Las criaturas descritas en losinformes de encuentros conextraterrestres presentan unaconfusa variedad de formas ytamaños. ¿Qué pensar de todoeso? He aquí una novedosa teoríaacerca de su origen.

LA IMAGEN crÁstce del extraterrestre es la deuna criatura pequeña, larguirucha, con cabezagrande y ojos saltones -pero frecuentementedesprovista de otros rasgos faciales-, vestidacon un mono gris sin botones ni cremalleras.El sorprendente parecido entre diversas des-cripciones de los extraterrestres en muchos in-formes de encuentros han dado lugar a la teo-ría de que todos los OVNIS proceden del mis-mo sitio. Pero por cada descripción de estosextraterrestres parecidos a fetos hay una de se-res muy diferentes: a veces tienen movimien-tos rígidos, como de robot; a veces son idénti-cos a los seres humanos: otras, son como gno-mos verdes.

¿Qué conclusión puede sacar la ufología deestas descripciones, tan fascinantes como des-concertantes. de supuestas formas de vida ex-traterrestre? ¿Debemos suponer que la Tierra

pero, como aquéllos, los humanoides general-mente visten menos entallados, de color gris oplateado, aunque a veces también se ha habla-do de trajes espaciales.

Los «entes animales, son algo menos fre-cuentes. Se caracterizan por rasgos distintivosque los asemejan a mamíferos, reptiles o pe-ces: pelaje. garras, cola, escamas u otras textu-ras extrañas, orejas en punta, hocicos, dientesmuy grandes y ojos inhumanos. Sus alturasvan de 1,80 a 2,40 m. La mayoría tienen laapariencia de monos y andan sobre dos patas.Su método de comunicación va desde los gritosanimales hasta la telepatía.

Otra forma de extraterrestre es el «ente ro-bot». Los robots parecen estar hechos de ma-teriales artificiales

-metálicos o de otro ti-

po-, y con frecuencia se mueven rígidamente.a trompicones o de forma poco natural. A me-nudo se ha dicho que tienen ojos resplande-cientes. y también que pueden flotar o hacerque los testigos floten en el aire. Por su aspec-to pueden ser desde bípedos hasta grandes má-quinas, y su altura varía entre los 15 cm y los6 m. Con frecuencia llevan trajes espacialesacolchados y cascos en forma de burbuja abo-vedada. Su método de comunicación varía en-tre una voz metálica llana y la telepatía.

Hay otro tipo de extraterrestres que exhiben

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está siendo bombardeada por naves espacialesde infinidad de culturas galácticas que realizanmisiones de reconocimiento, o que los pilotosde las naves se disfrazan de diferentes formascon alguna finalidad desconocida?

El investigador doctor Alvin Lawson hacreado una herramienta útil para analizar losabundantes informes sobre encuentros en latercera fase (con extraterrestres). Se trata deun sistema de clasificación cuyo primer aparta-do incluiría a los extraterrestres que tienen lamisma forma básica que los seres humanos yson identificados inmediatamente como talespor los testigos. Generalmente van vestidoscon algo que parece un mono, y se mueven yhablan con normalidad. Su altura media oscilaentre 1,50 y 2,10 m. Estos son «entes hu-manos».

Los extraterrestres descritos con más fre-cuencia son los humanoides. Se parecen a losseres humanos, pero los testigos hablan de di-ferencias anatómicas notables. Con frecuenciatienen cabezas desproporcionadamente gran-des, tez pálida, rasgos faciales poco desarrolla-dos y cuerpos lampiños; todo esto les da unaapariencia que recuerda a la de los fetos huma-nos. El rasgo concreto que se menciona más amenudo son sus ojos, excepcionalmente gran-des; a veces no parpadean. o tienen pupilasverticales. Su estatura es baja: oscila entre 90cm y 1,70 m. A diferencia de los entes huma-nos, en general no se comunican hablandonormalmente, sino por medio de la telepatía;

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una gran variedad de características extrañas:son los «entes exóticos». Pueden tener rasgosanimales o humanos grotescamente exagera-dos. o bien combinar características humanascon otras no animales (humanos con brazos derobot, por ejemplo). La mayor parte de los en-tes exóticos son bípedos, pero algunos de elloscombinan las características de dos o más delas otras categorías. Su altura oscila entre los30 cm y 1os 3 m. Pueden moverse como huma-nos, como animales, corno robots, o flotar; a

menudo se comunican telepáticamente.La última categoría es la más desconcertan-

te. Son los «entes de aparición", que compar-ten muchas de las características de los fantas-

El doctor Alvin Lawson hapropuesto una clasificación en

seis categorías para los seresextraterrestres que se han

mostrado a test¡gos terrícolas. El

señor Spock (arriba a la

izquierda), del planeta Vulcano,personaje de la serie de televisiónLa conquista del espacio, es un

ejemplo de la categoríahumanoide. La clasif icacióntambién puede ser aplicada a

criaturas ajenas a la moderna erade los OVNIS. Esta ilustración de1918 de la revista f rancesa La

ba¡onnette (a la izquierda),muestra unos entes lunares

"humanoides". El cíclopePolifemo (en la página anterio0

-tal como lo imaginó el p¡ntor

Odilon Redon (1 840-1 91 6)-forma parte de la "clase exótica",y el dios río griego Aqueloo(arriba) ejemplifica los "entes deaparición" que pueden cambiarde aspecto (fotos Bridgeman ArtLibrary, Kobal Collection, MichaelHolford, Mary Evans P.L.).

Psicología OVNI

mas. Pueden materializarse y desmaterializar -

se, cambiar de forma, manifestarse de formaselectiva a los testigos o desplazar materia

-personas incluidas- a voluntad. Su altura

está generalmente entre los 1,50 y 1,80 m; flo-tan en vez de andar, y generalmente se comu-nican telepáticamente. Y también suelen vestirmonos.

Empleemos ahora este sistema de clasifica-ción para arralizar los casos de encuentros des-critos en 1973 - year of the humanoids (1973; elaño de los humanoides) de Webb. De un totalde 66 casos, 16 eran humanoides, 12 robots, 10

humanos, 8 animales, 7 exóticos, 5 aparicionesy 8 resultan imposibles de clasificar, ya que lasdescripciones eran demasiado vagas.

Parecería que tenemos un sistema de clasifi-cación que funciona. Pero lo realmente signifi-cativo ¿no será el hecho de qtre todos los extra-terrestres vistos parezcan pertenecer a uno deestos seis grupos definidos?

Nube con coÍazónAlgunos hombres de ciencia han especuladoacerca de la existencia de criaturas extrate-rrestres tan extrañas. que resultaría imposibleclasificarlas dentro del sistema de las seis cate-gorías. Por ejemplo, en su novela La nube ne-gra, el astrónomo Fred Hoyle describe a unaenorme nube inteligente que «vive» en el espa-cio interestelar y posee sistema cardíaco mole-cular, cerebro y otros órganos necesarios. Sealimenta de energía pura y su sistema nerviosocentral funciona por medio de ondas de radio.

La clasificación en seis tipos, ¿podría apli-carse a otros fenómenos, reales o imaginarios?El rasgo individual mejor establecido en losgrupos antes descritos se refiere a los vestidosde los entes. que suelen consistir en una espe-cie de mono sin costuras que cubre todo elcuerpo salvo la cabeza. Esto se parece muchoal atuendo que tradicionalmente llevan losgnomos del folklore tradicional. Otro paralelointeresante lo proporcionan los muchos infor-

1999

Psicología OVNI

mes acerca de extraterrestres que llevan herra-mientas, como los elfos y enanos de la tradi-ción folklórica. Y si se examina con cuidadodicha tradición, se descubre que las criaturasfolklóricas se adaptan muy bien a las seis cate-gorías. Los gigantes, por ejemplo, son enteshumanos; los gnomos son humanoides; las si-renas, las lamias vascas y los kelpies

-caballosacuáticos de los lagos escoceses-. son anima-les; las muñecas de madera que las hadas deja-ban en lugar de bebés secuestrados son robots;el ojancanu, especie de cíclope del folkloresantanderino, así como el tartalo vasco, sonexóticos; las hadas, así como los duendes, tras-gos y follets, adoptan diferentes formas, portanto. son apariciones.

Las imágenes del cristianismo tradicionalcaen en las mismas categorías. En el centro es-

tá el humano Cristo. Los querubines y serafi-nes, seres sin sexo ni edad, son humanoides.El símbolo clave del jardín del Edén es la ser-piente, un ente animal. Adán es el padre detodos los «robots>>: materia inerte a la queDios infundió vida, conciencia y sensibilidad.Los demonios y los tentadores muestran tre-mendas distorsiones corporales, y se sitúan enla categoría exótica. Los ángeles, con su capa-cidad para aparecer y desaparecer súbitamen-te, son apariciones, etc. La clasificación puedeaplicarse también a la mitología griega, a la de-monología, a la ciencia-ficción, a muchas delas obras de Shakespeare y de Lewis Carroll...y hasta a los personajes de E/ mago de Oz.

El sistema de clasificación de Alvin Lawsonse revela, pues, como algo más que una herra-mienta útil para el análisis; quizá se trate enrealidad de un conjunto de arquetipos profun-damente arraigados en el subconsciente, en losque la mente se inspira cuando se ve sujeta a

estímulos poco corrientes.IJna serie de experimentos de hipnosis reali-

zados por el propio Alvin Lawson, junto conlos doctores W.C. McCall y John De Herrera,en el Memorial Hospital de Anaheim (Califor-nia, Estados Unidos), en 1977 (véase páginal5l2),parecen indicar cuál podría ser la inter-pretación correcta. En dichos experimentos,varios sujetos fueron hipnotizados y se les for-mularon preguntas acerca de un imaginario se-cuestro realizado por un OVNI. Los resultadosfueron comparados con casos «reales», y, deforma sorprendente, las descripciones

-espe-cialmente de los seres extraterrestres- resul-taron muy parecidas. He aquí parte de unadescripción «imaginaria» de un secuestro:

Ellos [los extraterrestres] parecen tenerforma humanoide. Tienen cabezas redon-deadas, mucho más grandes que... las hu-manas... En realidad no tienen dedos. Pa-recen estar como unidos entre sí... no veopiernas ni pies porque son... lo que pareceposiblemente un... una prenda que llegahasta el suelo... La ropa es... de colorpúrpura más que azul. Parece entera... to-da de una sola pieza. No se ven costurasen el traje... Miden alrededor de 1,20 m oquizás un poco más...

He aquí una descripción típica del tipo huma-noide. Esto parece una prueba convincente deque la imaginería de los encuentros en la terce-ra fase se halla en el inconsciente colectivo; es

decir, es arquetípica, para usar la terminologíade Jung (véase página377).

Un análisis de las alucinaciones y de las imá-genes que se recuerdan después de las expe-riencias casi mortales presenta asimismo algu-nos paralelos con los informes de encuentrosen la tercera fase. Estos parecidos ¿son unaprueba de que los casos de encuentros con ex-traterrestres son imaginarios? No necesaria-mente, por cuatro razones. En primer lugar,muchos secuestros y.otros informes de encuen-

Abajo a la izquierda: detalle de un

diablo encadenado que aparece

en una de las vidrieras de la

capilla de San Lorenzo, en la

catedral de Estrasburgo(Francia). Con su barba de chivo,

astas de vaca, orejas de asno ygarras de pájaro, el diablopresenta las características de la

categoría "exótica" de Lawson.

Resulta curioso que otros

aspectos de la imaginería

cr¡stiana presenten asimismoparalelos con los informes sobre

criatu ras extraterretres (f otoSonia Halliday).

2000

I

humano humanoide

Ntiba: El grito, cuadro del pintor

noruego Edward Munch (1863-1 944) que, según el autor,representa "el grito primordial dela naturaleza". Pero, a otro n¡vel,

Munch reprodujoinconscientemente el arquetipodel humanoide tÍpico de laclasificación de Lawson (foto

Bridgeman Art Library).

A la derecha: esta vidriera delsiglo xvr representa a Adán y Eva,

a quienes Lawson consideraejemplos de "robots, (foto SoniaHalliday).

tros cuentan con varios testigos, y parece im-probable que las alucinaciones múltiples y conuna duración de varias horas se produzcan conuna frecuencia significativa. En segundo lugar,se ha informado acerca de efectos fisiológicos,psicológicos y físicos asociados con experien-cias de secuestros que -si realmente son au-ténticos- sugieren qre algo sucedió. Tercero,los pacientes que padecen alucinaciones y laspersonas que han estado al borde de la muertesólo se dejan convencer por experiencias ex-tremadamente vívidas, pero la mayoría de tes-tigos de encuentros con extraterrestres se con-vencen muy pronto de la «realidad» del acon-tecimiento, por improbable que les parezca.Cuarto, mientras el mecanismo o estímulo quedesencadena las alucinaciones y las experien-cias al borde de la muerte puede -en aparien-cia- ser determinado con cierta exactitud. elestímulo de los encuentros «reales» sigue sien-do una de las mayores incógnitas de la ufolo-gía. Nadie sabe qué es lo que hace que unapersona en particular, en un lugar y a una horadeterminados, esté expuesta a un encuentro.

.Aunque ninguno de estos argumentos en símismo proporcione una prueba positiva, enconjunto hacen que resulte probable que losinformes sobre encuentros sean provocadospor un estímulo real. Pero, como ha dicho elufólogo francés Claude Rifat:

Los informes sobre OVNIS no nos pro-porcionan ninguna indicación sobre losverdaderos estímulos que los inspiraron;sólo nos dicen lo que el sujeto imaginaacerca de la naturaleza de un OVNI...Los ¡3 [encuentros en la tercera fase] sonexperiencias parecidas a las que provocael rso, en las que un sujeto percibe unamezcla del mundo real v de su propio in-consciente.

Quienes realizaron el experimento de

Anaheim están convencidos de que los infor-mes suministrados por los testigos reflejan 1o

que sus sentidos les transmitieron. o sea. quepercibieron realmente humanoides, exóticos,etc. Pero si los seis tipos de entes existen real-mente en el inconsciente colectivo, quizás seencontraran de alguna manera en la mente deltestigo antes de su experiencia. Si es así, aun-que la percepción de entes extraterrestres bienpuede ser estimulada en los testigos por «el fe-nómeno OVNI», sólo indica la presencia de al-guna clase de estímulo, y no nos dice nadaacerca de la nafixaleza de ese estímulo,

¿Qué hay detrás de las historias de abduccio-nes? En página 2034, una teorío asombrosa.

A la izquierda: las seis categoríasde extraterrestres de Lawson,interpretadas por un dibujante. De

izquierda a derecha son: humano,humanoide, animal, robot, exóticoy aparición. Lawson arguye que,

en realidad, dichas categorías sonarquetípicas, y que de algúnmodo se hallan incorporadas a la

mente humana y aguardan sólo el

estímulo adecuado para llegar ala parte consciente de la mente(Murray Aikman).

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2001

PI|\IIX?UCADODE LO EXTB,ANO,INSOLITO Y MISTER,IOSO

Peter BrooKesmithClare Byatt

EL MUNDO

Publicado por Editorial Delta, S.A.-Barcelonay comercializado en exclusiva porDistribuidora Olimpia, S.A. - Barcelona

Vol. lX-Fasc. 102

Director: José Mas GodaYolDirector editorial: Gerardo RomeroJefe de Redacción: Pablo ParraCoordinaclóneditorial: GloriaGutiérrez

Redactores y colaboradores:Prof . A. J. Ellison, Dr J Allen Hynek, Brian lnglis, Colin Wilson,Beatriz Podestá, José Lorman.

Para la edición inglesa:Editorial Director: Brian lnnes

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lmpreso en España - Printed in Spain agosto 1983

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