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Hacia una nueva victoria electoral Paraguay: golpistas aislados Mercosur: Venezuela y el futuro del bloque Argentina: desafío sindical Uruguay: la nueva voz del Frente Amplio Bolivia: ecología como ariete Cultura: un héroe clandestino Año X - Nº 88 Agosto de 2012 ante el ocaso del Izquierdas capitalismo Venezuela

América XXI - N° 88

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Información y reflexión para todo el continente

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Page 1: América XXI - N° 88

Hacia una nueva victoria electoral

Paraguay: golpistas aisladosMercosur: Venezuela y el futuro del bloqueArgentina: desafío sindicalUruguay: la nueva voz del Frente AmplioBolivia: ecología como arieteCultura: un héroe clandestino

Año X - Nº 88Agosto de 2012

ante el ocaso delIzquierdascapitalismo

Venezuela

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Venezuela16 Transición al socialismo como eje de la campaña electoral18 Venezuela ingresa al Mercosur Por Víctor Álvarez R.

Una diversidad de Partidos difieren entre humanizar el capital o abolirlo. Debatieron en el Foro de São Paulo y brindaron apoyo unánime a la Revolución Bolivariana. Mientras la crisis se profundiza y desnuda la falta de es-trategia en la izquierda europea, nuevas expresiones bus-can recomponerla. Resurge el Manifiesto Comunista.

4 Bitácora

Twitter: www.twitter.com/americaxxiFacebook: www.facebook.com/americaxxi

Resistencia en aumento, régimen aislado

Izquierdas y crisis capitalista

El gobierno de facto paraguayo no logra reconocimiento interna-cional, muestra con medidas concretas el sentido del golpe contra Fernando Lugo y, aliado de la OEA y Washington, quedó de espal-das a la integración suramericana. La movilización popular crece, se organiza y confía en la reconquista de espacios de poder.

Nota de tapa 8 Caracas, capital de la izquierda mundial Por Cristina Camusso, Susana Pérez Miquel y Adriana Albornoz9 Paraguay, G-20 y Venezuela Por Luis Bilbao10 Visto desde Europa Por Patrick Theuret13 Difuso panorama en la izquierda europea Por Alberto Cruz

Paraguay22 Golpistas aislados Por Jorge Zárate23 Fragilidad de los usurpadores Por José Carlos Lezcano

6 GPS

Director: Luis Bilbao | Colaboran en esta edición Asistentes: Caracas: Maryena Presa Velázquez · Buenos Aires: Pilar Gutiérrez · Montevideo: Georgina Rodríguez Redacción: Adriana Albornoz. Víctor Álvarez R. Horacio Bilbao. Cristina Camusso. Alberto Cruz. Ignacio Díaz. Adrián Fernández. Juan M. Fernández Ruiz. José Carlos Lezcano. Susana

Pérez Miquel. Georgina Rodríguez. Patrick Theuret. Mariano Vázquez. Jorge Zárate | Diseño gráfico y Arte: Ana María Pizarro Ruiz. Miguel Vayo | Corrección: Carolina Ocampos | Administración en Caracas Raúl Grioni | Servicio de Agencia Venezolana de Noticias (AVN)

La sección Cultura se realiza con la colaboración de los autores del sitio de internet EncontrArte www.encontrarte.aporrea.org

Redacción central: Av. Belgrano 1915 3°A (CP 1094) Ciudad Autónoma de Buenos Aires Tel: (54-11) 4952-4800. Es una publicación de Fundación Enseñar para Aprender. Pers. Jurídica Nº 000105 I.G.J

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América XXI. Prohibida su reproducción total o parcial. Depósito Legal N° pp200.02CS1450 | ISSN 1690-4141 (Venezuela) | ISSN 1667-8182 (Argentina) | Impresión: En Caracas: Fundación Imprenta Ministerio de la Cultura. Guarenas, Venezuela. En Montevideo: Artes Gráficas S.A. Porongos 3035. En Buenos Aires: IPESA S.A. Magallanes 1315. Ciudad Autónoma

de Buenos Aires. En La Paz: La Andariega Ediciones Calle 19 # 8024 zona de Calacoto. Distribución en 1000 puestos en La Paz y a través de organizaciones sociales en todo el país. Venezuela: Distribución encartada en el diario Correo del Orinoco, el segundo domingo de cada mes. Distribuidora Venezolana del Libro Av. Panteón, Biblioteca Nacional, sótano 3 / Argen-tina: Capital Federal y Gran Buenos Aires: Vaccaro Sánchez y Cía. S.C. Moreno 794 9º/1091. Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Interior y exterior: DISA. Pte. Sáenz Peña 1836, Ciudad

Autónoma de Buenos Aires. Cierre de esta edición: 27/7/12

La tirada total de esta edición suma 37 mil ejemplares impresos en cuatro países -Venezuela, Argentina, Bolivia y Uruguay- y distribuidos también en Paraguay y Chile.

Uruguay30 Desafíos y cambios en el Partido de gobierno Por Georgina Rodríguez

Canadá34 Lucha estudiantil en Quebec Por Juan M. Fernández Ruiz

Argentina28 Condenados por robo de bebés Por Ignacio Díaz29 La CGT rompe con el Gobierno

Historia - Teoría - Debate 36 Reapareció el fantasma Por Carlos Marx y Federico Engels

Cultura42 Patrimonio cultural e identidad43 Breves44 La historia de un héroe clandestino Por Horacio Bilbao

América Latina20 Integración o asunción de la ofensiva imperial Por Adrián Fernández

Bolivia32 Falso ecologismo contra la Revolución Por Mariano Vázquez

49 Libros

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4 · Bitácora Agosto de 2012

Nicaragua, sede de movimientos sociales y juveniles de izquierda

Los encuentros de Movimientos Sociales y Juventudes de Izquierda de Latinoamérica y el Caribe en Managua brindaron un fuerte apoyo a la Revolución Sandinista en el 33° aniversario de su victoria.

236 representantes de organizaciones socia-les y sindicales de Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá y Venezuela –junto con invitados de Bélgica, Sue-cia y España– respaldaron al Frente Sandinista de Liberación Nacional (Fsln) y condenaron “las

viejas y nuevas formas de dominación del sis-tema capitalista y del imperialismo norteameri-cano y europeo”, tras un encuentro de tres días celebrado en la Universidad Nacional de Inge-niería. Las “bases e intervenciones militares”, la manipulación de la opinión pública, los golpes de Estado “militares o jurídico-administrativos” y la llamada “economía verde” fueron objeto de análisis, críticas y denuncias durante el sex-to Encuentro de Movimientos Sociales de las Américas y el Caribe.

En un año, 17 per-sonas murieron por disparos de armas en Finlandia; 35 en Aus-tralia; 39 en Inglaterra y Gales; 60 en España; 194 en Alemania; 200 en Canadá y 9.484 en Estados Unidos.

“Disponemos de sólidas informaciones de inteligencia según las cuales la red terrorista Al Qaeda ha tomado otra dirección: hacia Siria, para ayudar y servir de enlace, para cometer ataques terroristas”

Hoshiyar Zebari, ministro iraquí de Asuntos Exteriores

“Si Occidente mantiene su postura sobre Siria, podría em-peorar la situación en el país y posiblemente hasta comience una guerra”

Serguéi Lavrov, canciller ruso

“No entramos en una carrera armamentística, pero nadie debe du-dar de la seguridad y eficacia de nuestro arsenal nuclear, así como de la defensa aeroespacial”

Vladimir Putin, presidente de Rusia

“En general las acciones del señor (Hugo) Chávez, en los úl-timos años, no han tenido una repercusión grave en nuestra seguridad nacional’’ Barack Obama, presidente de Estados Unidos

“La idea de que esta nación (Venezuela) y este Presidente (Chávez) no representan una amenaza a la seguridad nacional es simplemente ingenua y una aceptación extraordinaria de parte del Pre-sidente (Obama) de que está totalmente fuera de contacto con lo que ocurre en América Latina”

Mitt Romney, candidato a la presidencia estadounidense por el Partido Republicano

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No ocultes las cicatricesen la rápida destilería de la sangrehe olidoefluvios de narcóticos conocidosno ocultes las cicatrices. El tubérculo de nuestra carne comúnpisoteado hasta lo hondo de la tierra combatela muerte, recién cinchado arremete contra el solmas temiendo que resulte ser una concha huecao que los pies de las vidas recién nacidasse hundan en el vacío de la falsedadno hinches la piel ajada de la tierrapara glasear las grietas del tambor. No te cubras de costrasni hagas del dolor el lamentode un farsante con mala lenguasu rostro una máscara de velos pintadael aliento reseco por su propia bilisun corazón de retazos y una sonrisa de calaverapara burlar los rigores delexorcismo. Grietas en la pintura. Legadlos solos latidos del duramena los seguidores del velatoriorecién nacidos.

Bitácora · 5

En la Declaración emitida el 18 de julio, los participantes apuntaron al desarrollo de una “red de amistad y solidaridad entre los pue-blos” y a la defensa y fortalecimiento de “la integración justa y solidaria” para vencer “las campañas de desprestigio y el aislamiento” que imponen los imperialismos.

En simultáneo, el tercer Encuentro de Ju-ventudes de Izquierda sesionó bajo el lema “La juventud trabajadora frente a los nuevos desafíos”. Y destacó al Alba como la mayor ex-

presión actual de “integración justa, solidaria y complementaria” del mundo, según la Declara-ción final.

Al cierre de los eventos, el pueblo nicara-güense celebró con una masiva movilización y concentración en la Plaza de la Fe el 33° aniversario del triunfo de la revolución san-dinista. El presidente Daniel Ortega prometió ante la multitud no descansar, “para combatir la pobreza, el analfabetismo, la desnutrición y la injusticia hasta erradicarlas”. Y alertó que

los adversarios históricos “conspiran y utilizan todas las formas posibles para aterrorizar y atemorizar al pueblo”.

A principios de julio, la Asamblea Nacional aprobó la construcción de un canal interoceáni-co alternativo al de Panamá y con mayor anchu-ra y profundidad. Costará 30 mil millones de dó-lares y será controlado por una empresa mixta, con el 51% de las acciones en poder del Estado nicaragüense. Brasil, China, Rusia y Venezuela colaborarían en su financiación.

“(En Paraguay) existe una situación de normalidad política, social y económi-ca que es conveniente preservar”

José Miguel Insulza, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA)

Después de la guerra

Wole Soyinka

“Según los informes globales, actualmente somos la economía número 17 del ranking mundial y seremos la número 15 dentro de dos años”

Mahmoud Ahmadinejad, presidente de Irán

“La Iglesia ofreció sus buenos oficios, y frente a familiares que se tenía la certeza de que no harían un uso político de la información, se les dijo que no busquen más a su hijo porque estaba muerto”

Jorge Rafael Videla, ex dictador argentino (1976-1981), sobre el rol de la Iglesia católica durante la aplicación del plan sistemático de desaparición de personas en la última dictadura argentina

“España no tiene otra alternativa… (el gobierno) des-graciadamente no puede decidir entre un bien y un mal, sino entre un mal y un mal peor”

Mariano Rajoy, presidente de España, tras los nuevos recortes anun-ciados en julio

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Agosto de 2012

Denuncias tras el triunfo del PRI en México

Cuba: simbólico viaje presidencial

El Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el oficia-lista Partido Acción Nacional (PAN) denunciaron al candidato Enrique Peña Nieto, ganador de las elecciones presidencia-les del 1 de julio, de presunto lavado de dinero y compra de votos. Las acusaciones se sumaron a las sospechas de irregularidades contra el postulante del Partido Revolucio-nario Institucional (PRI), que obligaron al recuento oficial de sufragios.

Los presidentes del PAN y el PRD pidieron al Instituto Fede-ral Electoral (IFE) y a la Procuración General de la República (PGR) que se expidan “antes de que Peña Nieto sea declara-do presidente electo”. En una conferencia de prensa, ofrecida el 12 de julio, ambos partidos afirmaron que “existen evi-dencias fuertes, contundentes, de manejo ilegal de recursos durante esta campaña”. Si bien aclararon que “la acusación no implica necesariamente que se trate de dinero del crimen organizado”, reafirmaron que se percibe “el manejo de fon-dos de procedencia desconocida por las vías no oficiales”. Ambos partidos sospechan de una triangulación financiera a través de empresas fantasmas al grupo Monex para la emi-sión de monederos electrónicos (tarjetas prepago) para pa-gar a operadores políticos del PRI.

El PRI rechazó las acusaciones sobre el presunto “uso de fondos ilícitos” durante la campaña electoral, aunque reco-

noció que utilizó tarjetas de prepago para cubrir “gastos or-dinarios” durante el proceso. Si bien negó tener relación jurí-dica o comercial con Banco Monex o haber recibido “aportes ilícitos” de esa u otra empresa, admitió que en marzo pasado contrató a la empresa “Alkino Servicios y Calidad” para pres-tar servicios “consistentes en la entrega de tarjetas de prepa-go con recursos disponibles para ser utilizadas por personas autorizadas por el partido”. Agregó que “como resultado de la contratación (…) el PRI recibió siete mil 851 tarjetas de prepago con recursos disponibles, por un monto total de 66 millones 326 mil 300 pesos (4,9 millones de dólares)”.

Luego de la presentación de las denuncias, el PRD anun-ció un plan de acción para demostrar que Peña Nieto “compró la Presidencia”. El programa incluye asambleas informativas en todo el país, mensajes públicos por medios de comunicación, en la vía pública y en redes sociales; y festivales artísticos.

De acuerdo con los resultados previsionales, Peña Nieto obtuvo 38,21% de los votos computados; Andrés López Obrador, del PRD, 31,59%; y Josefina Vázquez Mota, del PAN, con 25,41%. El recuento oficial debe finalizar antes del 6 de septiembre para poder concretar el período de transi-ción hasta la asunción del nuevo mandatario, previsto para el 1 de diciembre.

Raúl Castro emprendió en julio una exitosa gira por Rusia, China y Vietnam.

En China, el Presidente cubano y su par Hu Jintao fir-maron ocho acuerdos de cooperación. Entre ellos, un préstamo sin interés del Banco de Desarrollo de China al Nacional de Cuba para la rehabilitación y modernización de instalaciones médicas de la isla y un plan agrícola para el período 2012-2016 para incrementar la producción de ali-mentos en Cuba. También firmaron convenios en materia educativa y biotecnológica.

El secretario general del Partido Comunista de Vietnam, Nguyen Phu Trong, recibió a Raúl Castro tras su paso por China. Entre las diversas actividades de la máxima autori-dad cubana en Hanoi resaltó -por su alto valor simbólico- su visita al Mausoleo de Ho Chi Minh, a quien conoció en su primera visita al país en 1966. “A Vietnam tenemos que dar-le las gracias permanentemente por las lecciones que nos han dado”, declaró después. Castro se reunió también con el Presidente, el primer ministro y la máxima autoridad de la Asamblea Nacional del país.

Vietnam es el mayor proveedor de arroz que tiene Cuba. Ambos países intercambian calzado, computadoras, pro-ductos electrónicos, madereros y café. También sostienen cooperaciones en materia de agricultura, petróleo, gas, turis-mo, infraestructura y educación.

Rusia fue el último destino que visitó el Presidente cuba-no. En cuatro días de actividades, Castro se reunió con su homólogo Vladimir Putin y el primer ministro Dimitri Medve-dév. Revisaron los convenios de cooperación firmados tres años atrás en Moscú sobre transporte, energía, teleco-municaciones y farmacéutica, entre otros rubros, con el objetivo de aumentar el volumen comercial. Y discu-tieron posibles inversiones en hidrocarburos, comuni-caciones, producción naviera y maquinarias. También intercambiaron puntos de vista respecto de la agenda internacional, según declaraciones de Medvedév.

En diez días de actividades, Cuba ratificó los fuertes vínculos que unen al país con tres históricos aliados del Gobierno y el Partido, al reimpulsar vínculos de co-operación política y económica.

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Recrudece la guerra civil en Siria

Las Fuerzas Armadas de Siria repelieron la ofensiva que grupos armados opositores, financiados desde el exterior por Estados Unidos y países aliados de Europa y el Golfo Pérsico, emprendieron a fines de julio en Damasco, capital del país. La operación militar insurgente fue lanzada luego del atentado terrorista del 18 de julio que mató a los líderes del aparato de seguridad del gobierno: el ministro de Defen-sa, el Jefe de Seguridad Nacional y el viceministro de Defen-sa, un cuñado del presidente Bashar Al Assad.

El avance realizado por el llamado Ejército Sirio Libre (ESL) “para llevar a Siria a un estado de completa y total desobediencia civil”, según comunicaron, fue exitosamente contrarrestado en Damasco por los militares leales al gobierno. Miles de hombres armados habían ingresado simultáneamente desde Turquía, Lí-bano, Jordania e Irak con el objetivo de derribar al Presidente.

“Estados Unidos es un participante en el conflicto. Está proporcionando protección y apoyo político a esas bandas para desestabilizar Siria”, declaró Al Assad luego del atenta-do, que fue justificado desde la Casa Blanca.

El subsecretario de Asuntos Públicos del Departamento de Estado, Mike Hammer, declaró que Estados Unidos y sus aliados buscan crear “condiciones que conduzcan a un rápido colapso del régimen sirio” ante “la inevitable caída de su presidente, Bashar Al Assad”. Para ello, Washington promueve el endurecimiento de las sanciones económicas contra Siria y el financiamiento de los grupos opositores.

Pero, según publicó The Washington Post, Estados Unidos no logra controlar la situación: sus servicios de inteligencia incrementaron el trabajo para obtener información sobre los grupos insurgentes antigubernamentales y las Fuerzas Ar-madas de Siria porque no pueden hacer pie en el terreno.

La oposición a Al Assad se encuentra totalmente dividida y los intentos europeos y estadounidenses por unificarlos han fracasado hasta ahora. Diferentes funcionarios de inteligen-cia citados por el periódico afirmaron tener más dificultades que en Libia y Egipto, y depender más directamente de alia-dos regionales, como Jordania y Turquía, que tienen a su vez sus propios intereses en el conflicto. Desde la CIA ven al autodenominado Ejército Libre Sirio como un frente des-organizado, sin liderazgo efectivo y posiblemente infiltrado por islamistas radicales. De todas maneras, el gobierno de Obama intensificó sus acciones encubiertas para derrocar al gobierno “de cualquier forma”, según informó The Wall Street Journal el 23 de junio.

En Siria, los principales enfrentamientos se habían trasla-dado a la ciudad de Alepo, centro económico del país, al cie-rre de esta edición. Mientras desde el gobierno y la oposición afirman estar avanzando en el terreno militar, lo concreto es que en varias regiones del país se multiplican actos terroris-tas, acciones racistas, feroces represiones. Cientos de miles de sirios han salido al exilio o están instalados en campa-mentos de refugiados.

GPS · 7

Trágico brote de violencia étnica en la India

Al menos cuarenta personas murieron en la India, tras una semana de enfrentamientos étnicos y re-

ligiosos en la región de Assam, ubicada en el noreste del país. La violencia forzó a casi 200

mil personas a abandonar sus hogares y a buscar refugio en campamentos.

Los hechos comenzaron durante la úl-tima semana de julio, en una zona co-nocida como “la tierra de los bodos”, cuando esta pequeña comunidad étnica enfrentó por cuestiones territoriales a inmigrantes musulmanes llegados en

las últimas décadas de Bangladesh. Las autoridades regionales informaron que

los enfrentamientos comenzaron tras un

ataque a dos estudiantes musulmanes que fue respondi-do con el asesinato de cuatro bodos.

El 24 de julio, en apenas 24 horas, al menos cinco po-blados fueron arrasados por rebeldes de ambos grupos, dejando a su paso chozas y viviendas reducidas a cenizas y escombros.

El gobierno dispuso el toque de queda y el envío de milita-res para ayudar a la policía. Las fuerzas de seguridad también se encargaron de custodiar los trenes y garantizar el servicio ferroviario, que estuvo paralizado durante 48 horas.

“La tierra de los bodos” es un territorio semiautónomo ubicado entre Bután y Bangladesh. En los siete estados de esta región, con una gran diversidad étnica y lingüís-tica, operan cientos de grupos insurgentes, muchos de ellos secesionistas o autonomistas.

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Un apoyo contundente a la Revolución Bolivariana y al comandante Hugo

Chávez en las próximas elecciones del 7 de octubre fue una de las resultantes del XVIII° Foro de São Paulo (FSP) realizado en Cara-cas entre el 3 y el 5 de julio pasado.

La resolución de mayor relevancia de este encuentro fue definir una jorna-da mundial de actividades en respaldo a la transición al socialismo que vive Venezuela y la condición primera para su continuidad: la victoria de Hugo

Chávez en las elecciones del 7 de octu-bre próximo. “Tu victoria será nuestra victoria”, terminaba diciendo un men-saje grabado del ex presidente brasile-ño Luiz Inácio Lula da Silva, transmiti-do en el acto de cierre.

Y así lo entendió el conjunto de parti-dos y organizaciones presentes, más allá de las notorias diferencias entre ellas.

Ese fue el clima y el sentir colectivo do-minantes de los más de 150 delegados de organizaciones políticas, provenientes de

35 países presentes en el Foro. Con par-tidos invitados se contaron alrededor de 600 delegados de más de 80 partidos y or-ganizaciones y movimientos de izquierda y progresistas de unos 30 países de Amé-rica Latina, Europa, Asia y África.

La jornada mundial de apoyo a la Re-volución Bolivariana tuvo lugar el 24 de julio, aniversario del nacimiento de Si-món Bolívar (ver pág. 17).

Debate inconclusoEn sordina o de manera abierta en el

trabajo de Mesas y Seminarios del XVIII Encuentro, de manera rotunda al momen-to de clausura, tomó cuerpo el debate que atraviesa a todo el arco de izquierdas: re-forma o revolución; “capitalismo produc-tivo” (neokeynesianismo, neodesarrollis-mo) o socialismo del siglo XXI. Ser parte del salvataje del capital desde el G-20 o artífice del horizonte del Alba.

La amplitud de fuerzas que se dieron cita

Encuentro: como el Aleph, el Teatro Teresa Carreño de Caracas mostró el conjunto de izquierdas que en todo el mundo afronta la crisis del capi-talismo. Una diversidad por momentos extrema, vacilante todavía entre las opciones de humanizar el capital o abolirlo. La XVIIIª edición del Foro de São Paulo permitió a la Revolución Bolivariana mostrar avances y desafíos ante el más amplio espectro imaginable de izquierdas e ini-ciar un debate político y estratégico que presumiblemente dominará el escenario del pensamiento y la acción luego del paso trascendental que significará el resultado de las elecciones en Venezuela el 7 de octubre.

Caracas, capital de la izquierda mundial

Todo el arco antimperialista reunido al amparo de la Revolución Bolivariana

8 · Nota de tapa Agosto de 2012

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, en el acto de clausura del XVIII° Encuentro del Foro de São Paulo, Teatro Teresa Carreño, Caracas. Foto: Alexander Gómez/AVN

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Un panorama sin precedentes se presenta ante organi-zaciones, cuadros políticos y militantes que en todo el

mundo se ubican en el vagaroso arco de izquierdas. A diario los medios de difusión de todo signo informan

acerca del empeoramiento del sistema global, en constante aceleración desde los centros metropolitanos hacia cada rin-cón del planeta. Estas páginas han informado y analizado una y otra vez causas y efectos del creciente malestar mundial. Aquí cabe relegar ese dato clave para observar su contrapar-te: el estado del sujeto social y político que, en la teoría y en la práctica, debe responder a la más grave crisis en la historia del capitalismo.

La reunión en Caracas de más de 80 partidos y organizacio-nes de izquierdas de los cinco continentes es ocasión propicia para hacerlo. La declaración final, titulada “Llamamiento: los pueblos del mundo unidos por Venezuela”, ofrece claves de la dinámica de ese con-junto (ver texto comple-to en www.americaxxi.com.ve).

Ante todo, resalta el hecho de que allí se haya podido encontrar un punto de acción co-mún para un conjunto tan controvertido de fuerzas y posiciones, y que ese punto haya sido la reivindicación y de-fensa de la transición al socialismo en Venezue-la. La realización de una jornada mundial el 24 de julio bajo la consigna “Día de solidaridad mundial de los pueblos con la Revolución Bolivariana de Venezuela y el comandante Hugo Chávez” fue un doble paso adelante para las izquierdas allí presentes: por primera vez un arco tan extendido asume sin cortapisas un compromiso explícito con esta revolución, in-comprendida hasta no hace mucho y a menudo condenada de soslayo; el compromiso tomó cuerpo en una jornada unitaria internacional de denuncia a la escalada de agresiones impe-rialistas contra Chávez y su gobierno, ensayo elocuente por su extensión geográfica e ideológico-política.

Un primer saldo de aquel encuentro en Caracas y la pos-terior realización de la jornada solidaria queda a la vista: la revolución bolivariana y socialista en curso en Venezuela es un punto de aglutinamiento de fuerzas dispersas, en muchos casos debilitadas y en tantos otros confundidas y desmorali-

zadas. La posibilidad de un reagrupamiento mundial antim-perialista y anticapitalista plantea por sí misma la potencial reconfiguración drástica del panorama político planetario y el cambio en las relaciones de fuerzas globales.

IncógnitasMuchas dificultades prácticas e incógnitas teóricas recla-

man respuesta para que ese cambio potencial se consume. Ante todo, la asunción plena de la realidad mundial.

Dos fuerzas poderosas avanzan hacia un cruce de caminos donde el choque será inevitable. Una, la crisis intrínseca, au-togenerada, del sistema de producción. La otra, la resisten-cia de masas, que en América Latina adquirió envergadura mayor con el Alba y la estrategia socialista. La primera es irracional y avanza hacia el punto de descontrol. La segunda, aunque resulta de poderes subterráneos que en su lógica sim-

ple apuntan igual-mente a la acción desesperada, más allá de la razón, tie-ne en cambio la po-sibilidad histórica de alcanzar la con-ciencia, organizar-se y marchar hacia un objetivo racio-nalmente trazado. Tanto más cuando en su seno, como queda dicho, late el Alba, un conjunto

de países latinoamericanos empeñados en alcanzar el socia-lismo del siglo XXI.

En el centro de este dilema para la humanidad están las izquierdas. Así, en plural, indicativo de tal diversidad que, como sucede con ciertas especies, resulta difícil definir si per-tenecen al reino vegetal o al animal, si son materia orgánica o inorgánica. La duda, en este caso, es cuáles son izquierdas para la revolución socialista y cuáles para el mejoramiento, la supuesta humanización, del capitalismo.

Una contribución acaso decisiva para afianzar este primer paso dado en Caracas será distinguir entre unas y otras a fin de potenciar una izquierda anticapitalista a escala mundial, a la vez que se continúa sin desmayo en la articulación de ins-tancias de amplia convergencia para enfrentar el belicismo imperial, sostener las libertades democráticas y los derechos

Batalla de ideas

Nota de tapa / Análisis de la noticia · 9

Por Luis Bilbao

continúa en pág. 50

“El socialismo pequeño burgués ha analizado con gran agudeza las contradicciones del moderno régimen de pro-ducción (...) Pero en lo que atañe a sus fórmulas positivas, este socialismo no tiene más aspiración que restaurar los antiguos medios de producción y de cambio, y con ellos el régimen tradicional de propiedad y la sociedad tradicional, cuando no pretende volver a encajar por la fuerza los mo-dernos medios de producción y de cambio dentro del mar-co del régimen de propiedad que hicieron y forzosamente tenían que hacer saltar. En uno y otro caso peca, a la par, de reaccionario y de utópico” (Manifiesto Comunista)

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Miradas de esperanza se vuelven del mundo entero hacia Cara-cas, más aún desde que ésta abrió sus puertas a los 110 partidos de la izquierda latinoamericana, agrupados en el seno del Foro de São Paulo, y ha invitado a las fuerzas de izquierda de los demás continentes. El hecho de que los partidos izquierdistas, más pre-cisamente los revolucionarios, no imaginen su combate sin una alianza continental, así como tampoco imaginan a esta última sin una unión mundial, responde a un principio fundamental y funda-dor: el internacionalismo.

No va a ser en el siglo XXI –para todos los campos la “globaliza-ción” es un hecho establecido– que este internacionalismo venga a desmentir aquel concepto nacido en el siglo XIX, al mismo tiempo que los balbuceos del capitalismo. Subjetividad y objetividad forman aquí, naturalmente, un cuerpo conjunto. No es el caso para todo el planeta: las diferencias entre América y Europa aparecen entonces netamente marcadas.

Relación con el imperialismo y formas de alianzas regionales y continentales

Lo que hace a la fuerza de la izquierda latinoamericana es su an-timperialismo, embebido en décadas de luchas frecuentemente do-lorosas. Su soplo patriótico le ha dado la facultad de expandir sus

alianzas y sus rangos con objetivos ampliamente compartidos para el desarrollo, la cooperación y la solidaridad.

Lo que hace a la debilidad de la izquierda europea es el peso de su inserción dentro del sistema imperialista mundial. Han tran-sitado de una guerra a la otra con los principios de libertad, de democracia y de los derechos del hombre en los labios. Entre las manos han tenido las manipulaciones políticas y mediáticas, la militarización de los conflictos y los bombardeos directos.

La unidad en América Latina y en el Caribe es portadora, junto a otras alianzas, de una alternativa mundial. La Unión Europea, en cambio, es un motor de política reaccionaria y un pilar de la Otan.

La perspectiva del socialismoLo que hace a la fuerza de la izquierda latinoamericana es la so-

lidez de su centro socialista, con ideas decididas, de gran influencia al punto de ocupar un elevado número de puestos gubernamentales esenciales. Es precisamente este puente espectacular construido en-tre el socialismo “realmente existente” dentro del continente (Cuba) y el socialismo aún a construir del siglo XXI (Venezuela y otros), que da un baño de agua fría a Estados Unidos frente a la consigna ideológica del “fin de la historia”.

Lo que hace a la debilidad de la izquierda europea es que es a la

en Caracas trasciende con creces la deno-minación de izquierda, de por sí imprecisa.

En efecto, en esa heterogeneidad ideológica y política estriba la clave para lograr la mayor confluencia de vo-luntades y actuar como frente antimpe-rialista continental y mundial y forjar el más amplio bloque contra la guerra.

Esta voluntad estuvo reflejada en los 14 talleres temáticos que discutieron las experiencias de los partidos integrantes del Foro en funciones de gobierno y las distintas experiencias de movilización y lucha vigentes en América Latina y el Caribe. Fueron debatidos también temas tales como migraciones, movi-

mientos sindicales y sociales, pueblos originarios, seguridad agroalimentaria, seguridad y narcotráfico.

La afirmación antimperialista y antica-pitalista fue un pilar, junto a los ejes pro-gramáticos específicos, en las resolucio-nes del Ier Encuentro de las Mujeres, el IV° de las Juventudes, el Seminario sobre paz, soberanía nacional y descoloniza-ción y el II° Seminario sobre gobiernos progresistas y de izquierda.

Los debates en comisiones supera-ron el tono de la Declaración Final. La Asamblea del Foro se vio reducida a la lectura de las síntesis de los talleres y Encuentros, saludos de fuerzas intervi-nientes e invitados. Tiempo escaso para la participación y el debate, que hizo echar de menos los Plenarios de los pri-meros años del Foro. En todo caso, el encuentro hizo evidente y palpable el papel de América Latina en el difícil proceso de recomposición de fuerzas a nivel mundial.

De la resistencia a la ofensivaEl FSP nació entre el 2 y el 4 de julio

de 1990, por decisión e impulso del Par-tido Comunista de Cuba y el Partido de

10 · Nota de tapa Agosto de 2012

Reunión preparatoria del IV° Encuentro de las Juventudes. Hotel Alba Caracas, Caracas. Foto: Verónica Canino/AVN

Visto desde Europa

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vez el continente del socialismo vencido y destruido en el siglo XX y de una izquierda demócrata-socialista de gran trayectoria, pero que ha sido completamente convertida al capitalismo.

La unidad de la izquierdaLógicamente, tampoco existe en Europa nada que se asemeje

al Foro de São Paulo, que aúne la amplitud geográfica e ideoló-gica por un lado, pero con claridad de miras por otro. Varios re-agrupamientos coinciden en algunos puntos, compiten en otros, y reflejan los resultados de un largo declive, fruto de la asimila-ción y el reflujo político.

Es por esta razón que una declaración como la de Caracas resuena fuerte cuando se define el contexto: “fuerte crisis es-tructural del capitalismo” que conduce a “amenazas contra la paz mundial y la agresividad militar e injerencista del imperia-lismo que intenta revertir su declive”, al tiempo que subraya que “mientras en regiones como Europa y Estados Unidos, el neoliberalismo sigue siendo fundamento ideológico de la polí-tica económica (…), en América Latina las fuerzas progresis-tas y de izquierda dirigen los destinos de una parte importante de las naciones del área y despliegan iniciativas que han per-mitido superar en alguna medida la larga noche neoliberal”.

Concluye “convocando a los pueblos a luchar contra el neolibe-ralismo y las guerras, a construir un mundo de paz, democracia y justicia social. Otro mundo es posible y nosotros y nosotras lo estamos construyendo: un mundo socialista”.

Es esta unidad de los pueblos y de sus Estados para la uni-dad y la soberanía en la lucha contra el Imperialismo, este objetivo compartido del socialismo lo que le falta a la izquier-da europea. Y es en ese duro combate que se ha librado con la crisis mundial, en estas movilizaciones desde Grecia hasta Portugal, pasando por España, donde los pueblos europeos vuelven a encontrar poco a poco su lugar en la lucha por este nuevo mundo.

En efecto, es la izquierda latinoamericana y en particular el pro-ceso revolucionario bolivariano en Venezuela, de la mano de Hugo Chávez, y su llamado a la solidaridad de todos los “indignados del mundo”, la que hace el mayor bien a la izquierda europea, que sa-cará un mayor provecho en sus futuro combates si se inspira aún más de la latinoamericana para luchar contra el imperialismo y en pos de una nueva era del socialismo.

Desde París,

Patrick Theuret

los Trabajadores de Brasil. Fue una res-puesta fuerte en el marco de la debilidad de una etapa defensiva de la clase obrera y los pueblos del mundo ante la caída de la Unión Soviética y la ofensiva imperia-lista. Dos décadas después, el desafío es cómo pasar a la fase ofensiva en el plano ideológico, político y organizativo.

Chávez tomó sin rodeos esa exigencia en su intervención de clausura: “Ponga-mos sin temor la piedra fundamental de la liberación suramericana, latinoame-ricana, caribeña y mundial. El Foro de São Paulo ha cumplido hasta ahora una gran tarea en estos años, 22 años, pero tiene mucho más que hacer el Foro. Yo, por ejemplo, soy uno de los críticos, no del Foro de São Paulo, no, de los Fo-ros en general, porque a veces se habla mucho y se dice todo. (La Declaración Final) es como la agenda mundial. Ahí está el mundo, los problemas del mun-do contenidos. Ahora, una pregunta sólo para la reflexión, no es ninguna pre-gunta acusatoria, no, una pregunta de hermano y de compañero. Cuando nos vayamos de aquí (...) cuando nos despi-damos hoy y mañana lleguemos allá y allá y más allá ¿qué vamos a hacer para

Nota de tapa · 11

Visto desde Europa

(Fragmento)Los Partidos Políticos, Organizaciones, Movi-mientos Sociales y Personalidades que suscribi-mos el presente llamamiento, acordamos:1. Movilizar a la opinión pública mundial con-tra la campaña de descrédito y mentiras que adelanta el Departamento de Estado y las grandes empresas de la comunicación contra la Revolución Bolivariana.2. Concretar la solidaridad con la Revolución Bolivariana y el Comandante Hugo Chávez re-alizando actividades y eventos para difundir los logros políticos, económicos, sociales, cul-turales y ambientales del proceso de inclusión y dignificación del pueblo venezolano en la con-strucción del buen vivir de la Patria.3. Alertar a la opinión pública mundial sobre el plan de la ultraderecha nacional e internacional dirigido a desconocer los resultados electorales del 7 de octubre con el fin de desestabilizar al proceso democrático y revolucionario de Ven-ezuela. Nos comprometemos a realizar diversas iniciativas de movilización y comunicación, con la siguiente agenda común:1. Convocar y realizar un “Día de Solidaridad Mundial con la Revolución Bolivariana y el Co-mandante Hugo Chávez” (229° Aniversario del Natalicio del Libertador Simón Bolívar), reali-zando en las capitales y otras ciudades, actos,

mítines, ruedas de prensa y ofrendas florales al Libertador Simón Bolívar.2. Conmemorar el 8° Aniversario de la Victoria Popular en el Referéndum Ratificatorio del 15 de agosto de 2004, al celebrarse el 207° Ani-versario del Juramento de Simón Bolívar en el Monte Sacro.3. Celebrar en la primera quincena de septiem-bre de 2012, en Caracas, un “Encuentro Inter-nacional de Solidaridad Mundial de los Pueblos del Mundo con la Revolución Bolivariana Vene-zolana y el Comandante Hugo Chávez”. Con ese fin se convocará a líderes políticos, sindicales, deportivos, personalidades de la cultura, profe-sionales, intelectuales y movimientos sociales.4. Promover una carta en solidaridad con la Revolución Bolivariana suscripta por los más diversos sectores del mundo de la ciencia y la cultura, la cual será publicada en el mes de agosto de 2012.5. Acometer jornadas con las colectividades de migrantes venezolanos en cada país, para pro-mover la defensa de la Revolución Bolivariana Venezolana y el voto para el 7 de octubre de 2012.(...)Convocamos a todos aquellos sectores que luchan por la causa de la humanidad, a sumarse a esta campaña internacional y asumir de esta manera el compromiso con la justicia, la igual-dad y la paz que demanda esta hora histórica.

Llamamiento: los pueblos del mundo unidos por Venezuela

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aunque sea milimétricamente avanzar en el cumplimiento o en la lucha, en la batalla para transformar ese mundo que hoy tenemos?”.

En medio de un silencio tenso el pre-sidente venezolano continuó:“En una ocasión, por ejemplo, Lula fue el que me dijo: Chávez, qué es eso de llamar a la Vª Internacional. Le dije: bueno, ocurrencias. A veces uno lanza (...) una idea a ver qué pasa. Una vez aquí en Caracas en una reunión de partidos (...) dije: ¿por qué no creamos la Vª Inter-nacional? Bueno, llámese como se lla-me. Es el Foro de São Paulo, pudiera ser. Pero ¿dónde está la organización, dónde está el ejército? Ustedes saben mi formación. ¿Dónde está el comando, dónde está el plan de batalla? Yo qui-siera verlo, el plan concreto, científico, diría Carlos Marx”.

Tarea pendienteEn efecto, hacia noviembre de 2009,

frente a las delegaciones de cerca de 55 organizaciones de más de 30 paí-ses en un Encuentro Internacional de partidos de izquierda, Chávez había llamado a edificar la Vª Internacional. Ya había ocurrido el golpe de Estado en Honduras, el despliegue de bases militares en territorio colombiano, la amenaza de la IVª Flota de Estados Unidos en el hemisferio Sur y la crisis capitalista había alcanzado una esca-lada mayor.

Casi tres años después, la crisis aca-bó con gobiernos europeos y puso con-tra la pared a partidos de izquierda, sin-dicatos y estructuras estudiantiles. Un aluvión de “indignados” y juventudes ganaron las calles, no sólo en Europa sino también en el corazón del imperio

yanqui. En el primer caso develaron el papel claudicante de las posturas conci-liadoras de las socialdemocracias y los progresismos, y además las falencias de las estructuras sindicales y políticas de la izquierda tradicional. El imperia-lismo arremetió en África, desangró a Libia e intenta caminos análogos en Si-ria e Irán. A Honduras, se sumó como eslabón más débil de la cadena Para-guay. Estados Unidos arremete contra los países del Alba y redobla sus ata-ques a Venezuela.

Esas voces de denuncia y resistencia se alzaron en el Foro. Resta todavía el paso decisivo para darles forma y ca-pacidad de lucha frente a la convulsiva crisis del capitalismo mundial.

Desde Caracas, con informes de Cristina Camusso,

Susana Pérez Miquel y Adriana Albornoz

12 · Nota de tapa Agosto de 2012

Cinco mesas de trabajo sesionaron el 5 de julio en el Insti-tuto Cardiológico Infantil Latinoamericano de Caracas con la presencia de delegadas de más de 20 países, entre ellos de Palestina y República Árabe Saharawi. Las participantes con-taron con algunos documentos de orientación para el debate: una propuesta elaborada desde un equipo de mujeres del Foro de São Paulo; un texto de la titular del Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de Género, doctora Nancy Pérez Sierra, quien abrió la jornada y presentó a la Mesa de Coordinación, y un texto realizado por más de 110 organizacio-

nes feministas y de mujeres, pertenecientes de Redes y Frentes que integran el Gran Polo Patriótico.

Esa síntesis fue producto de debates en todo el territorio de Venezuela desde 2011 a la actualidad, para aportar no sólo al Programa de Gobierno, sino para ser considerado en el II° Plan Socialista de la República.

Con todos los matices de la diversidad presente, las coinci-dencias fueron firmes en cuestiones fundamentales: es inhe-rente a la lucha por el socialismo la erradicación del patriarca-do. El feminismo es parte de la construcción de una sociedad socialista. Es preciso impulsar medidas de acción positiva (cuotas, alternancia de género, gabinetes paritarios), Secre-tarías de políticas públicas para las mujeres, Comisión parla-mentaria mixta para el seguimiento de las políticas. Si bien se verifican avances en leyes contra la violencia de género, dentro y fuera del ámbito familiar, sólo un 35% de países de la región tipifican como delito el femicidio y ninguno del Caribe.

Otros campos pendientes son la batalla por el aborto se-guro, legal y gratuito y el acoso sexual. En la mayoría de las legislaciones penales no se reconoce la violencia sexual du-rante conflictos armados como delito de lesa humanidad y la impunidad que rodea al fenómeno del tráfico de mujeres para la prostitución, uno de los negocios más rentables junto al nar-cotráfico y al tráfico de armas. Se resolvió conformar una Red de Mujeres antimperialistas, por el socialismo y la paz y crear un Observatorio propio de recolección de datos e información, desagregados por clase, etnia y género.

C.C; S.P.M; A.A

Primer Encuentro de Mujeres Agenda política para la acción

Foto: Verónica Canino/AVN

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Nota de tapa · 13

La izquierda europea está sumida en una enorme confusión. Tanto que,

por necesidad de buenas noticias, se con-sideró que éstas habían llegado tras las elecciones en Francia, Alemania, Grecia o Italia. Así, hubo quien habló de victoria ante el triunfo del socialdemócrata Ho-llande y el fin de la era Sarkozy en Fran-cia. También se alabaron las derrotas de la coalición cristiano-demócrata en Re-nania del Norte-Wetsfalia, el principal

land (equivalente a un departamento o región autónoma) de Alemania, y de las formaciones que apoyaban al gobierno de Berlusconi-Monti en Italia. Incluso se vivió un breve momento de paroxismo con el Partido Syriza y su ascenso elec-toral en Grecia.

Así, se llegó al extremo de afirmar que los resultados electorales en todos estos países ponían de manifiesto el rechazo a una política contraria a los intereses de

las clases populares y la soberanía de los pueblos. Los optimistas añadían, ade-más, que el combate era más una movi-lización general para derrotar a Merkel y Sarkozy (o a Berlusconi-Monti y Ca-meron) que para buscar una alternativa. Porque lo cierto es que la izquierda eu-ropea no tiene alternativa al capitalismo ni a su brutal ofensiva que, mediante la más dura explotación y represión, liqui-da las condiciones sociales, políticas, económicas y culturales de las grandes mayorías del continente.

Italia: fuerte debate políticoLa izquierda europea viene sufriendo

una serie de derrotas, paliadas con algu-nos triunfos. Por ejemplo en Italia, donde la participación directa de los ciudadanos en el debate político se ha iniciado con fuerza. En este país se celebraron elec-ciones municipales parciales en mayo (sólo en un tercio de los municipios).

Urgencia: la izquierda europea carece de estrategia para enfrentar al ca-pital, que practica una brutal ofensiva sobre las condiciones sociales y económicas de las grandes mayorías. La profundización de la crisis capi-talista y su descarga implacable sobre los hombros de trabajadores y des-poseídos plantea un desafío crucial. Ante la evidencia, Partidos históricos y nuevas expresiones masivas intentan recomponer la izquierda europea. Deberán transformar la indignación coyuntural en una respuesta revo-lucionaria de las masas frente al capital para lograrlo. Italia, Alemania, España, Francia, Grecia y Gran Bretaña presentan distintos panoramas. En todos los casos predomina la incertidumbre.

Difuso panorama en la izquierda europea

Sin alternativa al capitalismo en crisis, debate sobre la socialdemocracia

Miles de madrileños recibieron a mineros de Asturias, Castilla y León y Aragón en la culminación de la denominada marcha negra el 9 de julio

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Allí, perdió la coalición pro-Berlusconi/Monti, pero quien resultó beneficiado en mayor medida fue el Partido Democráti-co (PD, ex comunista, hoy convertido en socialdemócrata). Las notorias excepcio-nes se produjeron en Palermo –capital de Sicilia y quinta ciudad en población e im-portancia del país– y Génova. En ambas ganó el candidato apoyado por Refunda-ción Comunista (RC), un partido desga-jado del PD. Lo importante del caso es que en Palermo el candidato triunfador se alzó con el 70,1% de los votos al integrar una candidatura cívica conformada por RC y movimientos sociales de la ciudad.

Junto a RC, el otro gran beneficiado fue el Movimiento 5 Estrellas, que agru-pa a los descontentos con los recortes im-puestos desde Bruselas, sede de la Unión Europea, y que se hizo con la alcaldía de Parma –200 mil habitantes– arrebatándo-sela al PD. Pero lo más interesante de es-tas elecciones italianas es que expusieron la fractura del país, su histórica división entre el Norte y el Sur. Los comporta-mientos políticos han sido totalmente di-ferentes: el Norte ha optado por no votar o por apostar por el Movimiento 5 Estre-llas y el Sur por las candidaturas “cívi-cas”, como la de Palermo.

La novedosa participación de los ciu-dadanos en la discusión política pro-vocó, en muchas ocasiones, un acom-pañamiento a las organizaciones que reclaman una respuesta de izquierda en todos los ámbitos: económico, político, social y cultural. Se trata de una izquier-da que comienza a renegar de pactos con la socialdemocracia, a quien considera co-responsable de la crisis europea, y apuesta de forma decidida por poner el acento en las cuestiones sociales y eco-nómicas frente a las políticas y cultura-les, puesto que la derecha, en todas sus variantes –y cada vez más se comienza a ver a los socialdemócratas como una va-riante de la derecha– se muestra insensi-ble a cuestiones como educación, salud, vivienda y alimentación dignas.

En estos dos polos, la izquierda “clási-ca” y las expresiones de descontento “in-dignado”, se está centrando en estos mo-mentos la recomposición de la izquierda a nivel europeo. Aunque está por verse si este tipo de expresiones, como el Movi-miento 5 Estrellas, o el Partido Pirata en

Alemania y Dinamarca, termina siendo algo más que una muestra de indignación coyuntural. Lo mismo se puede decir del 15-M español, si bien es cierto que no tie-ne representación política partidaria.

Alemania: sindicatos por el statu quoLa postura de RC en Italia es muy si-

milar a la de Die Linke en Alemania. Este Partido ha sido duramente golpeado por la crisis y perdió de forma muy notable la representación que tenía en los land. Sus votos han ido, en una parte, a los socialde-mócratas como “mal menor” y, en otra, se han quedado en casa ante la parálisis que vivía el Partido, inmerso en una batalla interna entre quienes querían un acerca-miento a los socialdemócratas y quienes planteaban posturas más de izquierda. El debate se cerró a principios de junio, cuan-do en un congreso ganó el planteamiento de “más izquierda” y distanciamiento y crítica de los socialdemócratas, al consi-derarlos co-responsables de la política de ajustes fiscales, dado su constante apoyo a las medidas de Merkel, especialmente en cuestiones económicas.

Pero Die Linke tiene un largo camino por recorrer, sobre todo porque la dirigen-cia sindical alemana está apostando por la política del statu quo: los principales sindicatos no se oponen al “pacto de es-tabilidad fiscal” impulsado por Merkel, que impone estrictos límites a los déficits presupuestarios de los países miembros de la zona euro. En Alemania está muy extendida la tesis según la cual la crisis europea no ha surgido por la implacable política capitalista seguida en los últimos años, sino por una “crisis de la deuda” de los países periféricos. Y los sindicatos son partícipes de esta alucinación. De alguna manera se preguntan por qué deberían pa-gar por la mala gestión de los otros. Por eso los sindicatos alemanes son incapaces de romper el vínculo con el Partido So-cialdemócrata (SPD), que ya en 2003 ini-ció el camino de las políticas neoliberales que hundieron Europa.

No obstante, hay un atisbo de esperanza puesto en el principal sindicato alemán, IG Metall, que ha sido capaz de doblegar a la patronal y al Gobierno al conseguir un aumento salarial del 4,3%, duplicando la tasa de inflación. Es el mayor aumento salarial en Alemania desde 1992 y afecta

al sector laboral más combativo, confor-mado por tres millones 600 mil trabajado-res. Fue la primera muestra de debilidad de Merkel y los socialdemócratas. Y la izquierda ha tomado nota de ello.

España: obreros en lucha, sindicatos a remolque

Son los trabajadores quienes, en Espa-ña, se están enfrentando a las mismas me-didas que impone Merkel en Alemania. Lamentablemente no hay en este país una organización política que aunque sea se plantee si es bueno o no colaborar con los socialdemócratas del Psoe.

Izquierda Unida (IU) se recrea en su reciente ascenso electoral de dos a 11 di-putados (las encuestas les dan 20 si hu-biese elecciones ahora) y acaba de apoyar al Psoe como “mal menor” en autonomías como Andalucía (la más poblada, con nueve millones de habitantes), donde co-gobiernan, y Asturias (donde lo apoyan sin compartir gobierno). IU hace tiempo que ha perdido capacidad de convocatoria en las calles al centrarse preferentemente en la actuación institucional. Esa fuerza hoy la tienen sólo los sindicatos.

La última movilización minera es una muestra de cómo las organizaciones sin-dicales, Comisiones Obreras y la Unión General de Trabajadores, se ven obliga-das a realizar acciones a las que son muy refractarias pero no tienen más remedio que apoyar. Es muy significativo que en Portugal, Grecia e incluso Francia duran-te la etapa de Sarkozy, se hayan realiza-do más huelgas generales que en España. La cautela con la que actúan los dirigen-tes sindicales, cada vez más criticada por las bases, les lleva a ser los primeros en rechazar la fuerte respuesta que los mi-neros ejercen en defensa de sus puestos de trabajo; pero no han sido escuchados en las cuencas mineras.

Éste es precisamente el talón de Aquiles del movimiento 15-M: su rechazo a de-nunciar la violencia del sistema, así como la crítica a quienes realizan acciones de fuerza (como los sabotajes económicos) en respuesta a la destrucción de los restos del Estado de bienestar. Con esta postura el movimiento de “indignados” ha perdi-do mucha de la fuerza que tenía hace un año, pero el creciente malestar social pue-de ayudar a su recuperación.

14 · Nota de tapa Agosto de 2012

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Francia: expectativas y retrocesoEsa fuerza la han sabido recoger muy

bien los neonazis. No en España (los neo-nazis están bien representados en el go-bierno), pero sí en Francia y en Grecia.

En Francia, la izquierda está repre-sentada por el Frente de Izquierdas, una coalición en la que predomina el Partido Comunista, puesto que otras expresio-nes surgidas en años anteriores, como la Izquierda Anticapitalista, se han diluido como azúcar en taza de café. El Frente de Izquierdas logró un apoyo aceptable del 11,11% en las elecciones presiden-ciales que ganó Hollande, pero bajó al 7% en las parlamentarias. Son dos las razones de este retroceso: el voto útil a los socialdemócratas y la reincidencia en el error de centralizar la campaña casi exclusivamente en la amenaza de los neonazis del Frente Nacional, en vez de denunciar una Unión Europea en manos de los mercaderes y empeñada en desmantelar el Estado de bienestar. Eso dejó el campo libre de la denuncia anti-europea a los fascistas, que lo han sabido aprovechar. Es evidente que si el Frente de Izquierdas hubiese tenido más coraje (y sentido político) para denun-ciar lo que ocurre en Europa, tal y como reclamaban las bases, habría tenido más apoyo. Ésta es la razón que ha llevado a los neonazis al parlamento francés des-pués de casi 20 años de ausencia.

Grecia: izquierda y neonazisEn Grecia ha ocurrido algo similar. Así

como en la República de Weimar los ale-manes veían en el Tratado de Versalles –con el que finalizó la Primera Guerra Mundial– un acuerdo humillante, en la Grecia de hoy se tiene la misma impresión sobre las me-didas impuestas desde Bruselas. Esta es una de las razones del ascenso de los neo-nazis de Amanecer Dorado, como lo fue la del Partido nazi en Alemania.

También ha aparecido una nueva fuerza, Syriza (Coalición de la Izquier-da Radical), en la que confluyen tanto escindidos del viejo Partido socialde-mócrata como organizaciones comu-nistas. Por primera vez en la historia moderna del país heleno hay más per-sonas desocupadas que trabajando. Son éstas quienes han empujado a Syriza al votar contra la austeridad fiscal, los memorandos con el FMI y la UE y con-tra la clase dominante.

Si bien Syriza habla en su programa electoral de cancelar algunas de las me-didas que han empobrecido a los griegos y la moratoria temporal de otras, como el pago de la deuda, mantiene una equí-voca postura sobre si es posible o no una solución dentro del capitalismo. El KKE (Partido Comunista) había calificado a la nueva formación de la izquierda griega como “la última esperanza del capita-lismo”. Pero sufrió un duro trasvase de votos hacia Syriza.

Gran Bretaña y Serbia: debacle de los conservadores

En Gran Bretaña se renovaron 181 ayuntamientos el 3 de mayo. En 75 de ellos ganaron los laboristas (socialdemó-cratas), rompiendo décadas de dominio conservador en urbes como Southamp-ton o Plymouth. El Partido del primer ministro David Cameron perdió 42 al-caldías, muchas de ellas en sus bastiones tradicionales, por la extensión del voto de protesta contra las medidas de austeridad, circunscripto a un laborismo que aún no ha roto con la visión que le impuso el ex primer ministro Anthony Blair, principal aliado de Estados Unidos en las invasio-nes de Irak y Afganistán.

En las elecciones de Serbia en mayo ganó el Partido Radical Serbio, para sor-presa de la Unión Europea en pleno. La UE se felicitaba por el previsible triunfo de su socio europeísta pero, como siempre, no tuvo en cuenta al pueblo. Y el pueblo serbio dio una bofetada a la UE, al FMI e, incluso, al Tribunal de La Haya. Tal vez no sea arriesgado decir que los serbios se han vengado de muchos años de humilla-ciones. El nuevo gobierno del nacionalista Tomislav Nikolic se conformó tras una alianza con el Partido Socialista.

Camino indefinidoLa izquierda europea carece en estos

momentos de una estrategia clara acerca de cómo posicionarse frente a los socialde-mócratas. En Alemania e Italia se reniega de ellos, en Francia y España predomina una postura ambivalente con especulacio-nes sobre hipotéticas alianzas y en Grecia las dos fuerzas de izquierda los rechazan rotundamente. Los socialdemócratas grie-gos están apoyando al gobierno derechista que impone nuevos recortes siguiendo el dictado de Bruselas y Alemania.

La cuestión a resolver por la izquierda es si utiliza un lenguaje keynesiano –sa-lida de la crisis mediante la recuperación de la inversión y el empleo- y se conforma con eso o si va más allá. Limitarse a “salir de la crisis” da un respiro al capital y a sus instrumentos. Si se opta por ir más allá, habrá que preguntarse quiénes y para qué controlan la producción social, así como el papel de los socialdemócratas en ello. Entonces sí se habrá iniciado el camino real hacia la emancipación.

Desde Madrid, Alberto Cruz

Nota de tapa · 15

Las represiones de manifestaciones se multiplicaron en Europa a medida que avanzaron los recortes estatales

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Con mayor énfasis y nitidez que seis años atrás, cuando Hugo Chávez

encaró la campaña por la reelección presidencial con la consigna de marchar al socialismo, ahora el mandatario ve-nezolano presenta la transición como eje de sus intervenciones públicas, pero sobre todo como motor principal del ac-cionar gubernamental.

Es un rasgo distintivo con respecto a la casi totalidad de los políticos de cual-quier latitud cuando se embarcan en una

campaña electoral. Por regla general, llevados por asesores de imagen y pro-fesionales de la publicidad electoral, los candidatos lavan su discurso en el pe-ríodo previo a los comicios, quitándole toda arista de definición, en el supuesto de que la sociedad rechaza definiciones netas y teme propuestas de nuevos hori-zontes. Así, la mejor consigna es la que menos dice. Y los programas, cuando existen, son escamoteados a los ojos de la ciudadanía.

Chávez hace lo contrario. En 2006 obtuvo así el 63% de los votos. Aho-ra, casi 14 años después de su primera victoria, en diciembre de 1998, no sólo resalta la propuesta programática radi-cal, sino la cotidiana radicalidad en el accionar político de su gobierno. La to-talidad de las consultoras locales y ex-tranjeras auguran una nueva victoria y difieren únicamente en el porcentaje de la diferencia frente a su rival, Henrique Capriles Radonsky, a quien Chávez de-nomina “el candidato burgués”.

Trascendió que a principios de julio el dueño de una agencia encuestadora se reunió con representantes de la em-bajada de Estados Unidos en Caracas, para intercambiar impresiones sobre el resultado de sus sondeos. Los directivos de la encuestadora explicaron que sus resultados arrojaban un margen amplia-

16 · Venezuela Agosto de 2012

Amplia brecha a favor de Chávez, conspiraciones y atentados

Transición al socialismo como eje de la campaña electoral

Radicalización: muy lejos de morigerar su discurso o postergar me-didas controversiales para adecuar el paso a las supuestas exigen-cias de una campaña electoral, Chávez acentúa la imprescindible necesidad de ser más eficientes y radicales en la transición al so-cialismo y convoca a la ciudadanía a discutir, completar y corregir su programa de gobierno. El anuncio de salida de Venezuela de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) es otra prueba de que tampoco en el terreno internacional la Revolución Bolivaria-na está dispuesta a hacer concesiones.

Miles de personas acompañan al presidente Chávez en un recorrido por la avenida Intercomunal del Valle, Caracas. Luego se realizó un acto masivo. Foto: AVN

Page 17: América XXI - N° 88

mente a favor de Chávez, a lo que los funcionarios estadounidenses manifesta-ron prever “un escenario diferente, con un resultado cerrado, y que confían en las supuestas potencialidades de Capri-les para cerrar la brecha existente”. La posibilidad de la disminución de la dife-rencia se produciría, según esos funcio-narios, a partir de “la ocurrencia de un evento extraordinario”.

Opción violentaA la luz del vigor mostrado por el

candidato en las primeras semanas de campaña, la embajada estadounidense, la oposición interna y el coro de medios del establishment en el hemisferio han abandonado la propaganda centrada en la supuesta incapacidad de Chávez para afrontar el esfuerzo preelectoral y un próximo período de gobierno. El “even-to extraordinario” alude por tanto a algo diferente a la salud del Presidente.

Por caso, con pocas horas de diferen-cia, el martes 25 y el miércoles 26 de julio fueron asesinados el escolta de un diputado del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) y el del ministro de Energía y presidente de Petróleos de Ve-nezuela (Pdvsa), Rafael Ramírez.

En un acto de campaña Aristóbulo Istúriz, ex ministro de Educación y actual primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, advirtió que “el país podría entrar en una espiral de violencia a medida que se acer-que la fecha de la elección presidencial”.

A partir de esta certeza el Psuv apela a movilizar al conjunto de la población, a la participación masiva en el debate al detalle de la plataforma de campaña presentada por Chávez y a la vigilancia organizada y la labor casa por casa, para esclarecer a la ciudadanía de los propósitos de la Revo-lución y los riesgos planteados por la con-ducta opositora con eje en Washington.

Marea rojaA juzgar por los primeros actos prose-

litistas, esta línea de acción cala hondo en la sociedad y vuelve a poner en mo-vimiento sentimientos profundos de las mayorías, lanzadas a las calles a recibir a Chávez. El último acto antes del cierre de esta edición, en el Valle de Coche, Ca-racas, sorprendió a agencias de noticias internacionales, obligadas a reconocer

su masividad, su espíritu combativo y la alegría desbordante de la multitud. Allí Chávez insistió en que el pueblo debe “llenar de contenido” el programa de campaña por él presentado. En su pro-longado discurso trazó el cuadro de si-tuación crítico del capitalismo mundial y ratificó la transición al socialismo como única posibilidad de resolver los proble-mas del conjunto de la sociedad, acabar con la pobreza, desarrollar la economía nacional y echar las bases para una ver-dadera justicia social como condición para la vida en armonía.

En una réplica ampliada del proceso de discusión de masas que dio lugar a la fundación del Psuv, ahora se convoca a la totalidad de la población a debatir un programa de gobierno, a partir de li-neamientos inequívocos en su confron-tación con el imperialismo para alcanzar la independencia, y con la burguesía para

“acabar con la esclavitud del capital”, en palabras del candidato.

Como ejemplo de esa determinación, Chávez dispuso la salida de Venezue-la de la Corte Interamericana de Dere-chos Humanos (Cidh), luego de que esta agencia manipulada desde Washington fallara a favor de Raúl Díaz Peña, autor de los ataques terroristas contra el Con-sulado General de Colombia y la Oficina de Comercio de España, perpetrados en Caracas en 2003. El terrorista había sido condenado a nueve años de prisión en Venezuela. La Cidh, dijo Chávez, “apoya el terrorismo”. “Ni siquiera nos llamaron para consultarnos. Aquí hubo un juicio, una condena, hay testigos”, agregó.

A la par de estas decisiones resonan-tes, el Presidente y candidato insistió en la necesidad de autocrítica y rectificación de su gobierno, acentuando el imperati-vo impostergable de ser eficientes.

Venezuela · 17

En más de 100 países se desarrollaron el 24 de julio actividades simultáneas en solidari-dad con la Revolución Bolivariana y en res-paldo a la candidatura de Hugo Chávez para las próximas elecciones.

Con el fin de combatir la campaña internacio-nal de descrédito hacia Venezuela impulsada por las grandes empresas de comunicación y el go-bierno estadounidense, distintas expresiones de la izquierda mundial reivindicaron y defendieron la transición al socialismo que conduce Chávez.

Otro de los objetivos de esta acción conjunta, acordada el 6 de julio al cierre del Foro de São Paulo celebrado en Caracas (ver pág. 8), fue alertar a la opinión pública mundial sobre la posibilidad de que la derecha venezolana des-conozca los resultados del 7 de octubre y ponga en marcha acciones de violencia.

Bajo la consigna de la defensa de la Revolu-ción Bolivariana, las capitales suramericanas Bogotá, Buenos Aires, La Paz, Lima, Montevideo, Quito y Santiago de Chile, junto con São Paulo, albergaron actos de solidaridad con Venezuela, al igual que en Surinam, Panamá, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Puerto Rico, República Dominicana, Cuba, México, Estados Unidos y Canadá.

También en las ciudades de Madrid, Barcelo-na y Gijón (en España), el País Vasco, las Islas Canarias, Bruselas (Bélgica), Roma y Nápoles (Italia), Viena (Austria), Atenas (Grecia), dife-rentes organizaciones sociales, partidos políti-

cos y personalidades enarbolaron la consigna “Pueblos del mundo unidos por Venezuela” y “Chávez, tu victoria será nuestra victoria”. Lo mismo ocurrió en ciudades de Alemania, Fran-cia, Gran Bretaña, Suiza, Luxemburgo, Rusia, Australia y Benín.

En coincidencia con el 229° aniversario del nacimiento de Simón Bolívar se realizaron actos culturales, ofrendas florales, fiestas públicas y movilizaciones sociales. Los proce-sos de integración latinoamericana represen-tados por organismos como Unasur, la Celac y el Alba, fueron también reivindicados por diversas variantes de la izquierda mundial en la jornada internacional.

En Bolivia se desarrolló el acto más importan-te y masivo. En El Alto, organizaciones sociales, indígenas y políticas, de mujeres, asambleís-tas, concejales, juntas de vecinos, campesinos, gremios, estudiantes, diplomáticos y residentes venezolanos y cubanos en aquel país expresaron un masivo apoyo a la Revolución Bolivariana y al presidente Chávez. El presidente Evo Morales señaló que “la conciencia de los pueblos contra-rresta con votos los ataques de balas y golpes del imperio”, y manifestó su rotundo apoyo al candidato de la revolución. En septiembre ha-brá en Caracas un encuentro internacional de solidaridad con la Revolución Bolivariana, del que participarán líderes políticos, sindicales, movimientos sociales, personalidades del arte y la cultura, intelectuales y profesionales.

Apoyo internacional: “tu victoria será nuestra victoria”

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La política de sustitución de importa-ciones se ejecutó a través de bajos

aranceles a la importación de materias primas y maquinarias, y altos aranceles a la importación de bienes de consumo final, con el fin de proteger la manufac-tura local de la competencia extranjera. Con la imposición de políticas neolibe-rales se desmontó la protección otorgada por el Estado a la producción doméstica, dando inicio a una acelerada apertura comercial y desregulación de las inver-siones extranjeras y flujo de capitales. En su formato inicial, el Mercosur se propu-so crear un mercado común para la libre circulación de bienes, servicios y perso-

nas entre los Estados miembros. A través de un arancel externo común, los países acordaron abrirse e integrarse entre ellos y protegerse hacia fuera de la competen-cia de terceros.

Uno de los principios rectores de la po-lítica exterior del Gobierno Bolivariano ha sido enfrentar la agenda neoliberal del Consenso de Washington y profundizar la integración latinoamericana, como única vía para derrotar la estrategia anexionista de las grandes corporaciones transnacio-nales, interesadas en controlar las fuentes de energía y materias primas del conti-nente y, a la vez, convertirlo en un merca-do cautivo para sus exportaciones.

Paso finalDesde el inicio de su primer gobier-

no, en 1999, el presidente Hugo Chávez anunció la decisión de gestionar el in-greso de Venezuela al Mercosur. En 2002 se firma en Brasilia el acuerdo Co-munidad Andina de Naciones (CAN)-Mercosur y en 2004 Ecuador, Colombia y Venezuela ingresan como miembros asociados según los Acuerdos de Com-plementación Económica de la Asocia-ción Latinoamericana de Integración (Aladi). Abortando este proceso, Co-lombia y Perú decidieron firmar prime-ro un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, concediéndole a la gran potencia del Norte mejores condi-ciones que a sus socios de la CAN. Esta decisión unilateral provocó la retirada de Venezuela del acuerdo andino y obli-gó al gobierno bolivariano a centrar el interés en el ingreso al Mercosur.

En la Cumbre Presidencial celebrada en Montevideo en 2005, se aprobó el Acuerdo Marco con el que se iniciaría el ingreso formal de Venezuela al Mer-

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Abrir los acuerdos a protagonistas sociales y políticos

Venezuela ingresa al Mercosur

Logro: un prolongado y sinuoso camino recorrió el proceso de plena inte-gración de la Revolución Bolivariana al Mercosur. Después de más de cinco años, los mandatarios de Argentina, Brasil y Uruguay –sin Paraguay, separa-do tras el golpe de Estado contra el presidente Fernando Lugo– resolvieron la formalización de la incorporación de Venezuela. Tras este paso histórico, queda todavía un largo recorrido por delante. La integración plena de Vene-zuela contribuirá a transformar una economía rentista e importadora en un nuevo modelo productivo, que permita generar empleos dignos y bien remu-nerados, sustituir eficientemente importaciones y diversificar exportaciones.

La adhesión plena de Venezuela terciará en la puja entre integración de los mercados e integración de los pueblos

Por Víctor Álvarez R.

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cosur. Se creó un Grupo Ad Hoc para negociar el Protocolo de Adhesión y convenir los cronogramas para la im-plementación de la normativa vigen-te. En 2006 se firmó en Caracas dicho protocolo, el cual entraría en vigor una vez que los Parlamentos de los países miembros lo aprobasen. Pero el objeti-vo declarado del gobierno venezolano de priorizar la lucha contra el desem-pleo, la pobreza y la exclusión social –por encima de la inercia neoliberal in-teresada en firmar los TLC– desató fé-rreas resistencias a la incorporación de Venezuela al Mercosur. Desde entonces el Senado de Paraguay se dedicó a im-pedir este proceso.

En cada cumbre presidencial Vene-zuela reclamó tiempo para abordar los problemas que realmente afectan la vida de los pueblos, tales como el desempleo, la pobreza y la exclusión social. “Los gobiernos van de cumbre en cumbre mientras los pueblos van de abismo en abismo” solía denunciar Chávez. Esta prioridad en lo social está en abierta con-tradicción con el objetivo de las transna-cionales de explotar, sin mayores contro-les, las ventajas comparativas asociadas a la fuerza de trabajo barata y la abun-dancia de recursos naturales y energéti-cos de los países latinoamericanos. Es la idea neoliberal de la integración de los mercados la que se estrella con la pro-puesta de la integración de los pueblos. Ésa y no otra fue la verdadera razón para impedir la incorporación de Venezuela.

Tras la suspensión de Paraguay debido a la maniobra orquestada para derrocar al presidente Lugo, fue posible remover el único obstáculo que impedía el ingreso de Venezuela como miembro pleno del Mercosur (ver pág 20).

Claves de integraciónPero el gobierno bolivariano no se

sentó a esperar que se concretara oficial-mente su incorporación al Mercosur. Los encuentros bilaterales con los países del bloque regional revelaron el potencial de un intercambio comercial inexplorado y desconocido. Sin embargo Venezuela no puede ir al Mercosur a presentarse como un mercado abierto, dispuesto a comprar todo lo que se le ofrezca.

Venezuela es un país rico en recur-sos petrolíferos, gasíferos y minerales, pero pobre en capacidades tecnológicas para transformarlos en productos de mayor valor agregado. Lo más impor-tante es saber aprovechar la oportuni-dad que se presenta para complementar capacidades y recursos en función de impulsar un nuevo tipo de integración económica basado en la transferencia de tecnología, calificación del talento humano nacional, asistencia técnica a la economía social e incorporación de un creciente valor agregado nacional en los proyectos de inversión. Sólo así la integración de Venezuela al Mercosur contribuirá a transformar una econo-mía rentista e importadora en un nuevo modelo productivo que permita generar

empleos dignos y bien remunerados, sustituir eficientemente importaciones, diversificar exportaciones y aprovechar los mercados que ofrece la incorpora-ción al Mercosur.

El gobierno de la República Boli-variana de Venezuela siempre se ha opuesto a cualquier acuerdo comercial que ponga en peligro el débil aparato productivo local y los empleos que allí se generan. Con acuerdos únicamente comerciales, que mantienen las causas estructurales de la explotación del ser humano y la depredación de la natura-leza, no será posible avanzar hacia una auténtica integración que se traduzca en una mejora de la calidad de vida y el bienestar de los pueblos.

No se trata sólo de integración de los mercados. La integración más im-portante tiene que ser protagonizada por la gente. Para encontrar solucio-nes a los principales problemas que agobian hay que abrir los acuerdos de integración a la participación de los protagonistas sociales y políticos, mu-jeres, pueblos indígenas, trabajadores, jóvenes y en general de todos los mo-vimientos sociales, promoviendo una relación directa, sin intermediarios, entre los pueblos. Sólo así se podrá acortar la distancia entre los ciuda-danos y sus gobiernos, y hacer de la integración un proceso irreversible, independiente de los intereses econó-micos que las corporaciones transna-cionales pretenden imponer.

Venezuela · 19

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Los gobiernos de Argentina, Brasil y Uruguay reafirmaron que la decisión

de apoyar el ingreso de Venezuela como Estado asociado al Mercosur fue toma-da por unanimidad entre los tres países fundadores, tras la suspensión hasta nuevo aviso de Paraguay. La aclaración pretendió frenar la compulsa interna que se abrió en cada uno de los tres países, fundamentalmente en Uruguay, donde los sectores más liberales de la alianza

de gobierno muestran reparos económi-cos e ideológicos a la adhesión de la Re-pública Bolivariana.

El gobierno brasileño lideró un proce-so que se inició el 22 de junio luego del golpe contra el presidente de Paraguay, Fernando Lugo, y finalizó con la incor-poración formal de Venezuela al bloque regional. Argentina acompañó la estra-tegia, en un contexto de crisis global y serias dificultades económicas y finan-

cieras internas. Los dos socios mayores del Mercosur convencieron a Uruguay de que “había más razones políticas que jurídicas” para incorporar a Venezuela en este momento, como lo reconoció luego el propio presidente José Mujica.

La cumbre de mandatarios de Mendo-za, a fines de junio pasado, reabrió un de-bate sobre un proceso de integración que nació comercial pero que comenzó a ser replanteado desde la caída de los gobier-nos denominados “neoliberales” de sus países miembros (Argentina y Brasil en 2003, y Uruguay en 2005). Casi 10 años después del comienzo de aquel proceso de conversión, el bloque aparece ador-mecido y sin rumbo fijo en lo comercial.

La renuncia del presidente del Con-sejo de Representantes Permanentes del Mercosur, Samuel Pinheiro Guimaraes, se inscribe en esta etapa de debate. El diplomático brasileño, quien ocupaba el cargo desde enero, explicó que su idea era transformar el bloque en un progra-

El ingreso de Venezuela reaviva una disputa central para el futuro del Mercosur

Integración o asunción de la ofensiva imperial

20 · América Latina Agosto de 2012

Momentos: sectores políticos y empresarios de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay intentaron, hasta último momento, dinamitar el ingreso de Venezuela como socio pleno del Mercosur. Estos grupos capitalizaron rápidamente las debilidades y contradiccio-nes de los propios gobiernos, y las pulseadas entre facciones in-ternas de cada Estado miembro. Argentina y Brasil cierran sus fronteras a productos de los países vecinos mientras que Uruguay pide flexibilizar las normas internas para comercializar con otros bloques y naciones. Las dudas se zanjan con decisiones políticas, en momentos en los que un resquebrajamiento del Mercosur ten-dría graves efectos económicos en un contexto de crisis mundial y consecuencias indeseadas para Unasur y Celac.

Presidentes y cancilleres suramericanos discutieron sobre el Mercosur y la Unasur en ausencia de Paraguay, que fue suspendido de ambos bloques

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ma de desarrollo económico, no sola-mente comercial. “Debemos salir de este mundo irreal del comercio libre”, dijo a la radio pública de Uruguay. “¿Dónde hay comercio libre? ¿En la Unión Eu-ropea? ¿En Estados Unidos? No, no hay comercio libre. ¿Alguien va a pensar que la UE va a cambiar su política agrícola para ampliar sus importaciones de pro-ductos primarios de Uruguay, Argentina o Brasil? No, nunca.”, respondió.

Pero las urgencias y las presiones de los sectores en disputa generan ambigüe-dad y contradicciones en los gobiernos de la región. Núcleos de la burguesía brasileña y, en menor medida, argentina, aceptan producir para el mercado intra-bloque porque encuentran en él buenas perspectivas comerciales. En el caso de Brasil, se produjo en la última década una expansión comercial que permitió que empresas de este país absorban a otras del mismo rubro de los países más pequeños. En cambio, en los dos países más chicos económicamente, Uruguay y Paraguay, la resistencia al proteccionis-mo interno es mayor y predomina la tesis del libre comercio.

Pinheiro Guimaraes evidenció la mag-nitud del debate: “en la competencia li-bre entre entidades de economías muy distintas, van a predominar los países mayores. Hay que permitir la protec-ción del bloque, para poder desarrollar-se. Es importante que empresas brasi-leñas puedan invertir en Uruguay o en Paraguay o en Argentina, para que las empresas de estos países se desarrollen y aumenten su capacidad industrial. Si no es así, las empresas pequeñas de un país menor del bloque van a ser even-tualmente compradas y eso no es bueno para la integración, ni políticamente ni económicamente, porque vamos a ter-minar con todo un sector económico de un país menor dominado por un sector económico de un país mayor”. Como se ve, en este marco, el del capitalismo, la discusión no tiene salida.

EtapasUnos días después de la cumbre de

Mendoza, el presidente de Uruguay, José Mujica, propuso hacer “más flexi-bles” y “más realistas” los procesos de integración suramericanos (Mercosur y Unasur). Planteó sumar nuevos Estados

miembros (además de Venezuela) y, para tal fin, se mostró dispuesto a dialogar con naciones que hayan firmado acuerdos de libre comercio con otros bloques o paí-ses, en elíptica referencia a Chile, Perú y Colombia, que no podrían ser miembros plenos porque suscribieron varios TLC, algo que Mercosur prohíbe a sus miem-bros permanentes.

Mujica explicó en su programa se-manal de radio que la incorporación de Venezuela logró sacar al bloque regional “del corral en el que está viviendo hace tiempo” y pidió convocar a otros países a que se integren. Para tal cosa, sugirió que los futuros socios del Mercosur se integren con “estatutos distintos”. Agre-gó que “esta tarea es de mensaje político. Sin política no habrá a la larga Mercosur ni habrá convergencia, porque ésta no es sólo una ecuación de economía”.

Este planteo del jefe de Estado expre-sa un punto intermedio de negociación interna dentro del Frente Amplio, la alianza de gobierno en Uruguay, don-de convergen partidos de izquierda de-fensores de la integración con América Latina y corrientes liberales, lideradas por el vicepresidente Danilo Astori, para quien “lo peor que podría hacer un país como Uruguay en estos tiem-pos de crisis es cerrarse”. Astori fue, como ministro de economía del presi-dente Tabaré Vázquez promotor de un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos y con otros países. Un complejo equilibrio logrado por Vázquez impidió que un eventual TLC con Washington hiciera estallar el Mercosur y, además, la propia coalición frenteamplista.

Por la misma razón que ahora expresa Mujica, empresarios brasileños conside-ran que el Mercosur sólo podrá salvarse si se transforma en una zona de libre co-mercio, dejando de lado para siempre el objetivo de ser una unión aduanera, algo que implica trabajosas negociaciones de un arancel externo común y resoluciones comerciales conjuntas.

Desde los años 1990 hasta hoy, la ma-triz de la receta única del libre comercio fue cambiando, y ahora busca, además, atender el mercado intramercosur. Pero los cambios son incipientes aún: según el Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (Intal, dependiente del Banco Interamericano de Desarrollo),

el comercio intrazona llegó en 2009 al 15%, mientras que en la Unión Europea superó el 60%.

Pero los sectores que pugnan por la apertura del Mercosur hacia otros mer-cados, ignorando el desarrollo interno, utilizan las decisiones proteccionistas de los socios mayores para sostener la teoría de que el bloque se cierra sobre sí mis-mo. Sin embargo, hasta antes de que la crisis de los países desarrollados tocara estas tierras, el bloque regional había no sólo mejorado sus exportaciones extra-mercosur, sino que logró diversificar sus envíos, más allá de los productos agro-pecuarios, a naciones emergentes como China, India y Rusia.

El trabajo “Salto exportador del Mer-cosur en 2003-2008. Más allá del boom de las materias primas”, del Intal, revela un crecimiento de la demanda en los pro-pios países de la región: “América Lati-na y el Caribe explican más de 40% del aumento del volumen de ventas externas de Argentina, Brasil y Uruguay, mientras que en Paraguay el aporte de la región ascendió a casi dos tercios”. Según este trabajo, entre 2003 y 2008, las exporta-ciones del Mercosur crecieron más de 20% en promedio al año, mientras que hasta entonces el alza promedio anual fue de 8,7%.

El propio presidente Mujica admitió las posiciones encontradas: “en estos años han sobrado críticas sobre el Mer-cosur. Sin embargo, las relaciones eco-nómicas han ido creciendo al punto que se hace imprescindible esa relación eco-nómica para algunos países. Si el Mer-cosur ha tenido todas esas dificultades y fallas, cómo explicar la afirmación de esa creciente importancia económica y de esa relación comercial (…) Sencilla-mente, la única explicación es que existe voluntad política de los gobiernos (…) Existe multitud de intereses internos en cada uno de los países, intereses en general empresariales, particulares, que hacen lobby y que logran trancar el fluir comercial y las relaciones porque defien-den sus intereses de la competencia que viene de fuera. Pero la voluntad política ha logrado ir superando permanentemen-te los obstáculos cuando las instituciones o el derecho no dan respuesta”.

Desde Buenos Aires, Adrián Fernández

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“Volveremos a reconquistar la de-mocracia”, dijo Fernando Lugo

al leer un mensaje a la ciudadanía el 22 de julio pasado, un mes después del gol-pe de Estado parlamentario que lo des-tituyera de manera ilegal en menos de 36 horas. Al hablar en el local del Frente Guasu ubicado a metros de la residencia presidencial Mburuvicha Roga, que hoy usurpa Federico Franco, anunció una

campaña de trabajo en los 17 departa-mentos en un programa que será –dijo– de “resistencia y lucha”.

En el acto, Lugo fue más directo que nunca en el análisis de lo que pasó en los días de su destitución: “la tragedia ocurri-da una semana antes (del juicio político), que produjo la muerte de 17 compatrio-tas (campesinos y policías, en Curugua-ty), fue manipulada para justificar la ac-

titud antidemocrática de parlamentarios golpistas”, dijo. El ex obispo reafirmó su decisión de aceptar de manera pacífica el procedimiento que lo destituyó: “los que tramaron contra el pueblo paraguayo es-peraban que diéramos el paso en falso, y que en nuestra legítima defensa frente al Golpe, les diéramos la oportunidad para provocar más muertes y volver a utilizar-las en favor de sus conspiraciones. Opta-mos conscientemente por no alimentar la espiral de la violencia y la muerte”.

Días antes, en un acto en la locali-dad de María Auxiliadora, Itapúa, en el corazón soyero del país, Lugo había observado un país dividido entre de-mócratas y golpistas. Además, denun-ció que “los golpistas envenenan las tierras y a la gente; y hablan de sobe-ranía, pero soberanía para unos pocos, los soyeros (grandes cultivadores de soya) y multinacionales, liberándolos del pago de sus impuestos”.

Soledad: el destituido presidente Fernando Lugo anunció un plan de lucha para recuperar la democracia y prometió liderar una campa-ña que recorrerá los 17 departamentos del país. Un incipiente frente social gana las calles y se organiza para las elecciones del 13 de abril próximo. Desde el golpe del 22 de junio el nuevo régimen intentó en vano ser reconocido internacionalmente. Unasur y Mercosur se muestran inflexibles al aplicar la sanción política adoptada por los presidentes de Argentina, Brasil, Uruguay, pero sin dejar de lado los planes sociales y económicos que el bloque había adoptado con anterioridad. El respaldo de la OEA y la presión de Estados Unidos para evitar que el nuevo gobierno quede aislado son vistos como un triunfo por los funcionarios del golpe.

Resistencia en aumento y desconocimiento internacional del nuevo régimen

Golpistas aislados

22 · Paraguay Agosto de 2012

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Una de las primeras acciones del gobierno de facto de ultradere-

cha aliado al imperialismo ha sido la

revitalización de los acuerdos milita-res con los Estados Unidos, incluida la expansión de la base militar de Ma-

riscal Estigarribia (en el Chaco para-guayo). También ha desplazado a toda la cúpula militar institucionalista para reemplazarla por elementos alineados al conservadurismo.

Su política económica ya está deli-neada por la aceleración de las nego-ciaciones que desembocarán en la en-trega de la energía eléctrica producida por Paraguay a la multinacional Río Tinto Alcán y por adopción del dogma de la liberalización total de la econo-mía como guía general. Una muestra de esto es el relanzamiento del proyec-to de privatización de empresas esta-tales y entes públicos bajo el nombre tímidamente engañoso de “Ley marco de Concesiones”.

La promulgación de la ley que crea el Impuesto a la Renta Personal y el lanzamiento de una contrarreforma agraria que empieza por la modifica-ción de la carta orgánica del Institu-to de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) para vender tierras públicas a

Resistencia y luchaEl gobierno de Federico Franco in-

tentó maquillar el carácter del nuevo régimen prometiendo reforma agraria, planes sociales y reuniones con los cam-pesinos. Sin embargo, sus acciones de fondo tomaron un rápido cariz de polí-tica liberal anticrisis capitalista.

•Aceleró la radicación de una planta laminadora de aluminio de la cana-diense Río Tinto Alcan objetada por la contaminación del medioambiente, por el poco impacto laboral y porque en su operatoria consumiría la misma cantidad de energía que hoy usa todo Paraguay.

•Nombró al economista Manuel Fe-rreira, representante de los soyeros, como ministro de Hacienda. En sus primeras declaraciones, admitió la posibilidad de concesionar empresas públicas, marcando un retorno a las privatizaciones que fueran rechazadas siempre por la fuerza popular.

•Otorgó un crédito de 50 mil mi-llones de guaraníes (12,5 millones de dólares) a los ganaderos de la Asocia-ción Rural del Paraguay (ARP), mien-tras los pequeños productores claman por asistencia crediticia.

Frente a esto, el 15 de agosto se realizará una movilización del Fren-te en Defensa de la Democracia, que busca capitalizar organizadamente la resistencia civil al gobierno de fac-to. Se estima que uno de los aportes masivos para esta jornada provendrá de los sectores campesinos, muchos de los cuales estaban enfrentados a Lugo ante el casi nulo avance de su gobierno en la reforma agraria. Pese a que esas diferencias paralizaron bue-na parte de las movilizaciones durante las horas del juicio político, el avance del gobierno de facto en contra de los intereses populares cambió el escena-rio y revitalizó la protesta.

Los partidos de izquierda que in-

tegran el Frente Guasu son muy pe-queños y no tienen una militancia de base que pueda generar movilizacio-nes masivas. Aun así, se advierte un crecimiento del descontento popular y se espera que la demostración del 15 sea importante.

Los integrantes de la resistencia sos-tienen que el pueblo no sólo votó a Lugo, sino que lo hizo también por un progra-ma de políticas sociales que su gestión se esforzó en establecer. Aunque muchos admiten que el ex obispo hizo poco en relación a la tremenda desigualdad que existe en el país, su gestión dejó en claro el sentido redistributivo.

Mencionan el acceso gratuito a la salud; lograr que Brasil pague más por la energía que compra a precios irriso-rios de Itaipú; y la puesta en marcha de planes de apoyo social, de vivienda y de consolidación de los asentamien-tos campesinos.

Las elecciones presidenciales del

Debilitamiento: se ha cumplido un mes del golpe que destitu-yera a Fernando Lugo del gobierno y restaurara en el poder a los representantes directos de la oligarquía en Paraguay. En este breve lapso, la fragilidad del gobierno usurpador aflora en todos los niveles y señala los primeros síntomas de inestabilidad. La sociedad paraguaya está polarizada, y los sectores que se suman a la resistencia cada vez son más.

La movilización popular suma diversos sectores y desenmascara a la derecha

Fragilidad de los usurpadores

Paraguay · 23

Foto: Zurimar Campos/AVN

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precios de mercado, son otras mues-tras del camino que tomará el go-bierno golpista. No se contempla un solo punto de las cuestiones centrales como reforma agraria y del Poder Ju-dicial; implementación de mecanis-mos de democracia participativa o la recuperación de la soberanía nacional, exigencias históricas de los sectores sociales mayoritarios.

MovilizaciónLa resistencia democrática y popular al

gobierno de facto va sumando cada vez más sectores, en un proceso que, aunque desordenado, avanza en un sentido cla-ro: la restitución del orden democrático quebrado el 22 de junio pasado.

En todo el país se desarrolla un proceso de movilización popular que inútilmente han tratado de ocultar las grandes empresas de comunica-ción masiva aliadas al golpismo. Se han desatado todo tipo de expresio-nes contra el golpe. Desde las mar-

chas, cierres de rutas, ocupaciones de tierras y escraches, pasando por festivales artísticos, obras de teatro y celebraciones religiosas. Hasta una verdadera avalancha de críticas de hu-moristas, analistas e intelectuales por medios escritos, tanto impresos como electrónicos, incluyendo entre ellos las tan afamadas redes sociales.

Frente a esto el gobierno usurpador se respalda en las empresas de comunica-ción masiva –que actúan orgánicamente como medios ideológicos oficiales, en los principales gremios de la oligarquía y la burguesía local –con sus respectivos representantes políticos y sus fuerzas mi-litares aliadas– y en las bendiciones de la embajada estadounidense, la jerarquía de la Iglesia local y la Nunciatura Apos-tólica en Paraguay. Esta base de alianzas internas, con estrecho margen de manio-bra, permite que el golpismo siga equili-brándose en la cuerda floja de su propia conspiración y, al mismo tiempo, es la causa de su insanable fragilidad.

CarenciasLa dirigencia del golpismo carece de

autoridad política e incapacidad hege-mónica, comenzando por el presidente golpista, Federico Franco, y culminan-do en el nuevo delfín del imperio es-tadounidense, el negociante de alcaloi-des Horacio Cartes. Se trata de figuras desgastadas, con antecedentes oscuros y sin respaldo popular.

Los partidos o fracciones de la inci-piente burguesía y la oligarquía finan-ciera, que hasta hace poco se presen-taban como alternativa a los sectores retardatarios y sostenían un discurso pseudodemocrático y un proyecto mo-dernizante, han quedado desenmasca-rados por su propia acción golpista. Toda la derecha se ha abroquelado a favor del golpe y ha empezado a perder el apoyo de una franja importante de su base social media y popular.

El único recurso que le resta al go-bierno de facto es el uso de la repre-sión y la persecución a las expresiones

20 de abril de 2013 ofrecen chances para el Frente Guasu de capitalizar el descontento. En 2008, Lugo llegó al gobierno al frente de una alianza en la que tenía una fuerte presencia el Par-tido Liberal Radical Auténtico (Plra), integrado a su vez por expresiones que, cuatro años después, lo derroca-rían. Ahora, ya sin aliados de derecha, hay un frente social y político que tie-ne la posibilidad de pelear el ingreso de más diputados y senadores, de es-tablecer un programa claro en defensa de la reforma agraria, de pelear por una victoria que revierta este cuadro de desesperanza en que los golpistas sumergieron a la población.

El horizonte es propicio con o sin la candidatura de Lugo, quien podría aspirar a una banca de senador, más si se tiene en cuenta el escenario de una derecha divida entre el Plra, el Partido Colorado, Unace (Unión Nacional de Ciudadanos Éticos) y Patria Querida, cuyas facciones tienen un discurso ex-plícitamente antipopular.

Franco insiste en que el 15 de agos-to de 2013 entregará el gobierno al mandatario que sea elegido en esos

comicios, en los que además se elegi-rá al vicepresidente, 17 gobernadores, 80 diputados, 40 senadores y legisla-dores departamentales (provinciales) para un período de cinco años (la le-gislatura paraguaya no se renueva a mitad de período presidencial, sino

que acompaña los cinco años del Po-der Ejecutivo).

Presencia regionalA partir de la decisión de los presiden-

tes de Brasil, Argentina y Uruguay de sus-pender a Paraguay como estado miembro

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Conferencia de prensa de Fernando Lugo en la sede de Asunción del movimiento “Paraguay Resiste”, el 12 de julio. Foto: Zurimar Campos/AVN

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del Mercosur, todas las instituciones del bloque regional le han dado la espalda al nuevo régimen. Aun así, la premisa de no afectar al pueblo paraguayo implica un de-safío adicional. Durante todo julio se rea-lizaron reuniones políticas y técnicas para definir la compleja relación, de manera que las acciones trazadas por el bloque garan-ticen los programas sociales, sanitarios, comerciales o financieros que involucran a Paraguay. Se trata de continuar con po-líticas de integración que, necesariamente, involucran a las autoridades desconocidas.

El 23 de julio, el Tribunal Permanente de Revisión del Mercosur rechazó una demanda que Paraguay promovió ante el organismo, solicitando dejar sin efecto la suspensión del país ante el bloque y el in-greso de Venezuela, decisiones tomadas durante la última cumbre del Mercosur en Mendoza, Argentina. El organismo señaló que “no están presentes los requi-sitos para la admisibilidad del procedi-miento excepcional de urgencia” porque no se agotaron los trámites para hacer lugar a la pretensión paraguaya.

El gobierno de facto de Federico Franco “deploró” el rechazo de la demanda que promovió ante el Tribunal Permanente de

Revisión (TRP) del Mercosur para el le-vantamiento de sanciones y anunció que acudirá a otras instancias internacionales para tratar de revertir la medida. “Para-guay continuará en la lucha por la defensa de sus derechos” y “deplora que una vez más dentro del Mercosur la legalidad y el derecho queden relegados ante razo-nes coyunturales de naturaleza política”, dijo su canciller, José Félix Estigarribia. La prensa reaccionaria, como el diario ABC, vocero del golpismo, interpretó que el TRP “recibe órdenes de Itamaraty”, en referencia a la cancillería brasileña.

Al cierre de esta edición se conformó el Grupo de Alto Nivel de la Unión Su-ramericana de Naciones (Unasur) para el seguimiento y evaluación de la situación en Paraguay. Durante una reunión en Perú, el grupo presidido por el ex primer ministro de Perú, Salomón Lerner, esta-bleció un plan de trabajo para el cumpli-miento del mandato dado por la Cumbre de Unasur, celebrada el 29 de junio en Mendoza, Argentina. Del encuentro en el palacio Torre Tagle, sede de la canci-llería peruana, participaron los represen-tantes de Surinam, Glenn Alvares; Bra-sil, Guillermo Patriota, y de Argentina,

Rodolfo Mattarollo. El grupo reafirmó la suspensión de Paraguay hasta que se ce-lebren las elecciones de abril próximo.

Al mismo tiempo, una delegación de legisladores del Parlamento del Merco-sur (Parlasur) inició una investigación sobre la situación paraguaya, que incluyó reuniones con representantes de los dis-tintos poderes del Estado y una visita a la zona de Curuguaty, donde a mediados de junio se produjo la matanza de campesi-nos y policías, en un hecho que el régi-men de Franco no ha logrado esclarecer.

Más de un mes después de la destitución de Lugo, la Organización de Estados Ameri-canos no había logrado una posición común frente a los hechos en Paraguay. La reunión del Consejo Permanente de mediados de ju-lio se pronunció en contra de la suspensión de Paraguay y a favor de que el secretario general del organismo, José Miguel Insulza, envíe una misión de apoyo a ese país ante la crisis por la destitución de Fernando Lugo. Estados Unidos oficializó su idea de no sancionar a Paraguay mientras que Insulza recibió públicamente las felicitaciones del canciller del régimen paraguayo.

Desde Asunción, Jorge Zárate

Paraguay · 25

rebeldes para sostenerse. Esto se ha empezado a manifestar en las interven-ciones públicas de los principales refe-rentes del golpismo y el reflote de un discurso anticomunista y antizquierda. La búsqueda de legitimación interna-cional impide aún al gobierno de fac-to el uso de la violencia física abierta para mantener el orden interno, en otra muestra de su debilidad estructural. El crecimiento de la resistencia al Golpe y la falta de autoridad política del go-bierno de facto, determinan el derrote-ro de inestabilidad para Franco e inclu-so la posibilidad de su caída.

La política internacional del golpis-mo va de contramano con la región. El respaldo de los gobiernos latinoameri-canos al Ejecutivo legítimo encabeza-do por Fernando Lugo fue inmediato, ya desde el inicio de la crisis.

El hecho principal ha sido la suspen-sión del Paraguay en el Mercosur y en la Unasur, principales instancias políticas de integración regional. La respuesta

del gobierno de facto, tanto a través del Ejecutivo como del Congreso Nacional, es el refuerzo de las relaciones con los Estados Unidos y una descalificación a dichas instancias de integración regio-nal, incluyendo a la Celac.

Cuba, Venezuela, Ecuador, Argen-tina y Bolivia han retirado sus repre-sentaciones diplomáticas en el país. El canciller usurpador no puede comuni-carse con sus pares de Brasil, Argenti-na ni Uruguay, al mismo tiempo que ha emprendido una estéril disputa jurídica a nivel internacional que busca el reco-nocimiento del gobierno de facto en las mismas instancias que éste descalifica.

El golpe parlamentario de la ultrade-recha local aliada al imperialismo no ha conseguido apoyo mayoritario y ha polarizado la sociedad paraguaya entre quienes apañan la ruptura del orden democrático y quienes, más allá de su apoyo o no a la gestión del gobierno de Fernando Lugo, se han posicionado en defensa de la democracia y forman

–cada vez más activamente– parte del movimiento de resistencia al Golpe.

El principal proceso que se observa como consecuencia de esta polariza-ción es que la base social de las or-ganizaciones conservadoras y reaccio-narias, como los partidos tradicionales o la propia Iglesia Católica, se rebela ante sus cúpulas dirigenciales por su posición golpista.

El desafío que se abre es dar el tiro de gracia al golpismo, sintetizando todo este movimiento de resistencia en una expresión política que, aun-que pueda –y deba– tolerar la hete-rogeneidad, debe conseguir unidad y capacidad de dirección. En esta tarea, el Frente Guasu –coalición de parti-dos de izquierda– y las organizaciones sociales –principalmente campesinas, obreras y estudiantiles, tendrán una responsabilidad máxima.

Desde Asunción,

José Carlos Lezcano

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“Plan sistemático de robo de be-bés”. Eso fue lo que aplicó la últi-

ma dictadura militar del país entre 1976 y 1983. Así lo dictaminó la Justicia el 5 de julio al condenar con penas de entre cinco y 50 años a nueve militares, in-cluyendo a Jorge Rafael Videla, ex Pre-sidente de facto y máximo referente del terrorismo de Estado.Los jueces del Tribunal Oral Federal 6 sentenciaron la existencia de una “prácti-ca sistemática y generalizada de sustrac-ción, retención y ocultamiento de meno-res de edad”, desarrollada en “el marco de un plan general de aniquilación que se desplegó sobre parte de la población civil, con el argumento de combatir la subversión implementando métodos del terrorismo de Estado”.

En el juicio se evaluaron 35 casos du-rante 15 meses. Una cantidad que permi-tió comprobar el carácter sistemático de los robos de bebés, que ocurrían tras el secuestro, tortura y cautiverio de mujeres embarazadas. Todas ellas asesinadas y desaparecidas luego de parir.

Cuenta pendienteLa posibilidad del juzgamiento por el

robo y la apropiación de menores había quedado trunca en el histórico juicio a las tres Juntas de Comandantes de 1985. Finalmente, 27 años después, fueron condenados muchos de los responsables, incluso en los casos en los que todavía se desconoce el paradero actual y la identi-dad de las víctimas.

Las Abuelas de Plaza de Mayo son quienes más hicieron para alcanzar el juzgamiento de los responsables y el reconocimiento de la existencia de “un plan sistemático” de apropiación, reten-ción y ocultamiento de niños y niñas du-rante la dictadura. Hace 16 años impul-saron formalmente la primera demanda judicial al respecto.

“Un tribunal de la democracia condenó a algunos de los mayores responsables (…) Consideramos que hemos alcanzado jus-ticia con la condena histórica de 50 años de prisión (a Videla)”, celebraron. Pero también criticaron que otros represores “no fueron sancionados de acuerdo con la

magnitud de los crímenes gravísimos que cometieron”. Y recordaron que “aún perdu-ra el ocultamiento de la verdadera identidad de casi 500 hombres y mujeres”.

Entre 500 y 600 niños fueron apro-piados durante la dictadura. Si bien las Abuelas ya han encontrado y recuperado la identidad de 105, todavía se desconoce el paradero del resto.

Organismos de derechos humanos, fami-liares de víctimas, funcionarios del gobierno nacional, organizaciones sociales, políticas, artísticas y miles de personas independien-tes se reunieron frente a los tribunales de la Ciudad de Buenos Aires para escuchar la lectura de la sentencia, que significó una gran conquista en la larga lucha por el juz-gamiento de los crímenes de lesa humani-dad cometidos durante la dictadura.

Quienes aún no fueron juzgados son los responsables civiles del plan sistemático de apropiación de bebés: médicos y curas que participaron de los partos, y funcionarios judiciales que falsificaron o convalidaron partidas de nacimiento falsas, o directa-mente dieron en guarda a niños nacidos en centros clandestinos o robados a padres secuestrados.

Desde Buenos Aires, Ignacio Díaz

Plan sistemático de apropiación de menores

Condenados por robo de bebés

28 · Argentina Agosto de 2012

Histórico: nueve represores fueron condenados por uno de los delitos de lesa humanidad más miserables cometidos durante la última dictadura militar (1976-1983): el robo y la apropiación de recién nacidos en los centros clandestinos de detención. El dictador Jorge Rafael Videla reci-bió 50 años de prisión y aseguró que la Iglesia brindó “asesoramiento”. Ahora se espera que rindan cuentas ante la justicia los responsables y cómplices civiles, entre los que se encuentran curas, jueces y médicos.

Organismos de Derechos Humanos y organizaciones sociales se movilizaron hasta los tribunales para escuchar la sentencia

No es novedad que el ex dictador Jorge Rafael Videla haya recibido una sentencia a reclusión perpetua: es la tercera que le dicta la Justicia desde la reapertura de los juicios por los crímenes de lesa humanidad en 2003. Tampoco que en el juicio haya declarado que las embarazadas desaparecidas usaban a “sus hijos embrionarios” como “escudos humanos”. Nunca dejó de justificar el terrorismo de Estado.

Lo destacado es que Videla aseguró –en entrevista con la revista El Sur, de Río Cuarto– que la Junta Militar fue “asesorada” por altos cargos de la Iglesia católica sobre cómo manejarse con los familiares de los desaparecidos. Entre ellos, mencionó al ex nuncio apostólico en Argentina, Pío Laghi, y al ex cardenal primado del país, Raúl Primatesta. “Con ellos hemos tenido muchas charlas (…) la Iglesia ofreció sus buenos oficios”, afirmó Videla.

Complicidad de la Iglesia

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Quince días después del paro na-cional y la movilización a Plaza

de Mayo convocada por el sindicato de Camioneros, se confirmó el lanzamiento del principal dirigente sindical del país al terreno político-electoral, desde una opo-sición todavía con contornos indefinidos y con alegadas intenciones de construir un Frente Laborista.

Hugo Moyano es secretario general del sindicato de camioneros y fue reelecto en la conducción de la CGT en un Congreso Or-dinario –considerado nulo por el Ministerio de Trabajo– con la participación del 54,6% de los delegados habilitados. Los dirigentes de gremios industriales, comercio y trans-porte automotor de pasajeros, que desistie-ron de participar del Congreso, preparan el propio para el próximo 3 de octubre.

En un nuevo acto público, convocado en un colmado estadio de fútbol de la Ciudad de Buenos Aires como colofón del Congreso de la CGT, Moyano oficia-lizó su intención de confrontar electoral-mente al gobierno: “Si no hay respuesta a quienes han contribuido al triunfo de la Presidente (en referencia a los trabajado-

res), en 2013 vamos a repensar nuestro voto (…) No podemos votar a quien nos niega, y más aún, nos desprecia”, asegu-ró. Y prometió “intensificar” los recla-mos gremiales.

ReordenamientoMoyano fue reelegido al frente de la

CGT con la participación de más de 100 sindicatos: camioneros, peones rurales, bancarios, municipales, judiciales, petro-leros, docentes, canillitas, aeronaúticos, panaderos, motoqueros, guincheros, pi-lotos de aviones, trabajadores de peajes y de dragado y balizamiento, entre otros. Formó un Consejo Directivo plural, con-trariando lo que muchos esperaban de él.

La otra fracción está integrada por las dirigencia de metalúrgicos, construc-ción, textiles, ferroviarios, colectiveros, taxistas, marítimos, telefónicos, de obras sanitarias, entre otros. Se trata de la ma-yoría de los sindicatos industriales. Hay profundas divisiones entre ellos y está por verse si podrán consolidar una or-ganización alternativa que traduzca en hechos la enorme fuerza objetiva que su-

ponen esas organizaciones gremiales. Ese conjunto dirigente (denominado “los

gordos”, por el peso de sus sindicatos), con su pasado de compromiso con las priva-tizaciones y las políticas aplicadas en los 1990 por el gobierno de Carlos Menem, fue pesadilla de Néstor Kirchner, apoyado por Moyano desde mayo de 2003 (en las elecciones de abril de ese año el camione-ro apoyó a Alberto Rodríguez Sáa). Ahora el damero se invirtió: el lunes 16 de julio Cristina Fernández recibió a “los gordos” en la Casa Rosada, a la misma hora en que Moyano asumía formalmente su cargo con otro discurso de altísimo voltaje opositor.

La Central de Trabajadores Argentinos, también se dividió en el último período. Un sector se asoció al oficialismo; el otro, ejerce una combativa oposición. Esta frac-ción del disgregado movimiento obrero ar-gentino ha entablado ya negociaciones para promover un Plan de Lucha conjuntamente con la CGT. También la Federación Agra-ria Argentina, nucleamiento de pequeños productores rurales, discute sumarse a ese bloque opositor.

Un quinto sector sindical está consti-tuido por la llamada CGT Azul y Blan-ca, pequeño conjunto que hasta ahora se mantiene al margen, asociado al ex pre-sidente Eduardo Duhalde.

Plan de LuchaLa CGT encabezada por Hugo Moya-

no prepara un programa de acción y sus principales dirigentes afirman que estará basado en los históricos programas obre-ros de Huerta Grande y La Falda (1957 y 1962, durante la llamada “Resistencia Pe-ronista”) y los célebres “26 puntos” de la CGT del fallecido Saúl Ubaldini, durante el gobierno radical de Raúl Alfonsín. Por lo pronto, las demandas principales son: eliminación del impuesto a las ganancias sobre los salarios, salario familiar para los hijos de todos los trabajadores con pres-cindencia de cuánto sea el salario (hoy con una retribución de algo menos de mil dó-lares se elimina ese plus por hijo, histórica conquista sindical), combate a la inflación, aumento salarial acorde al costo de la vida y lucha contra la inseguridad ciudadana.

Drástico realineamiento en el oficialismo y la oposición

La CGT rompe con el Gobierno

Argentina · 29

Vuelco: un puntal decisivo de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner completó su ruptura con la Presidente y transformó por completo el pano-rama político nacional. Hugo Moyano había concretado ya un duro desa-fío el pasado 27 de junio con un acto masivo frente a la Casa Rosada. El 12 de julio, minutos después de ser reelecto al frente de la Confederación General del Trabajo (CGT), el líder camionero agudizó la confrontación al decir que “los trabajadores debemos comenzar a pensar en términos políticos”, para luego afirmar que en las legislativas del año próximo no votarán por el oficialismo del que fue parte vital hasta octubre último.

Cristina Fernández flanqueada por Gerardo Martínez de la Construcción y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada

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Usted asumió la presidencia del Frente Amplio el 30 de junio y es

la primera mujer en ocupar este cargo. ¿Este hecho es indicador de cambios dentro de la fuerza política?

Sí, es indicativo de un cambio en la sociedad que el Frente Amplio (FA) aún no ha dado cuenta cabalmente. Nosotros tenemos una política y un discurso en materia de equidad de gé-nero, pero la práctica dista mucho de ser coherente con estos principios. La sociedad ha aceptado indistintamente a un hombre o a una mujer para cual-quier responsabilidad, sea política, empresarial o científica. Tiene que

ver con que el 52% de la población somos mujeres, con un promedio de capacitación superior. Aquí tenemos una superación del nivel de formación en relación a los varones, a diferencia de casi todo el mundo, donde las mu-jeres y las niñas concentran el analfa-betismo. Por tanto, aquello de que hay que formarse para asumir responsabi-lidades queda bastante caduco. Ade-más, no hay escuela para hacer polí-tica. La carrera política, la gestión y las responsabilidades de gobierno son cuestiones que pasan tanto por la con-fianza que nos confiere la ciudadanía, como por la experiencia adquirida en los ámbitos políticos y sociales.

Ha planteado preocupación por el re-cambio generacional dentro de la direc-ción del Frente Amplio. ¿Cómo surge esta inquietud y cuáles son los principa-les desafíos para enfrentarla?

En la sociedad tenemos diversas expresiones que dan cuenta de esta preocupación. Uruguay es uno de los países más envejecidos de Suramé-rica, aunque, paradójicamente, a los jóvenes no se los reconoce ni se los proyecta. Si la izquierda no da cuenta de la equidad de género y el recam-bio generacional, está cometiendo un error y no está siendo coherente con sus postulados. Es una cuestión de derechos. No me conforma que con más de 50 años seamos la renovación generacional. Somos renovación, pero no cubrimos el espectro de las genera-ciones jóvenes.

El Frente Amplio rompió el bipartidis-mo en el país hace siete años. ¿Cuáles

Nueva conducción en el Frente Amplio

Desafíos y cambios en el Partido de gobierno

30 · Uruguay Agosto de 2012

Renovación: Mónica Xavier es la primera mujer en asumir la dirección del Frente Amplio (FA), la coalición de fuerzas de iz-quierda y progresistas con más de 40 años de historia que actual-mente gobierna el país. En diálogo exclusivo con América XXI mostró su preocupación por el recambio generacional político, destacó los logros gubernamentales, rechazó la destitución del presidente Fernando Lugo en Paraguay y reafirmó el ingresó de Venezuela al Mercosur.

La flamante presidente del Frente Amplio expresó su preocupación por el recambio generacional político

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han sido sus avances más significativos como gobierno?

Son muchos. Aunque si escuchamos a la oposición parece que estuviéramos en una dictadura o en una “republique-ta” bananera.

Los avances abarcan aspectos econó-micos, políticos y sociales. En lo eco-nómico, pasamos de ser el último o pe-núltimo país del continente en el cual un inversor extranjero se fijaba para ser el primero o el segundo. Existió y existe confianza en los gobiernos del doctor Tabaré Vázquez (2005-2010) y del presidente José Mujica. Hay con-fianza en que las cosas se hacen con transparencia, en un marco legal defi-nido y con reglas claras. Además, y de manera notoria, la izquierda ha mejora-do el Producto Interno Bruto (PIB). Y desde el comienzo hemos estado obse-sionados en mejorar la distribución de la riqueza. El Gobierno aplicó medidas impostergables, como la reforma tri-butaria, que fue una seña de identidad del FA, donde nuestro lema fue “que pague más el que tiene más”.

En materia social, se ha reducido la pobreza del 38 al 13% y se espera abatir la indigencia. Evaluamos sistemática-mente cómo las políticas de crecimiento no hacen más inequitativas a la sociedad, sino por el contrario, tienen elementos de redistribución. Ahora tenemos asig-naciones familiares que dejaron de ser una limosna para ser diferenciadas según las edades de los hijos y las condiciones socioeconómicas de los hogares.

Existe también un avance importante en materia de derechos. Se legislaron cerca de 40 normas que protegen a los trabajadores, entre ellos, a 100 mil tra-bajadoras domésticas. Por primera vez existe una norma que las ampara y que es modelo en el mundo, ya que ha ser-vido para el diseño de una convención de protección al trabajo doméstico. Lo mismo con los trabajadores rurales que no tenían ningún tipo de protección ni definiciones de sus condiciones labora-les. Ningún otro gobierno, salvo el FA, podía ocuparse de estos segmentos de la población que nunca antes estuvie-ron considerados.

También se ha avanzado en materia de políticas de género, en el reconocimiento a personas transexuales y en la posibi-

lidad de que tengan un documento que coincida con su orientación sexual.

¿Y en materia de derechos humanos?

El frenteamplista ha sido el primer gobierno consecuente con la verdad y la justicia. Después de muchos años de desconocerse los archivos secretos de la última dictadura cívico militar y el paradero de los desaparecidos, hoy existen normas que ayudan a construir la memoria colectiva de una sociedad que no puede construirse ni proyec-tarse con vigor hacia el futuro si tiene heridas que no han cicatrizado. Todo esto con una gran confrontación con la derecha, que en nuestro país tiene un enorme poder y que pugna por volver al gobierno.

¿Qué desafíos afronta el FA y cuáles son sus deudas pendientes para el fu-turo cercano?

Tenemos un modelo de desarro-llo en construcción, aún con debates pendientes. En estos años el país ha pasado de la parálisis al movimiento permanente y a los desafíos, que sabe-mos tienen amenazas, porque hemos vivido una crisis iniciada en 2008 en Estados Unidos y extendida a Europa, sin tener aún elementos para avizorar una salida.

Ahora, nuestro desafío es dedicar-nos a una franja importante de traba-jadores, mayoritariamente jóvenes y formalizados, que perciben mensual-mente 10 mil pesos (500 dólares). Esto implica mantener a este segmento de la población dentro de la formalización y asegurar que conserven su empleo. El desempleo se redujo al 6%, la cifra más baja que se registró en la historia. Pero es una cifra general, porque las mujeres jóvenes continúan teniendo un porcentaje de desocupación cuatro veces mayor al promedio general. Esto implica desarrollar políticas generales y focalizadas hacia los jóvenes y las mujeres de todas las edades.

Actualmente estamos muy ocupados en mejorar las condiciones para am-bientar una diversificación de la matriz productiva que genere riqueza de una manera más diversificada. Esto implica diversificar la matriz energética.

¿Cómo interpreta la caída en las encues-tas del oficialismo?

Hay dos hechos relativamente coyun-turales que afectan la imagen. Uno es el distanciamiento de la fuerza política con la ciudadanía. Ese sigue siendo el factor principal, sin negar el problema de la ba-sura en Montevideo, que por varios mo-tivos ha sido muy complejo y el reciente cierre de la empresa de navegación aérea Pluna, en una decisión que entendimos era la más justa y nos tiene en un período de transición. Sobre este último tema hay mucha tergiversación de la información.

Pasando al plano internacional, ¿qué análisis hace de la destitución del presi-dente Fernando Lugo en Paraguay?

Rechazamos la destitución del presi-dente Lugo. Estamos haciendo enormes esfuerzos para brindar solidaridad inter-nacional y por aislar al régimen actual que quebró el orden institucional. Si algo faltaba para la reflexión, es pensar en el escaso tiempo que separa a estos hechos de las próximas elecciones, que segura-mente hubieran dado como ganador a la fuerza política que conduce Lugo.

Esto implicó la suspensión de Para-guay del Mercosur y, de manera casi simultánea, el ingreso de Venezuela al bloque regional. ¿Qué opinión le me-rece este hecho?

Respecto a esto tampoco tengo la me-nor duda sobre la legalidad de los pasos adoptados por el gobierno uruguayo. Nuestra opción era no hacer las cosas en simultáneo cronológicamente, pero los hechos en Paraguay lo precipitaron. En el FA siempre hemos tenido una po-sición muy clara con respecto al ingre-so de Venezuela al bloque regional. El Mercosur debe continuar ampliándose y la incorporación de Venezuela es es-tratégica. Ojalá que en América Latina podamos tener un nivel de integración que permita que este continente, con la mayor riqueza en materia de biodiver-sidad y diversidad étnica, racial y cul-tural, pueda tener gobiernos que hagan que las riquezas puedan ser equitativas al conjunto de sus pueblos.

Desde Montevideo, Georgina Rodríguez

Uruguay · 31

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El conflicto por la construcción de una carretera a través del Territorio Indí-

gena y Parque Nacional Isiboro Secure (Tipnis), que comenzó hace ya 10 meses, ha afectado como ningún otro la imagen de Evo Morales. Sectores opositores han instalado la idea de que el primer presi-dente indígena ha lesionado los intereses de sus propios “hermanos” y este intento desestabilizador obtuvo ciertos resulta-dos gracias a la propaganda de las gran-

des cadenas televisivas que se oponen al proceso de cambio. A eso se sumó el hecho de que la primera marcha en de-fensa del territorio (septiembre de 2011) fue duramente reprimida, lo que derivó en la sanción parlamentaria de la “Ley Corta”, que prohibía la construcción de carreteras por ese parque nacional y de-claraba la zona como intangible. Poste-riormente, en febrero de este año, una contramarcha encabezada por el Conse-

jo Nacional Indígena del Sur (Conisur) logró que la Asamblea Plurinacional promulgue la ley 222, que aprueba la consulta a los pueblos de la zona para ver si quieren o no la carretera. Dema-siadas aristas para un tema altamente sensible en esta sociedad.

El Tipnis es un área protegida de Bo-livia, de más de un un millón 200 mil hectáreas, zona de litigio histórica entre dos departamentos en el centro del país. La carretera –que provocó dos marchas opositoras hacia La Paz y otra en apo-yo– busca unir Villa Tunari, en Cocha-bamba, con San Ignacio de Moxos, en Beni, atravesando dicho territorio. La obra tendrá una longitud de 306 kilóme-tros y su construcción demandará una inversión de 415 millones de dólares.

La denominada IX Marcha en contra de la construcción de la carretera per-

Debate por el medio ambiente en el centro de la escena

Falso ecologismo contra la revolución

32 · Bolivia Agosto de 2012

Democracia: la construcción de una carretera en un territorio in-dígena se ha transformado en el conflicto más prolongado que ha tenido que afrontar el proceso de cambio que lidera el presidente Evo Morales Ayma y que pareció socavar los cimientos de su go-bierno: la defensa de la Madre Tierra y el apoyo de las mayorías originarias. Sin embargo, la paciente capacidad de diálogo y la propuesta de realizar una consulta a los habitantes del lugar para confirmar si están de acuerdo o no en que se cree la vía de comu-nicación que una a los departamentos de Cochabamba y Beni ha dejado sin argumentos válidos a quienes se oponen.

Luego de una caminata de 62 días y dos semanas de instalación en La Paz, la IX Marcha por la defensa del Tipnis abandonó la capital administrativa el 9 de julio

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maneció en La Paz entre el 27 de junio y el 11 de julio, tras 62 días de cami-nata desde Trinidad, Beni. El retorno al territorio no fue como lo planificaron sus principales líderes. Cincuenta y seis de 63 corregidores (representantes de las comunidades del Tipnis) firmaron un acuerdo con el gobierno para reali-zar una consulta a los habitantes de la zona y así determinar la voluntad de los pobladores de tener esa vía de comu-nicación o no. Ante este escenario, los grupos que rechazaron el acuerdo ame-nazaron con impedir la convocatoria popular. Fernando Vargas, presidente de la Subcentral del Tipnis, amenazó a las autoridades: “No nos estamos yendo derrotados, estamos volviendo con la frente en alto. No es retornar, vamos a trasladar nuestra lucha a las trincheras del parque y lo que pase allá será res-ponsabilidad pura y exclusiva del go-bierno nacional”. En esa línea, Bertha Bejarano, presidente del Comité de Mo-vilización de la IX Marcha, señaló que “la lucha será ahora en nuestro territo-rio, no vamos a permitir que destruyan y contaminen nuestros hogares”.

En contraposición, el vicepresidente del país, Álvaro García Linera, fustigó el rol de los medios de comunicación privados por sus “falsedades e impos-turas”. Denunció que “los medios cons-tituyeron un mito urbano de tierra indí-gena paradisíaca, donde el ser humano vivía en armonía con la Madre Tierra y los indígenas eran los dueños; hay una creencia de que la carretera obs-truye al bosque y sólo se usarían 200 hectáreas para su construcción. Al año en (el departamento de) Santa Cruz se arrasan ilegalmente 250 mil hectáreas y no he visto una sola marcha por eso”, argumentó. Apuntó contra “la manipu-lación de todos los medios privados, sin excepción, sobre lo que llamaron el ‘pulmón del mundo’, pero resulta que tal pulmón del mundo tiene cáncer pul-monar, donde hay concesiones madere-ras ilegales; donde se hacen matanzas de lagartos para factorías de cuero, una depredación que a nadie le importó; y donde se realiza turismo de privilegio para turistas europeos o estadouniden-ses al precio de 7 mil dólares por cuatro días, con pistas de aterrizaje privadas y hoteles ecológicos de lujo… Un pul-món del mundo no es esto”.

García Linera defendió el proyecto al sostener que “esta carretera es para unir a dos regiones que están viviendo a espaldas”. Tras recordar que “hoy se necesitan tres días en movilidad para llegar a la Amazonía y 15 días si llue-ve”, señaló que “la Amazonía es nues-tra, no de las ONGs, de los madereros o de las empresas”.

El vicepresidente de Bolivia insistió que “se mostró a unos indígenas como dueños de ese pulmón del mundo, pero los dueños no son los pueblos, son estas empresas, son las ONGs, no es el Es-tado. Estos empresarios son los dueños del Tipnis. En el mundo amazónico los poderosos son los hacendados, los ma-dereros, las ONGs, los terratenientes, es una zona de despotismo y es ese el sis-tema de poder que hay que visibilizar”.

Voces y evidenciasAnte la evidencia del fracaso de la úl-

tima marcha hacia La Paz, los oposito-res a la carretera iniciaron una campaña difamatoria contra el gobierno nacional. Felipe Quispe, vocero de la IX Marcha, exhibió durante la vigilia frente a la Vi-cepresidencia de la Nación, una cartu-lina gigante con la foto del mandatario boliviano y la palabra “narcotraficante”. “Evo Morales es rehén de las transna-cionales y el narcotráfico”, sentenció. Las mismas acusaciones que la derecha política y el gobierno de los Estados Unidos usan para atacar a Evo.

En septiembre de 2011 estos mismos sectores habían llegado a la capital del país, en la llamada VIII Marcha. Esa ma-nifestación tuvo el apoyo de clases me-dias urbanas, que se amplió luego de la represión policial que sufrieron a mitad de camino hacia La Paz. Sin embargo, con el paso de los meses, el movimiento ambientalista fue perdiendo fuerza por la propuesta del Gobierno de realizar una consulta a los habitantes del Territorio Indígena y por la evidencia de que parte de esos mismos ciudadanos están a favor de la carretera.

Estefani Fernández, indígena del Tipnis, sostiene que apoya esta carretera porque “se sufre en el Beni, no llegan las cosas de primera necesidad, sufrimos en el tiempo de lluvias, y se eleva mucho el precio de la canasta familiar”. Otro vecino de la zona, Oscar Chambi, cuenta que “desde donde vivimos nosotros, en la comunidad

Nueva Vida, hacia el pueblo (más cerca-no), que es Trinidad, se necesitan dos días en nuestras canoítas para llegar”.

El cronograma del Ministerio de Obras Públicas establece que la consul-ta en el Tipnis será entre el 29 de julio y el 19 de agosto. Del 20 de agosto al 3 de septiembre se elaborará el informe y el 6 de septiembre se presentarían los resultados. Ignacio Durán, autoridad originaria del Tipnis, y uno de los fir-mantes del acuerdo con el Gobierno, señaló: “Queremos la consulta noso-tros, queremos saber de qué se trata la consulta, para eso hemos venido con los compañeros corregidores de distin-tas comunidades”.

El Presidente suele hablar de un plan de vías de comunicación para unir a un país que tiene zonas muy aisladas. Quince días antes de la consulta, en la ciudad de Cochabamba, Evo Mora-les, se refirió al conflicto: “el Gobierno cumplirá con su obligación de consultar a los representantes de los pueblos indí-genas para explicarles la importancia de esta vía”, aseveró. “Felizmente son po-cos (los que se oponen) frente a la gran mayoría de los bolivianos que apoya la obra, porque están conscientes de que las carreteras llevan desarrollo”.

Sectores minoritarios del movimien-to indígena, identificados con la oposi-ción política al gobierno de Evo Mo-rales, amenazan con impedir cualquier intento de consulta a las 63 comunida-des que componen ese territorio prote-gido. El desgaste de los marchistas es evidente, como lo demuestra el apoyo explícito que 56 de 63 representantes originarios del Tipnis le han dado a la consulta popular.

Para rechazar el acuerdo del go-bierno con las autoridades indígenas, agentes de la oposición se unieron al campamento de la IX marcha e inicia-ron acciones de desestabilización con-tra el ejecutivo, mediante el uso de la violencia para provocar una represión policial. Acciones de este tipo son las que se esperan ahora en el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Secure, para que los funcionarios que tienen que garantizar el cronograma de consulta hagan su tarea.

Desde La Paz,

Mariano Vázquez

Bolivia · 33

Page 34: América XXI - N° 88

La provincia francófona de Quebec, en Canadá, está convulsionada des-

de hace seis meses. Miles de estudiantes quebequenses rechazan firmemente el au-mento de los costos de las matrículas en las universidades y colegios de formación general y profesional (Cégep, por su sigla en francés). Lo hacen mediante marchas pacíficas y manifestaciones de todo tipo, mientras luchan por evitar la privatización de las universidades.

Desde el comienzo del conflicto, cien-tos de protestas han tenido lugar en toda la provincia, movilizando a miles de per-sonas de todas las edades y situaciones sociales. Su denominador común ha sido el carácter no violento y democrático, adoptado por el movimiento estudiantil

en todas las manifestaciones. Pero el go-bierno provincial responde con represión y medidas autoritarias, a pesar del rechazo que genera en gran parte de la sociedad.

Origen del conflictoA la cabeza del gobierno provincial está

el Partido Liberal de Quebec, que asumió el poder en 2003. Desde entonces, y bajo la figura del primer ministro Jean Cha-rest, ha atacado progresivamente el siste-ma de salud, los recursos naturales y la educación de los quebequenses.

Ya a comienzos de 2005, Charest anun-ció los primeros recortes al programa de préstamo-beca, que permite a miles de personas tener acceso a estudios de nivel superior. Dos años después, aumentó 500

dólares su costo (que es en promedio de 3.240 dólares por año). Y decretó una me-dida similar a fines de 2010, acelerando la fractura universitaria que se vive hoy.

Fue esa última decisión la que generó la enérgica reacción de las federaciones estudiantiles, las que decidieron enfrentar la decisión gubernamental. Estas organi-zaciones agrupan a las asociaciones de estudiantes de las diferentes universida-des y Cégeps de la provincia. Pero a pesar de su férrea oposición, en marzo de 2011 el gobierno quebequense reveló su inten-ción de incrementar otra vez las matrícu-las en un escandaloso 75% en cinco años. Así, en 2017 los derechos de inscripción pasarán a costar 4.408 dólares anuales, frente a los 2.519 actuales (sin tener en cuenta los costos suplementarios, que hoy ascienden a 723 dólares). Se calcu-la que una cuarta parte de los estudiantes universitarios compensarían el alza con el programa de préstamo-beca, lo que im-plicaría que una octava parte tendría que endeudarse a niveles exorbitantes para poder continuar sus estudios. El resto, más o menos el 60% de los estudiantes, se vería obligado a asumir el alza por sus propios medios.

Sorpresivo: Canadá vive un conflicto social sin precedentes en su historia. El movimiento estudiantil de Quebec, en defensa de la edu-cación pública, combate al gobierno provincial liberal. Cientos de manifestaciones pacíficas se suceden hace seis meses, a pesar de la intensa represión policial ordenada por el Estado. Y no cesan. Los es-tudiantes y otros sectores sociales defienden una conquista alcanzada durante la “Revolución tranquila” de la década de 1960. La resis-tencia, que tomó forma de “huelga general” en las universidades, se apoya en la fuerza y cohesión de la organización estudiantil, que en la forma de asociaciones y federaciones emula el modelo sindical.

Resistencia masiva a la rentabilización de la educación

Lucha estudiantil en Quebec

34 · Canadá Agosto de 2012

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Organización y respuestaLa amenaza de restricción al acceso a

la educación dio nacimiento a un movi-miento de resistencia, liderado por los estudiantes. En septiembre de 2011, el movimiento estudiantil comenzó a ha-blar de huelga. Y la concretó el 13 de febrero bajo el concepto de “huelga ge-neral ilimitada”, votada por buena parte de las asociaciones estudiantiles de las universidades y Cégeps.

Haciendo uso de una conjugación de creatividad, estrategia y disciplinada or-ganización, 150 mil estudiantes (sobre un total aproximado de 400 mil) están ahora en su sexto mes de huelga. Se trata de un hecho sin precedentes en la histo-ria de Canadá. El éxito del movimiento estudiantil se explica, en parte, por la gran organización de las asociaciones estudiantiles de la provincia, que fun-cionan desde la década de 1980 como un sindicato de trabajadores. Así, cada es-tudiante debe pertenecer a una de ellas; y cada asociación pertenece, a su vez, a una federación de asociaciones. Las aso-ciaciones cuentan entonces con enormes recursos económicos, son poderosas y sumamente organizadas.

Para intentar poner fin al conflicto es-tudiantil que divide a Quebec desde fe-brero, el Parlamento provincial adoptó una ley especial el 18 de mayo. Aproba-da por 68 votos a favor y 48 en contra, la ley 78 es un ataque directo a la libertad de asociación y de expresión: restringe el derecho de organizar huelgas en las

universidades, limita el derecho de ma-nifestarse y prevé además fuertes mul-tas –de hasta 150 mil dólares– contra aquellos que “bloqueen el derecho de un estudiante a seguir sus clases”.

La respuesta a la “ley garrote”, bau-tizada así por los estudiantes, es la in-dignación generalizada del movimiento estudiantil y de buena parte de la socie-dad. No sólo estudiantes, sino también profesores, historiadores, jueces y ciu-dadanos de a pie salen a las calles, ca-cerola en mano, para dejar por sentada su voz de protesta. Con ellos, el movi-miento estudiantil toma fuerza progre-sivamente y recoge el apoyo de cada vez más personas, que ven en la lucha estudiantil la lucha de toda una socie-dad contra el deterioro de sus valores fundamentales.

Por medio de la serie de manifesta-ciones realizadas en los últimos meses, los estudiantes no sólo enfrentaron di-rectamente a esta ley y consiguieron poner en evidencia la arbitrariedad del gobierno provincial en su fallido inten-to por controlar la situación. También lograron generar e instalar un profundo debate público.

Lo que está en juegoLa respuesta represiva optada por el

gobierno quebequense desnuda la volun-tad del primer ministro Charest de lan-zarse contra un movimiento que lo puede sacar del poder. La toma de conciencia por parte de los jóvenes, quienes repre-

sentaban otrora el mayor porcentaje de abstención durante los comicios electo-rales, plantean un peligro para el actual gobierno quebequense.

El alza del 75% en el costo de las matrí-culas es un indicador de la profunda trans-formación que sufre el mundo universita-rio. Situando al estudiante bajo el status de “cliente”, esta transformación se inscribe de manera clara en la lógica mercantilista de la educación y de la privatización del financiamiento de un servicio público de vital importancia para la sociedad quebe-quense. Así, el estudiante es empujado a “rentabilizar su inversión”. Se completa así la transformación de la educación, que deja de ser un bien común para conver-tirse en un bien que cada individuo debe pagarse por sus propios medios.

El gobierno quebequense impone la idea de que la universidad debe ser renta-ble como una empresa privada, en la que los estudiantes son vistos como “merca-do estudiantil”. Pero encuentra respues-ta: la lucha de los estudiantes evidencia que el modelo democrático de Quebec no es tan democrático como parece.

Estos jóvenes politizados y en desobe-diencia ya dejaron en claro que no darán su brazo a torcer ante el abuso de poder de un gobierno cerrado a la negociación, pero abierto a la represión del estudian-tado bajo una ley considerada mayorita-riamente como injusta, desproporciona-da y represiva.

Desde Quebec, Juan M. Fernández-Ruiz

Canadá · 35

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Reapareció el fantasma

Burgueses y proletariosToda la historia de la sociedad huma-

na, hasta la actualidad es una historia de luchas de clases.

Libres y esclavos, patricios y plebe-yos, barones y siervos de la gleba, maes-tros y oficiales; en una palabra, opreso-res y oprimidos, frente a frente siempre, empeñados en una lucha ininterrumpida, velada unas veces, y otras franca y abier-ta, en una lucha que conduce en cada eta-pa a la transformación revolucionaria de todo el régimen social o al exterminio de ambas clases beligerantes.

En los tiempos históricos nos encon-tramos a la sociedad dividida casi por doquier en una serie de estamentos, dentro de cada uno de los cuales reina, a su vez, una nueva jerarquía social de grados y posiciones. En la Roma antigua son los patricios, los équites, los plebeyos, los esclavos; en la Edad Media, los señores feudales, los vasa-

llos, los maestros y los oficiales de los gremios, los siervos de la gleba, y den-tro de cada una de esas clases todavía nos encontramos con nuevos matices y gradaciones.

La moderna sociedad burguesa que se alza sobre las ruinas de la sociedad feudal no ha abolido los antagonismos de clase. Lo que ha hecho ha sido crear nuevas clases, nuevas condiciones de opresión, nuevas modalidades de lucha, que han venido a sustituir a las antiguas.

Sin embargo, nuestra época, la época de la burguesía, se caracteriza por ha-ber simplificado estos antagonismos de clase. Hoy, toda la sociedad tiende a se-pararse, cada vez más abiertamente, en dos grandes campos enemigos, en dos grandes clases antagónicas: la burgue-sía y el proletariado.

De los siervos de la gleba de la Edad Media surgieron los “villanos” de las primeras ciudades; y estos villanos fue-

Actualidad: “un fantasma recorre Europa”, comenzaba diciendo la introducción a este pequeño libro cuyo primer capítulo se repro-duce a continuación. Escrito en 1848 por encargo de la Liga Co-munista, una organización obrera internacional, el texto fue conce-bido como “detallado programa teórico y práctico, destinado a la publicidad, que sirviese de pro-grama del partido”. A la distancia de 164 años, aquel panfleto se convirtió en libro con más traduc-ciones, más ediciones y, por lejos, la mayor cantidad de ejemplares impresos en la historia del libro. La Biblia ocupa el segundo lugar. Y cuando se lo creía definitiva-mente enterrado, reaparece co-rrigiendo significativamente la visión de sus autores: el fantas-ma ya no recorre Europa, sino el mundo entero. Esa violenta irrupción replantea la necesidad de estudiar el pequeño librito. Reasimilar verdades simples y profundas, tergiversadas por pre-sunción, ignorancia o interés. Por ejemplo ésta: “el Poder público viene a ser, pura y simplemen-te, el Consejo de administración que rige los intereses colectivos de la clase burguesa”. ¿Cuántos teóricos han remachado en los últimos tiempos la necesidad de “fortalecer el Estado” como solu-ción a la crisis, sin entender esta verdad elemental? Por eso, como acicate para que jóvenes –y no tanto– retornen o visiten por pri-mera vez estas páginas, América XXI las reproduce aquí.

Agosto de 2012

Primer capítulo del Manifiesto del Partido Comunista

Portada del Manifiesto comunista ilustrado de Eduardo del Río (Rius), dibujante y escritor mexicano

Por Carlos Marx y Federico Engels

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ron el germen de donde brotaron los pri-meros elementos de la burguesía.

El descubrimiento de América, la circunnavegación de África abrieron nuevos horizontes e imprimieron nuevo impulso a la burguesía. El mercado de China y de las Indias orientales, la colo-nización de América, el intercambio con las colonias, el incremento de los medios de cambio y de las mercaderías en gene-ral, dieron al comercio, a la navegación, a la industria, un empuje jamás conoci-do, atizando con ello el elemento revolu-cionario que se escondía en el seno de la sociedad feudal en descomposición.

El régimen feudal o gremial de produc-ción que seguía imperando no bastaba ya para cubrir las necesidades que abrían los nuevos mercados. Vino a ocupar su puesto la manufactura. Los maestros de los gremios se vieron desplazados por la clase media industrial, y la división del trabajo entre las diversas corporaciones fue suplantada por la división del trabajo dentro de cada taller.

Pero los mercados seguían dilatándo-se, las necesidades seguían creciendo. Ya no bastaba tampoco la manufactura. El invento del vapor y la maquinaria vinie-ron a revolucionar el régimen industrial de producción. La manufactura cedió el puesto a la gran industria moderna, y la clase media industrial hubo de dejar paso a los magnates de la industria, jefes de grandes ejércitos industriales, los bur-gueses modernos.

La gran industria creó el mercado mundial, ya preparado por el descubri-miento de América. El mercado mundial imprimió un gigantesco impulso al co-mercio, a la navegación, a las comuni-caciones por tierra. A su vez, estos pro-gresos redundaron considerablemente en provecho de la industria, y en la misma proporción en que se dilataban la indus-tria, el comercio, la navegación, los fe-rrocarriles, se desarrollaba la burguesía, crecían sus capitales, iba desplazando y esfumando a todas las clases heredadas de la Edad Media.

Vemos, pues, que la moderna burgue-sía es, como lo fueron en su tiempo las otras clases, producto de un largo proce-so histórico, fruto de una serie de trans-formaciones radicales operadas en el ré-gimen de cambio y de producción.

A cada etapa de avance recorrida por la burguesía corresponde una nueva eta-

pa de progreso político. Clase oprimida bajo el mando de los señores feudales, la burguesía forma en la “comuna” una asociación autónoma y armada para la defensa de sus intereses; en unos sitios se organiza en repúblicas municipales independientes; en otros forma el tercer estado tributario de las monarquías; en la época de la manufactura es el contrape-so de la nobleza dentro de la monarquía feudal o absoluta y el fundamento de las grandes monarquías en general, hasta que, por último, implantada la gran in-dustria y abiertos los cauces del merca-do mundial, se conquista la hegemonía política y crea el moderno Estado repre-sentativo. Hoy, el Poder público viene a ser, pura y simplemente, el Consejo de administración que rige los intereses co-lectivos de la clase burguesa.

La burguesía ha desempeñado, en el transcurso de la historia, un papel verda-deramente revolucionario.

Dondequiera que se instauró, echó por tierra todas las instituciones feudales, patriarcales e idílicas. Desgarró implaca-blemente los abigarrados lazos feudales que unían al hombre con sus superiores naturales y no dejó en pie más vínculo que el del interés escueto, el del dinero contante y sonante, que no tiene entra-ñas. Echó por encima del santo temor de Dios, de la devoción mística y piadosa, del ardor caballeresco y la tímida melan-colía del buen burgués, el jarro de agua helada de sus cálculos egoístas. Enterró la dignidad personal bajo el dinero y re-dujo todas aquellas innumerables liberta-des escrituradas y bien adquiridas a una única libertad: la libertad ilimitada de comerciar. Sustituyó, para decirlo de una vez, un régimen de explotación, velado por los cendales de las ilusiones políticas y religiosas, por un régimen franco, des-carado, directo, escueto, de explotación.

La burguesía despojó de su halo de santidad a todo lo que antes se tenía por venerable y digno de piadoso aconteci-miento. Convirtió en sus servidores asa-lariados al médico, al jurista, al poeta, al sacerdote, al hombre de ciencia.

La burguesía desgarró los velos emo-tivos y sentimentales que envolvían la familia y puso al desnudo la realidad económica de las relaciones familiares.

La burguesía vino a demostrar que aquellos alardes de fuerza bruta que la reacción tanto admira en la Edad Media

tenían su complemento cumplido en la haraganería más indolente. Hasta que ella no lo reveló no supimos cuánto podía dar de sí el trabajo del hombre. La burguesía ha producido maravillas mucho mayores que las pirámides de Egipto, los acue-ductos romanos y las catedrales góticas; ha acometido y dado cima a empresas mucho más grandiosas que las emigra-ciones de los pueblos y las cruzadas.

La burguesía no puede existir si no es revolucionando incesantemente los ins-trumentos de la producción, que tanto vale decir el sistema todo de la produc-ción, y con él todo el régimen social. Lo contrario de cuantas clases sociales la precedieron, que tenían todas por con-dición primaria de vida la intangibilidad del régimen de producción vigente. La época de la burguesía se caracteriza y distingue de todas las demás por el cons-tante y agitado desplazamiento de la pro-ducción, por la conmoción ininterrumpi-da de todas las relaciones sociales, por una inquietud y una dinámica incesantes. Las relaciones inconmovibles y mohosas del pasado, con todo su séquito de ideas y creencias viejas y venerables, se de-rrumban, y las nuevas envejecen antes de echar raíces. Todo lo que se creía per-manente y perenne se esfuma, lo santo es profanado, y, al fin, el hombre se ve constreñido, por la fuerza de las cosas, a contemplar con mirada fría su vida y sus relaciones con los demás.

La necesidad de encontrar mercados espolea a la burguesía de una punta a otra del planeta. Por todas partes anida, en todas partes construye, por doquier establece relaciones.

La burguesía, al explotar el mercado mundial, da a la producción y al consumo de todos los países un sello cosmopolita. Entre los lamentos de los reaccionarios destruye los cimientos nacionales de la industria. Las viejas industrias naciona-les se vienen a tierra, arrolladas por otras nuevas, cuya instauración es problema vital para todas las naciones civilizadas; por industrias que ya no transforman como antes las materias primas del país, sino las traídas de los climas más lejanos y cuyos productos encuentran salida no sólo dentro de las fronteras, sino en todas las partes del mundo. Brotan necesida-des nuevas que ya no bastan a satisfacer, como en otro tiempo, los frutos del país, sino que reclaman para su satisfacción

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los productos de tierras remotas. Ya no reina aquel mercado local y nacional que se bastaba así mismo y donde no entraba nada de fuera; ahora, la red del comercio es universal y en ella entran, unidas por vínculos de interdependencia, todas las naciones. Y lo que acontece con la pro-ducción material, acontece también con la del espíritu. Los productos espirituales de las diferentes naciones vienen a for-mar un acervo común. Las limitaciones y peculiaridades del carácter nacional van pasando a segundo plano, y las literaturas locales y nacionales confluyen todas en una literatura universal.

La burguesía, con el rápido perfeccio-namiento de todos los medios de produc-ción, con las facilidades increíbles de su red de comunicaciones, lleva la civiliza-ción hasta a las naciones más salvajes. El bajo precio de sus mercancías es la arti-llería pesada con la que derrumba todas las murallas de China, con la que obliga a capitular a las tribus bárbaras más ariscas en su odio contra el extranjero. Obliga a todas las naciones a abrazar el régimen de producción de la burguesía o perecer; las obliga a implantar en su propio seno la llamada civilización, es decir, a hacer-se burguesas. Crea un mundo hecho a su imagen y semejanza.

La burguesía somete el campo al impe-rio de la ciudad. Crea ciudades enormes, intensifica la población urbana en una fuer-te proporción respecto a la campesina y arranca a una parte considerable de la gen-te del campo al cretinismo de la vida rural. Y del mismo modo que somete el campo a la ciudad, somete los pueblos bárbaros y semibárbaros a las naciones civilizadas, los pueblos campesinos a los pueblos bur-gueses, el Oriente a Occidente.

La burguesía va aglutinando cada vez más los medios de producción, la pro-piedad y los habitantes del país. Aglo-mera la población, centraliza los medios de producción y concentra en manos de unos cuantos la propiedad. Este proceso tenía que conducir, por fuerza lógica, a un régimen de centralización política. Territorios antes independientes, apenas aliados, con intereses distintos, distin-tas leyes, gobiernos autónomos y líneas aduaneras propias, se asocian y refunden en una nación única, bajo un Gobierno, una ley, un interés nacional de clase y una sola línea aduanera.

En el siglo corto que lleva de existen-cia como clase soberana, la burguesía ha creado energías productivas mucho más grandiosas y colosales que todas las pasa-das generaciones juntas [téngase en cuen-ta que esta afirmación fue hecha en 1848: un siglo y medio después, la magnitud del salto en ese terreno es inconmensurable]. Basta pensar en el sometimiento de las fuerzas naturales por la mano del hombre, en la maquinaria, en la aplicación de la química a la industria y la agricultura, en la navegación de vapor, en los ferrocarriles, en el telégrafo eléctrico, en la roturación de continentes enteros, en los ríos abiertos a la navegación, en los nuevos pueblos que brotaron de la tierra como por ensalmo... ¿Quién, en los pasados siglos, pudo sospe-char siquiera que en el regazo de la socie-dad fecundada por el trabajo del hombre yaciesen soterradas tantas y tales energías y elementos de producción?

Hemos visto que los medios de pro-ducción y de transporte sobre los cuales se desarrolló la burguesía brotaron en el seno de la sociedad feudal. Cuando es-tos medios de transporte y de producción alcanzaron una determinada fase en su desarrollo, resultó que las condiciones en que la sociedad feudal producía y co-merciaba, la organización feudal de la agricultura y la manufactura, en una pala-bra, el régimen feudal de la propiedad, no correspondían ya al estado progresivo de las fuerzas productivas. Obstruían la pro-ducción en vez de fomentarla. Se habían convertido en otras tantas trabas para su desenvolvimiento. Era menester hacerlas saltar, y saltaron.

Vino a ocupar su puesto la libre concu-rrencia, con la constitución política y so-cial a ella adecuada, en la que se revelaba ya la hegemonía económica y política de la clase burguesa.

Pues bien: ante nuestros ojos se desa-rrolla hoy un espectáculo semejante. Las condiciones de producción y de cambio de la burguesía, el régimen burgués de la pro-piedad, la moderna sociedad burguesa, que ha sabido hacer brotar como por encanto tan fabulosos medios de producción y de transporte, recuerda al brujo impotente para dominar los espíritus subterráneos que con-juró. Desde hace varias décadas, la historia de la industria y del comercio no es más que la historia de las modernas fuerzas producti-vas que se rebelan contra el régimen vigente

“¿Cómo se sobrepone a las crisis la burguesía? De dos maneras: destruyen-do violentamente una gran masa de fuerzas producti-vas y conquistándose nue-vos mercados, a la par que procurando explotar más concienzudamente los mer-cados antiguos. Es decir, que remedia unas crisis prepa-rando otras más extensas e imponentes y mutilando los medios de que dispone para precaverlas.”

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de producción, contra el régimen de la pro-piedad, donde residen las condiciones de vida y de predominio político de la burgue-sía. Basta mencionar las crisis comerciales, cuya periódica reiteración supone un peli-gro cada vez mayor para la existencia de la sociedad burguesa toda. Las crisis comer-ciales, además de destruir una gran parte de los productos elaborados, aniquilan una parte considerable de las fuerzas produc-tivas existentes. En esas crisis se desata una epidemia social que a cualquiera de las épocas anteriores hubiera parecido absur-da e inconcebible: la epidemia de la super-producción. La sociedad se ve retrotraída repentinamente a un estado de barbarie momentánea; se diría que una plaga de hambre o una gran guerra aniquiladora la han dejado esquilmada, sin recursos para subsistir; la industria, el comercio están a punto de perecer. ¿Y todo por qué? Porque la sociedad posee demasiada civilización, demasiados recursos, demasiada industria, demasiado comercio. Las fuerzas produc-tivas de que dispone no sirven ya para fo-mentar el régimen burgués de la propiedad; son ya demasiado poderosas para servir a este régimen, que embaraza su desarrollo. Y tan pronto como logran vencer este obs-táculo, siembran el desorden en la socie-dad burguesa, amenazan dar al traste con el régimen burgués de la propiedad. Las condiciones sociales burguesas resultan ya demasiado angostas para abarcar la riqueza por ellas engendrada. ¿Cómo se sobrepone

a las crisis la burguesía? De dos maneras: destruyendo violentamente una gran masa de fuerzas productivas y conquistándose nuevos mercados, a la par que procuran-do explotar más concienzudamente los mercados antiguos. Es decir, que remedia unas crisis preparando otras más extensas e imponentes y mutilando los medios de que dispone para precaverlas.

Las armas con que la burguesía de-rribó al feudalismo se vuelven ahora contra ella.

Y la burguesía no sólo forja las armas que han de darle la muerte, sino que, además, pone en pie a los hombres lla-mados a manejarlas: estos hombres son los obreros, los proletarios.

En la misma proporción en que se de-sarrolla la burguesía, es decir, el capital, desarrollase también el proletariado, esa clase obrera moderna que sólo puede vivir encontrando trabajo y que sólo en-cuentra trabajo en la medida en que éste alimenta a incremento el capital. El obre-ro, obligado a venderse a trozos, es una mercancía como otra cualquiera, sujeta, por tanto, a todos los cambios y moda-lidades de la concurrencia, a todas las fluctuaciones del mercado.

La extensión de la maquinaria y la di-visión del trabajo quitan a éste, en el régi-men proletario actual, todo carácter autó-nomo, toda libre iniciativa y todo encanto para el obrero. El trabajador se convierte en un simple resorte de la máquina, del

que sólo se exige una operación mecáni-ca, monótona, de fácil aprendizaje. Por eso, los gastos que supone un obrero se reducen, sobre poco más o menos, al mí-nimo de lo que necesita para vivir y para perpetuar su raza. Y ya se sabe que el precio de una mercancía, y como una de tantas el trabajo, equivale a su costo de producción. Cuanto más repelente es el trabajo, tanto más disminuye el salario pagado al obrero. Más aún: cuanto más aumentan la maquinaria y la división del trabajo, tanto más aumenta también éste, bien porque se alargue la jornada, bien porque se intensifique el rendi-miento exigido, se acelere la marcha de las máquinas, etc.

La industria moderna ha convertido el pequeño taller del maestro patriarcal en la gran fábrica del magnate capitalista. Las masas obreras concentradas en la fábrica son sometidas a una organiza-ción y disciplina militares. Los obreros, soldados rasos de la industria, trabajan bajo el mando de toda una jerarquía de sargentos, oficiales y jefes. No son sólo siervos de la burguesía y del Estado burgués, sino que están todos los días y a todas horas bajo el yugo esclaviza-dor de la máquina, del contramaestre, y sobre todo, del industrial burgués dueño de la fábrica. Y este despotismo es tanto más mezquino, más execrable, más in-dignante, cuanta mayor es la franqueza con que proclama que no tiene otro fin que el lucro.

Cuanto menores son la habilidad y la fuerza que reclama el trabajo manual, es decir, cuanto mayor es el desarrollo ad-quirido por la moderna industria, también es mayor la proporción en que el traba-jo de la mujer y el niño desplaza al del hombre. Socialmente, ya no rigen para la clase obrera esas diferencias de edad y de sexo. Son todos, hombres, mujeres y niños, meros instrumentos de trabajo, entre los cuales no hay más diferencia que la del costo.

Y cuando ya la explotación del obrero por el fabricante ha dado su fruto y aquél recibe el salario, caen sobre él los otros representantes de la burguesía: el casero, el tendero, el prestamista, etc.

Toda una serie de elementos modestos que venían perteneciendo a la clase me-dia, pequeños industriales, comerciantes y rentistas, artesanos y labriegos, son ab-

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Para Marx y Engels “el hombre está llamado a manejar las armas de la burguesía que han de darle muerte”

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sorbidos por el proletariado; unos, porque su pequeño caudal no basta para alimen-tar las exigencias de la gran industria y sucumben arrollados por la competencia de los capitales más fuertes, y otros por-que sus aptitudes quedan sepultadas bajo los nuevos progresos de la producción. Todas las clases sociales contribuyen, pues, a nutrir las filas del proletariado.

El proletariado recorre diversas etapas antes de fortificarse y consolidarse. Pero su lucha contra la burguesía data del ins-tante mismo de su existencia.

Al principio son obreros aislados; luego, los de una fábrica; luego, los de todas una rama de trabajo, los que se en-frentan, en una localidad, con el burgués que personalmente los explota. Sus ata-ques no van sólo contra el régimen bur-gués de producción, van también contra los propios instrumentos de la produc-ción; los obreros, sublevados, destruyen las mercancías ajenas que les hacen la competencia, destrozan las máquinas, pegan fuego a las fábricas, pugnan por volver a la situación, ya enterrada, del obrero medieval.

En esta primera etapa, los obreros for-man una masa diseminada por todo el país y desunida por la concurrencia. Las concentraciones de masas de obreros no son todavía fruto de su propia unión, sino fruto de la unión de la burguesía, que para alcanzar sus fines políticos propios tiene que poner en movimiento -cosa que todavía logra- a todo el proletariado. En esta etapa, los proletarios no combaten contra sus enemigos, sino contra los ene-migos de sus enemigos, contra los vesti-gios de la monarquía absoluta, los gran-des señores de la tierra, los burgueses no industriales, los pequeños burgueses. La marcha de la historia está toda concen-trada en manos de la burguesía, y cada triunfo así alcanzado es un triunfo de la clase burguesa.

Sin embargo, el desarrollo de la indus-tria no sólo nutre las filas del proletariado, sino que las aprieta y concentra; sus fuer-zas crecen, y crece también la conciencia de ellas. Y al paso que la maquinaria va borrando las diferencias y categorías en el trabajo y reduciendo los salarios casi en todas partes a un nivel bajísimo y uni-forme, van nivelándose también los inte-reses y las condiciones de vida dentro del proletariado. La competencia, cada vez

más aguda, desatada entre la burguesía, y las crisis comerciales que desencade-na, hacen cada vez más inseguro el sala-rio del obrero; los progresos incesantes y cada día más veloces del maquinismo aumentan gradualmente la inseguridad de su existencia; las colisiones entre obreros y burgueses aislados van toman-do el carácter, cada vez más señalado, de colisiones entre dos clases. Los obreros empiezan a coaligarse contra los burgue-ses, se asocian y unen para la defensa de sus salarios. Crean organizaciones per-manentes para pertrecharse en previsión de posibles batallas. De vez en cuando estallan revueltas y sublevaciones.

Los obreros arrancan algún triunfo que otro, pero transitorio siempre. El verdadero objetivo de estas luchas no es conseguir un resultado inmediato, sino ir extendiendo y consolidando la unión obrera. Coadyuvan a ello los medios cada vez más fáciles de comunicación, creados por la gran industria y que sir-ven para poner en contacto a los obreros de las diversas regiones y localidades. Gracias a este contacto, las múltiples ac-ciones locales, que en todas partes pre-sentan idéntico carácter, se convierten en un movimiento nacional, en una lucha de clases. Y toda lucha de clases es una acción política. Las ciudades de la Edad Media, con sus caminos vecinales, nece-sitaron siglos enteros para unirse con las demás; el proletariado moderno, gracias a los ferrocarriles, ha creado su unión en unos cuantos años.

Esta organización de los proletarios como clase, que tanto vale decir como partido político, se ve minada a cada momento por la concurrencia desatada entre los propios obreros. Pero avanza y triunfa siempre, a pesar de todo, cada vez más fuerte, más firme, más pujante. Y aprovechándose de las discordias que surgen en el seno de la burguesía, impone la sanción legal de sus intereses propios. Así nace en Inglaterra la ley de la jornada de diez horas.

Las colisiones producidas entre las fuerzas de la antigua sociedad imprimen nuevos impulsos al proletariado. La bur-guesía lucha incesantemente: primero, contra la aristocracia; luego, contra aque-llos sectores de la propia burguesía cuyos intereses chocan con los progresos de la industria, y siempre contra la burguesía

“La sociedad no puede se-guir viviendo bajo el impe-rio de esa clase; la vida de la burguesía se ha hecho in-compatible con la sociedad.La existencia y el predo-minio de la clase burguesa tienen por condición esen-cial la concentración de la riqueza en manos de unos cuantos individuos, la for-mación e incremento cons-tante del capital; y éste, a su vez, no puede existir sin el trabajo asalariado.”

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de los demás países. Para librar estos combates no tiene más remedio que ape-lar al proletariado, reclamar su auxilio, arrastrándolo así a la palestra política. Y de este modo, le suministra elementos de fuerza, es decir, armas contra sí misma.

Además, como hemos visto, los pro-gresos de la industria traen a las filas proletarias a toda una serie de elementos de la clase gobernante, o a lo menos los colocan en las mismas condiciones de vida. Y estos elementos suministran al proletariado nuevas fuerzas.

Finalmente, en aquellos períodos en que la lucha de clases está a punto de decidirse, es tan violento y tan claro el proceso de desintegración de la clase gobernante latente en el seno de la so-ciedad antigua, que una pequeña parte de esa clase se desprende de ella y abra-za la causa revolucionaria, pasándose a la clase que tiene en sus manos el por-venir. Y así como antes una parte de la nobleza se pasaba a la burguesía, aho-ra una parte de la burguesía se pasa al campo del proletariado; en este tránsito rompen la marcha los intelectuales bur-gueses, que, analizando teóricamente el curso de la historia, han logrado ver cla-ro en sus derroteros.

De todas las clases que hoy se en-frentan con la burguesía no hay más que una verdaderamente revoluciona-ria: el proletariado. Las demás perecen y desaparecen con la gran industria; el proletariado, en cambio, es su producto genuino y peculiar.

Los elementos de las clases medias, el pequeño industrial, el pequeño comer-ciante, el artesano, el labriego, todos lu-chan contra la burguesía para salvar de la ruina su existencia como tales clases. No son, pues, revolucionarios, sino con-servadores. Más todavía, reaccionarios, pues pretenden volver atrás la rueda de la historia. Todo lo que tienen de revolu-cionario es lo que mira a su tránsito in-minente al proletariado; con esa actitud no defienden sus intereses actuales, sino los futuros; se despojan de su posición propia para abrazar la del proletariado.

El proletariado en harapos (lumpenpro-letariat), esa putrefacción pasiva de las capas más bajas de la vieja sociedad, se verá arrastrado en parte al movimiento por una revolución proletaria, si bien las condiciones todas de su vida lo hacen

más propicio a dejarse comprar como instrumento de manejos reaccionarios.

Las condiciones de vida de la vieja sociedad aparecen ya destruidas en las condiciones de vida del proletariado. El proletario carece de bienes. Sus relacio-nes con la mujer y con los hijos no tienen ya nada de común con las relaciones fa-miliares burguesas; la producción indus-trial moderna, el moderno yugo del capi-tal, que es el mismo en Inglaterra que en Francia, en Alemania que en Norteamé-rica, borra en él todo carácter nacional. Las leyes, la moral, la religión, son para él otros tantos prejuicios burgueses tras los que anidan otros tantos intereses de la burguesía. Todas las clases que le pre-cedieron y conquistaron el Poder procu-raron consolidar las posiciones adquiri-das sometiendo a la sociedad entera a su régimen de adquisición. Los proletarios sólo pueden conquistar para sí las fuer-zas sociales de la producción aboliendo el régimen adquisitivo a que se hallan sujetos, y con él todo el régimen de apro-piación de la sociedad. Los proletarios no tienen nada propio que asegurar, sino destruir todos los aseguramientos y se-guridades privadas de los demás.

Hasta ahora, todos los movimientos sociales habían sido movimientos des-atados por una minoría o en interés de una minoría. El movimiento proletario es el movimiento autónomo de una in-mensa mayoría en interés de una mayo-ría inmensa. El proletariado, la capa más baja y oprimida de la sociedad actual, no puede levantarse, incorporarse, sin hacer saltar, hecho añicos desde los cimientos hasta el remate, todo ese edificio que for-ma la sociedad oficial.

Por su forma, aunque no por su conte-nido, la campaña del proletariado contra la burguesía empieza siendo nacional. Es lógico que el proletariado de cada país ajuste ante todo las cuentas con su propia burguesía.

Al esbozar, en líneas muy generales, las diferentes fases de desarrollo del pro-letariado, hemos seguido las incidencias de la guerra civil más o menos embozada que se plantea en el seno de la sociedad vigente hasta el momento en que esta guerra civil desencadena una revolución abierta y franca, y el proletariado, de-rrocando por la violencia a la burguesía, echa las bases de su poder.

Hasta hoy, toda sociedad descansó, como hemos visto, en el antagonismo entre las clases oprimidas y las opreso-ras. Mas para poder oprimir a una clase es menester asegurarle, por lo menos, las condiciones indispensables de vida, pues de otro modo se extinguiría, y con ella su esclavizamiento. El siervo de la gleba se vio exaltado a miembro del municipio sin salir de la servidumbre, como el villano convertido en burgués bajo el yugo del absolutismo feudal. La situación del obrero moderno es muy distinta, pues lejos de mejorar confor-me progresa la industria, decae y em-peora por debajo del nivel de su propia clase. El obrero se depaupera, y el pau-perismo se desarrolla en proporciones mucho mayores que la población y la riqueza. He ahí una prueba palmaria de la incapacidad de la burguesía para seguir gobernando la sociedad e impo-niendo a ésta por norma las condicio-nes de su vida como clase. Es incapaz de gobernar, porque es incapaz de ga-rantizar a sus esclavos la existencia ni aun dentro de su esclavitud, porque se ve forzada a dejarlos llegar hasta una situación de desamparo en que no tiene más remedio que mantenerles, cuando son ellos quienes debieran mantener-la a ella. La sociedad no puede seguir viviendo bajo el imperio de esa clase; la vida de la burguesía se ha hecho in-compatible con la sociedad.

La existencia y el predominio de la clase burguesa tienen por condición esencial la concentración de la riqueza en manos de unos cuantos individuos, la formación e incremento constante del capital; y éste, a su vez, no puede exis-tir sin el trabajo asalariado. El trabajo asalariado presupone, inevitablemente, la concurrencia de los obreros entre sí. Los progresos de la industria, que tie-nen por cauce automático y espontáneo a la burguesía, imponen, en vez del ais-lamiento de los obreros por la concu-rrencia, su unión revolucionaria por la organización. Y así, al desarrollarse la gran industria, la burguesía ve tamba-learse bajo sus pies las bases sobre las que produce y se apropia lo producido. Y a la par que avanza, se cava su fosa y cría a sus propios enterradores. Su muerte y el triunfo del proletariado son igualmente inevitables.

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“Cada pueblo encuentra su lugar en el mundo y en la me-dida que se conoce a sí mismo y a su patrimonio cul-

tural se siente orgulloso de su identidad”, explica Raúl Grioni, máxima autoridad del Instituto del Patrimonio Cultural (IPC), creado por ley en 1994 para defender, precisamente, el patri-monio cultural venezolano. Sus tareas incluyen “investigar, rescatar, preservar, valorizar, mostrar, difundir, custodiar y vi-gilar” las creaciones culturales. “El patrimonio no es lo que un selecto grupo de expertos decide, sino lo que es considerado como tal por las comunidades, por el pueblo”, define Grioni.

¿Cuál es la importancia de preservar el patrimonio cultural de una nación?

El hecho de que cada pueblo tenga características propias, que lo identifican ante los ojos de otros, hace que exista la diversidad cultural. La humanidad está viviendo un proceso de colonización y de dominio de unos países sobre otros, lo que conlleva a atrope-llar las formas particulares de los pueblos débiles y subyugados. De allí viene que preservar y defender el patrimonio cultural es un acto de resistencia. Históricamente, los países conquistadores, además de dominar con armas o mediante mecanismos económi-cos, tratan de imponer su cultura y al mismo tiempo de destruir la de los pueblos sometidos. Por eso es tan importante la resistencia de los pueblos a esta forma de dominación cultural.

¿Qué tipos de bienes constituyen el patrimonio cultural?

Patrimonio cultural es todo lo que así sea declarado. Puede ser de cualquier época, puede tener valor artístico o histórico; puede ser un centro poblado, grupos arquitectónicos, sitios o piezas arqueológicas, objetos, obras de arte. Pero también son patrimonio cultural las costumbres, las tradiciones, la música, el lenguaje, los ritos, las creencias, las artesanías. En fin, todo aquello que nos identifica y que le da identidad al venezolano; todo aquello que es propio de una determinada población, que la identifica y al mismo tiempo expresa su particular forma de vivir. Cuidar ese tesoro es esencial para un pueblo.

¿De qué se ocupa el Instituto?

El Instituto se ocupa de elaborar el inventario de todos los bienes de la República, ya sean muebles o inmuebles, tangibles o intangibles. Es el ente del Estado que establece la legalidad de los bienes que pueden considerarse o no parte del patrimo-nio cultural nacional. Desde su creación hasta 2003, el instituto solo había registrado y declarado 610 bienes culturales en toda Venezuela. Pero desde que se empezó a llevar a cabo en 2004 el primer censo del patrimonio cultural hasta hoy hemos sobre-pasado los 90 mil bienes registrados.

Con este censo se ha ido reconociendo todo aquello que es característico y significativo para las comunidades y para el pueblo, todo aquello que las comunidades asumen como un valor cultural propio. Es un trabajo enorme, de gran impor-tancia y trascendencia. Cada vez que presentamos el proyecto, despierta admiración en todas partes del mundo.

En el instituto, además, se llevan a cabo investigaciones, excavaciones arqueológicas; se dictan normas sobre las inter-venciones de restauración; se aprueban o niegan permisos de exportación de obras artísticas y se brinda asistencia técnica a instituciones públicas o privadas. También se incentiva y se promueve la creación de instituciones de conservación, como museos de historia, de arte o parques arqueológicos.

Por último, el Instituto tiene funciones regulatorias y sancio-natorias para las acciones que dañen el patrimonio.

¿Qué trabajo internacional lleva adelante el IPC?

El IPC está colaborando para proponer ante la Unesco decla-ratorias de bienes de interés cultural de la humanidad para una serie de manifestaciones intangibles venezolanas y otras que son comunes a más de un país, como es el caso del Palabrero Wayú, que será presentado conjuntamente con Colombia.

Venezuela cuenta con tres bienes declarados patrimonio mundial por la Unesco: el Casco Histórico de Coro (Estado Falcón), la ciudad universitaria de Caracas (diseñada por Car-los Raúl Villanueva) y el Parque Nacional Canaima, definido como patrimonio natural.

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Patrimonio cultural e identidad

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El protector: en su larga trayectoria como arqui-tecto, Raúl Grioni diseñó numerosas edificaciones institucionales, como las nuevas salas regionales de la Cinemateca Nacional y del Instituto-Museo de las Culturas del Llano en Barinas. Ahora, des-de el Estado, lleva un año como Presidente del Instituto de Patrimonio Cultural de Venezuela.

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Es un hallazgo cru-cial para la ciencia

física. El descubrimien-to del bosón de Higgs, que el periodismo ha estigmatizado como la partícula de Dios, está desnudando la pobreza intelectual y el vacío filosófico de nuestros tiempos. Hay excepcio-

nes, claro. Pero ante la dificultad de explicar el hallazgo, se recurre al asombro discursivo para esquivar una explicación que llame a la reflexión; ya no sobre la partícula en sí, sino sobre la desconexión entre la ciencia y la sociedad, fruto de la atomización del conocimiento.

La crisis actual del capitalismo provo-

ca la reconfiguración y reproducción de la obra de Carlos Marx y Fede-rico Engels en versiones para todos los gustos. Se sabe, El Manifiesto Co-munista es el libro más vendido de la historia. Y El capital, pese a su extensión, ha quintupli-cado sus ventas desde

2008. ¿Otro dato? En Londres se llevó a cabo un congreso (en realidad un festival) con un título más acertado que los ponen-tes: Marx 2012. Fueron decenas de miles los que siguieron el debate en el lugar y a través de las redes sociales.

En España, los consu-mos culturales son

de los más afectados por la subida del IVA anun-ciado por el gobierno de Mariano Rajoy. La peor parte se la lleva el cine: una entrada para ver una película tendrá un impuesto del 21%, fren-te al 8% que se pagaba antes. Según el diario El País, esto implicaría un

incremento del precio para tickets del 162%. Hoy cuestan 6 euros y pasarían a costar más de 15. Por supuesto que ya ex-plotaron los reclamos para que la medida no se aplique. ¿Lo resuelve Rajoy o Merkel?

Irán es noticia no sólo por el arsenal de ex-

cusas que Estados Uni-dos usa para amenazar-lo. Su cine, que ya ha dado títulos y directores memorables, pasea este año uno de sus más ruti-lantes éxitos: La separa-ción. El drama univer-sal dirigido por Asghar Farhadi cosecha elogios

donde se exhiba; y América Latina no es la excepción. “Mien-tras los políticos intercambian palabras de guerra, Irán es hoy mencionado por su rica, gloriosa y antigua cultura…”, dijo el director en Hollywood. Su filme ganó un premio Óscar.

Fuente de inspiración, de envidia, y sobre

todo de literatura, Wi-lliam Faulkner fue uno de los mayores escrito-res estadounidenses del siglo XX, premio Nobel en 1949 y autor de una narrativa que marcó a fuego a figuras latinoa-mericanas como Gabriel García Márquez, Juan

Carlos Onetti, Juan José Saer y Andrés Rivera, entre una larga lista. El 6 de julio se cumplieron 50 años de su muerte, atempe-rada por la veintena de novelas, una obra poética menos conoci-da y un centenar de relatos que vale la perna releer.

Sí, claro, lo pintó Pa-blo Picasso. Pero

ahora, justo cuando cumple 75 años, quedó en medio de una dispu-ta: lo quieren el Museo del Prado, el de Madrid y los vascos para su monumental Guggen-heim de Bilbao. Pin-tado en 1937 a pedido

de la República Española, representa el bombardeo alemán sobre un pueblo del norte de España en apoyo del dictador Franco durante la Guerra Civil (1936-1939). Los vascos ar-gumentan que el ataque ocurrió en su territorio y ofrecen su museo para cuidarlo.

La partícula, ¿tiene quién le escriba?

Resurgimiento de Marx Más y más ajustes

El cine de un país amenazado 50 años sin Faulkner

¿De quién es el Guernica?

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En El falsificador, la argelina, argentina y francesa Sarah Kaminsky cuenta una historia conmovedora. La de su pa-

dre, Adolfo Kaminsky, que fabricando documentos falsos sal-vó a más de tres mil familias judías de los campos de concen-tración nazis. Fue durante la Segunda Guerra Mundial, en una Francia invadida, cuando Adolfo usaba nombres como Julien Keller, Gerges Vernet, Andre Leconte, Raphael o Joseph.

Hoy ya no hay historias como ésta. Por eso hay que agradecer-le a Sarah el haber sacado a su padre del anonimato y ofrecer el relato de uno de los tantos héroes ocultos que habitan el mundo.

“Yo vivía tranquilo, todo esto es culpa de mi hija”, bromea Adolfo, en referencia al libro que narra sus hazañas. Lo dice en el departamento que alquila en el barrio 15 de París, donde vive y trabaja. Nunca dejó de hacerlo. Ahora es fotógrafo y expone las imágenes que tomó durante su vida junto a otras que conti-núa tomando (ver recuadro). La fotografía lo mantiene activo después de haber vivido 30 años en la clandestinidad.

Cuando terminó la guerra siguió abrazando “causas justas”, como a él le gusta decir. Hizo documentos falsos para los per-seguidos en Francia, para los sobrevivientes de los campos

Enfrentar el nazismo

La historia de un héroe clandestino

Excepcionalidad: un eximio falsificador de do-cumentos que salvó a tres mil familias durante la ocupación nazi en Francia. Ése es Adolfo Kaminsky. Su historia clandestina fue narra-da por su hija Sarah en un libro publicado en 2009 en Francia. Entrevistado en París junto a su hija, Kaminsky se define como “pacifista”

y todavía hoy enfrenta al racismo y las injusti-cias. Nunca cobró dinero por sus falsificacio-nes. Derrotado el nazismo alemán, colaboró con los argelinos en la guerra por su indepen-dencia y con la resistencia a la dictadura de Franco en España. Hoy, continúa su lucha des-de la fotografía.

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de concentración que se embarcaban hacia Palestina entre 1946 y 1948, y también para los argelinos del Frente de Liberación Nacional, que ganaron su independencia en 1962. Incluso les enseñó a los republicanos españoles a falsificar, para combatir la dictadura de Franco. Y hasta Guatemala llegaron sus identidades falsas, haciendo frente al golpista Carlos Castillo Armas.

“Antes de la publicación del libro me preocupaba mucho de que enten-dieran a mi padre. Pensé que algunos lo alabarían, porque era una historia loable, pero también creí que lo con-denarían por lo que hizo después de la Segunda Guerra Mundial”, desliza Sa-rah. ¿Quién podría hacerlo? “Incluso aquéllos que no estuvieron de acuerdo con su participación en la guerra de Argelia, al conocer que había salvado a tantas personas, ya no pudieron de-cir nada”, agrega.

Una vida de resistenciaHijo de madre rusa y padre judío,

Adolfo nació en Argentina en 1925. Cuando cumplió cuatro años, su fami-lia decidió volver a Francia. Vivió en el pequeño poblado de Vire y ya de niño empezó a trabajar de tintorero, una de las prácticas que luego le ser-viría para su arte falsificador.

Estudiaba cuando llegaron los nazis. Comenzaron las persecuciones contra la familia, le entregaron a su madre muerta y los deportaron a Drancy, en los suburbios parisinos. A ese lugar lo apodaron “ciudad de la muerte”. Era un gran centro de detención de prisio-neros de guerra, pero también de ju-díos, en escala hacia Auschwitz. “Allí tomó la dimensión política que antes no tenía”, reflexiona Sarah. Y su pa-dre asiente. Varias veces quisieron de-portarlo y mandarlo a Auschwitz, pero se salvó por ser argentino. Tenía los documentos de un país que se declaró neutral casi hasta el final de la guerra.

Y cuando salió se reivindicó judío y se sumó a la resistencia.

“Vivía en el laboratorio haciendo papeles”, recuerda este hombre que viene de familia marxista, que fue trotskista, anarquista y republicano, pero nunca adhirió a ningún Partido. “No me gusta hablar de ideologías, estoy contra el racismo, contra el co-lonialismo y contra todo tipo de fas-cismo”, dice Adolfo, que ha sido tes-tigo y parte de una buena cantidad de las luchas del siglo XX.

Ahora mira de lejos cómo sus sue-ños se han truncado o han derivado en experiencias terribles. Se muestra decepcionado cuando habla del Israel, de Argelia o del París actual. “Fue una gran decepción para mí”, dice respec-to de Israel. Y agrega: “Quisiera que el tema religioso se despegue comple-tamente de los Estados”.

Cuenta que se retiró del oficio en la década de 1970. Pero sigue allí, con las marcas del sufrimiento; de una lu-cha que asumió sin guardarse nada.

¿Cómo explica el hecho de no haber adherido jamás a un partido político?

Es difícil responder. Fui trotskista, anarquista y republicano, pero nun-ca llegué a adherir a ningún Partido. La única causa que defendí puedo resumirla en un sentimiento contra la injusticia y contra las guerras. Por ejemplo, cuando ayudé a los argelinos no lo hacía en contra de Francia, sino para que esa guerra terminara.

Su manera de resistir, de luchar, fue a través de la falsificación de documen-tos. ¿No sintió alguna vez la necesi-dad de tomar las armas?

No sólo falsifiqué papeles. Ayudé a cruzar la frontera a muchas personas, robé departamentos para que cuando la policía llegara no encontrara prue-

bas incriminatorias. Soy un pacifista, pero participé de muchas acciones contra la ocupación.

¿En la resistencia lo cuidaban especial-mente por su rol vital de falsificador?

Era parte de una organización. No me protegían ni más ni menos que a otro compañero. La clandestinidad implicaba una organización de engra-najes. Llevar a los chicos, esconder-los y hacerlos cruzar la frontera eran tareas para todos. Estábamos todos en un mismo nivel. El libro ha tenido una gran repercu-sión. ¿Es mucha la gente que se le acerca para agradecerle aquél docu-mento que los salvó?

Como trabajaba mucho en el labo-ratorio no veía nunca a nadie. Pero en estos últimos años, a partir de la publi-cación del libro (en Francia se publicó en 2009), me llaman, me preguntan. Hice papeles para tres mil familias.

El falsificadorAutodidacta, terminó la escuela prima-

ria y empezó luego con sus trabajos de tintorero en el pequeño poblado de Vire. El contexto lo llevó a convertirse en fal-sificador, algo que ocurrió por azar, por la tragedia del nazismo. Frente a la ma-sacre de su gente se propuso resistir… y ha sido un resistente perpetuo.

“Fui autodidacta porque era muy po-bre, pero siempre fui un alumno brillan-te, aunque fuera de los ámbitos acadé-micos. En la tintorería aprendí la magia del color, en Drancy crucé la química con la matemática y la política. Pero fi-nalmente, con todas las experiencias de ser autodidacta, elegí otros caminos que terminan siendo más ricos”.

Así, de muy niño, conoció en Vire a personajes como Brancourt, un re-sistente francés de la invasión nazi

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disfrazado de farmacéutico. Fue ese gran hombre quien le vendió a un precio mínimo su primer laboratorio, quien le regaló su primer microscopio y quien le encargó sus pri-meros trabajos. Juntos fabricaron jabones para combatir la sarna e idearon procesos para purificar la sal y conseguirla de lugares impensados (los nazis les prohibían la compra de sal porque de esa manera los judíos podían salar sus cerdos y acopiarlos como alimento en lugares ocultos en lugar de enviarlos a Alemania, como estaban obligados). Gracias a eso, en Vire tuvieron durante un tiempo menos hambre que en otros pueblos.

Hizo de todo hasta que un día Brancourt se dio cuenta de que Adolfo quería participar de la resistencia. “¿Fabricarías para mí productos más peligrosos?”, le preguntó un día. Adolfo no lo dudó. “Encontré en el farmacéutico muchas respuestas, fue como un padre para mí”, dice. Y desde ese día, con apenas 17

años, lleva con orgullo su vida de resistencia. Durante sus días clandestinos, Adolfo libró diversas bata-

llas. La principal era contra el sueño. “La Resistencia se ente-ró que en tres días habría una redada. Diez hogares de niños judíos en París necesitaban 900 documentos. Fueron tres días sin dormir, hasta que el falsificador se desmayó. Volvió rápi-do en sí e hizo la cuenta. En una hora fabricó 30 documentos. Si las duermo, morirán 30 niños”, consigna el libro.

El dinero y la luchaOtra de las grandes virtudes de Adolfo Kaminsky es que

en los 30 años de clandestinidad jamás cobró un centavo por su tarea de falsificador. Incluso llegó a quemar una montaña de dinero cuando se logró el acuerdo de Evian, para la libe-ración de Argelia: “Amenazamos con desestabilizar la eco-nomía francesa inundando la plaza de dinero falso. Como no hizo falta, yo mismo lo quemé”, cuenta Adolfo.

Según cuenta el libro, usted maneja siempre el concepto del dinero como un elemento de corrupción.

Efectivamente. Y esto ha empeorado en el mundo de hoy. Nunca quise ser un mercenario. Pero eso me costó el no tener un empleo durante muchos períodos de mi vida.

¿Para quién haría papeles hoy?

Hoy tenemos muchas personas sin papeles. Pero con fal-sos papeles no se puede construir una vida.

¿Cuál es su posición frente al problema de la inmigración?

Es terrible. Hay muchos sin papeles que cumplen con sus deberes e impuestos y no tienen ningún derecho.

¿Podría falsificar un documento de hoy, con toda la tecno-logía que tiene detrás?

El mundo cambió, se sofisticó. Pero siempre hay solu-ciones para hacer papeles falsos. Ahora esa capacidad sólo la tienen los Estados y las mafias.

¿En este siglo XXI, Adolfo, cuáles son sus luchas, nuestras luchas?

Desgraciadamente el combate sigue siendo el mismo. El racismo sigue existiendo y las injusticias se mantienen.

Desde París, Horacio Bilbao

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Sarah, ¿qué significó descubrir esta historia oculta de tu padre?

Me hace sentir muy feliz. Y valoro el hecho de no haberlo sabido enseguida, porque nos permitió tener una infancia normal. Con mis hermanos siempre hablábamos de política y papá tomaba distancia de esas charlas. Pero conocer esa historia nos abrió un espacio muy rico, del que estamos to-dos orgullosos.

¿Qué importancia le da a la nacionalidad ahora, en tiempo de nacionalismos?

Yo preferiría que no haya ningún tipo de documentos, ni diferenciación racial, ni de credos ni de color.

El sueño de tu padre para Israel, de una tierra mixta, com-partida con convivencia de credos, finalmente no ocurrió, ¿cómo sigue él esa situación ahora?

Fue un tema que me costó mucho conversarlo, porque él lo vive como el gran fracaso: que Israel sea un país judío para judíos, cuando toda la experiencia que habían sufrido en la guerra les decía que tenían que hacer un país sin distincio-nes… Tiene un dolor muy personal con esto.

Su padre llegó a la Argentina huyendo y usted salvó su vida por ser Argentina un país que tardó en condenar el nazismo... ¿Cómo se relacionan con el país?

La relación es tan irracional que al final de la guerra cuan-do le ofrecieron la nacionalidad francesa la negó, quiso ser sólo argentino. Recién en los años 1980 aceptó la naciona-lidad francesa.

El combatiente, el resistente, el brillante falsificador que de-dicó 30 años de su vida para hacer documentos con el fin de

salvar vidas tuvo siempre, y tiene todavía hoy, el hobby de tomar fotografías. “Antes de mi vida clandestina quería ser pintor, pero luego me inicié en la fotografía y hace poco pude armar mi pri-mera muestra. Hoy soy un joven fotógrafo. En marzo de 2011 expuse por primera vez y pienso hacerlo de nuevo”. Ahora, algunas de sus imágenes, que llevan de trasfondo el peso de esta historia conmovedora, serán expuestas en París en-tre noviembre y febrero de 2013. Un hito más para este hombre que, cuando a los 17 años se convirtió en el experto falsificador de la resistencia de París, no sabía sin embargo que sería atra-pado en una espiral imparable, una carrera contrarreloj contra la muerte, donde cada minuto valía una vida. Así lo entendía él: “Tenía que estar despierto el mayor tiempo posible, varios días sin dormir. Mi gran lucha era contra el sueño. Las matemáticas son sencillas: en una hora, hago documentos para 30 personas; si duermo una hora, 30 personas morirán”. En esa clave hay que mirar las fotos.

fotógrafo Adolfo Kaminsky

Escribir desde adentro

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Carmen HernándezMonte Ávila; Caracas, mayo de 2011264 páginas; ISBN: 978-98-0011-779-8

El 2 de julio el escritor mexicano Jor-ge Veraza recibió el Premio Libertador al Pensamiento Crítico 2011, por su obra Del Reencuentro de Marx con América Latina en la Época de la Degradación Civilizato-ria, editada por la vicepresidencia del Esta-do Plurinacional de Bolivia.

Tal como lo reseña el sitio web de la Vi-cepresidencia, Jorge Veraza Urtuzuástegui intenta una interpretación de la obra de Car-los Marx utilizando como contra ejemplo las interpretaciones de Louis Althusser, y como ejemplos la de Adolfo Sánchez Vás-quez, Jorge Juanes, Bolívar Echeverría, Georg Lukács, Karl Korsch, así como la de Jindrich Zeleny, Ernest Bloch y Roman Ros-dolsky. Antología de textos ya conocidos de Veraza, compuesta en cuatro partes. “La his-toria del capitalismo hasta hoy: como si lo viera Marx”. “La subsunción real del consu-mo bajo el capital o el capitalismo contem-poráneo” es el título de la segunda parte. La tercera parte, “El Capital, el mercado mun-dial y la nación”, es una guía de lectura de la obra de Marx en el siglo XXI. El último capítulo es un comentario al prefacio de En-gels a El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado. La cuarta parte es una propuesta de reconstrucción del marxismo en el siglo XXI a la luz de las doctrinas de Hegel y Freud.

Diez pensamientos acerca de la política

Nova classe média? o trabalho na base da pirâmide

social brasileira

Una estrategia altermundialista

Nuevas propuestas para enfrentar y superar la crisis capitalista

Monte Ávila Editores Latinoameri-cana anunció uno de los libros ganado-res de los Premios de la Crítica 2011. Pertenece a la colección Estudios Se-rie Arte de Monte Ávila y ha resultado ganador en la Mención Investigación. Estos premios son auspiciados por la Asociación Internacional de Críticos de Arte-Capítulo Venezuela encarga-da de promover y difundir la crítica de arte venezolana a nivel nacional e internacional.

Carmen Hernández expresa en Insu-bordinación: “El interés por estudiar el trabajo conjunto de Diamela Eltit y Paz Errázuriz responde a la necesidad de comprender las relaciones estable-cidas entre las artes visuales y la lite-ratura ante la urgencia de instaurar un nuevo lenguaje crítico frente al mo-delo de nación y de Estado, con sus consecuentes paradigmas de ciudada-nías, sexualidades y ordenamiento de lo cotidiano, y a la vez, capaz de re-gistrar la memoria y reconfigurar un imaginario sociocultural destinado a desdibujarse en el olvido”.

Esta obra cuenta con el prólogo “Para una estética de los residuos: La ilumi-nación de los bordes” de la investiga-dora Beatriz González-Stephan.

Planeado como un mapa y una brúju-la, este libro es una tentativa de entender los cambios sociales e intelectuales de los siglos XX y XXI. No tiene la preten-sión de ser una historia de las ideas, pero presenta propósitos bien claros: situar los espacios de pensamiento y las prácticas de la izquierda; analizar la trayectoria del marxismo en el siglo XX; anticipar su legado para el pensamiento radical en el siglo XXI.

Sostiene una crítica publicada por el Boletín de la editorial que lo publicó, res-pecto de este texto del sociólogo sueco: “Análisis de la evolución del marxismo y de la política de izquierda, focalizada principalmente en el período contem-poráneo. El autor observa las mudanzas sociales y culturales y su relación con el pensamiento de izquierda y lo que deno-mina “marxismo y post marxismo. Con todo, a pesar de su guiño al materialismo dialéctico en su introducción, éste es el gran ausente en su obra, pues su análisis de las transformaciones sociales y cultu-rales y del marxismo no va más allá de un paseo superficial y sin el rigor teórico y analítico necesario. Sin embargo, es una obra que sirve para localizar el discurso hegemónico en determinados sectores de la izquierda actual”.

Do marxismo ao pós-marxismo? Del reencuentro de Marx con América Latina

Insubordinación: Diamela Eltit y Paz Errázuriz Urgencia y emergencia de una nueva postura artísti-ca en el Chile postgolpe (1983-1994)

Göran Therborn Boitempo; San Pablo, julio de 2012160 páginas; ISBN: 978-85-7559-166-6-8

Jorge Veraza Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia; septiembre de 2011

Gustave MassiahCI; Buenos Aires, abril de 2012

310 páginas; ISBN: 978-987-614-359-2

Leer - Saber - Actuar · 49

Marcio Pochmann Revista de sociología;

San Pablo, julio de 2012128 páginas; ISBN: 978-85-7559-245-8

Roberto EspositoFCE; Buenos Aires, mayo de 2012

300 páginas; ISBN: 978-950-557-917-4

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civiles en todas las latitudes, evitar a todo trance la división de pueblos y naciones en la resistencia a la embestida global de Washington y sus socios menores del Norte y el Sur. Am-bos factores, delimitados sin ambigüedad y a la vez insepara-bles, son la condición de una respuesta efectiva al desmoro-namiento del sistema vigente.

No todas las direcciones autodenominadas de izquierdas asumen la naturaleza y el carácter de la crisis en curso. El pensamiento burgués emponzoñó el corpus teórico-político forjado por la lucha de clases. Así, a las políticas anticrisis del capital se las identificó como “neoliberalismo” y éste pasó a ser el enemigo, en lugar del sistema mismo. En línea con esta interpretación, “fortalecer el Estado” y adoptar “políti-cas activas”, pasaron a ser objetivos principales. El recetario keynesiano, respuesta del capital en el siglo XX a su crisis estructural, intrínseca e inexorable, pasó a ser una respuesta progresista, cuando no directamente revolucionaria.

Un debate semejante dieron las fuerzas de izquierdas en las dos primeras décadas del siglo XX. Hoy se repite como si nada hubiese pasado en los 100 años posteriores. España se incendia. Millones de obreros, jóvenes y ciudadanos de toda condición se lanzan a las calles, entre asombrados y asustados por la irrupción violenta y para ellos inesperada de la crisis: desempleo masivo, carestía, ajuste impiadoso a manos del gobierno ungido hace ape-nas meses por el voto mayoritario. La represión se abate sobre ellos. Otro tanto ha ocurrido en Grecia y se reproduce en Italia, Gran Bretaña, Portugal. El loado “Estado de bienestar”, non plus ultra de la socialdemocracia, no sólo se desploma: muestra desar-madas organizativa, política y estratégicamente a las masas traba-jadoras y el conjunto de la población. Son esas mismas masas las que votaron contra gobiernos socialdemócratas en Gran Bretaña, Grecia y España, al tiempo que ponían esperanzas en sucedáneos del mismo signo en Francia y hasta cierto punto en Italia.

Teoría y acciónEl debate ideológico y político entre revolucionarios y so-

cialdemócratas no puede ser relegado y mucho menos sosla-yado. Es un imperativo para avanzar. Pero ese debate de ideas no puede ir separado de la clase en que explícitamente se apoya. Las izquierdas están dispersas y sin brújula porque así está el proletariado mundial. Enraizarse en la moderna clase obrera exige, más que nunca antes, ideas claras, científica-mente fundadas. Ya a mediados del siglo XIX Marx y Engels denunciaban en el Manifiesto Comunista a lo que llamaron “socialismo pequeño burgués”:

“Este socialismo ha analizado con gran agudeza las contradicciones del moderno régimen de producción (...) Pero en lo que atañe a sus fórmulas positivas, este socialismo no tiene más aspiración que restaurar los an-tiguos medios de producción y de cambio, y con ellos el régimen tradicional de propiedad y la sociedad tradicio-nal, cuando no pretende volver a encajar por la fuerza los modernos medios de producción y de cambio dentro del marco del régimen de propiedad que hicieron y for-

zosamente tenían que hacer saltar. En uno y otro caso peca, a la par, de reaccionario y de utópico”.

Otro tanto hacían con el “socialismo burgués o conservador”:“Una parte de la burguesía desea mitigar las injusticias

sociales, para de este modo garantizar la perduración de la sociedad burguesa. Se encuentran en este bando los economistas, los filántropos, los humanitarios, los que as-piran a mejorar la situación de las clases obreras, los orga-nizadores de actos de beneficencia, las sociedades protec-toras de animales, los promotores de campañas contra el alcoholismo, los predicadores y reformadores sociales de toda laya. Pero, además, de este socialismo burgués han salido verdaderos sistemas doctrinales. Sirva de ejemplo la Filosofía de la miseria de Proudhon”.

Hoy, propuestas reformistas y múltiples variantes anarquis-tas remedan al socialismo burgués y pequeño burgués de en-tonces. Con palabras semejantes, se puede marchar en sentido inverso. La reivindicación del socialismo científico no es un acto de dogmatismo, mucho menos de sectarismo. Es la bús-queda de continuidad con la experiencia de dos siglos de lucha de clases y su decantación en el terreno de las ideas y la estra-tegia. Sin teoría revolucionaria, no habrá acción revoluciona-ria. Y sin acción revolucionaria no habrá respuesta efectiva y el agravamiento de la crisis capitalista provocará inenarrables sufrimientos a la humanidad.

¿Exageraciones? ¿Catastrofismo? Para desechar tales con-denas basta observar la invasión mercenaria a Siria, las ame-nazas israelíes a Irán, la previa invasión a Libia, las guerras en Afganistán e Irak, los golpes en Honduras y Paraguay, el despliegue bélico estadounidense en América. Latina. O sim-plemente leer titulares como estos: “Estados Unidos desplie-ga sus aviones más avanzados cerca de China”; “Naves de guerra rusas entran en el mar Mediterráneo”; “Gran Bretaña lanza misiles desde Malvinas”...

Definir una estrategia y alcanzar capacidad de acción a escala global son las claves para poner en pie de combate inmensas fuer-zas actuales y potencialmente anticapitalistas, capaces de detener esta demencial carrera hacia el abismo. Eso no podrá hacerlo una concepción, una política, una estrategia socialdemócrata. En cam-bio, como bien lo prueba la historia de entre guerras en el siglo XX, el trazado de una línea clara y rotunda con certeza aglutinará cientos de millones de voluntades, incluyendo la de inmensos contingentes de hombres y mujeres hoy atrapados en la telaraña de la internacio-nal socialdemócrata y sus socios socialcristanos. La constante bús-queda de unidad de acción no se contradice con la imprescindible necesidad de nociones claras y definiciones netas.

Eso requerirá la multiplicación de reuniones e instancias que viabilicen el debate profundo y la acción resuelta, en lugar de limitarse a consensuar una declaración. Los partidos de los paí-ses que componen el Alba y las fuerzas que en todo el mundo acompañan sus pasos pueden ser el motor de este movimiento de alcance mundial.

Se trata de poner en marcha organizada una decisiva batalla de ideas. Prólogo de la respuesta victoriosa al capitalismo en su decadencia final.

50 · Nota de tapa / Análisis de la noticia Agosto de 2012

viene de pág. 9

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