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Revista de Logopedia, Foniatría y Audiología (2012) 32, 120---133 Revista de LOGOPEDIA, FONIATRÍA y AUDIOLOGÍA www.elsevier.es/logopedia ORIGINAL Disartria. Práctica basada en la evidencia y guías de práctica clínica Natalia Melle a,b a Departamento de Psicología Básica II (procesos cognitivos), Facultad de Psicología, Universidad Complutense de Madrid, Pozuelo de Alarcón, Madrid, Espa˜ na b Servicio de Rehabilitación, Logopedia, Hospital Infanta Elena de Madrid, Madrid, Espa˜ na Recibido el 3 de marzo de 2011; aceptado el 10 de enero de 2012 Disponible en Internet el 11 de julio de 2012 PALABRAS CLAVE Disartria; Guías de práctica clínica; Intervención; Práctica basada en la evidencia; Revisiones sistemáticas Resumen En la práctica clínica diaria, los logopedas, movidos por principios bioéticos, se enfrentan a cuestiones relacionadas con la eficacia y la efectividad de sus tratamientos. En un intento de dar respuesta a estas necesidades, recurren a opiniones de expertos, artículos de investigación y/o libros de texto. No obstante, se ha demostrado que dichas fuentes de información o no son las más adecuadas para este fin o son de difícil acceso. La práctica basada en la evidencia se alza como la herramienta más idónea para conseguir altos grados de eficacia y efectividad en intervención. Sin embargo, las dificultades inherentes al desempe˜ no de la profesión limitan la posibilidad de que el ejercicio de la práctica basada en la evidencia se convierta en algo habitual entre los logopedas. El objetivo de este artículo es describir las principales aportaciones ofrecidas por las revisiones sistemáticas y las guías de práctica clínica basadas en la evidencia sobre la intervención en disartria. Como se verá, existe aún mucho trabajo por delante para mejorar la calidad de las intervenciones. © 2011 AELFA. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. KEYWORDS Dysarthria; Clinical practice guidelines; Intervention; Evidence-based practice; Systematic reviews Dysarthria. Evidence-based practice and clinical practice guidelines Abstract Prompted by bioethical considerations, speech and language therapists deal with questions on the efficacy and effectiveness of treatments in daily clinical practice. To answer these questions, they usually turn to expert opinion, research papers and/or specialist textbooks. However, these may not be the best sources of information or may be unavailable. Evidence-based practice has been revealed to be the optimal way to achieve high treatment efficacy and effectiveness. Nevertheless, difficulties inherent in the profession reduce the possibility of using evidence-based practice. The aim of this study was to describe the main results obtained in systematic reviews and evidence-based clinical practice guidelines on interventions for dysarthria. We show that greater efforts are needed to improve the quality of interventions. © 2011 AELFA. Published by Elsevier España, S.L. All rights reserved. Correo electrónico: [email protected] 0214-4603/$ – see front matter © 2011 AELFA. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. http://dx.doi.org/10.1016/j.rlfa.2012.05.002

Art Disar PBE - Guías Práctica Clínica

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  • Revista de Logopedia, Foniatra y Audiologa (2012) 32, 120---133

    Revista de

    LOGOPEDIA, FONIATRA y AUDIOLOGAwww.elsevier.es/logopedia

    ORIGINAL

    Disartria. Prctica basada en la evidencia y guas de prcticaclnica

    Natalia Mellea,b

    a Departamento de Psicologa Bsica II (procesos cognitivos), Facultad de Psicologa, Universidad Complutense de Madrid, Pozuelode Alarcn, Madrid, Espanab Servicio de Rehabilitacin, Logopedia, Hospital Infanta Elena de Madrid, Madrid, Espana

    Recibido el 3 de marzo de 2011; aceptado el 10 de enero de 2012Disponible en Internet el 11 de julio de 2012

    PALABRAS CLAVEDisartria;Guas de prcticaclnica;Intervencin;Prctica basada en laevidencia;Revisionessistemticas

    Resumen En la prctica clnica diaria, los logopedas, movidos por principios bioticos, seenfrentan a cuestiones relacionadas con la eficacia y la efectividad de sus tratamientos. Enun intento de dar respuesta a estas necesidades, recurren a opiniones de expertos, artculosde investigacin y/o libros de texto. No obstante, se ha demostrado que dichas fuentes deinformacin o no son las ms adecuadas para este fin o son de difcil acceso. La prcticabasada en la evidencia se alza como la herramienta ms idnea para conseguir altos grados deeficacia y efectividad en intervencin. Sin embargo, las dificultades inherentes al desempenode la profesin limitan la posibilidad de que el ejercicio de la prctica basada en la evidenciase convierta en algo habitual entre los logopedas. El objetivo de este artculo es describir lasprincipales aportaciones ofrecidas por las revisiones sistemticas y las guas de prctica clnicabasadas en la evidencia sobre la intervencin en disartria. Como se ver, existe an muchotrabajo por delante para mejorar la calidad de las intervenciones. 2011 AELFA. Publicado por Elsevier Espaa, S.L. Todos los derechos reservados.

    KEYWORDSDysarthria;Clinical practiceguidelines;Intervention;Evidence-basedpractice;Systematic reviews

    Dysarthria. Evidence-based practice and clinical practice guidelines

    Abstract Prompted by bioethical considerations, speech and language therapists deal withquestions on the efficacy and effectiveness of treatments in daily clinical practice. To answerthese questions, they usually turn to expert opinion, research papers and/or specialisttextbooks. However, these may not be the best sources of information or may be unavailable.Evidence-based practice has been revealed to be the optimal way to achieve high treatmentefficacy and effectiveness. Nevertheless, difficulties inherent in the profession reduce thepossibility of using evidence-based practice. The aim of this study was to describe the mainresults obtained in systematic reviews and evidence-based clinical practice guidelines oninterventions for dysarthria. We show that greater efforts are needed to improve the qualityof interventions. 2011 AELFA. Published by Elsevier Espaa, S.L. All rights reserved.

    Correo electrnico: [email protected]

    0214-4603/$ see front matter 2011 AELFA. Publicado por Elsevier Espaa, S.L. Todos los derechos reservados.http://dx.doi.org/10.1016/j.rlfa.2012.05.002

  • Disartria. Prctica basada en la evidencia y guas de prctica clnica 121

    Introduccin

    Disartria es el trmino que se emplea para englobar losdiferentes sntomas y signos clnicos que pueden presen-tarse tras una lesin de origen neurolgico, bien del sistemanervioso central o bien del perifrico, que afecte a lasestructuras y/o conexiones neuronales que participan en elcontrol motor del habla. Por tanto, la disartria es un tras-torno motor del habla que se caracteriza por la presencia dedificultades en la respiracin, la fonacin, la articulacin,la resonancia y/o la prosodia. Estas dificultades se deben aproblemas en el recorrido muscular, la fuerza, el tono, lavelocidad, la coordinacin y la precisin de los movimientosde los rganos implicados en el habla.

    En funcin de los mecanismos del habla alterados, eltipo de dificultad y el sustrato neurolgico afectado, sedistinguen 7 subclases de disartria diferentes: espstica, fl-cida, atxica, hipocintica, hipecintica, de la motoneuronasuperior unilateral y mixta.

    La disartria es uno de los trastornos comunicativos de ori-gen neurolgico con mayor incidencia. En un estudio llevadoa cabo por el Departamento de Neurologa de la Clnica Mayoentre los anos 1987-1990 se encontr que, de 3.471 casosestudiados, el 46,3% present algn tipo de disartria, frenteal 27,1% que fue diagnosticado con alguna alteracin af-sica o el 4,6% que recibi el diagnstico de apraxia verbal.Los subtipos de disartria que tenan mayor presencia fueronla mixta (31,7%), la atxica (13,3%), la flcida (9,6%) y laespstica (9,4%) (Duffy, 1995).

    Dada la elevada incidencia que presenta, es frecuenteque el logopeda se enfrente en su prctica clnica diariaa cuestiones como: Cul es el tratamiento ms adecuadopara aumentar la capacidad vital en un paciente con espas-ticidad? Por dnde debera comenzar a trabajar en el casode un paciente con afectacin de la respiracin, la fona-cin y la articulacin concordantes con una disartria flcida?Es oportuno combinar 2 tcnicas de tratamiento? Deberaaplicar primero una y despus otra? Cul de ellas primero?Sera conveniente recomendar una prtesis del paladar?Tendra ms sentido realizar ejercicios para mejorar el con-trol motor del mismo? El tratamiento est siendo efectivo?Con qu intensidad y frecuencia debera llevarse a cabo?Estara indicada la terapia de grupo o es preferible un tra-tamiento individual? Este tipo de cuestiones responden a laconstante necesidad que tiene el profesional por alcanzar ydemostrar la mayor eficacia y efectividad posible de sus tra-tamientos, tanto de cara al paciente y sus familiares, comopara el desarrollo de la profesin en s misma, y por la cre-ciente demanda de una atencin ms eficiente por parte delos gestores de los servicios de logopedia (sistema sanita-rio pblico, companas de seguros mdicos, etc.). As, ellogopeda, con el fin de resolver este tipo de cuestiones,suele consultar en sus libros de texto y/o revistas o a suscompaneros de profesin, o bien tiende a aplicar tratamien-tos que estn ampliamente divulgados. Sin embargo, se hademostrado que normalmente estas fuentes son obsoletas yque el conocimiento y la prctica profesional se deteriorana medida que pasan los anos desde la graduacin. Es ms, enocasiones no existe correspondencia real entre el grado dedivulgacin y popularidad de un determinado tratamientocon la eficacia cientficamente probada del mismo.

    Cul podra ser entonces la forma ms apropiada paradar respuesta a estas cuestiones? Existe una tendencia cre-ciente en los ltimos 20 anos entre los logopedas hacia labsqueda de artculos de investigacin donde se aborden lasdudas que se plantean a la hora de afrontar sus tratamien-tos. Sin embargo, en muchas ocasiones estos profesionalesno disponen del tiempo necesario para llevar a cabo unabsqueda eficiente y exhaustiva (tanto por el carcter multi-disciplinar de la profesin, que obliga a consultar numerosaspublicaciones, como por el escaso valor que los gestoressuelen dar al trabajo de atencin-no-directa que realiza ellogopeda reflejado en la ausencia de tiempo en sus hora-rios destinado a estos fines), no cuentan con los mediosmateriales necesarios para hacerlo (no tienen acceso a lostextos completos, no poseen conexin a internet en su lugarde trabajo, etc.), carecen de los conocimientos estadsti-cos adecuados para poder valorar de forma crtica el nivelde evidencia de los artculos recabados (recordemos que engran parte de los programas docentes de la carrera universi-taria existentes hasta hace pocos anos solamente se ensenanfundamentos bsicos de metodologa de la investigacin)o tienen una fuerte tradicin en la solucin de problemasbasada en el ensayo-error que les impide aplicar la meto-dologa basada en la evidencia (Dodd, 2007; Rose y Baldac,2004).

    La prctica basada en la evidencia (PBE) se constituyecomo una herramienta que intenta dar respuesta a estanecesidad de una forma ms eficiente y poniendo nfasisen la evidencia cientfica (o en pruebas cientficas, paraser ms precisos). Pero qu es la PBE? Dependiendo delos autores o las instituciones, se da ms o menos nfasisen su definicin a diferentes aspectos. Algunos resaltan laimportancia de la investigacin, otros las preferencias delpaciente, la experiencia clnica, la medicin de los resul-tados de la intervencin, etc. (Dodd, 2007). En trminosgenerales, el concepto en s tiene su origen en la medicinabasada en la evidencia, definida como la integracin dela maestra clnica individual con la mejor evidencia clnicaexterna disponible derivada de la investigacin sistemtica(Sackett, Rosenberg, Muir Gray, Haynes y Richardson, 1996;Sackett, Straus, Richardson, Rosenberg y Haynes, 2000). As,por maestra clnica individual se entiende el dominio cre-ciente del conocimiento y el juicio que cada clnico adquierea travs de la experiencia y prctica clnica. Esta se reflejaen un diagnstico ms efectivo y eficiente y en la identi-ficacin ms completa y la actuacin ms ajustada a losproblemas, derechos y preferencias de cada paciente a lahora de tomar decisiones clnicas sobre su atencin. Por otrolado, la mejor evidencia clnica externa disponible es aque-lla que procede de la investigacin clnica centrada en lospacientes y que se realiza sobre la seguridad y eficacia, ennuestro caso, de los procedimientos teraputicos aplicadosen personas con disartria.

    Como Sackett et al. (2000) indican, la PBE se lleva acabo siguiendo 5 pasos: primero, convertir la necesidad deinformacin respecto a una terapia en una pregunta conrespuesta; segundo, realizar una bsqueda de las mejoresevidencias para contestar a esa pregunta; tercero, evaluarde forma crtica la validez de la evidencia (proximidad a laverdad), el impacto (tamano del efecto) y la aplicabilidadde la misma (utilidad en nuestra prctica clnica); cuarto,

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    Tabla 1 Niveles de evidencia

    Nivel Scottish Intercollegiate Guidelines Network Oxford Center for Evidence Based Medicine

    I Ia. Metaanlisis bien disenado de ms de unestudio controlado aleatorizado

    Estudio clnico controlado (ECC) de alta calidadcon diferencia estadsticamente significativa o sinesta, pero con intervalos de confianza estrechos

    Ib. Estudio controlado aleatorizado bien disenado Revisin sistemtica (metaanlisis) de ECC nivel Iy homogeneidad de los resultados

    II IIa. Estudio controlado bien disenado noaleatorizado

    ECC de menor calidad (< 80% de seguimiento,sin cegamiento o aleatorizacin inadecuada)

    IIb. Estudio cuasi-experimental bien disenado Estudio prospectivo (el paciente es seleccionadoy asignado al tratamiento antes de que el estudiocomience) y comparativoRevisin sistemtica de estudios de nivel IIo de nivel I con resultados inconsistentes

    III Estudios no-experimentales bien disenados(estudios correlacionales o de casos)

    Estudio de casos y controles

    Estudio retrospectivo (se selecciona y asignaal paciente despus de iniciar el estudio)y comparativoRevisin sistemtica de estudios de nivel III

    IV Reporte de un comit de expertos, experienciaclnica de autoridades respetadas, consensosen conferencias

    Series de casos

    V Opinin de expertos

    Adaptado del Scottish Intercollegiate Guidelines Network y del Oxford Center for Evidence Based Medicine.

    integrar la valoracin crtica con nuestra experiencia ycon los datos biolgicos, preferencias y valores de nuestropaciente, y quinto, evaluar la efectividad y la eficacia denuestra actuacin y proponer mejoras en ella.

    Brevemente, para la bsqueda de las evidencias externasse suele recurrir a 2 frmulas diferentes: una, consultar revi-siones sistemticas, y otra, analizar estudios individualespublicados en revistas cientficas con sistema de revisin porexpertos (peer review). Las revisiones sistemticas son eva-luaciones del conjunto de evidencias cientficas relacionadascon una cuestin (esto es, una combinacin de resultados de2 o ms estudios previos). Describen en qu medida deter-minados tratamientos se apoyan en evidencias cientficas.Se las considera el ms alto nivel de evidencia en la PBE.Estas puede ser elaboradas y publicadas por institucionesacadmicas o colaboraciones multidisciplinares, sin ningninters particular en los resultados, o por grupos de inters afavor o en contra de determinados tratamientos. Se puedenencontrar consultando diferentes bases de datos o revistasbasadas en evidencia, como, por ejemplo, las bases de datosCochrane Collaboration, Campbell Collaboration, Psycholo-gical Database for Brain Impairment Treatment Efficacy ola revista Evidence-based Communication Assessment andIntervention Journal. Por otro lado, los estudios individua-les pueden localizarse en bases de datos como Medline oCINAHL. Existen diferentes jerarquas de evidencia que per-miten clasificar los distintos disenos de estudio en base a sucapacidad para predecir el grado de eficacia de un trata-miento. En la tabla 1 se pueden ver 2 jerarquas de nivelesde evidencia diferentes.

    Entre los criterios que se emplean para valorar la cuali-dad de la evidencia disponible se incluyen: la confirmacinindependiente y la convergencia de evidencia; el control

    experimental; el control de la subjetividad y los sesgos;el tamano del efecto; los intervalos de confianza, y larelevancia y viabilidad (American Speech Language HearingAssociation, 2004).

    En conclusin, se han descrito 2 formas diferentes quepueden ayudar al logopeda en el proceso de toma de deci-sin en su prctica clnica: una, buscando y aplicando lasrevisiones sistemticas realizadas por otros profesionales; ydos, aprendiendo a realizar los pasos de la PBE. Sin embargo,existe otra tercera frmula, que sera buscar y aplicar lasguas clnicas basadas en la evidencia desarrolladas porotros profesionales. Estas guas permiten solventar, en ciertomodo, las limitaciones temporales y materiales a las que seenfrenta el logopeda (Hargrove, Griffer y Lund, 2008).

    Una gua clnica basada en la evidencia (GCBE) es un con-junto de declaraciones explcitas que asisten al profesionaly al paciente en la toma de decisiones sobre el cuidado dela salud para condiciones clnicas especficas. Se basan enla mejor evidencia de investigacin disponible y en el juiciode los profesionales. Pueden centrarse en reas especficascomo son el diagnstico o la seleccin de procedimientos y/oprotocolos de cuidados para condiciones clnicas especfi-cas, entre otras. Normalmente, suelen contener algoritmosu organigramas de toma de decisin que guan al usuarioa travs de una estructura si-entonces, que no son reglasrgidas que deban seguirse. Se las considera como una formade investigacin secundaria dado que, en cierta medida,examinan los resultados de las investigaciones primarias(esto es, las revisiones sistemticas y los metaanlisis) per-mitiendo al profesional acceder fcil y rpidamente a laliteratura que ha sido identificada, resumida y criticadapreviamente (Yorkston, Spencer, Duffy, Beukelman, Golper,Miller et al., 2001; Hargrove et al., 2008). Se pueden

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    encontrar en el N-CEPs Compendium of Guidelines andSystematic Reviews de la ASHA, en el Royal College ofSpeech-Language Therapists, en el Scottish IntercollegiateGuidelines Network o en la Academy of Neurologic Commu-nication Disorders and Sciences.

    Por consiguiente, las GCBE se diferencian de las tra-dicionales en que las primeras emplean procedimientossistemticos, gradan la evidencia y estn ligadas a eviden-cia cientfica, y se diferencian de las revisiones sistemticasen que las GCBE consideran diferentes niveles de evi-dencia, incluida la opinin de los expertos o los estudiosde casos, mientras que las revisiones sistemticas sola-mente admiten evidencias de alta cualidad (Hargrove et al.,2008).

    El objetivo del presente artculo es describir las prin-cipales conclusiones derivadas de diferentes revisionessistemticas, estudios de series de casos y guas clnicas que,abordando el tema de la intervencin en la disartria, hansido publicados en los ltimos anos.

    La evidencia en el tratamiento de la disartria

    Entre las publicaciones existentes, la Cochrane Collabora-tion ha llevado a cabo 5 revisiones sistemticas relacionadascon el tratamiento de la disartria en diferentes tipos depacientes.

    Dos de las revisiones (Morgan y Vogel, 2009; Pennington,Miller y Robson, 2009) investigan la eficacia de la interven-cin logopdica en ninos y adolescentes frente a la ausenciau otros tipos de terapia. As, en la revisin de Morgan yVogel (2009) se consideran tanto los estudios controladosaleatorizados como los disenos cuasi-experimentales queincluyan ninos de 3 a 16 anos con disartria adquirida. Deltotal de 2.091 artculos identificados, solamente accedenal texto completo de 3 de ellos. El resto es rechazado porno incluir la disartria como objeto de estudio, tener uncarcter descriptivo o diagnstico y/o analizar poblacinadulta. Sin embargo, ninguno de los 3 estudios selecciona-dos inicialmente se emplea para la revisin, dado que noutilizan disenos cuasi-experimentales ni son estudios contro-lados aleatorizados. Los autores afirman que no es posiblesacar conclusiones sobre la eficacia del tratamiento dadala ausencia de estudios cuasi-experimentales y controladosaleatorizados. Por tanto, instan a los logopedas a realizarestudios bien controlados que permitan identificar trata-mientos eficaces para esta poblacin. En la revisin dePennington et al. (2009) se intenta determinar si la inter-vencin directa es ms efectiva que la no intervencinen ninos menores de 3 anos, y si la intervencin indivi-dual es ms efectiva en la mejora de la inteligibilidad queotros tipos de intervencin. Como en el caso anterior, nose encuentran estudios controlados aleatorizados ni disenoscuasi-experimentales para poder determinar la efectividadde la terapia logopdica en esta poblacin. Recomiendanrealizar estudios controlados aleatorizados de cara a con-trastar los hallazgos encontrados en los estudios descriptivosy determinar el coste y la aceptabilidad de la intervencin.Junto a estas actuaciones, proponen tambin introducirmedidas de resultado que valoren cambios en la produc-cin del habla, la inteligibilidad, la participacin social yeducativa, y la calidad de vida.

    Las otras 3 revisiones se centran en poblacin adulta(>16 anos). Las 2 de Deane, Whurr, Playford, Ben-Shlomoy Clarke (2001a, 2001b) abordan la eficiencia de la inter-vencin en la poblacin con enfermedad de Parkinson. Enla primera de ellas, Deane et al. (2001a), tras la bsqueday el anlisis de los estudios publicados, solamente localizan3 que sean controlados aleatorizados. En ellos se comparala terapia logopdica con una terapia placebo. Aunque lasmedidas de resultado de la intervencin parecan mostrarmejoras incluso 6 meses despus de la intervencin, eradifcil establecer su relevancia clnica, dado que no se inclu-yeron medidas de inteligibilidad. Los autores de la revisinconcluyen que no existe evidencia suficiente para apoyar orefutar la eficacia de la terapia logopdica en las personascon enfermedad de Parkinson sobre la base de los proble-mas metodolgicos de los estudios, el reducido nmero depacientes examinados (63) y la posibilidad de sesgos en lapublicacin de estudios que demuestren que no es eficiente.No obstante, resaltan que el hecho de no encontrar eviden-cia no significa que no exista tal efecto, sino que debenrealizarse estudios controlados aleatorizados bien disenadosy definirse medidas de resultado de la intervencin quesean clnicamente relevantes realizando un seguimiento delefecto al menos 6 meses post-intervencin. La segundarevisin (Deane et al., 2001b) compara los beneficios dediferentes tcnicas de intervencin. En ella se encuentran2 estudios controlados aleatorizados en los que se comparala eficacia de los ejercicios prosdicos aislados con la deestos mismos apoyados con feedback visual y la eficacia delLee Silverman Voice Treatment con la terapia respiratoriaorientada a incrementar la actividad de esta musculatura.Las medidas de resultados de ambos estudios no muestrandiferencias significativas entre los 2 tratamientos compa-rados. Al igual que sucede en la revisin anterior, existenfallos metodolgicos en los estudios y el nmero de casoses muy reducido (71). De este modo, los autores concluyenque no hay evidencia suficiente que apoye la superioridadde una tcnica de intervencin sobre otra y hacen la mismarecomendacin que en la revisin anterior.

    La ltima de las revisiones Cochrane (Sellars, Hughes yLanghorne, 2005) se centra en poblacin con dano cerebralsobrevenido no progresivo. En esta ocasin no se encuentraningn estudio controlado aleatorizado, por lo que no esposible obtener evidencia que permita apoyar o refutar laefectividad de la terapia logopdica en la disartria por danosobrevenido no progresivo.

    La Academy of Neurologic Communication Disorders andSciences (ANCDS), junto con la American Speech, LanguageHeraing Asociation (SID-2), acordaron en 1997 el desarro-llo de guas de prctica clnica para trastornos neurolgicosde la comunicacin (Yorkston et al., 2001). Desde estafecha se han elaborado 4 revisiones sistemticas que sir-ven de base para la generacin de respectivas guas. Enlas revisiones, a diferencia de las realizadas por la Coch-rane Collaboration, se incluyeron tanto estudios controladosaleatorizados como literatura gris (publicaciones en con-gresos, jornadas, informes de investigacin, etc.), librosrelevantes y bsquedas de referencias ancestrales (estu-dios citados en artculos o captulos). Para evaluar la fuerzade la evidencia adaptan el esquema desarrollado por laAmerican Psychological Association (Chambless y Hollon,1998) para estudios de intervencin conductual. En este

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    esquema se evala el grado de descripcin de los suje-tos mediante la presencia/ausencia de 18 caractersticas(diagnstico mdico, tipo de disartria, edad, gnero, carac-tersticas del habla, historia de tratamiento, severidad de ladisartria, severidad de la enfermedad, tiempo desde el ini-cio de la misma, medicaciones, datos acsticos, datos delexamen neurolgico, datos fisiolgicos, estatus socioecon-mico o educacin, cognicin/lenguaje, audicin o visin,sensaciones y diadococinesis). As, entre 1-5 caractersticasse considera una descripcin breve, entre 6-10 descrip-cin detallada, y >10 descripcin comprensible. Se analizaigualmente el grado de replicabilidad del tratamiento(bajo, moderado o alto), registrando si el estudio aportainformacin sobre el manual del procedimiento, las refe-rencias sobre el procedimiento de tratamiento o presentauna descripcin detallada del mtodo (incluyendo intensi-dad y frecuencia del tratamiento). Por otro lado, valoran laadecuacin psicomtrica de los estudios mediante el regis-tro de la informacin que proporcionan sobre la fiabilidady la estabilidad de la medida de los resultados (fiabilidadinter-evaluador, intra-evaluador, dispersin de las medidas,etc.). Tambin se determina la evidencia de que el cambioen la conducta (medido con parmetros acsticos, fisiolgi-cos, perceptivos y/o psicosociales) se debe al tratamientorealizado. Y por ltimo, registran la existencia de medi-das de resultado en trminos de nivel de discapacidad y derestriccin en la actividad y participacin.

    En la revisin sistemtica de Yorkston, Spencer y Duffy(2003) se analizan las tcnicas de intervencin conductual-logopdicas para la mejora de la respiracin/fonacin.Dividen los estudios revisados en 4 categoras: los queemplean biofeedback fisiolgico (11), los que utilizan apa-ratos (6), los que recurren al Lee Silverman Voice Treatment(16) y un grupo de estudios bajo la etiqueta de miscelnea(4).

    Los estudios relacionados con el biofeedback suelen serdisenos de caso nico, series de casos o casos. No existeun perfil de paciente perfectamente definido en cuanto atipo de disartria ni a diagnstico mdico. S se observa quees una tcnica de tratamiento que se aplica en personascon pobre soporte respiratorio debido a alteracin fisiol-gica. No existe una forma concreta de biofeedback, sinoms bien todo lo contrario. As, se pueden encontrar bio-feedback relacionados con la presin de aire subgltica,la excursin de la pared abdominal y de la parrilla costal,los niveles de presin de la voz, la duracin de la voz, laelectrogolotografa, etc. Aunque los estudios tienen buenareplicabilidad, buen control experimental y los resultadosson medidos principalmente a nivel de deficiencia (aspec-tos fisiolgicos) de forma sistemtica, los revisores indicanque no se puede establecer una relacin directa entre losresultados obtenidos a nivel fisiolgico y los obtenidos enactividad y participacin. Es ms, las medidas de actividady participacin no se realizan en todos los estudios.

    En cuanto a las investigaciones agrupadas en la catego-ra de aparatos, puede decirse que emplean el mismo tipode diseno experimental que en el caso anterior. Los can-didatos indicados para esta clase de intervencin son losque presentan una disartria hipocintica resultante de laenfermedad de Parkinson o una parlisis supranuclear pro-gresiva y que han fracasado ante una intervencin de tipoconductual-logopdica. Normalmente emplean aparatos de

    feedback auditivo demorado o de intensidad, amplificado-res de voz y aparatos enmascaradores de la intensidad de lavoz. Las medidas de resultados son positivas a nivel de defi-ciencia (aspectos fisiolgicos como la intensidad de la voz, eltiempo de fonacin y la frecuencia fundamental) y de acti-vidad (tasa e inteligibilidad), mientras que las medidas departicipacin no se suelen aportar y cuando lo hacen son enforma de reportes familiares sobre fatiga de habla o escalasperceptuales. El control experimental y la adecuacin psi-comtrica son buenos, aunque no as la replicabilidad, quees moderada.

    Las investigaciones sobre el Lee Silverman Voice Treat-ment, dirigido al incremento del esfuerzo fonatorio y delsoporte respiratorio, obtienen evidencia de efectividad alargo plazo. Son estudios con buen nivel de replicabili-dad, control experimental y adecuacin psicomtrica. Eltratamiento se aplicaba principalmente en personas condisartria hipocintica, como consecuencia de la enferme-dad de Parkinson, caracterizada por hipoaduccin fonatoriay descenso de la intensidad vocal. Sin embargo, en algu-nos estudios la poblacin de anlisis inclua a personas conesclerosis mltiple y traumatismo craneoenceflico con lasmismas caractersticas vocales que los pacientes con Par-kinson. Los autores de la revisin concluyen que el perfildel paciente para el cual el tratamiento es ms indicadoes el de una persona con intensidad vocal reducida, pobresoporte/esfuerzo respiratorio, buena estimulabilidad y altonivel de motivacin para realizar el tratamiento. Las medi-das de resultados del tratamiento que se emplean en losestudios valoran tanto la deficiencia como la actividad y laparticipacin. Para valorar el grado de deficiencia recurren avariables acsticas, cinemticas y areodinmicas, mientrasque para registrar la actividad/participacin emplean regis-tros de cualidad general de la voz e inventarios psicosocialesestandarizados, entre otros.

    Por ltimo, en la categora miscelnea se encuentraninvestigaciones sobre terapias grupales y sobre los efectosdel tratamiento combinado de toxina botulnica y terapiavocal en casos de disfona espasmdica. Respecto al pri-mer grupo de estudios, cabe decir que, aunque encuentranmejoras en deficiencia y actividad/participacin, no hayevidencia suficiente que permita confirmar la efectividadde este tipo de tratamiento. En s, consistan en interac-ciones en las que el paciente observaba su conducta y lasde sus companeros para proporcionar posteriormente unfeedback. El tipo de pacientes que participaban en estosestudios eran personas con enfermedad de Parkinson. Tantola replicabilidad como el control experimental y la ade-cuacin psicomtrica eran bajos. Lo mismo sucede con losestudios sobre toxina botulnica. Aunque se observan efectospositivos de la terapia vocal tras la aplicacin de la toxina,no se puede concluir que esta combinacin sea ms efectivaque el tratamiento exclusivo basado en toxina botulnica.Por otro lado, s parece claro que el tratamiento exclu-sivo de la disfona espasmdica con terapia de voz no esefectivo.

    A partir de esta revisin, Spencer, Yorkston y Duffy(2003) elaboran una gua de prctica clnica. En ella nosolamente se incluyen los datos recogidos de la revisin,sino que tambin se tiene en cuenta la opinin de losexpertos. As, cuando hay un acuerdo igual o superior al 90%entre los expertos, se determina que existe un consenso

  • Disartria. Prctica basada en la evidencia y guas de prctica clnica 125

    fuerte, mientras que si el acuerdo est en torno al 75-90%,la evidencia es considerada como consenso simple.

    En la figura 1 se representa el organigrama de interven-cin que han elaborado los autores para el proceso de tomade decisin clnica. En el original se incluye tambin unaparte dedicada a la evaluacin. Esta ltima recoge princi-palmente estrategias basadas en la opinin de expertos.

    Como puede verse en la figura 1, se establecen 3 obje-tivos de tratamiento diferenciados: mejora del soporterespiratorio, mejora de la coordinacin y control fonatorio,y mejora de la funcin fonatoria. Cada uno de ellos estorientado a una problemtica distinta, como se observa enla tabla 2.

    Dentro de cada objetivo se describen diferentes tcni-cas de intervencin. Para la mejora del soporte respiratoriose emplearan inicialmente tareas no-verbales, ajustes pos-turales o asistencia protsica. Estas se aplicaran en larealizacin posterior de tareas verbales. Por otro lado, parala mejora de la coordinacin y el control de la fonacinse establecen tareas no-verbales (cuando son necesarias)previas a las tareas verbales. Por ltimo, para la mejorade la reduccin de la funcin fonatoria las tcnicas varan,dependiendo de si se trata de un problema de hiperaduccino hipoaduccin. Para la hiperaduccin se recurre a tareasverbales y no-verbales, mientras que para la hipoaduccinse recurre a estrategias fsicas que favorecen la aduccin oal entrenamiento en intensidad. En las tablas 3---5 se puedever el nivel de apoyo correspondiente de cada una de lastcnicas existentes para la mejora de la patologa indicada.

    Otra de las revisiones realizadas por la ANCDS investigala efectividad de la intervencin en la intensidad, la tasa yla prosodia del habla y del uso de instrucciones gene-rales como herramienta de tratamiento (Yorkston, Hakel,Beukelman y Fager, 2007).

    Muchos de los estudios que analizan la efectividad de laintervencin en intensidad son aquellos en los que se empleael Lee Silverman Voice Treatment. Como se comentaba ante-riormente, este tratamiento se utiliza fundamentalmente enpersonas con enfermedad de Parkinson. Segn los autores,en algunas de las investigaciones estudiadas se realiza unacomparativa entre este tratamiento y el trabajo respiratorioaislado. Lo que se ha observado es que existe una mejorasignificativa en variables acsticas, perceptivas y fisiolgicasde la intensidad tras aplicar el Lee Silverman Voice Treat-ment en personas con enfermedad de Parkinson y disartriahipocintica.

    Respecto a los estudios centrados en la tasa de habla,observan que en la mayora de ellos se intenta conse-guir una reduccin empleando diferentes tratamientos (usode aparatos de feedback auditivo demorado, metrnomo,pacingboard, entrenamiento por ordenador, instruccionesconductuales o biofeedback). Aunque los resultados depen-den de la severidad, senalan que existe una mejora enla inteligibilidad por descenso de la tasa de habla. Sinembargo, no parece haber una relacin directa simple entreambas variables (por ejemplo, algunos estudios indican quela reduccin de la tasa produce una mejora en la inteligi-bilidad a nivel de sentencia pero no a nivel de fonema). Noexiste tampoco una clara definicin de la tipologa disr-trica para cul est indicada este tipo de intervencin. Enlos estudios, los pacientes varan en diagnsticos mdicos,tipologa y severidad. No obstante, se observa un descenso

    de la tasa de habla en la mayora de ellos. Como medidasde resultado se incluyen tanto variables perceptivas (inte-ligibilidad) como acsticas, fisiolgicas y, en menor grado,psicosociales.

    En el caso de la prosodia, aunque se observan mejorasen las medidas perceptivas (patrones acentuales, precisinarticulatoria, inteligibilidad y naturalidad) y acsticas (con-tornos de frecuencia fundamental [F0], intensidad relativay medidas de duracin de diferentes aspectos), segn losautores, no se puede determinar la efectividad del trata-miento, dado que se aplican gran variedad de tcnicas y losparticipantes en los estudios son escasos y muy heterog-neos (predominando el diagnstico mdico de traumatismocraneoenceflico y la tipologa disrtrica atxica). No obs-tante, senalan que s parece ser un rasgo comn en ellosla existencia de prdida de inteligibilidad. Las tcnicas quese emplean son de dos tipos: biofeedback (duracin de lapresin intraoral, modulacin de la F0, informacin sobre latasa de habla o programas como el VisiPith), e instruccionesconductual-logopdicas (patrones de acento palabra/frase,duracin de la slaba, aumento de la pausa respiratoria,produccin de oraciones en respuesta a preguntas, etc.).Tambin indican que no es posible establecer el grado degeneralizacin de los efectos, su validez social ni el efectocomparativo de tcnicas especficas frente a generales al noexistir estudios que investiguen estos aspectos.

    Por ltimo, en la revisin que se lleva a cabo sobre elempleo de instrucciones generales observan que, como enel caso anterior, dada la heterogeneidad de participantesy tratamientos y del escaso nmero de sujetos incluidosen los estudios, es difcil determinar la efectividad deltratamiento. No obstante, aprecian buenos resultados envariables acsticas y perceptivas cuando las indicacionesson especficas (esto es, sobre aspectos concretos en elmomento de la conversacin). La mayora de los estudiosson realizados con pacientes con traumatismo craneoen-ceflico y accidente cerebrovascular que presentan,predominantemente, disartrias mixtas.

    El manejo de la funcin velofarngea es el tema deanlisis de otra de las revisiones de la ANCDS (Strandy Sullivan, 2001). En ella se clasifican los estudios en 3grupos segn se centren en la intervencin quirrgica(n = 35; 27%), en la intervencin protsica (n = 186; 61%) oen la intervencin basada en ejercicios (n = 3; 6%). Uno delos aspectos que destacan los revisores es que no existecorrespondencia entre el nmero de estudios dedicados a laintervencin protsica y la aplicacin de dicha intervencinen el contexto clnico real, siendo en este ltimo casomucho menor de lo que podra parecer.

    En cuanto a la intervencin basada en ejercicios (entre-namiento del paladar y ejercicios de resistencia realizadoscon dispositivos de presin positiva continua de aire [CPAP]),los revisores concluyen que no existe evidencia suficienteque permita evaluar su efectividad por el nmero tan redu-cido de casos estudiados. S parece claro que no existeevidencia de que tcnicas de empuje o de fortalecimiento(como chupar o soplar), tareas en las que el paciente con-trola y modifica la salida de aire (con silbatos, pelotas,papelitos, burbujas, globos, pajitas, etc.) y tcnicas de inhi-bicin (hielo prolongado, presin en puntos de insercin dela musculatura, desensibilizacin, frotar y/o golpear irre-gularmente) tengan efectividad en la mejora de la funcin

  • 126 N. Melle

    Manejo de la funcin reducida

    Mejorar soporterespiratorio

    Funcinadecuada

    Tareas no-verbales

    Ajustesposturales

    Asistenciaprotsica

    Tareasverbales

    Seguimiento enenfermedades

    progresivas

    Tareas no-verbales

    Tareasverbales

    Estrategiasfsicas paramejorar laaduccin

    Tareas no-verbales

    Tareasverbales

    HiperaduccinHipoaduccin

    Entrenamiento enintensidad

    Mejorarcoordinacin/control

    Mejorar funcinfonatoria

    Medidas de resultados

    Figura 1 Organigrama de las opciones de tratamiento en alteraciones de la respiracin/fonacin en la disartria. (Adaptado deSpencer et al. [2003]).

    velofarngea. Los expertos opinan que los mecanismos sub-yacentes implicados en el cierre velofarngeo para el habla ypara los actos motores no relacionados con el habla son dife-rentes, que no existe evidencia suficiente de que la mejoraen la fuerza del velo suponga una mejora en el habla y quelas tcnicas indicadas ms arriba no proporcionan informa-cin al paciente sobre el movimiento del velo durante elhabla.

    En el mismo sentido, la revisin realizada por los autoresde los estudios sobre intervencin quirrgica del velo delpaladar no aporta evidencia suficiente para hacer reco-mendaciones ni para evaluar la efectividad de esta formade intervencin. Senalan que algunos de los estudios son

    preliminares y no proporcionan descripciones detalladas delos casos ni de las medidas de resultados empleadas. Estamodalidad de intervencin suele aplicarse cuando se hanintentado de forma fallida los otros tipos de intervencionesen casos muy complejos (dificultando as la generalizacina una poblacin con disartria ms amplia) y parece estarcontraindicada en casos de parlisis cerebral. Los autoresresaltan la necesidad de ms estudios con pacientes cuyasafectaciones fueran estables o severas.

    Tras el anlisis de los estudios sobre intervencin pro-tsica, los revisores indican que solo un 20% de ellosaportan datos sobre adecuacin psicomtrica de la medida.Las poblaciones de estudio son personas con traumatismo

    Tabla 2 Tipo de disartria y sintomatologa caracterstica de la patologa respiratoria/fonatoria

    Patologa Sintomatologa Tipo de disartria

    Descenso del soporte respiratorio --- Reducida intensidad --- Disartria flcida--- Frases cortas--- Reducida variabilidad en frecuencia e intensidad

    Descenso de la coordinacin/control de la fonacin --- Excesivas variaciones en intensidad --- Disartria hipercintica--- Silencios inapropiados --- Disartria atxica--- Cualidad vocal spera--- Patrn respiratorio inapropiado--- Ruptura de la voz

    Reduccin de la funcin fonatoria --- Cualidad vocal ronca --- Disartria flcida--- Cualidad vocal soplada --- Disartria hipocintica--- Intensidad reducida--- Cualidad vocal spera/estrangulada --- Disartria espstica--- Tasa de habla lenta --- Disartria hipercintica--- Frecuencia vocal descendida

    Adaptado de Spencer et al. (2003).

  • Disartria. Prctica basada en la evidencia y guas de prctica clnica 127

    Tabla 3 Resumen de las tcnicas para mejorar el soporte respiratorio y su apoyo correspondiente

    Foco de tratamiento Tcnica de tratamiento Apoyo basadoen la evidencia

    Solo opininde expertos

    Carece de apoyo

    Tareas no verbales Respirar contra resistencia atravs de un manmetro de agua,mscara de resistencia o botella

    S

    Tcnicas de empuje y traccin SBiofeedback del movimiento de lapared costal

    S

    Tareas de inhalacin y exhalacinmximas

    S

    Tareas de exhalacin controlada SRespiracin contra resistenciaa travs de los labios fruncidos

    S

    Usar un transductor de presinde aire con feedback de unosciloscopio o pantalla deordenador

    S

    Fonacin sostenida con feedbackdel VisiPith o el medidor de VUde una grabadora

    S

    Soplar globos, burbujas, plumas SAplicar presin o vibracinal diafragma, costillas, etc.

    S

    Aplicar hielo en el diafragma SEstimulacin elctrica S

    Ajustes posturales Postura erguida para personacon problemas inspiratorios

    S

    Postura en supino para personascon problemas espiratorios

    S

    Adaptacin del sistemade sedestacin en personascon problemas espiratorios

    S

    Tratamiento de neurodesarrollo SAsistencia protsica Tableros/palas espiratorias S

    Empujar en el abdomen con unamano mientras se espira

    S

    Faja abdominal SModificacin del patrninspiratorio/espiratorio

    S

    Chequeo inspiratorio SBiofeedback de los nivelesde presin de aire

    S

    Adaptado de Spencer et al. (2003).

    craneoenceflico, accidente cerebrovascular, parlisis cere-bral y esclerosis lateral amiotrfica. La tipologa disrtricapredominante es la flcida, junto con la mixta flcida-espstica. As mismo indican que, aunque no existenestudios que demuestren que el uso de la prtesis con-lleve una recuperacin de la funcin velofarngea, s seevidencian mejoras en la articulacin, la inteligibilidad, lahipernasalidad y el uso del apoyo respiratorio. Por otro lado,observan diferencias en los resultados en funcin al tipo dedisartria. En este sentido, las disartrias flcidas con buenmovimiento de la pared farngea obtienen mejores resulta-dos, mientras que, por el contrario, las disartrias con paladarespstico y sin denticin adecuada obtienen peores resulta-dos. Por ltimo, destacan que el uso de prtesis del velo

    del paladar no comporta grandes riesgos o complicaciones,reducindose los problemas a intolerancias de la prtesis,incomodidad, algunas dificultades para pronunciar, aumentode la generacin de saliva y/o rechazo.

    Como en el caso de Spencer et al. (2003), se elabora unagua de prctica clnica a partir de la revisin. Del mismomodo, se consideran no solo las evidencias aportadas por lasinvestigaciones, sino tambin las opiniones de los expertos.En la figura 2 aparece el organigrama del proceso de tomade decisin clnica.

    Como puede apreciarse en el organigrama, cuando trasla evaluacin se detecta una funcin velofarngea alteradahay que determinar, en primer lugar, el grado de estimulabi-lidad que presenta el paciente con el fin de establecer qu

  • 128 N. Melle

    Tabla 4 Resumen de las tcnicas para mejorar el control y la coordinacin de la fonacin y su apoyo correspondiente

    Foco de tratamiento Tcnica de tratamiento Apoyo basadoen la evidencia

    Solo opininde expertos

    Carecede apoyo

    Tareas no-verbales Terapia de biofeedback paraincrementar el control de inhalaciny exhalacin

    S

    Practicar un patrn respiratorio efectivo(inspiraciones rpidas y espiracioneslentas y controladas)

    S

    Chequeo inspiratorio sin habla SPracticar cambios entre inspiraciny espiracin

    S

    Facilitar la coordinacin inhalatoria yel habla a travs de la inhalacin o lacoordinacin exhalatoria a travsdel soplo

    S

    Tareas verbales Biofeedback de los movimientos de lascostillas y la fonacin

    S

    Mejorar la conciencia del patrnrespiratorio-habla

    S

    Aprender a evaluar y monitorizar losniveles de intensidad durante el habla

    S

    Usar grupos espiratorios ptimos SChequeo inspiratorio durante el habla SCombinar los movimientos de presinabdominal con las instrucciones sobrealcanzar la extensin adecuada durantela inspiracin/espiracin para hablar

    S

    Entrenar la habilidad para modificar laprofundidad de la inspiracindependiendo de la longitud y laintensidad del enunciado

    S

    Adaptado de Spencer et al. (2003).

    Tabla 5 Resumen de las tcnicas para mejorar la funcin fonatoria y su apoyo correspondiente

    Foco de tratamiento Tcnica de tratamiento Apoyo basadoen la evidencia

    Solo opininde expertos

    Carecede apoyo

    Estrategias fsicas paramejorar la aduccin

    Tcnicas de cierre de esfuerzo S

    Ataque gltico duro SAjustes posturales (p. ej.,rotacin de la cabeza)

    S

    Manipulacin fsica del tiroides SIncremento de laintensidad

    Lee Silverman Voice Treatment S

    Tcnicas no-verbales Relajacin muscular o masaje SBiofeedback de flujo areo novocal

    S

    Tcnicas verbales Estrategias de reduccin detensin (por ejemplo, tcnicasde fonacin de inicio suave)

    S

    Biofeedback durante el hablapara monitorizar la tensin de lamusculatura extrnseca

    S

    Adaptado de Spencer et al. (2003).

  • Disartria. Prctica basada en la evidencia y guas de prctica clnica 129

    Evaluacin

    Funcin VFadecuada

    Buena compensacin

    Intervencin conductual-logopdica

    Mala compensacin

    Candidato para prtesis

    Estable / Recuperable

    Candidato para prtesis

    Malo MaloBueno Bueno

    Intervencin protsica

    Intervencin conductual-logopdica

    Intervencin conductual-logopdica

    Medidas de resultados

    Seguimiento enenfermedades

    progresivas

    Funcin VF alterada

    Progresiva

    Figura 2 Organigrama de las opciones de tratamiento en alteraciones de la funcin velofarngea (VF) en la disartria. (Adaptadode Strand y Sullivan [2001]).

    tipo de tratamiento realizar (una intervencin conductual-logopdica o una intervencin protsica). Las tcnicasindicadas por los autores para evaluar la capacidad paracompensar la alteracin incluyen: cambios en la tasa dehabla (enlentecimiento), cambios en el nivel de esfuerzo(aumento o disminucin segn la alteracin fisiolgica debase), monitorizacin del exceso de flujo areo nasal y delos rasgos de resonancia, e incremento de la precisin delhabla exagerando los movimientos articulatorios.

    En caso de que el paciente muestre buena estimula-bilidad, se podra realizar una intervencin basada en lamodificacin del patrn de habla (incrementar el esfuerzo,enlentecer la tasa de habla o realizar un habla sobrearticu-lada), en el uso de CPAP durante el habla o en el empleode feedback (espejo nasal, transductores de flujo nasal,nasoendoscopia para reducir la hipernasalidad).

    Cuando el paciente es poco estimulable y no es buencandidato para una intervencin protsica, la interven-cin conductual-logopdica tiene una orientacin distinta.Los autores de la gua proponen el uso de sistemasaumentativos/alternativos de comunicacin, suplementa-cin alfabtica y estrategias pragmticas del interlocutor(mantenimiento del tpico, integracin de diversos indicios,etc.) y del hablante (uso de gestos, senales de manteni-miento de turno, etc.).

    Por otra parte, cuando el paciente es poco estimulablepero s es buen candidato para una intervencin protsica,se lleva a cabo, por un lado, un programa de desensibi-lizacin de la cavidad bucal en los pacientes con reflejode arcada hiperactivo, y por otro, la impresin del moldepara elaborar la prtesis, la seleccin de los puntos de suje-cin y la adaptacin de la parte posterior de la prtesis a

    las necesidades del paciente concreto. Cuando la prtesisest preparada y el paciente desensibilizado, en el caso deque lo requiera, se compaginan las sesiones del ortodoncistacon las del logopeda para ir ajustando la prtesis lo mejorposible.

    En las tablas 6 y 7 se pueden ver los criterios indicados porlos autores de la gua para determinar cundo un pacientees buen o mal candidato para una intervencin protsica encasos de disartria progresiva y en casos de disartrias estableso recuperables.

    La ltima de las revisiones realizada por la ANCDSaborda el tema de las tcnicas de suplementacin en ladisartria (Helm-Estabrooks, Hanson, Yorkston y Beukelman,2004). En ella analizan estudios que se centran en 4 tiposdiferentes de suplementacin: alfabtica, semntica,gestual y mltiple. A lo largo de los estudios se observaque existe gran variedad en diagnsticos mdicos, tiposde disartrias y grados de severidad. Entre los diagnsticospredominan la parlisis cerebral, el accidente cerebro-vascular y el traumatismo craneoenceflico, y entre lastipologas disrtricas la flcida, la mixta y la espstica. Noobstante, parece ser que ni el diagnstico mdico ni el tipode disartria influyen en la efectividad del uso de las tcnicasde suplementacin. S afecta el nivel de severidad de ladisartria, y los mejores candidatos son los que presentanun grado profundo o severo de disartria. Tambin se hanidentificado otras variables que influyen en la efectividad dela suplementacin, como son las capacidades cognitivas, lashabilidades pragmticas y el control motor necesario pararealizar gestos o senalar. Los estudios demuestran mejoraen las medidas de resultado, aunque el grado de mejoradepende de la tcnica empleada. As, la inteligibilidad

  • 130 N. Melle

    Tabla 6 Caractersticas de los candidatos con disartria progresiva para la intervencin protsica

    Caractersticas a explorar Candidatos buenos Candidatos malos

    Neurofisiologa del velo del paladar Flcida Severamente espsticaTasa de cambio neurolgico Lenta RpidaFuncin respiratoria/fonatoria Adecuada PobreArticulacin Adecuada PobreCambios en la explosin/resonanciacon la oclusin de va nasal

    Presentes Ausentes o mnimos

    Diferencias de inteligibilidad entreconsonantes oclusivas y otrasconsonantes

    Consonantes oclusivas mucho menosinteligibles que otras

    Diferencias de inteligibilidad mnimaso no existentes

    Capacidad para inhibir el reflejode arcada

    Presente Ausente

    Manejo de la saliva y la deglucin Adecuado ReducidoDenticin Adecuada PobreCognicin/juicio/memoria Adecuada ReducidaDestreza manual para colocar/retirar laprtesis

    Buena capacidad Mala capacidad

    Objetivo del paciente respecto al habla Deseo de mantener la habilidadpara hablar

    Se conforma con una capacidad reducida

    Adaptado de Strand y Sullivan (2001).

    de sentencias mejora ms que la de palabras cuando seemplea suplementacin alfabtica, mientras que sucede locontrario cuando se emplea la semntica. Estas diferencias,junto con la gran variabilidad entre sujetos, sobre todo enlos casos ms graves, hace necesario que la seleccin de latcnica a aplicar sea individual, sopesando las ventajas ydesventajas de cada una de ellas para cada caso (tabla 8).

    Lo que s parece mejorar el nivel de inteligibilidad,segn se observa en algunos estudios revisados, es el usocombinado de tcnicas de suplementacin y el papel quedesempena el oyente. As, cuanta mayor experiencia y

    familiaridad tiene este ltimo con el hablante, mayor nivelde inteligibilidad se alcanza. Por otro lado, uno de los pro-blemas que presentan la mayora de los estudios provienedel tipo de tareas a las que se somete a los sujetos. Estas noson situaciones comunicativas normales, sino que ms bienconsisten en situaciones en las que se solicita la repeticinde palabras y/u oraciones de listas publicadas previamenteo elaboradas al efecto. Otro de los problemas resultade la ausencia de indicacin del grado de experiencia quetienen los pacientes con la tcnica de suplementacin,llegando incluso en algunos estudios a ensenarles la tcnica

    Tabla 7 Caractersticas de los candidatos con disartria estable o recuperable para la intervencin protsica

    Caractersticas a explorar Candidatos buenos Candidatos malos

    Neurofisiologa del velo del paladar Flcida Severamente espsticaTasa de cambio neurolgico Estabilidad o mejora lenta Mejora rpidaFuncin respiratoria/fonatoria Adecuada o recuperndose PobreArticulacin Adecuada o recuperndose PobreCambios en la explosin/resonanciacon la oclusin de va nasal

    Presentes Ausentes o mnimos

    Diferencias de inteligibilidad entreconsonantes oclusivas y otrasconsonantes

    Consonantes oclusivas mucho menosinteligibles que otras

    Diferencias de inteligibilidad mnimaso no existentes

    Capacidad para inhibir el reflejode arcada

    Presente Ausente

    Manejo de la saliva y la deglucin Adecuada ReducidaDenticin Adecuada PobreCognicin/juicio/memoria Dentro de los lmites normales

    o alteracin de leve a moderadaNiveles cognitivos inferiores al nivel Vdel Rancho de los amigos

    Destreza manual para colocar/retirar laprtesis

    Buena capacidad Mala capacidad

    Objetivo del paciente respecto al habla La mejora del habla es crtica Considera aceptable una funcinreducida

    Adaptado de Strand y Sullivan (2001).

  • Disartria.Prctica

    basadaen

    laevidencia

    yguas

    deprctica

    clnica131

    Tabla 8 Ventajas y desventajas de las tcnicas de suplementacin

    Ventajas Desventajas

    Indicios alfabticos --- tiles para resolver rupturas comunicativas --- Enlentece la tasa de habla--- Puede exigir que el hablante separe las palabrasproporcionando lmites que ayudan al oyente

    --- Puede alterar la prosodia

    --- Puede permitir que algunos hablantes mejoren la produccinminimizando las demandas respiratorias o permitiendo queincluyan consonantes finales

    --- El oyente necesita mirar

    --- Bajo coste --- Se requieren conocimientos lectoescritores y ciertas habilidadescognitivas

    --- Entrenamiento mnimo --- Producen un patrn de interaccin atpico--- Requiere tener un elemento externo (alfabeto o teclado)

    Indicios semnticos --- Indicacin rpida y fcil --- No estn presentes todos los tpicos--- Requiere mnimo entrenamiento --- Dificultad para reparar rupturas comunicativas--- Bajo coste --- Requiere tener un elemento externo

    --- El oyente tiene que ver las indicaciones--- Requiere ciertas habilidades cognitivas

    Indicios gestuales --- No se requiere ningn aparato externo --- Algunos mensajes no tienen un gesto correspondiente--- Los gestos son parte natural de la conversacin --- Dificultad para resolver las rupturas comunicativas--- Bajo coste --- Necesario un buen funcionamiento de la extremidad empleada en la

    realizacin de los gestos--- Requiere entrenamiento mnimo--- En algunos casos se observa mejora de la prosodia

    Adaptado de Helm-Estabrooks et al. (2004).

  • 132 N. Melle

    exclusivamente para realizar el experimento. El ltimode los problemas destacados es el reducido tamano de lasmuestras.

    Otros autores, como Palmer y Enderby (2007), realizanuna revisin sistemtica de los diferentes tratamientos quese aplican en disartria no progresiva publicados desde 1966hasta marzo de 2006. En total, 23 estudios cumplan losrequisitos fijados por los autores de la revisin (conteneraspectos principales del tratamiento o terapia en disartriapara poblacin estable, esto es, accidente cerebrovascu-lar, parlisis cerebral y/o traumatismo craneoenceflico).La mayora de los estudios recurren al diseno experimen-tal de sujeto nico o describen el tratamiento empleadoen casos individuales. Por las caractersticas de la mues-tra, la variedad de los tratamientos estudiados y los sesgosque derivan del hecho de que se publiquen solo investi-gaciones con resultados positivos, los autores senalan quees complejo establecer conclusiones sobre la eficacia delos tratamientos y hacer generalizaciones al conjunto dela poblacin con disartria, pero que proporcionan informa-cin til sobre las tcnicas de tratamiento que se describendetalladamente en los estudios.

    En su revisin investigan la tasa de habla, la resonan-cia, el control oro-motor, la articulacin, la prosodia, lasestrategias compensatorias, los programas de tratamiento ylos tratamientos para disartrias de larga evolucin.

    Respecto a la tasa de habla, uno de los aspectos relevan-tes que destacan en su revisin es que las investigacionesque comparan diferentes estrategias empleadas en la reduc-cin de la tasa muestran que existen diferencias en lacapacidad de estas para dicha reduccin. As, las estrate-gias en las que existe un intervalo regular en la presentacinde las palabras que emite la persona con disartria per-miten reducir mejor la tasa de habla que aquellas en lasque la presentacin es ms rtmica, esto es, el patrn deaparicin de las palabras se ajusta ms al ritmo de hablanormal.

    Analizando los estudios sobre control oro-motor yarticulacin encontrados, llegan a la conclusin de que espreciso realizar ms investigaciones controladas, ya queno es posible determinar la efectividad de las tcnicasneuromusculares, del uso de biofeedback EMG, el modeladode oraciones o la realizacin de ejercicios articulatorios.De hecho, los estudios sobre el control oro-motor son decorte ms bien terico, mientras que los que analizan laarticulacin son disenos de sujeto nico con un nmerode casos muy pequeno. En ellos se observan mejoras peroexisten fallos metodolgicos que deberan resolverse.

    Los estudios revisados bajo el epgrafe de prosodia ana-lizan, por una parte, la aplicacin del Lee Silverman VoiceTreatment, llegando a la misma conclusin que la obtenidaen la revisin de la ANCDS, y por otra, la comparativa entreun tratamiento conductual-logopdico y un tratamiento queemplea feedback visual y auditivo. En este ltimo caso, noparecen existir diferencias significativas entre ambas moda-lidades de tratamiento. No obstante, dado que se trata de undiseno de sujeto nico con 2 casos, los autores de la revisininsisten en la necesidad de realizar ms estudios controladoscon una muestra mayor.

    Entre los estudios que se centran en programas de tra-tamiento se observa que la mayora de ellos consistenen un compendio de tcnicas seleccionadas en base a los

    objetivos de tratamiento del paciente y sus preferencias.Solamente encuentran un estudio basado en un programade tratamiento sistemtico consistente en 18 tareas dife-rentes orientadas a trabajar aspectos no-verbales y verbalesmediante 53 actividades. Los estmulos empleados varan enlongitud, complejidad y tipo. As, se puede seleccionar lacomplejidad, el nmero y el tipo de tareas adecuado paracada sntoma especfico. Este programa ha sido elaboradoy estudiado longitudinalmente con 2 casos por Drummond,Worley y Watson (2003). A pesar de encontrarse buenosresultados en uno de ellos, los autores de la revisin senalanque no se consideraron los efectos que podran derivarsede la recuperacin espontnea, al aplicar el tratamientopocos das despus del accidente cerebrovascular. Por ello,recomiendan realizar ms investigaciones controlando esteefecto e incluyendo muestras ms amplias.

    Por ltimo, en la revisin de los estudios sobre tra-tamientos para disartrias de larga duracin los autoresconcluyen que, en disartrias estables originadas por trau-matismo craneoenceflico, parece posible emplear tcnicasde tratamiento con cierto xito anos despus del trauma-tismo y que el tratamiento aplicado despus de los 20 mesespost-lesin puede facilitar mayor recuperacin.

    En el resto de esferas analizadas no hay datos resenablesdistintos de los aportados por las revisiones sistemticasanteriores.

    Conclusiones

    Como se desprende de lo expuesto a lo largo del artculo, laPBE es mucho ms que una herramienta de trabajo clnicocompleja y demandante de un alto grado de especializa-cin, tanto a nivel terico como investigador y clnico. LaPBE supone un proceso permanente autodirigido que afectano solo al logopeda clnico, sino tambin a los acadmicos,investigadores y gestores de centros de logopedia.

    La PBE permite llevar a cabo intervenciones de mayorcalidad, ayuda a mejorar y establecer pautas comunes enla atencin ofrecida a los pacientes, favorece el desarro-llo de habilidades de integracin de diferentes tipos deconocimiento (lingstico, mdico, psicolgico y educativo),identifica reas o problemas de investigacin que deman-dan mayor atencin cientfica, sirve para apoyar el tipo deintervencin realizada en cada caso, aporta rigor, solidez yseriedad a la profesin, permite aplicar ms rpidamentelos hallazgos de la investigacin a la clnica y fomenta larealizacin de un trabajo clnico ms creativo y estimulante.

    En la PBE, las revisiones sistemticas son consideradas elestndar de oro para la evaluacin de la intervencin clnicaen medicina. Sin embargo, aspectos como la necesidad demuestras de gran tamano, la incapacidad para establecergrupos homogneos de sujetos (dada la gran heterogenei-dad diagnstica propia de las alteraciones neurolgicas), ladificultad para llevar a cabo estudios de doble ciego por pro-blemas de carcter tico, la forma y el momento en que semiden los resultados de los tratamientos, la dificultad paradeshacer los efectos provocados por los tratamientos aplica-dos, la ausencia de explicacin de los mecanismos de accinque estn presentes en las intervenciones (cundo y cmoactan los tratamientos) y la limitacin existente para esta-blecer el perfil de paciente que puede beneficiarse de una

  • Disartria. Prctica basada en la evidencia y guas de prctica clnica 133

    intervencin determinada, cuestionan la idoneidad de estetipo de disenos en un rea de estudio como son los trastornosde la comunicacin (vase Yorkston et al., 2001; Bernstein,2006; Dodd, 2007).

    En este sentido, las diferentes revisiones analizadas en elartculo ponen de manifiesto la escasa existencia de ensayoscontrolados aleatorizados en disartria, el reducido nmerode pacientes incluidos en los estudios, los fallos metodol-gicos y los sesgos provenientes de la publicacin de estudioscon resultados positivos. Todo ello impide que se pueda lle-gar a conclusiones sobre la efectividad de los diferentesmtodos y tcnicas de intervencin.

    Como contrapartida, en las diferentes revisiones se pro-ponen numerosas lneas futuras de trabajo que permitiranalcanzar mayor calidad en las intervenciones logopdicas.Entre ellas habra que destacar algunas como la necesidadde una descripcin ms detallada de las muestras emplea-das en los estudios incluyendo datos como la tipologa dela disartria, la severidad, los aspectos cognitivos preserva-dos/alterados, el momento de inicio del tratamiento desdela aparicin de la disartria, etc., con el fin de detectar rasgospredictores de la idoneidad del tratamiento.

    Otra sera la importancia del estudio del efecto quetienen los tratamientos en diferentes poblaciones que sonobjeto de intervencin logopdica, la determinacin de cules el mecanismo de accin de cada uno de ellos o el anlisisde cmo pueden interaccionar diferentes tratamientos apli-cados a un mismo mecanismo del habla de forma simultneao sucesiva.

    En relacin con los programas de tratamiento, se senalaque resultara til concretar la frecuencia, la duracin, laintensidad, el momento de inicio y los criterios de finaliza-cin de los mismos, as como analizar la relacin existenteentre la aplicacin de los principios de aprendizaje motory los efectos que estos tienen sobre la conducta (entendidacomo habla-comunicacin) en diferentes tipologas y gradosde severidad.

    Y por ltimo, en cuanto a la medicin de los resulta-dos alcanzados se indica que sera interesante utilizar otrotipo de medidas que no se limitaran a las fisiolgicas, sinoque tambin incluyeran anlisis de las relaciones entre esasmedidas y los cambios observados en el habla (en aspectoscomo la inteligibilidad, parmetros perceptivos o el gradode comprensin del oyente), registros de resultados en con-textos naturales para determinar el grado de generalizacin,ndices de validez social (como el grado de impacto en la par-ticipacin comunicativa) y medidas de intensidad y duracinde los efectos obtenidos a largo plazo.

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    Disartria. Practica basada en la evidencia y guias de practica clinicaIntroduccinLa evidencia en el tratamiento de la disartriaConclusionesBibliografa