaurado un des-orden tico y social en nombre de un dios arbitrario:

    y los rinchescomo casi-diosesy alcabo diosamerikano es racistaborracho y pirujo (Canto y Grito, p. 159)canto y grito mi liberacin,y vivo tal como puedo, buscando revolucinjams llorar mi pasado (Canto y Grito, p. 74)

    La cuestin social es insoslayable para el poeta chicano. Por esto, en losversos que brevemente hemos comentado, se antepone el compromiso, lacarga ideolgica, al aspecto estilstico. En el lenguaje desnudo, vital,directo y mestizo de estos poetas existe una palpitacin frente a unmundo que le es ajeno y que quisieran transformar. El poeta chicanolucha contra la alienacin socioeconmica, cultural y sicolgica, porqueno quiere ser despojado de su mismidad, de su patria espiritual. De aquque en sus versos domine la vivencia personal y la evocacin de un pasa-do mtico asociado a los valores de su raza.

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