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CAPÍTULO III
DESCRIPCIÓN METALEXICOGRÁFICA
3.1 FICHAS LEXICOGRÁFICAS22 En este capítulo presento una revisión metalexicográfica de trece obras que se han
elaborado sobre el español mexicano, entre los años de 1895 a 2010 y que forman parte
fundamental del corpus central de la presente investigación lexicográfica. En primer
término debo decir que dicha evaluación considera una serie de elementos fundamentales,
como por ejemplo, la caracterización tipológica del diccionario y rasgos generales en
relación con la práctica lexicográfica, así como las partes que integran la macroestructura,
la microestructura y el tratamiento mismo de las unidades fraseológicas. En ese sentido,
cabe señalar que el objetivo de este capítulo es mostrar, de manera explícita, las
decisiones de los diferentes lexicógrafos al organizar el material que registran. Para este
fin, se presentan alrededor de 300 ejemplos que describen directamente el tratamiento de
la fraseología y, por tanto, la ordenación de las entradas. Ahora bien, en el siguiente
apartado se exponen las trece obras lexicográficas y los ejemplos referidos a las entradas
léxicas que involucran el tema de las unidades fraseológicas, es decir, aquellos datos que
respaldan cada una de las afirmaciones que fundamentan la presente investigación
metalexicográfica.
3.1.1 DICCIONARIO DE MEJICANISMOS (Ramos I. Duarte 1895) 3.1.1.1 Caracterización tipológica
22 Cabe señalar que los ejemplos sobre entradas léxicas que aparecen en este capítulo se presentarán tal y como se registran originalmente en cada uno de los diccionarios, es decir con los mismos atributos tipográficos: mayúscula inicial, minúsculas, negritas, etc.
60
Esta obra lexicográfica publicada en 1895 registra un total de 6044 entradas, dentro de las
cuales se localizan elementos léxicos que han sido tomados de otras fuentes, como el
Diccionario de la Academia en su XII edición y un diccionario del español hablado en
Cuba. Así lo expone este lexicógrafo en la última página de su obra. Asimismo nos dice
que se utilizaron otros documentos como obras literarias, periódicos y formas lingüísticas
que provienen de la lengua hablada:
Hemos trabajado asiduamente hasta reunir cuantas locuciones i frases viciosas
hemos oído en el vulgo y leído en los periódicos, libros impresos (¡hasta en los diccionarios!) Discursos, etc., […] Citamos la obra, el periódico, el lugar, etc. donde se ha cometido ó comete el error á que nos referimos, no con el fin de señalar una falta, sino con el interés de corregirla i evitar que siga difundiéndose (Ramos I. Duarte 1895: 5).
Por otra parte, cabe destacar que en este Diccionario de mejicanismos no se dan
mayormente las referencias bibliográficas de las fuentes empleadas, sin embargo en los
artículos lexicográficos se menciona de manera vaga el lugar de donde fue tomado el
elemento que se define. De igual forma debo decir que esta obra tiene la finalidad
específica de: […] “coadyuvar en algo, en la educación pública, para desterrar del habla
castellana muchas impropiedades” (p. 5). Con estas palabras podemos afirmar que es un
diccionario normativo, ya que en la mayoría de las definiciones proporcionadas el autor
se empeña en corregir al lector con la palabra o frase que se debe decir en lugar de la que
ocupa la entrada. Igualmente este texto de mexicanismos es una obra de clasificación
semasiológica ya que parte del significante al significado y su ordenación es alfabética.
3.1.1.2 Descripción de la macroestructura del diccionario
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Al examinar el diccionario, la primera página con la que nos encontramos es el listado de
abreviaturas en orden alfabético que corresponden a las entidades federativas de la
República Mexicana, con el interés de clasificar los regionalismos. En la siguiente página
aparece una carta dirigida al público lector, en donde expresa la finalidad del diccionario
y las ideas de este lexicógrafo en relación con el lenguaje y su estructura. En realidad esta
parte funciona como introducción ya que el autor no expone en ningún momento la
metodología empleada en la confección de dicha obra. En la última parte del cuerpo del
diccionario se incluyen dos anexos: “Adiciones y correcciones” y “Modismos, sentencias,
refranes, eufemismos, remoques ó dichos del lenguaje popular ambagioso”. Sobre este
último apartado se hablará con mayor detalle posteriormente en el apartado sobre
fraseología.
3.1.1.3 Descripción de la microestructura del diccionario
Las entradas aparecen en negritas con la primera letra en mayúscula seguida de un
paréntesis que indica la procedencia del vocablo, continuando con la categoría gramatical.
Los lemas se presentan en esta obra por homonimia, teniendo así varias entradas para un
solo lema, como por ejemplo:
(1) Barbacoa (Pr. Tam.), sf. Desván. En Méjico, Yucatán, Veracruz, etc. le dicen
tapanco, del azteca tlapanco, en la azotea, en lo alto.
(2) Barbacoa (Pr. Tam.), sf. Cabeza de chivo, carnero, cerdo, etc.
(3) Barbacoa (Pr. D. F.), sf. Carne cocida en un hoyo preparado i calentado á manera
de horno.
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Se presentan también variantes ortográficas23 que no se definen. En realidad el
significado es su variante, tal y como se presenta en el siguiente ejemplo:
(4) Cáiba (D.F.), v. Caída.
(5) Cáida (Yuc.), sf. Caída.
(6) Difinición (D.F), sf. Definición.
(7) Candilero (Hid.), sm. Candelero.
Como se puede observar en los ejemplos anteriores, dentro de la microestructura
aparecen las distintas categorías de palabra con su respectiva abreviatura ya sea verbo,
adverbio, adjetivo, preposición, sustantivo, etc. De igual manera se indica el género de los
sustantivos pero no siempre se indica el femenino de los nombres en los adjetivos, aunque
en el siguiente ejemplo aparece su femenino como ejemplo de entrada (véase ejemplo 8).
En cambio, el ejemplo (9) es una evidencia de que existen otras entradas en donde sí se
presenta la forma de femenino de los nombres y adjetivos:
(8) Disparejo (Mej.), adj. Desigual. “El terreno está disparejo”; “Esa puntada está
dispareja.”
(9) Igualado, da (Guerr.), adj. Grosero, ra; desvergonzado, da.
Sin embargo no se indica el plural de los sustantivos ni plurales irregulares, y
dentro de su listado de abreviaturas no aparece plural, pero sí se dan entradas en forma
plural dentro del diccionario que se marcan solamente como sustantivos y su género:
23 Considero importante mencionar que en este diccionario también se definen nombres propios como Ismael, Israel, Efraím, Leunardo (Leonardo), Marilla (María), entre otros, en donde simplemente aparece la variante ortográfica como se ve entre paréntesis, o el nombre se repite dentro de la definición.
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(10) Elásticos (Yuc.), sm. Botines. “¿Cuánto valen esos elásticos?”
En lo que se refiere a los verbos únicamente se muestra si la entrada a definir es
efectivamente un verbo o si estos son infinitivos como se puede observar en el siguiente
ejemplo:
(11) Fungir (Guan.), inf. Ejercer, desempeñar.
(12) Distraé (D.L.P.), verb. Distráe.
Las entradas dedicadas a plantas y animales no cuentan con su nombre científico
como se puede ver en el ejemplo (13), no obstante, en el ejemplo (14) la definición es el
nombre científico de esta planta aunque es definida de manera incompleta.
(13) Yagayana (Pr. Oaj.), sm. Árbol llamado madroño en castellano yagayana es
palabra zapoteca.
(14) Yerba del pollo (Ver.), sf. Potamo geton.
3.1.1.3.1 Fraseología
Considerando que el título de esta obra es Diccionario de mejicanismos. Colección de
locuciones i frases viciosas es de suponer que exista un gran número de frases dentro de
este diccionario que muestre la riqueza del habla nacional de finales del siglo XIX, algo
que al autor parece no convencerle del todo. Este tipo de construcciones sintagmáticas las
he dividido en cuatro apartados: el primero dedicado a las colocaciones, el segundo a las
unidades fraseológicas con una definición redundante, el tercero a las unidades
fraseológicas que aparecen como entrada y el cuarto a las unidades fraseológicas que el
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autor pretende corregir ya que no las considera correctas. Primeramente, presento el
apartado de las colocaciones en donde pueden aparecer como locuciones (véase ejemplos
15 y 16), sustantivos (véase los casos 17, 18), o expresiones (19):
(15) Huevo tibio (D.F), loc. Huevo pasado por agua.
(16) Ojo de venado (semilla) (Méj.), sm Mucuna. Fruto conocido también por ojo de
buey.
(17) Pan de piojo (Oaj.), sm. Un pan dulce, de harina amarilla. Es término de los
tamazulapeños.
(18) Raíz para arriba (Jal.), sf. Camote, batata.
(19) Pan de mujer (Dur.), expr. Tortilla de harina de trigo con azúcar prieta.
Continuando con el apartado de unidades fraseológicas con definición redundante,
cabe mencionar que esto también se observa en algunas ocasiones en el resto de las
entradas, no únicamente en las UFS:
(20) Multitud enorme (Ver.), loc. Multitud inmensa, muchedumbre.
El autor nos explica después de la definición: “Multitud quiere decir gran número,
reunión considerable, i enorme significa excesivo en magnitud, de tamaño desmesurado;
lo que prueba que, decir multitud enorme, es una redundancia”; lo que el autor no
consideró es que definir multitud enorme, con multitud inmensa, también resulta una
redundancia. Asimismo, continuando con el siguiente ejemplo de redundancia tenemos:
(21) Mucha mayor razón. (D.F.), expr. Mucho mayor razón.
(22) Mucha menor razón. (D.F.), expr. Mucho menor razón.
(23) Misa de gallo (Méj.), expr. Misa de gallo.
(24) Caer en cuenta(D.F.), expr. Caer en la cuenta.
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(25) Me voy á bañar (D.F.) fr. Voy a bañarme.
En los primeros dos ejemplos se muestra como Félix Ramos I. Duarte únicamente
realiza una corrección guiándose por los adjetivos de número, sin explicar la definición de
la entrada. En el caso de Misa de gallo no hay definición, sin embargo cita a Cuervo,
donde se aclara a qué se refiere este término. Enseguida aparece la forma Caer en cuenta
en donde la definición únicamente es de igual forma una corrección y, por último
tenemos la definición de Me voy a bañar, como voy a bañarme, aunque explica que esta
entrada es ambigua porque no se sabe quién será el bañado: Me voy a bañar al niño.
Por otra parte, cabe decir que son un número considerable de unidades
fraseológicas las que aparecen como entrada, en su gran mayoría se presentan de esta
manera, pero dentro de este apartado pretendo hacer notar las diferentes indicaciones
gramaticales que este lexicógrafo propone, y la forma de definición para las distintas
unidades que se presentan a continuación:
(26) Así debe ser, así debe de ser. Son frases que muchos escritores confunden, sin
advertir que la primera denota certeza, deber, i la segunda duda, suposición.
(27) Bailar el pelado. Estar sin dinero, rabiar por tener algo.
(28) Cambiar el petate (Pueb.), fr. Cambiar de apellido, quitárselo.
(29) Dar atole con el dedo (Méj.), fr. Dirigir á un ignorante, hacer tonto á un
individuo.
(30) Echar la viga (Guan.), fr. Regañar, reprender.
(31) Fisionomía estúpida (D.F), sf. Las asentaderas, nalgas.
(32) La peor lucha es la que no se hace. Proverbio del Distrito Federal.
(33) Las han dado (D.F), expr. Decíase: “Ha dado las cuatro”, sobreentendiendo el
sujeto reloj, i decimos hoy, convirtiendo el complemento directo en sujeto: “Han
dado las cuatro.” Entre nosotros se dice generalmente, refiriéndonos á horas, “las
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han dado”, “las dieron”, “las darán” El verbo es impersonal.” (Benedetti,
Gramática Española, 1,497.- Bogotá).
(34) Metátesis apocopada (Ver.), loc. “Parece (calbaján) una metátesis apocopada de
cajalbana…” (Macías, Dicc. Cubano, artículo calbaján). No entendemos que
significa metátesis apocopada; sin duda debe de ser de la familia de contracción
apocopada.
Dentro de las unidades fraseológicas se menciona si se trata de una locución, una
frase, una expresión, o un proverbio. Sin embargo, en los primeros ejemplos no existe una
clasificación de las unidades, ni nos informa sobre su procedencia, es decir, se sigue
presentando el problema de que en algunos casos la definición no es propiamente una
definición, sino una crítica o un dato extra. Por ejemplo en (34) el autor define la entrada
con una cita del Diccionario cubano, sin embargo comenta que no entiende el significado
de la frase, y por consecuencia lo mismo sucede con nosotros los lectores. En los
ejemplos (35) a (39) listo las unidades fraseológicas que se presentan en la obra de Ramos
I. Duarte, donde su definición únicamente es una corrección del habla:
(35) Hágase usted de cuenta (D.F. i Guan.), fr. Haga usted cuenta. “Hágase de cuenta
como sucedería” disparate que se corrige diciendo: “haga cuenta” ó “haced
cuenta”, etc.
(36) Hasta después (D.F.), fr. Adiós. La fórmula de despedida hasta después no
parece muy lógica, porque si hasta fija el término de una duración, i después
denota el tiempo inmediato al señalado ó determinado, ¿a qué tiempo se refiere el
que se despide diciendo hasta después?
(37) Le da uno la mano i se toma el pie (Mor.), fr. Corríjase diciendo: “Le da uno el
pie i se toma la mano”
(38) Lo cortés no quita á lo valiente (Méj. i Mor.), fr. Lo cortés no quita lo valiente.
La á está de más.
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(39) Peor mala fe (D.F.) fr. Mayor mala fe, más mala fe. “En ese negocio lo trató de
la peor mala fe,” debe decirse: lo trató de mala fe ó con la mayor mala fe, ó con
la más mala fe.
Como podemos ver, en los ejemplos anteriores no se presenta una definición clara,
sino más bien una corrección del habla, en donde el autor nos indica qué es lo que se debe
decir o de qué manera debemos corregirnos. No obstante, a pesar de que este diccionario
es normativo, probablemente deja con dudas al usuario que desea saber cuál es el
significado de estas frases. De igual forma, después de revisar el cuerpo del diccionario
continúan los dos anexos mencionados anteriormente, en donde se sigue el mismo
formato que el Diccionario de mejicanismos, es decir, los lemas aparecen en orden
alfabético. La diferencia es que la primera palabra aparece en negritas con su primera
letra en mayúscula y el resto de la frase se encuentra en cursivas, continuando con el
lugar de origen de la frase. Cabe mencionar que en el anexo titulado “Modismos,
sentencias, refranes, eufemismos, remoques ó dichos del lenguaje popular ambagioso”
encontré solamente una definición en donde el autor realizó una corrección de habla, sin
embargo, sí se presentan algunos casos en donde la unidad fraseológica está definida con
otra unidad fraseológica más común, como se observa en los siguientes ejemplos:
(40) Cada araña por su hebra i cada lobo por su sierra (Hid.) Cada oveja con su
pareja.
(41) Ese tiene ardilla en la cerca (Hid.) Ese tiene gato encerrado.
(42) No creas que la luna es queso (Hid.) No todo lo que relumbra es oro, no te
ilusiones no te engañes.
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3.1.2 DICCIONARIO DE MEJICANISMOS (Santamaría 1959) 3.1.2.1 Caracterización tipológica El Diccionario de mejicanismos de Santamaría es una obra que pretende continuar el
trabajo realizado anteriormente por García Icazbalceta en su Vocabulario de
mexicanismos ya que únicamente se publicó hasta la letra G, convirtiéndose en la fuente
principal que sirvió de base para la elaboración de este diccionario. La investigación
lexicográfica de Santamaría consistió en ampliar las entradas que se encuentran en dicho
diccionario, incorporar nuevas entradas y concluirlo hasta la letra Z. Respecto de esta
obra el autor nos dice: “Modificamos a veces la redacción de alguna cédula del autor,
redactando una nueva definición; pero no porque tratemos de enmendar la plana al
conspicuo polígrafo, aunque nadie es infalible, sino por adaptar i adecuar la descripción
de la cosa a su realidad, tal cual es actualmente” (Santamaría 1959). Además en la
segunda edición agrega un suplemento donde nos dice: “Está basado en el de la primera
edición, al que se le han agregado las adiciones, observaciones y notas hechas por el autor
a partir de 1959”. Teniendo como resultado una obra lexicográfica de formato impreso,
que cuenta con 1207 páginas y alrededor de 27 000 entradas.
Asimismo, el Vocabulario de mejicanismos de Icazbalceta no fue la única fuente
a la que Santamaría acudió para la elaboración de su obra, ya que dentro de la
introducción del diccionario hay una serie de autores que forman parte de las fuentes
consultadas: “De varios de los señores académicos, individualmente, en primer término,
ha provenido el esfuerzo en la labor lexicográfica acerca de nuestra habla provincial”
(Santamaría 1959). Algunos de estos autores son, González Peña, Alfonso Junco, don
Darío Rubio, entre otros, además nos proporciona una extensa bibliografía que se ofrece
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al final del diccionario en orden alfabético. Sin embargo, no se menciona de qué manera
realizó la selección del vocabulario, a pesar de que muestra una amplia bibliografía; aun
así se puede inferir que es por medio de fuentes escritas, ya que al finalizar la definición
de sus entradas aparecen fragmentos de obras literarias, además de que en su introducción
hace mención de al menos 20 autores mexicanos de literatura, lingüística y otras ramas, e
incluye una recopilación de los trabajos que se habían elaborado hasta esa fecha en
México y en América Latina. Cabe destacar que la finalidad de este diccionario general es
primeramente concluir la obra de Icazbalceta y alcanzar el objetivo de dicho autor el
cual es citado por Santamaría: “[…] “no existe obra en que expresamente se trate de los
provincialismos de Méjico, mientras que otras naciones o provincias hispanoamericanas
han recojido ya los suyos […] Sean estas palabras suyas el mejor amparo i el más propio
resguardo de nuestra audacia, al intentar seguir sus pasos concluyendo un diccionario
completo de mexicanismos” (1959). De igual forma que el diccionario de Icazbalceta,
esta obra es de orden semasiológico, es decir parte del significante al significado, se
encuentra ordenado alfabéticamente y tiende a ser descriptivo, sin embargo, al revisar las
definiciones puedo observar una tendencia a la crítica ya que se deja entrever cierta
desaprobación en el uso de algunos términos.
3.1.2.2 Descripción de la macroestructura del diccionario. La macroestructura de este diccionario está integrada por abreviaturas, introducción,
cuerpo del diccionario, suplemento a la segunda edición y la bibliografía. Dentro de la
introducción el autor nos aclara que algunas de las entradas que han servido de base para
la elaboración de este diccionario se extendieron, hay dos símbolos que diferencian entre
la entrada nueva y la entrada elaborada por Icazbalceta, las entradas de este último se
70
marcan con el signo †, mientras que las entradas elaboradas por Santamaría se marcan
con un *. No obstante, no se hace mención alguna sobre la metodología utilizada, el autor
se enfoca únicamente en mencionar los trabajos que se han elaborado en México y en
América Latina. Por otra parte, cabe mencionar que las entradas se marcan con negritas,
con la primera letra de la entrada en mayúscula seguida de un punto, le sigue su categoría
gramatical, y si se trata de un animal o planta se indica su nombre científico.
3.1.2.3 Descripción de la microestructura del diccionario
Continuando con las características de las entradas de la obra, se puede observar que los
lemas se presentan por homonimia es decir se le asignan dos entradas diferentes, a una
misma palabra por diferir en su definición la una de la otra, por ejemplo:
(43) Abarcar. a. Comprar gran cantidad de una mercancía con el fin de encarecerla y
lograr crecida utilidad al revenderla. Dícese particularmente de los comestibles:
ABARCAR el frijol, el garbanzo.
(44) Abarcar. tr. Acaparar: comprar una mercancía en gran cantidad para especular
ella en forma abusiva; lo que se hace principalmente con los artículos de primera
necesita.
(45) Dulcera. f. Vasija para guardar dulces, cualesquiera que estos sean, no
precisamente de almíbar.
(46) Dulcero, ra. adj. y s. Relativo al dulce
“Para éste, que es el futuro suegro, un tenate dulcero de a dos libras,” (R.
BELTRAN, Atrevimientos... ¿literarios?, p. 149)
2. Gran comedor de dulce; afecto a los dulces.
3. m. y f. Vendedor o fabricante de dulces.
Veamos el caso de la forma dulcero, ra: en la primera acepción incluye un
fragmento de un libro llamado Atrevimientos, mismo que es la fuente de donde se obtuvo
71
la definición; esta referencia finalmente esclarece parte de las líneas metodológicas que
siguió el autor para obtener sus entradas. En el siguiente ejemplo se presentan variantes
ortográficas en donde en la misma entrada se explica su variante:
(47) Barillero, ra. La ortografía correcta debe ser varillero como indudable derivado
de vara. Así lo entiende SALADO (V. Varillero); pero no lo dice ni hace la debida
corrección, como no la hace tampoco aquí el autor; antes bien, admite las dos
formas. En este diccionario también se menciona después de las entradas su información
gramatical, por ejemplo si es un adjetivo, verbo, adverbio, sustantivo, etc. incluyendo
también el género de los sustantivos y el femenino de los nombres ya sean sustantivos o
adjetivos; asimismo se menciona el plural de los sustantivos si la entrada lo requiere,
como se muestra en (48):
(48) Abarrotes. m. pl. Se comprenden en México bajo esta denominación muchos y
muy diversos artículos de comercio, nacionales o extranjeros, como caldos, cacaos,
almendra, conservas alimenticias, papel, hoja de lata &c. En inglés Groceries.
En los verbos se indica si son transitivos, intransitivos o reflexivos impersonales, y
se muestran generalmente en infinitivo o en reflexivo. Cabe mencionar que dentro del
listado de abreviaturas se indica el campo o materia a la que pudiera pertenecer la unidad
léxica, ya sea botánica (Bot.), o zoología (zoo.), sin embargo al buscar dentro de las
entradas referentes a plantas y animales está abreviatura no se incluye.
3.1.2.3.1 Fraseología
72
La fraseología se presenta de diferentes formas, se pueden encontrar diversas entradas en
donde cada acepción que la conforma es una UF diferente, o también se encuentran
dentro del ejemplo de la definición; estos y otros detalles los explicaré posteriormente con
sus respectivos ejemplos. Iniciaré con la descripción de las unidades fraseológicas que
aparecen como entrada, como se puede observara continuación:
(49) Echarse A PERDER. Pervertirse. El muchacho se ECHÓ A PERDER con las
malas compañías. ECHÁRSELA DE LADO. Fr. fam. Jactarse, vanagloriarse.
(50) Aclarársele a uno. fam. Acabársele el dinero.
Como podemos ver la fraseología dentro de la misma entrada se maneja de dos
formas distintas, primeramente como lema y posteriormente como acepción, en donde la
unidad fraseológica aparece en mayúsculas, para después proseguir con la definición de la
misma. Generalmente las unidades fraseológicas aparecen primeramente con la palabra
que el autor considera de mayor peso semántico, prosiguiendo con la frase o expresión
que conforma la unidad fraseológica por ejemplo:
(51) Plancha. EL CUARTO DE LA PLANCHA. Se llama así, entre la gente pueblerina y
campesina, a una pieza de la casa especialmente destinada para hacer en ella el
planchado de la ropa. TIRAR PLANCHA. Hacer plancha.
(52) Extraño. SER EXTRAÑO A UN NEGOCIO: no tener parte en él.
(53) Rico. A RICO NO DEBAS Y A POBRE NO PROMETAS. refr. que indica la condición
mezquina del rico y la exigente del necesitado. MÁS TIENE EL RICO CUANDO
EMPOBRECE, QUE EL POBRE CUANDO ENRIQUECE. Sabio refrán muy usado por
la gente pobre, y tan cierto como que no necesita explicación. QUIEN TE HACE
RICO, EL QUE TE MANTIENE EL PICO. expr. fig. fam. que en forma rimada
expresa, que quien nos da la comida, nos da lo principal en la vida.
73
(54) Legaña NO HACE (suple MAL) LA LEGAÑA AL GÜERO, ANTES LE ESTÁ (suple
BIEN) CUANDO LLORA. expr. vulgarota de valentones, con la cual se da a entender
indiferencia para el peligro o suficiencia para vencer dificultades.
(55) Rienda DE BUENA, O DE MALA RIENDA. loc. adv. Dícese de la cabalgadura que
obedece fácilmente; o, todo lo contrario, de a que con gran dificultad se le maneja
por el freno o las riendas en general.
(56) Fresco DECIR a uno CUATRO FRESCAS. expr. fig. fam. Decirle cuántas son cinco,
decirle las verdades.
(57) Gachapanda A LA GACHAPANDA. m. adv. Vulgarmente, a la sordina, a
hurtadillas, disimuladamente, a la chitacallando. Lo mismo en Colombia (TASCON,
21, 152)
(58) General GENERAL DE BANQUETA. El que ha obtenido el grado sin méritos en
campaña, ni se le conocen hechos de armas. Se llama también espada virgen o
GENERAL de espada virgen.
Se puede observar que dentro de cada unidad fraseológica se presenta una marca
que identifica la unidad ya sea una expresión familiar figurada, una frase adverbial, un
refrán, o una expresión ‘vulgarota’. Tal y como mencioné en el capítulo II, estas marcas
que aparecen en (53) y (54) llevan de nombre de marcas diafásicas y no son muy
recomendables debido a su vaguedad y subjetividad. En ese sentido debo decir hay tres
unidades fraseológicas en estos ejemplos en donde no se muestra una clasificación y esto
es una característica recurrente sobre todo en las colocaciones que se verán más adelante,
pero antes, mostraré los ejemplos de las unidades fraseológicas que se encuentran dentro
de la definición, ya sean como acepción (59), como ejemplo (61) o como ejemplo de la
acepción (60):
74
(59) Fajo. m. vulg. Cintarazo. 2. En el sureste, trago de aguardiente. Lo mismo en Sur
América.3. Cinturón para mujer. ECHAR UN FAJO. expr. fig. Tomar un trago de
aguardiente.
(60) Faltar. a. En sentido absoluto, insultar a un igual o superior. No venga Vd. a
FALTARME. ¿Por qué golpeaste a aquel hombre? Porque me FALTÓ. NO
FALTABA MÁS, expresión muy usada para rechazar una proposición o
pretensión por absurda u ofensiva.
(61) Largar. tr. Arrojar, lanzar. Le LARGARON una piedra, o una pedrada. 2. Dar con
violencia un golpe. Le LARGÓ dos tragos. Tiene valor enfático. LARGAR LA
BREA. fr. fig. fam. soltar el dinero. Dícese también LARGAR la mascada, y a
veces se entiende en el sentido torpe de exonerar.
(62) Mandado. m. Vulgarmente, acto de ir de compras al mercado por orden de otro. 2.
Recado; provisión de boca para el consumo diario que del mercado o del comercio
se lleva a casa; compra que hacen las criadas, por lo común. COMERLE A UNO EL
MANDADO. Tomarse abusiva y subrepticiamente para sí el beneficio o la utilidad
que a otro corresponden legítimamente, traicionándolo y violando la confianza
suya; aprovecharse indebidamente de lo ajeno; ganarle la delantera; arrebatarle el
triunfo. Dícese también comerle a uno el trigo. EL QUE ES MANDADO NO ES
CULPADO, refrán que se explica por sí solo. HACER a uno LOS MANDADOS. expr.
fig. injuriosa con que se da a entender desdén, desprecio por una amenaza. Cuídese
de Juan, que es hombre. A mí Juan ME HACE LOS MANDADOS.
En (62) visualizamos quela forma léxica mandado además de su definición y su
acepción, cuenta con otras unidades fraseológicas referentes al lema principal, esto
también se presenta en varias entradas, en donde se pueden encontrar cinco o más UF,
sin importar el número de acepciones que éste tenga, por ejemplo: en la entrada Gente,
tenemos como unidades fraseológicas de la primera acepción: Hacerse gente, Hacer
75
gente a uno, Ser gente. Y de la segunda acepción Gente baja, Gente bien, Gente Blanca,
Gente de razón.
Como se mencionó anteriormente en la mayoría de los casos las colocaciones
no reciben una clasificación. Particularmente en este diccionario se presentan gran
variedad de colocaciones dentro de las entradas referentes a plantas como raíz, yerba o
maguey, por ejemplo:
(63) Raíz f. por antonomasia, en el interior, el camote. Raíz de cuculillo, Raíz de china,
Raíz de fregar, Raíz de gato, Raíz de granado, Raíz de jalapa, Raíz de la
cucaracha, Raíz de la víbora, Raíz del desierto, Raíz del indio, Raíz del manso,
Raíz del oso, Raíz del sapo, Raíz de zacatón, Raíz sin tallo, Raíz tatemada.
Al examinar el suplemento a la segunda edición del Diccionario de
mejicanismos se puede observar que Santamaría también incluye fraseología. En los
siguientes ejemplos podemos observar que la definición de las unidades no es la más
recomendable ya que la definición de las entradas es vaga y ambigua, de igual forma, el
pensamiento crítico del autor se deja entrever en las líneas de sus definiciones
principalmente en el último ejemplo presentado (véase el ejemplo 70).
(64) Aguantar.
-AGUANTARSE COMO SE AGUANTÓ PERALTA.fr. fig. de Tabasco y sitios
aledaños, por mantenerse firme aun contra la propia voluntad. (La frase alude tal
vez al marino español Isaac Peral Caballero, inventor del submarino de su nombre,
por su resistencia bajo el agua. Tal así, que a veces se agrega al dicho “ocho días
bajo el agua” y el Peral se hizo Peralta, por más común apellido ahí)
(65) Barba.
-CON TODA LA BARBA. expr. f. adverbial. Completo, perfecto, absoluto, sin que
nada falte, con todos los atributos congénitos, o peculiares. Carranza aun sin haber
76
aceptado jamás grado militar era un señor general CON TODA LA BARBA.
(RAMOS ESPINOZA, Nuestro lenguaje)
(66) Diablo.
-NO TENER EL DIABLO POR DONDE COGERLO A UNO. f.f.f. Ser la piel de Judas.
(67) Echar.
-ECHAR FRIJOLES. f. f. f. Un tanto baja y escatológica u obscena, por echar
bravatas, fanfarronear.
(68) Freír. -MANDAR A UNO A FREIR CHONGOS. V. Chongo (Velasco, Voc., 56)
(69) Chongo. (No se encuentra dentro del suplemento) -VAYA USTED A FREIR
CHONGOS, expr. fam. usada para despedir a uno con enfado. “A esparragar o a
freír espárragos”, dice el Diccionario; y hay otra en el 2° art. de la col. 3ª de la p.
185, que no quiero copiar.
(70) Hombre.
-EL HOMBRE ES CARNE DE CAÑON; LA MUJER CAÑON DE CARNE, expr.
un tanto subida de color que no expresa sino un concepto realista de la mujer. Se
dice en el país.
Asimismo, en (69) como el autor expone sin ningún ‘filtro’ sus decisiones al
momento de definir, me aclara que no desea incorporar otro ejemplo más a la definición,
no obstante, nos proporciona la fuente donde se encuentra esa frase familiar.
3.1.3 VOCABULARIO SONORENSE (Sobarzo 1966)24
3.1.3.1 Caracterización tipológica
Esta obra lexicográfica se elaboró en 1966, cuenta con 262 páginas y registra un total de
2107 entradas. Al revisar las primeras páginas de este vocabulario obra se pueden
24 Tal y como señalo en la tabla 1 sobre “Información básica del corpus lexicográfico”, la edición de Sobarzo que utilizo es la que se publicó en 1991.
77
identificar las fuentes que sirvieron de base para su elaboración ya que en el prólogo
Alejandro Sobarzo nos dice lo siguiente:
Durante mucho tiempo, estuvieron en su mesa de trabajo obras de consulta
permanente como las de Cuervo, Juan de Córdova, Juan Corominas, José Ignacio Dávila, Ángel María Garibay K., Natal Lombardo, Augusto Malaret, Francisco Pimentel, Félix Ramos y Duarte, Francisco Santamaría, Juan B. de Velasco y otros lingüistas relevantes del país y del extranjero […] Una prueba adicional, que al respecto puede citarse, son las diversas anotaciones que hizo al margen de un diccionario de la Real Academia Española; ya por juzgar incompleto o impreciso el significado de una palabra […].
Asimismo Alejandro Sobarzo explica las intenciones y pormenores que enfrentó el
autor al realizar este vocabulario. Ahora bien, continuando con la evaluación de esta obra
lexicográfica es importante destacar que al final de este texto se ofrece una extensa
bibliografía de las fuentes consultadas. Asimismo, el corpus de este vocabulario proviene
de fuentes orales y escritas, ya que se menciona en el prólogo que el autor llevaba consigo
siempre una libreta para anotar los vocablos que podría incluir en su obra, de igual forma
dentro de la misma definición se citan las fuentes escritas donde se presentan los vocablos
que forman parte de su trabajo.
Con respecto a la selección del material léxico que registra sólo se menciona que
se obtuvo por fuente oral, es decir, Sobarzo hacía anotaciones de lengua hablada en el
momento mismo que se utilizaban. La información en este sentido es muy escueta ya que
no se proporciona mayor información respecto de la metodología empleada para el
registro y ordenación del material léxico que presenta.
El Vocabulario sonorense de Horacio Sobarzo (1966) es una obra de carácter
contrastiva y descriptiva, enfocada en dar a conocer las formas léxicas propias de la
variedad dialectal sonorense; asimismo es un diccionario semasiológico con ordenación
78
alfabética, sin embargo esto no fue por decisión propia del autor, como lo expone
Alejandro Sobarzo en las siguientes líneas:
Finalmente, debe señalarse que el autor pensó clasificar el vocabulario en diversos
capítulos (por ejemplo, pochismos; arcaísmos; indigenismos sonorenses relacionados con la etnografía; usos y costumbres de las tribus; formas gramaticales con sentido convencional; etc. y agregar un índice general de voces al final de la obra que remitiera a la página correspondiente. Sin embargo, debo confesar que, para facilitar la consulta del lector, me tomé la libertad de reordenar todos los vocablos por orden alfabético independientemente de su origen (A. Sobarzo 1991: 4).
3.1.3.2 Descripción de la macroestructura del diccionario Como ya se mencionó anteriormente el diccionario inicia con un prólogo donde se
proporciona, de manera general, información relevante sobre el proceso de elaboración de
esta obra lexicográfica. No aparecen abreviaturas a pesar de que sí se utilizan en el cuerpo
del diccionario, lo cual resulta confuso para el lector, ya que no hay una guía que explique
el significado de cada abreviatura empleada en las diferentes entradas. Enseguida tenemos
el cuerpo del diccionario donde aparece la entrada en letras mayúsculas, información
gramatical, por ejemplo, el género del sustantivo, o si se trata de un verbo lo específica
con la abreviatura v. seguida del tipo de verbo; transitivo o reflexivo. En caso de que el
lema sea un adjetivo, se presenta su variante femenina, se menciona si es una
exclamación, también se indica si la entrada ha caído en desuso.
3.1.3.3 Descripción de la microestructura del diccionario
La lematización se presenta por homonimia, como se puede observar en los siguientes
ejemplos cora, cola y manos en donde hay dos entradas con el mismo lema:
79
(71) CORA. f. Canasta que fabrican los pimas sonorenses, lo mismo que los seris, Aun
se encuentra este utensilio entre los pimas de Arizona. Se forma de varas
enlazadas fuertemente con hojas lineares, como el tule, el bejuco o con tiras de
palma […]
(72) CORA. adj. Dícese del individuo inepto, bueno para nada, torpe, de pocos
recursos, incapaz. // 2. Pusilánime de poco espíritu. Del cahita core, andar
alrededor, dar vuelta, torcer. Alude, pues, al que no va de frente, al que saca la
vuelta o rehuye.
(73) COLA, s.f. Regalo, obsequio de que disfruta el gorrón. A fulano le gusta mucho la
cola es frase que se oye entre gente que poco cuida del bien hablar. // 2. Holgorio,
festejo gratuito diversión que se disfruta de oquis […]
(74) COLA, En la expresión: irse uno con la cola entre los pies. Retirarse uno corrido,
avergonzado, espichado. Alude a la actitud mansa y resignada del perro
amenazada por el amo, cuando se retira cabizbajo y con la cola entre las patas,
revelando así su humillación.
(75) MANOS, s.f.pl. En la expresión familiar doblar las manos. Desistir de algo,
renunciar a tal o cual cosa. Alude a la actitud de púgil, el cual, mientras está en
disposición de pelear, adelanta los antebrazos, tensos, y muestra los puños
revelando su ánimo de combatir; pero cuando los abre y flexiona las muñecas, es
que se ha rendido; se ha dado, para hacer uso de la frase castellana; ha doblado
las manos. // Venir uno con sus manos limpias. Presentarse a obtener una cosa o el
fruto o utilidad de ella para su logro, o venir con la pretensión de obtener tal logro.
Connota, pues, la expresión, lucro indebido, enriquecimiento sin causa, en
oposición a la circunstancia de llevar en la mano el precio de la cosa la
compensación de la prestación. Se deriva la frase de la que registra el diccionario:
venir o venirse uno con sus manos lavadas.
(76) MANOS. En el modo adverbial a manos que se usa en expresión familiar con los
verbos, salir, quedar o algún otro. Salir empatados o iguales en una suerte, juego,
votación. V. AMANAR.
80
Asimismo se registran las formas en infinitivo del verbo como por ejemplo
agringar, o chapear :
(77) AGRINGAR. v. r. Adquirir costumbres o hábitos de los estadounidenses. U.t.c.tr. //
2. Pretender asemejarse a éstos.
(78) CHAPEAR v.a. Bañar, cubrir con un objeto con una capa de alguna substancia,
mediante inmersión en solución de la misma. // 2. fig. Defraudar, engañar. Alude
al objeto chapeado que se hace pasar como si no fuera tal. Del que ha sido
engañado se dice que lo chapearon.
De igual forma aparecen variantes ortográficas como lemas autónomos y se remite
al lema principal donde se define la entrada, por ejemplo:
(79) BUQUI. V. vuqui
(80) VUQUI. m. Niño rapazuelo. // 2. Adj. Dícese del perro de la calle, flaco y
desnutrido, del que no es de casta. Es vocablo cahita que significa esclavo […]
(81) LONCHE. m. Emparedado, sándwich, //2. Extensivamente, taco, itacate, burro. //
3. La comida preparada que se lleva de un lugar a otro, como la que se transporta
en la lonchera. […]
(82) LONCHI. m. Lonche. Forma preferida del vulgo.
Dentro de las indicaciones gramaticales se presenta la categoría de la palabra, ya
sea adjetivo, adverbio, verbo, etc. Asimismo, se incluye el género de los sustantivos y el
femenino de los nombres si este es adjetivo o sustantivo, también se indica si la entrada
está en plural, y si los verbos son transitivos, intransitivos, reflexivos, y verbos a. y n25.
(83) VENTEAR. tr. Herrar el ganado en señal de haberse vendido. […]
(84) VOLAR r. Engreírse, ensorbecerse. U.t.c.tr. Lo ha volado la adulación. 25 Debo aclarar que no localicé en ningún lugar del vocabulario a que se refiere Sobarzo con verbo n. y verbo a. Probablemente se trate de n. como una forma de neutro.
81
También se presentan sinónimos y se remite a ellos en la misma definición, como
en el siguiente ejemplo:
(85) TALEGAS. f. pl. Vulgarismo por testículos. // Tener uno talegas. fr. Tener uno
valor. El sentido figurado de esta frase procaz es claro. V. TANATES
(86) TANATES. m. pl. Vulgarismo por testículos // Tener uno tanates. fr. Tener uno
valor. Es claro el sentido figurado de esta forma soez. V. TALEGAS
3.1.3.3.1 Fraseología
La fraseología presente en esta obra lexicográfica aparece registrada siguiendo varios
recursos, por este motivo la dividí en cinco apartados que permiten darnos cuenta de las
recurrencias y particularidades que se presentan en el tratamiento de la fraseología.
Primeramente presento el apartado en donde las UF aparecen como entrada en orden
alfabético:
(87) YA TE LO HAYA; YA TE LO HAIGA; YA SE LO HAYA; YA SE LO HAIGA. Por
las locuciones allá te las hayas o allá te lo hayas; allá se las haya, allá se lo haya.
Aquellas locuciones familiares se usan para denotar que uno no quiere tener
participación en alguna empresa por considerarla imprudente, descabellada,
temeraria o que se separa del dictamen de otro por tener mal efecto.
(88) ESO SI QUE NO. Frase elíptica y antitética; pero afirmación cortante y
reprobatoria. Equivale a una frase como la siguiente que no se cuida mucho de la
construcción para ser categóricamente represiva: eso si aseguro que no toleraré.
(89) DOBLAR LAS MANOS. expr. fam. V. MANOS
(90) YERBA DEL MANSO. Véase Manso, yerba del.
(91) PALO DE HASTA. Un árbol que se ha clasificado con el nombre de Cordia
sonorae. Rose.
82
(92) A MATIS. fr. adv. Completamente, totalmente. De una cosa que se ha inutilizado
enteramente, se dice que se destruyó a matis. Del adjetivo latino matus que
significa enteramente turbado, completamente abatido. A este vocablo que denota
acabamiento total del ánimo, se le dio connotación extensiva, usándose el ablativo
de plural, matis.
(93) PASADO DE AGUAS. expr. fam. Dícese del ganado que ha permanecido suelto
en el campo durante la época de las lluvias.
En el ejemplo (87) al final de la definición se muestra un ejemplo de uso en un
libro de 1899 “Allá se las haya con su conciencia” GALDÓS. Los Ayacuchos. Capítulo XII,
pág. 121 (Ediciones Pérez Galdós. Madrid, 1899 y 1900). Los ejemplos tomados de
fuentes consultadas se presentan generalmente en las frases en donde la definición de la
entrada remite a una unidad fraseológica como se podrá observar en su respectivo
apartado más adelante. En (89) y (90) se presenta una diferencia entre la forma en que nos
dirige a la entrada donde aparece la definición, así tenemos que la forma léxica manos
aparece con mayúscula y la abreviatura de véase V. mientras que en (90) la palabra no
aparece abreviada y la entrada se registra con minúsculas, remitiendo a la búsqueda del
sustantivo de la frase. Cabe mencionar que (93) es parte de la entrada aguas, sin embargo
se incluye en este apartado porque se maneja como una entrada independiente ya que está
separada de la primera entrada por un guión, apareciendo en mayúsculas y no como una
acepción seguida de dos barras. En el siguiente apartado se encuentran las UF que
aparecen dentro de la acepción, este fue un caso bastante común, como se puede observar
en los siguientes ejemplos:
(94) ACOMEDIDO, DA. p.p. de Acomedirse // 2. Adj. Servicial, oficioso. // Úsase
asimismo con la preposición de, como frase adverbial ir uno de acomedido, llegar
83
uno de acomedido, presentarse uno de acomedido, es decir, presentarse, concurrir
sin previo llamado, sin invitación, concurrir oficiosa y espontáneamente. Está
expresión, naturalmente, tiene sentido irónico y burlón.
La frase adverbial es sonorense. El verbo y el adjetivo, no solo se usan en nuestro
país, si no en el exterior. Los consigna Cuervo.
(95) ARPA. s.f. Aplícase este nombre al caballo muy flaco. En la imaginación popular
el relieve de las costillas ha evocado las cuerdas del arpa. Ramos y Duarte registra
el vocablo como giro de Nuevo León. // Tirar uno el arpa. exp. fam. Abandonar
uno su ocupación, puesto o empleo, generalmente movido por inconformidad o en
señal de protesta […]
(96) PISTO. m. Trago, especialmente de licor. Echarse un pisto. Echarse un fajo. // 2.
El licor en general. De un individuo afecto a la bebida, se dice que le gusta el
pisto. // 3. adj. m. y f. Dícese de que esta chispo, bebido; de una mujer se dice que
está pista.
(97) FAJAR. r. Meter la falda de la camisa bajo la pretina del pantalón // fr. fig.
Fajarse uno los pantalones. Proceder con energía.
Asimismo, continúa el apartado que muestra ejemplos donde la definición de la
entrada remite a una unidad fraseológica:
(98) VUELTA. En la expresión sacar uno la vuelta o sacarle la vuelta. Eludir el
encuentro de una persona o cosa, como un vehículo o un animal: sacarle la vuelta
al toro. Se altera la expresión familiar: coger uno la vuelta o las vueltas: tomarle a
uno la vuelta o las vueltas.
(99) ZARZO. En la expresión levantar uno el zarzo. Ausentarse. Frase por medio de la
cual se alude al hecho de abandonar el proletario su domicilio llevándose los
trastos o utensilios de su propiedad, constituida sobre unos trebejos que forman el
patrimonio.
(100) VEREDA. En la frase me quitaran la vereda, pero la querencia, ¿cuándo? La
filosofía popular observa que se puede privar a uno de medios materiales, pero o
de lo que es meramente subjetivo, espiritual o intimo como el afecto.
84
(101) ROÑA. En la expresión hacer la roña. Ganar en el juego, en forma ilícita,
haciendo chapuza.
(102) SEBERECHI. En la frase siembra seberechi. Siembra de invierno. Del cahíta sebe
o sébele, cosa fría, tiempo frío, y etzi, siembra.
En este apartado, en ocasiones las entradas tienen un fragmento al finalizar la
definición, tal es el caso de (87) y (88) en donde se muestra el uso de estas frases en
fuentes escritas. En vuelta (98) se presentan unas líneas del capítulo IX del libro España
trágica que nos dice “Vicente y Bravo apresuraron el paso, carretera adelante, para
tomarles las vueltas. […]”. En el caso de zarzo (99) al terminar de dar la explicación de
esta definición se agrega un extracto de una carta anónima enviada a los editores del
SIGLO XIX, de la ciudad de México, de 8 de enero de 1844, que dice: “Da lástima ver las
haciendas de labor sin quien las trabaje; pues como ud. sabe, los brazos que las mueven
son los yaquis, que con la mayor facilidad en una noche levantan el sarso y al día
siguiente ya pertenecen al ejército libertador”. En el penúltimo apartado presento los
ejemplos de colocaciones que se encontraron en esta obra lexicográfica como se puede
observar a continuación:
(103) PICOLARGO. adj. Dícese del individuo perspicaz, de sagacidad previsora, del que
ve lejos o ve muy lejos; del que con habilidad advierte la contingencia perjudicial
para eludirla, o se anticipa para aprovechar el acaecimiento favorable. Los
componentes del vocablo connotan agudeza de extraordinario alcance. V. PICOLARGADA.
(104) RUEDABOLAS. s.m.pl. Escarabajo, el mismo coleóptero llamado bolero o
pelotero.
(105) TODASAGUAS. adj. Dícese de cierta variedad de frijol degenerado, el cual más
comúnmente es llamado TÉPARI.
85
(106) VARA DULCE. Yerba medicinal. Lippia lingustrina (Lag) Britt. Se emplea como
remedio para las enfermedades de la vejiga.
Finalizando con los apartados presento las UF que aparecen como entradas en un
orden donde el último sustantivo se muestra al principio de la entrada:
(107) TABANOS, RAÍZ DE LOS. La misma planta llamada conáguat, jaribomenáguar
(formas ópatas) yerba de la víbora, o raíz de los tábanos.
(108) TIRO (De a). Modo adverbial que connota completamente, del todo. Se usa en
frases como la siguiente: la casa se quemó de a tiro; de a tiro la amuelas, para
connotar que un individuo procede de todo mal, lo mismo que de a tiro la friegas.
Abundan estas frases vulgares. V. DIATIRO .
(109) VIBORA, RAÍZ DE LA. Planta medicinal. “La raís de la Bibora, que cosida en agua
y beuia la toman las mugeres de Parto, para que se muera el conjelo si lo tienen y
machacada cruda y puesta en enfusion en dha. agua al ‘otro día se bate esta en una
caldetera, y la espuma que asse se unta en el Pulmon y aliuia a los que padecen
del.” La relación de Sahuaripa. Cap. Titulado Historia Natural.
(110) SARDINA. Entierro de la. El domingo que sigue al carnaval se hace una fiesta, un
baile, el último dentro de la cuaresma, y se llama a esta celebración el entierro de
la sardina. Antiguamente se daba este nombre a una reunión bulliciosa que se
efectuaba el miércoles de ceniza y que consistía en llevar a enterrar, con ruidoso
alboroto y pompa bufonesca, un pelele. […]
(111) PERRA, HACER LA. Véase HACER.
Cabe mencionar que en (111) tenemos en la definición de Hacer la perra Véase
HACER, al revisar esta última entrada concluí que podría formar parte del apartado donde
la definición de la entrada remite a una UF, sin embargo, en este verbo todas las
acepciones son UF, caso que se presentó en raras ocasiones, por esta razón dejo a lo
último esta extensa entrada, en donde la fraseología se presenta de distintas maneras.
86
(112) HACER. Este verbo tiene diversas y curiosas formas de aplicación. En frase
exclusivamente nuestra, dícese hacerse cochi. En cahita, coche es dormido. Del
chico, por ejemplo, que aparenta estar dormido para disimular, se dice que se esta
haciendo cochi.// En la frase elíptica, ¿qué haciendo?, por ¿qué estás haciendo?,
¿qué andas haciendo? Estimamos que se trata de simple concesión a la brevedad,
aunque no de buen gusto. Sin embargo, la expresión, la expresión coincide con
frase ecuatoriana que tiene muy diverso sentido. Equivale a ¿cómo?, ¿por qué
causa? ¿Qué haciendo me ha de hablar la niña? Es lo mismo que si se preguntase
¿Cómo, por qué causa, me ha de hablar la niña? Esta construcción se ha reputado
quechuismo (Cuervo. El Castellano de América, pág. 81) // Hacerse un lado, por
hacerse a o hacia un lado. Hazte un lado o tiago, se oye de algún bromista o
baladrón. En la sinalefa de te hago se opera un procedimiento mecánico muy
común, como cuando se dice no liace, por no le hace, esto es no importa; tiandas
haciendo tonto, por te andas haciendo tonto; miando sintiendo enfermo, por me
ando sintiendo enfermo, construcción muy peculiar de nuestro pueblo. Por lo que
hace a la sinalefa con sinéresis y alteración, es vicio ortológico que viene de
tiempo atrás: ¡Pesia tal! (Lope de Vega. El perro del Hortelano. Acto Primero.
Escena V). // Hacer uno la perra. Dícese de un individuo que hace como que
hace; del que simuladamente deja de trabajar. Alude al can que, echado,
indiferente, bostezando su tedio y viendo sin mirar con los párpados plegados,
vigila […]
La definición de Hacer uno la perra continúa con lujo de detalles: cómo el perro
se conserva alerta a pesar de estar dormido, y porqué el término está en femenino ya que
en masculino se refiere a perro como un adjetivo hacia los hombres para llamarlos
infieles. De igual forma, incluye dos UF, continúa con fraude, y menciona otra frase
utilizada para este término perro como sinónimo de ‘fraude’. A este respecto, es
interesante como Sobarzo nos explica con lujo de detalles y con sus palabras los distintos
87
matices de las diferentes palabras, sin embargo esto supone una falla muy grande en su
técnica lexicográfica ya que a lo largo de la definición nos explica términos que no se
relacionan mayormente con la entrada principal.
3.1.4 VOCABULARIO DE MEXICANISMOS (García Icazbalceta 1975)26 3.1.4.1 Caracterización tipológica Este diccionario es de carácter especial, ya que debido a que el autor falleció antes de
poder terminar su obra se le da mención al autor y se muestran agradecimientos a las
personas que ayudaron a imprimir esta obra por parte del hijo del autor, Luis García
Pimentel. Esta última persona seleccionó como prólogo un estudio elaborado por su padre
sobre “Provincialismos mexicanos”, en donde nos muestra indirectamente la finalidad
específica de su obra inconclusa: “No existe obra en que expresamente se trate de los
provincialismos de México, mientras que otras naciones ó provincias hispano-americanas
han recogido ya los suyos, si bien con diferente método, varia extensión y desigual éxito”,
palabras que años después citaría Francisco J. Santamaría, como parte de su introducción
del diccionario que cuya finalidad es terminar esta obra lexicográfica.
Esta obra cuenta con 241 páginas y alrededor de 1710 entradas, su clasificación es
semasiológica, de orden alfabético y de tipo descriptivo, esto último se ve reflejado en las
palabras que el autor plasmó en el tercer tomo de las Memorias de la Academia
Mexicana, correspondiente de la Real Academia Española:
26 Esta obra publicada en 1975, se obtuvo gracias a que la fundación MAPFRE creó la página web HISTORIA Y CULTURA IBEROAMERICANA CONTEMPORÁNEA donde se encuentran una serie de obras que se consideran las más importantes del pensamiento y la cultura iberoamericana, pretendiendo acercar a especialistas, estudiantes y lectores interesados; es así como este diccionario llegó a mis manos escaneado desde su formato original.
88
Sea cual fuere el plan, en ejecución nunca debe olvidarse que un Diccionario de
provincialismos no es un Diccionario de la lengua. Este pide suma severidad en la admisión de artículos como que van á llevar el sello de su legitimidad, el otro debe abarcarlo todo; bueno ó malo, propio o impropio, bien o mal formado; lo familiar, lo vulgar y aun lo bajo, como no toque en soez ú obsceno; […] Tal Diccionario debe reflejar como un espejo el habla provincial, sin ocultar sus defectos.
El autor pretendía, según la carta de advertencia de su hijo, manejar su obra en
tomos. García Pimentel cita al autor: “El vocabulario avanza poco á poco; he terminado la
G y allí cortaré para formar el primer tomo y soltarlo […]”
3.1.4.2 Descripción de la macroestructura del diccionario
En primer término debo decir que este diccionario carece de una macroestructura que
tenga que ver directamente con el diccionario. Primeramente aparece la carta de
advertencia escrita por el hijo del autor, donde explica que esta obra se concluye en la
letra G. Las entradas aparecen en orden alfabético y negritas con la primera letra en
mayúscula, pueden aparecer ya sea precedidas de este símbolo †, de este * o de ninguno.
En realidad no existe una aclaración que explique a qué se refieren estos símbolos. Cabe
mencionar que en la continuación elaborada por Santamaría, el autor indica que todas las
voces precedidas de este símbolo (†) pertenecen al vocabulario de Icazbalceta incluyendo
las voces que tenían otro símbolo o ningún símbolo en la obra original con (†). No hay un
listado de abreviaturas, ni anexos.
3.1.4.3 Descripción de la microestructura del diccionario
Las entradas se presentan por polisemia, es decir, una sola entrada y varias acepciones
como se puede ver en el siguiente ejemplo:
89
(113) Arrancar. a. ARRANCAR UN CABALLO, es hacerle partir á escape.
2. n. Usadísimo entre la gente vulgar, por salir de prisa ó corriendo
3.pr. ARRANCÁRSELE á uno: acabársele el dinero.
También se presentan variantes ortográficas, en donde la variante se escribe dentro
de la misma entrada y no se remite a otro lema, al menos en barilla y barillero, no podía
haber una remisión ya que el diccionario concluye en la letra g, sin embargo esto se
convierte en una constante ya que se presenta en varios casos que se muestran a
continuación:
(114) Barilla ó VARILLA. f. conjunto de mercancías de un buhonero o gorgotero.
(115) Barillero ó VARILLERO. m. Buhonero, gorgotero.
(116) Chichigua ó Chichihua. f. Voz del idioma mexicano, muy usada antiguamente;
pero inútil, pues tenemos la castellana nodriza, que ha prevalecido, y desterrado
de la buena sociedad á la otra.
(117) Diabetis. f. Es comunísimo dar este nombre á la enfermedad que en castellano se l
lama DIABETES.
(118) Delantar. m. Delantal ó devantal.
Dentro de las indicaciones gramaticales se presenta la clase de palabra. Se muestra
el género de los sustantivos y el femenino de los adjetivos, se indican aumentativos y
diminutivos. Algunas de estas indicaciones se pueden localizar en los siguientes
ejemplos:
(119) Berengo, ga. adj. Bobo, cándido. Dícese que este nombre vino del apellido del
virrey D. Félix Berenguer de Marquina (1800-1803) quien era tenido por de pocos
alcances, aunque de excelentes intenciones.
(120) Chanflón. m. aum. de CHANFLA.
90
Únicamente encontré un ejemplo de una unidad léxica que tuviera una
especificación del campo o materia a la que pertenece:
(121) Chichitle. m. Miner. Agrupación de cristales de un mineral no metálico.
A pesar de que, como se mencionó anteriormente, el autor no incluye anexos ni
bibliografía, dentro del cuerpo del diccionario en la palabra bebidas tenemos un
compendio de bebidas, que en realidad se refiere a un glosario dentro de esta entrada del
diccionario, donde el autor nos dice:
D. Manuel José Garay escribió en 1787 una obra que no llegó á imprimirse, y
cuyo título es Breve Compendio del Juicio Criminal, y fácil método de sustanciar las causas. Lo que hay allí de curioso es la nomenclatura de las bebidas embriagantes, cuyo uso y abuso caía bajo la jurisdicción del juez privativo de bebidas prohibidas, que lo era el capitán de la Acordada. Helas aquí al pie de la letra: […]
Posteriormente se encuentra un listado de 55 bebidas, en orden alfabético, hasta la
número 49, con su respectiva definición, a excepción de pulque la cual únicamente
aparece listada pero no definida, lo cual resulta interesante ya que este suplemento se
pudo incluir como anexo, o fuera del cuerpo del diccionario. Ejemplos de este
compendio, son los que aparecen en el siguiente apartado:
(122) 35. Sidra. Bebida de manzana ó pera, fermentada durante tres meses.
(123) 41. Vino de caña de maíz. Id. Del jugo de ésta endulzado con piloncillo.
(124) 47. Vino de tuna. Aguardiente destilado de la tuna, mezclado con arrope de la
misma.
91
(125) 53. Tepache común. Bebida formada de los sedimentos que deja el pulque,
desleídos en agua con miel prieta, pimienta y una hoja de maíz.
(126) 55. Pulque.
3.1.4.3.1 Fraseología
La fraseología se organizó en cuatro grupos; el primero, la unidad fraseológica que
aparece como entrada, el segundo la que aparece como entrada a partir del término que se
supone más importante, el tercero es un apartado donde existe gran variedad de UF a
partir de una sola entrada y el de las colocaciones y por último, como parte de la
definición ya sea como acepción o dentro de una acepción. Dentro del primer apartado se
encuentran siete ejemplos que muestran a la unidad fraseológica como entrada:
(127) Ancas vueltas (Dar), conceder una ventaja en cualquier juego: sobre salir en él.
Metáfora tomada de las carreras de caballos, que los rancheros suelen ajustar con
la condición de que al partir tenga uno de los caballos la cabeza al frente y el otro
en dirección contraria, de suerte que para emprender la carrera ha de dar media
vuelta.
(128) Brazada DE PIEDRA. Medida que sirve de unidad para la venta de las piedras de
mampostería, las cuales se colocan de manera que formen un paralelipípedo de
cuatro varas de largo, dos de ancho y una de grueso que es la BRAZADA.
(129) Caballito del diablo. m. Con este nombre se conocen en México diferentes
especies de insectos del orden de los neurópteros, familia de las libélulas. Las dos
más comunes son el Lestes grandis, y la Aesna multicolor. Tienen, como todos los
neurópteros, cuatro alas membranosas, trasparentes, y reticuladas. Según las
especies varían los colores, y el tamaño es por lo común como el de una mariposa
grande.
(130) Corral de concejo. m. Lugar en que las autoridades encierran los animales que se
encuentran extraviados y sin dueño conocido. Pasado cierto término sin que nadie
los reclame, se venden al mejor postor en beneficio de los propios. Sirve también
92
para depositar los animales que han hecho daño en alguna sementera y tenerlos en
prenda hasta que el dueño se presente y resarza el daño causado.
(131) Cristal cuajado. El mezclado con un color opaco que le quita la transparencia
natural. Suele emplearse para hacer copas, vasos, jarroncillos, juguetes de tocador
&c.
(132) Desperdicios DE LOS RICOS SON AUMENTOS DE LOS POBRES: refr. que por sí
mismo se explica, y que suele usarse para aconsejar á los ricos que den a los
pobres lo que ellos malgastan ó dejan perder.
(133) Enemigo malo (El). El diablo. (ORTUZAR,p. 135.) Úsase aquí igualmente, como
puede verse muy al principio del famoso Catecismo del P. Ripalda. Y esa misma
introducción (que todos llamamos El todo fiel) se encuentra, con pocas variantes,
en el Catecismo […]
En el siguiente apartado, las unidades fraseológicas aparecen como entrada desde
el término que se supone más importante. Al realizar una revisión de todas las formas en
que se presenta la fraseología en este diccionario pude comprobar que este tipo de
definición es la más recurrente en esta obra lexicográfica, como ejemplos de esto
podemos observar los siguientes:
(134) Alesna. f. DOS ALESNAS NO SE PICAN, ref. con que se denota que cuando dos
tratantes son igualmente astutos y versados en su negocio, no puede el uno
engañar al otro.
(135) Bajo. POR LO BAJO. m. adv. Cuando menos; quedándose corto. Esta alhaja
valdrá POR LO BAJO cien pesos: fulano tendrá POR LO BAJO cincuenta años.
Las locuciones bajo el punto de vista, bajo el aspecto, bajo la base, bajo el pie,
aunque tan censuradas, se mantienen firmes y cuentan con el apoyo de buenos
escritores […]
(136) Descuido. EN UN DESCUIDO. Usamos mucho de esta frase con significación de
“cuando menos se piense sucederá tal cosa” “es de temerse que suceda,”
refiriéndose siempre a algo desagradable. EN UN DESCUIDO, llueve.
93
(137) Domingo. SALIR CON UN DOMINGO SIETE, fam., salir con un desatino; con
una pata de gallo. Salvá le da como propio de algunas partes de América.
(138) Encuentro. LLEVARSE DE ENCUENTRO: atropellar. Se usa en sentido
figurado para significar que alguno arrastró á otro en su propia ruina: ó bien, que
al atacar á uno, ofendió al mismo tiempo á otro. Fulano quebró y SE LLEVO DE
ENCUENTRO [arruinó] á más de cuatro.
(139) Farolero. METERSE Á FAROLERO: meterse uno en lo que no le importa. De
ordinario se dice cuando se sale desairado ó perjudicado.
(140) Frazada. TAPARSE CON UNA MISMA FRAZADA. expr, fig. y fam. Ser lobos
de una camada; encubrirse unos á otros con malos fines.
(141) Gana. ES UNA GANA. fr. fam. es inútil, es imposible; no hay que empeñarse en
ello.
(142) Gusto. AL QUE POR SU GUSTO MUERE, HASTA LA MUERTE LE SABE.
refr. usado para expresar con desprecio y enfado, que se deja á uno que se haga
cuanto le agrade, y sufra sin quejarse las consecuencias á que voluntariamente se
expone.
De igual forma, aparece el apartado donde la UF forma parte de la definición, es
decir, la unidad fraseológica se encuentra como una acepción de la entrada, primeramente
se define el lema, y le sigue la acepción o las acepciones que se presentan en mayúsculas.
Cuando se trata de una UF, ésta contiene la entrada como el término que se considera más
importante dentro de la frase, sin importar en qué posición se encuentre dentro de la
misma, por ejemplo agujas en su primera acepción aparece la UF que comienza con aguja
(143), sin embargo, en borrego (144) la tercera acepción es una UF en donde esta entrada
aparece al final de la frase. Éstos y otros ejemplos se presentan a continuación:
(143) Agujas. f. pl. Maderos agujereados que se hincan en la tierra […]
94
AGUJA DE JARETA, la larga, gruesa y roma que sirve para introducir el cordón
ó cinta en jareta.
(144) Borrego. m. fam. Pajarota, noticia falsa. BORREGO lanudo, embuste de marca
mayor.
SALIR DE BORREGO, resultar falso lo que se había creído verdadero: no
cumplirse una cosa anunciada ó prometida.
(145) Chirrión. m. Látigo tosco, largo y grueso hecho de correas trenzadas ó retorcidas,
y sujeto á un mango de madera corto. Úsanle especialmente los carreteros.
VOLVÉRSELE Á UNO EL CHIRRIÓN POR EL PALITO, loc. fam. equivalente
a la de salirle á uno la criada respondona.
(146) ¡Fo! interj, Que denota asco ó que se percibe algún mal olor. Terreros trae fu, “voz
antigua de desprecio”
HACER EL FO, rechazar, desechar.
(147) Gallera. f. Según el Diccionario, es en Filipinas “edificio construido
expresamente para las riñas de gallos.” Eso se llama aquí plaza de gallos; y
GALLERA es el lugar en que se tienen y cuidan los gallos de pelea.
ALBOROTAR LA GALLERA, fr. fig. y fam. Levantar un bullicio, un alboroto
entre personas que se hallaban tranquilas: suscitar chismes.
Como se puede observar las definiciones en su mayoría se encuentran explicadas
de tal forma que el lector las puede entender perfectamente, pero se presentan ciertos
casos en donde el autor toma la decisión de definir con sinónimos o unidades
fraseológicas que son sinónimos de otras, lo que deja a los lectores la incógnita de saber
el significado exacto de la palabra o frase. A continuación presento unos ejemplos donde
las entradas contienen numerosas acepciones que son unidades fraseológicas, que van
desde colocaciones hasta refranes:
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(148) Gallo. Gallo cacaxtlero/ Gallo chinampero/ Gallo de papada/ Aquel gallo/
Dormírsele á uno el gallo/ Haber comido gallo/ No irle á uno nada en el gallo/
Pararse de gallo/ Ya nos comeremos el gallo/ Gane mi gallo y aunque sea rabón/.
(149) Aceite. Aceite de abeto/ Aceite de palo/ Aceite de nabo/ Aceite de manteca / Aceite
de manitas/ Aceite de yeguas/.
(150) Agua. Agua delgada/ Echar agua arriba a uno/ Estar como agua para chocolate/
Aguanieve/ Aguas frescas ó lojas/ No es capaz de dar agua al gallo de la pasión/
no beber agua en alguna parte/.
Lo interesante con estos últimos ejemplos, específicamente en el caso de agua
(150), es que a pesar de incluir dentro de las acepciones agua delgada y aguanieve,
entradas más adelante aparece aguamiel, y aguardiente, las cuales pudieran aparecer
como acepción dentro de la misma entrada. En aceite (149) se muestran únicamente
colocaciones de tipos de aceite, mientras que en gallo (148) y agua (150) se presentan
también, además de los tipos de ‘gallos’ y ‘aguas’ expresiones de uso común en la
sociedad.
3.1.5 LEXICÓN DE SINALOA (Esqueda 1981) 3.1.5.1 Caracterización tipológica
Tal y como lo señala el autor, este diccionario tiene la finalidad específica de mostrar al
lector cuál es el léxico utilizado en el español de Sinaloa: “[…] fijando la diferencia que
existe con relación al idioma español” (p.16). Este trabajo lexicográfico pretende reflejar
la realidad de uso de la lengua, es decir, es un diccionario descriptivo que a su vez cuenta
con 241 páginas, registra 286 temas y aproximadamente 600 entradas. Es de tipo
semasiológico, aunque el orden en el que está estructurado no es el usual ya que esta obra
se maneja por temas ordenados alfabéticamente, desglosándose en varias acepciones. Al
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final incluye un índice temático donde se muestra la entrada principal. Asimismo, según
nos dice Esqueda, las fuentes que sirvieron de base para la elaboración de este diccionario
fueron tomadas directamente de “[…] la tradición oral del pueblo de Sinaloa
correspondiente a la sierra norte del estado” (p. 22). Es decir que el material que se
registra fue extraído principalmente de fuentes orales, sin embargo no se ofrece una
bibliografía de estas fuentes en el diccionario ni se menciona el número de informantes
que participaron en la integración del corpus. Cabe mencionar que esta obra cuenta con
una presentación donde nos dicen: “[…] la obra tiene la particularidad de no pretender la
presentación de un diccionario exhaustivo, sino la enumeración temática de vocablos que
han distinguido de manera especial el habla sinaloense […]”. El texto de Esqueda incluye
también un preámbulo donde se proporciona información sobre el autor y su trayectoria
como investigador. Enseguida aparece un prefacio donde Esqueda pregunta al lector:
“¿Habla usted idioma español o dialecto sinaloense?, Si usted nació en el estado de
Sinaloa es seguro que su medio de expresión no es el idioma español”. Asimismo
continúa diciendo: “El idioma español fue introducido a Sinaloa apenas a mediados del
siglo pasado. Antes, durante tres siglos, no hubo corriente alguna que modificara la
lengua que trajeron los conquistadores. Y lo que vino con la conquista no fue idioma
español sino Romance de Castilla”. Con base en esta información, este lexicógrafo
desacredita que en Sinaloa se hable un dialecto del español mexicano, sino más bien es
“el dialecto sinaloense que se formó teniendo como base el romance de Castilla y
siguiendo las reglas de esa lengua, la gente incorporó diversas corrientes” (Esqueda 1981:
13).
3.1.5.2 Descripción de la macroestructura del diccionario
97
El prefacio de este trabajo lexicográfico es bastante extenso, sin embargo, es poca la
información que proporciona con respecto a la metodología de la obra. De igual forma,
Esqueda comenta: “Este libro, que hasta ahora se presenta como una obra formal, aunque
en partes es una relación que abarca la explicación etimológica, y en algunos casos
semántica, de varios miles de palabras correspondientes a la lengua nativa de Sinaloa que
como se ha dicho antes, forman un verdadero dialecto neo-latino”. A pesar de el autor
menciona que hay varios miles de palabras que forman este ensayo, realmente sólo son
286 temas: “No es propiamente un diccionario si no un mero ensayo de lexicografía. Está
desarrollado en forma de temas en lugar de artículos y cada una de las partes lleva su
índice por separado”. Cabe mencionar que la obra no cuenta con una introducción donde
se den indicaciones de uso al lector.
Por parte, cabe señalar que se esperaría que contara con un listado de símbolos y
siglas que se utilizaran posteriormente en el cuerpo del diccionario, sin embargo no se
incluyen a pesar de que estas siglas y abreviaturas sí aparecen dentro de las entradas de
este trabajo:
(151) BUEY, m. fig. Se dice así al hombre que es gobernado por la mujer.
3.1.5.3 Descripción de la microestructura del diccionario
Dentro de la microestructura se encuentran ciertas características que se basan en los
juicios tomados por el autor para la realización de esta obra. Primeramente debo decir que
el diccionario de Esqueda utiliza la homonimia como estrategia para la lematización, es
decir que la entrada está dividida con respecto a los diferentes significados que tiene una
98
misma palabra y no solamente eso, sino que también se encuentra diferenciada la
homonimia mexicana de la homonimia española, por ejemplo:
(152) CANGILÓN
CANGILÓN, m. Cuerno de toro o de buey cuando está desprendido o separado de
la cabeza. Se le usa como tabaquera o para guardar pólvora.
- Casco o pezuña vacía de caballerías o de reses.
HOMONIMIAS ESPAÑOLAS
CANGILÓN. m. Vaso grande de barro o metal para líquidos.
HOMONIMIAS MEXICANAS
CANGILÓN. m Vasija de nora que puede ser de madera, de cuero o de metal.
También cuenta con variantes de homofonía dentro de la misma entrada, por
ejemplo:
(153) ARNERO, m. Conjunto de cosas muy desordenadas.
- Sinón. De Arnesero HOMOFONIAS ESPAÑOLAS
HARNERO, m. Criba, colador muy fino.
Como podemos observar en los tres ejemplos anteriores se utilizan los géneros de
los sustantivos (m. f.), también se indica su número (pl.) y la forma femenina de los
adjetivos, como se verá en el ejemplo (155). Sin embargo, en lo que respecta a las
categorías de palabra, únicamente se utiliza el adj. No se utiliza el adverbio o verbo como
se puede observar en (155):
(154) AREPAS, f, pl. Sinón. De pan, tortillas, etc. Se dice familiarmente “Ganarse la
AREPA o las AREPAS” por “Ganarse el PAN o la TORTILLA”.
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AREPERO, RA. Persona que se dedica a hacer o a vender AREPAS.
(155) SANAR. Refiriéndose a mujeres, sinón de PARIR.
Los verbos se presentan en forma infinitiva, pero también pueden presentarse en
forma reflexiva como en (156):
(156) CALMA
ENCALMARSE. Sufrir sofocación, insolación o deshidratación por efecto de la
temperatura.
En lo que respecta a las indicaciones sobre el uso de las unidades léxicas, no se
marca el campo o materia a la que pertenece la unidad léxica pero sí se menciona y se le
asigna un apartado a la procedencia y la etimología de ésta, como podemos observar en
(157):
(157) VENADEAR
VENADEAR. Salir de cacería.
-Asesinar a alguien desde un punto emboscado.
- Ocasionalmente, cazar vendos especialmente de noche.
PROCEDENCIA: Romance de Castilla.
Del Latín VENATIO, VENATOR, VENATRIZ, cacería, cazador, cazadora.
3.1.5.3.1 Fraseología
Las unidades fraseológicas forman parte de la microestructura del diccionario, ya que
están insertadas normalmente en el artículo lexicográfico, es decir se localizan como
acepciones y no como entradas. Justo es decir que únicamente se presenta un caso en este
diccionario donde la UF es el lema. Las unidades fraseológicas al igual que los lemas se
encuentran en orden alfabético y están escritas en mayúsculas. Enseguida aparece la
información gramatical. Las UF se insertan como una subentrada del tema, también en
100
mayúsculas. Asimismo se registran entradas dedicadas a plantas junto con su nombre
científico, sin embargo no se ubica dentro del lema que se trata de una locución como se
ve en (158) y (159):
(158) AZUCENA DE MARÍA f. Azucena blanca (Lilium candidum L.) que llaman
también LIRIO.
La entrada (158) nos lleva a otra que es Lirio en donde la misma locución también
forma parte de la entrada sin mayor información:
(159) LIRIO, m. Nombre que se aplica popularmente a la azucena (Lilium candidum L.)
También se le llama AZUCENA DE MARÍA.
Cuando aparecen las unidades fraseológicas, en ningún momento se marcan como
tales, no obstante, en ciertas ocasiones se menciona como parte de la definición que es
una frase familiar como en (160) y (161):
(160) DAR EL CACHORAZO: Frase familiar que equivale a AZOTÓN, CHANGAZO,
o ZAPOTAZO.
Alude al golpe o azote que dan las iguanas a caer de las bardas al suelo.
(161) QUEDAR CORA, fig. Frase familiar que significa; Quedar en la inopia sin bienes
o dinero, o lo que es lo mismo: QUEDAR PELADO o EN LA CALLE.
También se presenta fraseología incompleta que lleva a otra entrada como en
(162):
(162) LAMBERLE A ALGUIEN… (véase CORTIJO)
(163) CORTIJO (…)
Del refranero sinaloense:
101
“LAMBERLE A ALGUIEN AUNQUE NO TENGA CORTIJO”: Hacerle
cortesías a quien no tiene merecimientos.
Como podemos observar en la expresión que aparece en (163), la forma es
presentada de una manera poco formal, entre comillas, primeramente aclarando que se
trata de un refrán para después citar la expresión, y continuar con su definición eso es
específicamente del ejemplo número (163), en (164) podemos observar que se presenta de
manera distinta, el refrán en mayúsculas y como parte de la definición se dice que es un
“Refrán muy usual”:
(164) SON MAS BRAVOS LOS TEJENALES QUE LA CAL: Refrán muy usual para
indicar que presumen o dan más trabajo las pequeñeces que las cosas grandes.
Asimismo en (165) y (166) se presentan colocaciones:
(165) TOROBUEY, m. Toro que se hace trabajar en el campo como si fuera buey.
fig. Hombre de carácter apocado o demasiado sumiso.
(166) LAMBEHUEVOS, fig, adj. Persona excesivamente abyecta o servil hacia los
superiores. En otras partes se dice LIMPIAHUEVOS y alude en ambas
expresiones a testículos.
Lo interesante de estos ejemplos es que en (165) lo tenemos como entrada, mientras
(166) es una subentrada de Lamber. En realidad se esperaría que (165) también fuera
subentrada de Toro que es una entrada que forma parte de este diccionario.
Para finalizar la descripción de la fraseología que aparece en el Lexicón de Sinaloa,
continúo con el ejemplo número (167), que es la única unidad fraseológica registrada
102
como entrada en este diccionario. Generalmente los ejemplos que se han mostrado están
en orden alfabético en el diccionario, en este caso esta entrada se encuentra en la letra O:
(167) DE OQUIS. DE OQUIS. Término que se aplica a todo lo gratuito, a lo inútil o a
lo no pagado o remunerado. Se dice: “Entrar DE OQUIS” a algún espectáculo;
Hacer un viaje DE OQUIS” o sea, sin el resultado que se esperaba; “Trabajar DE
OQUIS”, sin la paga correspondiente. Es expresión muy usual en todo el norte y
noroeste de la República. PROCEDENCIA: Romance de Castilla. Del latín
VACUUS, VACO: de aquí OQUE, OQUEDAD, HUECO: vacío. Los arrieros
españoles todavía dicen: “Viajar DE OQUE”, que es lo mismo que los arrieros
mexicanos indican cuando “viajan DE VACIO”, que es cuando llevan sus bestias
sin carga. De este modo, la expresión mexicana DE OQUIS es hermana carnal de
la española DE OQUE.
Introduzco toda la entrada tal y como aparece en el diccionario para hacer notar
que el autor se remite a la etimología de la palabra y da una explicación y procedencia de
la misma y esto lo hace en todas las entradas de este diccionario aunque no es muy
preciso en la etimología que brinda para algunas entradas. Por ejemplo, nos dice que
pistear que significa ‘beber’, ‘emborracharse’: “[…] parece derivarse del alemán PISTCH,
lo que ha absorbido líquido, lo que está empapado hasta los huesos. También puede
proceder de PISCO, famoso aguardiente de uva que se fabrica en Perú”.
3.1.6 LEXICÓN DEL NORESTE DE MÉXICO (Elizondo 1996) 3.1.6.1 Caracterización tipológica Este diccionario de 310 páginas y 2254 entradas contiene una extensa información
metodológica donde se explica cómo se obtuvieron, definieron y ordenaron los vocablos
103
que forman parte de la obra. En la introducción el autor informa que la fuente que sirvió
de base para la elaboración del diccionario fue el habla coloquial: “La única fuente de las
palabras recolectadas fue siempre ‘la viva voz’ así que no se utilizó nunca como fuente de
información de palabra y significados documentación escrita de tipo alguno; sin embargo,
es posible que para algunas de las “frases de autoridad”, o modos de uso, sí fueron
considerados refranes, letras de canciones o estribillos […]” (pág. 11). Con respecto a
cómo se seleccionó el vocabulario el autor nos dice: “El criterio de selección de palabras
se basó en el registro de todos aquellos términos cuyo uso se desvía de la norma culta.
[…] Solo fueron registradas las palabras cuyo significado y uso específico constaran al
autor.” De igual forma menciona cuál es la finalidad específica de este diccionario en los
siguientes enunciados: “La existencia de un Lexicón del Noroeste, además de constituirse
en el centro referencial de los significados del habla, documentaría la memoria colectiva
de la región y constituiría un reflejo de su realidad social”. Como vemos, éste es un
diccionario descriptivo; a su vez es semasiológico ya que el material léxico se clasifica
del significante al significado además de tener una ordenación alfabética en las entradas.
3.1.6.2 Descripción de la macroestructura del diccionario
La macroestructura cuenta con una introducción, titulada “No son todas las que están, ni
están todas las que son”, donde nos explica las consideraciones tomadas para la
elaboración de este diccionario. Le sigue un apartado titulado “Metodología y criterios de
elaboración”, en donde la explicación de la misma está detallada con ejemplos. Nos
presenta la mecánica de la recolección, registro, definición y cotejo de las palabras. Al
concluir la introducción continúa con una bibliografía de las fuentes del diccionario,
después se encuentra un listado de 21 abreviaturas que se verán más a detalle en el
104
apartado de microestructura del diccionario. Enseguida aparece el listado de entradas, que
según nos dice el autor en su introducción, están reguladas conforme a la siguiente
metodología:
a. La palabra de entrada escrita con negrita
b. La categoría gramatical abreviada conforme el DRAE
c. Redacción del significado
d. Acepciones, que aparecen separadas por doble barra, y con número progresivo en
negrilla: || 2. … || 3. …
e. Frase de autoridad- en la que se escuchó la palabra-, luego de dos puntos y
transcrita con itálicas.
f. Confrontación con DRAE, DM, y DBEM, encerrada entre llaves rectas:
[ DRAE…DM…etc.]
g. Las citas textuales de DRAE, DM y DBEM entre corchetes: ‹‹…››.
3.1.6.3 Descripción de la microestructura del diccionario
Dentro de la microestructura la lematización se presenta por homonimia, es decir,
aparecen diferentes entradas para una misma palabra, por ejemplo:
(168) chanza. f. (Anglicismo, de chance.) Dar una oportunidad, hacer un lugar,
conceder una ventaja; cuando el favor es pequeño se dice “dame una chancita”
(169) chanza. f. La enfermedad de paperas o escrófula: A Víctor le dio la chanza
cuando tenía dieciocho años, antes no le fue peor.
Pero igualmente se da el caso de que se presenten varias acepciones para una sola
palabra como nos los dice Elizondo: “Si bien son pocas las entradas que tienen varias
105
acepciones, cuando éstas aparecen se siguió el criterio “empírico” para determinar su
valor, […] Se respetó colocar en primer término el uso corriente – para el Noreste- y
luego cualquiera de las otras. La razón es que resulta difícil establecer una jerarquía
estricta entre las acepciones”. Cabe mencionar que no se presentan las formas finitas del
verbo, ante esto el autor nos dice:
Se registraron todos los vocablos tal como se escuchaban, aun cuando fueran
derivados, aumentativos, diminutivos o despreciativos, es decir nunca se redujeron a la palabra madre. También se respetó género y número, y nunca se redujo una forma verbal al infinitivo del verbo pues cada una de las variaciones porta un significado diferente y su reproducción a la palabra de origen implicaría perderlo […].
Al igual que en los otros diccionarios revisados, también se presentan variantes
ortográficas. Elizondo nos explica que primeramente se anotó el sonido de la palabra con
su contexto significativo y posteriormente cuando se definía el significado se aplicaba la
corrección ortográfica. En las palabras con ortografía dudosa se dio entrada a todas las
posibles grafías, cada grafía que tiene entrada distinta y un mismo sonido, lleva el signo
(V)-ver- para remitir a la siguiente, por ejemplo:
(170) hena. f. (V) jena. (pág. 21).
En lo que respecta a las indicaciones gramaticales se muestra la categoría de la
palabra, el género de los sustantivos, al igual que el femenino de los nombres en los
sustantivos y adjetivos, además en ciertas entradas que así lo necesitan se presenta el
plural, más no se marca el tipo de verbo.
106
3.1.6.3.1 Fraseología
La fraseología se presenta en casi todos los casos con la abreviatura expr. fam. (expresión
familiar). Dentro de la mayoría de las entradas se presenta una frase como ejemplo, a este
respecto el autor nos dice: “En muchos casos se rescató también la frase donde aparecía el
vocablo por registrar […] Dicha frase –la hemos llamado frase de autoridad- o diálogo,
aparece registrada en las entradas con itálicas”. De igual forma, se registraron frases
completas como entradas. A continuación presentaré una serie de ejemplos de la
fraseología mostrada en este diccionario conforme a cuatro apartados:
i) Unidades fraseológicas presentadas en orden alfabético.
ii) Unidades fraseológicas presentadas por el término que el autor supone más importante.
iii) Las colocaciones marcadas como expr. fam.
iv) Las colocaciones marcadas como sustantivo.
Dentro del primer apartado las unidades fraseológicas están colocadas por orden
alfabético de acuerdo con la letra de la primera palabra:
(171) ¡agarróteseme ahí! expr. fam. Detenerse donde se está, no moverse, quedarse
rígido; equivale al “queda detenido”
(172) bajita la mano. expr. fam. La cantidad mínima que se puede pagar por algo, el
precio máss bajo que se puede obtener: Bajita la mano, poniendo tú el material, te
sale en dos mil pesos.
(173) disco rayado. expr. fam. Locución usada como reproche o queja hacia una
persona que ha repetido con insistencia alguna exigencia, pretexto o explicación:
Ya no la aguanto, es un disco rayado. || 2. Cambiar el disco significa cambiar de
conversación o dejar el tema porque ya está muy oído.
107
(174) hacer la valona. expr. fam. Encubrir una falta, ayudar a disculpar, ser cómplice,
servir de tapadera: Hazme la valona y dile que yo no fui.
(175) patita de ángel. expr. fam. Al bailar, abrazar o besar, levantar un pie por atrás en
la misma forma en que aparecen los ángeles, a quienes se pinta o representa casi
siempre con esa posición.
Como podemos observar, todas las entradas tienen la especificación de expr. fam.
En (173), el autor nos dice que disco rayado es una locución, y en la segunda acepción de
la misma se utiliza una locución distinta. Sin embargo también se presentan colocaciones
en entradas diferentes, tal es el caso de los siguientes ejemplos, causando un problema en
la técnica lexicográfica ya que todas estas entradas pudieran pertenecer a una sola:
(176) hacer-lo caca, o cuacha, o mierda. (Se usa con el verbo en pasado: “lo hizo…”)
expr. fam. Destruirlo, acabarlo, desarmarlo, dejarlo hecho nada.
(177) hacer la cuaja. expr fam. Faltar al trabajo o a la escuela, faltar a las obligaciones
(178) hacer del uno, o del dos. expr. fam. Orinar el primero, defecar el segundo.
(179) hacer de las aguas. expr. fam. Sólo orinar, no defecar.
(180) hacer olas. expr. fam. Hablar y comprometer a otros en algo que es preferible
callar, salpicar; complicar con denuncias.
(181) hacer la pala. Expr. fam. Igual que hacer la valona (V)
En total son 15 formas distintas que pudieran estar dentro de una sola entrada que
en este caso pudiera ser hacer o realizar una restructuración y elaborar un análisis
fraseológico para darle un nuevo lugar en la obra.
En el segundo apartado tenemos las unidades fraseológicas que están ordenadas de
acuerdo con el término que el autor considera más importante por ejemplo:
108
(182) agosto. Hacer su, expr. fam. Expresión familiar para señalar un enriquecimiento
repentino debido a causas fortuitas: Como se juntó tanta gente en la plaza, el
jicamero hizo su agosto.
(183) desconocida. Dar una, expr. fam. Se usa para advertir los repentinos cambios de
conducta de una persona o animal. No le hagas confianza al perro porque te va a
dar una desconocida. Juan se ve muy bueno, pero te va a dar una desconocida,
que de mi te vas a acordar.
(184) rodada. Agua, expr. fam. Agua corriente, la que viene por tajo, acequia, arroyo o
río.
(185) trote. Agarrar, expr. fam. Entusiasmarse demasiado, al extremo de sólo pensar en
el motivo que entusiasma: No digas que mañana vamos a Monterrey, porque si no
los huercos van a agarrar trote desde ahora.
(186) verdulero, a. Boca de, expr. fam. Malhablado y que grita, que dice maldiciones
gritándolas.
En el siguiente apartado se encuentran las colocaciones que están ordenadas
alfabéticamente y están marcadas como expresión familiar, a diferencia de los otros
apartados este fue el que menos ejemplos presentó:
(187) gente bien. expr. fam. Aunque gente es un sustantivo colectivo, aquí se usa para
señalar indistintamente a una sola persona o a varias, como en la frase ¿hay gente
en casa? La expresión gente bien se usa para definir una posición social de cierto
brillo, ya por ser económicamente desahogada, ya por poseer un pasado relevante.
No se debe confundir con las expresiones muy gente (V) buena gente o gente de
bien (V), porque el matiz para cada una es distinto: la enfermera bien puede ser
muy gente pero quizá no sea gente bien; el jardinero puede ser buena gente,
incluso gente de bien, pero quizá no sea muy gente ni gente bien. Explicándolo de
nuevo: gente bien implica cierta posición social o económica; gente de bien,
define al que ejercita una actividad benéfica para los semejantes; buena gente
109
califica al que no se mete con los demás, al que trata de llevar su vida sin dañar;
muy gente define a quien posee cualidades valiosas para la vida comunitaria.
(188) helada negra. expr. fam. Cuando la temperatura desciende más allá del punto de
congelación pero sin humedad, sin lluvia ni escarcha.
(189) pata rajada. expr. fam. Indígena, indio, campesino, pobre; a la gente que no usa
calzado, o que permanentemente usa huarache, se le agrietan las plantas de los
pies, sobre todo los talones y los dedos, de ahí pata rajada.
Como se observa en (187) se mencionan varias expresiones que utilizan la unidad
léxica gente, incluso se definen en esta entrada pero aun así, posteriormente se vuelven a
definir, gente de bien, gente. Es (muy) en entradas distintas, y en las dos entradas nos
presenta la siguiente aclaración: (Para mayor entendimiento véase gente bien.). En (189)
se muestra la entrada pata rajada únicamente pero existen varias entradas que inician con
pata que pudieron definirse en un mismo artículo como: Pata bandola, pata de cabra,
pata de gallo, pata de perro, pata de vaca, pata galana, pata rajada. Así, en el último
apartado tenemos las colocaciones marcadas como sustantivos:
(190) caña barrenada. f. Tipo de carrizo, grueso y fuerte-algo parecido al bambú-,
famoso por su dureza, muy usado como bastón de apoyo o de defensa.
(191) chupahuesos. m. plr. Pequeño escarabajo de color caoba, que, atraído por la luz
artificial, atesta las noches del verano; hasta donde sabemos es inofensivo, por eso
extraña el amenazador nombre.
(192) espantasuegra. m. Silbato de papel enrollado en sí mismo que al recibir el aire y
accionar se desdobla y va a dar, con movimiento rápido a la cara del observador.
(193) frijol matrero. m. Ignoramos el significado, lo oímos en la frase: Comiendo frijol
matrero.
(194) lambecazuela. m. Nombre tradicional para el dedo índice de cualquiera de las dos
manos.
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(195) malpasada. f. Acción y efecto de malpasar-se (V), maltratar al propio cuerpo con
descuidos: No agradece ni los desvelos ni tanta malpasada.
(196) pan pulman. m. Es el también llamado pan de caja (V). Probablemente el nombre
proviene de la forma del pan, parecida a un vagón dormitorio del tren, a un “coche
pulman” de Pullman, su inventor y primer fabricante.
Como se puede observar, especialmente en este último apartado, existe cierta
vaguedad e imprecisión en la definición de las entradas, especialmente en frijol matrero
donde se nos dice que se ignora el significado.
3.1.7 EL HABLA POPULAR EN BAJA CALIFORNIA SUR (Ibarra 2001) 3.1.7.1 Caracterización tipológica
Este diccionario originalmente publicado en 1989 corresponde a la segunda edición
corregida y aumentada que apareció en 2001; cuenta con 303 páginas y 1535 entradas.
Según Ibarra (2001), las fuentes que sirvieron de base para la elaboración de este
diccionario fueron los modismos del noroeste y las fuentes escritas consultadas: “Los
vocablos y expresiones populares que incluyo en la presente investigación han sido
comparados a modo de cotejo en las fuentes especializadas a mi alcance- que se dan a
conocer en la bibliografía- con el fin de comprobar la originalidad del signo lingüístico
[…]” (p.11). Menciona también que sus datos fueron obtenidos recurriendo en forma
directa a las personas más representativas de grupos sociales, fuentes de consulta,
encuestas, y sus alumnos a los que les expresa su agradecimiento, sin embargo a pesar de
que no se especifica la metodología de obtención de datos, el autor concluye su
introducción con estas líneas que parecieran ser una disculpa: “[…] diré que este trabajo
111
fue realizado a través de una ardua investigación llevada a cabo con la carencia de un
método especial que el caso requería, pero supliéndolo con él entusiasmo […]”. (p. 12)
Al principio del diccionario aparece el nombre de las personas que hicieron
posible la impresión de este trabajo y al final se ofrece una extensa bibliografía. Cabe
destacar que se trata de una obra que tiene la pretensión de registrar y definir las formas
dialectales de la región de Baja California Sur, aunque el autor nos dice también que no
se limita únicamente a hablar sobre el español hablado en esta región:
Muchos de los modismos son comunes en todo el noroeste del país. Sería
particularizar en exceso si se afirmara que sólo corresponden a esta entidad federativa, aunque el título de la obra así lo da a entender. […] no se piense que todos los modismos sólo quieran hacerse aparecer circunscritos a nuestra media península porque sería negar la reciprocidad cultural que siempre ha imperado entre nuestros estados, me refiero particularmente a Baja California, Sonora, y Sinaloa con Baja California Sur. (Ibarra 2001: 11-12).
Por otra parte, cabe destacar que este diccionario es descriptivo y parte del
significado hacia el significante es decir, es semasiológico, de orden alfabético y se
encuentra dividido por un apartado de vocablos y otro de expresiones comunes. Ambos
apartados cuentan con su índice alfabético a los cuales llama “Relación de vocablos” y
“Relación de expresiones comunes”.
3.1.7.2 Descripción de la macroestructura del diccionario
El trabajo lexicográfico El habla popular en Baja California Sur presenta en primer
término el prólogo a la segunda edición, le sigue la introducción y continúa con un
apartado titulado “Marco histórico lingüístico”, en donde el autor nos informa con detalle
la historia de Baja California sur desde la llegada de los primeros jesuitas hasta la
112
actualidad, pasando desde la extinción indígena hasta los actuales censos de población. El
siguiente subapartado aborda el tema de la lengua castellana en Baja California Sur,
donde nos habla de los mecanismos de modificación de la lengua española como son los
neologismos, las modificaciones fonéticas etc. En el capítulo II, Ibarra introduce el tema
de la lingüística actual, partiendo de un panorama general donde especifica las
particularidades de las principales manifestaciones del habla de esta región del noroeste
de México. En otro apartado se presenta una lista de 26 anglicismos más usuales en Baja
California Sur, por ejemplo:
(197) TEIP (del ingles tape). Tela adhesiva o cinta celulosa.
En la sección sobre “Modismos” se encuentra la sección 3.1 que es donde se
presentan los vocablos, es decir, el cuerpo del diccionario, el cual inicia con una
advertencia donde nos dice el autor que las palabras y expresiones que se incluyen en el
trabajo fueron comparadas en las obras que se encuentran en la bibliografía y si el lector
encuentra términos iguales o conocidos probablemente se difiera en la acepción.
Posteriormente tenemos el listado de 45 abreviaturas utilizadas en el diccionario.
Como se mencionó anteriormente, Ibarra hace una distinción entre los vocablos, las
expresiones comunes y los anglicismos, separándolos en apartados distintos. Estas
secciones manejan la entrada principal de la misma manera, es decir, en mayúscula y
negrita, la categoría gramatical abreviada, el tipo de verbo, en caso de que sea un adjetivo
se da su variante femenina, la redacción de la definición y la acepción si es que la tiene.
3.1.7.3 Descripción de la microestructura del diccionario
113
Generalmente en este diccionario los lemas se marcan por polisemia, es decir un solo
lema y una sola entrada, con sus acepciones, pero también se da el caso, en donde existen
las colocaciones que inician con la misma palabra y se ubican en diferentes entradas:
(198) -RATÓN CON BOLSAS, RATÓN DE CACTÁCEAS
PALO ADÁN, PALO BLANCO, PALO BREA, PALO CHINO, PALO DE ARCO,
PALO DE LA FLECHA.PALO ESCOPETA, PALO MAUTO. PALO SAN JUAN,
PALO ZORRILLO
La mayoría de las veces se proporciona el nombre científico de las entradas
dedicadas a plantas y animales, frecuentemente se proporciona junto con un fragmento de
una fuente escrita, de donde se obtuvo el término. Veamos el siguiente ejemplo que
ilustra lo anterior:
(199) CIRIO (Idra columnaris, KELLO).m. Planta cactácea erguida en columna: alcanza
alturas mayores de 10 metros; rara vez se bifurca. Se localiza en el centro de la
península en un área de 500 km. Sólo florece en época de lluvia. Se dice que
también se localiza en las cercanías de Puerto Libertad, Son. Los indios de aquel
país los llaman milapa…Por ser estos árboles altos, derechos y ramas, el padre
Consag y los de su comitiva les dieron el nombre de cirios, con el cual son
conocidos en la California, desde entonces (M. del BARCO, p. 93).
Asimismo se presentan variantes ortográficas, donde hay una remisión al lema y
se explican:
(200) GÜESERO, RA. s. y adj. V. huesero.
(201) HUESERO, RA s. y adj. Persona sobadora de los huesos de las extremidades y de
la columna vertebral.- 2. Denominación popular dado al quiropráctico
profesional.- 3. ú. el voc. güesero.
114
Como se puede observar en el ejemplo anterior, las indicaciones gramaticales
contienen la categoría de la palabra, el género de los sustantivos y la variante femenina de
los adjetivos, si se trata de un verbo nos indica si es transitivo, intransitivo o reflexivo.
3.1.7.3.1 Fraseología
Este diccionario cuenta con la particularidad de que la fraseología se encuentra en un
apartado separado del resto de diccionario, el de “Expresiones comunes”. A este respecto
Ibarra (2001) nos dice:
Con el presente estudio se ofrece una rica variedad de expresiones populares que
trato no de rescatar, porque la mayoría de los vocablos y expresiones están en uso, si no de registrarlas y ordenarlas, haciendo hincapié en la picardía, el folclorismo, lo pintoresco y lo interesante que resulta presentar a una región por medio de sus expresiones comunes, tan valiosas como el otro tipo de palabras aceptadas por las academias especializadas.
No obstante, dentro del apartado de vocablos tenemos ciertas construcciones
fraseológicas como las colocaciones, o una UF dada como ejemplo de las entradas como
podemos ver a continuación:
Colocaciones: (202) HIERBA DEL MANSO (Anemopsis californica). Planta muy favorecida en la
medicina tradicional de la que se emplean las hojas y camotes. Machacadas y
hervidas, junto con otros de ingredientes de la flora regional, se plica
principalmente para curar heridas y moretones, purificar la sangre, catarro, y tos,
entre otras aplicaciones (R.E. DIMAYUGA, pp. 91-92)
(203) MALDEOJOS. m. Nombre popular de la conjuntivitis: padecimiento que pone los
ojos legañosos, generalmente transmitido por insectos muy pequeños llamados
“bobitos”
115
(204) TRIPA DE AURA (Cissus trifoliata o Tponema pes-caprae). f. Nombre vulgar de
la planta enredadera que tiene uso medicinal. Cura los cálculos en los riñones, mal
de orín, reumas y otras enfermedades.
UF como ejemplo: (205) CANTALETA. f. Úsase en lugar de cantilena. Repetición o insistencia de un
mismo asunto por medio de la insinuación, el regaño o el llamado de atención.
Una reacción de fastidio ante la molesta reiteración se puede manifestar en varias
formas, como decir: ¡otra vez con la misma canción!, ¡cámbiale de tonada, por
favor!, ¡a que agüita como moja!.
(206) ENVARAÑADO, DA. adj. Aplícase al sitio cubierto de varañas o puntas
ramificadas de varas secas.-2. Enmarañado. Un asunto enredado, una cosa muy
revuelta, un lance intrincado y de difícil solución. Se dice: este asunto está muy
envarañado.
(207) JODIACHI. f. Lanzar lejos, echar de un lugar. Es variante sudcaliforniana de los
tr. jondear, jondiar, que como mexicanismos se derivan de honda, vulgarmente
pronunciado jonda: tirar con honda, de donde proviene el significado de lanzar,
tirar lejos. Así podrán escucharse las expresiones: ¡Váyanse mucho a la jodiachi!
o lo mandaron a la jodiachi.
(208) DESEMPANZURRADO, DA. adj. Vaciado del contenido de la panza por la acción
de excretar, como en la frase: Quedo desempanzurrado después de ir al baño. V.
Despanzurrar.
Cabe mencionar que de los ejemplos señalados anteriormente, la única frase que
aparece en el apartado de las expresiones comunes es ¡A que agüita como moja!, Y al ir a
esta entrada del diccionario se nos dice después de la definición […] equivalen a la
expresión. ¡Bah, la misma cantaleta! Enfocándome en el apartado 3.2 “Expresiones
comunes” se puede ver la serie de elementos que se manejan para definir la frase, todas
116
ellas se presentan en orden alfabético con respecto de su primer palabra, casi no hay
abreviaturas, a excepción de las marcas “Expresión familiar” y “Locución adverbial”.
Fuera de eso el autor en la misma definición nos explica qué tipo de frase es la que está
definiendo, ya sea metafórica, efusiva, sarcástica, afirmativa etc. De igual forma, Ibarra
nos presenta frases que son sinónimos de otras como por ejemplo:
(209) ABRIR CHICOS OJOS. V. abrir tamaños ojos, ojos pelones
(210) ABRIR TAMAÑOS OJOS. Frase familiar para expresar admiración o sorpresa ante
una acción que causa extrañeza. Se sustituye, con igual significado, con la frase
abrir chicos ojos.
A continuación presento algunos ejemplos de los tipos de frases que se
encontraron en este apartado de “Expresiones comunes”:
Locución adverbial:
(211) A CHALECO. loc. adv, que significa a la fuerza, cuando el acto se hace con
repugnancia o en forma desagradable. Da a entender que se obliga a hacer algo
ante el disgusto evidente. V. a huebo, a forziori.
Frase afirmativa:
(212) ES DE CAJÓN. Frase afirmativa que se emplea para asegurar que alguna acción o
alguna aseveración es contundente, sin objeción, porque es previsto su resultado o
es la consecuencia lógica de una o una serie de acciones.
Forma despectiva:
(213) ES UNA CHINGADERITA CON PATAS. Forma despectiva y burlesca aplicada a
las personas de baja estatura
117
Frase familiar:
(214) CAER COMO BOMBA. fr. fam. Aplícase a causa de cualquier noticia
sensacionalista que impacta en lo personal.-2. A una persona cuando por ella se
tiene aversión o que exige el cumplimiento de una orden de trabajo.
Frase sarcástica: (215) ¡EL MORTI, LE DICEN! Forma sarcástica para calificar a quien vive en la
indolencia o la comodidad, que no le conmueve lo que sucede a su alrededor.
Morti es apócope de mortificar o mortificado, pero en el modismo indica lo
contrario a lo que estos vocablos significan. Se aplica al tipo de persona que vive a
expensas del trabajo de otra. Más claramente también se aplica la frase: ¡el
sufrido, le dicen!
Frase familiar antigua
(216) ¿A CÓMO LOS COCHIS? Frase familiar ant. Que se expresaba en son de burla
cuando con cupo lleno se transportaba a las personas en un camión de redilla o
troca. Por esta razón también se decía ¿a cómo la trocada?
Frase común
(217) DAR EL ABRAZO CHINO. Frase común, como en todo el país, para indicar que
se ha contraído gripe muy fuerte que causa un estado febril y debilitamiento
exagerado.
Frase familiar figurada
(218) IRSE CON TODO Y REATA. fr. fam. fig. muy mexicana. Huir con algo que no le
corresponde, en alusión al animal que escapa del lugar que se encontraba atado.
Expresión conformista
(219) HASTA QUE SE LE HINCHE EL OMBLIGO. Expresión conformista contra
alguien por no hacer o por no cumplir alguna faena que debe desarrollar, o bien
118
cuando la hace hasta que él lo quiere. También se identifica esta acción con las
expresiones: hasta que le dé su gana, hasta que le dé su renombrada gana o hasta
que le resobre la gana.
Frase metafórica
(220) ¡ME CAE MUY GORDO! Metafóricamente, persona antipática o repulsiva.
También se utilizan, con igual significado, las expresiones siguientes: ¡no lo
puedo ver ni en pintura! ¡no lo trago!
Frase irónica
(221) ¡PARECE QUE LO HICISTE CON LOS PIES! Frase irónica para indicar que una
cosa está mal hecha.
Frase prohibitiva
(222) NO TE MANDES. Frase prohibitiva, expresada contra la persona que es abusiva al
no tener consideración de los demás y toma una mayor proporción de lo que
reparte, o en su caso, cuando se propasa en su autoridad.
Expresión declarativa: (223) VAN A REPARTIR DULCES. Expresión declarativa chusca pero motivante con la
que culmina una invitación, la que es dicha para exhortar a la asistencia a un
evento importante. Después de la invitación se insiste: ¡no falten, vayan, van a
repartir dulces! Se puede convertir en una expresión interrogativa cuando-
tratándose de niños- ante una invitación manifiestan su interés y plantean ¿van a
repartir dulces?
Cualidad
(224) SER ABUZADO. Cualidad de ser listo. La persona que actúa con astucia, con
sagacidad, la que es diligente y muestra inteligencia en la realización de las
acciones que emprende. También se dice: ser buzo.
119
Finalmente, cabe decir que se dan otro tipo de expresiones, marcadas como: ‘De
mal gusto’, ‘Forma exclamativa’, ‘Frase de lamento’, ‘Frases críticas’, ‘Expresiones
burlescas’, etc., dándonos a conocer efectivamente como nos lo dice el autor: “[…] lo
interesante que resulta presentar a una región por medio de sus expresiones comunes”.
3.1.8 DICCIONARIO DE SINALOÍSMOS Y REGIONALISMOS (Gaxiola et al.
2007) 3.1.8.1 Caracterización tipológica Este diccionario se publicó en el año 2002 y en 2007 apareció una segunda edición que
es la que analizaré enseguida. Esta obra lexicográfica está integrada por 4410 entradas.
Las fuentes que sirvieron de base para la elaboración de este trabajo fueron, según nos
informan los autores: “[…] la mayoría de los trabajos conocidos que pudieran apoyar la
construcción de este diccionario […] escogimos los trabajos de Carlos Esqueda, Lexicón
de Sinaloa, Francisco Gil Leyva, Haya Bonchi; y el de Pablo Lizárraga, Nombres y
Piedras de Cinaloa.” (López et al., 2007: 8). El corpus que fundamenta esta investigación
lexicográfica proviene de fuentes escritas; para este fin se diseñó un cuestionario que fue
aplicado primeramente a 130 informantes, a partir de ese instrumento emergió otro que
fue contestado por 113 personas y finalmente se elaboró una última versión para aplicarla
a 30 informantes, dando un total de 273 informantes. Enseguida aparece la bibliografía de
las fuentes utilizadas como punto de partida para la metodología usada en este
diccionario. Según los autores, este diccionario se elaboró con un propósito específico:
“[…] tiene por objetivo central el acopio y definición de voces particularmente usadas en
Sinaloa, mas no exclusivas, dado que muchas de ellas se usan en los estados vecinos […]
120
Tiene el propósito de legitimar, si es posible, nuestros usos lingüísticos, particularmente
oral, de vocablos tradicionalmente oídos entre el pueblo […]”.
Es un diccionario descriptivo reflejando la realidad de uso de la lengua, el cual se
logró realizando un análisis contrastivo de cada término para confirmar su uso regional
por lo tanto es un diccionario diferencial, es de carácter semasiológico ya que su
ordenación es de tipo alfabética, y a su vez de carácter diatópico porque registra las
formas dialectales de esa zona geográfica.
3.1.8.2 Descripción de la macroestructura del diccionario
Este diccionario inicia con una extensa introducción, donde los objetivos, la metodología
y las instrucciones aparecen de manera clara y sencilla, por lo cual considero que es
información suficiente y necesaria para el usuario. En términos generales, los autores de
este diccionario nos aclaran que siguieron las estrategias metodológicas desarrolladas por
la Academia Mexicana para la elaboración de esta obra lexicográfica.
En un segundo apartado se incluyen las abreviaturas para dar paso al cuerpo del
diccionario, en donde las entradas se presentan en orden alfabético, en minúsculas (a
excepción de los nombres propios) y negritas, seguidas de un punto, para continuar con su
respectivas definiciones; después nos presentan un anexo donde se lista la información
básica de los informantes que participaron en esta investigación. Finalmente aparece la
bibliografía consultada.
3.1.8.3 Descripción de la microestructura del diccionario
Como se dijo anteriormente, el Diccionario de sinaloísmos y regionalismos es una obra
semasiológica como la gran mayoría, de orden alfabético donde se presenta una
121
lematización por polisemia, esto es, donde hay un solo lema y una única entrada para una
misma palabra. En algunas ocasiones las entradas suelen tener dos significados, los cuales
están divididos, a su vez, por acepciones, enumeradas y separadas por dos barras, como se
ilustra en (225):
(225) birocha. 1. f. Barba || 2. adj. Lambiscón
Los verbos aparecen en su forma infinitiva o en su forma reflexiva:
(226) encargar. intr. Quedar embarazada
(227) aliviarse. prnl. Dar a luz.
Se presentan variantes ortográficas, las cuales son aclaradas por los autores diciendo
que algunas tienen otra escritura ortográfica, pero que no debe interpretarse como un error
ya que se respeta la escritura de los informantes: “[…] respetamos las variantes
ortográficas y de acentos gráficos. Verán en él muchas palabras ortográficamente mal
escritas.” (p.15) así tenemos en el ejemplo 3 que:
(228) ¡guácala! interj. que manifiesta repugnancia.
(229) ¡huácala! interj. que denota repulsión.
(230) bersos m. Negación al hablar, decir que no es verdad lo que otro cree o afirma
[…]
(231) versos m. Bersos.
En las indicaciones gramaticales aparece la categoría de la palabra ya sea, un
adjetivo, un adverbio; si los verbos son transitivos, intransitivos o reflexivos, el género de
los sustantivos; cuando se trata de un adjetivo aparece su forma femenina, y también hay
una marcación para plurales, todas estas indicaciones las podemos observar en el
siguiente apartado:
122
(232) encuevado, encuevada. adj. Metido en su casa, sin trabajar
(233) endentes. adv. Endedantes
(234) lamber. tr. 1. Lamber, lengüetear.|| 2. Adular.
(235) sácate. prnl. Rétirate, quítate.
(236) estuco. m. tira de madera angosta
(237) fatigador, fatigadora. adj., m. y f. trabajador, afanoso.
(238) encantados. m. pl. Juego infantil que consiste en alcanzar u tocar a los
participantes que corren entre dos puntos para que se queden como estatuas hasta
que otro los toque y desencante.
En ciertas ocasiones se indica la etimología o procedencia de la palabra “En
algunos casos se incluyeron las etimologías de las palabras, que se pudieron encontrar con
relativa facilidad o que fueron proporcionadas por diferentes fuentes” (p.15)
(239) Cacalotán. (Del náhuatl,= “lugar de cuervos”, de cacálotl “cuervo” + tlan “en o
lugar”). Pueblo que se localiza en el municipio de El Rosario.
3.1.8.3.1 Fraseología
En este diccionario las unidades fraseológicas pueden aparecer como entrada o dentro de
la misma como subentrada. Los autores nos proporcionan en su introducción la
metodología que siguieron para clasificar este elemento sintagmático: “El diccionario
sigue el orden alfabético como otros, es del tipo letra por letra. En el caso de las
locuciones se alfabetizan en el primer sustantivo (ejemplo, llover en su milpita, bajo
milpita) o si no hay sustantivo, en el primer verbo (ejemplo, andar de brinca pa´tras, bajo
andar).” (pág. 14).
123
En el listado de abreviaturas empleadas en este diccionario, ocho de ellas son de
gran importancia para este apartado, ya que son las que indican dónde puede aparecer una
unidad fraseológica estas son: expresión, expresión familiar, frase, frase familiar,
interjección, locución, locución adverbial, locución festiva, y refrán. De esta manera
podemos observar el tratamiento de la fraseología en este diccionario:
(240) abuela: criado por la abuela, no conoce la cazuela. loc. Crecido al lado de la
. abuela no aprende a hacer nada.
(241) occiso: hacerse el occiso. loc. 1. Aparentar ser olvidadizo.|| 2. Disimularse.
(242) muy en ello. loc. Y todavía. Se usa para remarcar alguna crítica de una mala
acción a la cual se suma otra.
Como se puede observar en (240) y (241) aparece primeramente el sustantivo de
la locución sin negritas, a diferencia de (242), que comienza con un adverbio y al no tener
ni sustantivo ni verbo, comienza como todas las demás entradas, lo cual pudiera ser un
poco confuso para el usuario ya que las dos primeras entradas en primer momento
parecen ser parte de la definición anterior, para después presentarse la locución en
negritas y posteriormente la definición de la misma. En (242) aparece la locución como
todas las demás entradas; esto parece ser una salida fácil en cuestión de un análisis
fraseológico. Es decir, tal y como mencioné en el capítulo I, se debe realizar un análisis
que permita conocer cuál es la forma base o la palabra clave que se propondrá en el
diccionario, y como recomienda Castillo (1997) hay que tener mucho cuidado al
momento de tomar esta decisión, porque pudiera generar ciertas dudas a la hora de elegir
qué elemento del conjunto debería constituir la palabra clave que sirviera de referencia
inequívoca para facilitar al usuario la búsqueda (p.69).
124
En el siguiente ejemplo tenemos una interjección, dentro de las interjecciones se
encuentran ciertas entradas de una sola palabra así como construcciones fijas como se
puede apreciar a continuación:
(243) ¡inga tu roña! interj. con la que se denota sorpresa o lamento
(244) ¡ah, que bencho, o ¡ah, que la fregada! Interj. que denota fastidio, molestia
Cabe hacer notar que cuando se presenta una interjección, ésta aparece marcada en
negritas desde un principio y no hay una clasificación por verbo o por sustantivo,
simplemente aparecen en orden alfabético, quizá esto se deba a que hay ciertas
interjecciones que únicamente son de una sola palabra. Las expresiones pueden aparecer,
como acepciones en caso de que haya más locuciones o expresiones que contengan un
mismo verbo o sustantivo: esto sucede con el ejemplo (245):
(245) dar: dar futifais. loc. Sentir miedo|| ya no le den. expr. Usada cuando alguien
comete una torpeza.
(246) jijo: jijo de la jijurria. expr. grosera injuriosa o de desprecio.
En el siguiente ejemplo tenemos una frase que parte de una entrada que en otro
diccionario revisado anteriormente se maneja como UF pero en este caso es un adverbio,
la frase es DE OQUIS y aquí se maneja como DIOQUIS, y así tenemos la frase:
(247) dioquis. adv. Inútilmente, sin logro ni efecto. || estar dioquis. fr. Estar ocioso.
Los refranes, al igual que las locuciones aparecen bajo un sustantivo o verbo, o
también pueden aparecer como una acepción de la entrada:
125
(248) mujer: mujer culichi, mucha nalga poca chichi. Ref. relativo a las características
anatómicas de la mujer nativa de Culiacán.
(249) yegua. f. 1.Comida que se da a los presos || 2. Prostituta.|| el que monta yegua ni
pa´testigo sirve. ref. Persona que por su debilidad la discriminan o no toman en
cuenta para nada.
Al igual que los refranes las expresiones familiares, aparecen como acepción de
una entrada, por ejemplo:
(250) ninstenco. m. Rincón de las hornillas. || el gato a los nistencos. expre. fam. que se
aplica cuando alguien vuelve a sus lares a buscar la querencia.
La locución adverbial se presenta como acepción bajo la palabra “otra”:
(251) otra: pa´ la otra. loc. adv. En otra ocasión, después.
Tal y como podemos visualizar en (252) se localizan una serie de unidades
fraseológicas que se han mostrado anteriormente; aparecen también dos tipos de UF que
no se han mencionado: la colocación y la locución festiva. Cabe mencionar que cuando la
acepción es una UF no se utilizan los números, al contrario de cuando la acepción es una
sola palabra:
(252) agua: agua de cebada. f. Bebida preparada con agua, azúcar y harina de cebada. ||
¡aguas Petra! intej. Que indica advertencia || agua zorra. expr. usada en los
campos tomateros, para hacer saber a la persona que reparte agua que tiene sed||
cambiar el agua a las aceitunas. loc. fest. (De un hombre) Orinar. || ir al agua.
loc. Ir a beber o traer cerveza.|| jalar agua. loc. Beber cerveza. || tirar el agua.
loc. Orinar.
126
Como se puede ver en el ejemplo anterior, las colocaciones no tienen ninguna
marca de UF, y se marcan simplemente como un sustantivo:
(253) edad de merecer. f. edad apropiada para el matrimonio o para el noviazgo formal.
(254) gallina: gallina abada. f. La de color blanco y negro.|| gallina ciega. f. Pescador
que no captura mucho camarón.|| gallina pinta o gallina vieja. f. Guiso preparado
con frijol y nixtamal.
(255) ojo: mal de ojo. m. enfermedad de los ojos. || maldiojo. m. influjo maléfico que,
se cree, pueden ejercer los gemelos. || ojo de buey. m. Coloración que se mira al
lado del sol cuando se está poniendo.|| ojo de pescado. m. Callo en la planta del
pie.|| ojo gacho. m. El párpado caído.|| ojo de toro loco. m. Mirada de coraje o
enojo.|| ojo pachichi. m. semicerrado por enfermedad o defecto visual.
Resulta interesante como el ejemplo (255), mal de ojo, y su contracción maldiojo
son 2 definiciones totalmente distintas. Continuando con el último ejemplo tenemos una
locución y una expresión que hace notar la vaguedad e imprecisión que hay en las
definiciones de las mismas, y esto no solamente se da en las locuciones si no en varios
vocablos:
(256) choya. (De origen cahíta). f. 1. Mollera.|| 2. cholla. || 3. Caca. || ¡come choya!
expr. de significado claro.
(257) estómago: ser más feo que un dolor de estómago. loc. de significado claro.
En (256) nos dicen que choya tiene un significado claro, y en (257) a pesar de que
efectivamente el significado es claro, se pudiera haber incluido un ejemplo, para saber
bajo qué contexto pudiera ser utilizada esta locución. Considero, que definiendo algo con
127
este tipo de idea, es decir, que el usuario entenderá perfectamente la entrada sin ninguna
explicación extra, se pierde un poco la labor de lexicógrafo de ahondar lo más posible en
la definición y dejar al lector sin ninguna duda.
3.1.9 DICCIONARIO BREVE DE MEXICANISMOS (Gómez de Silva 2008) 3.1.9.1 Caracterización tipológica
Esta es la segunda edición de esta obra que se encuentra en formato impreso, con un total
de 234 páginas y aproximadamente 5400 entradas. La fuente que ha servido de base para
la elaboración de esta obra es principalmente el Índice de mexicanismos de la Academia
Mexicana. Esta obra partió de este corpus que contaba con 77,000, sin embargo, no
incluía definiciones. Este Índice finalmente se redujo, se incluyeron las definiciones y es
así como surgió este Diccionario breve de mexicanismos. Asimismo, Gómez de Silva
realizó algunas encuestas orales, consultando a asesores adicionales. No obstante, lo
anterior, no se ofrece una bibliografía de las fuentes exactas del diccionario. Se indica
únicamente el nombre del autor de la obra pero no se menciona el nombre del director o
coordinador del diccionario.
Por otra parte, cabe destacar que este trabajo sobre mexicanismos tiene como
propósito “[…] registrar el sector del léxico del español que distingue al español
mexicano del de los otros veinte países de habla hispana” (Gómez de Silva 2008: VIII).
Esta obra lexicográfica tiene tres características, mismas que se indican dentro de la
introducción: “esencialmente sincrónico, contrastivo y descriptivo”. Esto quiere decir que
primeramente se refiere a la lengua actual aunque se presentan ciertos elementos de tipo
diacrónicos ya que este lexicógrafo realiza una comparación entre lo que se utiliza en
128
México con lo que se dice en otros países de habla española. De igual forma, este
lexicógrafo nos dice que esta obra no establece criterios normativos y no hay exclusión de
préstamos ni de neologismos.
Esta es una obra lexicográfica semasiológica. Las entradas se encuentran en
negritas, con excepción de algunos vocablos en donde no se presenta la definición, sino
una locución proveniente de México, estas voces están en letras redondas seguidas de dos
puntos.
3.1.9.2 Descripción de la macroestructura del diccionario
Un primer apartado lo constituye una completa introducción donde se explica el origen y
evolución desde el Índice de mexicanismos hasta el Diccionario breve de mexicanismos y
las futuras intenciones de realizar uno mucho más amplio. También se presentan las
características del diccionario mencionadas anteriormente, a la par que nos indica que el
DRAE sirvió como elemento de contraste, con el fin de decidir qué vocablos eran propios
y cuales compartidos. Se muestra también aquello que se consideró como ‘mexicanismo’.
Por otra parte aparecen notas explicativas del artículo, la ortografía, la pronunciación, las
variantes, la etimología, y una serie de información que se explicará líneas más adelante,
dentro del análisis de la microestructura.
En otro apartado aparecen las abreviaturas y en las últimas páginas del diccionario
se encuentran anexos que corresponden a los apéndices de las lenguas indígenas de
México en el año 2001, las cuales están divididas por familia.
3.1.9.3 Descripción de la microestructura del diccionario
129
La lematización en esta obra se presenta por polisemia en donde por ejemplo tenemos que
carnear es “matar con arma blanca” pero también es “insultar” y ambas aparecen dentro
de la misma entrada separada por números y dos barras. De igual forma, el material
lexicológico de este diccionario se organiza por homonimia, en donde bomba recibe dos
entradas diferentes con la única diferencia de un superíndice que indica el número
bomba1 y bomba2. Según se nos indica en las notas explicativas del artículo, cuando se
presentan variantes léxicas u ortográficas la primera que aparece es la de mayor uso (p.
XI), por ejemplo:
(258) aguatarse o ahuatarse (De aguate.) prnl. Espinarse con aguates.
(259) brasier o brassière. (Del francés brasière, originalmente = ‘protector del brazo’,
de bras ‘brazo’.) m. Ropa interior de mujer, que cubre los senos [DRAE: sostén]
Además de la variante ortográfica se puede observar cómo se muestra la
comparación con respecto al diccionario que se utilizó de contraste, es decir, el DRAE, y
cuál es el vocablo al que se le asigna esta definición en España. En relación con las
indicaciones gramaticales cabe decir que se muestran abreviadas al terminar la entrada en
negritas, por ejemplo, adj., adv., refr., loc., coloq., etc. Se presenta el género de los
sustantivos ya sean masculinos o femeninos, aparece el femenino de los sustantivos y
adjetivos. De igual forma, cabe comentar que a diferencia de otros diccionarios, en donde
el femenino de los nombres se presenta con las últimas letras de la palabra que indican el
género panadero, ra., en éste aparece toda la palabra, por ejemplo, caravanero,
caravanera; gachupín, gachupina, etc. Se presentan también ciertos plurales dentro de las
entradas, como limpiapiés, o hojuelas de maíz, mas no se registran los plurales dentro de
130
la definición cuando la entrada se encuentra en singular. De igual manera, dentro de las
entradas se presentan aumentativos como dolorón pero no se indican dentro de la
definición. En los verbos que se definen dentro de este diccionario se indica si son
transitivos chiclear, intransitivos frutear o pronominales encuclillarse. No se presentan
formas irregulares del verbo.
3.1.9.3.1 Fraseología
En esta obra lexicográfica se presentan ciertos elementos sintagmáticos, como refranes,
expresiones, frases, locuciones, entre otras, los cuales son identificados como locuciones:
“En el caso de locuciones, se alfabetizan en el primer sustantivo (ejemplo, saludar con
sombrero ajeno, bajo sombrero), o si no hay sustantivo, en el primer verbo (ejemplo, el
que poco habla poco yerra, bajo hablar)”. Dentro del listado de abreviaturas se presentan
los elementos sintagmáticos mencionados anteriormente, de los cuales presentaré los
siguientes ejemplos:
(260) acabar: no la acabas de matar; y ya la estas desollando. expr. No hay que
apresurarse demasiado || ¡se acabó! expr. se da por terminado el asunto.
(261) echar: echando a perder se aprende. refr. Las cosas no salen bien desde el
primer momento || echarse a alguien (al plato) loc. Matarlo. || echarse para
atrás. loc. No cumplir una promesa [DRAE: echarse atrás]
(262) doler: doler feo. loc. doler mucho.
(263) chingar. (Del español chingar ‘importunar, molestar’) tr. Hacer daño, ocasionar
perjuicio, dañar, romper, descomponer. Es voz malsonante | chinga a tu madre.
expr. que es una injuria muy grave. Es voz malsonante.
(264) juventud: si la juventud supiera y la vejez pudiera… loc. de referencia clara.
(265) mamá: mamá de leche. f. Nodriza || mamá grande. f. Abuela.| creerse alguien la
mamá de los pollitos (o de Tarzán) loc. Ser muy presumido. || que dice mi
131
mamá que siempre no. loc. fest. No voy a cumplir el trato o la promesa; me echo
para atrás.
(266) pato. m. Recipiente de cuello largo que se usa para recoger la orina del varón
encamado. || hacerse pato. loc. 1. Hacerse el tonto || 2. Hacerse el distraído || 3.
Disimular, fingir.
(267) abundancia: abundancia crea vagancia. refr. Quien tiene gran cantidad de lo que
desea trabaja poco.
(268) retostada: de la retostada. (Eufemismo por de la chingada) loc. difícil
complicado.
(269) circo: hacer circo. loc. Hacer lo imposible por conseguir algo.
Revisando los ejemplos anteriores tenemos que la expresión de la entrada chingar
se define como una expresión que es una injuria muy grave, pero no se define con otras
palabras cuál es el significado de la misma. En la forma léxica juventud se nos presenta la
definición “de referencia clara”, aun así considero que es importante explicar con otras
palabras esta locución. En la locución que se encuentra dentro de la entrada mamá está
definida con “echarse para atrás” siendo esta una locución que se encuentra dentro de la
entrada de echar en donde pudiera existir una referencia cruzada. En pato tenemos una
locución que presenta varias acepciones lo cual no es algo que se presente mucho en este
diccionario, no obstante, sí aparecen varias entradas con distintas locuciones dentro de sus
acepciones por ejemplo, en (270) donde la “o” que separa las diferentes posibilidades de
la última acepción, pudo ser sustituida por comas:
(270) haber: no hay que ser/ no hay peor ciego que el que no quiere ver/ pronto y bien/
no hay quien/ ¿qué hay?/ ¿quihubas? o ¿quiubo? o ¿Qué hubo? o ¿quihubo? o
¡quiúbole! o ¡quihúbole! o ¡qué húbole!
132
Otro ejemplo de una entrada con varias acepciones es madre en donde se muestran
15 locuciones o expresiones distintas con su respectiva definición y una de las locuciones
como partirse la madre cuenta con dos acepciones:
(271) madre: a toda madre/ caerle a alguien de madre/ ¡chinga a tu madre! / darle a
alguien en la (mera) madre, o darle a alguien en toda la madre / estar hasta la
madre / hecho madre / importarle a alguien madre algo / ni madre / no tener
alguien (ni) madre. / pa’ su madre / partirse la madre / ¡puta madre! / ¡qué poca
madre! / rayarle la madre / romperle a alguien la madre / valerle a alguien madre
algo.
Por último presento ejemplos de unidades fraseológicas que se manejan como
colocaciones, estos ejemplos se encontraron dentro del diccionario como entradas, y sus
indicaciones gramaticales se muestran como si se tratara de una sola palabra; a pesar de
que el autor no se refiere a estas entradas como colocaciones, lo he clasificado de esta
manera por el hecho de que aparece la categoría gramatical de la unidad fraseológica
como el género de un sustantivo:
(272) acidez del estómago. f. Estado en el que el estómago contiene más que la
cantidad normal de ácido.
(273) dureza de las arterias. f. Esclerosis, aumento de los elementos fibrosos en el
tejido de las arterias con pérdida de elasticidad.
(274) ciudad perdida. f. asentamiento de chozas poco resistentes en los alrededores de
una ciudad.
(275) espalda mojada. (Porque muchas de estas personas cruzan con gran frecuencia a
nado el río Bravo del Norte o Río Grande.) m. Mexicano que emigra ilegalmente
hacia los Estados Unidos, Se usa más en plural. Compárese mojado.
(276) joyería de fantasía. f. La que es de imitación.
133
Habría que preguntarnos cuál es el método que el autor siguió para dar a estas
unidades fraseológicas el lugar de entradas, y manejarlas como si fueran una sola unidad,
ya que esto no se nos aclara dentro de la introducción del diccionario.
3.1.10 DICCIONARIO DEL ESPAÑOL DE MÉXICO (Lara: 1982, 1986, 1996,
2010)
3.1.10.1 Caracterización tipológica27
El proyecto del “Diccionario del Español de México” (DEM), iniciado a finales de 1970 y
dirigido por Luis Fernando Lara en El Colegio de México, actualmente tiene cuatro
grandes publicaciones que han marcado el avance de la lexicografía en nuestro país. Estos
diccionarios muestran la evolución en cantidad y calidad de la obra donde se refleja la
realidad del español de México, en donde cada vocablo, a su vez, es un vehículo de varios
significados. Cada obra constituyó una ampliación sustanciosa de la siguiente, es por esto
que la mayoría de las especificaciones dentro de su introducción, sus tablas y apéndices,
son exactamente los mismos que los del primer diccionario, únicamente se hicieron
pequeños cambios y aclaraciones. El primer diccionario elaborado por el DEM es el
Diccionario fundamental del español de México (1982), con un total de 480 páginas y
reúne alrededor de 2500 entradas, aproximadamente 15000 son los significados o
acepciones que componen este diccionario (Lara 1982: 12). El segundo es el Diccionario
básico del español de México (Lara 1986) y registra alrededor de 7000 entradas. El tercer
diccionario es el Diccionario del español usual en México (Lara 1996). A este respecto, 27 Un rasgo y característica que distingue mayormente al Diccionario del español de México, en el contexto de la lexicografía española e hispanoamericana es ser básicamente integral y no un diccionario diferencial que registre mexicanismos.
134
cabe aclarar que revisé la segunda edición corregida y aumentada, que cuenta con 1241
páginas, y alrededor de 14 mil entradas. Y por último el Diccionario del español de
México (Lara 2010) que es el producto de 37 años de arduo trabajo y dedicación que dan
como conclusión una obra, que como el autor lo dice, está “alejada de la perfección” pero
no por esto deja de ser una obra completa, detallada y lo más importante, de gran utilidad
para los usuarios, esos años de trabajo están reflejados en esta sobresaliente obra de
calidad, que consta de 2 tomos, es de formato impreso, cuenta con un total de 1706
páginas y alrededor de 25 mil entradas.
La fuente principal que ha servido para la publicación de estos cuatro diccionarios
ha sido la conformación del “Corpus del español mexicano contemporáneo” (CEMC), el
cual fue construido reuniendo una gran cantidad de grabaciones y textos hablados en
México entre 1921 y 1974, y lo que se hizo fue tomar todos los vocablos aparecidos en el
CEMC cuya frecuencia fuera al menos de 3 apariciones en él, después se procedían a
analizarse para convertirse en las entradas de esta obra lexicográfica. Los vocablos que
formaron el corpus se obtuvieron de documentos en novelas, periódicos, libros de texto,
trabajos científicos, cancioneros, manuales de mecánica y artesanías, historietas,
fotonovelas, telenovelas, etc. y grabaciones con personas de todo México. Cabe destacar,
que la selección del vocabulario partió de una propuesta de Carlos Monsiváis, en donde
basándose en los escritos de la lexicógrafa francesa Jossete Rey-Devobe, tendría que
realizarse a partir de tres generaciones de hablantes que se comunican entre sí, el
vocabulario mexicano tendría que ser a partir del siglo XX, Monsiváis propuso que se
tomara como punto de partida de contemporaneidad tres acontecimientos históricos casi
simultáneos: el fin del periodo armado de la Revolución, la publicación de Los de debajo
135
de Mariano Azuela, y el comienzo de las emisiones radiales de la XEW. Es así como se
decidió tomar en cuenta textos escritos desde 1921 hasta 1974 (DEM pág. 20). De igual
forma, considero importante mencionar que en ninguno de los cuatro diccionarios se
ofrece una bibliografía de las fuentes del diccionario, pero dentro de su introducción y su
apartado “Composición del diccionario” se hace mención de las distintas fuentes que
sirvieron para llevar a cabo esta obra. Además de las fuentes, dentro de las primeras
páginas del diccionario se proporciona un listado de los nombres de las personas que
hicieron posible el desarrollo de este diccionario, y de las que integraron el consejo
consultivo y el área a la que pertenecen. Asimismo, la clasificación de todos los
diccionarios de este proyecto es semasiológica, es decir que parte del significante al
significado y es de orden alfabético, en donde se conservan las letras ch y ll ya que no se
ve ninguna ganancia al adoptar un alfabeto más general omitiendo estas dos letras, y
además la che sigue representando un fonema del español. Sin embargo, la alfabetización
aquí propuesta no considera al dígrafo rr como una letra que tiene su lugar en el orden
alfabético, si no como una r seguida de otra r lo cual, resulta una contradicción con el
tratamiento que se les da a ch y ll, y es un error que se promete enmendar en las
próximas ediciones. (DEM pág. 32). No obstante a pesar de que los diccionarios aquí
presentados tienen varias similitudes también cuentan con diferencias que se presentan
conforme el proyecto se fue desarrollando y evolucionando, primeramente el Diccionario
fundamental del español de México (1982) está conformado por vocablos que forman el
núcleo, es decir, el conjunto fundamental del léxico de una lengua, son las palabras más
comunes y sin ellas no se podría hablar la lengua de una manera eficaz y comprensible
para los demás. (p. 9). Este diccionario está orientado hacia la consulta escolar, por lo
136
mismo contiene vocablos tomados de libros de texto así como entradas destinadas a la
terminología gramatical y lingüística, teniendo así tres finalidades específicas, la primera,
contribuir a la educación lingüística de niños y adultos de la enseñanza elemental, la
segunda, ser un instrumento útil para la enseñanza del español a los hablantes de lenguas
indígenas interesados en esa segunda lengua que es la del país donde viven. Y la tercera,
servir a quienes han cursado su primera enseñanza, y desean conocer mejor la lengua
española (p. 7).
Enseguida tenemos el Diccionario básico del español de México (1986) que se
transforma en un diccionario general incrementando con 4500 entradas el diccionario
fundamental, convirtiéndolo en una obra básica destinada a “ofrecer a los estudiantes de
primaria y de educación media, una obra que les ayude a comprender mejor sus libros de
texto y las explicaciones que reciben de sus padres y maestros, así como introducirlos en
el conocimiento de una lengua culta que es la que sirve de vehículo de comunicación
entre todos los mexicanos” (p. 12). Y como se expone en la cita anterior está destinado a
la lengua culta, es decir, es un diccionario normativo, dejando en claro que las voces
populares pueden esperar a recibir un tratamiento en otro tipo de obra, y no en esta que
“se apresura a llenar un hueco en la educación ambiental y media” (p. 14). Continuando
con el Diccionario del español usual en México (1996) que también es un diccionario
general con la finalidad de presentar al público un diccionario de español mexicano, en
palabras del autor: “[…] el español, porque en él hemos nacido el noventa y cinco por
ciento de los mexicanos, es nuestra lengua: centrada en nuestra tradición y nuestra
experiencia histórica, que evoluciona con nosotros y, en parte, por nosotros. He ahí la
justificación primera para presentar al público un diccionario del español de México.”
137
Además, de elaborar “un diccionario del español tal y como efectivamente lo hablamos y
lo escribimos; no un diccionario de nuestras particularidades lingüísticas” (p. 13) Este
diccionario tiene la particularidad de ser descriptivo y normativo, ya que refleja la lengua
culta y a su vez la realidad del uso: “[…] éste se concentra en el español usual en México:
fundamental y especializado, básico y general, de la lengua estándar, que incluye,
naturalmente, a la lengua culta, pero también a la lengua hablada, más propia de nuestra
comunicación coloquial, familiar y popular […]”.
Finalmente está el Diccionario del español de México (2010) que al igual que los
dos anteriores es un diccionario general, y refleja la lengua utilizada en nuestro país, su
finalidad, es “devolver a los hispanohablantes mexicanos el vocabulario de su propia
lengua, tal y como se usa, para que lo conozcan y aprecien mejor [...] Lo que ofrece el
DEM es un vocabulario de uso mexicano que hace evidente la unidad de la lengua por la
que tanto nos hemos esforzado desde la época de nuestras independencias […]” (pág.
27). Es un diccionario descriptivo que refleja la realidad de uso, se registra todo el
vocabulario usual en México, en donde se encuentran voces groseras, anglicismos, giros
coloquiales y populares; “La función de un diccionario para una sociedad que aprecia su
libertad y su diversidad es proveerla de información precisa y fiel a la realidad” (pág. 30)
3.1.10.2 Descripción de la macroestructura del diccionario
No existen muchas diferencias dentro de la macroestructura presentada en los cuatro
diccionarios, puedo decir que este apartado se maneja de igual manera en las cuatro obras,
por ejemplo enfocándome en el último diccionario el DEM presenta la misma
macroestructura de los diccionarios que lo precedieron, aunque cabe decir que contiene
explicaciones actualizadas. Primeramente se muestra el índice, le sigue el listado de
138
abreviaturas y marcas de uso social, regional, gramatical, técnico y jergal. Continúa la
introducción, en donde el autor nos presenta detalladamente la historia desde el inicio del
proyecto de este diccionario (1972), desde los problemas para saber cuál era el
vocabulario usado en el español de México y como reunirlo, pasando por los primeros
“borradores” que fueron diccionarios de menor cantidad de vocablos, que sirvieron como
examen para comprobar el trabajo y a partir de estos alcanzar la primera edición del
diccionario del español de México “[…] echando los cimientos y el primer piso de una
construcción […] del comienzo de una empresa que debe perdurar.”
Al terminar la detallada introducción que es una explicación sincrónica del
desarrollo de este diccionario, continúa el apartado de “Composición del diccionario”
donde nos explican de dónde provienen los vocablos utilizados, qué tipo de elementos se
incluyen, cuántos vocablos se encuentran en la obra y se menciona también que se han
agregado tablas y apéndices, con la idea de que el servicio que provee el diccionario sea
completo en lo que refiere al uso de la lengua. Este apartado se divide en 5 secciones: la
primera sección corresponde a la escritura y la ortografía en el diccionario, que como ya
se mencionó anteriormente incluye las letras ch y ll aunque se presenta la omisión de la
rr como una letra que tiene su lugar en el orden alfabético. La segunda se refiere a la
gramática en el diccionario que explica el método utilizado para tratar el aspecto
gramatical del léxico de esta obra. La tercera sección aborda la definición en el
diccionario en donde se expone la metodología utilizada para elaborar la redacción de las
definiciones, la ordenación de éstas y su clasificación. La cuarta expone las marcas de
uso en donde la lengua culta no se distingue con ninguna marca mientras que la lengua
coloquial o popular, sí forma parte de una calificación dentro de esta obra. También se
139
encuentra la marca de grosero u ofensivo; la diferencia entre éstas es que la primera es
propiamente un insulto, mientras que la segunda, depende del contexto en el que se use,
logra ofender a aquellas personas a las que se aplican (pág. 39), Y por último la quinta
presenta los ejemplos del diccionario en donde nos explica las dos clases de ejemplos, los
primeros tomados del habla real, y los segundos que sirven para ilustrar los contextos más
comunes de aparición, es decir las colocaciones.
Continúa con el apartado del ‘Uso de los tiempos verbales’ en donde se explica el
modo indicativo y el modo subjuntivo. Procede con el apartado de las reglas de ortografía
y puntuación que está dividido en fonemas y letras del español mexicano, ortografía,
acentuación, y por último signos de puntuación. Después se presentan los modelos de
conjugación regular e irregular antes de comenzar el cuerpo del diccionario. Las obras
lexicográficas concluyen con la presentación de tres apéndices, que están conformados
por la escritura de los números, los gentilicios de la República Mexicana y los gentilicios
de los países hispanoamericanos.
Las entradas se manejan en negritas, y en minúsculas continuando con la
clasificación gramatical. Los nombres de plantas y animales van acompañados de su
designación científica de acuerdo con las especies que se encuentran en México.
3.1.10.3 Descripción de la microestructura del diccionario
Al igual que la macroestructura, la microestructura se presenta de la misma forma en los
cuatro diccionarios, una de las principales características de estas obras es que se manejan
dos tipos de lematización, por homonimia en caso de que no aparezcan rasgos
significativos comunes a dos significados de lo que parece ser la misma palabra, y por
140
polisemia, cuando las diferentes acepciones tienen rasgos comunes, ejemplo de estos
casos:
(277) escatología1 s f Conjunto de creencias o estudios relacionados con la vida después
de la muerte o con el destino final del ser humano y del universo.
(278) escatología2 s f Gusto u obsesión por el excremento.
En lo que respecta a la polisemia el autor optó por realizar dos clasificaciones:
[…] hemos hecho dos clasificaciones de acepciones en los vocablos que así lo
requieren. La primera, que sirve para englobar acepciones emparentadas a partir del significado estereotípico, se marca con números romanos. La segunda, que crea un orden de interpretación de las acepciones, se marca con números arábigos. Cuando la polisemia del vocablo no es muy extensa, basta el orden en números arábigos y se omite la reordenación general con romanos, que resulta redundante (Lara 1996a).
Mientras el siguiente ejemplo muestra la marcación con números romanos:
(279) aplicado I pp de aplicar o aplicarse II 1 s y adj Persona que es muy estudiosa y
cumplida con sus labores escolares: “Forma parte del grupo de los aplicados”
De igual forma se presentan variantes ortográficas como artículos secundarios que
remiten a los primeros, como es el caso, por ejemplo, de cuitlacoche frente a usos como
güitlacoche o huitlacoche (DEM pág. 32); otro ejemplo de esto sería:
(280) grajea s f Gragea
Cabe mencionar que no en todos los diccionarios se presentan variantes
ortográficas. En el Diccionario fundamental del español de México (1982) no encontré
variantes ortográficas, posiblemente porque se trata de una obra que pretende ilustrar el
141
habla culta del español de México. Las indicaciones gramaticales se explican dentro de la
introducción en el apartado La gramática del diccionario nos dice que: Según la
concepción funcional de análisis gramatical, las llamadas categorías gramaticales o
partes de la oración no son conjuntos de palabras que invariablemente tengan la misma
categoría, son, por el contrario, conceptos que definen las propiedades funcionales con las
que habrá de cumplir un vocablo para que se pueda considerar que tiene la función
correspondiente a cierta categoría. (DEM pág. 33). De esta manera tenemos que hay
palabras que tienen diferentes categorías gramaticales y éstas aparecen después de la
entrada en forma de abreviaturas, cuando se trata de una entrada que tiene diferentes
funciones, las categorías que le correspondan aparecen juntas, si se trata solamente de una
acepción con función diferente, en esa acepción aparece la nueva marca, el género y
número de los sustantivos y los adjetivos se presentan con las marcas correspondientes,
ejemplo de esto:
(281) bastante adj m y f y adv
(282) arras s f pl
Algunas de las categorías gramaticales que se presentan son: adj., s, f, m, sing, pl,
adv, art , conj, inter, etc. En lo que respecta a las marcas de género y número de los
sustantivos y los adjetivos, son restrictivas; es decir, que cuando una entrada no tiene
marca de su flexión nominal, significa que puede ser masculino, femenino, singular y
plural por ejemplo:
(283) conejo s
142
Podemos ver que conejo solo tiene la categoría gramatical de sustantivo, es decir
que puede ser masculino (conejo), femenino (coneja), singular y plural (conejo/s), en
cambio si solamente es masculino, esto aparecerá en la marca correspondiente que se
muestra en el siguiente ejemplo:
(284) toro s m
Teniendo así que toro es únicamente masculino, pero puede ser singular o plural.
En cuanto a los verbos, estos pueden ser transitivos, intransitivos o pronominales, después
de las marcas gramaticales, aparece una referencia que remite a una tabla de conjugación
que se encuentra antes del diccionario: “Inmediatamente después de las marcas
gramaticales de un verbo, aparece entre paréntesis, una referencia al modelo de
conjugación del verbo en cuestión. El objeto de esta información es que el lector sepa
cómo se conjuga un verbo que desconozca” (DEM pág. 34). Dentro de las entradas existe
la especificación que indica la especialidad, campo o materia, a la que pertenece el
vocablo, por medio de una abreviatura, por ejemplo de Inform Informática, Zool
Zoología, Elect Electrónica, etc.
3.1.10.3.1 Fraseología
La fraseología al igual que los apartados anteriores se presenta de la misma forma en las
cuatro obras que forman parte del DEM. Lara menciona que las locuciones se presentan
como si fueran acepciones, nos explica que son composiciones de palabras y
construcciones sintácticas con un significado diferente al de la simple suma de los
significados de los vocablos. Nos indica también que se encontrarán, generalmente bajo la
entrada del vocablo más específico de los que las componen o de aquel que constituye su
143
núcleo. Por último el autor nos dice que no se les ha dado una clasificación sintáctica
porque se prestan a varios análisis diferentes, y en consecuencia porque no se ha querido
complicar más la asignación de marcas gramaticales. Asimismo, cabe mencionar que no
se encontró ninguna UF como entrada, todas se encontraban como acepciones,
usualmente se puede observar alguna colocación como ejemplo así como se menciona en
el apartado los ejemplos del diccionario “Por el otro lado, los que también provienen del
Corpus pero sirven para ilustrar los contextos más comunes de aparición, llamados
técnicamente colocaciones” (DEM pág. 39). Las clasificaciones son las mismas en los
cuatro diccionarios, sin embargo cabe mencionar que a medida que la finalidad del
diccionario cambiaba se realizaban ligeros cambios, por ejemplo en los primeros dos
diccionarios 1982, 1986 no se presentan colocaciones como entrada, sin embargo, en
1996 ya aparecen colocaciones. De igual forma los primeros dos diccionarios tenían un
carácter normativo y en los dos diccionarios posteriores se incluyeron marcas de uso de
las locuciones por ejemplo coloquial, grosera, etc. Los ejemplos donde se manejen estas
marcas corresponderán únicamente a los diccionarios de 1996 y 2010. Primeramente se
encuentran las locuciones donde la entrada en donde aparecen es un sustantivo:
(285) cabeza s f II 2 Romperse la cabeza Hacer un gran esfuerzo mental para resolver
algún problema intelectual “Me rompí la cabeza hasta que pude resolver todas las
preguntas del examen”
(286) alfiler s m 2 Prendido con alfileres Que no es definitivo, que no es firme o sólido
“Esa tesis está prendida con alfileres hay que fundamentar bien las afirmaciones
que se hacen”
(287) especie s f 5 Pagar en especie Pagar a alguien con mercancía en lugar de dinero.
144
(288) edad s f 3 Ser alguien de edad Haber pasado alguien la madurez y acercarse a la
vejez 4 Mayor de edad Que ha alcanzado la edad en que se tienen obligaciones o
responsabilidades legales.
(289) razón s f 3 Razón de Estado Justificación que ofrece el gobierno de un país o su
dirigente para hacer algo o actuar de una manera conveniente a la situación
política pero no siempre apegada a la justicia 5 Con razón Con motivo justo, con
buena justificación: “Con razón quiere renunciar si lo tratan tan mal”.
(290) montaña s m 2 Montaña Rusa Juego mecánico que hay en algunas ferias; consiste
en una construcción generalmente grande, que sostiene una vía ondulada, con
curvas, fuertes subidas y bajadas […]
(291) nube s f 4 Estar o andar alguien por las nubes Estar distraído, tener el
pensamiento en otra parte “Mónica siempre anda en las nubes” 5 Por las nubes
muy alto “el precio del jitomate se puso por las nubes” 6 Poner a alguien por las
nubes Hablar muy bien de alguien, elogiarlo: “Puso por las nubes a su entrenador”
En los vocablos seleccionados como ejemplos, resulta muy notoria la distinción
entre la parte de la locución y el núcleo que la constituye, el cual viene siendo el término
que aparece como entrada. En estos ejemplos se pueden observar ciertas estructuras que
pudieran ser colocaciones, como Alguien de edad, Con razón, etc. sin embargo, se
manejan como locuciones, algo notable es que en la mayoría de los casos el ejemplo que
se nos presenta después de la definición es de gran ayuda para el completo entendimiento
del vocablo. A continuación están los ejemplos de locuciones dentro de entradas que son
adjetivos:
(292) certificado adj 3 Correo certificado Servicio de correos que consiste en registrar el
envío de una carta o paquete para garantizar al remitente la responsabilidad del
servicio para entregarlo.
145
(293) lleno adj 3 De lleno Por completo, íntegramente: dar el sol de lleno, golpear de
lleno, entrar de lleno en la producción.
(294) blanco 1 adj s m 8 Quedarse en blanco No comprender o saber nada.
(295) cierto adj 2 Estar en lo cierto Tener razón 5 De cierta edad Que es de edad
madura, que es mayor […] 6 Por cierto (que) A propósito de lo que se está
diciendo. […]
(296) lento adj 3 Fuego lento fuego de poca intensidad.
(297) limpio adj 7 A golpe, tiro, etc. limpio Solamente y con muchos golpes, tiros, etc:
“Villa entró a Torreón a tiro limpio” 8 En limpio En claro, como resultado final,
sin tachaduras ni borrones: sacar una conclusión en limpio, ganar dinero en
limpio, escrito en limpio.
(298) nuevo adj 4 De nuevo Otra vez, una vez más: “Llegó tarde de nuevo”
(299) tenedor2 adj y s 2 Tenedor de libros Persona que tiene a su cargo los libros de
contabilidad de un negocio o institución.
(300) verde adj m y f y s m 3 Poner verde (Coloq) Insultar a alguien o hablar muy mal
de él: “Cuando se enteró del desfalco, lo puso verde”
(301) canijo adj 2 Estar canijo algo (Coloq) Estar muy difícil: “Así es el mundo y va a
estar canijo cambiarlo”.
(302) pagado I pp de pagar II adj […] 2 Pagado de sí Que es presumido, que está
orgulloso de sí mismo y se muestra soberbio con los demás “Es un médico muy
eficiente, pero muy pagado de sí”.
Como se puede observar existen diferentes marcas que indican el tipo de
fraseología que se está presentando, generalmente la mayoría de estas marcas fueron
coloquiales también se encontraron caló, y popular, y en varias ocasiones no se indicaba
ninguna marca que indicara el tipo de expresión, tal es el caso de sentir, pagado, teatro y
comer; tampoco se encontraron refranes, y a pesar de que el autor menciona en su
introducción a las locuciones y el uso de éstas en la obra, en el cuerpo del diccionario esta
palabra no se utiliza y no se encuentra dentro del listado de abreviaturas.
146
En la mayoría de los ejemplos el núcleo que constituye la locución resulta muy
claro, basta con ver las diferentes opciones que se nos proporcionan en limpio para
identificar que el adjetivo resulta ser el término más importante de la locución. El
problema de distinción del núcleo se pudiera presentar en las entradas que son verbos, por
ejemplo:
(303) echar v tr (Se conjuga como amar) II 2 Echar abajo, echar por tierra, o echar a
perder Arruinar, deshacer o dañar algo “Echo por tierra todos sus planes”
(304) fundar v tr (Se conjuga como amar) 2 Fundarse en Sostenerse o apoyarse en algo
para afirmar alguna cosa: “¿En que te fundas para decir eso?”
(305) reír v intr (Modelo de conjugación 3b) 2 Reirse (de) Burlarse de algo o de alguien:
“Se rieron de mí cuando me caí”
(306) quemar v tr (Se conjuga como amar) 6 Quemarse las pestañas Leer o estudiar
mucho 7 Quemar las naves Tomar una decisión extrema, de la que ya no se puede
uno arrepentir.
(307) despedir v tr (Se conjuga como medir, 3a) 3 Despedirse de algo Retirarse de
alguna profesión, oficio o actividad: “En esta corrida se despide de los toros”.
(308) mirar v tr (Se conjuga como amar) 2 Mirar de reojo Hacerlo discretamente, con
disimulo: “Felisa miraba de reojo al actor cada vez que esté se descuidaba” 8
Estar alguien o algo de mírame y no me toques Estar alguien muy débil o muy
sensible, ser algo muy frágil: “Este jarrón es de mírame y no me toques”
(309) chocar v (Se conjuga como amar) 4 Chocar las manos, chocarlas Darse las
manos dos personas con fuerza para mostrar su amistad o su acuerdo en alguna
cosa: “¡Chócala! 6 Chocarle a uno algo o alguien Resultarle antipático molesto o
enojoso: “Me choca su hermana, es muy presumida”.
(310) extrañar1 v tr (Se conjuga como amar) 2 Extrañarle algo a alguien Resultarle
raro, extraño o sorprendente: “Me extraña que te portes de esa manera”
(311) comer v intr II 1 Comerse una letra, un renglón, un párrafo, etc Omitirlo al
hablar o al escribir: “Los costeños se comen las eses”
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(312) sentir1 v tr […] 4 ¡Lo siento mucho!, ¡Lo sentimos (mucho)! Expresión que se
emplea para expresar duelo o condolencias.
En donde el verbo es el núcleo que constituía la locución, en algunas ocasiones me
causó cierta confusión ya que fácilmente el ejemplo (306) pudiera encontrarse bajo la
entrada de pestaña, la cual no se encuentra dentro de este diccionario, sin embargo sí se
encuentran entradas de partes del cuerpo como, pie, boca, pecho, etc. habría que
preguntarse qué es lo que hace que quemar sea el vocablo más específico de las
locuciones quemarse las pestañas, o quemar las naves pudiera atribuirse a que ni
pestaña ni nave aparecen como entradas dentro del diccionario. Asimismo, pudiera existir
cierta duda en mirar específicamente en reojo, ya que al remitirme a la entrada reojo se
presenta esta misma locución solamente que sin el verbo de reojo, ya que la locución con
el verbo aparece como ejemplo. De igual forma se presentaron locuciones dentro de
entradas que son adverbios por ejemplo:
(313) así adv 5 Así mismo De la misma manera, igualmente, también: asimismo: “Así
mismo anuncio la creación de una comisión…”
(314) siempre adv 3 De siempre Que se acostumbra, acostumbrado, usual: “La clase
comienza a la hora de siempre” 4 Desde siempre Desde que uno sabe o recuerda;
desde un principio: “Los conozco desde siempre” 5 Para siempre, por siempre
jamás Para todo el tiempo: “Se fue para siempre”.
(315) no adv 9 No bien Apenas, inmediatamente, que, tan luego como: “No bien lo supo,
salió corriendo” 12 ¿No que no? Manifiesta irónicamente la afirmación de alfo
que se había negado: ¿No que no lo harías?
Cabe mencionar que fueron muy pocas las entradas que se localizaron con
adverbios como entradas de locuciones a comparación de los verbos, sustantivos y
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adjetivos. No obstante, también se presentó el caso en menor medida en donde la entrada
era un pronombre o preposición y estos contienen acepciones que son locuciones:
(316) suyo pronombre y adjetivo posesivo de tercera persona. (Como adjetivo se usa
siempre pospuesto al sustantivo) 6 Los suyos Su familia: “¿Cómo están los suyos?
(317) ante prep 2 Ante todo En prioridad, en primer lugar, antes que nada: “Ante todo
hay que ser puntuales”.
(318) tú Pronombre de la segunda persona, masculino y femenino, singular 3 Al tú por
tú En igualdad de fuerza, de capacidad o de actitud: “Los obreros se pusieron al tú
por tú con sus patrones”.
Asimismo se presentan locuciones dentro de entradas que son interjecciones, así
como colocaciones a manera de entradas del diccionario, y como se mencionó
anteriormente en los últimos dos diccionarios del DEM se incluyeron clasificaciones o
marcas para los diferentes tipos de locuciones presentadas dentro de estas obras teniendo
de esta forma:
Locuciones dentro de entradas que son interjecciones
(319) fuchi interj 2 Hacerle el fuchi a alguien Eludir contacto con él, dejar de tomarlo
en consideración: “Después de que cometió el error de hablar mal de ellos,
decidieron hacerle el fuchi en todas las reuniones”
(320) gracias interj 3 Gracias a Dios Expresión con que se completa el relato de algún
acontecimiento favorable o benéfico para alguien: “Murió Enrique, pero gracias a
Dios me dejó su herencia”.
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Locuciones coloquiales
(321) abrir v tr 4 Abrir los ojos (Coloq) Darse cuenta o caer en la cuenta de algo, perder
la ingenuidad o la inocencia: “Teodoro tardó en abrir los ojos, pero cuando lo hizo,
se cobró con creces”
(322) bizco adj y s 3 Quedarse bizco (Coloq) Asombrarse ante algo inesperado,
sorprendente o magnífico: “Me quedé bizco con la actuación de los magos”
(323) embarrar v tr 4 Embarrar la mano (Coloq) Sobornar a alguien, en particular
cuando se entrega en la mano algún dinero en forma disimulada.
Locuciones populares
(324) abrochar v tr (Se conjuga como amar) 2 Abrocharse a alguien (Popular) Abusar
sexualmente de una mujer: “Se abrochó a la vecina”
(325) gringo adj y s (Coloq) 4 Ojo de gringa (Popular) Billete de cincuenta pesos,
cuando la tinta que se usaba en ellos era azul.
Locuciones ofensivas
(326) fregada s f (Coloq) 3 (Ofensivo) Vete (ó váyanse) a la fregada, o que se vaya (o
vayan) a la fregada Expresión con la que se manifiesta el intenso repudio o
desprecio que se siente por alguien o por algo: “Vete a la fregada, pinche
esquirol” .
Locuciones groseras
(327) chinga s f (Groser) 3 En chinga Sin descanso, sin respiro, sin dar tregua: “El
maestro nos trae en chinga con tantos ejercicios”
(328) pendejo adj y s (Groser) 2 Hacerse pendejo Hacerse tonto, disimular o eludir la
responsabilidad: “Todos estamos en el pedo, no se hagan pendejos”
Colocaciones
(329) remolacha s f Betabel: azúcar de remolacha.
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(330) bélico adj Que está relacionado con la guerra o que pertenece a ella conflictos
bélicos, material bélico.
(331) matacaballo s m I 1 (Illicium floridanum) Arbusto de la familia de las
magnoliáceas, hasta de 3 m de altura, que tiene hojas elípticas o lanceoladas y
flores de color morado; su follaje se considera venenoso.[…] III A matacaballo A
toda prisa y con sumo esfuerzo.
(332) nomeolvides s m sing y pl (Se usa también el femenino) 1 (Myosotis scorpioides)
Planta herbácea de la familia de las borragináceas, de hojas alternas […]
(333) pararrayos s m sing y pl Varilla metálica terminada en punta y unida a tierra o al
agua mediante algún conductor eléctrico, que se pone en lo alto de las
construcciones o de los barcos para recibir las descargas de los rayos y eliminarlas
sin que causen daño.
Cabe mencionar que el autor maneja sus definiciones de manera clara y concisa,
pero en lo que a la fraseología se refiere, su metodología como el autor lo dice, no
presenta ninguna complicación, simplemente se incluyen dentro del vocablo que se
considera que constituye el núcleo de la oración. Los ejemplos aquí presentados
clarifican el tratamiento de la fraseología en estos diccionarios que resulta ser muy
sencillo, pero al evitarse complicaciones omite un sinfín de detalles que se pueden incluir
dentro de la obra, aunque estoy consciente de que esa no es la finalidad de estos
diccionarios. No obstante, la estructuración de los diccionarios es muy buena, y como se
mencionó anteriormente los años de trabajo se ven plasmados en estas obras que
efectivamente reflejan el español de México, y ojalá que como lo menciona el autor éste
sea el comienzo para después observar en ediciones posteriores las locuciones
clasificadas en verbales, adverbiales, adjetivales, etc. Para concluir, debo comentar que
estos diccionarios contienen explicaciones sumamente detalladas dentro de su
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introducción, la respuesta a las dudas que pudieran generarse en el usuario en la mayoría
de los casos se encuentra dentro de los párrafos que la componen, es de gran importancia
continuar con los diccionarios que contengan algo más que simplemente entrada y
definición, sobre todo que esta última tenga una explicación clara, precisa y detallada
como en los ejemplos anteriores, que se aclare la composición del mismo, y se pueda
sacar el mayor provecho de la herramienta de conocimiento que se nos proporciona.
En este capítulo he presentado de manera pormenorizada una descripción de las
características de los diccionarios que conforman mi corpus, analizando detalladamente
las particularidades que los conforman, comenzando por sus rasgos tipológicos como el
número de entradas, tipo de diccionario etc. así como sus características
macroestructurales como por ejemplo: prólogo, introducción entre otros, principalmente
enfocándome en la estructura del cuerpo del diccionario, es decir su microestructura, la
información presentada, y de qué manera es mostrada, concentrándome específicamente
en el tratamiento de la fraseología para poder explicar de qué manera el autor muestra las
construcciones sintagmáticas que decide incluir dentro de su obra lexicográfica, asimismo
realicé comentarios y especificaciones con respecto a los diferentes puntos tratados dentro
de este capítulo.