25
EL PODER JUDICIAL EN LA CONSTITUCIÓN 2 Introducción 2 La cultura constitucional 2 El amparo en el Ecuador y otras legislaciones 3 Los derechos consagrados en la Constitución 4 Los sujetos de la acción de amparo 5 Legitimidad activa 5 Legitimidad pasiva: 6 Sujetos privados 6 La improcedencia 6 Los presupuestos de procedencia 7 Decisiones judiciales 7 La violación de derechos constitucionales 11 La amenaza de modo inminente con causar un daño grave 11 La inadmisión 12 Competencia y trámite 13 La resolución 14 CONCLUSION 15

Acción de Amparo en El Ecuador

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Trata acerca de los procesos de garantía en el Ecuador

Citation preview

  • EL PODER JUDICIAL EN LA CONSTITUCIN 2 Introduccin 2

    La cultura constitucional 2 El amparo en el Ecuador y otras legislaciones 3 Los derechos consagrados en la Constitucin 4 Los sujetos de la accin de amparo 5

    Legitimidad activa 5 Legitimidad pasiva: 6 Sujetos privados 6

    La improcedencia 6 Los presupuestos de procedencia 7 Decisiones judiciales 7 La violacin de derechos constitucionales 11 La amenaza de modo inminente con causar un dao grave 11

    La inadmisin 12 Competencia y trmite 13 La resolucin 14 CONCLUSION 15

  • 2

    EL PODER JUDICIAL EN LA CONSTITUCIN

    Nstor Arboleda Tern

    Introduccin

    En el mundial de Mxico de 1986. El pequeo Maradona salt por encima de un alto ingls, y meti gol con la mano. La mano de Dios, se dijo. El rbitro nunca se percat de la maniobra. Maradona se convirti en rey y en dios. Una religin se form a su alrededor. La falla y el fallo del rbitro hicieron un dios de un hombre comn. Recuerden la ancdota y el tremendo smil con el asunto que vamos a tratar.

    1. La cultura constitucional

    El Ecuador no ha tenido una cultura constitucionalista sino ms bien reglamentaria. Quiero decir que, al contrario de lo que ensean las facultades de jurisprudencia sobre la primaca de la Constitucin, abogados y polticos, administradores y funcionarios, no han cultivado ni recurrido a la Constitucin, sino al Cdigo Civil, a la ley en general, al reglamento, a las resoluciones, a las ordenanzas, al instructivo, a la orden circular, y hasta al memorando. Con la restauracin de la democracia en 1979, luego de la larga etapa de dictaduras iniciada en 1970, el Ecuador comienza a entender el constitucionalismo. Sin duda pes la convocatoria a referndum sobre dos textos completos de Constitucin: la de 1945, reformada; y, la que se llam nueva Constitucin. En estos das, se ha vuelto a discutir la conveniencia de una asamblea constituyente. Un buen nmero de los llamados analistas y comentaristas creen que no tiene sentido. Otros en cambio, creen que es la nica manera de cambiar el pas. Claro que ms all de la conveniencia, hay que preguntar, constituyente, para qu? Para reformar unos pocos artculos y dejar sin tocar los problemas de fondo? Para que una vez ms se burle la voluntad del pueblo, como ocurri, por ejemplo, con la consulta de 1996 y con la propia asamblea constitucional de 1997. En cualquier caso, el debate nacional de estos das se refiere a la Constitucin de donde concluimos que es el tema de moda. Tambin est de moda el amparo constitucional hasta llegar a su abuso, en reflejo de un cambio de mentalidad sobre los valores fundamentales del derecho, es decir que bien podemos hablar de la existencia de una cultura constitucionalista. En ese marco general, debemos recordar que la Constitucin es la ley suprema; que esa ley organiza al Estado; que tiene dos parte: una dogmtica o de los principios y derechos y otra de las estructura del Estado; y, en gran resumen, que

  • 3

    en la primera parte, en el pasado, solo se sealaban los derechos, pero que, ahora se contemplan las garantas de esos derechos. El captulo 6 del ttulo III, indica que esas garantas con el habeas corpus, el habeas data y el amparo.

    2. El amparo en el Ecuador y otras legislaciones

    El amparo es una accin, dice la actual Constitucin. La de 1996 deca que es un recurso. La diferencia, doctrinariamente, es que la accin es la facultad reconocida por la ley, para acceder a los rganos jurisdiccionales a fin de procurar la declaracin, reconocimiento o restitucin de un derecho. El gran jurista romano Celso deca que la accin es el derecho de perseguir en justicia lo que se nos debe1. La accin se suele confundir con demanda, pero, la demanda solo es el libelo que contiene la accin. La palabra recurso, en cambio, tiene un alcance ms limitado: evoca el concepto de impugnacin, apelacin, aclaracin o ampliacin o nulidad, respecto de las providencias y sentencias. Sobre la base de lo dicho, podremos definir a la accin de amparo o tutela como el poder que establece la constitucin para defender, restablecer, reconocer, los derechos que consagran ella misma o los tratados internacionales. Es un medio de trmite sumario, preferente, antiprocesalista, para buscar la remediacin inmediata de las consecuencias de un acto u omisin proveniente de una autoridad pblica.que amenace de modo inminente con causar un dao grave.

    La accin de amparo constitucional que rige en el Ecuador est dentro de la corriente de control constitucional restringido. Se puede oponer en contra de actos u omisiones que violen derechos fundamentales. El tratadista argentino Germn Vidart Campos2, ensea que el ordenamiento jurdico de otros pases, como el de Mxico, habilita esta accin para oponerse a leyes, sentencias y a todo acto contrario a la constitucin, alcanzando un efecto parecido al de nuestra accin de inconstitucionalidad. Sin embargo, en el Ecuador existen juristas que por ignorancia o por mala fe, han pretendido utilizar el amparo para obtener la declaratoria de inconstitucionalidad de leyes, ordenanzas, regulaciones, procedimientos y hasta para revocar la corriente de la historia. Un reciente ejemplo es el protagonizado por un constructor que propuso un amparo ante un juez de Montecristi, para conseguir que se suspenda el efecto de una norma de la Ley Orgnica de la Procuradura General del Estado. Increblemente, el juez acept el amparo, en contra de la norma expresa contenida en la resolucin de la Corte Suprema de Justicia sobre la interpretacin del amparo constitucional por referirse a un acto normativo.

    1 Citado en Derecho Romano, Marta Morineau Idearte y Romn Iglesias Gonzlez. Edi. Harla,

    Mxico 1993. 2 Bidart Campos, Germn J. Rgimen legal y jurisprudencial del amparo. Ediar, Buenos Aires,

    1968.

  • 4

    El ao pasado, el ilustre jurisconsulto Alejandro Ponce Martnez, del grupo Ciudadanos por la Democracia (forajidos), por va de amparo, pretendi la declaratoria de inconstitucionalidad de las reformas a la Ley Orgnica de la Funcin Judicial que abrieron el camino para la seleccin de magistrados de la Corte Suprema, luego del vaco derivado del despido a la Pichi Corte. La jueza Octava de lo civil de Pichincha, que conoci el caso, dio la razn a Alejandro Ponce Martnez, en trminos generales. Dijo que, en efecto, la Constitucin solo reconoca el camino de la cooptacin para reemplazar a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia. Sin embargo, rechaz la demanda por pretender la declaratoria de inconstitucionalidad de esas reformas. Otro ejemplo que vale la pena citar es la accin de amparo promovida por el ex Presidente Lucio Gutirrez en contra de la decisin del Congreso Nacional que declar su abandono del cargo, el pasado 20 de abril de 2005. En la audiencia pblica, le dije al Juez Noveno de lo Civil de Pichincha que la accin de amparo no procede en contra de actos legislativos y polticos y peor para revocar el levantamiento popular o dejar sin efectos sucesos histricos. El juez rechaz la demanda tras reconocer la competencia del Congreso para dictar la medida y, por tanto, la inexistencia de un acto ilegtimo. Posteriormente, el mismo Dr. Alejandro Ponce Martnez promovi 280 amparos constitucionales en contra del comit de calificacin de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia. Por excepcin, un juez de Quito, acept uno de esos amparos Hoy el Tribunal constitucional contina atendiendo las apelaciones de Ponce Martnez, pero hasta ahora las ha negado todas.

    3. Los derechos consagrados en la Constitucin

    Circunscrito el alcance de la accin de amparo, corresponde sealar los derechos constitucionales y de los tratados internacionales que garantiza. Esos derechos estn descritos en el artculo 23 de la Constitucin. Son, en esencia, los mismos contemplados en la Declaracin Universal de los Derechos del Hombre, en la Convencin Americana de los Derechos del Hombre y en otros instrumentos internacionales. Se debe aclarar que, de acuerdo con el art. 163 de la Constitucin, los tratados internacionales, aprobados por el Congreso Nacional y promulgados en el Registro Oficial, forman parte del ordenamiento jurdico nacional y se encuentran en el mismo nivel jerrquico que aquella. En concordancia con el art. 272 de la Constitucin, estos tratados internacionales prevalecen sobre las leyes orgnicas y otras menores. Si bien la enumeracin del art. 23 no es taxativa y que el art. 19 advierte que los derechos sealados en esta Constitucin no excluyen a otros que se deriven de la naturaleza de la personas, es necesario hacer notar que, en muchas acciones de amparo, los recurrentes se quejan de que las autoridades pblica han violado, no derechos, sino principios generales. Por ejemplo, el art. 1 de la Constitucin que define al Ecuador como un estado de derecho o el artculo 18 que prescribe que en materia de derechos y garantas constitucionales, se estar a la interpretacin

  • 5

    que ms favorezca para su efectiva vigencia. Es obvio que las referencias son improcedentes.

    4. Los sujetos de la accin de amparo

    Respecto de la clase de litigio que es la accin de amparo constitucional, algunos tratadistas consideran que se trata de un juicio. La verdad es que, si bien comparte las caractersticas generales de los juicios, no es propiamente uno de ellos. Es, simple y llanamente, una accin constitucional, sumaria y preferente, de tutela extraordinaria de los derechos fundamentales. De cualquier forma, en su desarrollo intervienen varios sujetos.

    4.1 Legitimidad activa

    En legitimidad activa, el artculo 95 de la Constitucin reconoce como sujetos principales a las personas naturales. Comienza el artculo identificndolas: Cualquier persona, por sus propios derechos. Fjese que no dice todas las personas, sino que utiliza una forma restrictiva, delimitante. Esta limitacin fue sealada por el Tribunal Constitucional en Resolucin 370-99-RA-II. S. Nmero 370, de 20 de septiembre de 1999. En el Ecuador la accin de amparo constitucional ha sido concebida para proteger los derechos de la persona humana, es decir de la persona natural; nuestro constituyente no incluy de modo expreso en el amparo a las personas jurdicas, como lo hacen otras legislaciones; cuando se establece en el art. 95 de la Constitucin que el "representante legitimado de una colectividad" puede proponer amparo, la expresin "colectividad" no debe ser tomada como sinnimo de persona jurdica, sino que hace referencia a una agrupacin unida por lazos especficos como los pueblos indgenas y negros, para quienes la Constitucin utiliza la antedicha expresin al consignar sus "derechos colectivos" en el Captulo V, del Titulo III (Arts. 83 a 85), de la Ley Suprema.

    Luego de resolver varios casos con este criterio, extraamente, el Tribunal revis paso a admitir como sujeto activo a las personas jurdicas que, como se sabe, actan siempre a travs de sus representantes legales, es decir no por sus propios derechos. Sin embargo, el propio Tribunal ha admitido que estas personas jurdicas pueden ser sujetos de la accin siempre y cuando enfrenten una violacin de sus derechos como tales y, por supuesto, no los derechos humanos y peor algunos tan especficos como la libertad sexual.

    Con la cita de la resolucin del TC se explica otro de los sujetos activos: las colectividades. Finalmente, el art. 96 de la Constitucin asigna al Defensor del Pueblo, la facultad de promover acciones de amparo y habeas data de las personas que lo requieran, con lo que le convierte en sujeto activo de esta clase de procedimientos.

  • 6

    4.2 Legitimidad pasiva:

    4.2.1. La autoridad pblica En el rea pasiva est la autoridad pblica que produce el acto o incurre en la omisin ilegtima. Cul autoridad pblica? Cualquier autoridad pblica, sin que importe su rango. Es obvio, sin embargo, que solamente los funcionarios de cierto nivel ejecutivo, como jefes, directores, ministros, toman decisiones o las dejan de tomar. Contra ellos, pues, debe dirigirse la accin. Por su peculiar caracterstica, si el acto impugnado proviene de un jefe de nivel intermedio, la accin se presentar en su contra y no en contra del representante legal de la institucin.

    4.3 Sujetos privados

    El amparo tambin se puede oponer en contra de las personas de derecho privado, con la condicin de que presten servicios pblicos o acten por delegacin o concesin de una autoridad pblica. En el primer caso las empresas privadas que contratan con el Estado para ofrecer servicios pblicos. Las figuras de la delegacin y concesin estn contempladas en la Ley de Modernizacin. La primera se refiere ms bien a la transferencia de las atribuciones propias de las diversas entidades y autoridades de la Administracin Pblica Central e Institucional a autoridades u rganos de inferior jerarqua. Segn el estatuto del Rgimen Jurdico Administrativo de la Funcin Ejecutiva, Los delegados de las autoridades y funcionarios de la administracin pblica central e institucional en los diferentes rganos y dependencias administrativas, no requieren tener calidad de funcionarios pblicos. El caso de las concesionarias es ms fcil de entender gracias a la moda de las empresas constructoras que mantienen carreteras. De hecho se han intentado, que yo conozca, al menos dos acciones en contra del peaje cobrado por Panavial en las panamericanas norte y sur.

    5. La improcedencia

    Como la accin de amparo no es un juicio y no le son aplicables las normas procesales que se opongan a su gil despacho, para contradecirla no cabe alegar o deducir excepciones. Por supuesto que todos los das, abogados de instituciones pblicas, intervienen en las audiencias y rezan la clsica letana de las excepciones dilatorias y perentorias.

  • 7

    Como no es un asunto de excepciones, para evitar que sea aceptada por los jueces, las autoridades pblicas deben demostrar su improcedencia conforme el mismo artculo 95 de la constitucin.

    5.1. Los presupuestos de procedencia

    Segn el citado artculo y los reiterados fallos del Tribunal Constitucional, cuatro son los presupuestos de procedencia del amparo:

    a) que exista un acto de autoridad pblica; b) que el acto sea ilegtimo c) que viole o pueda violar derechos constitucionales subjetivos; y, d) que amenace, de modo inminente, con causar un dao grave.

    5.2. Decisiones judiciales

    La primera causal de improcedencia taxativamente sealada por la Constitucin es la referente a las decisiones judiciales adoptadas en un proceso. No obstante de la claridad de la causa, muchas acciones se han propuesto en contra de decretos judiciales. El mejor ejemplo, es el del abogado de Abdal Bucaram. Con evidente mala fe dedujo un amparo en contra de la orden de prisin y el enjuiciamiento penal sustanciado por el Presidente de la Corte Suprema de Justicia por supuesto delito de peculado. Lo hizo ante el juez de lo civil del cantn Limones de Esmeraldas. El juez no solo que acept a trmite la accin sino que resolvi a favor de Bucaram disponiendo la suspensin de la orden de prisin. El presidente de la Corte Suprema, no se si se lleg siquiera a enterar del trmite, pero no apel. Por tanto, la resolucin del juez de Esmeraldas se ejecutori. Uno de los argumentos que tuvo el Dr. Guillermo Pichi Castro, en su fugaz paso por la Corte Suprema de Justicia, fue precisamente ese: que haba resolucin ejecutoriada de un juez en contra de la decisin del Presidente de la Corte. Con ese y otros argumentos legales, algunos de ellos verdaderos, declar la nulidad de los juicios que se seguan en contra de Abdala. As se dispar la grave crisis de la justicia que vivimos hasta ahora.

    .

    5.3. La Resolucin de la Corte Suprema de Justicia 1, publicada en el Registro Oficial No. 378 de 27 de Julio de 2001, reformada por Resolucin de la Corte Suprema de Justicia No. 2, publicada en Registro Oficial 559 de 19 de abril del 2002, que efectu una interpretacin de la accin de amparo constitucional, precis el alcance de la norma constitucional referida a las decisiones judiciales, indicado que abarca inclusive las emitidas por rganos

  • 8

    de la administracin que actualmente ejercen funciones jurisdiccionales y que deban incorporarse a la Funcin Judicial en virtud del precepto constitucional de la unidad jurisdiccional.

    El reglamento de trmite de expedientes en el Tribunal Constitucional tambin recoge taxativamente esta causal.

    5.4. La resolucin de la Corte seal otros cuatro casos de improcedencia y de rechazo ipso facto:

    Art. 2.- Particularmente la accin de amparo no procede y se la rechazar de plano cuando se la interponga respecto de:

    a) Los actos normativos expedidos por una autoridad pblica, tales como leyes orgnicas y ordinarias, decretos -leyes, decretos, ordenanzas, estatutos, reglamentos y resoluciones de obligatoriedad general (erga ommes), ya que para suspender sus efectos por violacin de la Constitucin, en el fondo o en la forma, cabe la accin de inconstitucionalidad que debe proponerse ante el Tribunal Constitucional;

    b) Los actos de gobierno, es decir de aqullos que implican ejercicio directo de una atribucin constitucional, dictados en el ejercicio de una actividad indelegable, y que tengan alcance o efecto general;

    d) La reparacin del derecho lesionado, cuando pueda reclamarse a travs de las garantas constitucionales de hbeas corpus y de hbeas data, o a travs del amparo de libertad previsto en el Cdigo de Procedimiento Penal; y,

    e) Los casos en que, de manera anterior o simultnea, el accionante haya interpuesto, para hacer valer sus derechos, otra accin de amparo, salvo que la

  • 9

    anterior haya sido inadmitida por defecto de forma. En la peticin el accionante, bajo juramento, afirmar no haber propuesto ninguna otra accin sobre la misma materia y con el mismo objeto.

    5.5. El reglamento del trmite de expedientes en el Tribunal Constitucional, adoptado mediante resolucin No. 262, publicada en el R. O. 492, 11 de enero de 2002 seala los casos de improcedencia e inadmisin, algunos de los cuales son similares a los indicados por la Corte Suprema.

    Art. 50.- Improcedencia de la accin.- No procede la accin de amparo, y por tanto ser inadmitida, en los siguientes casos: 1. Cuando se refiere a actos revocados. Los actos deben haber sido dejados sin efecto, por la propia administracin. Esto es obvio porque si un acto ya no existe, mal se puede impugnarlo. 3. Respecto de peticiones que exclusivamente impugnen la legalidad del acto y que no conlleven la violacin de derechos subjetivos constitucionales; 4. Respecto de derechos cuya proteccin se contemple en otras garantas o acciones constitucionales; 5. Respecto de los actos de autoridad pblica normativos de carcter general o "erga ommes"; 6. Respecto de actos de naturaleza contractual o bilateral, es decir los contratos; 7. Respecto de actos del rgimen seccional autnomo en que el Tribunal Constitucional deba conocer y resolver por apelacin, previstos en las leyes relativas al rgimen seccional autnomo; 8. Respecto del trmite de quejas previsto en la Ley de Elecciones; y, 9. Respecto del trmite de quejas legislativas previsto en el Cdigo de tica de la Legislatura.

    Vuelvo a los requisitos principales sobre la procedencia del amparo:

    Al primer presupuesto ya nos hemos referido al hablar de los sujetos activos. Respecto de la autoridad pblica, ya he sealado lo que corresponde al hablar de los sujetos pasivos.

    5.6. El acto ilegtimo debe demostrarse mediante la comparacin del acto con las disposiciones de ley. El acto administrativo es toda declaracin

  • 10

    unilateral de la administracin que, en ejercicio de la potestad de imperio, crea, modifica o extingue derechos. La omisin, por el contrario, es la falta de actuacin oportuna a la que est llamada la administracin. Por contravenir a la lgica ms elemental, no se puede acusar a las autoridades pblicas de actuar por omisin. Sin embargo, en muchas demandas he ledo este contrasentido. La Constitucin habla de un acto. No de una pluralidad de actos. Tampoco se refiere a contratos ni a hechos administrativos. Por tanto no procede la accin en contra de stos o aquellos. Los contratos porque no reflejan la voluntad unilateral o de imperio de la administracin sino la voluntad de las dos partes. Sobre los hechos hay que advertir que asumen esa categora las actuaciones de las autoridades o empleados pblicos que no tienen base en la ley. El columnista Joaqun Hernndez, del diario Hoy, propuso amparo en contra del Ministro de Gobierno por haber sido abaleado y herido, por confusin, en una redada antidelictiva en Guayaquil. La demanda fue propuesta en Quito a los seis meses del hecho. La Juez 23 de Quito rechaz el amparo por falta de competencia, toda vez que el hecho se registr en Guayaquil; por extempornea; por referirse a un hecho; y, por reclamarse la indemnizacin por responsabilidad extracontractual del Estado, a travs de esta va. Hablemos del acto administrativo. Para su validez deben reunir los requisitos de competencia y procedimiento, esto es deben provenir de la autoridad competente y ser expedidos con las solemnidades y formas que la ley determina. La ley y la doctrina establecen a favor de los actos administrativos las presunciones de legitimidad y ejecutoriedad, es decir que estn llamados a cumplirse. Estas presunciones, por ser de carcter legal, admiten prueba en contrario, en cuyo caso podra aceptarse la accin de amparo. Respecto de este asunto, la resolucin La Resolucin interpretativa de la accin de amparo de la Corte Suprema de Justicia, publicada en el Registro Oficial No. 378 de 27 de julio de 2001, reformada por la resolucin de 19 de abril de 2002, advierte que un acto es ilegtimo cuando Art. 4.- Un acto de autoridad es ilegtimo cuando ha sido dictado por una autoridad que no tiene competencia para ello, o sin observar los procedimientos previstos por el ordenamiento jurdico, o cuando su contenido es contrario a dicho ordenamiento, o ha sido dictado arbitrariamente, esto es, sin fundamento o suficiente motivacin. Un acto de un concesionario o delegatorio de una autoridad pblica es ilegtimo cuando excede de las atribuciones concedidas o delegadas y cuando no se ha expedido con las solemnidades sustanciales exigidas por la ley.

  • 11

    5.7. La violacin de derechos constitucionales

    Lo mismo que el acto ilegtimo, la afectacin a derechos constitucionales implica un ejercicio de verificacin de la conducta de la autoridad pblica frente a las normas. Reiteradas resoluciones de jueces y del Tribunal Constitucional han enseado que no basta la enunciacin o cita de los derechos presuntamente violados sino que en la demanda deben explicarse de qu manera esos derechos han sido violados en el caso concreto. Esto tiene su razn de ser. Hemos constatado en numerosas demandas que se acusa que se han afectado todos los derechos humanos o que se citan textualmente no solo los 27 numerales del artculo 23 sino, varios del art. 24 y varios del art. 35, sin explicar cmo ha ocurrido esa afectacin. Ya indicaba, adems, que no los recurrentes caen en vaguedad de quejarse de una supuesta afectacin de principios, postulados y declaraciones generales.

    5.8. La amenaza de modo inminente con causar un dao grave

    Elemento principal de la procedencia de la accin de amparo es que el acto u omisin amenace, de modo inminente, con causar un dao grave. Ya expliqu que la Constitucin codificada de 1996 deca una cosa parecida que el acto pueda causar un dao inminente a ms de grave e irreparable. Ntese el cambio con la actual norma. Insisto: que el acto u Omisin AMENACE DE MODO INMINENTE CON CAUSAR UN DAO GRAVE. Alrededor del asunto se ha trazado una verdadera polmica. Algunos abogados, jueces y tribunales sostienen que como los derechos constitucionales son imprescriptibles, la accin de amparo puede interponerse en cualquier momento aunque cuando transcurrieran varios aos entre el acto u omisin y la presentacin de la demanda. Tambin han cado, abogados, jueces y tribunales y hasta tratadistas legales, en una confusin semntica. Han dicho que inminente es equivalente a eminente, grave, daoso. Se debe aclarar que lo inminente es lo que est por venir, lo actual, lo presente. En cambio lo eminente es algo grande, importante, cuantioso. Quienes sostienen que los derechos no prescriben, no toman en cuenta que la Constitucin ha establecido esta garanta para prevenir o remediar inmediatamente las consecuencias del acto u omisin. Si as manda la Constitucin, resulta improcedente el argumento de que pueda interponerse luego de transcurridos varios meses o inclusive aos. Si ustedes leen el art. 95, encontrarn que se emplean seis palabras o frases para caracterizar la idea de inmediatez. 1. Trmite en forma sumaria; 2, preferente; 3. medidas urgentes; 4. remediar inmediatamente; 5. de modo inminente; y, 6, no sern aplicables las normas que tiendan a retardar su gil despacho. Si a esto se suma el la descripcin del trmite sumario que efecta el propio artculo, se llega a obvia conclusin de que la accin procura una reparacin inmediata y, por tanto, debe proponerse en forma

  • 12

    inmediata ante la amenaza del dao. El Tribunal Constitucional ha tenido un lamentable comportamiento frente a esta condicin. La mayor parte de veces ha rechazado las demandas presentadas con retraso de meses. Sin embargo, en casos que se sospecha tuvieron influencia poltica, acept acciones contra actos registrados, no aos, sino lustros y hasta dcadas atrs. Claro, con un Tribunal poltico, la regla no era la seguridad sino la conveniencia de los vocales o de sus patrocinadores. Respecto del tiempo que se considera prudente para accionar, la citada resolucin de la Corte Suprema indica: Art. 3.- Como accin cautelar el amparo pretende evitar que se cause un dao grave e inminente, o que cese el qu est producindose, o que se mande hacer lo que ha dejado de hacerse. Por tanto, la accin de amparo debe deducirse antes de que se ejecute el acto ya expedido, o inmediatamente despus de realizado. Cuando con la accin de amparo se pretenda la realizacin del acto que la autoridad o la persona ha omitido, se presentar la accin en cuanto se tenga la certeza de la inminencia del dao.

    Sin embargo, arruin el principio con un inciso puesto en seguida:

    La inmediatez o urgencia y la gravedad del dao debern ser calificadas por el Juez segn las reglas de la sana crtica y tomando en cuenta los fallos reiterados del Tribunal Constitucional.

    6. La inadmisin

    El art. 95 de la Constitucin Poltica prescribe que el amparo sirve como medio cautelar para cesar, evitar la comisin o remediar inmediatamente las consecuencias de un acto u omisin. El juez, por tanto, al examinar el cumplimiento de los requisitos exigidos por el citado artculo, debera ordenar cualquiera de estas correcciones. En caso contrario, simplemente, rechazar o declarar sin lugar el amparo mediante una resolucin, similar pero no igual a una sentencia. Ms all de estas dos opciones claras, el Tribunal Constitucional, siguiendo el ejemplo de tribunales de otros pases, ha creado una nueva figura. La inadmisin del amparo y ha distinguido entre la inadmisin por la forma y la inadmisin por el fondo. Por la forma se producira en dos situaciones segn el Reglamento de Tramite de expedientes en el Tribunal Constitucional:

    Art. 51.- Causales para la inadmisin.- El amparo no ser admitido en los siguientes casos: 1.- Por falta de legitimacin activa del proponente; y, 2.- Por incompetencia del Juez cuya resolucin se ha apelado.

  • 13

    A la luz de la ley se debe entender que se da la falta de legitimacin activa del proponente cuando no es el ofendido ni el perjudicado ni agente oficioso que justifique la imposibilidad en el que se encuentre el afectado ni ratifique. El Tribunal, adems, ha indicado que la falta del juramento exigido por el art. 57 de la Ley de Control Constitucional es otra causa de inadmisin. No obstante, por una larga temporada, el Tribunal rechaz el amparo que no contena el juramento, por considerarlo una solemnidad sustancial.

    Advierte el reglamento que estas causas de inadmisin una vez subsanadas, no impiden que se presente nuevamente la accin.

    7. Competencia y trmite

    La naturaleza extraordinaria del amparo determina que no se apliquen las normas procesales tradicionales, ordinarias o comunes. La Constitucin establece otras reglas. As:

    1. No existe inhibicin del juez que deba conocer la accin; 2. Todos los das son hbiles; 3. El juez debe convocar a la audiencia de inmediato; 4. La audiencia debe cumplirse dentro de las 24 horas siguientes; 5. En la providencia de convocatoria, el juez puede suspender el acto

    impugnado; 6. El juez debe dictar la resolucin en el trmino de 48 horas siguientes; 7. La resolucin debe cumplirse de inmediato, sin perjuicio de su apelacin. 8. El juez puede adoptar las medidas que considere pertinentes e incluso

    acudir a la fuerza pblica para asegurar el cumplimiento de la resolucin del amparo.

    No obstante que el juez no puede inhibirse, del contexto del art. 95 y por norma expresa de la Ley de Control Constitucional, se tiene que el juez puede declararse incompetente. El artculo 47 de la indicada ley precisa la regla de la competencia. Se deriva del lugar en donde se produce o tiene efecto el acto violatorio. En esas claras circunstancias no procedera, por ejemplo, y esta es situacin real, que un juez de Cayambe conozca de un acto de la junta bancaria que se ha producido en Quito y que se deriva de un contrato suscrito por la municipalidad de Machala con una compaa de seguros. Extraamente, el juez de Cayambe se declar competente y resolvi conceder el amparo. El Procurador General del Estado lo denunci ante la comisin de quejas del Consejo Nacional de la Judicatura. Otro ejemplo, la propia Junta Bancaria, que tiene sede en Quito, orden un da viernes de septiembre, la remocin del gerente general del Banco de Fomento, que tambin tena su oficina en Quito. Ni corto ni perezoso, el gerente present, al da siguiente, el sbado, un amparo, asmbrese ustedes, ante el juez de lo penal de Pedernales, aduciendo que l tena domicilio en ese cantn. Aqu, adems, se debe sealar que tanto la Ley de Control Constitucional cuanto la resolucin de la

  • 14

    Corte Suprema de Justicia establecen que, si bien la accin se puede presentar ante un juez de lo penal, el recurrente deber explicar las circunstancias excepcionales que le llevan a hacerlo y el juez deber calificarlas. En el amparo del que hablo, ni el recurrente invoc esas causas ni el juez se molest en revisar si existan tales circunstancias. Acept a trmite la demanda y orden, en la primera providencia, la suspensin del acto. Quien procedi de esta manera era una jueza suplente nombrada por enfermedad del titular. Todo haca presumir que se trataba de una maniobra; que se vea venir un fallo localista, como en el ftbol. Por suerte, luego de convocada la audiencia, la jueza fue sustituida por otro juez de El Carmen que la efectu. Finalmente, resolvi un juez de Manta. A pesar de lo dicho, este ltimo no se declar incompetente, pero rechaz la accin. Este era el tercer amparo constitucional deducido por el ex gerente del Banco de Fomento, los dos anteriores en contra de su destitucin, haba ganado. En el campo de este procedimiento especial, merece un captulo aparte la audiencia. Buena parte de jueces y tribunales aplican lo que ordena la Constitucin, esto es, la realizan de manera oral y escuchan a los sujetos. Mientras se desarrolla toman notas y sugieren a las partes que remitan resmenes de sus exposiciones. Otros siguen creyendo que se aplica el trmite verbal sumario y obligan a dictar a los amanuenses. Hay recurrentes que vuelven a leer el largo texto de sus libelos y los pobres secretarios y amanuenses sudan en la transcripcin. En relacin con otros detalles, existen jueces que exigen la ratificacin de gestiones, que piden y actan pruebas o reclaman expedientes as como existen recurrentes que, luego de la resolucin, solicitan aclaracin o ampliacin o ambas. Nada de esto es pertinente. En art. 59 de la Ley de control Constitucional advierte que no se admitirn incidentes de ninguna clase durante los trmites ante el Tribunal Constitucional y de los recursos para las garantas constitucionales, los mismos que deben atenerse a los principios de celeridad procesal e inmediatez. Fjense ustedes que si la Constitucin y la ley ordenan, con insistencia, la inmediatez del procedimiento, y si la controversia es de estricto derecho, no proceden incidente, dilacin, demora o pretexto para resolverla. Por ejemplo, no tienen asidero el sorteo, las providencias que piden autos para resolver ni nada que se le parezca.

    8. La resolucin

    Conforme a la Constitucin, la resolucin del amparo tiene que ser motivada, pero jueces y tribunales repiten los largos textos de la demanda, la contestacin y aplican las frmulas tradicionales de las sentencias, esto es, declaran la validez del proceso, como si fuera posible declarar alguna nulidad; expresan sus puntos de vista en los considerandos y finalmente niegan o aceptan el amparo. Siempre dir, por su naturaleza antiprocesalista, el amparo no requiere de una redaccin de sentencia sino una redaccin de resumen con precisin acerca de los requisitos de la accin y las medidas que el juez estima convenientes para la remediacin de los efectos, inclusive con el apoyo de la fuerza pblica.

  • 15

    La resolucin, ya he indicado, es de ejecucin inmediata, sin perjuicio de su apelacin ante el Tribunal Constitucional, que solo se concede en el sentido devolutivo.

    CONCLUSION

    Para concluir volvamos a la ancdota de inicio. Un fallo arbitral convirti a un simple mortal en dios. La PGE est llamada a precautelar la seguridad jurdica y el orden jurdico frente a los particulares que pretenden desnaturalizar la accin de amparo y frente a los jueces que, por exceso de trabajo o incompetencia, dejan pasar el abuso y, a sabiendas del poder que la sociedad ha puesto en sus manos, se desvan.

    HBEAS CORPUS Y HBEAS DATA, VIEJO Y NUEVO DERECHOS

    Nstor Arboleda Tern

    Russell Crowe, el actor australiano, nos ha deleitado en los ltimos aos con magnficas interpretaciones en pelculas como la de Mente Brillante y Gladiador. Este ltimo film se ambienta en el imperio romano. El emperador Marco Aurelio ha extendido su imperio por el norte de frica y por casi toda Europa. Ya viejo y despus de haber derrotado a los germanos, le pide a su general de mayor con fianza, Mximo, que ocupe su trono mientras se instaura la Repblica; pero Cmodo, el hijo del Csar, se opone a la decisin de su padre, lo mata y persigue para matar a Mximo. En la persecucin, el general, que era un hombre libre es sclavizado por un tratante de luchadores y se convierte en su mejor guerrero. Regresa as a Roma, en condicin de esclavo y, en la arena del coliseo, se enfrenta a la autoridad de Cmodo.

    El tratadista argentino Jos Luis Lazarini cree que el antecedente ms remoto del hbeas corpus es el interdicto homine libero exhibendo, una institucin del derecho privado romano. Se trata, dice, de una accin posesoria que se ejerce sobre una cosa o bien, en virtud del dominio que el hombre libre tiene sobre su cuerpo, al que se le poda tomar como cosa. Este interdicto serva al hombre libre para liberarse de un particular que, con dolo, pretenda ser su amo.

    A fin de entender esta institucin, es conveniente recordar que en Roma no todas las personas gozaban de derechos. Solo aquellas que reunan sobre si, tres requisitos o status: el status libertatis, el status familia y el status civitatis. Quera decir que para gozar de una personalidad completa, el hombre deba ser libre y no esclavo, padre de familia y no

  • 16

    dependiente y ciudadano romano y no peregrino o extranjero. Sin embargo, por razones polticas, por delitos u otras circunstancias, un hombre libre romano poda perder su libertad y convertirse en esclavo. El interdicto homine libero exhibendo, era una especie de garanta que el ciudadano libre, que con dolo haba sido esclavizado, poda ejercer a su favor para ser exhibido, ser visto y ser tocado, y recuperar su libertad.

    Otro antecedente histrico relativo al hbeas corpus es la Carta Magna arrancada al rey ingls Juan Sin Tierra, en 1215. La seccin 48 de la Carta expresa que ningn hombre podr ser apresado, puesto en prisin ni desposedo de sus bienes, costumbres y libertades, sino en virtud del juicio de sus pares segn la ley del pas.

    En 1428, en el reino de Aragn, actual Espaa, se instituy el fuero o juicio de manifestacin, que se puede tomar como el antecedente ms inmediato del hbeas corpus, porque tena el sentido y la forma de lo que es en la actualidad.

    En 1679, el reino de Inglaterra expidi la Ley de Hbeas Corpus con un texto que, salvo las cuestiones especficas de la poca, es muy parecido al que nos rige.

    En el Ecuador, el hbeas corpus, se encuentra en la Constitucin de 1929:

    Art. 151.- La Constitucin garantiza a los habitantes del Ecuador, principalmente, los siguientes derechos:

    8. El derecho de Habeas Corpus. Todo individuo que, por considerar que se ha infringido lo dispuesto en los numerales anteriores se creyere indebidamente detenido, procesado o preso, podr ocurrir, por s o por cualquiera a su nombre a la magistratura que seale la Ley, en demanda de que se guarden las formalidades legales. Esta magistratura deber decretar que el individuo sea trado a su presencia, y su decreto ser precisamente obedecido por todos los encargados de las crceles o lugares de detencin. Instruida de los antecedentes, decretar su libertad inmediata o har que se reparen los defectos legales o pondr al individuo a disposicin del juez competente, procediendo en todo breve y sumariamente corrigiendo por s esos defectos o dando cuenta a quien corresponda para que los corrija;

  • 17

    En la Constitucin de 1945, se precis:

    Art. 141.- El Estado garantiza:

    5. El habeas corpus. Quien considere que su detencin, procesamiento o prisin infringe los preceptos constitucionales o legales, puede recurrir, por s mismo o por otra persona, al Presidente del Concejo del cantn en que se encuentre, quien deber ordenar que el recurrente sea trado a su presencia. Esta orden ser obedecida por el encargado de la crcel o lugar de detencin. Una vez informado de los antecedentes, el Presidente del Concejo, procediendo breve y sumariamente, decretar la libertad inmediata o har que se subsanen los defectos legales, o pondr al individuo a las rdenes del juez competente; En la Constitucin de 1946, se apunt: Art. 187.- El Estado garantiza a los habitantes del Ecuador: 4. El derecho de Habeas Corpus. Salvo los casos de delito in fraganti, contravencin de polica o infraccin militar, nadie puede ser detenido, arrestado ni preso, sino mediante orden firmada por Autoridad competente, con expresin del motivo, el cual no podr ser sino uno de los determinados al efecto por la ley. El recurso de "Habeas Corpus" se presentar ante el Presidente del Concejo, o quien hiciera sus veces, del Cantn en que se encuentre el detenido. Recibido el recurso, la expresada autoridad dispondr la inmediata presentacin del detenido y la exhibicin de la orden de privacin de la libertad, dentro del trmino que al efecto sealare. Si no se presentare al detenido, o si no se exhibiera la orden, o si esta no reuniere los requisitos anteriormente prescritos, el Presidente del Consejo dispondr, sin ms trmite, la inmediata libertad del recurrente. El que desobedeciere esta orden ser destituido ipso facto de su cargo o empleo por el mismo Presidente del Concejo, quien comunicar esta destitucin a la Contralora y a la autoridad que deba proveer el reemplazo. El empleado destitudo podr interponer recurso de apelacin del fallo dictado contra el, para el Presidente de la Corte Superior del correspondiente distrito, dentro de veinticuatro horas de notificado con la destitucin; pero, para poder interponer este recurso, deber previamente poner en libertad al detenido.

  • 18

    A este le queda, adems, el ejercicio de todas las acciones a que tuviere derecho;

    En la Constitucin de 1967

    Art. 28.- Derechos garantizados.- Sin perjuicio de otros derechos que se deriven de la naturaleza de la persona, el Estado le garantiza:

    18. La libertad y seguridad personales. En consecuencia:

    Quien considere inconstitucional o legal su prisin o detencin, puede acogerse al Habeas Corpus. Este derecho lo ejercer por s o por otro sin necesidad de mandato escrito ante el Alcalde o Presidente del Concejo bajo cuya jurisdiccin se encuentre, o ante quien haga sus veces. Esta autoridad ordenar que el recurrente sea llevado de inmediato a su presencia y que se exhiba la orden de privacin de libertad, y el encargado de la crcel o lugar de detencin acatar este mandato. Si no se presentare al detenido, o si no se exhibiere la orden, o si esta no reuniere los requisitos anteriormente prescritos, o si se hubiera faltado al procedimiento, o si se hubiera justificado a criterio del Alcalde o Presidente del Concejo el fundamento del recurso interpuesto, este funcionario dispondr la inmediata libertad del reclamante. Quien desobedeciere tal orden ser, sin ms trmite, destituido inmediatamente de su cargo o empleo por el mismo Alcalde o Presidente del Concejo, quien comunicar la destitucin a la Contralora General del Estado y a la autoridad que deba proveer su reemplazo. El empleado destituido podr reclamar por la destitucin ante el Presidente de la Corte Superior de Justicia del correspondiente distrito, dentro de veinticuatro horas de notificada, pero despus de haber puesto en libertad al detenido.

    De no justificarse la peticin, esta ser desechada.

    La actual Constitucin Poltica de la Repblica dedica el ttulo III para hablar de los derechos, garantas y deberes. En ese marco, el captulo 6, describe las garantas de los derechos, que son tres: el hbeas corpus, el hbeas data y el amparo.

  • 19

    El art. 93 se refiere al hbeas corpus:

    Toda persona que crea estar ilegalmente privada de su libertad, podr acogerse al hbeas corpus. Ejercer este derecho

    a) por si o

    b) por interpuesta persona,

    c) sin necesidad de mandato escrito,

    d) ante el alcalde bajo cuya jurisdiccin de encuentre, o

    e) ante quien haga sus veces.

    La autoridad municipal en el plazo de 24 horas contadas a partir de la recepcin de la solicitud, ordenar

    a) que el recurrente sea conducido inmediatamente a su presencia, y b) se exhiba la orden de privacin de libertad. Su mandato ser

    obedecido sin observacin ni excusa, por los encargados del centro de rehabilitacin o del lugar de detencin.

    El alcalde dictar su resolucin dentro de las 24 horas siguientes. Dispondr la inmediata libertad del reclamante si el detenido:

    a) no fuere presentado; b) si no se exhibiere la orden; c) si esta no cumpliere los requisitos legales; d) si se hubiere incurrido en vicios de procedimiento en la detencin

    o; e) si se hubiere justificado el fundamento del recurso.

    Si el alcalde no tramitare el recurso, ser civil y penalmente responsable, de conformidad con la ley.

    El funcionario o empleado que no acate la orden o la resolucin ser inmediatamente destituido de su cargo o empleo sin ms trmite, por el alcalde, quien comunicar tal decisin a la Contralora General del Estado y a la autoridad que deba nombrar su reemplazo.

    El funcionario o empleado destituido, luego de haber puesto en libertad al detenido, podr reclamar por su destitucin ante los rganos

  • 20

    competentes de la funcin judicial, dentro de los ocho das siguientes a aquel en que fue notificado.

    DEL HABEAS DATA

    Significado

    Del latn hbeas, un verbo que significa tengas en posesin, conserva, guarda.

    Del ingls data, sustantivo plural que significa informacin o datos; representacin convencional de hechos, conceptos o instrucciones de forma apropiada para la comunicacin y procesamiento por medios automticos.

    En consecuencia, hbeas data significa que se posean los datos o registros, conserva tus datos.

    EL ACCESO

    Art. 94.- Toda persona tendr derecho a acceder a los

    a) documentos; b) bancos de datos; e c) informes que

    a) sobre si misma o b) sobre sus bienes

    Consten en:

    a) entidades pblicas o b) privadas

    As como:

    a) conocer el uso que se haga de ellos y b) su propsito

    Podr solicitar ante el funcionario respectivo

    a) la actualizacin de los datos o, b) su rectificacin, c) eliminacin o

  • 21

    d) anulacin

    si fueren errneos o afectaren ilegtimamente sus derechos.

    Si la falta de atencin causare prejuicio, el afectado podr demanda indemnizacin.

    La ley establecer un procedimiento especial para acceder a los datos personales que consten en los archivos relacionados con la defensa nacional.

    Novedad

    Una novedad absoluta dentro de las garantas constitucionales es la del hbeas data, introducida en las reformas a la Constitucin de 1996.

    Esta garanta ha cobrado gran importancia en la actualidad por el auge de los bancos informticos de datos, a los cuales se puede acceder fcilmente desde cualquier lugar del planeta.

    Los tratadistas dicen que se trata de una variable del derecho a la intimidad, consagrado en el art. 23, numeral 8 de la Constitucin, que establece: El derecho a la honra, a la buena reputacin y a la intimidad personal y familiar. La ley proteger el nombre, la imagen y la voz de la persona. Este precepto se ampla a la inviolabilidad del domicilio y el secreto de la correspondencia, en cualquier forma de comunicacin y el derecho a guardar reserva sobre las convicciones polticas y religiosas.

    El tratadista argentino Miguel Angel Ekmekdjian considera que el hbeas data es un derecho genrico de proteccin de datos que comprende, a su vez, tres derechos especficos: el derecho a conocer, el derecho a acceder y el derecho a rectificar. Este tro de derechos, dice, es conocido con el nombre de derechos del afectado.

    El derecho a conocer consiste en saber de la existencia de archivos que contienen datos individuales, el propsito o finalidad que se persigue con la creacin de aquellos, la identidad de su responsable y si un archivo va a entrar a formar parte de la circulacin de datos.

    El derecho de acceso permite a los afectados averiguar el contenido de la informacin que a ellos se refiere. La forma ms comn de acceder es obtener una copia. El afectado no tiene la obligacin de explicar las causas por las cuales requiere de esa informacin.

  • 22

    Como consecuencia de los dos derechos anteriores, el titular afectado puede descubrir que los datos son incorrectos, inexactos u obsoletos y, por tanto, pedir su rectificacin, anulacin o eliminacin porque su mantenimiento podra ocasionar perjuicios.

    LOS SUJETOS

    Si se lee con un poco de detenimiento la Constitucin Poltica de la Repblica, se llega a establecer que la institucin del hbeas data se encuentra en el captulo VI del Ttulo tercero que se refiere a las garantas de los derechos de los ciudadanos, es decir de las personas naturales. Es obvio que as sea puesto que la finalidad fundamental del hbeas data es preservar la intimidad de las personas. Por tanto, la accin de hbeas data no poda ser interpuesta por las personas jurdicas. Sin embargo, la ley de Control Constitucional ampli, sin ms, el nmero de los sujetos de esta garanta a todas las personas naturales o jurdicas, nacionales o extranjeras. Tendramos que preguntar si el espritu de los constituyentes fue amplio o restrictivo. Yo creo que fue restrictivo. En otros artculos de la Constitucin, si se hace referencia expresa a las personas jurdicas, pero no en este principio. En un caso que se tramit en Quito, el recurrente fue la empresa Andipapel y el accionado la Superintendencia de Bancos, en relacin con la apertura y manejo de una cuenta de empleados inescrupulosos en el Banco Territorial. El pedido no se orientaba a conocer, corregir, eliminar o anular la informacin que pudiera tener la superintendencia sino a fundamentar una accin judicial en contra del banco. Sin embargo, de los recaudos procesales se desprenda que el Andipapel contaba de antemano con los elementos necesarios para emprender cualquier accin judicial, sea penal o civil. La accin era improcedente tambin porque incurra en el segundo caso de inaplicabilidad contemplado en el artculo 36 de la Ley de Control Constitucional, esto es, ... cuando pueda obstruir la accin de la justicia. De la propia informacin proporcionada por la empresa accionante se estableca que exista de por medio un juicio penal por el delito de abuso de confianza, en cuyo curso se deber establecer la

  • 23

    existencia de material de la infraccin y la responsabilidad de los involucrados. Frente a la afirmacin de la empresa accionante de que se trataba de acceder a documentos sobre si misma, hice notar que el debate de fondo de este caso era, precisamente, quin apareca como titular de la cuenta que se haba abierto en el Banco Territorial. Si hubiese sido ANDIPAPEL, no existira el juicio penal. Como no lo fue, ANDIPAPEL reclam la sancin administrativa y denunci el delito. LA CONFUSION Por desgracia, se confunde la accin de hbeas data con la exhibicin de documentos que puede solicitarse como diligencia preparatoria o dentro de juicio. La diferencia, pareciendo obvia, suele ser pasada por alto por los interesados y por los jueces. A los primeros porque, en realidad, lo nico que les interesa es una copia de documentos que constan en los archivos pblicos, especialmente en relacin con su comportamiento laboral. A los jueces, por pereza, porque les es ms fcil hace lo que la parte les pide. La diferencia radica en la finalidad y el derecho protegido. Sobre la verdadera finalidad del hbeas data, permtanme citar los siguientes conceptos de los autores Alicia Pierini, Valentn Lorences y Mara Ins Tornabene, en el libro Hbeas Data, publicado por la Editorial Universidad, Buenos Aires, 1998, pginas 26 y 27: La finalidad del hbeas data es impedir que en bancos o registros de datos se recopile informacin que est referida a aspectos de su personalidad directamente vinculados con SU INTIMIDAD, que no deben encontrarse a disposicin del pblico o ser utilizados en su perjuicio por rganos pblicos o entes privados. Se trata, particularmente, de informacin referida a la filiacin poltica, las creencias religiosas, la militancia gremial, el desempeo en el mbito laboral o acadmico, etc.

  • 24

    El presente criterio tambin es recogido por la legislacin, jurisprudencia y doctrina internacionales; en todos los casos se tiende a preservar el DERECHO DE INTIMIDAD ... Tanto es as que la Asamblea General de las Naciones Unidas, en el artculo. 45 de la declaracin sobre la regulacin de datos personales automatizados... establece que los datos sensibles son cierto tipo de datos personales cuya utilizacin puede dar lugar a discriminaciones ilegales o arbitrarias, fijando entre los datos que no deben ser recogidos expresamente los referidos a raza, origen, etnia, color, vida sexual, opinin poltica, religin, filosofa y otras creencias, as como el ser miembro de asociaciones o uniones sindicales. EL FUNCIONARIO QUE RECTIFICA A quin se debe pedir la actualizacin, rectificacin, eliminacin o anulacin, de los datos equivocados? Ustedes dirn, sin duda, al juez. Sin embargo, el art. 94 de la Constitucin no lo dice. Prescribe que se podr pedir al funcionario respectivo. El actual ministro de gobierno, Galo Chiriboga, que es un estudioso de los derechos humanos, sostiene que el juez no es el competente para tramitar la accin de hbeas data, porque la Constitucin no lo indica. En parecido sentido se pronunci el ex miembro del Tribunal Constitucional Hernn Rivadeneira en un informe que present a conocimiento de ese organismo. Sin embargo, por costumbre, que ya se ha hecho ley, el hbeas data se interpone ante el juez de lo civil. La polmica se dio porque la Constitucin de 1998 cambi el texto de la de 1997. En el art. 30 de aquella si se deca que se podr solicitar al juez competente la actualizacin o rectificacin. Art. 30.- Toda persona tiene derecho a acceder a los documentos, bancos de datos e informes que sobre s misma o sobre sus bienes consten en entidades pblicas o privadas, as como a conocer el uso que se haga de ellos y su finalidad. Igualmente, podr solicitar ante el funcionario o juez competente la actualizacin, rectificacin, eliminacin o anulacin de aquellos si fueren errneos o afectaren ilegtimamente sus derechos. Se exceptan los documentos reservados por razones de seguridad nacional. As que, si los jueces quisieran librarse de esta carga, perfectamente podran declararse incompetentes.

  • 25

    El ms grave error en la aplicacin del hbeas data ha provocado un verdadero caos jurdico. Apenas se instituy esta garanta, en 1997, el gerente del Banco de Los Andes reclam al Filanbanco, que se le tomara en cuenta como acreedor y, con resolucin de juez y Tribunal Constitucional, se realiz el asiento contable de la supuesta acreencia. Fjense ustedes. Una garanta constitucional sobre la intimidad se transform en una orden de contabilidad. Sobre esa base, el Banco de Los Andes inici un inslito juicio de cuentas, intrincado, lleno de sobresaltos, nulidades y descarte de la Procuradura General del Estado. A la final, un juez de Quito declar el derecho del Banco de Los Andes sobre la supuesta acreencia por ms de 38 millones de dlares. Mientras se tramitaba la apelacin, el liquidador de Filanbanco lleg a un acuerdo con el gerente del Banco de Los Andes y firm un acta transaccional que pona fin al juicio. Luego se descubri que el liquidador haba sido, previamente, abogado del Banco de Los Andes. Hoy est enjuiciado penalmente por prevaricato y la nulidad del acta ha sido demandada. En ese y otros casos, las garantas constitucionales, referentes a la intimidad, fueron transformadas en juicios declarativos de derechos, es decir que se desvirtu su naturaleza con fines inmediatos y patrimoniales.