Antonio Padua

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    P. NGEL PEA O.A.R.

    SAN ANTONIO DE PADUA

    LIMA PER

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    SAN ANTONIO DE PADUA

    Nihil ObstatPadre Ignacio Reinares

    Vicario Provincial del PerAgustino Recoleto

    ImprimaturMons. Jos Carmelo Martnez

    Obispo de Cajamarca

    LIMA PER

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    NDICE GENERAL

    INTRODUCCIN

    Fuentes biogrficas.Primeros aos.San Vicente de Fora.Convento santa Cruz.San Antonio de Olivares.Marruecos.Capitulo de Ass.Montepaolo. Forl.

    Predicador y taumaturgo.Primer lector de la Orden.Apostolado en Francia.Apostolado en Italia.Padua. Apostolado en Padua.Predicando ante el Papa.La cuaresma de 1231.Camposampiero. Su muerte.Tumultos en los funerales.Proceso de canonizacin.

    Algunos de los milagros aprobados.Sus restos. Iconografa.Devociones. Doctor de la Iglesia.Sus escritos.

    CRONOLOGACONCLUSINBIBLIOGRAFA

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    INTRODUCCIN

    San Antonio de Padua es un santo popular, algunos suelen llamarlo elsanto de todo el mundo. Su vida es realmente maravillosa. Fue un taumaturgo deprimera lnea. Sus milagros se cuentan por centenares. Despus de su muerte serecopilaron 53 milagros autnticos para su canonizacin, que fueron ledos anteel Papa Gregorio IX, quien lo canoniz antes del ao de su muerte.

    Los datos ms seguros sobre su vida los tenemos en un contemporneosuyo, religioso franciscano como l, que lo conoci y pudo realizaraveriguaciones entre los que lo conocieron y recibieron los milagros.

    Fue un gran telogo y escriturista, que conoca a san Agustn a laperfeccin, pues antes de ser franciscano haba sido cannigo regular de SanAgustn. Pero qued entusiasmado con el espritu evanglico de los primerosfranciscanos que llegaron a Combra, en Portugal, donde l resida. Quiso sermrtir y pidi ir a Marruecos. Sin embargo, una enfermedad le impidi predicar ylleg a Italia, donde pudo conocer a san Francisco, quien, al conocer sus grandesconocimientos, le encarg de la predicacin y de la enseanza teolgica a sushermanos religiosos.

    Luch con entereza contra los herejes de su tiempo para convencerlos consu predicacin y milagros de las verdades de la fe catlica. El Papa Po XII lonombr doctor de la Iglesia y todos nos sentimos orgullosos de la vida de estehermano nuestro, hermano del mundo entero, que llev una vida evanglica alciento por ciento, y nos da un ejemplo para seguir su camino, amandointensamente a Jess Eucarista y a Mara Nuestra Madre.

    Sigamos sus huellas y vivamos nuestra fe en plenitud, compartindola conquienes no la conocen o no la viven.

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    FUENTES BIOGRFICAS

    Las principales fuentes biogrficas son las vidas de san Antonio escritaspor autores franciscanos del siglo XIII o comienzos del XIV, tomando en cuentaque, cuando ellos hablan de Leyendas, no se refieren a historias imaginarias oirreales sino a fuentes histricas reales, ya que la palabra leyenda en los escritosmedievales es sinnimo de crnica, vida o biografa.

    1. En primer lugar tenemos la Vita prima (Vida primera), llamada Assidua,porque comienza a narrar su vida y milagros bajo la asidua peticin de sushermanos y encargo de sus Superiores.

    Fue escrita en 1232, a los pocos meses de morir san Antonio, porun franciscano annimo que viva en Padua. Tuvo informacin de losquince primeros milagros de la vida del santo por medio del obispo deLisboa, Soeiro Viegas, que se encontr en Spoleto el da 30 de mayo de1232 al momento de su canonizacin. Contiene la relacin de 53 milagrosque fueron ledos ante el Papa Gregorio IX y confirmados por los testigosante la Comisin investigadora.

    2. LaLeyenda segundaoLeyenda annima, fue escrita por Giuliano de Spiraentre 1235-1240. Se basa en parte en la Assidua y procura poner en

    relacin la figura de san Francisco con san Antonio, lo que no hace laAssidua.

    3. Bartolom Tridentino, en su libro Epilogorum in gesta sanctorum (Librode los compendios de las gestas de los santos), escrito hacia 1240, dice:Antonio a quien yo vi y conoc Con su palabra y ejemplo retrajo a

    muchos del error. Deseaba tambin predicar a los sarracenos y recibir de

    ellos la corona del martirio. Fue elocuente de palabra y atrajo a muchos

    a Cristo Predic a los paduanos e indujo a muchos usureros a restituir.

    Compil buenos sermones1.

    4.Dialogus de vitis seu gestis sanctorum fratrum minorum (Dilogo sobrelas vidas y gestas de santos frailes menores). Fue escrito por mandato defray Crescencio de Jesi, ministro general. Por ello se llama tambinDialogus fratris Crescentii (Dilogo de fray Crescencio). Su fecha decomposicin es entre 1244 y 1246. Su autor, segn algunos fue Toms dePava, aunque algunos creen que es desconocido. El autor conocipersonalmente a muchos testigos de los hechos y milagros del santo. Estelibro fue editado por fray Leonardo Lemmens en Roma en 1902.

    1 Bolandistas,Acta sanctorum Junii, tomo II, p. 703.

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    5.Leyenda Raimundina, escrita en 1293 por el francs Pierre Raymond, queera maestro de teologa en Padua y lleg a ser ministro provincial de laOrden franciscana en Aquitania, Francia.

    6. Leyenda florentina que fue escrita por un desconocido a mediados delsiglo XIII o comienzos del XIV. Se basa en las primeras biografas. Fuecompuesta para uso litrgico.

    7. Leyenda Rigaldina, escrita por el franciscano Jean Rigauld, natural deLimoges en Francia. Fue ministro provincial en 1298 y obispo deTrguier.

    Con escrupulosidad histrica recoge importantes noticias locales ypersonales y habla de la vida del santo en Francia. As sabemos que fuecustodio de Limoges y, en calidad de custodio, estuvo en el captulogeneral de 1227, convocado por fray Elas despus de la muerte de sanFrancisco. La escribi entre los aos 1298 y 1317. Esta Leyenda Rigaldinafue editada por Dolorme en 1899.

    Aparte de las anteriores, que son las ms importantes y dignas de fe, hayotras biografas como la Benignitas, llamada as por la primera palabra del texto

    latino. Parece haber sido redactada por el ingls John Peckham hacia 1280.Mezcla algunos hechos histricos con otros no tan seguros.

    Otro libro importante es el Liber miraculorum (Libro de los milagros),inserto en la Crnica de los XXIV generales (Chronica XXIV generalium OrdinisMinorum), que rene episodios sueltos que narran milagros del santo,recopilados entre 1369-1374 por Arnaldo Serrano.

    En el tratadoDe conformitate vitae beati Francisci ad vitam Domini Jesu,escrito por Bartolom Pisano entre 1385 y 1399, hay 17 milagros hechos en viday otros 17 despus de la muerte de san Antonio.

    Tambin hay otras biografas que contienen datos sobre la vida de sanAntonio, pero prcticamente no dicen nada nuevo y se basan en las anteriores.

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    PRIMEROS AOS

    Sabemos que nuestro santo naci en Lisboa, por lo que los portuguesesprefieren llamarlo San Antonio de Lisboa y no de Padua. Sus padres eran muyjvenes y pertenecan a una familia distinguida. Su padre, segn algunas fuentes,perteneca al ejrcito del rey Alfonso y se llamaba Alfonso Martn o Martins. Sumadre era Mara Taveira.

    Le pusieron por nombre Fernando Martins Taveira, pero no se sabe conseguridad el da de su nacimiento, aunque algunos hablan del 15 de agosto.Tampoco se sabe a ciencia cierta qu ao naci. Algunos dicen que fue el ao1290, pero la mayora de autores prefieren anotar el ao 1295, ya que varias

    informaciones indican que, al morir en 1231, tena 36 aos.

    Tuvo con seguridad una hermana llamada Mara. De ella se dice en elMartirologio de San Vicente de la biblioteca nacional de Oporto: Muri MaraMartins, hermana de san Antonio, el 18 de febrero de 1279. Algunos autoreshablan tambin de otra hermana llamada Feliciana y quizs de algn otrohermano.

    Fue bautizado en la catedral de Lisboa que estaba cerca de su casa. Hastalos quince aos, ms o menos, estudi en la escuela catedralicia, que estaba junto

    a la misma catedral. Estudi los cursos normales de aquel tiempo: El Trivium(gramtica, lgica y retrica) y quizs ah mismo comenz los estudios delQuatrivium(aritmtica, msica, geometra y astronoma).

    Si no pudo terminar estos ltimos, los terminara en el convento, ya quedecidi alejarse de la familia y de los amigos, dejndolo todo por Dios. Algunasfuentes, como la Leyenda Rigaldina de Jean Rigauld, sugiere que decidiunilateralmente renunciar a la herencia paterna y optar por la vida religiosa,porque sus padres no se lo hubieran permitido.

    El autor de la Assidua nos habla de una crisis que pudo superar con lagracia de Dios. Dice as: Con la llegada de la pubertad comenzaron a crecer losestmulos de la carne y, aunque se senta sobremanera acuciado por estos

    movimientos de lascivia, no por eso afloj el freno a la adolescencia y al placer,

    sino que, superando la fragilidad de la condicin humana, sujet las riendas de

    la impetuosa concupiscencia carnal y despreciando los atractivos del mundo

    con humilde devocin tom el hbito de cannigo regular2.

    2 Assidua 3, 1-5.

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    SAN VICENTE DE FORA

    Tendra unos quince aos cuando entr en el convento de San Vicente deFora. Se llamaba Fora, porque estaba a las afueras de la ciudad de Lisboa. Y sellamaba de san Vicente en honor de san Vicente mrtir, cuyas reliquias estabanen la catedral de Lisboa.

    Este convento haba sido construido por el rey Alfonso Enrquez sobre elcementerio de los cruzados alemanes, que haban ayudado a la reconquista de laciudad en 1147. Estaba habitado por cannigos regulares de San Agustn, quienesse dedicaban intensamente al estudio y tenan una buena biblioteca. En elconvento albergaban peregrinos de paso, atendan a los pobres, hacan labor

    pastoral y tambin llevaban una intensa vida de oracin, cantando parte delOficio divino3.

    Segn refiere la Assidua, el libro de mayor garanta histrica, el autor seinform sobre su vida en Portugal por medio del obispo Soeiro II Viegas, cuartoobispo de Lisboa. Nos dice: Unos dos aos permaneci aqu (en San Vicente deFora) durante los cuales tuvo que soportar las frecuentes visitas de amigos, tanimportunas a las almas recogidas. Para evitar de raz la causa de tales

    perturbaciones, decidi abandonar el solar natal, de modo que defendido por la

    barrera de la distancia, pudiese servir ms libremente al Seor. Obtenida con

    dificultad, no sin ruegos, la licencia del Superior, se traslad con fervor deespritu al monasterio de Santa Cruz, en Combra

    4.

    CONVENTO SANTA CRUZ

    Combra era en aquel tiempo la capital de Portugal y los cannigosregulares de San Agustn tenan all la casa madre o convento de Santa Cruz, quehaba sido fundado en 1132 y era, junto con el monasterio cisterciense deAlcobaza, el centro cultural ms importante del reino.

    El primer Prior de Santa Cruz, fue un santo, san Teotonio, quien sepropuso convertir el monasterio en escuela de santidad y de ciencia sagrada. Lodot de una magnfica biblioteca gracias a la munificencia de su amigo el reyAlfonso Enrquez. Su sucesor Don Sancho I, en 1192, orden que se entregarancada ao al monasterio 400 maraveds de oro para que se pudieran enviar

    3 Actualmente, se ensea a los turistas del convento, en una de las piedras del templo, una inscripcinque dice: Aqu esto os ossos da mai de san Antonio (Aqu estn los huesos de la madre de san

    Antonio).4 Assidua 3, 6.

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    religiosos a estudiar a universidades de Francia. Tambin se enviaron algunosreligiosos a otros monasterios a copiar cdices de los Santos Padres.

    Cuando Fernando lleg a Combra, probablemente en 1212 con 17 aos,todava se poda percibir el ambiente de santidad y cultura que haba dejado sanTeotonio. All recibi una esmerada formacin intelectual, que inclua artes ofilosofa, estudios de ciencias naturales, de medicina, derecho cannico y, sobretodo, de teologa y sagrada Escritura.

    Sus profesores estaban muy influenciados por los Maestros de teologa dePars y en especial por la personalidad de Hugo de san Vctor. Enseaban lateologa basados muy especialmente en los escritos de san Agustn, de los que

    nuestro santo lleg a ser un eminente conocedor, considerando a san Agustn, noslo como su padre espiritual, como cannigo regular de san Agustn, sinotambin como su gua en los caminos de la teologa que, en aquel tiempo, sebasaba casi enteramente en el estudio de las Escrituras.

    Sus profesores ms notables, lumbreras de la Iglesia portuguesa, fueronDon Juan, eminente telogo; Don Pedro Pires, afamado predicador y profesor degramtica, lgica, medicina y teologa; y Don Raimundo, perito en diversaslenguas.

    Adems de su carcter eminentemente cultural, los cannigos regulares deSanta Cruz tenan apostolado parroquial en la parroquia de San Juan y en laiglesia de Liria, ejerciendo un intenso apostolado social con un hospital enCombra y otro en Penela.

    Lamentablemente el ambiente de la Comunidad se vio perturbado por losenfrentamientos entre el rey de Portugal y el Papa, llegando a formarse bandos deapoyo a ambas partes. El rey portugus fue apoyado por el Prior del convento deSanta Cruz, quien fue excomulgado por el Papa Inocencio III, ya que el rey habacometido ciertos desmanes contra la Iglesia como desterrar al obispo de Combrapor no estar de su parte y haber nombrado por su cuenta al obispo de Oporto.Fernando, que ya era sacerdote desde febrero o marzo de 1220, sufra con estosproblemas y peda paz y unin con el Papa.

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    SAN ANTONIO DE OLIVARES

    Los franciscanos llegaron a Portugal el ao 1217. La princesa Sancha,hermana del rey Alfonso II, les cedi en Alenquer la capillita de santa Catalina ymand construir para ellos una casa que satisficiese sus exigencias. Poco tiempodespus, les confi a su vez la reina Urraca, a una legua de Combra, el reducidomonasterio de san Antonio de Olivais (de Olivares), pues haba muchos olivos enaquel lugar. Los franciscanos eran tan pobres que iban a pedir limosnafrecuentemente al rico convento de Santa Cruz y, como Antonio era el hostelero,l mismo los reciba y les daba limosnas. De esta manera, fue conocindolos,dejndose entusiasmar por su vida pobre y evanglica.

    Un da dio hospitalidad a cinco franciscanos que iban a predicar aMarruecos. Sus nombres eran: Berardo de Corbio, Pedro de San Geminiano,Odn, Adjuto y Accursio. Ellos, al llegar a Marruecos, se dirigieron al rey Abu-Jacub para predicarle la fe cristiana. Despus de algunas peripecias, fueroncondenados a muerte en Marrakech, sufriendo horribles suplicios. Fueronazotados brutalmente hasta que sus entraas quedaron al descubierto. Sus llagasfueron rociadas con aceite hirviendo y vinagre, y despus fueron decapitados. Erael da 16 de enero de 1220. Iban a destruir sus cuerpos, pero el infante portugusDon Pedro, jefe del ejrcito de Marruecos, cristiano que haba huido de Portugalpor desavenencias con su hermano el rey de Portugal, los rescat y los llev

    consigo a tierra cristiana. No atrevindose a llegar a Combra, le encomend a sucapelln Juan Roberti los restos de los mrtires para llevarlos a esa ciudad. Allfueron acogidos con veneracin por la reina Doa Urraca y su cuada DoaSancha. Los colocaron en dos cofres de plata en la iglesia de Santa Cruz, dondetodava estn en la actualidad. Los milagros realizados por su intercesin a sullegada a Combra fomentaron su devocin y su recuerdo entre el pueblo.

    Fernando Martins tuvo el placer de tener muy cerca, en su propia iglesiade Santa Cruz, los restos de estos santos mrtires; y su espritu, ya lleno de Dios,se encendi en deseos de ser tambin l mrtir. Con este motivo hablsecretamente con los religiosos de san Antonio de Olivares, manifestndoles sudeseo de vestir su hbito con la condicin de que lo enviaran a predicar aMarruecos para poder as morir por Jesucristo. Obtenido a duras penas el permisodel Prior de su convento y de su Comunidad, se fue a vivir con ellos a mediadosde 1220 con 25 aos, cambiando el nombre de Fernando por Antonio, quizs porel nombre de su nuevo convento.

    Antonio renunciaba as a seguir estudiando y a su seguridad, pues estabarespaldado por un convento rico, y escogi la penitencia, el trabajo y laausteridad. En el convento de San Antonio de Olivares estuvo muy poco tiempo,pues eran muchos sus deseos de martirio.

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    Veamos lo que nos refiere su contemporneo: Moraban no lejos de laciudad de Combra, en un lugar que se llama San Antonio, algunos frailesmenores, que, aunque iletrados, enseaban con las obras el contenido de las

    Sagradas Letras. Los cuales, segn la regla de su Orden, iban frecuentemente a

    pedir limosna al monasterio donde moraba el siervo de Dios. Allegndose un da

    encubiertamente a ellos, como tena por costumbre, para saludarlos, djoles,

    entre otras cosas: Amadsimos hermanos, de buena gana recibira vuestro

    hbito, si me prometis que, una vez aceptado entre vosotros, me enviaris a

    tierra de sarracenos, para poder as yo tambin merecer ser hecho partcipe de

    la corona junto con los santos mrtires. Desbordantes de alegra por las

    palabras de un varn tan insigne, deciden, abreviando el tiempo, realizar la

    ceremonia al da siguiente, para que no acarree peligro la demora.

    Volvieron los frailes gozosos al convento y qued el siervo de Dios

    Antonio para pedir licencia al abad sobre lo tratado. A duras penas y a fuerza de

    ruegos, pudo arrancrsela. No olvidados de la promesa, llegan los frailes de

    buena maana, segn lo convenido, y visten con premura al siervo de Dios el

    hbito franciscano en el monasterio Y, tras esto, se dirigen los frailes a buen

    paso al convento, seguidos de cerca por el novicio, al que acogen en su seno con

    demostraciones de caridad Dejando el antiguo, se impuso el nombre de

    Antonio, como presagiando cun gran heraldo de la palabra de Dios haba de

    ser5.

    MARRUECOS

    La sed de martirio que le arda en el corazn, no le permita reposo

    alguno. Por lo que, concedida que le fue la licencia segn lo prometido,

    apresurse a ir a tierra de sarracenos. Pero el Altsimo lo hiri con el azote de

    la enfermedad durante todo el invierno. Viendo pues que no podra llevar su

    propsito a buen trmino, se vio obligado a regresar al solar nativo para

    recuperar al menos la salud del cuerpo6.

    En el verano de 1220 o principios del otoo, Antonio, acompaado de otroreligioso como era norma en la Orden franciscana, haba llegado a Marruecos.Cay gravemente enfermo y durante todo el invierno no pudo levantarse. Encuanto mejor un poco, pens que no era la voluntad de Dios seguir enMarruecos y tom un barco para volverse a Portugal. En marzo o abril de 1221ya estaba Sicilia; ya que, en contra de su voluntad, el barco en que se embarc,

    5

    Assidua 5, 3-12.6 Assidua 5, 3-12; 6, 1-2.

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    llevado por los vientos, lleg a Mesina, donde los franciscanos del lugar loacogieron con caridad fraterna.

    CAPTULO DE ASS

    Por los franciscanos de Mesina se enter que haba un captulo general detoda la Orden del 30 de mayo al 8 de junio de ese ao 1221 y al cual estabaninvitados a asistir todos los frailes de la gran familia franciscana. Resolvi asistir.No sabemos si estaba an convaleciente o estaba totalmente sano, pero lleg aeste captulo general, que fue el ltimo en el que fueron admitidos todos losreligiosos. En el captulo de 1219, cuando l no era todava franciscano, haban

    asistido cinco mil franciscanos. En este de 1221, celebrado en el bosque vecino ala iglesia de Santa Mara de la Porcincula de Ass, hubo tres mil. Otrosmuchsimos religiosos estaban ya esparcidos por distintos pases y les era muydifcil asistir. A este captulo se le llam el captulo de las esteras. Allestuvieron nueve das. Los siete primeros fueron propiamente del captulo y,despus, debieron estar otros dos das ms, antes de dispersarse a sus lugares deorigen, para poder consumir la gran cantidad de alimentos que los vecinos deAss les haban ofrecido.

    Antonio qued entusiasmado por la alegra espiritual que compartan

    aquellos monjes y, sobre todo, por la vista personal del fundador san Franciscode Ass. Parece ser que l pas desapercibido y desconocido. En este captulo sanFrancisco haba hecho nombrar vicario general a fray Elas, quien presida lassesiones. En una de ellas hizo un llamamiento para enviar una nueva misin aAlemania, pues los primeros haban sido mal recibidos. Se levantaron 90religiosos dispuestos a ir. Acabado el captulo, los ministros provincialesenviaron a sus casas a los frailes. Nadie haba contado con Antonio, que quedabaas a disposicin del vicario general. Pero, al fin, se decidi a hablar con elprovincial de la Romaa, fray Gracin, y le suplic que lo aceptara consigo y quele permitiera vivir en una ermita en Montepaolo, cerca de Forl.

    MONTEPAOLO

    En ese lugar haba una ermita situada en la cima ms alta de una montaa.Un fraile haba arreglado una gruta para que le sirviera de celda y poderdedicarse ms tranquilamente a la oracin y a la penitencia. Antonio consiguique se la cediese.

    En Montepaolo cada da, tras haber cumplido la obligacin de la oracinmatutina comunitaria, se retiraba a la dicha celda, llevando consigo un

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    mendrugo de pan y una jarra de agua. As pasaba el da en soledad, obligando a

    la carne a servir al espritu. Pero ms de una vez cuando, al toque de la

    campana se dispona a reunirse con sus hermanos, extenuado por las vigilias ydebilitado por la abstinencia, dio con paso vacilante, con su cuerpo en tierra. Si

    no hubiera sido por el auxilio de sus hermanos (segn el testimonio de uno que

    lo presenci) en modo alguno le hubiera sido posible regresar7.

    All permaneci unos quince meses

    FORLI

    El 24 de setiembre de 1222 muchos frailes acudieron a Forl con motivode las ordenaciones sagradas. Antonio asisti, no para ordenarse como dicenalgunos, pues ya era sacerdote. El da de las ordenaciones, antes de ir a lacatedral, haba que darles una exhortacin a los ordenandos, segn eracostumbre. Result que ninguno de los sacerdotes presentes, ni siquiera de losdominicos que haban acudido, se haba preparado, y rehusaron hacer unaimprovisacin. En esa situacin, el Superior franciscano se dirigi a Antonio paraque les dijera unas palabras de edificacin espiritual. Y Antonio, que todava nohaba descubierto sus profundos conocimientos bblicos y teolgicos, dej atodos asombrados por su gran cultura bblica y teolgica as como por su

    profunda espiritualidad.

    Veamos lo que dice su contemporneo: Algunos frailes le haban credoms experto en lavar vajilla que en exponer los misterios de la Sagrada

    Escritura... Pero, cuando aquella pluma del Espritu Santo, su lengua quiero

    decir, se puso a discurrir ponderadamente sobre muchos temas con claridad de

    exposicin y brevedad de palabras, todos los frailes, estupefactos y atentos,

    quedaron colgados de las palabras del orador No mucho tiempo despus,

    informado el ministro provincial de cuanto haba acaecido, fue obligado Antonio

    a interrumpir la paz del silencio y a salir al pblico, con la imposicin del

    oficio de la predicacin; y su boca, largamente cerrada, se abre para anunciar

    la gloria de Dios. Apoyado en la autoridad de quien lo enviaba, puso tanto

    entusiasmo en el desempeo de su misin de evangelizar que lleg a merecer el

    nombre de evangelista, por su ingente actividad. Lo mismo visitaba villas que

    castillos, las aldeas que los campos. A todos esparca la semilla de la vida con

    tantsima abundancia como fervor8.

    7

    Assidua 7, 9-10.8 Assidua 8, 1-7; 9, 1-2.

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    PREDICADOR Y TAUMATURGO

    En octubre de 1222, comienza Antonio su misin de predicador impuestapor su Superior. Consagra todo su tiempo a evangelizar por pueblos y ciudades.Lo mismo predica a sus hermanos de hbito en sus conventos que a grupos deestudiantes o en reuniones monsticas de distintas rdenes. En los pueblos tratade poner paz entre los bandos en discordia y afianzar la fe de los catlicos contralos disidentes herejes, que abundaban en ciertos lugares. A ellos trataba deconvencerlos, teniendo debates pblicos; y apoyando su predicacin con insignesmilagros.

    Entre los herejes, los ms peligrosos eran los ctaros. Estos decan que los

    espritus eran creados directamente por Dios, mientras que el mundo y todo lomaterial haba sido creado por el diablo. Cristo, segn ellos, no haba podido serhombre ni nacer de la Virgen Mara, pues eso hubiera significado nacer pecador,ya que la carne era creada por el demonio. Los creyentes, para salvarse, debanser puros (ctaro significa puro) y deban vivir pobremente y renunciar al mundoy a las relaciones sexuales, que eran malas. Para ellos era preferible fornicar quetener relaciones con la misma esposa. Aparte, invitaban al suicidio individual,dejndose morir de hambre o asfixindose, despus de haber recibido de los jefesde la secta lo que ellos llamaban consolamentumo dispensa de todos sus pecadospara ir directamente al cielo. Segn ellos, no vala la pena vivir en esta tierra

    pecadora, obra del diablo. Y ridiculizaban a los ricos y a los eclesisticos, quevivan con muchas comodidades.

    Haba tambin otros herejes como los albigenses y valdenses, que eranfuertes en algunos lugares del sur de Francia y en algunas ciudades de ItaliaPor sus triunfos llamaron a Antonio malleus haereticorum (martillo de losherejes). Entre los herejes haba uno que era famoso. Se llamaba Bononillo yllevaba en la secta de los ctaros ms de 30 aos9. Con l disput en Rmini.

    Veamos su conversin tal como lo describe la Leyenda Rigaldinade JeanRigauld, quien habla de un caballo, mientras otros autores dicen que se trat deun mulo. Dice Jean Rigauld as: Resistase un hereje a las exhortaciones de sanAntonio, negndose a admitir la presencia real de Jesucristo en el sacramento,

    porque no crea que se efectuase cambio alguno en las especies eucarsticas. El

    piadoso fraile menor, compadecindose de su incredulidad y deseoso de ganar

    su alma, le dijo cierto da: Si el caballo que frecuentemente montis adorase al

    verdadero cuerpo de Cristo bajo la especie de pan, creerais entonces en la

    verdad del sacramento del Seor?. El hereje prometi confesarlo de boca y

    desde el fondo del corazn, mientras sucediese esto bajo las condiciones fijadas

    9 Assidua 9, 6.

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    por l mismo. Acept el santo, aadiendo, sin embargo, que, si no se cumplan

    las condiciones propuestas, slo cabra atribuirlo a los pecados propios.

    Durante dos das, priv el hereje a su caballo de todo alimento, y al tercero,sacado el animal en pblico, ofrecironle cebada, mientras al otro lado, se

    hallaba el bienaventurado Antonio llevando devotamente en un cliz el Cuerpo

    de Cristo. Una multitud numerossima se haba congregado all, ansiosa de

    saber qu sucedera. Suelto el caballo, avanz con pausa como si hubiese tenido

    uso de razn y, doblando respetuosamente las rodillas ante el santo, que

    mantena elevada la sagrada hostia, permaneci en esta postura hasta que

    Antonio le concedi permiso para marcharse. Este milagro determin al hereje a

    abandonar su error.

    Algunos autores dicen que el milagro sucedi en otra ciudad. En favor deRmini est el hecho de hallarse construida desde 1417 una capilla octogonal enel mismo sitio donde, segn la tradicin, se haba efectuado el milagro; capillaque haba sido precedida por una columna levantada en recuerdo del prodigio10.

    Otro milagro, que sucedi tambin en Rmini para la conversin de losherejes en 1233, se relata en la Florecillas de san Francisco:

    Queriendo Cristo poner de manifiesto la gran santidad de su siervo san

    Antonio y acreditar su predicacin y su doctrina santa para que fuese escuchada

    con devocin, se sirvi en cierta ocasin de animales irracionales, como son lospeces, para reprender la necedad de los infieles herejes, del mismo modo como

    en el Antiguo Testamento haba reprendido la ignorancia de Balaam (Nm 22,

    22-35).

    Fue en ocasin que san Antonio se hallaba en Rmini, donde haba una

    gran muchedumbre de herejes. Durante muchos das haba tratado de

    conducirlos a la luz de la verdadera fe y al camino de la verdad, predicndoles y

    disputando con ellos sobre la fe de Jesucristo y de la sagrada Escritura. Pero

    ellos no slo no aceptaron sus santos razonamientos, sino que, endurecidos y

    obstinados, no quisieron ni siquiera escucharle; por lo que un da san Antonio,

    por divina inspiracin, se dirigi a la desembocadura del ro junto al mar y,

    colocndose en la orilla entre el mar y el ro11, comenz a decir a los peces como

    predicndoles: Od la palabra de Dios, peces del mar y del ro, ya que esos

    infieles herejes rehsan escucharla.

    10 El suceso lo cita Jean Rigauld en su Vie de Saint Antoine de Padoue, publicada por el padre Fernando

    Mara dAurales en Burdeos, 1899, pp. 90-92.11 Este ro es el Marecchia en cuya orilla hay una antigua capilla, recordando el lugar del suceso.

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    No bien hubo dicho esto, acudi inmediatamente hacia l, en la orilla,

    tanta muchedumbre de peces grandes, pequeos y medianos como jams se

    haban visto, en tan gran nmero, en todo aquel mar ni en el ro. Y todos, con lacabeza fuera del agua, estaban atentos mirando al rostro de san Antonio con

    gran calma, mansedumbre y orden: en primer trmino, cerca de la orilla, los

    ms diminutos; detrs, los de tamao medio, y ms adentro, donde la

    profundidad era mayor, los peces mayores. Cuando todos los peces se hubieron

    colocado en ese orden y en esa disposicin, comenz san Antonio a predicar

    solemnemente, dicindoles: Peces, hermanos mos: estis muy obligados a dar

    gracias, segn vuestra posibilidad, a vuestro Creador, que os ha dado tan noble

    elemento para vuestra habitacin, porque tenis a vuestro placer el agua dulce y

    el agua salada; os ha dado muchos refugios para esquivar las tempestades. Os

    ha dado, adems, el elemento claro y transparente, y alimento con quesustentaros. Y Dios, vuestro creador corts y benigno, cuando os cre, os puso el

    mandato de crecer y multiplicaros y os dio su bendicin. Despus, al sobrevenir

    el diluvio universal, todos los dems animales murieron; slo a vosotros os

    conserv sin dao. Por aadidura, os ha dado las aletas para poder ir a donde

    os agrada. A vosotros fue encomendado, por disposicin de Dios, poner a salvo

    al profeta Jons, echndolo a tierra despus de tres das sano y salvo. Vosotros

    ofrecisteis el censo a nuestro Seor Jesucristo cuando, pobre como era, no tena

    con qu pagar. Despus servisteis de alimento al rey eterno Jesucristo, por

    misterio singular, antes y despus de la resurreccin. Por todo ello estis muy

    obligados a alabar y bendecir a Dios, que os ha hecho objeto de tantosbeneficios, ms que a las dems criaturas.

    A estas y semejantes palabras y enseanzas de san Antonio, comenzaron

    los peces a abrir la boca e inclinar la cabeza, alabando a Dios con esos y otros

    gestos de reverencia. Entonces, san Antonio, a la vista de tanta reverencia de los

    peces hacia Dios, su creador, lleno de alegra de espritu, dijo en alta voz:

    Bendito sea el eterno Dios, porque los peces de las aguas le honran ms que

    los hombres herejes, y los animales irracionales escuchan su palabra mejor que

    los hombres infieles.

    Y cuanto ms predicaba san Antonio, ms creca la muchedumbre de

    peces, sin que ninguno se marchara del lugar que haba ocupado.

    Ante semejante milagro comenz a acudir el pueblo de la ciudad, y

    vinieron tambin los dichos herejes; viendo stos un milagro tan maravilloso y

    manifiesto, cayeron de rodillas a los pies de san Antonio con el corazn

    compungido, dispuestos a escuchar la predicacin. Entonces, san Antonio

    comenz a predicar sobre la fe catlica; y lo hizo con tanta nobleza, que

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    convirti a todos aquellos herejes y los hizo volver a la verdadera fe de

    Jesucristo12

    .

    Otro da nuestro santo fue invitado a comer por ciertos herejes. l aceptla invitacin con la esperanza de rescatarlos del error, as como Jess se sentaba ala mesa con los publicanos y pecadores.

    Aquellos herejes a quienes confunda con sus sermones y debatespblicos, le pusieron una trampa. Le pusieron una comida envenenada, pero elEspritu Santo se lo revel al instante. l les recrimin el engao con palabrasafables, pero ellos, mintiendo, le dijeron que lo haban hecho con el fin de probarla verdad de la frase evanglica: Si beben alguna bebida mortal, no recibirnningn dao (Mc 16, 18). As trataron de convencerlo para que comiera,asegurndole que, si no sufra dao, creeran en el Evangelio, mientras que, sirehusaba, consideraran falsas esas palabras evanglicas.

    Antonio entonces traz la seal de la cruz sobre la comida y les dijo queno lo haca para tentar a Dios, sino para demostrar su celo por su salvacin y laverdad del Evangelio. Comi en efecto y, como no sufra dao alguno, losherejes se convirtieron13.

    PRIMER LECTOR DE LA ORDEN

    A finales de 1223, por orden de sus Superiores, Antonio fue nombradomaestro de teologa para ensear a sus hermanos religiosos, especialmente aquienes se preparaban para el sacerdocio. San Francisco le dirigi una carta, quetodos consideran autntica, y que dice as: A fray Antonio, mi obispo, frayFrancisco, salud en Cristo. Me agrada que leas a los frailes la sagrada

    Teologa, cuidando sin embargo que por este estudio no se apague el espritu de

    la oracin segn se contiene en la Regla. Amn.

    San Francisco le dice mi obispo, no porque fuera obispo, sinoreconociendo que era Superior a l en conocimiento de teologa y sagradasEscrituras. Por eso, le concede la facultad de ensear teologa en sus conventos,como de hecho lo hizo principalmente en Bolonia, Tolosa, Padua y Montpellier.Todos reconocieron que tena una memoria prodigiosa para acordarse de lostextos de la Escritura.

    12 Florecillas de san Francisco y de sus compaeros, Captulo XL, escritas por fray Hugolino de Santa

    Mara entre 1328 y 1343.13Gamboso Vergilio,Libro dei miracoli, Ed. Messaggero, 2008, pp. 14-15.

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    Comenz su docencia en Bolonia, capital de la Romaa, y estuvo allsolamente un ao, pues a finales de 1224 o principios de 1225 ya estaba en

    Francia.

    APOSTOLADO EN FRANCIA

    Desde el otoo de 1224 hasta finales de 1227 estuvo en el sur de Francia,dedicado a su multiforme actividad apostlica. En estos aos ense teologa asus hermanos religiosos en Montpellier y Tolosa. En una ocasin, mientraspredicaba a los padres capitulares del captulo provincial de Arls a fines de 1224o principios de 1225, se apareci san Francisco, cuando todava viva. Esto lo

    refiere Toms de Celano en la Vida primera de San Francisco, redactada entre1228 y 1229, de modo que es algo recibido de primera mano y que nadie pone enduda. Dice Toms de Celano: Haba entre los hermanos (capitulares) uno,sacerdote, ilustre sor su fama y ms por su vida, llamado Monaldo, cuya virtud

    estaba fundada en la humildad, alimentada por frecuente oracin y defendida

    por el escudo de la paciencia. Tambin estaba presente en aquel capitulo el

    hermano Antonio, a quien el Seor abri la inteligencia para que entendiese las

    Escrituras y hablara de Jess en todo el mundo palabras ms dulces que la miel

    y el panal. Predicando l a los hermanos con todo fervor y devocin sobre las

    palabras Jess Nazareno, rey de los judos, el mencionado Monaldo mir

    hacia la puerta de la casa en la que estaban reunidos, y vio con los ojos delcuerpo al bienaventurado Francisco, elevado en el aire, con las manos

    extendidas en forma de cruz y bendiciendo a los hermanos. Parecan todos llenos

    de la consolacin del Espritu Santo, y, por el gozo de salvacin que

    experimentaron, creyeron muy digno de fe cuanto oyeron sobre la visin y

    presencia del gloriossimo Padre14

    .

    Antonio, en 1226, fue nombrado custodio de los frailes, cargo intermedioentre ministro provincial y guardin o Prior de una casa. Fue custodio de laregin de Limoges en Francia durante tres aos. En estos aos hizo muchosmilagros, para confirmar la fe de los catlicos y convertir a los herejes.

    Evangelizando en una poblacin cuyo nombre omiten los bigrafos,

    ofrecile hospitalidad un ciudadano, dndole un cuarto aparte, para que ms

    tranquilamente pudiera entregarse a la oracin, al estudio y a la contemplacin.

    Mientras Antonio oraba, el hombre multiplicaba sus idas y venidas por la casa.

    Impulsado por la curiosidad, mir varias veces al cuarto en que Antonio se

    haba retirado y vio, a travs de una ventana, un nio hermoso y amable, al cual

    tena nuestro santo en sus brazos, besndole muchas veces y contemplando su

    14 Vida primera de San Francisco, escrita por Toms de Celano, Captulo XVIII.

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    rostro. El buen hombre, estupefacto, preguntbase de dnde haba salido aquel

    nio; que tan hermoso y encantador se le apareca. Era el nio Jess en

    persona, el cual revel a su siervo que el hombre lo estaba observando. Despusde la desaparicin del divino nio, prohibi Antonio a aquel hombre que hablase

    del hecho, mientras l viviese. Cuando muri el santo, el afortunado testigo del

    prodigio, lo refera con lgrimas de ternura y jurando por la Biblia que estaba

    diciendo la verdad, despus de tocar las santas reliquias para poder afirmar

    mejor la verdad del hecho15

    .

    Sobre este suceso el Papa Po XII manifest: Con frecuencia, mientrasAntonio se hallaba solo en su retirada celda, orando, a la vez que fija

    dulcemente sus ojos y su espritu en el cielo, he aqu que sbitamente el nio

    Jess, despidiendo rayos de fulgsima luz, ciendo con sus tiernecitos brazos elcuello del joven franciscano y sonrindole dulcemente, abruma con sus infantiles

    caricias al santo que, destituido de sus sentidos y convertido de hombre en ngel,

    en ese instante, con los ngeles y el Cordero se apacienta entre los lirios16

    .

    Un milagro famoso que sucedi en Limoges es el siguiente: Era haciamedianoche del Jueves Santo, en la iglesia de Saint Pierre de Queyroix.

    Terminados los maitines empez Antonio a anunciar la palabra de Dios a la

    gente reunida en torno suyo. Ahora bien, en aquel mismo momento, los frailes

    menores cantaban en su convento el oficio de la maana, en el cual nuestro

    santo, por razn de su cargo de custodio, tena que recitar una leccin. SaintPierre de Queyroix distaba bastante del monasterio franciscano, por lo cual no

    pareca posible que Antonio pudiera encontrarse entre sus hermanos en el

    momento oportuno. Pues bien, esto fue lo que puntualmente ocurri. Llegado

    dicho momento callse Antonio, y habindose mostrado sbitamente al mismo

    tiempo en el coro de su convento, cant su leccin hasta el final y desapareci

    enseguida. Sali entonces de su silencio en Saint Pierre y continu su sermn

    ante el pueblo17

    .

    Otro da, habiendo convocado el santo al pueblo de Limoges para una

    predicacin solemne, reunise tal nmero de oyentes, que, por de pronto, hubo

    de descartarse la idea de reunirlos en alguna de las iglesias de la ciudad.

    Antonio, pues, se dirigi con ellos, a un antiguo anfiteatro romano, llamado le

    Creux des Arnes. Era en aquella poca un lugar muy frecuentado, en el cual

    se celebraban las ferias y los mercados, y donde, segn la costumbre de aquellos

    tiempos, nadie vea inconveniente alguno en que se utilizara tambin para las

    ceremonias religiosas; particularmente para la predicacin. En lo mejor del

    15Gamboso Vergilio,Libro dei miracoli, o.c., p. 39.16

    Letras apostlicasExulta Lusitania felix, del Papa Po XII del 16 de enero de 1946.17 Este es un claro ejemplo de bilocacin; Jean Rigauld, o.c., p. 44.

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    sermn, cuando el auditorio se hallaba pendiente de los labios del orador,

    amenaz una tormenta: retumb el trueno y comenzaron a caer algunas gotas.

    La muchedumbre se asust y quiso huir; pero el santo los tranquiliz conbondad, dicindoles: Nada temis; no os marchis; continuad oyendo la

    palabra de Dios. Espero en Aquel, en quien jams se confa en vano, que no os

    alcanzar la lluvia. Rindindose a esta exhortacin, permanecieron all los

    asistentes tanto tiempo como quiso el predicador evangelizarlos, sin que

    absolutamente los molestase la lluvia. Al retirarse, notaron con vivsima

    sorpresa que la tierra estaba empapada en agua por todas partes, mientras

    haba permanecido seca la del Creux des Arnes. Al referir este prodigio, aade

    Jean Rigauld: Cuando entr en la Orden de los frailes menores haba an

    muchos frailes que haban asistido al sermn y recordaban el tema desarrollado

    en este discurso; hay que creerlos puesto que no hacen ms que atestiguar lo quevieron sus ojos y oyeron sus odos

    18.

    Puesto que acabamos de hablar de la predicacin del santo, vamos a

    narrar otro hecho acaecido en Saint-Junien, no lejos de Limoges. Como en el

    prodigio de que acabamos de hablar, la gente era demasiado numerosa para que

    pudiera caber en una iglesia; en vista de lo cual Antonio se vio forzado a

    trasladarse con sus oyentes a una plaza pblica. Se le prepar apresuradamente

    una tribuna de madera, y subiendo a ella el santo, dijo a su auditorio: Yo s

    que el enemigo nos atacar durante el sermn; pero no temis, pues su empresa

    no perjudicara ni molestar a nadie. Poco tiempo despus, la tribuna sederrumb; mas, con asombro y sorpresa general, el accidente no caus dao ni

    al santo ni al auditorio; repararon la tribuna, y oyse de nuevo la voz de Antonio

    con tanta mayor atencin cuanto que la muchedumbre haba reconocido en l el

    espritu de profeca19

    .

    No fue esa la nica vez que atac el demonio. Por eso, su contemporneodice:Narrar un suceso no fingido, sino revelado a un fraile por el mismo siervode Dios, Antonio, cuando an viva. Una noche (estando en Padua), mientrasreconfortaba sus fatigados miembros con el beneficio del sueo, he aqu que el

    diablo se atrevi a oprimir violentamente la garganta del siervo de Dios,

    esforzndose en ahogarlo.

    Pero l, invocando el nombre de la Virgen gloriosa, hizo sobre su frente

    la seal de la cruz salvfica, y, ahuyentado al enemigo del gnero humano,

    sintise al momento aliviado. Y cuando abri los ojos con el deseo de ver al

    fugitivo, brillaba toda la celda donde yaca, iluminada de luz celestial20

    .

    18 Jean Rigauld, o.c., p. 94.19

    Jean Rigauld, o.c., p. 86.20 Assidua 12, 1-3.

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    APOSTOLADO EN ITALIA

    Haca fines de 1227 regres Antonio a Italia, atravesando a pie la reginfrancesa de la Provenza. Algunos dicen que fue a Italia con motivo de asistir alcaptulo general, por ser custodio de Limoges en Francia. El captulo comenzabael 30 de mayo de 1227. Era el primer captulo general despus de la muerte desan Francisco, que haba muerto en 1226. Fue elegido ministro general el padreGiovanni Parenti, que haba sido provincial de Espaa, cuando Antonio ingresen la Orden. Antonio fue elegido ministro provincial del norte de Italia.

    Como ministro provincial deba visitar los conventos de su provincia yanimar y corregir a sus sbditos. Por este motivo estuvo varias veces en Miln,que en ese tiempo era un foco muy activo de herejes, y donde se establecieron losfranciscanos en 1227.

    Es seguro que en 1228 estuvo en Vercelli y se aloj en el monasterio deSan Andrs de Vercelli, de los cannigos regulares de san Agustn, donde eraPrior Toms Gallo, con quien tuvo una fructuosa amistad.

    Toms Gallo escribi de Antonio: Fray Antonio, por la pureza de su alma,abrasado por el ardor de su mente, tan fervorosamente anhel y tanabundantemente se saci y satur de la mstica teologa que excede la capacidad

    de la mente humana. Bien pudo decirse de l lo que se escribe de san Juan

    Bautista: Era una lmpara que arda y alumbraba (Jn 5, 35), pues ardainteriormente por el amor y alumbraba exteriormente con el ejemplo

    21.

    Ese mismo ao 1228 fray Elas, que haba sido vicario general de la Ordendespus de la muerte de san Francisco hasta 1227, recibi la orden del Papa delevantar en Ass una baslica en honor de san Francisco para albergar dignamentesus restos. Fray Elas puso todo su empeo en la tarea.

    San Antonio hizo varios viajes por distintas ciudades en misinpacificadora, ya que la regin vneta (Marca de Treviso) estaba atormentada porcrueles enfrentamientos entre facciones rivales de la nobleza.

    En sus predicaciones no trataba de conquistar el favor de los poderosos, nise predicaba a s mismo con palabras majestuosas y rimbombantes degrandilocuentes discursos, sino con palabras sencillas para que todos lasentendieran. Palabras salidas de su corazn enamorado de Dios e inflamado por

    21Gamboso Vergilio,Libro dei miracoli, o.c., p. 35.

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    las Santas Escrituras. As procuraba llevar a los oyentes a la paz, a detestar losvicios y a la conversin

    PADUA

    Era una ciudad independiente con una modesta universidad que tenaalgunos centenares de estudiantes. Haba sido reconstruida despus del incendiode 1174. Era regida por un podest (gobernador), sus consejeros y magistrados.

    Tena un pequeo ejrcito permanente y era una ciudad adicta al Papa,pues la mayora de sus habitantes erar gelfos, es decir, partidarios del Papa, en

    contra de los gibelinos que eran partidarios del emperador de Alemania, FedericoII. De ah que estuviera en continuas luchas contra su vecina Verona, que era demayora gibelina, dirigida por el cruel tirano Ezzelino.

    Padua tena tierras frtiles, lo que haca que su mercado fuera importante.Tambin tena industrias de lana y un excelente comercio, por lo que haca deella una ciudad rica.

    En Padua haba bienestar y un desmesurado afn de lujo, sobre todo entrelo ricos. Cuando carecan de dinero para satisfacer su pasin por las fiestas, se

    vean obligados a recurrir a prestamistas sin escrpulos, a los cuales pagabanexorbitantes rditos. Por eso, la ciudad en general era presa de la usura y de otraslacras sociales como las enemistades.

    San Antonio luch mucho contra la usura, las enemistades y las injusticiassociales. Como dice su contemporneo: No se dejaba doblegar por ningunaacepcin de personas; ni el favor y opinin de la gente hacan mella en l, sino

    que, segn el dicho del profeta, como un trillo armado de dientes, tritur los

    montes, y convirti en polvo los collados22

    .

    San Antonio lleg a Padua por primera vez siendo ministro provincial elao 1229 y vivi en la Comunidad de Santa Mara Madre de Dios, dondeactualmente est la baslica del santo.

    22 Assidua 10, 6.

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    APOSTOLADO EN PADUA

    Su apostolado en Padua tuvo lugar en los tres ltimos aos de su vida,pero fue tanto su amor a esta ciudad y el afecto de los paduanos a nuestro santoque ha quedado marcado por la historia, llamndole san Antonio de Padua. Allrealiz algunos de sus ms grandes milagros. Su bigrafo contemporneo refierecon toda su autoridad: Haba un vecino de Padua que tena una hija llamadaPaduana, que, aunque ya de cuatro aos, estaba completamente privada del

    ejercicio de sus pies, y sirvindose de las manos se arrastraba al modo de los

    reptiles. Tambin decan que, trabajada de la epilepsia, le acaeca a menudo

    caer y revolcarse. Un da que la llevaba su padre en brazos, an en vida de san

    Antonio, lo top en una calle de la ciudad, y empez a rogarle que hiciera el

    signo de la cruz sobre su hija. Viendo el padre santo su fe, la bendijo y ladespidi. Vuelto el padre a casa, puso derecha a la nia sobre sus pies, la que,

    apoyada en una banqueta, comenz a ir de aqu para all. Retirle despus la

    banqueta, diole su padre un bastn; y siempre mejorando, recorra la casa

    yendo y viniendo. Finalmente, se restableci tan de lleno por los mritos del

    felicsimo Antonio, que ya no le fue necesario sostn alguno; ni desde el

    momento en que fue bendecida sufri lo ms mnimo de epilepsia23

    .

    Veamos otro milagro que un fraile menor oy personalmente delinteresado hacia el ao 1292: Perteneca yo le dijo a una cuadrillacompuesta de doce bandidos, todos los cuales habitbamos en los bosquesentregndonos al pillaje y despojo de los viajeros. Habiendo odo ponderar la

    predicacin del bienaventurado, dmonos cita para ir a ella disfrazados: nunca

    pudimos creer quo su palabra fuese tan eficaz y que alumbrase como la antorcha

    ardiente de un nuevo Elas. Fuimos, pues, a su predicacin; no tuvimos

    necesidad de escuchar gran rato sus inflamados discursos para sentir

    violentsimo remordimiento de nuestros crmenes. Despus del sermn, nos

    fuimos todos a confesar con l. El padre nos oy uno despus de otro, nos dio a

    cada uno una penitencia saludable, y mandndonos que nos guardsemos de

    volver a nuestros antiguos crmenes, prometi a los que no los cometieran ms,

    los goces de la vida eterna; y predijo a los que reincidieran suplicios

    extraordinarios. Algunos volvieron a emprender la vida criminal de antes y

    acabaron su vida segn el santo haba anunciado; los que se abstuvieron,

    murieron en la paz del Seor. En cuanto a m, el bienaventurado me impuso por

    penitencia visitar doce veces la tumba de los apstoles y ahora acabo mi

    duodcima peregrinacin.

    23 Assidua 31, 36.

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    He aqu lo que el viejo refiri, con lgrimas, durante su camino con el

    fraile menor; alegrbase de ver cumplida la promesa del santo, y, despus de

    una vida miserable, poder gozar de la beatitud eterna24.

    Uno de los milagros ms famosos de san Antonio, que inspir a variospintores y escultores a dejarlo impreso para la posteridad, es el del pie cortado.Sucedi que un hombre de Padua, llamado Leonardo, se acus de haber pegadouna patada a su madre con tal violencia que la hizo caer en tierra. El siervo deDios lo reprendi severamente y dijo:El pie que golpea a su padre o a su madredebera ser cortado de inmediato.

    Aquel hombre no entendi bien el sentido y, llevado del remordimiento

    por la culpa cometida y angustiado por las palabras del santo, se fue a su casa yse cort el pie. La noticia de este castigo tan cruel se difundi como unrelmpago por toda la ciudad y lleg a odos de la madre de Leonardo, quien,volviendo a su casa, vio a su hijo mutilado. Y, sabiendo el motivo, se dirigi alconvento de los hermanos franciscanos, culpando a fray Antonio de ser elinstigador de aquel suicidio de su hijo. El santo trat de calmarla y de explicarlelas cosas. Fue con ella a su casa y, despus de haber hecho una fervorosa oracin,uniendo la pierna con el pie cortado y haciendo a la vez la seal de la cruz con lamano varias veces, el pie qued perfectamente adherido a la pierna de modo queel hombre se puso en pie sano y alegre, saltando y alabando a Dios25.

    Veamos otro milagro confirmado por el Liber Conformitatum y lostestimonios de Surio: Cuando nuestro santo habitaba en Padua, su padre anviva en Portugal. En una ocasin, dos nobles portugueses se hicieron la guerra

    a muerte. Uno de ellos mat al hijo de su enemigo. Para tapar su crimen, no

    encontr mejor solucin que la de enterrar a su vctima por la noche en el jardn

    de la casa de los padres de nuestro santo. Tras muchas pesquisas, fue

    descubierto el cadver y el padre de Antonio fue tomado preso para responder

    del crimen. Nuestro santo supo por revelacin de Dios lo que ocurra y aquella

    misma noche pidi permiso para ausentarse, obtenindolo fcilmente. Al da

    siguiente por la maana estaba en Lisboa (por bilocacin). Se dirigi a la casadel juez y, no habiendo podido obtener de ste la libertad de sus padres y

    parientes, pidi que, al menos, le llevasen a su presencia al nio enterrado. Lo

    resucit y orden que dijera si las personas a quienes se acusaba eran o no

    inocentes. Revel el nio la verdad y los padres de Antonio fueron liberados de

    la crcel. Nuestro santo permaneci con ellos todo aquel da. Y, al da siguiente,

    fue llevado a Padua por ministerio de los ngeles26

    .

    24Rigauld Jean;La vie de saint Antoine de Padoue, pp. 100-102.25

    Benignitas 17, 37-40; Gamboso Vergilio,Libro dei miracoli, o.c.; pp. 50-51.26 Liber aureus inscriptus Liber conformitatum, Bolonia, 1590, p. 76.

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    PREDICANDO ANTE EL PAPA

    Para mayo de 1230, la baslica en honor de san Francisco, que fray Elashaba construido en Ass en los dos ltimos aos por orden del Papa Gregorio IX,estaba lista. Se decidi hacer el traslado de los restos de san Francisco para el 30de mayo, fecha en que se iba a celebrar el captulo general. Para este captulogeneral y para el traslado, fray Elas invit a todos los frailes de la Orden. Comoslo deban asistir al captulo los ministros provinciales y custodios, el ministrogeneral fray Giovanni Parenti revoc le orden de invitacin.

    Entonces fray Elas adelant para el 25 de mayo el traslado de los restosde san Francisco a la nueva baslica, de modo que algunos provinciales ycustodios capitulares no pudieron asistir. Por otra parte, llegaron invitados por lmuchos de sus seguidores, quienes fueron a su celda y, por su cuenta, lonombraron ministro general, sentndolo en el puesto reservado al ministrogeneral. San Antonio protest enrgicamente. Fray Elas fue corregido y searrepinti. Despus se fue a un eremitorio a hacer penitencia y oracin27.

    Despus del captulo, Antonio dej el oficio de ministro provincial paradedicarse a tiempo completo a la predicacin y a la docencia. Pero antes hubo de

    ir a Roma con una Comisin del captulo para presentar al Papa algunos puntosde la legislacin de la Orden que deban ser aclarados y para informarle de lossucesos ocurridos en Ass. El xito de esta Delegacin fue completo y el PapaGregorio IX emiti la Bula Quo elongatipara aclarar algunos puntos de la Regla,como la observancia de la pobreza, la composicin del captulo general, laautoridad de los provinciales para acoger novicios y nombrar predicadores, etc.

    Con motivo de esta estancia de Antonio en Roma fue requerido parapredicar ante el Papa y los cardenales. Veamos lo que dice el libro de lasFlorecillas de San Francisco: San Antonio predic una vez delante del Papa y delos cardenales; en este consistorio haba muchos hombres de diversas naciones:

    griegos, latinos, franceses, alemanes, eslavos, ingleses y de otras diversas

    lenguas del mundo. Inflamado por el Espritu Santo, expuso y desarroll la

    palabra de Dios con tanta eficacia, profundidad y claridad, que todos los que se

    hallaban en el consistorio, aunque eran de lenguas tan diversas, entendieron

    claramente todas sus palabras sin perder una, como si hubiera hablado en el

    idioma de cada uno de ellos; hasta tal punto que todos quedaron estupefactos, y

    les pareci que se haba renovado el antiguo milagro de los apstoles en tiempo

    27

    Sobre estos sucesos habla ampliamente Toms de Eccleston en su Chronica de Adventu fratrumminorum in Angliam(De la llegada de los hermanos menores a Inglaterra).

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    26

    de Pentecosts, cuando hablaron en todas las lenguas por la virtud del Espritu

    Santo (Hech 2, 4-13). Y se decan unos a otros con admiracin:

    - No es de Espaa ste que predica? Pues cmo es que todos nosotros leomos hablar en la lengua de nuestro pas?

    Y el mismo Papa, lleno de admiracin por la profundidad de sus palabras,

    dijo:

    - A la verdad, ste es Arca del Testamento y Archivo de la divinaEscritura

    28.

    Despus continu predicando con mucho fruto en distintos lugares.Tambin se dedic a la redaccin de los sermones para las fiestas de los santos.

    LA CUARESMA DE 1231

    En esta Cuaresma, del 5 de febrero al 23 de marzo, se dedic a predicartodos los das, uno tras otro, durante cuarenta das. Y dice su primer bigrafo: Escosa sin duda de admirar cmo, a pesar de su corpulencia natural y trabajado

    por una continua enfermedad, el celo infatigable de las almas le haca continuar

    predicando, enseando y confesando hasta la puesta del sol, muy a menudo enayunas

    29.

    De las ciudades, castillos y pueblos de los alrededores, venan a Padua

    muchedumbres casi innumerables de ambos sexos, todos sedientos de escuchar

    con suma devocin la palabra de vida, haciendo descansar con firme esperanza

    la propia salvacin en sus enseanzas. Porfiaban en adelantarse unos a otros

    levantndose a media noche, y, con hachas encendidas, se apresuraban

    diligentemente a ir al lugar donde predicara. Vieras all acudir caballeros y

    nobles matronas en las tinieblas de la noche; y quienes no pequea parte del da

    indolentemente pasaban cobijados y relajados en los mullidos lechos, no tenan

    inconveniente, como dicen, en velar para poder verlo.

    Acudan los viejos, corran los jvenes, hombres y mujeres, de toda edad y

    condicin; y todos, depuesta toda suerte de ornamentos, vestan, me atrevera a

    decir, hbitos propios de religiosos. Incluso el venerable obispo de Padua, junto

    con su clero, sigui devotamente la predicacin del siervo de Dios Antonio, y,

    28

    Florecillas de san Francisco y de sus compaeros, captulo 39.29 Assidua 11, 6.

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    hacindose modelo de su grey, invitaba a escucharlo con el ejemplo de su

    humildad.

    Con tanta avidez atendan todos y cada uno a las cosas que deca, que, a

    pesar de asistir a menudo a la predicacin como cuentan treinta mil

    personas, no se escuchaba ningn grito ni murmullo de entre tanta

    muchedumbre, sino que en ininterrumpido silencio, todos, como una sola

    persona, pendan de su palabra. Aun los comerciantes, con toda suerte de

    tiendas para la venta de mercancas, no exponan stas a los clientes sino hasta

    acabada la predicacin, por el gran deseo que tenan de escucharlo.

    Las mujeres, con ardiente devocin, se provean de tijeras y le cortaban

    trozos de su tnica, como si fuese una reliquia; y se consideraba afortunado elque poda tocar aunque slo fuera el borde de su tnica. Y no habra podido

    defenderse del mpetu de las turbas, si no lo hubiera rodeado un buen nmero de

    recios jvenes, o mirara solcito por donde huir, o esperara hasta que,

    finalmente, se hubieran retirado las muchedumbres.

    Reduca a la concordia fraterna a los enemistados; restitua la libertad a

    los encarcelados; haca devolver lo robado con usura o violencia, y esto de tal

    modo, que, a las casas y fincas hipotecadas se impona precio ante l, y, por su

    consejo, se restitua a los expoliados lo que haba sido sustrado, ya fuera por

    una ya por otra causa.

    Rescataba a las meretrices de su infamante trato; y mantena alejados de

    poner la mano sobre lo ajeno a ladrones famosos por sus delitos. Y as,

    transcurridos felizmente los cuarenta das de la Cuaresma, fue grande la

    cosecha de mies, agradable a los ojos de Dios, que con su celo recolect.

    Creo que no se puede pasar por alto cmo induca a confesar los pecados

    a una multitud tan grande de hombres y mujeres, que no daban abasto a

    confesarlos ni los frailes ni los otros sacerdotes que en no pequeo nmero lo

    acompaaban30.

    Uno de aquellos das, segn algunos el lunes santo 17 de marzo, fue aentrevistarse con el podest de la ciudad y con su Consejo para pedirles quecambiaran los Estatutos comunales, segn los cuales, el deudor que no pagaba,deba estar encarcelado hasta que sus familiares pagaran por l. Esto para algunospobres significaba cadena perpetua, lo que era una tremenda injusticia. Ante susolicitud, fue aprobada la revocatoria de ese Estatuto.

    30 Assidua 13, 2-13.

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    CAMPOSAMPIERO

    En mayo, terminada la agotadora actividad de la Cuaresma y SemanaSanta, se retir al eremitorio de Camposampiero, cerca de Padua. All se hizopreparar una especie de pequea celda de tablas y esteras encima de un nogal (enalgunas representaciones iconogrficas se le representa escribiendo entre lasramas de un nogal).

    Veamos lo que escribe su contemporneo: No lejos de la morada de losfrailes, posea un noble, llamado Tiso, un espeso bosque, donde, entre otros

    rboles silvestres, haba crecido tambin un enorme nogal, de cuyo tronco se

    alzaban seis ramas que formaban con su ramaje una especie de corona.Habiendo contemplado el hombre de Dios un da su admirable belleza, decidi

    al punto, por inspiracin del Espritu Santo, hacerse una celda sobre el nogal,

    sobre todo porque el lugar era oportuno para la soledad y ofreca una quietud

    propicia a la contemplacin.

    Habiendo sabido el noble caballero su deseo por medio de los frailes, tras

    sujetar estacas en forma de cuadrado y transversales a las ramas, prepar una

    celda de esteras con sus propias manos. Tambin hizo celdas semejantes a sus

    dos compaeros. Prepar con mayor cuidado la superior, destinada al santo; las

    otras dos las dispuso a gusto de los frailes, aunque no con tanto esmero. Llevabael siervo de Dios, Antonio, una vida angelical en esta celda, y, como abeja

    diligente, se entregaba a la santa contemplacin. Esta fue su ltima morada

    entre los mortales31

    .

    Cierto da, llamado por la campana a la hora de la comida, habiendo

    descendido de la celda que se haba hecho construir sobre el nogal, se sent a la

    mesa con los otros frailes, como de costumbre. Se pos all la mano del Seor

    sobre l, y repentinamente comenzaron a abandonarlo todas las fuerzas

    corporales. Aumentando poco a poco su debilidad, le ayudaron los frailes a

    levantarse de la mesa, y, no pudiendo sustentar su extenuado cuerpo, se dej

    caer sobre una pobre yacija.

    Sintiendo el siervo de Dios que el fin de su cuerpo se acercaba, llamando

    a uno de sus hermanos y compaeros llamado Rogelio, le dijo: Si bien te

    parece, hermano, me gustara ir a Padua para evitar molestias a estos

    hermanos. Persuadido el compaero, es aprestada una carreta y puesto sobre

    l el venerado padre, mientras los frailes del lugar se oponan con todas sus

    fuerzas a que fuera llevado a otro lugar. Pero viendo que sta era la voluntad

    31 Assidua 14, 3-6.

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    del bienaventurado Antonio, aunque contrariados, no tuvieron ms remedio que

    ceder32

    .

    SU MUERTE

    Llegando a la ciudad, encontrse el varn de Dios con fray Vinoto, que

    caminaba a visitarlo. Viendo su extrema gravedad, comenz a rogarle que se

    dirigiera a La Cella, donde habitaban algunos frailes en una casa junto al

    monasterio de las damas pobres, a las que prestaban los auxilios espirituales,

    segn la costumbre de la Orden. Aada el dicho padre que se originara gran

    tumulto y no pequea confusin en el convento de los frailes, especialmente

    porque, como estaban situados dentro de la ciudad, se veran expuestos a unaimportuna afluencia de seglares. Tras or esto, accedi el siervo de Dios Antonio

    a su peticin, y, correspondiendo a su deseo, se apart a dicho lugar.

    Ya establecido entre los frailes de La Cella, se agrav la violencia de su

    mal y daba muestras de no pequea ansiedad. Tras un corto descanso, hecha la

    confesin y recibida la absolucin, empez a cantar el himno de la gloriosa

    Virgen que comienza as: O gloriosa Dmina (Oh gloriosa Seora).

    Apenas termin, levant los ojos al cielo, y con exttica mirada se qued

    mirando al frente un buen rato. Como el fraile que lo sostena le preguntara quera lo que vea, respondi: Veo a mi Seor.

    Viendo los frailes presentes que se aproximaba su feliz trnsito,

    decidieron administrarle el sacramento de la uncin. Cuando vino un fraile,

    como se acostumbra, con los santos leos, dijo al verlo el bienaventurado

    Antonio: Hermano, no es necesario que me unjas, puesto que tengo la uncin

    dentro de m. No obstante, bien est, y mucho me place.

    Teniendo las manos extendidas y juntas las palmas, cant completos con

    los frailes los salmos penitenciales. An resisti casi media hora aquella nima

    santsima, y, libre de la crcel de la carne, fue a sumergirse en el abismo de la

    claridad.

    El aspecto de su cuerpo era en todo como el de quien duerme; la viva

    blancura que sus manos adquirieron, aventajaba en belleza al color que antes

    tenan; y las otras partes de su cuerpo se mostraban flexibles a voluntad de

    quien las tocaba33

    .

    32

    Assidua 17, 3-7.33 Assidua 17, 8-16.

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    30

    El mismo da de la muerte del beato Antonio, estaba lejos en su

    habitacin, el famossimo especialista en las sagradas Escrituras abad deVercelli, Toms Gallo. Mientras estaba solo, a la misma hora de su muerte, elsiervo de Dios entr en su habitacin. Despus de saludarlo, el santo le dijo:Seor abad, he dejado mi asnillo (cuerpo)en Padua y me dirijo con rapidez a lapatria. Como el abad sufra del mal de gota, el santo, tocndolo delicadamente enla parte enferma, lo san al instante y desapareci.

    Creyendo el abad que se iba a la patria, es decir, a su tierra de lapennsula ibrica, sali de la habitacin para retenerlo. No encontrndolo,pregunt a sus servidores y le respondieron no haberlo visto.

    Entonces el abad entendi que el santo haba ido a la patria celestial y,tomando nota, pudo asegurarse que el santo haba muerto en el mismo momentoen que se le haba aparecido34.

    TUMULTOS EN LOS FUNERALES

    Mientras que los frailes trataban de ocultar con todo empeo la noticia de

    su muerte a los extraos, y con extremada cautela a los amigos y conocidos,

    para no verse invadidos por las multitudes, he aqu que tropeles de nios ibangritando por las calles: Ha muerto el padre santo! Ha muerto el santo

    Antonio!. Al or esto, corren las gentes aglomeradamente a la Cella y rodean la

    morada de los frailes como un enjambre de abejas.

    Antes que todos acude en un vuelo una gran multitud de habitantes de

    Capo di Ponte con numerosos y robustos jvenes, e inmediatamente disponen en

    torno al convento una defensa armada. Acuden religiosos; se precipita una

    multitud de ambos sexos, jvenes y doncellas, ancianos y nios, el grande y el

    sencillo, el libre y el siervo. Todos a una voz y con idntica amargura de corazn

    se ponen a lamentarse, manifestando el sincero afecto de su alma con

    abundantes lgrimas y gemidos35

    .

    Los frailes del convento de la Santa Madre de Dios (del centro de Padua),queriendo llevarse el cuerpo del santo, vinieron al convento de La Cella.

    Sabidas las intenciones de los frailes, los moradores de Capo di Ponte les

    hicieron frente como un solo hombre, y, para que en ningn modo pudiera

    34

    Benignitas 19, 1-9; Gamboso Vergilio,Libro dei miracoli, o.c.; pp. 57-58.35 Assidua 18, 1-3.

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    realizarse lo que pretendan, hacen custodiar el lugar con numerosos grupos de

    gente armada36

    .

    Al anochecer, tras despedir a las gentes, cerraron los frailes las puertas

    de la casa (de la Cella), y, para no verse apremiados ante un eventual asalto delas turbas, reforzaron los cierres con trancas y barrotes. Pero a media noche,

    estando an de guardia los vigilantes, una impetuosa masa de gente, ardiendo

    del deseo de ver el cuerpo, irrumpi con mpetu en la casa donde yaca el santo

    cuerpo, llevndose por delante, sin ningn miramiento, puertas y refuerzos. Por

    tres veces repitieron impetuosamente el ataque contra la morada de los frailes, y

    cosa admirable no pudieron penetrar en ella ni una sola vez, a pesar de sus

    esfuerzos, sino que, como despus con su propia boca confesaron, se quedaban

    pasmados ante las puertas abiertas; y aunque toda la casa estaba llena de luz,no vean la entrada, y daban vueltas en torno, deslumbrados por el resplandor.

    Llegada la maana, llegan multitudes de fieles de la ciudad, de las aldeas

    y de los castillos para contemplar el cuerpo del bienaventurado Antonio; y sin

    ningn gnero de duda se tena por afortunado el que, aun una sola vez, de

    algn modo poda tocarlo. Los que a causa de la muchedumbre no podan

    acercarse, arrojaban sin concierto cinturones y ceidores, anillos y collares,

    llaves y otros diversos adornos. Y otros, suspendiendo estos mismos objetos de

    prtigas, los alargaban hasta ponerlos sobre l para recibirlos santificados por

    el contacto de su santsimo cuerpo37.

    Llegado el tercer da, y viendo el ministro provincial que, solo, le sera

    difcil hacer frente al empeo de tantas y tales personas, mxime en cosa que

    tocaba la sensibilidad de una muchedumbre de personas, se dirigi al podest38

    .

    Los de Capo di Ponte se ordenaron para la lucha en caso de que quisieranllevarse el cuerpo del bienaventurado Antonio.

    No pudiendo tolerar el podest de la ciudad la sedicin popular, hizo

    pregonar que acudieran al palacio todos los ciudadanos, y, reunido el consejo,

    hizo confinar en la parte meridional de la ciudad a aquellos ciudadanos que

    haban destruido el puente, y public un edicto, con el que prohiba que

    retornaran a sus casas durante aquel da, bajo la amenaza juramentada de

    confiscacin de todos sus bienes.

    36 Assidua 20, 3.37

    Assidua 21, 8-11.38 Assidua 23, 1.

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    Tras esto, renense en la Cella el obispo de la ciudad con todo el clero, y

    el podest con un elevado nmero de ciudadanos, y, pasando por Capo di Ponte,

    transportan en orden procesional el cuerpo del bienaventurado Antonio a laiglesia de la Santa Madre de Dios, con extraordinaria exultacin de todos, en

    medio de himnos, alabanzas y cnticos espirituales. Las autoridades y los

    principales de toda la ciudad ofrecen sus hombros para llevarlo, y se tienen por

    dichosos los que consiguen tocar apenas su fretro.

    Tanta fue la afluencia de las gentes que, por la aglomeracin, no podan

    avanzar a la vez por medio de la ciudad, y as, desvindose muchos por calles,

    callejuelas y barrios, en rpida carrera se adelantaban a la procesin. Todos

    llevaban encendidos en las manos cuantos cirios haban podido obtener; y tanta

    era la abundancia de luces, que casi toda la ciudad pareca arder.

    Cuando lleg la procesin a la iglesia de la Santa Madre de Dios Mara,

    el obispo, tras celebrar el sacrificio de la misa, dio sepultura solemnemente al

    cuerpo del bienaventurado Antonio, y, una vez acabadas las piadosas exequias,

    retirse a su morada entre el contento de todos39

    .

    Era el da 17 de junio del ao 1231.

    PROCESO DE CANONIZACIN

    Al poco tiempo de su muerte hubo una masiva reunin del clero y delpueblo de Padua, y decidieron enviar una Comisin al Papa, llevando dos cartas:una del clero y otra del podest para pedir la apertura del proceso decanonizacin. El Papa constituy una Comisin investigadora para estudiar losmuchos milagros que se contaban despus de su muerte. Esta Comisin estabaintegrada por el obispo de Padua, Giacomo Corrado; por Giordano Forzat, priordel monasterio de san Benito, y por el Prior de los padres dominicos de Padua.

    Escogieron 53 milagros de los tantos que se presentaron, confirmados porpersonas dignas de fe y testigos de los hechos. Estos milagros fueron ledos anteel Papa y los cardenales, reunidos en Asamblea, y fue unnimemente aceptada lacausa para la canonizacin del siervo de Dios.

    Nos dice el bigrafo contemporneo, que conoci los hechos de primeramano: Viendo, en fin, el Sumo Pontfice el unnime consenso sobre lacanonizacin de san Antonio, y atendiendo no menos a la infatigable devocin de

    39 Assidua 24, 11-16.

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    los paduanos, accedi, de comn acuerdo con todos, a su humilde splica, y, sin

    ms retardo, fij el da en que tendra lugar.

    Era ya llegado el da fijado para tan grande solemnidad. Asiste el Sacro

    Colegio cardenalicio; se convoca a los obispos, acuden los abades, y, por

    hallarse entonces presentes, concurren prelados de iglesias de distintas partes

    del mundo. All est la sagrada asamblea del clero, all una multitud casi

    incontable de gentes. Y all est, aureolado de gloria y majestad, el Sumo

    Pontfice, con sus insignias pontificales; y el grupo de cardenales y dems

    prncipes de la Iglesia, vestidos con sus sacros ornamentos. Hcese la lectura de

    los milagros ante todo el pueblo, como de costumbre, y con suma devocin y

    reverencia se exaltan los mritos gloriosos del bienaventurado padre Antonio.

    De pie, inundado de santa consolacin, alz las manos al cielo el Pastor

    de la Iglesia, e, invocando el nombre de la defica Trinidad, inscribi en el

    catlogo de los santos al beatsimo padre Antonio, y estableci que su fiesta se

    celebrara el da de su muerte, para alabanza y gloria de Dios, Padre, Hijo y

    Espritu Santo, a quien es el honor y la potestad por todos los siglos de los

    siglos. Amn.

    Tuvo lugar la ceremonia en la catedral de Spoleto el da de Pentecosts

    del ao del Seor 1232, correspondiente al sexto ao del pontificado del papa

    Gregorio IX40.

    La canonizacin tuvo lugar el 30 de mayo de 1232 y las fiestas en Paduael 13 de junio de ese mismo ao.

    ALGUNOS DE LOS MILAGROS APROBADOS

    Un nio llamado Alberto, de doce aos de edad, tena deforme desde su

    nacimiento el pie izquierdo; vuelto el empeine a tierra, quedbanle los dedos

    atrs, contra el calcaar del pie derecho. Con el fin de enderezarle el pie, sola

    su padre atarle tablillas; pero si por cualquier causa se desataba, retornaba al

    instante a su habitual torcedura. Acudi suplicante un da la madre con el nio

    al arca del bienaventurado Antonio, y, como pudo, alleg el pie del nio al

    sepulcro. As permaneci el nio por breve tiempo, sudando copiosamente, hasta

    que fue devuelto por los guardianes del arca a la madre, y volvi a su casa ya

    con las plantas vueltas al suelo41

    .

    40

    Assidua, 29, 5-10.41 Assidua 31, 19.

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    **********

    Un fraile de la Orden de los frailes menores llamado Teodorico, ciego yados aos del ojo izquierdo, acudi devoto, desde la Apulia, al arca del santo

    padre Antonio. Quedse a morar algn tiempo con los frailes de Padua,

    mientras peda insistentemente la gracia de la curacin; hasta que, finalmente

    obtenida la tan deseada vista, parti dando gracias a Dios42

    .

    **********

    Haba un hombre en la ciudad de Venecia, por nombre Leonardo, que,

    por habrsele obstruido los odos, estaba desde haca cuatro aos

    completamente sordo. Llegse un da suplicante al sepulcro del bienaventuradoAntonio, y al momento recuper el ansiado odo

    43.

    **********

    Una mujer, llamada Miguelota, estaba once aos muda, incapaz de

    pronunciar ni una sola palabra, y languideca, desprovisto su cuerpo de fuerzas.

    Habiendo odo los milagros que se operaban por medio del siervo de Dios

    Antonio, se hizo llevar a su sepulcro, donde, tras haber orado de corazn

    durante un breve espacio de tiempo, parti con el habla y la salud44

    .

    **********

    Un nio, llamado Simen, que desde haca tres aos era atormentado de

    ataques del mal caduco, se caa muy a menudo de bruces; temblaba

    lastimosamente cuando sufra una cada, y, por ms que lo intentaba, ya no era

    capaz de trasladarse a otro lugar. Hizo una promesa su madre, y condujo

    solcita al nio ante la tumba de san Antonio. Volvi a casa tras haber orado, y

    ya no le qued ni rastro de la dicha enfermedad45

    .

    **********

    Haba en la ciudad de Treviso una mujer, Veneciana por nombre, que

    desde haca ms de dos aos tena sobre el pecho una gibosidad a modo de un

    pan; y cuando por cualquier motivo tena que dirigirse a alguna parte, deba

    doblar la cabeza hasta las rodillas. Fue a la tumba del bienaventurado padre

    42 Assidua 33, 1.43 Assidua 34, 1.44

    Assidua 35, 2.45 Assidua 36, 3.

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    Antonio, e insisti en su oracin durante dos das, al cabo de los cuales pudo

    volver a casa con la giba aplanada y la cabeza erguida46

    .

    **********

    En el condado de Padua, una niita llamada Eurilia fue hallada por su

    madre, al regresar a casa, flotando boca arriba en una charca llena de agua

    fangosa. Apresurse la llorosa madre a sacar a su infortunada hija de la poza, y,

    ante los muchos que acudan al vuelo a contemplar tan luctuoso espectculo,

    coloc a la anegada criatura al borde de la charca. Palpla un hombre de entre

    la gente que all se haba congregado, y, ya rgida por el fro de la muerte,

    psola cabeza abajo, con los pies en alto sobre un tajn. Pero ni siquiera as

    emiti voz la chicuela ni dio seales de vida; porque, teniendo encajadas lasmandbulas y cerrados los labios, como los muertos, habase esfumado toda

    esperanza de salvacin. Pero en ltimo extremo, hizo la madre voto al Seor y a

    su siervo, el bienaventurado Antonio, de llevar al sepulcro de ste una imagen de

    cera, si se dignaba devolverle viva a su hijita. No bien hubo hecho el voto,

    cuando, a vista de todos, movi la chiquita los labios, e, introducindole uno el

    dedo en su boquita, devolvi las aguas que haba tragado, y por los mritos del

    santo padre, volvi a la vida47

    .

    **********

    Un caballero de Salvaterra, Aleardino por nombre, que desde los

    primeros aos de su mocedad haba sido seducido por la proterva hereja, fue un

    da a Padua, y, mientras estaba sentado a la mesa, razonaba con los otros

    comensales sobre los milagros otorgados a los fieles devotos por los mritos del

    bienaventurado Antonio. Como todos sostenan que el bienaventurado Antonio

    era verdaderamente un santo de Dios, vaci el vaso que tena entre las manos, y

    prorrumpi, ms o menos, as: Si aquel a quien vosotros llamis santo

    preservare intacto este vaso, tendr por verdadero aquello de que acerca de l

    tratis de persuadirme. Desde los altos donde estaban comiendo, arroj el

    vaso contra el suelo, y cosa admirable de decir resisti el vidrio el choque

    contra la piedra y qued inclume, ante los ojos de los muchos presentes que en

    la calle estaban.

    Arrastrado a penitencia a la vista del milagro, precipitse solcito el

    hidalgo a recoger el vaso intacto, y, llevndolo consigo, cont ordenadamente a

    los frailes cmo haba sucedido todo. Y hecha la confesin, acept con uncin la

    46

    Assidua 37, 3.47 Assidua 39, 1-3.

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    penitencia que por sus pecados se le impuso, adhirise a Cristo con fidelidad, y

    convirtise en incansable predicador de sus maravillas48

    .

    **********

    Otros muchos milagros se dign obrar el Seor de la majestad por medio

    de su siervo Antonio, los cuales no estn escritos en este libro. Solamente stos

    hemos consignado, escogiendo pocos de entre muchos, y de entre los ms

    conocidos los certsimos, no slo para de este modo dar ocasin, a los que as lo

    desearen, de aadir otros en su alabanza, sino tambin para evitar, con el

    rechazo de lo inseguro, que, mientras queremos ensalzar su santidad, hagamos

    caer a nuestra lengua en el vicio del engao. Si, por lo dems, se hubieren de

    relatar uno a uno sus grandes prodigios y sus potentes maravillas, temo que, ascomo la superabundancia de ellos podra causar tedio al lector, no fuera

    tambin ocasin de incredulidad en las mentes de los flacos la desacostumbrada

    grandeza de los mismos49

    .

    SUS RESTOS

    El ao 1263 estaba lista la grandiosa y magnfica baslica construida enPadua en honor de san Antonio, y los padrinos decidieron trasladar all el cuerpo

    del santo. Al descubrir sus restos, se encontr su lengua fresca, rosada y bella, apesar de haber estado enterrada durante 32 aos, y como si el santo apenashubiese muerto.

    San Buenaventura, ministro general de la Orden franciscana, y ms tardecardenal y obispo de Albano, que presenciaba el glorioso traslado, tom conreverencia en sus manos la lengua y con el rostro anegado en lgrimas la mostra la multitud, diciendo: Oh lengua bendita que siempre bendijiste al Seor y lohiciste bendecir tambin de otros, ahora aparece claramente cun grande ha

    sido tu merito a los ojos de Dios. Y, besndola con ternura y devocin, dioorden de que fuera colocada aparte y con honor. El relicario donde la coloc sanBuenaventura fue sustituido en 1436 por otro de plata dorada, donado porGiuliano de Firenze50.

    El 6 de enero de 1981 un grupo de expertos de la universidad de Paduahizo el reconocimiento de sus restos mortales, despus de 750 aos de su muerte.

    48 Assidua 40, 1-4.49 Assidua 47, 1.50 Actualmente, la lengua del santo est expuesta a la devocin de los fieles en un magnfico relicario en

    la capilla de las reliquias de Padua. La relacin del milagro est en Vergilio Gamboso, libro deimiracoli di santAntonio, Ed. Messaggero, Padova, 2008, pp. 98-99.

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    De ellos se deduca que Antonio era un hombre alto, de 1.70 de estatura, algoms que la media de aquel tiempo, que era de 1.62 m. Segn el antroplogo

    Corrain, era de raza atlntico-mediterrnea y muri a una edad aproximada deunos 40 aos. En el examen apareci que haba tenido hidropesa al analizar lascostillas inferiores. Los huesos estaban ptimamente conservados.

    El responsable del equipo de expertos, doctor Vergilio Meneghelli,afirm: Los huesos pertenecen a un solo individuo. Estn tan bien conservadosque hemos podido reconocer todo el esqueleto. Slo faltan las partes existentes

    en los otros relicarios. La mandbula (expuesta en un relicario) se adaptaperfectamente a su rostro. Sin referirme al prodigio de la lengua incorrupta,

    sacada del cuerpo del santo a los treinta aos de su muerte, digo que parecen

    casi intactos los huesos y cartlagos ligados a la voz51.

    ICONOGRAFA

    En las primeras imgenes de san Antonio se le representaba con un librocerrado o abierto, smbolo de la ciencia, al igual que se le representa a sanAgustn. En el siglo XIV se le representaba con un libro en una mano y en la otraun corazn o una llama ardiente, como tambin lo hacan de san Agustn, comosi quisieran unir al discpulo con el Maestro.

    Actualmente, se le representa ms frecuentemente con el nio Jess que sele aparece o a quien el santo tiene en sus brazos. Tambin le ponen una azucena,smbolo de la pureza. Y en ocasiones, se unen los tres smbolos: El libro, laazucena y el nio Jess.

    DEVOCIONES

    Una de las devociones ms extendidas es la de los martes de san Antonio,debido a que los funerales del santo se celebraron en martes y ese da ocurrieronmuchos milagros. Pero, sobre todo, debido a un milagro que sucedi en 1617.

    Una seora de Bolonia sin hijos, conocedora de los innumerables favoresque el taumaturgo san Antonio de Padua realizaba, le suplic tener piedad deella para tener descendencia. Una noche se le apareci san Antonio en sueos yle dijo: Vete nueve martes seguidos a visitar la capilla de los frailes menoresfranciscanos, comulga y tus deseos se cumplirn. Ella cumpli con su parte ytuvo un hijo, pero pareca no ser un nio normal y ella fue a la capilla, lo

    51 Pancheri Francesco Saverio, Santo Antonio, questo sconosciuto, Ed. Messaggero, Padova, 2007, p.216.

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    deposit en el altar de san Antonio y el nio qued bello y hermoso, ante lasorpresa de todos y la alegra de su madre. A raz de este milagro se comenz con

    la devocin de los nueve martes en honor de san Antonio, que despus sealargaron a trece en honor del da 13 en que muri52.

    Otra de las tradiciones es el llamado pan de los pobres. A lo largo de lossiglos se han realizado muchas iniciativas en favor de los pobres en honor de sanAntonio. En muchas de sus imgenes, hay una alcanca con la inscripcin: Panpara los pobres. De modo que lo recaudado va en ayuda de los pobres, aunquelos donantes lo hagan en agradecimiento por algn beneficio recibido del santo.

    Muchos lo consideran abogado para encontrar las cosas perdidas. No se

    sabe exactamente cul es el origen de est devocin. Lo cierto es que estatestiguado en una antigua invocacin litrgica llamada Si quaeris miracula (Sibuscas milagros), compuesta en honor del santo el ao 1240 por Giuliano deSpira, cuando slo haca nueve aos que haba muerto. Y, desde entonces, esmuy frecuente dirigirse a l para encontrar cosas perdidas.

    DOCTOR DE LA IGLESIA

    El da de la canonizacin del santo, 30 de mayo de 1232, el Papa Gregorio

    IX, despus del Te Deum, enton la antfona de doctores O Doctor optime. Poreste hecho, en la Orden franciscana, el da de su fiesta se empezaron a cantar lasLecciones del Oficio de doctores y, lo mismo en la misa, el Intrito, la Epstola yel Evangelio de doctores.

    El Papa Po XII con las Letras apostlicas, Exulta, Lusitania felix lereconoce el ttulo de doctor de la Iglesia universal, con el distintivo de doctorevanglico, el 16 de enero de 1946.

    El padre Valentn Schaaf, ministro general de la Orden, en carta a todoslos religiosos y religiosas de la Orden, les escriba el 15 de febrero de 1946, conmotivo del reconocimiento de san Antonio como doctor de la Iglesia: Con elfavor y el auxilio de la ms slida exegesis, fundada en la Sagrada Tradicin, no

    duda Antonio sostener el Primado de Cristo sobre todas las criaturas del

    universo, llamando a Cristo, principio de todas la criaturas Considera que la

    realeza de Cristo es universal, ya que, como se dice en el Apocalipsis, tiene

    sobre su manto y sobre su muslo escrito su nombre: Rey de reyes y Seor de

    seores

    52 Cheronce Leopold de, Saint Antoine de Padoue, Paris, 1895, pp. 159-160.

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    En los cdices de sus Obras no se encuentra ninguna negacin, ni

    siquiera indirecta de la Inmaculada Concepcin de la Virgen Mara. Ms bien,

    en los Sermones de este doctor evanglico, ardientemente se alaba la excelsasantidad de la Virgen Madre de Jess. Antonio recuerda muchos lugares de los

    escritores de la Iglesia que le precedieron, donde se ensalza la misma santidad

    de la Madre de Dios; entre los cuales se destacan aquellas celebrrimas

    palabras de san Agustn tantas veces citadas: Exceptuada la Santsima Virgen

    Mara, de la cual, por el honor del Seor, no quiero absolutamente admitir

    cuestin cuando de pecado se trata (De natura et gratia c. 36, n. 42) Se ha deconfesar que ella jams fue mancillada por el pecado original y que por lo

    mismo por nuestro piadossimo doctor fue con justicia saludada con el ttulo de

    Virgen inmaculada. Mucho ms explcitamente encontramos en sus Sermones

    la doctrina de la Virgen Mara Mediadora de todas las gracias

    De no menor autenticidad es la devocin a la pasin de Nuestro Seor

    Jesucristo y a su sacratsimo Corazn, como bien lo saben los peritos de la

    historia franciscana Y no slo se encuentran los que leen los Sermones de

    san Antonio con los orgenes de la devocin al Corazn de Jess, sino tambin

    con los de la devocin al Inmaculado Corazn de Mara. En el Sermn de

    Nativitate Domini ensalza la excelencia del divino amor en el Corazn de la

    biena