Algunos efectos económicos entre cónyuges separados o divorciados en el Código Civil y Comercial de la Nación 

I.-Introducción Con la colaboración necesaria y específica de la Dra. Silvina S. Altuna Atencio, especialista en el área del Derecho de Familia y de la Lic. María Cristina Pérez Cid,  Trabajadora Social del campo judicial hemos encarado esta labor de análisis del nuevo Código Civil y Comercial de la Nación en lo referente a ciertas protecciones que se avecinan para la mujer. Muchos son los temas que se pueden tratar respecto al Derecho de Familia y en especial al derecho alimentario entre  cónyuges  y con sus descendientes o ascendientes. Pero específicamente hay un tema referido a ciertos derechos –o falta de los mismos- en lo tocante a una situación  puntual: ¿En caso de separación o divorcio qué derecho o derechos tiene un cónyuge que no ha trabajado o ha resignado su trabajo para dedicarse al cuidado de su familia, de su casa a lo largo de su vida mientras solo el otro cónyuge ha ejercido un trabajo remunerado? Sentado lo cual, en caso en que se acuerde dentro de la sociedad conyugal que uno de los cónyuges es el que aporta el ingreso económico por su trabajo remunerado y el otro cónyuge es el que lleva el manejo del hogar en cuanto a administración, cuidado del mismo y de la crianza de los hijos, si los hubiera y sucediere una separación o divorcio de mutuo acuerdo ¿qué derechos alimentarios tiene –respecto al otro- quien ha resignado su labor fuera del hogar para dedicarse al cuidado del mismo y de los hijos a lo largo de los años cuando la separación o divorcio se produce, como se dijo, de mutuo acuerdo y no existen hijos con derecho alimentario por ser ya ellos mayores de edad o –lisa y llanamente- no haber habido hijos en el matrimonio? Una familia recurre a la Justicia en situaciones de crisis, cuando las relaciones familiares se encuentran debilitadas y no ha podido resolver sus problemas dentro del ámbito doméstico. La resolución de un problema de familia no es aplicar el articulado de una ley a una situación dada.  Es buscar la mejor solución para el presente inestable de esa familia y cada uno de sus miembros. DAICH ( [1]) define  a la familia como "una institución resultado de la práctica social y también de las ideas dominantes que, respecto de ella, reinan en cada momento histórico. La noción de familia no siempre ha significado lo mismo, en cada período se ha disputado qué se entiende por familia, cómo debe ser, qué se estima positivo y qué negativo para una organización familiar, y cada época ha producido un modelo hegemónico de familia. En pocas palabras, la familia no es más que un producto de la actividad social y, en tanto creación humana, no es inmutable". Por lo tanto, a lo largo del tiempo la familia ha sufrido transformaciones en su conformación.HASAN ([2]) señala que se encuentran, además de las formas tradicionales (familia nuclear: padre, madre e hijos), familias con variadas características constitutivas: familias monoparentales (hogares a cargo de madres o padres solos), familias ensambladas (cuando se conforma una pareja donde el padre y/o la madre tienen hijos de anteriores parejas, puede haber hijos en común o no, y conviven todos bajo un mismo sistema familiar), familia extensa, extendida o ampliada (cuando se suman a la familia nuclear abuelos, tíos u otros familiares) y familias de afecto o de crianza (cuando uno o más adultos se hacen cargo de niños o adolescentes sin que existan lazos de consanguinidad, pero viven y funcionan bajo un mismo techo). En estos grupos familiares existen tanto vínculos legalmente constituidos, como uniones consensuadas o de hecho. Por último, también se encuentra la familia de interacción que comprende al grupo social relacionado por vínculos de parentesco y obligaciones recíprocas, que vive en distintas viviendas. Parafraseando a BORDIEU ([3]), el Estado, a través de diferentes vías y especialmente por medio del sistema jurídico instala un deber ser que refleja un ideal de las relaciones familiares en códigos y leyes.  Un modelo, producto de una larga construcción jurídico-política, que prescribe pautas de

comportamiento, que no siempre son adoptadas por todos.  Entonces intervienen los juzgados sobre aquellos que no se ajustan al modelo dominante de familia. II. Código civil de la nación actual En el Código Civil que está por fenecer eran pocos o casi nulos los derechos que tenía  un cónyuge–por ejemplo, la mujer con mayor frecuencia- respecto al otro en caso de separación o divorcio de mutuo acuerdo, cuando el primer cónyuge no ha ejercido o ha renunciado a un trabajo remunerado para dedicarse al hogar, al cuidado del mismo y de los hijos. Porque mientras los niños fueran menores de edad y quedaran al cuidado del cónyuge renunciante al trabajo no habría inconvenientes en un derecho alimenticio pero la titularidad del derecho sería en el cabeza de los niños, administrado por quien ejerce la guarda que en la mayoría de los casos es la madre- Art.206 C.C.N.           Mas si los hijos fueran mayores de edad, no tendría derecho alguno la mujer a obtener alguna cuota alimentaria de su ex –marido salvo algún acuerdo pero requeriría la voluntad en tal sentido de éste; es decir, no habría obligación legal de su parte. Esto produce una injusticia ya que quien ha aportado su esfuerzo, su dedicación al cuidado del hogar (mientras el otro socio conyugal aporta su labor fuera del mismo) en caso de querer separarse o divorciarse quedaría huérfana de ingresos para mantenerse, porque fuera de su trabajo en el hogar no ha ejercido un trabajo remunerado o ha renunciado a alguno que haya tenido alguna vez más aún teniendo en cuenta que por su edad le sería difícil que pudiera insertarse en el mercado laboral, dada la realidad de nuestra sociedad al respecto. Esta situación reiterada a lo largo de tantas parejas ha obligado a muchas mujeres a tener que sostener una relación matrimonial solo por el hecho de no tener donde ir a vivir o como mantenerse cuando ella, con su labor dentro del hogar, ha posibilitado que su cónyuge se dedique de lleno a trabajar en forma remunerada, a progresar profesionalmente y con ello a la mejora del nivel de vida de toda la familia, sin tener que preocuparse mayormente de las cuestiones domésticas o de cuidado diario de los hijos. Esto es claro y simple: Sin el trabajo de la mujer dentro de su hogar el hombre no podría haberse desarrollado laboralmente como lo ha hecho. Y teniendo en cuenta que es una sociedad, como cualquier sociedad se reparten las actividades, los roles, las obligaciones. Y eso está bien al ser consensuadas. Pero debemos recordar que también deben ser equiparados los derechos. Todo funciona perfectamente mientras el matrimonio perdura armoniosamente. La injusticia se plantea cuando, como ya se mencionó ut-supra,  al separarse o divorciarse de mutuo acuerdo, más allá del reparto de los bienes –si es que los hubiera en el mejor de los casos- que corresponde por ley, el cónyuge renunciante se va a ver privada de un ingreso monetario para subsistir apoyado por ley alguna, salvo graciosa voluntad unilateral de su ex – cónyuge. Las excepciones a lo antemencionado son las siguientes: 1.- Obviamente si la separación o divorcio fueran contradictorios y la alimentada ganase el juicio sería distinto y sí tendría derechos alimentarios respecto del cónyuge perdidoso en el juicio (art.207 C.C.N. y cctes).- 2.- Que la alimentada fuera indigente o discapacitada, lo que igualmente debería probar ella judicialmente.

Efectivamente, es necesario que se produzca lo que prescribe el art. 209 del C.C.N. "Cualquiera de los esposos, haya o no declaración de culpabilidad en la sentencia de separación personal, si no tuviera recursos propios suficientes ni posibilidad razonable de procurárselos, tendrá derecho a que el otro, si tuviera medios, le provea lo necesario para su subsistencia. Para determinar la necesidad y el monto de los alimentos se tendrán en cuenta las pautas de los incisos 1°, 2° y 3° del artículo 207". (Art.207 C.C.N."….1° La edad y estado de salud de los cónyuges; 2° La dedicación al cuidado y educación de los hijos del progenitor a quien se otorgue la guardia de ellos; 3° La capacitación laboral y probabilidad de acceso a un empleo del alimentado;…)Este derecho dura hasta el fallecimiento del alimentado pero cesa si el beneficiado se vuelve a casar (Art. 210 C.Civil), se une en concubinato o injuria al otro. Para determinar si hubo o no injurias, el código dice que "el juez tomará en consideración la educación, posición social y demás circunstancias de hecho que puedan presentarse".Esto es parcialmente justo puesto que la base del derecho de la alimentada reside en que ‘no tuviera recursos propios suficientes’ (sic).Así tenemos innumerables fallos que en esta segunda causal, lo establecen:"Los presupuestos legales que debe demostrar quien pretende la prestación alimentaria de esta norma son: título alimentario, necesidad del requirente y posibilidad del accionado. Respecto el segundo requisito debe acreditar un estado de pobreza extrema manifestado en la carencia de bienes y recursos suficientes para atender a la propia subsistencia, y en la falta de posibilidad razonable de procurárselos" (Ac. 57.731, 5/9/95, "S., A. A. c/ S., M. R. s/ Alimentos", DJJ 149-243)."ALIMENTOS – CONYUGES SEPARADOS DE HECHOS Y POSTERIORMENTE DIVORCIADOS SIN ATRIBUCION DE CULPA – CESE DE PLENO DERECHO Con fecha 6 de Marzo de 2014, la Sala I de la Exma. Cámara de Apelación en lo Civil y comercial de Azul dictó sentencia en la causa "BOCCHIO MARTA SUSANA C/ TROVATO HECTOR ALFREDO S/ ALIMENTOS" (Causa N° 58.738), en materia del cese de pleno derecho de alimentos entre cónyuges divorciados sin atribución de culpas.- 1-58738-2014 - "BOCCHIO MARTA SUSANA C/ TROVATO HECTOR ALFREDO S/ ALIMENTOS" JUZGADO EN LO CIVIL Y COMERCIAL Nº 1 – AZUL "…no han de perderse de vista las importantísimas proyecciones que la sentencia de divorcio tiene en el régimen alimentario entre cónyuges ya divorciados (conf. arts. 207, 209, 217, y cc del Código Civil y art. 646 del CPCC). Y ello así puesto que dicho pronunciamiento judicial disuelve el vínculo matrimonial –cuya subsistencia constituyera el fundamento de la fijación de la cuota en ciernes, en los términos y con los alcances previstos por el art. 198 del Código Civil-, y da lugar a una nueva situación jurídica, en la cual las soluciones en cuanto al derecho alimentario varían según el divorcio se funde en causales subjetivas u objetivas (Bossert, Gustavo A., "Op. Cit.", pág. 67; esta Sala, causas nº 56333 "Martínez…" ya citada, nº 54479 "Artacho…" del 11.05.2010, nº 52677 "Martín…" del 11.02.2009, nº 52444 "Macrina…" del 21.07.2008, entre otras).- "En consecuencia, dictada la sentencia de divorcio sin imputación de culpa a ninguno de los cónyuges –como ha ocurrido en el caso de autos, en virtud de haberse disuelto el vínculo por la causal objetiva prevista en el art. 214 inc. 2º del Código Civil-, cesarán de pleno derecho los alimentos establecidos a favor de uno de los esposos durante la separación de hecho o la tramitación del juicio de divorcio (arts. 198, 231 y cc del Código Civil; art. 646 y cc del CPCC; Bossert, Gustavo A., "Op. Cit.", págs, 35 y ss y 46 y ss; Mizrahi, Mauricio Luis, "Los alimentos entre cónyuges divorciados por causales objetivas. Desdoblamiento interpretativo del artículo 209 del Código Civil", LL 2009-B-1110 y ss; entre otros).- Y es que si bien a partir de dicha circunstancia deviene aplicable el régimen previsto en el art. 209 del Código Civil –en virtud del cual es factible fijar judicialmente una cuota alimentaria con posterioridad a la sentencia de divorcio por causales objetivas, en favor de aquél ex esposo que carezca de recursos propios para su subsistencia y de posibilidad razonable de procurárselos- , ello es a condición de que sea el propio interesado quien promueva el correspondiente proceso alegando expresamente y acreditando –pues en dicho marco es sobre éste en quien recae la carga de la prueba- la configuración de los extremos exigidos por la norma en ciernes; en tanto dicho régimen alimentario de excepción no opera en forma automática (Mizrahi, Mauricio L., "Op. Cit.", pág. 1110 y ss; Bossert, Gustavo A., "Op. Cit.", pág. 119 y ss y jurisprudencia allí citada; entre otros).- De este modo, ha de concluirse que es la sentencia de divorcio sin imputación de culpabilidad la que produce el cese de pleno

derecho de la cuota alimentaria estipulada durante la separación de hecho o la tramitación del juicio de divorcio, y no –como pretende la alimentista y sostuviera el juez a-quo en el decisorio apelado- la configuración de una de las causales de cese previstas por el art. 218 del Código Civil; en tanto las mismas se hallan específicamente referidas a los alimentos fijados o convenidos con posterioridad a la sentencia de divorcio o separación personal (Bossert, Gustavo A., "Op. Cit.", págs., 56, 61 y 153 y jurisprudencia allí citada; entre otros); supuesto éste que difiere del configurado en autos".- Así, no tiene montos fijos sino que debe observarse el monto de ingresos, hijos que requieran una determinada suma para cubrir sus necesidades. Se suele fijar una cuota actualizable en no más del 20% por hijo sin superar el 40% o el 50% de lo que percibe como ingreso el alimentante. Esto significa que deben tenerse en cuenta dos variables: los ingresos del alimentante y las necesidades del alimentado de mantener el nivel de vida que venía teniendo. Con esto queremos significar que salvo esa indigencia o discapacidad a probarse, los cónyuges no se deben alimentos luego de la separación o divorcio sin culpas mutuas.Solo, por excepción podrá requerirla uno de los cónyuges con respecto al otro, mientras se substancia el juicio de divorcio para que ambos mantengan el mismo nivel de vida mientras dure el mismo. (conf. SCJBA "El cónyuge al que correspondiere percibir alimentos deberá, en tanto no exista pronunciamiento que decrete la separación personal o el divorcio, hacerlo con ajuste al derecho que le confiere el art. 198 del Código Civil, que es el que regula con exclusividad la obligación alimentaria durante el matrimonio ... que nos brinda dos valiosísimas pautas. Que ambos esposos son iguales en cuanto a sus obligaciones y correspectivos derechos, y que deben prestarse alimentos mutuamente. Por ello ha podido expresarse en doctrina que para la fijación de los alimentos mientras se sustancia el juicio de separación personal o divorcio se considerarán las tareas hasta ese momento desarrolladas por uno y otro cónyuge y las contribuciones en dinero y en labores domésticas que cada uno ha venido realizando, para mantener el mismo nivel de aportes" S.C.B.A., Ac. 81.796, 29/10/2003, "B., G. M. contra H., M. E.. Incidente de fijación de cuota alimentaria" (por unanimidad, a partir del voto del Dr. Negri) Algunos fallos establecen la prescripción del reclamo por alimentos debidos (en los que creemos según nuestro entender se incluyen los que se deben por indigencia o incapacidad) al plazo de 5 años ("La obligación de pagar los atrasos de pensiones alimenticias se prescribe por cinco años" conf. S.C.B.A., Ac. 81770, 5-3-2003, "V. d. P., S. M. c/ P., L. s/ Incidente de ejecución"). Otros fallos dicen que no prescribe. ("La inacción de la esposa alimentada no autoriza a declarar extinguido su derecho a reclamar el pago de las sumas devengadas y acumuladas en el tiempo" "conf. S.C.B.A., Ac. 81770, 5-3-2003, "V. d. P., S. M. c/ P., L. s/ Incidente de ejecución") Recordemos que los alimentos que se deben se retrotraen a la fecha de interposición de la demanda. Ahora bien: A veces, el derecho a una determinada prestación de un cónyuge con respecto al otro no tiene como base una necesidad urgente o por una incapacidad del que reclama alimentos, sino UN FUNDAMENTO DISTINTO. Y este fundamento distinto no tiene por base la existencia o no de recursos propios (y esto es lo que trata el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación que, como ya veremos, sin dejar de acoger estos derechos alimentarios agrega lo que se denomina un ‘derecho a la compensación’. Ya lo veremos en los próximos capítulos).- Porque la existencia de recursos –dado que el tema que estamos tratando es cuando la alimentada no ha trabajado fuera del hogar o ha renunciado- no puede ser otro que bienes

inmuebles de su propiedad adquiridos por algún trabajo que haya tenido anteriormente o por herencia. Y el fundamento del derecho de la alimentada entendemos es otro: es por haber renunciado o no haber laborado fuera del hogar para facilitar el trabajo del otro miembro de la sociedad conyugal fuera de éste, no importando que la alimentada tenga o no bienes puesto que el reclamo monetario pasa por su renuncia a trabajar, y quedarse al cuidado del hogar y crianza de los hijos imposibilitándolas a desarrollarse ella en su profesión u oficio, total o parcialmente, generando ingresos propios. Por lo que no es un DERECHO DE ALIMENTACIÓN –el que sigue válido- sino un DERECHO DE COMPENSACIÓN. Un ejemplo de ello es el caso de una Psicóloga que en su momento acordó con su cónyuge que ella se dedicaría al cuidado del hogar y crianza de sus hijos - cuatro y todos mayores de edad en el momento de la separación- mientras que  el marido, Médico Cirujano Plástico,  se dedicaría consagraría   exclusivamente a su trabajo, a su desarrollo profesional y a la generación de ingresos para el mantenimiento de toda la familia. Luego de muchos años  de convivencia y de gozar un nivel de vida muy alto merced a los ingresos en efectivo del médico en cuestión,  acordaron el divorcio vincular y división de bienes patrimoniales. A la mujer de 52 años  le resultó imposible insertarse en el mercado laboral debido a la edad y por lo tanto no podía acceder a un ingreso mensual. No tenía como mantenerse en un nivel de vida parecido al que venía sosteniendo. La ley no la protegía y el derecho al acceso a una suma mensual era sumamente lábil puesto que no se daba una circunstancia que la ley ordenaba en el art.207 C.C.N. mencionado: Que la alimentada   ‘no tuviera recursos propios suficientes’.- El ex–marido alegó que su ex–mujer SI TENÍA RECURSOS PROPIOS SUFICIENTES: Producto de la división de bienes inmuebles de la sociedad conyugal ella podía acceder a una renta mensual.- Primero, el monto de dichos bienes inmuebles –no eran tantos- y la renta potencial resultante, si bien decorosa, IBA A SER SUMAMENTE INFERIOR al nivel de ingresos que tenía mientras estuvo casada, el cual era muy alto. (El valor de la cobertura médica prepaga  iba a insumirle casi el 30% de la suma de todas las rentas potenciales)Y segundo, la injusticia de dicha cláusula es que –como se dijo- yerra en el fundamento del derecho de la alimentada: no es por no existir bienes o recursos que debiera tener un derecho alimentario. Puede o no tener bienes; el derecho alimentario debe tener como fundamento SU RENUNCIA A DESARROLLARSE PROFESIONALMENTE, A GENERAR UN INGRESO PROPIO, EN ARAS DEL CUIDADO DEL HOGAR Y CRIANZA DE LOS HIJOS en un reparto de roles consensuado con su marido.Ese sacrificio, esa renuncia personal en aras del bien familiar es el que debe ser tenido en cuenta más considerando la edad de la alimentada que le imposibilita acceder a un trabajo habiendo perdido el ‘tren’ en cuanto al ejercicio de la profesión después de tantos años de inactividad.Así, el requisito no es necesariamente la  falta de PATRIMONIO de la alimentada cuando se separa o se divorcia, sino la imposibilidad de general INGRESOS ECONÓMICOS que le permitan mantener el nivel de vida que tenía,  por no haber podido trabajar fuera del hogar o haber renunciado a ello durante el matrimonio.Otra situación indigna era la vivienda familiar: una casa grande y lujosa de dos plantas en un Barrio Cerrado en Pilar.La ex-mujer debió mudarse a un departamento pequeño de 2 ambientes cuyo mantenimiento si bien lo hacía el ex-marido, los montos por ello eran sumamente escasos e irrisorios en relación a lo que debería abonarle por el usufructo de la mansión familiar que sigue habitando, amén de los tres autos de los que no ha querido deshacerse para dividir con su ex-mujer.

Debemos aclarar que si bien hubo acuerdo en la separación, el obligado alimentario no quiso dejar la casa familiar y ello motivó a la mujer a mudarse al departamento pequeño a fin de no causar entorpecimientos en un futuro divorcio.- III.-Nuevo Codigo Civil y Comercial de la Nacion-articulado referido al tema Ahora, con el nuevo Código Civil y Comercial pareciera que dicha injusticia ha de subsanarse.Se instaura el divorcio incausado, desapareciendo los alimentos luego del divorcio para el cónyuge inocente y para el culpable porque no hay calificación de  inocencia o culpabilidad en el nuevo régimen de divorcio.En el nuevo código lo que se puede reclamar es una "COMPENSACIÓN económica", cuyos supuestos si bien están contemplados, son realmente acotados y limitados en el tiempo.En efecto, hay una serie de artículos que así lo indicarían.Hagamos un racconto de los mismos. ARTÍCULO 433.- Pautas para la fijación de los alimentos. Durante la vida en común y la separación de hecho, para la cuantificación de los alimentos se deben tener en consideración, entre otras, las siguientes pautas:

a) el trabajo dentro del hogar, la dedicación a la crianza y educación de los hijos y sus edades;b) la edad y el estado de salud de ambos cónyuges;c) la capacitación laboral y la posibilidad de acceder a un empleo de quien solicita alimentos;d) la colaboración de un cónyuge en las actividades mercantiles, industriales o profesionales del otro cónyuge;

e) la atribución judicial o fáctica de la vivienda familiar;f) el carácter ganancial, propio o de un tercero del inmueble sede de esa vivienda. En caso de ser arrendada, si el alquiler es abonado por uno de los cónyuges u otra persona;g) si los cónyuges conviven, el tiempo de la unión matrimonial;h) si los cónyuges están separados de hecho, el tiempo de la unión matrimonial y de la separación;

i) la situación patrimonial de ambos cónyuges durante la convivencia y durante la separación de hecho.

El derecho alimentario cesa si desaparece la causa que lo motivó, el cónyuge alimentado inicia una unión convivencial, o incurre en alguna de las causales de indignidad. ARTÍCULO 434.- Alimentos posteriores al divorcio. Las prestaciones alimentarias pueden ser fijadas aun después del divorcio:a) a favor de quien padece una enfermedad grave preexistente al divorcio que le impide auto-sustentarse. Si el alimentante fallece, la obligación se transmite a sus herederos;b) a favor de quien no tiene recursos propios suficientes ni posibilidad razonable de procurárselos. Se tienen en cuenta los incisos b), c) y e) del artículo 433. La obligación no puede tener una duración superior al número de años que duró el matrimonio y no procede a favor del que recibe la compensación económica del artículo 441.En los dos supuestos previstos en este artículo, la obligación cesa si: desaparece la causa que la motivó, o si la persona beneficiada contrae matrimonio o vive en unión convivencial, o cuando el alimentado incurre en alguna de las causales de indignidad.Si el convenio regulador del divorcio se refiere a los alimentos, rigen las pautas convenidas. ARTÍCULO 438.- Requisitos y procedimiento del divorcio. Toda petición de divorcio debe ser acompañada de una propuesta que regule los efectos derivados de éste; la omisión de la propuesta impide dar trámite a la petición.

Si el divorcio es peticionado por uno solo de los cónyuges, el otro puede ofrecer una propuesta

reguladora distinta. ARTÍCULO 439.- Convenio regulador. Contenido. El convenio regulador debe contener las cuestiones relativas a la atribución de la vivienda, la distribución de los bienes, y las eventuales compensaciones económicas entre los cónyuges; al ejercicio de la responsabilidad parental, en especial, la prestación alimentaria; todo siempre que se den los presupuestos fácticos contemplados en esta Sección, en consonancia con lo establecido en este Título y en el Título VII de este Libro. Lo dispuesto en el párrafo anterior no impide que se propongan otras cuestiones de interés de los cónyuges.     ARTÍCULO 440.- Eficacia y modificación del convenio regulador. El juez puede exigir que el obligado otorgue garantías reales o personales como requisito para la aprobación del convenio.El convenio homologado o la decisión judicial pueden ser revisados si la situación se ha modificado sustancialmente. ARTÍCULO 441.- Compensación económica. El cónyuge a quien el divorcio produce un desequilibrio manifiesto que signifique un empeoramiento de su situación y que tiene por causa adecuada el vínculo matrimonial y su ruptura, tiene derecho a una compensación. Esta puede consistir en una prestación única, en una renta por tiempo determinado o, excepcionalmente, por plazo indeterminado. Puede pagarse con dinero, con el usufructo de determinados bienes o de cualquier otro modo que acuerden las partes o decida el juez. ARTÍCULO 442.- Fijación judicial de la compensación económica. Caducidad. A falta de acuerdo de los cónyuges en el convenio regulador, el juez debe determinar la procedencia y el monto de la compensación económica sobre la base de diversas circunstancias, entre otras:a) el estado patrimonial de cada uno de los cónyuges al inicio y a la finalización de la vida matrimonial;b) la dedicación que cada cónyuge brindó a la familia y a la crianza y educación de los hijos durante la convivencia y la que debe prestar con posterioridad al divorcio;c) la edad y el estado de salud de los cónyuges y de los hijos;d) la capacitación laboral y la posibilidad de acceder a un empleo del cónyuge que solicita la compensación económica;e) la colaboración prestada a las actividades mercantiles, industriales o profesionales del otro cónyuge;f) la atribución de la vivienda familiar, y si recae sobre un bien ganancial, un bien propio, o un inmueble arrendado. En este último caso, quién abona el canon locativo.La acción para reclamar la compensación económica caduca a los seis meses de haberse dictado la sentencia de divorcio. ARTÍCULO 443.- Atribución del uso de la vivienda. Pautas. Uno de los cónyuges puede pedir la atribución de la vivienda familiar, sea el inmueble propio de cualquiera de los cónyuges o ganancial. El juez determina la procedencia, el plazo de duración y efectos del derecho sobre la base de las siguientes pautas, entre otras:a) la persona a quien se atribuye el cuidado de los hijos;b) la persona que está en situación económica más desventajosa para proveerse de una vivienda por sus propios medios;c) el estado de salud y edad de los cónyuges;d) los intereses de otras personas que integran el grupo familiar. ARTÍCULO 444.- Efectos de la atribución del uso de la vivienda familiar. A petición de parte interesada, el juez puede establecer: una renta compensatoria por el uso del inmueble a favor del cónyuge a quien no se atribuye la vivienda; que el inmueble no sea enajenado sin el acuerdo expreso de ambos; que el inmueble ganancial o propio en condominio de los cónyuges no sea partido ni liquidado. La decisión produce efectos frente a terceros a partir de su inscripción registral.

Si se trata de un inmueble alquilado, el cónyuge no locatario tiene derecho a continuar en la locación hasta el vencimiento del contrato, manteniéndose el obligado al pago y las garantías que primitivamente se constituyeron en el contrato. ARTÍCULO 465.- Bienes gananciales. Son bienes gananciales:a)      los creados, adquiridos por título oneroso o comenzados a poseer durante la comunidad por uno u otro de los cónyuges, o por ambos en conjunto, siempre que no estén incluidos en la enunciación del artículo 464;b) los adquiridos durante la comunidad por hechos de azar, como lotería, juego, apuestas, o hallazgo de tesoro;c) los frutos naturales, industriales o civiles de los bienes propios y gananciales, devengados durante la comunidad;d) los frutos civiles de la profesión, trabajo, comercio o industria de uno u otro cónyuge, devengados durante la comunidad; IV. Análisis del articuladoPodemos entonces extraer las siguientes conclusiones respecto al tema que nos toca.El nuevo Código regula la COMPENSACIÓN ECONÓMICA,(art.441/2) materia que es objeto de estudio en el presente trabajo, PERO también regula los ALIMENTOS (434) que es distinto a la compensación económica y que se autoexcluyen.-1) Si uno de los divorciados queda en situación económica desventajosa podrá reclamar una COMPENSACIÓN ECONÓMICA de prestación única o renta en dinero por tiempo determinado o indeterminado, en dinero o especie (Art.441/2). A falta de acuerdo lo fija el juez, teniéndose en cuenta la dedicación de la alimentada a la crianza de los hijos, su labor dentro del hogar matrimonial, edad y posibilidad de acceder a un empleo, etc. 2) Las pautas del nuevo ordenamiento respecto a los derechos alimentarios refieren no sólo a divorcio vincular, separación legal, sino también a separaciones de hecho.- 3) Se tendrá en cuenta el trabajo hecho DENTRO del hogar, la educación y crianza de hijos y las edades de ellos (no habla de que sean solo menores de edad).- 4) Edad, salud y posibilidad de acceder a un empleo 5) Colaboración con el otro cónyuge en su trabajo.- 6) Se tendrá en cuenta cuánto tiempo han estado unidos en matrimonio y cuánto de separados. Esto significa que a un matrimonio de mayor tiempo, mayor ha de ser el monto económico a favor de la alimentada, el que decrecerá seguramente con el tiempo que estén separados.- 7) El nivel económico del matrimonio mientras convivieron y el nivel en que han quedado cada uno de ellos con la separación de hecho. Esto significa que en el caso que relatamos ut-supra de la Psicóloga si la situación patrimonial durante el matrimonio era muy alto y luego de la separación de hecho –hubiera o no posteriormente divorcio- su nivel de vida baja, podrá la alimentada reclamar una suma acorde al nivel que tenía al estar conviviendo. 8)  La ley obliga a que exista conjuntamente con el pedido de divorcio sea por mutuo acuerdo o no, una PROPUESTA respecto al potencial derecho alimentario de quien se crea con ese derecho, pudiendo exigir el juez que quien sea obligado al pago alimentario DE GARANTÍAS REALES o PERSONALES para aprobar recién el convenio, pudiéndose REVISAR lo acordado con el paso del tiempo si se modifican las situaciones que lo motivaron (por ejemplo, cambio de monto de pago por motivos de inflación).- 9)  Uno de los cónyuges puede pedir la utilización de la vivienda familiar- sea propia del obligado o ganancial- si tiene el cuidado de los hijos, por cuestiones de edad, o está en situación económica más desventajosa que el otro (como claramente sucede en el caso de la Psicóloga en que la

vivienda familiar era una enorme mansión de dos plantas de 300 mts2 cubiertos en un Barrio Cerrado en Pilar y debió mudarse a un departamento pequeño de pocos metros cuadrados como se dijo anteriormente). Dado que el ex-marido se ha quedado viviendo allí, la alimentada tiene derecho a una compensación económica por no acceder ella a la vivienda quedándose a vivir el obligado. 10) Incluye pues  este nuevo instituto, el de la Compensación Económica (prestación compensatoria), instaurado en varias legislaciones extranjeras. No tiene carácter ‘alimentario’ sino más bien ‘pecuniario’ y ‘asistencial’, ‘compensatorio’. Obedece a un desequilibrio económico como consecuencia y no como causa del divorcio. Con caracteres de una responsabilidad objetiva y no ya de culpabilidad. 11) Su cuantía queda sujeta a la discreción del juez de acuerdo a las circunstancias de cada matrimonio, constituye un efecto secundario y eventual luego del divorcio según concurran o no los presupuestos de hecho previstos en las normas. 12) Debe tener en cuenta que la ACCIÓN para esta compensación económica –art.441/442- CADUCA a los SEIS (6) meses de haberse dictado la sentencia de divorcio. Su pedido está limitado en el tiempo a fin de evitar demandas a 20 o 30 años posteriores al divorcio. Y, como ya se mencionó, el nuevo código establece también derechos alimentarios POSTERIORES (art.431) al divorcio por enfermedad grave incapacitante y preexistente o extrema necesidad de la alimentada, y que carece de recursos propios suficientes (entendemos por ‘suficientes’ aquellos que posibiliten un nivel de vida acorde al que tenía cuando estaba casada), no pudiendo durar la referida prestación más tiempo de lo que duró el matrimonio, no siendo acumulativos con la Compensación Económica descripta como se explicitó. Queda claro que, en ambas situaciones, en caso de haber alguna indignidad o que la alimentada volviese a contraer matrimonio o  convivir con otra persona este derecho alimentario cesaría. V.-COLOFÓN      Como apretada síntesis podemos decir que el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación:1)      Sigue manteniendo el derecho del cónyuge separado o divorciado de mutuo acuerdo de percibir del otro alimentos en caso de incapacidad o indigencia que no le permita tener un ingreso acorde a lo que venía percibiendo (por no más tiempo que el tiempo que hayan convivido) (art. 434)2)      PERO agrega el derecho a una compensación económica a aquel cónyuge que no trabajó o renunció a su trabajo en aras de sostener el ‘frente interno’ familiar mientras el otro cónyuge disponía de su tiempo para la producción material del hogar (aunque no haya hijos menores o no haya habido hijos). Esta prestación, será en dinero o especie, mediante una suma fija, o en forma de renta por tiempo determinado o indeterminado, a consensuar o a fijar por el juez (art.441/2). Aunque este derecho es excluyente del primero, vale la reiteración. Por lo expuesto a lo largo del artículo, si bien la legislación se refiere al cónyuge alimentado, la realidad nos muestra que la gran mayoría de éstos son mujeres. La actividad de la mujer en la administración y manejo del hogar y en el cuidado y crianza de los hijos puede llevarla a abandonar el ejercicio de su profesión o por lo menos a realizar trabajos fuera del hogar por pocas horas y por lo tanto poco remunerados.  Todo este esfuerzo tiene por finalidad  apoyar durante años la labor del marido fuera del hogar, permitiéndole a éste dedicarse casi exclusivamente al desarrollo de su tarea sin mayores preocupaciones. La transformación que se produce entre el Código Civil actualmente en vigencia y el nuevo código,

podría considerase como un cambio en la valoración del rol de la mujer en la familia, sobre todo dentro de la sociedad conyugal (para el caso de que el cónyuge alimentado sea mujer).  Antes y, como consecuencia del quiebre del matrimonio, quedaba desprotegida por haber invertido su tiempo en tareas no remunerativas o aparentemente ‘no remunerativas’, pero que en la práctica implicaban una sustancial manera de ahorro en los dineros familiares. En el momento en que entre en vigencia el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, si se comprueba un desequilibrio económico manifiesto que  implique un empeoramiento de la situación de uno de los esposos, siempre que tenga por causa el matrimonio y su ruptura, éste podrá requerir una compensación económica. Figura que no existe en el código actual, y cuya ausencia provoca que este cónyuge se encuentre desamparado legislativamente.-