Bbltk-m.a.o. E-005 Vol II Fas 018 - Lo Inexplicado - ¿Filmación de Un Ovni - Vicufo2

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  • OI|\IIXPUCADOEL MUNDO DE LO EXTR,ANO,INSOLITO Y MISTER,IOSO

    Publicado por Editorial Delta, S.A.-Barcelonay comercializado en exclusiva por Distribuidora Olimpia, S.A.

    Vol. ll - Fasc. 18

    Director: Jos Mas GodayolJefe de Fledaccin: Gerardo RomeroCoordinacineditorial: GloriaGutirrezRedactores y colaboradores:

    Prof. A. J. Ellison, Dr. J. Allen Hynek, Brian lnglis, Colin Wilson,Beatriz Podest, Jos Lorman.

    Para la edicin inglesa:Editorial Director:Editor:Editorial Manager:

    Brian lnnesPeter BrookesmithClare Byatt

    El editor se reserva el derecho de modificar el precio de venta delfascculo en el transcurso de la obra, si las circunstancias delmercado as lo exigieran.Los fascculos atrasados podrn ser adquiridos, sin incrementoalguno en el precio de venta, en todos los quioscos y libreras.

    @) 1980 Orbis Publishing Ltd. London@) 1981 Editorial Delta, S.A. BarcelonaI SBN : 84-85822-23- 4 (tomo) 84-85822-1 5-3(obra completa) 84-85822-1 6-1 (fascculo)1 3821Fotocomposicin:Tecfa, S.A. Pedro lV, 160 - tsarcelona-Slmpresin: lstituto Geografico De Agostini. Novaralmpreso en ltalia - Printed in ltaly

    Comercializa en exclusiva para Argentina, Chile, Uruguay, Per,Bolivia y Paraguay: Viscontea lnternacional.S.A. Buenos Aires,

    Distribuye para Espaa: Marco lbrica, Distribucin de Edicio-nes, S.A., Carretera de lrn, km 13,350. Va-riante de Fuencarral, Madrid-34.

    Distribuye para Argentina: Viscontea Distribuidora, S.C.A. LaRioja 1 134156, Buenos Aires.

    Distribuye para Colombia: Distribuidora Meridiano, S.A. Carrera21 , n.o 35-53, Bogot.

    Distribuye para Mxico: Distribuidora lntermex, S.A. Calzada Va-llejo n.o 1020, Mxico 16, D.F.

    Distribuye para Venezuela: Distribuidora Continental, S.A. Fe-rrenqun a Cruz de Candelaria, 178. Caracas ytodas sus sucursales en el interior del pas.

    LINEAS LEY

    Asesor para la edicin espaola:Julio Peradejordi

    Realizacin grfica:Luis F. Balaguer, con la ayuda de C. Esteruelas

    llustracin: Orbis, Atlas y agenciasRedaccin y administracin:

    Provenza, 290, entl.o 1.4, Barcelona-8

    LO INEXPLICADO, EL MUNDO DE LO EXTRAO, INSLITO YMISTERIOSO se publica en forma de 120 fascculos de apari-cin semanal, encuadernables en diez volmenes. Cada fasccu-lo consta de 20 pginas interiores y sus correspondientes cubier-tas. Con el fascculo que completa cada uno de los diez volme-nes de que se compone la obra, se pondrn a la venta las tapaspara su encuadernacin. Adems, coleccionando la tercera ycuarta pginas de cubierta, se obtendr un interesante dossiersobre los ltRfSfROS DE LO INSLITO.

    ATLANTIDAA muchas islas del Atlntico se las haquerido identificar con el misteriosocontinente: las Canarias, las Azores...Pero incluso civilizaciones mucho msalejadas parecen conservar memoria delos atlantes.

    ARTE PSOUIGOAlgunos mdiums han creado, bajo estado de trance, obrasartsticas que han sido atribuidas a msicos, pintores oescritores ya desaparecidos. Qu pensar de esteextraordinario f enmeno?

    VULCAN()Existe un planeta desconocido muy cerca del Sol? La rbitairregular de Mercurio as parece indicarlo.

    Existen teoras fsicas que, basndose enel estudio de los campos magnticos,

    parecen confirmar la existencia decorrientes energticas subterrneas.

    F()T()S L()CH NESSSi las fotografas ms espectaculares del monstruo no

    bastan para creer en 1, tendremos que aguardar Iaaparicin de evidencias ms slidas?

    D()CUMENT()S ()VHIEl gobierno francs se ocupa desde hace unos aos de

    fenmeno de los OVNIS, como reconoci en una entrevis:ael ministro de Defensa de aquel pais

    fascculo

    Foto cubieda: Fredr Planas.

  • Lalqrenda del dragnLa imagen de una fabulosa serpiente alada que lanzafuego por la boca ha rondado por la imaginacin delhombre durante siglos. Qu clase de poder ejerce e!dragn en Ias mitologas orientales y occidentales?

    rL orcN, como una monstruosa serpiente,se desliza por las leyendas de casi todos los pa-ses del Viejo y del Nuevo Mundo. Gran canti-dad de hroes

    -Perseo, Marduk, Hrcules,Sigfrido, san Jorge, Beowulf- han luchadocontra 1 y le han dado muerte, pero el dragnsigue negndose a morir. Sobrevive como re-cuerdo folklrico: una enorme criatura cubier-ta de escamas, con aspecto de reptil y general-mente con alas parecidas a las de un murcila-go. Lanza fuego por la boca y su sangre es msvenenosa que la de cualquier otro ser viro.

    Mitos de nuevo cuo continan reforzandolos elementos esenciales de 1as antiguas le'en-das. Smaug, el dragn de El hobbir de Tolkien.custodiaba un tesoro en una montaa: incon-tables montones de objetos valiosos. oro labra-do y sin labrar, gemas, piedras preciosas y pla-ta con reflejos de luz rojiza". Los dragones delos .libros de ciencia-ficcin de Anne McCaf-frey se alimentan de pedernal. que se combinacon los cidos de sus aparatos digestivos paraproducir fosfinas venenosas: Cuando los dra-gones eructaban gas se incendiaba en el aire,

    El dragn que aparece en E/hobbit de Tolkien, Smaug,desempea el papel tradicionalde los dragones: la vigilancia deun tabuloso tesoro escondido(foto George Allen & Unwin).

    formando furiosas llamaradas". El Eustacemetamorfoseado en dragn de la novela deC. S. Lewis, The Voyage of the Dawn Treader,descubre el placer del vuelo al salir de. su cubil:

  • aDragones

    con volcanes y huracanes, de donde deriva eluso actual de la palabra. El antiguo poeta grie-go Hesodo lo describe en su Teogona, con lasdesagradables y fascinantes caractersticas quelos occidentales han atribuido siempre aldragn:

    Desde sus hombros crecan cien cabezasde serpiente, las de un temible dragn, ylas cabezas laman con lenguas oscuras, ydesde los ojos las inhumanas cabezas des-pedan fuego por debajo de sus prpados.El fuego brotaba de todas sus cabezas, detodas sus miradas; y dentro de cada unade esas horribles cabezas haba voces queproferan toda clase de terribles sonidos.

    Este dragn, Tifn, sostuvo una terrible bata-lla con Zeus, hirindole con una hoz. Hermes,mensajero de los dioses, c:'tr a Zeus, quienpersigui a Tifn por Tracia hasta Sicilia don-de, finalmente, le enterr debajo del monteEtna.

    Tifn engendr una formidable progenie dela que salieron muchas de las criaturas mons-truosas de las leyendas griegas: la Quimera, ellen de Nemea, el guila que devoraba el hga-do de Prometeo, y el dragn de muchas cabe-

    to crtico del ritual era el momento en que sanJorge rompa una vejiga llena de sangre que sehallaba dentro de la efigie del dragn. La san-gre era recogida por los espectadores y des-pus derramada sobre los campos de lino, paraayudar a la cosecha,

    El ao nuevo chino se festeja con grandesdragones de papel y bamb, que se llevan enprocesin por las calles. El dragn es mudabley ubicuo. Su influencia es omnipresente. Enmuchas culturas, los mitos de Ia creacin loconsideran el principio de todas las cosas.

    Un poema pico babilnico, el Enuma elish,cuenta como, en el principio, el poderoso diosMarduk luch con el gran dragn Tiamat, en-carnacin del caos acutico original, y lo mat.Despus de su victoria, cre el cielo y la tierra:

    I,a parti en dos trozos, como a un ma-nsco.Coioc una mitad en lo alto y la sell, ha-ciendo el cielo,Baj la barrera y puso guardianes.Les orden que no permitieran escapar asus aguas.

    La otra mitad se transform en la tierra y as laconfusin se transform en orden y el cosmosnaci del caos.

    Un mito indio que aparece en el Rigveda(recopilacin de himnos snscritos del ao1000 a.C.) cuenta como el valiente dios Indratriunf sobre un gran dragn llamado Vrita,que haba sellado todas las aguas vivificadorasde la tierra. Indra mat al monstruo, permi-tiendo que las aguas, liberadas, fluyeran nue-vamente en mil manantiales, arroyos y ros.Este conflicto no se consideraba una victoriadefinitiva para el dios, sino una batalla que de-ba librar una y otra vezpara que Ia sequa ter-minara, con las lluvias de los monzones.

    El primer dragn clsico fue Tifn, mons-truoso animal de la mitologia grega, asociado

    338

    Arriba: el da de Navidad de 1849,en Manchester, un socio dellnstituto de Mecnica(convenientemente vestido comoel santo patrn de lnglatena)degoll un dragn ante unadivertida multitud de 5 000espectadores. Una vezsolucionado el contratiempo,podfa empezar el baile (foto MaryEvans P.L.).

    A la derecha: san Miguel y eldragn, pintados por BartolomBermejo (1470). Aquel dragnes visto como un demonio, y sanMiguel como el campen de lacausa celestial (fotoCooper-Bridgeman).

  • rDragones

    con volcanes y huracanes, de donde deriva eluso actual de la palabra. El antiguo poeta grie-go Hesodo lo describe et su Teogona, cotlasdesagradables y fascinantes caractersticas quelos occidentales han atribuido siempre aldragn:

    Desde sus hombros crecan cien cabezasde serpiente, las de un temible dragn, ylas cabezas laman con lenguas oscuras, ydesde los ojos las inhumanas cabezas des-pedan fuego por debajo de sus prpados.El fuego brotaba de todas sus cabezas, detodas sus miradas; y dentro de cada unade esas horribles cabezas haba voces queproferan toda clase de terribles sonidos.

    Este dragn, Tifn, sostuvo una terrible bata-lla con Zeus, hirindole con una hoz. Hermes,mensajero de los dioses, cur a Zeus, quienpersigui a Tifn por Tracia hasta Sicilia don-de, finalmente, le enterr debajo del monteEtna.

    Tifn engendr una formidable progenie dela que salieron muchas de las criaturas mons-truosas de las leyendas griegas: la Quimera, ellen de Nemea, el guila que devoraba el hga-do de Prometeo, y el dragn de muchas cabe-

    to crtico del ritual era el momento en que sanJorge rompa una vejiga llena de sangre que sehallaba dentro de la efigie del dragn. La san-gre era recogida por los espectadores y des-pus derramada sobre los campos de lino, paraayudar a la cosecha.

    El ao nuevo chino se festeja con grandesdragones de papel y bamb, que se llevan enprocesin por las callps, El dragn es mudabley ubicuo. Su influencia es omnipresente. Enmuchas culturas, Ios mitos de la creacin loconsideran el principio de todas las cosas,

    Un poema pico babilnico, el Enuma elish,cuenta como, en el principio, el poderoso diosMarduk luch con el gran dragn Tiamat, en-carnacin del caos acutico original, y lo mat.Despus de su victoria, cre el cielo y la tierra:

    La parti en dos trozos, como a un ma-rlsco.Coioc una mitad en lo alto y la sell, ha-ciendo el cielo.Baj Ia barrera y puso guardianes.Les orden que no permitieran escapar asus aguas.

    La otra mitad se transform en la tierra y as laconfusin se transform en orden y el cosmosnaci del caos,

    Un mito indio que aparece en el Rigveda(recopilacin de himnos snscritos del ao1000 a.C.) cuenta como el valiente dios Indratriunf sobre un gran dragn llamado Vrita,que haba sellado todas las aguas vivificadorasde la tierra. Indra mat al monstruo, permi-tiendo que las aguas, liberadas, fluyeran nue-vamente en mil manantiales, arroyos y ros.Este conflicto no se consideraba una victoriadefinitiva para el dios, sino una batalla que de-ba librar una y otra yezpafa que la sequa ter-minara, con las lluvias de los monzones.

    El primer dragn clsico fue Tifn, mons-truoso animal de la mitologa griega, asociado

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    Arriba: el da de Navidad de 1849,en Manchester, un socio delInstituto de Mecnica(convenientemente vestido comoel santo patrn de lnglaterra)degoll un dragn ante unadivertida multitud de 5 000espectadores, Unavezsolucionado el contratiempo,poda empezar el baile (foto MaryEvans P.L.).

    A la derecha: san Miguel y eldragn, pintados por BartolomBerme,o (1470). Aqu el dragnes visto como un demonio, y sanMiguel como el campen de lacausa celestial (fotoCooperBridgeman).

  • \1s rva muerte fue el segundo de los doce tra-:aiurs encomendados al hroe griego, Hr-;uies,

    Esta criatura, la Hidra, viva debajo de un:ltano. aterrorizando a los habitantes dellantano de Lerna, cerca de Argos. No slo eramalr'ada v venenosa, sino capaz de regenerar-se. Hrcules llam a su auriga, Iolao, para quequemara el mun de cada cuello, cuando cor-taba sus cabezas, impidiendo as que aparecie-ran cabezas nuevas. Despus moj en la san-gre de la criatura las puntas de sus flechas, quequedaron as envenenadas.

    El dragn Ladn fue otro de los hijos de Ti-fn. tambin derrotado por Hrcules que loarroj al cielo, donde todava resplandece enla constelacin del Dragn. Ladn vigilaba lasDoradas Manzanas de la inmortalidad que ladiosa Hera, esposa de Zeus, haba recibido co-mo regalo de bodas; es uno de los primerosrepresentantes del dragn como custodio deltesoro... un tema repetido en las leyendas dedragones. El vellocino de oro que buscaban Ja-sn y los argonautas tambin era vigilado porun dragn, animal terrible que jams dorma.

    El dragn guardin tambin aparece con fre-

    A la derecha: Hrcules, el famosohroe de la mitologa griega, mataa la Hidra de Lerna, dragn demltiples cabezas, en el segundode sus doce trabajos (foto MaryEvans P.L.).

    A la izquierda: la historia deldragn, vista con oiosmedievales, incluye un dragnrepelente, un caballero triunfanteen un blanco corcel y una pasivadama de noble cuna (foto AldusBooks).

    A la izquierda: este relieve asiromuestra al hroe Marduk a puntode matar al monstruoso dragnhembra Tiamat, diosa del mar ymadre de todos los dioses (fotoAldus Books).

    Dragones

    cuencia en las mitologas antiguas anglosajona,escandinava y alemana, junto con el tema delhroe contra el monstruo. Pero tanto los h-roes como los dragones difieren de sus brillan-tes antepasados clsicos. La filosofa que sub-yaca en las sagas y epopeyas del norte de Eu-ropa, el Nibelngenlied alemn, los Eddasirlandeses, y el Beowulf anglosajn, era som-bra y pesimista.

    Los hroes estaban del lado de los dioses,pero los dioses, aunque estaban del lado bue-no, no siempre ganaban. Haba que encontrara los dragones, luchar con ellos y matarlos, pe-ro no haba posibilidades de victoria, ya queparecan representar la prueba suprema del va-lor: el heroico enfrentamiento con la propiamuerte. As, Sigurd, el hroe escandinavo-que se transform en Sigfrido, el matador dedragones de Der Ring des Nibelungen (El Ani-llo de los Nibelungos) de Wagner- perece trassu pico encuentro con Fafnir.

    Beowulf, el hroe de la epopeya anglosajo-na que lleva su nombre, sobrevive a su primerencuentro juvenil con un monstruo, el espan-toso Grendel, al que mata, pero en su vejezdebe enfrentarse con ei enemigo primordialque merodea en la oscuridad: el escamoso ymalvado Worm, que busca tmulos funerariosy vuela envuelto en llamas por las noches paraaterrorizar a las gentes. Acostumbra a buscartesoros escondidos en la tierra y montar guar-dia junto al oro pagano que, aunque es antiguopor sus aos, no aprovechar a nadie.

    Abandonado por todos sus compaeros, sal-vo por su pariente Wiglaf , Beowulf lucha en unterrible combate contra el guardin del tesoro.Su espada labrada, Naegling, fracasa; su escu-do es quemado por el aliento ardiente de lacriatura pdro, en el tercer ataque, Beowulflogra desgarrar el vientre del monstruosodragn.

    339

  • IDragones

    "#*Los anillos de Worm ya no guardaran eltesoro escondido, porque los agudos filosde hierro martillado le haban destruido.El que volaba muy lejos haba sido mor-talmente herido, derribado junto a su te-soro. Ya no girara en el aire en 1o msprofundo de la noche, haciendo gala desus posesiones, ya que la mano del rey lehaba destruido.

    Beowulf, mortalmente herido, muere con eldragn.

    Este relato, cuya versin ms antigua cono-cida es la de un manuscrito ingls del ao 1000,subraya un rasgo frecuente en estas leyendas:la vulnerabilidad de los dragones al hierro, de-bilidad que comparten con las hadas, los vam-piros y toda clase de manifestaciones malignas.

    El dragn tambin desempea un papel im-portante en la mitologia celta para los celtascomo para los romanos, el dragn era el sm-bolo nacional. Una bandera con un dragnprpura era el estandarte de los gobernantesdel Imperio Romano de Oriente, y el escritorromano Marcelino describe a Constancio en-trando en Roma rsdeado por cohortes de sol-dados que llevaban efigies de dragones comoestandartes tridimensionales con el viento sil-bando en sus gargantas. como si estuvieran vi-vos y amenazaran con la destruccin".

    El dragn celta por exclencia es el YDdraig Coch, adoptado como estandarte porUther Pendragon, el padre del rey Arturo. Ut-her haba tenido la visin de un dragn lla-meante en el cielo, y sus adivinos lo interpreta-ron como una seal de que heredara el reinode su hermano. Cuando esto.sucedi. Utherorden que se bordaran dos magnficos estan-dartes con dragones. Uno 1o dedic ala cafe-dral de Winchester; el otro lo llevaba consigoen las batallas, para que le diera buena suerte,fuerza y podero.

    En la literatura celta la palabra dragn tam-bin se usaba para denominar a un jefe, y unPen-dragon era un super jefe, elegido en mo-mentos de guerra o peligro. Esta confusin se-mntica puede explicar muchas de las leyendasde dragones que surgieron en la frontera de

    340

    Arriba: el hroe islmico Rustemmata a un dragn, en la segundade sus siete pruebas (foto MichaelHolford). A la derecha: estailustracin de un libro de baladasmuestra a un tal

    "Moore, delcastillo de Moore", tratando condesprecio al dragn de Wantley,antes de matarlo por elprocedimiento tradicional (fotoTopharn),

    Abajo: el hroe ario Sigfrido mataa uno de los grandes dragones dela mitologa:el monstruoso Fafnir(foto Mary Evns P.L.).

    Inglaterra con Gales. Los dragones que mo-ran quizs no hayan sido reptiles monstruosossino, posiblemente, los jefes de las bandas degaleses merodeadores.

    Evidentemente, el dragn marcial era unbuenor; fue la nica ocasin en que se le per-miti desempear ese papel en la mitologa oc-cidental. En la leyenda de san Jorge, vuelve aser el malo. El insaciable apetito de donce-llas del dragn (preferiblemente de noble cunay si eran princesas, mejor) es un elemento pri-mario en este tipo de narraciones en que lasprincesas tienen un papel importante, aunqueexasperantemente pasivo. El argumento bsi-co cambia muy poco.

    Un caballero andante llega a una tierra des-conocida y encuentra a todo el pueblo de luto.El rey y la reina lloran en las murallas de su

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  • r:-i:llo- La-s tierras que rodean el castillo estn'.,;l;=. ] estriles: no hal,hierba, no hay flores,:i. los troncos resecos y ennegrecidos de r-f,ries que murieron hace tiempo. Un dragn-:a asolando las tierras del rey y se han echa-*1er Sueilas para elegir una vctima propiciato-na" La suerte ha designado a la propia hija delre\'. que es llevada, cubierta de joyas, al postede los sacrificios, al que es atada.

    El caballero, deseoso de aadir otra buenaurbra a su curriculum, ofrece liberar a la prince-sa. pero sta le ruega que se marche. De todos:aodos. el caballero decide batirse con el dra-sn. Le ataca cuando se acerca a la princesa yXe mata, atravesndolo con su lanza de hierro.Carros repletos de riquezas que el dragnguardaba en su cubil pasan a poder del rey. Elcaballero se casa con la princesa y todos sonfelices y comen perdices.

    Esta es la leyenda bsica de la doncella, con-

    vertida en arquetipo 4arrativo. Los detalles sealteran segn las distintas caractersticas lo-cales.

    Los eruditos ortodoxos hacen remontar laleyenda de san Jorge y gtros mitos de doncellasa la leyenda clsica de Perseo, que rescat a laprincesa etope Andrmeda ile un monstruomarino enviado por Neptuno.

    Existen muchas interpretaciones de la leyen-da de san Jorge. En la alegoa cristiana, ladoncella representa a la Iglesia, rescatada delterrible dragn del paganismo por la cristian-dad en forma de un caballero-santo. Los freu-dianos arreglan los smbolos de diferente ma-nera y llegan a una interpretacin infinitamen-te ms ertica.

    El dragn de san Jorge, los dragones clsi-cos, el dragn de Beowulf, son todos dragonesde epopeya, de primera clase. Pero tambinexiste un grupo de parientes de menor catego-a, las serpientes y gusanos que aparecen congran regularidad, especialmente en las recopi-laciones de folklore britnico.

    Estas leyendas constituyen versiones ms ca-seras de la tradicin ms famosa del hroe-contra-monstruo, y presentan numerosos de-talles locales. El dragn de Loschy Hill, comoel gusano de Lambton, era de los que se vol-

    Arriba: la colina de Lnton, enRoxburghshire (lnglatena), dondesl susano de Linton" tena Sucubil (foto Janet y Colin Bord),

    A la izquierda: la versin etopede san Jorge y ei dragn. Hayquien cree que el verdadero sanJorge procede de frica (fotoMichael Holford).

    A la derecha: el superhroe indiolndra se dispone a luchar contrael dragn Vritra en su elefante deguerra (foto Mary Evans P.L.).

    Abajo: la muerte del gusano deLambton, que tena

    "la capacidadde volver a unir culquier parte desu cuerpo que se le hubiesecortado". El heredero de Lambtonse puso una armadura cubierta deafiladas navajas. Cuando eldragn le atac qued hechotrizas, y el r arrastr las partescortadas (foto Aldus Books).

    Dragones

    van a unir, y termin siendo derrotado por elperro del hroe. Mientras su amo daba mando-bles el perro hua con los trozos, para evitarque volvieran a unirse. Desgraciadamente, elaliento ponzooso del dragn fue fatal paraambos.

    El gusano de Linton aterroriz a una peque-a parroquia de Roxburgh, Escocia, en algnmomento del siglo xu, defiuyendo indiscrimi-nadamente hombres y ganado. Fue eliminado

    los riscos en espiral que bordean la colina deWormington se deben a las convulsiones ag-nicas del dragn.

    En todo el mundo existen miles de historiasdiferentes de dragones. Por qu tantas? Cules la naturaleza del poder del dragn? Ningunaexplicacin, por ingeniosa que sea, da cuentade la tenacidad de estas leyendas ni de su iden-tidad fundamental.

    Pero, dnde fueron a parar los dragones?Cmo podan volar? Vase pgina 385.

    por un caballero, llamadcSomerville de Laris-

    W*q**r,rTf *r.,rn lil;"33i:lTil#':.1',l?[:iTfi;:.t,lVillJj.il.[.1:-.lr .]J-t-tIlj tanza cotoc un trozo de turba moiada conWtUNLJli--L_r-U-L1&NU, I lanza coloc un trozo de turba mojada conihimoj""l&lqilr.,ril."ll*i::Ijff :'.".Ttff J::-f #J::.';

    341

  • fuRMKw:#ee&uffiB qpru wresuffiqpq:F-

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    Cul es Ia explicacin de algunos de los xitosrepentinos y espectaculares que se dan en e! mundo delos negocios? Existe la teora de que las corazonadasafortunadas de algunos ejecutivos son atribuibles a lapercepcin extrasensorial.

    osspus DE uN rRoGRAMA de desarrollo, quehaba durado dos aos y costado 2 millones dedlares, la compaa Electric Hydracon, deAltoona (Pennsylvania, Estados Unidos), des-cubri un grave fallo en su nueva instalacinde tratamiento del metal por extrusin, en lacual el metal era empujado a travs de matri-ces. Slo cuando se terminaron las obras. en196l,la compaa comprendi que en cuantola maquinaria se pusiera en marcha las matri-ces y las mquinas usadas duraran apenas unasemana.

    El desastre financiero nos aguardaba", dijoRichard Haupt, que era entonces vicepresi-dente ejecutivo. Consult con cinco compaasimportantes acerca de lo que se poda hacer, ytodas le dieron el mismo consejo. Si HydraconElectric quera que su nueva fbrica durarams tiempo, deba usar materiales ms durospara los contenedores; matrices y mquinas.

    342

    Arriba: la Bolsa de Nueva York,en el distrito de Wall Street (a laderecha). Muchos de los hombresque luegan con xito a la bolsaadmiten que con frecuencia lesgua la ees (fotos Keystone).

  • El doctor Douglas Dean (sobreestas lneas, a la izquierda)estudi la pes de numerososhombres de negociosimportantes, entre ellos ConradHilton (arriba a la izquierda),magnate internacional de lahostelera; William C. Durant(derecha), fundador de la GeneralMotors; Kemmons Wilson (sobreestas lneas), presidente deHoliday lnns, y Chester Carlson(abajo), inventor de la tcnicaXerox de fotocopias (fotosKeystone, Alix Jetfry, GeneralMotors, Holiday lnns y RankXerox),

    PES ejecutivaPero algo deca a Haupt que sera mejor usarmateriales ms blandos.

    Nuestro presidente me dijo que me atuvie-ra a la decisin de las aceras importantes, re-cuerda Haupt. Sin embargo, obedec a mi in-tuicin y gast dos veces y media ms dineroen materiales ms blandos. El resultado fue unclamoroso xito. Duran seis veces ms que losaceros ms duros. Toda la industria ha adopta-do este-tprocedimiento.

    "Richard Haupt, como muchos otros ejecuti-vos, reconoce que hay momentos en que unelemento de percepcin extrasensorial influyeen sus decisiones, empujndolo a adoptar acti-tudes que, con frecuencia, chocan con la lgicao los consejos de los expertos. Este talento, alque se ha dado en llamar rrs ejecutiv, hasido tema de varios estudios.

    A veces resulta difcil, hasta para los propiosinteresados, saber dnde terminan los juiciossubconscientes, basados en datos de la percep-cin normal, y dnde empieza la percepcinextrasensorial; los ejecutivos que reconocenesta diferencia emplean muchas expresionesdiferentes para describirla: sexto sentido, pers-picacia, cor azonada, intuicin.

    El investigador psquico doctor DouglasDean afirma que la rrs ejecutiva es un ingre-diente esencial del mundo de los negocios,donde a menudo se tienen que tomar decisio-nes acerca del futuro sin datos suficientes quelas justifiquen.

    .La afirmacin de Dean se basa en la investi-gacin que desde 1962havenido realizando encolaboracin con el Proyecto de Comunicacio-nes psl, en el-Colegio de Ingeniera de Newark(Nueva Jersey). Dean. ingeniero electroqumi-co britnico muy interesado en los fenmenosparanormales, trabaj en el proyecto con unprofesor de ingeniera industrial que, al princi-pio, era escptico: el doctor John Mihalasky.

    Entre los que suministraron ayuda financie-ra al proyecto figuraba el difunto Chester Carl-son, inventor de la tcnica de fotocopias Xe-rox, quien, por sus experiencias personales, nodudaba de la existencia de la res y de otrosfenmenos psquicos.

    En el curso del Proyecto de Comunicacionespsl, los investigadores entrevistaron a muchosejecutivos importantes y estudiaron las biogra-fas de otros. William C. Durant, el fundadorde General Motors, era representativo. Unode sus colegas, Alfred P. Sloan, ex presidentede la gigantesca compaa de automviles,dijo: Durant actuaba guiado solamente, porlo que yo s, por brillantes intuiciones. Nuncase sinti obligado a investigar los hechos comoun ingeniero.

    Charles Kemmons Wilson, fundador y presi-dente de Holiday Inns S.A., tena la responsa-bilidad de elegir el emplazamiento de sus hote-les. Describa la tarea como

  • PES ejecutiva

    Otro hotelero que crea en sus intuicionesera Conrad Hilton. En los aos 40, Hiltonaconsej a Duncan Harris, presidente de unagran firma inmobiliaria, que comprara obliga-ciones del Waldorf-Astoria. El mismo Hiltonhaba adquirido muchas a 4 centavos y medio,ante la sorpresa.de otros hombres de negocios.La Depresin haba hecho que las acciones sedpsvalorizaran, y la guerra aumentaba las difi-cultades de mantenimiento del hotel.

    Harris escuch el consejo de su amigo conescepticismo y le hizo saber la opinin de suagente de bolsa acerca del asunto: Algn locodel Oeste ha hecho subir las acciones a 8 centa-vos dijo el agente, divertido. Estamos ven-dindolas a carretadas. Es la primera vez enaos que quienes tienen acciones de un hotelcreen en los Reyes Magos.,

    El cinismo del agente no desanim a Hilton,quien despus observ: Harris compr, ytambin lo hicieron, sudando y soltando tacos,un grupito fiel que crea en las corazonadas deConnie.'Ms tarde las obligaciones de hotelessubieron mucho, y el loco que haba compradoa 4,5 centavos fue considerado un tipo astutocuando vendi a 85 centavos. Los Reyes Ma-gos plantaron 22 500 dlares y cosecharon casi500 000. Ms de una vez me han acusado deactuar por corazonadas... y creo que la mayorparte de la gente las tiene, les haga caso o no.

    Otra corazonada de Hilton dio resultadocuando, durante la guerra, hizo una oferta porla Stevens Corporation. Quera el Hotel Ste-vens, de Chicago, que haba sido requisadopor la Fuerza Area. Cuando la Stevens Cor-poration fue puesta en venta decidi que podaser una buena inversin y que, con el tiempo,

    344

    Arriba: el hotel Hilton de Londres,perteneciente a la cadenainternacional fundada por ConradHilton. Considerado por sussocios como un hombre denegocios astuto, el mismo Hiltonatribua parte de su xito a suscorazonadas,, (foto Keystone).

    A la derecha: el terremoto de SanFrancisco, en 1906, destruykilmetros de vas del ferrocarrilUnin Pacific, y las acciones de lacompaa bajaron muchsimo.Pero un accionista, JesseLivermore, se ahorr un cuarto demilln de dlares, porque unosdas antes sigui el impulso devender aquellas acciones (fotoPhotri).

    cuando el gobierno desocupara el hotel de Chi-cago, ste sera suyo. Pero los administradoresde la empresa exigieron que la oferta se hicieraen sobre cerrado. El gigantesco negocio serapropiedad del mejor postor. En esas situacio-nes, los interesados corren el peligro de perderla oportunidad por un estrecho margen, o desuperar la oferta de sus rivales por muchosmiles.

    A ningn hombre de negocios le gustanlas ofertas en sobre cerrado, observ Hilton.Mi primera oferta, hecha con prisas, fue de165 000 dlares. Pero despus no me parecibien. Otra cifra me rondaba constantemente lacabeza:180 000. Me gustaba. Me pareca jus-ta. Cambi mi oferta por la cifra que me dicta-ba mi corazonada. Cuando se abrieron lasofertas, la que se acercaba ms a la ma era de179 800. Compr la Stevens Corporation porel estrecho margen de 200 dlares. Con eltiempq, la inversin me hizo ganar dos millo-nes de dlares.

    Una situacin similar se produjo en 1969,cuando se vendieron los terrenos petrolferosde Alaska. Las compaas petroleras interna-cionales tenan que hacer ofertas en sobre ce-rrado.^ y haba una zona en particular, de16 km'. que interesaba a muchas de ellas. in-cluyendo a la Amarada-Hess-Getty Oil Com-bine. Esta ya haba hecho su oferta, pero depronto, el fin de semana anterior a la subasta.Leon Hess decidi aumentar Ia cifra que esta-ba dispuesto a pagar a 73 millones y medio dedlares. Si no lo hubiera hecho habra perdido.Cuando se anunciaron las ofertas, la de sucompaa estaba sIo 200 000 dlares por enci-ma de la de su competidor ms prximo.'Porqu decidi subir su oferta? De pronto, tuveuna corazonada, explic

    Jugar con xito en la bolsa de valores tam-bin puede depender de las corazonadas. JesseLivermore, multimillonario de Wall Streetcuyo talento intuitivo era bien conocido a prin-

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    cipios de sig1o. tena tanta confianza en su PESque hasla interrumpi unas vacaciones paraobedecer a una corazonada: vender ya las ac-ciones de Union Pacific. Era una decisin ex-traa, porque las acciones del ferrocarril pare-can firmes como rocas, pero obedeci al im-pulso. Pocos das despus, el terremoto de SanFrancisco destrozaba muchos kilmetros de losrales de la compaa y las acciones bajarondrsticamente. La corazonada le vali a Liver-more ms de un cuarto de milln de dlares.

    Qu es una corazonada? Los ejecutivos im-portantes que confan en ellas no parecen sa-berlo. Benjamin Fairless, ex presidente de la

    PES ejecutivapuestas a una prueba especial llamada Metfo-ra del Tiempo. All se les preguntaba si creanque el tiempo era una impetuosa catarata, unmar inmvil o tena el aspecto de un anciano.

    Aquellos que tenan una imagen mvil deltiempo fueron clasificados como dinmicos,mientras quienes 1o consideraban un mar in-mvil se denominaron naturalistas. Para lospocos que consideraban al tiempo como un an-ciano se us la palabra humanistas; eran losneutrales. Cuando la doctora Schmeidler ana-liz sus resultados, descubri que los dinmi,cos tenan puntuacin ms alta en las pruebasde precognicin, cuando saban que despus seles dira el resultado.

    Una y ofra vez, los dos investigadores deNewark descubrieron que los dinmicos supe-raban a los naturalistas (a los que llamaban"ocenicos") en las pruebas de pr,s que, en ge-neral, proponan la adivinacin de un nmeroque un computador generara al azar.

    En una ocasin, en noviembre de 1967, hi-cieron pruebas a 40 ejecutivos de primera cate-gora. Nuevamente los dinmicos, como gru-po. superaron a sus colegas ocenicos. Estavez Mihalasky tambin compar los resultadoscon el xito financiero de la compaa de cadaindividuo. He aqu su comentario:

    Algunos de los presidentes eran tambinpropietarios de la compaa. Les pregunt sitambin eran los que tomaban todas las deci-siones importantes. Si decan que no, los des-cartaba. Otros tomaban todas las decisiones,pero no tenan el ttulo de presidente; tambinlos elimin. De esta forma redujo el nmero auna docena, presidentes que estaban en supuesto desde haca 5 aos por lo menos.

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    Arriba: tomada por Hugh Gray el 12 de noviembrede '1933, esta foto es una especie de rompecabe-zas para quienes investigan al monstruo del lagcNess; hace dcadas que se discute acerca de icque representa. Grey estim la longitud del objetcen unos 12 metros y agreg que tena piel grsoscura, suave y brillante. Estaba convencrdo ceque haba visto al monstruo, y algunos exper:ssostienen que el mismo hecho de que la fotc '=-sulta difcil de distinguir constituye un argum'::a favor de su autenticidad.

    lzquierda: esta foto, tomada el 13 de julio ce ' -::r-

    por un miembro de la expedicin al lago Ness :'-ganizada por sir Edward Mountain, es. r-, :,:s -blemente, genuina. Como la mayor pa(e :- ?:fotos autnticas, dice poco acerca de la a:a-:-'cia del monstruo; slo indica que iay a 9-'a t,-traa criatura en el lago Ness.

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    Arriba: existe el monstruo del lago Ness? Y si esas, qu aspecto tiene? Si esta foto es autntica,da una idea bastante aproximada de la aparienciade la criatura. Parece mostrar la cabeza y el cue-llo

    -cuya longitud se estima en unos dos me-tros- y dos aletas frontales del gran anfibio. Lafotografa pertenece a Robert H. Rhines, de laAcademia de Artes Aplicadas del lnstituto Tecno-lgico de Massachusetts, que emple un compli-cado sistema de sonar para tomarla. Cuando serevel la pelcula, sin embargo, no se vea nada...la imagen quedaba oscurecida a causa de los se-dimentos que flotaban en el agua, posiblementeremovidos por un animal grande que nadaba cer-

    _

    ca del fondo del lago. Esta foto fue tomada por una segunda cmara que se disparaba automti- Ecamente cada 55 segundos. Los escpticos ale- Egan que la foto no resulta de ningn modo con-

    cluyente, y que el objeto que muestra puede ser, !en realidad, inanimado. a

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    346

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    :-:c siido que sobresale-1 ag-a a ia derecha del cue-! a-"a alelaquiz? En el n-

    gulo superior izquierdo de la fo-to se aprecia un crculo de on-das que podran ser causadaspor otra parte del cuerpo delmonstruo, situada por debajo dela superficie. Los escpticosafirman que la foto muestra sim-plemente la cabeza y el cuellode un pjaro.

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    Arriba: esta foto fue tomada porLachian Stuart el 14 de julio de1951 . Una maana tempranomir hacia el lago y vio algo quepareca una lancha motora. Pe-ro se mova con demasiada ra-pidez, y entonces observ tresbultos que se desplazaban a lamisma velocidad. Tambin viouna cabeza que presentabams o menos el tamao y formade la de una oveja. la cabeza

    apareci y se sumergi variasveces. La criatura se acerc aunos 45 metros del seor Stuarty ste le tom una nica foto.Se ha dicho que las rompientesque se ven en primer plano indi-can que el animal estaba mscerca de la costa de lo que indi-c Stuart, y que las 1ss

    "joro-65" pueden ser rocas queemergen del agua poco pro-funda.

    Derecha: Aunque parece con-vincente, esta no es una foto deuna cosa rara. En otoo de1958, el seor H. L. Cockrell, unserio estudioso del

    .monstruo dellago Ness, intent fotografiarlopor la noche. Pas dos nochessolo en el lago, en una canoa,sin ver al monstruo, pero en latercera noche, hacia el amane-cer, percibi de pronto que a suizquierda haba algo que pare-ca nadar hacia 1. El objeto es-taba a unos 45 metros de dis-tancia y a primera vista tena elaspecto de una cabeza grandey plana, Muy agitado, Cockrelltom dos fotografas. Entoncesse levant una rfaga de vientoque hizo que se acercara alobjeto. Encontr solamente unarama que flotaba: tena alrede-dor de un metro de longitud ydos o tres centmetros deancho.

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  • AL ANocHECER DEL 30 DE DICIEMBRE r 1978, unavin de carga Argosy despeg de Wellington(Nueva Zelanda). Su comandante era el capi-tn Bill Startup, con una experiencia de vuelode 23 aos; Bob Guard era el copiloto. A bor-do iba un equipo australiano de televisin delcanal 0-10: el reportero Quentin Fogarty, elcmara David Crockett y su mujer NgaireCrockett, encargada de sonido. Su objetivoera intentar filmar OVNIS, ya que durante eltranscurso de las semanas anteriores se habainformado de la presencia de nno identifica'

    Una de las visiones deOVNIS ms impresionantesde todos los tiempos tuvolugar en 1978, cuando unequipo de la televisinneozelandesa efectu dosvuelos en busca de OVNIS,y efectivamente consiguifilmarlos.

    dos" en la regin del estrecho de Cook, quesepara las islas del Norte de las del Sur. Desdeluego el xito de su misin fue espectacular.Alcanz tales cotas que despus de que la pel-cula apareciese en cientos de peridicos y deque trozos de Ia misma se pasasen repetida-mente por televisin en todo el mundo, crticosy aficionados enloquecidos hicieron cola paraintentar explicar lo que haba filmado el equi-po de televisin, en trminos que iban desde loms sublime y cientfico hasta lo ms ridculo yabsurdo.

    'Luces brillantessobre el ocano'Radar-visual : Blenheim, NuevaZelanda,30 de diciembre de1978.

    Esta luminosa esfera giratoria fuefilmada por un equipo de latelevisin neozelandesa la nochedel 30 de diciembre de 1978.Aquella misma noche, latripulacin y el equipo hicierondos vuelos en busc de OVNIS Y,por raro que pqeda parecer, losencontraron en ambas ocasiones(foto Rex Features).

    El Argosy haba cruzado el estrecho de Cook yestaba volando sobre el Ocano Pacfico,alejndose de Ia costa noroeste de las Islas delSur, cuando comenz la excitacin. El equipode televisin estaba abajo, en el compartimen-to de carga, filmando introducciones conQuentin Fogarty, cuando el capitn Startup lesavis por el interfono que se apresurasen a su-bir al puente de mando: los pilotos haban divi-sado algunos objetos extraos en el cielo. Se-gn Dave Crockett, ya haban pedido al con-trol de trfico areo de Wellington confirma-cin por radar de lo que haban visto.

    Quentin Fogarty afirm que cuando lleg alpuente vio una hilera de cinco grandes lucesbrillantes. Pese a que se hallaban muy lejos, selas vea latir y crecer hasta alcanzar el tamaode una gran bola llena de luces resplandecien-tes. La secuencia se repeta: los objetos apare-can sobre las luces de las calles de la ciudad de

    Kaikoura, pero situadas entre el avin y la tie-rra. Dave Crockett, que llevaba auriculares.recibi una llamada del control de Wellingtonque avisaba a los pilotos de que un objeto des-conocido estaba siguiendo al Argosy. El capi-tn Startup dio un giro de 360" con el avinpara intentar divisar el objeto no identificado.pero la tripulacin no logr ver nada. Sin em-bargo, el control insisti. Esta vez lograron r.e:unas luces fuera del avin, pero debido a .'interferencia de las luces del mismo. Crock;::no pudo filmar. En consecuencia, e1 pri:::.:oficial Bob Guard apag las luces del ari.i.-. ,todos pudieron ver una gran luz brillan:- :.avin volaba de nuevo con el piloto au:L-:.;:.-co, por lo que Bob Guard cedi su asi;::- ,Crockett, que consigui una claa I.::; ::objeto con su cmara manual. Dare C:-";.-=::explic que aquel cambio de asienttr i;;:,,:con la mquina en funcionamiento ir :

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    348

  • DOCUMENTOS OVNI

    Aajo: el capitn Bill Startup,cibto del avin desde el cual seirrn la pelcula sobre los OVNIS,rfoto Rex Features).

    Abajo a la derecha: imgenes dela pelcula rodada por el equipode televisin neozelands. Lapresencia de los extraos objetosfue confirmada por el control deWellington, que vio seales en lapantalla del radar (fotos RexFeatures).

    de Ia fuerte vibracin que se apreciaba en lapelcula.

    Despus de esto, Bill Startup llev a cabootro giro de 360". Entonces perdieron de vistaal OVNI, aunque el control de Wellington ase-guraba que el eco se notaba todava en la pan-talla del radar.

    Hay que destacar que a pesar de que no ha-ba sitio para montar un trpode en el puentede mando, el objeto no identificado se mantu-vo parado un tiempo suficientemente largo co-mo para que David Crockett pudiese filmarloperfectamente durante ms de 30 segundos.

    Cuando el avin se acerc a Christchurch, elindicador de combustible enloqueci, pero elcomandante dijo que esto ocurra algunas ve-ces. En aquel momento estaban intentandosintonizar con el OVNI, lejos de la pennsulade Banks y fuera del alcance del control deWellington. El control de Christchurch tena el

    objeto en su pantalla de radar, pero cuandoms tarde el comandante Startup y el cientficoamericano doctor Bruce Maccabee, que estabainvestigando el caso, quisieron ver las cintasdel radar, el responsable replic que haban si-do borradas rutinariamente.

    Cuando el Argosy aterriz en Christchurchel periodista Dennis Grant se uni al equipo enlugar de Ngaire, la esposa de Dave Crockett.Despegaron para el vuelo de regreso a Blen-heim a las 2.15 de la madrugada del 31 de di-ciembre de 1978.

    Al cabo de poco rato los vigas vieron otrosdos objetos extraos. A travs del objetivo dela filmadora, Crockett divis lo que l descri-bi como una esfera con lneas laterales a sualrededor. Este objeto se enfoc por s solocuando Crockett mir a travs de su filmadora,sin tener que ajustar el objetivo. En su opininla esfera estaba girando. Significativamente,

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    que el equipo de televisin haba vistoreflejos de la luz de la luna en hojas decoles. Una explicacin ms razonablefue que la pelcula mostraba un planeta,pero cul? Un peridico dijo que se tra-taba de Venus (izquierda); otro dijo queera Jpiter (derecha). Sin embargo, bastaun rpido vistazo a estos planetas para de-mostrar que estas hiptesis son falsas.El Daily telegraph public una fuerte crti-ca: El cientfico que sugiri que lo que sevea era Venus en una noche particular-mente clara puede ingresar tranquilamen-te en un manicomio.

    Planetasbromistas?Durante un tiempo se crey que la pelcu-la neozelandesa podra suministrar prue-bas cientficas vlidas sobre la existenciade los OVNIS. Los cientficos reacciona-ron rpidamente presentando una seriecompleta de hiptesis alternativas acercade la posible identidad del objeto.

    Algunas de las teoras eran totalmenteabsurdas: una de ellas llegaba a afirmar

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    349

  • uno de los objetos se movi durante unos cua-tro minutos en el radar del Argosy. Luego, alacercarse el avin a Blenheim, todos vierondos luces intermitentes, una de las cuales des-cendi de repente sin rumbo definido unos 300metros, antes de volver a ascender con una se-rie de movimientos bruscos.Se trataba de platillos volantes? Se propu-sieron muchas hiptesis como alternativa: se-gn algunos la pelcula mostraba un vehculomilitar norteamericano secreto y teledirigido;para otros se trataba de una iluminacin dena fiesta, de un fuego de artificio o de un me-teorito; otros crean que se trataba de heli-cpteros que operaban ilegalmente, de las lu-cei de unbs barcos japoneses dedicados a lapesca del calamar o

    "de reflejos de la luz de laluna en hojas de coles plantadas en Kaikourar;otros, finalmente, sugeran que se trataba deun reflejo, un globo o un avin no progra-mado.

    Un peridico afirm que la pelcula mostra-ba el planeta Venus, desenfocado porque ha-ba sido filmado con una cmara manual. Otropropuso Jpiter como posible objeto de la fil-maiOn; un astrnomo amateur mejor la po-tencia de la luz de la pelcula introduciendo unanalizador lineal: identific cuatro pequeospuntos de luz que podan corresponder a lasposiciones de las cuatro lunas mayores de Jpi-ier. Pero deido a que el equipo de televisinfue tan impreciso al indicar la posicin de las

    luces respecto al avin cuando las estaban fil-mando, fue imposible llegar a una identifica-cin positiva.

    Uno de los aspectos ms excitantes de aque-lla visin es que parece ofrecer pruebas instru-mentales independientes, tanto en la pelculacomo en el radar. Pero tambin aqu surgenproblemas. A pesar de que tanto el radar detierra como el del Argosy localizaron objetosno identificados, el nmero de OVNIS que de-clar haber visto el equipo de televisin (unosocho) no concuerda con los 11 indicados por elradar de tierra. Adems, el equipo film ni-camente un objeto. El controlador de radar deWellington, Ken Bigham, fue categrico acer-ca de todo este asunto:

    Consegu seguir tres de los ecos duranteunos 20 minutos, antes de que desapare-ciesen por completo. Sin duda alguna semovan a una velocidad que oscilaba entre

    Con las luces de navegacin delavin apagadas, el equiPo detelevisin obtuvo estas imgenesde uno de los objetos. Unaespecie de pulsacin lo hinchabaintermitentemente desde untamao minsculo hasta hacerleparecer un gran globo (fotos RexFeatures).

    DOGUNilEilTO OVNIlos 92,5 km/h y los 185 km/h (50 y 100 nu-dos). No pude identificarlos con seguri-dad, ni sacar conclusiones. Se trataba ni-camente del tipo de eco de radar que apa-rece constantemente y de repente. No esen absoluto extrao que captemos ecosraros en el radar principal. Normalmentecarecen de importancia.

    De todas maneras, las Reales Fuerzas Areasde Nueva Zelarrda se interesaron suficiente-mente por el asunto como para poner en esta-do de alerta un reactor de caza Skyhawk paraque interceptase cualquier otro OVNI que pu-diese aparecer en la zona. Sin embargo, a fina-les de enero la agitacin haba desaparecido yel ministro de Defensa neozelands afirm quelas imgenes del radar eran falsas informacio-nes>>, y que los objetos no identificados eranfenmenos atmosfricos.

    Cul es la verdad de lo ocurrido en NuevaZelanda? La pelcula parece ser autntica; elanlisis por computador no encontr nada fal-so. Sin embargo, que un equipo de televisinque haba salido con la intencin de filmar.,obietos volantes, pudiese obtener un resulta-do n espectaculai parece demasiado bonito.Hay que admitir, adems, que los objetos quevieron eran suficientemente reales como paraque los que estaban a bordo creyesen en ellos,y desechar que se tratase d puras alucinacio-nes. El caso no est cerrado: se mantiene comoun fascinante punto de interrogacin.

    3s0

  • Existi alguna vezla mgica isla de la Atlntida?lnvestigaciones recientes sugieren que es posible quehaya existido

    -aunque quiz no se situ en el OcanoAtlntico como sostuvo PIatn, creador del mito.r, atNrrpe: REALIDAD o uccrN? fue el t-tulo de un simposium organizado por el depar-tamento de Estudios Clsicos de la universidadde Indiana (Estados Unidos) en abril de 1975.Expertos en varios campos del saber, desde lafilologa clsica hasta la teologa, se reunieronpara intentar resolver el problema de la Atln-tida de una vez por todas. En opinin de mu-cha gente, dichos crticos triunfaron, y demos-traron que el argumento de Platn, que se re-montaba a 2 300 aos atrs, era mera ficcin.

    Sin embargo, las ltimas palabras del profe-sor Edwin Ramage, editor del libro que reco-ga las conclusiones del simposium, estabanlejos de ser concluyentes. Nadie, escriba,ha ofrecido hasta ahora una solucin satisfac-toria al problema

    -si es que, en realidad, exis-te el problema.Si la Atlntida es un mito, jams desapare-

    cer. Esto se debe en gran parte al best-sellerde Ignatius Donnelly titulado La Atlntida: elmundo antediluviano (1882). Al principio dellibro, del que se hicieron unas 50 reimpresio-nes antes de ser revisado en 1950, Donnelly

    A la izquierda: Santorin o Thra,la isla ms meridional del grupode las Ccladas griegas, yposiblemente el lugar donde seencontraba la Atlntda (fotoPopperfoto).

    Abalo: mapa -extrado de una

    edicin inglesa- que el doctorGalanopoulos traz delarchipilago de Thra. Segn suteora, el crter central era.elemplazamiento de La Atlntida,destruida en una erupcinvolcnica alrededor del ao 1500a.C. (foto Associated Press).

    Abajo a la izquierda: una vlsin delos placeres del Paraso antes dela Cada, por el Bosco(1450-1516). Muchos sitan elParaso real en la Atlntida (fotoMichael Holford).

    enumer 1o que l llamaba varias propuestasdistintas y originales, resumiendo su extraor-dinaria tesis:

    1. Que una vez existi en el Ocano At-lntico, ms o menos frente al estrecho deGibraltar, una gran isla que constitua elvestigio de un continente y era conocidaen el mundo antiguo como la Atlntida.2. Que la descripcin de esta isla dada porPlatn no es, como se ha pensado, fbula,sino historia verdadera.3. Que la Atlntida fue la regin donde elhombre por primera vez pas de la barba-rie adquiriendo un estado civilizado.4. Que se convirti en el curso de los siglos en una populosa y poderosa nacin, yque contribuy a poblar y civilizar las si-guientes zonas: las orillas del Golfo deMxico, el ro Mississippi, el Amazonas,la costa del Pacfico de Sudamrica, elMediterrneo, la costa oeste de Europa yAfrica, el Bltico, el Mar Negro y elCaspio.5. Oue era el verdadero mundo antedilu-

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    351

  • Atlntida

    viano; el Edn; los jardines de las Hesp-rides; los Campos Elseos; los jardines deAlcinoo; el Mesonfalo; el Monte Olimpode los griegos; el Asgard, o Avalon, de losEddas islandeses; el foco de tradicin demuchas antiguas nacionesl en suma. re-presenta el recuerdo universal de un granpas donde la humanidad primitiva vividurante siglos en paz y felicidad.6. Que los dioses y diosas de los antiguosgriegos, fenicios, hindes y escandinavoseran simplemente los reyes, reinas y h-roes de la Atlntida; y que los actos a ellosatribuidos en la mitologia eran un recuer-do confuso de acontecimientos histricosreales.7. Que las mitologas de Egipto y Per re-presentaban la religin original de laAtlntida. basada en la adoracin del sol.8. Que la colonia ms antigua formadapor los atlantes se hallaba probablementeen Egipto, cuya civilizacin constitua unareproduccin de la de la isla de la Atln-tida.9. Que los instrumentos de la Edad delBronce en Europa derivaban de la Atln-tida. Los atlantes fueron tambin los pri-meros fabricantes de hierro.10. Que el alfabeto fenicio, padre de to-dos los alfabetos europeos, derivaba de

    un alfabeto de la Atlntida que fue tam-bin llevado desde la Atlntida hasta losmayas de la Amrica Central.11. Que la Atlntida fue la residencia ori-ginal de la familia de naciones aria o in-doeuropea, as como de los pueblos sem-ticos, y quiz tambin de las razas tura-nlas,12. Que la Atlntida sucumbi a raiz deuna terrible convulsin de la naturaleza,en la cual toda la isla fue tragada por elocano con casi todos sus habitantes.13. Que unas pocas personas escaparonen barcos y balsas y transmitieron a las na-ciones del este y del oeste la noticia de laespantosa catstrofe, que ha perduradohasta nuestros das en las leyendas del Di-luvio de las diferentes naciones del Viejoy del Nuevo Mundo.

    Lo que Donnelly haba hecho fue tomar la his-toria original de 7 000 palabras de Platn y am-pliarla con el objeto de ofrecer una nueva ver-

    352

    Arriba: el distingudo arquelogogriego profesor SpyridonMarinatos, inspeccionandoantiguas ruinas del volcn isleode Thra. en las Ccladas griegas,donde l crey que estabasituada la Atlntida (fotoAssociated Press).

    sin completa de la prehistoria del Hombre yresolver muchos problemas que ahora con-funden a la humanidad. Y la valerosa nuevaversin de Donnelly est todava en la basedel torrente de libros que sigue publicndosesobre la Atlntida, desde la interpretacinocultista hasta la cientfica rebelde.

    Las afirmaciones de Donnelly a menudo es-tn basadas en informaciones equivocadas oincompletas, como los eruditos se complacenen sealar. Sin embargo, las propias teoras destos ltimos resultan tambin, a menudo, sos-pechosas. Es mejor, por tanto, volver a la his-toria de Platn. Aun cuando est llena de fal-seamientos y recursos literarios con el fin dehacer propaganda o instruccin, como algunosacadmicos afirman, puede sin embargo es-conder una verdad perdida en algn sitio.

    Segn este criterio, existen dos candidatosrecientes y discutidos para el ttulo de Atln-tida encontrada>>: una civilizacin mediterr-nea oriental concentrada en Creta o Thra; yel norte de Europa, incluyendo Escandinavia.Menor sensacin caus el libro del Doctor Ja-mes Mavor, Viaje a la Atlntida, en 1969. Ex-plicaba las afirmaciones que hicieron primerolos cientficos griegos, el doctor Angelos Gala-nopoulos y el profesor Spyridon Marinatos, deque la Atlntida era de hecho la civilizacinminoica. y que fue destruida por la erupcin

    Mucha gente, siguiendo el estudioclsico de lgnatius Donnelly LaAtlntida: el mundo antedluviano(1882), cree que la humanidadpas por primera vez a un estadocivilizado en la Atlntida. Afirmanque el culto unlversal al Sol

    -porejemplo en los motivos de Sol delos misterosos grabados deNazca (arriba a la izquierda) y Iaadoracin de Ra, el dios del Soldel antiguo Egipto (arriba)-constituyen reliquias de la religinoriginal de la Atlntida. Laleyenda cristiana del diluvio,representada aqu en unmanuscrito copto de Etiopa (a laderecha), es interprelada comoun recuerdo confuso de lasumersin final de la Atlntida(fotos Tony Morrison y MichaelHolford).

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  • :: . .-.-:: ':: T:3r hacia el ao 1550 unt., .-'f

    - ..=4,. le ..minoica,, fue dado a la anti-i . :1',1-i:;in iie Creta por el arquelogo bri-'-.',

    -': r !1: -{:iur Evans. el cual empez a exca-', i: !*s :es:os en 1900. El crey que la oscura:;:r,-:-e Je ella inspir el mito griego de Mi-:. rs. :r'o de Zeus y' rey de Creta, el cual guar-::l: .la nonstruo con cabeza de toro, el Mi-I r r:rru1. encarcelado en un laberinto. En Cno-'":

    s. Er ans descubri las ruinas de un esplndi-:: :alacio. del cual formaba parte una plaza;= ;-.-.=. En los relieves y murles que adrna-:u el palacio y en numerosos retratos pinta-::s en las cermicas, haba representaciones:- razas v de corridas de toros dirigidas por':',enes armados slo con palos y cuerdas.

    En la Atlntida exista tambin un culto a-. s :oros. segn Platn: cada cuatro o cinco,:.-s los diez reyes de la isla tenan que captu-:.: desarmados un toro, y sacrificarlo.

    La muerte del Paraso?.-,: el ao 1500 a.C. Creta era el centro de un:..deroso imperio marinero. Sin embargo, en:r peodo de tiempo extraordinariame lte cor-:r. su poder se derrumb. Se produjo una te--rble destruccin de templos y otros edificiosItr toda Creta, y las colonias minoicas y losenclaves comerciales de ultramar fueron aban-;onados o destruidos; hubo un cambio abrup-to en los estilos artsticos, y la cantidad de ce-rmica fabricada disminuy repentinamente;gran parte de la poblacin cretense emigr aleste de la isla, y pronto el poder poltico en elEgeo se traslad a Micenas, en el continentesnego.

    Marinatos y Galanopoulos afirmaron que laerupcin del Thra, podra haber causado estecolapso. Las olas de la marea provocada por laerplosin, tan poderosa, por lo menos, comola del Krakatoa en 1883, habran ahogado amuchos de los habitantes de muchas ciudadescosteras del E,geo, y la cenizas volcnicas y elpolvo depositado en capas de hasta 50 cent-metros de espesor habran arruinado las cose-chas durante aos. Marinatos y Galanopoulossostienen que Thra era en realidad la metr-polis de la civilizacin minoica.

    La cada de la civilizacin minoica tuvo lugaraproximadamente 900 aos antes de que Solnrecibiera la historia de la Atlntida de manosde los sacerdotes egipcios, y no 9 000, comodijo Platn. Creta era posiblemente el pas co-nocido por los egipcios como Keftiu

    -con elcual mantenan un contacto comercial y polti-co regular-, como relataba Platn en su histo-ria de la Atlntida.

    La afirmacin que la civilizacin minoica erala Atlntida es, en muchos aspectos, digna deconsideracin, y la que merece mayor credibi-lidad por parte de los escasos acadmicos quetodava demuestran algn inters por el tema.Sin embargo, Mavor y sus seguidores han teni-do que hacer alardes de erudicin un tanto re-buscados para probar sus argumentos.

    Se ajusta realmente tanto la civilizacin mi-noica a las descripciones de la Atlntida que

    Arriba: el erudito alemn doctorJrgen Spanuth ha afirmado queLa Atlntida estaba en realidadsituada, no en el Atlntico o en elMediterrneo, sino en la zona dela isla de Helgoland, junto a lacosta alemana del Mar del Norte(foto Deutsche Presse/Agentur).

    Atlntida

    encontramos en Piatn? Una persona de pres-tigio que se opone a las teoras de Creta o Th-ra es el sabio alemn doctor Jrgen Spanuth,que acusa a los defensores de estas hiptesis dehaber incurrido en un enorme error lgico":

    Ni Thra ni Creta se encuentran en elAtlntico... ninguna de las islas se en-cuentra en la desembocadura de un granro, ninguna fue tragada por el mar ni de-sapareci...

    El mismo Spanuth intenta probar en su libro,La Atlntida del Norte (197 6) , que la Atlntidaestaba centrada en las islas hundidas cerca deHelgoland, junto a la costa alemana del no-roeste, y que constitua de hecho la precurso-ra, en la Edad del Bronce, de la civilizacinvikinga del norte de Europa y Escandinavia,tambin conocida como Atland.

    Aunque Spanuth plantea una argumenta-cin bastante convincente, utiliza los mismostrucos de erudicin que con tanta facilidadcondena en otros

    -el situar su versin de iosacontecimientos en el Mar del Norte en vez deen el Atlntico-. Robert Scrutton hace exac-tamente lo mismo en La otra Atlntida y enLos Secretos de la Atlntida perdida, dondetambin defiende la teora de una Atlntidaproto-vikinga.

    Todos estos recientes intentos para localizary probar la existencia de la Atlntida merecen

    respeto en tanto que aceptan la idea de que laleyenda de Platn est basada en hechos; perodespus han procedido a alterar el relato paraacomodarlo a acontecimientos histricos entiempos y lugares diferentes.

    El Platn adaptado al consumo del siglo xxxtiene poco que ver con aquel Platn de la Gre-cia del siglo Iv a.C. Es oportuno preguntarse siel filsofo aprobara las modernas historias dedetectives que ha inspirado su relato. Lasconsiderara l ms cerca de la verdad, o mslejos de ella? Las vera como una ayuda o co-mo un obstculo en la bsqueda de los verda-deros orgenes y objetivos del hombre?

    Quiz la historia real permanece todava es-condida donde Platn la quiso situar: en unaenorme masa de tierra al oeste de Gibraltar,que desapareci bajo el mar, hace casi 12 000aos, a raz de un colosal desastre natural.

    Qu hechos llevaron a Platn a la localizacinde la Atlntida? Vase pgina 357.

    Arriba: fresco del palacio deCnosos, en la isla de Creta, quedescribe el salto ritual del toro,caracterstico de la culturaminoica. Platn, creador del mito,escribi acerca de un culto al toroen la Atlntida. Esto ha llevado aalgunos expertos a sugerir que laAtlntida era de hecho la antiguacivilizacin de Creta (fotoPincturepoint).

    353

  • Entre los mitos y costumbres de nuestro folklore populardestaca la tamborrada calandina de Semana Santa,que constituye una curiosa combinacin entremanifestacin de fe y ritual atvico.

    LAS TRADrcroNrs ns ARRAIGADAS de un pas El ruido de los tambores detan variado, en este aspecto, como E,spaa, Calandallegaaproducirtaltienen muy a menudo sus orgenes en hechos estado de xtasis, que ni seocurridos en un pasado remoto. Lo cotidiano sienteel cansancioni el dolordede muchas de estas costumbres no deben ha- los nudillos despellejados. En lacernos olvidar sus precedentes inmemoriales: foto, el parche de un bombo conrespecto a los ritos religiosos, es de observar unamanchadesangre(fotoque el culto cristiano supo asimilar muchas de Josep Lorman).las manifestaciones del sentimiento mgico po-pular e incorporarlas a su acervo de celebracio-nes religiosas. Pocas son las festividades acom-paadas de un determinado ceremonial, al

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    margen del estricto rito cristiano, que no hanquedado bajo la advocacin de un santo o en-marcadas en un ciclo litrgico determinado. LaSemana Santa es uno de stos, y ha servidopara aglutinar el peculiar sentir popular de unadeterminada regin.

    Dentro de una cronologa y una estructuraritual comn, establecida por la Iglesia, se pro-ducen manifestaciones tan diversas como lostambores de Calanda, los picaos de SanVicente de Sonsierra, la Dansa de la Mortde Verges o las procesiones de Sevilla. Todasestas manifestaciones tienen en comn la exte-riorizacin del dolor cristiano por la Pasin yMuerte de Jesucristo, pero las formas en que elfervor popular pone de manifiesto este dolorson tan dispares que hacen pensar que ms allde la ortodoxia cristiana hay algo mucho msprofundo y singular, escondi.do en el recuerdosubconsciente de las gentes.

    La Semana Santa deltamborEn Calanda, un pequeo pueblo turolense re-costado en las estribaciones nororientales delSistema Ibrico, se produce cada ao una delas ms peculiares manifestaciones locales delrito religioso de la Semana Santa: la tambo-rradar. No es este el nico punto de la geogra-fa de1 Bajo Arasn donde tiene lugar este ac-to: al nombre de Calanda hay que aadir los deAlcarz. Andorra. Hjar. Puebla de Hjar,Caspe. Alcorisa. Albalate del Arzobispo,Samper de Calanda v Urrea de Gaen; todose1los componen 1o que tursticamente se ha ve-nido en liamar la .ruta del tambor y del bom-bo". Pero posiblemente sea Calanda el lugardonde naci esta singular forma de expresinpopular y donde el latido del tambor resuenacon mayores vibraciones. No en vano los ca-landinos tienen fama de ser los mejores y msresistentes tamborileros del mundo.

    En Calanda, la Semana Santa se anuncia yaun mes antes, cuando las cuadrillas de mozosvan a las afueras del pueblo con los tamborespara hacer mueca, preparndose para elgran da en que el pundonor, lafiterzay latc-irica en la ejecucin de los toques cuenta tantoo ms que el propio significado cristiano delacto.

    La Semana Santa de los tambores se abre enla noche del Jueves Santo con la Procesin delas Antorchas y el Via Crucis. Las hileras deantorchas, los hbitos morados, el ritmo de lostambores y cornetas marcando el paso lento yvacilante de la procesin, todo contribuye acrear en la medianoche del Jueves una atms-fera mgica, sagrada, preludio de los aconteci-mientos del da siguiente.

    El Viernes Santo, al sonar la ltima campa-nada de las doce del medioda, se produce 1:rompida, y cientos de tambores y bomL'rsestallan al un'sono llenando laPlaza Mar or isonoras vibraciones. A partir de este m,,n..-to. las cuadrillas de tamborileros recorc: ...calles de la poblacin, compitiendo entri :: r;-ta arrancar a sus tambores los ms varia;

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    ques. Sin lugar a dudas, esta tradicin ,..,-:.-na es una verdadera escuela de tamL,.-:,,.:. t

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  • 5A la derecha: al sonar la ltimaoampanada de las doce deledioda del Viernes Santo, seproduce ula rompida,. Cientos delambores parecen querer hacerestallar con sus redobles elrecinto de la Plaza Mayor (fotoEnric Gubern).

    Tambores de Calanda

    L,a perfecta ejecucin del rito comporta unapronta iniciacin en el arte del tambor, as co-mo horas y horas de prctica. Entre las cuadri-llas pueden verse desde nios que apenas sa-ben sostenerse hasta ancianos de caminar in-cierto. Nietos y abuelos participan con el mis-mo entusiasmo en el rito del tambor.

    A las tres en punto de la tarde todos los tam-hores,de Calanda se renen en la plazuela de laIglesia del Pilar, iglesia levantada por la devo-cin popular en el lugar donde se produjo elmilagro de Calanda", del que ya hablaremosms adelante. Desde este punto parte la Proce-sin del Pregn. Largas filas de hombres ymujeres, vistiendo togas moradas y aporrean-do tambores y bombo;, recorren las calles deCalanda y acompaan al pregonero que cantala Pasin y Muerte de Cristo. Detrs del pre-gonero desfila la Muerte, representada n unestandarte negro con un esqueleto pintado; de-trs de la Muerte va la imagen de la Dolorosaen hombros de enlutadas vrgenes calandinas;

    A la izquierda: ao tras ao,desde que se instaur su formaactual en el siglo xvrr, latamborrada ha reunido en lacelebracin a generacionesdistintas de calandinos, paraquienes la asistencia a suSemana Santa constituye undeber sagrado (fotos coleccinAntonio Royo).

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  • Tambores de Calanda

    Arriba: las caperuzas blaneasde los penitentes dan una notafantasmagrica a la SemanaSanta de los tambores (fotocoleccin Antonio Royo).

    A la derecha: despus de lafiesta, los tambores vuelven a losarmarios. Hay familias que llegana reunir hasta 30 40 tambores ybandas (foto Josep Lorman).

    rodeando a la Madre de Dios, la guardia roma-na de los Putuntunes con Longinos a su ca-beza. El tambor marca el comps.

    A las cinco de la tarde los tambores guardansilencio para que se celebren los actos litrgi-cos en la iglesia parroquial y la tradicional ce-remonia del Lavatorio. A las siete y mediatiene lugar la Procesin de la Soledad o del Si-lencio en la que salen los pasos. Los tambo-res siguen callados. Hasta las diez y media dela noche no se volver a escuchar su voz; estavez sonarn ininterrumpidamente hasta las dosde la tarde del da siguiente, Sbado Santo.

    En la noche del Viernes Santo la tamborra-da alcanza el mximo apogeo. Ahora no es ne-cesario vestir la tnica morada para tocar el

    tambor, y a los calandinqs se les unen turistas yvisitantes. Ms de tres mil tambores y bombosatronan el pueblo. Su sordo rumor puede orsea veinte kilmetros de distancia, en una verda-dera explosin de fe.

    Durante las largas horas de la noche, el can-sancio va haciendo imprecisos los movimien-tos; el parche despelleja los nudillos y los pali-llos llagan las manos. Bombos y tambores setien de sangre, pero los redobles no cesan. Elrito est en su momento lgido, y el xtasis ha-ce olvidar el cansancio y el dolor. Es el instantede entrega absoluta al poder mgico de la tra-dicin.

    Con el paso de las horas los turistas van per-diendo el entusiasmo inicial; en cierto modo,aquello no va con ellos. Estn all por curiosi-dad, y la curiosidad no justifica tan duro es-fuerzo. Poco a poco, algunos tambores van en-mudeciendo y sus taedores, agotados, buscancualquier rincn para descabezar un sueo. Ala maana siguiente, estos visitantes que hanquerido vivir por s mismos el rito del tamborencontrarn a los calandinos firmes en suspuestos, ms all de la realidad, repitiendo re-doble tras redoble. La excitacin del rtmicoriido, el pundonor, el orgullo de protagonizaruna de las ms inslitas fiestas de Espaa, y elvino, elemento imprescindible en muchos ritosancestrales, son factores que hacen posible lahazafa de que un hombre resista 16 horas se-guidas tocando el tambor, con las nicas inte-mrpciones de los chatos, de vino y una tradi-cional comida con que cada cuadrilla despideel ayuno de Cuaresma.

    A las nueve de la maana del Sbado deGloria, los tambores y bombos se ordenan denuevo en hileras para acompaar a la Proce-sin del Santo Entierro. Esta procesin termi-na con una especie de auto sacramental prota-gonizado por Longinos y el centurin romano,espada en mano. La representacin quieremostrar la indignacin de Longinos por la ne-gligencia del centurin, al descubrir el sepulcrovaco de Cristo. Longinos vence al centurincomo prueba de la veracidad de la ausencia delcuerpo de Cristo; ausencia que el creyente in-terpreta como muestra inequvoca de la resu-rreccin del Hijo de Dios.

    Despus de esta simblica representacin,seguida en silencio por todos los presentes,tambores y bombos rompen a tocar de nuevo,dispersndose por todo el pueblo. Si algnmensaje ha de desprenderse de su voz es el dela alegria por la resurreccin de Jesucristo. Ha-cia las dos de la tarde, se dirigen todos de nue-vo hacia laPlaza Mayor y all esperarn hastaor la ltima campanada de esta hora, que mar-car el final de la celebracin. Suena el ltimoredoble y el silencio, un silencio casi audible.envuelve Calanda, Bombos y tambores retor-nan a los armarios en espera de volver a er. elao siguiente, los principales protagonistas deuno de los ritos ms inslitos y sorprendentesentre los que se practican en Espaa.

    Son varias las interpretaciones que se han dadoal rito de los tambores. Valas en pgina 391.

    t3s6

  • t-,1\g$Trosfu.lil

    J";hf,LORD DUNSAI\Y=. iacimiento del futuro Lord3:esany ya estuvo rodeado por-: decorado de leyenda: en-::a fortaleza del siglo xu, situa-:a en el corazn del dominio de:s Ard-Righ, los antiguos reyes:.ras. naci Edward John Mo-:e:on Drax Plunkett, decimocta-'.: heredero de la ilustre familia:e los barones Dunsany.

    Naci sumergido en el granmisterio de la tierra irlandesa, enel condado de Meath, cerca deTara, donde se levanta la piedrasagrada de los antiguos druidas.Y sin embargo tuvo que exiliar-se a Eton (obligado por unaeducacin aristocrtica) y luegoa Sandhurst. la prestigiosa es-cuela militar. Durante la guerrade los Boers, se distingui enlos Coldstream Guards. La gue-na de 7974 le sorprendi en elfrente flamenco.

    Cazador, viajero entusiasta,sucesivamente oficial de los e1r-citos de Su Graciosa Majestad,profesor de literatura en Atenas,periodista y conferenciante, en-

    A la derecha: heredero por lneadirecta de una de las ms ilustresfamilias irlandesas, LordDunsany ha extrado suinspiracin de la mitologa delantguo mundo celta. Su obraest llena de genos, duendes yhadas.Abao y a la izquierda: dosimgenes de este universoencantado,

    El reinoencantado

    contr sin embargo tiempo paratraducir las Odas de Horacio ypara publicar unas sesentaobras, en gneros tan diferentescomo la poesa, el teatro, el en-sayo, la novela policaca y, so-bi todo, el gnero fantstico...

    Su primera narracin fantsti-ca, The God of Pegana, apare-ci en 1905. Compaero deWilliam Butler Yeats, Lord Dun-sany es uno de los que ms tra-baj para el xito del AbbeyTheater, el primer teatro nacio-nal irlands.

    Su inspiracin, su modo deabordar lo sagrado y lo mgicoy su dominio de lo {antsticohan ejercido una gran influenciaen escritores como Robert E.Howard, Clark Ashton Smith,L. Sprague de Camp o FrizLeiber.

    Sin hablar de la admiracinque senta por el otro granmaestro del gnero fantstico,H. P. Lovecraft, a quien cono-ci despus de una conferencia.en\919, en los Estados Unidos.En sus Cartas de Arkham, Lo-vecraft le rindi un sentido ho-menaje: uRealmente, Dunsanyes el autor que ms ha influido,a excepcin de Poe. Su len-guaje rico, su punto de vistacsmico, ese mundo de ensue-o encerrado en 1. y su exquisi-to sentido de lo fantstico, mefascinan ms que todo lo que haproducido la literatura mo-dernar.

    Enamorado del pasado, LordDunsany es el escritor de lo fan-tstico ferico. Su universo tienesus races en los orgenes de lamitologa celta. Escucha las ex-traas msicas de los antiguos

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    reinos encantados. Subyuga-do por la belleza sobrenaturalde los paisajes irlandeses, LordDunsany empuja a sus hroeshacia los caminos de la magia.Respetuoso con las hadas, sabeprestar atencin a los grandesrboles cuando entregan el men-saje que el viento ha dejado ol-vidado en los ramajes. Todoslos representantes del PequeoReino de la Noche, las hadas,los duendes o los genios, sonamigos suyos.

    De todas sus obras, que es-criba con una pluma de ocapara indicar su desprecio por losavances de la tcnica, la ms co-nocida y tambin la ms encan-tadora es La hija del rey de losElfos, aparecida por primera vezen 1924.

    Nos encontramos con Alberi-co, el prncipe del Valle de losAlisos, que ha partido a la con-quista de los sortilegios del pasazul. El prncipe va armado conuna espada, hecha con diecisie-te flechas de rayo, y se dirige aensear el amor a Lizarel, la hijadel rey de los Elfos.

    El Tiempo es el tema, perotambin el protagonsta de estaepopeya. Albehco ha consegui-do franquear la muralla transpa-rente que separa nuestro mun-do del mundo del pas encanta-do. Su bsqueda de lo maravi-lloso despierta, sin embargo, elodio de los sacerdotes de la reli-gin de los dogmas. No tarda enllegar el anatema: Sean maldi-tos sobre la tierra los Elfos, losduendes, los genios y las hadas!Sean malditos, en los aires, Pe-gaso y todos los caballos ala-dos! Sean malditas en las aguaslas que ahaen a los marineros!Nuestros santos ritos los proh-ben... Sean malditas todas lasdudas, todos los sueos extra-os, todas las quimeras, y que labuena gente sea preservada dela magia! Amn,.

    El sacerdote pasa a ser aqu elaliado del Tiempo. Se esfuer-za en someter al sueo. Quieretranquilizar. Quiere protegercontra los efluvios de las tienasmaravillosas. Cultiva el miedo yla ignorancia del mundo para-lelo.

    Pero, qu puede hacersecontra los encantos de los Elfossi no es huir o mezclarse en sus

    bailes? Qu puede esperarsede las viejas tierras esterilizadaspor la razn, si no es una irrup-cin de magia. que Dunsanydefine como ula sal de la vida,su misma esencia, su adorno ysu gloria,? Escritor injustamentedesconocido en Espaa; LordDunsany ha sabido transmitir-nos unas imgenes repletas desmbolos y de elemento mara-

    A la izqqierda: la obra de LordDunsany est mpregnada de laextraa y fascinante atmsfera deuna lrlanda lnmemorial, cuyapresencia sigue todava hoyparticularmente viva, como en el!ugar protohistrico de Tara;abajo: uno de los demonios de lanoche, tal como le gustaban aLord Dunsany.

    villosos. Segn palabras de L.Sprague de Camp, nos ha dadounas aventuras que tienen lu-gar en tierras imaginarias, po-bladas por dioses, por brujas,por espritus, y repletas de ma-gia, como cuentos para niospero a un nivel ms elaborado,como para adultosr.

    No se crea, sin embargo, queDusany sea un escritor almiba-rado. En algunas de sus narra-ciones ha sabido dar prueba deun humor feroz. En The FourthBook of Jorkens, aparecido en1948, nueve aos despus desu muerte, imagina que un m-dico inventa una enfermedadpara poder encontrar su reme-dio y enriquecerse de esa for-ma. La moraleja de la historia estemenda: el mdico contrae laenfermedad antes de haber ha-llado el remedio que buscabapara ella...

    En otro cuento de Dunsany,los Terrestres envan un men-saje a los Marcianos: se hata deun dibujo que representa el teo-rema de Pitgoras...

    Los Marcianos responden en-viando otro dibujo que tambinconene un tringulo:

    que podra significarahorquen!r.

    As os

    Crditos de ilustracin: Mary EvansPicture Library, Pinin Carpi, Colec-cin J.-L, Degaudenzi, Almasy, J.-L.CharmeVBiblioteca de Artes Deco-rativas-Pars.