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    Paid s BasicaUltimos titulos publicados:

    57. T Todorov - Crltica de la critica58. H. White - E/ contenido de la forma59. F Rella - El si/encio y IllS palabrllS60 . T Todorov lAs morales de la historia61. R Kose1leck - Futuro pasado .62. A Gehlen - Antropologfa moso/lca63. R Rorty - Dbjetividad, relativismo y verdad64. R Rorty - Ensayos sobre Heidegger y otros pensadores contemporaneos65. D Gihnore - Hacerse hombre66. C Geertz - Conocimiento local67. A Schutz - La construccion signi/lcativa del mundo social68. G E. Lenski - Potier y privilegio69. M Hammersleyy P Atkinson - Etnogra[{a70. C Solis - Razones e intereses71. H. T: Erigelhardt - Los fundamentos de la bioitica _72. E. Rabossi y otros - Fifosofla de la mente y ciencia cognitiva73. J. Derrida - Dar (el) tiempo74. R Nozick - La naturaleza de la racionalidad75. B Morris -lntroducciOn al estudio antropoiogico de la religion76. D. Dennett - La conciencia explicada77. J. L. Nancy - La experiencia de la libertad78. C. Geertz - TTas los hechos79. R. R Atafnayo, y otrbs E/ individuo y l historia80. M. Auge - El sentido de los otros81. C Taylor - Argumentos /lloso/lcos82. T Luckmann - Teona de l acci6n social83. H Jonas - Tecnica, medicinay etica84. K J. Gergen - Realidades y relaciones85. J. S. Searle - La construcci6n de la realidad social86. M. Cruz comp.) -1iempo de subjetividad87. C. Taylor - Fuentes del yo88. T Nagel-lgualdady parcialidad89. U Beck - La sociedad del riesgo90. O. Nudler comp.) - La racionalidad: su potier y sus limites91. K. R. Popper - El mito del marco coman92. M. Leenhardt - Do kamo. La persona y el mite en el mundo melanesio93. M. Godelier -El enigma del don .94. T Eagleton -ldeologia95. M. Platts - Realidades morales96. C Solis Alta teons/on: l l o ~ o { u z sociologia 'e historia de la ciencia97. J. Bestard - Parentesco y modernidad98. J. Habermas - La inclusiOn del otro99. J. Goody - Reprnsentaciones y contradicciones100. M Foucault - Entre filosofia y literatura. Dbms esenciales, vol.101. M. Foucault - Estrategias de poder. Dbras esenciales, vol. 2102. M. Foucault - Estetica, etica y hermeneutica. Dbras esenciales, vol. 3103. K..R popper - E/ mundo de Paimenides ..104. >R Rorty - Viiniad y progreso - .

    1 0 5 ~ C Geertz - Negara106. H. Blumenberg - La legibilidad del muntio107. J. Derrida Dar l muerte108.. P Feyerabend La conquista de la abundancia109. B. Moore - Pureza moral y persecucion en l historia110. H. Arendt - La vida del esplritu111. A MacIntyre - Animales racionales y dependientes112. A Kuper Cultura

    Adam Kuper

    Culturaa version e los antropologos

    r 2e22s Mexico

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    INTRODUCCION: GUERRAS DE CULTURANo se cuantas veces he deseado no haber oido nunca lamaldita palabra. lRAYMOND WILLIAMS

    Los academicos americanos han entablado guerras de cultura(si bien es cierto que sin demasiadas bajas). Los politicos urgen auna revoluci6n cultural. Aparentemente, se necesita un cambio cul-tural sismico para resolver los problemas de la pobreza, las drogas,los abusos, los crimenes la falta de legitimidad y la competitividadindustrial. Se habla y se habla sobre las diferencias culturales entrelos sexos y las generaciones, entre los q u ~ o s de fUtbol entre lasagencias de publicidad. Cuando falia una fusi6n entre empresas, seexplica diciendo que sus culturas no eran compatibles. La bellezade todo esto es que todo el mundo 10 entiende. Tratamos de vender

    s e m i 6 t i c a ~ ' , pero 10 encontramos algo dificih informaba una com-pania Iondinense llamada Semitic Solutions, asi que ahora vende-mos "cultura". Esta [nocion, palabra] la conocen. No tienes que ex-plicarla.2 Y no hay motivo n llamamiento alguno para no tratar lacultura como se merece. La cultura lleva la voz cantante por 10 quese refiere a motivar la conducta del consumidor, proclama un fo-lleto de la empresa, mas persuasiva que la razon, mas "de masas"que la psicologia. Tambien hay un mercado secundario florecienteen el discurso cultural: A mitad de los noventa, las librerias coloca-ron secciones de estudios culturales en las primeras posiciones,las mismas ocupadas en su momento por la religion de la New Agey antes, por la autoayuda. Guy Brussat, el encargado de librosen Ol-son, en Washington D. C., explicaba: Alguien ve sociologla y piensa,

    1. Vease Raymond Williams, Politics nd Letters Londres, New Left Books,1979, pag. 174.2. Vease Larissa Mac Farquar This Serniotician Went to Markeb LinguaFranca septiembre / octubre 1994, pag. 62.

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    un texto drido y academico. Ves "estudios culturales" y piensas iOh,cultural Es algo psicologico, sutil.3Hoy, todo el mundo esta en la cultura. Para los antropologos,hubo un tiempo en que la cultura fue un termino tecnico, propio delarte de la disciplina. Ahora los nativos les contestan hablando decultura. La cultura, el vocablo mismo 0 alg(m equivalente local,esta en los labios de todo el mundo, ha senalado Marshall Sah1ins.4Tibetanos y hawaianos , ojibway, kwakiutl y esquimales, kazakos ymongoles, aborigenes australianos, balineses, naturales de Cache-mira y maories de Nueva Zelanda: todos descubren que tienen una .cultura". Los hablantes monolingiies de Kayapo, en la selva tropi-cal sudamericana, usan el termino portugues cultura para describirsus ceremonias tradicionales. Maurice Godelier describe cOmo untemporero vuelve con su pueblo en Nueva Guinea, los baruya, ydecla:ra: Tenemos que encontrar fuerza en nuestras costumbres;debemos basarnos en 10 que los blancos llaman cultura. Otro neo-guineano Ie dice a un antropologo: Si no tuvieramos kastom, seria-mos 10 mismo que los hombres blancos, Sahlins echa mano detodas estas citas para ilustrar una proposicion general: La con-ciencia de la propia cultura que se esta desarrollando entre las otro-ra victimas del imperialismoes uno de los fenomenos mas destaca-. hIes de la historia mundial en el final del siglo xx.

    Estas antiguas victimas pueden incluso desarrollar discursoscriticos sobre la cultura. Gerd Baumann ha mostrado que, en Sou-thall, un suburbio multietnico del oeste de Londres, la gente cues-tiona 10 que los terminos "cultura" y "comunidad" significan paraempezar. Los propios vocablos se transforman en pivotes para laconstruccion de una cultura de Southall.5 Con todo, incluso los na-cionalistas antioccidentales se pueden limitar a apropiarse de la re-torica internacional dominante sobre el concepto de cultura, y asiafirrriar la identidad Unica de su propio pueblo, sin miedo de con-tradecirse, Consideramos que, actualmente, la principal amenazapara nuestra sociedad, dice un politico fundamentalista irani, esla de ser una sociedad cultural,6 (De todas formas, segura que ha- la rde identidad cultural es fiUy .. americ ano). Akio Morita, uno de

    3. Vease Jessica Marshall, ShelfLife, Lingua Franca, marzo Iabril, 1995, pag. 27.4. Vease Marshall Sahlins, Goodbye to 1Hstes TropitJues: Ethnography n theContext of Modem World History, Journal Mockrn History, n 65, 1993, pags. 3 y 4.5. Vease Gerd Baumann, Contesting Culture. Discours es o{ ckntity in Multi-Eth- .nic London, Cambridge, Cambridge University Press, 1996, pag. 145.6. Ve'ase International Herald Tribune, 21 de septiembre de 1996, pag. 5.

    los fundadores de Sony, rechaza los ruegos de liberalizar los acuer-dos comerciales del Japon para permitir una mayor competicionpor parte de las firmas extranjeras. Reciprocidad, explica, signi-ficaria cambiar las leyes para aceptar sistemas extranjeros que pue-den no encajar con nuestra cultura.7 (Afortunadamente, venderequipos de television Sony a los americanos 0 hacer peliculas enHollywood sf son actividades que concuerdan perfectamente con lacultura japonesa.)Tal vez el futuro de todo el mundo dependa de la cultura. En1993, en un ensayo apocaliptico publicado en Foreign Affairs, Sa-muel Huntington anunciaba que una nueva fase de la historia glo-bal habfa comenzado, una nueva fuse en lacual, las causas funda-mentales de conflicto dejaran de ser economicas 0 ideologicas.Las grandes divisiones de la humanidad y la fuente dominante deconflictos seran culturales.8 AI elaborar esta tesis en un libro re-ciente, defiende que podemos esperar lID choque titanico de civilizaciones, cada una de las cuales representarfa una identidad cultu-ral primordial. Las principales diferencias entre civilizaciones encuanto al desarrollo economico y politico se enraizan claramenteen susdistir:ttas culturas y Ia cultura y las identidades. culturales( .. ) estan modelando los patrones decohesion, desintegracion yconflicto en el mundo posterior a la GuerraFria (..,) En este mundonuevo, la politica local es la politica de la etnicidad, la politica glo-bal es la polftica de las civilizaciones.El choque de civilizacionesreemplaza a la rivalidad entre las superpotencias,9Ni que decir tiene que la palabra cultura adquiere un significa-do mas bien diferente para unos investigadores de rnercados enLondres, para un magnate japones, unos aldeanos de Nueva Guineao un c erigo radical en Teheran, por no mencionar a Samuel Hun-tington. No obstante, los conceptos que tienen en mente despren-den un aire de familia. En su sentido mas general, la cultura es siro-plemente una manera de. hablar sobre las identidade.s colectivas.

    7. Citado por Ian Butuma, The Missionary and the Libertine. Love .and War inEast and West, Londres, Faber, 1996, pag. 235.8. Vease Samuel P. Huntington, The Clash of Civilizations? Foreign Affairs , ve-rano, 1993, pag. 22.9. Vease Samuel P. Huntington, The Clash of Civilizations and the Remaking ofWorld Order, Nueva York, Simon Schuster, 1996, pags. 20, 28 y 29 (trad. cast.: EIchoque de civilizacion( S y f reconfiguraci6n cklorckn mundial, Barcelona, Paid6s*).N6tese que el ensayo original hacia una pregunta

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    23Sin embargo, el estatus tambien esta en juego. Mucha gente creeque las culturas se pueden medir unas respecto a otra s, y esta gentese siente inclinada a evaluar su propia cultura por encima de las delos otros. Incluso pueden pensar que solo existe una dvilizadon genuina, la suya, y que el futuro, ya no solo de lanadon, sino del mun-do, depende de su supervivenda. Pese a los multiculturalistas, insiste Rog er Kimball, la eleccion a la que nos enfrentamos hoy endfa no es entre una cultura occidental represora. y unparafso multicultural, sino entre cultura y barbarle. La civilizacion no esundon, es un logro, un fragillogro que se debe sostener y defenderante aquellos que 10 asedian, dentro y fuera.l0Huntington sugiereque el choque de civilizaciones en el mundo surgido tras la GuerraFrfa no es mas que una etapa haeia el climax de un combate por venir; el mayor choque, el choque real global, entre civilizacion ybarbarle.ll .

    Mientras que los patriotas de la civilizacion occidental proclaman la elevada posicion de la gran tradicion, los multiculturalistas .celebran la diversidad de America y se convierten en paladines delos marginales, las minorias, los disidentes, los colonizados. Senunciacomo opresiva la cultura del establishment. Las culturas minoritarias confieren poder a los debiles: son auteriticas, hahlan a lagente real;mantienen la varledady la posibilidadde eleccion, nutrena los disidentes. Todas lasculturas son iguales 0 sedeberfan tratarcomo tales. Luego, entre los progresistas, la cultura como tema deestudio ha sustituido a la sociedaden tanto que objetogeneral deinvestigacion, escribe Fred Inglis, con apenas un toque deironia.12Aunque los conservadoresrechazan estas argumentaciones, estande acuerdo en que la cultura establece los estandares publicosy determina el destino nacional. Y, cuando se encuentran gentes de diferentes nacion es y grupos etnicos, sus ccl.turas se confrontan comototalidades. Algo debe llevar a semejante confrontacion.Tambien se utilizaa menudo eL termino de cultura en lm n i i ~do distinto, para referirse a las bellas artes de las que solo disfrutan

    10. Vease Roger Kimball Tenured Radicals, ew Criterion enero de 1991,pag.13. .1. Vease Huntin gton, The Clash ofCivilizations, pag. 321.12. Vease Fred Inglis, Cultural Studies Oxford, Blackwell, 1993, pag. 109.N. del t. a expresi6n literal es in thrall of Mammon esclavizado por Mam-mon, designando en ingles este Ultimo vocablo de origen arameo) a1a personificaci6n de la maldad encerrada en la riqueza y en el ansia de riquezas, segd:ti losevangelios

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    P CULTUR

    a piezas para reensaplblarlas de acuerdo con nuevos patrones,adaptarlas, anunciar su muerte, revivirlas, rebautizarlas 0 ponerlasal dia. Pero, por groseras que sean estas clasificaciones, proporcionan una primera orientacion. Incluso los pensadores mas imaginativos y originales se pueden ubicar en una u otra de estas tradiciones centrales, teniendo en cuenta que cada una de ellas especificauna concepcion de la cultura y la aplica en el marco de una particular teona de la historia.En la tradicion francesa, se representa la civilizacion como unlogro distintivamente humano progresivo y acumulativo. Los sereshumanos son parecidos, al menos potencialmente. Todos son capaces de ser civilizados, ya que esto soio depende del exclusivo donhumano de la razon. Sin duda, la civilizacion ha llegado mas lejos,,ha prgr:esado mas, en Francia, pero, en principio, puede ser i s ~frutada por salvajes, barbaros y otros europeos aunque tal vez noen igual medida. Por 10 tanto, segful Louis Dumont, un francestendeni a identificar de manera naIf su cultura particular con lacivilizacion 0 con la culturauniversal.14Seguramente,un francesreflexivo estara presto a admitirque la razon no las tiene tocIas consigo. Debe combatir contra la tradicion, la supersticion y instintobruto. Pero puede confiar en la certeza de la victoria final de la civilizacion, ya que puedellamar en su ayudaala ciencia, la mas altaexpresion de la razon -y de hecho, de la cultura 0 de la civilizacion- el conocimiento verdadero y eficiente de las leyes que conforman tanto la naturaleza como la sociedad.Este credo secular se formulo en Francia durante la segunda mitad del siglo XVIII en oposicion a 10 que los philosophes contemplaban como fuerzas reaccionarias e irracionales, representadas sobretodo por la Iglesia catolica y el ancien regime Pero, a medida quefue prendiendo en el resto de Europa, la oposicion ideologica masfornrldable vino de los intelectuales aleDianes. Con frecuencia, estos eran ministros de las iglesias protestantes que se habfan sentido 'provocados para alzarse a favor de la tradicion nacional enfI:ente dela civilizacion cosmopolita, de los valoresespirituales ante el mate

    r i ~ s m o de las artes y las artesanfas frente a la ciencia y la tecnologia, del genio individual y la expresion de uno mismo contra la rigidez de la burocracia, de las emociones -incluso de las mas oscurasde las fuerzas que anidan en nuestro interior- frente a la seca razon. En breve, de la Kultur contra la Civilization.14. Vease Louis Dumont, Ideology. From France to Germany nd Back Chicago,Chicago University Press, 1994, pag. 3.

    A diferencia del conocimiento cientffico, la sabiduria de la cultura es subjetiva. Sus percepciones y asercionesmas profundas sonrelativas, no leyes universales. Lo que es cierto a un lado de losrineos puede ser un error en la otra vertiente. Pero, si se erosiona lafu cultural, la vida pierde todo sentido. AI tiempo que la civilizacionmaterial iba apretando en su puno de acero a todas y cada una delas sociedades europeas, las naciones individuales luchaban porsostener una cultura espiritual, expresada antes que nada en ellenguaje y en el arte. Segoro que la autentica Kultur del pueblo alemansena preferible a la artificial Civilization de una elite francOfona,cosmopolita y materialista. En cualquier caso, las diferencias culturales eran naturales. No habfauna naturaleza humana comu.n: Hevisto franceses, italianos, rusos, escribfa el contrarrevolucionariofrances de Maistre. Pero, porIo que se refiereal hombre declarono haberlo encontrado nunca; si existe es desconocido para mi. lS(Henry James podrfa haber tenido en mente este aforismo cuandoescribio que el hombre no es uno en absoluto; al fin y al cabo Iecuesta tanto ser americano, frances, etc.16 ,Estas dos tradiciones de pensa:rniento sobre la cultura se desarrollaron en mutua oposicion dialectica. El p rogreso humano era untema central, de los pensadoresde la nustracion, mientras que sus' ,,oponentes se interesabanen el destino particular de una nacion. Desde la'perspectiva ilustrada,'la civilizacion estaba comprometida enuna lucha titanica por superar las resistencirui de las tradiciones culturales, con sus supersticiones, sus prejuicios irradonales y sus temerosas lealtades a gobernantes cfnicos {Voltaire dijo que el mundo,solo descansaria en paz cuando el Ultimo reyfuese estrangulado conlas entrafias del Ultimo sacerdote}. Para el bando contrailustrado, elenemigo que 10 definfa col110 una faccion eraJa-civilizacion universal, racional y cientffica, la propia nus.tracion. Asociada con los valores materiales, civilizacion amenazaba la u t e n t i c a cultura y condenaba a la obsolescencia artes y of;icios quese venfan practicandodesde antiguo. El cosmopolitismo corrompia ellenguaje mientrasque el racionalismo perturbaba la fe religiosa. Juntos, minaban losvalores espirituales de los que dependfala comunidad organica.Estas ideologlas c o n t r a s ~ J J j . r u l ~ t a r J a retorica naE i ? ~ t a yrutzar m ~ n e s populares en tiempos ~ ; p e r o-mauso en suforIIlB: mas envenenada no eran meros dlSCurSOS na

    15. Vease Joseph de Maistre, Consideration on France; Cambridge. CambridgeUniversity Press. 1994; pag. 3. El original en frances data de 1797.16. Vease HemyJames carta a William Dean Howells, 1 de mayo de 1890.

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    27cionales. Hubo intelectuales franceses que simpatizaron Con loscontrailustrados, aunque s610 fuera porque defendfan la religi6ncontra la insidiosa subversi6n de la razon. Tras la batalla de Sedan, en 1870 (ganada, segiin se dice, por los maestros de escuelaprusianos), la idea de una cultura nacional penetr6 en unahumillada Francia y se pas6 a contrastar mas y mas la culture Fran-faise con la culture allemande, sin comprometer por ello laspretensiones francesas de superioridad (todavia en 1938, el Dictionnaire Quillet hacia notar.que el termino cultura se podia usarir6nicamente, tal como en la frase a culture allemande). En AIemania, porsu parte, existfauna larga tradici6n de pensamientoilustrado, que nunea se vio completamente sumergida, aunque aveces adoptara formas extrafias, casi irreconocibles. Nietzsche conden6 a sus compatriotas por su ca6tica formaci6n cultural, su bil-dung, corrompida por la moda y los prestamos, comparandola endetrimento suyo con la Kultur organica de Francia, que,a su vez,hacia equivaler a la civilizaci6npropiamente dicha. Optaba por lacivilizaci6n, es decir, porFrancia, hogar de la culttira europeamas espiritual y refinada.17.Por otro lado, uri disidente francescomo ~ t u d e l a i r e podia llarnar a Francia un palS verdaderamentebarbaro yespecular que quizas la civilizaci6n se ha refugiadoeIialguna diminuta tribu todavia po rdescubrir.18La PrimeraGuerraMtindial se libra tras las banderas rivales de la civilizaci6noccidental y lakultur alemaria,pero, ala misma sombra de la contiencia, los hermanos Thomas y Heinrich Mann optaron PQrdistintosbandos e l aleman y el frances- en un celebre debate sobre cultura Y civilizaci6n.

    En ambas tradiciones, Iii cultura 0 la civilizaci6n se identificaban como valores primordiales. Se ha sugerido que estos conceptosse difundieron durante el siglo XVIII debido.a que la religi6n estabaperdiendo peso entre muchos intelectuales. Suministraban.unafuente alternati\i;a y laka de valores y sigriificado. "Con todo, cadauna de lastraclic:iones manifestaba afinidades coli una actitud cristiana especifica. La idea de civilizaci6n recuerda la:s pretensionesuniversalistas de la Iglesia eat6liea. Comte y Saint-Simon tomaronprestados los rituales cat6licos para crear una-religi6n del positivis

    17. Vease Friedri ch NietzSche, Jenseits von ut and Bi5se, Munich, Goldmann,. 1980, pags. 245,145. La edici6n originaldata de 1886.18. Citado por Jean Starobinski, BlesSings in Disguise. Or The Morality ofEvil,Cambridge, Harvard University Press, 1993, pag. 54.N. del t. Vease la anterior nota del traductor en la p(tgina 22* [original].

    INTRODUCCI9N: GUERRAS DE CULTURA

    mo. Su dogma central era el progreso, que equivalfa a una salvaci6nlaica en este mundo. Las nociones alemanas de bildung -formaci6n, educaci6n- y kultur, expresadas de manera caracteristicaen un lenguaje espiritual, se engranaban con las necesidades delalma individual, valorando la virtud interior por encima de las apariencias extemas; pesimistas respecto al progreso secular, estan imbuidas con los valores de la Reforma: y Thomas Mann sugiri6 queesta habia inmunizado a los alemanes contra las ideas de la Revoluci6n Francesa.Como siempre, los ingleses mas bien guardaban lasdistanciascon estas poIemicas continentales. John Stuart Mill habia tratadode reunir las tradiciones fraricesa y alemana en sus famosos ensayos sobre Bentham y Coleridge, pero los ingleses ternan sus propiasy especificas preocupaciones. A medida que la industrializaci6ntransformaba Inglatena, los intelectuales empezaron a discerniruna crisis espiritual, una luchadefinitoria entre 10 que Shelley llamaba Poesfa y Mammon. La tecnologia y el materialismo dela civilizaci6n moderna representaban al enemigo. Contra el, los intelectuales liberales invocaban los alores culturales eternos, destiladosde. lagrah tradici6n europea del arte y d ~ l a filQsofia. Matthew Ar-. nold definfa la cultura como 1 mejor que se ha dicho ysabido i uncanon cosmopolitay chiradero.19AI adquirir cultur:a: interiorizabambs la historia del espfritu humano. La posesi6n de-la: culturabfa .separado a los elegidos de los.barbaros iletrados. Pero, para laepoeade Arnold,' ese lega do huma,nista sufria: el asedio -de loscitos de la civilizaci6n n d u s t r i ~ Una gran pregunta de la ep.oca erasi la cultura de una elite educada"p.odfa apuntalar de alguna manera los valores espirituales la sociedad. Quizas la cultura se t m ~baleaba, abrumada por el' inaterialismo de personajes como elGradgrind de Charles Dickens (en suobra Tiempos dif{ciles).,.cara-dur-as que conocfan el coste de todo sin saber el valor de nada. AI "tiempo que la civilizaci6n avanza ,conclufa Macaulay, la poesiadecae casi necesariarriertte.20 .Siri embarg o, no habria que exagerar la peculiaridad de la tradici6n inglesa. Arnold bebfa de Coleridge y este, de los romanticos.alemanes. Las preocupaciones y los valores se solapaban. Por todaspartes la cultura materializaba la esfera de los valores w.timos, so:

    19. Vease Matthew Arnold, and Dogma, Londres, Mc Millan, prefaci ol edici6n de 1873.20. T homas Babingt on Macaulay, Milton, en Collected and Historical Essays,Londres. Dent. Everyman's Library, 1907,pag. 153. La edici6n original es de 1843.

    http:///reader/full/refinada%EB%AE%B17http:///reader/full/descubrir%EB%AE%B18http:///reader/full/descubrir%EB%AE%B18http:///reader/full/chiradero.19http:///reader/full/necesariarriertte%EB%AE%B20http:///reader/full/refinada%EB%AE%B17http:///reader/full/descubrir%EB%AE%B18http:///reader/full/chiradero.19http:///reader/full/necesariarriertte%EB%AE%B20
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    bre los cuales se crefa que reposaba el orden social. Dado que la cultura se transmitfa a traves del sistema educativo y se expresaba ensu forma mas poderosa en el arte, estos eran los campos crucialesque un intelectual comprometido deberia intentar mejorar. Y yaque la fortuna de una nacion dependia de la condicion de su cultura, esta se constituia en una arena decisiva para la accion polftica.

    Las argumentaciones modernas no han contribuido exactamen. te a recapitul

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    inferiores y sus correspondientes civilizaciones. El propio Darwincompartiaesta vision, pero algunos de sus seguidores se apuntarona la causa de la Contrailustracion. Las diferencias culturales podianser expresion de diferencias raciales mas fundamentales. La purezaracial podia ser un imperativo politico, ligado inextricablemente ala defensa de la identidad cultural. La historia se podia haber escrito con sangre, siendo su tema la lucha por la supervivencia entre lasrazas.El desafio de una teoria biologica sobre el progreso humano ysobre las diferencias entre los humanos provocoel desarrollo de 10que en cierta manera era una nueva concepcion de la cultura. Sepaso a concebir la cultura en oposici6n a l biologia. Era la culturala que separaba a los seres humanos de los demas animales, asicomo 10 hacfacon cada nacion tespecto al resto de naciones. Ynose.heredaba biologicamente, sino que se aprendia, se adquiria 0 incluso se tomaba prestada. Christopher Herbert hit defendido quetambien esta nocion de cultura tiene su origen en una controversiareligiosa. La asocia con la revitalizacion evangelicaque tuvo lugaren elReino Unido a principios del siglo XIX, un fenomeno que propago una concepcion del pecado original que ,describe Gomo elIhito de unestado de [dorninio del] deseo u r t i ~ o sin [verse sometidoa] gobierno alguno. La idea de cultura ofreda la esperanzacompensatoria de unasalvacion laica: la cultura era nuestra e f e n ~sa contra l natura leza hurriana. Los seres humanos se elevarian desu condicion caida gracias a leyes y tabues: Eerbert argumenta queuno puede pensar las ideas de cultura y de libre deseo como doselementos reciprocos y complementarios de un modelo de discursou.nico, si bien es cierto que cargado de collflictividad y necesariamente i n e s ~ a b l e 2 2 Tal vez Herbert tenga razon y esta concepcionde cultura toinase forma, en primerlugar, como respuesta apreocupaciones religiosas, pero alcanzo su a d ~ e z como reaccion a lei .revolucion darwinista, que amenazaba con conferir autoridad cientifica a algo as como la doctrina del deseo humano incontrolado.En ningtin sitio la argumentacion cultural contra el darwiI;rismose fo:rmulo con mayorvehemenciay fuerza que en Berlin durante ladecada de 1880. Ellider de los darwinistas alemanes, Ernst Haeckel, extrajo conclusio:qes politicas de la teoria evolucionista que resultaron mas bien embarazosas para el propio Darwin. SegtinHaeckel, Darwin habia producido pruebas cientificamente irrefuta

    22. Vease Christopher Herbert, Culture nd Anomie. Ethnographic Imaginationin the Nineteenth Century Chicago, Chicago University Press, 1991, pag. 29.

    bles a favor dellibre mercado y en contra de las arist-ocracias hereditarias. Su teoria tambien se podia emplear para demostrarlasuperioridad de la raza prusiana y para avalar la politica de Bismarckque ejemplificaban los efectos maravillosos de la lucha [porIa supervivencia] y la seleccion. . ..El dogmatismo de Haeckel consterno a su maestro, Rudolf Virchow, que era un cientifico medico puntero en Alemania, un proroinente polltico deopiniones liberales yel alma mater de la Sociedad de Antropologia de Berlin. Metodologicamente, susobjecionesse centraban en la prematura cerrazon teQretica de su disdpulo. Laroultitud de atcidentes del cambio evolutivo no se podfan redllcir aleyes:Era especialmente hostil al determinismo racial de Haeckely al nacionalismo cultural.con el que se asociaba. Lasnizas erancategorias inestables con fronteras. cambiantes, mientras que .laroezcla racial estaba enormemente extendida, si no era universal.Los rasgos i o l o g i c ~ s atravesaban ydesbordaban las clasificaciones raciales convencionales, que, en cmilquier caso, estabaIli nfluidaspor factores ambientales; locales. Las diferencias cultUl111es rioeran un signo de diferenciaracial. Raza,cultura, lenguaY- nacionalidad no coincidlan necesariamente y,de hecho, por Idgeneralno 10 hacfan. Los refugiados' hugonotes, insistfa Virchow;)estangermaniza.dos, como ilUmerosos judfos, a los que hemos aceptadoprocedentes dePolQnia 0 Rusia y [que] C..) se han convertidoenunpoderoso fermento de progreso cultural paranosotros.23 EI colega de Virchow, Adof Bastian ..,-que fue el'primer diiectordel gran Museo de Etnologfa de Berlin, en 1986- intento demos. .trar que, al igual que las razas, las culturaseran hfbridos. No babiaculturas puras, distintas y duradetas. Cada c"llltura bebfa deJdiversas fuentes, dependia de prestamos y fluctuaba continuament'. Losseres humanos eran muy parecidos y todas lasculturas s t a b ~ enraizadas en una mentalidadhumana universal..Las diferencias chlturales arrancaban de las pruebas a las que se vefan sometidos losgrupos human-os por parte de los entornos naturales locales; asicomo al contacto entre las distifltas poblaciones.EI prestamo eraun mecanismo priinano del cambio-cultural. Y ya que los cambiosculturales eran l ~ c o n s e c u e n c i a de procesos locales al azar ~ p r e -siones ambientales, migraciones, mercado-,se seguiaque la histori no teruaun patron fijO de' desarrollo .Se ha caracterizado esta antropologfa b ~ r l i n e s a liberal como

    23. Citado por Erwin H. Ackerknecht, Rudol fVirchow. Doctor Statesman Anthro-pologist Madison, University of Wisconsin, 1953; pags. 215 y 216.

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    una mezcla de ideas ilustradas y romanticas, pero en realidad se basaba en un doble rechazo. Si las culturas eran abiertas, sincteticase inestables, resultaba obvio que no podia expresar identidadesesenciales e inmutables, ni caracteres raciales subyacentes. Y si loscambios culturales eran la consecuencia de factores locales al azar,se debia seguir que no existian leyes generales de la historia. Por encima de todo, la escuela de Berlin insisti6 en que la cultura actuabade una forma muydistinta a las fuerzas biol6gicas, pudiendo incluso hacer caso omiso de elIas.

    Franz Boas, un estudiante de Vrrchow y Bastian, introdujo esteenfoque en la antropologia americana. A medida que esta se desarro1l6 hasta convertirse, a principios del siglo xx, en una disciplinaacademica organizada, qued6 definida por la luchil epica entreBoas y su escuela, por un lado, y la tradici6n evolucionista, por elotro( I'epresentada esta Ultima en Estados Unidos po r los seguidoresde Lewis Henry Morgan, cuyas narrativas triunfalistas del progresotomaban prestadas metaforas de la teona darwinista. Los boasianos eran escepticos en cuanto a la existencia de leyes universales dela evoluci6n. Tambien repudiaban las explicaciones raciales de 'ladiferencia, .una cuesti6n de una importancia politica duradera enEstados Unidos.. a tesis boasiana fundamental defendia que era lacUltura la que nos hacia comosomos, no la biologia. Es decir, nosconvertimos en 10 qiIe somos al crecer en uri escenario cultural de- ..terminado, no nacemos asi. Laraza, como tambien elsexo 0 laedad, son construcciones culturales, no' condiciones naturales inmutables. La implicaci6n principal es que nos podemos tnmsfor,mar en algo mejor de 10 que ahora somos, tal vez aprendiendo deltolerante pueblo de Samoa 0 de los perfectamente equilibrados balineses. ,Esta era una idea poderosamente atractiva en la America del siglo xx, aunque la alternativa, la comprensic)n racial de la diferenciacultural, continuaba siendoun potente rival. El concepto de cultura podia, de hecho, reforzar una teona racial de la diferencia. Lacultura podia ser un eufemismo para raza,promoviendo un discurso sobre identidades raciales at tiempo que se abjuraba aparentemente del racismo..Los antrop610gos podnan distinguir fastidiosamente entre raza y cultura, pero, enel uso popular, cultura serefena'a una cualidad innata. La naturaleza de un grupo eraevidente, pe rceptibl e a simple vista, y expresada con igual efecto en elcolor de la piel, las caracteristicas faciales, la religi6n,la moral, lasaptitudes, e aeento, los gestos 0 las preferencias dieteticas. Esta tozuda confusi6n persiste. En los ochenta, Michael Moffat, un etn6

    grafo que observaba alos estudiantes blancos y negros que compartian dormitorio en Rutgers University, inforinaba que los estudiantes rechazaban virtuosamente hablar de raza, pero crefan que hablarde diferencias culturales estaba al dia y era poifticamente correcto.En la practica, sin embargo, trazaban un linea entre blancos y negros, a pesar del hecho de que la principal distinci6n entre ellos parecia estribar en sus gustos sobre grupos pop y sobre fast food. 24

    .La cultura siempre se defuie en oposici6n a otra cosa. Es la manera.de ser local, diferente y autentica, que resiste'ante su implacable enemigo, una civilizaci6n material globalizadora. 0 bien es elreino del espiritu, en plena batalla contra el materialismo. 0 es lacapacidad humana para el crecimiento espiritual que supera nuestra propia naturaleza humana. Enel senode las ciencias sociales, lacultura tambien aparecia enotro conjunto de contrastes: erala conciencia Golectiva, en tanto que opuesta a la psique individual. Alrirismotiempo, se identificaba 'con. la dimensi6n ideol6gica, de lavida social cgntra laorganizaci6n mundana del gobiemo, la fabrica ;o la fainilia. Fueronlospadresfundadores de la sociologia eu.:ropeaquienesdesarrollaron estas ideas, siendo, a su veZj Talcott Parsons. el que las introdujo en una sociologia americana tradicionalmenteempirista y :utilitansta. ., En los afios cincuenta yses-enta, Tas'ciencias sociales 0 conduc-'tuales estaban mejor financiadas organizadas, mas animadasengeneral, de 10 que habfanestadb antes 0 de 10 que habfan de estardespues, al menos en America; y sus lideres estaban convencidos de .que el futuro que l 610 podia ,ser todavia mas esplendoroso-- seauguraba cuajado de amplios proyectos que generarian un plan radonal para un niundo aun mejor. :Talcott Parsons, lagran figu1:'a'dela ciencia social americana de este penodo, insistfa en que un ma-.yor progreso requenauna divisi6n del trabajo mas eficiente; en lasciencias sociales tanto como en cualquier empresamodema. Naturahnente, los psic6logos estudiaban la p s ~ q u e Especialistas apropiados dirimfan con los sistemas sociales, poifticos y economicos,10 cual era satisfactorio mientras todos los implicados aceptaran laprioridad de la sociologia. Sin embargo, durante demasiado,tiempo, la cultura se habia dejado en las manos aficionadas de loshu

    24. Vease Michae l Moffat, oming Age in New ersey_ College and AmericanCulture, New Brunswick, Rutgers University Press, 1989.

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    manistas. Desde entonces, iba a ser asignada a los antrop610gos, quepodrlan hacer por fin de ella una ciencia, siempre que se les convenciera para que se concentrasen en la tarea y abandonaran suspintorescos hobbies.No todos los antrop610gos estaban de 10 mas contentos con estaprospectiva. Algunos la contemplaban como una clara degradaci6n, .al convertirse en un perito cultural en lugarde un experto en todoslos aspectos de la comunidad tribal, por ejemplo, 0, incluso, ~ n v zde continuar siendo una autoridad sobre la historia completa de laevoluci6n humana. Ademas, las disputas de demarcaci6n con otroscientificos sociales no desaparecieron. De todas formas, en los anoscincuenta, por 10 general se acept6 que la cultura era un objeto susceptible de ser estudiado cientificamente y que los antrop610goseran.stts especialistas. En 1952, los dos dec anos gemelos de la antropologia americana, Alfred Kroeber y Clyde Khickhohn, publicaron un informe magistral sobre la concepci6n antropol6gica, cientifica, de Ja cultura, cbnfiados en que dejaria anticuadas lasaproximaciones tradicionales al tema. 5 Dos decadas mas tarde,Roy Wagner podia presentar un ensayo sobre la cultura con la )b-servaci6n de que.el concepto se ha asociado tan completamente al'pensamientb aD.tropol6gicoque ( .. ) podriamos definir un n t r ) p 6 ~logo como alguien que utiliiala palabra "cultura" habitualmente.26 Para los noventa, el hablar de cultura se ha hecho tan oninipresente que, siguiendo la definici6n' de Wagner, practicamente .todos los que escriben sobre cuestiones sociales se debenan conta.:hilizar como antrop610gos. Sin embargo, un comentarista todaviapodria senalar que un antrop610go que no crea en la cultura es \algo asf como Una contradicci6n.27

    Pero, antes de que los antrop61ogos pudieran investigar la cultura cientificainente, teni an que acordar que quenan decir con semejante palabra. Kroeber y Kluckhohn i ~ i e r o n una busqueda exhaus- "tiva en la literatura existente y finalmente tuvieron que admitir queParsons habia dado con la definici6n correcta de cultura para losprop6sitos de la ciencia. Era un discurs o simb6lico 'colectivo. Versaba sobre conocimiento, creencias y valores. No equivalia a las Bellas Artes y a las Letras, tal conio entendia el humanista, ya que cada25. Vease Alfred L. Kroeber y Clyde Kluckhohn, Culture. A Critical Review oConcepts and Definitions, Cambridge, Papers of the Peabody Museum, HarvardUniversity Press, vol. 47, nO 1, 1952.26. Roy Wagner, he Invention ofCulture, Chicago, Chicago University Press,1975, pag. 1.. 27. Vease Herbert, Culture and Anomie, pag. 20. c

    miembro de la sociedad compartia una parte de su cultura. Tambien era bastante distinto de la civilizaci6n universal humana a laque habfa dado lugar el mundo de la ciencia, la tecnologfa y la democracia. ya que cada comunidad tenia su cultura propia, con susvalores especificos que la separaba de todas las demas.Si eso era la cultura, i,cuan importante era? Seg(m Parsons, lagente modela un mundo simb6lico a partir de ideas recibidas, yes:tas ideas afectan a las decisionesque toman en el mundo real. De todas maneras, estaba bastante segura de que las ideas por sf solas raramente determinaban las acciones. De forma similar, los sfmboloscolectivos penetrarian en la conciencia de los individuos pero sindaminarla porcompleto. Con todo,cuantomas se comprometian los antrop610gos con su nueva especializaci6n, mas se convencian de quela cultura era mucho mas poderosa que 10 que Parsons habfa imaginado. La gente no s610 construye un mundo simb6lico, sino que'viverealmente en el. Los lideres de la siguiente generaci6n de antrop61()gos, Clifford Geertz, David Schneider y Marshall Sahllns, crearon ungalena detipos nativos de una espiritual idad sin paralelo. Sus sujetos parecfa vivir Unicamente por y para las ideas, tanto si etan sacerdotes hawaianos como cortesanos balineses 0 ciudadanos de cla..;. se media en Chicago. En el Negara de Geertz, el quid el drama 0,mejor, 10 que llama 6peras de la o r t ~ constituyen el epitome de todoel estil6 de vida. La economia y la politica son meros midos que llegan desde fuera .del escenario. Para SChneider, el parentesco se refiere a las ideas que la gente tienesobre Ja procread6n. La biologfa'esta en la mente 0 en ningUn sitio. Para Sahllns,la historia es una actuacion inacabable sobr e un viejo gui6n, UIia saga en continua re-.presentaci6n. Antes de que afecten las vidas de la gente, los terremo

    tos,la ruda-intrusi6n de conquistadores,i ncluso el capitalismo, sedeben traducir en tenninos culturales,mitologizables..La siguiente pr:eguntaera c6mo emprender ;: investigaci6n de.lacultura. Parsons, por su_parte, ofreci6 muy poca gwa practica eneste asunto, pero, en la America de mediados de siglo, se configuraron dos modelos, uno viejo y otro nuevo. El primero recomendaba.la exploraci6n empatica y comprensiva de la cosmovisi6n nativa, sutraducci6n e interpretad6n. Seevocaba .el nombre de Weber ysepronundaba con reverencia, aunque no siemprecon precisi6n, lapalabra verstehen.* Geertz eligi6 esta via, que identific6 en un r i n ~.. Vocablo aleman, traducible por comprension. "En las ciencias sociales denomina el uso de laempatfa para entender las accipnes y a conducta humanas, en tanto quemetodo para la interpretacion de los fenomenos sociologicos e hist6ricos. N. del t.

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    cipio como parsoniana, despues como weberiana, para considerarla finalmente como una forma de la hermeneutica. Gradualmentepaso a estar menos y menos dispuesto a aceptar que se trataba deun procedimiento cientifico, concluyendo que, aunque la cultura sepodia interpretar, no se podia explicar (desde luego, no de formaconvincente). No habia leyes generales de la cultura leyes transculturales. Quizas se podia descubrir que significaba una representacion simbolica para una audiencia concreta, pero no se podia despegar esta explicacion de su sentido vernaculo y tratarla como unsfntoma de una causa economica 0 biologica mucho mas fundamental e independiente de la cultura, una etiologia de la que el paciente no sena consciente.

    En contraste, el enfoque alternativo era cientifico, reduccionista, g ~ p e r a l i z a d o r Comenzaba con la premisa de que la cUltura u ndiscurso s i m o l i ~ era muy parecida allenguaje. En consonan-cia, el estudio de la cultura debena seguir la senda abierta po r la lingiifstica moderna, que estaba a punto de descuhrir las leyes universales dellenguaje. Durante siglos, las humanidades y las c iencias .sociales se han resignado a contemplar el mundo de las ciencias~ x a c t a s y naturales como una especie de parafso en el que nunca ibanaeritrar28, recalcabaClaude Levi-Strauss en una conferenciasobrelingiifstica y antropologfa en Bloomington, Indian a, en 1952. De.repente, una pequeiiapuerta seesta abriendo entre ambos campos,y es la lingiiistica la que 10 esta haciendo. Estapuerta conducfamas alla dellenguaje y la cultura hasta S11 fuenteUltima. Dijo que,entre los asistentes a la conferencia, habfa un invitado que se ha-bfa sentadQ con elios durante la conferencia sin que nadie Ie hubiese conV ocado, la mente humana. Si una nueva ciencia de la cultura iba a seguir los pasos de la lingiifstica, ambas disciplinas podrfanestablecer definitivamente la estructura profunda que todos los len. guajes y culturas compa rtfan y que, con seguridad, estaba grabadaen el cerebro mismo. Una antropologfa cartesiana, cienHfiea, esta.ba esperando para nacer.Todo esto era muy emocionante, pero se debiaadmitir que lospropios lingO.istas no estaban de acuerdo sobre el mejor caminopara conseguir su gran objetivo. Roman Jakobson, un colega en elexilio en Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, habia introducido a Levi-Strauss en la lingiifstica. Su modele era, porconsiguiente, la fonologia estructurali sta que habfa desarroliado la

    28. Vease Claude Levi-Strauss,Structural Anthropology Nueva York, Basic Books,1963, pags. 70 y 71. He alterado Ugeramente la tr aducci6n de la segunda cita.

    Escuela de Praga. Y 10 aplico primero a los sistemas de matrimo-nios, luego a los modos de clasificacion y finalmente, a los mitos.Los estructurali stas americanos prefirieron seguir la gramatica transformacional 0 generativa de Chomsky. La escuela de Lounsbury yGoodenough en Yale (que capto un cierto numero de graduadosprocedentes del Departamento de Relaciones Sociales de Harvard)lanzo una investigacion formal y cientifica sobre las estructurassubyacentes que generaban la terminologfa de parentesco, las clasificaciones botanicas; los sintomas de enfermedades, asf comootras taxonornias folk que constitula n dominios semioticos especializados. .Durante untiempo estos programas estructuralistas florecieron, produciendo notables descripciones de cuerpos especificos depensamiento nativo, pero, en alglin momento al final de los aiios 60(Levi-Strauss ha sugerido que fue precisamente en mayo de 1968),el estructuralismo perdio su atractivo. Dejo de estar de moda y diopaso a toda una diversidad de postestructuralismos cortados seg n un patron decididaniente relativista. Susadeptos abandonaronlas ambiciones cientificas del estructuralismo clasico para insistiren la indeterminacion Ultima. de palabras y simbolos .La etnociencia americana sumo una marglnacion paralela,pen::i algun6santi,;.guos entusiastas.desc ubrieron una promesade alternativa cientifica en la cienciac;ogriitiva. Las simulaciones de ordenador de losprocesos cerebrales, los esquemas de conocimiento yJas redes deinterconexion substituyeron a las reglas gramaticales en cuya bus-. queda habfan puesto previamente tantas esperanzas los practic;antes de la Nueva Etnogra.fia. Otra faccion se g a r r o \ desarrollos recientes de la lingiifstica y adaptaron lapragmatica 0 la teona deldiscurso, al est lidio de la cultura. . .Los seguidores de Geertz rechazaban sistematicamente cualqUier sugerencia sob re la existencia de una ciencia de laculiura. Enverdad, la cultura era bien como un lenguaje, pero su modelopreferido era el de l c cultura como texto. Consecuentemente, se nu-trian de la teona literaria mas que de lalingiifstica. Esta fue la aproximacion que prosperaria y elinterpretativismo se. convirtio en lacorriente principal dela antropologia cultural americana. Aunquelosmas jovenesde los geertzianos se rebelaron contra el ~ c I r e nooptaron por unproyecto mas cientifico, sino que se movieron en lamisma direccion que los postestruc turalistas franceses. Un extrai iocomprensivo no podia entender una cUltura tan facilmente comohabfa sugerido Geertz. a culturapodia ser untexto pero un textoelaborado, una ficcion escrita por el etnografo. Miis aUn, el mensa

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    Primera parteGENE LOGl S

    je claro de la deconstrucci6n es que los textos no arrojan mensajesinequfvocos. Voces discordantes disputan con la linea oficial. Talcomo reza el nuevo eslogan, la cultura se irnpugna. AI no haber texto can6nico alguno tampoco hay lectores privilegiados. Los antrop6logos posmodernos prefieren irnaginar el reino de la cultura comoalgo mas parecido a una democracia revoltosa y rebelde que a unestado . eocratico 0 a una monarqufa absoluta. Inc6modos con losdejes totalitarios del termino ~ c u l t u r a , algunos prefieren escribirhabito o ideologia 0 discurso, aunque, tal como apunta Robert Brightman, los efectos netos de estas estrategias ret6ricas, resultan en la (re)construcci6n de un coneepto esencializado decultura en las antfpodas de las orientaciones teoreticas contemporaneas.29Se continua asumiendo quela gente vive en un mundo desimbo os. as ideas, qmzas inconscientemente, dirigen a los actoresy configuran lahistoria. En breve, la corriente central de la antropologia cultural ameri cana esta todavia en manos de un idealismoomnipresente.El ascendiente del idealismo ,-junto con el de su util accesorio,el relativismo---c ha ido ampliandose en laswtimas decadas. Cadacultura se funda en preri:rlsas Unicas. La genera lizaci6n es irnposibley la comparaci6n extremadamente problematica;Unatendencia similar se ha evidenciado tambien en filosofia, 10 que ha envalentonado en gran medida a los antrop610gos. Incluso el marxismo a lamoda se ha obsesionado con la jdeologia (La fantasie u pouvoir,La fantasia [0 la imaginaci6n] al poden>, cantaban los estudiantesparisinos del 68 ri:rlentras lanzaban adoquines a los m a d e r o s ~ . Aunas , los idealistas y los culturalistas no las ternan p las tienen todasconsigo. AI contrario, se han sentido asediados por grandes batallo-'nes de rivales, que han marchado bajo estandartes familiares talescomo El Mercado Decide, La Clase Dirigente Dirige, Somos Nuestros Genes .. Los argumentos culturalistas se han tenido que confrontar con los modelos establecidosde racionalidad economica ydeterminismo bio16gico, pero un conjunto creciente, aunque variopinto, de estetas, idealistas y romanticos han venido estando deacuerdo en que La Cultura Nos Hace.

    29. Vease Robert Brightman, Forger Culture: Replacement, Transcendence,Relexification, Cultural Anthropology vol. 10 n 4,1995, pag. 510. En el original flies apelaci6n de argot en frances para la policfa. N. del t.

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    Capitulo 1CULTURA Y CIVILIZACION: INTELECTUALESFRANCESES, ALEMANES E INGLESES, 1930-1958

    CiVilisation nalt ason heme.([La palabra] CiyiIlzaeion nace a su hora.)LUCIEN FEBVRE1

    Para reconstuir la historia de la palabrafrancesa c i v i l i s a t i o n ~ ' ,sefialaba el historiador Lucien Febvre, sena necesario reconstituirlasetapas de lasrevoluci6nes mas profundasafravesdelas cuales. ha pasado el espfritu frances desde la seg'unda mitad del siglo XVIII. hasta el dfa de hoy.2 Estefue eltema que eligi6 para su ponenciaen unseminario de fin de semana que convoc6 en 1929, sobrela te-matica general Civilisation; Ie mot ei 'idee [Civilizaci6n: la palabra y la ideaJ Era en buena medidaJa cuesti6ndel momento. Altiempo que nubes de tormenta se cernfan sobre Europa por segunda vez en una generaci6n, los inteleditales volvian a pensar el. s i ~nificado de cultura civilizaci6n, asf como sit relaci6n con el d e s t i ~ ..no de las naciones. Por la misma epoca, elsoci610go alemanNorbert l i a ~ tambien se vela arrastrado hacia los mismos temassenalaba que, aunque las teonas sobre lacultura la civilizaci6n.habfan estado en vigor (junto CQn los vocablos mismqs)desde la segunda mitaddel siglo XVIII, s610 se cOl).vertian enobjetos de interesgeneral en ciertos momentos hist6ricos,_ cuandoalgo del estadopresente de la sociedad encuentra expresi6n en I? cristalizaci6n delpasado materializada en las palabras. .

    1. Vease Lucien Febvre, CiviliSatiQn,en Lucien Febvre, Emile Tonnelat,Marcel Mauss, Alfredo Nicefo.roy Louis Weber, Civilisation. e mot et l idie, Paris,Centre International de Synthese,La Renaissance du-Livre, 1930, pag. 17 (existe .una version inglesa del articulo de Lucien Febvre en Peter Burke CO).TIp.), A ewKind ofHistory. From the Writings of Febvre, Londres, Routledge and Kegan Paul,1973. Burke incluye una breve relacion de la carrera del autot ttanc:es en su introduccion). . .2 Ibid. pag. 219 (paginacion de la version de Burke),

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    43Febvre (1878-1856) se habfa educado en la Ecole Nonnale S u ~perieur, donde se habia especializado en historia y geografia. Durante la Primera Guerra Mundial, sirvi6 en una unidad de ametralladoras y cuando lleg6 la paz, obtuvo un puesto en la Universidad

    de Estrasburgo restablecida como instituci6n universitaria francesa en 1919, cuando AIemania devolvi6 AIsacia a Francia. Los v e ~nes y brillantes academicos contratados por la universidad, incluiana algunos de los que iban a ser los Hderes de las ciencias sociales yde la historia francesa en la siguiente generaci6n. Entre ellos estaban Maurice Halbwachs, Charles Blondel, Georges Lefebvre y j u n ~to con el mismo Febvre, el historiador Marc Bloch, con quien empezarfa una larga cooperaci6n que cambiarfa la historiografia gala.En 1929 fundaron la revista Annales que se convirti6 en el foro deuna escuela de historiadores estrechamente aliados con las cienciassociales. Este movimiento iba a reintroducir los temas culturales,psico16gicos y sociales en una historiografia quehabfa estado dominada por el estudio de la politica, la diplomaciay la guerra; se revivi6, pues, la historia intelectual.AI inaugurar el seminario sobre civilizaci6n, Febvre comenz6haciehdo notar que, recientemente en la Sorbona se habfa podi>do asistira una disertaci6nsobre la c i v i l i z a c i n } ~ de los tupf-guaranies de Sudamerica a los cuales, destac6 la generaci6n anteriorhabna liamado salvajes. Pero ya hace largo tiempo que esta vigente el concepto de una civilizaci6n de gentes no civilizadas(afiadi6 el punzante comentario de que se podia imaginar a un arque6logo hablando serena y mamente de la civilizaci6n de loshunos que antes habian sido denominados el mayal de la civilizaci6n ).3 Sin embargo aunque por aquel entonces se mostrabanprestos a conceder que los tupi-guaranies 0 incluso los hunos tuvieran una civilizaci6n, los franceses todavia crefan que habfa unprogreso en la civilizaci6n. Aparentemente la palabra habia acabado por designar dos nociones bastante distintas. Febvre caracteriz6 una de elias como el uso etnografico; se refena a la serie decaracteristicas que un observador podia registrar estudiando lavida colectiva de un grupo humano un conjunto que abarcaba losaspectos materiales, intelectuales, morales y politicos de la vidasocial. Este uso no implicaba ningCm juicio de valor. En el segundo sentido la palabra connotaba nuestra propia civilizaci6n, quese tenia en alta estima gozando algunos individuos de un accesoprivilegiado ala misma. lC mo una lengua conocida por ser clara

    3 Ibid. pag. 220.

    CULTURA Y CIVILIZACI6Ny 16gica podia haber llegado ados usos contradictorios para unamisma palabra?Febvre fue incapaz de encontrar una fuente que empleara el termmo civilisation en cualquiera de los dos sentidos modemos antesde 1766. Anterionnente, el vocablo s6lo aparecia en tanto que tecnicismo legal, haciendo referencia a la conversi6n de un proceso cri-minal en una causa civil. No obstante, los terminos civilite politessey police (con el significado de respetuoso con la ley) se remontanal siglo XVI. A traves del siglo XVII, los vocablos salvaje y para pueblos mas avanzados, barbaro denotaban comUnmente en francesa las gentes que carecian de las c ualidade s del civismo, lacortesia yfinalmente, la sabiduria administrativa. Con el tiempo, la palabracivilise desplaz6 a la police pero, para el siglo XVIII, se hacia sentir lanecesidad de un nuevo sustantivo que describiese un nuevo concepto. Nacida a su hora en su momento el neologismo civilisationconsigui6 su carta de ciudadania en la decada de 1770 y en 1798,forz6 su inclusi6n en el Diccionario de la Academia Francesa.Este fue un tiempo de gran actividad cientifica en todos los campos, con atrevidas sfntesis te6ricas. La enonne gama de materialessobre culturas ex6ticas 0 sob re elpasado que habia reunido la Ency-clopedie provoc6 reflexiones sobre los grandes patrones del devenirhist6rico. a creciente literatura sobre las exploraciones tendi6 alprincipio a reforzar la idea de la superioridad de la civilizaci6n. Losintelectuales franceses empezaron a concebir el perfil general deuna historia universal en la que el salvajismo conducia a la barbarie, y esta a la civilizaci6n. Este modelo de desarrollo cultural imitaba la representaci6n cultural de Lamarck acerca de las relacionesentre las especies a traves de su versi6n de la gran cadena del ser.Pronto, sin embargo se comenz6 a cuestionar.esta historia triunfalista del progreso. Gradualmente se distinguieron, no s610 nivelesde civilizaci6n, sino incluso estadios de civilizaci6n. EI inmenso imperiode f Civilisation se dividi6 en provincias aut6nomas. Se admiti6 que en diferentes partes del mundo se habfan desarrolladosdiferentes maneras de ser civilizado. En 1819, segCm Febvre, se introdujo por primera vez la forma plural, Civilisations.Febvre databa esta relativizaci6n del concepto de civilizaci6n enel medio siglo transcurrido entre 1780 y 1830, apuntando que esecambio representaba el climax de un largo esfuerzo de documentaci6n y de busqueda razonada. Se dio una transici6n simultanea enbiologia, historia, etnografia y lingilistlca desde el universalismodel siglo XVIII a una perspectiva mas relativista. Tambien lei teonade Lamarck fue objeto de ataques. Cuvier insistia en que no habia

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    una mica cadena del ser, sino muchas separadas. Estos vaivenesdel pensamiento cientffico reflejaban un viraje mas general de la ac-titud intelectual. El optimismo del perfodo revolucionario se habfadesvanecido. Los supervivientes de la revoluci6n habfan aprendidoalgo nuevo:que una civilizaci6n podia morn. Y no 10 hablan aprendido Unicamente de los libros, destac6 Febvre. Se habla erosiona-do la fe en la filosofia del progreso y la perfectibilidad humana. Imperaba una renovada simpatia por el pesimismo de Rousseau y porsu preocupaci6npor los males de la civilizaci6n.

    Con la restauraci6n dela monarqufa, la creencia optimista enuna civilizaci6n progresiva retorn6 con nueva fuerza. Por encimade cualquier otra, las obras de Guizot, e fa civilisation en Europe(1828) yDe la civilisation en France 1829) presagiab an este regreso.Febvre cita la escueta profesi6n de fe de Guizot: La idea de progreso; le desarrollo, me parece la idea fundamental contenida en lapalabra civilizaci6n. Se podia medir el progreso tanto po r 10 que serefiere l sociedad como alintelecto, aunque ambas medicionesno. tienen por que ir al urdsono. SegUn Guizot, en Inglaterra, habfahabido progreso social, pero no intelectual; en Alemania, el progreso espiritual no se habfa visto contrarrestadoporel progreso social;s610 en Francia los doshabfan avanzado de la mano.Febvre hizo notar que una linea de pensamiento dtstinta se habfa desarrolladQ en Alemania. Inicialmente, la concepci6n alemanade cultura era muy similar a la idea francesa de civilizaci6n, perocon el tiempo se fue estableciendo una diferencia entre la parafernalia externa de la civilizaci6n y la realidad espiritual interior de lacultura. Alexander von Humboldt, por ejemplo, habfa sugerido queuna tribu salvaje podia tener una civilizaci6n,.en el sentido de ordenpolitico, sin un nivel elevado de cultura del espfritu?>, y viceversa.Aun asi, ambas tradiciones planteabanun problema filos6fico simi-lar: les compatible una apreciaci6n relativista de lasdiferencias en-tre culturas con el viejo concepto de una civilizaci6n humana ge-neral? Se habfa dejado la pregunta en el aire.En una ponencia impartida en el mismo seminario publicadaen la misma obra colectiva-, el soci6logo Marcel Mauss deline6 lanoci6n de civilizaci6n que el y Emile Durkheim habian expuesto du-rante atios en el Annee Sociologique.4 Pasaba nipidamente po r encima

    4. Vease Marcel Mauss, Les civilisations en Lucien Febvre, Emile Tonnelat,Marcel Mauss, Alfredo Niceforo y Louis Weber, Civilisation. Le mot et l idie,Paris, Centre International de Synthese, La Renaissancedu Livre, 1930, pags. 105y 106.

    CULTURA Y ~ I v I L I Z A C j Nde 10 que denominaba usos vulgares, en frases tales como civilizaci6nfrancesa, budista 0 isIamica. Lo que estaba en juego en esos casoseran modos particulares de pensamiento, moldes menta les especffi-cos, para los cuales preferfa emplear la palabra mentalite, mentali-dad. Tampoco se debfa restringir el significado de civilizaci6n almundo de las artes, ni igualarlo con Kuitur, n el sentido de cultivodel espfritu: esas eran representaciones folk, sin valor cientffico.Desde el punto de vista de un soci610go, la civilizaci6n era antesque nada colectiva y distintiva. Pero no equivalfa a los que los durkheimianos llamaban conciencia colectiva de una sociedad, ya quenoestaba confinada aninguna poblaci6:nen particular. Ademas, encontraste con las tradiciones culturales puramente locales, la civiliza-ci6n era racional, universal y por encima de todo, progresiva causade ello se estaba propagando irresistiblemente por todo el mundo.. Con la difusi6n internacional de la eienciay de las nuevas tecnologias,como el cine, el fon6grafo y el radiotelefono, se estaba instaurandouna nueva civilizaci6n mundial que penetra todas lasformas de mu. sica, todos los acentos, todas las palabras, todas las noticias, a pesarde todas las barreras. Estainos justo al principio [de e ste proceso]. medidaque la civilizaci6n avanzase,impondria sacrificios. No habiagarantfa de que promoverfal felicidad individual 0 el avance del biencomUn. Pero el.capital de la humanidad se incrementa en cualquiercaso ..) todas las nacionesy las civilizaciones tienden dehecho a con-vertirse en nuis, nuis poderosas, m s generales y nuis racionales.Febvre habia empezado S ensayo con el famoso aserto seglin elcual eI tiempoinvertido en descubrir el origen de unapaIabra nunca es un tiempo perdido. Su ejemplo inspir6 a estudiosos francesesposteriores para que extendiesen su investigaci6n. En 1954, ellingilista Emile Benveniste sefialaba que una paciente investigaci6nhabia rastreado el primer uso del termino civilisation hasta situarloen elfisi6crata Mirabeau, en 1757. Este 10 utilizaba en el sentido depolice, u orden politico, pero, en la siguiente decada, solia significar .el proceso colectivo y original que hac.fa que la humanidad m r ~giera de la barbarie, y este uso estaba incluso conduciendo para entonces hacia la definici6n de civilisation como el estado de lasociedad civilizada.6Tambienobserv6 que, antes de la Revoluci6n,pocos nombres franceses acababan en isation. .

    5. Ibid. pags. 105 y 106.6. Vease Emile Benveniste, Problems in General Linguistics, Coral Gables,University of Miami Press, 1971 traducci6n al ingles del original frances publica-do en 1954), pag. 291.

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    47En un ensayo publicado en 1989, Jean Starobinski apunta quecivilisation no era mas que uno de los muchos sustantivos formadosen aquellos aftos revolucionarios con e1 sufijo -ation a partir de losverbos acabados en -iser. En 1775, Diderot habia definido el nuevo vocablo en relacion con otra acufiaci6n en -ation: La emancipacion 0, 10 que es 10 mismo con otro nombre, la civilizacion es t inlargo y dificil trabajo.7 Considerando el uso de Diderot, Starobinski comenta yahay signos abundantes de que la civilizacion podriafiuy bien llegar a ser un sustituto secularizado de religion, una apoteosis de la razon.El nuevo sustantivo asimilaba las nociones relacionadas de refinamiento y de progreso, intelectual y politico. Pero, aunque Febvre

    habia argumentado que la palabra civilisation habfa aparecido paradesigq.ara una idea nueva, si bien solo vagamente percibida en unprincipio, Starobinski hacia de la palabra la precursora de lac idea.No sorprende que, a medida que el tennino se hacia mas corrientedebido a sus poderes de sintesis, tambien se viese sometido alareflexion teorica. El hecho de que la palabra: llegase aser comUn: almismo tiempo que el vocablo progreso en su sentidomQdernotimulo eUcha reflexion: Las dos palabras estaban destinadas a .:rr:tantep.er la mas Intima de las relaciones.8-Meditando sobre s t o sneologismos g m l o s ~ los philosophes conduyeron diciendo quedescribian tanto el proceso fundamental de la historia como el resultado final de dicho proces().-.. E1 sufijo de accioh,-a ion, nos- fuerza a pensar en un agente. Si este agente se confunde con la propia accion, se transforma en autonomo.9 _.Pero la palabra no se lirnitaba a suger ir una idea (mica: Apenasse habfa escrito 113 palabra civilisation ... cuando se descubrio quecontenfa una posible fuente de malentendidos. E1 propio Mirabeauhabia escrito sobre lafalsa civilizacion y sobre la barbarie denuestras civilizaciones. E1 ten;nino se podia referir tanto las 50ciedades modernas existentes como al ideal de la Gondicion civilizada de vida social. Asi, la critica tomo dos formas: una critica alacivilizaciony una critica fotmulada en nombre de la civilizacion.10En cualquierade os-dos sentidos, la palabra implicaba un contrario,

    7. Citado en Jean Starobinski The Word Civilization en Blessing-in Disguiseor The Morality of Evil Cambridge, Harvard University Press, 1993 (traducci6n alingles del original frances publicado en 1989), pag. 3.8. Ibid. pag. 4.

    9 Ibid. pag. 5.10 Ibid. pag. 8 _

    eULtlJRAY cxVILlZAci6:i

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    guerra en la Sala de Lectura del Museo Britanico, trabajando en elaislamiento su obra maestra sobre los procesos civilizadores, que sepublic6 en aleman en 1939. EI reconocimiento que Ie convertiria enun icono para toda una generaci6n de nuevos soci610gos europeosIe lleg6 muy tarde, durante su prolongado retiro, primero en Bielefeld, Alemania, y luego en Amsterdam.Alfred Weber y Karl Mannheim encamaban dos aproximacionesdistintas al estudio de la cultura. Para Alfred Weber, la cultura representaba el mundo autosufici ente del art:e y de la religi6n, que careda de fines extemos, racionales, a los que servir y que se oponfaal mundo material de la civilizaci6n. Esta era la visi6n ortodoxa dela cultura en Heidelberg, y el fil6sofo Karl Ja,;pers anim6 a Eliaspara que escribiera un documento de trabajo para un seminariobre eldebate entre Thomas Mann y la menospreciada Zivilizations-literat:. Por contra, para Mannheim, las producciones culturales seenraizaban en situaciones sociales y se debfan entender como expresiones de interest:::s econ6micos y pol iticos pa:r;ticulares.En el primer volumende El proceso de la civilizaciOn Elias ex

    . plorabaJas telaciones entre la noci6n alemana de cultu:ra y la idea. francesa de civilizaci6n. En la tradici6n francesa, se concebia la ci-vilizaci6n como un todo complejo y p o l i f a c ~ t i c o , que abarcaba loshechos politicos; econ6micos, religiosos, tecnicos, morales y sociales. Este amplio concepto de civilizaci6n exptesa la conciencia desf mismo de .Occidente .. Recapitula todo aquello en 16 que la s6ciedad occidental de los Ultimos dos -0 tres siglosse cree superior a sociedades anteriores a sociedades contemporaneas "mas primiti-vas".14Paralos alemanes, sin embargo, la civilizaci6n se concebfa .como algo extemo y utilitario, ajeno en muchos aspectos a los vruores nacionales. La civilizaci6n se movia hacia adelante con el tiem- po y trascendfa las fronteras nacionales, mientras que la.kultur.taba atada enel tiempo yen el espacio, siendo colindante con laidentidad nacional. .Cuando los alemanes se mostraban orgullosos de sus logros, nohablaban de sucivilizaci6n, sino de su Kult'l -r. Esta palabra se refiere esencialmente a hechos intelectuales, artfst icos y religiosos, ytipicamente, los alemanes trazan una nftida linea divisoria entreeste tipo de hechos, por un lado, y los hechos politicos, econ6micos

    14. Vease Norbert Elias, The Civilizing Process. The Development of Manners.Changes in the Code of Conduct and Feeling in Early Modem 1imes Nueva York;Urizen Books, 1978 (traduccion del original aleman, publicado en Basilea en 1939;trad. cast: El proceso de la civilizacion Mexico, FCE, 1989).

    , - , c b i i i l i t A ~ Y : c . I 1 l i i r Z A C I 6 N 49y sociales, por el otro.lS La Kultur no era unicamente nacional,sino tambien personal. Herder habfa introducido el termino en eldiscurso modemo, tomandolo de Cicer6n, que habfa escrito meta-f6ricamente de la cultura animi el cultivo para el alma, extendiendo al ambito de la mente la idea del cultivo agricola. Por 10 tan-to, la Kultur implicaba un cultivo, Bildung una progresi6npersonalhacia la perfecci6n espiritual. Un ingles 0 un frances podian pre-tender ser civilizados sin haber conseguido nada por.cuenta propia, pero,desde la perspectivagermana; cada individuo tenia quealcanzar el estado de persona cultivada, culta, a traves de un proce-so de educaci6n y de d_esarrollq espir itual . .La noci6n de Kultur se fue configurando en tensi6n con el con-cepto de civilizaci6n universal que seasociaba con Francia. Lo quelos franceses entendian como una civilizaci6n transnacional se veiaen Alemania como un peligro para las distintas culturas locales. Enla propia Alemania, la amenaza era muy inmediata. La Civilisationse habia establecido en los centros del poder politico, en las cortesfranc6fonas y franc6filas alemanas. En abierto contraste con los intelectuales britaruc()s y franceses, que se identificabari conJas aspiraciones de la daSe di,rigente, IDS intelectllalesalemanes se definfana sf mismos en oposici6n a l()sprfncipes, y arist6cratas: A s u ~ o j o s ,la clase alta estaba falta de autentica cultura. La civilizaci6n de laelitefranc6fona era tin prestanio, no se' habfa interiorizado, sinoque era uDa cuesti6n de fOrrrlas, un. e-spectaculo de cara al exterior.Los principios morales de la aristocracia derivapan de un c6digo.del hDnor artificial. Excluidos de los drculos del poder, los intelectuales alemanes-eligieron insistir en reivindiear la integridad personal y los logros cientificos y artfsticos; La consecuci6n personal decrecimiento espiritual se estimaba por encima del estatus heredadoy de la pompa artificial del estilo cortesallo. La base de los intelec-'tuales era la universidad, donde la clase media se cOntraponia ala.corte16 y fomentabi una cultura Bterma y filos6fica que era a l e ~mana, adquirida con-el esfuerzo personal, interior. .

    Siguiendo a Ma,nnheim, Elias identific6 razones sociales.detrasde estas diferencias ideo16gicas.- EI concepto de una civilizaci6nuniversal habia atraido p{)r razon,es diversas a las clases domi-nantes de los estados imperiales, como Franciay Gran Bretafta,mientras que ~ e l concepto'de ultut ref;1eja la conciencia de si deuna na,ci6n [como Alemania] quetuViera que buscar y constituir15. Ibid. pag. 4.16. Ibid. pag. 24.

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    .constantement e de nuevo sus fronteras, en un sentido tanto politico como espiritual. AI estar eStrechamente ligadas a las circunstanc ias politicas, e stas ideas lufany reluian con los cambios hist6ricos. Tras la Revoluci6nFrancesa, la antitesis entre una civilizaci6naristocratica falsa y una cultura nacional genuina se proyect6 sobreuna oposici6n entre Francia y AIemania. Esta antitesis se revitaliz6despues de la derrota alemana en la Gran Guerra, una guerra que sehabia librado contra ellos en nombre de una civilizaci6n universal.La idea de Kultur entr6 en liza en la lucha subsiguiente por redefinir la identidad y el destino de AIemania. Kultur y Civilisation resumen los valores en competencia que, de acuerdo con algunosalemanes,separaban a AIemania y Francia: virtud espiritual y ma-terialismo, honestidad y artificio, moralidad genuina y meras for-mas, cortesia aparente.ero; a diferencia de Mannheim, Elias no creia que las ideaseran simples producdories ideol6gicas, instrumentos de dominaci6n degradados por el solo he.cho de ser. usadas. Fueran cuales fueran sus origenes, e independientemente de c6mo se los manipulara,coriceptos como cultura ycivilizaci6n podfantenerun valoranalitico. Por 10 tanto, Elias, come;> Marcel Mauss, puso a trabajar la ideayde civilizaci6n y el segundo V olumehdesuestudio ilustraba 10 que.eillamabaproceso civiliza:dor de la historia europea. Las cortes eu-.ropeaS refinaron paulatiname nte sus maneras, sometiendo el cuerpo y slis funciories a una serie de controles acumulativos. E l cons. trefiimiento social haciaeLauto-constrefiimiento. gan6 fuerza y elumbral de lavergiienza se elev6. Ulteriormente desarro1l6 esta argumentaci6n en La sociedad cortesana publicado por primera vezen aleman en 1969, pero tambienescrito en gran parte durante losafios treinta. En ambos estudios, Elias decidi0estudiar la clasicaconcepci6n alemana del proceso civilizadorc omo algo externo, puramenteconsuetudinario, imponiendo reglas forrnales sobre 10 quehabian sido actos expresivos 0 41stintivosr un pr6ceso que el conectaba con laextensi6n del control del estado. .Eliassefial6 que mien:tras trabajaba en su libro estabamas inluido por Freud que por soci610go alguno, incluido Mannheim. 17Freud hacfa poco que habia publicado dos libros sobre la ultura yla civilizaci6n: The Future ofan Illusion (primera edid6n alemanaen 1927) y El malestar en l cultura (1930), curiosamente tituladoCivilisation and I ts Discontents en su versi6n inglesa; Freud hablabade la civilizaci6n humana, con 10 cual qrtiero decir todos aquellos

    17. vease Mennell, Norbert Elias pag. 111.

    aspectos en los cuales la vida humana se ha: elevado por encima desu estatus animal y difiere de lavida de las bestias;y desdefio la diferencia entre cultura y civilizaci6n.18Esta desaprobaci6n qUizaspodrla excusar a su traductor ingIes que utiliz6 sistematicamente eltermino civilisation lli donde Freud habia usado Kultur; en cualquier caso, la oposici6n central propuesta por Freud era entre el serhumano cultivado y el animal instintivo. La cultura haeia un diosde un simple humano (aunque un dios con pr6tesis, bromeaba).Pero este poder se pagaba u y c a r o ~ Conceb ia el proceso de cultiv()humano del espfritu como algo puramehte externo, grabado a lafuerza. Tal como el individuo sacrificaba arigustiado sus fantasiasedipicas, asi cada civilizaci6n se debe edificar sobre la coerci6n yla renuncia al instinto.19La sublimacion alienta la creatividad cultural, pero impone grandes sacrificios ala libertad sexual y requiere el control de a a g r e s i 6 n ~Tal vez el ascenso del fasc ismo empuj6 a los intelectualesjudlosde Europa central, tales como Freud 0 Elias, a cuestionar el podersalvifico de la cultura persona l. A.lahora de la verdad, los fragiles y .externos controlesfabrieados por la civilizaci6n eran impotentes

    y s ~ mostrapari incapaces de refrenar a las masas no i v i l i z ~ a S d e _Iascua les, .Freud eSdibi6 que eran

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    53te extremo de este recurso fue Spengler; que disefi6 una moral diametralmente opuesta a la de Freud y Elias, vilipendiando el intelecto sin vida, cuyo criticismo roetodo 10 que queda de genuino, esdecir, la Cultura, desarrollada naturalmente.20 Como una parte delos intelectuales alemanes, Spengler dio la bienvenida a los nazis entanto que heraldos de unarenovaci6n cultural de la raza y enemigosde una civilizaci6n artificial.Aunque Elias enfatiz6 el papel de la universidades en lagesta-ci6n de este discurso sobre la cultura y la civilizaci6n, no -discuti6en detalle las disciplinas academicas que se desarrollaron en Alemania par:a e s t u i ~ los productos de la cultura, Kultur y del e s p i ~ritu humano, Geist (las Kultu:rwissenschaften las disciplinas de lacultura, y las Geisteswissenschaften las Humanidades). En The De-cline of the German Mandarins (1969), Fritz Ringer extendfa el ana-lisis de' Elias para abordar el crecimiento de estos campos de estudio en los afios criticos que siguieron a la guerra franco-prusiana.Alemania disfrut6 de un periodo de rapido pero turbulento crecimiento econ6mico, que se aceler6 alrede.dor de 1890. Los intelectuales,temerosos del materiali smo y de 10 que Weberiba a llamar laracionalizaci6n de la vida publica, se erifrentaron con 10 que veian_como Ul1 desafio renovado yaun mas poderoso a lacultura por par-te de una civilizaci6n sin alma; y reaccionaron recurtiendo al idealismo filos6ficb y al rorrianticismo,al tiempo que fomentaban el orgullo nacional.Lacivilizaci.6n universal, racional,amenazaba lacultura e$pititualde un volk un pueblo, violando la libettad iriteriordel individuo. Las naciones no deberian permitir que una civilizaci6n-comtin se tragase sus valores umcos. El mundo estaba constituido por.espiritus nacionales en pugna ( .. ) culturas cualitativamente diferentes.21EI materialismo cientffico era el agente mas insidioso de la civilizaci6n, corroyendo los valores morales, devaluando las p ~ r c e p -dones espirltuales,. menospreciando la sabiduria tradidonal. Losl}1andarines rechazaronlae:xplicaci6n, seglin la cual, las ideas se grababan en la mente a partir de sensadones y los valores ternan unorigen materi al. No se-iba a tratar el Geist como si fuera parte de lanaturaleza.Lacienda del espfritu era completamente distintade

    20. Vease Oswald Spengler, he Hour of Decision Nueva York, Kropf,1934,pag.88.21. Vease Ernst Troeltsch, citad o par Fritz K. Ringer, The Decline ofthe GermanMandarins. The German Academic Community 1890-1933 Cambridge, HarvardUniversity Press, 1969, pag. 101.

    una ciencia natural. En la decadade 1880, Dilthey a:daptarfa la no-cion hegeliana de Geist objetivo. El trabajo del espfritu colectivose ponia de manifiesto publicamente a traves de documentos y delas formas dellenguaje, haciendose as! accesible al estudio, aunquesolo gracias a uria aproximaci6n subjetiva, intuitiva, que conduda auna comprension marcadapor la empatia. Los metodos de las den-cias naturales no eran los apropiados. Un furioso debate explot6 en-tre los positivistas y Dilthey y sus simpatizantes, alcanzando su ma-ximo en una gran controversia metodol6gica; Methodenstreit quea.J:T llCO en 1883 y acabo dando ltlgar a la conformaci6n de una nue-va historia cultural. Tambien provoco que Max Weber pusiera apunto los principios de su sociologfa cultural.enuna serle de afirmaciones metodologicas que aparecerian entre 1903 y 1919.Weber defirna la cultura como la dotaci6n de significado y significad6ndesde la petspectiva de los sereshumarios a unsegmen to finito entre la infinidad de eventos sinsentido existentes en elmundo.22 Su e:xpresi6n mas caracteristica era Ia vida religiosa.Aunque la cultura era Una ctiesti6 n de ideas, a menudoiniplicitas, ysOlo se podia captar atraves delejerciciocomprerlsivo de la iniaginad6n, Weber insistia en que las creencias ylosValores eraIl tan"reales" corrio las m.erzas materiale s, y en que { p o d f ~ transfor- . marla naturaleza de la realidadsocial.23Con todo; la-cultura eravulnerable. La civilizaci611 estaba miriando suscimientos, median:'te las fuerzas corrosivas e iqesistibles.de la ciencia, la racionaliia.,ci6n, la burdcratizacion yel materlalisIrio. En busca de amparo, l cultura p e n a s pollia recurrir a lasQportunidades ca6ticasde renovaci6ncarismatica'y al trabajo defensivo del inrelectual.. Ma s recientemente, Woodruff D. Smith ha refinadbla genealogia de Ringer en Politics nd the Sciences of Culture. in Germany1840-1920 (1991). Destaca una linea especffica de relexi6nacademica sobre la cultura, una Kulturwissenschaftque era distinia de lasGeisteswissenschafte:n de la tradici6n hermeneutica. Esta era unamanera de pensar con :mayor a:ffuidad hacia las ideas liberrues fran. cesas ybritarucas y Smith.sugiere que.Herder y Humboldt estabanmas cercanos a lallustraci 6n de 10 que parecen segtin deter:minadasdescripdones. Los academicos dela tradici6n liberal se aproxima bana la cultura-con un talante cientffico, btiscando sus leyes de desarrollo. Smith recalca que definfan Ia cultura en un sentidoantrop9-

    22. Citiildo par Ralph Schroeder, Max Weber nd the Sociology of CultureLondres, Sage, 1992. pag. 6.23. Ibid. pag. 8 [son palabras de Ralph Schroeder].

    http:///reader/full/nacional.Lahttp:///reader/full/civilizaci.6nhttp:///reader/full/diferentes%EB%AE%B21http:///reader/full/naturaleza.Lahttp:///reader/full/cultural.enhttp:///reader/full/mundo%EB%AE%B22http:///reader/full/realidadsocial%EB%AE%B23http:///reader/full/nacional.Lahttp:///reader/full/civilizaci.6nhttp:///reader/full/diferentes%EB%AE%B21http:///reader/full/naturaleza.Lahttp:///reader/full/cultural.enhttp:///reader/full/mundo%EB%AE%B22http:///reader/full/realidadsocial%EB%AE%B23
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    16gico: Es decir, estaban interesados primariamente en los patrones de pensamiento y en las caracteristicas conductuales de todo unpueblo, mas que en las actividades intelectuales 0 artisticas de la elite.24 La suerte de esta tradicion liberal-y de la mas conservadoratradicion hermeneutica- fluctuaba con la fortuna de los movimientos liberales y nacionalistas en la politica alemana.Los afios1848 y 1870 constituyen hitos para ambas corrientes de pensamiento y Smith describe el renacimiento de una preocupacion cientificay l i b e r a l ~ u n q u e algo escarmentada-por la cultura en la escuelaetnologica creada por Rudolf Vrrchowen Berlin, en las decadas de1870 y 1880.

    En'Gran :Bretafia, como en Francia y en Alemania, la r i ~ i s politica europea de los afios treinta provoco renovados y ansiosos debates en torno al binomio de cultura y civilizacion. No obstante, losintelectuales recurrieron mas directamente a una tradicion de re:-flexiones f iUY inglesa sobre ellugardela alta u l t u r ~ en lavida de'la nacion; su punto de referencia era la tesis de,Matthew Ai:nold,cuya exposicion mascelebre radica en Culture nd Anarchy 1869).Creianque la cultura estaba amenazada por dos flancos: la ciVilizacion, materia l, por un l;;tdo i y por hi cultura de m.asas, por el otro.Tras lahumillacion de Munich, T. S. Elliot se yio impelido no'tanto por unrevulsivo contra las estrategias particulares del gobierno de Chamberlain, sino por algo mas profundo, una duda sobre lavalidez de 'una civilizaci6n25 (cuando Eliot escribia sobre materia':lismo, finanzas 0 industria, preferia la palabra civilizacion a cultura); ,

    lAcaso nuestra sociedad, que siempre nabla estado ta n segura de suosuperioridad y de su rectitud, tan coDfiada en sus premisas incuestionadas, no se congregaba 8lrededor de nada mas permanente queunmonton de bancos, comparuas de seguros eindustrias? lacaso tenia alguna creencia mas esencial queJa creencia en el interes compuesto y en el mantenimiento de los dividendos?24. Vease Woodruff D. Smith, Politics nd the Sciences of Culture in Germany, "1840-1920, Nueva York, Oxford Univers ity Press, 1991, pag. 3.25. Vease T. S. Eliot, The Idea of a Christian Society, LondreS, Faber and Faber,

    1 9 3 9 p ~ g . 6 4 .

    Reflexionando sobre estos temas inmediatamente despues de la guerra, Eliot se sintio empujado a repensar toda la cuestionde la cultura. Por cultura, dijo a una audiencia alemana:Quiero deck, en primer lugar,10 mismo que los antrop6logos: la for-ma de vida de una gente particular que vive junta en un lugar. Esacultura se hace visible en sus artes, en su sistema social, en sus habitos y costumbres, en su religi6n. Pero estas cosas yuxtapuestas 0 sumadas no constituyen la cultura (.,.) una cultura es mas que la reuni6n de sus artes, cosfumbres y creencias religiosas. Todas estascosas actuan las unas sobre las otras y para entender completamen, te una, debes entenderlastodas.26 - . "

    n sus Notes Towards the Definition of Culture (1948), Eliot con..;trastaba esta concepcionantropol(>gica de la cu1tura (

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    col hervida cortada a pedazos, la remolacha en vinagre, las iglesiasgoticas decimononicas y la musica de Elgar.30* Nuevamente,enoposicion a Arnold, Eliot no estaba por la labor de denigrar los pla-ceres desalmados de los filisteos. Mas bien estaba ilustrando losmuy diversos componentes (para Eliot, nece sariamente diversos)que configuraban una cultura nacional.Esta cultura nacional se integraba como un todo. Arnold, Cole-ridge y Newman insistfan desde diferentes puntos de vista en queera la religion 10 que mantenia unida una cultura. Podemos r maslejos, escribio Eliot, y preguntar si 10 que liamamos cultura y 10que liamamos religion de unpueblo.noson sino aspectos diferentesde una misma cosa, al ser la cultura, esencialmente, la encarnacion(por as decirlo) de la religion de un pueblo; en consecuencia, su-gena que los obispos son unaparte de la cultura inglesa y los pe-rros yios caballos son una parte de la religion inglesa.31La cultura.y la religion podfan servir a un mismo gran proposito: Cualquierreligion, mien tras dura yen su propio nivel, confiere un significadoaparente a la vida, proporc iona el marco para una cultura y protegea la masa de la humariidad delabunimiento y de la desespera-ciOn.32Pero t m b i l ~ n es fvncion de la cultura imbuir proposito y. significado a la vida:Se puede describir la cultura c()moaquelioque hace que valga la perta vivir.33 ' ,, Despues de la Segunda Guerra Mlindial, Eliot adoptounrelati:vismo cualificado. Era cierto que la civilizadon sehabfa convertido30. Probablemente Eliot siguio la anterior lista ejemplar de Robert Lowie sobrelos rasgos que definfan la cwtura americana. Lowie habia insistido en que las luceselectricas eran parte de esa cultura, como 10 era elentusiasmo por el baloncesto,las peliculas, thes dansants Eel te de media tardeacompafiado de baile), las mas-

    caradas del Dfa de Accion de Gracias, l s salas de los bares, las Ziegfeld MidnightFollies, las escuelas nocturnas, los diarios de Hearst [celebre magnate de la preil-sa), los dubes demujeres sillragistas, d movimiento -por un fmpuesto furleo, lasdroguerfas de Riker, conducir sedanes y Tammany Hall [sede del, PartidoDemocrata] (Robert.Lowie, Culture nd Ethnology, 1917, ]lag. 7).* En la lista de Elio t, el Derby Day" se refiere a una cIasica carrera de caballoseelebrada enEpsom; HenleyeS un poblaci6n a orillas de l TameSis en Oxfordshireen la que se celebra una regata desde 1839; el rna 12 de agosto seiiala probable-rnente una fiesta popular celebrada cerca de Londres, en la que se inspecciona 0se inspeccionaba b st haeepoco-anualmente la tumba de una tal Mary Gibson,Inuerta en 1794 y que, s ~ g n se dice, suele aparecer para la ocasi6n;'Wenslaydalees una pobla ci6nde Yorkshire, en el norte de Inglaterra, celebre por una raza pecu-liar de ovejas ypor sus quesos, particularmente elazul. N. del t.31. Ibid., pags. 28 y 32. ,.32. Ibid., pag. 34. '33 Ibid., pag. 26.

    dULTURen mas compleja, los grupos sociales eran mas especializados 0 las ,artes mas sofisticadas, pero no habfa habido una progresion moralobvia. Ademas, insistfa en que se debia tratar a otras culturas en suspropios terminos. Tambien podemos aprender a respetar cada unade las otras culturas como un todo, P f inferior a la nuestra quepueda parecer, 0 por muy justamente que podamos desaprobargunos de sus rasg()s: la deliberada destruccin de otra cultura enconjunto es un dafio irreparabl e, una accioncasi tan malvada comoel tratar a los sereshumanos como animales.34Se debia valorarladiversidad misma de las culturas. Luego, el ideal de unaculturamundial comu.n era una nocion monstruosa: una Cultura mundialque fuese simplementeuna cultura uniformeno sena en absolutocultura. Tendnamos una humanidad deshumanizada. Mas biendebemos aspirar a una cultura mundial comu.n que no disminuyala particularidad de sus partes constituyentes. Tambien advirti6 .que lavariedad cultUral provocana conflictos: En Ultima inst an-cia, religiones antagonicas sigrufioan culturas antagonicas; y, en Ultima instancia, no se puede reconciliar la sreligiones.35

    * * *Una decada mfis tarde, en i 958, Raymond Williams produjo una, genealogia de los tepricos ingleses sobre la cultura (paralela a los,ensayosde :febvre en -la tradicion francesa y de Elias, en la l e m ~ .. ,:i1a . Descartando .la apelaci6n de Eliot a una aptoximacion antro-pologica especializada, se situo completa y abiertamenteen la tra-dicion inglesa o ~ r e el pensamiento de lacultura, unatfadicion queinsistia en ser bastante distinta de la alemana ola francesa.Raymond Williams (1921-1988}procedia de un medio socia-lista,de c1ase ttabajadora, en la frontera galesa. Se traslado alaUniversidaddeCambridge paracursar ingles, pero el estallido dela Segunda Guerra Mundial, dunlnte la cual sirno en eLejercito,interrumpiosus estudios. Despuesde laguerra,estuvo fugaz-mente afiliado al Partido Comunista, pero, en cualquier caso,taba muy influido por la teoria literaria ycultural desarrolladapor F. R. Leavis, ,uri disidente de la Facultadde I:lJ,gles de Cam-bridge, carismatico, .pero, a su :Reculiar manera, profundamente 'conservador.36

    34. Ibid., pag. 65.35. Ibid., pag.62.

    http:///reader/full/Elgar%EB%AE%B30http:///reader/full/pueblo.nohttp:///reader/full/pueblo.nohttp:///reader/full/inglesa%EB%AE%B31http:///reader/full/ciOn%EB%AE%B32http:///reader/full/vivir%EB%AE%B33http:///reader/full/animales%EB%AE%B34http:///reader/full/religiones%EB%AE%B35http:///reader/full/conservador.36http:///reader/full/Elgar%EB%AE%B30http:///reader/full/pueblo.nohttp:///reader/full/inglesa%EB%AE%B31http:///reader/full/ciOn%EB%AE%B32http:///reader/full/vivir%EB%AE%B33http:///reader/full/animales%EB%AE%B34http:///reader/full/religiones%EB%AE%B35http:///reader/full/conservador.36
  • 7/22/2019 7. Kuper, Adam, Pp. 19 - 92

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    Apesar delasgrandesdiferenciasen sus simpatfaspolfticas,susaproximacionesternan mucho en comun yla descripcionqueE.P.Thomson hizodeWilliams,comounmoralista vistiendohabito literario,37sepodrfaapl icarigualmente a Leavis. En 1948,Leavishabia publicadoThe Great Tradition, obra en la cualdefiniaun canon detextosdeliteratura inglesamodema que ofrecianuna alternat iva cultural vitalizadoraalosvalores dela sociedadmodema,de masase industrial.En Culturay sociedad, 1780-1950, publicadoen 1958,RaymondWilliamsconstruyouna tradicion paralelade intelectualesliterarios(incluyendo tanto aLeaviscomo aEliot)que .habfan generado.teorlas sobre lrolsalvadorde la cultura en la sociedad industrial0,mas especificamente,en la Inglaterramodema.

    En una introduccionauna nuevaediciondellibro en 1983,Williamsdijoque su argumentacionse habia fundamentado en eldescubrimientode queia idea decultura,yla palabra misma en sususos modemos habituales,habia llegadoalpensamiento inglesdu-rante elperiodoque describimoscorrientementecomo la RevolucionIndustrial.38El vocablosehabiaintroducidoen eldiscursoin -gIesjUntamentecon otroscomo industrla,democniciaciaseyarte,. La telaci6n con estasotrasideasmodel6la noci6n decu