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50 antibiotico y mandemos a la bacteria en cuestion al carajo. La primera opcion entra en conflicto con el principio de seleccion darwiniana, puesto que toda forma de vida, merced a los estimulos decantados por la selecci6n natural y a fin de evadir la pereza intrinseca de la materia viva, pugna por dejar copias de Sl misma en aras de la perpetuaci6n de sus genes. Mas la segunda ley de la termodimimica Ie da el golpe de gracia al principio de marras, ya que la sacralizaci6n de la ,rjda insinua la perpetuidad de la misma, con la consecuente congelacion de la variabilidad genetica de la especie y la eventual extincion de la misma En el fondo, tiempo y muerte son la clave de la evolucion de la vida De esta forma, dejemos de creer que la muerte es mala. De todos modos, no podemos eyadir la combinaci6n eficaz de la seleccion darwiniana y de la ley de entropia En suma el tercer principio agU! cuestionado conviene tomarlo con beneficio de inventario, maxirne que la perspectiva ecologica que subyace en la formaci6n integral, y senalada por el profesor Zapata 41 , esta engastada, en el fondo, en la optica de la segunda ley de la termodinamica aplicada a los sistemas sociales humanos sin ir mas lejos. Por otra parte, la vision holistica, cuando no se engasta en los pnnClplOs termodinamicos, conduce a la propuesta de autenticas ilusiones. Ilustremos esto a proposito de Krishnamurtl. En el ensayo de Zapata que nos ocupa, se cita el siguiente de Krishnamurti: La l'erdaJera educacion cs consecuel1cia de la rransformacion de nOSOlros mismos. Tenemos que reeducarnos para no malamos los unos a los orros por cualquier causa. por buena que sea. 0 por cualquier ideologia 110 imporra 10 promereJora que aparenremente sea para la futura felicidad del mundo. Debemos aprel1der a ser misericordiosos. a conlenrarnos con poco y a buscar 10 Supremo. porque solo as! se conseguira la verdadera salvacion de la humanidad. Este no es precisamente aseptico. En la primera parte de este ensayo, se cuestion6 el sentido del adjetivo verdadera a fuer de su matiz anticientifico. Pero, hay mas. Cabe preguntarse al respecto: (,Con quienes debemos ser misericordiosos? Si debemos contentamos con poco y preocuparnos de 10 Supremo, pues, preparemonos a ganar el cielo mientras Ie dejarnos la tierra a nuestros avisados enemigos. Entonces, salta a la vista que Krishnarnurti parece fabricar discursos a tone con los intereses del capitalismo, 10 que se concluye de una aplicaci6n harte elemental de las leyes de ZAPATA, op. cit.

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antibiotico y mandemos a la bacteria en cuestion al carajo . La primera opcion entra en

conflicto con el principio de seleccion darwiniana, puesto que toda forma de vida,

merced a los estimulos decantados por la selecci6n natural y a fin de evadir la pereza

intrinseca de la materia viva, pugna por dejar copias de Sl misma en aras de la

perpetuaci6n de sus genes. Mas aUn~ la segunda ley de la termodimimica Ie da el golpe

de gracia al principio de marras, ya que la sacralizaci6n de la ,rjda insinua la perpetuidad

de la misma, con la consecuente congelacion de la variabilidad genetica de la especie y

la eventual extincion de la misma En el fondo, tiempo y muerte son la clave de la

evolucion de la vida De esta forma, dejemos de creer que la muerte es mala. De todos

modos, no podemos eyadir la combinaci6n eficaz de la seleccion darwiniana y de la ley

de entropia En suma el tercer principio agU! cuestionado conviene tomarlo con

beneficio de inventario, maxirne que la perspectiva ecologica que subyace en la

formaci6n integral, y senalada por el profesor Zapata41 , esta engastada, en el fondo, en

la optica de la segunda ley de la termodinamica aplicada a los sistemas sociales

humanos sin ir mas lejos.

Por otra parte, la vision holistica, cuando no se engasta en los pnnClplOs

termodinamicos, conduce a la propuesta de autenticas ilusiones. Ilustremos esto a

proposito de Krishnamurtl . En el ensayo de Zapata que nos ocupa, se cita el siguiente

fr~omento de Krishnamurti : La l'erdaJera educacion cs consecuel1cia de la

rransformacion de nOSOlros mismos. Tenemos que reeducarnos para no malamos los

unos a los orros por cualquier causa. por buena que sea. 0 por cualquier ideologia 110

imporra 10 promereJora que aparenremente sea para la futura felicidad del mundo.

Debemos aprel1der a ser misericordiosos. a conlenrarnos con poco y a buscar 10

Supremo. porque solo as! se conseguira la verdadera salvacion de la humanidad. Este

fr~omento no es precisamente aseptico . En la primera parte de este ensayo, se cuestion6

el sentido del adjetivo verdadera a fuer de su matiz anticientifico. Pero, hay mas. Cabe

preguntarse al respecto: (,Con quienes debemos ser misericordiosos? Si debemos

contentamos con poco y preocuparnos de 10 Supremo, pues, preparemonos a ganar el

cielo mientras Ie dejarnos la tierra a nuestros avisados enemigos. Entonces, salta a la

vista que Krishnarnurti parece fabricar discursos a tone con los intereses del

capitalismo, 10 que se concluye de una aplicaci6n harte elemental de las leyes de

~l ZAPATA, op. cit.

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conservaci6n de la masa y la energia en el contexto planetario. Efectivamente, si la gran

mayoria de los seres humanos terminan por contentarse con poco, es obvio que queda a

disposici6n de unos cuantos una canridad ingente de recursos materiales y energericos.

De facto, esto es 10 que sucede hoy dia a juzgar por los certeros datos que nos

proporciona Manfred Max Neef: Algo asi como dos centenares de personas control an el

grueso de los recursos del Planeta Esto segtin la infonnaci6n proporcionada por el

profesor Germim RaUl GOmez42. Asi las cosas, \legamos a una cuesti6n harto crucial : Al

buscar la adecuada formaci6n de nuestros alurrmos, (.que valores debemos inculcarles:

los anrivalores de una visi6n conformista 0 los reales val ores de la lucha por una

existencia digna') En esta 6ptica, no hemos de confundir inconfonnismo con ambici6n

desmesurada, puesto que nos movemos en la perspecriva de la equidad. En todo caso,

las nuevas precisiones que se traen hasta aqui no invalidan la meta de la pedagogia, esto

es, la fonnaci6n integral del hombre. Mas bien, tales precisiones persiguen el debido

encuadre de la fonnaci6n de marras en su deb ida perspecriva tennodin3mica a fin de

despojar el mariz holisrico de enfoq ues misricos plagados de contradicciones por

doquiera

Las ultimas !ineas del ensayo de Zapata que nos ha ocupado en estas ultimas paginas

apuntan al diagn6srico establecido al comienzo de esta segunda parte El maestro

excelente tanto en 10 humano como en 10 academico es la piedra angular del

componente pedag6gico del proyecto educarivo universitario facrible. Una excelencia

tal no cabe hallarla en el grueso de docentes actuales ante el imperio del principio de

realidad. Pese a la proliferaci6n de cursos sobre fonnaci6n integral de diversa pelambre,

la proverbial condici6n lupina del ser humano se impone. Por consiguiente, aflora la

propuesta de Castillejo, citada por Cajal mas arriba: Fonnemos la gente nueva merced a

los elementos aprovechables de la anrigua, no importa que estos sean una minoria

eXlgua, y a pesar del hostigamiento de gobiemos e insrituciones en contra de los

intelectuales compromeridos, y pese a la inevitable envidia, sobre todo en el mundo

hispano. En otras palabras, no pensemos en pretender la conversi6n de lobos en ovejas

postulando principios sobre 10 que debe ser el "nuevo maestro". Semejante predica

jamas lograra que los rigres de Bengala pasen a regimen vegetariano. En fin , se trata es

de la forja de una aristocracia moral y mental. Esta es una filosofia bastante decantada

41 Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Ciencias, Medellin.

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en el sene de las mejores sociedades cientificas intemacionales. Boton de muestra, las

sociedades britinicas de tal indole se caracterizan por la depurada seleccion de sus

miembros, 10 que se refleja en el hecho del numero mas bien reducido de socios.

Obedece 10 anterior al culto que los hijos de la Rubia Albion Ie ofrecen ala excelencia,

10 que no quiere decir que todos los britanicos sean excelentes desde luego .

"Por que el escepticismo manifiesto en este ensayo hacia el grueso de los docentes')

Como se dijo antes, el principio de realidad se impone. Y, en este sentido; hay

coincidencia, en 10 esencial, con el profesor Zapata, q uien destaca~3 el hecho de la

infausta mutacion contemporanea del maestro en funcionario. A primera vista, dicha

conversion no parece grave. Empero, la lectura cuidadosa del padre Drewermann~ deja

bien claro que la figura del funcionario, no importa la institucion, desde la mirada del

psicoanalisis, va de la mana con la neurosis corporativa. No es un diagnostico grato de

oir para los funcionarics de diversa naturaleza, pero el padre Drewermann es cualquier

cosa, excepto ajeno al rigor intelectual en sus anaJisis. Mas a lin , est a mirada

psicoanalitica del funcionario nos conecta con otro diagnostico , de Barbero, seglin el

cual la escuela colombiana tiene un caracter esquizoide45 Como sea. y como bien

senala Zapata-<6, el apostol cede al empleado. Y si combinamos 10 previo con el

desmedro del salario de tales empleados, de 10 que Zapata brinda buenos datos en el

ensayo en cuestion, resulta inevitable recordar ciertas palabras del malogrado Jaime

Garzon, si bien expresadas en otro context047, y que ajustan con la situacion presente

del gremio docente: Los maestros cual lwnpenburguesia. Como sea, es menesrer tener

en mente que la proletarizacion de los docentes va de la mana con el desbocamiento de

la envidia, situacion harte comtin en nuestras instituciones ed ucativas de todos los

niveles ajuzgar por los numerosos testimonios que ha escuchado de boca de profesores

de buen nUmero de instituciones tales. iY acaso un docente que no logra controlar sus

bajas e innobles pasiones posee solvencia moral e intelectual para formar en la

excelsitud? La respuesta a esta cuestion se cae de su peso . Subyace en esta realidad el

caracter estaclistico de la naturaleza humana. Dejemos que Abad nos ubique al

J3 LAPAT A V., Vladimir. EI Ill/evo rol ... las Iluevas !ul1cio/les del maeSlro de hoy. l\1edellin: Uniyersidad de f\ntioquia 2001. 17 P 44 DREWERlv1A...l"-"N, Eugen. CJengos: PSicograma de un ideal. Valladolid. Trotta, 1995 . 788 p . 45 B}'u~BERO, Jestis Martin. Relos culrurales: De La comunicacion a la educacion. En: Gacera. N° 44/45 (ene-abr, 1999): p 4-1l. -l6 ZAPATA, op. cit. 47 Repetici6n de una entre\"ista rea1izada a Jaime Garz6n y repetida, en la TV, pocos dias despues de su asesinato.

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respect0 48 : EI genio es el doloroso autodescubrimiento de que se es dislinlo a los

demos. Y de que esro se paga. Muchas veces con la fama . Es descubrir -como dice el

genial maestro Rodrigo Arenas Betancur- "que a uno Ie digan hijo de pula sin que 10

cono::can· '. Es tambien sr4rir la envidia de los mediocres. que somos la gran mayoria.

Sobre lodo de los mediocres a quienes una estilpida educacion -familiar. escokrr- ha

convencido de que cualquiera puede ser un genio; que para ser genio 10 unico

necesario es esfor::arse: que cualquiera puede ser el primero. Y cuando se descubre que

el ofro es el mejor. se sufi'e. con el eSleri I sufrimiento del mediocre que envidia la

fecundidad del genio. Hasta aqui Abad. Los educadores del mundo, al parecer, ignoran

esta ley estadistica elemental . He aqui , entonces, la causa del escepticismo aludido EI

"nuevo maestro" no surgira por la predica de dedlogos de virtudes. Nadie puede dar de

10 que no tiene. Boton de muestra, si un maestro comtm y coniente Ie come cuento ala

cosa, tarde 0 temprano descubrira que la excelencia gira en tomo a 10 decantado en el

Primer .\1undo, que las rutiles convenciones adoptadas en nuestro medio pecan de

aldeanismo. Mas esto seria morivo de otro ensayo .

EI profesor Zapata seiiala, en sus escritos, 10 deseable del compromiso intelectual del

docente. No obstante, apunta dicho autor 10 que sigue49, en alusion ala generacion mas

joven de maestros: Pero la j uvel1lud lambien revela cOl?/lictos. r . .}. A demos. esla

condicion generacional puede explicar en parle el sesgo sindical conleslalario de gran

parte del gremio magislerial. Tornado al pie de la letra, este fragmento revela una

contradicci6n manifiesta en el discurso de Zapata, pues, parece sugerir que el conflicto

es malo. Al parecer, Zapata insinua la Iimitacion del compromiso intelectual a 10

meramente cosmetico . Por su parte, \1arcelino Cereijido, connotado invesrigador

larinoamericano, defiende la necesidad de trascender tal cosmericidad en las criticas de

los intelectuales Iatinos~ o . De 10 contrario, nuestra region estara siempre enemistada con

el bello ejercicio de la inteligencia y la voluntad afin a la raWn. En fin, un docente

comprometido intelectualmente en un mero nivel cosmetico es un artefacto tipico, esto

es, al no jalonar el a\'ance de la sociedad, tampoco jalona el del conocimiento, y, por 10

tanto, es incapaz de crear y transmitir estimulos para el conocimiento. En conclusion, no

es un real pedagogo ala luz de la definicion adoptada de Wagensberg para los fines de

48 •ABAD GOMEZ, op. cit. , p 29.

49 ZAPATA, op. cit. 50 CEREIJIIX), Marcelino. En America i.LJtina ya podemos investigar. EI proximo paso es fra/ar de hacer ciencia. En: lnterciencia. Vol. 2 I (1996); P 64-70.

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este ensayo. Mas bien, seria., en el mejor de los casos, un arbol frondoso incapaz de dar

frutos. De otro lado, 10 anterior implica algo mas: El ajuste del perfil del "nuevo

maestro" sugerido por el profesor Zapata51 . Tal cosa se hace necesaria a fin de purgar

unas cuantas paradojas adicionales. En primera instancia., el "nuevo maestro", en tanto

asesor, debe ser cualquier cosa., excepto un facilitador. Con motivo de un seminario, en

1995, con Carlos Eduardo Vasco Uribe, en el Jardin Botanico Joaquin Antonio Uribe,

sobre constructivismo, destac6 el ilustr~ tocayo de quien esto escribe que, mucho mejor,

el maestro ha de ser un dificultador del aprelldizaje, es decir, plantearle retos constantes

a sus pupilos en aras de su fonnaci6n . En esta 6ptica., adquiere real sentido el siguiente

fragmento de Zapata: [EI asesor] es un interpelador. un provocador. Es aquel

personaje cuya palabra 0 presencia debe incitar a una respuesta estimulanle y

productiva en aquellos con quienes inleractUa. En segundo lugar, en cuanto a la biofilia

atafie, conviene estar alerta en 10 relativo al fomento del sprit de corps, puesto que el

limite entre el pecado y Ja virtud es muy tenue, y, en el caso de un docente de dudoso

jaez, puede degenerar en sectarismo. Mas todavia., la biofilia., al implicar el arnor propio

del docente, conlleva el orgullo intelectual y el consecuente compromiso mas alia de 10

cosmetico. Por su parte, la vocaci6n magisterial, contrario a la insinuaci6n de Zapata de

convertir en personas a los individuos, ha de velar por la salvaguarda de la salutifera

diaJectica entre individuo y persona, so pena de incurrir en el ideal del terrnitero con las

contradicciones senaladas mas arriba En cuarto lugar, la flexibilidad y la tolerancia, al

reves de 10 planteado por Zapata, no es capacidad del animo para ceder ante el

colecti\'o, la \'erdad y la convivencia, dado que una concepci6n tal distorsiona el espiritu

de la ciencia, su metoda y su filosofia, esto es, la verdad objetiva no nace del espiritu

asarnbleista. sino de la duda metodica. Despues de todo, el hombre que duda es el

hombre que busca52. De no tener en cuenta esta Ultima precisi6n, la competencia en el

manejo del metoda dial6gico-responsorial, postulada por Zapata y que, en Ultimas, es el

modo cientifico de ver el mundo, no encajaria en el perfil en cuesti6n. Parecido

conflicto surgiria con el compromiso intelectual, que, a su vez, va de la mane con la

honradez intelectual, de gran pertinencia hoy dia en plena explosi6n infonnatica, 10 que

connota en el "nuevo maestro" el respeto por la propiedad intelectual y el combate de la

pirateria correspondiente.

51 ZAPATA, op. cit. 52 VELASQUEZ M., Alberto. La loierancia, hija de la duda. En: El Coiombiano, Lileran'o Dominica/, Medellin: (8, abr, 2001): p 4-5.

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Hasta aqui, se ha decantado el componente pedag6gico clave del proyecto educativo

universitario centrado en el docente excelso. Ahora bien, nos topamos por fuerza con la

siguiente pregunta: (.CuaI es la estrella polar que dara la pauta para encaminar el

proyecto de marras? Pues, sin un norte definido, cualquier iniciativa esta condenada al

fracaso . La respuesta a esta Ultima cuesti6n deriva de la clave tennodinamica adoptada

para enfocar este ensayo, 10 que nos conduce a los planteamientos de Rifkin y

Howard 53 , que pivotan en torno a la crisis actual que afronta la humanidad y la

imperiosa refonnulacion educativa.

Hasta ahora, la sociedad industrial que conocemos ha estado enmarcada en un modelo

de sociedad de primera ley, esto es, basada en la ley de la conservacion de la energia, la

que entrana la creencia en una disponibilidad ilimitada de recursos y de un progreso

material siempre en aumento. Sin embargo, el actual deterioro del ecosistema planetario

ha puesto en tela de juicio tal paradigma a causa de las restricciones impuestas por la

segunda ley de la tennodinamica, la del aumento de entropia, la que connota la

propuesta de un nuevo modelo de sociedad, de segunda ley, basada en el cuidado del

ecosistema planetario Pero, la transicion entre ambos modelos de sociedad entrana un

giro copernicano en la concepci6n del sistema educativo, basado hasta ahora en el

paradigma de la primera ley, derivado de la concepcion nev.rt:oniana, mecanicista, del

mundo. Hoy dia, se sabe bien que nuestro Planeta es un sistema tennodinwco

altamente alejado del equilibrio y que las perturbaciones inducidas por el hombre

podrian llevarlo a nuevos estados estacionarios no necesariarnente compatibles con la

existencia de la vida humana. En otras palabras, a medida que la humanidad ha ido

desarrollando sus actividades mentales desde las respuestas instintivas hasta el

razonamiento matemitico abstracto, ha generado un desorden cada vez mayor en el

entorno. Los cazadores-recolectores infligian al mundo un dano mucho menor que la

hurnanidad actual, con nuestro mayor poder de razonamiento abstracto. En surna, hete

aqui la estrella polar aludida: La transici6n hacia un modelo de sociedad basado en el

segundo principio de la tennodinamica. De no hacerlo asi, mejor preparemonos para el

colapso de nuestra civilizaci6n.

53 RIFKIN, Jeremy y HO\VARD, Ted. Entropia: Hacia el mundo invemadero. Barcelona: Urano, 1990. 345 p.

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l,En que consiste la reforma del sistema educativo en esta perspectiva termodimimica?

De entrada, nos adaran Rifkin y Howard 10 siguiente54: Todo nuestro sistema de

ensei'ianza es poco mas que un programa de 12 a 16 ai'ios de duracion para inculcar la

vision nev.·toniana del mundo. En la escuela. se concede gran imponancia a las

cantidades. a fa distancia J' a la ubicacion. pero mucha menos a las cualidades. las

relaciones 0 el contexto. [. . .]. Todo esto se basa en el concepto de causalidad. segim el

cua!. para un conjunto dado de condiciones iniciales existe un estado final correcto)'

nada mas que uno. Esto en cuanto al problema superficial . Pero, el problema de fondo

10 describen ambos autores as155 . •Nuestro sistema educan'vo esta ideado para satis/acer

las exigencias de una sociedad industrial. La sociedad industrial. a su ve=. eSTa pensada

para satis/acer las exigencias de una base energetica no renovable. A medida que vaya

avanzando la transicion hacia un enromo de energia solar. nuestro actual conceplo de

la educacion y la enseFianza ira volvif}ndose progresivamel1le caduco: El estilo

newtoniano de aprendizaje tendra que ceder su lugar a un nuevo el~roque enn'opico de

la educacio11. [. . .]. La educacion se cenn'ara mas en el pO/'que que en el como de las

cosas. [. . .]. Aunque seguira siendo necesaria cierta especializacion . incluso en la Era

Solar. el proceso educativo se basQ/'a en un el~roque hollstico del conocimieJ1lo. [. . .]. EI

conceplo de "el hombre contra la naturaleza" cedera su lugar al concepto de "el

hombre en colaboracion con la naluraleza ". y el proceso educalivo ret7elalil eSle

cambio fundamental. Al conn'ario que el proceso academico aClual. que separa a los

estudiantes del mundo exterior duranTe 12 0 16 a/70s. recluyendolos en un ambiente

artificial hermeticamente cerrado. la orientacion educativa de la era entropica

integrara el aprendizaje con la experiencia cotidiana del mundo. Ahora bien, Rlfkin y

Howard son cautos en cuanto a la direcci6n a seguir. Veamos56 : Aunque el proceso

educativo en vias de aparicion probablemente evolucionara en muchas direcciones

nuevas y, por el momento. impre\·isibles. desde un comienzo vendra guiado por los dos

principios supremos de la termodinamica. Hasta aqui Rlfkin y Howard. En 10 esencial,

hay acuerdo entre sus puntos de vista y los de Zapata con las precisiones introducidas en

este ensayo. En particular, en cierto pasaje de Zapata57, se capt a un buen signo de la

razon que asiste a Rifkin y Howard en cuanto al curso de los acontecirnientos, a saber:

Se ven impelidos - los educandos- a urilizar eflcazmenle los recursos del ambieJ71e y los

:.4 Ibid ., p 266. 55 Ibid., P 267-268. 56lbid , P 269. 57 ZAPATA, op. cit.

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instrumentos disenados para esta acrual y novedosa experiencia de autoaprendi;:aje

creciente. 10 que significa una ruptura radical con la cultura ora/ de las escue/as

tradicionales. En fin, de momento, alin no se percibe la crisis en su real dimension, de

10 que tenemos una muestra en el estado de casas en los Estados Unidos. En efecto, en

el coloso del norte, se ha decantado que la falsa crisis de la ensefianza de las ciencias

enmascara la triste realidad de que a la inmensa mayoria de los estudiantes se les ensefia

una ciencia alejada de sus vidas. La inercia de los cientificos constituye una parte

importante del problema Muchos creen que el sistema es adecuado, pues, fueron

producidos por el 58 Y si en el coloso del norte lIueve, por aqui no escampa, es decir, al

ser, en nuestra cultura, la ciencia una pobre dama vergonzante, el proyecto educativo

W1.iversitario concomitante afronta mayores retos en cuanto a inculcar el modo cientifico

de ver el mundo, 10 que exige, en consecuencia, pedagogos formados en clave evolutiva

en el sentido sugerido por Wagensberg, amen de en clave termodinimica con miras a la

transicion al modelo de sociedad de segunda ley. Despues de todo, hemos de ocuparnos

de evitar el colapso de nuestra ci\ilizacion por la via de la formaci6n integral enmarcada

en el espiritu de la ciencia. (.Cuil es el porcentaje de do centes colombianos aptos en el

sentido esbozado en este ensayo'l EI proyecto educativo universitario, todavia nonato en

este pais, exige, cual conditio sine qua 110n, 10 mas excelso de la intelectualldad

colombiana para su cristalizacion. EI aforismo de Schiller esta vigente para nosotros,

maxime que, del mismo modo que como Juan Luis Vives vio, en su momento, a la

Universidad de Paris, la mal denominada universidad colombiana es una senora de

ochenta aiios en trance de demencia senil59

58 WA YT GIBBS, W. Y FOX, Douglas. Tendencias en educacion: Ensenanza de las ciencias. En: im'estigaciOn y Ciencia. N'" 282 (mar, 2000)~ p 77-81. 59 RODRIGUEZ S. , Pedro. introducciOn. En: VIVES, Juan Luis. Diologas sabre educacion. Barcelona: Altaya, 1995. p 11.