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1 1 1 Prirpera Parte Mascaró LibroS kt. 5anta Fe 2928 <aD.Fed. Tel: 4821·9442 EL DEBATE MODERNIDAD - POSMODERNIDAD 2d• Edición ampliada y actualizada Compilación y Prólogo Nicolas Casullo ¡ji RETORICA \ttf! EDICIONES

Anderson Pierre El Debate Modernidad Posmodernidad OCR

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MascarPrirpera Parte

kt. 5anta Fe 2928 imgenes, los ccbuenos relatos, las buenas formils que el P;utido solicita, selecciona y difunde, encuentren un pblico que las desee como medicacin apropiada para la depr~sin y la angustia gue experimenta. El reclamo de realidad, es decir, de unidad, simplici~ dad, comunicabilidad, etc., no tuvo la misma intensidad ni la misma continuidad en el pblico alemn de entreguerras y en el publico ruso de despus de la revoluci6n: he aqu una importante diferencia entre los realismos nazi y estalinista. Por otra parte, el atague contra la experimentacin artstica, cuando es impulsado por la instancia poltica, es propiamente reaccionario: el juicio esttico no debe pro-

nunciarse mas que acerca de la conformidad de esta o aguella obra respecto a las reglas establecidas de lo bello. En lugar de hacer que la obra se inquiete por aquello. que hace de ella un objeto de arte y por conseguir alguien que se aficione a ella, el academicismo poltico vulgariza e impone criterios a priori gue seleccionan de tma vez para siempre cules han de ser las obras y cul el pblico. El uso de las Ciltegorias en el juicio esttico ser, asi, de la misma naturaleza que el juicio de conocimiento. Pai"a decirlo como Kant, uno y otro sern juicios determinantes : la expresi(m est est, que extrapola una caracterstica del presente como una completa alternativa de futuro- ha desaparecido, dado que los hbitos ~e pensamiento futurolgico se han convertido en algo muy normal y comn para ciudadanos de un presente postmoderno. Si es as, entonces esto tambin es un factor crucial para el diagnstico de la utopa en la postmodernidad. De,. culquier modo, a diferencia de las distopas, el texto utpico no cuenta de ninguna manera una historia: ms bien busca describir un mecanismo o un tipo de mquina que suministre tos planos del modo en que se construyen el bien o la sociedad perfecta: erige un modelo sobre la base de ste o de aquel conocimiento implcito (lo cual, por supuesto, puede impresionar al lector como algo excntrico, decepcion) 47 . El arte moderno es en este sentido flujo, es la catexis mltiple polimrficamente perversa de objetos parcinles de la sexualidad infantil. Pero induso los posmodernos, en la. medida en que su inclusin en museos es testimonio de residtios de cosificacin, no han ido muy lejos. La tinica solucin a los lmites de la pintura de hoy, comenta Lyotard, es hacer explotar esos lmites y sacar al arte de los museos e incluso de los sitiOs habitados y pintar lls montaas, las paredes, los cuerpos, la arena 4x. Por su parte, el papel de la crtica posmoderna de lrte sera transformar la energticl que la pintura pone en juego, no en un. dispositivo terico, sino en una especie de licuefaccin, en una especie de produccin aleatoria)) ~. A juicio de Lyotard, !l crtica no debe plantear ni resolver, sino disolver, la cuestin terica df' la piritura. En La COIIdicln posmodema Lyotard se refiere directamente al problema de la posmodernidad, uhora no en el contexto de la estticn sino en el contexto del conocimiento. El cambio hacia la posmodernidad en las ciencias y en lns ciencias sociales . est) a las m