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Apuntes para una biografía heroica - lsansimon.com · La primera reconstrucción del escenario de la batalla El discurso expositivo se acompaña de un audiovisual, proyecta-

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Ataque inglés en Boca Chica. Cartagena de Indias.

Apuntes para una biografía heroica

Nace el 3 de febrero de 1689 en Pasajes de San Pedro (Guipúzcoa).

Ingresa en la Marina con 15 años y destaca pronto por su coraje y valor en la Guerra de Sucesión, desde la batalla de Vélez-Málaga (1704) hasta el segundo sitio de Barcelona (1714). Con solo 23 años asciende a capitán de navío.

A los 25 queda cojo, tuerto y manco por las heridas recibidas en combate. Recibe el apodo de Mediohombre.

Destinado en la Escuadra del Mar del Sur lucha contra la piratería en las costas de Chile y Perú y en la defensa de los territorios ultramarinos.

Al mando de la Escuadra del Mediterráneo, participa en las expediciones a Génova (1731) y Orán (1732). Al frente del Departamento de Cádiz, en 1734 alcanza el empleo de teniente general de la Armada.

En 1736 asume la defensa de Cartagena de Indias, considerada la llave de Indias y la plaza clave para mantener el dominio español en América.

En 1741, con solo 6 navíos de guerra y no más de 3.200 hombres, defiende Cartagena frente a la flota del almirante Vernon, 15 veces superior en barcos y 10 veces mayor en combatientes. Ante la sorpresa de Vernon, quien al comienzo de la batalla había anticipado a Londres una victoria segura, Lezo infligió a Inglaterra la mayor derrota naval de su historia.

Su enfrentamiento con el virrey Sebastián de Eslava le llevan a ser apartado injustamente de su puesto al frente de la escuadra de Cartagena de Indias.

Muere poco después, en 1741, invicto en toda su carrera militar, y es enterrado en una tumba de emplazamiento desconocido, sin el reconocimiento merecido.

Cartagena de Indias le recuerda como un héroe. La Armada honra su memoria con el nombre de un buque; en la actualidad, la fragata F-103.

Topografía de la bahía de Cartagena de Indias.

Blas de Lezoel valor de Mediohombre

El Museo Naval recupera la memoria de Blas de Lezo, uno de los marinos más importantes de la historia naval, considerado una leyenda viva por sus coetáneos y hoy todavía un gran desconocido. Por primera vez, una exposición se adentra en la figura del teniente general de la Armada y enmarca su trayectoria vital en el contexto de la primera mitad del xviii, la llegada de la monarquía borbónica, el siglo de oro de la construcción naval española y el de su poderío en la mar.

Sus hazañas navales, su participación en episodios clave del siglo xviii europeo, su coraje en combate, sus convicciones inquebrantables y su calidad como estratega, trazan un relato épico de la vida de Blas de Lezo y una biografía que por sí sola retrata medio siglo de la historia de España.

La escasez de fondos vinculados directamente a Blas de Lezo ha supuesto un desafío para la organización de la muestra, que ha logrado reunir 80 piezas procedentes del Patrimonio de la Armada, de 10 museos, archivos e instituciones españolas, un museo colombiano y dos colecciones particulares.

Se exponen en España por primera vez dos retratos de gran valor iconográfico: el de Sebastián de Eslava, perteneciente al Museo de Arte Colonial de Bogotá, y el del propio Blas de Lezo, de la colección particular de la Condesa de Revilla-Gigedo. El Museo Naval ha restaurado también la lauda encargada en 1774 por el hijo mayor de Lezo para honrar a su padre, conservada en el Museo San Telmo de San Sebastián.

El discurso científico se ha basado en fuentes documentales originales, algunas inéditas, consultadas en cuatro de los principales archivos españoles —Archivo General de Indias, Archivo Histórico Nacional, Archivo General de Simancas y Archivo del Museo Naval—, así como en el Archivo General de Colombia. Entre los documentos, deben destacarse dos nunca exhibidos hasta ahora: un manuscrito fechado en 1733, de gran importancia para conocer la construcción naval en la época de Blas de Lezo, y el Diario autógrafo del teniente general en el que relata a Felipe V la defensa de Cartagena de Indias.

Discurso expositivo1. Blas de LezoPresenta la personalidad de Blas de Lezo como gran marino, hombre de armas, genial estratega y ejemplo de superación de la discapacidad.

2. La guerra de SucesiónRecorre su intervención en la Guerra de Sucesión, donde se forja como militar, desde su ingreso de Guardiamarina hasta el segun-do sitio de Barcelona y la recuperación de Mallorca.

3. El resurgir de la Armada en el s. XVIIIAnaliza la transformación de la Marina durante el reinado de Fe-lipe V: la creación de la Real Armada (1714); la publicación de las primeras Ordenanzas (1717); la promoción de los astilleros y de la construcción naval; y el impulso a la formación de oficiales con el nacimiento del Colegio y la Compañía de Guardiamarinas.

4. Las consecuencias del Tratado de UtrechtMódulo dedicado a los acuerdos adoptados en el tratado de 1713 y a la política emprendida por Felipe V en América y el Medite-rráneo, en la que se inscriben las acciones militares de Blas de Lezo: la lucha contra el contrabando y la defensa del imperio ultramarino; la recuperación de Gibraltar y Menorca; y la recon-quista de Orán, perdida durante el conflicto sucesorio.

5. El Comercio con las Indias. El corso y el contrabando. Descripción de las rutas de intercambio con las Indias y de los in-tentos de las grandes potencias europeas por ahogar el comercio español en América.

6. Cartagena de Indias. Relato de la defensa de Cartagena de Indias, puerto estratégico clave para el control de los territorios americanos, frente a la es-cuadra inglesa del almirante Vernon.

7. La Memoria de Blas de LezoLa presencia de Blas de Lezo en la Armada moderna, desde el primer acorazado que llevó su nombre hasta la fragata F-103.

Cartagena de Indias, año 1741La primera reconstrucción del escenario de la batalla

El discurso expositivo se acompaña de un audiovisual, proyecta-do en diversos puntos del recorrido, con el objetivo de enfatizar y completar aspectos enunciados ya en las piezas.

Por primera vez se muestra la arquitectura militar de Cartagena de Indias con la orografía y la flora existente en su bahía en el siglo XVIII, elementos clave para comprender el desenlace del combate. Tres años de trabajo han permitido reconstruir la ciudad, sus alrededores, las aldeas de la bahía, el Santuario de Nuestra Señora de la Popa y, fun-damentalmente, las for-talezas, fuertes, baterías costeras y castillos, que convirtieron a la ciudad en un modelo de ingenie-ría militar.

La topografía digital de la zona se ha elaborado con la mayor exactitud gracias a la colabora-ción, entre otras institu-ciones, del USGS (Uni-ted States Geolocgical Survey), lo que permitió obtener una resolución topográfica de 1 metro en una zona de 30 x 30 kiló-metros, la ocupada por la bahía de Cartagena de Indias.

Sobre ese escenario virtual se han realizado las correciones necesarias para recrear con fidelidad la topogra-fía y batimetría en la época, de acuer-do con los mapas y planos históricos. Los trabajos del ingeniero director de las fortificaciones del virreinato, Juan de Herrera y Sotomayor (1667-1732) han sido la principal fuen-te, completada con documentos elaborados tras la batalla que mostraban los proyectos de reconstrucción de las defensas. La transformación final de las topografías digitales y los modelos arquitectónicos 3D en escenarios virtuales se ha llevado a cabo con el software cinematográfico más avanzado. Han sido miles de horas de conversión para dar vida a terabytes de datos. Cada fotograma requiere 120 minutos de procesado, y cada segundo de animación, 50 horas de computación.

Recreación infográfica digital de la Fortaleza de Santa Cruz y de la batería de San Felipe, en 1741.

SELECCIÓN DE OBRAS

Blas de Lezo y Olavarrieta. Siglo XVIII. Colección condesa de Revilla-Gigedo.

Se expone por primera vez este retrato, uno de los pocos que se conocen de Blas de Lezo. Aparece vestido con el unifor-me de teniente general de la Armada, del que también se exhibe una reproducción.

Espada de corte con guarnición de platillo. 1730-1740. Museo Naval.

Denominada francesada debido a la im-posición en la corte de los gustos y mo-das franceses impulsada por la llegada de los Borbones, esta espada fue el arma establecida para el Cuerpo de Oficiales de Guerra reglamentado en 1717 y gozó de gran aceptación durante todo el siglo XVIII. Fue fabricada, tal y como apare-ce recogido en la inscripción que figura en la hoja, por Ciceli Mastag en Solingen (Alemania), uno de los centros espade-ros más importantes de Europa, recono-cido por la alta calidad de su acero.

Según la tradición, esta espada pertene-ció a Blas de Lezo.

Sierra de amputar (1748) y extractor de balas (1700-1770). Museo Nacional de Ciencia y Tecnología. Madrid

Los médicos cirujanos utilizaron instru-mentos similares a estos para curar las he-ridas de guerra que Blas de Lezo sufrió en combate. Perdió una pierna de un cañona-zo en la batalla de Vélez-Málaga; una es-quirla le reventó el ojo izquierdo en el curso de la batalla de Tolón y, finalmente, por un balazo de mosquete recibido en el asedio de Barcelona, se redujo casi totalmente la movilidad de su antebrazo derecho.

SELECCIÓN DE OBRAS

Proporciones de las medidas mas es-sempciales para la Fábrica de Navios y Fragatas de Guerra… (1720). Antonio de Gaztañeta. Biblioteca del Museo Naval.

Entre los personajes más importantes para la construcción de la nueva y poderosa flo-ta española de la primera mitad del siglo XVIII destaca el marino y constructor An-tonio de Gaztañeta. Su obra Proporciones fue la referencia fundamental para unificar la construcción de los buques de la Real Armada.

Manuscrito de construcción naval (1733). Biblioteca del Museo Naval.

Adquirido en 2011, se expone ahora al pú-blico por primera vez. De redacción anóni-ma, es un trabajo fundamental para com-pletar la historia de la construcción naval española en el siglo XVIII. El volumen está encuadernado en pergamino y cuenta con más de setenta folios de texto y más de cincuenta planos de barcos, en algunos casos desplegables hasta en seis folios.

Combate de una fragata española con-tra el navío inglés Stanhope (1900-1912). Museo Naval.

Destinado en el puerto de Rochefort entre 1710 y 1711 con labores de guardacostas, Blas de Lezo participó en la captura de varios navíos enemigos y fue ascendido a capitán de fragata por su valía y coraje. Entre los barcos derrotados se encontraba el gran navío inglés Stanhope, comandado por John Combs y vencido por la fragata en la que combatía Blas de Lezo.

Según las crónicas literarias, y sin que haya realmente constancia documental, la batalla fue encarnizada —Blas de Lezo fue herido— y, aunque el Stanhope supe-raba con creces la fuerza de la fragata, el abordaje español supuso la derrota de los ingleses.

Cañón. Primera mitad del siglo XVIII. De-positado en el Palacio del Marqués de Santa Cruz. Viso del Marqués. Ciudad Real. Museo Naval.

Blas de Lezo descargó cañones similares a este para defender la ciudad de Carta-gena de Indias con motivo de la guerra del Asiento contra los ingleses. Los españoles cañonearon a los británicos primero desde el fuerte de San Luis de Bocachica —que tuvieron que abandonar debido al asedio inglés—, y después desde el castillo de San Felipe de Barajas que, a pesar de la potencia naval inglesa y de sus miles de hombres en combate, resistió gracias a la inteligencia táctica de Lezo.

SELECCIÓN DE OBRAS

Mapa de isla Tortuga. 1654. Archivo del Museo Naval. Madrid

El Caribe, un mar lleno de pequeñas islas imposibles de defender por los españoles, fue un lugar de fácil colonización por parte de ingleses, franceses y holandeses duran-te el siglo XVII. Estas islas sin un gobierno estable, como Jamaica o Tortuga, se con-virtieron en lugares idóneos para el contra-bando y el asentamiento de piratas y corsa-rios contra los que combatió Blas de Lezo.

Diseño de la bandera de la Escuadra del Mediterráneo con escrito original de Patiño para su empleo. 1731. Archivo del Museo Naval.

Blas de Lezo regresó a España en 1730 después de cumplir con valentía su come-tido en América. A su llegada, fue ascendi-do a jefe de la Escuadra del Mediterráneo cuyo emblema era esta bandera. En ella fi-guran las armas reales con las órdenes del Espíritu Santo y del Toisón de Oro. Mues-tra cuatro anclas en las esquinas.

SELECCIÓN DE OBRAS

Medalla conmemorativa de la toma de Por-tobelo. 1739. Museo Naval. Madrid

Las medallas de Portobelo y Chagres se acu-ñaron en Inglaterra en conmemoración de la toma de ambas plazas por parte de la escuadra comanda-da por el almirante inglés Ed-ward Vernon.

La ciudad de Portobelo, lu-gar de llegada y partida de los buques de la flota de Tierra Firme, era una ciu-dad de fácil conquista. Se vaciaba en cuanto los bar-cos de mercancías partían y el mercado se desmontaba. La plaza fue tomada en 1739 por el inglés una vez declarada a España la llamada guerra de la Oreja de Jenkins o guerra del Asiento, y una larga lista de conflictos diplomáticos entre las dos poten-

Uniforme del teniente general Blas de Lezo. 2013. Museo Na-val. Madrid

Los uniformes militares comenzaron a utilizarse en España a principios del siglo XVIII por influencia francesa. Esta repro-ducción del uniforme del teniente general Blas de Lezo apa-rece descrita en la Real Orden del 13 de abril de 1724. Era denominado “uniforme grande”, un tipo de vestimenta muy similar a la de los oficiales de la Guardia de Corps.

Está formado por una casaca azul turquí forrada de color rojo con ojales dorados y ancho galón de oro. La chu-

pa, también roja, cuenta asimismo con ojales dorados y está galoneada de hilo con forma de serpentina. El calzón es de color azul turquí y las medias rojas. El sombrero tricornio tiene galón de oro y escarape-

la roja. Completan el atuendo la camisa, la corbata, los zapatos y la peluca. En la mayoría de los retratos, Blas de

Lezo aparece representado con este uniforme aunque en lugar de chupa lleva coraza, un elemento exclusivamente decorativo que nunca se usó en campaña.

cias europeas desde que se firmara el Tratado de Utrecht.

Después de la conquista de Portobelo, Vernon partió con el mismo resultado hacia

otra pequeña ciudad comercial, Chagres. Pero estas fueron

las últimas victorias del in-glés, derrotado en Carta-gena de Indias por Blas de Lezo dos años más tarde.

El almirante Vernon apa-rece en el anverso, a la derecha. En el reverso, se

lee: WHO TOOK PORTO BELLO WITH SIX SHIPS

ONLY (quien tomó Portobelo con solo seis buques) y aparece

una vista de Portobelo con tres bar-cos fondeados en el puerto mientras los navíos británicos entran en la bahía.

SELECCIÓN DE OBRAS

Ataque británico en Bocachica. Cartagena de Indias. Museo Naval.

El 13 de marzo de 1741, el almirante inglés Ed-ward Vernon llegó a Cartagena de Indias con la seguridad de conquis-tar la ciudad con una enorme flota cuya su-perioridad numérica en navíos y contingente humano era enorme-mente superior a la que estaba en Cartagena. La flota inglesa apare-ció al norte de Carta-gena el 13 de marzo, aunque los españoles estaban ya prevenidos. Una vez reunidas las escuadras, los ingleses amagaron un desembarco por la Boquilla, pero fue rechazado. Como Bocagrande era imprac-

ticable para embarcaciones de mayor tamaño pero sí accesible para fragatas, Lezo situó allí dos de sus barcos para vigilar la entrada. En-tonces, los ingleses procedieron a un ataque masivo a Bocachica tanto a los fuertes de Isla

de Baru como a los de Tierra Bomba, donde desembarca-ron y construyeron una bate-ría el 20 de marzo.

El cuadro representa el inicio de la batalla y, a resultas de esa acción, la destrucción de los fuertes y la toma del castillo de San Luis —situa-do en Tierra Bomba—, que cayó definitivamente el 5 de abril. Lezo situó sus cuatro

navíos en Bocachica y los hundió para blo-quear el paso de los ingleses, pero la maniobra no resultó efectiva.

Sebastián de Eslava. Siglo XVIII. Colección Museo Colonial, Bogotá D.C. (Colombia)

En 1739 el virreinato de Nueva Granada fue reinstaurado por Felipe V con el propósito de centralizar la administración de los asuntos de guerra y fortalecer la defensa del Caribe. El nombramiento como virrey recayó en el tenien-te general Sebastián de Eslava y Lazaga.

Su actuación política estuvo marcada por la defensa de Cartagena de Indias en 1741. La victoria sobre los ingleses fue posible gracias a un pequeño contingente de fuerzas de las que Eslava fue la máxima autoridad. Aunque Lezo y Eslava formaron un frente unido, sus re-laciones fueron difíciles y conflictivas y se pro-dujeron disensiones y evidentes discrepancias entre el mando naval y el terrestre a la hora de abordar la defensa.

Fruto de ese enfrentamiento, Blas de Lezo iba a ser relevado de todos sus cargos y su parti-cipación decisiva en el combate de Cartagena de Indias fue silenciada durante décadas.

SELECCIÓN DE OBRAS

Plano de Cartagena de Indias.1739. Ar-chivo General de Indias.

Este plano, tal y como reza su leyenda, representa “la bahía de Cartagena de In-dias, su puerto y península de Tierra Bom-ba hasta Boca Chica en estado de ofensa y defensa por disposición del Excmo. Sr. Don Blas deLezo, comandante general de los presentes navíos galeones de Su Ma-jestad Católica”. Blas de Lezo, combatien-te experto, había previsto la posibilidad del ataque a Cartagena y como consecuencia tomó las medidas oportunas para mejorar la calidad de los baluartes y baterías y la eficacia de sus fuegos. Todo ello lo reflejó en este plano, que constituyó la base para establecer la defensa de la ciudad.

Carta de Blas de lezo al Marqués de Vi-llarías. 1741. Archivo Histórico Nacional.

Este documento es el manuscrito original que Blas de Lezo envió a Felipe V. En él dio cuenta de las operaciones militares que se llevaron a cabo en la defensa del asedio inglés sobre Cartagena de Indias. Va acompañado de una carta del propio Lezo al marqués de Villarias, por entonces secretario de Estado, explicándole los por-menores de la victoria española. También le expresó su disconformidad con los plan-teamientos tácticos del virrey Sebastian de Eslava y le acusó de falsear los hechos para que todo el beneficio de la estrategia defensiva y el triunfo de la batalla recaye-sen sobre él.

SELECCIÓN DE OBRAS

Mapa del almirante Vernon. siglo XVIII. Archivo del Museo Naval.

El almirante Edward Vernon, después de dos viajes infructuosos, llegó el 13 de mar-zo de 1741 a Cartagena de Indias. En el plano se muestra cómo organizó el asedio a la ciudad americana. Las flotas estaban comandadas por el propio Vernon, el almi-rante Sir Chalonger-Ogle y el comodoro Lestock, y las tropas de tierra por el gene-ral Thomas Wentworth.

Medalla conmemorativa de la pretendi-da toma de Cartagena de Indias. 1741. Museo Naval.

Después de la toma de Bocachica, Ver-non despachó un paquebote a Londres con dos pliegos que informaban de la in-minente toma de la plaza de Cartagena de Indias. La noticia originó grandes manifes-taciones de júbilo y se acuñaron estas mo-nedas conmemorativas de una victoria que nunca ocurrió.

En el anverso aparecen el almirante bri-tánico con bastón de mando y Blas de Lezo que, arrodillado ante él, le entrega una espada. Sobre sus cabezas se lee: DON/ BLASS, y THE . SPANISH . PRIDE . PULLD . DOWN . BY . ADMIRAL . VER-NON (el orgullo español humillado por el almirante Vernon). En el exergo se repre-senta una concha con dos hojas de acan-to.

En el reverso, la escuadra inglesa aparece en dos filas de dos junto a cuatro buques.

SELECCIÓN DE OBRAS

Modelo de la fragata F-103 Blas de Lezo. Museo Naval.

Esta fragata es el buque de la Armada que lleva en la actualidad el nombre de Blas de Lezo. Fue construida en el astillero de Navantia, en Ferrol, y en el año 2004 se entregó a la Armada. Su lema es: “Orna-tus mei arma sunt requies mea pugnare” (Mis arreos son las armas, mi descanso la pelea).

La fragata pasa unos cien días al año en aguas y puertos extranjeros y colabora con buques de todo el mundo. Una de sus misiones más destacadas ha sido la par-ticipación en la operación Allied Protector de lucha contra la piratería en aguas de Somalia.

Lauda procedente de la parroquia de San Pedro de Pasaia. 1774. Museo de San Telmo. San Sebastian.

Esta lauda procedente del pueblo natal de Lezo (San Pedro de Pasajes) supuso el primer reconocimiento de los grandes méritos y la condición de héroe de guerra del teniente general Blas de Lezo y Ola-varrieta. No llegó hasta 20 años después de su muerte junto con el marquesado de Ovieco en la persona de su hijo.

La lauda fue encargada por su hijo mayor, Blas Fernando de Lezo y Pacheco, para hon-rar a su padre. En la talla aparecen las armas del apellido Lezo y, entre otros familiares ilus-tres, se lee el nombre del propio Blas de Lezo. También se aprecia el escudo de armas de la casa con dos lobos negros en campo de oro ydos estrellas o luceros en campo colorado. El lobo representa “la fiereza y valentía y ven-cimientos con presa y despojo” y las estrellas o luceros representan la “verdad, claridad, paz y ayuda a la patria”.

Organiza: Museo Naval. Armada Española. Ministerio de Defensa.

Fechas: 18 de septiembre de 2013 — 13 de enero de 2014

Lugar: Museo Naval. Paseo del Prado, 5. Madrid

Horario: De martes a domingo, de 10:00 a 19:00 horas

Director del Museo Naval: Contralmirante José Antonio González Carrión

Comisarias: Mariela Beltrán García-Echaniz Carolina Aguado Serrano

Prensa: Raúl Díez González 913 949 205 / [email protected]

Préstamos de obras. Instituciones colaboradoras: Archivo General de Indias, Sevilla. Archivo Histórico Nacio-nal. Biblioteca Nacional de España. Colección de la condesa de Revilla-Gigedo. Colección de Victoria Liceras, Valencia. Colección Museo Colonial, Bogotá D.C. Museo Casa de la Moneda, Madrid. Museo de la Academia de Artillería, Sego-via. Museo de San Telmo, San Sebastián. Museo Histórico Minero “Francisco Pablo Holgado”, Ciudad Real. Museo Nacional de Ciencia y Tecnología, Madrid. Museo Nacional de El Prado. Real Jardín Botánico.