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STC N º 4223-2006-PA/TC DEMANDANTE Máximo Medardo Mass López. DEMANDADO NEXTEL DEL PERÚ S.A. FECHA DE RESOLUCION 2 de junio de 2007 FECHA DE PUBLICACION EN EL PORTAL OFICIAL DEL TC 5 de setiembre de 2007 SUMILLA Sobre las antenas de telecomunicaciones y el derecho a un medio ambiente equilibrado y adecuado. RESUMEN El Tribunal Constitucional (TC) declaró infundada la demanda de amparo recaída en el Expediente N.° 4223-2006-PA/TC, estableciendo que no siempre la prohibición absoluta de determinada actividad es la única vía para alcanzar determinado grado de protección, pues, dependiendo del caso, el mismo puede ser alcanzado, mediante la reducción de la exposición al riesgo, con el establecimiento de mayores controles y la imposición de ciertas limitaciones. El TC manifestó que, en nuestro sistema constitucional, los derechos fundamentales vinculan tanto al Estado como a los particulares. Un Estado social y democrático de Derecho no solo debe garantizar la existencia de la persona o cualquiera de los demás derechos que en su condición de ser humano y su dignidad le son reconocidos (artículo 1º de la Constitución), sino también debe protegerla de los ataques al medio ambiente y a su salud en el que esa existencia se desenvuelve, a fin de permitir que su vida se desarrolle en condiciones ambientales aceptables, pues, como se afirma en el artículo 13º de la Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, el “derecho a un medio ambiente seguro, sano, [es] condición necesaria para el goce del derecho a la vida y el bienestar colectivo”. Si el Estado no puede garantizar a los seres humanos que su existencia se desarrolle en un medio ambiente sano, estos sí pueden exigir del Estado que adopte todas las medidas necesarias de prevención que lo hagan posible. En ese sentido, el Tribunal estima que la protección del medio ambiente sano y adecuado no solo es una cuestión de reparación frente a daños ocasionados, sino, y de manera especialmente relevante, de prevención de que ellos sucedan. Sobre esto, el Colegiado ha señalado que, a partir de lo dispuesto en los artículos 58º, 59º, 61º, 65º y 84º de la Constitución, existe una íntima vinculación entre la economía, la democracia y los derechos fundamentales de las personas, por cuanto un sistema democrático que no garantice o brinde condiciones mínimas de bienestar a los ciudadanos no puede garantizar la eficacia plena de los derechos fundamentales. El derecho a gozar de un medio ambiente implica que este sea equilibrado y adecuado. Comporta así la facultad de las personas de poder disfrutar de un medio ambiente en el que sus elementos se desarrollan e interrelacionan de manera natural y armónica. Esto supone, por tanto, el disfrute no de

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STC N º 4223-2006-PA/TC

DEMANDANTE

Máximo Medardo Mass López.

DEMANDADO

NEXTEL DEL PERÚ S.A.

FECHA DE RESOLUCION

2 de junio de 2007

FECHA DE PUBLICACION EN EL PORTAL OFICIAL DEL TC

5 de setiembre de 2007

SUMILLA

Sobre las antenas de telecomunicaciones y el derecho a un medio ambiente equilibrado y adecuado.

RESUMEN

El Tribunal Constitucional (TC) declaró infundada la demanda de amparo recaída en el Expediente N.° 4223-2006-PA/TC, estableciendo que no siempre la prohibición absoluta de determinada actividad es la única vía para alcanzar determinado grado de protección, pues, dependiendo del caso, el mismo puede ser alcanzado, mediante la reducción de la exposición al riesgo, con el establecimiento de mayores controles y la imposición de ciertas limitaciones. El TC manifestó que, en nuestro sistema constitucional, los derechos fundamentales vinculan tanto al Estado como a los particulares. Un Estado social y democrático de Derecho no solo debe garantizar la existencia de la persona o cualquiera de los demás derechos que en su condición de ser humano y su dignidad le son reconocidos (artículo 1º de la Constitución), sino también debe protegerla de los ataques al medio ambiente y a su salud en el que esa existencia se desenvuelve, a fin de permitir que su vida se desarrolle en condiciones ambientales aceptables, pues, como se afirma en el artículo 13º de la Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, el “derecho a un medio ambiente seguro, sano, [es] condición necesaria para el goce del derecho a la vida y el bienestar colectivo”. Si el Estado no puede garantizar a los seres humanos que su existencia se desarrolle en un medio ambiente sano, estos sí pueden exigir del Estado que adopte todas las medidas necesarias de prevención que lo hagan posible. En ese sentido, el Tribunal estima que la protección del medio ambiente sano y adecuado no solo es una cuestión de reparación frente a daños ocasionados, sino, y de manera especialmente relevante, de prevención de que ellos sucedan. Sobre esto, el Colegiado ha señalado que, a partir de lo dispuesto en los artículos 58º, 59º, 61º, 65º y 84º de la Constitución, existe una íntima vinculación entre la economía, la democracia y los derechos fundamentales de las personas, por cuanto un sistema democrático que no garantice o brinde condiciones mínimas de bienestar a los ciudadanos no puede garantizar la eficacia plena de los derechos fundamentales. El derecho a gozar de un medio ambiente implica que este sea equilibrado y adecuado. Comporta así la facultad de las personas de poder disfrutar de un medio ambiente en el que sus elementos se desarrollan e interrelacionan de manera natural y armónica. Esto supone, por tanto, el disfrute no de

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RESUMEN

cualquier entorno, sino únicamente del adecuado para el desarrollo de la persona y de su dignidad (artículo 1 de la Constitución). De lo contrario, su goce se vería frustrado y el derecho quedaría, así, carente de contenido. El derecho a la preservación de un medio ambiente sano y equilibrado entraña obligaciones ineludibles, para los poderes públicos, de mantener los bienes ambientales en las condiciones adecuadas para su disfrute. Respecto de ello el Tribunal Constitucional estableció que tal obligación alcanza también a los particulares, y con mayor razón a aquellos cuyas actividades económicas inciden, directa o indirectamente, en el medio ambiente. En cuanto al vínculo existente entre las actividades económicas y el derecho a un ambiente equilibrado y adecuado al desarrollo de la vida, la jurisprudencia de este Colegiado ha considerado que éste se materializa en función de los siguiente principios: el principio de desarrollo sostenible o sustentable, el principio de conservación, en cuyo mérito se busca mantener en estado óptimo los bienes ambientales; el principio de prevención, que supone resguardar los bienes ambientales de cualquier peligro que pueda afectar a su existencia; el principio de restauración, referido al saneamiento y a la recuperación de los bienes ambientales deteriorados; el principio de mejora, en cuya virtud se busca maximizar los beneficios de los bienes ambientales en pro del disfrute humano; el principio precautorio, que comporta adoptar medidas de cautela y reserva cuando exista incertidumbre científica e indicios de amenaza sobre la real dimensión de los efectos de las actividades humanas sobre el ambiente, y el principio de compensación, que implica la creación de mecanismos de reparación por la explotación de los recursos no renovables. El principio precautorio se encuentra estrechamente ligado al principio de prevención. El primero se aplica ante la amenaza de un daño a la salud o medio ambiente y ante la falta de certeza científica sobre sus causas y efectos. La falta de certeza científica no es óbice para que se adopten acciones tendentes a tutelar el derecho al medio ambiente y a la salud de las personas. El segundo exige la adopción de medidas de protección antes de que se produzca, realmente, el deterioro al medio ambiente. El principio precautorio se aplica ante la amenaza de un daño a la salud o medio ambiente y ante la falta de certeza científica sobre sus causas y efectos. Si bien el presupuesto esencial para la aplicación del principio precautorio es precisamente la falta de certeza científica –aun cuando no sea imprescindible demostrar plenamente la gravedad y realidad del riesgo– sí resulta exigible que haya indicios razonables y suficientes de su existencia, y que su entidad justifique la necesidad de adoptar medidas urgentes, proporcionales y razonables.

TEMAS CLAVES

Derecho al medio ambiente equilibrado - espacios electromagnéticos - principios constitucionales ambientales - principio precautorio.

DERECHOS CONSTITUCIONALES

Derecho al medio ambiente equilibrado

REFERENCIAS NORMATIVAS

Normas Constitucionales: Artículos 2º, inc. 22, y 67º de la Constitución.

Normas Infra constitucionales: Artículo I del Título Preliminar del Código del Medio Ambiente; Artículo 8º, anexo 3 del D. Supremo Nº 038-2003 MTC.