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MERCEDE SOSA Revista Cultural de publicación mensual. Año 1, Número 8, Agosto 2014 A dag i o

Adagio revistacultural 8

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Revista Cultural. El final de una etapa. Chiapas, México.

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Page 1: Adagio revistacultural 8

MERCEDE SOSA

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Año 1, Número 8, Agosto 2014

Adagio

Page 2: Adagio revistacultural 8

Director/ AUGUSTO GÓMEZ

Diseño y Edición/ ADAGIO

Contacto:

E-mail/ [email protected]

Facebook/Adagio

Tú o todos/ DANIELA RODRÍGUEZ * Pág-4

Verano de encuentro/ HELENA CAÑAS* Pág-8

Mercedes Sosa/ Redacción* Pág-12

Ritmos del mundo presenta: Senderos de cantora/ EDUARDO JIMÉNEZ* Pág-16

Cultura independiente Vs mainstream; del borreguismo cultural hacia la expre-

sión Individual/ WILIAM AJANEL* Pág-20

INDICE

Page 3: Adagio revistacultural 8

E ste es el final de una etapa, ADAGIO/REVISTACULTURAL, estuvo

hecho para todo público, y porque ustedes lectores la hicieron suya

al leer cada articulo que se escribió en esta publicación. Estos 8 nú-

meros significaron el aprendizaje sobre las diversas experiencias humanas a

través de la cultura.

No significa el punto y final de la elaboración de la revista que hasta ahora

conocen, sino el principio de un nuevo ciclo, el cual gracias a ustedes, será

para poder ser un medio de comunicación confiable, audaz y libre, con la

motivación de seguir dando a conocer a aquellas personas que desean decir

las palabras que en otros lugares no les han permitido y esta es la ventana

donde pueden gritar con libertad cada pensamiento que traigan consigo.

ADAGIO/REVISTACULTURAL, no se va, porque llegó para quedarse por

mucho tiempo. Gracias por hacer suya la revista. Regresaremos pronto.

Atentamente:

AUGUSTO GÓMEZ/Director de ADAGIO/REVISTACULTURAL

Adagio/ Revista Cultural/ Comitán de Domínguez

La idea, el principio de todo. #Dos

Page 4: Adagio revistacultural 8

Tú O

Todos

¿Nacemos siendo algo o alguien?

Por: Daniela Rodríguez Campo

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Page 5: Adagio revistacultural 8

Adagio/ Revista Cultural/ Comitán de Domínguez

La idea, el principio de todo. #Cinco

C omencé este artículo con el único objetivo

de pelear, luchar por mi cuerpo,

mi identidad, mi

PERTENENCIA,

y lo pongo en mayúsculas porque en es-te país el concepto social de hombre y mujer han causado la división de poder entre ambos, existiendo una lucha de diferencias alteradas y confusas, usadas a conveniencia ajena, por lo que antes tengo que definir el cuerpo y la identi-dad, adoptadas y transformadas para el beneficio social.

Page 6: Adagio revistacultural 8

La identidad al igual que el cuer-po carece de una pertenencia com-pleta, no crecen solas ni se limitan a sí mismo. No existe una identidad ni un cuerpo individual, es decir, el cuerpo es toda aquella extensión limitada, la identidad son rasgos propios o colectivos que nos hacen distintos a otros el humano tiene la necesidad y el deseo de pertenen-cia, por lo tanto aprende y hace, lo que me lleva a la siguiente pregun-ta ¿Nacemos siendo algo o al-guien?, todo aquello que creemos ser es producto de la sociedad, la moral y la cultura, no podemos ser lo que no se nos enseñó, un ejem-plo, ¿qué piensas cuando te pre-guntan sobre ti?, la mayoría de no-sotros incluyéndome comienza di-ciendo: “agradezco a mi familia lo que soy ahora…”, actuamos si-guiendo el rebaño de ovejas sin cuestionar a dónde va y lo vemos natural porque así debe ser; deber, obligación, pertenencia, palabras poderosas pero ¿en realidad el cuerpo se pertenece a sí mismo o pertenece a toda norma social exis-tente?, considero que el cuerpo ahora no se pertenece, según Si-mone de Beuvoir “una mujer no na-ce mujer, se convierte en mujer”.

A mi parecer no pertenezco a na-die, soy un ente que vive en una utopía, pero mi cultura, mis raíces,

me han hecho pertenecer a la so-ciedad que me ha etiquetado y se-ñalado solo para su comodidad más no para la mía, y yo he permitido tal crimen porque creo que así debe ser. No somos cosas que se nom-bran, aunque nos pongan el pano-rama, nosotros elegimos aunque suene un poco soñador, sólo noso-tros nombramos a nuestro cuerpo y mente, nadie más puede esclavizar-nos con palabras, obligaciones, cos-tumbres o privilegios heredados, con esto me refiero al machismo y a la sumisión no decidida, no somos exclusivos, ni tampoco podemos ser dominados o callados.

Teniendo

todo esto en mente sólo existe una

pregunta que aclarar…

¿Quién eres?

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Page 7: Adagio revistacultural 8

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Verano de Encuentros

Helena Cañas

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Una tarde de verano, de esas en las que lleno de nostalgia reco-rres las calles del pueblo que te vio nacer, me reencontré con ella.

Había pasado el día entre pláticas de adultos, resolviendo mi nuevo papel de sobrina grande, hablando de la educación por competencias, de los conflictos magisteriales y los nuevos retos de las mujeres en el ámbito laboral.

Me dispuse a disfrutar de una tarde de café y novedades litera-rias; pasadas unas horas, el tema en la mesa era la llamada “música clásica”, me uní al sentimiento de todas mis compañe-ras de tertulia cuando concordaron que las primeras impresio-nes podían hacer de cualquiera un melómano consagrado. Esa tarde la conocí por segunda vez, nos presentaron como debió ser la primera ocasión y caí en sus redes irremediablemente.

Turandot fue su cómplice y, a través de un cuento muchas ve-ces relatado, descubrí la belleza de su drama; ese día, la música y yo nos volvimos a ver a los ojos, nos recorrimos lentamente y en silencio me rendí a su maravillosa voz.

Con palabras propias de una maestra de literatura, escuché una vez más la famosa historia de Turandot y el príncipe ignoto; mientras la narradora nos contaba que una de sus favoritas era la famosa ópera de Giacomo Puccini, en mi mente, los persona-jes fueron surgiendo como en un teatro de sombras.

La historia de una cruel princesa temerosa al amor y el príncipe sin nombre que logra vencer su frialdad. Los actos aparecieron poco a poco: la princesa colérica y fría se deshace de un preten-diente a la vista de todo su pueblo; el príncipe, que desde la

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Verano de Encuentros

Helena Cañas

Adagio/ Revista Cultural/ Comitán de Domínguez

La idea, el principio de todo. #Nueve

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Verano de Encuentros

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Page 11: Adagio revistacultural 8

multitud logra verla y se enamora de ella; la razón es vencida por el amor y el príncipe se aventura a la sangrienta faena de conquistar su corazón. Con los ojos más abiertos de lo normal la veía mover las ma-nos, contar como los juglares la historia del príncipe ignoto y la prin-cesa Turandot; alternaba frases en italiano y fragmentos de la ópera con un virtuosismo que asombraba.

De pronto, Nessun dorma.

Nos relató el fragmento en el que la princesa reclama el nombre del príncipe, quien canta su futuro triunfo sobre aquel frío corazón que ha resuelto mantenerse distante al llamado del amor.

No puedo evitarlo, cada que suenan las primeras notas del aria más famosa de la obra, recuerdo la voz de Pavarotti, es él quien en mi men-te logra ese brillo que se manifiesta desde el inicio:

Nessun dorma!

Nessun dorma!

Tu pure, o principessa,

nella tua fredda stanza

guardi le stelle che tremano

d'amore e di speranza!

Después de derramar sangre inocente una vez más, el príncipe le en-trega su nombre y le ofrece su cabeza en un acto de amor absoluto.

El alba ha llegado y trae consigo el descubrimiento de una entrega completa, el odio ha sido vencido; ella sabe su nombre, lo reconoce y mientras afuera el pueblo reclama una respuesta, ella lo sabe… Il suo nome... è Amor!

Esa tarde, después de escuchar tal historia y ver cantar a Pavarotti con toda la fuerza de su inigualable interpretación, lo supe.

Ese día me enamoré de ella, la vi a los ojos y me rendí a su maravillo-sa voz; me entregué sin reproches a su dulce arrullo, pues la música me había conquistado.

Verano de Encuentros

Adagio/ Revista Cultural/ Comitán de Domínguez

La idea, el principio de todo. #Once

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MER CEDES SOSA

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“Soy de la gente y seguiré

siendo de la gente

H AYDÉE MERCEDES SOSA nació en un hogar humilde de San Mi-guel de Tucumán y desde pequeña viene su apego por las expresiones

artísticas populares.

Recién salida de la adolescencia, le gustaba bailar y enseñaba danzas folklóricas. También cantaba. En 1950, quinceañera, empujada por el entusiasmo de un grupo de amigas insepara-bles, se animó a participar en un certamen ra-dial organizado por LV12 de Tucumán.

Oculta tras el seudónimo de Gladys Osorio, su incipiente calidad como cantante la hizo triunfar en un concurso cuyo premio era un contrato por dos meses de actuación en la emi-sora. Fue el principio.

Page 13: Adagio revistacultural 8

A finales de 1967, "La Negra" hizo

conocer "Para cantarle a mi

gente",, un disco que acumuló

un importante caudal de poesía

argentina y latino americana

En abril de ese mismo año, había subyugado al público europeo y de los Estados Unidos con exitosas actuaciones en Miami, Lisboa, Porto, Roma, Varsovia, Leningrado, Kislovo, Sochi, Gagri, Bakú y Tiflis. Durante esa gira conoció a Ariel Ramírez quien le propuso, de inmediato, ser la voz de "Mujeres Argentinas", trabajo que recién se concretaría en 1969, luego de la apari-ción de "Zamba para no morir", una recopila-ción con los temas de mayor trascendencia grabados hasta ese momento, y "Con sabor a Mercedes Sosa", en el que registró por primera vez "Al jardín de la República".

Cuando le propusieron grabar "Mujeres Ar-gentinas", el país estaba viviendo bajo el peso de un régimen militar y Mercedes, como mu-chos argentinos, sufrieron las consecuencias: sus canciones no se podían difundir por Radio Nacional, una emisora gubernamental.

"Mercedes Sosa" y "Traigo un pueblo en mi voz", aparecieron en 1973, año del convulsiona-do regreso a la democracia y prólogo de una época difícil y violenta. Mercedes continuó en la misma línea que su trabajo anterior y grabó algunos temas con los que encaró la realidad americana.

En 1979, se editó "Serenata para la tierra de uno". Aún en medio de la violencia que sacudía al país, Mercedes seguía cantándole a la vi-da. El hostigamiento y el cerco que se fue formando en torno de ella la obligaron a exiliarse. Ese año fue detenida en la ciudad de La Plata junto con todo el público que había ido a verla cantar. Ese mismo año se instaló en París y en 1980 se afincó en Madrid.

En teoría, Mercedes Sosa podía entrar y salir del país, no tenía causa judicial alguna, pero no podía cantar. Fue un castigo doble: para ella y para todos los argentinos. En un país en que la vida humana no tenía valor alguno, y cien-tos de ellas se perdían en la oscuridad de las mazmorras, los usurpadores del poder pensa-ban que la canción con contenido era peligro-sa. Por eso había que acallar a los cantores, co-mo una manera de silenciar a la gente.

E n la década de los 60´s, cuando se

produjo una suerte de estallido en

torno de la música folklórica, me-

ramente consumista, el nombre

de Mercedes Sosa ya estaba comprometido

con el canto popular como integrante del

Movimiento del Nuevo Cancionero, una co-

rriente renovadora del folklore, surgida en la

provincia de Mendoza, que proponía dejar

de lado las modas pasajeras, para poner el

acento en la vida cotidiana del hombre ar-

gentino, con sus alegrías y tristezas.

1977 "La Negra" le rindió un homenaje

a uno de los grandes compositores

y cantores populares argentinos

con"Mercedes Sosa interpreta a

Atahualpa Yupanqui". El clima po-

lítico que vivía el país cada vez se

sentía más opresivo.

Adagio/ Revista Cultural/ Comitán de Domínguez

La idea, el principio de todo. #Trece

Page 14: Adagio revistacultural 8

"La Negra" recién pudo regresar a un esce-nario argentino el 18 de febrero de 1982, un par de meses antes que la dictadura se embarcara en la Guerra de Malvinas. El régimen militar que desde poco más de un lustro atrás sometía al país, había comenzado a agonizar. En el Tea-tro Opera de Buenos Aires realizó más de una docena de conciertos

"La Negra" recién pudo regresar a un esce-nario argentino el 18 de febrero de 1982, un par de meses antes que la dictadura se embarcara en la Guerra de Malvinas. El régimen militar que desde poco más de un lustro atrás sometía al país, había comenzado a agonizar. En el Tea-tro Opera de Buenos Aires realizó más de una docena de conciertos.

Con estas actuaciones tan espera-das, Mercedes no sólo se reencontró con su público de siempre, sino que allí la vieron por primera vez miles de jóvenes que desde enton-ces la convirtieron, también, en "su ídola". De esos trece recitales en el Teatro Opera quedó el L.P. doble "Mercedes Sosa en Argentina".

tiempo después regresó definitivamente a la Argentina. Ese mismo año hizo conocer "Como un pájaro libre", un hermoso disco que incluyó temas de autores tradicionales y otros más jó-venes.

Actuó siempre en los escenarios más gran-des y prestigiosos, co-mo el Lincoln Center, el Carnegie Hall, en

los Estados Unidos, o el Mogador de París.

Como productora, organizó uno de los espectácu-los más importantes ya presentados en la Argenti-na: "Sin Fronteras", que reunió en el estadio Luna Park de Buenos Aires, a siete cantantes latinoamerica-nas: las argentinas Teresa Parodi y Silvina Garré, la colombiana Leonor González Mina, la venezolana Lilia Vera, la brasileña Beth Carvalho y la mexicana Amparo Ochoa, además de la propia Mercedes.

A fines de julio de 1989, "La Negra" recibió de ma-nos de Pierre Décamps, Embajador de Francia en la Argentina la medalla de la Orden del Comendador de las Artes y las Letras, otorgado por el Ministerio de la Cultura de la República Francesa.

Durante 1995 Mercedes Sosa recibió varios pre-mios y distinciones. Entre ellos, el Gran Premio CA-MU-UNESCO 1995, otorgado por el Consejo Argen-tino de la Música y por la Secretaría Regional para América Latina y el Caribe, del Consejo Internacional de la Música de la UNESCO; el Premio de la UNIFEM, organismo de las Naciones Unidas que la distinguió, poco antes de su actuación en el Lincoln Center de New York, por su labor en defensa de los derechos de la mujer; Konex de Platino 1995 a la Mejor Cantante Femenina de Folklore y Konex de Brillante a la Mejor Artista Popular de la Década. También ese año reci-bió el halago de ser incluida por la Secretary-General United Nations Politic World Conference on Women, en la colección discográfica denominada "Global Di-vas".

Este trabajo, que incluye "Gracias a la vi-da" cantado por Mercedes Sosa, de distribución inter-nacional, reunió a algunas de las voces más importan-tes del mundo de todos los tiempos, entre las que es-tán Edith Piaff, Marlene Dietrich, Amalia Rodrigues, Lucha Reyes, Miriam Makeba, Celina González, Ma-rian Anderson, Aretha Franklin, Elis Regina, Maria Bethânia y Gal Costa.

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Page 15: Adagio revistacultural 8

Mer-cedes

finaliza un pro-

yecto larga-mente anhelado: la inter-pretación y grabación de la "Misa Criolla", la obra cumbre del folklore argentino. Mercedes logra una versión de una profundidad, exqui-sitez y belleza sin igual. El mundo musical re-cibe esta creación con excelentes críticas y co-mentarios. La trascendencia de las misma lo-gra llegar al plano internacional con tal fuerza y adhesión que comienza a cosechar premios y reconocimientos importantísimos como la entrega del premio Grammy Latino a la mejor Interpretación de una obra musical. Todo un logro, sobre todo teniendo en cuenta que a las instancias finales del mismo, importantísimos artistas de talla internacional.

2005 se realizó el lanzamiento de su más reciente producción discográfica CORAZON LIBRE, publicada por el sello internacional Deutsche Grammophon, simultáneamente en todo el mundo. Con este álbum folklórico y acústico, Mercedes llevó esta obra a toda Eu-ropa, las Américas, Israel, Japón, Corea, Singa-pur, Australia, Nueva Zelanda y –por primera vez en su carrera- a China.

Este nuevo trabajo discográfico recibió los más enfáticos elogios de la crítica especializa-da, la Revista Rolling Stone lo eligió como el Mejor disco folklórico del año publicado en Argentina, el 19 de diciembre recibió el Premio Clarín como La Figura Folklórica del Año. CORAZÓN LIBRE recibió el Premio Car-los Gardel2006 en la Categoría Mejor Album Artista Femenina de Folklore y está postulado para los Grammys Latinos en las categorías Mejor Album Folk y Mejor Disco del Año.

Es porque soy tan

testaruda que

todavía insisto en cambiar el

mundo

Adagio/ Revista Cultural/ Comitán de Domínguez

La idea, el principio de todo. #Quince

Page 16: Adagio revistacultural 8

E n este viaje seguiremos huellas, las huellas que ha dejado una voz latinoamericana en el corazón de la humanidad.

Nos traslademos a 1935. Sobre los cauces del río extenso del Paraná y la Cordillera de los Andes. Una voz femenina nos canta, es majestuosa, parece la voz de la tierra,

Yo soy la noche, la mañana,

Yo soy el fuego, fuego en la oscuridad,

Soy Pachamama, soy tu verdad,

Yo soy el canto, viento de la libertad1

Ahora nos transportamos al río Salí (o Dulce), a un costado se encuentra el Cerro del Bolsón, que en invierno se cubre de blanco. Las montañas de Acon-quija, también llamadas Las Estancias, nos guían a San Miguel de Tucumán en la República Argentina.

Es un caluroso verano. 9 de julio, día de la inde-pendencia argentina. Estamos fuera del número 344 del Pasaje San Roque, un hogar humilde, el canto majestuoso que escuchamos en la tierra ahora se transforma en el frágil llanto de un recién nacido, llanto que proviene de este hogar.

Ahí viven un hombre, zafrero, y una mujer, lavan-dera; ambos tienen ascendencia Calchaquí. El llanto proviene del segundo fruto de su amor (el primero de sus hijos no pudo sobrevivir los 8 meses de vida).

Somos testigos del amor de hogar, de la llegada de un nuevo integrante en la familia, del nacimiento de La Voz, la voz que más tarde nos quebrará el cora-zón, la voz que unirá pueblos.

En San Miguel de Tucumán nace La Voz de Amé-rica, Haydée Mercedes Sosa, llamada Marta por la mayoría de su familia,

Mi mamá dice que mi papá se olvidó mi nombre adrede cuando me fue a inscribir al Registro Civil. Y me puso Haydeé Mercedes en vez de Marta Merce-des. Mi mamá quería que de primer nombre yo me

llamara Marta. Así sin hache: Marta. Claro, como es lógico, en mi casa mandaba mi papá, pero claro, co-mo es lógico, siempre se terminaba haciendo lo que

quería mi mamá. Y entonces todos desde que me recuerdo me vienen llamando Marta. Soy la Marta, y me gusta mucho más ser la Marta que Mercedes

Sosa2

Este viaje nos lleva a 1983. Es una imagen de en-sueño, Mercedes Sosa, aparece iluminada frente a un espacio negro, porta una especie de poncho amarillo. Escuchamos su voz, nos canta de frente. Pareciera que estamos presentes en la filmación del documental Como un pájaro libre, dirigido por Ri-cardo Wullicher, pues su voz invade nuestro en-torno, nuestro corazón.

Si no creyera en quien me escucha,

Si no creyera en lo que duele,

Si no creyera en lo que quede,

Si no creyera en lo que lucha.

¿Qué cosa fuera?,

¿Qué cosa fuera la maza sin cantera?3

Ella nos guía, nos encamina, nos muestra en una especie de galería de emociones, las imágenes más representativas de su vida. Su hogar en Tucumán. El parque 9 de julio, donde jugaba con sus hermanos para olvidarse del hambre. Mendoza, donde se casó con el músico Óscar Matus, nació su hijo Fabián y se formó como artista. Uruguay y la generosidad de su pueblo.

Sosa nos traslada a los recovecos de su mente, a sus recuerdos más profundos y apreciados. Nos comparte aquella tarde en la que discutía y escribía con su esposo y con el poeta Armando Tejada Gó-mez, algunas ideas sobre cómo integrar la música popular de varias regiones de su país, cómo vencer la oposición tango-folclore acaecida varias décadas antes por la inmigración de europeos a su tierra, sobre la producción musical con fines estrictamente

comerciales y sobre el diálogo entre artistas latinoa-mericanos.

En la década de los años 60 comenzaba, este trío de artistas, a cimentar la columna de lo que más tarde se llamaría el Movimiento del Nuevo Cancione-ro, y que se potenciaría por el boom del folclore ar-gentino. En aquella tarde de discusiones comenzaba a gestarse la artista verdadera.

En su galería de emociones, ella nos muestra su adolescencia acompañada con los coros de los chile-nos Víctor Jara y Violeta Parra, a los que, muchos años después, haría homenaje.

En uno de sus recitales canta a Víctor Jara.

No puede borrarse el canto con sangre del buen cantor, tendrán que matar el viento

que dice lucha y amor4

Sus palabras nos hacen pensar que el viento ten-dría que dejar de existir para no escuchar más la voz de La Negra Sosa. Su voz viaja con el viento, se esta-blece en las raíces de la tierra, nada por debajo del mar, cruza fronteras, toca y convierte corazones.

Mercedes, la artista en crecimiento, nos guía a su concierto grabado en Brasil en 1980. Antes de co-menzar a cantar una de las melodías que la proyec-taron a nivel internacional, Gracias a la vida, com-puesta por Violeta Parra, La Negra nos declama un fragmento del poema Defensa de Violeta Parra5, es-crito por Nicanor Parra,

Pero los secretarios no te quieren

Y te cierran la puerta de tu casa

Y te declaran la guerra a muerte

Viola doliente.

Porque tú no te compras ni te vendes

Porque tú no te vistes de payaso

Porque hablas la lengua de la tierra

Ritmos del mundo presenta: Senderos de cantora

Por: Eduardo Jiménez

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Page 17: Adagio revistacultural 8

E n este viaje seguiremos huellas, las huellas que ha dejado una voz latinoamericana en el corazón de la humanidad.

Nos traslademos a 1935. Sobre los cauces del río extenso del Paraná y la Cordillera de los Andes. Una voz femenina nos canta, es majestuosa, parece la voz de la tierra,

Yo soy la noche, la mañana,

Yo soy el fuego, fuego en la oscuridad,

Soy Pachamama, soy tu verdad,

Yo soy el canto, viento de la libertad1

Ahora nos transportamos al río Salí (o Dulce), a un costado se encuentra el Cerro del Bolsón, que en invierno se cubre de blanco. Las montañas de Acon-quija, también llamadas Las Estancias, nos guían a San Miguel de Tucumán en la República Argentina.

Es un caluroso verano. 9 de julio, día de la inde-pendencia argentina. Estamos fuera del número 344 del Pasaje San Roque, un hogar humilde, el canto majestuoso que escuchamos en la tierra ahora se transforma en el frágil llanto de un recién nacido, llanto que proviene de este hogar.

Ahí viven un hombre, zafrero, y una mujer, lavan-dera; ambos tienen ascendencia Calchaquí. El llanto proviene del segundo fruto de su amor (el primero de sus hijos no pudo sobrevivir los 8 meses de vida).

Somos testigos del amor de hogar, de la llegada de un nuevo integrante en la familia, del nacimiento de La Voz, la voz que más tarde nos quebrará el cora-zón, la voz que unirá pueblos.

En San Miguel de Tucumán nace La Voz de Amé-rica, Haydée Mercedes Sosa, llamada Marta por la mayoría de su familia,

Mi mamá dice que mi papá se olvidó mi nombre adrede cuando me fue a inscribir al Registro Civil. Y me puso Haydeé Mercedes en vez de Marta Merce-des. Mi mamá quería que de primer nombre yo me

llamara Marta. Así sin hache: Marta. Claro, como es lógico, en mi casa mandaba mi papá, pero claro, co-mo es lógico, siempre se terminaba haciendo lo que

quería mi mamá. Y entonces todos desde que me recuerdo me vienen llamando Marta. Soy la Marta, y me gusta mucho más ser la Marta que Mercedes

Sosa2

Este viaje nos lleva a 1983. Es una imagen de en-sueño, Mercedes Sosa, aparece iluminada frente a un espacio negro, porta una especie de poncho amarillo. Escuchamos su voz, nos canta de frente. Pareciera que estamos presentes en la filmación del documental Como un pájaro libre, dirigido por Ri-cardo Wullicher, pues su voz invade nuestro en-torno, nuestro corazón.

Si no creyera en quien me escucha,

Si no creyera en lo que duele,

Si no creyera en lo que quede,

Si no creyera en lo que lucha.

¿Qué cosa fuera?,

¿Qué cosa fuera la maza sin cantera?3

Ella nos guía, nos encamina, nos muestra en una especie de galería de emociones, las imágenes más representativas de su vida. Su hogar en Tucumán. El parque 9 de julio, donde jugaba con sus hermanos para olvidarse del hambre. Mendoza, donde se casó con el músico Óscar Matus, nació su hijo Fabián y se formó como artista. Uruguay y la generosidad de su pueblo.

Sosa nos traslada a los recovecos de su mente, a sus recuerdos más profundos y apreciados. Nos comparte aquella tarde en la que discutía y escribía con su esposo y con el poeta Armando Tejada Gó-mez, algunas ideas sobre cómo integrar la música popular de varias regiones de su país, cómo vencer la oposición tango-folclore acaecida varias décadas antes por la inmigración de europeos a su tierra, sobre la producción musical con fines estrictamente

comerciales y sobre el diálogo entre artistas latinoa-mericanos.

En la década de los años 60 comenzaba, este trío de artistas, a cimentar la columna de lo que más tarde se llamaría el Movimiento del Nuevo Cancione-ro, y que se potenciaría por el boom del folclore ar-gentino. En aquella tarde de discusiones comenzaba a gestarse la artista verdadera.

En su galería de emociones, ella nos muestra su adolescencia acompañada con los coros de los chile-nos Víctor Jara y Violeta Parra, a los que, muchos años después, haría homenaje.

En uno de sus recitales canta a Víctor Jara.

No puede borrarse el canto con sangre del buen cantor, tendrán que matar el viento

que dice lucha y amor4

Sus palabras nos hacen pensar que el viento ten-dría que dejar de existir para no escuchar más la voz de La Negra Sosa. Su voz viaja con el viento, se esta-blece en las raíces de la tierra, nada por debajo del mar, cruza fronteras, toca y convierte corazones.

Mercedes, la artista en crecimiento, nos guía a su concierto grabado en Brasil en 1980. Antes de co-menzar a cantar una de las melodías que la proyec-taron a nivel internacional, Gracias a la vida, com-puesta por Violeta Parra, La Negra nos declama un fragmento del poema Defensa de Violeta Parra5, es-crito por Nicanor Parra,

Pero los secretarios no te quieren

Y te cierran la puerta de tu casa

Y te declaran la guerra a muerte

Viola doliente.

Porque tú no te compras ni te vendes

Porque tú no te vistes de payaso

Porque hablas la lengua de la tierra

Adagio/ Revista Cultural/ Comitán de Domínguez

La idea, el principio de todo #Diecisiete

Ritmos del mundo presenta: Senderos de cantora

Eduardo Jiménez. Coproductor del programa semanal Ritmos del mundo, que se transmite los días miércoles y sábados a las 18 hrs, a través de Radio Universidad, Uni-cach FM, 102.5, en Tuxtla Gutié-rrez, Chiapas. También puedes escucharlo en Internet buscando UNICACHFM.

“Una voz femenina nos canta, es majestuosa,

parece la voz de la tierra”

Page 18: Adagio revistacultural 8

Mercedes Sosa nos abre su corazón y descubrimos en él latidos que claman por libertad y justicia. Ro-dolfo Braceli, poeta, novelista y ensayista argentino que publicaría en 2003 la biografía de Mercedes Sosa con el apoyo de ella y su familia, nos dice, “la parado-ja de esta vida [la de Mercedes] es que, a más desga-rramiento y dolor en lo personal y afectivo, más éxi-to, más ovaciones en lo artístico, más fama”6.

Ella nos comparte sus dolores; el abandono de su primer esposo; la muerte del segundo, el que la resca-tó; la muerte de doña Emma, que tanto le enseñó, su madre; las amenazas de muerte hacia su persona; el exilio; la soledad; la enfermedad.

Entre la inmensidad de los recuerdos, nos encontra-mos con una imagen, el hogar de José y Jacqueline Pons en París, quienes fueron anfitriones de artistas argentinos en Francia. Entre las doce personas que aparecen en esta fotografía casual, encontramos cua-tro grandes personajes: Astor Piazzolla, Atahualpa Yupanqui, Mercedes Sosa y Jairo.

Al ver la foto, Mercedes nos presenta tres de sus más preciados recuerdos.

Cuando observa a Piazzolla, recuerda la casa de los Pons, nos muestra el momento en que el músico toca la melodía de Los mareados7 en su guitarra, invitando a Mercedes a cantar.

Cuando sus ojos observan a Atahualpa Yupanqui, Mercedes nos entrega el momento del concierto acústico en Suiza, de 1980, en el que interpreta una canción que Yupanqui recuperó de una aldea y la lle-vó por el mundo, Duerme negrito8 canción tradicio-nal, canción de cuna.

Duerme, duerme, negrito Que tu mama está en el campo, negrito (…)

Te va traer codornices Para ti.

Te va a traer rica fruta Para ti (…)

Trabajando Trabajando duramente, (Trabajando sí) Trabajando y va de luto, (Trabajando sí)

Trabajando y no le pagan, (Trabajando sí) Trabajando y va tosiendo, (Trabajando sí)

Cuando observa a Jairo, se ve a sí misma interpre-tando junto a él, Antiguos dueños de las flechas9, can-ción sobre el pueblo aborigen Toba en Argentina. En

su canción, se nombran las localidades de sus pue-blos indios hermanos.

Indio toba ya viniendo de la Cangayé,

Quitilipi, Avia Terai, Caaguazú, Charadai,

Guaicurú, Tapenagá, Pirané, Samuhú,

Matará, Guacará, Pinaltá

Mientras nos regala estas imágenes, vemos el amor con el que observa los tres lugares donde se esparcie-ron sus cenizas; Mendoza, los canales de riego de Guaymallén (Tucumán) y Buenos Aires. Si observa-mos detenidamente podremos ver la forma en la que el viento se vuelve uno con la ceniza, y viaja por todo el mundo. El viento se convierte en su voz y nos re-cuerda sus palabras:.

Los intelectuales, los artistas, toda esa gente tiene que seguir permanentemente como centinela de lo que significa una democracia, porque la democracia se puede hablar pero a lo mejor no se puede ejercer, entonces los artistas como nosotros volvemos a estar otra vez en la plaza pública, luchando contra la im-punidad, contra la gente que desaparece y que nunca la encontraremos, contra las niñas violadas y masa-cradas que tampoco se descubren, en fin, son mu-chos problemas los cuales los artistas deben salir a hablar.10 que significa una democracia, porque la de-mocracia se puede hablar pero a lo mejor no se pue-de

Cuando nos sonríe sabemos que Mercedes Sosa es La Voz, la voz que nos rescata, nos redime, nos con-tagia. El documental Mercedes Sosa: La voz de Lati-noamérica (2013), dirigido por Rodrigo H. Vila y reali-zado con el apoyo del hijo de Mercedes, Fabián Ma-tus, deja ver cómo crece la artista, cómo desarrolla un sentimiento de responsabilidad, de compromiso, el de ser una cantora antes que una cantante, refi-riéndose a la frase de Facundo Cabral “Cantante es el que puede y cantor el que debe”. Es la voz de aque-llos que no la tienen, lleva el canto y el aliento a quien lo necesita, a los pobres, los solos, los despro-tegidos.

Al escuchar Cantor de oficio11, uno puede vislumbrar el poder de la voz femenina de Latinoamérica, poder inmenso, enternecedor, desgarrador. Como en cada voz latina, hay algo de tragedia y de fortaleza en ella. Voces latinoamericanas, voces dulces, fuertes, de amor y de protesta. Mercedes Sosa es una de sus ma-yores exponentes.

Soy agua, playa, cielo, casa, planta Soy mar, Atlántico, viento y América

(…) Fui niño, cuna, teta, techo, manta Más miedo, cuco, grito, llanto, raza

(…) Soy pan, soy paz, soy más, soy el que está por acá No quiero más de lo que me puedas dar 12

Mercedes nos lleva a uno de sus últimos recuerdos. Estamos en un estudio. Ella se acerca, “Es mi última grabación”, nos susurra al oído. Es 2009, en el estudio nos acompaña René Pérez, músico y voz del grupo Calle 13. Es la grabación del último disco que editó en vida Mercedes Sosa. Están por grabar Canción para un niño de la calle, de Armando Tejada Gómez y Án-gel Ritro.

Pablo Milanés es otro de los recuerdos de Sosa, al verlo nos guiña un ojo y dice, “Hay mujeres determi-nantes en la cultura latinoamericana, como son Vio-leta Parra, como son Mercedes Sosa, que son la histo-ria viva, cultural de América Latina, sin ellas no se puede contar la historia de América Latina, incluyen-do la historia política.”13

Una voz surge de la tierra, la voz es grandiosa, es la de Mercedes, pero esa voz no es sin la semblanza, sin el personaje, sin la vida entera de La Negra.

Si algo nos queda después de su muerte es el eco de su voz, los latidos que genera en nuestro corazón. Su voz no se puede extinguir, sigue viva, es inmortal, como inmortal es la música, como inmortales son los corazones de los hombres, como inmortal es la tierra misma.

Cerremos pues los ojos, escuchemos el latir de su corazón, toquemos su voz, viajemos con ella entre los senderos de la justicia, de la libertad, entre los sende-ros de cantora.

Se gesta una artista para nunca terminar de crecer, más allá de las fronteras del tiempo, más allá de los cielos y el viento.

… hemos tenido pobreza, pero hemos tenido mucho amor en la casa, y eso ¿sabes qué?, me salvó (…) mi mamá por ejemplo a veces hacía unos locros con agua y trigo nada más, y pan y nos daba y se reía y decía hoy vamos a comer pavo… ella siempre tenía ese sentido del humor que nos hacía que nosotros no tengamos problemas…14

“Yo canto siempre a mi pueblo porque del pueblo es mi voz”15.

REFERENCIAS

1 Canción: Vientos del alma. Autores: Fernando Barriento/Osvaldo Montes. Interpretación: Mercedes Sosa. Disco: Al des-pertar (1998)

2 Palabras de Mercedes Sosa, en la biografía Mercedes Sosa / La Negra. (2003). Escrita por Rodolfo Braceli. Editorial Sudameri-cana.

3 Canción: La maza. Autor: Silvio Rodríguez. Interpretación: Mercedes Sosa. Disco: Mercedes Sosa ’83 (1983)

4 Canción: A Víctor. Letra: Roberto Todd. Música: Otilio Galín-dez. Interpretación: Mercedes Sosa. Disco: Gravado ao vivo no Brasil (1980)

5 Fragmento del poema Defensa de Violeta Parra, escrito por su hermano Nicanor Parra. Interpretación: Mercedes Sosa. Disco: Gravado ao vivo no Brasil (1980)

6 Fragmento del prólogo de la biografía Mercedes Sosa / La Negra. (2003). Escrita por Rodolfo Braceli. Editorial Sudameri-cana

7 Canción: Los mareados. Letra: Enrique Cadícamo. Música: Juan Carlos Cobián. Interpretación: Mercedes Sosa y Astor Piazzolla.

8 Canción: Duerme negrito. Autor desconocido. Canción de cuna de los pobladores del Caribe que se hizo conocida por el músico Héctor Roberto Chavero Aramburo, más conocido co-mo Atahualpa Yupanqui. Interpretación: Mercedes Sosa. Con-cierto: Acústico en Suiza (1980)

9 Canción: Antiguos dueños de las flechas. Letra: Félix Luna. Música: Ariel Ramírez. Interpretación: Mercedes Sosa y Jairo

10 Fragmento de audio utilizado en el documental Mercedes Sosa: La voz de Latinoamérica (2013), dirigido por Rodrigo H. Vila y producido por CINEMA 7 FILMS.

11 Canción: Cantor de oficio. Autor: Miguel Ángel Morelli. Inter-pretación: Mercedes Sosa. Disco En dirección del viento (1976)

12 Canción: Soy pan, soy paz, soy más. Autores: Luis Ramón Igarzábal y Piero. Interpretación: Mercedes Sosa. Disco: Merce-des Sosa en Argentina (1982) 13 Fragmento de testimonio de Pablo Milanés en el documental Mercedes Sosa: La voz de Latinoamérica (2013), dirigido por Rodrigo H. Vila y producido por CINEMA 7 FILMS.

14 Fragmento de audio utilizado en el documental Mercedes Sosa: La voz de Latinoamérica (2013), dirigido por Rodrigo H. Vila y producido por CINEMA 7 FILMS.

15 Canción: Cantor de oficio. Autor: Miguel Ángel Morelli. In-terpretación: Mercedes Sosa. Disco En dirección del viento (1976)

Ritmos del mundo es retransmitido por

la Revista Adagio a través de la siguiente página:

http://www.spreaker.com/user/5539112/capsula-ritmos-del-mundo-sosa

Facebook/Adagio

18

Page 19: Adagio revistacultural 8

Mercedes Sosa nos abre su corazón y descubrimos en él latidos que claman por libertad y justicia. Ro-dolfo Braceli, poeta, novelista y ensayista argentino que publicaría en 2003 la biografía de Mercedes Sosa con el apoyo de ella y su familia, nos dice, “la parado-ja de esta vida [la de Mercedes] es que, a más desga-rramiento y dolor en lo personal y afectivo, más éxi-to, más ovaciones en lo artístico, más fama”6.

Ella nos comparte sus dolores; el abandono de su primer esposo; la muerte del segundo, el que la resca-tó; la muerte de doña Emma, que tanto le enseñó, su madre; las amenazas de muerte hacia su persona; el exilio; la soledad; la enfermedad.

Entre la inmensidad de los recuerdos, nos encontra-mos con una imagen, el hogar de José y Jacqueline Pons en París, quienes fueron anfitriones de artistas argentinos en Francia. Entre las doce personas que aparecen en esta fotografía casual, encontramos cua-tro grandes personajes: Astor Piazzolla, Atahualpa Yupanqui, Mercedes Sosa y Jairo.

Al ver la foto, Mercedes nos presenta tres de sus más preciados recuerdos.

Cuando observa a Piazzolla, recuerda la casa de los Pons, nos muestra el momento en que el músico toca la melodía de Los mareados7 en su guitarra, invitando a Mercedes a cantar.

Cuando sus ojos observan a Atahualpa Yupanqui, Mercedes nos entrega el momento del concierto acústico en Suiza, de 1980, en el que interpreta una canción que Yupanqui recuperó de una aldea y la lle-vó por el mundo, Duerme negrito8 canción tradicio-nal, canción de cuna.

Duerme, duerme, negrito Que tu mama está en el campo, negrito (…)

Te va traer codornices Para ti.

Te va a traer rica fruta Para ti (…)

Trabajando Trabajando duramente, (Trabajando sí) Trabajando y va de luto, (Trabajando sí)

Trabajando y no le pagan, (Trabajando sí) Trabajando y va tosiendo, (Trabajando sí)

Cuando observa a Jairo, se ve a sí misma interpre-tando junto a él, Antiguos dueños de las flechas9, can-ción sobre el pueblo aborigen Toba en Argentina. En

su canción, se nombran las localidades de sus pue-blos indios hermanos.

Indio toba ya viniendo de la Cangayé,

Quitilipi, Avia Terai, Caaguazú, Charadai,

Guaicurú, Tapenagá, Pirané, Samuhú,

Matará, Guacará, Pinaltá

Mientras nos regala estas imágenes, vemos el amor con el que observa los tres lugares donde se esparcie-ron sus cenizas; Mendoza, los canales de riego de Guaymallén (Tucumán) y Buenos Aires. Si observa-mos detenidamente podremos ver la forma en la que el viento se vuelve uno con la ceniza, y viaja por todo el mundo. El viento se convierte en su voz y nos re-cuerda sus palabras:.

Los intelectuales, los artistas, toda esa gente tiene que seguir permanentemente como centinela de lo que significa una democracia, porque la democracia se puede hablar pero a lo mejor no se puede ejercer, entonces los artistas como nosotros volvemos a estar otra vez en la plaza pública, luchando contra la im-punidad, contra la gente que desaparece y que nunca la encontraremos, contra las niñas violadas y masa-cradas que tampoco se descubren, en fin, son mu-chos problemas los cuales los artistas deben salir a hablar.10 que significa una democracia, porque la de-mocracia se puede hablar pero a lo mejor no se pue-de

Cuando nos sonríe sabemos que Mercedes Sosa es La Voz, la voz que nos rescata, nos redime, nos con-tagia. El documental Mercedes Sosa: La voz de Lati-noamérica (2013), dirigido por Rodrigo H. Vila y reali-zado con el apoyo del hijo de Mercedes, Fabián Ma-tus, deja ver cómo crece la artista, cómo desarrolla un sentimiento de responsabilidad, de compromiso, el de ser una cantora antes que una cantante, refi-riéndose a la frase de Facundo Cabral “Cantante es el que puede y cantor el que debe”. Es la voz de aque-llos que no la tienen, lleva el canto y el aliento a quien lo necesita, a los pobres, los solos, los despro-tegidos.

Al escuchar Cantor de oficio11, uno puede vislumbrar el poder de la voz femenina de Latinoamérica, poder inmenso, enternecedor, desgarrador. Como en cada voz latina, hay algo de tragedia y de fortaleza en ella. Voces latinoamericanas, voces dulces, fuertes, de amor y de protesta. Mercedes Sosa es una de sus ma-yores exponentes.

Soy agua, playa, cielo, casa, planta Soy mar, Atlántico, viento y América

(…) Fui niño, cuna, teta, techo, manta Más miedo, cuco, grito, llanto, raza

(…) Soy pan, soy paz, soy más, soy el que está por acá No quiero más de lo que me puedas dar 12

Mercedes nos lleva a uno de sus últimos recuerdos. Estamos en un estudio. Ella se acerca, “Es mi última grabación”, nos susurra al oído. Es 2009, en el estudio nos acompaña René Pérez, músico y voz del grupo Calle 13. Es la grabación del último disco que editó en vida Mercedes Sosa. Están por grabar Canción para un niño de la calle, de Armando Tejada Gómez y Án-gel Ritro.

Pablo Milanés es otro de los recuerdos de Sosa, al verlo nos guiña un ojo y dice, “Hay mujeres determi-nantes en la cultura latinoamericana, como son Vio-leta Parra, como son Mercedes Sosa, que son la histo-ria viva, cultural de América Latina, sin ellas no se puede contar la historia de América Latina, incluyen-do la historia política.”13

Una voz surge de la tierra, la voz es grandiosa, es la de Mercedes, pero esa voz no es sin la semblanza, sin el personaje, sin la vida entera de La Negra.

Si algo nos queda después de su muerte es el eco de su voz, los latidos que genera en nuestro corazón. Su voz no se puede extinguir, sigue viva, es inmortal, como inmortal es la música, como inmortales son los corazones de los hombres, como inmortal es la tierra misma.

Cerremos pues los ojos, escuchemos el latir de su corazón, toquemos su voz, viajemos con ella entre los senderos de la justicia, de la libertad, entre los sende-ros de cantora.

Se gesta una artista para nunca terminar de crecer, más allá de las fronteras del tiempo, más allá de los cielos y el viento.

… hemos tenido pobreza, pero hemos tenido mucho amor en la casa, y eso ¿sabes qué?, me salvó (…) mi mamá por ejemplo a veces hacía unos locros con agua y trigo nada más, y pan y nos daba y se reía y decía hoy vamos a comer pavo… ella siempre tenía ese sentido del humor que nos hacía que nosotros no tengamos problemas…14

“Yo canto siempre a mi pueblo porque del pueblo es mi voz”15.

REFERENCIAS

1 Canción: Vientos del alma. Autores: Fernando Barriento/Osvaldo Montes. Interpretación: Mercedes Sosa. Disco: Al des-pertar (1998)

2 Palabras de Mercedes Sosa, en la biografía Mercedes Sosa / La Negra. (2003). Escrita por Rodolfo Braceli. Editorial Sudameri-cana.

3 Canción: La maza. Autor: Silvio Rodríguez. Interpretación: Mercedes Sosa. Disco: Mercedes Sosa ’83 (1983)

4 Canción: A Víctor. Letra: Roberto Todd. Música: Otilio Galín-dez. Interpretación: Mercedes Sosa. Disco: Gravado ao vivo no Brasil (1980)

5 Fragmento del poema Defensa de Violeta Parra, escrito por su hermano Nicanor Parra. Interpretación: Mercedes Sosa. Disco: Gravado ao vivo no Brasil (1980)

6 Fragmento del prólogo de la biografía Mercedes Sosa / La Negra. (2003). Escrita por Rodolfo Braceli. Editorial Sudameri-cana

7 Canción: Los mareados. Letra: Enrique Cadícamo. Música: Juan Carlos Cobián. Interpretación: Mercedes Sosa y Astor Piazzolla.

8 Canción: Duerme negrito. Autor desconocido. Canción de cuna de los pobladores del Caribe que se hizo conocida por el músico Héctor Roberto Chavero Aramburo, más conocido co-mo Atahualpa Yupanqui. Interpretación: Mercedes Sosa. Con-cierto: Acústico en Suiza (1980)

9 Canción: Antiguos dueños de las flechas. Letra: Félix Luna. Música: Ariel Ramírez. Interpretación: Mercedes Sosa y Jairo

10 Fragmento de audio utilizado en el documental Mercedes Sosa: La voz de Latinoamérica (2013), dirigido por Rodrigo H. Vila y producido por CINEMA 7 FILMS.

11 Canción: Cantor de oficio. Autor: Miguel Ángel Morelli. Inter-pretación: Mercedes Sosa. Disco En dirección del viento (1976)

12 Canción: Soy pan, soy paz, soy más. Autores: Luis Ramón Igarzábal y Piero. Interpretación: Mercedes Sosa. Disco: Merce-des Sosa en Argentina (1982) 13 Fragmento de testimonio de Pablo Milanés en el documental Mercedes Sosa: La voz de Latinoamérica (2013), dirigido por Rodrigo H. Vila y producido por CINEMA 7 FILMS.

14 Fragmento de audio utilizado en el documental Mercedes Sosa: La voz de Latinoamérica (2013), dirigido por Rodrigo H. Vila y producido por CINEMA 7 FILMS.

15 Canción: Cantor de oficio. Autor: Miguel Ángel Morelli. In-terpretación: Mercedes Sosa. Disco En dirección del viento (1976)

La idea, el principio de todo #Diecinueve

Page 20: Adagio revistacultural 8

Cultura

independiente

Vs mainstream;

por Wiliam Ajanel

U n pensamiento precoz que dominó mi mente desde la adolescencia es el hecho de entender quiénes y cómo se

determina lo que debe o no divulgarse a nivel masivo en los medios y la cultura entre la sociedad. Inicialmente muchos nos enfrentamos con la desilusión de ver a nuestros héroes de la expresión ar-tística sumidos en el más cruel anoni-mato popular y preguntarnos ¿Por qué? ¿por qué este hombre tan talentoso no llegó a destacarse? Seguido del abruma-dor hecho de lo que llamo "talento de microondas" donde sujetos sin habilida-des y talentos extraordinarios llegan a la cima de la fama y la divulgación tras su paso por el estratégico y "exitoso" mun-do del marketing audiovisual.

Modas, tendencias, formas de pensar que deter-

minan lo que nos rodeará durante las próximas

temporadas y épocas del año, suelen reñir con el

buen gusto de un grupo limitado y pequeño de in-

dividuos a los que les preocupa en ocasiones más el

fondo que la forma de estos "productos" de la cultu-

ra; llámese música, ropa, literatura, pintura, actua-

ción, etc. El mainstream, como coloquialmente se le

conoce a la cultura popular, se ha convertido en un

monstruo imparable que domina a la mayor parte

de la sociedad, trascendiendo idiomas, razas y geo-

grafía.

En contraparte, la cultura independiente

[cultura indie le llaman algunos] intenta encontrar

espacios de expresión cultural que puedan servir

como plataforma para proyectos artísticos de una

notable calidad, pero con poca capacidad de difu-

sión; en la actualidad, se puede decir que uno de los

medios más útiles para los propósitos de la cultu-

ra indie es internet, que por medio de la web y las

redes sociales ha logrado vencer una de las barreras

más grandes hasta hace un par de décadas: El tiem-

po y la distancia.

Lamentablemente no ha sido suficiente el acer-

camiento cultural que ha logrado establecer la cul-

tura independiente por medio de este canal; sigue

habiendo grandes desventajas en materia de pro-

moción y divulgación respecto a medios que siguen

teniendo una fuerte influencia aún sobre las nuevas

generaciones, tales como la televisión, la radio y los

medios escritos.

20

Page 21: Adagio revistacultural 8

Pero, siendo conscientes de la situación de la situación de am-

bos tipos de cultura, que lejos de permanecer en confrontación,

deberían complementarse

¿Qué solución tiene la cultura independiente para tener un im-

pacto justo y equilibrado en la sociedad y dejar de ser simple-

mente una plataforma de frikis y excéntricos?

La educación; indudablemente juega uno de los papeles más importantes en la forma-ción del individuo desde temprana edad has-ta su realización como profesional. Intente-mos imaginar una formación educativa desde las aulas que promueva la búsqueda de la for-mación intelectual y artística en medios al-ternativos e influencias fuera de la cultura popular. Siendo que la cultura tiene un im-pacto potencialmente fuerte en los indivi-duos, no suena descabellado, por ejemplo, pedir a los alumnos que se informen en me-dios alternativos sobre asuntos que involu-cran a los medios de comunicación y el arte en general.

Los medios; que sin duda al-guna pueden convertir el formato de sus espacios en una plataforma para la divulgación de proyectos artísticos y culturales que puedan influenciar de manera positiva a las masas, y juntamente con esto, dar cobertura a muchos sectores que permanecen en el olvido, tan sólo por ser nichos "no tan renta-bles"; si se estuviera conscientes de que no todo va a ser negocio, creo que tanto el mainstream, co-mo la cultura indie se po-drían complementar.

Los individuos mismos; que no por ser la minoría más pequeña, es insignificante. Quizá este sea el punto más importante para una tran-sición cultural y mediática, si bien es cierto que los medios tienen una fuerte influencia sobre los individuos, estos aún conservan [exceptuando lugares donde no se respeta la libertad de expre-sión] el libre albedrío; considero justo que cada uno pueda dar un valor significativo a las cosas que consume, la música que escucha, los libros que lee, la ropa que viste; todo esto en un con-junto de juicios de valoración que finalmente van a interferir no sólo en su expresión cultural, sino a un nivel más personal en sus costumbres y modo de vida. Es injusto tomarse con ligereza aspectos que nos afectan directamente como personas.

El individuo determinará si quiere escuchar música basura, leer literatura barata [y está cla-ro que no me refiero al precio de venta del libro] prendas que cuestan dos salarios mínimos y cu-yo único beneficio es ese pedazo de etiqueta que traen colgado y una pequeña marca en alguna parte. En fin, cada una de esas cosas que pare-cen estar dictadas por alguna especie de divini-dad en las alturas, pero que en realidad, y sien-do un poco utópicos, podríamos pensar que des-aparecerían si tan sólo nos tomáramos más en serio nuestras elecciones como individuos.

Para finalizar, considero que no se trata de rivalizar por unos cuantos minutos de

protagonismo o de predicar una especie de superioridad intelectual y moral; ya que

dentro de la cultura popular o mainstream, como en la cultura independiente o indie,

hay cosas que suman a la riqueza cultural de las sociedades, tan sólo es necesario plan-

tearse la manera en la cual ambas formas de expresión cultural tengan un justo y equili-

brado impacto en la sociedad actual.

Adagio/ Revista Cultural/ Comitán de Domínguez

La idea, el principio de todo. #Veintiuno

Page 22: Adagio revistacultural 8

El finde una

época

22

Page 23: Adagio revistacultural 8

El finde una

época

Adagio/ Revista Cultural/ Comitán de Domínguez

La idea, el principio de todo. #Veintitrés

Page 24: Adagio revistacultural 8

PRÓXIMAMENTE

v