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PÁGINA 4 Landa Cope: Para discipular a todas las naciones: Un Cristo supremo / Hernán Donoso: Perspectiva para un Cambio PÁGINA 14 Gabriel Muñoz: Reformando la educación para reedificar una nación: un proceso de paternidad / Simón Abdala: Educación y Política. En busca de la areté perdida / Luis Aranguiz: Evangélicos y política: Examen de una cultura de contingencias PÁGINA 25 Tomas Recart: Hazte cargo de la problemática educativa: Soluciones desde un hombre visionario / Felipe Pérez: ¿Ser o temer a la escasez? / Simón Aquino: Arriba del sol / Jonathan Edwards / Recomendados oikonomos ES TIEMPO DE TRANSFORMACION “Perspectiva para un cambio”

2da Edición Revista Oikonomos, Marzo 2012

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Centro de Estudios Oikonomos presenta la segunda edición de la Revista Oikonomos, cuyo objetivo es traer ideas útiles con su consecuente acción práctica en lo que respecta al rol asignado por Dios al hombre y a la mujer: desarrollar OIKONOMOS, para ser buenos "administradores o mayordomos de la casa"; es imperante tener una postura clara acerca de los asuntos públicos de la nación y del mundo. En esta edición se desarrollan los temas de Educación y Política. ¡Le invitamos a ser parte de los análisis, desafíos y propuestas!

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PÁGINA 4Landa Cope: Para discipular a todas las naciones: Un Cristo supremo / Hernán Donoso:

Perspectiva para un Cambio

PÁGINA 14Gabriel Muñoz: Reformando la

educación para reedificar una nación: un proceso de paternidad / Simón

Abdala: Educación y Política. En busca de la areté perdida / Luis Aranguiz:

Evangélicos y política: Examen de una cultura de contingencias

PÁGINA 25Tomas Recart:

Hazte cargo de la problemática educativa: Soluciones desde un hombre visionario / Felipe Pérez:

¿Ser o temer a la escasez? / Simón Aquino: Arriba del sol /

Jonathan Edwards / Recomendados

oikonomosES TIEMPO DE TRANSFORMACION

“Perspectiva para un cambio”

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Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de

los misterios de Dios. Ahora bien, se requiere de los

administradores (oikonomos), que cada uno sea hallado FIEL.

1Corintios 4:1-2oikonomosES TIEMPO DE TRANSFORMACION

INDICEPáginas 4,5,6ARTÍCULO DE INTERÉSLanda Cope»Para discipular a todas las naciones: Un Cristo supremo.

Páginas 7,8,9PINCELAZO DE ACTUALIDADHernán Donoso»Perspectiva para un Cambio.

Páginas 10,11,12,13ARTÍCULO DE INTERÉSGabriel Muñoz»Reformando la educación para reedificar una nación: un proceso de paternidad.

Páginas 14,15A FONDOSimón Abdala»Educación y Política. En busca de la areté perdida.

Páginas 16,17,18,19,20A FONDOLuis Aranguiz»Evangélicos y política: Examen de una cultura de contingencias.

Páginas 21,22,23,24,25CONVERSANDO CONTomas Recart»Hazte cargo de la problemática educativa: Soluciones desde un hombre visionario.

Páginas 26,27,28REFORMA TU MENTEFelipe Pérez »¿Ser o temer a la escasez?

Páginas 29,30,31REFORMA TU MENTESimón Aquino »Arriba del sol.

Páginas 32,33DIGNO DE IMITAR»Jonathan Edwards.

Páginas 34,35RECOMENDADOS

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Permitida su reproducción en conformidad al artículo 38 de la Ley 17.336 sobre Propiedad Intelectual. Derechos reservados.

CENTRO DE ESTUDIOS OIKONOMOS © Santiago, Chile, 2012.

PATROCINADO POR MINISTERIOS VENGA TU REINO.

Consejo Editorial: Macarena ArcosJavier CastroHernán DonosoAngel TapiaLuis Aranguiz Kahn

Contacto: [email protected]

Diseño y Diagramación: Daniela Pinilla

En esta edición: Gabriel Muñoz, Simón Abdala, Simón Aquino y Felipe Pérez Molina.

Agradecimientos a:Landa Cope y Tomás Recart por aportar en este proyecto.

Revista "OIKONOMOS", Segunda Edición Marzo 2012.

Disponible en formato electrónico.

En esta segunda edición, concentramos nuestro interés en la encrucijada que vive actualmente Chile y gran parte del mundo contemporáneo. En plena etapa de tensiones, cambios y transformaciones en donde algunos responsabilizan a los Estados, otros al Mercado y otros al Sistema Internacional en su conjunto, lo único concreto que queda, es la señal de agotamiento en la lógica del “ser y el hacer”. "Producto de ello brotan cientos de voces y re-interpretaciones que intentan diseñar y acomodar las piezas para los desafíos que está presentando el siglo XXI.

En vista de lo anterior, el Centro de Estudios Oikonomos, por medio de su revista, ha considerado más que necesario contribuir en la contingencia, generando una corriente de opinión reformista basada en los principios teístas del Reino de Dios, entendiendo que en éste se encuentra “la identidad y la lógica de vida” que Dios ha otorgado al ser humano a fin de administrar correctamente la tierra como su herencia.

Perspectivas para un cambio, es más que un título... es la voz de avanzada para esta hora de urgente reflexión y acción. Gran parte de los

EDITORIALescritos que usted podrá disfrutar en el presente número se circunscriben a temáticas de análisis y propuestas orientadas al binomio Educación-Política, concibiendo que los cambios surgen de los cimientos educativos de una nación y de la praxis cívica que por consecuencia se evidencia en la construcción de la mentalidad y cosmovisión de una sociedad.

Nuestro deseo es motivarle, sembrando en su persona, semillas de reforma que traigan un fruto abundante y provechoso sobre los proyectos que cambiarán las naciones de la tierra.

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Para discipular a todas las naciones:

UN CRISTO SUPREMO.Para que los creyentes recuperen la influencia que Dios quiso que

ejercieran en todas las esferas de la vida, necesitan una mayor re-

velación de Cristo. Usted dirá “Je-sucristo es el Hijo de Dios, nacido

de una virgen. Gracias a su muerte en la cruz y al perdón de mis peca-

dos, Él es Salvador de mi alma”. Y realmente dice la verdad. Sentimos

que sabemos quién es Jesús, pero este Jesús es muy “pequeño”. Para

recuperar influencia, como gene-ración de cristianos, tenemos que

habérnoslas con su identidad, entender el tamaño del Jesús de Pablo.

Por: Landa Cope

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UN CRISTO SUPREMO.Éste, por ejemplo, deseaba que los colosenses dejaran atrás los elementos básicos del evangelio establecidos en sus vidas (Col. 1:9-14). Él quiere que ellos avancen de la salvación al conocimiento de la voluntad de Dios, que muestren sabiduría y entendimiento en sus vidas diarias. Quiere que conozcan aquello que les hará efica-ces “en toda buena obra”. Porque Jesús es más que un Salvador, y para que ellos puedan vivir una vida “digna de Él”, van a necesitar una mayor revelación de su abso-luta supremacía sobre todas las cosas.

¡Porque Cristo creó todas las cosas! ¡En el cielo y en la tierra! ¡Todo lo visible y lo invisible! ¡Él es supremo en todo! ¿Qué significa esto? Significa que no hay tal cosa como mundo “secular” y mundo “sagrado”. Todas las cosas pertenecen a Cristo. Las cosas temporales de la vida no son menos importantes que las cosas eternas, porque todas las cosas le pertenecen a Él. Esto significa que el evangelio no solo trata de la salvación y de cómo Cristo nos salva, sino que el mensaje también trata del poder reconciliador de Dios en todos los ámbitos de la vida: familias, comunidades y naciones. ¿Qué ha recon-ciliado la cruz de Cristo? ¡Todo! Todo lo que hay en la tierra y todo lo que hay en el cielo. Cristo ha hecho la paz con cada parte de su creación a través de sí mismo.

Jesús es el Señor de todo; es Señor del llamado mundo “espiritual” y del material; es el Señor de todos los asun-

tos sociales. Dado que Él es el Señor de todo, no hay nada “secular”. Porque todas las cosas fueron creadas por Él y para Él, todo le pertenece. Esto significa que al predicar solo la salvación perdemos la mayor parte del mensaje del Reino de Dios. La salvación es esencial, pero solo es la entrada al Reino: no es el objetivo ni el propio reino. Al hacer de ella la meta se pier-de buena parte del mensaje de Dios, haciendo que seamos la iglesia más extensa de la historia, pero la más débil por lo que se refiere a influir realmente en vidas, comunidades y naciones evangelizadas.

Debemos destruir el pensamiento dualista que se nos ha enseñado y recuperar el evangelio del Reino. Entonces, y solo entonces, no ya nuestras palabras, sino acciones e influencia darán testimonio de la absoluta supremacía de Cristo y su mensaje. ¿Cómo hacerlo? ¿Cómo restaurar la mentalidad cristiana? ¿Cómo recuperar el evangelio del Reino?

A mí me parece que hay dos Reinos, dos cosmovisiones. En uno, Jesús es Señor de todo, en el otro, no. Desde la perspectiva divina de la realidad, todo está integrado bajo su autoridad suprema. Las demás cosmovisiones tienen una concepción dividida de la realidad. Enton-ces, la única manera de vivir en la luz del reino es integrar todo lo que cae bajo el señorío de Cristo. Es necesario unir los elementos del Reino de Dios

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separados por causa del pensamiento dividido. Es necesario disipar las tinie-blas de nuestras mentes rechazando el concepto de lo secular y lo sagrado, el dualismo de un mundo perdido. Dios no solo es justo, o misericordioso; es justo y misericordioso. No es el Señor del cie-lo, o bien de la tierra; es Señor de cielo y tierra. No se preocupa más de lo in-visible que de lo visible, de lo no-visto que de lo visto. Él es Señor de la ciencia y de la oración. No es ajeno a nuestros intereses ecológicos; Él es autor y per-feccionador de todos ellos. Este Cristo no hace caso omiso a la justicia terrenal con preferencia de la celestial. Él sufre con los que sufren y pide a su pueblo que defienda a los que no tienen voz. El desafío es escucharle y hacer lo que Él nos mandó con integridad.

Extraído del libro “El Modelo De Trans-formación Social Del Antiguo Testa-mento”, pp. 165-169. Tomado con au-torización.

» LANDA COPE, es decana fundadora de la Facultad de Comunicación de la Uni-versidad de las Naciones de Juventud con una Misión (JUCUM). Diplomada en Arte y Educación y Licenciada en Huma-nidades y Estudios Internacionales. Para mayor información visite http://www.templateinstitute.com.

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{Perspectiva para un Cambio}

El ya pasado 2011 dejó una estela de caos global: la crisis en Egipto y Grecia, el movimiento de los indignados en Europa y

nuestra cercana crisis de la educación son solo unos escasos ejem-plos de la mala mayordomía que los gobiernos del mundo han he-cho en las sociedades y sistemas a su cargo. Vimos escaparse de

las manos de sus respectivos gobiernos a distintos cuerpos sociales alrededor del mundo, lo cual, violentamente, muestra delante de

nuestros ojos que el hombre no se está entendiendo a sí mismo de manera individual ni colectiva. De esta forma, se hace patente la

necesidad de refrescar antiguos enfoques o, definitivamente, traer nuevos entendimientos del mundo y el hombre, porque los que te-

nemos no están funcionando como quisiéramos.

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COSMOVISIÓN

Hace dos años, en una plaza en la comuna El Monte, tuve la oportunidad de conversar con un joven cuyo nombre no recuerdo, pero, lo que sí es palpable en mi memoria es lo que él pensaba respecto de sí mismo en cuanto a sus posibilidades de desarrollo financiero. Este chico, con toda seguridad y religiosa convicción, me dijo: “Yo siempre voy a ser pobre, porque nací pobre. Los que nacen ricos, mueren ricos y los que nacen po-bres, mueren pobres”. La seguridad con que pronunció esas palabras me estremeció, no porque temiera que sus palabras fueran ciertas, sino porque al oírlo podía ver cómo esa creencia estaba condicionando toda su vida. Él estaba convencido de que esa era la realidad y, pro-ducto de ello, esa era justamente su condición.

Cada persona camina en un mundo que está dentro de sí mismo. Esto se halla ejemplificado por la historia que acabo de relatar; el joven de la narración, pese a vivir en un mundo en el cual, en lo efectivo, no todo el que hoy es adinerado lo fue también ayer y, asimis-mo, no todo el que hoy vive en la escases vivió siempre una vida con ese tipo de privaciones, él pensaba que la misma condición financiera debía sostenerse toda la vida. El joven caminaba en un mundo interior que, para él, era el verdadero y único camino. Que este mucha-cho pensara en que la escasez o la riqueza son con-diciones heredadas al momento de nacer e irremedia-bles en el transcurso de la vida, dan cuenta de su visión de vida, lo que condicionaba, irremediablemente, su situación exterior.

La realidad que percibimos es una construcción que, si bien tiene por materia prima los datos de nuestros sen-tidos, posee una forma particular que está configurada según estructuras de interpretación en nuestro interior. Así, para una persona, ser despedido de su trabajo puede ser una perfecta oportunidad para surgir independien-temente, mientras que, para otra, puede ser el comien-zo de hundirse en la miseria. Asimismo, para una mujer chilena, un ratón puede ser su peor pesadilla, mientras que para una mujer de China, un candidato codiciable para la cena. En ambos casos –en el de los despedidos y en el de las mujeres–, una misma realidad exterior aca-ba siendo interpretada de forma distinta para cada tipo

de persona, porque lo miraron desde una perspectiva diferente. Cada individuo tiene una visión de mundo, una configuración de la vida, desde la cual mira y vive todas sus experiencias. Cada habitante está, en cierta forma, atrapado dentro de su propia forma de pensar, por lo cual podemos decir que los límites de una perso-na son los límites de su mentalidad.

Una cosmovisión es básicamente un conjunto de su-puestos básicos que se tienen respecto de la realidad y que determinan, primero, la forma en que un indi-viduo se ve a sí mismo y a lo que está a su alrededor y, segundo, la forma en que vive para consigo y para con su entorno. Toda persona tiene una cosmovisión particular que se halla inserta dentro de una cosmovi-sión general. La primera suele ser de la cultura donde la persona pertenece y responde a cuestiones funda-mentales como la pregunta de porqué es el mundo, la existencia de Dios, qué es el ser humano, entre otras. La segunda está compuesta por conceptos e imágenes venidos, ya sea, directamente de la experiencia perso-nal de vida o de una elaboración interna a partir de dicha experiencia.

EL MACRO INDIVIDUO SOCIAL

Es observable que toda sociedad funciona como un “macro-individuo”; como tal, esta posee una persona-lidad que corresponde, en gran parte, a su cultura. Así, la formación ideológica de una comunidad es la per-sonalidad del sujeto que dicha agrupación constituye, persona que hemos llamado “macro individuo”. Ejemplo de esto es decir: “el japonés es muy trabajólico”, donde se entiende que no nos estamos refiriendo a un sujeto en particular, sino que al tipo humano que se ha desa-rrollado en Japón.

La personalidad de una nación se haya constituida, en-tre otras cosas, por las personalidades entremezcladas de sus grupos originarios, por su experiencia histórica y por su educación. Esta última, hace las veces de la matriz en la cual los genes culturales son incubados y gestados para dar a luz individuos que perpetúan la misma imagen cultural o sujeto nacional. La educación es, también, en virtud de su función de matriz, el lu-gar de los experimentos genético-culturales; en ella

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es posible tanto perpetuar como cambiar al sujeto na-cional de una manera mucho más efectiva, rápida y –porqué no decirlo– oculta, antes que por medio de la experiencia histórica.

El macro individuo social posee múltiples órganos que lo constituyen en un organismo viviente que nace, cre-ce, se desarrolla, se reproduce y, en fin, vive y se mueve en medio de la historia. Al igual que en el caso de los individuos particulares, posee una visión de mundo que lo determina en su existir y, siendo esto así, debemos entender que una puerta importante para conseguir transformaciones sustanciales en el existir del individuo nacional, se consigue por medio de un cambio radical en las estructuras de su mente.

El macro individuo posee una mente en la cual hay una metafísica y una ética que dirigen su vida. Estas pueden cambiar mediante dos vías principales –aunque, posi-blemente no las únicas–, una de las cuales es cada vez que el Estado, que funciona como la residencia del “yo” dentro del macro individuo, decide cambiar algo de su mentalidad por medio de decidir creer en algo distinto a lo que creía, escribiéndolo en las tablas de su código legal. Mediante esta operación de cambio de creencias nacionales, en el tiempo, habrá una transición en la ex-periencia histórica, la cual se traducirá en una transfor-mación de la personalidad del macro individuo.

La otra forma, que se da de manera más común y con-tinuamente, es a través de los medios de comunicación, los que vienen a ser una fuente de experiencia artificial que, por medio de la repetición desmesurada de con-ceptos visuales y verbales, logra convencer al alma de la sociedad de que dicha experiencia corresponde a la realidad. De esta manera, se genera una realidad inte-rior en el macro individuo, la cual se traducirá en una naturaleza exterior.

Ambas vías de cambio, funcionan, sobre todo en las úl-timas décadas, de manera conjunta. Por lo general se da que los medios de comunicación actúan como desin-hibidores de la resistencia a ‘lo nuevo’, por medio de la repetición y presentación de ello en una condición de normalidad, dentro del marco de la realidad ficticia. Esta etapa de acercamiento es seguida de la ‘acepta-ción’, la cual, a su vez, le sucede una fase en que lo

nuevo es presentado como deseable. Así, una vez que la persona social (el macro individuo) ha tomado lo nuevo por normal, aceptable y deseable, se abre paso hacia la parte dura de la mentalidad de esta: las leyes. En este lugar hay, entonces, un cambio en la ética de la menta-lidad de la nación, el cual partió por un giro en el gusto y la voluntad.

La perspectiva del macro-individuo social parece ser una buena óptica a la hora de observar las sociedades. Parece ser un entendimiento que se ofrece como can-didato a mejorar los resultados de los mayordomos de las naciones.

Quizá, si miráramos las naciones como niños en crianza, atenderíamos mejor sus necesidades y les llevaríamos por mejores caminos. Tal vez las rebelio-nes acabarían o, al menos, se volverían en las simples pataletas de un adolecente en pubertad, si cambiá-ramos las institutrices y tutores, por padres y madres para las naciones y, es que al fin y al cabo, somos personas y no caballos.

» HERNAN DONOSO, Estudiante de Filosofía de la Uni-versidad de Chile.

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UN PROCESO DE PATERNIDAD

La educación (representada, en este caso, por el trabajo en aula) es un espacio simbólico del gobierno: el primer sistema en el cual el niño se ve inmerso en la sociedad y donde aprende a sobrevivir y destacar entre sus pares por sus diferentes aptitu-des. Se generan instancias de con-sejos de curso, debates, presidentes, tesoreros, secretarios, encargados de esto y aquello: toda la estructura de un gobierno organizado. Discutir so-bre educación es discutir también sobre política: el alumno se desen-vuelve en el aula como el ciudadano en la sociedad y es, asimismo, este espacio, donde se lleva a cabo la for-mación de quienes legislan y gobier-nan: donde surgen los profesionales que cambiarán el mañana.

Reformar la educación es buscar la manera de reedificar la nación; qué aspectos tratar y cómo hacer-lo son las nociones fundamenta-les de este proceso. Desde antaño que ‘pingüinos’ y universitarios han manifestado la necesidad de cambios legislativos, comenzando, por ejemplo, a principios del siglo XX, con la fundación de la FECH. Desde entonces, han venido olea-das de ideas reformadoras en la educación por parte de los secto-res secundarios y superiores. Para precisar más, en los últimos años – desde el 2006, con la “revolución pingüina” –, el alumnado intenta sumergir la política del gobierno en favor del cumplimiento total de sus peticiones.

Hay tres agentes modeladores si de educación hablamos: el alumno, el docente y el Estado. Respecto al pri-mero se debe tener en cuenta que no es la totalidad de ellos quienes están interesados por aprender y asistir al aula, lo cual está dado generalmen-te por la cultura que lo rodea desde niño. Por ejemplo, hay factores que trabajan en la mentalidad de un niño, llevándolo a buscar otras posibilida-des aún dentro del establecimiento educacional: programas de televisión que incentivan una vida sexual pre-matura o a la violencia, la memoriza-ción de mundos imaginarios y/o per-sonajes que logran todo con magia o poderes no humanos, entre otros. Estos agentes pueden desencadenar relaciones amorosas a destiempo,

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peleas, rendición deshonesta de exámenes, adquisición de fármacos y drogas entre pares, etc. Idealmente, para evitar situaciones como las descritas, el “factor alumno” debe ser forjado desde el núcleo familiar, bajo la tutela de padres que lleven a cabo una paternidad plena, fo-mentando la necesidad de aprender y mejorar a través de la adquisición intelectual de diversas materias.

En cuanto al docente, este debe recibir una adecuada preparación y prácticas supervisadas apropiadamen-te para obtener su título. La suma de capacidad, voca-ción y conocimiento – características que por separado no funcionarían eficazmente – dan como resultado un buen profesional. El profesor debe ser capaz de alimen-tar con sus conocimientos a los alumnos, satisfaciéndolos y procurando el correcto desarrollo personal e intelec-tual de ellos. Sin vocación – o amor que se tiene hacia lo que se hace –, es difícil tener la paciencia y disfrutar de ser un maestro; sin la capacidad, por muchas ganas que tenga de hacerlo, el profesor no podría enseñar a sus alumnos apropiadamente; asimismo, si no se tiene el conocimiento adecuado no se lograría realizar la labor docente, es decir: sin alimento, no se puede alimentar. En resumidas cuentas, el profesor debe ser como un padre para el alumno y poder ser como una luz en su camino de formación.

Referente a la función del Estado, amerita en esta oca-sión detenerse un poco más. Actualmente, el gobierno democrático de Chile, en todo lo que representa la pala-bra ‘democracia’, está siendo afecto de la implicancia del pueblo en su política estatal. Esta ‘re-pública’ estudian-til, se hace cada día más una ‘cosa’ del ‘pueblo’, donde ninguna medida tomada por el gobierno, respecto a las políticas propuestas para mejorar la calidad educacional es aceptada por los estudiantes, oprimiendo cada vez más fuertemente con sus ideales manifestados en represiones sociales llevadas a cabo, incluso, ilegalmente. Sin duda, este tipo de manifestaciones han ido creciendo y acre-centándose en el pasar de los años ¿Qué pasará el día de mañana?

Los diversos gobiernos a lo largo de la historia, han pro-puesto distintas y múltiples opciones en sus diferentes períodos para mejorar la educación, dependiendo de las circunstancias-país que se vivan en el momento y aca-rreando aciertos y desaciertos de cada gobierno anterior, sin embargo, el concilio nunca ha logrado ser satisfacto-rio entre las partes o, al menos, no en su totalidad. Edu-cación pública gratuita, de calidad y sin lucro, en todos los sectores y niveles educativos, bajo una fiscalización eficiente por agentes tanto gubernamentales como per-tenecientes a lo académico; profesorado y alumnado, pa-reciera, en un principio, ser una solución efectiva y con-tundente al conflicto y que terminaría con la disensión de las partes involucradas.

Ahora bien, no obstante esta solución que se ve tan fa-vorable y que, a grandes rasgos, es la principal pancarta de los estudiantes, nadie puede prohibir que los quintiles económicamente mejor situados se agrupen en cofradías o también individualmente para mejorar la educación de sus hijos de manera elitista. A través de contrataciones particulares, para enseñar con mayor calidad es posible consolidar nuevamente una brecha desigualitaria, aun

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más profunda que la actual. En este sentido, la que hoy puede ser una gran solución, se convertiría en un proble-ma para las generaciones del mañana, así como aquello que no fue solucionado ayer, es el problema de las generaciones actuales.

Hay, aquí, una palabra clave: generación. Las distintas generaciones van teniendo diferentes carencias y van na-ciendo en períodos históricos que no son iguales el uno con el otro. El problema siempre ha estado y, tal vez, la solución que hoy se dé mañana no tendrá ninguna impli-cancia en las necesidades futuras. No es posible llegar a una transigencia que deje a todas las partes satisfechas: alumnos, profesores y Estado. Lo que hoy piden los es-tudiantes basados en los DDHH sobre que la educación debe ser igual para todos, es una petición totalmente válida. Sin embargo, dándose besos frente a la Mone-da, prendiendo velas, haciendo performances artísticas o marchas desastrosas por las calles del país, no se logrará establecer ningún acuerdo. Pasaron muchos rechazos an-tes que el alumnado decidiera, por fin, entablar una mesa de diálogo con el Estado, ¿por qué?

Es necesario hacer política, como alguna vez se hizo en el mundo antiguo, para reformar la educación y, desde aquí, preparar a los legisladores del mañana. La política era la actividad más noble que un hombre pudo haber desarrollado en la polis: los ciudadanos velaban por el bien común de la nación y se sometían a las reglas que mediaban lo prohibido de lo permitido. Hoy en día se ha perdido la ‘noble actividad’, teniendo el supuesto de un ‘político’ como si fuese un ser ladrón y mentiroso. Es ne-cesario, con suma urgencia, cambiar esta imagen, pues, si bien el alumnado actual no se manifiesta de una mane-ra ejemplar, tampoco lo hace el sector del Estado en la medida en que sus legisladores dan cuenta de políticas que no benefician el bien común, sino que solo a ciertos sectores del país.

La solución no va en que la educación sea gratuita y de calidad, esto es un problema de paternidad. El hijo ne-cesita buenos padres, los alumnos tutores adecuados y, el pueblo, gobernantes que caminen en la luz de la verdad y legislen acorde al diseño de la nación. Un padre sabe lo que su hijo necesita y no vela por el bienestar propio antes que el de sus niños ¿o acaso hay uno que si su hijo le pide pan le dará una piedra?, ¿o si pescado, en lugar de este, le dará una serpiente? (Adaptado de Mt 11:11). Cuando el gobernante sabe ser un padre, el pueblo lo res-peta y se somete a la ley pues comprende que es lo mejor ¿o acaso Israel negoció con Dios alguna ley?

La Biblia habla que la semilla de mostaza “es la más pe-queña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas” (Mt 13:32). Si bien esta parábola es referida para explicar el Reino de los Cielos, quiero tomarla para explicar un principio básico que existe en todo ‘cambio’. Imaginemos que la semilla son todas las ideas que se tienen ahora para poder reformar la edu-cación y que lógicamente darán un gran fruto, logrando muchos beneficios para esta y el país en general. Supo-niendo que plantamos la semilla hoy y la vamos a ver en un año más ¿es acaso la gran hortaliza?: por supuesto que no;. los cambios educativos que se requieren son un proceso político lento. La necesidad de desprivatizar algunos colegios y municipalizar otros, que la usura ya no forme parte del sistema educativo y la calidad forma-tiva sea igual para todos son las hortalizas a las que opta esta generación, pero la semilla no crece de la noche a la mañana, ni de un año a otro: es un proceso largo en el cual hay objetivos a corto, mediano y largo plazo. Las generaciones de ayer hicieron su parte, las de hoy es-tán luchando por alcanzar sus sueños, las de mañana deberán aprender a realizarlos.

» GABRIEL MUÑOZ, Bachiller en Humanidades y estu-diante de Literatura de la Universidad Alberto Hurtado.

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EDUCACIÓN Y POLÍTICA

"En busca de la areté perdida"

Toda reunión o civilización humana se ha articulado en torno a un centro, ya sea un punto religioso o comercial. Los hombres en

comunidad tienen la costumbre de tener lugares de referencia comunes, para creer, comer y vivir. Con la urbanización de la Atenas del siglo VI a.c., el centro de su desarrollo social no se volcó tanto hacia el comercio o culto religioso, sino que su atención comenzó a enfocarse en la areté. Esta se entendía

como la virtud “excelente” y, más tarde, bajo los sofistas, pasó a significar el arte de la política y la ciudadanía, a la vez como el ideal que todo ciudadano debía alcanzar. Fue bajo ese objetivo

que surge la paideia: que, en estricto rigor, significa: educación (Jaeger 263).

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No fue sino la “crianza” o “forma-ción del niño”, el principal puente entre el ciudadano y la tan anhelada areté. Sin embargo, esta formación solo fue accesible, en un principio, para la clase aristócrata, pues era la que podía pagar el alto precio que cobraban los sofistas . No obstante, muy pronto se hizo notar la necesi-dad de una nueva paideia que satis-ficiera los ideales de la polis y fue el Estado el que se encargó de formu-lar un nuevo tipo de areté. Esta ac-tualización incluyó a todos los ciu-dadanos libres del Estado ateniense “como descendientes de la estirpe ática y haciéndoles miembros cons-cientes de la sociedad estatal obli-gados a ponerse al servicio del bien de la comunidad” (Jaeger 264). De esta manera, la nueva areté trajo consigo una moderna educación, de la cual ahora no solo eran parte los herederos de la sangre divina, sino todos los ciudadanos libres.

Como primera consecuencia, esto significó una entrada en masa a la actividad política, afianzando de esta forma la democracia. Ade-más, una mayor participación en los asuntos políticos de la ciudad y, también, una retribución por parte de los educados enfocada al bien común. Ahora bien, hoy, esta situación, es distinta: nuestra crisis educacional terminó por generar una crisis política, lo que insinuó una eventual crisis social. Esto es, porque todo está conectado. Hoy en día, la paideia chilena está bas-tante alejada de perseguir la virtud de los ciudadanos atenienses y, es que, en realidad, sabemos que la educación es un puente hacia algo que queremos, pero no sabemos muy bien qué es.

Como administradores de comunida-des, el rol de los políticos, en teoría y de acuerdo al modelo griego (que fue donde se gestó tanto la política en democracia, como la educación occidental), debiera ser guiarnos hacia aquello que está al otro lado del puente de la educación. Mas eso no puede llevarse a cabo por dos motivos principales: la pérdida del sentido de comunidad y la falta de una areté en común. Quizás sea esta última la causa de la primera.Antiguamente los pueblos se unían en contra de enemigos en común; fueran invasores, plagas o eventua-les crisis comerciales, los ciudada-nos dejaban de lado sus diferencias en pos de lograr un único objetivo común. Eso era lo que los articula-ba colectivamente. La comunidad funcionaba porque existía un cen-tro en común, sin embargo, hoy en día, la paideia chilena no funciona porque no tiene una areté y esto es porque no tiene un punto de referencia visible.

El problema de fondo en la política –que repercute en la educación–, no es que falten recursos para estudiar o que algunos sostenedores de es-cuelitas no sepan cómo realizar una buena gestión, sino que hoy en día no existe un centro en común que una a la polis. En otras palabras, la educación no está cumpliendo su labor de dirigir al infante hacia un ideal espiritual, no por carencia de recursos, sino porque no se está teniendo claro hacia dónde llevar al niño. ¿Acaso la educación nos debe destinar solo a un bienestar económico? ¿Por qué no algo pú-blico? ¿Será malo tener dicha areté como objetivo común de la comuni-dad? ¡Claro que no!, de hecho una

gran mayoría de las sociedades oc-cidentales lo tiene. El problema es que ese objetivo no nos une, sino que nos ensimisma y nos encie-rra egoístamente en nada más que nuestros sueños.

Es responsabilidad de los políticos guiar al pueblo hacia un ideal que le dé cohesión y sustento. La edu-cación es el gran puente para lograr dicho objetivo, no obstante, está en crisis porque no hay un ideal en común. Ello ha traído como conse-cuencia que la educación solo sea vista como un trampolín particular para el cumplimiento de los idea-les personales de cada uno, igno-rando si el resto está teniendo las mismas oportunidades.

Una crisis educacional, no es sino la manifestación de una crisis política y esta, a su vez, producto de una so-cial. Si no hallamos un centro en la política, la educación no hallará el suyo y seguirá siendo vista como un mero ascensor económico-social en donde solo cabe una persona. Es por eso que las fuerzas en política deben estar enfocadas en buscar una areté que una a su gestión, para poder dar así un fundamento no económico a nuestra paideia: uno que nos iguale y no nos divida.

*BibliografíaJaeger, Werner. Paideia. México D.F: Ed. Fondo de Cultura Económica, 1957.

» SIMÓN ABDALA, Licenciado en Filosofía de la Universidad de Chile.

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Evangélicos

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Examen de una cultura de contingencias.

Hasta hace unos años, muy pocas personas estaban inte-resadas en conocer la implicancia de los evangélicos en la política chilena. Sin embargo, desde los 90’, se inició un tra-bajo más serio debido, principalmente, a que se reconoció la enorme expansión de este grupo religioso a nivel nacional que, hasta ese momento, era representado por un 16% de la población, aproximadamente.

Para comprender el tema al que nos adentraremos, precisaré dos conceptos fundamentales. En primer lugar, entendere-mos la política como aquello que responde a la ordenación de una comunidad o país que “requiere de un sistema de gobierno que a través de decisiones de autoridad acatadas por todos sus miembros logren garantizar su superviven-cia” (Zipper 53). La política está directamente relacionada con el ejercicio del control de las sociedades, por medio de convenciones. En un Estado de democracia, quien aspire a la política, será elegido por la mayoría; accederá al poder y ejercerá autoridad con el fin de hacer de su comunidad un lugar de mejor supervivencia. En el caso de un gobierno au-toritario o dictatorial, el poder se ejerce directamente desde la autoridad, sin previo consenso. En nuestro país llevamos más de 20 años en democracia; es entonces que debemos preguntarnos: ¿es legítimo que los evangélicos ingresen a la política, para ejercer el poder?

y política:

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En segundo lugar, hablar de “evangé-licos” en Latinoamérica no es lo mis-mo que hacerlo en Europa o Estados Unidos. En el caso particular de Chile, el título de “evangélico” se relacio-na directamente con el movimiento pentecostal, del cual se dice que “no sólo constituye la expresión numéri-camente mayoritaria del cristianismo evangélico, sino que la fuerza de su presencia ha logrado modelar la ima-gen que la sociedad chilena tiene de lo evangélico” (Sepúlveda 7). El pen-tecostalismo proviene de la Iglesia Metodista Episcopal. Esta se formó con el fin de extender el evangelio de Jesucristo más allá de las fronte-ras inglesas y hunde sus raíces en la protestante Iglesia Anglicana, reli-gión oficial de dicho Estado.

HISTORIA

Es cierto que la cantidad de evangé-licos en nuestro país no es solo pen-tecostal, pero dado que esa facción es la predominante, le otorgaremos mayor atención; en cuanto sea ne-cesario, también nos referiremos al resto de las iglesias protestantes. El censo del año 2002 muestra que los evangélicos representan un 15,1% de la sociedad chilena, sin considerar los niños menores de 15 años. De es-tos casi dos millones de evangélicos se estima que un poco más del 80% serían pentecostales.

La participación de evangélicos en la política chilena no es nueva, pero quiero examinar dos períodos crucia-les en que los evangélicos tuvieron que luchar políticamente. El primero es de afianzamiento: los protestantes que llegaron a Chile se encontraron con un país católico en que existía

la unión entre Iglesia y Estado, razón por la que eran disidentes, según el orden establecido. Hubo protestan-tes destacados que influyeron en la modernización de Chile, en oposi-ción al intento de preservación del colonialismo que la Iglesia Romana llevaba a cabo. Tenemos, por ejem-plo, a Joel Poinsett, quien llegó como cónsul de Estados Unidos durante el gobierno de José Miguel Carrera; el bautista inglés Diego Thompson, que fue traído por Bernardo O’higgins para iniciar, en nuestro país, el mé-todo educativo lancasteriano; los alemanes luteranos Bernardo y Ro-dolfo Philippi, ambos connotados in-vestigadores en su país, que llegaron a colonizar el sur; entre otros. Los primeros protestantes que ingresa-ron a Chile eran hombres de basta instrucción universitaria y que ejer-cieron diversas ocupaciones en favor de la modernización económica, in-telectual y social del país.

Cualquier libro sobre la historia de los evangélicos en Chile mencionará las diversas dificultades que enfren-taron como disidentes de la Iglesia oficial. No tenían derecho a reunir-se, no podían ser registrados en las actas, no se les daba la posibilidad de casarse y no existía un cemen-terio no católico, razón por la cual muchos protestantes evangélicos eran enterrados en basurales. De-bido a todas estas dificultades, los protestantes participaron del deba-te político-ideológico entre quienes tenían tendencias conservadoras en cuanto a la relación Estado-Iglesia y quienes tenían una tendencia libe-ral. Los protestantes naturalmente se adhirieron a la segunda facción, la que abogaba por un Estado lai-co. El protestante más connotado

en esta contienda ideológica fue el pastor presbiteriano David Trumbull, quien desde el puerto de Valparaíso escribía en boletines de tendencia li-beral y provocaba el escándalo entre los conservadores.

En palabras del pastor e historia-dor luterano Juan Wehrli: “bueno es conocer que desde muy tempra-no los evangélicos se preocuparon de ejercer sus derechos políticos, y no sólo ejercerlos. También se involucraron.”(283) Nótese aquí la diferencia entre ejercer un derecho político, e involucrarse en política. Entre el año 1883-84, el presidente Domingo Santa María dictó la Ley de Cementerios Laicos, la Ley de Matri-monio Civil y la Ley de Registro Ci-vil. Así, la Iglesia católica, perdía el dominio total sobre estas materias, quedando un camino preparado para el suceso que marcaría el desarrollo legal del protestantismo en Chile. En 1925, el presidente Arturo Alessandri Palma, establece la separación del Estado y la Iglesia.

En 1909 se produce un avivamiento pentecostal entre personas de esca-sos recursos, mayormente marginales, lo que implicó una fuerte expansión entre 1910-1960. Dicho proceso co-menzó en tres comunidades que no sumaban más de 1000 personas en total y, debido a la progresiva adhe-sión de otras iglesias conformadas y a la creciente evangelización, en 1960 ya constituían alrededor de 425.000 personas, lo que equivalía a un 6,6% de la población, según el Censo de ese año. Esto claramente es un avance en términos cuantitativos, pero, a la vez, significó la expansión de una menta-lidad apolítica (y a veces anti-política) bastante marcada (ver Lalive). Junto

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con esto, se difundió una fuerte ten-dencia anti-intelectual que perdura hasta hoy. Los evangélicos numérica-mente más grandes en Chile, estaban al margen de la influencia en asuntos públicos. Esto se debía fundamental-mente a una mentalidad dicotómica que separaba lo santo de lo secular, en que la política figuraba dentro de la segunda categoría.

El obispo Francisco Anabalón señaló en una entrevista que “en lo que se refiere a lo temporal, a lo contin-gente, a lo político derechamente, no es tarea de los cristianos hacer de la tierra un cielo” (Palma 136) y otro líder pentecostal, el pastor Nar-ciso Sepúlveda, comenta que muchas iglesias evangélicas rechazan que sus miembros entren a asociaciones po-líticas por “temor de la corrupción en la que puedan caer […] en len-guaje evangélico: no hay que entrar en contacto con la gente mundana” (Palma 208). Sin embargo, la con-gregación de este último predicador –que es pentecostal–, ha optado por permitir a sus miembros la libertad de participación política. Además, cuando vienen períodos de votación, se escuchan con frecuencia frases como ésta: “los evangélicos somos políticos en la urna, y luego seguimos siendo apolíticos”. El evangélico, o el pentecostal en general, es a-político en términos partidistas, es decir, no está de acuerdo con adherir a algún partido político, pues su única labor política ciudadana es el voto. Para-lelo a este proceso de apolitización, existen registros históricos que seña-lan la participación política partidista de diversos actores, como por ejem-plo, los hermanos Metodistas, entre los cuales figuran ilustres políticos de tendencias izquierdistas.

Ahora revisemos un segundo pe-ríodo, de resguardo. Como hemos visto, la Iglesia Pentecostal en su globalidad se declara a-política, pero temo tener que demostrar lo contrario. En septiembre de 1973 se efectuó el golpe de Estado en-cabezado por el General Augusto Pinochet. ¿Quién podía desenten-derse de un asunto como ese? Es así que en el año 74’ se reunieron un grupo de 32 pastores, representan-tes de sus diversas denominaciones, la mayoría pentecostales, que fir-maron un documento en el que se declaraba el apoyo al nuevo presi-dente. Ellos conformaron el Centro Evangélico Nacional Coordinador de Actividades (CENCA), lo cual dividió notoriamente a los evangélicos en Chile. Se conformaron grupos de pastores contrarios a la dictadura y en 1981 se conformó otra aso-ciación, la Confraternidad Cristiana de Iglesias (CCI), que era declarada-mente ecuménica y abogaba por la defensa de los Derechos Humanos.

Ocultar esta parte de nuestra histo-ria eclesial nacional sería un aten-tado contra la realidad. El pueblo evangélico se vio obligado a salir de la marginalidad política, lo cual significó su división interna y pro-vocó desagradables desavenen-cias. Actualmente, algunos datos de involucramiento serían los si-guientes: en el año 1999 el pastor Salvador Pino quiso postular a la presidencia como candidato evan-gélico, pero no consiguió mover a las masas. Entre los políticos evan-gélicos reconocidos desde el 2010 figuran: Ena Von Baer, senadora luterana; y Eduardo Durán Sali-nas, Gobernador de la Provincia de Ñuble, pentecostal.

PROPUESTA

En 1530, en el contexto de una Ale-mania monárquica, siete príncipes trabajaron en la famosa Confesión de Ausburgo, para declarar sus prin-cipios conforme a la reforma protes-tante iniciada por Martin Lutero. El punto XVI, llamado “El Estado y el Gobierno Civil”, señala que: “los cris-tianos, sin incurrir en pecado, pue-den tomar parte en el gobierno y en el oficio de príncipes y jueces […] El evangelio no destruye el gobierno secular […] al contrario, su intento es que todo esto se considere como verdadero orden divino y que cada uno, de acuerdo con su vocación, manifieste en estos estados el amor cristiano y verdaderas buenas obras” (27-28). Con esta declaración nos explicamos porqué los protestantes nunca se negaron a la política. Sin embargo, es pertinente reconocer ciertos principios para ejercerla en busca del poder, ya que el temor de los pentecostales acerca de la co-rrupción es justificable.

El texto bíblico ofrece una excelen-te diferenciación conceptual; Je-sús establece que quienes lo siguen “no son del mundo” (Jn 15:18-19; 17:12-13). Sin embargo, dice en su oración a Dios Padre: “no te ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal” (Jn 17:14). Esto demuestra que Jesús asume nuestra estadía en el mundo y, por lo tanto, sabe que hay un propósito para que cada uno de nosotros esté aquí. De esto se extraen dos principios. El pri-mero es la diferenciación: no somos del mundo, no somos como ellos. Un verdadero cristiano se mueve dentro de los márgenes señalados por Jesús en sus diversas enseñanzas, debe ser

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diferente en su ética y moral y, en términos de la Confesión de Ausbur-go, debe manifestar amor cristiano y verdaderas buenas obras. El segun-do principio es la acción: dado que estamos en el mundo y Jesús nos guarda del mal, tenemos algo que hacer. Un evangélico pensará inme-diatamente que lo-que-hay-que-ha-cer es evangelizar. Ahora bien, ¿qué tal si no evangelizamos solamente a las personas?

Un connotado pastor protestante presbiteriano escribía en 1912 que “el cristianismo tiene que saturar, no tan solo las naciones, sino también todo el pensamiento humano. […] El Reino de Dios debe ser promovido; no sólo en ganar a todo hombre para Cristo, sino en ganar al hombre ente-ro” (12). El principio de acción debe estar sustentado no solamente en la evangelización personalizada, sino en la evangelización de la mente. Esto implica la evangelización de todo aspecto cultural, desde las ciencias, pasando por las artes, hasta llegar al mismo seno de la política.

Sin embargo, es necesario estable-cer una última categorización, para lograr estructurar bien este pensa-miento: ¿Qué buscaría un evangéli-co al inmiscuirse en la política? Si se busca establecer una especie de Igle-sia Oficial, se estaría yendo en contra del principio de diferenciación, pues-to que eso acarrearía muchos males que ya han sido vistos en la historia; en casos de la Iglesia Católica, en el Imperio Romano y la Iglesia Angli-cana, en Inglaterra. Vemos que esta alianza es infructuosa.

Tenemos una segunda opción: que el laico, por iniciativa propia, participe

en la política a modo de profesión, sin ser representante de su iglesia o denominación, sino representante del cristianismo bíblico, anteponien-do los intereses de Cristo por sobre los de un partido político determi-nado. Con esto, en términos de la Confesión de Ausburgo, ese cristiano protestante estaría conformando el orden divino. Teniendo estos princi-pios claros, las denominaciones no serían comprometidas políticamen-te y tampoco el evangelio; el laico trabajará de manera independiente con sus convicciones claras y, así, se podrá forjar un Estado y un país cristianizado sin necesidad de un credo oficial.

CONCLUSIONES

En el caso de nuestro país, los evan-gélicos han participado en política según la necesidad contingente, es decir, en el período de disidencia, para conseguir libertades, lo cual es positivo; en el tiempo de dictadura, para sobrevivir a base de la nega-ción de la ética bíblica (Lagos 39), lo cual, evidentemente, es negativo de acuerdo a la etapa de la que ha-blamos y las violaciones perpetradas, según los Derechos Humanos. Esto solo demuestra una actitud pasiva frente a la política. No se ha entrado en ella para llevar el evangelio, sino únicamente por un instinto de su-pervivencia. No hemos sido movidos proactivamente, según el principio de acción, para llevar el Reino de Dios a todas las esferas del ser humano.

¿Queremos sobrevivir o queremos transmitir vida? Chile es un país con gran cantidad de evangélicos, pero aún no hemos logrado hacer un país

evangélico en términos cualitativos. Ya hemos ganado un espacio legal, incluso con el establecimiento de un feriado nacional. La lucha ahora es la cualificación socio-cultural. Siempre han existido evangélicos políticos o pasivos que ejercen su derecho polí-tico por necesidad o por contingen-cia; pero es tiempo que haya políticos evangélicos o activos. Es menester la inclusión de laicos que se involu-cren y se hagan cargo de un oficio político a través del cual difundan el evangelio y cualifiquen la sociedad Chilena con el cristianismo bíblico y protestante. Necesitamos políticos de firmes convicciones cristianas que ganen al hombre chileno entero y a su cultura.

*BibliografíaLagos S., Humberto. El general Pinochet y el mesianismo político. Santiago: LOM, 2001.Lalive, Christian. El refugio de las masas. Talcahuano: CEEP, 2010.Machen, Gresham. Cristianismo y cultu-ra. Barcelona: ACELR, 1996.Sepúlveda, Juan. De peregrinos a ciu-dadanos. Santiago: Konrad Adenauer, 1999.Wehrli, Juan. “La influencia política de los evangélicos en la historia de Chile”. Hermes Canales, Firmes y Adelante. San-tiago: Barlovento: 2000.Zipper, Ricado, Morales, María. Ciencia política. Santiago: Universitaria, 1999.Palma, Irma. “Narciso Sepúlveda”. En tie-rra extraña. Santiago: Amerinda, 1988.Palma, Irma. “Francisco Anabalón”. En tierra extraña. Santiago: Amerinda, 1988.La confesión de Ausburgo. Colombia: Concordia, 2003.

» LUIS ARANGUIZ KAHN, Estu-diante de Literatura de la Pontifi-ca Universidad Católica de Chile.

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“Hazte cargo de la problemática educativa:

Soluciones desde un hombre visionario

Frente a tiempos complejos en temáticas edu-cacionales, y de aquella búsqueda solicitada

para poder emprender el mañana, con objetivos claros, como la gestación de diversos cambios y transformaciones que sean capaces de refor-mar, los elementos ya existentes que orientan el modelo de educación en Chile, y de cómo se lleva a cabo éste en sus distintos matices, es ur-gente una reflexión inteligente y clarificadora.

*Entrevista a Tomas Recart

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Si en el fondo, uno define que el lucro se re-laciona con un salario obvio que los 180 mil profesores que hoy día hacen clases lucran la educación. Yo que trabajo en una fundación que es sin fines de lucro, también lucro porque tengo un salario. Entonces hay que tener cui-dado, porque el lucro en sí no es malo.

El visionar y poder trabajar sobre el modelo de edu-cación, requiere una comprensión no tan solo de ele-mentos teóricos, sino que a su vez de elementos prác-ticos, que sean pertinentes y poseedores de facultades reales frente a esta temática. Es por eso que Tomas Recart, director ejecutivo de Enseña Chile, quien tra-baja de manera activa y día a día con lo que es educar hoy en Chile, nos revela desde su experiencia gran parte del panorama educativo en Chile, haciendo hin-capié en la diferencia económica que existe entre los conceptos de lucro y usura.

Durante el foro de crisis educacional usted aludió a que las riquezas eran las personas. Entonces ¿Cuál se-ría la incidencia u rol, de la iglesia desde una mirada economicista dentro de la educación, desde su expe-riencia práctica?Partiendo de la base, que la riqueza más grande sean las personas. Yo creo que esto, es un aspecto muy impor-tante, porque tendemos a perder el foco de que efec-tivamente las personas son lo más importante. Frente a este debate de lucro y no lucro, efectivamente el que sea con lucro puede ser ayuda a que saquemos del centro a las personas. Sin embargo, el no lucro, tampoco garan-tiza que tengamos en el centro a las personas. Por eso mi opinión, es que dado que el centro son las personas, lo primero que tenemos que dilucidar básicamente es como tenemos que transformar esa trayectoria de vida, de gente que no tiene oportunidades, para que hoy en día podamos darles oportunidades.

Responder al cómo nos hacemos cargo nosotros, como me hago cargo yo para contribuir en esa dirección, como se hace cargo las políticas públicas, como se hace cargo la empresa, como se hace cargo los padres y apoderados.

Entonces cuando hablamos de una mirada economicista, o mirada de lucro o no lucro, que es un debate valido, que tenemos que tener, pero no podemos separarlo del

verdadero centro que son las personas, es el aprendizaje con un fin mayor, el poder dar oportunidades en la vida a personas que hoy día no las tienen.

Para poder provisionar aquellas transformaciones. ¿Cuál es el principal eje para poder abordar la trans-formación? (desde temas prácticos)El principal eje en esta transformación, es tener opor-tunidades. Y tener oportunidades significa darse cuenta de cuánto te cuesta encontrar trabajo, pero obviamente nuestra educación, significa mucho más allá que tener trabajo, que tener salario, el ser humano trasciende en esto. Ahí donde el colegio tiene por un lado esa labor de preparar para la universidad y para la vida, pero no solamente el colegio, aunque si tiene una labor muy im-portante, también la tiene la familia, la iglesia.

Frente a la postura de lucro y no lucro, ¿cómo es po-sible responder a esto ante el tema de oportunidades y respondiendo desde la cultura de Jesús? La usura, de entrada yo creo que no es válida, porque cuando uno genera una ganancia deshonesta, y en cual-quier ámbito de cosas y no tan solamente en la educa-ción. No solamente para Jesús, sino que en general, to-dos estamos súper de acuerdo en que la usura no puede existir. El tema del lucro, yo creo que muchas veces es-tamos hablando de usura refiriéndonos a lucro. Decimos no al lucro, pero es un no a la usura. Porque todos los profesores en este país lucran la educación, o sea hay un término mal usado ahí. El lucro es cuando uno tiene una ganancia, por supuesto que todos los profesores que uno conoce tienen un salario.

Entonces lo que yo entiendo y comparto profundamente, es que mucha gente está ganando deshonestamente -se

Como nos hacemos cargo desde los distintos ámbitos de la sociedad, para que hoy en día podamos centrarnos para que esas personas tengan más oportunidades, ese es el foco.

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podría decir-, invirtiendo y dejando plata en el bolsillo, antes brindar educación, o de generar mayores oportu-nidades. Y esa línea en el fondo, lo que falta transparen-cia, gente que hoy en día gana de manera deshonesta, en el fondo obviamente debiéramos impedirlo.

¿Cuál ha sido su encuentro con la usura?Desde mi experiencia práctica, es cuando veo colegios que no cumplen, conocemos colegios en Valdivia, en donde habían menos profesores de los que debían tener. Donde había gente que no hacía clases y si hacían no era necesariamente bien, porque faltaban profesores, eso claramente es usura, eso no puede estar pasando.

En su propio encuentro de transformación de la edu-cación ¿cómo han tratado ésta temática de la caren-cia de la transparencia?Nosotros como Enseña Chile propiamente tal no lo abor-damos. Debido a que la misión de Enseña Chile, es gene-

Pero nuevamente no podemos creer, que el no lucro va a significar tener más oportuni-dades, eso no va necesariamente tomado de la mano. El foco es dar mejor educación inte-gral, dar oportunidades a nuestros jóvenes.

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rar un puente entre los talentos jóvenes de nuestro país y la sala de clases, para que estos jóvenes hagan clases dos años a tiempo completo en materia a fines en sus profesiones.

¿Qué es lo que esperamos? Es que ellos vivan en terreno lo que significa una sala de clases. De modo a que cuando salgan a partir de sus talentos, puedan ser un aporte en la educación. Que pue-dan ser capaces de detectar mediante su que hacer donde se encuentran de-bilidades de transparencia, y puedan ser maestros de transparencias. Como siem-pre digo, Enseña Chile no es la solución a los problemas de educación en nuestro país. Son los jóvenes que pasan por la sala de clases y lideran y se compro-meten, ellos son los que verdaderamente van a ser el cambio.

Entonces, Enseña Chile directamente no asume, no trabaja en aquello, ob-viamente somos pro-transparencia, pero no tenemos acciones en esa di-rección. Nuestra misión está en atraer talentos a la sala de clases, formar-los, prepararlos, generar a su vez un semillero, un semillero de políticas públicas, un semillero de facultad de educación, semillero de profesores, semillero de empresarios, un semille-ro de gente en los medios.

Hoy día en los medios, ya cumplen una labor fundamental en temas de educación, que muchas veces no ayudan a enfocarnos en los proble-mas verdaderos. Los medios van mu-cho más a polarizar, que converger el ambiente.

Para finalizar ¿que orientación o que aporte le darías tú a jóvenes cristia-nos que hoy en día están estudiando pedagogía o que hoy quieren generar políticas públicas de cambio y transformación?Dos cosas, una que la pedagogía es la profesión más importante que tiene nues-tro país hoy en día, entonces en ese sentido los felicito y los animo a que sigan hacia adelante. Pero al mismo tiempo, que vayan más allá. La universidad en pedagogía te prepara, puede que te prepare bien, pero el desafío que existe allá afuera es mucho más de lo que uno tiene pensado. Por ejemplo un profesor de un colegio en Puente Alto, no tan solo preparó a sus alumnos en hora de clases, sino también los preparó fuera del horario de clases, debido a que se dio cuenta que estaban tanto más atrás, que trabajó el doble, y no tan solamente eso, sino que también, trabajaban los sábados, adicionalmente para preparar la PSU, y terminó la PSU y todos se van de la sala de clases, pero él no, el siguió y continuo con orientación laboral, y si alguno quería ser veterinario el llevó un veterinario. Para que ellos realmente supieran que es a lo que iban a aspirar a ser el día de mañana. Eso es lo que hace alguien que de verdad tiene un sentido de urgencia, al que verdaderamente le importa y comprende como jóvenes se están jugando el futuro.

Por eso es muy importante que los que están estudiando hoy sepan que están haciendo bien, pero esto es sólo la base, es el comienzo.

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A LA COMUNIDAD...La comunidad cristiana debe entender que Jesús siempre estuvo con el que no tenía, con el más rechazado, el que na-die quería, “la piedra que rechazaron los edificadores viene a ser cabeza de ángu-lo”. Entonces tenemos que ir ahí. El tema de las políticas públicas o del mercado, generalmente deja a esa gente de lado. Sin embargo, la iglesia debe ser la pri-mera en ir a esas personas, porque ahí es donde está nuestro principal llamado, no es que uno deje a los otros de lado, pero ahí es donde está nuestro principal llamado, claramente.

Hoy día el llamado no está en el altar, no, sino que está afuera de la iglesia, ya pasaste una vez por el altar y está listo, ya, debes salir, no quedar ahí saliendo y entrando hay que despertar. Es tiempo de salir.

Hoy en día faltan historias de transformación, falta decir se puede, lo hice, lo vi, y hoy en día me hago res-ponsable.No debemos quedarnos, la retorica es la mejor forma de evadir el trabajo.La retorica te lleva a años de estar discutiendo en cuadernos por modelos.

» TOMAS RECART, reconocido y premiado por World Economic Forum por ser uno de los emprendedores sociales del año a nivel mundial, durante el año 2011. Participó notablemente en el Foro del Centro de Estudios Oikonomos “La crisis educativa en Chile”.

Pero nunca vamos a saber cuál es el me-jor modelo, si no nos metemos a la can-cha. No podemos disociar lo micro de lo macro, no podemos disociar las políticas públicas de la sala de clases, no pode-mos.

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Ya han pasado varios meses en que la educación chilena ha manifestado visiblemente la crisis en la que se en-cuentra: protestas, “tomas” de distintos establecimientos educacionales –tanto de enseñanza media como supe-rior–, huelgas de hambre, etc. Estos han sido los gemidos indecibles de una sociedad hambrienta de justicia y rec-titud y, en este caso, específicamente, una educación de calidad para asegurar el futuro de una nación.

El mismo hecho de negociar con la educación, da a en-tender que la prioridad no ha estado en formar profesio-nales cuyo fin sea ser un aporte a la sociedad, sino gene-rar recursos para la estabilidad económica del país y las empresas privadas. Esto se ha visto claramente reflejado

en los índices económicos del país en comparación con los demás países de Latinoamérica, siendo Chile uno de los países más desarrollados en el continente. Sin duda, esto nos da un estatus como nación, pero también es un indicador de otras que se nos hace necesario desarrollar. El poner énfasis solamente en el área económica lleva-rá a dejar en segundo plano todos aquellos sectores que permitirían un desarrollo integral como país, como es la educación, la salud, etc.

Este pensamiento se ha impregnado en el inconsciente colectivo de nuestra nación, donde el temor a la esca-sez está abundando más que el mismo dinero y la cali-dad integral del país. Nuestra apariencia como nación,

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en cuanto a lo económico, es de las pocas que abundan, sin embargo, hace falta el resto de las facetas por desarrollar.

Esta cultura neoliberal se ha in-filtrado fenomenológicamente en nuestras vidas como ciudadanos y hemos crecido con un pensamiento arraigado en el temor a la escasez, ya sea consciente o inconscientemente, pero ahí está. Se forja en las distin-tas relaciones que establecemos con nuestros diversos roles; lo hemos construido con el dinero. Nuestras decisiones se han sustentado en lo que monetariamente nos es posible, como si fuera nuestra única opción. Este constructo o arquetipo ha de-limitado los límites de nuestras po-

sibilidades de acción en nuestro en-torno, al punto de que se nos hace difícil dimensionar hacer algo ajeno a lo que pensamos como cultura.

Como dice una canción popular: “el dinero no es todo”, ¡eso es una gran verdad! El dinero no puede determi-nar tu realidad, ni tampoco la mía. Hay más factores que pueden im-pulsar el cumplimiento de nuestros sueños, como la creatividad con la que hemos nacido. Aquella que las voces del temor a la escasez han apagado en nuestro espíritu, con el pasar de nuestra experiencia como sujetos eyectados al mundo. Así, se ha creado un paradigma que nos hace creer que el dinero determina nuestras decisiones.

He escuchado a mucha gente en el dilema de decidir qué estudiar y, ge-neralmente, es mucha la que opta por una carrera que le prometa una estabilidad económica a futuro. Otros buscan carreras cortas y que le dejen dinero. El problema de este tipo de decisiones es que produce que desechemos aquellos talentos o habilidades que realmente nos gus-tan (ya sean heredadas o adquiridas en nuestra experiencia) para darle prioridad a la estabilidad mercantil y hallarnos aceptos en el sistema. Esto, sin importar lo incómodo que se puede hacer estudiar algo que no sea del agrado personal, pero que, a largo plazo, promete una rentabilidad esperada.

Con esto no quiero decir que estudiar una carrera con buena rentabilidad sea malo, ni nada por el estilo, pues hay gente que realmente le gus-

ta y no es precisamente para tener un sustento económico, netamente, sino también porque le agrada. Ten-go amigos que estudian ingeniería de muchos tipos porque realmente les gusta, no solamente por la economía que promete en el ámbito laboral. Esto se les ve reflejado porque tienen propósitos claros, que van más allá de tener una seguridad económica, pues son propósitos de vida que es-tán en ellos desde antes de su naci-miento. También tengo amigos que estudian arte, música, filosofía, etc. y, aunque estas carreras para el sistema no parecieran prometer un equilibrio financiero a futuro, ellos saben que pueden alcanzar más que el dinero: un propósito de vida que ha estado en ellos, en su espíritu. Han puesto su mirada en alguien más inamovible que el dinero: en la roca; en Jesús.

Creyentes o no creyentes, sabemos que todo en este mundo es temporal y, por esa misma causa, no podemos construir nuestra vida y perspecti-vas en las cosas transitorias, porque, tarde o temprano, no estarán pre-sentes para sustentar nuestra vida. Otros buscan sacar un título porque saben que eso les hará sentirse con autoridad y tener un estatus social, que no es malo, pero que, sin embar-go, no define una identidad. Yo soy más que un estudiante de psicología, porque el título no me da identidad, ni tampoco el estatus que logré al-canzar al estudiar una carrera que es aceptada socialmente, con el úni-co fin de mostrarme como exitoso. Como dice Viktor Frankl, un psiquia-tra existencialista que escribió un libro llamado “El hombre en busca de sentido”, cuando una persona no

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tiene un sentido en su vida, busca satisfacer su vida con placeres temporales, pues son los únicos placeres inme-diatos que permiten a la persona sentirse efímeramente bien para evitar el vacío existencial o “neurosis noogena” (noo = sentido).

Es a partir de esta búsqueda de placeres que se procura mostrar una apariencia en el mundo, con el fin de tener un estatus social, el cual también es un placer temporal, característica de una ausencia de sentido. El tema es ¿Qué te motiva a estudiar lo que vas a estudiar? ¿Una estabilidad económica futura? ¿Lograr estatus social? ¿El poder darte lujos temporales? ¿O, acaso, piensas que tu carrera puede ser una extensión para poder lograr tu propósito de vida? ¿Por qué realmente estás apa-sionado por eso, sin importar lo que te diga el sistema? Puedes llegar a ser un gran profesional, pero si no es lo que deseaste ¿de qué habrá servido? El fundador de Kunstmann era empresario, pero renunció a su empresa para experimentar hacien-do cerveza casera en el patio de su casa. Steve Jobs, sin haber terminado la universidad creó Apple. Entre mu-chos ejemplos más.

Todos tenemos un propósito en nuestra vida y hemos sido diseñados para un fin distinto. Muchas varia-bles influyen en nuestro diseño como creación de Dios, los factores filogenéticos y biológicos, nuestra experiencia e historia de vida, lo que percibi-mos (etapa sensorio-motriz, para Piaget), etc. Cada uno de estos factores influye en cómo se conforma nuestra personalidad; las conexiones neuronales se acoplan a las modificaciones que se dan momento a momento en nuestra vida.

El querer estudiar algo que escape de lo que realmente queremos es negar nuestro diseño y, por ende, negar lo que somos en nuestro diario vivir. Es por esto que no hay un sentido de vida en este tipo de actitudes basa-das en el temor (al que dirán, a la escasez, al ridículo), porque nos hacen aparentar algo que no somos. Eso se llama estudiar sin identidad.

» FELIPE PÉREZ MOLINA, Estudiante de Psicología de la Universidad Mayor, Santiago de Chile.

El título no define quién eres ni quien serás: tú ya eres desde antes de tu nacimiento. Ya habías sido pla-neado. Basta con descubrir quién eres en Aquel que te creó. Cuando vives de acuerdo a tu ordenamiento no ha de faltar nada. El biólogo chileno Humberto Maturana habla del concepto de “determinismo es-tructural”, cuyo significado es que nada podemos ha-cer fuera de nuestra estructura como seres humanos, incluyendo la cosmovisión que podemos tener del mundo. Cualquier cosa que atente a nuestra estruc-tura traerá anomalías (anormalidades) a nuestro ser, por completo, desde lo biológico y emocional hasta lo cognitivo y espiritual.

¿Qué estudiarás? ¿Por qué? ¿Qué te motiva a ello? Tú decides, ¿ser o temer a la escasez? Los pájaros viven para lo que fueron creados y no padecen hambre. ¿Cuánto más nosotros si descubrimos nuestro diseño como creación de Dios?

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Revista OIKONOMOS «Reforma tu mente» Pág. 28/29

Eclesiastés 1:9 Lo que fue, eso mis-mo será; lo que se hizo, eso mismo se hará: ¡no hay nada nuevo bajo el sol!

Este versículo es revelador, nos muestra los sistemas en una radiografía clara, ¡la crisis no es nueva!, el mundo ha girado en crisis, con la diferencia que el siglo XXI ha sido la época en que estas están a la vuelta de la esquina, cada día al tic tac del reloj se quiebra un paradigma, la tecnología, globalización y las comunicaciones han contribuido para que así ocurra y como ya pueden estar al tanto, la ola llegó a Estados Unidos y generándose en 2011 un “Ocupa Wall Street” con 700 arrestados, ¿Qué les molesta? Que el 1% de la nación tenga el poder económico, situación que viene ocurriendo hace décadas, pero hoy hay un impulso de otra dimensión (la invisible) que se ha estado mo-viendo por las naciones, esto ha levantado esta masa de “despertar social”.

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Días de desafío, días de conflictos, de choque de gobiernos en todos los niveles y todas las áreas, algu-nos sistemas están en una crisis, otros están entrando en esta, sin ser percibidos aún, pero pronto mostraran sus síntomas, tal vez arrastrados por los que ya ingresa-ron al caos, o simplemente porque el mundo se mueve y cambia cada día, y estos han permanecido está-ticos sin moverse con el mundo.

Eclesiastés dice que esto en el mundo es “normal”, pero termi-na con una frase célebre y hasta media pesimista, que “no hay nada nuevo bajo el sol”. El punto es que los Hijos del Rey han unido cielo y tierra dentro de sí mismos, por lo

tanto ellos están sobre este Sol, y si no hay nada nuevo abajo, si lo hay arriba, donde todo es hecho nuevo, donde la creatividad brota a borbotones del Dios que creo los sonidos, colores y múltiples dise-ños, formas, matices y texturas, la multiforme gracia está presente en el lugar secreto y las antiguas generaciones lo vivieron; Sin em-bargo como Iglesia, nos faltó (y aún falta) un eslabón a la cadena de gobierno.

Ese eslabón perdido se llama “mentalidad de Rey”, de gober-nantes en la tierra. El concepto de dominio que no existe todavía en la doctrina básica de cada congre-gación, la enseñanza de “mayor-

domía de la tierra” que no está en los discipulados de recién conver-tidos, ese eslabón nos permitiría al ver una crisis, tener las siguientes habilidades innatas de Jesús.

• Saber quiénes son los protago-nistas de los cambios y movimien-tos (líderes, ideologías, espíritus).

• Discernir si los cambios y sis-temas están sustentados por el espíritu correcto.

• Cuáles son las condicio-nes de una crisis (la causa para este efecto).

• Traer del cielo lo nuevo de Dios para solucionar la crisis.

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Esta mente de dominio, nos otorgaría como Iglesia no solo tratar temas de índole religiosa en las reuniones de líderes y ministros, sino que los Concilios de ministros en la ciudad, estarían originando propuestas concretas para cada área de la sociedad, verían las anomalías de los sistemas, las que al crecer se transforman en ten-dencias, y terminan por chocar con el sistema oficial, generando crisis.

La mente de dominio ve las noticias y se pregunta ¿Qué se está gestando y que es-píritu lo impulsa?, ¿Qué legalidad tiene ese espíritu para dicho impulso?, ¿Qué ritmo de crecimiento tiene esta tendencia?, ¿cuáles son sus líderes e ideologías?, ¿Cuál será su impacto, positivo o negativo?, de esta forma podríamos saber si debemos impul-sar dicha tendencia o frenarla, si esta de acorde con la cultura del Reino expresada en el sermón del monte y en las epístolas de los apóstoles, si generara bendición o maldición sobre nuestra ciudad.

Lenin, el precursor de la revolución rusa que concluyó por matar al Zar, era hijo de una mujer protestante, su hermano había sido ejecutado por atentar contra el Zar... este trauma sin duda impulsó a Lenin, el que se preparó y quien con un puñado de profesionales se dedicó a “adoctrinar las masas” con el socialismo, uso un periódico llamado “La Chispa”, influenció a los “soviets” (consejos de trabajadores) y pidiendo al go-bierno del Zar lo que la masa anhelaba, (terminar de enviar tropas a la guerra con Alemania y una reforma agraria) se hizo con el apoyo de cada ruso, así fue como este hombre terminó derrocando un Imperio, la sangre no tardó en llegar, puesto que su impulso provenía de la sangre.

Los alemanes que si veían las tendencias, tiempo antes de esta revolución, hicieron que Lenin (quien estaba en Zurich) pudiese volver a Rusia, lo subieron a un tren que cruzó Alemania, lo pusieron en Suecia para que llegara a su patria, un líder deliberado, con ideas cla-ras… así lograron quitarse a Rusia de encima, con una revolución interna.

» SIMÓN AQUINO es Pastor y Profeta, trabaja en el mi-nisterio Venga tu Reino.

¿Le parece conocida esta historia?, un líder y su equipo, usando las comunicaciones, una anoma-lía en el sistema, sangre que impulsa a derramar más sangre, un pueblo siendo abusado en la espe-ra de un líder carismático, grandes poderes opor-tunistas, crisis y cambio sin retroceso….nada nuevo bajo el sol.

La única pieza que podría desestabilizar estos ciclos, se llama Iglesia, porque tiene la autoridad, la verdad, el amor y la fa-cultad para hacerlo, solo debe creer que puede.

Revista OIKONOMOS «Reforma tu mente» Pág. 30/31

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Todo escrito que esté relacionado con el per-sonaje que tenemos ante nosotros, está obli-gado a comenzar señalando que es probable que estemos frente al pensador más impor-tante de la América anglosajona protestan-te. Se ha hablado de él como un hombre no

sólo intelectualmente brillante, sino también como un apasionado por la Gloria de Dios.

DIGNO DE IMITAR

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N

Revista OIKONOMOS »Digno de imitar» Pág. 32/33

ació el 5 de octubre de 1503 en Connecticut, Nueva Inglaterra, cuando Norteamérica aún era considerada como colonia inglesa. Jonathan es

heredero de una sólida línea calvinista puritana, ya que fue hijo del distinguido pastor graduado de Harvard, Ti-mothy Edwards, y a la vez, su madre era hija de otro des-tacado pastor de aquellos días. Desde pequeño fue edu-cado directamente por su padre, y posteriormente fue enviado a Wethersfield donde fue educado por un tío. Esta línea de enseñanza fue su fundamento para ingre-sar al centro de estudios que luego sería conocido como la distinguida Universidad de Yale, para graduarse como Licenciado en Filosofía y Letras en el año 1720.

La enseñanza que recibió no fue evidencia de su con-versión total al cristianismo. Jonathan, que ya tenía una formación teológica y filosófica, experimentó un pro-fundo encuentro espiritual cuando leyó 1ª de Timoteo 1:17, “Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén”. Jonathan afirma que “Al leer estas palabras vino a mi alma… un sentido de la gloria del ser de Dios… me dije a mi mismo qué ser más excelente que Éste, y que feliz sería si pudiera disfrutar de ese Dios y ser arrebatado en Él hasta el cielo y ¡ser consumido en Él para siempre!”.

Ingresó al ministerio pastoral en una iglesia presbiteriana de Nueva York; luego en una iglesia congregacionalista de Bolton. Luego de eso vuelve a Yale para ser tutor. En 1727 se casó con distinguida señorita Sara Pierpont.Publicó una importante cantidad de textos filosóficos y teológicos. Luego se interesó por profundizar en la vida misionera y publicó la vida de David Brainerd, uno de los grandes modelos como misionero para esos años. Además, cabe destacar que en 1758 asume la presidencia de la prestigiosa Universidad de Princeton. Estamos fren-te a un intelectual de gran valía.

Más allá de todos estos importantes detalles, la figura de Jonathan Edwards ha marcado a los cristianos debido a uno de los acontecimientos que más conocido le hizo: encabezó un gran avivamiento conocido como “El Gran Despertar Evangélico” a mediados del siglo XVIII. Su ser-món más conocido es “Pecadores en manos de un Dios airado”, que hasta hoy es difundido. El fuerte llamado a la conversión de los pecadores provocó convertimientos masivos, cierres de tabernas y grandes transformaciones de vidas.

Entre sus aportes más importantes estuvo la idea de que la Razón y la Fe no son opuestas entre sí; al contrario, Edwards asumía, como todo cuerdo calvinista, que inclu-so la Razón y la esfera del pensamiento humano, pueden glorificar a Dios, al punto que en uno de sus sermones expresó: “la mente que tiene una sensibilidad a la exce-lencia de los objetos divinos habita en ellos con deleite, y los poderes del alma son más despertados y avivados para emplearse en la contemplación de ellos”.

Jonathan Edwards es un desafío. Su recuerdo nos in-terpela. ¿Valoramos la razón que Dios nos ha entrega-do? ¿La usamos para su Gloria? ¿Somos equilibrados en nuestra forma de pensar el evangelio, y nuestra forma de practicarlo? Edwards nunca se conformó con atisbos de gloria divina y manifestaciones extraordinarias de los dones espirituales; su mayor deleite era poseer el Fruto del Espíritu, amar la santidad y ser agradable a Dios con sus hechos, pensamientos y sentidos. Comprendió que no sólo debía disfrutar de la gloria de Dios, sino también glorificarle a Él con todo su ser.

Fuente: Moreno, José. Jonathan Edwards: la pasión por la gloria de Dios. Barcelona: Andamio, 2008.

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LIBRO“El Manifiesto de la Reforma”. Cindy Jacobs.

PELÍCULA“Lutero” (“Luther”)Director: Eric Till. 2003. 121 minutos.

RECOMENDADOS

“Nuestro papel en cuanto a ver la voluntad de Dios hecha en la tierra comenzó en el huerto de Edén. Regresando a la premisa de que debemos "administrar la casa" -la tierra-...” De esta manera Jacobs nos instruye a hacer uso del mandato bíblico, no de una manera abstracta sino que palpable, en la que se manifieste el Reino de Dios y su justicia en todas las áreas de la sociedad. El Manifiesto de la Reforma, es primordialmente una obra inspiradora, que le ayudará a encontrar su rol como hijo de Dios. Sin duda este es un libro que todo reformador debe leer.

Un film de alta calidad histórica, que retrata la biogra-fía del reformador alemán Martín Lutero. La historia se desarrolla en una mezcla de drama y acción, que sorprende por la configuración del contexto históri-co adverso al cual tuvo que enfrentarse este ex monje agustino. Entre las enseñanzas más destacadas, se en-cuentran la capacidad de determinación y perseveran-cia de un hombre que transformó el mundo, y el arrojo a no soltar la verdad, a ser un hombre de temple, sen-sible y profundo. Dispuesto a obedecer a Dios a toda costa. Una película imperdible.

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VIDEOJoseph Nye nos habla sobre los desplazamientos mundiales de poder.

El historiador y diplomático Joseph Nye nos brinda una mirada amplia de los desplazamientos de poder entre China y Estados Unidos y de sus consecuencias a medida que los poderes económicos, políticos y blandos se desplazan y mueven por todo el mundo. En esta conferencia el Profesor de Harvard, deja en claro las transformaciones globales que vienen.

Disponible en sitio web http://www.ted.com/talks/joseph_nye_on_global_power_shifts.html

Tal y como se describe en el inicio de la página, el ob-jetivo primordial de este portal es reconocer la nece-sidad actual que tiene la mayor parte de las socieda-des del mundo de reencontrar los valores morales y espirituales, para poder vivir en armonía y bienestar general. Se da el énfasis en que como individuos de-bemos tener una cosmovisión bíblica que nos haga conciencia de nuestro actuar diario, para caminar en transparencia, honestidad, integridad, justicia y res-ponsabilidad.

Esta página además posee recursos, libros, artículos, entre otros, que dan aportes importantes a la hora de la formación académica y política que necesita todo cristiano con un llamado en esta área.

oikonomosES TIEMPO DE TRANSFORMACION

Santiago, Marzo 2012.

SITIO WEBPor mi Nación: http://porminacion.org/.