ALETRAS20150426 2da Guerra Mundial Artículos_000

7/26/2019 ALETRAS20150426 2da Guerra Mundial Artculos_000

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ALETRAS20150426 2da Guerra Mundial Artculos

Contenido

La tragedia de Berln.................................................................................................. 1Richard Overy: "En todos lados los civiles esperaban ser bombardeados".................6

La verdad despiadada: el testimonio de la literatra...............................................1!

Chilenos en el cora#n de n mndo $e arda........................................................%1

La &egnda 'erra en las letras chilenas.................................................................(%

)EL R*)*R *L CO+,-*)OR El impacto del con/icto en la medicina y latecnologa:Ciencia y gerra: inventos y encrci0adas...............................................(

+ane0o comnicacional Las t2cticas de los *liados y el E0e: ,ropaganda: n armapoderosa del con/icto mndial.................................................................................36

-na selecci#n de los crticos +i pelcla 4avorita de la &egnda 'erra +ndial.....!(

La tragedia de Berln

Hace 70 aos, a fines de abril de 1945, Berln se encontraba absolutamente destruida, en

buena parte como consecuencia de la obsesin del lder nazi de continuar con un conflicto

que tena perdido desde aca !arios aos" #a que el pueblo alem$n se aba demostradoincapaz de !encer a sus enemi%os, deba pa%ar la derrota con su destruccin completa"

Enrique Brahm Garca

En noviembre de 1989 caa el Muro de Berln con lo que la ciudad recuperaba su unidad y loshabitantes de su mitad oriental, la libertad. Se iniciaba un proceso que culminara con ladesinteraci!n del "mperio Sovi#tico y sini$icara el $in de la %&ortina de 'ierro% y del dominiocomunista en los pases de Europa oriental. ( poco andar, Berln volvera a ser la capital de la(lemania uni$icada. )ecuperaba el sitial que tradicionalmente haba tenido, primero comocapital de la *rusia de +ederico Guillermo y de +ederico el Grande, y lueo del "mperio alemn

uni$icado por Bismarc-, momento a partir del cual pasara a oar de un puesto de privileio enla poltica europea y mundial.


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"5o solo divisiones y e0rcitos avanan sobreBerln. odas las trincheras7 tmbas y barrancos con cad2veres de inocentesavanan sobre Berln..."7 escribi# el poeta 8ly2 Ehrenbrg7 $ien serva al rgimende&talin.9

Es, por lo dems, el luar que, uardando las di$erencias, parece ocupar hoy da con (nelaMer-el a la cabea. Se trata de una ciudad amiable que da usto visitar y en la que se vive muybien. /ui sus habitantes ms ancianos y nostlicos la podran comparar con lo que era antesdel inicio de la Seunda Guerra Mundial. %Berln permanece en mis recuerdos 0escriba en susmemorias oachim +est, el ran bi!ra$o de 'itler y por muchos a2os redactor 3e$e del+ran-$urter (llemeine 4eitun0 como una ciudad luminosa y con mucho verde, nada que vercon 5ondres o con el imperial y p#treo *ars. 6 cabe a2adir que, 3unto al ms bello entorno, notena demasiado encanto. &ontaba con una atractiva modestia7 era despierta, ineniosa y conchispa. 5a $alta de eleancia la compensaba con irona urbana. Su proverbial tendencia aaprovechar todas las oportunidades era alo ms que un luar comn. Berln no era una ciudadque atrapara tu cora!n, pero enseuida te encontrabas como en casa%.

'ace : a2os, en cambio, cuando se acercaba a su $in la Seunda Guerra Mundial, la situaci!nera muy distinta. Berln se encontraba absolutamente destruida, en buena parte comoconsecuencia de la obsesi!n del lder nai de continuar con un con$licto que tena perdido desdehaca varios a2os. 6a que el pueblo alemn se haba demostrado incapa de vencer a susenemios, deba paar la derrota con su destrucci!n completa. %5os nacionalsocialistas 0habarepetido muchas veces el ministro de *ropaanda, oseph Goebbels0 anarn 3untos en Berln omorirn 3untos en Berln%. 6 sus rivales hicieron lo posible por darle el usto.


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;:.::: toneladas de bombas

Berln $ue siempre uno de los ob3etivos prioritarios de los bombardeos a#reos a que sometieronlos (liados, de manera inmisericorde, a todos los principales centros urbanos de (lemania. El 18de noviembre de 19bombardeos masivos sobre la capital alemana, en los que se emplearon 9:.1:? bombarderos quede3aron caer ;:.::: toneladas de bombas. Sen el eneral del aire britnico sir (rthur 'arris,autor intelectual de estas operaciones, como resultado de ellas la ciudad %deba ser aniquilada deun e=tremo al otro%, con lo que se concretara la derrota de (lemania. Este ob3etivo estuvo le3osde alcanarse, pese a que los bombardeos se e=tenderan hasta las semanas $inales de la uerra,provocando la muerte de 1:.::: civiles y de3ando a 8::.::: personas sin techo. ( ello habraque arear el hecho de que ms de un mill!n de berlineses debi! abandonar la ciudad.

")e cada dos soldados alemanes $e mrieron enla gerra7 no scmbi# en el ltimo a;o del con/icto. La cota m2.>>>".

&uando la uerra se acercaba a su $in, los berlineses vivan en medio de las ruinas, las que casidesaparecan tapadas por el polvo y los escombros7 viviendas, industrias, calles y puentes yacanpor el suelo. Era una especie de desierto del que eran responsables no solo los bombardeosa#reos, sino tambi#n la lucha en las calles y la poltica de tierra arrasada.

@urante los meses $inales del con$licto se haca cada ve ms evidente la inmensa superioridadde los enemios de (lemania. Berln contaba para su de$ensa con solo


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&oldados soviticos colocan s bandera en elReichstag. La moribnda Berln haba sido con$istada

@e ah que los nais no se contentaran con alcanar la victoria militar, sino que buscabandiemar a la poblaci!n para permitir la e3ecuci!n de un ran prorama de coloniaci!n que daranacimiento a una sociedad nueva7 especie de neo$eudalismo con los se2ores arios a la cabea demasas de siervos eslavos. (s se entiende que 'einrich 'immler, reichs$Fhrer de las SS, pudieraa$irmar que el ob3etivo de la campa2a de )usia era diemar la poblaci!n del pas en ;: millones.

*ara ello, la ni!n Sovi#tica deba ser e=plotada al m=imo en bene$icio de (lemania, aunqueello provocara una iantesca hambruna en su poblaci!n. /uienes ms directamente su$rieronesa poltica $ueron los prisioneros de uerra rusos, de los cuales seran de3ados morir en prisionesalemanas ms de ; millones, y los habitantes de la sitiada 5eninrado, que perdera un mill!n desus habitantes. ( todo ello se areara, sin contar la muerte y destrucci!n ocasionada por lascampa2as militares, el accionar de los einsatruppen de las SS y S@, batallones de polica ybriadas de las SS, que sembraran la muerte en la retauardia del territorio ocupado a trav#s deiantescos $usilamientos masivos que costaran la vida a cientos de miles de personas,$undamentalmente 3udos, autoridades comunistas y %partisanos%. @ems est decir que, con todoesto, los su$rimientos de la poblaci!n rusa ba3o dominaci!n alemana resultaron terribles.

(s se e=plica el nimo de venana con que las tropas rusas se acercaron a las $ronteras de(lemania, en una campa2a iniciada el 1A de enero de 19


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que ahora se liberaba. *ero tambi#n se notaban los e$ectos de la propaanda. El poeta "lyEhrenbur, qui#n serva en ese mbito al r#imen de Stalin, escriba7 %Io solo divisiones ye3#rcitos avanan sobre Berln. Jodas las trincheras, tumbas y barrancos con cadveres deinocentes avanan sobre Berln... Mientras avanamos a trav#s de *omerania se e=tiende antenuestros o3os la campi2a devastada y empapada en sanre de Bielorrusia... (lemania, irars en

crculos, aullando en medio de tu aona mortal. K'a lleado la hora de nuestra venanaL%.

( mediados de abril, Berln se haba trans$ormado ya en campo de batalla. 5as tropas de 4h-ovy Doniev, a los que Stalin tena compitiendo por ser los primeros en ocupar la capital enemia0mientras los norteamericanos daban la prioridad a la ocupaci!n de la cuenca del )uhr y lasonas industriales del centro y sur de (lemania0 tendran todava una dura tarea, y su$riranimportantes ba3as, en su intento por conquistar los edi$icios de obierno ubicados en el centro dela ciudad. 5os obernantes totalitarios seuiran despil$arrando vidas humanas hasta el mismo$inal. Stalin imprimiendo el m=imo de velocidad al avance de sus tropas, pese a que suabismante superioridad material ya le aseuraba el triun$o. 'itler, lanando a la lucha a soldadosine=pertos, 3!venes y ancianos, pese a su ya seura derrota. Se suicidara reci#n el ;: de abril de

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entre!ista abla sobre las posibilidades que ubo de e!itar el conflicto, la necesidad o no de

lanzar las bombas atmicas, el rol de +usia ' -ina ' de la cada de Berln"

uan )odrue M.

5a pelcula empiea as7 en septiembre de 19;9 (lemania invade *olonia y desata la SeundaGuerra Mundial. En 19


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Seunda Guerra Mundial%, %"nterroatorios7 El Jercer )eich en el banquillo% y %@ictadores7 5a(lemania de 'itler y la ni!n Sovi#tica de Stalin%. En A:: edit! para Jhe Jimes %&omplete'istory o$ the orld%. Su libro ms reciente A:1;H es %Jhe Bombin ar7 Europe 19;9019


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5a batalla de "nlaterra

Sen ha escrito very, tanto o ms importante que la uerra terrestre y naval $ue el con$lictoa#reo. %+ue muy importante%, dice ahora, %pero depende en qu# aspecto. El desarrollo de unauerra aeronaval e$ectiva en el *ac$ico simboliada por la victoria estadounidense en MidayH

$ue esencial para el #=ito americano en ese $rente. Ieutraliar a la +uera (#rea alemana tambi#n$ue esencial para la victoria terrestre. 5a uerra mostr! que la aviaci!n de apoyo tctico terrestre$ue militarmente ms e$ectiva que el bombardeo estrat#ico de laro alcance%.

-n cr2ter en Londres7 en 1=3>7 tras n bombardeoalem2n. "La Batalla de 8nglaterra se ha e


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%5as bombas at!micas no $ueron necesarias. 5as bombas convencionales ya haban destruidoran parte del rea urbana de ap!n, mientras que el bloqueo y la campa2a sovi#tica enManchuria habra $orado la rendici!n en cuesti!n de semanas. na de las raones por la cual$ueron arro3adas $ue la enorme curiosidad cient$ica y militar respecto de si $uncionaban y conqu# e$ectos%.

Sen un ensayo que public! very en %Jhe =$ord "llustrated 'istory o$ Modern ar%, laSeunda Guerra Mundial $ue una uerra de e=tremos7 %@esde las uerras europeas de relii!n,tres silos antes, ninuna con$rontaci!n ideol!ica provoc! tanto odio y barbarie militar%, se lee.%5a uerra $ue peleada por soldados y civiles, y en ambos casos hubo ba3as. 5os ?? millones quemurieron en el con$licto e=cede el nmero de muertos de todas las otras uerras modernas encon3unto%.

'ace cinco semanas, en este suplemento, el historiador britnico Michael Burleih di3o que laSeunda Guerra Mundial haba sido una uerra entre buenos y malos, %pero 0precis!0 los buenostuvieron que aliarse con Stalin para vencer al mal radical%. very, en cambio, ha dicho que los

obiernos occidentales presentaron el con$licto como una uerra %por la libertad y los valoresliberales, a pesar del bombardeo a civiles y a pesar de la aliana con la ni!n Sovi#tica deStalin%.

0N+ue de buenos y malosO

%5a uerra no $ue simplemente el bien contra el mal, aunque as la present! ccidente. 5osestados del E3e tambi#n pensaban que sus uerras estaban 3usti$icadas y que ccidente eraresponsable por $orarlos a la uerra. 5a aliana con la ni!n Sovi#tica era esencial paraccidente, pero la uerra sovi#tica $ue una uerra de de$ensa contra la salva3e aresi!n del E3e, yen este sentido tambi#n $ue una uerra TbuenaT en pos de prevenir el establecimiento de un nuevo

imperio alemn en el Este. El comunismo con todos sus inconvenientes era una $uera msproresista que el $ascismo alemn. ccidente se escud! detrs del arumento de que estabansalvando la civiliaci!n y los valores occidentales, pero la mayora de eso era propaanda. 5osbritnicos queran mantener su imperio, y estuvieron $elices de utiliar cualquier m#todo paraaseurar su supervivencia%.

0N/u# ocurri! con Europa que se lle! al bombardeo de civiles, al enocidioO

%En los a2os A: y ;: se desarroll! la idea, como resultado de los terribles costos de la *rimera

Guerra Mundial, de que la $utura uerra entre randes potencias sera una uerra TtotalT por lasupervivencia, en la cual se tendran que usar todos o cualquier m#todo. Esta uerra total $uepresentada como una con$rontaci!n entre sociedades enteras, de modo que las poblacionesciviles tambi#n $ueron consideradas ob3etivos de uerra porque producan armas, comida yequipamiento para la misma. 5a ciencia moderna $ue vista como una clave para el proreso y eldesarrollo econ!mico y para el bienestar $sico, pero tambi#n como una amenaa, capa deenerar nuevas armas de destrucci!n masiva7 as, uerra bacteriol!ica, etc. Esto sini$icaba queen todos lados los civiles esperaban ser ob3eto de bombardeo, ataque con as y uerra


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bacteriol!ica. El temor a un ataque y la necesidad de tomar represalias rompi! cualquierrestricci!n moral sobre lo que estaba permitido en la uerra. "r!nicamente, dado el miedopreuerra, ninuno de los dos lados se atrevi! a usar as o #rmenes salvo los italianos enEtiopa o los 3aponeses en &hinaH%.

N6 si 'itler... y si los aliadosO

%En los ltimos die das antes de la uerra, ciertamente e=isti! la posibilidad de que la uerra noocurriera%, dice very, %si 'itler hubiera decidido que el rieso de una uerra eneral era muyalto, o si los britnicos y $ranceses $inalmente decidan que era poco lo que podan hacer por lospolacos y aceptaban la partici!n ermano0sovi#tica de *olonia. (mbas partes pensaron que siresistan durante la crisis, la otra se rendira. 6 en e$ecto, 'itler corri! el rieso de la uerra y losbritnicos y $ranceses honraron su compromiso con los polacos y result! una uerra eneral%.

0NEl mapa eopoltico actual es el que dibu3! la &on$erencia de 6altaO

%El mapa eopoltico dibu3ado en 19


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tambi#n destaca el $oco en 3las %uerras desde abao3, es decir, en temas como la insurenciapopular, los movimientos de resistencia y las uerras civiles. %n buen estudio al respecto es elde @onny Gluc-stein, .a otra istoria de la (e%unda &uerra )undial6 +esistencia contraimperio.% (rielH. (dems, dice, hay istoria cultural ' social7 c!mo vivieron el con$licto lascomunidades, los que desertaron o temas de %nero. 6 %hay mucho escrito sobre las

atrocidades de la %uerraen un es$uero por comprender por qu# $ue conducida de una maneratan brbara%.

)8C*)ORE& La *lemania de Aitler y la -ni#n &oviticade &talin s$ets7 1.%>


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,OR D- '*5*RO5 LO& *L8*)O& s$ets7 F1>73>en *maon.es y F1>7=! en Casadellibro.com Gm2s costos de envoH.

EL C*+85O A*C8* L* '-ERR* La crisis de 1=1=I1=(=... Espasa7 F%>71 en *maon.es y F%17=> en Casadellibro.com Gm2s costos deenvoH.


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85ERRO'*OR8O& El ercer Reich en el ban$illos$ets7 F%%7> en *maon.es y F%3 en Casadellibro.com Gm2s costos de envoH


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La verdad despiadada: el testimonio de la literatra

8e asili &rossman a rnest Hemin%a', inclu'endo a &:nter &rass ' ;rimo e!i, una

lar%a lista de escritores !i!ieron en carne propia la (e%unda &uerra )undial" (u

e


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*rimo 5evi hasta "rVne I#mirovs-y, incluyendo a Durt Uonneut, Iorman Mailer y GFnterGrass, entre otros, dieron su testimonio de su e=periencia de los das ms oscuros del silo WW.

*osiblemente uno de sus randes narradores $ue Grossman, especialmente en su obra maestra, lanovela %Uida y destino%. *ero adems de ese libro, e=isten cientos de artculos y notas7 Grossman

acompa2! por cuatro a2os al E3#rcito )o3o como periodista en mltiples batallas, entre 19


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Ernest AemingNay en camino a liberar ,ars7 en1=33

El in$ierno

Mientras I#mirovs-y intentaba pasar inadvertida, en @ani un quincea2ero alemn se o$recacomo voluntario a las tropas nais. GFnter Grass era un patriota, como cont! en sus memorias%*elando la cebolla%. %&reer en #l 'itlerH no cansaba, era $acilsimo. Su mirada $irme lleaba atodos. Su ris de campa2a renunciaba a cualquier chatarra de condecoraciones. (h estaba, dondequiera que se mirase, carando solo con la &ru de 'ierro de la *rimera Guerra Mundial. Su vovena desde lo alto. Sobreviva a todo atentado. NIo lo protea alo incomprensible, la*rovidenciaO%, escribi!.

En "talia, en tanto, un 3oven qumico intentaba resistirse a Mussolini. (ntes de llear a unirse a laresistencia anti$ascista, *rimo 5evi $ue detenido, en diciembre de 19?:personas. Iunca de3aron de tener $ro y sed. (l llear a destino, $ueron despo3ados de todas suspertenencias, incluida la ropaC les cortaron el pelo, los lavaron a la $uera, los encerraron en unabarraca. 5ueo viene el in$ierno que conocemos y que 5evi relat! en el libro %Si esto es unhombre%.

(l llear a (uschit, cuenta en el libro, rpidamente supo d!nde estaba7 %Entonces por primerave nos damos cuenta de que nuestra lenua no tiene palabras para e=presar esta o$ensa, ladestrucci!n de un hombre%, escribe 5evi. %En un instante se nos ha revelado la realidad7 hemoslleado al $ondo. Ms ba3o no puede llearse7 una condici!n humana ms miserable no e=iste, y

no puede imainarse. Io tenemos nada nuestro7 nos han quitado las ropas, los apatos, hasta loscabellosC si hablamos no nos escucharn, y si nos escuchasen no nos entenderan. Ios quitarnhasta el nombre%, area.

Grossman, siempre 3unto al E3#rcito )o3o, descubri! el peso del antisemitismo al llear a craniaa mediados del


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e=terminado%. (l a2o siuiente, Grossman descubri! el verdadero horror al llear a Jreblin-a.(h operaba el primer campo de e=terminio nai en ser detectado. El periodista reconstruy!c!mo operaba en %El in$ierno de Jreblin-a%, te=to que sera citado en el Jribunal de Iurember.Sen contabili!, ah murieron alrededor de 8:: mil personas. 5leaban en trenes desdedistintas partes del mundo, supuestamente a traba3ar, pero terminaban en las cmaras de as.

%n terrible olor a putre$acci!n se cierne sobre todo el campo, un olor que ni el $ueo ni el sol, lalluvia, la nieve o el viento pueden disipar ...H 6 uno siente como si el cora!n se le $uera a pararde tanta tristea, tanta cono3a, que ninn ser humano podra quis auantar%, escribeGrossman. %(luien puede preuntar7 TN6 por qu# escribir sobre esto, por qu# recordarloOT Es eldeber del escritor contar esta terrible verdad y el deber civil del lector es conocerla. /uien mirarahacia el otro lado, quien cerrara los o3os sin querer saber nada insultara la memoria de losmuertos%, area.

8rne 5mirovs@y retrat# la Prancia ocpada en"&ite 4rancesa"

5a cada de (lemania

En el $rente *ac$ico de la uerra Estados nidos y ap!n se peleaban cada peque2a isla. Entrelos soldados estadounidenses que llearon all estaba un 3oven y an in#dito Iorman Mailer. (los A1 a2os estuvo en una base en +ilipinas y patrull! la isla de 5eyte. Io dispar! una sola vepero reres! con una novela que lo lan! a la $ama, %5os desnudos y los muertos%. (mbientadaen el $icticio islote (nopopei, contiene $uertes escenas de combate, pero sobre todo es unacr!nica de la dura vida de los soldados.


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%5a $atia los haba aotado, penetraba en los rincones ms $riles de sus cuerpos e in$undauna pro$unda apata en sus msculos%, escribe Mailer. %'aban probado tantas veces la bilisamara y cida del aotamiento, haban $orado sus aotadas piernas en tantas colinas, que yasentan la anestesia de la e=tenuaci!n. Seuan movi#ndose, maquinalmente, pesada, torpemente,tambalendose, trastabillando. El peso de las mochilas era abrumador, pero haban lleado a

considerarlo parte de sus cuerpos, un bloque de piedra incrustado en sus espaldas%, area.

Mientras Mailer tomaba apuntes en +ilipinas, uno de sus maestros avanaba $eli por +rancia7 elveterano Ernest 'eminay desembarc! en Iormanda el @a @, poco despu#s del cese del$ueo y avan! con soldados estadounidenses hasta la liberaci!n de *ars. &elebr! en el 'otel)it. @urante el camino, le escribi! a su $utura esposa, Mary elsh, hablndole de la %vida muyalere y divertida, llena de muertos, botines de alemanes, un sin$n de tiros, un sin$n de peleas,setos, peque2as colinas, caminos polvorientos, paisa3es verdes, campos de trio, vacas muertas,caballos muertos, tanques, ca2ones de 88 mm, Dra$taen, y chicos americanos muertos%.

5a uerra se acercaba a su $in. (lemania decaa. En $ebrero de 19


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5o que vino para Grass siempre $ue iual7 llear al $rente, arrancar. na herida en abril lo hiodesertar de$initivamente y antes de recuperarse, a $in de mes, 'itler mora en Berln y todoterminaba. (h $ue la ltima ran batalla de la Seunda Guerra Mundial y estaba Grossman. Elreportero recorri! la ciudad en ruinas, entrevist! a sus habitantes y tambi#n lle! al despachodonde se haba suicidado el +Fhrer. Escribi!7 %@os de mayo, da de la capitulaci!n de Berln.

na monstruosa concentraci!n de impresiones. +ueo, incendios, humo, humo. Enormesmultitudes de prisioneros alemanesH. Sus rostros son dramticos. Este da cubierto, $ro ylluvioso es indudablemente el da de la ruina de (lemania. Entre el humo, las ruinas, las llamas,entre cientos de cadveres en las calles%.


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Chilenos en el cora#n de n mndo $e arda

Hombres ' mueres procedentes de -ile >mucos de ellos descendientes de coloniase


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+arcos Chamdes drante la gerra

%&reo que cabe rescatar la humanidad que siempre busc! obtener de esos momentos tan duros.

*ara #l como 3udo debe haber sido muy di$cil ver de primera mano los crmenes nais de lauerra%, dice Matte. 5a mayora de las imenes de &hamudes tomadas en &hile $ueron donadasal Museo 'ist!rico Iacional y se pueden consultar en .$otora$iapatrimonial.cl %*ero ranparte de su traba3o del perodo de la uerra se encuentra en manos del E3#rcito de Estadosnidos. 'asta &hile solo llearon imenes emblemticas, como las del eneral *atton. (nqueda mucho por investiar y reconstruir sobre &hamudes%, area.

tra persona de orien 3udo que de3! un intenso testimonio de esos a2os $ue el empresario checo)ilan ;lato!s', quien en su libro %Sobrevivir% narra la pesadilla vivida en los campos deconcentraci!n de (uschit y Sachsenhausen, para lueo narrar el olpe comunista en su pasnatal y su escape a &hile.

"Chile y la &egnda 'erra +ndial. estimoniosde los sobrevivientes" La obra de la historiadora +#nica ?ast GBicentenario7 %>>!Hinclye entrevistas a %1 veteranos en Chile. Entre ellos ingleses7 0aponeses yalemanes. Casi el > por ciento ya ha 4allecido. La segnda edici#n saldr2 en los

pr#


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los pies de $orma sostenida. @e hecho, Estados nidos tiene que presionar a &hile el a2o


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silencio. @e los seis millones de personas 3udas masacradas en los campos de e=terminioimpulsados por el naismo, se calcula que un mill!n y medio eran ni2os. Mara recibi! el ttulode %usta entre las naciones% por parte de "srael.

,risioneros de n campo de concentraci#n74este0ando la liberaci#n7 en 1=33. 8magen tomada por Chamdes.

El #=odo desde una (lemania en ruinas

(l t#rmino de la Seunda Guerra Mundial, el obierno chileno decidi! enviar a (lemania unbuque de la (rmada, el transporte %*residente Erruri% para repatriar compatriotas y personasvinculadas a &hile, que vivan una dramtica situaci!n en (lemania.

+ara EdNards +ac Clre traba0aba en el AospitalRothschild de ,ars.

Sen el historiador naval Germn Bravo, el % rr$zuriz3 recal en Hambur%o el 1 deoctubre de 1947. %5a ciudad haba sido blanco de uno de los bombardeos a#reos ms cruentosde la historiaC en tres noches recibi! .A:: toneladas de bombas. El hambre y la miseria se veanpor todos lados. En esos das, los ciarrillos americanos tenan un poder de comprae=traordinario. n tripulante chileno recordaba que se poda comprar un autom!vil Uol-saenpor un ca3!n de 5uc-y Stri-e o motocicletas por mucho menos. El comandante hio colocarmesas en el molo donde estaba el buque y diariamente se serva almuero, en varios turnos, a laente que loraba acercarse, con una uardia militar para evitar des!rdenes%.


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Uarias centenas de personas se api2aron en el %Erruri%, un transporte militar con escasascomodidades. 5os ba2os eran abiertos y sus anostas literas sola ser compartidas por dospersonas de la $amilia. -antal HacetteH vivi! esa travesa de


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tradicionales de &oncepci!n, donde cuenta con dos sucursales, ms otra en Santiao. Entre susatracciones est el bienenstich dulce con miel, vainilla y almendrasH, una de las especialidadesde 'uo )oendor$, el soldado que cambi! los ca2ones por los pasteles.

El transporte "Err2ri" via0# a Aambrgo arecoger a centenares de personas $e vivan en precarias condiciones.

Ualientes y auerridas

5a Seunda Guerra Mundial implic! un enorme incremento en la participaci!n $emenina entareas vinculadas al con$licto. @e &hile sali! ms de un centenar de mu3eres 3!venes que sepresentaron como voluntarias, la mayora de races britnicas. %Si bien en Gran Breta2a no selle! a los e=tremos de pases como la )SS 0donde hubo participaci!n $emenina en combate,con mu3eres como pilotos, tanquistas y $rancotiradores, etc.0, es di$cil pensar que el es$uero deuerra britnico hubiera podido $uncionar sin la participaci!n $emenina%, e=plica +ernandoilson, acad#mico del departamento de 'istoria de la (".

El veterano *aul albaum recuerda las distintas ramas $emeninas de las +ueras (rmadasbritnicas. %Estaban las interantes el omenTs )oyal Iaval Service, que conocamos como lasTrensT, las Taa$sT de la +uera (#rea y las T(tsT (u=iliatory Jerritorial ServiceH del E3#rcito.Jambi#n e=ista la %5and (rmy%, mu3eres que reemplaaban en el traba3o del campo a loshombres llamados al $rente. na amia ma chilena qued! a caro de un ran rupo de ansos enuna ran3a, una tarea nada $cil, se le murieron muchos%.


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Ago Roggendor47 a los 1 a;os7 con s ni4ormealem2n. Lego 4ndara na conocida pastelera en Concepci#n

%El servicio en roles de 'ome @e$ence muchas veces consideraba operaciones de combate, pore3emplo, en la de$ensa antia#rea o la participaci!n de mu3eres transportando aviones rumbo a lasunidades de combate, como hio la chilena )ar%ot 8ualde. *ero el rol $emenino estaba msen las $ueras de apoyo, sobre todo en la enorme estructura de administraci!n y soporte necesariapara la conducci!n de esta uerra industrial de masas. l rcito brit$nico normalmente

necesitaba de D a 10 personas en roles de apo'o por cada combatiente, sin contar con laindustria %, area ilson.

Marot @uhalde 19A:H es tal ve la veterana chilena ms conocida. &uando estalla la uerra,esta preco aviadora oriunda de )o Bueno anunci! a su $amilia que se marchaba a &anad,aunque en realidad se o$reci! como voluntaria a las $ueras libres de &harles de Gaulle. En+rancia las mu3eres no volaban, as que $inalmente se march! a 5ondres. *iloteaba aviones,muchas veces en pelirosas condiciones, desde las $bricas a los cuarteles. Uol! mltiples tiposde aviones, entre ellos los $amosos % spit$ire %.


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+argot )halde. La e


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Las volntarias $e salieron de Chile sedesempe;aron en las Peras *rmadas brit2nicas y tambin en hospitales7 gran0asy labores administrativas. -na de ellas 4e la en4ermera +riel Byrne7 de pie7 en ele? como erente de una $irma de importaciones0 no tena ni pasaporte britnicocuando se o$reci! de voluntario para luchar la uerra. *ero en Ualparaso %habamos sido criadosmore british than the british . Jodo lo inl#s era bueno, recto y honrado, haba que de$enderlo.Io lo dud# ni un instante " Euimos como 500 an%lobrit$nicos de !oluntarios, mucos de ellosmueres%. )ecuerda que su madre viuda lo despidi! %con inmensa tristea, pero aprobando midecisi!n%. Uia3! con 19 a2os en 19


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El horroroso recuerdo la *rimera Guerra no estaba muy le3ano, pero del pas partieron chilenos ytambi#n personas de races $rancesas, italianas, alemanas y estadounidenses, entre otras, a pelearen el $rente. El continente mayor 0entre ?:: y >:: voluntarios0 via3! al )eino nido. %5aoposici!n entre los modelos nacionalsocialista y las democracias liberales occidentales tenan enlas sociedades anlosa3onas una cara muy particular, a lo que se une la percepci!n heroica de

Gran Breta2a T $ihtin alone $or the liberty o$ us allT . ( eso, se area adems el carcterdescentraliado que tuvo el "mperio Britnico. El britnico en &hile seua sinti#ndose parte deuna realidad mayor, por la que vala la pena luchar%, e=plica el historiador +ernando ilson.

*aul albaum recibi! una $ormaci!n marinera bsica de doce semanas y lueo una apretadainstrucci!n como o$icial de la )oyal Iavy, hasta que $ue destinado a una base en @over. ( bordode una lancha torpedera, normalmente hacan salidas nocturnas diarias hacia la costa $rancesaterritorio ocupadoH y de de$ensa ante las incursiones alemanas.

Condecorado en tres ocasiones por ss serviciosen la Royal 5avy7 el anglochileno ,al Kalbam G=1H recerda hoy la impresi#n $ele prodcan los discrsos de Chrchill y la cari;osa acogida de la "&othamericanAose".

/albaum fue parte de la ofensi!a del 8a 8. %"ba en una embarcaci!n que pona minas

submarinas, hasta que hicimos cabea de playa en +rancia. 5ueo el avance $ue comple3o, lade$ensa alemana $ue muy dura%. Estando en la costa de stende B#licaH vivi! elen$rentamiento de su $lotilla con embarcaciones ermanas. %+ue un momento muy dramtico,esa noche del 1 de septiembre de 19


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5ondres. Ios reciban con mucho cari2o se2oras inlesas que tenan cone=i!n con Sudam#rica.Era muy oraniado, nos daban comida y acoida%. )ecuerda con especial aprecio la $iura de!el'n, ermana de on acson, fundador del cole%io &ran%e en -ile. %Ella siempretena una palabra cari2osa para nosotros% .

En 5ondres y otras ciudades le toc! vivir una serie de bombardeos a#reos. %*ero lo msatemoriante eran los bombarderos no tripulados, los U1 y UA. &uando paraban el ruido de sumotor, uno saba que soltaban las bombas y se venan encima. Si (lemania hubiese tenido esaarma desde el principio, tal ve el $inal pudo haber sido distinto%.

albaum describe los das tras la toma de Berln, %como el momento de mayor 3bilo%. 6 noduda en mencionar a &hurchill como %un lder en todo el sentido de la palabra%. %Rl cambi! elen$oque de la uerra, levant! el nimo de la poblaci!n, aun! $ueras y nos llev! a la victoria.Juvo sus $allas, como todos, pero $ue el me3or. amos sus discursos en la radio y nosimpresionaban%.

En Gran Breta2a, albaum lle! a ser comandante de una nave barreminas. 6 tras volver a &hilese ha 3untado reliiosamente, durante casi : a2os, el A9 de 3unio en un almuero en el &ountry&lub con otros veteranos. % *oda!a quedamos al%unos" # el men= siempre es el mismo6sausa%e and mas >salcicas ' pur de papas?" -omo en la %uerra3"

5o todos volvieron a casa: Qohn Compton mri# enel 4rente a los %6 a;os. Lo recerda na placa en la iglesia anglicana de Malparaso.


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La &egnda 'erra en las letras chilenas

l conflicto blico a inspirado asta o' crnicas, poemas, cuentos ' no!elas, aportando

perspecti!as inslitas ' te


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El "famoso" telfono de !itler7 $e Aidobrohabra robado desde ?ehlsteinhas7 el re4gio alpino del PJhrer.

'erido dos veces, en @urlac y en el $rente del ro Elba, tras la toma de Stuttart, el poeta recibi!las condecoraciones $rancesas Maurice BarrVs y la &ru de Guerra. *udo venar sus heridasparticipando en la captura de seis militares alemanes y dos o$iciales de las SS, capitn uno deellos, cuyo casco tra3o a &hile, al iual que otro del e3#rcito estadounidense que se e=hibe en la&asa Museo de &artaena 3unto al %tel#$ono de 'itler%.

Uicente Garca0'uidobro Santa &ru, nieto del poeta creacionista, cuenta que )aquel Se2oret,ltima esposa de 'uidobro, le revel! en una oportunidad que los m#dicos que lo atendieron enEstados nidos le di3eron que las esquirlas de ranada alo3adas en su cerebro no eran operables.5e dieron cinco a2os de vida. Muri!, en e$ecto, el A de enero de 19


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en mi sepultura[con una espia ro3a de tu estado,[para que sepan, si hay aluna duda,[que hemuerto amndote y que me has amado,[y si no he combatido en tu cintura[de3o en tu honor estaranada oscura, este canto de amor a Stalinrado%.

Pernando Emmerich es ator del relato "El 2gilade dos cabeas".

@esde hoy cuesta entender que reci#n en 19


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Las cr#nicas $e Qoa$n EdNards Bello escriba en&antiago eran tan vvidas como si l hbiera estado en el lgar de los hechos.

Ieruda dedic! otros dos poemas a la con$laraci!n7 % de noviembre 0 da a un da de victorias%y %&anto al E3#rcito )o3o a su lleada a las puertas de *rusia%.

El otro *ablo de la poesa chilena, @e )o-ha, aludi! a la uerra en varios libros, con #n$asistambi#n en el papel de la )SS7 %Mor$oloa del espanto% 19


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mito de 'itler en la (ntrtica0, un seductor que va y vuelve del e=tran3ero, obtiene $ondosmillonarios de $undaciones para buscar la &iudad de los sares y es encarado, a la salida del)eineTs, por un 'itler $urioso.

5e3os del pas, otro chileno se obsesionaba con el naismo. 5a atracci!n literaria que )oberto

Bola2o senta por esta ideoloa se tradu3o tempranamente en %El Jercer )eich%, novela escritaen 1989, aunque publicada de manera p!stuma en A:1:. 5a acci!n transcurre en la &osta Bravacatalana durante los 8:. Su protaonista, do, es un alemn e=perto en 3ueos de uerra,especialmente en El Jercer )eich. 5as atrocidades del r#imen se reviven en la partida de docontra El /uemado, donde de$ienden los roles del naismo y el comunismo respectivamente.'ay tambi#n cruces con la historia de &hile de esos a2os, como los hay tambi#n en %5a literaturanai en (m#rica% 199>H, diccionario de autores $icticios que asociaron su obra a esa ideoloa.

"El ercer Reich"7 de Roberto Bola;o7 se pblic# demanera p#stma en %>1>.

Iuevas derivas del con$licto

Ediciones B public! hace cuatro meses %El $in del mundo. &uentos chilenos de la SeundaGuerra Mundial%. Entre los escritores convocados hay varios que haban abordado derivas de laSeunda Guerra. Est aime &ollyer, con %@anubio pardo%, proveniente de %Gente al acecho%199AH7 un relato er!tico y poltico sobre los ltimos das de +reud en la Uiena dominada por los

nais. +rancisco rtea es autor de la novela %El nmero Dai$man% A::>H, best0seller reeditadoen una versi!n correida con el ttulo %El verbo Dai$man% A:1?H, conspiraci!n imainada apartir de un hecho verdadero7 la masiva lleada a &hile de tractores alemanes al $inal de lauerra. Sin embaro, el cuento de rtea recoido en %El $in del mundo% es la historia de una$amilia estadounidense cuyo padre es un ineniero el#ctrico que traba3a para la Boein en eldise2o del bombardero B0A9, el avi!n que arro3ara la primera bomba at!mica en ap!n. Sobreeste ltimo hecho es el perturbador cuento de Marcelo Simonetti %@ibu3os de 'iroshima%. Elnarrador ya haba publicado un cuento acerca de un $ot!ra$o 3udo sobreviviente de Beren


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Belsen en su libro %El abanico de madame &echos-a% A::AH. Serio G!me, en tanto,especula en su relato %5a delada $iura de la dama% sobre los e$ectos en 'itler de la horriblemuerte de su madre. El autor haba seuido en su novela %*ataonia% A::?H los pasos delcriminal de uerra alter )au$$, desde el ueto polaco de 5od hasta &hile. tro conocedor de lauerra, &arlos Jromben, recrea en su cuento %El via3e de (ndreas Ec-hart% las desventuras de un

3oven nai valdiviano que llea hasta (lemania para enrolarse en el e3#rcito del +Fhrer. Sencomenta Jromben en una nota, el persona3e $ormaba parte de una novela de latinoamericanosinvolucrados en la Seunda Guerra. El autor abandon! el proyecto, pero otro persona3e, una3oven peruana reclutada en 5ondres por la inteliencia britnica, sobrevivi! como protaonistade la novela %5a &asa de Electra% A:1:H. (2os antes, el escritor porte2o haba aludido en sunovela %Darma% A::>H a las penurias de la colonia 3aponesa residente en &hile durante la uerra.

El costo de apoyar a los aliados

5as consecuencias del con$licto b#lico para las $amilias de inmirantes son tambi#n el tema delsutil relato %El uila de dos cabeas%, de +ernando Emmerich, incluido entre los $inalistas del

&oncurso *aula en el volumen %El $ot!ra$o y otros cuentos% Ediciones @*, A::9H. ( trav#s dela mirada de un ni2o, Emmerich lleva a la $icci!n un hecho autobior$ico7 el desprecio de buenaparte de la colonia alemana de Ui2a y Ualparaso cuando su padre decidi! alinearse con la(lemania 5ibre y aportar dinero a los (liados.

Jal ve la Seunda Guerra no cambi! la historia de la literatura chilena, pero ha inspirado te=tosque muestran nulos inusuales de la con$laraci!n mundial.


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)EL R*)*R *L CO+,-*)OR El impacto del con/icto enla medicina y la tecnologa:Ciencia y gerra: inventos yencrci0adas

)ucos de las in!esti%aciones desarrolladas durante la %uerra se con!irtieron en la base de

%randes adelantos cientficos ' tecnol%icos, aunque !arios cientficos sufrieran un intenso

dilema tico durante la confla%racin"

@aniela Snche M.

Entre los millones de personas que movili! la Seunda Guerra Mundial tambi#n $iuraban loscient$icos. Janto en Europa como en Estados nidos, centenares de hombres y mu3eres deciencia traba3aron en centros de investiaci!n, universidades y bases militares buscandoaventa3ar al bando contrario en la bsqueda de armas y tecnoloas que los ayudaran a anar 0y

$inaliar0 la uerra.

%5a uerra plante! problemas tecnol!icos cuya soluci!n militar requiri! de investiacionescient$icas que, una ve terminado el con$licto, se convirtieron en una riquea para la sociedadcivil%, se2ala el ineniero matemtico Ylvaro +ischer.

La m2$ina alemana Enigma7 desci4rada por *lanring y s e$ipo.

Eso s, cient$icos destacados, como (lbert Einstein, )obert ppenheimer y (lan Jurin, entremuchos otros, se en$rentaron al dilema del desarrollo tecnol!ico versus la destrucci!n masiva.n e3emplo $ue Einstein, declarado paci$ista, cuyas investiaciones aportaron al desarrollo de labomba at!mica. +ue el propio Einstein quien le envi! una carta, en 19;9, al *residente de losEstados nidos, +ran-lin @elano )oosevelt en la que e=plicaba la destrucci!n que poda enerar

el uso de enera nuclear, la cual motiv! la creaci!n del conocido %*royecto Manhattan%, queconcentrara sus $ueras en $abricar las dos bombas at!micas que se lanaran seis a2os despu#sen ap!n.

Sen el *remio Iacional de &iencias ore (llende, el sentido de culpa que e=perimentaronalunos de los cient$icos lderes, como Einstein, Enrico +ermi y )obert ppenheimer, see=pres! en la neaci!n de seuir traba3ando en bombas ms potentes y destructivas, lo que lessini$ic! crticas y aislamiento por parte de los lderes polticos.


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@etecci!n a distancia

(ntes de que estallara la uerra, pases como Estados nidos, (lemania e "nlaterra pusieron asus me3ores cient$icos, matemticos, $sicos y bi!loos a traba3ar en institutos de investiaci!nen busca de me3ores tecnoloas b#licas. (s se descubri! el radar. @urante la d#cada de 19;: se

especulaba que realmente e=ista un rayo que poda inhabilitar o incluso matar a una persona a ladistancia. (nte el rumor de que (lemania ya haba desarrollado uno, el ministro del (ire de"nlaterra encar!, en 19;?, al $sico )obert atson0att y a su ayudante, (rnold il-ins, laconstrucci!n de una versi!n britnica del %rayo de la muerte%.

5o que realmente haban desarrollado los alemanes eran radares de viilancia a#rea 0el %+eya% en19; derivara en un radar de impulsos.

Sin embaro, $ue el traba3o de los inleses, en sus es$ueros por dar con %el rayo de la muerte%0que $inalmente result! imposible0 lo que contribuira a lo que sera el modelo actual del radar.)adar es el acr!nimo de )adio @etection (nd )anin, o detecci!n y mediaci!n de distanciaspor radio, construido a partir de la observaci!n de atson0att y il-ins en la recepci!n de$recuencias de los receptores de una o$icina de correos que se alteraba cuando un avi!n volabacerca de ellos. El desarrollo de este instrumento $ue $undamental para detectar naves osubmarinos enemios y evitar ataques sorpresivos. +uncionaba mediante la emisi!n de ondas deradio que, a trav#s del eco que producan al alcanar su ob3etivo, permita conocer su ubicaci!n.

5a conquista del espacio

Si el radar posibilit! localiar aviones en el cielo, los misiles U01 y U0A $ueron el prototipo parael desarrollo de la carrera espacial, casi dos d#cadas despu#s de la uerra. %El avance por parte de(lemania llev! a que los estudios de uno de sus impulsores, ernher von Braun ,$uerancruciales para Estados nidos en la carrera espacial que se desat! con la )SS en la d#cada de19?: y 19>:%, e=plica +ischer.

5os misiles U01 y U0A $ueron aviones a reacci!n no tripulados, carados de e=plosivos, quetenan un alcance de alrededor de ;?: -m. El U01 $ue lanado por primera ve en 3unio de 19 mil muertes y 1 mil heridos. El U0A$ue lanado dos meses despu#s y casi A mil de ellos $ueron arro3ados sobre "nlaterra hastamaro de 19


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no de los inventos ms pol#micos hasta el da de hoy es la creaci!n de la bomba at!mica,debido a su ran capacidad destructiva y las casi A:: mil personas que murieron a causa de sue=plosi!n y sus e$ectos radiactivos. 5a carrera nuclear se inici! a comienos de la d#cada del ;:,cuando 5eo Silard, cient$ico 3udo0hnaro radicado en "nlaterra, descubri! que las reaccionesneutr!nicas en cadena eran capaces de liberar randes cantidades de enera y patent! la %bomba

at!mica%.

El bioqumico ore (llende e=plica que el desarrollo de este e=plosivo abri! paso al usopac$ico de la enera nuclear7 %'io posible, por e3emplo, el uso de is!topos radiactivos en lasinvestiaciones de la bioqumica y la bioloa molecular, que nos permitieron identi$icar el (@Icomo el material en#tico y esclarecer la comple3sima red de reacciones que e=isten en elmetabolismo de los di$erentes tipos de c#lulas vivas%. 6 area7 %El uso de is!topos como elyodo radiactivo en problemas de tiroides es otro e3emplo en la medicina%. Estos $ueron losdescubrimientos de (l$red 'ershey y Martha &hase, en 19?A, en el cual utiliaron un is!toporadiactivo para con$irmar que la base del material en#tico era el (@I y no las protenas, comose pensaba.

Billones de antibi!ticos

(llende tambi#n a$irma que uno de los mayores impactos de la uerra en las ciencias m#dicas$ue el uso masivo de los antibi!ticos. En 19


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Jras la uerra, en 19


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*rohibido desde 19


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abundamiento, Fren 'abermas ha elaborado un pr!loo y 'ertha J\pper un eploo opos$acio.

'istoria editorial

5os hechos cronol!icos que rodean a %Mi lucha% son accidentados, con$usos y enrevesadamentecontradictorios. 'itler habra comenado a escribir lo que llam! su %cuenta%, o sea, una suerte dede$ensa poltica, en el verano de 19A


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La $ema de libros 4e na de las e


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estudindose en pro$undidad, siempre desde mltiples nulos. Si, por poner una $echa aleatoria,hacia 19: el 'olocausto era una presencia espordicamente divulada, en la actualidad se tratade una certea incontrovertible. Es, entonces, sumamente dudoso que un libro de estascaractersticas, tan da2ino en otros tiempos, haa temblar los cimientos democrticos de la)epblica +ederal de (lemania.

&onocer y aprender

El primer ministro bvaro GFnther Bec-stein, quien, al iual que sus coleas, tiene por norma noopinar sobre estos asuntos, se ha visto obliado a de3ar el mutismo para declarar que la pol#micapublicaci!n de %Mein Damp$% constituye un es$uero para conocer y aprender, ya que de ninunamanera se trata de abrir vie3as heridas. 'echa con voluntad didctica y el debido tacto, la nuevaedici!n de la obra de 'itler es plenamente admisible. &on seuridad, ayudar a desactivar elmito, mostrando la desnude de un te=to trivial, saturado de propaanda hist#rica y superstici!n.*or otra parte, el Estado 5ibre de Baviera evitar, con su acci!n, que el sector privado intentehacer neocios publicando el libro. Bec-stein a2ade que si un hombre, in$luido por su lectura,

abraara las ideas de su autor, ya estaba de antemano impedido para la convivencia arm!nica consus seme3antes.

Sin duda, son palabras saludables y equilibradas7 es muy improbable que los nuevos lectores deesta obra tan bullada 0qui la ms bullada de que se tena memoria0 se entusiasmen por el@ran nach sten impulso hacia el EsteH, la necesidad de anar 5ebensraum espacio vitalH o laparanoica teora del complot 3udo mundial que, preciso es insistirlo, no es oriinal de 'itlerH.En el $ondo, estamos ante un individuo y unas ideas que no learon nada perdurable.

En de$initiva, la publicaci!n de %Mi lucha% en (lemania podra ser un $en!meno muybene$icioso en unos das en que la uerra, el hambre, el racismo, los $undamentalismos o la

intolerancia e=trema parecen resurir con inusitado vior en todos los rincones del planeta. Sesola decir que criticar el libro de 'itler era como analiar la ua tele$!nica, la lista de compraspara el supermercado, una boleta de compraventa. 5amentablemente, no es as7 en el ltimo casoestamos ante situaciones concretas, tanibles, dom#sticas, muy materiales y $rente a %MeinDamp$%, bueno, ya sabemos de sobra lo que hallaremos.


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+ane0o comnicacional Las t2cticas de los *liados y elE0e: ,ropaganda: n arma poderosa del con/icto mndial

a %uerra no se resol!i solo en el frente, sino que tambin en el $mbito de las ideas ' en el

control de los medios de comunicacin" n una sociedad de masas, los lderes utilizaron

todas las erramientas disponibles para persuadir ' difundir una ideolo%a"

Maureen 5ennon 4aninovic

%El silo WW es el silo de la propaanda%, advierte el historiador chileno @avid Usque, 3e$e dela secci!n de estudios de la Biblioteca del &onreso Iacional de &hile.

El pro$esional 0quien ha investiado, entre otras lneas, las estrateias comunicacionales duranteel con$licto b#lico0 a2ade que la propaanda $ue una herramienta poderosa de la Seunda GuerraMundial. N5a ra!nO %Jambi#n estamos ante el silo de las masas e indiscutiblemente para elEstado, para el poder poltico y militar de aquellos a2os, el llear con un mensa3e seductor a esaopini!n pblica termina siendo $undamental. 5a propaanda se convierte en un espacio nuevopara di$undir ideas, para acercarse emocionalmente a los ciudadanos. Jodas las potencias lautiliaron porque la clave de la propaanda es que no es racional, sino que apela a la $ibra msntima de las personas e=puestas al mensa3e%, dice.

La cineasta alemana Leni Rie4enstahl dirigi# "Eltrin4o de la volntad9

En ese conte=to, Usque comenta que todos los pases involucrados desplearon so$isticadaso$icinas de propaanda y aitaci!n, con diversas ramas, de manera de controlar lo que sein$ormaba al interior de su territorio y lo que sala al e=terior . %Jodas las estrateiascomunicacionales tuvieron dos m!viles caractersticos7 enerar adhesi!n interna y denostar alenemio, mostrarlo como una bestia desalmada. *ara los (liados, los alemanes y los 3aponeses


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$ueron los adversariosC para el E3e, el odio a los 3udos y a las llamadas potencias capitalistas,3usti$icaron su accionar%.

El pro$esional e=plica que los a$iches dise2ados durante la Seunda Guerra Mundial seconstituyeron en un elemento e$ica para apelar a la emoci!n. En Estados nidos e "nlaterra, a

trav#s de este medio %se intent! di$undir entre los ciudadanos las ideas de unidad, de de$ensa delas democracias occidentales 0$rente a las tiranas orientales0 y una serie de otros conceptoseducativos como el ahorro y en especial el no derroche de los combustibles en las casas%.

@avid Usque puntualia que %el a$iche es calle3ero, se puede pear en todas partes, est a laaltura de la vista, tiene un mensa3e corto, rpido, con una est#tica muy bien elaboradaC de hecho,hay varias pieas de colecci!n%, y tambi#n resalta el papel del c!mic, que en la d#cada de los ;:se independia de los diarios. %&on persona3es como Superman o &apitn (m#rica buscan lleara los 3!venes con un mensa3e de lucha contra los nais%, a$irma.

Este ache mestra c#mo la m0er 4e protag#nicaen la &egnda 'erra +ndial.

Mu3er empoderada

El historiador Gonalo Serrano, pro$esor de la niversidad (ndr#s Bello, acaba de participar enun ciclo de charlas sobre la "" Guerra Mundial oraniado por este plantel y centr! su e=posici!n

en el uso de la propaanda. ( su 3uicio, aunque el con$licto se desat! o$icialmente en 19;9, desdela d#cada del veinte comen! la uerra ideol!ica a trav#s de distintos medios. %(ctosmultitudinarios, como la marcha de las camisas neras de Benito Mussolini sobre )oma. brasliterarias como TMi 5uchaT de (dol$ 'itler y pelculas como TctubreT de Serei Eisenstein, quelori$icaba la revoluci!n bolchevique, etc. Jodos aquellos actos tuvieron como ob3etivo dar aconocer una idea, persuadir y convencer de la relevancia de una causa o persona3e%, comenta, yarea que esa t!nica alcan! su clma= durante el con$licto b#lico. %5a lucha en los campos debatalla no habra sido posible si esos soldados no estuvieran convencidos de que la idea que


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de$endan era lo su$icientemente 3usta y poderosa como para dar la vida por ella. *or esto esimprescindible, para entender esta uerra, comprender tambi#n c!mo las ideas se in$iltraban ensus mentes a trav#s de medios tan simples como un autom!vil, una estampilla de correos o unedi$icio%, dice Serrano.

El c#mic7 como "Capit2n *mrica"7 4e n vehclopara 0sticar la gerra

no de los t!picos que aborda con mayor pro$undidad es el tema de la r$ica. %Si en la " GuerraMundial vemos a$iches donde el Jo Sam convoca a alistarse en la batalla, en los ;: y


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as lo hio, colaborando en la $abricaci!n de tanques, aviones y $usiles. Se convierte en un actor$undamental%, sostiene, y area que la mu3er debe traba3ar %porque el con$licto tambi#n es vistocomo un es$uero comnC pero una ve $inaliada la uerra, ya no est interesada en reresar a sucasa, claramente le tom! Tel ustoT al traba3o y se produce un importante cambio en su papel en lasociedad de la #poca%.

Cartel sovitico $e actalmente se e


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La revista "En 'ardia" 4e distribida por Estados-nidos a Latinoamrica

En ese conte=to, @avid Usque resalta la irrupci!n de la $iura de la cineasta alemana 5eni)ie$enstahl, quien dirii!, en 19;


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"La &emana 8nternacional" se pblic# en Malparasocon n 4erte esprt lonai.

*or el lado del E3e, en cambio, uno de los !ranos de di$usi!n al que accedieron los chilenos $ue%5a Semana "nternacional%. %+undada en Ualparaso, diriida y escrita en ran parte por elcataln uan Bardina entre 19;; y 19


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Qohn Pord Ga la i$ierda7 con anteo0osH en plenoroda0e de "La batalla de +idNay" G1=3%H.

&omo se2alan sus bi!ra$os, +ord estuvo siempre al pie del ca2!n. *articip! en la SeundaGuerra Mundial como o$icial de los servicios cinemator$icos de la (rmada de los Estadosnidos y 3ustamente result! herido, durante la Batalla de Miday. Jras el t#rmino del con$lictocontinu! siendo reservista, colabor! en la realiaci!n de documentales durante la Guerra de

&orea y la de Uietnam y alcan! el rado de contraalmirante.

Su caso no $ue el nico. @urante la batalla, cineastas como ohn 'uston, illiam yler y +ran-&apra $ilmaron varios documentales b#licos. &apra, por e3emplo, $ue el encarado de realiar,entre 19


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-na selecci#n de los crticos +i pelcla 4avorita de la&egnda 'erra +ndial

a disputa m$s duradera del si%lo fue moti!o de inspiracin importante para la

industria cinemato%r$fica, tanto de ese tiempo como en la actualidad" ;or lo mismo, la

oferta de pelculas relacionadas con el conflicto blico se dispar, dando como resultado

una poca dorada" 2qu, seis reconocidos crticos nacionales entre%an sus pelculas

fa!oritas relacionadas con la (e%unda &uerra )undial" Ina seleccin que !a desde los

filmes de pos%uerra de +ossellini, pasando por 32ir force3, de Hoard Has, asta 3l

pianista3, de ;olansi"

(le= Miranda 'enrque (ntonio Martne7 %Siempre habr ni2os%

En ve de la ran producci!n con el espectculo de la uerra, esta es una historia a ras de piso,sobre los adoquines hmedos de la )oma ocupada por los nais y es el comieno delneorrealismo. n cine con vocaci!n peda!ica pro$unda, encarnada y reliiosa. na cr!nicatrica de sacri$ico y muerte. 3+oma, ciudad abierta319


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*che de "Roma7 cidad abierta"

Es por los ni2os que brotan por la ciudad, que miran, se acurrucan, aprenden y lloran. Ii2oslisiados y otros con bototos, hu#r$anos de piernas $lacas y desnudas, cubiertos con ropas pesadasy sucias que les quedan randes.

Es una pelcula que anuncia y propaa una sola nueva7 el $uturo debera ser me3or porque e=istenlos ni2os.

6 si vuelve a pasar y cae otra uerra, la respuesta debera ser la misma. 3+oma, ciudadabierta3es una pelcula y tambi#n una oraci!n7 siempre habr ni2os.

8magen de la pelcla italiana "*lemania7 a;ocero"7 parte de la llamada triloga de posgerra de Roberto Rossellini.

(ntonio Martne, crtico revista i-#n.

(scanio &avallo7 %5os nuevos pavores de )ossellini%

n bombardero despea desde San +rancisco a 'aaii el > de diciembre de 19


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en$renta la materialidad de la uerra con los valores de los individuos, acaso la mse=traordinaria cinta de ese perodo.

3os desnudos ' los muertos319?8H, de )aoul alsh, es un desesperado retrato de laderadaci!n de los soldados en los $eroces combates del *ac$ico, con una crudea moral que

casi no se viera antes ni despu#s en las pelculas sobre la uerra.

*or $in, en 32lemania, ao cero319


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cuenta e=acta del cora3e que esa iantesca operaci!n naval e=ii! de las tropas quedesembarcaron.

En el punto intermedio, asumiendo la uerra como e=periencia interior y como desarro lrico,yo creo que % a del%ada lnea roa31998H, de Jerrence Malic-, con sus entrecruadas voces

de terror y abandono, de ansiedad y pnico, es insuperable.

'#ctor Soto, crtico de 5a Jercera.

Ernesto (yala7 %na pelcula irresistible%

&reo que $ue +rancois Jru$$aut quien deca que el cine de uerra nunca era verdaderamentepaci$ista. "ncluso las pelculas que intentaban serlo no lo loraban del todo, porque las armas, losdisparos y las e=plosiones 0y para qu# decir los tanques y barcos0 eran tan cinemator$icas queincluso el director ms puro no poda de3ar de sentir cierta $ascinaci!n al $ilmar este material,$ascinaci!n que lueo se transmita al espectador. Estoy de acuerdo, por supuesto. &omo un buen

hi3o de la dictadura, le teno aleria a las armas y a todo lo militar. El cine de uerra, por lotanto, nunca me ha causado atracci!n aluna. 3+escatando al soldado +'an31998H, pore3emplo, me provoc! una lata iantesca y nunca volv a verla. 5as pelculas de Dubric- oilder de la Seunda Guerra Mundial tampoco me llamaron la atenci!n. &on todo, hao unaenorme e=cepci!n con 3a del%ada lnea roa31998H, de Jerrence Malic-, una pelcula queconsidero irresistible. 5as raones son muchas. Es la primera cinta que realmente me hio sentirel miedo previo a un desembarco. *ero tambi#n mostraba muy bien el desplieue de eos,sometimientos, renuncias y $railidades, muy poco heroicas en eneral, que ermina al interiorde un rupo militar. Ms interesante an es la tensi!n que la cinta despliea entre la naturalea0el cosmos si se quiere0 y las actividades propias del hombre, que terminan por aparecer comocarentes de sentido, incomprensibles, irrelevantes, por mucho que se trate de la Gran Guerra.

'ay veces en que no puedo de3ar de sentir esa irrelevancia en mis propios actos cotidianos.

&ean ,enn en "La delgada lnea ro0a".

Ernesto (yala, crtico de (rtes y 5etras.

Ernesto Garratt7 %El horror de *olans-i%

(l cineasta polaco )oman *olans-i lo ha perseuido toda su vida la sombra del mal. namaldici!n perenne que #l ha e=orciado en imenes para adornar y desarrollar pelculas que yason clsicos y que son re$le3o de oscuros captulos de su propia e=istencia, como la muerte de sumu3er, Sharon Jate, y su hi3o por nacer.


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Su paso y supervivencia como un ni2o de orien 3udo perseuido por los nais en la SeundaGuerra Mundial en el ueto de &racovia $ue una e=periencia traumtica y de la que lor! salircon vida y que #l revive con maestra en 3l pianista3A::AH, el caso real del msico polaco3udo ]lstro-^ adys ]lstro-^ a Spilman (drien BrodyH.

El actor *drien Brody y el director Roman ,olans@ien el set de "El pianista"

Spilman, el alter eo del director, es testio de c!mo los nais arrasan con su vida y la de su$amilia y sus seres queridos, y lo que hace es sobrevivir escondi#ndose en las sombras de, pore3emplo, un departamento vaco desde cuya ventana puede mirar con horror c!mo un atrevidoasalto de la resistencia a los invasores se convierte en una masacre. En una secuenciasorprendente, *olans-i, queda claro, $ilma el terror desde el punto de vista del aterrado. +ilma,adems, como pocos los espacios cerrados y esas secuencias de prisiones $oradas entre cuatroparedes ya han sido parte de su sello en %)epulsi!n%, en %&uchillo al aua% y en %&arnae%.

(dems del e=ilio $orado de *olans-i en +rancia debido a los caros que lo persiuen de abusoscontra una menor en Estados nidos, el $antasma de la e=tradici!n le pisa los talones, cosas quere$ueran su $alta de escape y la claustro$obia del encierro.

%El pianista% es una ventana a la Seunda Guerra Mundial que mira como pocas pelculas hantocado el con$licto. El campo de batalla es el alma torturada de una vctima que queda con vidapara atestiuar los atropellos $eroces y siempre in3usti$icados de los victoriosos. 6 sus armas noson armas de $ueo7 es un piano entre ruinas y el arte para tocarlo, lo que le salva la vida.

3l pianista3es una cr!nica desde el punto de vista de los perdedores de siempre, las vctimas.

Ernesto Garrat, crtico revista i-#n.

&hristian )amre7 %5as cr!nicas b#licas de Ernie *yle%

5a primera camada de $ilmes de la Seunda Guerra no andaba en busca de obras maestras7 eranproductos realiados en caliente, con las tropas peleando en Europa y el *ac$ico, dise2adas paraun pblico que no tena muy claro si lo que le estaban mostrando era testimonio, entretenimientoo propaanda. (un as se estren! una buena cantidad de $ilmes brillantes 0entre ellos, Blitz /olf19


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El actor Brgess +eredith y el reportero Ernie ,yleen el set de "he &tory o4 '.8. Qoe".

sando como base las cr!nicas b#licas del anador del *uliter, Ernie *yle interpretado en lacinta por Buress MeredithH, la pelcula no es una lori$icaci!n a cieas del herosmo del e3#rcitoamericano, sino del es$uero realiado por hombres comunes y corrientes iualados por eluni$orme, por las campa2as, por el horror. 6 lo ms notable7 salvo por )obert Mitchum, el elencoestaba interado en su totalidad por verdaderos soldados, veteranos de Iormanda, Sicilia, y elnorte de Y$ricaC la misma ente con la que *yle haba convivido y su$rido da a da, antes demorir en el $rente hace ya : a2os 0un 18 de abril del

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