81

APORTES AL ESTRATÉGICOS Y LAS ESPECIES DE … · aportes al conocimiento de los ecosistemas estratÉgicos y las especies de interÉs especial del chocÓ biogeogrÁfico

Embed Size (px)

Citation preview

APORTES AL CONOCIMIENTO DE LOS ECOSISTEMAS ESTRATÉGICOS Y LAS ESPECIES DE INTERÉS ESPECIAL DEL CHOCÓ BIOGEOGRÁFICO

Autores y colaboradores

∙ Adith Bonilla ∙ Arelis Hurtado ∙ Crecenciano Perea ∙ Erik Yaír Cuesta Ríos ∙ Florentino Ramírez Rentería ∙ Giovanny Ramírez Moreno ∙ Hanny Mosquera Guacheta ∙ Jaír Cuesta Nagles ∙ Jairo Miguel Guerra Gutiérrez ∙ Jefferson Lozano Largacha ∙ Jimi Moya Robledo ∙ José Armando Perea Moreno ∙ José Meregildo Mosquera ∙ Lady Vargas Porra ∙ Luis Eustorgio Palacios Murillo ∙ Luz América Lozano de Mosquera ∙ Néiver Obando Mosquera ∙ Óscar Rengifo Mosquera ∙ Rafael Barcos Moreno ∙ Roberth Antonio Roa ∙ Sandra Ortiz Ortiz ∙ Tania Ibargüen Moreno ∙ William Klínger Brahan ∙ Yairton Cuesta Londoño ∙ Zulmary Valoyes Cardozo

Fotos

Capítulos Manglar – Humedal, Páramos, Especies Fáunicas de interés Ecológico Especial; Giovanny Ramírez. Capítulo Biocomercio; Jairo Miguel Guerra.Catálogo Flora del Páramo del Duende; Zulmary Valoyes Cardozo y Giovanny Ramírez Moreno.

Cartografía

Capítulo Páramos y Chocó BiogeográficoFreddy CarabalyCapítulo Humedales Adith Bonilla

Equipo Administrativo IIAP

William Klínger BrahanDirector GeneralSatú del Pilar Lozano MayaSecretaria General y Jurídica Helcías José Ayala MosqueraSubdirector Administrativo y FinancieroHarby Sucre MosqueraJefe de Planeación Manuel Andrade CuestaJefe de Control InternoLucy Mariela Díaz CeballosJefe de Contabilidad y PresupuestoFreddy Salas PalaciosTesorero PagadorJimmy Lloreda MosqueraCoordinador de SistemasMaría Brenilde Uribe Lemos Coordinadora de ComunicacionesDiana Luz Mosquera SernaCoordinadora Centro de DocumentaciónGil Milena Grueso RomeroAdministrador Técnico Regional GuapiSalomón Salazar RamírezAdministrador Técnico Regional TumacoEfrén Andrés Viveros LopezAdministrador Técnico Regional Buenaventura

Equipo Técnico

Jairo Miguel Guerra GutierrezSubdirector de InvestigacionesGiovanny Ramírez MorenoInvestigador Principal Componente Ecosistémico Moisés Mosquera BlandónInvestigador Principal Componente Productivo Luz América Lozano De MosqueraInvestigadora Principal Componente Sociocultural Yenecith Torres AllinInvestigadora de Proyectos EspecialesCarlos Ariel Rentería JiménezInvestigador de Proyectos Especiales

Junta Directiva

Frank PearlMinisterio de Medio Ambiente y Desarrollo SostenibleAdriana Soto MéndezViceministra de Ambiente y Desarrollo SostenibleXiomara Lucía San Clemente ManriqueDirectora de Bosques, Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos del Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo SostenibleRicardo LozanoInstituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de ColombiaHéctor Damián Mosquera BenítezCodechocóJuan Manuel ÁlvarezCarderEduardo García VegaUniversidad Tecnológica del ChocóMoisés WassermanUniversidad NacionalGloria GaleanoProfesora Asociada Instituto de Ciencias NaturalesJaime AguirreDirector Instituto de Ciencia Naturales Fabio Enrique Cambindo OrobioComunidades Negras, CaucaRosa Emilia Solís GruesoComunidades Negras, ValleJairo Rubén Quiñónez Comunidades Negras, NariñoJosé Aristarco MosqueraComunidades Negras, ChocóNury YagaryComunidades Indígenas, AntioquiaGermán CasamaComunidades Indígenas, ChocóEmirson PerteagaComunidades Indígenas, CaucaHiginio ObispoComunidades Indígenas, NariñoArcadio TorresRepresentante de las ONG

Asamblea Delegataria IIAP

Representantes de Instituciones

Frank PearlMinisterio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible Ricardo LozanoInstituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de ColombiaHéctor Damián Mosquera BenítezCodechocó Juan Manuel ÁlvarezCarderEduardo García VegaUniversidad Tecnológica del ChocóMoisés WassermanUniversidad Nacional

Represetantes Comunidades Negras

∙ Yolanda García Luango ∙ Wilson Alomía Ruiz ∙ Carlina Hinestroza Angulo ∙ Alexis Orozco ∙ María Reinelda Perlaza de Caicedo ∙ Redi Rodríguez Sinisterra ∙ Aurelino Quejada Cuesta ∙ Aida Nelly Montaño

Representantes Comunidades Indígenas

∙ William Carupia ∙ Ligio Quiro ∙ Édgar Mejía Caicedo. ∙ Fernando Quiro Málaga ∙ Francisco González Chirimía ∙ Alberto Achito ∙ Euclides Peña Ismare ∙ Denis Cabezón Cárdenas

Representantes de las ONG

∙ Lorenzo Andrade Cuesta ∙ Víctor Copete Quinto

Colección APORTES AL CONOCIMIENTO DE LOS ECOSISTEMAS ESTRATÉGICOS Y LAS ESPECIES DE INTERÉS ESPECIAL

Serie CHOCÓ BIOGEOGRÁFICO

ISBN: 978-958-57358-0

EDITORES

William Klínger BrahanDirector General Instituto de Investigaciones Ambientales del Pacífico, IIAPProfesor Titular Universidad Distrital Francisco José de CaldasGiovanny Ramírez MorenoInvestigador Principal Componente Ecosistémico, IIAPJairo Miguel Guerra GutiérrezSubdirector de Investigaciones IIAPPublicaciones Ébano S.A.S.Diseño, diagramación, corrección de estilo e impresiónSantiago de Cali, 2011

íNDICEPRESENTACIÓN .......................................................................................................................8

PRÓLOGO..................................................................................................................................10

EL CHOCÓ BIOGEOGRÁFICO ........................................................................................ 13

Capítulo I

LA SITUACIÓN DEL MANGLAR ..................................................................................16

INTRODUCCIÓN ..........................................................................................................................18

GRADO DE INTERVENCIÓN DE LOS MANGLARES EN EL CHOCÓ BIOGEOGRÁFICO....... 19

CONCLUSIONES ...................................................................................................................... 31

Capítulo II

VULNERABILIDAD DE LOS HUMEDALES ................................................. 34

INTRODUCCIÓN........................................................................................................................... 36

GRADO DE VULNERABILIDAD DE LOS HUMEDALES DEL CHOCÓ BIOGEOGRÁFICO ..........37

CONCLUSIONES .......................................................................................................................64

Capítulo III

SITUACIÓN ACTUAL DE LOS PÁRAMOS .................................................67

INTRODUCCIÓN .......................................................................................................................68

ESTADO DE CONSERVACIÓN DE PÁRAMOS DEL CHOCÓ BIOGEOGRÁFICO.................. 70

CATÁLOGO DE LAS PLANTAS MÁS REPRESENTATIVAS DEL PÁRAMO DEL DUENDE ..............77

CONCLUSIONES........................................................................................................................ 89

Capítulo IV

ESTADO DE LAS ESPECIES FORESTALES AMENAZADAS............................ 92

INTRODUCCIÓN .......................................................................................................................94

PRESENCIA DE ESPECIES FORESTALES AMENAZADAS POR MUNICIPIO EN EL CHOCÓ BIO-GEOGRÁFICO ..........................................................................................................................95

CONCLUSIONES ......................................................................................................................116

Capítulo V

ESTADO DE LAS ESPECIES FÁUNICAS DE INTERÉS ECOLÓGICO ESPECIAL ................................................................................................................118

INTRODUCCIÓN ..................................................................................................................120

ESTADO DE LAS ESPECIES FÁUNICAS DE INTERÉS ECOLÓGICO ESPECIAL DEL CHOCÓ BIOGEOGRÁFICO .................................................................................................................122

Capítulo VI BIOCOMERCIO Y MERCADOS VERDES ................................................134

PRESENTACIÓN ......................................................................................................................136

GLOSARIO ...............................................................................................................................150

BIBLIOGRAFíA ...........................................................................................................................151

LITERATURA CITADA............................................................................... 152

98

a importancia estratégica que representa el Chocó Biogeográfico para América Latina y el resto del mundo, dada su complejidad ecosistémica y su riqueza biológica y cultural, lo hacen punto de convergencia de opiniones e intereses tanto políticos como académicos. Es menester, entonces, un trabajo incansable de los actores sociales e institucionales de la región, que con responsabilidad enfrenten los

retos que impone el futuro, procurando la conservación de la base genética y de los elementos identitarios de su culturalidad para las futuras generaciones, sin comprometer el progreso colectivo de sus habitantes.

Desde esa perspectiva, parte del reto se encuentra en conocer cada vez de mejor manera los ecosistemas, comunidades y especies de la región, pero sobre todo el relacionamiento que históricamente han tendido los grupos étnicos con estos recursos. Cada día parece más innegable que las maneras como ancestralmente se han usado los ecosistemas y sus contenidos biológicos han posibilitado los niveles de conservación que hoy se tienen. Esta preservación constituye el garante de mejores condiciones, siempre y cuando se emprendan medidas de manejo y protección.

Asumiendo el reto, el Instituto de Investigaciones Ambientales del Pacífico ha decla-rado públicamente su responsabilidad de construir conocimiento y acopiar informa-ción para un mejor conocimiento de los atributos biológicos y culturales de la región. En este sentido, una de sus metas es diseñar y disponer de estrategias de gestión del conocimiento que poco a poco vayan poniendo en manos del público los logros de nuestros investigadores, así como los de las demás instituciones que, en tanto trabajan con el mismo propósito, se convierten en nuestros aliados.

Como parte de esa estrategia que procura lograr un conocimiento general de las ventajas naturales del Chocó Biogeográfico, ponemos a disposición del público esta publicación seriada, que sin duda se convertirá en una herramienta fundamental de consulta, tanto para actores internos como externos, sobre ecosistemas, comunidades biológicas y especies de interés especial de la región. En esta primera parte hemos com-pilado los resultados de estudios recientes de la institución. En lo sucesivo incluiremos en nuestras publicaciones los resultados de otros actores regionales que complementen lo que hoy hemos publicado, de tal manera que se haga posible la toma de decisiones

PRESENTACIÓNWilliam Klínger BrahanDirector General del IIAP Profesor Titular Universidad Distrital Francisco José de Caldas

Lacertadas frente al manejo de los recursos regionales.

Los ecosistemas del Chocó Biogeográfico tienen relación profunda con la cultura, los modos de producción, las diferentes formas y manifestaciones del conocimiento tanto científico como tradicional, las formas de vida y el ordenamiento ancestral del territorio, entre muchos otros aspectos. Su arreglo son los límites de pueblos étnicos, pero al mismo tiempo los efectos de su manejo traspasan límites políticos de índole departamental, regional y nacional; que a la hora de planificar se convierten en prio-ridades a tener en cuenta.

Dado que en estos ecosistemas se integran una serie de factores que mantienen la oferta de recursos para los elementos que lo constituyen, incluyendo al hombre, en esta publicación se resaltan sus características, particularidades y singularidades. También se resaltan las especies animales y vegetales y los procesos organizativos que las conforman, de manera que se puedan proponer herramientas con las cuales se procure la conservación y uso sostenible de la diversidad biológica y sus servicios ecosistémicos, así como la distribución justa y equitativa de los beneficios derivados del uso de los recursos naturales.

En esta obra, el IIAP hace aportes puntuales al conocimiento de ecosistemas estratégicos de la región, como lo son manglares (Capítulo I), humedales (Capítulo II) y páramos (Capítulo III), que por sus singularidades y relación directa con pobladores locales se convierten en escenarios de manejo especial. Las investigaciones del IIAP han permitido disminuir los vacios de información en estos ecosistemas, aportando al conocimiento de su diversidad, estructura y composición biológica, al mismo tiempo que a la identificación de los elementos socioeconómicos y culturales que los integran. De igual manera, esta publicación presenta los capítulos IV y V, donde se destaca la importancia de las especies de flora y fauna, que por sus condiciones de amenaza, endemismo, migración y uso cultural han merecido atención especial con investigacio-nes dirigidas a conocer el estado de sus poblaciones, hábitats y ecología en general.

Finalizamos esta contribución con el Capítulo VI, que visibiliza el gran potencial contenido en los recursos naturales de la región, identificado en estudios recientes de grupos biológicos como palmas, orquídeas, escarabajos y ofidios venenosos, de los cua-les se empieza a profundizar en el conocimiento de su diversidad, ecología, estructura poblacional y usos locales y posibles. Se identifican bienes y servicios ecosistémicos y culturales que se aprovechan de forma tradicional, pero que se podrían convertir en un elemento importante a la hora de hacer bioprospección y biocomercio en la región.

1110

a investigación sobre los ecosistemas y la biodi-versidad del Chocó Biogeográfico fue empren-dida desde perspectivas institucionales y de investigadores particulares que se interesaron por aspectos específicos de su complejidad, especialmente en lo relacionado con el aprove-chamiento de recursos naturales o el desarrollo de infraestructura económica. Importantes estu-

dios se hicieron a inicios del 1900 por compañías como las filiales de la Gold Mine que exploró los suelos, identificando depósitos de metales preciosos, o hacia la mitad del mismo siglo cuando se conocieron estudios importantes como el de las tierras bajas del Pacífico o de la navegabilidad del río Atrato. Sin embargo, es solamente en 1993 cuando una iniciativa impulsada desde el Instituto de Recursos Naturales, INDERENA, inició el conocimiento sistemático de los eco-sistemas y la biodiversidad de la región Pacífica, el cual se denominó Proyecto Biopacífico, PBP.

La participación y la inclusión era la novedad en el devenir social colombiano, impuestas por la nueva Carta Constitu-cional del país formulada a partir de la Constituyente de 1991. El PBP toma al Chocó Biogeográfico colombiano como espacio de conservación, investigación básica, generación de alternativas bioeconómicas y recuperación de la cultura tradicional. Involucra a todos los interesados en el Pacífico colombiano y culmina empoderando a las nacientes orga-nizaciones étnicas afropacíficos e indígena.

En un escenario inusualmente participativo (equipo ampliado, congresos y conversatorios), surge el mandato de la Ley 93 de crear el Instituto de Investigaciones Ambientales del Pacífico, IIAP, denominado Jhon Von Neumann. Este,

PRÓLOGO

L junto a cuatro institutos similares, tendría la misión de conocer, valorar y conservar los ecosistemas, la biodiversidad y el ambiente del territorio colombiano en el ámbito del Sistema Nacional Ambiental, SINA.

El IIAP, en honor al caldo de cultivo que lo impulsa, inaugura una experiencia ins-titucional participativa para Colombia, en la cual las decisiones están en manos de unas comunidades nacionalmente minoritarias que, debido a la estigmatización y el marginamiento, padecen los más bajos índices del desarrollo humano, particularmente de los que les posibilitarían hacer ciencia en los parámetros occidentales. No obstante, estas comunidades han desarrollado una cosmovisión a partir de conocimientos tradi-cionales, por lo que interpretan y conviven con el medio circundante en forma menos nociva para la naturaleza, a diferencia de las poblaciones desarrolladas.

La investigación en el IIAP se desarrolla paralela al empoderamiento de las orga-nizaciones negras e indígenas, las cuales encuentran en el escenario de su estructura posibilidades de pensarse y construir gobernabilidad étnica y territorial. Esto ocurre en la medida en que hacen titular sus territorios, luchan por formular sus planes de etnodesa-rrollo y de vida, y reivindican derechos fundamentales como ciudadanos colombianos.

La academia, la autoridad ambiental y la sociedad civil han sido actores activos en el proceso del IIAP, participando en sus instancias de decisión y aportando en un diálogo de saberes con las organizaciones comunitarias. También han contribuido en la construcción de planes y estrategias de investigaciones cada vez más acorde con las necesidades de bienestar de las poblaciones que habitan entre los ecosistemas y la biodiversidad del Chocó Biogeográfico colombiano, a la vez que estos son valorados y conservados.

Los conocimientos y la información derivada de las investigaciones adelantadas por el Instituto se desarrollan en un escenario participativo. Asimismo, se orientan a resaltar lo singular y el valor intrínseco o de opción de los ecosistemas y de las especies que integran a la biodiversidad. A través de esta publicación hacemos entrega de una valiosa herramienta al servicio de la comunidad en general, basada en: el cono-cimiento actual de ecosistemas estratégicos, especies de importancia ecológica y las proyecciones de biocomercio de la región.

Jairo Miguel Guerra GutiérrezSubdirector de Investigaciones IIAP

"Conocer y valorar la biodiversidad del Chocó Biogeográfico y movilizar a todos los públicos de la región en favor de la conservación de dicha riqueza natural".

1313

s la denominación dada al conjunto de ecosis-temas que conforman la región comprendida en forma longitudinal entre la provincia del Darién, al Este de Panamá, hasta el noroeste de Ecuador. Incluye, además, la región de Urabá; un tramo del litoral Caribe en el noroeste de Colombia y noreste de Panamá, y el valle medio del río Magdalena y sus afluen-

tes Cauca-Nechí y San Jorge. Transversalmente, en la parte Norte va desde las costas del mar Caribe hasta las del mar Pacífico. En Colombia y Ecuador va desde la costa Pacífica y en forma irregular se interna a la parte andina de la cordillera occidental, aunque en gran parte de su recorrido de sur a norte toma como límite la divisoria de aguas de la misma.

A pesar de que el Chocó Biogeográfico se percibe como un territorio homogéneo a escala regional, vale la pena resaltar que posee a nivel local una variedad de eco-sistemas propios (manglares, ciénagas, bosques inundables, bosques secos, húmedos y nubosos, y páramo), enclaves de una diversidad especifica particular que se enriquece por el recambio de especies a medida que se pasa de un ambiente a otro, contribu-yendo así con la alta diversidad regional.

El Chocó Biogeográfico cubre 187.400 km2. El terreno es un mosaico de planicies fluvio-marinas, llanuras aluviales, valles estrechos y empinados y escarpes montañosos, hasta una altitud de ca. 4.000 m snm en Colombia y más de 5.000 m snm en Ecuador. Las planicies aluviales son jóvenes, desarrolladas y muy dinámicas: San Juan, Atrato, San Jorge, Cauca – Nechí, Magdalena y un gran número de ríos generalmente cortos que drenan sus aguas desde la Cordillera occidental hasta el Litoral Pacífico.

El clima es de los más lluviosos del mundo y su punto mas húmedo registra hasta 13.000 mm por año; en ningún punto de la región es menos de 3.000 m/año. La alta pluviosidad, la condición tropical y su aislamiento (separación de la cuenca amazónica por la Cordillera de los Andes) han contribuido para hacer de la región Chocó Bio-geográfico una de las más diversas del planeta: 9.000 especies de plantas vasculares, 200 de mamíferos, 600 de aves, 100 de reptiles y 120 de anfibios. Hay un alto nivel de endemismo: aproximadamente el 25% de las especies de plantas y animales de las registradas en Colombia.

En los tres países en los que extiende su territorio, el Chocó Biogeográfico está ocupado principalmente por poblaciones de etnias indígenas y afro que han desa-rrollado culturas caracterizadas por tener prácticas de intervención amigables con la naturaleza. Este es, tal vez, el principal factor de conservación de los ecosistemas que le conforman y que contienen gran abundancia de biodiversidad, considerados como estratégicos. En Colombia y Panamá las etnias afro e indígenas tienen posesión

EL CHOCÓ BIOGEOGRÁFICO

EGiovanny Ramírez Moreno, investigador principal Componente Ecosistémico.

14

colectiva de la tierra en resguardos, comarcas, tierras o territorios colectivos, figuras que cobijan responsabilidades de conservación.

Si bien en los tres países existen instituciones con la responsabilidad de producir cono-cimientos e información sobre la región, aún existen muchos vacíos que limitan la toma de decisiones responsables con el ambiente. Por otra parte, la posición geoestratégica le ha llevado a ser objeto de diversos planes de desarrollo que ponen en amenaza la riqueza biodiversa y que alertan la atención de los entes defensores del ambiente.

El Chocó Biogeográfico colombiano hace parte de 7 departamentos (Córdoba, Antioquia, Chocó, Risaralda, Valle del Cauca, Cauca y Nariño) de los cuales solamente el departamento del Chocó se encuentra totalmente incluido, los otros tienen algunos. municipios, como se muestra en la Tabla1. La población asentada en estos municipios suma un total de 2.388.306 habitantes, según el censo del 2005, que determina que la distribución de la misma se encuentra principalmente en los centros urbanos, signifi-cando que la densidad poblacional rural es baja. El Chocó, teniendo la mayor parte del territorio y mayor número de municipios, muestra una población baja. Por ejemplo:

Tabla 1. Departamentos, municipios y habitantes del Chocó Biogeográfico

La diversidad y complejidad ecosistémica de esta región, obligan a que cada vez que se hable de ella desde cualquier dirección, ambos factores se conviertan en un elemento de extrema importancia y, por tanto, ineludibles de las aproximaciones que se hagan. El ejercicio de conocer para el manejo, uso y planificación real del territorio no sería la excepción, mucho menos cuando el centro de este orden lo constituye un recurso tan importante como lo es la biota, que varía y depende de la diversidad ecosistémica, paisajística y cultural.

Los ecosistemas en esta región se encuentran involucrados en la forma de vida, las costumbres y la ordenación tradicional del territorio, además de ser utilizados como límites naturales de los diferentes pueblos (negros e indígenas) asentados en la región. Esto sin dejar de lado que, por su importancia y arreglo, traspasan límites políticos de índole departamental, regional y nacional que a la hora de planificar se convierten en características importante para tener en cuenta.

Dado que los ecosistemas integran una serie de factores que mantienen la oferta de recursos para los elementos que lo integran, incluyendo al hombre, en este capítulo se convierten en el eje principal de atención. Se resaltaran sus características principales, sus particularidades y singularidades, así como las de las especies animales y vegetales y los procesos organizativos que los integran. Nos permitimos proponer herramientas de planificación y ordenamiento con las cuales cumplamos con la conservación, uso sostenible de la diversidad biológica, y distribución justa y equitativa de los beneficios derivados del uso de los recursos naturales.

(Ramírez, 2011)

DEPARTAMENTO # MUNICIPIOS HABITANTESCórdoba 4 216.461Antioquia 18 642.844Chocó 31 388.476Risaralda 2 23.864Valle del Cauca 423.871Cauca 8 155.392Nariño 22 537.398

15Mapa del Chocó Biogeográfico

16 LA S

ITU

AC

IÓN

DEL

MA

NG

LAR

Willi

am

Klín

ge

r Bra

han

& N

éiv

er O

ba

ndo

Mo

sque

ra

Capítulo I

La S

itua

ció

n d

el M

ang

lar

1918

El Examen Mundial de los Recursos de Humedales y las Prioridades para el Inven-tario de Humedales (COP7) reconoció que los manglares y los arrecifes de coral son algunos de los ecosistemas más vulnerables y amenazados por la pérdida y la degradación de los hábitat. Por consiguiente, necesitan acciones urgentes y prioritarias para garantizar su conservación y uso racional1. Para el Ministerio de Ambiente Vivienda y Desarrollo Territorial en Colombia, los manglares son vitales para la biodiversidad por ser áreas de protección para los primeros estadios de vida de los recursos hidrobiológicos. Aportan nutrientes al medio marino que constituye la base de la productividad primaria fundamental en la cadena alimenticia del océano. Son básicos para la conservación de la línea del litoral, ya que evitan la erosión producida por las corrientes y las olas que golpean la costa y cumplen una función filtradora de las cargas orgánicas provenientes de fuentes terrestres, que en la ausencia de este recurso causarían graves perjuicios sobre la vida marina. Por tal motivo, el Estado y las personas tienen la obligación de protegerlos2.

En concordancia con lo anterior, la Agenda Pacífico XXI, como política de apoyo a la construcción y consolidación del proyecto de región del Chocó Biogeográfico, y a la adecuación y mejoramiento de su articulación con la sociedad nacional, consi-dera imperativo forjar un proyecto que supere la fragmentación que históricamente ha ordenado el territorio y roto ciertos procesos culturales. En ese sentido, la estrategia diseñada para el departamento del Chocó plantea que, si bien se ha avanzado en acciones orientadas a la conservación y manejo sostenible de la biodiversidad, no deja de ser preocupante la tendencia actual y futura de los hábitats, debido al acelerado proceso de deforestación, deterioro y transformación de los mismos.3

El actual Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, MADS, requiere que las corporaciones completen adecuadamente los procesos de zonificación de los eco-sistemas de manglar de su jurisdicción, para continuar adelantando las acciones de manejo en cumplimiento de su misión en materia de ordenación costera.4

1 8va. Reunión de la Conferencia de las Partes Contratantes en la Convención sobre los Humedales (Ramsar, Irán, 1971) Valencia, España, 18 a 26 de noviembre de 2002).

2 Ministerio Del Medio Ambiente, Resolución 1602 De 19953 InstitutodeInvestigacionesAmbientalesdelPacifico–MinisteriodelMedioAmbiente,ViviendayDesarrollo

Territorial–ProgramaBID–PlanPacifico,convenioIIAP–FONDOSINA:FASE2AGENDAPACIFICO214 RepúblicaDeColombia,DepartamentoNacionalDePlaneación,DocumentoConpes3125,Estrategiaparala

ConsolidacióndelPlanNacionaldeDesarrolloForestal–PNDF-.2001

INTRODUCCIÓNINDICADOR

GRADO DE INTERVENCIÓN DE LOS MANGLARES EN EL CHOCÓ BIOGEOGRÁFICO

El Instituto de Investigaciones Ambientales del Pacífico, en alianza estratégica con la Corporación Autónoma Regional para el Desarrollo Sostenible del departamento del Chocó, CODECHOCO, ha realizado investigaciones recientes que dan cuenta del grado de intervención de los manglares de la Costa Pacífica chocona. Ha encontrado una superficie total de 41.315,9 hectáreas de manglares, de las cuales 17.408.8 presentan un alto grado de intervención, 16.505,1 tienen grado medio de intervención y 3.460,6 presentan un bajo grado de intervención.

La superficie total de manglares y su distribución por municipios de la Costa Pacífica chocoana muestra la mayor cobertura de este ecosistema en el municipio de Bajo Baudó, con un 57,9%, seguido del municipio del Litoral del San Juan, con un 26,8%. Los municipios de Nuquí, Juradó y Bahía Solano presentan una baja cobertura de manglar, y suman entre los tres (3) el restante 15,3% de superficie. La Tabla 2 muestra la cobertura de manglares en cada uno de los municipios.

Tabla 2. Cobertura de manglares en los municipios de la costa pacífica chocoana

MUNICIPIO SUPERFICIE EN MANGLARES (Ha)Bajo Baudó 23.923,4Litoral del San Juan 11.063,0Nuquí 3.022,4Juradó 2.237,1Bahía Solano 1.070,0TOTAL 41.315,9

Con información de imágenes de satélite, corroborada con un intenso trabajo de campo, se ubicó el ecosistema de manglar y se identificó el estado actual de su deterioro. Se propuso una zonificación preliminar basada en procesos de intervención

La S

itua

ció

n d

el M

ang

lar

2120

y se definieron orientaciones generales de manejo. El departamento del Chocó, en lo correspondiente a su zona costera del Océano Pacífico, está conformado por cinco (5) municipios, todos ellos en mayor o menor grado con bosques de manglares. Estos son importantes ecosistemas estratégicos mundialmente reconocidos por su produc-tividad y por su papel ecológico.

De norte a sur, en jurisdicción del departamento del Chocó, desde la frontera con Panamá hasta los límites con el departamento del Valle, se encuentran las siguientes municipalidades: Juradó, Bahía Solano, Nuquí, Bajo Baudó y Litoral del San Juan. Los habitantes de estos municipios históricamente han derivado parte de su sustento del manglar, lo que genera cierto grado de intervención sobre estos ecosistemas. Estos grados de intervención se aprecian disímiles cuando se hace una mirada comparativa entre los municipios, situación que puede explicarse en relación con el nivel de pobla-miento y la existencia de mayor o menor facilidad de acceso a la zona.

Los niveles de intervención del ecosistema de manglar se califican en función del porcentaje de superficie intervenida. Al sumar aspectos biofísicos y socioeconómicos se puede desarrollar una zonificación preliminar y definir orientaciones generales de manejo. Los resultados del grado de intervención de los manglares de la Costa Pacífica chocoana por municipio están registrados en la Tabla 3:

Tabla 3. Grado de intervención de los manglares de Costa Pacífica chocoana

MUNICIPIOManglares altamente intervenidos(Ha)

Manglares medianamente intervenidos(Ha)

Manglares poco intervenidos(Ha)

Superficietotal de manglares(Ha)

Juradó 1.056,2 602,8 578,1 2.237,1Bahía Solano 885,4 99,5 85,1 1.070,0Nuquí 1.799,1 506,9 716,4 3.022,4Bajo Baudó 8.039,8 12.737,7 3.145,9 23.923,4Litoral del San Juan 5.628,3 2.558,2 2.876,5 11.063,0Total 17.408,8 16.505,1 3.460,6 41.315,9

En el manglar altamente intervenido predominan árboles con alturas que oscilan entre los 5 y 12 metros. En los medianamente intervenidos los árboles alcanzan entre 12 y 25 metros de altura. En cambio, en los manglares poco intervenidos se encuentran árboles con alturas que van desde los 25 hasta los 35 metros.

El municipio de Nuquí cuenta con una importante franja de manglar casi ininterrum-pida que va desde el Corregimiento de Jurubidá, en el norte, hasta el Corregimiento de Panguí, en el sur, pasando por la superficie más significativa en el corregimiento de Tribugá. Esta franja es ligeramente cortada frente al Morro San Francisco y en los alrededores de la pista de aterrizaje ubicada en pleno casco urbano de su cabecera municipal.

Un poco más al sur, virando hacia occidente, hay otra importante mancha aislada de manglar en el Corregimiento de Coquí, la cual se encuentra fuertemente influen-ciada por la presencia del río que lleva el mismo nombre y por las Quebradas Besuquillo, Trapiche, Trapichito, Los Chingos y Barbodera. Luego se encuentran, significativamente

más al occidente, manchas casi incipientes de manglar en el corregimiento de Jobí y un poco más pronunciada en el Corregimiento de Arusí.

Nuquí tiene en total 3.002,4 hectáreas en ecosistema de manglar, pero lastimosa-mente más del 59% de esta superficie se encuentra en altos niveles de intervención, lo que muestra el inminente peligro en el que se encuentra este ecosistema en la jurisdicción del municipio. Los sitios donde mayoritariamente se presenta esta situación son Arusí, Jobí, Panguí y Juribidá, lugares en los cuales prácticamente no existe otra categoría de intervención.

Otro 16,77% de la superficie de manglares del municipio de Nuquí presenta niveles medios de intervención, situación que ubica a la municipalidad con más del 75% de sus manglares en inadecuado estado de conservación. Esta categoría de intervención predomina en Nuquí, Tribugá y Chorí.

El municipio cuenta con 716,4 hectáreas en bosque de manglares poco intervenidos que podrían convertirse en el elemento central de un programa de trabajo orientado a la recuperación de otras áreas más intervenidas. Los manglares poco intervenidos están ubicados exclusivamente desde Tribugá, hacia el norte, hasta llegar al Estero El Piñal. En la Tabla 4 y la Figura 1 se presentan los grados de intervención de los manglares en el municipio de Nuquí.

Tabla 4. Grados de intervención de los manglares del municipio de Nuquí

Grado de intervención Superficie (Ha) Porcentaje (%) Zonificación

Altamente Intervenido 1.799,1 59,53 RESTAURACIÓNMedianamente intervenido 506,9 16,77 PRESERVACIÓNPoco intervenido 716,4 23,70 USO SOSTENIBLETotal 3.022,4 100,0

La S

itua

ció

n d

el M

ang

lar

2322

Figura 1. Grados de intervención de los manglares en el Municipio Nuquí, Chocó El municipio del Litoral del San Juan aporta al Pacífico chocoano una superficie de 11.063 hectáreas de manglares regularmente distribuidos de norte a sur por toda su costa, destacándose en presencia de manglar hacia los ríos o brazos más importantes del municipio. Guarataco, Charambirá, Estebanico, Churimal, Docordó, Togoromá y Pichimá. Los caseríos que se ubican en zonas de manglares llevan en su mayoría los nombres de sus ríos, por lo que resulta relativamente fácil su ubicación.

5.628,3 hectáreas de mangle, es decir, el 50.87% del total de la superficie ocupada por este ecosistema en el municipio del Litoral del San Juan, presentan niveles de inter-vención catalogados como altos, hecho que enciende las alarmas sobre el manejo y protección que debe darse a esta importante área del departamento del Chocó. Entre los sitios que presentan mayor cercanía al río San Juan y que poseen altos grados de intervención se destacan los esteros La Equis, Tío Silirio y Madre Vieja. También en el extremo norte del Litoral del San Juan, se presentan grandes áreas con altos niveles de intervención, en cercanías del Caserío la Víbora y el Estero el Chupadero.

De otra parte, el 23.12% de los manglares presentan un grado medio de intervención, lo que corresponde a 2.558,2 hectáreas, que si se adicionan al otro 50.87% altamente intervenido, deja claro que más del 73% de la superficie de manglar del municipio requiere urgentemente el desarrollo de acciones dirigidas a garantizar su permanencia. Los manglares medianamente intervenidos se encuentran principalmente hacia el sur y centro del municipio, respectivamente, entre los brazos Estebanico y Guarataco y entre los ríos Togoromá y Pichimá.

Le quedan al municipio del Litoral del San Juan tan sólo 2.875,4 hectáreas de man-glares en buen estado de conservación, es decir, con grados de intervención bajos. Tres manchas importantes de manglares bien conservados se visualizan en una mirada general de la cartografía levantada durante el desarrollo del trabajo. Una se encuentra en el sur de municipio, junto a los esteros El Bujío, San Antonio y Segura, mayoritariamente conformadas por mangles que alcanzan alturas de hasta 35 metros; otra, en el centro, donde se encuentran en proporción muy similar manglares en los esteros El Sande y El Secadero, y natales en los esteros Peñita y El Camino en cercanías al Río Togoromá. Finalmente, se aprecia una mancha importante de Nato al oriente del Río Pichimá, en las Quebradas El Tamboral y El Charco, y hacia el norte del Caserío Pichimá.

En la Tabla 5 y la Figura 2 se presentan los grados de intervención de estos ecosis-temas en el municipio Litoral del San Juan, departamento del Chocó.

La S

itua

ció

n d

el M

ang

lar

2524

Figura 2. Ubicación de manglares según su grado de intervención en el municipio Litoral del San Juan, departamento del Chocó

Tabla 5. Grado de intervención de los manglares en el municipio Litoral del San Juan

Grado de intervención Superficie(Ha)

Porcentaje(%) Zonificación

ALTAMENTE INTERVENIDO 4.801,9 57,75 RESTAURACIÓNMEDIANAMENTE INTERVENIDO 2.558,2 30,77 PRESERVACIÓNPOCO INTERVENIDO 955,0 11,49 USO SOSTENIBLETOTAL 8.315,1 100,0

En materia de superficie de cobertura de manglar, el municipio de Bahía Solano, entre los de la costa pacífica chocoana, es el que menos aporta a la cobertura total de manglares en el departamento del Chocó. En Bahía Solano, la presencia de este ecosistema se restringe a apenas 1.070 hectáreas con grados de intervención tan altos que ameritan el trabajo mancomunado de diferentes instituciones. Se deben emprender acciones que reviertan de inmediato esta situación no sólo preocupante, sino vergonzosa para un departamento que, como el Chocó, se ha caracterizado por tener una cultura de conservación.

La mancha integrada más grande de manglar se encuentra sobre el extremo norte del municipio, en cercanías al corregimiento de Cupica, en límites con el municipio de Juradó. Dada la corta distancia entre la población y el ecosistema, éste ha sido sometido a fuerte presión antrópica y la mayor parte de él presenta altos y medianos niveles de intervención. Otras manchas prácticamente incipientes se encuentran hacia la parte central del municipio, en Punta Nabugá, Playa Cocalito y Playa Brava; más hacia el sur, en la inspección de policía de Huaca y aún más al sur, en las Quebradas Juná y el Chorro. Extensiones un poco más amplias que las anteriores se encuentran en Mecana, en el casco urbano de Bahía Solano, en el corregimiento del Valle, en el río Boroboro y en la Ensenada de Utría.

Si se realiza un análisis integral del manglar, es evidente que el 82,75% del total pre-senta altos niveles de intervención. El 9,3% presenta medianos niveles de intervención y solamente el 7,95% muestra bajos niveles de intervención o se encuentran poco inter-venidos. En resumen, se debe prohibir, así sea temporalmente, cualquier actividad de aprovechamiento de la especie. Las zonas altamente y medianamente intervenidas deben empezarse a recuperar, lo que implica buscar varias formas de actuar en con-sonancia con lo que la gente piensa y acostumbra hacer. Las tablas 6 y 7 y la Figura 3 enseñan, en detalle, la situación de los manglares del municipio de Bahía Solano y se espera que la comunidad empiece a protegerlos.

La S

itua

ció

n d

el M

ang

lar

2726

Figura 3. Grado de intervención de los manglares en el municipio Bahía Solano Tabla 6. Grados de intervención de los manglares en el municipio Bahía Solano

Grado de intervención Superficie(Ha)

Porcentaje(%) Zonificación

ALTAMENTE INTERVENIDO 885,4 82,75 RESTAURACIÓNMEDIANAMENTE INTERVENIDO 99,5 9,30 PRESERVACIÓNPOCO INTERVENIDO 85,1 7,95 USO SOSTENIBLETOTAL 1.070,0 100,0

El municipio de Juradó posee una gran mancha de manglar ubicada al centro norte de la municipalidad entre Curiche y Partadó; manchas medianas en el Estero Cacique y Punta Ardita, y manchas incipientes en Aguacate, Coredó y las Quebradas El Coco y Guarín. En total Juradó aporta el 2.237,1 hectáreas al ecosistema de manglar de la Costa Pacífica chocoana, lo que corresponde apenas a un 5.4%.

La mayor parte de esta superficie se encuentra en niveles de intervención que van de alto a mediano. Tal es el caso de los manglares ubicados en el Cacique, en los límites que tiene Juradó con Bahía Solano en cercanías al corregimiento de Cupica, en donde no hay ni rastros de manglares en buen estado de conservación. El total de superficie de los manglares de Juradó en esta situación de casi 75%, lo que es claro indicativo de lo que sucede con el ecosistema de manglar dentro del municipio.

Juradó aún posee un 25% de su superficie de manglar en adecuado estado de conservación, lo que significa la existencia de 578.1 hectáreas con bajos niveles de intervención. Dicha extensión representa la esperanza de recuperación de un ecosis-tema que brinda excelentes beneficios a la comunidad que lo habita. Estos manglares se ubican en cercanías al estero de Curiche y en Punta Ardita.

Se destaca que en el municipio de Juradó la totalidad de los natales existentes que cubren aproximadamente unas 140 hectáreas, casi todas ubicadas al sur de la desembocadura del Río Partadó, se encuentran poco intervenidos, es decir, en un buen estado de conservación. En manglares propiamente dichos queda un 20,89% de superficie, aproximadamente 438 hectáreas poco intervenidas. En la Figura 4 se presenta el resumen de datos correspondiente a las existencias y grados de interven-ción del ecosistema de manglar en Juradó.

Tabla 7. Grados de intervención de manglares en el municipio de Juradó

Grado de intervención Superficie(Ha)

Porcentaje(%) Zonificación

ALTAMENTE INTERVENIDO 1.056,2 47,21 RESTAURACIÓNMEDIANAMENTE INTERVENIDO 602,8 26,95 PRESERVACIÓNPOCO INTERVENIDO 578,1 25,84 USO SOSTENIBLETOTAL 2.237,1 100,0

La S

itua

ció

n d

el M

ang

lar

2928

Con 23.923,4 hectáreas, el municipio del Bajo Baudó en la Costa Pacífica chocoana es el de mayor aporte al ecosistema de manglar subregional. Esta superficie representa aproximadamente el 58% de todos los manglares del Pacífico chocoano. Sin embargo, el estado de este ecosistema presenta evidencias inconfundibles de deterioro que obligan a prestar decidida atención al futuro de sus manglares.

El municipio de Bajo Baudó en su borde occidental es prácticamente una línea recta que de sur a norte, casi de manera ininterrumpida, presenta vegetación del eco-sistema de manglar. Esta vegetación es abruptamente cortada en la desembocadura del río Baudó hacia el norte. Es decir, se presenta manglar en Cuevita, Virudó, Pavasa, Pilizá, El Tambito, San Miguel, Bella Vista, Sivirú, Guineal, Puerto Abadía, El Sepulcro y La Comba, entre otros.

Unas 3.150 hectáreas de manglares y natales se encuentran en buen estado de conservación, han sido poco intervenidos y presentan árboles que alcanzan hasta los 35 metros de altura. La vegetación con estas características representa tan solo el 13% del total de la superficie cubierta por ecosistema y se ubica bastante al oriente de la costa. Los manglares cercanos al mar presentan preocupantes grados de alteración. Los sitios con el privilegio de tener manglares y natales adecuadamente conservados se ubican en la Quebrada Virice al norte del municipio, en cercanía a la desembocadura del Río Pavasa, en los esteros El Chachajo, Brazo Largo, El Barrial, Potas, Luciano y Brazo Nuevo.

Más de la mitad de la superficie total de manglar se encuentra medianamente intervenida. Son más de 12.730 hectáreas las que presentan grados de intervención de hasta el 40% de su área, dominando árboles cuya altura no va más allá de los 25 metros. Las imágenes de satélite muestran cuatro (4) grandes manchas de mangla-res con grado de intervención medio. La más importante se encuentra al norte del municipio y va desde los ríos Abaquia y Evari, pasando por Pavasa, Virudó y Cuevita. La segunda en importancia se encuentra al sur del municipio y pasa los caseríos Ijuá, El Firme, Los Rastrojos y Guineal. Una tercera mancha de manglares con mediano grado de intervención se encuentra al centro sur del municipio, desde la Ensenada de Docampadó hasta el Río Usaraga. Finalmente, una cuarta se encuentra en centro norte del municipio desde el sur del Río Pilizá hasta el Estero La Herradura.

La tercera parte de los manglares del municipio del Bajo Baudó presentan altos niveles de intervención, es decir, se ha intervenido hasta el 60% de su superficie, por lo que se destaca el predominio de árboles cuya altura se encuentra entre 5 y 12 metros. El área bajo estos niveles de intervención altos es de 8.039,8 hectáreas, las cuales se concentran básicamente al sur y el norte del Río Catripe, hasta llegar al Río Puricha por el sur y hasta el Río Abaquia por el norte; al oriente del Sivirú desde Puerto Escondido en el sur, hasta el Río Baudó en el norte y a la margen izquierda aguas arriba del Río Docampadó. La Tabla 8 y la Figura 5 resumen los datos de grados de intervención de los manglares en el municipio de Bajo Baudó.

Tabla 8. Grados de intervención de los manglares en el municipio de Bajo Baudó

Grado de intervención Superficie(Ha)

Porcentaje(%) Zonificación

ALTAMENTE INTERVENIDO 8.039,8 33,61 RESTAURACIÓNMEDIANAMENTE INTERVENIDO 12.737,7 53,24 PRESERVACIÓNPOCO INTERVENIDO 3.145,9 13,15 USO SOSTENIBLETOTAL 23.923,4 100,0Figura 4. Grados de intervención de los manglares en el municipio de Juradó

La S

itua

ció

n d

el M

ang

lar

3130 Figura 5. Grados de intervención de los manglares en el municipio de Bajo Baudó

CONCLUSIONESl municipio del Bajo Baudó aporta al depar-tamento del Chocó más de la mitad de los manglares ubicados en su Costa Pacífica, lo que supone una situación estratégica de este municipio. Por su parte, el Litoral del San Juan aporta más de la cuarta parte en superficie al ecosistema de manglar del Pacífico chocoano, hecho que también anima a trabajar para garantizar la perma-

nencia del ecosistema en este municipio. El aporte de área de manglar que hacen los municipios ubicados en el centro y norte de la Costa Pacífica chocoana —Nuquí, Bahía Solano y Juradó—, aunque importante, es incipiente si se le compara con los municipios del sur, que acaparan entre ellos más del 84% del ecosistema de manglar, lo que muestra una clara tendencia de disminución del ecosistema a medida que se desplaza hacia el norte, siguiendo la franja occidental.

Como es de esperarse, por la baja presencia de ecosistema de manglar en los municipios de Nuquí, Juradó y Bahía Solano, su contribución al mapa de los altamente intervenidos también es baja. Sin embargo, obsérvese que mientras en existencia estos tres municipios representan el 15,3% de la superficie total en manglares, en cuanto a manglares altamente intervenidos el porcentaje sube a 21,48%. Lo anterior explica que el alto porcentaje de manglares altamente intervenidos en Bahía Solano y Nuquí, comparado con el del resto de los municipios, se debe seguramente a mayores desa-rrollos de infraestructura.

Haciendo referencia al dato de porcentaje absoluto de cada municipio en man-glares altamente intervenidos, preocupa enormemente la situación de Bahía Solano que tiene más del 82% de sus manglares en alta condición de deterioro. De igual manera, preocupa la situación del municipio de Nuquí que tiene mayores existencias de manglar que Bahía Solano y alcanza prácticamente un 60% del ecosistema altamente intervenido, lo que en valores absolutos significa casi el doble de hectáreas más que su vecino, calificadas en alto grado de intervención.

Aunque el Bajo Baudó presenta el más bajo porcentaje de sus ecosistemas de manglares con altos grados de intervención —33,6%—, por el tamaño tan relativamente grande de su superficie en manglares su aporte al grupo de los altamente intervenidos es de más de 8.000 hectáreas. En este mismo sentido, parece más preocupante la situación del municipio del Litoral del San Juan, en el que el deterioro va a ritmos más altos que en el Bajo Baudó, ya que su superficie de manglares en alta intervención es de 50,9%, es decir, si la superficie de este ecosistema en el Litoral del San Juan fuese del mismo tamaño que en el Bajo Baudó, estarían en grado de alta intervención, 12.177 hectáreas.

La situación de Juradó no deja de preocupar, pues a pesar de ser el segundo de los municipios con mejores resultados en la protección de sus manglares, el 47,2% de ellos se encuentra en grado alto de intervención. Se trata de un municipio donde hay bajas existencias de manglar en términos generales. Si al análisis anterior se le adiciona

E

La S

itua

ció

n d

el M

ang

lar

3332

la categoría de los manglares medianamente intervenidos, se hace mucho más pal-pable la condición de deterioro que presentan estos ecosistemas en el Pacífico cho-coano. Nótese, por ejemplo, que para el caso del municipio de Juradó, si se sumara el porcentaje de manglares altamente intervenidos al porcentaje de los manglares medianamente intervenidos, el dato resultaría en más del 74%, lo que permite concluir que sólo queda un 26% de los manglares de este municipio en buen estado.

Así mismo, si a las superficies de manglares altamente intervenidas se les suma la superficie de los medianamente intervenidos, se encienden luces de alerta para el municipio de Bajo Baudó. Este tiene el menor porcentaje en manglares en alta inter-vención y llegaría a un 86,8% integrando los manglares con intervenciones medias y altas, lo cual deja sin piso cualquier opción de mostrarlo como el municipio modelo en protección del manglar.

Aunque el porcentaje de manglares medianamente intervenidos en Bahía Solano es bajo, la suma con los altamente intervenidos resulta en un agobiante 92%. En el momento sólo queda un 8% de manglares en buen estado en jurisdicción de este importante ente territorial, que debería utilizar el ecosistema para introducir variables de turismo ecológico que hagan más compatible la actividad turística con la situación de sus recursos naturales.

Desde esta misma perspectiva, los municipios de Litoral del San Juan y Nuquí supe-rarían el 74% al integrar manglares altamente y medianamente intervenidos, situación que en conjunto muestra el oscuro panorama de los manglares del Chocó, específi-camente los que se encuentran ubicados en el Andén Pacífico.

En el año 1997, Sánchez y otros reportaron la existencia de 64.750,4 hectáreas de manglares en el Pacífico chocoano, mientras que al año 2005, como fruto de este estudio solamente se reportan 41.315,9 hectáreas. Lo anterior significa que en 9 años transcurridos entre 1997 y 2005, el Pacífico chocoano ha sufrido una pérdida del 36% de su ecosistema de manglar, lo que equivale a la desaparición 2.603,8 Ha/año. De continuar en una situación exactamente igual durante los próximos años, la región sólo contaría con bosques de manglar hasta el año 2021.

El análisis de las condiciones biofísicas y socioculturales de los manglares de la Costa Pacífica chocoana conduce al establecimiento de tres (3) zonas distintas de manglares y, en consecuencia, la misma cantidad de categorías generales de manejo. De las 41.315,9 hectáreas de mangle que arroja como existencias el estudio, el 42,13% corres-ponde a manglares a recuperar; el 39,95%, a manglares a preservar temporalmente y el 17,92%, a manglares para uso sostenible. Estos porcentajes ameritan la introducción de criterios claros para que el aprovechamiento no lleve a la desaparición del ecosistema.

Vul

nera

bilid

ad

de

Lo

s H

ume

da

les

3534 VU

LNER

ABI

LIDA

D

DE

LOS

HUM

EDA

LES

Gio

vann

y Ra

míre

z-M

ore

no, W

illia

m K

ling

er B

raha

n, L

ad

y Va

rga

s Po

rras,

Zul

ma

ry V

alo

yes

Ca

rdo

zo,

Luz

Am

éric

a L

oza

no d

e M

osq

uera

, Ja

ir C

uest

a N

ag

les,

Je

ffers

on

Loza

no L

arg

ac

ha, J

imi M

oya

Ro

ble

do

, Ya

irto

n C

uest

a L

ond

oño

, Cre

ce

ncia

no P

ere

a &

Are

lis H

urta

do

Ca

pítu

lo II

Vul

nera

bilid

ad

de

Lo

s H

ume

da

les

37

INTRODUCCIÓNEn el Bajo y Medio Atrato se encuentran cerca de 960.000 hectáreas correspon-

dientes a ecosistemas de humedales, representados principalmente por ciénagas (ver Figura 6) y bosques inundados, los cuales se distribuyen a través de la llanura aluvial del río Atrato1. En el mismo departamento del Chocó se encuentran dos grandes cuencas más: El Baudó y El San Juan, ambos con dos deltas compuestos por importantes humedales y postulados como sitios Ramsar.

El Chocó biogeográfico colombiano en el litoral Pacífico está compuesto en su parte hídrica por numerosos ríos que bajan de la cordillera occidental y que vierten sus aguas al océano Pacífico, con excepción de la cuenca del Atrato que desemboca en el Caribe junto a otros ríos secundarios. Todos pasan por amplios sectores inundados e inundables y conforman gran cantidad de ciénagas, esteros y marismas de gran importancia ecológica y económica para las comunidades negras e indígenas que se asientan ancestralmente en estos territorios.

Los humedales que convergen en el área de influencia del Pacifico colombiano presentan condiciones especiales, como una alta precipitación, altas temperaturas del ambiente y bosque circundante diverso. Estas condiciones le proporcionan diferentes nutrientes que sostienen la estructura y función de numerosos ecosiste-mas. (ver Figura 7).

1 .PlandemanejodelosHumedalesdelMedioyBajoAtrato,CorpourabayCodechoco,2006

Vul

nera

bilid

ad

de

Lo

s H

ume

da

les

393838 Figura 7. Ciénagas identificadas por cartografía

Figura 6. Imágenes de diversas expresiones de los humedales del Medio Atrato

GRADO DE VULNERABILIDAD DE LOS HUMEDALES DEL CHOCÓ BIOGEOGRÁFICO

INDICADOR

Vul

nera

bilid

ad

de

Lo

s H

ume

da

les

4140

En el Medio Atrato, 13 ciénagas presentan vulnerabilidad alta, es decir, el 27,66%. 28 ciénagas presentaron vulnerabilidad media, esto es, el 59.57%, y solamente 6 ciénagas de las estudiadas, 12,77%, presentan vulnerabilidad baja.

La cuenca hidrográfica del Medio Atrato capta en promedio 1.298 m3/s. Esta ha sufrido una transformación por décadas, especialmente hacia las orillas de los ríos, caños y ciénagas. Sin embargo, se estima un promedio de 65 Ha de espejo de agua productivas para la pesca. DIAR (1987), IGAC.

Las subcuencas de la margen izquierda están representadas por los ríos Beté, Bojayá, Aibí, Buchadó, Buey, Munguidó, Tagachí y Tanguí. Las subcuencas de la margen dere-cha son Arquía, Bebará, Bebaramá, Guaguandó, Ichó, Murrí, Purré, Puné y Salado.

Aspectosfisicoquímicos

Como resultado de una revisión bibliográfica de toda la información relacionada con el análisis de parámetros físicos y químicos en aguas de las ciénagas del municipio del Medio Atrato - Chocó, se encontró que existe un vacío de información sobre estudios de este tipo realizados directamente en dicho municipio. No obstante, se encontraron datos de trabajos académicos a nivel de tesis de grado (Universidad Tecnológica del Chocó), que reportan resultados obtenidos de variables físicas y químicas en la zona media de la cuenca del río Atrato y en dos humedales del municipio de Quibdó. Estas investigaciones se reportan por su importancia en relación con lo que puede ocurrir en el municipio del Medio Atrato.

En la margen derecha de la zona media del río Atrato se han medido variables como temperatura del agua, conductividad, turbiedad, pH, oxígeno disuelto, alcalini-dad, dióxido carbónico y nutrientes como nitritos, amonio y fosfatos, con los siguientes resultados presentados en la Tabla 9:

Tabla 9. Características fisicoquímicas de las aguas de la parte media de la cuenca del río Atrato. Fuente: Torres Allín (2002)

VARIABLE VALOR PROMEDIOTemperatura del agua 25,6 0CConductividad 0,03 mS/cmTurbiedad 97 UNTPh 7,6 u PhOxígeno Disuelto OD 5,7 mg/l O2Dióxido Carbónico 4,1 mg/l CO2Alcalinidad 64 mg/l CACO3Amonio 0,13 mg/l NH4Nitritos 0,1 mg/l NO2Fosfatos 0,2 mg/l PO4

Igualmente, se han reportado estudios en las ciénagas La Grande (corregimiento Loma de Belén, Quibdó, Chocó) y Plaza Seca (Corregimiento Sanceno, Quibdó, Chocó). Las variables fisicoquímicas analizadas y los resultados obtenidos en estas ciénagas se muestran en la Tabla 10:

Tabla 10. Características fisicoquímicas de las aguas de dos ciénagas del municipio de Quibdó, zona media de la cuenca del río Atrato. CIÉNAGA LA GRANDE CIÉNAGA PLAZA SECAVARIABLE VALOR PROMEDIO VARIABLE VALOR PROMEDIOTemperatura del agua 26,6 0C Temperatura del agua 25,9 0CConductividad 0,51 µS /cm Conductividad 26 µS/cmpH 5,6 u pH Turbiedad 18,3 mg/lOxígeno Disuelto OD 2,1 mg/l O2 Ph 6,3 u PhAlcalinidad 3,7 mg/l CACO3 Dióxido Carbónico 5,6mmol/l CO2Amonio 0,2 mg/l NH4 Alcalinidad 30,8 mg/l CACO3Nitritos 17 mg/l NO2 Amonio 1 mg/l NH4Nitratos 50,2 mg/l NO3 Nitritos 0,25 mg/l NO2Fosfatos 0,07 mg/l PO4 Fosfatos 0,5 mg/l PO4Profundidad 2,65 m Profundidad 248,5 cm

Fuente: Cuesta y Cuesta 2001, Maturana y Cuesta 2002

Es de notar que estos reportes se han obtenido como resultado de estudios a nivel académico, con objetivos que no buscan analizar el estado general de los ecosistemas asociados a las aguas, sino relacionarlos con la presencia y comportamiento de algunas especies en estudio. De todas formas, dichas investigaciones son un acercamiento a los datos que se podrían encontrar en el proyecto planteado.

Aspectos biológicosVegetación

La estructura florística en algunas ciénagas que componen estos complejos es similar. Sin embargo, la fuerte presión a la que han sido sometidos la mayoría de ellos en las últimas décadas ha causado cambios significativos en su composición florística. No se tiene un dato preciso de su estructura florística, ya que han sido pocos o casi nulos los inventarios realizados en las ciénagas pertenecientes al municipio del Medio Atrato. Si se tiene en cuenta la similitud con otros humedales cercanos se puede esti-mar lo siguiente: en el ambiente fluvio-lacustre encontramos vegetación de pantanos

Vul

nera

bilid

ad

de

Lo

s H

ume

da

les

4342

dominadas por pastizal de Leersia hexandra; camalotal con Paspalum repens e Hyme-nachne amplexicaulis, Hydrocotyle cf., umbellata, Jussiaea natans, Neptunia oleoracea y Utricularia foliosa; herbazales de Polygonum acuminatum, Aechmea magdalenae, Axonopus compressus, Pennisetum purpureum, Hydrocotyle bonplandii, Ludwigia affnis y Thalia geniculata, acompañados por Calathea lutea y Scleria malaleuca (Rangel 2004).

La superficie correspondiente al espejo de agua de caños y ciénagas de poca circulación se encuentra desprovista de macrófitas, pero en las orillas se hallan den-sos tapetes de plantas flotantes dominadas por Eichornia crassipes y Pistia striatoides (camalotal); vegetación herbácea emergente y vegetación flotante enraizada domi-nada por, Lemna aequinoctialis, Spirodella biperforata y Wolffa columbiana (Castillo & Gonzales 2002; Rangel 2004).

Bajo las aguas de estos importantes ecosistemas se alberga una diversidad de vida entre las que predominan comunidades de arracacho (Montrichardia arborescens), con otros elementos arbustivos como Heliconia ssp., así como especies herbáceas y palmas (Raphia taedigera, Bactris sp.), y árboles dispersos de Erythrina sp., Pachira aquatica y Prioria copaifera, Inga sp. (Castillo & Gonzales 2002; Rangel 2004). En las llanuras aluvia-les encontramos asociaciones como bosques con Prioria copaifera, Erythrina fusca y Triplaris cf., americana; palmar de Euterpe Oleracea; bosque de Inga alba, Inga nobilis e Inga punctata; otros bosques de Campnosperma panamense (sajales), cuangarial o de Otoba gracilipes (Rangel 2008).

En lo referente al estrato boscoso propiamente dicho, en el municipio del Medio Atrato se reportan unas 200 especies. Las más importantes, debido a su interés comercial o abundancia, son Huberodendron patinoi (carrá), Calophyllum mariae (aceitemaria), Cedrela odorata (cedro), Sacoglotis procera (Chanul), Protium colombianum (anime), Eriotheca gentry (jigua negro), Pseudobombax equigerum (ceiba), Marila macro-phylla (aceitillo), Minquartia guianensis (Guayacan negro), Vismia guianensis (sangre gallina), Eschweileria jarama (guasca), Eschweileria unicantum (cascajero), Lecythis ollaria (cocuelo, olleto), Couratari stellata (guasco), Carapa guianensis (guino), Inga chocoensis (guamo), Artocarpus comunis (caimo tigre), Castilla elástica (cauchillo), Ochroma pyramidale (balso), Cecropia occidentalis (yarumo), Crysophyllum oleafolim

(Caimito), Vochysia ferruginea (palo santillo), Cariniana pyriformis (abarco), Anacar-dium excelsum (caracolí, espave), Aniba perutiles (chachajo), Couteria stellata (guasco nato), Guarea trichillioides (cedro macho), Hymenae obligifolia (algarrobo) e Hymenae courbaril (algarrobo), entre otras (Salazar 2000). La mayoría de especies forestales aquí mencionadas presentan algún tipo de amenaza reportada en los libros rojos de plantas de Colombia. (Cárdenas & Salinas, 2007). La situación de sedimentación y desecación es un caso frecuente en todas las ciénagas, especialmente las de Panezo (en la Boba), Chicaravia, La Redonda (en el Tigre), y Bellavista; en la ciénaga de Chicaravia, además de las problemáticas mencionadas anteriormente, se suma la tasa de deforestación y la minería que se realiza dentro o cerca de ella (Duque & Palacios 2003).

La ciénaga de Vernal en la comunidad de San José de la Calle y la ciénaga de Tebada presentan un estado de desecación muy avanzado. La primera está casi cubierta en un 80% de plantas acuáticas enraizadas y la segunda, en un 90% por arracachales (Montrichardia Arborescens), ocasionando la pérdida del tamaño de los espejos de agua (Duque & Palacios 2003).

Macroinvertebrados Dentro del componente biológico presente en estos sistemas, en relación a la

comunidad de macroinvertebrados acuáticos asociados a diferentes estratos, en estos espejos de agua se han reportado las siguientes familias: Glossiphoniidae, Hydrobiidae, Ancylidae, Planorbidae, Nitidulidae, Cimicidae, Notonectidae, Libellulidae, Philopotami-dae, Palaemonidae, Cyprididae, Sphaeromatidae. En relaciones a las algas microscó-picas se han reportado los siguientes géneros, entre los que se encuentran organismos pertenecientes al plancton y al perifíton asociados a macrófitas u otros sustratos en el espejo de agua: de la división Bacillariophyceae los géneros Eunotia, Surirella, Navicula, Fragilaria, Stauroneis, Pinnularia, Nupella, Actinella, Tabellaria, Hyaloteca, Frustulia, Dia-toma, Melosira, Nitzschia, Pleurosigma, Synedra; pertenecientes a la división Cyanophy-ceae, los géneros Anabaena, Mougeotia, Ulotrical, Trachelomona, Peniun, Peridinium, Spirogyra, Oscillatoria y Scytonema; pertenecientes a la división Chlorophyceae, los géneros Gymnodium, Closterium, Cosmarium, Pleurotaenium, Bulbochaete, Staurastrum, Oedogonium, Coelophaerium, Cladophora, Desmidium, Ulothrix y Zygnema. (Cuesta y Cuesta 2001 en Maturana y Cuesta 2002, datos sin publicar).

La información descrita corresponde a la ciénaga la Grande, la cual es una masa de agua situada entre las coordenadas 5º 55’N y 76º 56’W, a una altura de 53 msnm. Limita por el occidente con la serranía del Baudó; por el norte, con el corregimiento de las Mer-cedes; por el sur, con el corregimiento de Sanceno y por el oriente, con el río Guayabal.

Presenta una temperatura media de 26.8ºC anual, con una precipitación promedio anual de 7959 mm y una humedad relativa del 85.7%. Según el sistema de clasificación de Arias (1985), esta ciénaga pertenece a las de primer orden, es decir, hay un conjunto o racimo de ciénaga conectadas a esta. Además, está conectada al río Atrato por estrechos canales meandriformes.

IctiofaunaEs preciso señalar que los peces son de gran importancia en los sistemas acuáticos,

que aparte de ser esenciales en muchos procesos ecológicos y biológicos, también forman parte fundamental de las cadenas tróficas, en la dieta alimenticia de los pobladores asentados a las riberas de los ríos y como fuente de proteína animal y en la generación de ingresos económicos.

Son pocos los estudios relacionados en los ecosistemas cenagosos para la cuenca media del Atrato, sin embargo, podemos resaltar los realizados por Lozano-Largacha et al (2005) que estudiaron la biología reproductiva y ecología trófica de Leporinus muys-corum (dentón) en la ciénaga de La Grande, igualmente Maturín et al (2005) reportaron datos sobre la ecología del bagre Pseudopimelodus zungaro y Mosquera et al (2005) realizaron aportes sobre los hábitos alimenticios de la doncella Ageneiosus caucanus.

Para la cuenca baja del río Atrato, Jaramillo y Jiménez (2005) realizaron un inventario de peces en la ciénaga de tumaradó, tras el cual reportaron 45 especies, incluyendo aspectos biológicos de algunas como Prochilodus magdalenae (bocachico). Esta última realiza migraciones reproductivas que culminan en las ciénagas entre noviembre y diciembre. La especie Ageneiosus pardalis (doncella) presenta una época reproduc-tiva entre agosto y noviembre.

4544

FaunaSegún lo encontrado en 2006 por las Corporaciones Autónomas Regionales de

los departamentos de Antioquia y Chocó (Corpouraba y Codechocó), en el área de influencia del Medio y Bajo Atrato, se registran aproximadamente 150 especies de vertebrados terrestres representados en 4 grupos: anfibios, reptiles, aves y mamíferos. El mayor número corresponde a las aves, de las cuales se reportaron 78 especies, segui-das por 46 de los mamíferos. En menor proporción se hallaron reptiles y anfibios (27 y 5 especies, respectivamente).

Dentro de las aves, se considera la familia Psitacidae como la más representativa en cuanto a número de especies. También se resalta la presencia de gran cantidad de garzas (Ardeidos), que se encuentran bien representadas y son exclusivas de eco-sistemas acuáticos. En cuanto a los mamíferos se reportaron 15 familias, de las cuales sobresalen Atelidae (monos aulladores negro y rojo), Bradypodidae (perezoso de tres dedos), Cebidae (mico cariblanco), Hydrochaeridae (chigüiro o cacó), y algunos feli-nos (Leopardus pardali o tigrillo, Panthera onca o jaguar y Puma concolor). Entre los reptiles se destacan las familias Corytophanidae (chochoras) y Viperidae, en la que se incluyen las víboras Bothrops asper (mapana) y Lachesis muta (conocida comúnmente como equis). Finalmente, para los anfibios se reportan cuatro familias, de las cuales sobresalen Bufonidae (sapos), Hylidae (ranas arborícolas) y Leptodactylidae.

Esta zona también se constituye en un escenario de vital importancia desde el punto de la conservación, debido a que en el área de influencia del Medio Atrato se han encontrado un sinnúmero de especies como Amazona ochrocephala, Anas discors, Cairina moschata, Chauna chavarria, Crax rubra, Mycteria americana, Ortalis cinereiceps, Penelope purpurascens, Ateles sp., Felis pardalis, Herpailurus yagouaroundi, Lontra longicaudis, Panthera onca, Puma concolor, Tayassu pecari y Trichechus mana-tus. Todas han sido categorizadas por la UICN (Rodriguez et al, 2006) y sobre ellas se ciernen grados de amenaza que van desde ‘vulnerable’ hasta ‘en peligro’.

La población en el municipio del Medio Atrato

La población de la región está compuesta mayoritariamente por negros, descen-dientes de los antiguos esclavizados y por indígenas descendientes de los pobladores pre-hispánicos de la región.

Es importante anotar que en esta zona no encontramos colonos ni comerciantes mestizos provenientes de otros departamentos colindantes como se da en otros de nuestras regiones. En términos generales, la estructura de distribución de la población actual es la siguiente: la población de origen africano se localiza a orillas del Atrato y de los afluentes mayores, en las cabeceras municipales y en otros pequeños pueblos y caseríos; los indígenas se localizan en el curso medio y alto de los afluentes mayores del Atrato y a lo largo de las numerosas corrientes secundarias que atraviesan la región.

El negroEl negro nativo conservó sus formas tradicionales o ancestrales. Los patrones cultura-

les que lo identifican subsisten en la región. Conserva la danza, sus actos ceremoniales y mortuorios, su religión, cultos y ritos de iniciación. Su cultura ha sobrevivido a los avatares de la historia y lo diferencia de otros grupos étnicos (Figura 8).

Las estrategias productivas favorecen un tipo de poblamiento caracterizado por una alta dispersión de la población en parcelas aisladas unas de otras y la conforma-ción de pequeños asentamientos, ubicados en las zonas aluviales del río Atrato y sus afluentes. En épocas pasadas, la gran movilidad de la población en búsqueda de tierras cultivables, no permitía la formación de asentamientos estables. Estos tenían carácter semipermanente y, al igual que muchos de los ubicados hoy en las cabeceras de los ríos, permanecen casi despoblados durante la mayor parte del tiempo por la creciente de los ríos y la violencia reinante en la zona.

La población indígenaLos indígenas asentados en el departamento hacen parte de las etnias Waunana

y Embera. El poblamiento tradicional es disperso y ribereño, a los largo de los ríos y quebradas. Cada quebrada o segmento de río da lugar al asentamiento de una parentela, la cual explota los recursos naturales en una amplia zona alrededor de los sitios de vivienda. Cada unidad doméstica, constituida por una familia nuclear, en oca-siones ampliada para incluir parientes consanguíneos o colaterales u otros agregados sociales, es una unidad básica de producción y consumo.

Figura 8. Comunidades negras del municipio del medio Atrato

4746

Vul

nera

bilid

ad

de

Lo

s H

ume

da

les

Entre las actividades productivas realizadas por grupos indígenas y que aún sub-sisten, están: la cacería, la pesca, el cultivo de algunas especies vegetales, la cría de animales domésticos y la recolección de productos de la flora. Desde el punto de vista tradicional, la actividad fundamental y la que más prestigio tiene, aun cuando no aporta la mayor cantidad de alimento como ocurre hoy en día en la mayoría de los casos, es la cacería. Esta se realiza tanto individual como colectivamente, dependiendo de la presa buscada. Tradicionalmente empleaban el arco y la flecha, la conga o la bodoquera con dardos envenenados. En la actualidad, predomina el uso de armas de fuego, el machete y el “chuzo” o lanza, con ayuda del perro. Las especies común-mente cazadas son la guagua, el venado, el tatabro, varias especies de monos y gran variedad de aves.

La agricultura se concentra en el plátano, base de la alimentación, del cual cultivan varias especies, entre las que sobresale la variedad conocida como ‘primitivo’ por su resistencia a las condiciones climáticas y su productividad. El maíz es muy importante, no sólo por su aporte nutricional, sino por su valoración cultural. La caña de azúcar y una amplia variedad de palmas y frutales (chontaduro, borojó, piña, limón y papaya, entre otros) también son consumidas. Adicionalmente cultivan plantas de uso tradi-cional no alimenticio como la jagua y el achiote, empleados como colorantes; la bija hoja blanca para la cestería y una gran variedad de plantas medicinales o de empleo ceremonial. El inventario de cultivos varía dependiendo de la zona y en algunos casos incluye productos como el arroz.

La pesca es también una actividad regular en la mayoría de los embera, para lo cual emplean diferentes técnicas dependiendo del río, de la época del año y de la especie buscada: atarrayas, arpones, anzuelos, lanzas o chuzos y barbasco. El pescado tiene un papel significativo en la alimentación cotidiana y en verano se convierte en la principal fuente de proteínas. La pesca en las ciénagas la realizan en compañía de sus vecinos más próximos, que son de la etnia afrodescendientes y con quienes sostienen magnificas relaciones interétnicas.

Condiciones generales de vida Comunidades afrodescendientes

del municipio del Medio AtratoLas condiciones generales de vida de los habitantes del municipio del Medio Atrato,

específicamente de las áreas de influencia directa o indirecta de los humedales, están caracterizadas por formas de vida simple (Figura 9). Es decir, responden a conductas y aptitudes que están básicamente circunscritas a comportamientos atávicos. En otras palabras, carecen casi totalmente de la influencia de aspectos socioculturales

externos que modifiquen su comportamiento y que apunten a superar las condiciones deficitarias en que históricamente se han debatido hoy.

Las circunstancias anteriormente expuestas no le han permitido al hombre de la región detectar o conocer la riqueza invaluable con que la naturaleza les ha dotado, a partir del reconocimiento de las ciénagas alrededor de las cuales han vivido. De este valioso complejo ecológico han derivado su existencia sus ancestros y varias generaciones que ellos representan hoy, pues, las ciénagas que determinan y carac-terizan a la región del Medio Atrato aseguran la subsistencia de sus habitantes, gracias al cumplimiento de la cadena trófica. Los miembros de estas comunidades han sido más conservadores de estas potencias que les permitirían mejorar sus condiciones de vida y proyección, aún con la explotación racional y equilibrada. Por el contrario, han respetado su entorno natural y la conservan en desmedro de su propia superación.

Estas formas de vida simple y sobria se reflejan en cada uno de los miembros de los distintos grupos etáreos de las poblaciones. La presencia emergente de líderes comu-nales de las distintas localidades no cumple las funciones derivadas de organismos superiores. Estas sólo se reflejan a través de las distintas instituciones familiares.

De otro lado, la estructura familiar presenta falencias con respecto al comporta-miento y enseñanza de las actividades laborales relacionadas de padres a hijos. Caso especial amerita el no acompañamiento de los hijos a sus mayores en las principales faenas de consecución de recursos para la subsistencia, como se da en la actividad

Figura 9. Formas de vida de las comunidades negras del municipio del Medio Atrato

Vul

nera

bilid

ad

de

Lo

s H

ume

da

les

4948

de la pesca. La juventud medioatrateña prefiere emigrar a los distintos centros urba-nos del país en procura quimérica de nuevas expectativas, antes que fortalecer la tradición de las costumbres de sus mayores. Es decir, existe una acelerada deserción de la juventud como posible fuerza de relevo que permita superar la marginalidad sociocultural de esta región.

Infraestructura física y de servicios socialesVías de comunicación

En el Medio Atrato la gente se transporta básicamente por las vías fluviales que conforman la red natural de ríos y quebradas. En algunas ocasiones se aprovecha este gran recurso hídrico para abrir canales que sirven de vías de comunicación entre las veredas. El transporte se hace en embarcaciones de carga y pasajeros (lanchas, botes y canoas con motores fuera de borda de 9, 15, 40 HP). Además del río Atrato, existen otras arterias importantes que son navegables en pequeñas canoas y botes con motores fuera de borda de regular capacidad, estas son: Amé, Tanguí, Bebará, Bebaramá y Buey, entre otras. La comunicación fluvial en estos caños es a menudo costosa y dispendiosa, debido al exceso de combustible que consumen los motores y al taponamiento de estos con sedimentos y palizadas.

La electrificaciónLa gran mayoría de las viviendas de la cabecera municipal no disponen del ser-

vicio de energía eléctrica por que no hay. El municipio cuenta con una planta con capacidad de 120 K.V.A., pero se encuentra en malas condiciones y el servicio que presta es irregular. Un muy reducido número de negocios comerciales utilizan plantas particulares como principal medio para obtener energía, supliendo así las deficiencias del Estado. Debido a la anterior situación, en el campo no se poseen electrodomésticos como televisores o neveras. La radio es el medio de comunicación que más se emplea. La prensa nunca llega a la cabecera municipal y es leída por un número reducido de personas cuando alguien las manda desde Quibdó.

Las telecomunicacionesEl servicio de telefonía local no existe y el de larga distancia se da a través del móvil,

cuya señal es buena hasta llegar a las ciénagas. La policía posee radioteléfonos que permiten la comunicación mediante enlaces con algunas ciudades del país. El servicio telegráfico y de mensajería es nulo.

La recreación y el deporteSólo en la cabecera municipal, al frente del colegio, hay una placa polideportiva

y un sitio en mal estado donde juegan fútbol. En términos generales, no existe infraes-tructura de escenarios deportivos. Los jóvenes aprovechan las calles para practicar varios deportes. Las danzas, narraciones de reminiscencias negras, verbenas, fiestas patronales y juegos como el billar, las cartas y el dominó, son otras de las diversiones de los pobladores. Los ríos y quebradas se convierten en escenarios naturales aprove-chados por jóvenes y niños para el cabotaje y practicar la natación.

Sistema de saneamiento básico y agua potable

No hay planta de tratamiento de agua, sistema de tratamiento de basuras ni alcan-tarillado. La plaza o centro de mercado está a orillas del río Atrato.

Abastecimiento de aguaSe estima que en el 90% de los hogares predomina el uso de agua de los ríos, que-

bradas o manantiales, la mayoría de los cuales se encuentran contaminados por dife-rentes vertimientos sólidos y líquidos no tratados. Un alto número de pobladores se ve afectado por las enfermedades infecciosas intestinales. Un escaso número de hogares aprovecha las aguas lluvias que son recogidas en pequeñas canecas o tanques sin ninguna protección.

Disposición de excrementosLa disponibilidad de servicios sanitarios es verdaderamente lamentable. Se estima

que el 85% de las viviendas no dispone de sistemas adecuados de evacuación de aguas servidas. Los pobladores depositan las heces fecales en los ríos, quebradas o a campo abierto. En la cabecera municipal se ubican algunas casetas con sanitarios tan mal construidos que en su mayoría están en desuso. Es habitual que los pobladores se bañen en fuentes de agua las cuales cumplen múltiples funciones higiénicas. Algunas viviendas que poseen tasas sanitarias llevan sus desagües directamente al río Atrato, contaminando las aguas de las cuales se abastece gran parte de los habitantes.

Las basurasNo existe infraestructura alguna para el tratamiento de los desechos domésticos

y comerciales. Tampoco se han implementado las primeras acciones ambientalistas para evitar que se arrojen basuras en las partes posteriores de las viviendas o en los

Vul

nera

bilid

ad

de

Lo

s H

ume

da

les

5150 51

ríos. No se han impulsado campañas educativas que proyecten hábitos de consumo adecuados ni métodos de recolección, aprovechamiento y eliminación adecuada de excrementos.

Aspectos educativos

La deserción escolar y secundaria es notoria, en tanto que el esquema docente incumple las funciones asignadas por la Secretaría de Educación. Los funcionarios públi-cos tampoco responden a las expectativas del mejoramiento, apoyo, funcionamiento y cumplimiento de sus deberes.

También es notoria la deserción cíclica en los estudiantes en primaria y secundaría en los primeros meses del año, época de la subienda del pescado. La gran mayoría de los educandos se dedican al proceso de la pesca con la intención de obtener ciertos recursos económicos para comprar zapatillas, jeanes, suéteres, gorras, collares, relojes o manillas. Pasado este ciclo, regresan a los centros educativos para competir con los lujos adquiridos, es decir, tratan de determinar quién posee más o viste mejor.

Dichas circunstancias generan preocupación entre las autoridades educativas de la región. Este comportamiento de los jóvenes riñe con el ordenamiento docente y lleva al incumplimiento de las labores educativas. Ni los docentes ni los estudiantes acuden a clases durante el periodo de pesca. La institucionalidad educativa en la actualidad está interesada en encontrar mecanismos que permitan a la juventud obtener recursos, pero que no conduzcan la deserción estudiantil.

Estado de salud de la población

Cada población presenta su propia composición por edad y sexo, la cual determina un comportamiento demográfico específico que incide en los aspectos socioeconó-micos del grupo. Pero más allá de esto, tanto la estructura de la población como sus prácticas culturales y agroalimentarias tienen profundas connotaciones en la salud y bienestar de sus gentes.

De otro lado, la salud pública entendida como la prevención, atención y curación de las enfermedades, es uno de los indicadores más deprimentes. Existe un centro de atención, pero los médicos y enfermeras que trabajan en él carecen de los mínimos elementos de protección. El centro tampoco cumple las condiciones mínimas para funcionar. El servicio de mayor concurrencia en casos de enfermedades es el de la medicina tradicional.

En cuanto a lo que se relaciona con los servicios básicos, es importante subrayar que nunca han existido. La conducta modal está referida a los espacios cerrados que brinda la selva y a los más importantes, que son los riachuelos, quebradas y el río Atrato. No existe alumbrado eléctrico, recolección de basuras, agua potable ni servicios que permitan llevar a las comunidades una vida pobre, pero digna. Sin embargo, es res-catable la existencia de una de las últimas tecnologías del momento: en la cabecera municipal del Medio Atrato existe un buen servicio de telefonía móvil.

De igual manera, la localidad cuenta con una biblioteca bien dotada, aunque la comunidad no tiene vocación de la lectura, como lo muestra la Figura 10.

Organizaciones sociales existentes y participación comunitaria

En las comunidades urbanas y rurales de este municipio se suelen identificar dos formas específicas de organización: las de base o de servicios sociales y las de carácter productivo o económico (véase Figura 11).

Territorio, territorialidad y medio ambiente

Es conveniente señalar que cuando hablamos de estos aspectos no nos referimos simplemente al aspecto físico o al medio natural de un grupo humano concreto, con todos sus componentes y características. También aludimos a la socialización de ese medio natural mediante un enfoque de concebirlo, nombrarlo, clasificarlo, recorrerlo, usarlo y representarlo simbólicamente.

Nuestro propósito en este sentido está orientado a establecer una apropiación material que resulta de todos los elementos que intervienen en la transformación de ese medio natural, a través de la concepción sociocultural de los habitantes pobladores de este entorno geográfico y ambiental.

Es por ello que la caracterización de las ciénagas del municipio del Medio Atrato, en sus condiciones bióticas y abióticas, así como la forma de ocupación y apropiación material de su entorno, nos permite establecer condiciones de vida derivadas de la relación intrínseca del hombre con su territorio y su medio ambiente, para establecer el origen de la estructura de sus patrones culturales de identidad en el espacio y en el tiempo. Estos se diferencian de los patrones socioculturales de otros habitantes que

53Figura 10. Muestra los aspectos relacionados con la infraestructura física y de servicios sociales del municipio. 52

están ubicados en la región del Atrato, pero que no poseen ciénagas. De ello se deriva que podamos denominar como ‘cultura de ciénaga’ a la que caracteriza a los habi-tantes de este municipio.

Concepción cultural del territorio

El territorio así configurado constituye una unidad compleja y articulada que se posee comunitariamente. Pero el el territorio es una unidad diferenciada, puesto que se distinguen zonas para cada tipo de actividad en función de sus características y recursos.

El uso del territorio en su conjunto, con cada uno de sus recursos particulares, es también un ámbito diferencial de acuerdo a ciertas categorías sociales, pues cada familia posee y usufructúa ciertas áreas específicas para vivienda, cultivo, pesca, cacería, recolección y otras actividades. Dentro de estas familias se definen también lugares de apropiación exclusiva de cada unidad doméstica de conformidad con sus apellidos. Como ya se dijo, la configuración del territorio para los habitantes de esta

Figura 11. Participación comunitaria en el municipio del Medio Atrato

5554

Vul

nera

bili

da

d d

e Lo

s H

umed

ale

s

región determina igualmente los conceptos tradicionales de las vivencias culturales que identifican y tipifican la territorialidad del ámbito de las ciénagas. Estas han aportado a una historia que, con un arraigado sentido de pertenencia, fortalece las condiciones de vida de sus habitantes y promulga la continuidad de la estructura sociocultural de lo propio y lo ancestral.

Si tenemos en cuenta que esta localidad esta enclavada en la selva bravía del Chocó biogeográfico, el medio les provee igualmente de recursos maderables, faunísti-cos, agrícolas, de cacería y mineros, entre otros, que son los que le dan la sostenibilidad a las gentes de la región.

La cultura de la ciénaga¿Por qué hablamos de la cultura de la ciénaga? Porque las ciénagas para estas

comunidades, a pesar de haber vivido en ellas y de ellas, se convierten en un misterio inexplicable. Es decir, los mismos moradores no las conocen en realidad y mucho menos poseen un concepto del valor intrínseco que éstas representan para su existencia y mucho menos para la humanidad (véase Figura 12).

A través de la antropología sociocultural, se puede establecer que los habitantes de las ciénagas desarrollan su cultura y sus conductas sociales, pero en realidad no conocen la magnitud de lo que ellas representan para su comunidad. Se habla aquí no de la percepción visual, sino del conocimiento objetivo del ser humano. Consecuen-cialmente, los habitantes de las ciénagas del Medio Atrato han desarrollado procesos culturales de carácter particularista con respeto a su medio habitacional. Llama mucho la atención la inexistencia de las expresiones mitológicas, animistas, mítico-religiosas, del panteón, brujos, chamanes y de todo el sincretismo que forma parte fundamental de la historia cultural de los afrodescendientes del Chocó Biogeográfico y de Colombia. En este sentido, es necesario recabar nuevamente en los cimientos de la antropología sociocultural y explicar un principio que ella plantea: el hombre es producto de su medio.

Concepciones socioeconómicas

A nivel general, las comunidades asentadas a lo largo de la cuenca del río Atrato han basado su economía en el aprovechamiento de los recursos naturales. Sin embargo, no existe un plan que garantice la conservación, administración y aprovechamiento de dichos recursos.

En el área de estudio, la actividad productiva predominante y casi exclusiva es la pesca. La explotación forestal es importante y también lo es la agricultura que ocupa a parte de la población bajo la modalidad de pequeños productores, aunque esta Figura12. El uso de las ciénagas del Medio Atrato

Vul

nera

bilid

ad

de

Lo

s H

ume

da

les

5756

jerarquía pueda variar de acuerdo a situaciones de mercado, orden público y con-diciones ambientales. Por último, se encuentra la minería practicada por personas ajenas a estas comunidades.

De acuerdo al análisis de los periodos del año dedicados a las labores agrícolas, se puede afirmar que, desde el punto de vista general de la región y del área de influencia, el aprovechamiento forestal constituye el renglón de aporte económico más importante por el empleo que genera en algunas zonas.

Los principales cultivos, salvo algunas variaciones subregionales, son plátano, maíz y caña, los cuales generan mayores excedentes comercializables. El resto de los pro-ductos son utilizados para la subsistencia de las comunidades. La agricultura, a pesar de ser importante, se ve afectada por la inexistencia de entidades locales que apoyen la organización y la comercialización.

En la región se presenta una producción económica estancada, con productores dispersos en muy pequeños volúmenes y sin ninguna capacidad negociadora, sin organización, sin infraestructura de transporte, sin vínculos estables con las redes de comercialización y sin esperanza de romper el círculo vicioso de la pobreza. En cuanto a la tenencia de la tierra, los productores disponen de un área promedio de casi 100Ha generalmente con suelos de buena calidad. Sin embargo, su baja capitalización no les permite mayores aprovechamientos, a pesar de contar con excelente mano de obra y plena capacidad humana en la región. Por lo general, el campesino explota una pequeña área que sólo le asegura la subsistencia, le genera un pequeño exce-dente para el mercado y le permite reiniciar el ciclo de producción. En general, en las zonas 3 y 5 se llevan a cabo alternamente la minería, la pesca y la extracción forestal. En la zona 4 las comunidades se dedican solamente a estas dos últimas actividades. Véase Figura 13.

Teniendo en cuenta la percepción de la población, las principales actividades productivas de la zona son: aprovechamiento agrícola (el plátano, actividad forestal, aprovechamiento doméstico, aprovechamiento tecnificado), actividad pesquera, extracción minera, el mercadeo de los productos.

Aprovechamiento agrícola

Aunque las tierras más aptas para la agricultura en toda la región del Chocó son los valles inundables del río Atrato, este renglón es incipiente en la economía de la zona de estudio. La mayoría de productos son cultivados para el autoconsumo, con excepción del plátano, maíz y yuca, que sí presentan niveles de comercialización en diferentes puntos de la región.

La agricultura es realizada principalmente a orillas de los ríos, aprovechando todos los nutrientes y el material de arrastre encontrado en esa zona. Se observaron cultivos de caña, plátano, yuca, maíz, arroz y borojó. Los más representativos en la economía de la zona son el plátano, por sus niveles de comercialización, y la caña que si bien no se comercializa en forma directa, derivados suyos como el biche (bebida alcohólica),

Figura 13. Localización general del municipio y tenencia de la tierra.

Vul

nera

bilid

ad

de

Lo

s H

ume

da

les

5958

Aprovechamiento domésticoLas personas que se dedican al aprovechamiento forestal a nivel doméstico, gene-

ralmente lo hacen teniendo en cuenta las fases lunares, porque creen que de ellas depende la durabilidad de la madera. La aprovechan para la construcción de casas, canoas, mesas, sillas, canaletes, palancas y utensilios. En este tipo de aprovechamiento no se genera ningún valor agregado al beneficio obtenido.

Aprovechamiento tecnificadoCon el auge de la explotación de la madera y el ingreso de empresas dedicadas a

esta actividad, el aprovechamiento doméstico fue sustituido por la tala con motosierras. En aserríos ubicados sobre las riveras de los ríos se transforma la madera en láminas, tablones y polines, que son transportados en embarcaciones hasta Turbo y Quibdó como puntos principales de almacenamiento. Desde esas dos ciudades se distribuye hasta otros puntos del país por vía terrestre.

En ambos tipos de aprovechamiento se utilizan especies como cedro, anime, incibes, canelo, guayacán, canalete, comino, jigua, periquito, palo santo, cativo, algarrobo, aliso, hueso, carra, pinguasi, lirio, aceite y chanul. A pesar de que se utilizan las mismas especies, el volumen de aprovechamiento difiere para cada caso.

La unidad de medida de comercialización de la madera es la rastra (1m3= 6.6 ras-tras), cuyo valor es de $30.000 para las más finas, entre las que se encuentran algarrobo, cedro, comino, aceite y chanul. Las maderas de menor valor son comercializadas a nivel local. A pesar de que se tienen registros de salida de grandes volúmenes de madera, no es posible conocer las cifras exactas del aprovechamiento y la relación costo-beneficio de esta actividad para los habitantes de las comunidades, pues no se logró acceder a los sitios de extracción por problemas de orden público.

Actividad pesquera La actividad pesquera se lleva a cabo en los ríos, quebradas y principalmente en

las ciénagas. Aunque se realiza durante todo el año para el sostenimiento familiar, en épocas de subienda (enero, febrero, abril y mayo) genera ingresos económicos repre-sentativos a las comunidades afrodescendientes asentadas en la zona.

Entre las principales herramientas empleadas para la captura de peces tenemos el copón, anzuelo, ahorro, cueveras, lentes, flechas y atarraya, en el caso de uso domés-tico. Se utilizan el chinchorro y el trasmallo para la obtención de grandes cantidades destinadas a comercialización. Las especies que se capturan con mayor frecuencia son bocachico, dentón, sabaleta, sardina, gunguma, mojarra, corromá, quicharo, roizo, guacuco, jojorro, bagre, doncella, micuro, pemá, veringo, charres, y caga, entre otras.

La actividad pesquera para el habitante rivereño del Medio Atrato constituye el pilar de la economía campesina en una larga época del año, gracias a la subienda del bocachico y el dentón (enero a mayo). La zona posee un altísimo potencial hídrico conformado por ríos, caños y, sobre todo, posee grandes ciénagas que son los sitios predilectos para el refugio de las especies, lo que facilita su captura.

la panela y la miel son consumidos en toda la región.Como se mencionó anteriormente, los principales cultivos que se dan en la zona

y que generan algunos excedentes a los productores son los de maíz y plátano. Es importante anotar que hasta hace unos 10 años estos productos se daban en una considerable proporción, pero en estos momentos se puede asegurar que el sector agrícola presenta un estancamiento causado por la falta de apoyo técnico y econó-mico. Como se expresó con anterioridad, la economía de la población rural del muni-cipio del Medio Atrato esta basada en la explotación de los recursos naturales: agua, bosque, caza y pesca, así como con la implementación de las actividades agrícolas.

El plátanoEste producto ocupa el puesto más destacado en la economía campesina del

municipio. La importancia del plátano es valida desde el punto de vista de la subsis-tencia de las familias de la región, por ser un producto básico en la alimentación de la población urbana. Cuenta con un buen mercado en la capital del departamento y es muy dinámica su comercialización. El plátano, a pesar de cultivarse con técnicas tradicionales, cuenta con un aceptable rendimiento por hectárea.

De acuerdo a testimonios de agricultores de la zona, para el cultivo de plátano se tienen en cuenta los siguientes requerimientos: contar con área de mínimo una hectárea, donde se siembran 625 plantas a una distancia de 4x4, sin adición de agro-químicos ni fertilizantes; los costos son generados por la mano de obra (rocería, socola y arado), y por la compra de semillas. Para la comercialización en Quibdó también es necesario invertir en transporte (5 bombas de gasolina, que equivalen a $250.000, aproximadamente).

La especie cultivada se siembra en diferentes épocas del año, lo que asegura una constante producción anual. La cosecha del producto oscila entre 50 y 60 raciones por hectárea, que es la unidad de medida local con la que se comercializa el producto y que equivale a 64 unidades de plátano a un costo básico de $20.000. A pesar de que no hay temporadas marcadas de producción, el costo varía entre $17.000 a $40.000 por ración, dependiendo de la disponibilidad del producto. Se debe tener en cuenta que los cultivos están ubicados en zonas de inundación en las que se corren riesgos de pérdidas en temporadas lluviosas.

Actividad forestalAnteriormente, la extracción de madera se realizaba de manera artesanal, utilizando

las fases lunares y herramientas como hachas, machetes, serruchos y sierras de mano, lo que contribuía a una recuperación más rápida de los bosques. Según testimonios de aserradores, en la actualidad esta actividad es de carácter comercial y se realiza en forma constante y mas tecnificada. Hoy se emplean motosierras que permiten la extracción de grandes proporciones del recurso y que causan un mayor deterioro del bosque.

Vul

nera

bilid

ad

de

Lo

s H

ume

da

les

6160

des principales son la explotación forestal y la minería. La población asentado en esta área corresponde a afrodescendientes e indígenas, con una distribución porcentual mostrada en la Figura 14

Fuente: Sistema Integrado de Información Humanitaria, Sidih, Ocha – Colombia.

Figura 14. Distribución Demográfica por Grupos Étnicos del Municipio del Medio Atrato

Las comunidades afrodescendientes están organizadas en consejos comunitarios locales y estos, a su vez, pertenecen al Consejo Mayor ACIA, (Ley 70 de 1993), que ha dividido su territorio en nueve zonas, de las cuales la uno, la tres, la cuatro, la cinco y la seis pertenecen al municipio del Medio Atrato. Las comunidades indígenas se organizan en cabildos locales afiliados al Cabildo Indígena Mayor del Medio Atrato, CIMA, (Ley 21 de 1991). Estos cabildos son responsables del manejo y administración de sus recursos. En la figura13 (página 57) se muestra la distribución de comunidades por zonas.

En la actualidad, la explotación forestal es la actividad que más ingresos genera a corto plazo. Las familias se dedican ocasionalmente al corte de madera durante el año. El corte doméstico se realiza cuando hay necesidad de consumo (construcción de embarcaciones y viviendas, prácticas mágico-religiosas, artesanías y combustible). El corte comercial requiere mayor inversión de tiempo.

La minería es de aluvión y se realiza en la parte nororiental del municipio, en las cuencas de los ríos Bebará y Bebaramá. Las técnicas tradicionales utilizadas son canalón, mazamorreo o barequeo, sambullidero y los hoyaderos. Por otro lado, las semindus-triales son monitor, draga, minidraga y retroexcavadora. El producto obtenido de esta actividad es el oro, el cual se comercializa en la ciudad de Quibdó.

La subregión de los valles inundables del Medio Atrato corresponde a los sue-los más productivos del departamento del Chocó. De ahí que la agricultura sea el soporte principal de la economía doméstica, con algunos excedentes transformados y comercializados. Las familias tienen cultivos de plátano, arroz, maíz, caña, cacao, frutales y plantas medicinales, asociados con especies forestales. El plátano, el arroz y el maíz son comercializados localmente, en pequeña escala, en la ciudad de Quibdó. La actividad productiva de los cultivos es eje del sistema productivo tradicional y se basa en la rotación de parcelas cada dos o tres cosechas. Después de este ciclo, se deja descansar la tierra entre cinco y diez años, lo cual exige tener preparados nuevos terrenos. Por esto, cada familia cuenta con varias parcelas, cuya extensión depende

Para los pobladores ubicados en la rivera del río Atrato la pesca tiene gran impor-tancia económica como medio de subsistencia y como generador de excedentes que se comercializan en mercados interregionales. No obstante, se presentan problemas relevantes como la pérdida de grandes cantidades del producto por falta de un sis-tema de refrigeración para su comercialización (sólo se realiza una preservación con sal). Además, no existe en la zona infraestructura de apoyo a la producción pesquera y la actividad se ejerce sin organización alguna. A lo anterior se suma la falta de regla-mentos, de la aplicación de controles y de seguimiento al uso de las ciénagas.

La unidad de medida local para la comercialización de este producto es la arroba (50 pescados sin importar el peso). En épocas de escasez su costo oscila entre $50.000 y $60.000, mientras que en épocas de subienda puede descender a $10.000. La inversión de recursos para el desarrollo de esta actividad es baja, gracias al uso de técnicas artesanales. Se requiere de poco recurso humano y la mayor inversión económica es el transporte intermunicipal del producto, por lo que se perciben mejores ingresos. Cifras aproximadas hablan de una producción total para la zona de1 tonelada de pescado, que equivale a 1.600 arrobas, durante la temporada de subienda.

Extracción mineraLa extracción minera anteriormente se practicaba de forma artesanal (barequeo).

Actualmente, se han introducido métodos extractivos que requieren el uso de maqui-naria pesada como dragas, motobombas y retroexcavadoras. En general, ha sido una actividad alterna a las demás realizadas en la zona. Aún en esta época la gente se dedica a ella sólo cuando la pesca, el corte de madera y la agricultura no se están ejerciendo.

La minería se realiza directamente en las aguas del río Atrato y en zonas aledañas a las ciénagas, por parte de empresas foráneas que alquilan los territorios colectivos para la extracción de metales y aportan un porcentaje de los ingresos percibidos a los consejos comunitarios. Los beneficios económicos de esta actividad para las comu-nidades no se pueden calcular fácilmente, pues tanto las ventas como las regalías se concentran en los sitios donde se comercializan estos metales.

El mercadeo de los productosComo ya se manifestó, la población de la zona del Medio Atrato obtiene excedentes

en la mayoría de actividades comerciales que desarrolla. Este es un paso fundamental en el proceso socioeconómico del productor individual y en la acumulación y repro-ducción de capital que permite la continuidad del ciclo productivo.

A pesar de que no se evidenció una estructura detallada del comercio en la zona, se identificaron algunas personas de la comunidad que ejercen de manera voluntaria los roles de comerciante, productor, intermediario y distribuidores de los productos. El intermediario es el mayor beneficiado en la producción económica de la zona.

Los habitantes del Medio Atrato son pescadores, agricultores, aserradores, mineros y cazadores en baja escala. Estas labores se ejercen de manera itinerante. Las activida-

Vul

nera

bilid

ad

de

Lo

s H

ume

da

les

6362

Tabla 11. Área, usos y vulnerabilidad de las ciénagas del Medio Atrato

NOMBRE ÁREA (HA)USOS VULNERABPESCA MINERÍA MADERA A M B

Anchuarra 337,18 x XAgua clara, remolino 263,85 x x XLa Grande, Beté 168,19 x x x xQuezada 101,10 x x XConcha, La Grande 89,95 x x XOgodó 73,53 x x x xTumaradó 72,32 x x XBaudocito 48,65 x x XCumbí, Arrastradero 47,31 x x x XLa Milagrosa 5,31 x x XMontarroncito 4,72 x x XGuanarro 3,81 x x XPirringo 2,01 x x x xLa Plaza de Montarrón 0,78 x x XLa Hondita 0,39 x x x xJosé Isabel 0,32 x x XLa Plaza 137,4 x x XLa Redondita de Caldero (La Grande) 81,37 x x XLas Plazas (Bonilla, Lamuda) 43,08 x x XMontarrón (La Milagrosa) 41,88 x x XCuesta (Murillo) 27,60 x x XTadeo 23,61 x x XLa Pononá 17,24 x x XLa Plaza de Vicente 16,58 x x XCorona de Cumbí 13,02 x x XLos Pósitos 9,21 x x XLa Islita 7,88 x x x XMatamba 5,71 x x XArena 5,28 x x x xCaño Ciego 4,49 x x xCaimanero 3,51 x x xLa Garzonera 2,88 x x xCurazao de Abajo 2,72 x x xLa Sucia 2,36 x x x xLa Redondita 1,91 x x x xLa Tortuguera 1,69 x x x xÑanga Vení 1,57 x x x xCavase 36,82 x x x xTanguí (Corona, Cabello de Indio, Honda Grande) 26,9 x x xPunecito 19,0 x x x xLa Honda 12,0 x x xLos Cacaos 11,4 x x x xCurazao de Medio 11,06 x x xCurazaito 10,08 x x xPalo Blanco 9,86 x x x xLas Mujeres 9,84 x x xLa Larga 8,21 x x x x

del número de hijos y de la tradición de la parentela.Las especies alimenticias se cultivan en asocio con maderables, medicinales, arte-

sanales, entre otras. Esta variedad de cultivos protege el suelo de la erosión, permite conservar los nutrientes, contribuye a alimentar el terreno y a controlar la luz para que las plantas crezcan adecuadamente. Además de la conservación de los suelos, esta práctica ha permitido mantener el material genético de especies nativas y naturali-zadas (arroz y maíz). La técnica usada para preparar los terrenos para la siembra se denomina ‘tumba y pudre’ de lotes nuevos o frescos. Dicho procedimiento consiste en tumbar árboles pequeños y palmas para que al descomponerse nutran el suelo.

La pesca es una actividad que, como la de los cultivos, es intensiva durante la época de subienda del bocachico comprendida entre diciembre y marzo, cuando se convierte en la principal actividad productiva de todas las comunidades. En esta temporada, quienes viven en zonas alejadas del río o ciénagas levantan ranchos de paso a sus orillas, con el fin de permanecer y aprovechar la abundancia de peces.

Para pescar se utiliza una gran variedad de instrumentos y técnicas tradicionales como la atarraya, el trasmallo, el copón, la trincha, el cebadero, el galandro, la tola, el guindador, el sondeador, el careteo, la boya, la choca, la concha de arroz curada y el mechoneo. La producción pesquera ha sido afectada por la explotación forestal, la pesca indiscriminada y la minería semindustrializada. El proceso de transformación se basa en un solo producto agrícola: la caña de azúcar. Este proceso es incipiente y se utilizan técnicas semindrustriales como el trapiche para la elaboración de biche, balsámica y vinete (tres bebidas alcohólicas tradicionales del departamento del Chocó), miel y panela. Todos estos productos se comercializan al interior del municipio y en localidades adyacentes.

La madera se transforma de manera artesanal en embarcaciones (canoas, botes), canaletes, palancas, bateas, utensilios del hogar y en herramientas para la tala y la minería (cabos de hacha, almocafre, azadón, barretón). La madera también se trabaja de forma semi-industrial en talleres implementados por un programa de los misioneros claretianos, en los cuales se producen cuadros, soleras y demás piezas de madera para la construcción y algunos muebles para el hogar.

No existe una actividad comercial significativa, debido a los elevados costos de transporte para la carga y pasajeros. Es de anotar que la carga es compuesta de pro-ductos de alto peso y volumen. Al mismo tiempo, existe un bajo interés en la actividad empresarial, lo que impide que se desarrolle a gran escala. A esto se suma el bajo poder adquisitivo de la población en una economía débil o incipiente que no registra crecimiento.

En el año 2008 se desarrolló el estudio ‘Inventario, priorización y caracterización de las ciénagas del municipio del Medio Atrato – Chocó’, el cual arrojó la información que se presenta en la Tabla 11.

Vul

nera

bilid

ad

de

Lo

s H

ume

da

les

6564

DCONCLUSIONES

e la tabla se deducen los siguientes datos sobre los humedales del Medio Atrato:

Número de ciénagas: 47Área comprendida por las ciénagas: 1.867,46 Ciénagas con usos de pesca forestal 70% Ciénagas con usos de pesca, forestal y minería 28%Ciénagas con uso exclusivo de pesca 2%Ciénagas en estado de vulnerabilidad media 58%Ciénagas en estado de vulnerabilidad alta 27%Ciénagas en buen estado de conservación 15%

En la actualidad, muchos de los ecosistemas de humedal del Medio Atrato cuentan con mecanismos de conservación, gracias a la gestión de los Consejos Comunitarios Locales y del Consejo Mayor, COCOMACIA, así como de aliados estratégicos entre los que figuran la Diócesis de Quibdó, CODECHOCO y el IIAP, el cual ha realizado estudios y formulado reglamentos para el aprovechamiento de recursos naturales. Sin embargo, la presión ejercida ha traído erosión, taponamiento de ríos, quebradas y caños, y pérdida de cuerpos de agua (sedimentación, invasión de plantas acuáticas); desbordamiento de corrientes de agua e inundaciones, pérdida de áreas de cultivo y productos agrícolas; desplazamiento de comunidades humanas, deterioro de la calidad del agua, mala calidad de vida, disminución del recurso pesquero, dificultad

para la navegación y pérdida total o parcial de la biodiversidad (CODECHOCO, 2006). Las anteriores apreciaciones muestran la importancia biológica, cultural y social que estos sistemas representan para la región y para el país. Pese a ello, no hay muchos estudios encaminados al entendimiento de sus particularidades y los pocos que se han desarrollado carecen de monitoreo sistemático. De esta manera, se presenta un vacío de información que no permite crear una línea de partida sólida.

Vista esta cifra desde otra perspectiva se evidencia que el 85% de los humedales del Medio Atrato se encuentran en estado de alteración en sus dinámicas naturales. Esta situación señala la urgencia de atención a los ecosistemas de humedales, que para el caso del Atrato juegan un papel muy importante para la movilidad y la seguridad alimentaria de las poblaciones asentadas en esta cuenca, así como para las dinámicas ecosistémicas de una de las regiones más lluviosas del mundo

El departamento del Chocó, en el Chocó Biogeográfico, es el que presenta mayor número de ecosistemas de humedales de tierras bajas. De acuerdo con estudios realizados en la zona, se puede afirmar que en el bajo y medio Atrato se encuentran cerca de 960.000 hectáreas correspondientes a estos ecosistemas, representados principalmente por ciénagas y bosques inundados, que se distribuyen a través de la llanura aluvial del río Atrato1.

El IIAP, en su intención de caracterizar los humedales del Chocó Biogeográfico, ha iniciado estudios en la zona del medio Atrato, escenario tradicional donde negros e indígenas construyen territorio, historia, tejido social y relaciones alrededor del usufructo de estos ecosistemas y sus recursos naturales.

1 .PlandemanejodelosHumedalesdelMedioyBajoAtrato,CorpourabayCodechocó,2006

66

SITUACIÓN ACTUALDE LOS

PÁRAMOSGiovanny Ramírez-Moreno, William Klínger Brahan,

Lady Vargas Porras, Zulmary Valoyes Cardozo, Luz América Lozano de Mosquera, Jair Cuesta Nagles, Jimi Moya Robledo, Erik Yaír Cuesta Ríos, Luis Eustorgio Palacios

Murillo, Florentino Ramírez Rentería & Sandra Ortiz OrtizCa

pítu

lo II

I

Situ

ac

ión

ac

tua

l de

Lo

s Pá

ram

os

6968

INTRODUCCIÓNEl páramo es un ecosistema de pajonales, principalmente abierto, localizado en

la franja comprendida entre el bosque montano y el límite superior de la nieve per-petua. Este ecosistema presenta una gran biodiversidad y endemismo, pero desde el punto de vista ecológico es un ambiente frágil (Sklenár et al., 2005).

Desde una perspectiva general, los páramos de Colombia se asimilan a áreas altas, frías, húmedas, nubladas y con vegetación abierta hasta arbustiva, dentro de la que se destacan los emblemáticos frailejones (Van der Hammen & Otero, 2007).

En estas franjas de alta montaña es donde nacen la mayoría de los ríos y que-bradas que surten de agua los acueductos municipales de una buena parte de localidades andinas del país. Estos ecosistemas poseen características ecológicas muy particulares, que sumadas a su historia geológica reciente, las convierten en zonas de interés nacional (Rangel, 2007).

La región paramuna de Colombia es el área con mayor diversificación del esque-leto vegetal en toda la extensión de la región Biogeográfica, desde Costa Rica en América Central hasta las estribaciones de la cordillera central andina, que están expuestas a la vertiente amazónica en Bolivia. Aunque la superficie cubierta por páramos en Colombia es menor que la de otros países como Ecuador, su riqueza biológica en todos los niveles es mayor (Rangel, 2007).

En el país hay aproximadamente 34 páramos localizados en las tres cordilleras y en la Sierra Nevada de Santa Marta, que cubren un área de 14.434 km2, equivalente a cerca del 1.3% de la extensión continental del país (Hotstede et al., 2003), distri-buidos en los siguientes departamentos: Santander, Norte de Santander, Boyacá, Cundinamarca, Arauca, Casanare, Meta, Huila, Caquetá, Antioquia, Tolima, Viejo Caldas, Valle, Nariño, Putumayo, Risaralda, Cesar, Guajira, Magdalena y Chocó (Morales et al., 2007).

En la antigüedad diferentes grupos precolombinos (Muisca, Kogui, Tolima, Quim-baya) desarrollaron sus culturas en los páramos, cuyas áreas consideraban sagradas. Ocuparon estos ecosistemas de manera temporal y practicaron la agricultura en los pisos más bajos, por lo cual causaron un mínimo impacto ecológico (Hotstede et al., 2003; Van der Hammen & Otero, 2007).

En la actualidad, estos ecosistemas son considerados como uno de los biomas más estratégicos y, a la vez, uno de los más vulnerables, lo que les ha valido la denomina-ción de ‘Hotspot’. Es decir, en ellos se contraponen altos grados de biodiversidad y endemismo como factores críticos de amenaza (Rangel, 2000; Castaño-Uribe, 2002).

A pesar de lo anterior, los páramos brindan una serie de servicios ambientales gracias a sus características ecológicas especiales. Aportan agua de calidad y cantidad a la población. Además, almacenan carbono atmosférico que ayuda

a controlar el calentamiento global. La diversidad paisajística que estos presentan se podría considerar como un servicio ambiental. Sin embargo, la intervención antrópica ha acelerado el proceso de trasformación del paisaje general (Rangel, 2000; Hotstede et al., 2003).

Tanto los páramos como bosques alto andinos están fuertemente intervenidos por actividades humanas y, en ocasiones, han sido reemplazados por plantaciones foresta-les o por sistemas agropecuarios a diferentes escalas (Hotstede et al., 2003). Las excep-ciones son algunos páramos de la Cordillera Occidental, entre ellos Tatamá, Frontino y El Duende, que se han conservado gracias a su difícil acceso (Morales-Betancourt, 2006).

Las interacciones humanas con los páramos tales como la quema, arado y el pas-toreo repetitivo se han llevado a cabo por siglos (Sklenár et al., 2005). La ocupación y uso de los mismos comenzó en el siglo antepasado. Desde ese entonces, la influencia y ‘antropización’ de estos ha aumentado (Morales et al., 2007).

Todos los páramos colombianos han sufrido algún tipo de intervención antrópica y la disminución de su vegetación característica, representada por los frailejones y las macollas de Calamagrostis. Aumentaron pastos y ciertas especies que forman ‘alfom-bra’, como Acaena cylindristachya. Se incrementó considerablemente la superficie de suelo sin vegetación, lo que significa un cambio de humedad del suelo (aumento de evaporación).

De esta manera, se presenta un descenso considerable en la capacidad de reten-ción de agua (Van der Hammen, 2002, 2007), cuyas consecuencias son cambios fundamentales en la estructura y composición de grandes áreas en muchos páramos y en sus suelos. Peligra, entonces, no sólo la biodiversidad, sino también la cantidad y calidad del agua (Van der Hammen, et al. 2002, Van der Hammen & Otero, 2007).

En los últimos tiempos el crecimiento y ascenso de cultivos industriales de la papa, promocionado por los grandes ‘paperos’, está provocando daños muy serios a los páramos. Los campesinos que intervenían de forma mínima en el ecosistema están vendiendo o alquilando sus terrenos. Hoy se arrasan grandes áreas de páramo con maquinaria pesada y, en consecuencia, no quedan frailejones ni arbustos en pie. Tam-bién ha cambiado profundamente la estructura del suelo, porque después de una o varias cosechas se siembran pastos, se potreriza el área, y no hay un retorno gradual a la vegetación original de páramo (Van der Hammen, et al. 2002, Van der Hammen & Otero, 2007).

Situaciones como las descritas imponen la imperiosa necesidad de proteger y conservar los páramos del Chocó Biogeográfico. Es menester obtener información confiable de este estratégico ecosistema, con la participación de los grupos étnicos asentados en el territorio.

Situ

ac

ión

ac

tua

l de

Lo

s Pá

ram

os

7170

El Instituto de Investigaciones Ambientales del Pacífico, en alianza estratégica con la Asociación de Consejos Comunitarios del San Juan, ACADESAN, y la Corporación Autónoma Regional para el Desarrollo Sostenible del Chocó, realizó un trabajo de investigación sobre aproximadamente 15.000 hectáreas en el Páramo del Duende. Este se encuentra en excelente estado de conservación gracias a las dificultades en sus condiciones de acceso y a la cultura de las comunidades negras que habitan sus inmediaciones.

Las características ecosistémicas del ambiente paramuno muestran una repre-sentación florística demarcada por el dominio de especies representativas de estos ecosistemas, diferenciadas por varios tipos de cobertura y asociaciones vegetales:

Vegetación abierta: representada por elementos típicos de páramos donde pre-dominan especies como Espeletia frontinoensis (frailejón), Paepalanthus colombianun y pastos de las familias Poaceae y Cyperaceae, con un estrato restante representado por helechos de porte herbáceo, musgo y hepáticas (véase Figura. 16).

La densidad poblacional de frailejones en un levantamiento de 100 m2 fue de 581 individuos, distribuidos de la siguiente manera: 275 plántulas, 237 juveniles y 69 adultos. Se evidencia la estabilidad natural de la población y su representatividad en el ambiente. Además, se demarca una amplia representatividad del estado de desarrollo (plántula) de la población, indicando el proceso de colonización y dominio de la especie en el ecosistema, (véase Figura 17).

Vegetación Arbustiva: representada principalmente por arbustos achaparrados entre los que predominan especies de Baccharis macrantha, Diplostephium sp., Hypericum sp., Coniza bonariensis, helechos arbustivos Blechum sp., entremezclados con algunos individuos de Espeletia frontinoensis y pastos de las familias Poaceas y Ciperaceas (véase Figura 18).

Las asociaciones predominantes en el Páramo del Duende corresponden a:

Asociación Espeletia frontinoensis. Compuesta por frailejón mezclado con pastos. En su estructura se diferencian dos estratos: uno herbáceo, en el que predominan pastos Camalagrostis efussa, Cortaderia sp., Fetusca sp. y Rhynchospora sp.; hierbas erectas Halenia drasyantha y Castilleja fisifolia; hierbas arrosetadas Valeriana bracteata, Plan-tago rigida y Paepalanthus colombianun; hierbas de pequeño tamaño como Myrteola sp. y Disterigma, entre otras. En el estrato arbustivo predominan Loricaria complanata, Baccharis macrantha y Pernettya prostata. Se establece en pendientes suaves y terre-nos planos cercanos a las fuentes hídricas, en donde los vientos son menores. Los suelos presentan poco drenaje y la humedad es mayor.

Asociación Guzmania sp., Epidendrum frutex. Esta asociación se establece en pen-dientes en donde el viento es mayor y los suelos son más drenados, lejos de las fuentes hídricas. Por ello predominan bromelías terrestres que se convierten en retenedoras de agua. Asociadas a estas poblaciones se encuentran hierbas de gran tamaño como pastos (Neurolepis sp.), helechos arbustivos Blechnum sp. y algunos arbustos corres-pondientes a Melastomataceas (Miconia sp., Tibouchina grossa), Araliaceas (Sheflera

INDICADOR

ESTADO DE CONSERVACIÓN DE PÁRAMOS DEL CHOCÓ BIOGEOGRÁFICO

Figura 15. Vegetación en el Páramo del Duende

7372

Situ

aci

ón a

ctua

l de

Los

Pára

mos

sp.), compuestas, incluyendo frailejón en pequeñas proporciones. Las alturas de los individuos oscilan entre 60 cm hasta 5 m.

Los resultados del estudio florístico muestran la presencia de 100 especies distribuidas en 81 géneros y 43 familias. Las Angiospermas están representadas por 78 especies, agrupadas en 69 géneros y 35 familias, mientras los Pteridofitos están compuestos por 12 familias, 16 géneros y 22 especies.

Las familias mejor representadas son Asteraceae, con 12 especies; Ericaceae y Orchidaceae, con 7 especies; Poaceae y Ciperaceae, con 4 especies, seguida de Rosaceae, Scrofulareaceae, Bromeliaceae y Rubiaceae, con 3 especies cada una, las cuales se encuentran distribuidas en los diferentes sitios de muestreos de este eco-sistema (véase Figura 18).

,

Figura 18. Familias mejor representadas en el Páramo del Duende

La distribución vertical de las especies presentes en el área correspondiente a la zona de vida del páramo permitió diferenciar varios tipos de hábitats: herbáceo, arbustivo, y epifito, los cuales dominan el área de muestreo. Predominan el herbáceo y arbustivo. Ambos conforman los bosques achaparrados propios de estos ecosistemas. Para la obtención de los resultados que muestran el estado de conservación de la flora del Páramo del Duende se eligieron tres sitios de muestreo:

Humedal Citará: Primer sitio de muestreo. Se caracteriza por presentar un espejo de agua reducido, debido posiblemente a la época de poca lluvia. Los suelos circundan-tes se caracterizan por ser fangosos con una gruesa capa de materia orgánica (Fig. 10A), quizás a causa de la humedad del área bordeada de pequeñas pendientes con afloramientos rocosos. Estas pendientes arrastran biomasa descompuesta, producida por la vegetación circundante.

Los principales representantes florísticos de esta área son poblaciones vegetales de Espeletia frontinoensis (frailejón) y Loricaria complanata; hierbas con hojas arrosetadas de Paepalanthus colombianun y Valeriana bracteata; hierbas de porte erecto Castilleja fisifolia, Viola sp., Sisyrinchum sp. y Oritrophium cracifolium, acompañadas de hierbas de reducido tamaño como Myrteola sp. y Disterigma empetrifolium, así como asocia-ciones de pastizales entre los que se destacan representantes de las familias Poaceae y Cyperaceae, además de musgos y helechos.

En los alrededores del humedal se observó un gran predominio de helechos corres-pondientes a Huperzia rufescens y Jamesonia sp., y algunos individuos de Epidendrun frutex y Neurolepis sp. En áreas cercanas a este humedal se observaron abundantes huellas de mamíferos, posiblemente oso de anteojos, pumas y tigrillos, y excrementos. Tal vez dichas especies, que convergen desde la Región Pacifica hasta la Cordillera

Figura 17. Individuos de Espeletia frontinoensis en sus diferentes estados sucesionales en el Páramo del Duende.

Figura 19. Vegetación arbustiva del Páramo del Duende

Situ

ac

ión

ac

tua

l de

Lo

s Pá

ram

os

7574

Central, han convertido este ecosistema en un corredor. Nacimiento del Río Cucurrupi, segundo sitio de muestreo. Esta área se caracteriza

por presentar suelos fangosos, poco drenados y con abundante materia orgánica. Florísticamente se encuentra representada por pastos correspondientes a las familias Cyperaceae (Rhynchospora) y Poaceae (Calamagrostis sp., Cortadeira sp. y Fetusca sp.), entremezclados con pequeñas poblaciones de Lycopodyum clavatum y pequeños arbustos correspondientes a las familias Asteraceae y Ericaceae, principalmente. Con menor frecuencia se observaron hierbas de porte erecto como Halenia drasyantha, Odontoglossum sp. y grandes poblaciones de E. frontinoensis.

A unos metros del nacimiento de este río, aunque la vegetación es muy similar, se observaron en las márgenes del mismo arbolitos achaparrados de Sheflera sp., y Oreo-panax sp., representantes de la familia Araliaceae; arbustos de Miconia sp., Tibouchina grossa y representantes de la familia Ericaceae. En el estrato herbáceo se observó Peperomia rotundata, que alimenta a la avifauna residente en este ecosistema.

La vegetación circundante de esta unidad muestreal aporta materia orgánica producida por la hojarasca que se descompone y se constituye en hábitat, refugio y un buen recurso alimenticio para la entomofauna residente en el ecosistema.

Río Copomá Parte Alta, tercer sitio de muestreo. Caracterizada por presentar suelos fangosos. La vegetación circundante se encuentra compuesta por pastos corres-pondientes a las familias Cyperaceae (Rhynchospora) y Poaceae (Calamagrostis sp, Cortadeira sp. y Fetusca sp.), entremezclados principalmente con pequeños arbustos correspondientes a las familias Asteraceae y Ericaceae. Con menor frecuencia se observaron hierbas de porte erecto como Calceolaria sp. y Gunnera scabra; hierbas de menor tamaño Lachemilla sp., estrato representado por musgos y hepáticas. En el estrato arbustivo fue muy frecuente la presencia de epifitas como orquídeas (Lephantes sp., Pleurotalis pilífera y Palchyphyllum pastii, entre otras), bromelías, musgos, hepáticas y helechos. Entre las especies y familias más representativitas se encuentran Tibouchina grossa, Miconia sp. y Vallea stipularis, así como representantes de las familias Ericaceae y Asteraceae, acompañadas de helechos arborescentes (Cyathea sp.). La presencia de esta especie se puede atribuir a el intercambio de esporas en forma constante con la zona del páramo en jurisdicción del Valle del Cauca, gracias a las corrientes de aire que van de un lado a otro durante todo el día.

Esta área presenta un alto grado de epifitismo, si se compara con las áreas anterio-res, lo que tal vez se deba a que el tramo muestreado no corresponde al nacimiento propiamente dicho. Además, el arrastre de materia orgánica ha facilitado el estable-cimiento de grandes poblaciones de especies arbustivas en las márgenes de este río.

A los alrededores de esta unidad muestreal se observan un pequeño humedal y una quebrada, en los cuales dominan poblacionesde hierbas arrosetadas Plantago rigida. En un estrato arbustivo predomina E. frontinoensis. Cercanas a estos cuerpos de agua, frecuentemente se observaron poblaciones de Epidendrum fimbriatum y Laestadia sp.; pequeñas hierbas que forman cojines como Nertera sp. y Disterigma empetrifolium, y pastos de las familias Poáceas y Ciperáceas asociados con musgos y hepáticas.

Si se compara la representatividad de especies, género y familia para este estudio con los reportados para el mismo ecosistema en la jurisdicción del Valle del Cauca y ecosistemas similares, (Rangel, 2000; CVC-Fedena, 2006; Rangel-Ch. & Sánchez, 2005; Frontino; Murillo et al , 2008; Sanín et al, 2008; Gómez y Vargas, 1999), el Páramo del

Duende, en la jurisdicción del departamento del Chocó, fue menos representativo con relación a los estudios mencionados, debido a un mayor nivel de investigación. Sin embargo, la riqueza florística descrita en esta publicación revela patrones general-mente similares a los encontrados por los autores ya citados.

Las familias Asteraceas, Poaceas, Ericaceas, Orquidaceas y Melastomataceas se destacan como las más diversas, no sólo en del Duende, sino en la mayoría de estudios de páramos del país.

Los recursos florísticos en estado de floración y fructificación presentes en la zona de páramo demuestran la oferta esencial para la existencia demarcada de importantes grupos fáunicos (aves, insectos y mamíferos). Se pudo corroborar, mediante la observa-ción directa de aves e insectos, abundantes huellas y excremento de mamíferos como osos de anteojos y pumas, (Arenas comb.per). Gran parte de la vegetación presente en este ecosistema es dispersada por el viento, lo que se evidencia por la dominancia de Asteraceas, Poaceas, Ciperaceas y Orchidaceas, entre otras. Sin embargo, la pre-sencia representativa de Ericaceas, Melastomataceas y Araliaceas, con abundantes frutos (bayas) de reducido tamaño y de variados colores, revelan otro importante medio de dispersión como es el realizado por la avifauna residente en el ecosistema.

El momento fenológico (floración) muestra la oferta de recurso para importantes y diversos grupos grupos como los insectos y las aves. Así mismo, es notable la interac-ción entre algunas familias florísticas con esta fauna asociada. Las corolas tubulares de taxones como Ericaceae, Columelliaceae, Scrophulariaceae y Alstroemeriaceae manifiestan el importante grado de coevolución con la fauna nectivora, especialmente con los colibríes.

La vegetación de áreas con mayor humedad cercanas a las fuentes hídricas (hume-dales, quebradas y ríos) muestra patrones totalmente diferentes a las de áreas alejadas a las fuentes ya mencionadas. Cerca a estas fuentes de agua, las especies más abun-dantes son E. frontinoensis, que forma grandes parches; los pastizales conformados por Camalagrostis sp., Fetusca sp. y Rinchospora sp., mientras que en pendientes y colinas alejadas de estas fuentes predominan Guzmania sp., Blechnum sp., Epidendrum frutex y Neurolepis sp. Lo anterior concuerda con lo manifestado por CVC-Fedena (2006).

El Páramo del Duende es un ecosistema que se encuentra en muy buen estado de conservación, lo que posiblemente se debe a factores como su difícil acceso, la cultura de los pueblos asentados en las partes bajas de los ríos que allí nacen. Otras razones de su preservación pueden ser factores climáticos como alta radiación solar y bajas temperaturas nocturnas, además de la topografía del terreno que no permite el establecimiento de poblaciones humanas en el ecosistema paramuno.

Quizá la razón de la poca presencia de especies terrestres en el ecosistema del Duende sea que los pteridofitos no toleran las radiaciones directas del sol. Este ecosis-tema es una suerte de desierto para estos organismos, ya que por su ecología general-mente se desarrollan en lugares muy húmedos y sombríos. De ahí que la gran mayoría de las especies colectadas fueron epifitas.

76

CATÁLOGO DE LAS PLANTAS MÁS REPRESENTATIVAS DEL PÁRAMO DEL DUENDE

Situ

ac

ión

ac

tua

l de

Lo

s Pá

ram

os

7978

ARALIACEAE Juss.Gen. Pl. (Jussieu) 217. 1789.

Árboles polígamos dioicos. Hojas palmatilobuladas, alternas, estipuladas. Inflorescencias umbeliformes. Perianto heteroclamídeo actinomorfo, cáliz pen-támero gamosépalo, corola pentámera dialisépala. Androceo con 5 estambres, anteras de dehiscencia longitudinal. Gineceo sincárpico con ovario ínfero, pentacarpelar, pentalocular. Frutos de tipo drupas.

Sheflera sp.

Bomarea tomentosa Ruíz & Pav. ASTERACEAEDumort. Comment.1822.

Hierbas o arbustos hermafroditas, minoicos o dioicas. Hojas simples, alternas, opuestas o arrosetadas, exestipuladas. Inflorescencias de tipo capítulos en inflores-cencias compuestas. Perianto haplocla-mídeo zigomorfo, cáliz ausente o transfor-mado en papus, corola gamopétala 4 - 5 mera. Androceo con 4 - 5 estambres, ante-ras de dehiscencia longitudinal. Gineceo sincárpico con ovario ínfero, bicarpelar, unilocular. Frutos de tipo aquenios.

Pentacalia sp.

Espeletia frontinoensis Cuatrec.

Laestadia pinifolia

ALSTROEMERIACEAEDum. 1829.

Hierbas escandentes. Hojas simples, alternas, exestipuladas. Inflorescencias de tipo umbelas bracteoladas. Flores hermafroditas. Perianto actinomorfo homoclamídeo. Tépalos en dos verticilos trímeros. Androceo con 6 estambres. Gineceo sincárpico con ovario ínfero, tricarpelar, trilocular. Frutos de tipo cápsulas.

81

Situ

ac

ión

Ac

tua

l de

Lo

s Pá

ram

os

80

Loricaria complanata (Schultz-Bip.) Wedd

Conyza bonariensis (L.) Cronquist.

BROMELIACEAE Juss. Gen. Pl. (Jussieu) 49. 1789.

Hierbas epífitas. Hojas arrosetadas. Inflorescencias complejas. Flores herma-froditas. Perianto homoclamídeo trímero. Androceo con 6 estambres, anteras de dehiscencia longitudinal. Gineceo sincár-pico con ovario súpero, tricarpelar, trilo-cular. Frutos de tipo cápsulas septicidas.

COLUMELLIACEAE D. Don.Pequeños árboles o arbustos con hojas perennes de tamaño pequeño o medio,

opuestas y simples con los márgenes enteros o dentados. Las flores son hermafroditas, solitarias o agrupadas en inflorescencias terminales. El fruto es una cápsula.

Guzmania sp.

ASTERACEAEDumort. Comment.1822.

Desfonia parviflora.

ERICACEAE Juss. Gen. Pl. (Jussieu) 159. 1789.

Arbustos o frútices. Hojas simples, alter-nas, exestipuladas. Flores solitarias o en inflorescencias racemosas o cimosas. Flo-res hermafroditas bracteoladas. Perianto eteroclamídeo actinomorfo, cáliz gamo-sépalo 4 - 7 lobulado, corola gamopétala o dialipétala 4 - 7. Androceo obdiplosté-mono, anteras de dehiscencia longitudinal o poricida. Gineceo sincárpico con ovario súpero o ínfero, 2 - 10 carpelar, 2 - 10 locu-lar. Frutos de tipo cápsulas, bayas o drupas.

Disterigma empetrifolium (Kunth) Drude

8382

Vallea stipularis Mutis ex Linnaeus f.

ELAEOCARPACEAE Juss. 1824.

Árboles. Hojas simples, alternas, estipula-das. Inflorescencias cimosas. Flores hermafro-ditas. Perianto heteroclamídeo actinomorfo, cáliz gamosépalo trilobulado, corola dialipé-tala pentámera. Androceo con numerosos estambres, anteras dedehiscencia poricida. Gineceo sincárpico con ovario súpero, bilo-cular. Frutos de tipo cápsulas.

ERIOCAULACEAE P. Beauv. ex Desv. 1828.

Hierbas monoicas. Hojas simples, arro-setadas, exestipuladas. Inflorescencias de tipo umbelas de cabezuelas, acompa-ñadas de bractéolas. Flores unisexuales. Perianto homoclamídeo con 2 verticilos trímeros calicinos. Androceo con 6 estam-bres, anteras de dehiscencia longitudinal. Gineceo sincárpico con ovario súpero, tri-carpelar, trilocular. Frutos de tipo cápsulas loculicidas.

Paepalanthus columiensis Ruhland.

GENTIANACEAE Juss.

Hierbas perennes, postradas a erec-tas, en su mayoría glabras, algunas veces arbustos o árboles pequeños. Hojas simples opuestas, ocasionalmente verticiladas, a menudo en rosetas basales, herbáceas o coriáceas, sésiles a pecioladas sin estipu-las. Inflorescencias en cimas dicasiales o monocasiales, terminales o axilares o flores solitarias. Flores actinomorfas 4 ó 5 meras; cáliz sin sépalos persistente; corola impé-tala, tubular generalmente campanulada, hipocratiforme a fundibuliforme, algunas veces con protuberancias, espolones o apéndices persistente; estambres adnatos al tubo de la corola; ovario supero. Fruto capsula septicida 2-valvada.

Gentianella sp.

Halenia karstenii.

GUNNERACEAE Endl.

Plantas herbáceas, perennes; monoi-cas o dioicas. Hojas de agregación basal, pequeñas a muy grandes, alternas, sim-ples, pecíolo grande; lámina entera a disectada, ovada, obovada, más o menos palmatiforme, palmadamente venada, cordada o cuneada en la base, margen entero, serrado o dentado. Inflorescencia axilar o pseudo-terminal, escapiflora, en panículas, racimos y espigas. Flores 2 (-3) meras; sépalos 2 (-3), valvados, pétalos en un verticilo. Estambres adnatos o libres, alternisépalos; anteras dehiscencia longi-tudinal. Gineceo 2-carpelar, ovario ínfero, unilocular; estilos 2, apicales, libres. Fruto drupa, indehiscente.

Gunnera sp

Situ

ac

ión

ac

tua

l de

Lo

s Pá

ram

os

85

MELASTOMATACEAE Juss. Gen. Pl. (Jussieu) 328. 1789.

Árboles o arbustos. Hojas simples, opuestas, exestipuladas. Inflorescencias de tipo cimas o panículas. Flores herma-froditas. Perianto heteroclamídeo actino-morfo, cáliz gamosépalo 4-5 mero, corola dialipétala 4- 5 mera. Androceo con 8-10 estambres, anteras de dehiscencia pori-cida. Gineceo sincárpico con ovario ínfero o súpero, 2-4 locular. Frutos de tipo bayas o cápsulas.

Hypericum sp.

HYPERICACEAE Juss.

Árboles, arbustos o hierbas perennes o anuales; tallo erecto o decumbente, gla-bro, sin espinas, las ramas glabras o estre-llado ferrugíneas. Hojas opuestas, simples, perennes, glandulares, sésiles, pecioladas, sin estípulas, linear-lanceoladas, elíptico-oblongas, ovadas, glabras o estrellado-ferrugíneas, el margen entero, ondulado, revoluto, el ápice acuminado, obtuso o emarginado, la base cuneada u obtusa, la nervación paralela o eucamptódroma, el pecíolo a veces alado. Inflorescencia terminal o axilar, cimosa, corimbosa o subcorimbosa, laxa; flores hermafroditas, ocasionalmente solitarias de 5 (-4) sépa-los, libres o connados cerca de la base, oblongos, lanceolados, desiguales, mem-branáceos, coriáceos, glandulares; corola actinomorfa o zigomorfa, los pétalos 4-5, libres; libres; estambres pocos a numerosos, las anteras dorsifijas, 2-tecas, oblongas; ovario súpero, 2-5 carpelar, ovoide a globoso, (1-) 3-5-locular, la placentación axial o parietal, los óvulos numerosos, los estilos (2-) 3-5, connados en la base, api-cales, el estigma capitado. Fruto capsular o abayado, (1-) 3-5-locular, indehiscente, dehiscente; semillas numerosas.

Tibouchina grossa (L.f.) Cogn.

ORCHIDACEAE Juss. Gen. Pl. (Jussieu) 64. 1789.

Hierbas terrestres o epífitas con o sin pseudobulbos. Hojas simples; alternas, opuestas o verticiladas; exestipuladas. Flores hermafroditas acompañadas o no por brácteas; solitarias o en inflorescen-cias diversas. Perianto homoclamídeo en 2 verticilos trímeros, el externo calicino y el interno corolino con el tépalo central modificado denominado labelo. Andro-ceo con 1-2 estambres formando junto con el estilo y estigma una columna deno-minada ginostemo, polen agrupado en masas denominadas polinios. Gineceo sincárpico con ovario ínfero, tricarpelar, trilocular. Frutos de tipo cápsulas.

Epidendrum fimbriantum Kunth

Situ

ac

ión

ac

tua

l de

Lo

s Pá

ram

os

8786

Cyrtochilum sp.

Pachyphyllum pastii Rchb.f.

Pleurothallis pilífera

ORCHIDACEAE Juss. Gen. Pl. (Jussieu) 64. 1789.

ORCHIDACEAE Juss. Gen. Pl. (Jussieu) 64. 1789.

Epidendrum sp.

Situ

ac

ión

ac

tua

l de

Lo

s Pá

ram

os

8988

PLANTAGINACEAE Juss.Hierbas perennes, con un rizoma corto y axonomorfo, ocasinalmente leñosas, algu-

nas veces formando cojines grandes y duros. Hojas simples, alternas en rosetas, algu-nas veces muy rígidas, glabras y brillantes o pubescentes, sin estipulas. Inflorescencias en espigas con muchas o pocas flores; escapos erectos, más o menos gruesos. Flores bisexuales o unisexules, actinomorfas, sésiles, abrazadas por una bráctea sepaloide; sépalos libres; corola inconspicua semipétala; 2-4 estambres; filamento adnatos al tubo de la corola; ovario supero con 2 lóculos. Fruto capsula circunsisil.

CONCLUSIONESmedida que se avanza en el conoci-

miento de la diversidad biológica en el Chocó Biogeográfico, se corrobora la afir-mación de muchos autores, quienes en sus diferentes escritos destacan la importancia biológica de esta región. Enfatizan no sólo en la diversidad biológica, sino ecosisté-mica, lo que confirma a la región como una de las áreas más importantes del país

desde el punto de vista biológico y ecológico, muy a pesar que aún falta mucho por conocer, pues la investigación, seguramente por disponibilidad de recursos y problemas de orden público, se ha centrado en sitios de fácil acceso.

Como resultado del trabajo realizado, se reporta la presencia de un complejo de humedales denominado Citará. Se realizan nuevos reportes de flora y fauna para el departamento del Chocó que arrojaron las siguientes cifras: 100 especies vegetales, 10 aves, 4 anfibios y 1 mamífero. El aspecto ecosistémico permitió controvertir muchos postulados existentes, entre ellos la homogeneidad del esqueleto vegetal de estos ecosistemas compuestos de planicies y valles glaciares. Muy diferente es la situación en el Páramo del Duende, donde se conjugan una serie de factores como precipitacio-nes abundantes, fluctuaciones drásticas de la temperatura y una morfoestructura del terreno irregular que crean un mosaico de microambientes. Estos factores aumentan la heterogeneidad del hábitat y, con ello, el recambio de especies que contribuyen al aumento de la diversidad regional.

Otro aspecto importante de este ecosistema lo constituyó la observación de un estado de formación temprana del páramo —de su génesis, podría decirse—, donde se identificó claramente la colonización de frailejones y se apreció el cambio natural de la estructura boscosa compuesta de árboles y arbustos. En este punto del paisaje predomina una típica colcha de retazos de colores verdes claros y oscuros.

El Páramo del Duende constituye un ecosistema aislado para organismos de poca movilidad o adaptaciones especificas, aspectos que inciden en que gran parte de ellos sólo habiten en el páramo (endémicos). Tal es el caso de los frailejones (Espeletia frontinoensis), vegetación típica de esta franja, incapaz de colonizar franjas subyacentes. Los frailejones conforman asociaciones que se convierten en microhábitats exclusivos para gran parte de la entomofauna y también aportan de manera significativa en la oferta de recursos, gracias a su amplia y prolongada fenología reproductiva.

El esqueleto vegetal de este ecosistema soporta y mantiene la oferta de recursos. Se convierte, por lo tanto, en un elemento clave del sistema trófico de este lugar, donde especies de la familia Bromeliceae (Guzmania sp.), Ericaceae (Demosthenesia man-donii, Disterigma alternoides, Disterigma empetrifolium), Araleaceae (Sheflera sp., Oreo-

A

Plantago sp.

Stelis sp.

ORCHIDACEAE Juss. Gen. Pl. (Jussieu) 64. 1789.

Situ

ac

ión

ac

tua

l de

Lo

s Pá

ram

os

9190

panax sp.) y Melastomataceas (Miconia ssp., Tibochina grossa) dominan y mantienen la lluvia de frutos y semillas alimento primario para la diversa avifauna que allí habita. Es importante resaltar que especies de la familia Bromeliaceae también se convierten en el microhábitat principal de insectos y anuros residentes en este ecosistema.

Otro aspecto ecológico importante a nivel fáunico es la presencia del puma (Puma concolor) y del oso de anteojos (Tremarctos ornatus), especies típicas andinas reporta-das como vulnerables (UICN), debido a su caza y tráfico (CITES) en muchos escenarios de la geografía nacional. Existen ranitas exclusivas de este ecosistema (ranas de lluvia Eleutherodactylus), aves de distribución restringida que cumplen criterios Aica (Áreas Importantes para la Conservación de Aves) y una considerable suma de animales que, por sus adaptaciones ecofisiológicas, sólo pueden persistir en este complejo ambiente.

De las entrañas del Duende también nacen ríos de agua viva que surten extensas poblaciones en los departamentos del Chocó y Valle del Cauca. Los análisis realizados indican que sus aguas son de buena calidad. Como si fuera poco, la compleja orogra-fía del terreno entre pendientes y valles conforma ecosistemas de humedales que, sin duda alguna, son un escenario de vida desconocido en lo más oculto de las cumbres de la Cordillera Occidental. En síntesis, el páramo es un maravilloso escenario de vida que contribuye al equilibrio y a la permanencia de especies claves en un bioma clave.

Aunque no se evidenciaron asentamientos humanos en el área, existe un hilo conec-tor entre este ecosistema y las comunidades subyacentes al páramo. Esta conexión la conforman los nacimientos de los ríos Cucurrupí, Copomá y Mungidó, los cuales hasta el momento presentan buena calidad del agua, lo que asegura que las comunidades asentadas sobre estos puedan utilizar este recurso de forma segura y constante. Las condiciones adversas de este ecosistema y su complejidad orográfica pueden ser la causa de la inexistencia de asentamientos humanos. Sin embargo, el no tener una figura de conservación, la poca presencia de autoridades ambientales y etnicoterrito-riales, sumado a la ampliación de la frontera agrícola y el establecimiento de cultivos ilicitos, podría convertirse en una amenaza potencial. Es importante mencionar que se detectaron plantaciones forestales de Pino y Eucalipto establecidas por Cartón de Colombia en jurisdicción del Valle del Cauca, las cuales aumentan cada día y rompen la dinámica natural y equilibrio de los bosques en que se encuentran. Dicha situación constituye una amenaza latente.

Es importante resaltar que este ecosistema abarca una vasta área difícil de explorar, por lo que deben hacerse trabajos sectorizados para su conocimiento total. Esta par-ticularidad hace vulnerable a la zona, debido a que resultaría difícil administrarla a la hora de crear una figura de conservación. Por eso es necesario involucrar de manera directa a los consejos comunitarios propietarios de título para que ellos propongan alternativas encaminadas al mantenimiento de este patrimonio, a la luz de los procesos colectivos. Las formas irregulares del terreno, las laderas escarpadas y los continuos sal-tos, hacen casi impenetrable el Páramo del Duende. Esa gran dificultad de ingreso se convierte en un elemento no sólo de conservación, puesto que restringe el acceso de fuerzas explotadoras, sino también en un obstáculo para realizar investigaciones en él.

Por su estructura, forma y tamaño, el estudio y conocimiento pleno de las caracterís-ticas del Páramo del Duende tomará largo tiempo y arduos esfuerzos mancomunados por parte de entidades ambientales y de la comunidad base. Una vez se constituya una figura de conservación, se avanzará tanto en el manejo total del ecosistema, como

en la generación de información científica sobre sus condiciones físicas y biológicas. El presente trabajo es un primer paso en ese sentido.

Dentro de las mayores fortalezas que presenta el ecosistema paramuno para su conservación podemos citar su ubicación geográfica y su difícil acceso, factores que han ayudado al mantenimiento de su buen estado. Lamentablemente, problemas de orden público entorpecen la ejecución de cualquier actividad planificada en el territorio. Además, las condiciones climáticas adversas impiden la colonización por parte de la población local, que prefieren habitar en las franjas cálidas. A nivel legal existe una poderosa figura comunitaria que ampara este territorio y lo ha convertido en propiedad privada bajo la autonomía de ACADESAN. Por ello, cualquier proceso debe ser presentado, concertado, aprobado y desarrollado bajo los lineamientos de dicha organización.

9392

Esta

do

de

las

Esp

ec

ies

Fore

sta

les

Am

ena

zad

as

ESTADO DE LAS ESPECIES FORESTALES AMENAZADASWilliam Klínger Brahan, Roberth Roa, Tania Ibargüen Moreno, Oscar Rengifo, Rafael Barcos Moreno, Hanny Mosquera Guacheta, José Armando Perea MorenoCa

pítu

lo IV

9594

Esta

do

de

las

Esp

ec

ies

Fore

sta

les

Am

ena

zad

as

INDICADOR

PRESENCIA DE ESPECIES FORESTALES AMENAZADAS POR MUNICIPIO EN EL CHOCÓ BIOGEOGRÁFICO

En trabajos recientes del Instituto de Investigaciones Ambientales del Pacífico, en alianza con Resguardos Indígenas, Consejos Comunitarios de la región y con algunas autoridades ambientales, como la Corporación Autónoma Regional para el Desarrollo Sostenible del Chocó; se ha realizado un análisis cuantitativo de 12 especies forestales amenazadas en el territorio del Chocó Biogeográfico. Entre ellas se encuentran algunas muy importantes como la caoba, el abarco, el algarrobo, el jigua negro, El guayacán amarillo, el pino amarillo y el chachajo. De cada una se ha determinado el número de individuos por hectáreas en algunas municipalidades y territorios de propiedad colec-tiva, al igual que su estado de desarrollo y su ubicación geográfica precisa.

Durante el desarrollo de la etapa inicial en la primera investigación sobre especies forestales amenazadas, se tomaron en cuenta las siguientes cinco (5): jigua negro (Ocotea cernea), guayaquil (Centrolobium paraense), abarco (Cariniana pyriformis), pino amarillo (Podocarpus sp.) y guayacán amarillo (Tabebuia chrysantha). Estas espe-cies se hallan en cinco (5) municipios del departamento del Chocó: Juradó, Istmina, Río Quito, Riosucio y Carmen del Darién, particularmente en territorios de los cabildos indígenas Mayor de Juradó y Nassipurrú, en el Consejo Comunitario Mayor de Istmina, la Comunidad de San Isidro en Río Quito, el Consejo Comunitario de Truandó Medio en Riosucio y el Consejo Comunitario de Chicao en Carmen del Darién. En la Tabla 12 se registra la presencia de las especies en cada uno de los lugares que fueron objeto del estudio.

INTRODUCCIÓNLa localización estratégica del Chocó Biogeográfico influye en aspectos como

su biodiversidad y suelos con alto grado de vocación forestal, lo que ha permitido que la explotación maderera se constituya en una fuente importante de ingresos y mano de obra para la población local. Sin embargo, cuando las actividades productivas se realizan sin criterios técnicos de conservación y protección del medio natural, se afectan ecosistemas estratégicos, se compromete a mediano y largo plazo la oferta ambiental de la zona y, por ende, se altera la calidad de vida de la población.

Situaciones como las descritas llaman a una urgente toma de medidas por parte de las autoridades ambientales, de tal manera que se ponga freno al dete-rioro de la base genética de la región y se garantice la perpetuación de especies y ecosistemas de gran interés para la población. Para ello se hace absolutamente necesario el conocimiento profundo de la situación actual de los recursos natu-rales y de procesos de manejo sostenible, con el ánimo de promover acciones soportadas en las condiciones reales de la oferta natural.

Conforme la expresan diferentes autores, se registra en el Chocó Biogeográfico la presencia de varias especies forestales en diferentes grados de amenaza. Por lo tanto, se requiere de un conocimiento preciso de esa realidad para diseñar programas cuya finalidad sea la protección de dichas especies.

Especies como jigua negro (Ocotea cernea), guayaquil (Centrolobium paraense), abarco (Cariniana pyriformis), pino amarillo (Podocarpus sp.), gua-yacán amarillo (Tabebuia chrysantha), níspero (Manilkara bidentata), chanó (Humiriastrum procera), guayacán negro (Minguartia guianensis), carrá (Hube-rodendrum patinoi), choibá (Dipteryx oleifera), cedro (Cedrela odorata), caoba (Swietenia macrophylla), roble (Tabebuia rosea), chachajo (Aniba perutilis), algarrobo (Hymenaea courbaril), incibe (Nectandra sp.) y trúntago (Vitex colum-biensis), entre otras, representan una gran riqueza en materia de biodiversidad que es menester proteger.

9796

Esta

do

de

las

Esp

ec

ies

Fore

sta

les

Am

ena

zad

as

dra sp.) y trúntago (Vitex columbiensis). En cada uno de los municipios se escogieron diferencialmente las especies forestales amenazadas a estudiar, con la ayuda de las comunidades étnicas involucradas en el estudio.

La Figura 20 muestra ejemplares de las especies forestales nativas amenazadas como el abarco, jigua negro, guayaquil, pino amarillo y guayacán encontrados en los sitios de muestreo.

Figura 20. Ejemplares de especies forestales nativas amenazadas abarco, jigua negro, guayaquil, pino amarillo y guayacán amarillo.

Tabla 12. Presencia de las 5 especies forestales amenazadas por municipio

ESPECIE ISTMINA JURADÓ RIOSUCIO RÍO QUITO CARMEN DEL DARIÉN

Jigua negro X X X X XAbarco X X X XPino amarillo X X XGuayacán amarillo X X XGuayaquil X X

Independientemente de las cantidades que se encuentren de cada una de estas especies forestales amenazadas, Juradó cuenta con el 100% de ellas. Este municipio, en especial los resguardo indígenas Mayor de Juradó y de Nussipurrú, debe ser con-siderado zonas estratégica al momento de abordar programas de recuperación de recursos biológicos en riesgo de desaparición.

El municipio de Istmina, al contrario, presenta el menor porcentaje de las cinco especies forestales amenazadas. Sólo dos (2) de ellas (el jigua negro y el guayacán amarillo) se encuentran en las zonas de muestreo de este municipio. Ello se debe a las condiciones biofísicas de los sitios pilotos que se tuvieron en cuenta para el estudio y a la devastación que han sufrido grandes superficies de vocación forestal, como consecuencia de la minería mecanizada.

Llama la atención la presencia de la especie jigua negro en todos los municipios y en todos los sitios específicos de muestreo, por lo que se puede afirmar que no existe amenaza sobre ella. Por otro lado, es preocupante la ausencia de la especie guayaquil en los municipios de Istmina, Río Quito y Carmen del Darién. Se confirma una restric-ción geográfica de la misma y se pone de manifiesto la importancia que recobran los municipios de Juradó y Riosucio cuando se emprendan programas de recuperación de este recurso.

Una alusión especial merecen las especies pino amarillo y guayacán amarillo que se encuentran en el 60% de los municipios tenidos en cuenta durante el desarrollo del trabajo. No obstante, inquieta la falta de guayacán amarillo en unos municipios que, como Riosucio y Carmen del Darién, son de altísima vocación forestal. Mas es notable la presencia de guayacán amarillo en Istmina, a pesar de las actividades productivas que destruyen la cobertura vegetal de dicha localidad.

La tabla expone que la especie abarco no existe en Istmina, pero sí en todas las otras municipalidades. La importancia mundial que tiene la especie es razón suficiente para buscar con seriedad explicaciones sobre su carencia en Istmina. Se deben revisar documentos antiguos que den cuenta del pasado del abarco en la zona, conversar con los adultos mayores del municipio y analizar registros de movilización de madera en el lugar, para tomar medidas respecto a su desaparición.

Durante una segunda etapa del proyecto, se sumaron a la investigación 12 especies forestales amenazadas, dada su gran importancia para el departamento y su amplia cultura de uso: níspero (Manilkara bidentata), chanó (Humiriastrum procera), guaya-cán negro (Minguartia guianensis), carrá (Huberodendrum patinoi), choibá (Dipteryx oleifera), cedro (Cedrela odorata), caoba (Swietenia macrophylla), roble (Tabebuia rosea), chachajo (Aniba perutilis), algarrobo (Hymenaea courbaril), incibe (Nectan-

Abarco Pino amarillo

Guayacán amarillo Jigua negro

9998

Esta

do

de

las

Esp

ec

ies

Fore

sta

les

Am

ena

zad

as

La especie más representativa es el jigua negro, de la familia Lauraceae, con algo más de 264 individuos por hectárea, lo cual da cuenta de su abundancia y de la inexistencia de factores que generen preocupación por su agotamiento en esta zona. También es importante resaltar la existencia de más de 46 y 11 individuos por hectárea de las especies choibá y carrá, respectivamente. Estos datos, aunque aparentemente bajos, si se miran en relación con otros sitios, son un privilegio para la comunidad de Chicao, debido a que las especies aquí investigadas presentan signos de agotamiento más evidentes en otros lugares del departamento.

Un caso positivo es el del pino amarillo, del cual se hallaron casi cinco (5) individuos por hectárea en jurisdicción de la comunidad de Chicao. Este dato es marcadamente superior al del municipio de Riosucio y cualitativamente muy significativo, pues en otros municipios ni siquiera se encontró un ejemplar de la especie.

La Tabla 15 relaciona la distribución de individuos de las especies forestales ame-nazadas con su estado de desarrollo. Los datos hacen evidentes los problemas de regeneración natural que presentan las especies abarco, carrá, choibá y pino amarillo e inclusive muestran una distribución supremamente irregular para la especie jigua negro, en comparación con lo encontrado en los otros sitios donde se realizó el pre-sente estudio.

Tabla 15. Distribución de individuos de especies forestales amenazadas por estado de desarrollo en Chicao, Carmen del Darién – Chocó.

ESPECIE BRINZAL LATIZAL FUSTAL TOTALAbarco 1 16 17Carrá 7 7Choibá 1 28 29Jigua negro 18 22 124 164Pino amarillo 3 3TOTAL 220

El hecho de que más del 80% de los individuos se encuentran en estado de fustal hace notorio el peligro que se cierne sobre las especies forestales amenazadas. Se deben tomar medidas inmediatas para garantizar su protección.

La Tabla 16 presenta la distribución de individuos de especies forestales amena-zadas por clase diamétrica en la comunidad de Chicao, municipio de Carmen del Darién, en el departamento del Chocó. De la información consignada se destaca el alto número de individuos de la especie choibá con diámetros a la altura del pecho que son superiores a los 60 centímetros, por lo que se hace necesario un fuerte trabajo de conciencia ciudadana orientada a impedir su aprovechamiento. Más aún cuando quedan tan pocos individuos en las clases diamétricas inferiores.

La Tabla 13 relaciona las especies agregadas al estudio con el municipio, Consejo Comunitario de Comunidades Negras o Resguardo Indígena donde fueron halladas.

Tabla 13. Presencia de las especies forestales amenazadas adicionadas en la segunda etapa del estudio.

ESPECIE ISTMINA JURADÓ RIOSUCIO RÍO QUITO CARMEN DEL DARIÉNNíspero XChanó X X XCarrá X XChoibá X XCedro XCaoba XRoble XGuayacán negro XChachajo XTrúntago XIncibe XAlgarrobo X

Información sobre el municipioCarmen del Darién, Chocó

El sitio de muestreo escogido en el municipio de Carmen del Darién fue la comuni-dad de Chicao. Se montaron un total de 62 parcelas de 10 x 10 metros y se registró la siguiente información. Se encontraron 220 individuos que representan cinco (5) espe-cies de cinco (5) familias diferentes. La Tabla 14 presenta una relación del número de individuos por especie.

Tabla 14. Número de individuos por especie forestal amenazada en la Comunidad de Chicao, Carmen del Darién, Chocó.

FAMILIA NOMBRE CIENTÍFICO NOMBRE VULGAR NÚMERO TOTAL

DE ÁRBOLES NÚMERO DE ÁRBOLES POR HECTÁREA

LECYTHIDACEAE Cariniana pyriformis miers Abarco 17 27,4

BOMBACACEAE Huberodendrum patinoi cuatrec Carrá 7 11,3

PAPILIONACEAE Dipteryx oleífera benth Choibá 29 46,8

LAURACEAE Ocotea cernua Jigua negro 164 264,5

PODOCARPACEAE Podocarpus sp. Pino amarillo 3 4,8

TOTAL 220

101100

Esta

do

de

las

Esp

ec

ies

Fore

sta

les

Am

ena

zad

as

NOMBRE COMÚN DE LA ESPECIE

NOMBRE CIENTÍFICO DE LA ESPECIE

FAMILIA NÚMERO DE INDIVIDUOS

NÚMERO DE INDIVIDUOS POR HECTÁREA

TOTAL 251

En la Tabla 18 se presenta lo concerniente al estado de desarrollo en el que se encuentran los individuos de las especies forestales amenazadas en Suruco Santa Mónica. Se puede apreciar la buena distribución de la especie jigua negro, pero sobre todo la excelente condición de su regeneración natural. Es desconcertante la inexistencia de regeneración natural de la especie chanó y la irregular distribución del guayacán amarillo, que presenta la mayor cantidad de individuos en estado de fusta-les. En la última casilla figura la excelente distribución de níspero, motivo de esperanza, aunque sus individuos no son tan numerosos.

Tabla 18. Estado de desarrollo de los individuos de especies forestales amenazadas en Suruco Santa Mónica, Istmina, Chocó.

ESPECIE NÚMERO BRINZALES

NÚMERO LATIZALES

NÚMERO FUSTALES TOTAL

Jigua negro 65 52 13 130Guayacán amarillo 1 6 16 23Chanó 0 0 15 15Níspero 48 24 11 83TOTAL 251

La distribución de los individuos de especies amenazadas por clases diamétricas muestra de manera contundente las dificultades de la especie jigua negro para que su regeneración natural avance hacia individuos de mayor desarrollo y se convierta en una verdadera alternativa de suministro de materia prima forestal en la zona.

También es obvia la necesidad de proteger la especie chanó. Esta, además de tener un escaso número de individuos, no posee ejemplares en las clases diamétricas superiores, hecho que da cuenta de sus dificultades para alcanzar diámetros de uso comercial que la conviertan en alternativa para el aprovechamiento forestal.

La información muestra la necesidad de tomar medidas para la protección de la especie maderable níspero, que tiene el mayor porcentaje de individuos en la clase diamétrica inferior (Ver Tabla 19).

Tabla 19. Distribución de individuos de especies forestales amenazadas por clase diamétrica en la comunidad de Suruco Santa Mónica, municipio de Istmina, Chocó.

ESPECIECLASE DIAMÉTRICA (cm)

TOTAL0-10 10-20 20-30 30-40 40-50 50-60 >60

Jigua negro 117 8 0 5 0 0 130

Chanó 0 4 2 3 5 1 0 15

Guayacán amarillo 13 1 2 2 3 2 0 23

Níspero 73 7 1 2 1 0 0 83

TOTAL 251

Tabla 16. Distribución de individuos de especies forestales amenazadas por clase diamétrica en Chicao, Carmen del Darién – Chocó.

ESPECIECLASE DIAMÉTRICA (cm)

TOTAL0-10 10-20 20-30 30-40 40-50 50-60 >60

Abarco 1 2 1 2 2 3 6 17Carrá 2 5 7Choibá 1 1 1 2 24 29Jigua negro 40 58 38 16 6 3 3 164

Pino amarillo 1 1 1 3

TOTAL 220

De igual manera, esta información parece evidenciar las dificultades que tiene la especie jigua negro para avanzar hacia clases diamétricas superiores, muy a pesar de la abundancia de su regeneración natural. Obsérvese que de 164 individuos tan sólo 3 tienen diámetros superiores a los 60 centímetros.

Información sobre el municipio de Istmina, Chocó

En el municipio de Istmina se tuvo acceso a dos (2) sitios de muestreo: uno en el corregimiento de Suruco, vereda Santa Mónica y otro, en el corregimiento de Puerto Salazar, vereda de Chigorodó. Sin lugar a dudas, en este último sitio se presenta mayor abundancia de individuos y especies.

En Suruco Santa Mónica, jurisdicción del territorio colectivo del Consejo Comunitario Mayor de Istmina, se registraron cuatro (4) especies forestales amenazadas pertenecien-tes a cuatro (4) familias diferentes. Las especies más representativas son el jigua negro, de la familia Lauraceae, con 130 individuos y el níspero, de la familia Sapotaceae, con 83 individuos, mientras que las menos representativas son el guayacán amarillo y el chanó con 23 y 15 individuos respectivamente.

La siguiente tabla detalla la información sobre las especies forestales amenazadas que se encontraron en Suruco Santa Mónica:

Tabla 17. Especies forestales amenazadas encontradas en Suruco Santa Mónica, Istmina, Chocó.

NOMBRE COMÚN DE LA ESPECIE

NOMBRE CIENTÍFICO DE LA ESPECIE

FAMILIA NÚMERO DE INDIVIDUOS

NÚMERO DE INDIVIDUOS POR HECTÁREA

Jigua negro Ocotea cernua LAURACEAE 130 196,96

Guayacán amarillo Tabebuia chrysantha BIGNONIACEAE 23 39,39

Níspero Manilkara bidentata SAPOTACEAE 83 125,75

Chanó Humiriastrum procera HUMIRIACEAE 15 22,73

103102

Esta

do

de

las

Esp

ec

ies

Fore

sta

les

Am

ena

zad

as

Tabla 21. Estado de desarrollo de los individuos de especies forestales amenazadas en Puerto Salazar (Chigorodó), Istmina, Chocó.

ESPECIE NÚMERO BRINZALES

NÚMERO LATIZALES

NÚMERO FUSTALES TOTAL

Jigua negro 319 153 56 528Guayacán amarillo 10 2 4 16Chanó 4 3 11 18Níspero 12 42 9 63Guayacán negro 10 9 1 20

En la Tabla 22 se presenta la distribución de individuos de especies forestales ame-nazadas en Puerto Salazar (Chigorodó), municipio de Istmina. Son claras las dificultades de la especie jigua negro para alcanzar las clases diamétricas superiores, a pesar de su abundante regeneración natural. Obsérvese que prácticamente no existe un solo individuo de la especie con diámetros superiores a los 20 centímetros.

Algo similar ocurre con la especie guayacán amarillo. Aproximadamente el 77% de sus individuos están en la clase diamétrica inferior. Sin embargo, existen dos individuos con diámetros a la altura del pecho superiores a los 60 centímetros. Ambos deben ser protegidos de inmediato, mientras se les hace un seguimiento especial para saber si pueden ser utilizados como productores de semilla.

La especie níspero tiene prácticamente el 100% de sus individuos en las dos primeras clases diamétricas, hecho que comprueba sus dificultades para alcanzar diámetros mayores. Existen cuatro (4) individuos entre los 30 y 60 centímetros de diámetro que es necesario proteger para evitar el agotamiento de la especie.

En lo concerniente al guayacán negro, urge un manejo adecuado de su regenera-ción natural. La totalidad de los individuos de la especie presentan diámetros inferiores a los 10 centímetros, lo que indica las dificultades para alcanzar clases diamétricas superiores por culpa de su tala indiscriminada.

Tras un análisis general de la información se concluye que en Puerto Salazar, Istmina, debe prohibirse el aprovechamiento de todas las especies forestales amenazadas que aparecen en la Tabla 23. Es muy importante atender a la distribución de los individuos por clase diamétrica.

Tabla 22. Distribución de individuos de especies forestales amenazadas por clase diamétrica en Puerto Salazar (Chigorodó), Istmina, Chocó

ESPECIECLASE DIAMÉTRICA (cm)

TOTAL00-10 10-20 20-30 30-40 40-50 50-60 >60

Jigua negro 453 60 0 2 0 0 0 528

Chanó 7 5 1 2 1 2 0 18

Guayacán amarillo 10 2 0 0 0 0 4 16

Níspero 57 2 0 2 1 1 0 63

Guayacán negro 20 0 0 0 0 0 0 20

TOTAL 645

Los resultados obtenidos en Puerto Salazar (Chigorodó), municipio de Istmina en el departamento del Chocó, no dejan dudas sobre la mayor abundancia del jigua negro, en comparación con Suruco Santa Mónica, el otro sitio de muestreo de Istmina. La mayor diversidad es la del guayacán negro, especie forestal amenazada que con 20 ejemplares aporta el 3,11% del total de individuos inventariados.

Se encontraron en total 645 individuos que representan cinco (5) especies de cinco (5) familias diferentes, distribución común en todos los sitios de muestreo. La especie más representativa es el jigua negro con más de 379 individuos por hectárea, mientras que el guayacán amarillo es la especie menos representativa con tan sólo 16 ejempla-res. En la Tabla 20 se consigna la información obtenida durante el trabajo de campo realizado en jurisdicción de Puerto Salazar.

Tabla 20. Especies forestales amenazadas encontradas en Puerto Salazar (Chigorodó), Istmina, Chocó.

NOMBRE COMÚNDE LA ESPECIE

NOMBRE CIENTÍFICO DE LA ESPECIE FAMILIA

NÚMERO DE INDIVIDUOS

NÚMERO DE INDIVIDUOS POR HECTÁREA

Jigua negro Ocotea cernua LAURACEAE 528 379.86Guayacán amarillo Tabebuia chrysantha BIGNONACEAE 16 11.51Níspero Manilkara bidentata SAPOTACEAE 63 45.32Chanó Sacoglotis procera HUMIRACEAE 18 12.94Guayacán negro Minguartia guianensis OLACACEAE 20 14.38TOTAL 645

Se destaca también de esta información la menor cantidad de individuos por hec-tárea de níspero en relación con Suruco Santa Mónica. El mismo comportamiento tiene la especie chanó, a pesar de que en términos absolutos se encontraron más ejemplares en Puerto Salazar: 18 contra 15 en Suruco Santa Mónica.

En lo que hace relación al estado de desarrollo de los ejemplares de especies forestales amenazadas en Puerto Salazar, Istmina, se aprecia una distribución regular de la especie jigua negro. La mayor cantidad de individuos se encuentra en estado de brinzal y latizal. Entre los dos estados alcanzan casi el 90% del total de los individuos de la especie, lo que soporta el comentario de una abundante regeneración natural.

En cambio, no puede hablarse en los mismos términos de ninguna de las otras espe-cies forestales amenazadas encontradas en Puerto Salazar, debido al bajo número de ejemplares que de ellas se encuentra en condición de brinzales y latizales. Se eviden-cian problemas con la regeneración natural de estas especies. Aparentemente, los 42 individuos de la especie níspero en estado de latizal son la excepción a esta tendencia general, pero la existencia de sólo 12 brinzales genera gran inquietud sobre la regene-ración natural de todas las especies forestales amenazadas, salvo la del jigua negro. La Tabla 21 presenta información al respecto.

105104

Esta

do

de

las

Esp

ec

ies

Fore

sta

les

Am

ena

zad

as

Un caso muy diferente es el de especies forestales guayacán amarillo, chanó y guayacán negro. El número total de individuos de estas especies es relativamente bajo y, además, los brinzales se encuentran notablemente disminuidos. Es indispensable proteger los fustales, identificando los árboles semilleros y garantizando su permanencia para poderlos utilizar en futuros programas de manejo y fomento de estas especies.

La tabla 25 muestra la distribución de los individuos de las especies forestales amenazadas por clase diamétrica. Las especies jigua negro, níspero e inclusive gua-yacán amarillo muestran una distribución regular, al presentar la mayor cantidad de individuos en las clases diamétricas inferiores. La existencia de una gran cantidad de material vegetal de estas especies es prueba de las posibilidades que las tres tienen de avanzar hacia un estado más adulto, en el que el volumen de madera sea desea-ble para emprender labores de aprovechamiento forestal. La situación del guayacán negro muestra la imperiosa necesidad de proteger los únicos individuos de la especie que se encuentran en la zona, pues la totalidad de ellos no superan los 10 centímetros de diámetro. El chanó presenta una distribución casi regular de individuos por clases diamétricas.

Tabla 25. Distribución de las especies por clase diamétrica en el Consejo Comunitario Mayor de Istmina, Chocó

ESPECIE CLASE DIAMÉTRICA (cm)0-10 10-20 20-30 30-40 40-50 50-60 >60 TOTAL

Níspero 133 6 2 3 1 1 146Guayacán amarillo 28 1 2 2 3 2 2 40Jigua negro 625 17 8 5 2 657Guayacán negro 20 20Chanó 10 7 5 3 7 1 33

Información sobre el municipio de Juradó

La privilegiada situación geográfica de Juradó y la cosmovisión de los indígenas, así como sus relaciones con la naturaleza, ofrecen un panorama alentador para algu-nas especies en esta municipalidad. La información consignada en esta parte del documento se refiere a las especies forestales amenazadas en el Cabildo Indígena de Juradó y en el Resguardo Indígena de Nussipurrú, en donde se levantaron respectiva-mente 351 y 309 parcelas.

En la Tabla 26 se relaciona la información encontrada en el Resguardo Indígena de Nussipurrú, en donde se registraron ocho (8) especies forestales amenazadas y se encontraron 1061, distribuidas conforme se reseña. De los 1.061 individuos de especies forestales amenazadas que se encontraron en el Resguardo Indígena de Nussipurrú – Juradó, 579, es decir, el 54,5% corresponde al jigua negro. El abarco es la segunda especie en presencia con 222 individuos, para un porcentaje de 20,92%. Las especies guayacán amarillo y guayaquil merecen una mención especial por sus inequívocos sig-nos de escasez. Sólo se encontraron, respectivamente, 4 y 7 individuos de estas especies.

En la Tabla 23 se presenta información integrada del territorio colectivo del Consejo Comunitario Mayor de Istmina en el departamento del Chocó. Los datos correspon-den al levantamiento de 205 parcelas de 10 metros x 10 metros, para un total de 2.05 hectáreas ubicadas entre Suruco Santa Mónica y Puerto Salazar Chigorodó.

Tabla 23. Especies forestales amenazadas en el Consejo Comunitario Mayor de Istmina – Chocó.

NOMBRE DE LA ESPECIE NOMBRE CIENTÍFICO FAMILIA NÚMERO DE

INDIVIDUOS

NÚMERO DE INDIVIDUOS POR HECTÁREA

Jigua negro Ocotea cernua LAURACEAE 658 320,48Guayacán amarillo Tabebuia chrysantha BIGNONIACEAE 39 19,02Guayacán negro Minguartia guianensis OLACACEAE 20 9,76Níspero Manilkara bidentata SAPOTACEAE 146 71,22Chanó Humiriastrum procera HUMIRACEAE 33 16,10TOTAL 896

En el municipio de Istmina la especie más abundante es el jigua negro con 320 individuos por hectárea. Lo contrario ocurre con las especies guayacán negro, chanó y guayacán amarillo, que presentan, respectivamente, 10, 16 y 19 individuos por hec-tárea, situación que muestra signos de agotamiento y que evidencia la necesidad de emprender procesos de recuperación de estas especies.

La Tabla 24 presenta la distribución de individuos por estado de desarrollo. De la información resultante se destaca la amplia presencia del jigua negro con abundante población en todos los estados de crecimiento. Muy importante resulta la cantidad de individuos que en estado de brinzal (380), lo que supone un buen comportamiento de la regeneración natural de la especie. Los datos en este sentido son claros y no hay razones suficientes para mostrar una excesiva preocupación por la posibilidad de agotamiento prematuro de esta especie.

Tabla 24. Distribución de individuos por estado de desarrollo en el Consejo Comunitario Mayor de Istmina, Chocó.

ESPECIE NÚMERO BRINZALES

NÚMERO LATIZALES

NÚMERO FUSTALES TOTAL

Jigua negro 381 209 68 658Guayacán amarillo 11 8 20 39Níspero 86 37 23 146Chanó 4 4 25 33Guayacán negro 9 10 1 20TOTAL

Una situación intermedia se presenta con el níspero, cuya madera de reconocida importancia por su alta resistencia mecánica. En el área de estudio aún se encuentran poblaciones de tamaño mediano. Lo más importante es que los individuos tienen una distribución regular y la mayoría se encuentran en estado de brinzales y latizales. Por lo tanto, se puede ver con esperanza el futuro de la especie, siempre que se haga un trabajo que le permita a los individuos ir subiendo de clase diamétrica y avanzar en la promoción del aprovechamiento de los que tengan las mayores áreas basales.

107106

Esta

do

de

las

Esp

ec

ies

Fore

sta

les

Am

ena

zad

as

ESPECIE CLASE DIAMÉTRICA (cm)Chanó 4 1 4 27 36Caoba 1 1 3 2 1 2 6 16Roble 1 2 3 7 5 1 19TOTAL 1061

Tabla 28. Distribución de individuos por clase diamétrica en el Resguardo Indígena de Nussipurrú, Juradó, Chocó.

NOMBRE DE LA ESPECIE NOMBRE CIENTÍFICO FAMILIA NÚMERO DE

INDIVIDUOSINDIVIDUOS POR HECTÁREA

Jigua negro Ocotea cernua LAURACEAE 792 225.64Chanó Humiriastrum procera HUMIRACEAE 90 25.64Abarco Cariniana pyriformis LECYTHIDACEAE 111 31.62Cedro Cedrela odorata MELIACEAE 177 50.43Caoba Swietenia macrophylla MELIACEAE 8 2.28Pino amarillo Podocarpus sp. PODOCARPACEAE 42 11.97TOTAL 1.220

Los datos referentes al Resguardo Indígena Mayor de Juradó se presentan en el la Tabla 29. En ella se aprecia que, a diferencia del Resguardo Indígena de Nussipurrú, en el de Juradó hay presencia de la especie pino amarillo, lo que sin duda marca una diferencia importante entre los dos sitios.

Tabla 29. Número de individuos por especie forestal nativa amenazada en el Resguardo Indígena Mayor de Juradó - Chocó.

NOMBRE COMUN BRINZAL LATIZAL FUSTAL TOTALAbarco 103 23 96 222Jigua negro 488 50 41 579Guayaquil 3 4 7Guayacán amarillo 4 4Cedro 9 10 159 178Chanó 4 32 36Caoba 2 14 16Roble 1 18 19TOTAL 1061

De igual, manera se destaca la pérdida de importancia que sufre el abarco, que de 71,84 individuos por hectárea que tenía en el Resguardo Indígena de Nussipurrú, pasa a apenas 31,62 individuos por hectárea en el Resguardo Mayor de Juradó. Cede, así, su espacio en importancia al cedro, que con un promedio de más de 50 individuos por hectárea se convierte en la segunda especie en abundancia en este lugar, después del jigua negro.

A excepción del cedro y la caoba, las otras especies que tienen presencia común en ambos resguardos son jigua negro, chanó y abarco. Estas tres cuentan con un mayor promedio de individuos por hectárea en el Resguardo Indígena Mayor de Juradó. Dicho

Tabla 26. Número de individuos por especie forestal nativa amenazada en el Resguardo Indígena de Nussipurrú, Juradó - Chocó.

NOMBRE DE LA ESPECIE NOMBRE CIENTÍFICO FAMILIA NÚMERO DE

INDIVIDUOSINDIVIDUOS POR HECTÁREA

Jigua negro Ocotea cernua LAURACEAE 579 187.38Guayacán amarillo Tabebuya chrysantha BIGNONIACEAE 4 1.29Chanó Humiriastrum procera HUMIRACEAE 36 11.65Abarco Cariniana piriformys LECYTHIDACEAE 222 71.84Guayaquil Centrolobium paraense FABACEAE 7 2.27Cedro Cedrela odorata MELIACEAE 178 57.61Caoba Swietenia macrophylla MELIACEAE 16 5.18Roble Tabebuya rosea BIGNONIACEAE 19 6.15TOTAL 1061

En la Tabla 27 se muestra la distribución de individuos conforme su estado de desarro-llo en el Resguardo Indígena de Nussipurrú, en jurisdicción del municipio de Juradó. De su análisis se desprende una rica información que arroja conclusiones disímiles cuando se mira la situación de cada especie. La única especie que presenta una distribución relativamente regular es el jigua negro, que tiene la mayor parte de sus individuos en condición de brinzal y la menor parte de los mismos en condición de fustal. En cuanto al abarco, se destaca un bajo número de latizales en comparación con la cantidad de fustales encontrados, aunque se presenta una distribución casi regular de los individuos por estado de desarrollo.

La situación de las especies guayacán amarillo, caoba, roble, guayaquil, cedro y chanó debe mirarse con preocupación, pues son inexistentes o es muy bajo el número de sus individuos en condición de brinzales y de latizales. Eso significa que la mayor parte del material genético de estas especies se encuentra en estado de fustal. Si no se protegen estos individuos para utilizarlos como fuente semillera, las especies podrían quedar sin representantes en esta zona de estudio. También preocupa el bajo número de ejemplares de guayaquil, guayacán amarillo, roble y caoba.

La Tabla 28 muestra la distribución de los individuos de especies forestales ame-nazadas por clase diamétrica en el Resguardo Indígena de Nussipurrú. Sobresale la existencia de un alto número de ejemplares de abarco con diámetros superiores a los 60 centímetros. La existencia de 126 individuos en la clase diamétrica inferior pone de manifiesto sus posibilidades de aprovechamiento, siempre que se tengan claros criterios de manejo que impidan el deterioro de la base genética de la especie en la zona.

Tabla 27. Distribución de individuos por estado de desarrollo en el Resguardo Indígena de Nussipurrú, Juradó – Chocó.

ESPECIE CLASE DIAMÉTRICA (cm)00 -10 10-20 20-30 30-40 40-50 50-60 > 60 TOTAL

Abarco 126 3 11 4 2 76 222Jigua 496 16 11 1 4 9 537Guayaquil 3 1 1 1 1 7Pino amarillo 31 2 1 2 2 4 42Guayacán amarillo 1 3 4Cedro 19 41 44 31 17 12 14 178

109108

Esta

do

de

las

Esp

ec

ies

Fore

sta

les

Am

ena

zad

as

ubican como las predominantes. Las especies que en el análisis estructural resultan menos comunes están evidenciando signos de agotamiento. Son abundantes las especies jigua negro, cedro, abarco y chanó, al tiempo que preocupa la escasez de guayacán amarillo, guayaquil, caoba y pino amarillo.

Tabla 32. Número de individuos por especie en la jurisdicción de la Asociación de Autoridades Indígenas de Juradó.

ESPECIE NOMBRE CIENTíFICO FAMILIA TOTALAbarco Cariniana pyriformis LECYTHIDACEAE 333Jigua (Ocotea cernua) LAURACEAE 1371Guayaquil Centrolobium paraense tul. FABACEAE 7Pino Amarillo Podocarpus sp. PODOCARPACEAE 42Guayacán Amarillo Tabebuya chrysantha BIGNONACEAE 4Cedro Cedrela odorata MELIACEAE 369Chanó Saccoglotis procera (Little) HUMIRACEAE 112Caoba Swietenia macrophylla MELIACEAE 24Roble Tabebuya rosea BIGNONIACEAE 19TOTAL 2281

La Tabla 33 presenta la distribución de individuos de especies forestales amenazadas por estado de desarrollo en jurisdicción de la Asociación de Autoridades Indígenas de Juradó, Chocó. Se destaca la excelente distribución del jigua negro, especie que defi-nitivamente no se encuentra en peligro de extinción en esta municipalidad. Preocupa la distribución del roble y la caoba, que tienen la mayor parte de sus individuos en la condición de fustal, y la escasez del guayacán amarillo y del guayaquil.

De igual manera, se destaca la situación del chanó y del cedro, especies que a pesar del relativo alto número de individuos en estado de fustal no encuentran respaldo a su permanencia en el tiempo en sus brinzales. Tal fenómeno obliga a pensar en mejores estrategias para el manejo de su regeneración natural. Algo similar ocurre con la especie pino amarillo, de la cual quedan pocos individuos confinados en espacios geográficos muy específicos. Esta situación parece ir más allá del municipio de Juradó y representar lo que prácticamente ocurre en todo el departamento del Chocó.

Tabla 33. Número de individuos por especies y estado de desarrollo en la jurisdicción de la Asociación de Autoridades Indígenas de Juradó.

NOMBRE COMÚN BRINZAL LATIZAL FUSTAL TOTALAbarco 162 59 112 333Jigua 1079 172 120 1371Guayaquil 3 4 7Pino amarillo 28 3 11 42Guayacán amarillo 4 4Cedro 56 12 301 369Chanó 14 98 112Caoba 2 1 21 24Roble 19 19TOTAL 2281

aspecto, sumado a los detalles anteriores y a la ausencia de guayacán amarillo, roble y guayaquil, es una muestra clara de las diferencias entre los dos resguardos.

La Tabla 30 presenta una relación del estado de desarrollo en el que se encuentran los individuos de las especies forestales amenazadas encontrados en el Resguardo Indí-gena Mayor de Juradó. En ella se evidencia el proceso de agotamiento de especies como la caoba, que tiene un bajo número de individuos, todos en estado de fustal. La inexistencia de brinzales y latizales de caoba es una clara muestra de las dificultades en materia de regeneración natural, que de no tenerse en cuenta en este momento podrían generar la pérdida de la especie en el lugar.

Tabla 30. Distribución de individuos por especie y por estado de desarrollo en el Resguardo Indígena Mayor de Juradó

NOMBRE DE LA ESPECIE NOMBRE CIENTÍFICO FAMILIA NÚMERO DE

INDIVIDUOSINDIVIDUOS POR HECTÁREA

Jigua negro Ocotea cernua LAURACEAE 792 225.64Chanó Humiriastrum procera HUMIRACEAE 90 25.64Abarco Cariniana pyriformis LECYTHIDACEAE 111 31.62Cedro Cedrela odorata MELIACEAE 177 50.43Caoba Swietenia macrophylla MELIACEAE 8 2.28Pino amarillo Podocarpus sp. PODOCARPACEAE 42 11.97TOTAL 1.220

La Tabla 31 muestra la distribución de los individuos de especies forestales ame-nazadas por clase diamétrica, aunque el detalle se presenta en los anexos de este documento. Se destaca la presencia de individuos con diámetros a la altura del pecho superior a los 90 centímetros en especies como abarco, jigua negro y chanó. También es de notar la existencia de una buena cantidad de individuos de estas mismas espe-cies en la primera clase diamétrica, lo cual dice mucho del buen comportamiento de las mismas en este sitio.

Tabla 31. Distribución de individuos de especies forestales amenazadas por clase diamétricas en el Resguardo Mayor Indígena de Juradó, Chocó.

ESPECIE CLASE DIAMÉTRICA (cm)00-10 10-20 20-30 30-40 40-50 50-60 >60 TOTAL

Abarco 68 0 2 4 4 5 28 111Jigua 682 43 17 5 14 6 67 834Cedro 63 23 20 31 32 15 7 191Chanó 13 0 0 0 5 6 52 76Caoba 0 2 3 0 2 1 0 8TOTAL 1.220

La Tabla 32 muestra el número total de individuos que fueron inventariados por espe-cie durante el desarrollo del trabajo. Aunque las familias Meliaceae y Bignomiaceae están representadas por dos (2) especies cada una, la suma del número de individuos no le confiere la importancia de otras como la Lauraceae y Lecythidaceae, que se

111110

Esta

do

de

las

Esp

ec

ies

Fore

sta

les

Am

ena

zad

as

Tabla 34. Distribución de individuos por clase diamétrica en jurisdicción de la Asociación de Autoridades Indígenas de Juradó, Chocó.NOMBRE COMÚN BRINZAL LATIZAL FUSTAL TOTALAbarco 162 59 112 333Jigua 1079 172 120 1371Guayaquil 3 4 7Pino amarillo 28 3 11 42Guayacán amarillo 4 4Cedro 56 12 301 369Chanó 14 98 112Caoba 2 1 21 24Roble 19 19TOTAL 2281

Finalmente, a manera de resumen y tomando en cuenta toda la información cuan-titativa de Juradó, se pueden destacar como hechos notables los siguientes:

-El alto número de brinzales de la especie jigua negro, en comparación con las otras especies y en general el bajo número de plantas en estado de brinzal. En este sentido se pueden tomar como positivos los casos del abarco y el cedro. Esta situación es preocupante, porque no muestra con suficiencia que el solo establecimiento de vedas pueda ayudar a resolver el problema de la escasez futura de la mayoría de las especies. En igual sentido se puede concluir sobre los latizales.

-La situación de especies como el guayacán amarillo y el guayaquil, que se encuen-tran única o mayoritariamente en condición de fustales, obliga a su inmediata protec-ción. Las labores de aprovechamiento pueden conducir prontamente a su agotamiento definitivo, debido a que el bosque se queda sin opciones naturales de renovación. Este hecho denota la necesidad de aunar esfuerzos para realizar trabajos conjuntos que le devuelvan al departamento del Chocó, especialmente para el disfrute de nuevas generaciones, su riqueza forestal perdida.

-El evidente agotamiento de guayaquil, pino amarillo y guayacán amarillo, especies buscadas en todos los sitios de muestreo, debe preocupar a toda la ciudadanía. Es inaplazable la intervención de las autoridades ambientales, indígenas y de comunida-des negras para construir una red de reservas de entidades étnicas que protejan este importante patrimonio natural.

Información sobre el municipio de Río Quito

La situación encontrada en el municipio de Río Quito, en lo que hace relación exclusiva a las especies forestales contempladas en la primera etapa del proyecto, es claramente desfavorable a la posibilidad de garantizar la presencia permanente de estas especies en la municipalidad. En la Tabla 35 se consigna información correspon-diente a los resultados del trabajo de campo en la comunidad de San Isidro, municipio de Río Quito en el departamento del Chocó. Se encontraron 618 individuos de especies forestales amenazadas, divididas en seis (6) familias, de las cuales la más representativa

El consolidado de las áreas refleja varios hechos importantes. En primer lugar, todas las especies contempladas inicialmente en el proyecto, es decir, las cinco (5) primeras del listado que se presenta en el cuadro, se encuentran en jurisdicción de los territo-rios colectivos de autoridades indígenas de Juradó. Dicha ubicación se debe tener en cuenta a la hora de pensar en un programa de protección de especies forestales amenazadas en el Chocó.

En segundo lugar, se confirma la abundancia relativa de la especie jigua negro, que presenta en esta área una gran cantidad de individuos, la mayoría de los cuales se encuentra en estado de brinzales. Se puede afirmar, entonces, que existe un gran potencial en el manejo de la regeneración natural de la especie. Adicionalmente, la distribución de los individuos por clases diamétricas presenta una condición ideal, lo que con adecuados programas de manejo podría garantizar su permanencia en el tiempo.

Se destaca también la relativa buena presencia de dos (2) especies forestales importantes: el abarco y el cedro, cuyas existencias sobrepasan los 330 individuos, con 162 y 56 individuos en condición de brinzales, respectivamente. Los programas de restricción del aprovechamiento de estas dos (2) especies parecen haber provo-cado un buen efecto, si se juzga por el número de individuos que tienen en las clases diamétricas superiores.

Hay evidentes signos de preocupación por lo que ocurre con el guayaquil y el guayacán amarillo en Juradó. Es aún más alarmante que la especie no se haya encon-trado en el 50% de los municipios visitados durante el estudio. La presencia de tan solo siete (7) individuos de guayaquil en el área, con más del 50% en las clases diamétricas superiores, y de cuatro (4) individuos de guayacán amarillo confinados exclusivamente a la categoría de fustales, basta para considerar una prohibición definitiva del apro-vechamiento de estas dos especies.

A pesar del relativo bajo número de individuos de pino amarillo — en total 42— , que se presentan en Juradó, la información resulta esperanzadora por cuanto esta especie parece estar casi extinta en el departamento del Chocó. Una mirada integradora de todo el estudio supone la necesidad de emprender de inmediato un programa de manejo del pino amarillo en el Chocó, que tiene como condición necesaria tomar en cuenta a la comunidad indígena de este municipio fronterizo.

La situación del chanó, del roble y de la caoba amerita el establecimiento o man-tenimiento de una veda de su aprovechamiento. De estas especies existen muy pocos y en algunos casos ningún individuo en clases diamétricas inferiores o en condición de brinzales. Los pocos individuos que quedan de ellas presentan tamaños de corta. Si se talan estos ejemplares, el municipio perderá las especies.

En la Tabla 34 se presenta la distribución de los individuos de especies forestales amenazadas por clase diamétrica. En términos de información se destaca la situación del abarco, que siendo la tercera especie en número total de individuos, tiene el mayor número en ejemplares cuyo diámetro a la altura del pecho supera los 60 centímetros. Un caso similar es el de la especie chanó, que ocupa el segundo lugar en número de individuos en la clase diamétrica superior.

113112

Esta

do

de

las

Esp

ec

ies

Fore

sta

les

Am

ena

zad

as

Si se toman en cuenta exclusivamente las cinco especies contempladas en la etapa inicial del estudio, únicamente el abarco y jigua negro se encuentran con rela-tiva abundancia en el área de jurisdicción del Consejo Comunitario de San Isidro. Sin embargo, para el primero se observan tan sólo 4 individuos en los estados de brinzal y latizal. Esto es preocupante, pues por la importancia comercial que tiene la especie y debido a la intervención antrópica, los individuos en estado fustal probablemente no alcancen el estado fisiológico de madurez en el que pueden distribuir sus semillas.

El caso del jigua negro es bien diferente. De esta especie se reportaron 387 individuos equivalentes al 65,82% del total inventariado, porcentaje que lo convierte en la especie más abundante. También se identificó una relativa homogeneidad en los reportes de los diferentes estados del bosque. Se puede deducir, entonces, que la especie presenta un buen comportamiento sucesional, condición que permite adelantar acciones más flexibles y sostenibles para su preservación. Se recomienda estudiar otras zonas para validar la hipótesis del jigua negro como especie amenazada.

En cuanto a las otras especies forestales amenazadas, se observa una relativa buena presencia del incibe y el trúntago, no sólo en número de individuos, sino también en los diferentes estados sucesionales. La situación del chanó, algarrobo y chachajo es contraria a la de las anteriores, pues además de su escasa presencia, el mayor porcen-taje de individuos se encuentra en estado fustal. Se puede deducir que estas últimas especies presentan dificultades en el proceso de regeneración natural o han sufrido un aprovechamiento exagerado en los últimos años, y que los individuos registrados son pequeños relictos de bosque que al momento de la tala carecían de un diámetro de corta deseado.

La Tabla 37 muestra la distribución de los individuos de especies forestales amenaza-das por clase diamétrica en la Comunidad de San Isidro, municipio de Río Quito, Chocó.

Tabla 37. Distribución de individuos de especies forestales amenazadas por clase diamétrica en San Isidro, Rio Quito – Chocó.

ESPECIESCLASE DIAMÉTRICA

TOTAL0- 10 10—20 20-30 30-40 40-50 50-60 > 60

Incibe 44 31 24 2 101Jigua negro 334 52 20 5 3 2 416Trúntago 36 4 5 3 2 1 51Chachajo 3 4 7Algarrobo 1 2 1 3 7Abarco 4 8 5 2 2 2 2 25Chanó 4 2 1 2 9Guayacán amarillo 1 1 2

es la Lauraceae con tres (3) especies que pertenecen a tres (3) géneros diferentes. De las otras familias se encuentró una especie solamente.

Las especies más representativas son el jigua negro y el incibe, con 416 y 101 indi-viduos respectivamente. Las menos representativas son el guayacán amarillo, el cha-chajo, el algarrobo y el chanó. Las especies abarco y trúntago están medianamente representadas por 25 y 51 individuos.

Tabla 35. Número de individuos por especie forestal amenazadas en San Isidro, Rio Quito – Chocó.

NOMBRE COMÚN BRINZAL LATIZAL FUSTAL TOTALAbarco 162 59 112 333Jigua 1079 172 120 1371Guayaquil 3 4 7Pino amarillo 28 3 11 42Guayacán amarillo 4 4Cedro 56 12 301 369Chanó 14 98 112Caoba 2 1 21 24Roble 19 19TOTAL 2281

La Tabla 36 muestra la distribución de individuos de especies forestales amenazadas de San Isidro, municipio de Río Quito, Chocó, conforme su estado de desarrollo. De la información consignada se destacan el alto porcentaje de individuos de abarco en condición de fustal, indicativo de los problemas de regeneración natural que presenta la especie; el alto número de individuos de jigua negro con representación en todos los estados de desarrollo, especialmente en brinzales; el bajo número de individuos de chanó, algarrobo, chachajo y guayacán Amarillo, y la inexistencia de guayaquil y pino amarillo, signos inequívocos de agotamiento.

Tabla 36. Estado de desarrollo de los individuos de especies forestales amenazadas en territorio del Consejo Comunitario de Río Quito, Chocó.

NOMBRE COMÚN NOMBRE CIENTIFICO FAMILIA NÚMERO DE INDIVIDUOS

NÚMERO DE INDIVIDUOS POR HECTÁREA

Abarco Cariniana pyriformis LECYTHIDACEAE 25 12.76Algarrobo Hymenaea courbaril CAESALPINACEAE 7 3.57Chanó Sacoglottis procera little HUMIRIACEAE 9 4.59Chachajo Aniba perutilis LAURACEAE 7 3.57Guayacán amarillo Tabebuia crisantha BIGNONIACEAE 2 1.02Incibe Nectandra sp. LAURACEAE 101 51.53Jigua negro Ocotea cernua nees LAURACEAE 416 212.24Trúntago Vitex columbiensis VERBENACEAE 51 26.02TOTAL 618

115114

Esta

do

de

las

Esp

ec

ies

Fore

sta

les

Am

ena

zad

as

Tabla 39. Estado de desarrollo de los individuos de especies forestales amenazadas en Truandó Medio, Riosucio, Chocó NÚMERO DE INDIVIDUO POR ESPECIES Y POR ESTADO ESPECIE BRINZAL LATIZAL FUSTAL TOTALAbarco 44 167 574 785Carrá 8 8Choibá 14 14Guayaquil 7 7Jigua negro 40 28 179 247Pino amarillo 2 2TOTAL 1043

La Tabla 40 presenta la distribución por clase diamétrica de los individuos de espe-cies forestales amenazadas en el Medio Truandó, municipio de Riosucio, Chocó. Se destaca de esta información la inexistencia de ejemplares de abarco con diámetros a la altura del pecho superiores a 60 centímetros, prueba del intenso aprovechamiento a la que esta especie ha sido sometida durante años en la zona. Hay que impedir su aprovechamiento, a pesar del alto número de individuos en clases diamétricas inferiores, para facilitar el paso de los árboles a estados más maduros de desarrollo.

Tabla 40. Distribución de individuos de especies forestales amenazadas por clases diamétricas en Truandó Medio, Riosucio, Chocó.

ESPECIECLASE DIAMÉTRICA (cm)

TOTAL0-10 10-20 20-30 30-40 40-50 50-60 >60

Abarco 210 324 146 68 16 4 768Carrá 2 2 4 8Choibá 1 1 2 1 9 14Guayaquil 2 2 1 2 7Jigua negro 68 46 64 45 17 3 4 247Pino amarillo 1 1 2TOTAL 1.046

Información sobre el municipio de Riosucio

En general, la situación del Medio Truandó en el municipio de Riosucio, en cuanto hace referencia a especies forestales nativas amenazadas, es absolutamente preocu-pante. El panorama muestra especies con una alarmante escasez de individuos y es urgente que las instituciones del Sistema Nacional Ambiental tomen medidas al respecto.

La Tabla 38 muestra el número total de individuos de las especies forestales ame-nazadas encontradas en Truandó Medio, municipio de Riosucio. La familia Fabaceae está representada por dos (2) especies y las familias Lecythidiceae, Bombacaceae, Lauraceae y Podocarpaceae, por una especie cada una. A pesar de lo anterior, así se sumasen los individuos de las dos especies de la familia Fabaceae, sus existencias no son suficientes para constituirse en representativas de la zona. Este es un signo de escasez tanto del guayaquil como del choibá.

Tabla 38. Número de individuos encontrados en Truandó Medio, Riosucio, Chocó.

FAMILIA NOMBRE CIENTÍFICO NOMBRE VULGAR

NÚMERO DE ÁRBOLES

NÚMERO DE ÁRBOLES POR HECTÁREA

LECYTHIDACEAE Cariniana pyriformis miers Abarco 768 339.8

BOMBACACEAE Huberodendrum patinoi cuatrec Carrá 8 3.5

FABACEAE Dipteryx oleifera benth Choibá 14 6.2FABACEAE Centrolobium paraense Guayaquil 7 3.1LAURACEAE Ocotea cernua Jigua negro 247 109.3PODOCARPACEAE Podocarpus sp. Pino amarillo 2 0.9TOTAL 1.046

También presentan alarmantes signos de agotamiento las especies pino amarillo y carrá, de las cuales sólo se encontraron, respectivamente, 2 y 8 ejemplares durante el desarrollo del trabajo en este sitio de muestreo. Las especies abarco y jigua negro abundan en la zona. El abarco presenta más de 300 individuos por hectárea, mientras que el jigua negro cuenta con más de 100, lo que indica su relativa abundancia.

En la Tabla 39 se presenta información relacionada con el estado de desarrollo de los individuos de especies forestales amenazadas en el Medio Truandó, Riosucio, Chocó. Es preocupante la falta de regeneración natural de las especies carrá, choibá, pino amarillo y guayaquil. Por esa razón deben ser protegidas cuanto antes.

Entre las especies encontradas la más abundante fue el abarco, con un total de 768 individuos, los cuales representan el 73,42%. Es relevante tener en cuenta que esta especie tiene buena representación en todos los estratos del bosque. Otra especie de marcadas existencias es el jigua negro, cuyos 247 individuos representan un 23,61% de las especies forestales amenazadas.

117116

Esta

do

de

las

Esp

ec

ies

Fore

sta

les

Am

ena

zad

asCONCLUSIONES

n el departamento del Chocó, al menos en los sitios de muestreo que se visitaron durante el desarrollo del presente estudio, se obser-varon numerosas existencias de la especie forestal jigua negro (Ocotea cernea). Se recomienda llevar a cabo programas de uso sostenible de esta especie, promoviéndola como sustituta de otras que, por el contrario, muestra claros signos de agotamiento. Sin

embargo, se advierten problemas en la promoción de los individuos de jigua negro hacia etapas de crecimiento más adultas, razón por cual se requiere previamente un estudio orientado al manejo de su regeneración natural.

Las especies pino amarillo (Podocarpus sp.), guayaquil (Centrolobium paraense), guayacán amarillo (Tabebuia crhysantha), chachajo (Aniba perutilis), caoba (Swie-tenia macrophylla), choibá (Dipteryx oleífera), roble (Tabebuia rosea), carrá (Hubero-dendrum patinoi) y algarrobo (Hymenaea courbaril) muestran signos inequívocos de agotamiento. Los escasos ejemplares que se encuentran en el departamento están en las clases diamétricas superiores y son restringidas a ciertos lugares. Por lo tanto, es necesaria una veda inmediata y de largo plazo, para impedir el aprovechamiento de estas especies, acompañada de un programa de repoblamiento del bosque natural.

Las existencias de níspero (Manilkara bidenta), trúntago (Vitex columbiensis), incibe (Nectandra sp.), abarco (Cariniana pyriformis), chanó (Humiriastrum procera), guaya-cán negro (Minguartia guianensis) y cedro (Cedrela odorata) son algo mayores que las registradas para las especies anteriores y su distribución por categorías diamétricas es más regular. Sin embargo, también tienden hacia la escasez y sería muy oportuna una prohibición temporal y de mediano plazo de su aprovechamiento. Se deben promover, asimismo, estrategias ambientales para garantizar la permanencia.

Las tendencias generales propuestas para el manejo de las especies forestales

amenazadas en el departamento del Chocó pueden cambiar, de acuerdo a las par-ticularidades de cada municipio o sitio de muestreo.

Para el caso particular de Río Quito, las existencias y distribución por clases diamé-tricas del chanó (Humiriastrum procera) indican claramente su agotamiento. En lo que se refiere a esta especie, se ha hecho una recomendación general para el Chocó, pero en el caso puntual de Río Quito debe prohibirse inmediatamente y a largo plazo su aprovechamiento. De igual forma, es menester implementar programas de repo-blamiento de chanó en este municipio.

Una situación contraria se presenta en los municipios de Riosucio y Juradó con el abarco, especie para la cual se ha recomendado, en términos generales, una veda de mediano plazo y la implementación de programas de manejo. En estas municipa-lidades los datos reportados para la especie suponen un tratamiento más flexible. En Riosucio y Juradó pueden promoverse programas de uso sostenible que posibiliten el aprovechamiento de la especie de manera limitada, con un sistema de monitoreo que impida el abuso de los madereros.

A los resultados de abundancia representados en las especies con mayor presen-cia en fustal se les deben prestar gran atención, por su unicidad reportada en el área muestreada y su distribución restringida. Pero el mantenimiento de la capacidad de adaptación de las especies por la presión de selección implica, obligatoriamente, una conservación in situ. Esta presupone una gestión dinámica de los mosaicos del paisaje forestal que integren las eventuales operaciones de silvicultura tendientes al manejo de las especies.

Los resultados que se obtuvieron particularmente en los municipios deben despertar el interés de las administraciones locales para promover la permanencia de algunas especies que presentan evidentes signos de escasez. Aunque no fueron intencional-mente buscadas en todos los sitios de muestreo, alarma el estado de especies como algarrobo, trúntago y chachajo en Río Quito; carrá y choibá en Riosucio; roble y caoba en Juradó, y chanó y guayacán negro en Istmina.

E

119118

Esta

do

de

las

Esp

ec

ies

Fáun

ica

s d

e In

teré

s Ec

oló

gic

o E

spe

cia

l

ESTADO DE LAS ESPECIES FÁUNICAS DE INTERÉS ECOLÓGICO ESPECIALGiovanny Ramírez MorenoCa

pítu

lo V

121120

Esta

do

de

las

Esp

ec

ies

Fáun

ica

s d

e In

teré

s Ec

oló

gic

o E

spe

cia

l

121

El Chocó Biogeográfico se percibe como un territorio homogéneo a escala regional, pero vale la pena resaltar que posee a nivel local una variedad de ecosistemas propios, como manglares, ciénagas, bosques (inundables, húmedos, nubosos y secos) y páramos. Estos son enclaves de una diversidad específica (alfa) particular que se enriquece por el recambio de especies (beta), a medida que se pasa de un ambiente a otro, contribuyendo así con la alta diversidad regional (gama).

En los bosques húmedos, nubosos y secos, ciénagas, páramos y manglares del Chocó Biogeográfico se concentra una enorme diversidad paisajística y ambiental, en la que concurren más del 40% de los vertebrados de Colombia. La gran variedad de animales está representada sobre todo por especies de tamaño relativamente pequeño. Gran parte de estos puede volar o trepar, lo que les permite refugiarse en los árboles y aprovechar los nichos y recursos que están disponibles en ellos. Muchos de estos animales, que alcanzan su máximo desarrollo en el Chocó Biogeográfico, tienen la particularidad de mimetizarse.

Esta región alberga una variedad de anfibios entre los que sobresalen ranas y sapos, con especies activas durante el día, venenosas (Dendrobatidae) y no venenosas (Leptodactylidae, Hylidae, Centrolenidae, Bufonidae). Otros anfibios representativos de este bioma son las cecilias (Caecilidae) y algunas salamandras (Bolitoglossa).

Los reptiles son igualmente diversos. De ellos se destacan numerosas especies, algunas muy venenosas como las mapanás, verrugosos, equix, 24 y las corales. Los lagartos son abundantes y van desde diminutos gecos de costumbres noctur-nas, hasta iguanas que se asolean junto a los cuerpos de agua, como variadas especies de tortugas, babillas y caimanes.

Entre el grupo de aves se destacan especies grandes y ornamentales, como

INTRODUCCIÓNguacamayas, loros, tucanes, habitantes de dosel. En las grandes alturas se obser-van águilas arpía (Harpia harpyja) y miquera (Morphnus guianensis), que patrullan el dosel. En el piso y en los árboles se mueven diversas especies de paujiles y pavas de monte. Aparte de estas especies de gran tamaño, en el bosque habitan cientos de aves pequeñas de notable diversidad, como los atrapamoscas (Tyranidae), hormigueros (Thamnophilidae), tangaras (Thraupidae) y colibríes (Trochilidae)

Más de la mitad de especies de mamíferos que habitan estos bosques son murciélagos. Ellos constituyen el grupo más importante de mamíferos de estos ecosistemas, gracias a su facultad de volar y son los mayores dispersores de plantas de estos bosques. Entre los mamíferos trepadores sobresalen monos, perezosos, martejas, puercoespines, ardillas y varios marsupiales (chuchas). En tierra se encuentran jaguares, pumas, dantas, (Tapirus) y los saínos (Pecari tayacu, Tayassu pecari), además de roedores como ratas, ratones, ñeques (Dasyprocta) y guaguas (Cuniculus paca).

Los ríos, quebradas y humedales son habitados por una sorprendente varie-dad de peces, entre los que predominan los characiformes (peces normales con escamas) y siluriformes (bagre y afines), así como cangrejos de agua dulce y otros.

Vale la pena mencionar que muchas de estas especies poseen un rango de distribución restringido a la región o a pequeñas localidades; otras, por la alta presión ejercida sobre los ecosistemas, se encuentran en algún grado de amenaza según la UICN o se encuentran dentro de los apéndices CITES. Muchas otras especies de aves y mamíferos tienen como punto sur de migraciones esta región. Los aspectos mencionados aquí evidencian la importancia de hacer un seguimiento del estado de la fauna, máxime cuando hay un alto porcentaje de riqueza, endemismos, migraciones y amenazas en una franja tan pequeña.

123122

Esta

do

de

las

Esp

ec

ies

Fáun

ica

s d

e In

teré

s Ec

oló

gic

o E

spe

cia

l

INDICADOR

ESTADO DE LAS ESPECIES FÁUNICAS DE INTERÉS ECOLÓGICO ESPECIAL DEL CHOCÓ BIOGEOGRÁFICO

El Instituto de Investigaciones Ambientales del Pacífico ha realizado esfuerzos generales para el conocimiento de escenarios biológicos singulares y, en especial, ha documentado las especies de gran importancia biológica que los integran. Tal es el caso de la Ictiofauna contenida en los humedales continentales de la cuenca media del Atrato, en los cuales se identificaron 2 especies de peces amenazadas según la UICN y 1 especie incluida en el Apéndice II del CITES. En este mismo sentido, las inves-tigaciones del IIAP reportan fauna de vertebrados (aves, mamíferos y herpetos) de interés ecológico especial (migratorias, endémicas, amenazadas y CITES), asociadas a ecosistemas estratégicos. En los páramos se hallaron 3 spp.; en las ciénagas, 29 spp; en los bosques nubosos, 29 spp y en los ecosistemas montañosos asilados de los andes, 23 spp. Paralelo al reconocimiento de la fauna de interés ecológico especial, se han elaborado planes de manejo de especies de fauna de alto valor cultural y de consumo.

La fauna íctica de los humedales del interior posee, en la zona media del Atrato, 17 especies agrupadas en 16 géneros, 11 familias y seis ordenes (Tabla 1). El orden mejor representado corresponde a Characiformes, que registra el mayor número de familias (6) y especies (9). Le sigue el orden Perciformes, con una familia y 4 especies. Cala (1990) reporta a los Characiformes como el grupo más dominante en cuanto a número de especies y de individuos en las cuencas colombianas. Casas et al. (2005) manifiestan que el dominio de los Characiformes puede atribuirse a su gran variedad morfológica, evidencia de la plasticidad de los mismos para la explotación de diversos biotopos que utilizan como hábitat y para la búsqueda de alimento. Por último, los órdenes Mylioba-

tiformes, Siluriformes, Gymnotiformes y Beloniformes estuvieron representados por una familia y una especie. Las familias Characidae y Cichlidae fueron las más representa-tivas con 4 especies cada una. El resto de familias estuvieron representadas por una especie (veáse Tabla 41).

Tabla 41. Lista de especies encontradas en la ciénaga La Grande

Orden Familia Especie Nombre vulgarMyliobatiformes Potamotrygonidae Potamotrygon magdalenae Raya

Characifiormes

Prochilodontidae Prochilodus magdalenae BocachicoCrenuchidae Characidium sp. DesconocidoCharacidae Astyanax fasciatus RabicoloradaCharacidae Astyanax stilbe LunarejaCharacidae Hyphessobrycon inconstans SardinitaCharacidae Roeboides dayii DientocitaCynodontidae Gylbertolus atratoensis Madre boquianchaErythrinidae Hoplias malabaricus QuicharoCtenoluciidae Ctenolucius beani Aguja

Siluriformes Auchenipteridae Trachelyopterus fisheri CagaGymnotiformes Sternopygidae Sternopygus sp. BeringoBeloniformes Belonidae Strongylura sp. Aguja, Lisa

Perciformes

Cichlidae Aequidens latifrons CocoCichlidae Caquetaia kraussii Mojarra amarillaCichlidae Cichlasoma atromaculatum Mojarra Cichlidae Geophagus Pellegrini Copetona

La abundancia de especies en los órdenes taxonómicos siguió el mismo patrón descrito para numerosos ecosistemas dulceacuícolas del neotrópico, caracterizados por un predominio de peces Characiformes y Siluriformes (Lowe-McConnell 1987). La baja representatividad de los Siluriformes (sólo se encontró una especie) es consecuen-cia de inundaciones durante la época de los muestreos. No fue posible capturar más especies de este orden con los aparejos de pesca empleados. Otra razón de su escasez son los ambientes bentónicos donde concurren estas especies (familias Loricariidae, Pseudopimelodidae, Heptapteridae y Pimelodidae).

Los resultados de este estudio deben tomarse como información puntual de la comunidad de peces en la ciénaga, en período de aguas altas, ya que el constante flujo hídrico (anual) posibilita un recambio continuo y una abundancia de especies en épocas secas. La misma apreciación hace Junk et al. (1989) en un ecosistema de comportamiento muy similar en la Amazonia Colombiana, donde el pulso hídrico de los ríos es el factor estacional dominante y se ha encontrado que las comunidades ícticas fluctúan enormemente a lo largo del año en respuesta a él.

Durante el tiempo de estudio se capturó un total de 442 individuos. El orden mejor representado corresponde a Characiformes con 343 individuos (74,4%). Le siguen el orden Perciformes con 93 individuos (21%). Los órdenes restantes (Siluriformes, Belonifor-

125124

Esta

do

de

las

Esp

ec

ies

Fáun

ica

s d

e In

teré

s Ec

oló

gic

o E

spe

cia

l

mes, Myliobatiforme y Gymnotiformes) estuvieron representados con 1 ó 2 individuos. Se encontraron los mayores registros en las familias Characidae, Prochilodontidae y Cichlidae, representadas por las especies Astyanax stilbe con 179 individuos (40,4%); Prochilodus magdalenae con 128 (28,89%) y Aequidens latifrons con 61(13,8%). Entre todas registran un 83,09% (368 individuos) de la captura total (véase Figura 21).

Figura 21. Abundancia de las especies de peces en la ciénaga La Grande

La abundancia de la lunareja A. stilbe se debe a la disponibilidad de recursos alimenticios de la zona litoral, motivo por el cual frecuenta aguas poco profundas en las orillas de los ríos y lagunas marginales de inundación. Otro aspecto que explica la abundancia es el tipo de hábitat donde se encuentra la especie y su comportamiento social, el cual permite una mayor efectividad de los métodos convencionales.

La abundancia del bocachico en el muestreo permite corroborar su condición fitófaga. Además, su presencia indicó las buenas condiciones de las comunidades de algas. Las anteriores apreciaciones se explican a partir del régimen hidrológico y de la oferta alimenticia que dicho régimen trae consigo, pues en el periodo de inunda-ción o aguas altas ocurre un incremento de los nutrientes en la ciénaga. Esto se debe, principalmente, a los aportes del rio, a la descomposición de la vegetación terrestre y a la caída de material alóctono, lo que origina un pulso en la productividad general del ecosistema, y que se manifiesta como una rápida y abundante proliferación de macrófitas y de algas. Del bocachico se encontraron individuos con ovocitos en estadío I y II, lo cual indica el periodo de maduración de sus gónadas para iniciar el proceso de migración reproductiva hacia los ríos y quebradas de la parte alta del río Atrato. En este sentido, Mojica et al. (2002) expresa que la migración masiva de esta especie durante subienda y bajanza es un periodo sumamente crítico, dado que coincide con su periodo de reproducción.

H. malabaricus (quicharo) es una especie que predomina en planicies de inun-dación. Sin embargo, frecuenta otro tipo ambientes. Es un depredador muy voraz, territorial y de hábitos solitarios. La presencia de individuos de este tipo en cada uno de los muestreos podría indicar una alta variedad de recurso trófico en los diferentes

niveles. La condición depredadora de esta especie ayuda a mantener un equilibrio de las poblaciones de organismos que habitan el ecosistema, impidiendo que haya sobrepoblación de especies generalistas,

La cocó (A. latifrons). El comportamiento de la especie en la ciénaga grande indica su preferencia por sitios de aguas tranquilas y riberinas. Su característica alimenticia omnívora y la gran cantidad de recursos alimenticios que provee la ciénaga (algas y macroinvertebrados, véase capítulo anterior) explica su presencia y abundancia en el ecosistema. Los individuos de esta especie tienen la particularidad de cambiar de color durante su fase reproductiva (café a verde azulado). No obstante, la coloración de los ejemplares capturados en este estudio no mostraron este patrón.

Characidium sp. Durante el muestreo se encontró un individuo en la zona del caño, ambiente que cumple con los requerimientos ecológicos de la especie (aguas rápidas con abundante perifiton). Además, el reporte de la especie se puede atribuir a que su recolección se realizó de manera ocasional y no hubo muestreo minucioso en el área de registro. Las especies Trachelyopterus cf. fisheri, Strongylura sp. y Astyanax fasciatus presentan, igualmente, un solo registro, que probablemente se debe a un desplaza-miento en busca del recurso trófico presente en la ciénaga en épocas de inundación.

Es importante resaltar, que además de las especies anteriormente mencionadas y registradas en la ciénaga la Grande, pescadores y pobladores hablan de la existencia de otras especies de gran importancia comercial, como doncella (A. pardalis), bagre (P. bufonius) y dentón (L. muyscorum). La presencia de estas especies en ecosistemas cenagosos es corroborada por otros estudios realizados en la región, como Casas et al 2005 y Mosquera et al 2005, quienes las hallaron en la ciénaga la Grande (Quibdó).

Especies Amenazadas o de Importancia Ecológica

De acuerdo a las categorías de amenaza establecidas por la UICN, Mojica et al (2002) reportan al bocachico (P. magdalenae) como especie en peligro critico (CR); a la doncella (A. pardalis), como especie en peligro (EN) y a la raya (Potamotrygon magdalenae), que se encuentra en el apéndice II (CITES, Figura 22). En la actualidad, el bocachico es una de las especies con mayor grado de vulnerabilidad en la cuenca del Atrato, por su alto aporte a la pesca comercial y de consumo. Es evidente que la sobrepesca es el principal factor que ha incidido en la disminución de su volumen de pesca. Se captura durante todo el año, tanto en ciénagas como en los ríos. La doncella es una especie endémica de Colombia, de aprovechamiento comercial y de hábitos migratorios que la hacen susceptible a la pesca. Al igual que las otras especies comer-ciales del río Atrato, existe una marcada declinación en sus volúmenes de pesca, así como en sus tallas de captura. Los pescadores de las diferentes comunidades expresan la preocupación en cuanto a la disminución de la boquiancha (C. atratoensis), especie que años atrás registraba altos volúmenes de pesca y que en los últimos años sólo se capturan algunos pocos individuos. Las comunidades piensan que esta reducción o desaparición se debe a la introducción de la cachama (Colossoma macropomum), especie voraz y territorial que compite con otras y se alimenta de otros peces.

127126

Esta

do

de

las

Esp

ec

ies

Fáun

ica

s d

e In

teré

s Ec

oló

gic

o E

spe

cia

l

Figura 22. Imágenes de especies capturadas en la ciénaga La Grande, municipio del Medio Atrato, Chocó, Colombia. a. Aequidens latifrons; b. Sternopygus sp. c. Astyanax fasciatus; d. Gilbertolus atratoensis; e. Caquetaia kraussii; f. Ctenolucius beani; g. Hoplias malabaricus; h. Prochilodus magdalenae; i. Potamotrygon magdalenae.

Fauna de vertebrados (aves, mamíferos y herpetos) de interés ecológico especial, asociadas a ecosistemas estratégicos como ciénagas, páramos y bosques nubosos

El IIAP-MAVDT-COCOMACIA (2008) ha registrado, para los humedales interiores de la cuenca baja y media del Atrato, un total de 24 especies de vertebrados de inte-rés ecológico especia de las cuales 10 corresponden a aves. Estas se distribuyen así: 3 especies migratorias, 4 casi endémicas, 5 amenazadas y 2 en apéndice CITES. Se destaca la especie Pyrilia pyrilia (cotorra cariamarilla), por estar categorizada como vulnerable y por ser casi-endémica de la región. Anas discors (pato) es otra especie vulnerable y migratoria. De igual manera, Crax rubra (paujil del Chocó) es una especie en categoría vulnerable y en Apéndice III del CITES. Es notable la alta vulnerabilidad de las familias de aves de hábitats acuáticos como Charadriidae, y Tynamidae. Los mamíferos se encuentran representados por 8 especies de importancia ecológica

particular, de las cuales 7 se ubican en alguna categoría de amenaza y 1 especie es endémica de la región. Los herpetos poseen 3 spp. en conjunto, 2 para los reptiles y 1 para los anfibios, todas en Apéndice II de CITES. Por último, se reportan los peces con 3 especies de importancia ecológica en peligro crítico según la UICN y 1 especie en Apéndice II de CITES (véase Tabla 42).

Tabla 42. Lista de vertebrados de interés ecológico especial para los humedales continentales del Atrato

AVIFAUNA

FAMILIA ESPECIE NOM. COMÚN

CAT. DE AMENAZA

CAT. CITES

ENDEM-MIGRAC

Anatidae Anas discords Pato VU Migratorias Anhimidae Chauna chavarria Chavarría VU

Bucconidae Bucco noanamae Bobo de noanama Casi -endémica

Cracidae Crax rubra Paujil del Chocó VU Apéndice

III

Cathartidae Cathartes aura (laura Migratorias Charadriidae Pluvialis squatarola Chorlo Migratorias

Psittacidae

Pionopsitta pyrilia Cotorra cariamarilla VU Casi -endémica

Pyrillia pulcra Cotorra carirrosada Casi -endémica

Ara ararauna Guacamaya aliamarilla Apéndice

I

Tinamidae Crypturellus kerriae VU Casi -endémica

MAMÍFEROS

FAMILIA ESPECIE NOM. COMÚN

CAT. DE AMENAZA

CAT. CITES ENDEM-MIGRAC

Atelidae Alouatta palliata Mono ahullador VU

FelidaeLeopardus pardalis Tigrillo VU Panthera onca León VU Puma concolor Tigre VU

Mustelidae Lontra longicaudis Nutria VU

Myrmecophagidae Myrmecophaga tridactyla Oso caballo VU

Tayassuidae Tayassu pecari Tatabro VU

129128

Esta

do

de

las

Esp

ec

ies

Fáun

ica

s d

e In

teré

s Ec

oló

gic

o E

spe

cia

l

REPTILES

ESPECIE FAMILIA CAT. DE AMENAZA CAT. CITES ENDEM-MIGRAC

Caiman crocodilus (babilla) Alligatoridae Apéndice II

Chelydra serpentina (bache) Chelydridae Apéndice II

ANFIBIOS

ESPECIE FAMILIA CAT. DE AMENAZA CAT. CITES ENDEM-MIGRAC

Ranitomeya minuta (rana venenosa) Dendrobatidae Apéndice II

ICTIOFAUNA

ESPECIE FAMILIA CAT. DE AMENAZA CAT. CITES ENDEM-MIGRAC

Prochilodus magdalenae (bocachico) Prochilodontidae CR

Ageneiosus pardalis (doncella) Auchenipteridae EN

Potamotrygon magdalenae (raya) Potamotrygonidae Apéndice II

La fauna de vertebrados de importancia ecológica especial que albergan los ecosistemas paramunos también está siendo monitoreada por el IIAP-CODECHOCO-ACADESAN (2009). Se registra en una pequeña franja del Páramo del Duende (Chocó)un aspecto ecológico importante a nivel fáunico: la presencia del puma (Puma con-color) y del oso de anteojos (Tremarctos ornatus), especies típicas andinas reportadas como vulnerables (UICN), producto del tráfico y caza (CITES) en muchos escenarios de la geografía nacional. Existen aves de distribución restringida que cumplen criterios AICA (Áreas Importantes Para la Conservación de Aves), como Eriocnemis mosquera (paramero áureo).

El bosque de niebla de la región del Chocó Biogeográfico también ha aportado un número significativo de especies de fauna de valor ecológico especial. El IIAP (2010) en investigaciones realizadas en el área de influencia del alto Galápago, en jurisdic-ción de San José del Palmar, identifica diversos escenarios en condiciones naturales que posibilitan la existencia de gran variedad de hábitats. Este lugar se convierte, así, en un atractivo para el estudio de poblaciones y comunidades faunísticas especiales. Dichos hábitats singulares se constituyen en uno de los más importantes atributos de la zona de media montaña de la región. Este estudio permitió identificar en campo algunas especies de anfibios del género Atelopus, que según la UICN se encuentra en un estado crítico de amenaza. Por tal motivo, es importante realizar monitoreos perió-dicos para conocer el funcionamiento de las especies de este género. A nivel de aves se registraron 11 especies casi endémicas: Amazilia rosenbergi (amazilia del Chocó), Heliodoxa imperatrix (diamante coronado), Cephalopterus penduliger (toropisco del Pacífico), Pipreola jucunda (frutero verdinegro), Oreothraupis arremonops (gorrión Tangarino), Thamnophilus multistriatus (barata carcajada), Anisognathus notabilis (tan-gara del Pacífico), Chlorochrysa phoenicotis (tangara esmeralda), Diglossa indigotica

(picaflor del Chocó), Iridosornis porphyrocephalus (musquerito gargatilla) y Semnornis ramphastinus (compas). Estas especies presentan una hábitat casi restringido a la región pacífica colombiana y se extienden hasta la región pacífica ecuatoriana. Se registraron dos especies confinadas para Colombia: Bangsia aureocincta (tangara o bangsia de Tatama), restringida sólo para el Chocó en la región montañosa de la serranía de los paraguas, entre los 1500 - 2200 m, y Bangsia melanochlamys (tangara aurinegra), que se encuentra en diferentes puntos de la región andina entre los 1300 – 2400m. De las aves migratorias se reportaron 3 especies: Progne chalybea (golodrina de campanario), Progne subis (golondrina púrpura) y Tangara nigroviridis (tangara berlina). Estas espe-cies viajan desde la zona boreal (MB) de Norte América durante el invierno, migrando después de reproducirse, y su estadía en el país es de septiembre a mayo.

Se registraron 8 especies con algún grado de amenaza, según Salaman et al (2009), como águila crestada (Spizaetus isidori), pava negra (Aburria aburri), toropisco del Pacífico (Cephalopterus penduliger), gorrión tangarino (Oreothraupis arremonops), tan-gara del Tatama (Bangsia aureocincta), tangara aurinegra (Bangsia melanochlamys) y musquerito gargantilla (Iridosornis porphyrocephalus) —Véase Tabla 43—. El Cerro Galápagos, por ser el nacimiento de las principales fuentes hídricas que abastecen a los pobladores de San José del Palmar y presentar unas particularidades biológicas, puede considerarse para el establecimiento de un área especial para el manejo de las aves. Esta zona, por su composición y estructura, es morada de poblaciones que son objeto de conservación y de aprovechamiento como ornamentación y alimentación. Se recomienda estudiar a las poblaciones Bagsia aureocinata, Bangsia melanochla-mys, Semnornis ramphastinus, Patagioenas fasciata y Spizaetus isidori, entre otras, para conocer su dinámica poblacional, distribución potencial y densidades relativas. Así se podrán determinar figuras de conservación reales que se ajusten a estas especies.

131130

Esta

do

de

las

Esp

ec

ies

Fáun

ica

s d

e In

teré

s Ec

oló

gic

o E

spe

cia

l

Tabla 43. Lista de aves de interés ecológico especial para los para los bosques nubosos

Taxón Abundancias Nombre Común

OrdenApodiformes

Familia Especies C.A

Trochilidae

Amazilia rosenbergi C-end Amazilia del

ChocóHeliodoxa imperatrix C-end Diamante

coronado

Falconiformes Accipitridae Spizaetus isidori* NT Aguila crestada

Galliformes Cracidae Aburria aburri* NT Pava negra

Passeriformes

Cotingidae

Cephalopterus penduliger* VU C-end Toropisco del

Pacífico

Pipreola jucunda C-end Frutero verdinegro

Oreothraupis arremonops* VU C-end Gorrion

tangarino

HirundinidaeProgne chalybea migra Golondrina de

Campanario

Progne subis migra Golondrina Púrpura

Thanmophilidae Thamnophilus multitriatus C-end Barata

Carcajada

Thraupidae

Anisognathus notabilis C-end Tangara del

PacíficoBangsia aureocincta EN end Tangara de

RatamaBangsia melanochlamys VU end Tangara

AurinegraChlorochrysa phoenicotis C-end Tangara

EsmeraldaDiglossa indigotica C-end Picaflor del

ChocóHemithraupis guira Nuevo Pintasilgo

GuiraIridosornis porphyrocephalus NT C-end Musquerito

GargatillaTangara nigroviridis Nuevo-migra Tangara

berilina

Piciformes Capitonidae Semnornis ramphastinus* NT C-end Compás

Los mamíferos son representantes de la fauna endémica de los Andes y de la media y baja montaña del Pacífico colombiano. Entre ellos podemos encontrar algunas especies que actualmente presentan graves amenazas de conservación y, por ende, se encuentran en los listados de la UICN. En este sentido, el cerro Galápagos alberga 7 spp. clasificadas como vulnerables: Tremarctos ornatus (oso de anteojos), Panthera onca (tigre), Puma concolor (león), Tayassu pecari (sahino) y Mazama americana (venado). La ‘comadreja colombiana’ (Mustela felipei), que ha sido catalogada como el mamífero más raro en Suramérica (véase Tabla 44). Los únicos cinco ejemplares de

esta especie que han sido estudiados provienen de Colombia y Ecuador. Uno de ellos fue capturado en el Alto Galápago, limítrofe al Sur del Parque, UICN, s.f. (1995).

Tabla 44. Lista de mamíferos de interés ecológico especial para los bosques nubosos

Familia Especie Categoría UICN

Ursidae Tremarctos ornatus (oso de anteojos) VU

Felidae Leopardus pardalis (tigrillo) VUFelidae Panthera onca (tigre) VUFelidae Puma concololor (león) VUMustelidae Mustela felipei (comadreja) VUTayasuidae Tayassu pecari (sahino) VUCervidae Mazama americana (venado) VU

El cerro de Tacarcuna, ubicado en la zona norte del Chocó e inmerso en la eco-rregión del Darién, se caracteriza por su enorme riqueza biológica y su endemismo. Posee un amplio rango de taxa, incluyendo aves, reptiles, anfibios y mariposas. Según Birdlife, esta región es una de las más importantes del planeta. Es, además, una alter-nativa única, tanto para conservar una parte importante de la diversidad biológica, como para obtener información que ayude a proteger estos fragmentos significativos de los ecosistemas naturales. Algunos de ellos se encuentran en óptimas condiciones, principalmente aquellos que se destacan por su riqueza biológica, como es el caso del Cerro de Tacarcuna.

Endemismo de aviar. Las investigaciones del IIAP (2010) reportan 5 especies casi endémicas: Amazilia rosenbergi (amazilia del Chocó), Xenornis setifrons (hormiguero de tacarcuna), Pheugopedius spadix (cucarachero cabecinegro), Ramphastos brevis (tucán del Chocó) y Crypturellus kerriae (tinamú del Chocó). Estas forman un grupo de especies compartidas con Ecuador, pues hacen parte de la ecorregion Darién, catalogada como una de las más importantes áreas para la conservación de aves.Por presentar un alto endemismo de especies (Terborgh & Winter 1982), dicha zona fue incluida dentro de las ecorregiones de máxima prioridad para la conservación a nivel global (Dinerstein et al. 1995).

Aves migratorias. Se registraron 7 especies migratorias: Riparia riparia (golondrina ribereña), Progne chalybea (golondrina de campanario), Progne subis (golondrina púr-pura), Dendroica petechia (reinita dorada), Willsonia canadensis (reinita de Canadá), Oporornis philadelphia (reinita enlutada) y Catharus ustulatus (zorzal buchipecoso). Estas especies son migratorias boreales, es decir, que viajan desde la zona boreal (MB) de Norte América durante el invierno y migran después de reproducirse. Su estadía en el país es de septiembre a mayo.

Aves Amenazadas. Se registraron 5 especies con algún grado de amenaza según UICN (2010): Crypturellus kerriae (tinamu del Chocó), Ara ambiguus (guacamaya ver-dilimon), Xenornis setifrons (hormiguero de Tacarcuna), Crax rubra (pajiul del Chocó) y Accipiter collaris (azor collarejo). Las principales causas del grado de amenaza de estas especies en el cerro de Tacarcuna son la transformación de los bosques en cul-tivos, la tala selectiva de los arboles maderables —que son su hábitat— y la cacería indiscriminada (ver Tabla 45).

133132

Esta

do

de

las

Esp

ec

ies

Fáun

ica

s d

e In

teré

s Ec

oló

gic

o E

spe

cia

l

Planes de manejo para la fauna amenazada

Los esfuerzos de investigación interinstitucional han llevado a la construcción de herramientas para el manejo y la conservación de la fauna silvestre amenazada. En este caso particular, el IIAP-Codechocó (2009), junto a los consejos comunitarios locales de seis municipios de la selva húmeda (Quibdó, Atrato, Cértegui, Unión Panamericana, Cantón de San Pablo y Medio Baudó), elaboraron un plan de manejo para puercos de montes. Ambas especies (Tayassu tajacu y Tayassu pecari) se encuentran en el Apéndice II CITES. (Véase r Figura 23).

Un plan de manejo para dos especies de perezosos (Bradipus variegatus y Cho-loepus hoffmanni), listados en Apéndice II CITES. (Véase Figura 24).

Durante esta investigación se realizaron censos poblacionales, análisis de estado de hábitat y de niveles de presión trófica. Con los resultados se establecieron linea-mientos de manejo para recuperar pobla-ciones, fomentar la educación ambiental y promover un mejor uso de las especies objeto del estudio.

Tabla 45. Lista de aves de interés ecológico especial para los ecosistemas aisladosTaxón Importancia Ecológica

Orden Familia Especies Categoría de Amen

Endemismos –Migraciones

Psitaciformes Psittacidae Ara ambiguus EN

TrochilidaeHeliodoxa jacula Nuevo registrAmazilia rosenbergi C-endChalybura urochrysia Nuevo registrAccipiter collaris NT Nuevo registr

Galliformes Cracidae Crax rubra VU

Passeriformes

HirundinidaeRiparia riparia Migra

Progne chalybea MigraProgne subis Migra

ParulidaeDendroica petechia MigraWilsonia canadensis MigraOporornis philadelphia Migra

Thamnophilidae Xenornis setifrons VU C-endPheugopedius spadix C-end

Turdidae Catharus ustulatus MigraRamphastos brevis C-endCrypturellus kerriae VU C-end

La mastofauna fue poco observada, aunque se notaron indicios como huellas, heces, pelajes, etc. Estos permitieron determinar la presencia de 17 especies, de las cuales 6 presentan algún grado de amenaza según la UICN. (Véase Tabla 46).

Tabla 46. Lista de mamíferos de interés ecológico especial para los ecosistemas aislados

Orden Familia Especie Nombre local

CategoríaUICN CITES MIGRAT

Rodentia Muridae Akodon sp Ratón de monte DD

Primates

Callitrichidae

Sanguinus geoffroyi Michichi VU

Sanguinus oedipus Michichi VU

Cebidae Ateles fusciceps Mica negra CR

Felidae Panthera onca Tigre VUPerissodactyla Tapiridae Tapirus bairdii Danta CR

Figura 24. Bradipus variegatus, perezoso de tres uñas, capturado

en una faena de caza en el municipio de Cértegui, Chocó.

Figura 23. Fauna silvestre de cacería, municipio de Cantón de San Pablo, Chocó.Tatabro (Tayassu pecari).

135134

Bio

co

me

rcio

y M

erc

ad

os

Ve

rde

s

BIO

CO

MER

CIO

Y

MER

CA

DO

S V

ERD

ESJa

iro M

igue

l Gue

rra G

utié

rrez

Capítulo VI

137136

Bio

co

me

rcio

y M

erc

ad

os

Ve

rde

s

El Instituto de Investigaciones Ambientales del Pacífico, IAP, tiene diversos resultados en sus ejercicios de producción de conocimiento que suman a la base requerida para que la biodiversidad, además de ser una expresión de identidad u orgullo del Chocó Biogeográfico, pase a ser un valor de opción para el bienestar de las familias asentadas en este territorio. Investigaciones sobre coleópteros, orquí-deas, palmas, ofidios, especies forestales amenazadas, manglares y ciénagas, entre otras, constituyen importantes insumos para los crecientes y promisorios Mercados Verdes y el Biocomercio.

Por mercados verdes se denomina a la producción, comercialización y consumo de productos generados en procesos limpios y con alta calidad para el beneficio de los consumidores y el ambiente. El Concepto de Biocomercio o Biotrade surge en el marco del Convenio sobre la Diversidad Biológica, CDB, firmado en 1992, del cual es signatario Colombia y en el que se definen estrategias y acciones encaminadas al logro de los siguientes objetivos: a). Conservación de la diversidad biológica, b). Uso sostenible de sus componentes, c). Participación justa y equitativa de los beneficios que se derivan del uso de los recursos de la biodiversidad. Estos objetivos orientan los programas y experiencias que en materia de Biocomercio se vienen desarrollando en diferentes escenarios del mundo. Mercados Verdes y Biocomercio (MV/B) han sido impulsados desde diferentes instancias gubernamentales, particularmente desde el Ministerio del Ambiente, en donde existe un programa específico para tal fin.

El Biocomercio Sostenible se refiere al conjunto de actividades de recolección y/o producción, procesamiento y comercialización de bienes y servicios derivados de la biodiversidad nativa, bajo criterios de sostenibilidad ambiental, social y econó-mica, mientras que los mercados verdes se amplían a productos que no incluyen la biodiversidad. Por esta razón, en el IIAP se acentúa el desarrollo de este concepto.

El Biocomercio es una respuesta a realidades conflictivas que se desarrollan en relación al mercado de productos, de una parte al constante incremento de la problemática ambiental, con altas tasas de deforestación; extinción o puesta en categorías de riesgo a amenaza de muchas especies de alto valor de uso o de importantes roles ecosistémicos; deterioro de las condiciones de vida del suelo, par-ticularmente a partir de la contaminación con residuos no biodegradables; erosión y manipulación de la base genética de semillas nativas, entre otras. De otra parte, en el campo social se experimenta una profunda y aun creciente brecha entre quienes tienen acceso al bienestar y aquellos que no, de manera particular en paí-ses reconocidos tradicionalmente por su riqueza biológica. “El Biocomercio impulsa la construcción de estrategias de aprovechamiento sostenible ambiental, social y económicamente, formulando protocolos de manejo alternativo y novedoso de los recursos y servicios de la biodiversidad, identificando formas limpias de desarrollar productos competitivos en el mercado por su calidad; generando mecanismos que fortalezcan un mercado alternativo para consumidores de productos limpios”.

El Chocó Biogeográfico colombiano reúne condiciones especiales en materia

INTRODUCCIÓNde recursos provenientes de la biodiversidad que le posicionan en lugares privilegia-dos para lograr su adecuada utilización, desarrollando productos y servicios diversos, abundantes y de alta calidad. Estas condiciones están representadas en la existencia de más de 5.600 especies vegetales, agrupadas en 184 familias y 1437 géneros; más de 140 especies dulceacuícolas y más de 70 marinas; alrededor de 115 especies de mariposas; más de 160 especies de reptiles, de las cuales 23 son endémicas, y más de 590 especies de aves. A nivel de mamíferos se reportan más de 165 especies agrupadas en 38 familias y 107 géneros. Esta riqueza en especies biológicas es complementada con múltiples servicios ambientales que ofrecen los ecosistemas de la región que, a la vez que gozan de la particular condición de ser muy diversos, también son altamente frágiles. Finalmente, se adjunta un valor adicional representado en diferentes culturas desarrolladas en relación con la abundante biodiversidad existente, particularmente las de grupos afro que constituyen la mayor población asentada a lo largo y ancho del Chocó Biogeográfico, seguido de cinco etnias indígenas y pequeños grupos mestizos dispersos en los conglomerados humanos.

La existencia de la mencionada riqueza biofísica y cultural evidencia diferentes expresiones lingüísticas y la construcción permanente de saberes locales, que resig-nifican la relación hombre-mujer-naturaleza, que más allá de modificar la valoración económica de sus productos y/o servicios, se constituye en sí misma, en un modelo de uso y aprovechamiento de los recursos.

Los mercados para los productos derivados de la diversidad biológica siguen cre-ciendo a nivel mundial. Se percibe su incremento en los últimos años por los desarrollos en los campos de la biotecnología, los insumos renovables para la industria y el aumento de los consumidores de productos naturales y limpios.

El IIAP es consecuente con la evolución de los desarrollos que se tienen en torno a la biodiversidad y sus posibilidades como valor de opción. El Instituto procura generar información y conocimiento oportuno, pertinente y eficaz, para que los tomadores de decisiones lo hagan en forma acertada, en orden a un manejo adecuado que garantice sostenibilidad ambiental y bienestar para la población relacionada con dicha biodiversidad y los ecosistemas que la contienen.

Se referencian en esta publicación aspectos de interés para el Biocomercio y los mercados verdes, tomados de algunos estudios realizados en el IIAP, que contribuyen a los objetivos de impulsar el Biocomercio y en los que se devela el estado de los ofidios venenosos (Formulación y desarrollo de acciones de implementación del Plan Nacional de Bioprospección en Colombia, con énfasis en la valoración y el uso sostenible de los recursos genéticos y sus productos derivados, relacionados con el estudio de ofidios venenosos del Chocó Biogeográfico y la producción de sueros antiofídicos. Quibdó, 2008); los coleópteros o escarabajos Scarabaeidae pleurosticti del Norte del Chocó Biogeográfico, estudiados por Jhon Neita; las palmas, estudiadas por Giovanny Ramí-rez; las especies forestales amenazadas, estudiadas por William Klinger, y los valores culturales asociados al turismo, estudiados por Jairo M. Guerra.

139138

Bio

co

me

rcio

y M

erc

ad

os

Ve

rde

s

EL BIOCOMERCIO Y EL CHOCÓ BIOGEOGRÁFICO

La riqueza biodiversa existente en el Chocó Biogeográfico es el potencial de bienes-tar que tienen las familias y comunidades que ancestralmente ocupan este territorio y que, gracias a sus prácticas de intervención amigables con la naturaleza, han permitido que hoy sea uno de los relictos de biodiversidad de la humanidad.

El Biocomercio promueve el uso sostenible y la conservación de la biodiversidad por lo que se constituye en una alternativa para promover el deseado y merecido desarrollo humano y económico de las familias indígenas, negras y mestizas que sobreviven en medio del potencial representado en especies y servicios ambientales de ecosistemas.

Diferentes son los factores que ponen en riesgo la riqueza biodiversa del Chocó Biogeográfico, al menos en la posibilidad de generar bienestar para las poblaciones que conviven con ella; de una parte, la extracción indiscriminada de recursos natura-les, particularmente maderas y metales preciosos, que se realiza bajo el esquema de economía de enclave que generan ingresos temporales sin ningún tipo de arraigo en lo local; economía que, cuando se suspende, deja miseria humana en cuanto suprime el flujo de circulante económico y genera descomposición social y cultural; de otra parte, en las últimas décadas ha ingresado en el área la dinámica de los cultivos lim-pios de la palma aceitera y la coca, los cuales marcan en el campo ecológico una frontera agrícola inexistente en las prácticas productivas de indígenas y negros, quienes enriquecen los bosques con cultivos asociados y ciclos de aprovechamiento sostenible del suelo. Este se deja ‘descansar’ con períodos de recuperación natural de cobertura vegetal y demás seres vivos. Además, la dinámica de los mencionados cultivos está asociada a procesos sociales violentos que generan desplazamiento forzado y desin-tegración familiar, alterando la cultura tradicional de prácticas productivas amigables con la naturaleza.

Las comunidades indígenas y negras asentadas en el Chocó Biogeográfico son poseedoras de una amplia gama de conocimientos tradicionales asociados a la biodiversidad, los cuales constituyen un potencial para el desarrollo de productos competitivos a partir de ingredientes naturales que han respondido a necesidades alimentarias, farmacéuticas, cosméticas y de diferentes servicios comunitarios. Algunos de estos ingredientes ya se encuentran en productos desarrollados en el mercado.

La ventaja de los productos basados en ingredientes naturales en el Chocó bio-geográfico es que pueden superar los factores de peso y volumen que encarecen el transporte de los productos actualmente generados. De otra parte, los productos actuales no incluyen valor agregado, pues no existen tecnologías apropiadas.

Desarrollar una línea de productos con base en ingredientes naturales ofrece ven-tajas comparativas para la región: la abundante biodiversidad existente, los conoci-mientos tradicionales desarrollados en las culturas afro e indígena asociados a dicha biodiversidad, la exigencia de desarrollar tecnología apropiada y pertinente que genere valor agregado y competitividad a los productos.

El IIAP tiene como jurisdicción el Chocó Biogeográfico, el cual es identificado por el contraste entre la abundancia o riqueza biodiversa y la falta de bienestar socioeconó-mico de la población en él asentada, representado particularmente en bajo acceso

a bienes y servicios, debilidad institucional generalizada para la gestión y para la gobernabilidad cultural y territorial. La población representada por el IIAP es la que padece las deficiencias señaladas y, por ende, los conocimientos e informaciones que en su responsabilidad misional debe producir el IIAP tienen el imperativo de mejorar los reportes de bienestar reflejados en los indicadores que monitorean dicha situación.

El Biocomercio en las acciones del IIAP

La investigación impulsada por el IIAP en los tres componentes (ecosistémico, productivo y sociocultural) está dirigida a la producción de conocimiento que sea útil para la toma de decisiones que lleven a mejorar en forma integral las condiciones del bienestar de la población y el ambiente. Sin embargo, el Instituto ha priorizado un programa en el componente productivo, con unas líneas pertinentes que deben desarrollar inicialmente el tema del biocomercio como una estrategia que responde en forma integral a la generación de productos, a partir de la biodiversidad, que incluyan mejoramiento de procesos de manejo, transformación y calidad de los productos con trazabilidad de distribución justa y equitativa de beneficios.

La Política 4 del Plan Estratégico 2007 – 2011 plantea la ejecución de investiga-ción pertinente y de interés social. Es decir, el IIAP debe “enrumbar sus acciones para garantizar el mayor impacto de las mismas a los menores costos, lo que le exige, por una parte, la definición clara de sus propósitos investigativos en el corto, mediano y largo plazo, y por la otra, la identificación de todos los mecanismos que hagan posible la ejecución de las acciones dirigidas al logro de los propósitos definidos”. Desde esta premisa, el Instituto perfila sus investigaciones a la generación de conocimientos e información que sea respuesta a los intereses ambientales y a los sociales, esto es, diri-gidos a la superación de las altas tasas de destrucción del ambiente, particularmente suelos, cobertura vegetal y especies, y a la pobreza que acusan las comunidades afro e indígenas asentadas en el Chocó Biogeográfico.

En este sentido son básicos los tres componentes que aborda el IIAP en sus investi-gaciones: el ecosistémico, el productivo y el sociocultural. Sin embargo, para el caso específico del biocomercio, el plan de investigaciones le aborda desde el programa seis, “uso y aprovechamiento sostenible de la oferta ambiental del Chocó Biogeográfico”, caracterizado por su diálogo e interlocución entre la Política Ambiental, la Agenda Pacífico 21 y los intereses comunitarios.

El programa busca generar conocimiento sobre la forma de usar y aprovechar sosteniblemente la oferta ambiental de la región, tomando en cuenta el conocimiento tradicional local y los criterios de producción limpia. Se trata de mejorar las condiciones económicas de la región, fortaleciendo la seguridad alimentaria y la generación de excedentes. El conocimiento e información deben llevar a la innovación en procesos y tecnologías que mejoren la competitividad regional en aspectos como la zoocría y el manejo de la fauna silvestre, la agricultura tradicional, el turismo sostenible, la minería responsable, la forestería comunitaria, la extracción y aplicación de extractos, aceites, colorantes, resinas y otros renglones en los que la región podría resultar competitiva por la base de sus recursos naturales.

141140

Bio

co

me

rcio

y M

erc

ad

os

Ve

rde

s

Zoocría y fauna silvestre. Esta línea establece una relación entre la fauna silvestre, especialmente aquella con uso como fauna de caza o con potencial para el desa-rrollo de productos. De la primera han derivado ancestralmente la proteína animal las comunidades en su dieta alimentaria, en algunos casos domesticando venado (Odocoileus virginianus), guagua (Cuniculus paca) y zaino (Tayassu tajacu); en otros, impulsando la zoocría de pava cantona (Ortalis cinereiceps), pavón (Cichla ocellaris), perdiz (Alectoris rufa) y guacharaca (Ortalis ruficauda), con reproducción en cautive-rio o semiconfinadas. Además, profundiza en el conocimiento de la fauna silvestre en general con funciones diversas de polinización, dispersión de semillas y otras.

“Un buen número de especies fáunicas que habitan ecosistemas boscosos del Chocó Biogeográfico desempeñan un papel preponderante como elementos de sobe-ranía alimentaria de comunidades indígenas y negras, además de las otras funciones ecológicas que merecidamente se le atribuyen a estas especies. El desarrollo de esta línea busca identificar modelos productivos que garanticen el manejo y aprovecha-miento sostenible de especies fáunicas de alta cultura de uso local”.

Minería responsable. Es una línea que reivindica una práctica cultural ancestral de pueblos indígenas desde los tiempos de la conquista y la colonia de las comunidades afro. En la actualidad, diversas subcuencas y microcuencas albergan poblaciones dedicadas a la actividad minera como su principal renglón productivo.

“La minería es una actividad productiva de mucha importancia para la econo-mía de varios entes territoriales del Chocó Biogeográfico. Sin embargo, sus impactos sobre los ecosistemas y el paisaje son devastadores. Esta línea de investigación busca consolidar experiencias productivas en minería amigable con el ambiente para hacer que la actividad no agote tan drásticamente, como lo hace ahora, la base natural de la región”.

Agricultura tradicional. En el Chocó Biogeográfico difícilmente se puede aplicar el concepto de agricultura a las prácticas productivas relacionadas con el cultivo y cría de animales domésticos. En la agricultura convencional se tienen unos parámetros o imaginarios que se nominan y describen con precisión: finca, es un área con medidas de superficie, zonificada, con cultivos o actividades de cría de animales y posiblemente con áreas boscosas; límites y vecindario definidos y reconocidos comunitaria y legal-mente. Cultivo, se refiere a un área con medidas de superficie (hectárea, cuarterón, fanegada, cabuya, entre otras), una o varias especies plantadas y manejadas con prácticas bastante reconocidas de organización de suelo, hoyamiento, consecución de semillas, manejo de semillas, siembra, mantenimiento a través de desyerbe, hasta recoger las cosechas. De la misma forma, las crías de animales domésticos se hace con especies y prácticas reconocidas: ordinariamente, animales confinados o semi-confinados con manejo de alimentos, espacios y tiempos.

En las comunidades afro e indígenas, con algunas diferencias entre unos y otros, se tienen prácticas productivas de cultivos y cría de animales con características muy particulares que les alejan de los conceptos e imaginarios antes expuestos: entre ‘libres’ o afros la propiedad sobre la tierra no tiene medidas de superficie. En la parte del ‘frente’ ha tenido límites reconocidos sin medidas lineales o de otra especie. Simplemente, el reconocimiento del ‘frente’ y la parte del fondo sin importar regularidad del polígono son reconocidos como ‘respaldo’.

No hay límites definidos con precisión, salvo en la parte del frente que lo demarca

un cauce, una vía o un camino. Por supuesto, si los límites son flexibles, los vecinos tam-bién pueden ser temporales. A partir de la Ley 70, para el caso de los afro aparecen imaginarios como los límites y los vecinos, pero para la totalidad del territorio colectivo, y después de los 18 años transcurridos después de la promulgación de la Ley, aún se siguen emitiendo los títulos y las comunidades que recibieron los primeros apenas empiezan a apropiarse de los nuevos imaginarios.

Para el caso indígena, a pesar de lo antiguo del reconocimiento de los resguardos desde tiempos de la colonia (Ley 89 de 1880), el territorio sigue sin límites y, al igual que los afro hacia los años de 1940, cambian el asentamiento disperso en las orillas de ríos y quebradas por los conglomerados.

Los cultivos no tienen medidas. Tanto en la comunidad afro como en la indígena se denominan ‘colino’. La forma de medir lo cultivado es por semillas: “Tengo sembrada una ‘libra’ (cien plántulas) de plátano”, o “tengo un ‘almud’ de maíz (64 casas de 4 mazorcas cada una, es decir, 256 mazorcas) o “tengo una ‘lata’ de arroz (más o menos 15 kilos de arroz en pergamino)”. Cada familia tiene más de un colino disperso en el territorio colectivo o resguardo, todos con cultivos asociados en diferentes combina-ciones, con pasos para el establecimiento muy propios del Pacífico: ‘voleo’ o riega de maíz, socola, siembra, tumba, pudre.

Las especies cultivadas son en su mayoría nativas o naturalizadas en la zona. A este tipo de denominación no es fácil traducirla en medidas de superficie, dado que el área ocupada por la cantidad de semillas plantadas depende del experto que las planta, de acuerdo a consideraciones subjetivas de su conocimiento del suelo o de las bondades del tiempo de siembra. Así hay quienes siembran más ‘apretado’, es decir, que la misma cantidad de semillas ocupa un espacio mayor.

Las crías de animales domésticos o domesticados ancestralmente se han realizado en forma ‘libre’, sin confinación, andando por los patios, debajo de los tambos, en algunos casos en forma silvestre (caso de cerdos en el Baudó), con especies criollas, adaptadas o domesticadas. La vida en conglomerados redujo la posibilidad de tener especies sueltas, debido a los conflictos interfamiliares que ocasionan. Así surgió el confinamiento o el semiconfinamiento. Estos mecanismos apenas se vienen experimen-tando y apropiando. Sin embargo, presentan el limitante de la necesidad de presencia cotidiana, suministrando atención, manejo y alimentación.

Los modelos de producción tradicional en el Pacífico han mostrado históricamente su compatibilidad con la conservación de la base natural y con la oferta de los suelos de la región. Sin embargo, desde una mirada limitada, en términos generales se le critica por los bajos niveles de producción que con ella se logran. Esta línea de investigación busca consolidar modelos productivos consonantes con la oferta de los suelos, que promueva el incremento de la producción de varias especies de importancia regional, como arroz, plátano, coco, borojó, almirajó, bacao, chontaduro, etc., al tiempo que garantiza la práctica de modelos de producción más limpia.

Las particularidades del sistema de producción de las etnias afro e indígenas, y la abundancia de biodiversidad de los ecosistemas en donde se desarrolla, son una oportunidad para lograr certificaciones por diversas causales.

Turismo sostenible. El Chocó Biogeográfico cuenta con innumerables y reconocidos sitios de interés turístico, algunos ubicados en cercanías o directamente en el mar; otros en los valles aluviales y en las crestas y laderas de la cordillera occidental. Esta línea de

143142

Bio

co

me

rcio

y M

erc

ad

os

Ve

rde

s

investigación, además de identificar y caracterizar biofísica, social y económicamente estas zonas, pretende producir información que permita el desarrollo de productos turísticos y la evaluación de factores de uso de los existentes, tal como la capacidad de carga.

Forestería comunitaria. Un alto porcentaje del territorio del Chocó Biogeográfico se caracteriza por ser de vocación forestal, por lo que se espera que la puesta en mar-cha del Plan Nacional de Desarrollo Forestal le proporcione al sector la posibilidad de impactar el desarrollo de la región desde el uso integral del bosque. El aporte de este al desarrollo regional se ve desde la perspectiva del uso sostenible del bosque natural, lo que apunta a tener en la ordenación forestal una herramienta básica para garantizar la sostenibilidad del recurso y obliga a esta línea a avanzar en la zonificación de áreas y especies para la reforestación productora.

Las investigaciones que realiza el IIAP generan conocimiento direccionado al desa-rrollo de productos competitivos en el mercado o al incremento de las condiciones alimentarias. Algunas de éstas están relacionadas con la caracterización de especies vegetales como: orquídeas y palmas con potencial ornamental; micobiota o especies de fauna (vertebrados e insectos): ofidios, fauna de caza, coleópteros, etc. Además, se estudian condiciones de servicios ambientales con valores culturales asociados y con potencial para el turismo.

Estos son algunos resultados específicos de investigaciones adelantadas por el IIAP:

Orquídeas silvestres del Chocó Se estudiaron diversas zonas: de pluviosidad baja, media, moderadamente alta, alta

y muy alta, con temperatura microtermal y mesotermal que oscila entre los 23,5 y los 27,5 ºC., y megatermal bajo con valores entre 25,7 a 27,9 ºC. Según la humedad dispo-nible, con balance hídrico semiseco a moderadamente húmedo (-25,0 a 112,0) 43,5 a 112,0, se presenta una excepción en el municipio de Unguía (Delta de la cuenca baja del río Atrato) y parte de los municipio de Acandí donde hay un enclave de balance hídrico semiseco a ligeramente húmedo (-25,0 a 43,5); con balance hídrico húmedo a muy húmedo (112,0 a 248,9); con balance hídrico perhúmedo a superhúmedo (248,9 a 385,8). Según el relieve: zonas estuarinas, llanuras aluviales (0 a 50 m), piedemonte (50 a 100 m) y colinas bajas 100 a 200 m).

Se compiló una lista de especies registradas para el Departamento del Chocó con un total de 169 distribuidas en 76 géneros. Entre las especies se registran 15 con distri-bución para el Chocó y 7 nuevos reportes de géneros.

En cuanto a los ofidios venenosos en el Chocó Biogeográfico, se reportan 18 especies. El género más representativo es el Micrurus, el cual guarda relación con las especies conocidas comúnmente como corales, pero las de mayor accidentalidad son las del género Botrhops, llamadas ‘equis’ en la región.

En las categorías UICN, los ofidios venenosos presentes en el Chocó Biogeográfico se encuentran en buen estado de conservación si se tiene en cuenta que solamente el 27, 78% se encuentran “en peligro“, mientras que el 72,22% estaría fuera de las cate-gorías de alerta.

Los ofidios venenosos, además de causales de accidentalidad, constituyen una oportunidad productiva sostenible, pues sus venenos se emplean como ingredientes para el desarrollo de vacunas antiofídicas específicas.

El envenenamiento ofídico es una condición prevalente relacionada con activida-des de campo (agricultura, ganadería, minería) en regiones tropicales como Valle del Cauca, Cauca, Nariño y Chocó. Desde octubre de 2004, el Ministerio de Protección Social de Colombia declaró este evento como de notificación obligatoria, que se realiza por el Sistema de Vigilancia. Epidemiológica, SIVIGILA.

Recientes reportes facilitan la comprensión del mecanismo de acción de los diferen-tes venenos, describiendo la toxicidad local, hemorrágica, nefrotóxica e hipotensora del veneno bothrópico; neurotoxicidad vagal del veneno lachésico; mionecrolítica y neurotóxica del veneno crotálico y capacidad paralizante del elapídico, siendo estos los géneros responsables del 99% de los envenenamientos en Colombia, entre los que se destaca el bothrópico con 90-95% de los casos.

Estudio del recurso palmas en dosregiones fitogeográficas del Chocó

El estudio se realizó en las Estaciones Ambientales del Instituto de Investigaciones Ambientales del Pacífico, ubicadas en Tutunendo y Angostura, Alto San Juan. Se identificaron los conocimientos y usos tradicionales de las palmas a través del método ‘valoración cultural’.

145144

Bio

co

me

rcio

y M

erc

ad

os

Ve

rde

s

En la Estación Ambiental de Tutunendo se estudiaron 14 transectos correspondientes a un área de 1.5 ha, en donde se registraron 3.818 individuos, de 4 especies (Bactris sp.), distribuidas en 18 géneros.

Los géneros mejor representados fueron Geonoma, con 5 especies (Geonoma calyptroginoidea, Geonoma cuneta, Geonoma deversa, Geonoma divisa y Geonoma stricta); Bactris, con 4 especies (Bactris barronis, Bactris brongniartii, Bactris coloniata y Bactris hondurensis); Wettinia, con 3 especies (Wettinia equallis, Wettinia quinaria y Wet-tinia radiata); seguidos de Pholydostachis (Pholydostachis dactyloidea y Pholydostachis pulcra) y Oenocarpus (Oenocarpus mapora y Oenocarpus minor), con dos especies cada uno. Es de resaltar que los 5 géneros anteriormente mencionados suman 16 espe-cies correspondientes al 52% de las registradas entre los 18 géneros de la localidad.

En la Estación Ambiental Angostura, Alto San Juan, en un área de 1 ha (10 transectos de 100x5m y 2 de 500x5m) se registraron 1429 individuos, pertenecientes a 15 géneros y 23 especies.

La representatividad a nivel genérico fue Geonoma, con 5 especies (Geonoma calyptroginoidea, Geonoma chococola, Geonoma cuneta, Geonoma deversa, y Geonoma stricta); Bactris (Bactris hondurensis, Bactris maraja) Wettinia (Wettinia equallis, Wettinia quinaria); Pholydostachis (Pholydostachis dactyloidea y Pholydostachis pulcra) y Oenocarpus (Oenocarpus mapora y Oenocarpus minor), con dos especies cada uno. Es de destacar que los 5 géneros anteriormente mencionados suman 13 especies correspondientes al 57% de las registradas entre los 15 géneros de la localidad.

Escarabajos Scarabaeidae ‘pleurosticti’ del Norte del Chocó Biogeográfico

Los escarabajos, además de cumplir con una función ecológica importante en los bosques del Chocó Biogeográfico, pueden ser indicadores de estado de los suelos, por lo que algunos autores los proponen como bioindicadores que determinan la aptitud de estos para usos agrícolas, entre otras funciones. Igualmente, algunas especies tienen potencial comercial y en algunas culturas se venden como mascotas.

Los muestreos se realizaran en seis sitios seleccionados con base en características ecológicas que determinan la diversidad del grupo en las diferentes formaciones vegetales del Norte del Chocó Biogeográfico en Colombia: bosque seco tropical (bs-T) y bosque muy húmedo premontano (bmh-PM) (Espinal 1977, Neita et al. 2006), con una variación altitudinal entre 0 y 43 metros, humedad relativa del 50%, precipitación media anual inferior a los 5.000 mm y una temperatura promedio de 28ºC.

Se capturaron un total de 445 especímenes que representan a 57 especies, distribui-das en cuatro subfamilias, 11 tribus y 32 géneros, así: la subfamilia Dynastinae representa el 52,63%, seguida de Rutelinae, con 22,80%; Cetoniinae, con el 15,78% y Melolonthinae, con 8,77% de las especies.

La abundancia de las especies estuvo dominada por la subfamilia Dynastinae, con el 83,82% de los especímenes capturados, seguida de Rutelinae, con 9,43% y Cetoniinae y Melolonthinae, con 3,70% de las abundancia de las especies (Fig. 3).

De las especies capturadas se reportan dos nuevos géneros para el departamento

del Chocó: Barybas blanchard, 1850 (Melolonthinae) y Strigoderma burmeister, 1844, con S. sulcipennis burmeister, 1844 (Rutelinae).

Valores culturales asociados al turismoSe han realizado varias investigaciones que dejan conocimientos aplicables al

aprovechamiento de los atractivos naturales como insumos para el desarrollo de productos turísticos. De dichos estudios se presentan los resultados de un esfuerzo por asociar valores culturales a los productos turísticos. Se han identificado tradiciones, usos y costumbres asociados a la biodiversidad costera chocoana y se han proyectado tres escenarios que se podrían materializar en productos turísticos.

La investigación develó los usos de especies en los campos de la salud, mejora-miento de atributos personales, control del ambiente o hábitat humano y de especies adversas a las cultivadas, así como la existencia de seres sobrenaturales asociados a diferentes escenarios del bosque, quebradas, árboles y caminos, que pueden tener efectos nocivos o benéficos para los humanos. También se estudió el uso de especies para la elaboración de artesanías, la construcción de estructuras de vivienda humana o animal y la asociación a tradiciones, entre otras funciones.

Se proponen tres modelos de escenarios en los que los productos turísticos se podrían enriquecer con valores culturales, en el PNN Utría:

A. Bosque del encanto afro y embera. Los valores culturales asociados a la biodiversidad por comunidades indígenas Embera Dóbida y las comunidades afrochocoanas se escenificarán en tres áreas del sendero Cocalito: • El bosque del espanto. En la entrada, a ambos lados de la quebrada, aprovechando

el sombrío y la disposición de árboles y quebradas, se ubicarán imágenes relativas a las leyendas tradicionales y mitos de emberas y afros, tales como La Tulivieja, La Madre Agua, La Madre Monte o El Riviel. Cada imagen irá acompañada de una decoración que recree la leyenda y de un resumen de la misma. La escultura pondrá en evidencia la relación entre el valor cultural y la biodiversidad del lugar.

• Los árboles encantados. Se seleccionarán tres individuos, uno de Carrá, uno de Choibá y otro de Salero para acondicionarles observadores de especies vegetales y animales asociados. Se representarán sus diversas funciones, por ejemplo el uso del Carrá como campana para pedir auxilio o emitir avisos; como refugio de caza-dores y personas que deben pernoctar en el bosque, y como terapia simbólica de sanación de hernias umbilicales. Se mostrará el uso del Choibá como proveedor de alimento para guacamayas, loros, guaguas y humanos; su uso maderable y el de su corteza como guasca. Se presentaran los usos del Salero para fabricar artesanías y como fuente de alimento para aves y roedores.

• Heliconias y aves asociadas. Se acondicionará un observador de heliconias con mantenimiento de resiembra y poda, en donde se puedan admirar las aves mon-tañeras.

147146

Bio

co

me

rcio

y M

erc

ad

os

Ve

rde

s

B. La belleza hecha planta: Bromeliario y orquidiario en manglar. Se sugiere organi-zar en el sendero del manglar una ronda con pasadizos en puentes elevados que permitan observar las bromelias, las orquídeas y las especies e insectos asociados.

C. Parque biodiverso de Utría. En los alrededores del sendero que conduce de las instalaciones de hospedaje administrado por Mano Cambiada a la residencia de los funcionarios del Parque, se sugiere organizar un muestrario de biodiversidad. En dicho camino deben primar especies endémicas, de uso o con potencial ornamen-tal, amenazadas y emblemáticas de la región. Se podría organizar en este lugar una especie de laberinto donde se escenifique el entundamiento.

Categorías del biocomercioEl biocomercio ha identificado un conjunto importante de iniciativas, tanto comu-

nitarias como privadas, que se agrupan por recursos promisorios susceptibles de ser aprovechados, a saber:

Productos naturales no maderables. En este grupo se encuentran los productos dife-rentes a aquellos derivados de madera aserrada o sistemas agrícolas que manejen especies provenientes del medio natural y en ningún caso hayan sufrido procesos de domesticación. Entre ellos se encuentran:• Tallos, hojas, raíces, yemas apicales, frutos, aceites de semillas y semillas, entre

otros, los cuales son utilizados principalmente como materiales para construcción, para la industria alimenticia, farmacéutica y de artesanías.

• Resinas, gomas, aceites, oleorresinas, utilizados para alimentación, productos farmacéuticos o industriales.

Productos naturales maderables. Estos son productos derivados de especies made-rables, que resultan gracias al correcto aprovechamiento de los recursos del bosque y/o al establecimiento de plantaciones forestales con fines comerciales.

Sistemas agropecuarios. Comprenden los productos derivados de actividades relacionadas con la cría o cultivo de especies mantenidas con buenas prácticas ambientales y sociales en medios controlados por el hombre.

Productos de fauna silvestre. Comprende los productos derivados de animales zoo-criados o pie de cría capturados en el contexto de planes de manejo que no pongan en riesgo la existencia de las especies.

Servicios ambientales

• Ecoturismo. Es el turismo especializado y dirigido que se desarrolla en áreas con un atractivo natural especial y se enmarca dentro de los parámetros del desa-rrollo humano sostenible. Busca la recreación, el esparcimiento y la educación del visitante a través de la observación, el estudio de los valores naturales y de los aspectos culturales relacionados con ellos. (Definición acuñada para Colombia

por la Ley 300/96).• Pago por conservación. Es el pago que se hace a familias o comunidades por

ejecutar acciones de conservación en un área importante de biodiversidad.• Bonos ambientales. Son los bonos que se ofertan en el mercado internacional por

la capacidad de captura de CO2 que tenga un bosque o un ecosistema.

Prospectivas del Biocomercio en El Chocó Biogeográfico

El biocomercio en el Chocó Biogeográfico no es nuevo. Tiene algunas experiencias aisladas, entre ellas un intento de agrupación a través de la Red Colombia Verde. Sin embargo, las posibilidades de desarrollo son amplias y se inician procesos que pueden dar pie a la constitución de diversas empresas de productos derivados de la biodiversi-dad, con valores agregados y procesos de transformación de ellos, y en la trazabilidad de la distribución justa y equitativa de los beneficios.

149148

Bio

co

me

rcio

y M

erc

ad

os

Ve

rde

s

Servicios ambientalesLos ecosistemas y la biodiversidad en general ofrecen una serie de servicios ambien-

tales, algunos de los cuales poco a poco se han ido integrando a la categoría de pro-ductos y posicionándose en nichos de mercados especializados: regulación hídrica, de vientos y de otros factores climatológicos; captura de carbono, polinización, belleza escénica, entre otros, son en la actualidad servicios ambientales que han permitido el desarrollo de productos.

Cualquiera de estos recursos debe ser manejado para constituirse en productos. En algunos casos se trata de la producción de conocimientos, tal como los bonos, pero en otros se deben hacer complejos procedimientos técnicos o industriales para llegar a productos, por ejemplo fármacos o ingredientes naturales. Ocasionalmente se utilizan recursos como productos, lo cual les hace poco competitivos, como es el caso de playas o cascadas.

Aprovechamiento sostenible de especies silvestres

Las especies silvestres en el Chocó Biogeográfico juegan un papel muy importante en el suministro de bienes y servicios para unas comunidades cuyo sistema económico ha tenido como fuerte componente el de la recolección. Plantas medicinales, maderas para la industria, látex, fibras bejucos, frutas son algunos de los productos que recolectan las poblaciones afro e indígena. Es tan fuerte este elemento que la siembra de espe-cies asociadas en el ‘colino’ se asemeja a un enriquecimiento de bosques para que tenga más qué colectar que un cultivo dentro de un sistema agrícola. Esta afirmación se consolida con la preferencia de una cosecha dispersa en el tiempo, a una en un solo momento que daría más rentabilidad en el mercado.

Cultivos asociados (silvicultura)

Los ‘colinos’ asocian especies alimenticias, medicinales, arvenses, maderables y otras con doseles similares al bosque prístino1. Estos cultivos están dirigidos principalmente a la seguridad alimentaria para autoconsumo y la producción de algunos excedentes que generen los recursos monetarios para la adquisición de bienes y servicios de pro-ducción exógena.

Los cultivos tienen la característica singular de producir frutos de especies endé-micas de la región con valor de uso, así como opciones para muchas aplicaciones en diferentes usos e industrias que lleven a mejorar cada vez más el bienestar de las familias y las comunidades.

Mercadeo (certificaciones, ferias)Los productos derivados de la biodiversidad en el Chocó Biogeográfico tienen una

prospectiva de mercado promisoria, en cuanto es creciente en el universo el espectro de los consumidores alternativos que demandan bienes y servicios caracterizados por

1 Duque, A. 2001

ser generados en procesos que garanticen calidad para la vida en lo corporal – no contaminante del organismo ni del medio ambiente; sociocultural – no disociador, sí fortalecedor de identidad, gobernabilidad y de la economía; no consonante con el incremento de la brecha entre ricos y pobres, sí con trazabilidad de distribución justa y equitativa de beneficios.

Las condiciones del Chocó Biogeográfico son propicias para desarrollar productos, fortalecer clusters, acceder a mercados y tramitar el empleo del conocimiento tradi-cional y el mejoramiento de la transformación de bienes. También para promover el uso de la biodiversidad nativa, la creación de redes de productores, la certificación de procesos y productos, la creación de estrategias de mercadeo, y la participación en ferias y eventos nacionales e internacionales. Colombia cuenta con eventos espe-cíficos bianuales para productos generados en procesos productivos limpios: FIMA y BIOEXPO, además de otra serie de ferias que acogen la posibilidad de presentación de productos con las mismas características, tales como Expoalimentaria, Feria del Hogar y Expoartesanías, entre otras. A nivel internacional, existen igualmente numerosas ferias especializadas por industrias: Beyond Beauty en Francia para cosmética; Exposustentat en Brasil para alimentaria, y Natural Ingredinet en Inglaterra para Farmacéutica.

En Colombia ya existe oferta institucional para certificaciones: INCONTEC y FUN-DACION NATURA están ofreciendo procesos de certificaciones de buenas prácticas, entre otras instituciones.

Retos del Biocomercio en El Chocó Biogeográfico

Las iniciativas en biocomercio enfrentan diversos retos, propios del contexto económico, cultural o ambiental donde se desarrollan. Algunos de dichos retos son:

• Identificación de especies potenciales para el biocomercio y desarrollo de productos competitivos, a partir de la biodiversidad y sus servicios ambientales.

• Aprovechamiento y conservación simultánea de la biodiversidad con el estable-cimiento y seguimiento de medidas de precaución relativas a ecosistemas frágiles o protegidos, al igual que con especies introducidas, en vía de extinción o ame-nazadas. Para ambos objetivos, se suelen establecer indicadores o criterios de evaluación que permiten mantener un monitoreo constante sobre los efectos de la actividad empresarial desarrollada.

• Innovación permanente para negocios que aprovechan recursos de la biodiversidad poco explorados con fines comerciales en el pasado. El desarrollo de las iniciativas en biocomercio exige centrar los esfuerzos en investigar y desarrollar cada uno de los productos ofrecidos, al mismo tiempo que se realizan las adaptaciones o inven-ciones tecnológicas necesarias. En el Chocó Biogeográfico las tecnologías usadas son blandas y las nuevas no son adaptadas a las circunstancias.

• Respeto por la legislación y relaciones territoriales, entendiendo el biocomercio como una apuesta de desarrollo integral en el que se propende por la sostenibilidad ambiental, social y económica de las empresas. Para el éxito de las iniciativas en biocomercio resulta imprescindible conocer y respetar los derechos de las comu-

151150

Bio

co

me

rcio

y M

erc

ad

os

Ve

rde

s

nidades que habitan los respectivos territorios en los que se desarrolla, al mismo tiempo que se hace necesario tener claridad frente a la tenencia y derechos de aprovechamiento tanto del territorio como de sus recursos. La propiedad de los territorios en el Chocó Biogeográfico es mayoritariamente colectiva y de resguardos.

• Búsqueda de rentabilidad económica y financiera en los negocios que empren-den las iniciativas del biocomercio, con el reto de ser sostenibles y rentables en el tiempo, mientras se desenvuelven en un escenario altamente competitivo que les exige creatividad y profesionalismo en el desarrollo de su idea de negocio.

• La comercialización como elemento crítico de las iniciativas en biocomercio, identificando y desarrollando mercados objetivos con el aprovechamiento de las ventajas comparativas y el establecimiento de una sólida mezcla de mercadeo. Tales son las garantías de desarrollo que tienen este tipo de experiencias.

GLOSARIO• COLINO. Área cultivada en forma asociada con diferentes especies de alto valor

de uso para la alimentaria, medicina y otros. Es semejante a chagra o parcela.• FRENTE. Límite frontal de los territorios usados o en propiedad de comunidades

afro en el Chocó Biogeográfico. Denomina la totalidad del lote. El propietario o usuario se expresa sobre su territorio así: tengo un frente que va de la boca de la quebrada Dipurdú hasta la boca de la quebrada Motordó.

• RESPALDO. Es la parte posterior del territorio, la extensión del territorio desde la línea de frente hacia atrás, no tiene medida precisa.

• LIBRA. Unidad de medida de semillas de musáceas y otras equivalente a cien (100) plántulas. Se expresa como “tengo una libra de plátano, banano o de primitivo sembrada”.

• LIBRE. Denominación del afro en diferenciación del indígena. Proviene de la denominación que dio el indígena a los afros fugitivos que llegaron a refugiarse en búsqueda de la solidaridad del indígena, para diferenciarlo de aquel que continuaba siendo esclavo.

• ALMUD. Unidad de medida aplicada al maíz en mazorcas. Equivale a 64 casas o manos de 4 mazorcas cada una, es decir, 256 mazorcas.

• LATA. Unidad de medida aplicada al arroz en pergamino, sin trillar. Equivale aproximadamente a 15 kilogramos de peso.

• VOLEO. Técnica de siembra de algunas especies, como maíz o ñame. Se hace regando los granos debajo del bosque. El regador va delante y los socoladores van detrás. Las hierbas y bejucos que ellos cortan caen sobre los granos y con sus hojas les cubren, permitiendo que al pudrirse germinen los granos.

• BOROJÓ. Fruto endémico de zonas húmedas usado para jugos. Su nombre pro-viene del embera y significa “como o en forma de cabeza”. Fue usado para embalsamar cadáveres.

• ALMIRAJÓ. Fruto endémico de zonas húmedas. Se usa para la alimentación.• BACAO. Fruto endémico de zonas húmedas, usado para la alimentación.

BIBLIOGRAFíA• Instituto de Investigaciones Ambientales del Pacífico. Plan estratégico 2007 – 2011.• RAMIREZ FONNEGRA, María C. GUIA: Biocomercio Sostenible – Escuela Móvil en

Biocomercio Sostenible. Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, Bogotá, Colombia.

• Duque, Andrés. Doseles en cultivos de comunidades negras. Trabajo de grado. Universidad Tecnológica de Pereira – UTP. Pereira, 2001.

153152

Bio

co

me

rcio

y M

erc

ad

os

Ve

rde

s

CAPíTULO HUMEDALES

• Arias, P.A. 1985. Las ciénagas de Colombia. INDERENA, Subgerencia de pesca y fauna terrestre. Proyecto evaluación recurso pesquero. Bogotá D.C. 70 p.

• Castillo-C, L. F & R. Johston-G. 2002. Evaluación de los Humedales de los deltas de los ríos San Juan, Baudó y ciénegas de Tumarado, Perancho, la Honda y la Rica Bajo Atrato departamento del Chocó. Sección Avifauna Acuatica. Cali-dris, Ministerio del Medioambiente de Colombia, WWF – programa Colombia. Santiago de Cali-Colombia.

• Cárdenas L., D. & N. R. Salinas (eds.). 2007. Libro rojo de plantas de Colombia. Volumen 4. Especies Maderables Amenazadas: Primera parte. Serie libros rojos de especies amenazadas de Colombia. Bogotá, Colombia. Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas SINCHI-Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial. 232 pp.

• Cuesta & Cuesta 2001. En Maturana y Cuesta 2002, datos sin publicar.• Duque M. V., Gómez J. A & Palacios N. 2003. Plan de manejo del Humedal los

Platillos en el Medio Atrato (Antioquia – Chocó). Revista Semillas. Vol 19.• Hernán Mosquera & T. Rivas. Biología Reproductiva del bagre sapo Pseudopime-

lodus zungaro (PISCES: PIMELODIDAE), en el río Atrato - Colombia. En: Memorias VIII Simposio Colombiano de Ictiología, 2005, Quibdó.

• IGAC (1996) Diccionario Geográfico de Colombia. Tomo I, Tercera Edición. Bogotá D. C.

• Jaramillo, U & L. F. Jiménez 2005. Actividad pesquera en las ciénagas de Tumaradó (pnn katios – bajo Atrato) y aspectos sobre la biología de algunas de las especies de peces explotadas. Trabajo de grado, Universidad de Antioquia. Medellín. 60 p.

• Maturín, M., Jamin Ayir Palacios, Juan Yair Casas Agualimpia, Yeferson Lozano-Largacha, Hernán Mosquera y Tulia Rivas. Biología Reproductiva del bagre sapo Pseudopimelodus zungaro (PISCES: PIMELODIDAE), en el río Atrato - Colombia. En: Memorias VIII Simposio Colombiano de Ictiología, 2005, Quibdó.

• Mosquera, H., Juan Yair Casas Agualimpia, Yeferson Lozano-Largacha Mirley Maturín, Jamin Ayir Palacios, Tulia Rivas y Nerlin Pino. Hábitos Alimenticios y Factor de Condición K de la Doncella. (Ageneiosus pardalis LÜTKEN, 1874) en el río Atrato - Colombia. En: Memorias VIII Simposio Colombiano de Ictiología, 2005, Quibdó.

• Rangel-Ch, O. 2004. Amenazas a la Biota y a los Ecosistemas del Chocó Biogeográ-fico. En: Colombia Diversidad Biótica IV. El Chocó Biogeográfico/Costa Pacífica.

• Restrepo E. 1987. Genealogía e impactos (no-intencionados) de las interven-ciones de desarrollo en el Chocó: El Proyecto Desarrollo Integral Agrícola Rural (DIAR). Instituto de Estudios Sociales y Culturales Pensar, Universidad Javeriana, Bogotá, DC, Colombia.

• Rodríguez-Mahecha, J., Alberico, M., Trujillo, F. & Jorgenson, J. (eds.) 2006a. Libro rojo de los mamíferos de Colombia. Serie Libros Rojos de Especies Amenazadas de Colombia. Conservación Internacional Colombia, Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, Bogotá.

• Salazar, P.N. A. 2000. Vegetación Asociada al Medio Atrato. En: Plan de Manejo Ambiental del Territorio Colectivo de la ACIA.

CAPíTULO PÁRAMO • Castaño-Uribe, C. (Ed.). 2002. Páramos y ecosistemas alto andinos de Colombia

en condición Hotspot y Global Climatic Tensor. Ministerio del Medio Ambiente. IDEAM. PNUD.

• Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca & FEDENA 2006. Informe Final de la Formulación del plan de manejo del PNR Páramo del Duende y su zona amortiguadora. Convenio No 178 de 2005.

• Gómez-Hoyos, N. y W. G. Vargas. 1999. Páramos del departamento del Valle del Cauca, Colombia. Colección Ecosistemas Estratégicos del Departamento del Valle del Cauca. Imágenes de la Naturaleza. Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca. Cali, Colombia.

• Hotstede, R., P. Segarra & P. Mena V. (eds.) 2003. Los Páramos del Mundo. Proyecto Atlas Mundial de los Páramos. Global Peatland Iniciative/NC-UICN/Ecociencia. Quito.

• Morales M., Otero J., Van der Hammen T., Torres A., Cadena C., Pedraza C., Rodríguez N., Franco C., Betancourth J.C., Olaya E., Posada E. y Cárdenas L. 2007. Atlas de páramos de Colombia. Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt. Bogotá, D. C. 208 p.

• Murillo.P. M.T., Murillo-A. J., León-P. A. 2008. Los Pteridófitos de Colombia Bogotá, Colombia 533pp

• Rangel-Ch, O. 2000. La Región Paramuna y Franja Aledaña en Colombia. En: Ran-gel, J. O. Colombia Diversidad Biótica III. La Región de Vida Paramuna. Bogotá; Universidad Nacional de Colombia-Instituto de Ciencias Naturales Alexander vo Humboldt. Bogotá. pp 1-23.

• Rangel-Ch, O. 2000. Visión Integradora Sobre la región del Páramo. En: Rangel, J. O. Colombia Diversidad Biótica III. La Región de Vida Paramuna. Bogotá; Uni-versidad Nacional de Colombia-Instituto de Ciencias Naturales Alexander vo Humboldt. Bogotá. pp 1-23.

• Rangel-Ch. & Sánchez, 2005; Rangel-Ch, O & D, Sánchez. 2005. La Flora del Páramo de Frontino. 833-895 pag. En: Thomas Van Der Hammen, Orlando Ran-gel & Antoine Cleef (eds), Estudios de ecosistemas Tropandinos. Volumen 6. La Cordillera Occidental colombiana. Transepto Tatamá. J Cramer Inder Gerb Borntraeger Verlagsbuehhandlurg Berlin-Stuttgart.

• Rangel, J. O. 2007. La Región Paramuna en Colombia y en la Serranía del Perijá. En: Rangel, J. O. Colombia Diversidad Biótica V. La Alta Montaña de la Serra-nía del Perijá. Bogotá; Universidad Nacional de Colombia-Instituto de Ciencias Naturales Corporación Autónoma Regional del César-CORPOCESAR pp 1-18.

• Sanín D., L. M. Álvarez- Mejía., J. C. Mancera-S., N. Castaño-R & G. González-O. 2008. Monilofitos y Licofitos de la Cuenca del Río Chinchiná (Caldas, Colombia). Clave Para Géneros y Catálogo De Las Especies, Rev. Acad. Colomb. Cienc. 32(124): 331-352, ISSN 0370-3908.

• Sklenár P., J. L. Luteyn., Ulloa. U. C., Jorgensen P. M & Dillon M. O. 2005. Flora Génerica de los Páramos, Guia Ilustrada de Plantas Vasculares. Memoirs of the New York Botanical Gardens. Volumen 92.

155154

Bio

co

me

rcio

y M

erc

ad

os

Ve

rde

s

LITERATURA CITADA• ARIAS, P. 1985. Las Ciénagas de Colombia. Revista Divulg. Pesq. Inderena, 22: 39-70.• CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL DEL VALLE, CVC & FUNDACIÓN ECOLÓGICA

FENICIA DE FENSA NATURAL, FEDENA 2006. Informe Final de la Formulación del plan de manejo del PNR Páramo del Duende y su zona amortiguadora. Convenio No 178 de 2005.

• CALA, P. 1990. Diversidad, adaptaciones ecológicas y distribución geográfica de las familias de peces de agua dulce de Colombia. Revista de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. 17 (67): 725 – 740.

• CÁRDENAS L., D. & N. R. SALINAS (eds.). 2007. Libro rojo de plantas de Colombia. Volumen 4. Especies Maderables Amenazadas: Primera parte. Serie libros rojos de especies amenazadas de Colombia. Bogotá, Colombia. Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas SINCHI-Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial. 232 pp.

• CASTILLO, C, L & JOHSTON, G, R. 2002. Evaluación de los Humedales de los deltas de los ríos San Juan, Baudó y ciénegas de Tumarado, Perancho, la Honda y la Rica Bajo Atrato departamento del Chocó. Calidris.

• CASAS, J. Y., CARRASCAL O., RIVAS T & LOZANO-LARGACHA. 2005. Composición y diversidad íctica de la quebrada Chaparraidó, sistema hídrico del medio Atrato, Chocó. Revista Institucional Universidad Tecnológica Del Chocó, Vol. 22, p. 33-39.

• CASTAÑO-URIBE, C. (Ed.). 2002. Páramos y ecosistemas alto andinos de Colombia en condición Hotspot y Global Climatic Tensor. Ministerio del Medio Ambiente. IDEAM. PNUD

• CITES. 2008.Convention on International Trade in Endangered Species of Wild Fauna and Flora Appendices I, II, III. Web site:http://www.cites.org/ eng/app/appendices. shtml. Consultado 2008.

• CITES. 2009. (May, 2009) en: http://www.cites.org Dinerstein, E., D, Olson, D. Graham, A. Webster, S. Primm, M. Bookbinder & G. Ledec. 1995. Una evaluación del estado de conservación de las ecorregiones terrestre de América Latina y el Caribe. WWF - Banco Mundial. Washington, D.C.

• ESPINAL, L. S. (1977). Zonas de vida o formaciones vegetales de Colombia. Mapa ecológico. Memoria Explicativa. Bogotá: IGAC.

• DINERSTEIN, E. D. OLSON, D GRAHANM, A. WESTER, S PRIMM, M. BOOKB, INDER & G.LEDEC. 1995. A Conservation Ascenssment of the terrestrial ecorregions of latin American and the Caribbean the World Bank. Pp 129. Washintong.

• DUQUE A. 2001. Doseles en cultivos de comunidades negras. Trabajo de grado. Uni-versidad Tecnológica de Pereira – UTP. Pereira.

• DUQUE M. V., GÓMEZ J. A & PALACIOS N. 2003. Plan de manejo del Humedal los Platillos en el Medio Atrato (Antioquia – Chocó). Revista Semillas. Vol 19.

• FONDO DE COMPENSACIÓN AMBIENTAL – FCA; CORPORACIÓN PARA EL DESARRO-LLO SOSTENIBLE DEL URABÁ – CORPOURABA; CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE DEL CHOCÓ – CODECHOCO. 2006. Plan de Manejo Integrado de los Humedales del Medio y Bajo Atrato.

• Van Der Hammen, T. 2002. Diagnóstico, Historia, Cambio Global y Conservación. Resúmenes del congreso Mundial de Páramos (Estratégias para la Conservación y Sostenibilidad de sus Bienes y Servicios Ambientales). Paipa, Boyacá, Colombia, Mayo 2002. pp: 29.

• Van Der Hammen, 2007. Los Páramos Archipiélagos Terrestres en el Norte de los Andes. En: Morales M., Otero J., Van der Hammen T., Torres A., Cadena C., Pedraza C., Rodríguez N., Franco C., Betancourth J. C., Olaya E., Posada E. y Cárdenas L. Atlas de páramos de Colombia. Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt. Bogotá, D. C. pp 25-31.

157156

Bio

co

me

rcio

y M

erc

ad

os

Ve

rde

s

• MORALES, M; OTERO, J; VAN DER HAMMEN T; TORRES A; CADENA C; PEDRAZA C; RODRíGUEZ N; FRANCO C; BETANCOUR JC; OLAYA E; POSADA E Y CARDENAS L. 2007. Atlas Páramos de Colombia. Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, Bogotá DC, 208 pp.

• MURILLO MT, J. MURILLO & LEÓN A. 2008. Los pteridofitos de Colombia. Biblioteca José Jerónimo Triana Nro.18, Instituto de Ciencias Naturales, Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, DC Pp.197-218.

• NEITA, J. OROZCO, J., B. RATCLIFFE. 2006. Escarabajos (Scarabaeidae: pleurosticti) de la selva baja del bosque pluvial tropical, Chocó, Colombia. Acta zoológica Mexicana 22 (1): 1-32.

• SALAMAN, P C., DONEGAN, T. & CARO, D. 2009. Listado de las aves de Colombia. Conservación Colombiana 5:1-85.

• SANíN D., J. C. MANCERA–SANTA, N. CASTAÑO–R., N. F. ALZATE–Q., G. GONZÁLEZ–O. & L. M., ÁLVAREZ–MEJÍA. 2008. Monilofitos y licofitos de la Cuenca del Río Chin-chiná, Clave para géneros y Catalogo de las Especies. Rev. Acad. Colomb. Cienc. 32(124): 331–352.

• RAMíREZ FONNEGRA, M. C. Guía: Biocomercio Sostenible – Escuela Móvil en Bioco-mercio Sostenible. Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, Bogotá, Colombia.

• RANGEL-CH, O. 2000. Visión Integradora Sobre la región del Páramo. En: Rangel, J. O. Colombia Diversidad Biótica III. La Región de Vida Paramuna. Bogotá; Universi-dad Nacional de Colombia-Instituto de Ciencias Naturales Alexander vo Humboldt. Bogotá. pp 1-23.

• RANGEL-CH, J. O & SANCHEZ S, D. 2005. “La flora del páramo de Frontino (The flora of the páramo of Frontino)” La Cordillera Occidental Colombiana, Transecto Tatamá. Studies On Tropical Andean Ecosystems . En: Alemania ISBN: 3443500285 ed: J. Cra-mer , v.6 , p.833 - 857 1 ,2005

• RANGEL, J. O. 2007. La Región Paramuna en Colombia y en la Serranía del Perijá. En: Rangel, J. O. Colombia Diversidad Biótica V. La Alta Montaña de la Serranía del Perijá. Bogotá; Universidad Nacional de Colombia-Instituto de Ciencias Naturales Corporación Autónoma Regional del César-CORPOCESAR pp 1-18.

• RANGEL-CH, O. 2004. Amenazas al estilo de la biota ya los Ecosistemas del Chocó Biogeográfico. 841-866 pp En: JO Rangel-Ch. (Ed.), Diversidad Biótica IV. El Chocó Biogeográfico / Costa Pacífica. Bogotá, D. C

• RODRíGUEZ-MAHECHA, J. V., J. JORGENSON, C. DURÁNRAMíREZ, M. BEDOYA-GAITÁN, & A. González-Hernández. 2006. Tigrillo gallinero Leopardus tigrinus; p 255-259 En: J. V. Rodríguez-Mahecha, M. Alberico, F. Trujillo, and J. Jorgenson J (ed.), Libro Rojo de los Mamíferos de Colombia. Conservación Internacional Colombia, Ministerio de Ambiente, Vivienda & Desarrollo Territorial. Bogotá D.C.

• TERBORGH, J. & B. WINTER. 1982. Evolutionary circumstances of species with small ran-ges. Pp. 587-600. En: Prance, G. (ed.) Bilogical diversifcation in the tropics. Columbia University Press, New York.

• UICN. 2008. IUCN Red List of Threatened Species. International Union for Conservation of Nature and Natural Resources. Web site: www.iucnredlist. org. Consultado: 2008.

• UICN. 2009. IUCN Red List of Threatened Species. International Union for Conservation of Nature and Natural Resources. http://www.iucnredlist.org.

• HOTSTEDE, R., P. SEGARRA & P. MENA V. (eds.) 2003. Los Páramos del Mundo. Proyecto Atlas Mundial de los Páramos. Global Peatland Iniciative/NC-UICN/Ecociencia. Quito.

• INSTITUTO DE INVESTIGACIONES AMBIENTALES DEL PACíFICO & CORPORACIÓN AUTÓ-NOMA PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE DEL CHOCÓ. 2009. Plan de manejo para la conservación de cuatro especies de fauna amenazadas pecaries; Tayassu tajacu y Tayassu pecari y osos perezosos; Bradypus variegatus y Cholepus hoffmanni). En los municipios de Quibdó, Atrato, Unión Panamericana, Medio Baudó Y Cantón de San Pablo en el departamento del Chocó – Colombia. Informe Técnico.

• INSTITUTO DE INVESTIGACIONES AMBIENTALES DEL PACíFICO. 2010. Caracterización ecológica del Cerro Galápagos, departamento del Chocó. Informe Técnico. Instituto de Investigaciones Ambientales del Pacífico. 2010b. Caracterización ecológica del Páramo del Cerro Tacarcuna, departamento del Chocó. Informe Técnico.

• INSTITUTO DE INVESTIGACIONES AMBIENTALES DEL PACíFICO, CORPORACIÓN AUTÓ-NOMA PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE DEL CHOCÓ & ASOCIACIÓN CAMPESINA DEL SAN JUAN. 2009. Caracterización ecológica del Páramo del Duende, departa-mento del Chocó. Informe Técnico.

• INSTITUTO DE INVESTIGACIONES AMBIENTALES DEL PACíFICO, MINISTERIO DE AMBIENTE, VIVIENDA Y DESARROLLO TERRITORIAL & CONSEJO COMUNITARIO MAYOR DEL ATRATO. 2008. Inventario, Priorización y Caracterización Ambiental de los Humedales del Medio Atrato, departamento del Chocó. Informe Técnico.

• INSTITUTO DE INVESTIGACIONES AMBIENTALES DEL PACíFICO. Plan estratégico 2007 – 2011.

• JARAMILLO-V, U & L. S, JIMÉNEZ. 2005. caracterización de la pesca en la ciénaga de Tumarado, PNN KATIOS, Chocó-Colombia. Memorias simposio nacional sobre ciénagas y lagunas de Colombia.

• JUNK, W. J., P. B. BAYLEY & R. E. SPARLES. 1989. The food pulse concept in river-food-plainsystems. Págs. 110-127 en: D. P. Dodge (Ed), Proc. Int. Large River Symp. (LARS). Can Spec Publ Fish Aquat Sci. Vol 106.

• LOZANO-LARGACHA, Y., JUAN YAIR CASAS AGUALIMPIA, JAMIN AYIR PALACIOS, MIRLEY MATURíN, HERNÁN MOSQUERA Y TULIA RIVAS. 2005. Biología Reproductiva del Dentón Leporinus muyscorum (Steindachner 1902) en la Cuenca del río Atrato, Colombia. En: Memorias VIII Simposio Colombiano de Ictiología, 2005, Quibdó.

• LOWE-MCCONNELL, R. H. 1987. Ecological studies in tropical fsh communities. Cam-bridge University Press, Gran Bretaña.

• MOJICA, J. I., C CASTELLANOS, S. USMA Y R. ÁLVAREZ (Eds). 2002. Libro Rojo de Peces Dulceacuícolas de Colombia. La serie Libros Rojos de Especies Amenazadas de Colombia. Instituto de Ciencias Naturales, Universidad Nacional de Colombia, Minis-terio del Medio Ambiente, Bogotá, Colombia.

• MATURíN, M., PALACIOS J. A., CASAS A, J. Y., LOZANO-LARGACHA Y., MOSQUERA H & T. RIVAS. 2005. Biología Reproductiva del bagre sapo Pseudopimelodus zungaro (Pisces: Pimelodidae), en el río Atrato - Colombia. En: Memorias VIII Simposio Colom-biano de Ictiología, 2005, Quibdó.

• MOSQUERA, H., CASAS A, J. Y., LOZANO-LARGACHA. Y., MATURíN M., JAMIN PALA-CIOS A., RIVAS T & N PINO 2005. Hábitos Alimenticios y Factor de Condición K de la Doncella. (Ageneiosus Pardalis LÜTKEN, 1874) en el río Atrato Colombia. En: Memorias VIII Simposio Colombiano de Ictiología, Quibdó.

158

• VAN DER HAMMEN, T., J. D. PABÓN CAICEDO, H. GUTIERREZ & J.C. ALARCÓN. 2002. El cambio Global y los ecosistemas de Alta Montaña de Colombia. En: C. Castaño Uribe (ed.) “Paramos y ecosistemas Alto-Andinos de Colombia en condición Hotspot y Global Climatic Tensor”. p:163-209. Ministerio del Medio Ambiente, Ideam, Pnud. Bogotá.

• VAN DER HAMMEN T & OTERO J. 2007. Los páramos: Archipiélagos Terrestres. En el norte de los Andes Morales M., Otero J., Van der Hammen T., Torres A., Cadena C., Pedraza C., Rodríguez N., Franco C., Betancourth J.C., Olaya E., Posada E. y Cárde-nas L. 2007. Atlas de páramos de Colombia. Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt. Bogotá, D. C. 208 p.