Bitácora del Recorrido Virtual

Akona Takeshita

Esta Bitácora se completó el 7 de julio del 2020, en momentos de contingencia social. En donde me percaté de la relación entre presente y el recorrido virtual.

Pontificia Universidad JaverianaBogotá, julio 2020

A Chile por abrirme los ojos al recorrido de este proyecto.A Yomayra por entenderme siempre.A mi mamá por darme las ideas más bellas.A Santiago por el apoyo y las mil correcciones.

Bitácora del Recorrido VirtualAkona Takeshita

Prof. Dr. Yomayra Puentes-RiveraAsesora Trabajo de Grado

Contenido

9 / introducción

11 / recorrido

21 / street view

31 / el color como identidad

45 / google earth

65 / pareidolia

69 / los animales de colombia

81 / apofenia

85 / proceso

89 / conclusión

91 / figuras

93 / referencias

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Introducción Bitácora del Recorrido Virtual es un proyecto de investigación-creación que contempla la pareidolia, fenómeno psicológico, como herramienta principal de creación. Este ha tenido la libertad de transformarse, y buscar sus propias conclusiones a partir de ejercicios y exploraciones. Es también un recorrido mío, tanto corporal como mental, que me ha permitido descubrir y analizar lugares nuevos, míos y del territorio colombiano. Con este proyecto indagué en dos temas principales, en lo que es para mí la línea en el espacio virtual, que se crea mediante el recorrido, y en la creación de historias a partir de estímulos vagos y aleatorios.

Bitácora del Recorrido Virtual inicia en una etapa de mi vida donde me encontraba en lugares urbanos desconocidos, donde extraviarme era muy factible; en donde no quería perderme y sólo quería disfrutar el recorrer. A través de esta añoranza se reveló un concepto al cuál le llamo recorrido virtual, concepto que utilizo actualmente para referirme a aquellos recorridos que es posible realizar a partir de medios tecnológicos y digitales.

Bitácora del Recorrido Virtual me permite unir temas que han sido recurrentes en mi proceso artístico: lo propio, el explorar lugares, la línea, la recolección de datos y el recorrido. Desde mis propios intereses, los he comprendido y han envuelto el camino de esta obra. En este proyecto busco respuestas en diversos lugares, exploro y me acerco a mi recorrido, dejando libremente que encuentre sus respuestas, y que dibuje su camino.

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Para empezar a desarrollar este proyecto creo pertinente indagar acerca de lo que es el recorrido y cómo este es definido. Por esto considero necesario presentar los conceptos relacionados al recorrido que he venido trabajado.

Según el diccionario de la lengua española: RAE1, los siguientes términos se definen de esta forma:

Andar: Ir de un lugar a otro dando pasos. Recorrer: Atravesar un espacio o lugar en toda su extensión o longitud. Conocer: Averiguar por el ejercicio de las facultades intelectuales la naturaleza, cualidades y relaciones de las cosas. Deambular: Caminar sin dirección determinada.

Ahondando en estas definiciones he llegado a conclusiones. La primera, recorrer, conocer y deambular existen gracias, y después, del andar. La segunda, deambular existe al mismo tiempo que el andar, pero tiene una condición y es que debe hacerse sin una dirección determinada.

Paralelamente, Francesco Careri en su libro Walkscapes: El andar como práctica estética es el primer referente en el que pienso cuando abordo el concepto del recorrido. En este libro el autor trata el tema de cómo los seres humanos hemos construido el paisaje a través del

1 Tomando solo una acepción por término. «Real Academia Española», accedido 17 de febrero de 2020, https://www.rae.es/.

Recorrido

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recorrer, y que el andar es una acción que hacemos todos al caminar y reconocer algún lugar o espacio2. Nuestro recorrido partió desde la necesidad natural de movernos para sobrevivir. Los primeros humanos debieron trasladarse para encontrar comida y lugares aptos para vivir. Cuando empezamos a asentarnos, el recorrer ya no fue una necesidad fundamental y hoy en día no está necesariamente ligado a la supervivencia. Ahora esta acción está conectada a explorar, a conocer lugares nuevos. En mi caso no recorro para atravesar un lugar en toda su extensión y tampoco por la necesidad de sobrevivir, lo hago para conocerlo. El andar lo utilizamos por cuestiones prácticas, para movilizarnos en nuestra cotidianidad.

En mi caso particular, el recorrido se ha convertido en una herramienta de aprendizaje visual y de construcción de paisaje. A través del recorrido he descubierto mi forma de conocer y deambular. Considero que la construcción de paisaje de nuestros antepasados nómadas sucedía al trasladarse de un lugar. Ese traslado dejaba marcas visibles en el territorio que transformaban el paisaje y resultaban en una forma de apropiación del lugar. Actualmente, al descubrir los entornos por los que nos movemos, creamos una experiencia socializada. La trasformación de paisaje la tejemos mientras caminamos ya que absorbemos y percibimos todo lo que nos rodea3. Desde mi punto de vista, la construcción de paisaje la

2 Francesco Careri, Land&ScapeSeries: El andar como práctica estética (Barcelona, España: Editorial Gustavo Gili, sa, 2002)

3 Francisca Avilés Arias, «El paisaje caminado: experiencia y formas de la ciudad vivida a pie», ZARCH, n.o 7 (27 de diciembre de 2016), https://doi.org/10.26754/ojs_zarch/zarch.201671517.

hago primero, a través del reconocimiento de un espacio y luego, a través de la apropiación. Al atravesar un lugar nuestras facultades automáticamente lo reconocen y lo observan; la apropiación del espacio sucede en cuanto le damos nuestra mirada.

La deambulación, es considerada por Careri como una escritura automática en el espacio tangible que revela las partes ‘oscuras’ de la ciudad. Entender el deambular como una intervención urbana –comprendiendo esta última como el trazo que dejan los pasos al atravesar un lugar– resulta muy relevante para mi investigación. Pienso que el recorrer, el deambular y el andar, son formas de dialogar con el dibujo y de dibujar también. Los primeros dibujos en la historia de la humanidad no fueron guiados por una exploración visual, fueron guiados por una exploración del movimiento4. El trazo de un dibujo no necesariamente resulta en una imagen pictórica5. Por ejemplo, el artista inglés Richard Long, trabaja el trazo de la línea a través del paisaje. En su obra A Line Made by Walking, el artista realiza dibujos sobre el paisaje. En sus viajes explora a través de la fotografía, cómo con el recorrido se pueden hacer trazos que a su vez generen líneas y por ende dibujos. Esto lo hace al caminar repetitivamente por un mismo lugar, hasta que el suelo por el que recorrió se transforme y cambie visualmente, en este caso, el pasto se aplana o se disipa.

4 Tania Kovats, The Drawing Book, 01 edition (London: Black Dog Publishing Ltd, 2006)

5 Clase de Dibujo VI con el maestro Jaime Gamboa. 29 de enero 2019

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Esa acción repetitiva, que se realiza con el cuerpo a través del tiempo y que deja una huella, es documentada mediante la fotografía. La imagen condensa dos tiempos, la acción y el paisaje transformado (Figura 1); una línea hecha sobre el paisaje.

La aproximación de Long al dibujo a partir del caminar me resultó útil para entender lo que era una línea ‘dibujada’ en el espacio tangible. La línea que realiza existe gracias a su corporalidad, a su peso y a la acción física que hace repetidas veces. La línea que yo estaba buscando y empezando a explorar dialogaba con la no-corporalidad y la intangibilidad.

Otra aproximación al trazo como dibujo, que también incluye el caminar, fue realizada por Francis Alÿs7 en su obra The Green Line. En esta obra, el artista, hace una caminata a través de un paisaje urbano explorando los aspectos políticos y poéticos de ese acto. Alÿs, en esa caminata de 24 kilómetros a través de Jerusalén, redibuja la línea verde que separó las secciones este y oeste de la ciudad. En 1984 la línea verde fue trazada por Moshe Dayan con un lápiz de color verde sobre un mapa que acordaba el final del conflicto árabe-israelí8. En el recorrido de The Green Line, Alÿs camina con una lata de pintura verde en su mano, lata que tiene una perforación por donde escapa la pintura que hace visible su caminar y vuelve tangible la línea hecha previamente sobre el mapa por Dayan (Figura 2). “En la práctica esta línea verde no existe más, pero a ella se refieren constantemente las distintas facciones del conflicto actual”9.

7 En colaboración con Philippe Bellaiche, Rachel Leah Jones y Julien Devaux

8 “Durante los meses de diciembre de 1947 y junio de 1948 hubo un fuerte enfrentamiento en Jerusalén y sus alrededores. La ciudad estaba dividida en dos líneas de combate, (…) el acuerdo

las fuerzas israelíes en la región de Jerusalén’ y Abdullah al-Tal, ‘representante de toda la Legión Árabe y todas las otras fuerzas en el área de Jerusalén’. Dayan dibujo la línea israelí con un lápiz graso verde mientras que Al-Tal dibujo su línea con uno de color rojo. Los lápices grasos hicieron líneas de 3 a 4mm de ancho, dibujadas sobre un mapa cuya escala fue 1:20.000, luego esas líneas en realidad representaron porciones de tierra de 60 a 80 metros de ancho. Y de ahí la pregunta: ¿a quién pertenecían aquellas tierras en ‘el acho de la línea’?” Extracto tomado del inicio de la documentación del video de Francis Alÿs, «The Green Line», Francis Alÿs (blog), 25 de junio de 2015, http://francisalys.com/the-green-line/

9 Russell Ferguson, Francis Alÿs, y Ann Philbin, Francis Alÿs: The Politics of Rehearsal (Los Angeles Calif. : [Göttingen, Germany]: Steidl/Hammer Museum, Los Angeles, 2008), 101

Figura 1, A Line Made by WalkingRichard Long © Tate Museum6

——Fotografía análoga 1967

6 Tate, «‘A Line Made by Walking’, Richard Long, 1967», Tate, accedido 16 de abril de 2019, https://www.tate.org.uk/art/artworks/long-a-line-made-by-walking-p07149

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Alÿs traslada la línea dibujada sobre el mapa de papel al territorio físico de este país, conviertiendo una línea intangible en una tangible. Ha trasladado la línea por medio del recorrido, cada paso replica la línea verde del mapa, sus pasos hacen un dibujo en el espacio real, que es demarcado con pintura. La línea en el mapa y la línea en el territorio son muy diferentes, Alÿs se percata de que lo que es real en el mapa no se puede trasladar al territorio, ya que la línea del lápiz de color verde hecha sobre el mapa de papel tendría un ancho de 80 metros en la tangibilidad. Las líneas de demarcación en los mapas son reales solo en ese medio.

Figura 2, The Green Line 2004 © Francys Alÿs ——Capturas de pantalla del registro audiovisual

Tanto Alÿs como Long utilizan el recorrido para crear líneas tangibles sobre el territorio; Long mediante sus pasos y su peso, y Alÿs con la ayuda de un tarro de pintura. Ambos utilizan su corporalidad. A diferencia de estos dos artistas, el recorrido que yo estaba practicando –y que será expuesto más adelante en la investigación– no era un recorrido tangible. En mi primer acercamiento al recorrer, hace unos años, indagué mediante el dibujo en mapas alojados en herramientas virtuales. En ese momento me encontraba en un intercambio en una ciudad chilena que no conocía. Utilizaba mucho las aplicaciones de mapas para moverme por la ciudad, y consideraba que al recorrer mis trayectos de manera física y luego ‘ver’ en las aplicaciones por dónde había estado andando, podía extraer esa línea intangible que se formaba; de esa forma estaba practicando el dibujo (Figura 3). Google Maps fue mi herramienta predilecta porque al dar indicaciones de cómo llegar del punto A al B mostraba una línea sobre el mapa. Esta línea la denominaba un dibujo.

Figura 3, Recorrido I 2017 © Captura de la Autora con Google Maps——La imagen muestra el recorrido en bus y a pie a realizar desde mi casa temporal de entonces a la Universidad en Santiago de Chile

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Mis recorridos de ese momento, dejaban una huella en el plano virtual. Aquella línea que expongo en la Figura 3 no es una línea que yo realizo a partir de la materialidad de mi cuerpo. Es una línea intangible en el mundo palpable, pero una tangible en el mundo virtual. La manera en la que registraban Alÿs y Long sus ejercicios pictóricos era a través de medios audiovisuales. Yo registraba las líneas de mi recorrido virtual a través de la captura de pantalla en el monitor del computador, un medio que cualquier persona interesada podría utilizar. La captura de pantalla se convierte en este punto en un medio muy importante para mi investigación, ya que es una manera en la que puedo documentar mis recorridos y sus dibujos. En los dos casos de los anteriores artistas se requería atravesar un espacio desde la corporalidad para hacer un trazo en el territorio, por esta razón aquellos referentes me ayudaron a entender que mi escritura por el espacio virtual era muy diferente a la que era posible en el espacio palpable.

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Street View A partir de mis primeras extracciones de la línea, me interesé por recorrer estos espacios de una manera, también virtual, en donde a través de la vista pudiera reconstruir el paisaje que atravesaba. A esta acción le llamé recorrer virtualmente. Lo hacía por medio de Street View, una herramienta digital de Google en la que recorro mediante secuencias de imágenes fijas o estáticas que registran lugares y me permiten explorar libremente espacios de mi interés. El recorrido tangible, por otra parte, requiere de la corporalidad interactuando con el lugar, percatándose de todas las barreras físicas que ello supone. En mi interés por el recorrido decidí conscientemente que no quería abordar el tema desde lo que llamaba recorrido tangible. No sentía ningún interés en salir a caminar y ‘perderme’, o deambular por la ciudad. La decisión de recorrer a través de esta herramienta digital sucedió de una manera casi natural. Ahondaba en experimentar el recorrido sin los límites que suponía para mí el recorrido presencial.

El Street View o Vista de Peatón permite explorar cientos de lugares de manera inmediata, teniendo la experiencia de desplazamiento incluso a contravía por lugares físicos, lugares del mundo que se muestran como una realidad. Solemos utilizar esta herramienta para acceder visualmente a lugares que no conocemos, para ubicar la ruta más eficiente a usar y muy frecuentemente para ubicarnos.

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A diferencia de las cámaras que transmiten en tiempo real o en vivo, y que existen en diferentes partes del mundo, Street View no ocurre en tiempo real. Por esto existe el riesgo de que los usarios, lo interpretemos como lo que está ocurriendo en el aquí y el ahora, aún cuando poco a poco ese detalle se ha hecho cada vez más consciente (Figura 4).

Figura 4, Did you know?2020 © @verifyfact10

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Por ello ‘mundo virtual’ le llamo yo a esos espacios que se pueden recorrer a través de Street View. Un mundo que vemos y recorremos a partir de las fotografías tomadas por los autos de Google. Un mundo que me es atractivo por su virtualidad y me causa extrañeza. Aquellos carros pasan por ciudades tomando fotografías con una cámara acondicionada con 6 lentes que les permite capturar imágenes en todos los ángulos, por ello se habla de imágenes a 360º. Los autos solo transitan por calles que sean accesibles, dejando a los

10com/p/B9_25GcAFkP/

lugares cuyo acceso es únicamente peatonal fuera del registro. Han estado transitando desde el 2007 y han cubierto al menos un 50% del territorio, pasando por los siete continentes11. Por medio de esta herramienta empecé a hacer mis recorridos por el ‘mundo virtual’, desde la vista de peatón. Al utilizar Street View sentía la conveniencia de esta herramienta, la comodidad y seguridad de deambular y conocer el lugar de mi interés, sin mover un músculo. Recorrer este mundo digital no se compara con la tangibilidad de nuestro mundo tangible. Las sensaciones cambian, nuestros sentidos no funcionan de la misma manera, no olemos, tocamos u oímos lo que se ubica a nuestro ‘alrededor’. Ver las calles, las avenidas, las plazas desde un lugar lejano, siendo transportado solo por la pantalla, es extraño. Para mí fue atractiva esa extrañeza, la forma en la que debía concentrarme únicamente en la vista, en lo que era posible ver e interpretar. En esos primeros recorridos me aprovechaba del Street View para meterme en lugares en los que tal vez, normalmente en el recorrido tangible, no lo haría. Recorría desde el lugar más cercano hasta el más lejano, de mi cuerpo físico.

El primer ejercicio que elaboré en torno al recorrido virtual lo realicé paralelamente a la época donde hice ‘mi primer dibujo’, es decir durante un intercambio en la ciudad de Santiago de Chile, donde, a pesar de estar físicamente en esa ciudad, decidí hacer un recorrido

11 «Street View, Google», Google Maps Street View, accedido 18 de febrero de 2020, https://www.google.com/streetview/explore/

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virtual capturado en mi computador. Un video de nueve minutos donde mis piernas son el cursor, estoy avanzando y girando la cámara de arriba abajo. En ese momento consideraba que el recorrido virtual debía emular o ser lo más parecido a un recorrido corporal tangible (Figura 5).

Figura 5, Recorrido II2017 © Video de la Autora con Google Street View——Capturas de pantalla del recorrido virtual

Careri, como mencioné en la sección anterior, aborda el deambular como ‘perderse mientras se recorre’, y eso mismo estaba haciendo yo en mi recorrido virtual. En este me fue más fácil perderme que en la tangibilidad. Desde mi punto de vista Street View me hizo descubrir una nueva forma de acercarme al caminar, al conocer y al deambular. En recorridos tangibles que algunas veces he realizado, no he estado dispuesta a perderme por las calles, no me siento cómoda ni segura. El recorrido virtual al que ahora me aproximaba me hacía sentir cariño por perderme y descubrir lugares nuevos, siempre desde mi lugar seguro. Generalmente, soy una persona que calcula muy bien sus tiempos y sus rutas. No suelo caminar en una ciudad para ‘perderme’ y descubrir algo nuevo, nunca me ha llamado la atención la deambulación por la ciudad y menos si me encuentro sola. El andar sola no significa una acción de disfrute para mí ya que estoy pendiente de otros factores diferentes al reconocer y empaparme de aquel lugar que estoy atravesando. La razón por la que recorro tiene usualmente objetivos prácticos y es para transportarme. Por esto, el recorrido virtual despertó en mí curiosidades que con el recorrido tangible no había sentido.

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También sentí afinidad con otros artistas que exploraban la herramienta de forma artística, entre ellos se encuentra el maestro Juan Alonso, artista bogotano cuyo video COLOMBIA explora el recorrido y quién afirma:

Realizando … un recorrido por una serie de calles, carreras, avenidas, vías, plazas y parques con el nombre de “Colombia” en ciudades afuera del país “Colombia” en un recorrido que parte de las ciudades más “reales” hasta llegar al paroxismo de su abstracción … después de realizar la primera versión de la serie “Colombia” y ver las limitaciones físicas de su desarrollo en cuanto a los desplazamientos y sus costos, encontré una forma más sencilla y gratuita de recorrer estos espacios con el nombre de “Colombia” y fue a través de la plataforma Google Street View. De esta forma realicé un proceso similar a la versión análoga de “Colombia”, pero esta vez a través del lente del carrito de Google.A partir de estas imágenes, al igual que un viajero que quiere mandar postales de los lugares recorridos a sus seres queridos, creé una serie de postales de mis viajes virtuales alrededor del mundo pseudocolombiano.12

Luego de mis primeros ‘dibujos’ y ‘recorridos’ y al encontrarme con esta obra de Juan Alonso, me sorprendí por su gran similitud con la mía. De alguna manera lo que yo llamaba recorrido virtual era un medio que más artistas estaban explorando. Una de las diferencias de la obra de Alonso con la mía es que él optó por utilizar Street View debido a los costos que requieren los viajes tangibles, en mi caso preferí la herramienta virtual desde un inicio por que con ella

12 Juan Alonso, «COLOMBIA», Vimeo, accedido 16 de abril de 2019, https://vimeo.com/100327287

me permitía deambular. Este artista empieza recorriendo en el medio físico para luego cambiarse al virtual, y de esta forma también cambia su obra. Por otra parte, los motivos de recorrido son diferentes, en mi caso es por el interés sobre la línea, Juan Alonso recorre lugares por consecuencia de su nombre, “Colombia”.

Del esteticismo del video comprendí que cuando un recorrido se hace de manera virtual el mismo medio debe dar cuenta de ello, me refiero por ejemplo a los glitches que expone Alonso a lo largo del video. Anteriormente pensaba que el recorrido virtual debía asemejarse al recorrido tangible, pero en realidad debía ser lo contrario. Así comprendí también que la línea que realizaba en los planos virtuales era potente por su falta de necesidad de corporalidad, la fuerza del recorrido virtual recaía en las particularidades que tenía esta herramienta como el Street View. En COLOMBIA tanto los errores como los movimientos entre fotografía y fotografía, a medida que avanza el video, contenían su esencia (Figura 6).

Figura 6, COLOMBIA 2014 © Juan Alonso ——Capturas de pantalla de la obra audiovisual

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Paralelamente también me acerqué a la obra Agoraphobic Traveler de Jacqui Kenny obra particular y autobiográfica. El nombre de la obra habla acerca de la condición que tiene la artista, que hace que viaje a través de Google Street View. “Agoraphobia & anxiety limit my ability to travel, so I’ve found another way to see the world”13. Porque sufre de Agorafobia, Kenny encontró la forma de viajar sin afectarse: a través de Street View. Exploró lugares muy lejanos de donde se encontraba su cuerpo y se inspiró por estas imágenes. Imágenes de lugares y personas que quedan congeladas en el tiempo, y con ellas creó una cuenta de Instagram, como lo haría un viajero contemporáneo. Este referente se ubicó en el desarrollo de mi proyecto como un referente tanto visual como teórico. Agoraphobic Traveler me hizo dudar si tal vez yo sufría de esta condición, en poca cantidad, ya que siempre he creído que es extraña mi atracción por el recorrido virtual. Cuanto me preguntan si no se disfruta en mayor medida un recorrido al hacerlo de manera corporal, respondo que pienso que al hacerlo virtual hallo la belleza en recorrer lugares con el cursor, la posibilidad de detenerse, de observar con atención, de encontrar imágenes inusuales, que es un momento de disfrute. En el sentido que afirma Kenny cuando dice “encontramos fragmentos de momentos congelados en el tiempo del mundo paralelo del Street View”14. Recorremos sin barreras, podemos llegar a casi cualquier lugar.

13 The Agoraphobic Traveller, «Agoraphobic Traveller (@streetview.portraits)», accedido 18 de febrero de 2020, https://www.instagram.com/streetview.portraits/

14 Jacqui Kenny, Agoraphobic Travaler, s. f., s. f., https://www.theagoraphobictraveller.com/about-the-agoraphobic-traveller

Con los recorridos y fotografías de Kenny pude comprender la belleza, casi poética, del recorrer virtualmente. De su obra rescato nuestra similitud en encontrar lugares de interés virtuales, preferir el recorrido virtual por nuestras razones personales, y además encontrar la belleza en los paisajes que recorremos. Las fotografías de Agoraphobic Traveler tienen un ‘aire’ de colores especial, las imágenes están unificadas por unos tonos específicos, cálidos, mate, tierra, al ver su feed de Instagram pensé que habían sido tomadas en el mismo lugar, aunque en realidad no hubiera sido así (Figura 7).

Figura 7, Agoraphobic TravelerIzq.: Desert Chapel, Chile. Der.: White Horse, Kirguistán.2017 © Jacqui Kenny ——Tomadas de su página web

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El Color como Identidad Pienso que cada lugar en el mundo tiene una identidad y que los colores que lo conforman le aportan gran parte de ésta. Los lugares se vuelven icónicos, casi escenográficos por sus colores. Por ejemplo, me imagino al momento de planear la escenografía de una película, debe ser muy importante el lugar y los colores. La identidad de una playa del caribe, un pueblo entre los Alpes suizos o una ciudad industrial nunca será igual. Sus paletas, o muestras de colores, no son iguales y por esta razón los percibimos diferentes.

Mi exploración en el medio del recorrido virtual se transformó cuando, tras la obra de Kenny, comprendí los lugares que estaba recorriendo como lugares con identidad a partir de sus colores. Los recorridos virtuales que realicé por este tiempo los hice siendo muy consciente de esa particularidad. Esta sección de mi investigación fue bastante exploratoria, los primeros recorridos que realicé en Bogotá a partir del interés de buscar el color fueron en mi propio barrio y cuadra. Partí desde lo más cercano para luego alejarme.

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En un primer ejercicio, Ejercicio Exploratorio Nº1, hice una búsqueda de la ‘identidad’ de mi cuadra, quería encontrar y recolectar los colores, o datos, que la conformaban en la virtualidad. Mediante un mezclador de colores, con ayuda del cursor y recorriendo por Street View, ubiqué la mayor cantidad de tonos en mi manzana. Recolecté colores de las calles, del cielo, pasando por los carros, los edificios, los árboles y hasta de las personas que transitaban en ese momento congelado. El resultado de esta recolección fue una gran paleta de colores (Figura 8) que bajo mi interpretación, con ella no era posible identificar el lugar a la que pertenecía.

Figura 8, Ejercicio Exploratorio N°1 2019 © Imagen de la Autora

El Ejercicio Exploratorio Nº1 me hizo comprender que los colores que conformaban la identidad de un lugar, debían ser seleccionados desde una particularidad, bien fuera la cantidad de espacio que ocupaban o su importancia en el lugar, además de la composición en la que los presentara. Los artistas que expongo a continuación utilizan escenas de películas, objetos relacionados con la psicología y lugares, para realizar diferentes paletas de colores. Los ubiqué en mi búsqueda de respuestas a los pasos a seguir.

Cinema Palettes15 se presenta como una cuenta de Twitter que identifica la paleta de colores de diversas películas. La forma en la que las realizan es seleccionando un cuadro de alguna escena y extrayendo sus colores representativos. El resultado permite al espectador comparar diversas películas y entrever, por ejemplo,

15 «CINEMA PALETTES (@CINEMAPALETTES) | Twitter», accedido 16 de abril de 2019, https://twitter.com/cinemapalettes?lang=en

Figura 9, Cinema PalettesIzq.: Trainspotting (1996). Der.: Forrest Gump (1994).© @CINEMAPALETTES——Tomadas de su cuenta de Twitter @Cinemapalettes

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que la paleta de colores de Trainspotting es diferente a la de Forrest Gump (Figura 9), por ejemplo. Trainspotting se sitúa en Edimburgo y su paleta contiene colores fríos y cálidos que nos remiten a un entorno urbano, a una ciudad. En Forrest Gump la paleta tiene una gama de verdes y colores cálidos transportando al espectador a un espacio rural, en este caso al hogar del protagonista.

Figura 10, PsicolorIzq.: Manía (150 x 82 cm). Der.: Adicciones (125 x 69 cm).2017 © María Jimena Herrera & Iván Cardona——Tomadas de su página web

Los siguientes artistas que expondré, Iván Cardona y María Jimena Herrera, son un dúo de artistas que considero abordan el color en un contexto diferente, pero realizan un manejo parecido. La obra que quiero resaltar se llama Psicolor y consiste en lienzos pintados con cuadros de diferentes colores. Cada lienzo hace referencia a una enfermedad mental, a una condición o un medicamento. La obra consiste en buscar imágenes en Google de estos tres temas y antes de que las

imágenes ‘carguen’ completamente, tomar una captura de pantalla (Figura 10). Los colores que capturan son la síntesis de color que realiza Google y a partir de ello atribuyen una paleta de colores al tema que tratan16. Este dúo me interesó porque su búsqueda de color era contraria a la mía, buscaban atribuir colores para así identificar los diferentes temas.

Por último, en la publicación The Colors of Berlin es posible darse una idea de los colores que representan a Berlín. Es un libro definido por Di Pauli, Schwarz & Shapins –sus autores– como ubicado entre el borde del arte contemporáneo, el diseño urbano y la investigación etnográfica, con la intención de hacer visible lo banal y lo bello17. Este proyecto muestra una paleta de colores a través de la recolección de fotografías en esta ciudad. Las fotografías capturan espacios y objetos. De cada fotografía los autores escogieron dos colores, los que son más dominantes en la imagen. Estos colores son muestreados y presentados como un catálogo de colores de pinturas. El catálogo se despliega y se puede abrir y/o sacar cada página por separado (Figura 11).

16 María Jimena Herrera, Psicolor, s. f., s. f., http://mariajimenaherrera.com/psicolor/

17 Celia Di Pauli, Philipp Schwarz, y Jesse Shapins, «The Colors of Berlin», marzo de 2005, https://www.amazon.de/Die-Farben-Berlins-Colors-Berlin/dp/3791333089.

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Figura 11, The Colors of BerlinDi Pauli, Celia, Philipp Schwarz, y Jesse Shapins, 2005Izq.: Detalle del libro desplegado. Der.: Detalle de algunas de sus paginas por separado.——2020 © Photo YPR

En cada página, o tarjeta, se puede ver en el anverso la fotografía en la parte superior y en la parte media e inferior los dos colores seleccionados de la imagen. En el reverso de la tarjeta un mapa de Berlín con la ubicación exacta de la fotografía seleccionada y un corto texto relacionado con el lugar. The Colors of Berlin es un ejemplo de la selección de colores por una razón específica y también de la escogencia del espacio para que este retrate las particularidades de la ciudad. Los colores como identidad de la ciudad, en esta publicación, los entienden de una manera muy distinta a mi primer acercamiento. Comparando los dos ejercicios, comprendí que la forma de presentación de las paletas de colores era muy importante. Es probable que tanto The Colors of Berlin como yo tengamos la misma cantidad de colores muestreados en total, la diferencia radica en las relaciones que hacen estos autores con la imagen, el color, el mapa y el texto. Le dan al espectador la ‘imagen completa’ que le permite percibir y entender la identidad de aquel lugar.

Para el Ejercicio Exploratorio Nº2, me alejé de mi ‘zona’ familiar y conocida. Escogí siete lugares de Bogotá que fueran reconocidos ampliamente por sus habitantes, ya fuera porque son populares o porque son lugares turísticos. Al salirme de mi ‘zona segura’ e irme más lejos de mi cuerpo, los espacios ya no eran simbólicos para mí, los seleccioné pensando específicamente en el ejercicio. A partir de dos imágenes muestreé únicamente ocho colores por lugar, los que consideré más relevantes. Para la selección de los colores me apoyé en la cantidad de área que éstos cubrían en las imágenes, y también en su repetición. El resultado de este ejercicio fueron siete imágenes donde, para mí, la relación entre el color y el lugar que representan es evidente (Figura 12).

Figura 12, Ejercicio Exploratorio N°2De izq. a der.: Plaza de Bolívar, Plaza de Usaquén.——2019 © Imagen de la Autora & Google Street View

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Figura 12, Ejercicio Exploratorio N°2De izq. a der.: Santuario de Monserrate, Parque El Virrey, La Candelaria——2019 © Imagen de la Autora & Google Street View

Figura 12, Ejercicio Exploratorio N°2De izq. a der.: San Victorino, Chorro de Quevedo.——2019 © Imagen de la Autora & Google Street View

En Street View, las imágenes que vemos no son sincrónicas con nuestro presente. En algunos casos, como en las calles o carreteras no muy concurridas, las imágenes que recorremos son de varios años atrás. Otros lugares que son más frecuentados, tienen la posibilidad de ver las imágenes desde el primer año que pasó el carro de Google hasta el último, y algunos años intermedios. Cada lugar varía. Una de las formas en la que yo propongo el recorrido virtual es entendiéndolo a través de los colores y su cambio en el tiempo virtual. En el Ejercicio Exploratorio Nº3 utilicé la opción para recorrer en años anteriores. El lugar que escogí fue el barrio La Candelaria, porque dada su estética colorida sería interesante indagar acerca de sus cambios de color.

Figura 13, Ejercicio Exploratorio N°3Cra 4 con Calle 9——2019 © Imagen de la Autora & Google Earth

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En este barrio el auto de Google pasó por primera vez en el año 2012, así que las imágenes que conforman Street View documentan el estado del barrio desde ese año. La imagen que capturé es sobre la calle 9 con carrera 4. En ese ejercicio muestreé solo cuatro colores, para ver más clara la diferencia: el año 2012 (Figura 13 Izq.) la paleta era menos unificada en contraposición con la imagen de 2018 (Figura 13 Der.) en donde se observa una paleta más uniforme en la escala de los azules y ocres.

Comprendí que la identidad de un lugar en el plano virtual cambia bajo nuestra propia percepción. Esto al permitirnos Google cambiar la imagen a como el lugar lucía en años anteriores. A diferencia del recorrido tangible, en el virtual no estamos obligados a ver los lugares como lucen actualmente, Google Street View puede enseñarnos un año anterior al presente y por consecuencia nosotros los usuarios, percibirlo como el actual; de esta forma comprendemos e interpretamos la identidad del lugar en un momento asincrónico a nuestro presente. Con esta posibilidad se evidencia más rápidamente –a sólo un click– los cambios por los que atraviesa la ciudad al pasar los años.

En este sentido la obra Oasis18 de Giovanni Vargas se vuelve relevante. Es un proyecto compuesto por imágenes de pequeños

18 «Giovanni Vargas – Oasis», museo efímero del olvido, accedido 16 de abril de 2019, http://

fragmentos que enseñan las zonas verdes, que todavía existen, en la localidad de Chapinero en Bogotá. Al ver la imagen completa se evidencia un mapa de islas urbanas que hacen parte de este barrio. Las ‘islas’ verdes proponen una reflexión sobre el cambio, la desaparición y aparición de estas mismas (Figura 14). Este proyecto es uno de los muchos que componen Apuntes Para una Historia de Chapinero que funciona como un archivo que señala y compila los aspectos del proceso de transformación por los que atraviesa la localidad de Chapinero. Vargas dialoga con el paso del tiempo, y las transformaciones, a través de éste, en el espacio urbano.

Figura 14, Oasis 2013 © Giovanni Vargas——Tomada de su página web

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Al igual que Oasis de Giovanni, en mi Ejercicio Exploratorio Nº3 se hace latente la historia de los colores de esa calle en La Candelaria y cómo han cambiado en el plano virtual de manera paralela. Se manifiesta uno de los cambios por los que atraviesan las ciudades intangibles. Los colores contrastan al mirarlos desde años diferentes y la herramienta virtual permite hacer evidentes los cambios. Oasis fue importante en este momento de mi investigación por su mirada, que cambió la mía; desde la altura de lo que permite la vista humana, hacia la vista cenital de una localidad entera. Me percaté de esta mirada, que iba aún más lejos de mi cuerpo, y con la que podría evidenciar aspectos diferentes de la ciudad, para así seguir construyendo mi paisaje a través del recorrido virtual.

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Google Earth Google Earth es una plataforma virtual en donde se puede ver y recorrer el mundo desde una vista cenital, como si uno fuese en un heicóptero. Es una herramienta alimentada por las imágenes de los muchos satélites que orbitan alrededor de la Tierra. Se puede ver todo el globo en una calidad de imagen bastante nítida, en muchos lugares de manera tridimensional. Es una plataforma que se ha ido extendiendo con el paso del tiempo y donde además de poderse ver la Tierra se puede explorar también Marte y la Luna. En este proceso de investigación, y recorrido propio, había pensado ingenuamente en que debía recorrer virtualmente como un humano; los humanos sin herramientas adicionales ven los lugares desde su propio punto de vista. Al comprender que el recorrido virtual contenía su propio aspecto, razón y propósito, y que estas particularidades le aportaban su carácter, me interesé por la mirada de Google Earth. Ver la tierra desde otro punto de vista es una oportunidad que se nos da contadas veces de manera tangible, es una de las únicas formas en las que podemos ver el mundo desde un ángulo cenital cuando nos plazca. Es una manera de recorrer, que no asemeja al recorrido tangible que realizamos cotidianamente con nuestro cuerpo. De esta última forma, estamos sujetos a ver hasta donde nuestras alturas alcancen, desde una perspectiva humana, a escala humana. Alejarme de la Tierra y observarla desde muy lejos me alejaba completamente de mi corporalidad, de lo conocido.

Me incliné por esta herramienta y también por referentes que la utilizaban para evidenciar glitches y exponer paisajes cenitales

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que capturaban mi atención. Recorrer Bogotá por Google Earth era muy diferente a hacerlo por Street View, la diversidad de experiencias me hizo reflexionar sobre mi propia corporalidad. De estos recorridos recolecté únicamente pantallazos de imágenes que, por la composición de sus formas, colores o errores, me atraían. Las imágenes que estaba recolectando las separé por categorías. Un referente que me ayudó visualmente a organizarlas fue Paraic Mc Gloughlin y su obra audiovisual ARENA (Figura 15). Esta obra reúne imágenes de Google Earth y las relaciona visualmente de una manera consciente, por su composición. El video es una animación compuesta de capturas de pantalla donde se genera un movimiento, a partir de las imágenes estáticas, por la manera en que Mc Gloughlin las relaciona.

Figura 15, ARENA19

1 min 30 seg2018 © Paraic Mc Gloughlin——Capturas de pantalla de la obra audiovisual

19 Mc Gloughlin, Páraic. 2018. ARENA. Audiovisual. https://paraicmcgloughlin.com/arena

De esta manera organiza el orden en la animación. El video reúne imágenes llamativas –algunas enigmáticas– de lugares áridos, de sabanas, de ciudades, de conjuntos residenciales, y varias carreteras y avenidas. Entiendo que la selección de imágenes ocurre únicamente por sus formas y composición.

Es así como separé mi propia colección de imágenes cenitales de Bogotá, en cuatro categorías: Forma, Glitch, Sombra y Color. Las categorías surgieron a posteriori, no ocurrió que primero estableciera las categorías y que luego realizara los recorridos teniendo en mente las categorías propuestas. Apreciar Bogotá desde ese ángulo y en esas condiciones derivó en algo sumamente inusual, las imágenes que empecé a encontrar me resultaban intrigantes, de una Bogotá que no estaba acostumbrada a ver. Los primeros pantallazos que capturé fueron de imágenes en donde eran evidentes los glitches de esta herramienta virtual. Los errores tienen una belleza llamativa, ver lo que me es tan conocido, interpretado de otra manera que no tiene sentido, es difícil para mi ojo humano, pero muy atractivo también. Los espacios que vemos en Google Earth que no tienen aún la tecnología 3D se ven planos, como una foto 2D fingiendo tener relieve (Figura 16). Imaginaba recorrer palpablemente esa ciudad plana, ¿cómo sería esa experiencia?

En la categoría Formas (Figura 17) lo que observé fueron las geometrías que se constituyen por diferentes avenidas, plantas o fábricas y espacios residenciales. Me cautivaron los puentes que

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Figura 16, Glitch2019 © Captura del Autor & Google Earth

pasan por encima de las avenidas, más específicamente las ‘orejas’ que tenemos que hacer cuando vamos en auto y queremos tomar un puente o salir a la avenida, desde esta perspectiva asemejan mariposas, o el dibujo que se haría de ellas usualmente. Los conjuntos residenciales también llamaron mucho mi atención ya que están organizados de una manera geométrica que se evidencia al mirarlos desde arriba. A mi parecer, estando corporalmente en esos conjuntos no habría podido percibir su exactitud geométrica. Otras formas que me sorprendieron fueron las pistas del aeropuerto, por sus círculos y óvalos, y además por la línea amarilla que las demarca,

que contrasta con el concreto de las pistas de aterrizaje. También los círculos que se encuentran en las afueras de la ciudad, que entiendo son de plantas o fábricas. En esta búsqueda no era de mi interés realizar una conexión entre el lugar y lo que veía, únicamente deambulaba desde arriba, observando y comprendiendo la ciudad de una manera que no había experimentado antes empapándome de esta ciudad que, en estas condiciones, no conocía.

Figura 17, Formas 2019 © Capturas de la Autora & Google Earth

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Figura 17, Formas 2019 © Capturas de la Autora & Google Earth

Figura 17, Formas 2019 © Capturas de la Autora & Google Earth

En la categoría Sombras (Figura 18) agrupé a las imágenes que contenían en ellas ‘errores’ relacionados con las sombras que se proyectan sobre la ciudad. Este grupo de imágenes captó mi atención por sus sombras tan cuadriculadas, que sé que no existen en el paisaje palpable, en el paisaje que conozco. Las sombras que usualmente veríamos sobre el territorio serían conformadas por nubes, orgánicas y suaves, sin bordes ni esquinas. Esta búsqueda me hizo pensar la manera en la que funcionan los datos que captan los satélites y luego son interpretados en imagen.

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Aquellas sombras me hacen pensar que vivo en una ciudad conformada por cuadrantes y que cada uno de ellos contiene diferentes tipos de arquitectura o urbanismo. Las sombras en estas imágenes me hacen reflexionar acerca de la anterior sección del Color Como Identidad. Éstas están sujetas a la cantidad de sol para que la ciudad se vea de una forma o de otra, cálida o gris.

Figura 18, Sombras 2019 © Capturas de la Autora & Google Earth

Figura 18, Sombras 2019 © Capturas de la Autora & Google Earth

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Figura 18, Sombras 2019 © Capturas de la Autora & Google Earth

A partir de las sombras surgió una nueva categoría: Color (Figura 19). En esta lo que ocurrió fue que empecé a identificar, inconscientemente, zonas de la ciudad por sus colores cenitales. La reflexión de la anterior categoría me hizo comprender que estos colores no eran reales, ya que dependían del sol. Si recorría Bosa, Ciudad Bolívar o Santa Fe, algunas zonas de estas localidades tienen un mismo tono. Las edificaciones parecen ser de ladrillo claro y muchas tienen un tejado ‘azul rey’, y además se ven muy densas, hay pocos espacios verdes entre cuadra y cuadra. Este tipo de identificación, a partir del color, me hizo reflexionar si debía

Figura 19, Color2019 © Capturas de la Autora & Google Earth

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Figura 19, Color2019 © Capturas de la Autora & Google Earth

confiar en estas imágenes que contienen ‘errores’, tales como los de las sombras. En este momento me atrajo la idea de relacionar el contenido de la imagen con su localización, cosa que anteriormente no había hecho. Sabía que quería recorrer Bogotá porque estaba yendo desde lo más cercano hasta lo más lejano de mi propio cuerpo. Estos paisajes que encontraba y capturaba me cautivaban, sabía que eran imágenes complejas y enigmáticas. Imágenes que consideraba podrían interesar a más personas. Observar Bogotá, nuestra ciudad que tanto conocemos, desde la vista cenital, se tornó en una experiencia especial.

Mientras realizaba estos recorridos, recolectaba y categorizaba mis capturas, estudié la obra de Clement Valla, Postcards From Google Earth20. Este artista utiliza Google Earth para hacer una recolección temática de puentes del mundo, donde a primera vista pensaríamos que son glitches, pero comenta Valla, que realmente son el resultado del sistema que nos devela cómo funciona Google Earth, es decir una base de datos representada por fotografías (Figura 20). Esto me hizo reflexionar sobre la categoría Glitch, en realidad estas capturas serían simplemente la representación de los datos que captan los satélites del lugar.

20 «Postcards from Google Earth | Postcards from Google Earth», accedido 11 de agosto de 2019, http://www.postcards-from-google-earth.com/

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Figura 20, Postcards from Google 2015 © Clement Valla——Tomada de su página web

De las postales de Valla me cautivaron dos cosas, la primera, que logra situar un ‘error’ en un formato que normalmente nos muestra cosas que consideramos ‘bellas’. A mi parecer, los errores, pasan a segundo plano en la cotidianidad, las cosas ‘perfectas’ toman el protagonismo. Por ejemplo, en las postales, que han sido utilizadas como soporte para escribir y regalar cartas, se han plasmado imágenes de artistas famosos, de bellas ciudades, de personas interesantes. Contrario a esto, Valla estaba resignificándolas al exponer en ellas lo que llamaríamos un error.

La segunda, la mayoría de las imágenes que se encuentran en las postales bogotanas son de objetos y lugares muy obvios, y básicos en mi opinión: las chivas, el cerro de Monserrate, alguna calle de La Candelaria, el sombrero vueltiao, platos de comida, entre otras. Para mí, la idea de mostrar imágenes intricadas y difíciles de descifrar en una postal era maravillosa. Teniendo esto en mente realicé una

postal con una imagen intrigante que tuviera estas características y se la envié a un amigo en Japón (Figura 21). Escogí este país por considerarlo el lugar más lejano, donde tenía opción de que alguien la recibiera, y porque la importancia de enviarla era conocer con detalle la reacción de esta persona cuando la recibiera. A su vez le pedí el favor de que me enviara una postal desde allá que condensara lo que pensaba sobre la imagen que había recibido. La imagen que escogí para plasmar en la postal es la vista cenital de la localidad Bosa y el Rio Tunjuelito. Aún no he podido saber la reacción de mi amigo a la imagen y de si identificó el lugar o a qué le remitió la imagen, ya que la postal que fue enviada el 27 de agosto de 2019 y aún no ha llegado a su destino (creo que se ha perdido). La resignificación de la postal en la que estaba indagando requería de la mirada exterior porque es

Figura 21, Postal I2019 © Imagen de la Autora

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un medio en el que se comercializan imágenes, las postales son un souvenir en la actualidad. En mi caso las colecciono cuando hago viajes, me gusta tener el recuerdo de algún lugar a través de este medio. He utilizado muy pocas veces las postales para escribir y enviar una carta, las únicas veces que aproveché esta forma de enviar mensajes, fue cuando no me encontraba en Bogotá y quería comunicarme con mi abuela que no utilizaba las plataformas que usábamos en esa época para chatear. Me agradaba la analogía de esta práctica y la expectativa que me generaba. En Bogotá ahora no es una práctica común, de hecho, es difícil enviar una postal, se debe ir a sitios específicos para mandarla, a diferencia de otros países que tienen buzones para ello por la ciudad.

La colección de imágenes cenitales que recolectaba se concentraba en la zona urbana de Bogotá. Únicamente en la categoría de Color (Figura 22) empecé a extenderme hacia las zonas rurales de la ciudad. Me interesó el contraste entre la ciudad tan cargada de cafés y grises con ese verde intenso de las montañas y sabanas de Bogotá. En estos lugares Verdes encontraba tanto formas, como sombras, como color, como glitches, imágenes muy cautivantes.

Recorriendo me fui alejando poco a poco de Bogotá, y empecé a deambular por todo Colombia, recolectando capturas. Expandí mi territorio y mi recorrido aún más lejos de mi cuerpo, y así también expandí mi colección de imágenes.

Figura 22, Verde2019 © Imágenes de la Autora & Google Earth

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Alejarme de Bogotá y de su densidad fue un respiro en mi proyecto y recorrido, fue tan emocionante que no volví. Colombia contiene en sí una variedad de paisajes considerable y en ellos podía encontrar los paisajes que tanto buscaba virtualmente. Con estas capturas verdes realicé otras postales donde mi objetivo consistía en crear un gran volumen para poderlas comercializar y así resignificar el concepto de la postal tradicional que se encuentra en las papelerías. También ofrecerles a los ciudadanos otra opción menos evidente que enseñara los paisajes que no acostumbramos a ver (Figura 23).

Figura 22, Verde2019 © Imágenes de la Autora & Google Earth El Libro Postal Verde terminó reuniendo 8 imágenes diferentes que

envolvían todos mis anteriores intereses. Algunas hablan de color, otras de glitch, otras de sombra y por último de forma.

Las postales cuentan con una cara delantera donde se ve la imagen y al reverso indican la procedencia de la imagen, solo a través de la latitud y longitud, y no describen el lugar que retratan. También contienen el nombre del satélite a la que la imagen pertenece. En este último ejercicio contemplé también zonas urbanas diferentes a Bogotá. Durante mis recorridos verdes aparecieron, entre el gran verde, pueblos como Paz de Ariporo y Monterrey en Casanare, y Valencia la Paz en el Huila.

Figura 23, Libro Postal Verde2019 © Imagen de la Autora

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Pareidolia Para la siguiente fase del proyecto considero pertinente exponer un fenómeno neuropsicológico llamado pareidolia y entender su importancia en la arqueología. Este fenómeno es aquel que nos hace reconocer visualmente formas donde no las hay. La pareidolia actúa mediante estímulos difusos en la mente para reconocer patrones no existentes sobre diferentes superficies. Aquellos estímulos difusos son imágenes o figuras que no están realmente allí. Es aquel que nos hace ver formas en las nubes21. Recordando mi infancia, y otros momentos de mi vida, donde me había ocurrido algo similar, me percaté de que este fenómeno había estado ligado a mi crecimiento. En mi vida muchas veces vi caras en objetos y diferentes superficies, pero nunca se me ocurrió que no era algo común. Incluso tengo un recuerdo con mi mamá donde vimos la imagen de una virgen sobre una piedra, o eso creímos.

A continuación, abordaré el artículo Pareidolia and Rock Art Interpretation de Robert Bednarik22, arqueólogo australiano, que expone la pareidolia como método equívoco de descubrimientos arqueológicos y lo haré de manera extensa ya que se relaciona con la siguiente fase de mi proyecto de creación.

21psicologiaymente.com/psicologia/pareidolia-caras

22 R. Bednarik, «Pareidolia and Rock Art Interpretation», Anthropologie; Brno 55, n.o 1-2 (2017): 101-17, http://search.proquest.com/docview/1904471101/abstract/53A340D3357445C9PQ/1

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La pareidolia visual ocurre cuando se reconocen objetos familiares en patrones que en realidad no existen. Estos patrones se definen como meaningless abnormal data. Este fenómeno psicológico ha sido de mucha importancia para la antropología por su importante rol en la interpretación artística de las rocas. Una vez el cerebro ha sido condicionado para anticipar patrones específicos, los descubre luego con un mínimo de estímulo. El autor afirma que la pareidolia nunca fue negativa para la selección natural; es mejor ver un patrón donde no lo hay que no verlo donde sí lo hay. Por ejemplo, era preferible que nuestros antepasados confundieran una piedra con un oso y corrieran lejos de ella, a que simplemente no lo vieran y éste se los comiera. Encontrar patrones en los meaningless abnormal data era inofensivo y es por esto por lo que la pareidolia es una condición muy común en los seres humanos.

En la actualidad se cometen muchos errores arqueológicos por el fenómeno de la pareidolia. En el texto Bednarik evidencia un caso en Mongolia donde un profesor encontró una gran concentración23 de Rock Art en Xiaojinggou. Tomó medidas extraordinarias para preservarlas y llevarlas a un sitio seguro donde se pudieran estudiar. Luego fueron invitados famosos profesores para la postulación de las rocas a la UNESCO. Los tres profesores después de estudiar cuidadosamente las rocas estuvieron de acuerdo en que este era un gran descubrimiento. Días siguientes, los arqueólogos fueron llevados a un lugar cerca a Xiaojinggou donde también habían encontrado rocas parecidas a las de este lugar. En estas últimas

23 Aproximadamente 350 rocas.

rocas nunca lograron ver las similitudes de las que hablaban los alumnos que las estudiaban y se preguntaron por qué podía un gran número de personas verlas excepto ellos. Entre más las examinaban reafirmaban que no tenían ningún tipo de Rock Art. Era evidente que los estudiantes habían impuesto, de una manera inconsciente, sus expectativas y no lo que realmente estaba allí. Uno de los arqueólogos describe que luego de estar tantos días intentando ver estos petroglifos los comenzó a ver. Es interesante comprender cómo no fue la influencia de una persona, sino de un grupo grande de personas. Es uno de los casos más grandes de pareidolia en descubrimientos arqueológicos y por esto se debe considerar este fenómeno en medio de estos sucesos.

El profesor Bednarik explica cómo es posible que esto suceda: El profesor Mogol encontró estas piedras y fueron sus estudiantes los que hicieron el debido proceso para identificar las rocas. Es posible que los estudiantes al principio no encontraran los patrones que mencionaba su profesor, pero por sus ansias de complacer a esa figura respetada su propia mente empezaba a jugar con su vista; comparando lo que veían con imágenes que tenían en su cabeza memorizadas. De esta forma luego de varios intentos los estudiantes comenzaron a ver lo que no veían antes.

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Los Animales de Colombia

A partir de los pequeños pueblos que estaba encontrando en medio del verde colombiano empecé a encontrar, en el territorio que observaba, mi propio paisaje; el paisaje que yo estaba buscando. De esta manera mi proyecto cambió. Las imágenes que encontré a partir de este momento eran propias. Continué mi observación de Colombia, como la estaba haciendo anteriormente, pero ahora encontrando en los pueblos y el verde, figuras antropomorfas y figuras zoomorfas. A partir de este momento encontré animales y figuras humanas, desde los cielos y de esta forma me apropié del territorio, así como de las imágenes que localizaba.

Existen personas que a través de herramientas como Google Earth han encontrado en Marte o en la Luna siluetas que remiten a rostros sobre su superficie. A partir de estos descubrimientos se han creado teorías como la de que existe vida en Marte. Recorriendo virtualmente por Colombia, quise acercarme a pueblos lejanos de alguna ciudad grande, que estuvieran rodeados de extensas zonas rurales. Pequeños pueblos de los que, al poderme alejar en Google Earth, podía verlos como ‘manchas’ entre un mar verde. Supía en Caldas, uno de estos pueblos, se convirtió en una figura zoomorfa cuando me alejé. Esta figura no puedo decir con exactitud cuál era, únicamente subrayaré que se me asemejó a un animal prehistórico (Figura 24).

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Figura 24, Figura Zoomorfa I2019 © Imagen de la Autora & Google Earth

Aquella figura zoomorfa, a mi parecer, tiene una boca y un ojo, que están ubicados en la parte izquierda superior de la imagen. Al encontrar esta imagen, súbitamente ubiqué varias más así, en pueblos parecidos a Supía (Figura 25). Era muy extraño no haberlas visto antes, si siempre habían estado allí. Desde los pueblos pequeños, hasta las ciudades más grandes, les encontraba un parecido a alguna figura o forma conocida. Al cuestionarme por qué me sucedía esto, concluyo que mi cerebro se había condicionado a ver las figuras en las imágenes que le mostraba. Al verlas, me era imposible no relacionarlas con un animal específico ya conocido por mis ojos, y también no nombrarlas inmediatamente.

Figura 25, Figuras ZoomorfasArriba: Delfín de Aguadas Abajo: Guisaína Roedor 2019 © Capturas de la Autora & Google Earth

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Figura 25, Figuras ZoomorfasArriba: Ballena Azul en el Cerrejón Abajo: Runcho-Manía-Fredonia2019 © Capturas de la Autora & Google Earth

A partir del artículo Rock and Art Interpretation entiendo porqué a mí me sucedió que, de un momento a otro, comencé a ver aquellas formas zoomorfas. Esa primera aproximación en la figura en Supía me influenció para que a partir de ese momento las reconociera en muchos otros lugares. Me preguntaba si al estar atraída a ellas, mi cerebro se había condicionado a verlas, y ahora concluyo que sí. De ese momento de mi proyecto, recupero al menos un 80% de las figuras que encontré en Colombia, algunas otras ahora ya no puedo descifrar qué figura veía.

Encontré muy interesante el fenómeno de la pareidolia y que a partir de este estuviera apropiándome del espacio y del territorio que estaba recorriendo. Desde el inicio del proyecto cuando buscaba la línea a partir de los recorridos, siempre estuvo latente el querer descubrir mi propio paisaje, esto porque consideré desde el principio de esta investigación-creación, que el paisaje lo construimos cada individuo, al andar y al reconocer un lugar, y luego al apropiarnos de aquel lugar. Durante mis recorridos virtuales por Google Earth encontraba imágenes intrigantes y muy bellas que hablaban acerca de mis intereses –en cuanto a las categorías– de Colombia, y su interpretación virtual, de un país con muchos tipos de territorios, de mucha variedad de naturaleza, y muy grande. Pero en ellas no había encontrado el paisaje que estaba buscando y que quería construir. A partir de ese momento, convertía las imágenes de Google, que son conformadas por datos, en formas que no tenían sentido alguno, formas que en realidad no existen. De alguna manera estaba aprovechándome de los datos para convertirlos en meaningless data; y por ende en mis paisajes.

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En aquellas imágenes que iba encontrando, de las cuales poseo un gran archivo, me percataba que las encontrara porque realmente veía esas figuras zoomorfas y no, como los estudiantes de las piedras mongolas y como me sucedió al inicio, por quererlas encontrar.

Figura 26, Are you there Santo Domingo?2019 © Imagen del Autor & Google Earth

Figura 27, Escondido en la Mitad de Colombia2019 © Imagen del Autor & Google Earth

Luego de ver estas figuras empecé a encontrar también figuras antropomorfas. Aquellas eran mucho más impresionantes para mí. Les puse nombres que dialogaran con lo que yo veía y a su vez con el lugar donde se encontraban (Figura 26, Figura 27, Figura 28, Figura 29 y Figura 30). El nombre de las imágenes es importante ya que hace referencia a lo que percibo de la imagen, lo que me transmite, al lugar en la que se encuentra y a mi imaginación.

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Figura 28, Del Río Fraile Para Abajo, Habita un Pez Prehistórico2019 © Imagen de la Autora & Google Earth

Figura 29, Paloma Meta Trifásica2019 © Imagen de la Autora & Google Earth

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Figura 30, Caballo con Cabeza de Dragón de la Alta Guajira2019 © Imagen de la Autora & Google Earth

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Apofenia La pareidolia está ligada a la arqueología y al arte paleolítico. En el artículo Pareidolia, una década desde su introducción en la arqueología24 de la Web Rupestre Internacional, explican cómo este fenómeno es una de las razones por la que se puede explicar el origen del arte, el animismo, la religión y la astronomía. Comentan que, al examinar sitios de los siete continentes, de las más diversas culturas y épocas, surge la pareidolia como detonante en muchos aspectos de la historia de la humanidad. Nuestros antepasados poseían la habilidad de encontrar parecidos entre un objeto natural y una figura. Por esto, cuando encontraban estos patrones generalmente le agregaban los componentes que faltaban para mejorar el parecido. Por ejemplo, en las cuevas cuando las rocas tenían forma de algún animal, ellos agregaban unas líneas y así completaban lo faltante, o también cuando las grietas de las piedras asemejaban alguna forma zoomorfa. La explicación de la astrología se debe a esta condición. Antiguamente cuando se utilizaban las estrellas para orientarse y navegar, no era posible verlas todas desde el mismo lugar. Por esto dividieron el cielo en segmentos y a cada uno de ellos le asignaron un nombre de aquello a lo que se asemejaba en la tierra.

El articulo también afirma que la triada PAH (pareidolia, apofenia y hierofanía) es una constante permanente. La pareidolia permite identificar una figura (en una roca, montaña u otro), la apofenia

24 Patricio Bustamante Díaz, «Pareidolia, una década desde su introducción en la arqueología.», accedido 23 de enero de 2020, http://www.rupestreweb.info/pareidolia10.html

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permite asociar esta forma natural a sucesos aleatorios, para elaborar un relato culturalmente coherente que explique la presencia de ese objeto. Por último, la hierofanía, donde en muchos casos esos objetos se asociaban a fenómenos sobrenaturales como la presencia de espíritus o dioses. Ese es el caso de la astrología, donde a través de la pareidolia se identificaban similitudes con figuras en aquellas constelaciones, luego a partir de la apofenia se les daban nombres y se les asociaba a sucesos, y por la hierofanía se conectaba a esas figuras con algún fenómeno sobrenatural o con los dioses. De esta forma nace también el animismo y se generan muchas historias, leyendas, mitos e incluso hasta la religión.

Descubrir esta relación entre la pareidolia y la historia de la humanidad me hizo comprender desde otra perspectiva las figuras antropomorfas y zoomorfas que había estado encontrando. Era muy bello y casi obsesivo encontrar ‘Los Animales de Colombia’, y al ubicarlos me era imposible no imaginarme una historia detrás, una explicación. Por esta razón me sucedía que, en cuanto ubicaba alguna de mis imágenes, les daba un nombre. Las imágenes me inspiran relatos que tratan de explicar su existencia, y en otros casos, simplemente al verlas se me ocurre algún personaje y desde ahí mi imaginación continúa creando una historia. Desde que era menor recuerdo los mitos y leyendas como historias fascinantes. Por esto, pensar que estos lugares contienen algún tipo de explicación sobrenatural fue de mi interés para esta sección final de mi creación.

De las figuras que había estado encontrando y coleccionando, relaté historias de aquellas que me inspiraran. Las historias que surgen a partir de estas imágenes recopilan mi investigación, y la creación de mi obra. Tengo la necesidad de resumir estos relatos en una publicación, de historias sobre lugares no-existentes. El libro que estaré haciendo, envuelve mis intereses principales: lo autobiográfico, el recorrer-andar-deambular, la apropiación y la línea, creada a partir de ellos.

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Proceso La exploración que relaté, a partir de un pequeño primer interés, el recorrido, ha evolucionado libremente. La libre evolución de este proyecto ha sido una de mis premisas principales, nunca quise encasillar lo que estaba descubriendo hacia un lugar, quería que tomara la forma y dirección que necesitara, y por esto llegué hasta este punto con mi Bitácora del Recorrido Virtual.

El final de este proyecto comienza y termina, (1) en la explicación y (2) en la creación de mis imágenes, respectivamente.

1——

El proceso que estoy llevando acabo en este momento es el de la creación de las historias de ‘Los Animales de Colombia’. Estoy realizando el ejercicio de la triada PAH para así darle un pasado y una historia a estos accidentes geográficos no descubiertos. He encontrado estos lugares, los he recopilado a partir de capturas de pantalla –mi medio para registrar– y, ahora estoy entregándoles una vida o una identidad, como le llamo yo.

La relación imagen-historia también sucede de forma libre. De acuerdo con la primera premisa de este proyecto, las historias no estarían encasilladas en una ‘forma’. La imagen o accidente

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geográfico que encuentro me sirve en cuanto a inspiración para la creación del relato, en unos casos, o como parte del relato en sí, en otros casos. De esta forma me he apropiado de aquellas imágenes que encuentro, al darle una nueva mirada y también una historia.

2——

La segunda parte, de este último paso que concluye mi proyecto, es seguir comprendiendo el recorrido como un dibujo automático en el espacio, o el paisaje. La indagación que he realizado sobre el recorrer partió desde el revelar la línea que estaba recorriendo. Los paisajes que he encontrado se vuelven dibujos y esa línea en el espacio es aquella que me ha llevado desde un primer recorrido virtual a la revelación de las figuras en mi mente.

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Conclusión A partir de los intereses que expuse y las indagaciones que he propuesto en este texto, mi propósito es continuar explorando espacios urbanos y rurales de Colombia mediante el recorrido virtual, las relaciones entre las imágenes y mi propia interpretación, y la creación y delimitación de figuras encontradas en el territorio. Considero que a partir de este concepto la exploración es infinita.

Las herramientas digitales nos permiten una exploración que es posible para cualquier persona que tenga acceso a Google y a internet. He nombrado Bitácora del Recorrido Virtual a este proyecto porque engloba mi investigación-creación y además genera el campo para investigar, crear y explorar, y así madurar mi obra. Esta bitácora consigna también las sensaciones que tuve en el proceso de esta obra. Como mencioné en la primera parte del texto, gran parte de mi exploración artística proviene desde lo autobiográfico y cómo me expongo a las demás personas. Por esta razón esta Bitácora del Recorrido Virtual es mi exploración artística sobre el recorrer propio, en torno a la experiencia de la virtualidad y el dibujo.

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Figuras Figura 1, A Line Made by Walking / 15Figura 2, The Green Line / 17Figura 3, Recorrido I / 18Figura 4, Did you know? / 23Figura 5, Recorrido II / 25Figura 6, COLOMBIA / 28Figura 7, Agoraphobic Traveler / 30Figura 8, Ejercicio Exploratorio N°1 / 33Figura 9, Cinema Palettes / 34Figura 10, Psicolor / 35Figura 11, The Colors of Berlin / 37Figura 12, Ejercicio Exploratorio Nº2 / 38 y 39Figura 13, Ejercicio Exploratorio Nº3 / 40Figura 14, Oasis / 42Figura 15, ARENA / 47Figura 16, Glitch / 49Figura 17, Formas / 50, 51 y 52Figura 18, Sombras / 53, 54 y 55Figura 19, Color / 56 y 57Figura 20, Postcards from Google / 59Figura 21, Postal I / 60Figura 22, Verde / 62 y 63Figura 23, Libro Postal Verde / 64Figura 24, Figura Zoomorfa I / 71Figura 25, Figuras Zoomorfas / 72 y 73Figura 26, Are you there Santo Domingo? / 75Figura 27, Escondido en la Mitad de Colombia / 76Figura 28, Del Río Fraile Para Abajo, Habita un Pez Prehistórico / 77Figura 29, Paloma Meta Trifásica / 78Figura 30, Caballo con Cabeza de Dragón de la Alta Guajira / 79

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Del recorrido a la línea, de la línea al dibujo, del dibujo al recorrido, del recorrido a la apropiación, de la apropiación a la identidad, de la identidad a los datos.