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Análisis Semiótico de Un Cuento

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Abordaje semiótico alternativo de un cuento popular

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    ANLISIS SEMITICO DE UN CUENTO

    En el extenso campo del anlisis discursivo y narrativo, muchos e

    importantes son los aportes realizados por el enfoque estructuralista desde

    que Propp (Propp, 1927) planteara la existencia de universales morfolgicos

    en la trama narrativa. Este trabajo no pretende ser superador, ni mucho

    menos, sino el aporte de un punto de vista algo distinto, en donde se

    privilegia la economa del anlisis, sin sacrificar por ello, los considerandos

    obligados y necesarios para un examen integral de la narracin que incluya

    adems de la lectura semitica, la psicologa de los actores y la poderosa

    influencia contextual (en sentido lato). En otras palabras, contempla el total de

    los sistemas reales que en definitiva son los que intervienen en la generacin

    de sentido.

    Rpidamente repasaremos la estructura lgica elemental en que se

    fundamenta este anlisis.

    Si hablamos de estructura, hablamos de relaciones; y si hablamos de

    relaciones, estamos diciendo algo sobre elementos que se relacionan; y si

    hablamos de elementos, estamos resaltando diferencias y adems la

    simultaneidad en la aprehensin de al menos dos elementos distintos.

    La concurrencia de la aprehensin de dos elementos exige, por un

    lado, que ambos tengan algo en comn y por otro, que haya algo que los

    diferencie. Veamos esto ltimo a travs de un ejemplo simple: Supongamos

    que tenemos ante nosotros dos pelotas, y que una de ellas es rayada y la otra

    lisa. Estos elementos estn relacionados de dos maneras en forma

    simultnea: tienen algo en comn que los identifica como pelota (p.e. la

    forma) y algo que los diferencia como elementos distintos pertenecientes a

    una categora determinada, el hecho de ser una rayada, y la otra no.

    Tabla I

    La Tabla I muestra una manera (entre otras) de representar

    numricamente ambas pelotas. Este mtodo se basa en dejar constancia de

    las oposiciones que caracterizan los elementos; o sea, de aquello que permite

    distinguirlos (presencia o ausencia de un atributo dado).

    Se puede observar que la cifra que representa cada elemento, tiene

    dos lugares, entonces, la mitad no ocupada, se la asignaremos a aquel

    atributo que hace que los dos elementos pertenezcan a la misma categora

    (la forma); es decir, para consignar que ambos son pelotas. Esta simple

    estructura se puede representar como lo muestra la Figura 1.

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    Figura 1

    Desde el punto de vista lgico podemos ver en la Figura 1 que ambos

    elementos guardan una doble relacin: i) son opuestos; es decir, uno es la

    negacin del otro (negar 01 es reemplazarlo por su inverso 10, y viceversa) y

    ii) son complementarios porque uno tiene una caracterstica que el otro no

    tiene. Pero adems este esquema nos muestra otros aspectos relacionales

    que subyacen a la aprehensin de ambos elementos. As, por un lado

    tenemos la conjuncin () por aquel aspecto o atributo que tienen en comn

    (la forma) y por otro la disyuncin () por aquel atributo que los diferencia

    (textura).

    La conjuncin como operacin lgica nos dice que una relacin ser

    verdadera (1) cuando ambos elementos de la relacin sean verdaderos, de lo

    contrario ser falsa (0); por eso 01 10 = 00. En cuanto a la disyuncin nos

    dice que ser falsa (0) nicamente cuando ambos elementos disyuntivos

    sean falsos, de lo contrario ser verdadera (1); entonces 01 10 = 11.

    De acuerdo a lo anterior estamos autorizados para decir segn la

    lgica de clases que 11 representa la unin de aquellos aspectos que

    distinguen un elemento de otro, y que 00 representa la separacin

    (interseccin) de aquel aspecto que los rene (categora). Es importante notar

    adems, que 11 y 00 guardan entre s la misma doble relacin de oposicin y

    complementariedad. Por tanto, y siguiendo en la lgica de clases, podemos

    afirmar que en este pequeo universo que hemos caracterizado, hay dos

    clases o conjuntos: la de los elementos (con su mbito (01) y su complemento

    (10)) y la del cambio o transformacin (con su mbito (11) y su complemento

    (00)) que surge cuando dos objetos se relacionan entre s.

    Cuando analizamos otras oposiciones relacionadas con los mismos

    objetos, descubrimos algo interesante. Por ejemplo pelota grande vs. pelota

    pequea. Esta ltima oposicin ya no es binaria (no tiene solo dos trminos:

    el elemento y su opuesto), sino que al menos, admite un trmino intermedio

    como lo es pelota mediana. En realidad este tipo de atributos, acepta infinitos

    valores entre sus extremos. De esta manera, si pretendemos describir lo que

    ocurre en la realidad de este nuestro limitado universo, debemos poder

    caracterizar todas las posibilidades. Una forma de hacerlo es ampliar el

    esquema anterior, profundizando en su estructura y mostrar as, que en

    definitiva todo se restringe a un inter-juego entre el ser y el parecer

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    (Greimas, 1973: 108). El parecer, aquello que se ofrece en directo a la

    aprehensin y que tildaremos de superficial, es de tipo binario o discreto; se

    pasa de un extremo al otro de la comparacin sin valores intermedios, siendo

    as un atributo absoluto y evidente. El ser en cambio, es aquello que no se

    ve, que permanece oculto y por lo que lo llamamos profundo y admite

    infinitos valores intermedios entre sus extremos; esta ltima caracterstica lo

    convierte en un atributo continuo o analgico y relativo pues resulta su

    valoracin, de una comparacin.

    Hipotticamente y de una forma genrica, se puede utilizar como base

    de la descripcin semitica, la relacin sujeto/objeto (Courts, 1980: 62). Aqu

    sujeto (S) es considerado como la fuente del cambio y el objeto (O) como el

    destino del cambio, y ambos estn relacionados precisamente por ese

    cambio que queda expresado por una operacin de disyuncin (cambio

    aparente = V) en la superficie y por una operacin de conjuncin (cambio

    oculto = ) en lo profundo. (Figura 2)

    Figura 2

    Los vrtices del cuadrado propuesto representan lo que llamamos

    nichos o lugares ontolgicos, que igual a lo propuesto por Greimas en sus

    categoras smicas (Greimas, 1973: 151), sern ocupados por elementos de

    sentido (contenidos) concretos; contenidos que, en la elaboracin de la

    dinmica, no son tenidos en cuenta.

    Si a 0110 (clase de los elementos) la negamos, obtenemos su

    opuesto: 1001. Sus constituyentes no desaparecen, solo cambian de lugar. Si

    volvemos a negar, obtenemos (segn la lgica clsica) la estructura inicial. Se

    establece as una dinmica cclica que podra caracterizarse como la

    tendencia de ir hacia el objeto (10) a travs del sujeto (01). Esta dinmica se

    puede asimilar a una funcin (una estructura proyectada en otra estructura)

    que llamaremos: organizacin y que representa una transformacin o cambio

    evidente y no significa otra cosa que la disyuncin entre ambos polos de la

    relacin (11 = V). Ahora, si negamos 01(S), no desaparece pasando a 10(O),

    sino que pasa a 11(V); y si esta ltima se niega, pasa a 10(O). Luego, 11(V)

    se transforma en una clase mediadora entre los polos opuestos y cambia

    entonces, el concepto de negacin. Es como si se negara los continentes

    (Gnther, 1962) (nichos) y no el contenido y en esta forma, hay un

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    desplazamiento conservador1( Hegel, 1985(T1): 163) de un extremo a otro

    obtenido por la negacin de la negacin (Hegel, 1985(T1): 189). Alcanzado

    10(O); si se vuelve a negar, se obtiene 00(), lo cual significa otra

    transformacin o cambio (en este caso oculto) que representa ahora, la

    conjuncin de los extremos la que llamaremos desorganizacin. Si

    negsemos 00() llegaramos a 01(S), completndose un ciclo reflexivo

    (Hegel, 1985(T1): 189). En realidad, son dos ciclos completos ensamblados

    que giran en sentido opuesto (Figura 3).

    Figura 3

    El ensamble definido recibe como nombre PAU (Patrn Autnomo

    Universal) y es considerado como la unidad de complejidad real. Queda

    constituido un verdadero sistema como manifestacin concreta de la mnima

    expresin de realidad que se pueda concebir. Su complejidad reside en que

    las dos triadas que lo componen: SVO y OS, estn ligadas por una triple

    relacin: i) son opuestas, OS (100001) es la negacin de SVO (011110); ii)

    son complementarias, cada una tiene a su vez una caracterstica de la que la

    otra carece y viceversa y iii) son simultneas o concurrentes, se producen al

    mismo tiempo. Por otro lado, son complementarias bajo dos aspectos: a) en

    el ya mencionado, y b) en el que surge dado su sentido de giro.

    Finalmente podemos decir que a este sistema lo animan dos lgicas:

    una superficial y binaria, ya que gira a saltos; por pares de elementos; y una

    profunda y continua, con infinitos valores intermedios entre 1 y 0, a la cual le

    llamamos difusa o borrosa. Todo el sistema a su vez, est regido por una

    nica lgica polivalente (tetravalente, cuyos valores de verdad no son 1 y 0,

    sino 11, 01, 10 y 00), que da la posibilidad de representar el devenir de los

    hechos o procesos reales (en cualquier nivel que se considere la realidad),

    razn por la cual la llamaremos lgica transcursiva o del transcurrir.

    La lgica transcursiva, por el hecho de servir para representar

    integralmente la realidad, de acuerdo a lo aqu propuesto, tambin es apta

    para representar cualquier manifestacin lingstico-semitica del discurso:

    frase, relato mnimo, programa narrativo, esquema cannico, etc., que se

    supone representan distintos aspectos reales de un universo determinado

    (sea ste concreto o virtual).

    1 El aufheben de Hegel.

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    Antes de analizar el cuento, haremos algunas precisiones que

    ayudaran a comprender la posible utilidad del mtodo y su ubicacin respecto

    de las propuestas actuales.

    El sistema presentado tiene un comportamiento dispar frente a los

    esquemas narrativos cannicos tradicionales. El esquema de la Prueba no es

    considerado como necesario para la interpretacin de un discurso, no porque

    no se est de acuerdo con el encuentro de dos programas narrativos sino,

    porque la lgica aqu aplicada, no es una lgica en reversa (Courts, 1997:

    125) que obliga a comenzar el anlisis por el final; antes bien, es transcursiva

    y por lo tanto, se comienza el anlisis por el principio y se va gestando su

    estructura con el devenir.

    El esquema de la Bsqueda (Greimas, 1971: 270) es aceptado en sus

    planteos bsicos: transferencia de objetos de valor, los cuatro tipos de

    actantes (sujeto, objeto, destinador y destinatario) que, de a pares, juegan un

    papel trascendente e inmanente en forma alternativa justificando de esta

    manera, el sacar a la superficie lo profundo, haciendo evidente una accin;

    contrato, competencia, performance, son aspectos que con algunos matices

    pueden ser manejados por la lgica transcursiva.

    Respecto al enfoque de los esquemas cannicos en general, se est

    ms cerca de las alternativas propuestas por Fontanille (Fontanille, 2001:

    103) aunque, a diferencia de lo que seala el mismo autor (Fontanille, 2001:

    102), y dado que los esquemas narrativos son productos de la praxis

    enunciativa y por tanto de un arraigo cultural insoslayable, s es posible

    establecer un esquema universal del sentido de la accin a travs del

    amalgamado de los esquemas de prueba y bsqueda, bajo los siguientes

    considerandos: se unifican las relaciones polmicas o contractuales con los

    tipos de presencia, quedando todo restringido a solo cuatro figuras que

    pueden ser manejadas por el PAU. Prueba y Bsqueda quedan entonces

    definidas bajo las siguientes alternativas (que siempre estn supeditadas a

    una carencia, lo que las transforma en intencionales): i) Indiferencia:

    coexistencia sin influencia mutua de dos polos de intereses, lo que genera

    dos recorridos narrativos paralelos que solo se contactan a nivel superficial,

    sin interferirse; ii) Acuerdo: coexistencia con influencia mutua de dos polos

    de intereses que tienen elementos en comn que los rene y elementos

    distintivos que son adaptados, por ambas partes, para permitir el encaje de

    los dos recorridos narrativos, permitiendo enlaces a nivel superficial (a travs

    del parecer la mentira) y la aceptacin de comn acuerdo del nivel profundo

    (del ser); iii) Conflicto/Evasin: confrontacin de dos polos de intereses para

    saldar una carencia a travs de un mismo objeto. El litigio perturba el estado

    de desequilibrio estable (mantenido por retroalimentacin negativa) en que

    se desenvuelven sus dinmicas (oscilaciones controladas, entre lo superficial

    y lo profundo). Esta perturbacin se manifiesta como oscilaciones fuera de

    control (incrementadas en su amplitud en forma exponencial por

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    retroalimentacin positiva) provocadas por la influencia entre los niveles

    superficial y profundo en forma cruzada y conducentes a una catstrofe. Se

    llega al lmite de lo tolerado por la estabilidad dinmica; ambos sistemas se

    ven obligados a optar (se bifurcan): o se pasa a un nivel de complejidad

    mayor (quitndole complejidad al contrincante) transformndose en

    dominador de la situacin; o por el contrario, se degrada el nivel de

    complejidad por no ser capaz de adaptarse, transformndose en dominado; o

    an ms, desapareciendo directamente de la escena; y iv) Sumisin:

    coexistencia de dos polos de intereses en donde uno de ellos predomina por

    tener intacta la capacidad de adaptacin a los avatares, posibilitada por el

    uso completo del ensamble superficial/profundo (parecer/ser), y poder as

    influenciar al otro que solo maneja el nivel superficial, en detrimento del nivel

    profundo. Se debe dejar constancia que esta figura puede tener dos

    variantes: una absoluta, en donde la sumisin es total (tanto en el parecer

    como en el ser) y otra relativa, en donde tal sumisin es solo aparente. La

    figura de la dependencia, puede ser consecuencia de la alternativa anterior

    (iii). Por otro lado, su evolucin puede seguir distintos recorridos narrativos

    que permiten desembocar en cualquiera de las figuras anteriores, por una

    rehabilitacin del nivel profundo.

    Las modalidades anteriores ponen en evidencia lo que es relevante a

    nivel socio-cultural; o lo que es lo mismo, aquello que podemos pesquisar en

    el plano de la praxis narrativa. No obstante es posible sondear a travs de

    ellas, otros planos como son: el de las sensaciones (placer, neutralidad,

    displacer), el de las reacciones (atraccin, displicencia, rechazo), el de las

    emociones (amor, armona, odio), el de las percepciones (sujeto, accin,

    objeto), el de lo psquico (idea, lenguaje, pensamiento), etc.

    Dadas las bases anteriores, intentaremos un anlisis simple del cuento

    Cenicienta. Se elige este cuento para poder contrastar el anlisis hecho por

    Courts (Courts, 1980). Hay que aclarar que se toma la versin popularizada

    por Charles Perrault (El cuento infantil, 1977: 30) aunque con algunas

    reservas, pero nada tiene que ver con la majestuosa elaboracin que hace

    Courts al comparar un nmero importante de variantes del cuento; algo que

    por otra parte, est totalmente fuera de mis posibilidades.

    Para comenzar diremos que Cenicienta es una historia (entre muchas)

    sobre las relaciones intersubjetivas y no de un casamiento, y cuyo ncleo

    fundamental es el reconocimiento social (convivir), usando el casamiento

    como medio para lograr el objetivo (suplir una carencia). Esta interpretacin

    evita desembocar en una moraleja anodina en donde solo se resalten los

    valores (con tinte costumbrista) de bondad, generosidad y perdn. El relato

    as encarado encaja perfectamente en nuestra alternativa de Acuerdo (ii).

    Comienza la historia con una Cenicienta ubicada en una alternativa de

    Sumisin (iv) (no siendo trascendentes los detalles ntimos que la ubican en

    esta situacin), claro que en una variante relativa, ya que al no poder suplir su

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    carencia (reconocimiento) por medios propios an sabindose portadora de

    elementos necesarios aunque no suficientes para lograrlo, aparece como

    sumisa y servicial, haciendo prevalecer lo superficial sin detrimento de lo

    profundo (que sera la sumisin total y absoluta; la anulacin). La aparicin en

    escena de una posibilidad de reinsercin social y aun en su propia familia (el

    baile, que como reunin pblica favorece esta reinsercin), la lleva a

    intensificar lo adecuado de su nivel superficial a travs por ejemplo, de las

    buenas acciones o del prestar ayuda desinteresada (manifestaciones

    absolutamente sinceras) lo que al momento adecuado, redund en una ayuda

    a travs de una recompensa mediadora que permiti un mayor reforzamiento

    de la apariencia (el reconocimiento social es parecer-dependiente y no ser-

    dependiente). La unin (a travs del hada madrina) de sus dotes naturales

    (belleza, bondad, afabilidad, etc.) con las prebendas (vestido, zapatos,

    carroza, sirvientes, etc.) canaliza una transferencia virtual de valores por una

    mediacin que le permiten ubicarse en el escenario adecuado y llegar a

    quienes pueden permitirle alcanzar su meta. Grficamente podra expresarse

    como en la Figura 4.

    Figura 4

    Lo planteado es la mera realidad superficial pero, hay en s, un

    desdoblamiento del recorrido narrativo: el recorrido superficial est a cargo

    del par Destinador-Destinatario y el recorrido profundo, del par Sujeto-Objeto

    segn lo muestra la siguiente figura. (Figura 5)

    Figura 5

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    Los recorridos, que son simultneos y llevan un sentido de giro

    opuesto, se desarrollan de la siguiente forma: El recorrido superficial parte

    desde el Hada Madrina y el profundo desde Cenicienta (como objeto)

    (recordar las dos triadas opuestas: SVO y OS). Al hacerse efectivos los

    elementos a ser utilizados en la Recompensa, Cenicienta est preparada

    para la Seduccin. Al ser Cenicienta alcanzada por la recompensa puede, al

    ejercer la seduccin, llegar al Prncipe. El cuadrado semitico expresa esta

    situacin compleja de una manera resumida (Figura 6).

    Figura 6

    La Seduccin, como puede verse, se comporta como un cambio oculto

    (mentira) que segrega aquello que en apariencia parece unir a los

    protagonistas, provocando desorganizaciones profundas que se acumulan

    (Cenicienta se queda cada vez ms tiempo en el baile) posibilitando,

    alcanzado un lmite (el no respetar el regreso antes de la media noche) y a

    travs de un mediador (el zapato de cristal), la reorganizacin de todo el

    sistema. Esta reorganizacin se proyecta a la superficie mediante un cambio

    evidente que se hace efectivo en el sinceramiento de la relacin establecida

    entre el Prncipe y Cenicienta, al reconocerla como la duea del zapato.

    Se rompe la figura de Sumisin en la que estaba atrapada Cenicienta.

    Hay una revitalizacin de su ser, en desmedro del parecer. Se le reconocen

    sus cualidades personales; se hace efectiva y definitiva la recompensa y se la

    acepta en familia (reconocindola y pidiendo su perdn) porque ella tambin

    se transformar en mediadora de un mayor reconocimiento social que le

    vendr a su familia, cuando se case con el Prncipe.

    Se conforma una nueva figura, de la que Cenicienta es uno de los

    polos principales. Esta figura es la de Acuerdo en donde la unin concretada

    en el casamiento con el Prncipe, adems de permitir subsanar una carencia,

    facultar la mutua influencia de intereses que fortalecer ms an la unin (a

    travs de los elementos en comn) y adaptar los elementos distintivos de

    ambas partes, para posibilitar el encaje de los dos recorridos narrativos,

    permitiendo enlaces a nivel superficial (a travs de la apariencia la mentira)

    y la aceptacin de comn acuerdo del nivel profundo (del ser) mediante el

    amor como mediador.

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    CONCLUSIN

    Se ha presentado un mtodo de anlisis semitico-narrativo que

    mediante unos pocos elementos simples e inmediatos del relato, posibilita la

    construccin, en el transcurso mismo de la historia, de una estructura

    compleja que responde a un patrn universal que opera como unidad.

    La circunstancia de poder tratar en forma integral y simultneamente

    ambos niveles de la realidad (superficial y profundo), conduce a la

    elaboracin de una solucin razonada del sentido del relato.

    No es necesario aclarar que la interpretacin aqu dada de Cenicienta

    no es la nica ni la mejor; solo es una de las infinitas posibles. Lo que si

    aparece como un detalle no menor, es el hecho evidente que este cuento no

    tiene nada de infantil, ni siquiera en la interpretacin que hizo el propio

    Perrault ya que, difcilmente un nio pueda elaborar adecuadamente las

    asociaciones entre fealdad y maldad, belleza y bondad, elevacin y riqueza;

    ms all de la ingenuidad deliciosa de que el bien y la bondad, siempre

    terminan triunfando.

    Mendoza, 15/11/07 Dr. Dante Salatino

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    BIBLIOGRAFA

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