4 El Camino Liberador de La Rosacruz

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EL CAMINO LIBERADOR DE LA ROSACRUZ

EL CAMINO LIBERADOR DE LA ROSACRUZ

EL APOCALIPSIS DE LOS TIEMPOS NUEVOS IV

Cuarta Conferencia de Renovacin BLE, 1966

POR CATHAROSE DE PETRI Y JAN VAN RIJCKENBORGH

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NDICE

Prlogo CONFERENCIA PUBLICA: I Quienes son los Rosacruces? SERVICIO DE APERTURA POR EL PRESIDIUM SUIZO: II CUARTA CONFERENCIA INTERNACIONAL POR CATHAROSE DE PETRI Y JAN VAN RIJCKENBORGH: III El desarrollo del poder del pensamiento IV La naturaleza superior V La primera penetracin VI Iniciacin y autoiniciacin VII La victoria sobre el anti-hombre SERVICIO DE CLAUSURA POR EL PRESIDIUM SUIZO: VIII El verdadero agradecimiento

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PRLOGO

Esta publicacin ambiciona dar a conocer al publico las alocuciones y rituales de la cuarta Conferencia dada en Ble en agosto de 1966. En el primer captulo, el lector encontrar las alocuciones de la reunin pblica que precedi a esta Conferencia. La Conferencia propiamente dicha, mantenida por el Seor Jan van Rijckenborgh y la Seora Catharose de Petri, es el objeto de los captulos III al VII, mientras que los textos de apertura y clausura del presidium suizo se encuentran reagrupados en los captulos II y VIII. Pueda el contenido de este libro hablar y testimoniar de l mismo. Ningn hombre deseoso de encontrar conscientemente su lugar en nuestra poca trastornada puede dispensarse de una reflexin profunda sobre lo que est en camino de realizarse hoy, en todos nosotros y por todos nosotros, de manera irresistible. Esta cuarta obra de la serie "El Apocalipsis de los Tiempos Nuevos" debe servirnos de hilo conductor. Es nuestra esperanza y nuestro ruego que estas publicaciones ayuden a un gran nmero de buscadores a comprender las seales de la poca y a sacar las consecuencias de ello en el momento oportuno.

Las Ediciones de la Rosacruz de Oro.

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ALOCUCIONES DE LA CONFERENCIA PBLICA

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I Quienes son los Rosacruces? Nos sentimos penetrados por una gran alegra y llenos de un profundo agradecimiento por que nos sea permitido desearos aqu, esta tarde, la bienvenida en el nombre de la Escuela Espiritual de la Rosacruz de Oro, el Lectorium Rosicrucianum. Como ha sido anunciado, nos gustara hablaros de los Rosacruces y ms especialmente poner a la luz algunos aspectos de esta Fraternidad. Si examinamos el pasado, constatamos que en el curso de los seiscientos a setecientos ltimos aos, se ha hablado siempre de los Rosacruces. Sin embargo esta Fraternidad sublime existe desde hace mucho ms tiempo. Esta Orden fue fundada inmediatamente despus de la cada de la humanidad, y recibi por revelacin divina el conocimiento del camino a lo largo del cual la humanidad puede de nuevo liberarse del abismo profundo en el que se ha hundido. Aunque esta Fraternidad inmortal no trabaj jams en otro objetivo que el de la liberacin de la humanidad, hubo de sufrir sin embargo, a lo largo de los siglos, numerosas calumnias y persecuciones. Siempre se ha intentado hacer fracasar su trabajo, y ello siempre ha pasado de la manera ms simple que consiste en abusar de su nombre fundando movimientos engalanndose con el nombre de la Rosacruz, pero persiguiendo otros fines diferentes. No obstante llega rpidamente el tiempo en el que una gran parte de la humanidad comienza a comprender y a penetrar la verdad en lo que concierne a la Rosacruz. De la red de mentiras y engaos tendida desde la ms alta antigedad alrededor de esta Orden sublime, se elevar finalmente un monumento de belleza incomparable e inmaculado, a saber: "el Cristianismo universal de los Rosacruces". Este cristianismo solo ha sido comprendido, en el curso de los siglos, por una minora de personas. Pero pronto se aproxima el da en el que muchos hombres, como fue el caso para Sal, aceptarn con una gran emocin en un momento dado, como Pablo, la Luz y el Amor de la Cruz, y se despertarn de su ceguera espiritual, con la mirada nueva! Quienes son de hecho los Rosacruces? Como se acaba de decir, los Rosacruces forman la Fraternidad ms antigua conocida. Mucho antes de que se hablara de los grandes guas espirituales de la antigedad, ya exista una Iglesia interior -la Comunidad de la Rosacruz universal. De esta comunidad interior de la luz provienen todas las grandes y sublimes entidades que obraron para la humanidad cada. Por ello los Misterios familiares a los Rosacruces encierran todo lo que puede ser conocido en lo concerniente al hombre, la naturaleza y Dios. Todo sabio que haya vivido fue alumno de esta Fraternidad y recibi de ella la verdadera sabidura. Los Rosacruces solo sondean un nico libro: el Libro de la Vida. Su lugar de reencuentro es el Templo del Espritu Santo, que penetra la naturaleza entera. Para los elegidos, como dice la

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Fraternidad, este Templo es fcil de encontrar, pero a los ojos de la gran masa permanece escondido. Sus secretos estn a la disposicin de todo hombre capaz de recibirlos. El hecho de guardar las cosas secretas no proviene de una falta de buena voluntad para comunicarlos, sino exclusivamente de una receptividad insuficiente de parte de aquellos que estn a la bsqueda de la Sabidura divina. Ahora bien para volver a los hombres receptivos a la verdad, a la sabidura y al amor divinos la Fraternidad de la Rosacruz trabaja en este mundo. Ella no realiza este trabajo solamente con palabras, sino que en primer lugar con una fuerza de radiacin que se dirige al corazn mismo del hombre. En medio de esta fuerza de radiacin, intenta despertar en muchos el tomo chispa de espritu, el centro espiritual lleno de misterio situado en la cima del ventrculo derecho del corazn humano. Cuando se tiene xito en poner en movimiento en el corazn humano este ncleo de vida escondido, esta chispa del alma, puede resultar de ello un maravilloso proceso, designado como el renacimiento del alma. Es un proceso de crecimiento interior en el curso del cual el alma nuevamente nacida se expande cada vez ms, volvindose cada vez ms luminosa para elevarse un da hasta una gloria indecible, y penetrar con sus radiaciones espacios infinitos. Adems de la grandiosa liberacin ofrecida as al hombre, este proceso procura tambin ayuda y bendicin a todos aquellos que suspiran an en las cadenas de la vida terrestre, pues la luz psquica del amor divino que se despliega se vuelve la redencin de muchos. Con el fin de poder alcanzar este objetivo elevado de la mejor manera y lo ms rpidamente posible, la Escuela Espiritual De la Rosacruz de Oro fue llamada a la existencia hace numerosos aos como instrumento en las manos de la Fraternidad. En ella no se prescribe ningn dogma sino que se recibe una nueva fuerza en vistas del renacimiento. En efecto la Escuela Espiritual de la Rosacruz de Oro forma un campo de fuerza, un campo de radiacin salido del Espritu Santo. Un campo tal de radiacin es edificado por enviados de la Fraternidad de la Rosacruz que han adquirido la libertad y la inmortalidad en el curso de una existencia terrestre anterior, y que han regresado a la tierra voluntariamente al servicio de su prjimo. Tenemos esta tarde el gran privilegio de tener entre nosotros a dos enviados de la Fraternidad de la Rosacruz, fundadores de la Escuela Espiritual actual: el Seor Jan van Rijckenborgh y la Seora Catharose de Petri. Estos dos enviados forman el ncleo del nuevo trabajo gnstico de la Rosacruz para nuestra era. De este foco espiritual emanan sin interrupcin unas radiaciones, unas corrientes de luz astral pura. Todos aquellos que se aproximan voluntariamente a la Escuela Espiritual actual, y desean vivir de este manantial central, que es amor, son unidos a estas fuerzas y a estas radiaciones. Desde ese instante, esos hombres son tomados en un proceso alqumico, que comienza en el tomo del corazn y llega a su coronacin en el tiempo requerido en el triple renacimiento del espritu, del alma y del cuerpo. La alquimia de los Rosacruces En 1919, el fsico ingls Ernest Rutherford tuvo xito por primera vez en la transmutacin del tomo por va experimental. Sometiendo tomos de nitrgeno a un bombardeo de partculas alfa

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obtuvo la formacin de tomos de oxgeno y tomos de hidrgeno. Bajo el punto de vista de la transmutacin de los elementos, era un xito de la ciencia atmica moderna. El antiguo deseo de transmutar los metales viles en oro precioso pareca ms cerca de realizarse. Se crey as haber descubierto el secreto de los antiguos alquimistas, dicho de otra manera el arte de hacer oro, es decir haber resuelto el enigma de la alquimia. As no se sorprender de or designar a la actual transmutacin de los ncleos atmicos como una alquimia moderna. Sin embargo, esta interpretacin se funda sobre un gran error pues, en la alquimia verdadera, en el arte de hacer oro, no se trataba del oro exterior, terrestre, sino ms bien de procesos microcsmicos muy secretos, que forman desde los tiempos ms remotos el ncleo de los Misterios divinos. Es importante pues comprender la transmutacin de los metales viles en oro precioso como un smbolo, pues el arte de hacer el oro verdadero concierne a procesos espirituales que tienen como caracterstica al alma, en vistas del renacimiento absoluto, de la recreacin completa del ser humano. As la verdadera alquimia se refiere al oro del espritu. La piedra de los sabios, que tantos hombres han buscado vanamente, no se encuentra en el reino mineral; esta piedra de construccin divina est escondida, como un grano, en el corazn humano. El Reino de Dios est en el ser humano mismo! La esencia del Espritu est concentrada en un punto escondido del corazn humano. All es donde se encuentra la piedra de los sabios. Como ya hemos indicado, existe, en la cima del ventrculo derecho del corazn humano, un misterioso centro espiritual: , , o en trminos ms actuales, el , o tambin el . Es en esta semilla del alma donde dormita el formidable poder de resurreccin del hombre interior, el hombre celeste hecho del oro de la sustancia original pura. La formacin de este , de este portador de luz, constituye un arte verdaderamente real. No es un proceso natural en el sentido ordinario de este termino,, sino un proceso espiritual alqumico. Por ello tal proceso debe comenzar en el tomo chispa de espritu del corazn. Solo este tomo, como el elixir de oro, como la piedra de los sabios oculta en el hombre, tiene el poder de transmutar el plomo de la naturaleza en oro del espritu. De la fuerza de radiacin del tomo chispa de espritu -o tomo crstico- nace el alma nueva que, a partir de su centro, va a construir un nuevo cuerpo. Este cuerpo del alma posee una esplndida radiacin color oro, y rodea al ser humano como un vestido de oro. Quien sabe tejer tal vestido de luz dorada obtiene de nuevo la unin con el Espritu divino. de esta fusin del alma y del Espritu, de estas Bodas alqumicas -como los antiguos Rosacruces llamaban a este proceso alqumico- nace : el Hombre celeste interior. En tanto que hombres modernos sabemos que energa formidable est escondida en el tomo, y sabemos tambin que peligros espantosos acompaan a la fisin nuclear experimental, peligros de los que muchos de los sabios atmicos responsables son, ellos tambin, perfectamente conscientes. Pero ellos no pueden decidirse a renunciar a estos experimentos porque son por as decirlo impulsados por una fuerza interior. La enseanza de la Rosacruz actual tambin nos da a conocer que adems del foco

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atmico del corazn, es decir el tomo chispa de espritu o tomo crstico, an existe en el hombre otro foco atmico que se sita en el santuario de la cabeza. este tomo de la cabeza, llamado tambin tomo luciferino, arda antao en la luz del tomo del corazn o tomo crstico. En ese tiempo el tomo luciferino de la cabeza era el reflejo del tomo del corazn. La unidad cabeza-corazn era s efectiva, y el pensamiento del hombre se dejaba guiar por el Espritu, por Dios. Pero esta gloriosa unidad fue rota. Desde tiempos inmemoriales el tomo luciferino a dejado de obedecer al tomo crstico del corazn, atribuyndose la direccin de todo el sistema humano y lo ha desorganizado estructuralmente bajo todo punto de vista. El intelecto humano est as inflamado en Lucifer de manera que hostiga al hombre tomado en la reaccin en cadena de los pensamientos coercitivos: el hombre nacido de esta naturaleza no vive, es vivido! En razn de esta fuerza mental impa, el proceso alqumico que se efecta entraa as un doble efecto: exteriormente, la explosin y la destruccin, e interiormente, la cristalizacin y la muerte. Solo si el hombre regresa a la alquimia verdadera, para lo cual el renacimiento del alma es una condicin absoluta, se le volver posible liberar al hombre celeste interior y por este hecho obtener la libertad eterna. Experimentamos una alegra inmensa de poder hablaros de estas cosas, aqu, en Ble. En efecto, hace 440 aos viva en esta ciudad Thophraste Paracelsus von Hohenheim, llamado comnmente Paracelso, que, aunque no fue comprendido por sus contemporneos, era un alquimista autentico, cuyo nombre os es sin duda conocido. Durante un corto perodo, Paracelso ocup en la universidad de Ble la ctedra de profesor de ciencia y de medicina, asumiendo enteramente las funciones de mdico de la comuna. Estaba dotado del discernimiento y la fuerza, y las aplic en el sentido de una qumica interior en vistas de la liberacin del hombre interior, lo que hizo de l un verdadero mdico, un verdadero cirujano, un verdadero curador, de la que la santificacin del ser humano era la misin ms profunda. Restablecimiento, curacin representan siempre, tomado en este sentido, santificacin, sobre el fundamento del alma nueva, del alma renacida.

El misterio del alma . Sobre estas palabras dirigidas un da por Jess a sus discpulos reposa todo el edificio de la verdadera alquimia, el edificio del renacimiento de Agua y de Espritu. En tanto que eslabn entre el espritu y el cuerpo, el alma tiene una significacin preponderante, pues, por su naturaleza divina pura como , es el interprete luminoso del Espritu incognoscible y, adems, vuelve posible la entrada de la fuerza del Espritu en el cuerpo. Sin alma no hay conciencia, y por ello ninguna unin con la manifestacin del Espritu. Por ello brota como un grito a travs del universo entero el deseo de cada ser animado, el deseo primordial de seguridad y de paz que expresan las palabras:

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La exhortacin a la renovacin del alma, al renacimiento del alma, atraviesa como un hilo de oro los Evangelios y los escritos sagrados de todos los tiempos, y hace tantas veces referencia a esta exigencia que se llega involuntariamente a hacerse esta pregunta: El alma es un fuego, un principio gneo. Por ello se habla del fuego del alma. Segn la terminologa de la Rosacruz actual, este fuego es de hidrgeno ardiendo en el oxgeno. Sabemos que sin fuego no hay combustin, ni transmutacin de la materia. En el hombre tambin tienen lugar procesos de combustin, luego de transmutacin. En el universo visible, llamado por Jacob Boehme: , es un fuego impo el que est encendido, una concentracin de hidrgeno que no arde conforme al plan divino de las cosas. Desde siempre la Enseanza universal designa a este fuego impo por . Todo ser nacido de esta naturaleza porta en si este fuego impo como la llama del alma. dice Shankara, Este principio psquico luciferino dota al ser nacido de esta naturaleza de una conciencia determinada, su conciencia natural personal, y de una actividad mental y emocional en conformidad. Es lo que permite decir que el pensamiento humano est inflamado en Lucifer y acarrea resultados en correspondencia. Si conservis ello ante vuestros ojos, veris claramente porque el mundo y la humanidad son tal como son. Segn la Enseanza universal, el espacio entero, el universo, est lleno de sustancia original. Esta materia original est constituida de tomos de elementos variados disociados. Es la materia de donde proviene toda la creacin y por la cual es edificada. Se puede as comparar al hombre a una pila atmica, pues su forma corporal cudruple tambin est constituida de innumerables tomos. Estos tomos estn polarizados con el fuego psquico impo que arde en el ser humano nacido de esta naturaleza. Su polarizacin indica siempre la direccin de la existencia espaciotemporal propia al orden dialctico del mundo. Y como la vida de este mundo solo es una y que no se puede volver permanente una apariencia, la forma corporal humana se deteriora siempre de nuevo en la muerte, y los tomos que esta forma libera regresan a su origen. As pues si queremos vencer a la muerte, es necesario que los tomos de nuestra personalidad sean receptivos a una polarizacin diferente. Para hacer esto es necesario que apaguemos el principio de fuego luciferino y que otro fuego psquico se encienda en nosotros: el Fuego crstico. En el centro de nuestro microcosmos, en nuestro corazn se encuentra el tomo chispa de espritu, el tomo crstico ya mencionado. Este tomo pertenece a un mundo de un orden diferente al de los tomos de nuestra forma corporal. Es el tomo del que el poeta dijo: Cuando este tomo divino se vuelve activo en el corazn, de este se desprende una nueva fuerza, santificante. Una nueva luz comienza a manifestarse en el corazn. Es lo que podemos llamar el nacimiento del alma nueva, el alma divina. Cuando esta nueva luz del alma, esta luz crstica se pone a brillar en nuestro corazn y se expande a travs de nuestro ser, todos los tomos de nuestra personalidad son abrazados por esta

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corriente espiritual. Entonces la polarizacin de los tomos cambia progresivamente; se espiritualizan. De ello resulta una nueva conciencia, una nueva mentalidad. En otros trminos, por el alma nueva y la nueva conciencia, la fuerza espiritual afluye en el cuerpo y realiza su transfiguracin. Este es el misterio del renacimiento evanglico! Es necesario que, en primer lugar, renazcamos segn nuestra alma mortal, y que a continuacin construyamos el cuerpo del alma. Entonces, de lo que se llama el de la naturaleza nacer . Entonces lo mortal ser revestido de lo inmortal como lo expresa Pablo en la primera Epstola a los Corintios: > Podamos todos ser profundamente penetrados por esta gran verdad!

La Rosacruz en nuestra poca Estamos al principio de una nueva era del mundo. El perodo que est ante nosotros es generalmente llamado la era de Acuario, Aquarius, o el Portador de agua, por el hecho de que el punto vernal ha entrado en el signo zodiacal de Acuario. As comienza un captulo nuevo de la evolucin de la tierra y de la humanidad, pues las influencias de la era de Acuario que se abre se hacen sentir cada vez ms fuertemente, y a causa de ello el mundo y la humanidad sufrirn cambios de una importancia capital. En concordancia con esta revolucin csmica una fuerza de radiacin de frecuencia muy elevada viene a nosotros, cuyo poder no cesa de aumentar y que ha salido del campo de vida del hombre original. La atmsfera terrestre tambin est tocada por esta revolucin csmica. Ahora bien dado que sabemos cuanto depende el hombre de la atmsfera que le rodea, su sustancia respiratoria, podemos representarnos que, si nuestra atmsfera cambia, ello debe necesariamente tener una enorme influencia sobre el comportamiento fsico, moral y espiritual de la humanidad. En razn de estas nuevas influencias que emanan de las radiaciones intercsmicas, la composicin de la atmsfera terrestre sufre progresivamente un gran cambio, y ello con un propsito divino profundo. Si el hombre no sabe adaptarse a ello segn el cuerpo, el alma y la conciencia, en un momento dado, bajo el efecto de las leyes naturales, se encontrar ante dificultades insuperables, tanto en lo que concierne al cuerpo como al alma. Por otra parte, la era de Acuario contiene en si misma grandes y gloriosas posibilidades. Pues aquel que sepa reaccionar de manera positiva a esta fuerza atmosfrica crstica ver el nuevo sol, el sol del Espritu, levantarse en su vida. En el curso de este perodo, ser en efecto posible para el hombre liberado, el hijo de Dios, regresar a la Casa del Padre. Sin embargo, para reaccionar a esta fuerza atmosfrica del Cristo, el hombre tiene necesidad de un intermediario, el alma nueva renacida. Pues solo esta alma-espritu es capaz de adaptarse armoniosamente al desarrollo csmico actual. El hombre nacido de esta naturaleza,

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como ya hemos establecido, no posee esta alma-espritu; y ella no le caer del cielo. Dispone del alma natural, del principio de fuego luciferino, pero despus de la muerte esta alma natural se disgrega si no ha renacido en el curso de la vida. Por ello esta cuestin es para nosotros decisiva: Es aqu donde la Fraternidad de la Rosacruz entra en escena como intermediaria. Ella baa a todos aquellos que buscan la renovacin del alma en un campo de fuerza, un campo de radiacin cuya vibracin puede ser soportada por el hombre nacido de la naturaleza, y con la que puede trabajar para su curacin. Este campo de radiacin brilla con una gran magnificencia y se una al foco formado aqu, en la tierra, por los enviados de la Fraternidad. Estas radiaciones se dirigen hacia todos aquellos que aspiran a ello, y en particular hacia el corazn de aquellos que, para unirse a ella, se aproximan a la Escuela Espiritual. Dicho de otra manera, la Escuela Espiritual es un poderoso campo electromagntico en el que diversas radiaciones, vibraciones y fuerzas estn activas, para despertar a la vida espiritual superior a todos aquellos que penetran en ella. Queda excluido que un hombre pueda participar en la vida divina nicamente sobre la base de una devocin ordinaria o de una religin establecida. Antes de que el alma pueda desplegarse, nuestra antigua forma natural debe romperse. El tomo chispa de espritu, la Rosa del corazn, para abrirse a la vida nueva, debe recibir continuamente, da y noche, una radiacin de luz en armona con su esencia. Por ello el ser humano es colocado ante la cuestin de saber si va a dejarse arrastrar por las corrientes de fuerza intercsmicas que mueven el universo entero, en un rompimiento y en una trituracin continuas, o si tomar la mano salvadora tendida para salvarle del dominio de la muerte. Hablamos de la Rosacruz actual, porque ella transmite una fuerza de radiacin adaptada a nuestro tiempo. Los caminos que, en otro tiempo, llevaban a la liberacin ya no pueden ser recorridos hoy, porque la situacin csmica y atmosfrica se ha vuelto diferente, y el hombre de hoy debe adaptarse a esta nueva situacin. La Escuela Espiritual de la Rosacruz actual tiene estos das, del 23 al 27 de julio, su cuarta Conferencia internacional de renovacin . Alumnos de numerosos pases europeos y tambin del otro lado del mar, son reunidos aqu para recibir una intensa efusin de fuerza espiritual. Esta Conferencia est destinada solo a los alumnos de la Escuela Espiritual. Sin embargo la luz que ser liberada aqu durante estos das, y cuya radiacin es de gran amplitud, puede ayudar a todos los hombres de buena voluntad, para que aquellos que estn aun en el exterior encuentren la luz y recorran sus caminos.

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SERVICIO DE APERTURA

por el Presidium Suizo

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II Voto Todos nosotros, admitidos en el Cuerpo magntico de nuestra Escuela Espiritual, nos elevamos hacia la Luz de las luces, a fin de que libere en nosotros la nueva fuerza del alma para la vida nueva.

Oracin de apertura Luz Original que emanas de la Vida Divina: podamos ser santificados por Ti. Que Tu Reino descienda sobre nosotros. Que Tu Voluntad acte en todo nuestro ser en armona con Tu Naturaleza Divina. Con este fin, concdenos cada da Tu Pan Sagrado. En la Fuerza de Tu Contacto rompemos todas las ataduras que se oponen a Tus Intenciones, Y perdonamos y olvidamos todo lo que el mundo y la humanidad nos han causado por su estado natural. Que Tu Luz Misericordiosa Borre enteramente nuestro Karma, sobre la base de nuestro nuevo comportamiento de vida. Protgenos, oh Luz, en la tentacin, y lbranos del mal

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cuando intente apoderarse de nosotros. En Ti est la Vida Nueva, y la Fuerza, y la Magnificencia, por toda Tu Eternidad. Amen.

Ritual As pues que esta crisis se desencadene ahora y se extienda cada vez ms responde a una causa precisa. Al lado del sistema nervioso cerebro-espinal, tenemos tambin, como ya hemos dicho, el sistema simptico o automtico. A este sistema pertenece en particular el sistema del fuego de la serpiente, que va del plexo sacro a la pineal. Hasta el comienzo de nuestro siglo el sistema nervioso automtico estaba enteramente, o parcialmente, bajo el control de las fuerzas lunares por intermedio del cerebelo. Gracias a esta intervencin, el aniquilamiento completo del hombre por la naturaleza del deseo inferior fue fuertemente frenado, y rganos muy importantes fueron preservados de la destruccin y de la degeneracin. Estos esfuerzos para conservar al hombre nacido de la naturaleza fueron sostenidos por lo que se llama las religiones lunares o religiones de raza. Las religiones de raza se adaptaban en todo a la naturaleza de las diferentes razas y se esforzaban, por la religiosidad, de llevar a las entidades concernidas a neutralizar en la medida de lo posible las codicias naturales inferiores, a santificar aunque fuera un poco la voluntad y a volver as posible un pensamiento nuevo y ms elevado. Las religiones lunares o religiones de raza, ejerciendo un control sobre el sistema nervioso automtico, han preservado a la humanidad hasta hace poco tiempo de una cada mucho ms profunda frenando su descenso en la medida de lo posible. Sin embargo frenar una cada

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significa al mismo tiempo detener un proceso de desarrollo. En efecto, en lo que concierne a la humanidad, la misin es sta: desarrollar de manera autnoma el pensar verdaderamente superior, liberar el estado de alma superior. Es evidente que prevenir o disminuir los riesgos de esta misin no representa una progresin sino que solo aplaza su ejecucin. Las fuerzas lunares ahora han dejado de controlar el cuerpo humano y las religiones lunares ya no producen ningn efecto, porque el desarrollo negativo del intelecto humano ha hecho su seguridad intil y hace crecer la incredulidad. De hecho, el estado del hombre demuestra que el hombre-yo ha alcanzado su propio desarrollo y que sus codicias naturales se dan libre curso; ninguna fuerza de control tiene ya efecto. Numerosas influencias inferiores se vierten sobre la humanidad y sta se contorsiona, en la tempestad de las fuerzas desencadenadas, para poder mantenerse. Esta es la causa de la crisis que hace estragos actualmente en toda la humanidad. Hemos sido fuertemente puestos en guardia contra esta crisis desde hace unos siglos y sobre todos los tonos. Ella ha sido anunciada como inevitable a menos que el hombre no emprenda por si mismo su propio camino de evolucin de la manera justa, es decir en Cristo y por el Espritu santo, que se manifiestan planetariamente. Desgraciadamente, la humanidad, en e curso de los ltimos siglos, ha sido privada de las justas instrucciones, y en consecuencia ella se ha extraviado casi totalmente. Desde hace siglos la vida se desarrolla en una tormenta que crece sin cesar, en medio de la cual la humanidad debe atravesar el de las experiencias por sus propias fuerzas, es decir gracias a las posibilidades recibidas, luego perfectamente equipado para alcanzar la otra orilla, Caphar Salama, la Ciudad de la Paz. Todos conocis probablemente el plan sublime que est en la base de nuestra existencia, plan que, en primer lugar, prevea el desarrollo de una personalidad perfectamente organizada, a fin de que a continuacin esta personalidad tome en la mano su expansin ulterior en un sentido ms elevado y ms vasto, en una autorrealizacin perfecta. La semilla desciende hasta lo ms bajo, hasta el nadir. A continuacin, por la autorrealizacin, conforme a las leyes naturales, la flor maravillosa har su aparicin. As es como el objetivo de la creacin divina es revelado y demostrado de abajo hacia arriba. pero dificultades y peligros variados aparecen en el curso de este desarrollo. En efecto he aqu lo que esto es, lo repetimos: El Logos establece el plan. El hombre es creado y enteramente equipado. Desde que este plan ha llegado a su ejecucin segn su intencin inicial y que el hombre est verdaderamente en estado de , debe ponerse el mismo a la obra. Entonces la belleza y la sublimidad del plan en su realizacin divina debe demostrarse. Entonces es cuando el hombre se pone a la tarea a la que es impulsado por Dios. Hay hombres que, para hacer esto, ponen en juego todas las capacidades recibidas del Logos y, evidentemente, igualmente el intelecto. Pero se puede utilizar el intelecto de dos maneras. Es posible, despus de experiencias innumerables hechas en el pasado en el curso de la edificacin de la personalidad, utilizarlo para hacerlo de manera que se manifieste el verdadero poder del pensamiento, el cual, a partir de la naturaleza, se alza hasta el ser divino. Pero tambin es posible creer que el intelecto es ya el poder del pensamiento divino, con todas las consecuencias que se derivan de ello.

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Sabis que este es el caso de muchos hombres. Este hecho proviene en particular, de que no se disciernen las intenciones de las religiones naturales del pasado, que todas sin excepcin se dirigan a la humanidad en un sentido simblico. Una de las consecuencias del mal empleo del intelecto, como lo revela especialmente nuestra poca de una manera pasmosa, es siempre la destruccin, el obscurecimiento del cerebro, lo que hace que en general no pueda ser empleado de la justa manera. Los hombres que se llaman forman parte de aquellos que han comprendido esto y utilizan sus facultades intelectuales de la buena manera, es decir segn las intenciones del plan divino. El nombre mismo de indica el camino que han seguido para utilizar sus facultades intelectuales de la nica y justa manera. Y son los Rosacruces quienes se dirigen a vosotros en esta Conferencia. As comprenderis claramente que se han formado en nuestro mundo dos grupos de hombres y porque son terica y prcticamente diametralmente opuestos: - El grupo enteramente orientado sobre el desarrollo del intelecto, y dirigido por aquellos que esperan exclusivamente de ello la salvacin, - y el grupo que hace una diferencia tajante entre el intelecto y el poder del pensamiento, que as pues solo desarrolla el intelecto en los lmites normales, para hacer progresar a continuacin el verdadero poder del pensamiento segn un mtodo determinado y con la ayuda de un rgano presente en estado latente en el mismo hombre. Llamamos a este camino , mientras que el primero es el de la decadencia completa por el encadenamiento a la rueda del nacimiento y de la muerte, camino que, en este final de perodo csmico, conduce a una desnaturalizacin general, camino de miseria y de pena, que conduce a todo el mundo a una gran catstrofe, camino casi infinito, con rodeos innumerables. Pero nuestra intencin es hablaros, en el curso del prximo servicio, de esta maravillosa joya, el rgano que todo hombre lleno de aspiracin puede y debe utilizar para elevarse fuera de la naturaleza ordinaria y entrar en la verdadera naturaleza superior.

Oracin final El Nuevo Poder irradia en la comunidad devota, y todo el resplandor de la Gnosis se manifiesta ahora que la Joven Gnosis penetra en el Nuevo Campo Astral con seguridad y fuerza. Un canto se eleva del corazn de los que van a contemplar cmo el Amor de Dios realiza un camino en los hijos de la naturaleza

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que se preparan enteramente para ser Hijos de Dios, Iniciados de la Gnosis.

Coro de Templo La sublime majestad de la Gnosis Se revela, plena de gloria. Escuchar, he aqu la hora de la liberacin. Dejaros bautizar por el Espritu de Dios La Rosa de Oro y la corona de llamas, Muestran el trono de los Misterios. Vosotros que durante tanto tiempo erris a lo lejos, Ved, la maana eterna se ilumina. El cuadrado de la construccin est dispuesto, La cima del tringulo slidamente tallada. Absolutamente inquebrantables, Edificar vuestra alma. La Triple Alianza de la Luz Entona su canto de alabanza poderoso, Ve como una slida roca, La seal de la victoria de Dios!

Bendicin final Hermanos y Hermanas, Puedan las bendiciones de esta cuarta Conferencia de expandirse con profusin sobre todo vuestro trabajo. Que la gracia de Jesucristo sea con todos. Amen

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IV LA NATURALEZA SUPERIOR Voto En el nombre del Todo, y del campo que todo lo penetra, el Padre. En el nombre del campo revelador de la Luz, el Hijo. En el nombre del campo recreador del Espritu Santo. El Padre nos da la posibilidad. El Hijo nos da la Luz del Conocimiento. El Espritu Santo nos aporta, En la Fuerza de Dios y la Luz del Hijo, El nico y universal camino de la liberacin. Amen. Coro de Templo Dios ha escrito su palabra de amor, En el corazn de cada uno. Y quien despierta esta palabra a la vida, Recibe un poder maravilloso. Encuentra el camino de la casa paterna, El camino de la Rosacruz de Oro, Y en este campo etrico nuevo, El alma se despierta a la vida. Dios hace don de su Amor Y de su Fuerza a aquellos que le aman. A aquel que lo acepta, da el poder de vencer a la noche. Dulcemente las luces antiguas se apagan. La fuerza solar de la Gnosis sube al cenit. Cargados de la nueva fuerza, entramos en el Templo de Dios. Gloria sea a Ti, oh padre.

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Gloria sea a la Palabra del Comienzo, Gloria sea al Espritu del Fuego. Amen. Prlogo Abran perfectamente su corazn. Escuchen la Voz interior, despus de haber terminado el combate. Elvense con sus dos alas por encima del mundo de la ilusin. Quieran, en el presente, ir hacia su Padre. La Espada del Espritu Santo ahuyenta el mal, y el adversario se aparta de ustedes. Y purificados y limpios, habiendo concluido el viaje, el Hijo de la Plenitud se engalana con la exigencia cumplida. Ritual (Epstola a los Filipenses, 1, 19-30 y 2, 12-15)

Coro de Templo Oh hombre que vagabundeas sobre esta tierra, Hacia que, hacia que? No sabes que eres hijo de Dios? Regresa hacia la verdadera vida, depositada por Dios en tu corazn. Regresa de nuevo hacia el Padre y cambia tu destino. De lo alto de los cielos he aqu que ahora la Luz desciende. Entra! Entra! Rayos de fuego iluminan la visin, rompen los viejos lazos, abren los pases nuevos, preparan los caminos para nuestro Dios. La fuerza de Acuario nos rodea. Entra! Entra! El amor de Urano prepara ahora nuestro camino. Perdida en torrentes de fuerza, he aqu que la vida renace de nuevo, y que el amor rodea nuestro destino futuro. Sin duda veis con nosotros la inmensa importancia que presenta esta cuarta Conferencia de . Pues para que sirve?. En lo que concierne a la Escuela Espiritual, el mundo ordinario y la humanidad, solo observan la entrada exteriormente visible de un cierto nmero de alumnos y de trabajadores, por ejemplo en nuestro Templo principal de Haarlem, o en nuestros lugares de conferencias o en nuestros centros; o todava ms lo que se expresa en nuestras obras. En resumen se ve la imagen temporal de la Escuela Espiritual. Pero el otro aspecto, el ms importante, el estado interior de la Escuela Espiritual, solo puede mostrarse al exterior por medio de un cierto simbolismo, y tambin por los actos vivos. Solo aquellos que saben ven, detrs de los smbolos, la gran realidad y tienen parte en ella. Est pues la realidad del espacio y del tiempo, pero tambin hay otra realidad, la de la eternidad. Entre las dos se colocan unos smbolos, unas ideas, unas doctrinas. Sin embargo, ahora que la realidad eterna ha entrado de nuevo en la realidad del espacio-tiempo, y se ha manifestado en ella, es necesario que todos nosotros comprendamos que estos dos aspectos no pueden ser separados uno del otro. Pues el espacio-tiempo es una parte de la eternidad, de la misma manera

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que la dialctica pecadora es el aspecto impo del Orden mundial perfecto. La realidad eterna en la que tenemos parte en tanto que alumnos de la Escuela Espiritual gnstica persigue un doble objetivo: primeramente, participar sin pecado en la vida corrompida, a fin de reunir a aquellos que buscan y sufren para impulsarlos hacia la vida interior. Se trata de la Escuela exterior, el Lectorium Rosicrucianum. En segundo lugar, hacer entrar en la liberacin del alma-espritu a aquellos que participan en la vida interior y divina del alma: se trata de la Escuela interior. Nuestro vehculo corporal debe ser pues el servidor del alma. Rodeamos a nuestro cuerpo de vestidos para protegerlo contra el fro y otras influencias atmosfricas. Adems es evidente que no nos olvidaramos de cuidar puntualmente nuestro aspecto exterior, que debe corresponder evidentemente a la calidad interior. Ocurre lo mismo con la imagen temporal de la Escuela Espiritual. Ella se esfuerza constantemente en hacer frente a esta tarea, y la organizacin temporal exterior se emplea en ello al mximo. Y all donde los trabajadores de la Escuela Espiritual alcanzan el extremo lmite de su actividad en el orden espacio-temporal, all la Escuela interior de la Rosacruz de oro debe ir tambin ms lejos. En su cima estn los miembros del quinto y del sexto aspecto con, en el centro, la Direccin Espiritual del Lectorium Rosicrucianum, compuesto de siete miembros: por una parte, un descenso hasta lo ms profundo de la actividad terrestre, y por otra parte, una elevacin hasta las ms altas cimas a las que se puede acceder, para que todos los smbolos se vuelvan, y sean, verdad y realidad. Amen.

Segunda alocucin El hombre moderno que comienza a comprender algo del objetivo de su existencia y se dirige hacia un estado de vida en concordancia, encuentra en la sociedad donde vive dos grandes dificultades, dificultades que tienen consecuencias diversas y que hacen aparecer algunos problemas. Se pueden designar sucintamente estas dificultades como las del pasado y las del futuro. Conforme a las leyes naturales, el pasado lega al hombre su fardo krmico, y de ello resulta que el hombre tiene que luchar sin descanso contra toda clase de discordancias, Si no sostiene este combate interior, diariamente fortificar en su personalidad. A aquel que se vuelve consciente de su misin en la vida, el futuro suscita grandes preocupaciones por el hecho de que las reglas sociales, los hbitos de la vida, las costumbres, frecuentemente ratificados oficialmente por leyes y decretos, luego inevitables, se oponen de manera natural al camino que debe seguir. En resumen su situacin es la siguiente: el curso de su vida natural termina en el punto ms bajo. Su personalidad ha cumplido todos los deberes conforme a las leyes cientficas naturales del curso de esta vida. As pues est dispuesto para el gran viaje de regreso hacia la Casa paterna. Estara pues en condiciones de ponerse en camino. Podra ir de la naturaleza mortal de este mundo hasta la nueva naturaleza, la naturaleza totalmente diferente, la naturaleza superior llamada el .

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Por su camino hasta el nadir, ya ha recibido todo lo que es necesario para el viaje, lo necesario est dentro de l. Pero la gran dificultad es que el hombre nacido de la naturaleza no sabe nada, de hecho, de este gran viaje, nada del camino de desarrollo que debe emprender. La sociedad se ha adaptado a esta ignorancia orientndose exclusivamente sobre la vida surgida de la naturaleza y su desarrollo es el objetivo nico al que todos somos llamados. Las autoridades, que habran debido saber ms de ello, han omitido instruir al hombre de nuestra era que busca su verdadero destino en la vida, pues ellas mismas, por negacin de lo nico necesario, han perdido su comprensin, su facultad de discernimiento, y se mantienen por lo tanto en la forma social del momento, y no hacen ms que especular sobre una vida despus de esta vida, luego sobre la muerte! Pues bien, en esta situacin, es necesario que nosotros que nos hemos puesto al servicio del gran plan divino de desarrollo, busquemos en todo nuestro propio camino, que lo encontremos y lo recorramos. Es pues en una situacin que se nos ha vuelto absolutamente extraa, con los ojos abiertos sobre los peligros que nos engaan e inducen a error, que vamos ha hablaros del gran plan de desarrollo, el Plan divino que est en la base de nuestra existencia. Nuestra individualidad al completo, con todo lo que forma parte de ella y puede estar comprendido bajo ese nombre, en resumen, nuestro microcosmos, es de hecho un ser doble. Uno de estos seres est manifestado, es el ser nacido de esta naturaleza, el ser mortal. El otro no est an manifestado. Es importante que comprendis esto correctamente. Muchos rganos de aquel que an no ha nacido en vosotros estn presentes en vuestro ser nacido de la naturaleza, luego en el estado de materia bruta. Y ello es absolutamente necesario para que la Gran Obra se realice. Pues es necesario que el hombre efecte este trabajo desde abajo. As pues le son necesarios unos rganos materiales para poder llevar acabo un trabajo no material. Es un asunto delicado, pues si debiramos emplear los rganos en cuestin nicamente para fines exclusivamente materiales, ello fracasara absolutamente, y nos opondramos completamente al proceso de desarrollo de nuestro ser tal como est comprendido en el Plan divino, y haciendo esto bloquearamos totalmente nuestra vocacin. Esta utilizacin errnea provoca procesos de degeneracin, como sin duda comprenderis por lo que precede. Este es uno de los significados de las palabras tan conocidas de la Biblia: A los rganos en cuestin pertenece, en particular, el corazn, al menos una parte determinada del santuario del corazn; adems el santuario de la cabeza, del que sealamos especialmente el intelecto, la hipfisis, la glndula pineal y la sustancia cortical gris del cerebro. Tambin existen otros rganos que conviene aadir a continuacin de los primeros, entre otros los rganos de secrecin interna y el cerebelo. Todos estos rganos deben ser empleados para una doble funcin: una funcin en el mundo de la cada y al mismo tiempo una funcin en el otro orden de la naturaleza del que hemos hablado como la . La naturaleza superior, el otro orden natural, se manifiesta por un justo uso de los rganos en cuestin. Estos rganos atraen hacia ellos sustancias extremadamente delicadas, de naturaleza atmica desconocida aqu abajo. Penetran en los diversos centros latentes de nuestro ser y se manifiestan en ellos conforme a su destinacin. As es como, gracias al antiguo ser y con su ayuda, crece y se desarrolla en nosotros el ser

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nuevo. Progresivamente, el nuevo ser se manifiesta y se expresa, aunque de una manera diferente a la que estamos habituados en tanto que seres nacidos de esta naturaleza... tan totalmente diferente que ninguna comparacin es posible. Este camino de desarrollo est enteramente en concordancia al que nos es esbozado en el Nuevo Testamento. Pensar, por ejemplo, en la primera Epstola de Pablo a los Corintios: En la poca en que se escriban estas palabras, se conoca an esta verdad segn la cual, en nuestro microcosmos, habita la muerte pero tambin la Vida. La muerte, no en el sentido de algo intil y superfluo, sino como algo que termina, a fin de poder construir y dar cuerpo a algo que no termina. El pensamiento intelectual da un ejemplo sorprendente de lo que tratamos de decir. El pensamiento intelectual es una facultad limitada, pero se la considera y se sirven de ella como si ella fuera el objetivo final de todo. Se la califica de , de alma, de espritu, y se la carga con el mayor nmero de mercancas posibles: especulaciones, suposiciones, cosas superfluas as como todo lo que se llama conocimientos. Desde que este camino funesto sobrepasa cierto lmite, se manifiesta entre otros, una degeneracin de la sustancia cortical gris y la persona se vuelve inapta para las exigencias del camino de desarrollo humano. La Gran Obra que debe realizarse en el Templo ya no puede realizarse. Tienen lugar tempestades y daos cada vez ms graves. Reflexionar pues en la advertencia valida para todos: Si alguien destruye el Templo de Dios, ser destruido por Dios, Pues el Templo de Dios es santo, y este Templo sois vosotros!

Oracin final La Rosa del Alma busca en tu ser la Libertad que le ha sido prometida. Ella ha sido elegida para la Gloria. Devulvele lo que le fue arrebatado. Por todo el esfuerzo endurstico, tu vida encuentra un sentido profundo, y el objetivo de tu sacrificio: el Alma, ser conducida por ti hasta el Cielo. Cuando tu misin llegue a su fin,

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contemplars el Ser del Alma. Y en esa ltima hora entrars en una muerte que es la Vida perfecta. Por ello, entra en la Rosaleda y respira Sus Aromas. Que la Gnosis est en todos tus caminos. Entra en la paz Profunda. Bendicin final Hermanos y Hermanas, os rogamos: prepararos para recorrer los nuevos caminos pues el tiempo ha llegado! Podis todos comprender la significacin grandiosa de esta va de liberacin que os hace aproximaros a los altares de la gran liberacin. La Bendicin de Dios descender en vosotros y actuar en vosotros. Amen.

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V LA PRIMERA PENETRACIN Saludo de apertura En el nombre de la Fraternidad de la Vida, nos ponemos de nuevo al servicio gnstico del mundo y de la humanidad. Amen. Que la gracia de nuestro Seor Jesucristo nos de la Fuerza interior. Amen. Rogamos para que las bendiciones de este nuevo da se expandan abundantemente sobre vosotros y en vosotros. Amen. Prlogo Podamos, oh Gnosis, poner nuestro pie en el Camino. Podamos consagrar nuestro estado de vida al Objetivo para el que est destinado. Hemos recibido todo gratuitamente y debemos ofrecerlo al grandioso y magnfico milagro del nacimiento del Alma. Nosotros que hemos sido admitidos en el Cuerpo Vivo de la Joven fraternidad Gnstica, hemos recibido la Semilla de la Luz Eterna. De esta manera es sembrada en la Naturaleza la Semilla del Espritu, para que nuestra naturaleza se consagre al Servicio del Espritu y, de lo natural, se despierte el nuevo Cuerpo del Alma. Que todos podamos comprender el Misterio de la Redencin. Amen.

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Ritual En los Templos de la Rosacruz de Oro, tres smbolos forman la base sobre la que debe edificarse el gran trabajo de salvacin en Cristo. Primeramente, est la Biblia, como testimonio de la Palabra divina. En segundo lugar, somos confrontados a la Rosa del santuario interior. Y en tercer lugar, est el indispensable Candelabro, que est ante Dios. La Biblia representa el smbolo de la Enseanza universal, el Plan de Dios, el gran objetivo de la Tierra perfecta, luego el fundamento de todo el trabajo a realizar para el mundo y la humanidad. La Rosa, en el santuario del corazn, debe ser sintonizada con este objetivo sublime y sagrado. Es necesario verificar sin cesar si la obra a emprender progresa correctamente sobre este plan de base. A continuacin es necesario asegurarse de que el Candelabro est efectivamente encendido. El Candelabro encendido nos ofrece la fuerza espiritual sptuple de la Llama universal, que da la capacidad de alcanzar el objetivo liberador. Sobre esta triple verificacin se apoya la construccin que deben edificar los obreros de la via de Dios. El resultado mostrar si el trabajo ha sido realmente realizado conforme al Plan divino de salvacin. Para ello es conducida ahora a manifestarse la Escuela interior de la Rosacruz de Oro. De la Escuela interior debe emanar la Fuerza espiritual propulsiva gracias a la cual podr sostener y portar a la comunidad de las almas. Proyectando las tres luces, la Escuela interior tendr que vigilar -sin actividad exterior- la manera como se efecten los procesos en el Cuerpo Vivo de nuestra Escuela Espiritual. Ello es lo mismo que decir que la Escuela Interior realizar su tarea al interior del Cuerpo magntico, con la ayuda de las Fuerzas fundamentales liberadas de la Biblia, de la Rosa y del Candelabro. Ello significa, entre otras cosas, que, en la Escuela Interior, el Fuego sagrado debe estar presente y actuando para la interpretacin de la Palabra divina. Adems, este fuego sagrado debe arder constantemente en el lugar consagrado al trabajo, en el Templo, y en el santuario interior. Por ltimo, ser necesario velar por el empleo que es hecho del fuego del Candelabro, y por el resultado de la puesta en accin del Fuego espiritual. Presentando as las cosas, la cuestin siguiente permanece siempre viva: la unidad constante del corazn y de la cabeza con el cuerpo alma-espritu de Cristian Rosacruz es real? El proceso de desarrollo del alma-espritu es sometida sin descanso a un triple examen: Que le falta al Fuego sagrado de los trabajadores que representan este Fuego? Por que causa este Fuego no produce eventualmente ningn efecto? Incluso si el Fuego sagrado est totalmente presente, y produce efecto, el trabajo es realmente ejecutado en total pureza, luego est justificado?

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Sino, cual es la causa? Y cual es el resultado de ello? Este resultado est en concordancia perfecta con el Fuego sagrado, es decir, muestra una objetividad perfecta? Se observa, en toda cosa, una reaccin absolutamente impersonal? El amor impersonal del prjimo irradia exteriormente en la fuerza de la ofrenda de si mismo, que hace decir interiormente: ? Ello solo es as cuando se ha respondido positivamente a todas estas condiciones que las fuerzas liberadas en los vehculos ms exteriores del Cuerpo magntico de la Escuela Espiritual son puestas en marcha de la justa manera, sin que sea perjudicado el Cuerpo Viviente, y que, en la radiacin de amor impersonal de la Escuela interior, el Fuego sagrado del alma-espritu, sin ninguna interrupcin, se propague, estimule y emplee de la justa manera por los trabajadores. As, gracias a las Fuerzas liberadoras activas del Cuerpo ms interior, un cambio vital armonioso se realizar, y ello reforzar enormemente a la Escuela exterior en su trabajo de sostn al servicio de los hombres que buscan. En conformidad absoluta con la calidad de la Escuela interior y de la Escuela exterior de la Rosacruz de Oro, la misin a nosotros confiada por la Fraternidad de la Vida tendr xito sin ninguna duda! Amen.

Tercera alocucin Ayer tarde dijimos que el hombre mismo es capaz de perjudicar gravemente el Plan de Dios que ha tomado forma en l, de manera que en un momento dado este plan ya no puede realizarse y el hombre se vuelve victima absolutamente pasiva de todo el fardo krmico de su ser. Es una de las principales causas de las violentas tensiones nerviosas de nuestra poca y a causa de ello numerosos son aquellos a los que ya no se les puede considerar como responsables de sus actos y que caen cada vez ms bajo. En la Escuela espiritual ya se ha hablado tantas veces de esto en el curso de los ltimos meses que ya no hay razn para entrar ms en los detalles. Que baste constatar una vez ms a este respecto que la humanidad ha entrado en una crisis muy grave y ahora se trata de examinar de que manera es posible, por actos autnomos, escapar a esta crisis. Hablamos intencionadamente de actos autnomos, pues si el hombre fuera liberado de sus dificultades por una fuerza extranjera o divina, se reencontrara a pesar de todo ante las mismas dificultades en un momento dado. En efecto son nicamente los actos autnomos, que vuelven posibles los rganos destinados a este efecto ya en su posesin, los que pueden verdaderamente llevarle a la libertad. As, tomar en consideracin el corazn que late en vuestro cuerpo, luego que vive. Adems llevar vuestra atencin muy especialmente sobre la Biblia, que contiene, de hecho, todo lo que debis saber sobre el corazn. Nuestra personalidad posee dos clases de msculos: los msculos voluntarios y los involuntarios. Los primeros dependen de la voluntad pero no los segundos. Los msculos voluntario son incapaces de ayudarnos a alcanzar el objetivo que nos es asignado porque estn enteramente controlados por el en nosotros. Por las mismas razones ocurre lo mismo con los msculos involuntarios, dirigidos por el sistema nervioso simptico. Ahora bien ahora se trata de emprender la lucha contra la crisis que os ha tomado y contra

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las fuerzas e influencias enemigas que os tienden trampas. Es necesario romper sta sujecin! Es necesario obtener el control de un msculo involuntario que est en relacin directa con el sistema nervioso cerebro-espinal, luego tambin con el cerebro. Solo tenemos un nico msculo involuntario de este tipo: es el corazn. El corazn tiene de particular que tambin se puede hacer servir de manera voluntaria. Est pues sometido a dos influencias: el anti-hombre en nosotros puede controlarlo, pero igualmente el hombre superior. Por ello es posible hablar de la lucha del corazn. Esta lucha, es necesario emprenderla, este combate, nos es necesario a todos vivirlo. A este respecto el Nuevo Testamento pone el acento cuando dice en las Bienaventuranzas: Cuando reflexionamos en el corazn, descubrimos un maravilloso proceso. Probablemente sabis que la actividad mental disocia las clulas nerviosas y las destruye. Ahora bien la sangre puede y debe restablecer lo que as es destruido. Cuando el santuario del corazn est verdaderamente a la Luz de la Gnosis y se ha purificado, y que la sangre purificada del corazn afluye en el sistema cerebro-espinal del santuario de la cabeza, se produce all, adems de la purificacin, una puesta en orden as como el restablecimiento de la verdadera destinacin de los rganos y de las posibilidades del sistema entero del hombre nuevo, sistema cuya sede est esencialmente en el santuario de la cabeza. El corazn encierra una fuerza, la fuerza purificadora de la sangre: es la fuerza de la Rosa. Cuando esa fuerza se vuelve activa en vosotros, cuando la habis despertado y liberado, luego cuando la Rosa del corazn se ha abierto verdaderamente, la sangre que fluye a travs de las cavidades del corazn, esta sangre que representa la totalidad del tipo humano ser purificada por esta nueva fuerza. La abertura de la Rosa tiene lugar gracias al deseo intenso de una vida superior, de una vida liberadora, asociada a una gran sed de ayudar a otros, a aquellos que son probados por las tempestades de la existencia. As es como la sangre natural, la sangre que porta la imagen completa de nuestro estado de hombre pecador, es purificada en el corazn. A fin de indicar la significacin mgica, el inmenso significado de este proceso, se dice en el Sermn de la Montaa: En efecto Que ocurre? Si, por el desarrollo del corazn, la fuerza del Amor afluye en el santuario de la cabeza por medio de la circulacin ceflica, directamente unida al sistema cerebro-espinal, la sangre purificar la sangre purificar la sustancia cortical gris tan gravemente deteriorada en muchos individuos. Pues esta sangre pura atacar aquellos centros cerebrales que estn cargados de egocentrismo, neutralizar la red de los pensamientos egocntricos y los arrojar del sistema. A continuacin esta pura fuerza sangunea depurar completamente de todo egosmo las actividades mentales y expulsar de ellas aquello que revele codicia. As, progresando paso a paso, esta actividad de la nueva fuerza sangunea debilitar, y despus har desaparecer al viejo hombre con su yo y todo su cortejo de iniquidades krmicas. El hombre nuevo, la naturaleza superior, se despertar. Por ltimo, despus de haber realizado su trabajo en el santuario de la cabeza, la corriente sangunea volver a descender, atacando as al cuerpo entero por la fuerza purificadora del

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corazn. Es nicamente de esta manera como el hombre superar las graves mutilaciones fsicas que resultan de su nacimiento en esta naturaleza, y ver desaparecer los velos que le separan de la viviente realidad de la naturaleza superior. La primera abertura se realiza as. En efecto, la purificacin de la fuerza de Amor libera el camino para los tres centros latentes del santuario de la cabeza. El primero se encuentra directamente detrs del hueso frontal (detrs de la raz de la nariz), el segundo en el centro del encfalo y el tercero en la cima. Bajo la accin constante de esta sangre pura que sube del corazn, estos tres centros se abren completamente. Entonces contemplamos la aurora naciente: en el horizonte el alma renacida comienza a brillar. En el habitculo de la Rosa de oro, el centro frontal se vuelve consciente. Las cadenas que retenan al hombre cautivo de sus deseos inferiores naturales desde haca tanto tiempo son rotas: el efesio, el habitante de la frontera, ha realizado la penetracin en el nuevo pas. Este es, en resumen, el proceso al que llamamos . Sabed, sin embargo, que la victoria no llegar quizs tan rpidamente como vosotros esperis. Pero estar seguros de que, si perseveris en el camino que acabamos de describiros, todo os ser posible en la fuerza del Cristo. Pues la fuerza del Cristo nos purifica de todo pecado. Y si algunos de entre vosotros creen quizs que suspendemos vuestras necesidades, vuestras miserias y vuestros deseos profundos en el perchero de la religin de esta naturaleza, esperando lo mejor en el futuro, quisiramos haceros ver claramente lo que entendemos por . Hubo un tiempo en el pasado en el que el camino de la liberacin no estaba an abierto para todos los hombres. Solo eran admitidos aquellos que eran llamados por los mismos hierofantes y conducidos por ellos hacia los santuarios. Era el tiempo en el que las antiguas religiones de raza estaban an plenamente en actividad, el tiempo de la era de la Luna, en el que el sol, la luna y la tierra estaban unidas de una manera especial y formaban una triunidad y ello hasta el momento en que la manifestacin siguiente apareci en el curso de la evolucin csmica. El Espritu crstico se manifestaba como salvador, material y espiritualmente a la vez. Sabis que la fuerza solar es indispensable para toda la vida sobre la tierra. Ella provee de lo necesario a la tierra entera y a todo lo que vive sobre ella. En este sentido, el hombre depende del sol enteramente. Ahora bien el hecho de que el hombre sea una criatura de Dios y dependa del sol es la prueba de que el sol, la tierra, la humanidad y el mismo Logos estn unidos entre ellos segn un plan. Y el hecho de que la manifestacin del hombre tal como es repose sobre un poderoso plan de evolucin en vas de realizacin, nos dice que la manifestacin material del Logos solar es una mano tendida de Dios. La manifestacin espiritual del sol es igualmente un hecho real, de ah viene que el Cristo sea llamado tambin . Esta manifestacin espiritual apareci cuando an exista la trinidad csmica de la que acabamos de hablar; fue recibida directamente por la Luna y de all enviada por los ngeles de la Luna hacia la tierra y la humanidad. Como ya hemos dicho era en el tiempo de las religiones de raza. Pero en un cierto perodo, en la aurora de la era aria, la energa solar espiritual fue irradiada directamente hacia la tierra. A partir de ese momento el Cristo se uni directamente a la humanidad -para una resurreccin o para una cada. Un

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desarrollo absolutamente nuevo comenz, desarrollo que todos conocis. conocis el mito de la estrella de Beln que se apareci a los Sabios de Oriente. Nuestra esperanza y nuestro ruego son que comprendis lo que tiene de incontestable estas palabras de Angelus Silesius:

Oracin final Nosotros emprendemos la tarea que corresponde al Alma. Y con mpetu, nuestra barca de vida cruza el agua de la vida, el mar de la naturaleza. Y todos los que recorren el Camino junto al Grial, ven lucir, en la otra orilla, la Cruz de Salvat y las cpulas de la Ciudad. Y detrs de nosotros queda el pasado que se sumerge en las brumas. La Llamada de la Gnosis resuena cada vez con ms fuerza, como campanas que cantan y vibran en las ondulantes esferas etricas impregnadas de bendiciones. E innumerables son las filas de los que van con nosotros! Amen Bendicin final En esta cuarta Conferencia de , en la luz y en la fuerza del Espritu divino santificante, podis todos seguir la vocacin que os viene de Dios, y concluir vuestra tarea en calidad de hombres-alma. Amen.

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VI INICIACIN Y AUTOINICIACIN Voto Queridos amigos, Que el pan de la Vida sea vuestro alimento; que el vino del Espritu os reconforte; que la sal purificadora os transforme dndoos la incorruptibilidad. Amen. Pueda la Luz del Cristo estar continuamente cerca de vosotros. Amen. Oracin de apertura A El, que es poderoso para liberaros segn la buena nueva de la salvacin y el contacto de la Fraternidad del Cristo, segn la revelacin de la Gnosis guardada bajo el sello del silencio a lo largo de los siglos, pero que se manifiesta hoy siguiendo el mandamiento del Eterno, y quiere conduciros en la obediencia sobre el camino sagrado, a El, el nico Dios sabio, sea la gloria por toda la eternidad. Amen.

Ritual

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Amen. (Epstola a los Glatas, 3, 23-28) Los aspectos del camino liberador, presentes en el Cuerpo magntico de la Escuela Espiritual, constituyen un desarrollo directo y armonioso del verdadero aprendizaje y garantizan un despliegue muy rpido de todas las fuerzas y poderes que pertenecen a todo el microcosmos, desde el instante en el que un hombre entra en el campo de bsqueda de la Escuela Espiritual hasta la hora ltima de su entrada liberadora en la Tierra Prometida. La condicin para ello es la fe en Jesucristo, una fe irradiante. Que quiere decir? No creis que Jesucristo sea un ser divino exterior a vosotros. No, desde el primer comienzo, Cristo, el Gran Portador de la salvacin, est escondido dentro de vosotros como una semilla, un capullo de rosa, como el ltimo vestigio de un ser original divino. Si nos consagramos a este ltimo vestigio del ser original divino que solo puede manifestarse en la radiacin del sol universal, manantial de toda vida, la semilla escondida da nacimiento al hombre-Jess, es decir al hombre-alma perfecto. Es la verdadera fe, la fe real la que engendra este proceso, este camino de rosas. Aquel que recorre este camino se vuelve un verdadero hijo de Dios, y progresa de fuerza en fuerza. Amen. Supongamos un instante que aspiris a seguir el camino liberador pero que en realidad an no lo hacis, y que los aspectos de vuestro comportamiento se demuestran totalmente contrarios. Ello significa que tenis la capacidad de seguir el camino, pero que an os dejis retener demasiado por toda clase de representaciones ilusorias propias a vuestra individualidad y por sus amargas consecuencias. Cuantos hay entre vosotros que, de tiempo en tiempo, son todava demasiado victimas de su personalidad, mientras que son no obstante conocidos como alumnos de la Escuela Espiritual y as pues integrados en el Cuerpo magntico de la Escuela. Este Campo magntico es de una gran serenidad; no es de este mundo. Por ello todo alumno que no confiesa an la fe real en Jesucristo y se agarra a la personalidad dialctica representa un peligro para el sistema magntico de la Escuela Espiritual: infringe una herida al cuerpo del grupo. Este cuerpo del grupo soporta sufrimientos casi intolerables. Porta los estigmas de todos los actos egocntricos. Comprenderis que no puede sufrir estos tormentos sin restricciones, sera destruido antes de alcanzar el gran objetivo. Estas impulsiones egocntricas invadiran al grupo. Y en lugar de una entrada en la Tierra Prometida, el camino de los alumnos se perdera rpidamente en las arenas del desierto. Amen. Muchos de entre vosotros comprendern que la Escuela Espiritual debe tener medios a su disposicin. Su facultad de soportar continuos asaltos debe ser mantenida en ciertos lmites, dado que su gran objetivo es, finalmente, hacernos volver a todos a la casa paterna. Para ello sirve la

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ley del orden del Espritu. Hay libertad inmediata, libertad total para aquellos que estn realmente establecidos en la fe en Jesucristo. Estos deben ser protegidos por la ley del orden del Espritu. Los reglamentos y estipulaciones, la organizacin, las convenciones y directivas que limitan a todo el mundo solo son coaccionantes para aquellos que no han llegado an verdaderamente a la fe en Jesucristo y se dejan a veces arrastrar por la conciencia de la personalidad. En cambio, aquellos que son libres se unen ellos mismos por medio de la fe. Ellos mismos son su propia ley. Aquellos que an no han experimentado que viven y permanecen en la fe inquebrantable en Jesucristo son retenidos por el sistema de proteccin de la Escuela Espiritual. Examinar pues ahora vosotros mismos si ya os habis encontrado en conflicto con las directivas espirituales de nuestra Escuela Espiritual. Si es que si, es que en ese momento an no habais llegado a la fe en Jesucristo. Todos tenis en vosotros mismos este criterio: es la ley la que os mantiene en el camino liberador del alma o ya es la fe? Si lo veis claramente, estaris agradecidos a la ley por juzgaros a fin de conduciros, al interior de sus lmites, hasta la fe, luego hasta la libertad. Si lo veis claramente, sabris interiormente que muchos infringen heridas al Cuerpo Vivo magntico, heridas aceptadas y soportadas en un amor perfecto por el alumno. Pueda esta explicacin concerniente a la Comunidad en Cristo-Jess y vuestra participacin en la Escuela Espiritual de la Rosacruz de Oro determinar vuestro futuro comportamiento. Amen. Cuarta alocucin Cuando la apertura est hecha en el santuario de la rosa del corazn, y que la sangre de la renovacin circula en el santuario de la cabeza, vivificando los tres centros latentes de vuestra naturaleza superior, el hombre nuevo, el hombre superior ha renacido. Entonces la columna de la conciencia que, al principio, no se elevaba ms all del pensamiento intelectual y buscaba una salida en todas las direcciones, en el medio de la confusin dialctica y bajo la influencia de los deseos inferiores, puede ahora elevarse hasta su cima legtima: las agujas de las torres del Olimpo. La edificacin del hombre nuevo, del hombre llamado por el Logos, comienza a partir de ahora. Aquellos que comprenden verdaderamente todo lo que nos ha sido expuesto en el curso de esta cuarta Conferencia de , y muy especialmente el tema de hoy, pueden saberse en el sentido literal de la palabra, es decir introducidos en un nuevo curso de desarrollo. Comprenderlo bien, amigos mos: la iniciacin en el sentido clsico se refiere a un mtodo empleado en el pasado, sobre el cual innumerables seres se hipnotizan an y del que se aprovechan toda clase de especuladores en el mundo entero. Cuando la masa de los hombres estaba an enteramente dirigida por las religiones de raza, porque la edificacin de la personalidad no estaba todava acabada y el poder intelectual solo estaba an en un estadio preliminar, solo casos aislados, en los diferentes pueblos, haban sobrepasado el nivel de desarrollo de sus semejantes. Estos hombres, que podan ser de un gran valor para la humanidad eran iniciados en unos templos previstos para ello. Lo que les era ya

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revelado en ese momento y lo que se esperaba de la humanidad en un futuro lejano era objeto de una clara exposicin, a fin de que estuviesen en condiciones de prepararse para servir realmente a la humanidad cuando llegara el momento. estas iniciaciones eran siempre extremadamente secretas, pues el pueblo, en razn de su estado de ser, no habra comprendido nada, y as pues ello habra sido para ellos un tema de confusin y de dificultades. Pero actualmente el hecho es que el cuerpo racial est completamente desarrollado. El hombre nacido de la naturaleza est dotado de todas las facultades necesarias, y se encuentra ahora colocado ante el desarrollo de su naturaleza superior. Todo lo que, antes, formaba parte del dominio de la iniciacin constituye ahora los primeros pasos en el camino de la naturaleza superior, la cual debe ser realizada por la autorrealizacin. Si queris conservar la palabra , hablar entonces de auto-iniciacin. El mtodo de curacin, el mtodo de la autoiniciacin, todos lo habis recibido. Desde el punto de vista csmico, la fuerza del Cristo, el Espritu Crstico, se encuentra en el centro de nuestro planeta. Esta fuerza penetra con su radiacin la tierra entera. Desde el punto de vista microcsmico, esta radiacin divina se comunica a nuestro ser entero: el Cristo est pues en nosotros. Se trata ahora nicamente de abrirle el santuario de vuestro corazn. Entonces esta fuerza, la fuerza de la Rosa, se transmitir a vosotros de la manera indicada en el santuario de vuestra cabeza, con todas las consecuencias liberadoras que resultan de ello. Nadie puede privaros de esta fuerza, nadie os puede arrebatar esta gracia, salvo vosotros mismos. De la misma manera que en el pasado, la humanidad recibi la ayuda de los Hierofantes de la Luna, de la misma manera en un muy prximo futuro ella ser asistida por la Fraternidad de la Rosacruz de Oro. As todos aquellos que, en este momento crucial de los tiempos extremadamente importante, tomen en serio la marcha de su vida y quieran recorrer en total conocimiento de causa el camino del devenir de una conciencia superior, llevando las fuerzas de su sangre a un nivel ms elevado, todos estos se beneficiarn de la ayuda de la Fraternidad de la Rosacruz de Oro, a quienes los Hierofantes de la Luna han transmitido esta tarea secular y universal, y han dado pues, por nosotros y con nosotros, el primer paso en el camino de la autorealizacin. Nosotros tenemos en encargo de transmitiros este mensaje! A partir de este momento la realizacin de nuestro destino depende de manos humanas. Esta es la razn por la cual, al lado del Lectorium Rosicrucianum, sabemos que en lo sucesivo est la Escuela Interior. En el Lectorium Rosicrucianum, os beneficiis de lo ms elevado que hay en la enseanza de la Rosacruz, enseanza absolutamente conforme y acorde al camino de la humanidad tal como ella ha debido realizarlo en el pasado y sobre el cual deber comprometerse en el futuro. Ahora que el criterio y el objetivo del antiguo camino se han alcanzado, al menos en lo que concierne al fundamento y a la preparacin, es necesario emprender la realizacin del futuro. En efecto, para que una enseanza tenga un sentido y de resultados, es necesario que sea aplicada, que sea realizada. Por lo tanto esto es lo que hacemos en la Escuela Interior de la Rosacruz de Oro. As la enseanza y la vida estn en concordancia mutua. Quisiramos daros un ejemplo de esta realizacin. Os hemos explicado como la fuerza de la sangre purificada, sintonizada con el principio y el objetivo de la renovacin y preparada en el corazn del hombre, sube al santuario de la cabeza, y como all efecta, primeramente, una purificacin, y, en segundo lugar, gracias a esta purificacin, una liberacin de los poderes latentes, que permiten el nacimiento de la aurora

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de un da nuevo. As es como todos los verdaderos candidatos, en el curso de su viaje hacia lo alto, llegan a esta parte del sistema cerebro-espinal llamada por Cristian Rosacruz en "Las Bodas Alqumicas de C.R.C.. Si habis ledo este captulo del Testamento Espiritual de los Rosacruces, habris comprendido que la subida a esta torre no ocurre sin dificultades. Se pone a disposicin de los candidatos, cuerdas, escaleras y alas. Pero, a fin de prevenir toda arbitrariedad, es la suerte la que decide a quien ser dada una cuerda, una escalera o unas alas. La razn de ello est clara: en efecto, en el estado actual del hombre, el sistema cerebro-espinal aparece como ms o menos daado. Por ello la tarea de la purificacin y de la preparacin es para cada uno de vosotros muy diferente pues los obstculos de unos no son los mismos que los de otros. Pero si se persevera y se sigue el consejo de aquellos que nos ayudan, la victoria no podr faltar, una victoria que consiste en la reconquista de la muy antigua y clsica realeza del Espritu.

Eplogo Bendiciones de la Salvacin, cun grandes y maravillosos son Vuestros Caminos. Cuan rica es Vuestra Gracia. Quien consigue abrir Vuestras Fuentes es colmado por el Agua Viva, cuyas corrientes brotan sin cesar de las Profundidades de la Manifestacin Divina. Os damos las gracias por venir a tocarnos. En el intenso Fulgor de Vuestros Campos, entonamos nuestro canto, el canto de alegra, agradecimiento y adoracin. Ya que Vosotras no desdeis a los indignos. Vosotras queris considerarnos portadores de imagen llamados a una meta elevada. Que sean numerosos los que, con nosotros, puedan saborear la Paz de Vuestro Contacto. Amen.

Bendicin final La tierra corre a su fin. No queda ms que un corto perodo de tiempo. Emplearlo! Entonces el Seor de la Vida

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vendr con gran Poder y Majestad. A El, al Cristo, pertenece el Nuevo Cielo y la Nueva Tierra, la fuerza, el poder y la gloria, por toda la eternidad. Amen.

VII LA VICTORIA SOBRE EL ANTI-HOMBRE Voto Gnosis,, fuerza del Templo de la liberacin, a todos aquellos que estn unidos a Ella, a todos aquellos que invocan su Santo Nombre, Hermanos y Hermanas, sean la Gracia y la Paz de Dios, nuestro Padre, y del Seor Jesucristo, en comunin con el Espritu Santo. Amen.

Prlogo Aquel que ya no aspira a los bienes terrestres, y considera como insignificante atravesar la naturaleza de la muerte, se despertar en el extremo refinamiento del estado de alma viva. Amen. De esencia sutil, se sustraer al juicio dialctico de los hombres que yerran an en las tinieblas y solo conocen las limitaciones de la vida inferior. Amen.

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Aquel que entra en la luz de la omniconsciencia, y se esfuerza en sondear los dominios de la Gnosis comprender la profundidad infinita hacia la que el alumno se ha puesto en camino. Amen.

Canto de coro A Ti, nos aproximamos, oh Padre, Amor radiante, fuerza que brota de manantiales profundos. El alma resplandece, y del pinculo de las torres El Espritu de Dios desciende en mi. Nacidos de la Gnosis, en nosotros la Luz luce, y ante la aurora las tinieblas desaparecen. Jubiloso, un himno nuevo resuena, nosotros cantamos, oh Dios, a la grandiosa perspectiva de regresar hacia Ti. Tu bendices a todos aquellos que, un da, cayeron, y titubean, ciegos, en la noche oscura. Brilla en nuestros corazones, eclipsa la ilusin del sufrimiento, Ven, oh Espritu Santo!

Extracto de la Primera Epstola de Pedro, captulo I, vers. 3 a 9 Amen.

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Ritual La Escuela Espiritual de la Rosacruz de Oro hace todo lo posible para poner en la mano del alumno la llave que,, aplicada como conviene, debe permitirle volverse un hombre alma-espritu, para que la Puerta de las puertas le revele el pasaje. Incluso los alumnos preparatorios saben que solo la decisin de la voluntad no es suficiente para llegar a la gran realizacin de la vida. En esta primera fase, la enseanza de la Escuela Espiritual acta sobre la conciencia de la personalidad. Se trata an, al principio, de una fe en las cosas que no se pueden ver con los ojos materiales. Cuando, a continuacin, abrindose espontneamente y confindose plenamente a la fe, la Enseanza universal es asimilada y digerida, el contacto del Espritu Santo es una certeza absoluta. As se espera de parte de los alumnos, tanto preparatorios, probatorios como confesionales una buena orientacin sobre el objetivo y la esencia del plan de Salvacin en Cristo, a fin de que las radiaciones del Espritu Santo puedan actuar en ellos y que la enseanza de la Rosacruz de Oro ilumine su conciencia. As se puede asociar a los alumnos del Lectorium Rosicrucianum con las figuras de Zacaras y de Elisabet del Evangelio de Mateo. Llevaban una vida santificada, al servicio de los otros y en la entrega de si mismos. Sin embargo esto no representaba ms que una etapa en el peregrinaje del hombre, que se podra considerar como el prlogo del proceso del desarrollo siguiente. La segunda fase es la de un triple contacto lleno de prna vital divino. Es en este triple contacto por el gran aliento de vida divina que nace el hombre Juan, quien ser, en el curso de su vida, al mismo tiempo el profeta y aquel que rompe. Entre tanto, el yo de la naturaleza se vuelve consciente de que este estado de vida debe tambin romperse para que una realidad ms elevada se anuncie. Interiormente el hombre-Juan sabe que su existencia del momento no es ms que una fase en el sistema de creacin del Plan de Dios para el mundo y la humanidad. Ahora el objetivo es aproximarse al hombre-Jess. En el curso de esta tercera fase, todo el dinamismo de la conciencia de la personalidad se retira a segundo plano del ser; el hombre-Juan se introduce en el Atrio de la Escuela Interior. Las fuerzas de radiacin originales universales entran en unin directa con el alumno. Se puede comparar al alma que se despierta, nacida de los valores etricos totalmente nuevos, con el hombre nio-Jess. La vida del alumno va a continuacin a sintonizarse armoniosamente con la enseanza del Amor universal. La cuarta fase del proceso de desarrollo se introduce entonces: la puerta de la Escuela Interior se abre para el hombre-Juan. Amen. Despus de la apertura de la puerta de la Escuela Interior, un cambio enorme se efecta en el microcosmos. Si la personalidad, muy conscientemente, no ocupa ya el proscenio, el hombrealma-Jess avanza progresivamente y crece en el microcosmos bajo un triple aspecto. En primer lugar, un nuevo yo astral superior se desarrolla en el campo de manifestacin del alumno. En segundo lugar, la imagen del hombre inmortal resucita en su campo etrico.

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Y en tercer lugar, en la personalidad se elabora la estructura de lneas de fuerza completamente nuevas de la forma alma-espritu. Como el proceso de desarrollo que realiza el hombre-nio Jess es la obra del Espritu Santo, es en sentido perfecto sin pecado y justo ante Dios. De ah viene que testimonie ulteriormente en su vida: . Por la aniquilacin total del hombreJuan, un Hijo del Hombre madura que est en este mundo, pero no es de este mundo. La tarea del Hijo del Hombre consiste en ser un testimonio vivo de la realidad de una vida en una forma de manifestacin divina, la cual se aproxima a la humanidad. Esta fase lleva al hombre-alma hacia el hombre de la eternidad: Cristo. La quinta fase comienza. Jess el Seor muere segn la naturaleza, no porque est en estado de pecado sino como mediador de la Nueva Alianza. Resucita de la tumba de la naturaleza; lo grosero, lo terrestre se ha separado enteramente de l, y cuando, al fin, sube al cielo, es el hombre-almaespritu, el hijo de Dios, Cristo, el Hijo nico, quien va a manifestarse. Entonces nicamente se revela el verdadero hombre celeste, quien encuentra su coronacin en Cristo. Estos son los cinco procesos de transmutacin que debe vivir cualquiera que quiera recorrer la va que lleva a cristo, antes de alcanzar el fin del camino liberador. As pues ahora sabemos que hay un proceso quntuple que conduce fuera de las tinieblas hasta la luz eterna: 1. el camino del hombre de la naturaleza al hombre civilizado; 2. la penetracin del hombre civilizado hasta el estado de hombre que ha llegado el lmite de la vida santificada, que la Escritura Santa designa como el estado de Efesio; 3. el desarrollo del Efesio hasta el hombre que rompe la naturaleza; 4. el ascenso de aquel que ha roto la naturaleza hasta Jess, el hombre sin pecado; 5. el desarrollo del hombre Jess hasta el estado de ser crstico, el Hijo nico de Dios. Puedan todos aquellos que han sido recibidos en el campo magntico de nuestra Escuela Espiritual llevar un da este quntuple proceso de salvacin a buen fin! El mntram con el que abrir la puerta de este camino son estas poderosas palabras: Amen

Quinta alocucin Cuando los centros del cerebro relacionados con la conciencia superior, presentes en estado latente en la mayor parte de los seres humanos, son ms o menos vivificados de la manera indicada, y despertados de su largusimo sueo, se puede decir que el Espritu se vuelve vivo. Desciende de la cima del santuario de la cabeza en el sistema nacido de la naturaleza. A partir de ese momento, tanto el sistema nervioso cerebro-espinal como el sistema nervioso automtico pasan bajo el control del alma-espritu. Se ha realizado entonces, literalmente, una apertura y una fuerza nueva irradia toda la forma corporal, con resultados extremadamente notables. Cuando el Espritu puro se manifiesta en el microcosmos, cuando lo divino se expresa en la materia, entonces el Espritu tiene una tarea inmensa que realizar. Todo lo que es material, todo lo que ha nacido de la materia debe ser purificado y transmutado. Cada tomo debe sufrir

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una metamorfosis, adquirir una composicin diferente, a consecuencia de lo cual su esfera de actividad. El tomo se manifestar en la materia aunque de una manera absolutamente diferente, pero al mismo tiempo se abrirn a l otros dominios. Recibir lo que llamamos el don de la . Sin embargo antes de que el polo positivo de la mnada pueda realizar este trabajo, es decir la manifestacin del Espritu en tanto que hombre superior, otra tarea debe an ser realizada. Cuando el Espritu es vivificado en el hombre, debe manifestarse de dos maneras: primeramente, como una fuerza espiritual realmente nacida del alma; y en segundo lugar, como una capacidad del corazn y de la razn fundada en el Espritu. Hay personas que muestran cualidades de alma y testimonian de ello, pero como son an susceptibles de ser alcanzadas y heridas por el aguijn de la naturaleza dialctica, por lo que ha salido de la naturaleza, el alma y la razn permanecen por debajo de un cierto nivel. De tiempo en tiempo, todava pecan. Ahora bien vosotros sabis lo que se dice en la Biblia: . Solo cuando la unidad del Espritu, del alma y de la razn se ha realizado verdaderamente y cuando verdaderamente es trazado este tringulo superior, solo, entonces el verdadero trabajo superior y liberador puede comenzar. Consideramos como una preparacin todo lo que precede. El trabajo a ejecutar a continuacin reviste cuatro aspectos: El vehculo astral, el vehculo etrico y el cuerpo material deben ser verdaderamente animados y colocados bajo el control real de la razn, absolutamente en concordancia con las leyes del Espritu, las leyes del nuevo estado de vida. Todo lo que es de la naturaleza debe ser perfectamente penetrado por el aliento del Espritu de la nueva naturaleza. Realizada esta triple tarea, viene la cuarta: el ataque y la expulsin del anti-hombre. Es importante comprender esto correctamente. El anti-hombre (hemos elegido esta expresin a propsito) es de hecho antinatural pero sin embargo muy real. Ahora bien toda la construccin que hemos emprendido puede ser bloqueada por l en un momento dado. Tratemos de explicarlo. Durante un tiempo de una duracin casi inimaginable, el antiguo estado de ser, el estado de ser natural, ordinario, ha evolucionado. Siempre ha sido una misma y nica idea, la del devenir del hombre, la que ha fundado esta marcha evolutiva. Era necesario que el estado de nacido de esta naturaleza alcanzara su completo desarrollo antes de internarse en el estado de la naturaleza superior. De ah viene que en el pasado, el estado de ser del hombre se haya encontrado siempre en el plano de la evolucin natural ordinaria, tal como la constatamos en toda la naturaleza. El hombre que conocemos actualmente es de hecho una especie animal superior. Es necesario mirar esta verdad de frente, incluso si se esfuerza en rechazarla. La prueba de ello est en el hecho de que, por ejemplo, se intente de tiempo en tiempo transformar un mono en hombre! Si el hombre hubiera permanecido como la criatura ordinaria del origen, nacida de la naturaleza, no hubiera existido la ms pequea huella del . Pero despus de la evolucin debida a las religiones de raza, se produjo un cambio. A un ritmo muy prudente, y tan lento que ha cubierto miles de aos, se lleg a inculcar en el hombre

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una cierta moralidad. Se produjo una diferenciacin entre, por un lado, el estado totalmente natural del hombre, con sus costumbres vitales, donde no se poda detectar la ms pequea huella de pecado, y por el otro lado un hombre ms elevado, un hombre diferente. As es como fue dado el minsculo primer pasito en la direccin del devenir de un hombre nuevo. Y a medida que este proceso se prosegua, el anti-hombre apareci poco a poco. Todo lo que era propio al antiguo hombre, todo lo que perteneca a sus costumbres, todos sus hechos y gestos, sus codicias, sus deseos y aspiraciones, se acumularon bajo la forma de una violenta oposicin -una especie de auto-defensa. El anti-hombre encontr evidentemente en todo mortal de su genero un aliado que tena las mismas clases de necesidades y de deseos. Entonces en la medida en que este hombre nacido de esta naturaleza se adaptaba a unas leyes y a unas reglas de vida ms elevadas, y que su moralidad alcanzaba un plano ms alto, se desarroll una lucha entre lo que se llam y las influencias divinas, entre lo demonaco y lo divino, entre el hombre de origen natural, que perda terreno, y el hombre en desarrollo guiado por los dioses de cada raza. Conocis la ley natural. Aquel que es dbil se defiende, y muy frecuentemente el ataque es una forma de defensa. He aqu pues brevemente explicado como el anti-hombre se constituy en nosotros. Es producto de una ley natural, que, hasta la hora actual, se opone a la marcha de las cosas segn el plan divino que se realiza progresivamente. El lucha para defenderse hasta la ltima chispa de su fuerza vital. Se puede constatar, sin exageracin, que el anti-hombre en nosotros alcanza actualmente su mayor poder. En efecto, durante la larga serie de siglos en el curso de los cuales el tipo del hombre nacido de esta naturaleza ha evolucionado, y durante la lucha entre el hombre que aspiraba a elevarse y el anti-hombre que creca en l, el ser humano fue como sobrecargado de pecados. De ello result un sentimiento de culpabilidad que hoy se ha vuelto muy fuerte en muchos, pero el anti-hombre es en cambio tan poderoso que en general la humanidad da pruebas de una especie de abandono, de resignacin al estado astral del momento. Una turbacin tal como la que vivimos actualmente es siempre la prueba de que una ley del Espritu cruza la ley natural, y que la humanidad, buscando su aliento, amenaza con perder el coraje. El fardo del pecado, sobrecargado por el anti-hombre, se ha amontonado tan alto que, sobre la lnea horizontal, ya no hay casi ninguna salida. Quizs comprendis ahora, al menos eso esperamos, que el camino de la Rosacruz, del que esta cuarta Conferencia de tiene por misin volveros conscientes, ofrece la nica solucin posible. Pues solo por este camino se puede, sin lucha, expulsar al anti-hombre del microcosmos. No hay un ser vivo que, habiendo pasado, como es el caso para nosotros y nuestros semejantes, por el camino de desarrollo que acabamos de describir, pueda escapar de esta tarea. El orden de la naturaleza, en vosotros, debe finalizar ahora que un punto determinado se ha alcanzado. Si ello no se hace de la manera normal, en la calma, la paz y la alegra, ello se har al principio en la disensin. En todo caso, en el da determinado, el orden del Espritu de nuestro planeta, Jesucristo, cruzar el orden de la naturaleza, y el desarrollo del pasado, que se ha vuelto para la humanidad un camino hacia el abismo, un camino que hace de ella , ser detenido. Sino, el universo entero terminar por ser desnaturalizado, con todas las consecuencias que derivan de ello.

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El desarrollo impo de la ciencia, que aparece tan claramente y que conduce al hombre al borde del abismo, no amenaza solamente a nuestro planeta con una catstrofe, sino que se ha vuelto actualmente una amenaza intercsmica, no tanto por la voluntad consciente del hombre, sino ms bien por el anti-hombre que, por medio de la facultad de pensar de sus vctimas, los hombres de ciencia, busca causar dao al orden divino mismo. Comprenderis pues que ahora es necesario intervenir, como el Apocalipsis testimonia claramente. El es evidentemente el nmero de la humanidad cada. Existe una unidad absoluta entre estas dos cosas, es una ley cientfica natural. Por ello una intervencin csmica se prepara, un proceso de purificacin y de cambio, de restablecimiento y de curacin. Omos hablar de la cada de Babel y percibimos el canto de bendicin que ello suscita. Omos hablar de la derrota de la bestia y de la tropa de sus profetas, de la detencin del desarrollo del anti-hombre, y del nuevo cosmos que se desarrolla por este hecho. Hermanos y hermanas, lo que ahora va a pasar csmicamente en el mundo y alrededor del mundo -y que ser considerado por la humanidad como una gran catstrofe- todo ello ser percibido de antemano por aquellos que quieran seguir el camino de la Rosacruz, que quieran liberarse, y se liberen del anti-hombre en ellos. En ellos tambin ser necesario que el orden espiritual de Jesucristo cruce el orden natural y sus consecuencias. Os hemos indicado el camino para ello. Por tres veces Jess el Seor, despus de haber sido elegido para el orden espiritual, y de haber recibido la fuerza para ello, tuvo que probar que estaba enteramente liberado del antihombre en l: . Vamos as la reencuentro del orden espiritual de la renovacin. Amen. Oracin de clausura Luz Original que emanas de la Vida Divina: podamos ser santificados por Ti. Que Tu Reino descienda sobre nosotros. Que Tu Voluntad acte en todo nuestro ser en armona con Tu Naturaleza Divina. Con este fin, concdenos cada da Tu Pan Sagrado. En la Fuerza de Tu Contacto rompemos todas las ataduras que se oponen a Tus Intenciones, Y perdonamos y olvidamos todo lo que el mundo y la humanidad nos han causado por su estado natural. Que Tu Luz Misericordiosa

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Borre enteramente nuestro Karma, sobre la base de nuestro nuevo comportamiento de vida. Protgenos, oh Luz, en la tentacin, y lbranos del mal cuando intente apoderarse de nosotros. En Ti est la Vida Nueva, y la Fuerza, y la Magnificencia, por toda Tu Eternidad. Amen, si, Amen.

Oracin de bendicin final Hermanos y hermanas, Nuestra misin, en esta cuarta Conferencia , era transmitir al grupo completo de alumnos el ruego urgente de la Fraternidad de la Vida de que se prepare en vistas de las cosas futuras, conforme a la esencia de la Escuela Espiritual de la Rosacruz de Oro. Queris, en la medida que ello os sea posible, comenzar a hacerlo? Cada uno en el nivel en el que se encuentre en este momento en calidad de alumno? Amigos mos, Qu