4
Año XXXVI Núm. 1.931 2,70 euros Semanario de información y de cultura religiosa 25 septiembre 2016 O O La apasionante historia de la recuperación del «Beatus» de La Seu d’Urgell, una de las piezas emblemáticas del Museo Diocesano P 9 Vivir la fe en familia Fragmenta Editorial RECURSOS PARA DESCUBRIR LA PRESENCIA DE DIOS EN LOS NIÑOS Taller «Respira» organizado por Camí Endins e impartido por Inês Castel-Branco, autora del libro homónimo, en el Ateneo L’Harmonia. «Somos un solo pueblo» Entrevista a Vera Baboun, católica y primera alcaldesa de Belén P 12-13 Vera Baboun con el obispo auxiliar de Jerusalén, Mons. William Shomali.

Año XXXVI Núm. 1.931 O O 2,70 euros RECURSOS PARA DESCUBRIR LA ... · nión, muy pocos llegan a la Confirmación y solo una minoría persevera en el itinerario creyente. La transmisión

  • Upload
    haque

  • View
    280

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Año XXXVI Núm. 1.931 2,70 euros

Semanario de información y de cultura religiosa 25 septiembre 2016O� O

La apasionante historia de la recuperación del «Beatus» de La Seu d’Urgell, una de las piezas emblemáticas del Museo Diocesano

P 9

Vivir la fe en familia

Frag

men

ta E

dito

rial

RECURSOS PARA DESCUBRIR LA PRESENCIA DE DIOS EN LOS NIÑOS

Taller «Respira» organizado por Camí Endins e impartido por Inês Castel-Branco, autora del libro homónimo, en el Ateneo L’Harmonia.

«Somos un solo pueblo»Entrevista a Vera Baboun, católica y primera alcaldesa de BelénP 12-13

Vera Baboun con el obispo auxiliar de Jerusalén, Mons. William Shomali.

25 septiembre 20163Opinión

Editorial

Un nuevo umbralSebastià Taltavull Anglada

Obispo auxiliar de Barcelona

La redacción os propone

Familia e interioridadTodavía hoy muchos padres bautizan a sus

hijos, unos cuantos hacen la Primera Comu-nión, muy pocos llegan a la Confirmación

y solo una minoría persevera en el itinerario creyente. La transmisión de la fe sigue siendo una ardua labor. Esta semana en Catalunya Cristiana hemos querido dar pistas para la edu-cación de la interioridad. El Primer Plano ha sido elaborado por nuestro redactor Joan Andreu Parra. Jaume Gubert, padre de dos hijos, pro-fesor de instituto y militante de ACO sostiene que «una educación de sentido común, positiva, enriquecedora y abierta es el necesario e im-prescindible punto de arranque de un posible proceso de fe». Los padres y los adultos «somos los primeros cristianos creíbles a sus ojos». Hila-rio Ibáñez, de Camí Endins, apunta que «en cada hogar debería haber un oratorio o un espacio para conectar con la interioridad. A la dinámica

los demás niños y de sus familias; pueden anun-ciar en su entorno el Evangelio y participar en la construcción de la Iglesia. Y todo esto lo hacen desde su realidad infantil: invitando a sus ami-gos y amigas a “hacer grupo”, a actuar con ellos o como ellos, a asistir a sus encuentros y cele-braciones, a descubrir cómo Jesús se encuentra presente en todo lo que hacemos y vivimos.» Muchos padres y madres entran en relación con nuevas personas a partir de las relaciones que han establecido sus hijos con amigos o compañeros, especialmente en la etapa escolar. Podemos percatarnos de la mirada de Dios a través de su mirada, de sus hechos o podemos hacer experiencia del Amor de Dios definido con características maternales y paternales a partir de la propia experiencia de madres y padres. Ca-da familia puede encontrar estas y muchas otras ocasiones de evangelización.

familiar es necesario incorporar instantes de silencio o momentos de respiro para pequeños y mayores». Cuidado, porque silencio frente a la pantalla hay mucho. No queremos un silencio pasivo expuesto a un bombardeo de imágenes y de palabras: es necesario mucha atención para saber de dónde beben los pequeños. El papa Francisco en la Amoris laetitia (260) dice que la familia «necesita plantearse a qué quiere expo-ner a sus hijos. Para ello, no se debe dejar de preguntar (...) quiénes entran en sus habitacio-nes a través de las pantallas...»Jordi Espí, consiliario diocesano del MIJAC de Barcelona y Terrassa, explica lo enriquecedor que ha sido descubrir la presencia de Dios en los niños. Asegura que los niños también nos evan-gelizan: «En el MIJAC partimos de la intuición de que los niños son los mejores evangelizadores de

El corazón de la experiencia creyente

En otro tiempo cantábamos «Poble de Déu, poble en marxa» con aquel espíritu que el Concilio Vaticano II había inyectado en las comunidades y en nuestros corazones. Conciencia de pueblo y conciencia de camino, la de quienes sabemos ciertamente que un cristianismo individualista no lleva a ninguna parte y que una fe que no se encarna en la realidad humana no tiene nada que decir y muy poco que hacer. Por eso, decir «arraigados donde estamos» significaba el esfuerzo de presencia y la voluntad de influencia cristiana sobre los escenarios de la vida. Como María, que, cuando canta el Magníficat, abre su corazón a Dios y al mismo tiempo ve que la tierra que pisa necesita un cambio radical hacia bien, una cierta transformación de todo, una revolución interior y social. María no soporta las desigualdades, la obsesión del poder, el orgullo.

Desde esta perspectiva, me preocupa cómo ser fermento evangélico en medio de la sociedad donde estamos arraigados. Me preocupa la educación, la sanidad, la falta de trabajo, el ámbito de los jóvenes y de las familias, la in-diferencia religiosa, las desigualdades y la exclusión social, la violencia verbal y física, la preservación de los espacios naturales, el fenómeno del turismo, el compromiso político y la necesidad de diálogo constructivo, los agentes eco-nómicos, el mundo mediático, el de la universidad y el de la cultura, cualquier irresponsabilidad propia y ajena. Y me preocupa, sobre todo, cómo influir positivamente desde nuestra fe, ofreciendo lo mejor del Evangelio hecho vida en nosotros y en tantos otros, con quienes compartimos valores, sentimientos, convicciones y opciones.

A este «arraigados donde estamos», que muestra nuestro amor por la pro-pia tierra, la propia lengua, la propia cultura, la que hemos aprendido con el amor de nuestros padres, que nos da identidad y nos constituye como pueblo, debemos darle una nueva dimensión, la de «abiertos a todo el mundo». Es el gesto inconfundible de la solidaridad humana y, sobre todo, de la caridad cristiana, la que nos hace mirar el mundo y a las personas con la misma mirada de Dios, la de su amor.

Exclusión de la misa en el programa de actos de la MercedMn. Joan Martínez Porcell habla de esta polémicaP 8

Nace la diplomatura de Música SacraEstudios ofrecidos por la Facultad Antoni Gaudí en colaboración con la abadía de MontserratP 27

Compromiso evangélico en la «dulce prisión»La benedictina Enriqueta Guarch comparte la tarea de las Hermanitas de Jesús en CeutaP 16-17

Quinientos años de cristianismo protestanteArtículo de Guillem Correa, del Consejo Evangélico de CataluñaP 15

TÚ VAS POR EL «CAMÍ ENDINS»

ENCUENTRAS UNA CUEVADONDE HABLAMOS MUCHO... ...Y DESPUÉS SALES Y MIRAS EL CIELO ESTRELLADO

¡Y SABES QUE DIOS EXISTE!

4 / 525 septiembre 2016

Joan Andreu Parra

Los niños están en el núcleo del discurso y de la acción de Jesús. No en vano, el evange-lista Mateo pone en boca del Maestro: «Os lo aseguro: si no os hacéis como niños, no en-traréis en el Reino del cielo.» En cambio, los adultos tene-mos grandes dificultades para descubrir la presencia de Dios en el mundo infantil. «Todavía consideramos a los niños y a los adolescentes como proyectos de personas, futuros ciuda-danos, futuros cristianos. Esto hace que a menudo olvidemos que los niños y niñas pueden evangelizarnos ahora y aquí, sin tener que esperar a que sean mayores», argumenta Jaume Gubert, profesor de ins-tituto y miembro de la Acción Católica Obrera (ACO).

Intentar vivir y valorar más el presente, los signos, los hechos, e «intentar descubrir cómo sopla el Espíritu a través de los niños» es lo que propone el propio Gubert. Para hacerlo se necesita «un cierto parón, un estar atentos, un leer la vida entre líneas». En defini-tiva, «cambiar el chip: niñas y niños son personas hoy, por tanto, Dios también se hace presente en ellos y pueden hacer experiencia a su manera, muy sencilla, pequeña, y que nunca es la del adulto cristia-no», subraya Gubert.

Esta misma inquietud tam-bién arraiga en la Amoris laetitia, la ex-hortación apostólica de Francisco, con todo un capítulo, el noveno, dedicado a la «Espiritualidad conyugal y familiar»: «La educación en la fe sabe adaptarse a cada hijo, porque los recursos aprendi-dos o las recetas a veces no funcionan. (...) Los padres que quieren acompañar la fe de sus hijos están atentos a sus cambios, porque saben que la experien-cia espiritual no se impone sino que se propone a su libertad» (288).

El Obispo de Roma también apun-ta de manera precisa algunos de las dificultades: «(...) los padres llegan a casa cansados y sin ganas de hablar, en muchas familias ya ni siquiera existe el hábito de comer juntos, y crece una gran variedad de ofertas de distrac-ción...» (50). E invita a las familias a no abandonar su función y a ser creativas: «La familia no puede renunciar a ser lugar de sostenimiento, de acompaña-miento, de guía [de los hijos], aunque tenga que reinventar sus métodos y encontrar nuevos recursos (...)» (260).

Es en esta línea que, cada vez más, pueden encontrarse algunas activida-

Espiritualidad en familia: posible y necesariaIniciativas para cultivar la interioridad

des, retiros, talleres como los que orga-nizan la Cueva de Manresa o la Asocia-ción Camí Endins. Son propuestas que parten de la sencillez y que aspiran a educar y cultivar la interioridad y la espiritualidad en el seno de la familia.

Niños protagonistas en el MIJAC«En el MIJAC (Movimiento Infantil y Juvenil de Acción

Católica) partimos de la intuición de que los niños son los mejores evangelizadores de los demás niños y de sus familias», explica el consiliario del MIJAC, Jordi Espí. En este movimiento especializado, presente en las diócesis de Barcelona, Girona, Lleida, Mallorca, Terrassa y Vic, observan que «gracias a los niños llegamos a muchas familias que están alejadas de la fe; cuando explican lo que hacen y lo que viven en el día a día del movimien-to, provocan interrogantes en sus padres e, incluso, un acercamiento a la Iglesia», constata Espí.

«Queremos que los niños se sientan “como en casa”, con los demás niños, los animadores y consiliarios, y Je-sús», relata Espí que destaca la centralidad de la figura de Jesús: «Cuando con los niños revisamos lo que hemos vivido acudimos al Evangelio para que Jesús nos ayude a dar gracias por las cosas que hemos hecho bien o para que nos ayude a ver las que debemos hacer mejor»,

recuerda Espí.A menudo se propician momentos de contemplación

y de silencio «terminando el día con una reflexión, re-visión u oración. De este modo, en las cosas que hacen y viven, los niños van descubriendo la presencia viva de Jesús en su familia, en los compañeros de la escuela, en su barrio...», detalla Espí.

Espí destaca la riqueza que le ha supuesto como sacerdote descubrir la presencia de Dios en el mundo infantil y evoca momentos concretos: «Cuando me siento con un grupo de niños y leemos un texto del Evangelio y lo comentamos juntos, cuando reviso con ellos lo que hemos hecho en un día y expresamos alguna alegría o preocupación con una oración, cuando celebro con ellos la Eucaristía y les invito a reconocer el amor de Jesús que se hace presente en el pan y en el vino. Por todo esto, cada día doy gracias a Dios porque me da la oportunidad de amarle y servirle en los más pequeños.»

JAUME GUBERT«Niños y niñas pueden evange-lizarnos ahora y aquí, sin tener que esperar a que sean mayores»

JORDI SÀNCHEZ«Vivir la fe en familia y sin edad es una de las riquezas de la espiritualidad ignaciana»

Las próximas ediciones del retiro multigeneracional en la Cueva de Manresa serán el 25-26 de marzo y el 20-21 de mayo de 2017.

Una parte del equipo de laicos que organiza el retiro multigeneracional en la Cueva de Manresa (de izquierda a derecha): Rafael Abós, Jordi Matías, Glòria Andrés, Jordi Sànchez, Jaume Casassas y Lucía Montobbio.

Retiro multigeneracional en la Cueva de Manresa

El Centro de Espiritualidad de la Cueva de San Ignacio y la Escuela Ignaciana de Espiritualidad (EIDES)

ofrecen el retiro multigenera-cional desde hace seis años. Se trata de un fin de semana de oración y de reflexión en clave ignaciana dirigido a familias, parejas sin hijos o con hijos de todas las edades y a personas mayores. La actividad, dispo-nible en dos ediciones al año, está dirigida por un grupo de diez laicos y asisten en torno a

30 o 40 personas.«Pretendemos dar respuesta a una

necesidad espiritual que es palpable en nuestras parroquias y comunidades de ir más allá de los retiros centrados en una sola persona», explica Jordi Sànchez, del equipo organizador. La Cueva de Manresa, donde san Ignacio escribió la mayor parte de los Ejerci-cios Espirituales, es el marco donde se realiza la actividad: «Hacer un retiro en familia en la cuna de la espirituali-dad ignaciana puede representar una experiencia importante para el trabajo de nuestra interioridad», argumenta Sànchez, que también es colaborador de Catalunya Cristiana.

En relación con la dinámica, los ejercicios del santo de Loyola son el eje vertebrador, a pesar de que «no se trata de un fin de semana de ejercicios espi-rituales, sino de un retiro que los tiene como trasfondo. Así, el hilo conductor, el tema y los textos propuestos son los

En primer plano

El don de la feEls infants: obrir portes i preparar camins es un librito que publicó el

profesor de instituto Jaume Gubert en la Acción Católica Obrera (disponible en abierto en www.acocat.org/hemeroteca) donde se anota que los adultos tenemos un «planteamiento mercantilista de la fe», en el sentido de que «queremos fabricar los cristianos del mañana esperando en el esfuerzo educativo unos rendimientos a largo plazo». Este planteamiento anacró-nico «debe evolucionar hacia la visión de que niños y niñas son personas hoy y que pueden hacer experiencia cristiana, a su manera», opina Gubert.

Una preocupación recurrente en los progenitores es cómo transmitir la fe a los hijos. En cambio, «la fe es un don que nos es dado por la gracia de Dios. Por tanto, ya podemos educar para el futuro, que si el don no llega no hay nada que hacer. Lo que sí es necesario es preparar el camino por si este don llega», indica Gubert. Es aquí donde adquiere importancia «el testimonio de fe de la familia, el conocimiento de Jesús, la educación en valores y el crecimiento como personas libres y críticas. Si más adelan-te han de abrazar la fe cristiana lo tendrán que hacer ellos libremente», concluye Gubert.

«A la larga, después de años la conclusión podría ser esta: si como fa-milia se ha conseguido que los hijos sean personas felices, todo el esfuerzo ha valido la pena; si, además, hijos e hijas se han convertido en personas solidarias, con capacidad de hacer el bien y de hacer aportación positiva al mundo en el que viven, podemos darnos por plenamente satisfechos; y si, además, les ha legado el don de la fe y lo han acogido, ¿qué más podemos hacer que dar gracias a Dios?», resume Gubert.

MÁS INFORMACIÓN:· Retiro multigeneracional en la Cueva de Manresa.

Tel. 938 720 422 y [email protected].

· Asociación Camí Endins. www.camiendins.org

y [email protected].

mismos para todo el mundo, aunque después hay actividades que se hacen por grupos de edad, otras para familias, para todo el grupo», aclara Sànchez.

Los organizadores destacan que es durante las primeras horas de haber llegado cuando las familias encuen-tran más dificultades porque «llegan impulsadas por el ritmo frenético de la semana y aquí les ofrecemos un parón para su ritmo físico y una oferta de espiritualidad para su interior». En cambio, lo más celebrado «es poder compartir la experiencia que nos ofre-ce esta espiritualidad, tengan la edad que tengan. Es una de las riquezas de la espiritualidad ignaciana: se vive la fe en familia y sin edad», subraya Sànchez.

Camí Endins: educar la dimensión interior

Para responder a la pregunta funda-mental «¿Quién soy yo?» el ser huma-no, más que una exploración exterior, debe hacer una introspección. Esta es la intuición básica de Camí Endins, una asociación formada por dos matrimo-nios del barrio de Sant Andreu de Barce-lona, y que desde hace tres años aporta herramientas educativas que ayuden a hacernos conscientes de la riqueza que radica en la propia persona.

«¿Pero a dónde vais? ¡Dejadme con esta mariquita!» Marta Digón, de Camí Endins, se emociona al recordar cómo en una actividad que hicieron, un niño de tres años dio toda una lección a los adultos en la importancia del ahora y del aquí: «Los hijos se abren más, son más sinceros, más naturales, acceden a la interioridad con más facilidad que los adultos. Nosotros tenemos más filtros, como el de la vergüenza o pensar en cuál es la formulación más adecuada», sostiene Digón.

Camí Endins propone diferentes itinerarios, dirigidos tanto a pequeños como a mayores, que ayudan a conectar con quienes somos. Los ejes del trabajo son practicar y vivir el silencio, la medi-tación y la atención plena: «No es solo la moda del mindfulness [técnica que podríamos traducir por “plena concien-cia”], es otro punto que da el silencio, el no pensar, la vivencia radical de que no soy alguien que se construye a sí

mismo, sino que to-dos somos uno y que interdependemos», explica Hilario Ibáñez, de Camí Endins.

Para conectar con esta interioridad, desde Camí Endins explican que hay que hacer todo un proceso de des-prendimiento de las capas con las que construimos nuestra identidad externa y que nos dificultan conectar con lo que soy: «Estas categorías o definiciones: madre, hermana, maestra, trabajado-ra... pueden desaparecer de un día para otro. Entonces queda el yo, la esencia», explica Digón.

Teresa Vallvé, que había sido reli-giosa en las Hermanitas de la Asunción y con experiencia eremítica, está en el origen de Camí Endins: «Es curioso el hecho de que los eremitas se retiran para alejarse del ruido y, en cambio, tienen una actividad inmensa de perso-nas que les van a visitar. Esto contradice la opinión mayoritaria de que quien se pone en busca de la interioridad se aís-la. Probablemente tendrás una etapa de alejamiento, pero el regreso es con una profundidad y una riqueza que se

capta», justifica Ibáñez.Desde la entidad, constatan que la

interioridad en las familias sigue vivién-dose de manera dual, con el mundo adulto y el mundo infantil separados: «Esto no va de educar a niños, la edu-cación es para todos. Va de cómo nos transmitimos la capacidad de emocio-nar, de admirar, de hacer silencio, de agradecer. Vamos a investigar juntos. De hecho, a pesar de que los adultos tenemos la capacidad de la formula-ción, los niños nos dan cien vueltas en vivencia», explica Ibáñez.

También anotan que la espirituali-dad puede vivirse más allá del marco religioso: «Nos llegan familias con reco-rrido creyente, no rebotadas, que han llevado a sus hijos a escuelas cristianas, a esplais, han recibido catequesis y que no encuentran respuesta a la educación en la interioridad: los zapatos que hemos llevado siempre quizás ahora ya no nos van bien, el viejo paradig-ma espiritual ha quedado obsoleto», opina Digón.

Para educar la interioridad y la espiritualidad en el seno de la familia es necesario «mucho diálogo, mucho testimonio ilusionado y tener presente que a la larga hijas e hijos decidirán libremente. La familia puede ofrecer, mostrar, dejarse evangelizar por los hijos e hijas, poner medios, participar de celebraciones de la fe, pero sobre todo debe ser testimonio de fe y de participación en el plan de Dios por un mundo más justo y solidario. El cultivo de la espiritualidad sin ir vinculada a la vida y a la acción por un mundo como el que quiere Dios, no tiene demasiado sentido», concluye Gubert.

Observar una flor o un paisaje, caminar con los ojos cerrados, respirar juntos padre e hijo, son actividades sencillas que se realizan en los talleres de Camí Endins.

MARTA DIGÓN«Los hijos se abren más, son más sinceros, más naturales, acceden a la interioridad con más facilidad que los adultos»

HILARIO IBÁÑEZ«Esto no va de educar a niños, la educación es para todos. Vamos a investigar juntos»

Frag

men

ta E

dito

rial

Aparcar la formulación y vivir la experiencia, es lo que propone Camí Endins en sus actividades.

Frag

men

ta E

dito

rial