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Austregesilo - Moral Biologica

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Dr. A. AUSTREGESILO

MORAL BIOLGICAVERSIN CASTELLANA DE ADA GURFINKEL

PORTADA

DE

RODOLFO A. CAPATTO BBICHES

ORIENTACIN INTEGRAL HUMANA SOC. DE RESP. LTDA. - BUENOS AIRES

Queda hecho el depsito que marca la ley 11.723. Copyright by Orientacin Integral Humana, Sociedad de Resp. Ltda Capital $ 72 200 Buenos Aires, 1945

Ttulo del original en portugus.

Moral Biolgica

PREFACIO

Sello de garanta

No se puede negar que la ciencia constituye el mayor pilar de las civilizaciones. Comprendemos que la humanidad posee dos pocas: la precientfica y la cientfica. La ciencia estaba en el perodo nebuloso del empirismo; casi todo se limitaba a la filosofa. Por esto en la Hlade, la religin, las artes y la filosofa tenan los mejores representantes de la tierra. Grecia fue, innegablemente, la cuna de los grandes pensamientos humanos, y en ella germinaba la nocin de lo helio con los moldes de la sabidura. La filosofa greca era la intrprete, y al mismo tiempo, el gua para la felicidad terrena, de acuerdo con su escuela. La moral se originaba en la religin y en la filosofa. La tica tena parte en la formacin de los grandes pensadores. Roma le segua las huellas sin el brillo y la originalidad de los ticos; las fuerzas religiosas mostraban all ms mpetu y mayor capacidad difusora. En la edad media hubo transmutaciones de los valores en la comprensin de la moral hasta la poca del rena9

LIBRO DE EDICIN ARGENTINA Se termin de Imprimir el da 30 de agosto de 1945 en loa Talleres Grficos, Macagno, Landa y Ca-, calle Aroz 162, Buenos Aires.

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cimiento, en que todo se transform en la fas de la tierra. Nuevas energas, nuevos conceptos, nuevas frmulas de civilizacin fueron transformando el concepto de la moral, siempre en sus puntos capitales; la mstica y la filosofa.

TABLA DE MATERIASPg.

Prefacio Captulo I - Qu es la moral? II - Relaciones de la moral III - Varios sistemas de moral IV - Varios sistemas de moral (continuacin) V - Moral y Filosofa VI - La moral esttica de Platn VII - Moral religiosa VIII - Moral metafsica IX - Comprensin de la moral, segn Herbert Spencer X - Moral positiva, segn el concepto de Augusto Comte XI - Filosofa y Moral de Nietzsche .. XII - Concepto general de los autores contemporneos XIII - El bien humano y el deber XIV - Elementos y problemas analgicos derivados de la tica XV - Psicologa biolgica; biologa humana; concepto de la bitica XVI - irregularidades de los grandes hombres ,, XVII - Concepto de la vida humana (Bitica) XVIII - Concepto de la vida humana (continuacin) XIX - El concepto de la moral biolgica . . XX - Moral cientfica XXI - Moral y Ciencia XXII - Moral biolgica XXIII - Higiene y moral biolgica . 11

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CAPTULO I

QUE ES LA MORAL?

Para su comprensin cumple citar autores y doctrinas desde antiguas pocas hasta la actual de las civilizaciones occidentales. En Grecia, la palabra tica derivaba de ethos (costumbre), y constitua la ciencia de la moral. La expresin. "moral" deriva del latn mos, moris, que quiere decir uso, costumbre, derecho consuetudinario, comportamiento y procedimiento. La moral es, pues, la disciplina relativa a las buenas costumbres. Forma la parte de la filosofa que trata de los deberes del hombre para con sus semejantes. El moralismo es el sistema filosfico que trata exclusivamente de la tica. Habitualmente, en la mente vulgar, lo moral se opone a lo fsica; aqul resume el conjunto de hechos psicolgicos, facultades, inclinaciones y tendencias espirituales. Las ciencias morales dicen respecto al comportamiento del hombre en el 13

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medio en que vive. Concierne, pues, a los hbitos humanos en los medios civilizados. Hacemos cuestin de destacar el elemento civilizacin porque no tratamos aqu del hombre primitivo o del aborigen, en estado de barbarie. Sabemos que la tica abarca varios sistemas. Es dificilsimo concretar en frmula general, cul es el objeto de la tica. Asimismo, porque las pocas humanas, las religiones, las varias escuelas filosficas y los conceptos individuales hacen variar la nocin de la moral. La religin cristiana, la metafsica en general, el positivismo y, ms explcitamente, el materialismo, poseen comprensin diferente de la tica. Podemos decir, metafricamente, que la moral es como el ter; sabemos de su existencia, pero sus condiciones de imponderabilidad dificultan su definicin. Los autores contemporneos consideran muchas fases del problema. Entre los antiguos y los modernos se crearon varios sistemas, uno msticos, otros filosficos, para la definicin del tema. As, muchos admiten la moral del deber de KANT expresada en el imperativo categrico. Otros comprenden la moral del bien, la meta humana por excelencia. El bien debe ser somtico y espiritual, y en este caso se confunde con la felicidad religiosa. Ciertos filsofos comprenden el bien como el placer (hedonismo) ; el inters (utilitarismo); la libertad, la perfeccin, la integracin, etc. Otros piensan que la felicidad debe ser la finalidad humana (eudemonismo). Algunos autores hablan de la moral sociolgica en que el deber es la limitacin ejercida por el medio social con respecto al individuo. En este caso, la tica dicta al 14

hombre lo que debe practicar o no. Son las normas de situaciones del individuo en el ambiente social en que vive, las cuales establecen actos obligatorios, de acuerdo con las sanciones legales, basadas habitualmente en la opinin pblica. No siempre estos juicios son inmutables, porque no siempre el sentido comn coincide con el buen sentido. Basta pensar que las pasiones polticas, religiosas, revolucionarias, partidarias, guerreras o tendenciosas, pueden modificar la nocin de la tica individual o colectiva. Las ideas de fascismo, de nazismo o de cualquier secta, establecen formas morales especialsimas, de acuerdo con la visin unilateral de los sectarios. Sabemos cmo el conjunto de sentimientos transmuta la comprensin de la moral, especialmente en el dominio de las pasiones religiosas, polticas o patriticas. Podemos admitir la tica terica y la prctica, porque existe la parte ideal y la pragmtica del asunto. Sera tal vez mejor admitir, de manera ms comprensible, la tica general que trata los principios universales, y la especial que comprende los principios fundamentales para los casos particulares. El moralismo encierra la regla de que el bien resume la finalidad del hombre para la perfeccin conseguida con esfuerzo, renuncia,- rigidez de carcter y amor a la humanidad. La idea de moral, pues, incluye habitualmente la idea del deber, del bien obligatorio, segn el pensamiento de los clsicos. Por consiguiente, los objetos precipuos de la tica son el bien y el deber. Para la ejecucin de ellos cumple al 15

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hombre depurar el carcter y adiestrar la voluntad. La voluntad representa, en la moral, papel destacado. El fundamento de la tica es realmente prctico, a pesar de poseer races e ideales ora filosficos, ora msticos. En tiempo de los griegos y romanos, este tema atraa los grandes espritus del momento. Basta citar aPLATN, ARISTTELES, GICERN, SANTO TOMS, SAN AGUS-

TN y tantos otros. Entretanto, la opinin acerca de la tica es variable. Si comparamos las ideas de MALEBRANcnB, KANT, RENOUVIER, SPINOSA, PASCAL, FOUILLE, COMTE, SPENCER, NIETZSCHE y varios ms, vemos que los aspec-

precipuo de la tica. Comprendernos as la base clsica del moralismo; sin embargo, cmplenos estudiar las races de la psicologa individual, segn los preceptos de ADLER, esto es, las reacciones del individuo ante la familia o la sociedad, segn los temperamentos, y establecer la medida de las influencias mesolgicas, fsicas o sociales, para deducir el concepto aproximadamente justo de la moral. Sabemos que el anlisis psquico de los sentimientos es necesario para el juicio de la situacin del individuo en el medio. En tiempos dePLATN, SNECA, ARISTTELES, CICERN,

tos contemplados son diferentes. En todos, sin embargo, hay dos puntos capitales: el idealismo y la realidad, esto es, ]o que es y lo que debera ser. De ah se origina la dualidad de la tica: la terica y la prctica; la que es legislada por las doctrinas y la que es compatible con la naturaleza humana. Junto a los espritus de renuncia, de sacrificio integral, ante las virtudes y las acciones formuladas por las rgidas leyes del carcter, existen, y esto constituye ]a mayora, individuos complacientes, comodones, dbiles, relapsos e indisciplinados que siempre ponen el egosmo, el inters, las pasiones y la rebelda por encima de los principios legales, religiosos o metafsicos de la moral. La nocin del carcter, segn los biotiplogos contemporneos, se asienta sobre bases biolgicas y no meramente empricas. Mutatis mutandis la de la voluntad. Inteligencia, voluntad y carcter se mezclan para el combate sistemtico a los instintos, pues esto constituye el objeto 16

EPICTETO, MARCO AURELIO, SANTO TOMS y SAN AGUSTN,

la tica slo posea races en la filosofa o en la mstica. La base era emprica o metafsica. El punto culminante estara en el respeto a las ideas de virtud, para el bien humano. Las leyes morales serviran de paradigma a la accin de los hombres ante el medio social. Actualmente la frmula cientfica de la tica debe variar, pues los sabios, especialmente los psiclogos y los psiquiatras, saben que muchos errores de accin o de actitudes resultan de constituciones, temperamentos y caracteres influidos, alterados o deformados por varias circunstancias. La cuestin de clima, nutricin, convivencia, profesin, familia y patria influye grandemente en el intento de la tica. En pocas de revoluciones, guerras o transformaciones sociales, la nocin de la moral vara con elasticidad infinita. Es suficiente demostrar la accin destructora del nazismo, del fascismo o del imperialismo japons, que 17

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se oponen a la democracia y a la libertad de los pueblos, para que tengamos claramente la comprensin dispar de la tica. Sabemos, pues, que las circunstancias, o mejor dicho, el determinismo, puede hacer variar la mentalidad humana. Hay, pues, dos formas de entender la tica: la general y la particular; aqulla procura el bien universal absoluto, obligatorio, y resume la ciencia del deber; sta contempla la aplicacin al individuo. Los principios que rigen la sociedad son variables del ingls al francs, del alemn al norteamericano, del habitante urbano al campesino. Empero, hay un nivel general donde se apoyan los principios de la tica, sea mstica, sea materialista, ya metafsica o positivista. Evidentemente, la religin, la educacin, la cultura, el derecho y las leyes facilitan la construccin o la permanencia del edificio del bien humano. La ruta ms segura est en el cumplimiento del "deber", humanamente comprendido para ser ejecutado; el deseo o el pensamiento de la honestidad por el procedimiento de la sugestin educativa, facilita la prctica de las buenas costumbres. A veces preconceptos y pasiones de orden religiosa, poltica o amorosa, pueden turbar la nocin exacta del deber. No siempre el hombre se encuentra exento de serenidad para la comprensin del imperativo categrico en las diversas ramas de la actividad familiar o social. El problema de la tica no es de fcil comprensin, por las relaciones que presenta con la biologa, la psicologa y la sociologa. El medio influye tambin poderosamente 18

para las directivas individuales. "Dime con quin andas y te dir quin eres." Esta especie de aglutinacin de caracteres, de cierta manera puede facilitar la comprensin del asunto. Las relaciones existentes entre la moral, la psicologa y la lgica, tornan delicado el tema para su solucin. Sabemos de los fuertes lazos que existen entre la moral y la metafsica, los sentimientos y la naturaleza. Evidentemente, se cuentan varias doctrinas para la explicacin de tan delicada materia, y he ah por qu los autores, desde la antigedad hasta los momentos actuales, han procurado explicarla, infelizmente sin el acuerdo universal.

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MORAL BIOLGICA

CAPTULO II

RELACIONES DE LA MORAL

Vimos que el tema no es de fcil entendimiento, dadas sus relaciones con los factores humanos subjetivos y objetivos. Las condiciones psquicas, intelectuales o sentimentales ; los fenmenos biticos; las influencias sociales del medio, de la poca y de la cultura, hacen que la substancia de la tica sea extremadamente difcil de expresar. Basta pensar que para las diversas religiones, el problema es variable. Entre los metafsicos y los materialistas no hay identidades de vistas. Entre ortodoxos, catlicos y protestantes, ya sean luteranos o calvinistas, o de otras sectas, la percepcin de la finalidad tica no es la misma. Mutatis mutandis entre testas y ateos, entre materialistas y positivistas. Sabemos que la moral le es indispensable al hombre y que constituye base principal de civilizacin. Mientras tanto, parece que la humanidad, a pesar de los siglos20

transcurridos, no ha presentado mejoras radicales en la accin moral. Si bien sabemos que hay una conciencia moral, asimismo cuando surgen las pasiones y las directivas utilitaristas, desaparecen las frmulas subjetivas, para surgir acciones contradictorias. Nos parece que, moralmente, el hombre ha mejorado poco, dadas las pruebas de las civilizaciones. La frmula dominante en el alma del hombre, es el egosmo. Lo mo y lo tuyo son las nicas alabanzas subjetivas que mueven a nuestra especie. La perfeccin se ha demostrado en las ciencias que hacen mejorar las condiciones biticas y sociales. Si computramos y analizramos los hechos de la historia de las civilizaciones antiguas, medioevales, modernas y contemporneas, reconoceramos que la evolucin, y la transmutacin de la tica a travs de los siglos, ha sido de valor mediocre. Las barbaries, los errores sexuales, las felonas polticas y administrativas, el choque de los intereses, las explosiones del ego y de las pasiones, son las mismas; apenas los ropajes son aparentemente diversos. Lo que se halla registrado en los preceptos filosficos y religiosos de CONFUCIO, de CAQULA-MUNI, de toda la Biblia, comprendido el viejo y el nuevo testamento, en las brillantes pginas de la historia griega, en la formacin del glorioso pueblo romano, en las gradas de la civilizacin occidental de Europa, poco han variado en lo que se refiere a la tica. Filsofos y sacerdotes; pensadores y profetas, imprimen en la nocin subjetiva de la moral, inclinaciones personalsimas que a veces no son aplicables a la totalidad o al menos a inmensas fracciones de nuestra21

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especie. La tica sera la ciencia humana por excelencia. Surgi de la relacin, de los hombres entre s, del respeto mutuo y de los deberes a cumplir. La idea abstracta de la moral est en el perfeccionamiento, especialmente en lo que dice respecto a las pasiones instintivas. La nocin prctica de ella resume los compromisos y deberes que los individuos establecen entre s para la armona social y sus correlaciones. Por ah vemos los lazos de la tica con las religiones, los sistemas filosficos, el derecho de gentes, los cdigos, las leyes en general y los reglamentos apropiados a los institutos y a las asociaciones para los cuales fueron hechos. Podr objetarse que la nocin de la tica no puede abarcar todas las indicaciones arriba delineadas. Sin embargo, cuando se piensa en la moral inmediatamente, se trata del hombre y de las relaciones de ste con sus semejantes. No podemos, pues, comprender la tica como ciencia meramente subjetiva o abstracta, porque no pasara de juego vano de leyes y preceptos. Los refranes populares establecidos por el empirismo, demuestran que de la experiencia secular surgen sabios principios que regulan de manera prctica las situaciones aplicables a las sociedades y a los individuos. Basta decir que en todas las pocas, en todos los pueblos y en todas las civilizaciones, surgieron los mismos principios populares que rigen annimamente las lneas morales de los hombres. En el transcurso de este libro han de ser tomados, de los clsicos y de los contemporneos, pensamientos y preceptos que indicaron las rutas empricas de los pueblos. En los libros22

religiosos, ya se trate del Talmud, del Corn o de la Biblia, se nos deparan principios, leyes, parbolas y preceptos indicativos de que el hombre siempre aspira, por boca de los profetas, a la perfeccin del alma, que es, en sntesis, la aspiracin suprema de la moral. Sabemos por la lectura de las obras sacras, filosficas, literarias o cientficas, que en todas se nivelan los principios del perfeccionamiento. Desde el extremo Oriente, en las pocas pasadas a travs de los siglos por los diversos perodos de civilizacin, incluidos los bizantinos, griegos y romanos, hasta la poca contempornea, en que la religin, la filosofa, el arte y la ciencia procuran presentar principios o crticas que contemplan la mejora humana. En el teatro clsico y contemporneo, en las epopeyas, hay siempre fundamento para una finalidad mejor, esto es, para el bien. Las tragedias, los dramas, las comedias, los libros de ficcin, los ensayos, la poesa, las artes plsticas, en todo verificamos la tendencia instintiva del hombre para el ansia de lo mayor y de lo mejor, que forma la ley fundamental del progreso y de las civilizaciones. Asimismo, en las obras que aparentan desvalorizacin, crtica, sarcasmo, irona o pesimismo, existe en el pensamiento de los autores la idea de un mundo mejor y de la humanidad ms perfecta; la accin ora concreta, ora abstracta, para el perfeccionamiento de la especie. En las transmutaciones de orden revolucionario, guerrero o religioso existen siempre ideas de mejoramiento. No podemos afirmar que la humanidad decay o decae en aqulla o en esta poca. Apenas, se transforma. Las leyes universales de la ener23

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gtica son las mismas que rigen la vida sobre la tierra. Las influencias mesolgicas derivadas del sistema solar planetario, especialmente del sol, hacen que el hombre atraviese los diversos perodos de la civilizacin. Hay, pues, formas incgnitas e inapreciables que imponen las costumbres, los disturbios, las transmutaciones de los pueblos, de las razas y de las naciones. El socilogo que quiera apreciar, explicar o traducir los terremotos sociales, tendr siempre en el espritu la duda cartesiana. La verdad es, que a pesar de ms de cuarenta siglos de civilizacin, el hombre se muestra moralmente el mismo poseedor del egosmo, que es el arma acerada de su personalidad y el gua intuitivo que le aclara la inteligencia, dirige los sentimientos, construye el bien y el mal en el sentido abstracto o concreto, segn las leyes que regulan la evolucin o las mutaciones de los pueblos. Las barbaries, las crueldades de origen religioso, poltico, revolucionario o guerrero, se comprueban peridicamente en la historia. Los errores y las anomalas sexuales se cuentan desde el viejo Oriente (basta que citemos el libro "Kamasutra"), a travs de las acciones helnicas, romanas, hasta en los das contemporneos de la vida de las grandes metrpolis como Pars, Berln, Viena, Londres, Nueva York, Chicago, Buenos Aires y Ro de Janeiro. Todos los preceptos indicados para la enmienda de este captulo humano no son seguidos, al menos refrenados en sus expansiones. Felizmente, parece que la ciencia contempornea ha procurado facilitar la comprensin del problema sexual en las sociedades modernas. Podemos casi afirmar que24

la humanidad slo ha avanzado en la cultura de la ciencia. LE DANTEC, en libro clsico acerca del Egosmo, demostr que toda la accin humana deriva de esa facultad exclusiva de la especie a que pertenecemos. Dice el autor. que basta raspar un poco la costra superficial de la civilizacin, y pronto aparece el troglodita o el habitante de las cavernas. Estos postulados no son derrotistas, porque confiamos en la educacin, en la leccin de la ciencia para la solucin de los problemas que eran empricamente resueltos por la mstica, por la metafsica o por las escuelas filosficas de antao. El hombre posee la conciencia moral basada en la lgica del pensamiento. No se puede comprender la conciencia moral sin la conciencia del deber y sus relaciones mutuas. Las acciones humanas se dirigen hacia la conquista del bien o de la armona, que son los peldaos de la tica. Entretanto, ese bien a que nos referimos no puede ser tomado ni en el aspecto egosta ni en el individual. Comprendemos que el hombre aspira al placer como manifestacin del bien colectivo.

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MORAL BIOLGICA

dioeva], moderna o contempornea, y pronto se nos deparan las diferencias, los conceptos y las interpretaciones. No podremos decir cul es la mejor de las ticas humanas.En CONFUCIO, CAQUIA-MUNI (BUDA), MAHOMA, SAN PABLO, SANTO TOMS DE AQUINO, SCRATES, EPICTETO y tan-

CAPTULO III

VARIOS SISTEMAS DE MORAL

tos ms, antiguos, modernos y contemporneos, existen conceptos diferentes. De modo que es difcil establecer las bases seguras y firmes de la comprensin del motivo en anlisis. Podemos transcribir del tratado de Filosofa de GASTN SORTAIS el cuadro de los diversos sistemas ms conocidos de los autores clsicos y contemporneos.

Nada ms difcil que establecer una clasificacin del moralismo humano. Todo hombre ms o menos culto percibe o comprende lo que es la tica. Sin embargo, su clasificacin, la frmula, los lmites, la esencia y la prctica, son de difcil delineamiento. Podramos decir que cada hombre civilizado comprende la tica segn su propio carcter o temperamento. Hay, en verdad, mucha elasticidad en los lmites o en la comprensin abstracta o concreta de ese asunto. Evidentemente, lo que es moral para unos, es amoral para otros. Entretanto, podramos establecer lmites tambin abstractos para el entendimiento o la consecucin de los preceptos ticos. No haremos revisin de todos los aspectos humanos en que fue comprendido el tema. Basta pensar en los fundamentos de las religiones orientales y occidentales; en las frmulas de la filosofa arbiga, griega, romana, me26

MORAL BIOLGICA

Por el cuadro arriba expuesto, la nocin doctrinaria depende del aporte individual de las ideas-sentimientos de cada autor desde la antigedad hasta las pocas contemporneas. El concepto de la moral se halla ligado al sentimiento, ya sea mstico, ya sea filosfico, aislado o asociadamente. Sabemos que la moral se halla muy ligada a la metafsica. As, COMTE, SPENCER, RENOUVIER, GUYAU, NIETZSCHE y tantos otros, se apartaron de lo que no era humano. Evidentemente, se originaron en las religiones la mayor parte de los preceptos de la tica idealistica y de la tica prctica, compelida esta ltima por la formacin de las sociedades y de las legislaciones, basadas en el derecho individual o colectivo. Instintivamente, los pueblos ms o menos civilizados de todos los tiempos, en todos los grados de su adelanto, vieron en el Bien el origen de la moral, esto es, la Bondad para la concepcin de la virtud y del deber. Hedonismo, felicidad, utilitarismo, altruismo y misticismo son expresiones que encierran el concepto del Bien ideal o pragmtico. El hombre, por la personalidad psquica, es el egosta; piensa, en primer lugar, en el Bien28

individual, y slo posteriormente en el Bien humano. Evidentemente, es el egosmo inicial que se transmuta en altruismo. El hombre resume el centro del mundo por el sentimiento y por el pensamiento. No encontrando dentro de s las fuerzas propulsoras del Bien terico o prctico, se vale de Dios, el nico factor universal para el desencadenamiento del Bien y del Mal sobre la tierra, La metafsica constituye, pues, una de las mayores fuerzas de la moral humana, y la prueba es que filsofos y telogos expanden cada vez ms los principios de la fe y del deber como fuerzas misteriosas, aunque activas para la formacin, la expansin y el dominio moral. HERBERT SPENCER, en el concepto de la moral que contempla el Bien del individuo y de la especie, establece la frmula del Ego-altrusmo, exagerado filosficamente por AUGUSTO COMTE en el altruismo: ama a tu prjimo ms que a ti mismo. Infelizmente, tal precepto es meramente idealista, porque el hombre, en la lucha por la vida, en el ansia de lo mayor y de lo mejor, nada hace contra s mismo en favor exclusivo de los otros. La nocin del Ego-altrusmo es ms conforme a la ficcin humana que al puro altruismo. Pueden contarse con extraeza individuos que renuncian a su propia existencia en beneficio de otro. Esto constituye, innegablemente, sorprendente excepcin. Es verdad que la historia de los mrtires y de los hroes repite hechos sobrehumanos; sin embargo, en el anlisis final de tales eventos existe la luz misteriosa del egosmo disfrazado en acceso, en renuncia, en heroicidad que caracterizaban los santos, los hroes y los genios. La vida, el 29

A. AUSTREGESILO

medio, la lucha, la familia, la sociedad, la patria, la guerra, el derecho de gentes, las religiones, la civilizacin, el progreso, son evidentemente expresiones del egosmo humano. No es fcil legislar o disertar acerca de la moral, porque se hiere profundamente los sentimientos humanos. A los tomistas les causan horror las doctrinas agnsticas y materialistas. Los positivistas ven con desprecio las ideas moralistas originadas en la metafsica, y los eclcticos se esfuerzan por establecer lazos de unin entre la moral materialista y la metafsica. Tal vez, en su mayora, los hombres piensen as. La verdad es que los pensamientos y los sentimientos varan en pocas diferentes del individuo y en diversas circunstancias. Por esto el pueblo ya estableci la mxima "de este pan no comer, ni de esta agua beber", pues el determinismo o las circunstancias pueden modificar las directivas de las situaciones de los individuos. Veamos en rpida sntesis los puntos de vista de los filsofos acerca de las doctrinas fundamentales de la tica.

CAPTULO IV

VARIOS SISTEMAS DE MORAL (Continuacin) El Hedonismo es la doctrina que juzga el placer como finalidad de la vida (del griego hedon, placer). Algunos autores consideran la moral de EPICURO una manera de ser del hedonismo. Aunque no resume verdaderamente una doctrina filosfica, es trmino genrico, susceptible de aplicarse a las diversas maneras del pensamiento y del sentimiento que colocan las satisfacciones sensibles como fines morales. ARISTIPO admita que el placer debera ser la finalidad de la vida, diferente del Eudonismo, que encierra la busca de la felicidad y del utilitarismo en las ventajas de la existencia. En el libro que publiqu acerca de El mal de la vida, que es el ansia de ser feliz, di un suscinto balance acerca de las ideas filosficas que contemplan la felicidad como punto exclusivo de la existencia. Segn algunos autores, el hedonismo resume la frmula "i-osera del utilitarismo. Los sofistas griegos GORGIAS, CA31

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A. AUSTREGESILO LICLES

MORAL BIOLGICA

y ARISTIPO, eran partidarios del hedonismo incondicional, y juzgaban que en la procura del placer inmediato estaba el bien soberano de la vida. Comprendemos que la moral del placer es falsa por principio, porque no posee los caracteres esenciales, con ser funesta en las consecuencias prcticas. Autores modernos como HOBBACH, HELVETIUS, CALAMBERT, ST. SIMN y FOURIER, y algunos contemporneos, especialmente de la escuela inglesa, siguieron esta doctrina, que es fundamentalmente egosta y no encierra el verdadero concepto tico. EPICURO, filsofo griego que fund la doctrina que lleva su nombre, goz en Atenas de gran influencia, especialmente por los sectarios y discpulos que lo estimaban y por las cualidades personales de inteligencia, solicitud y bondad. Fue considerado por los estoicos el paladn del placer, a pesar de portarse modestamente en la vida y de alimentarse muy frugalmente, El mundo, por regla general juzga el epicureismo la doctrina del placer, porque el creador de la misma pona la felicidad como punto culminante de la vida. Los estoicos fueron sus mayores enemigos. El epicureismo es simple, porque consideraba la felicidad la aspiracin de la existencia, la cual se apoyaba en la tranquilidad del alma y en la prctica de la virtud. En esto se asemejaba a los estoicos; sin embargo, Epicuro no condenaba el placer y justificaba los goces humanos ; no obstante, no los procuraba ni los aconsejaba. Comprenda que las necesidades eran imperiosas como el ham32

bre y la sed, ora naturales como gusto depurado de los manjares, ora ficticias como la embriaguez. Aconsejaba a los individuos realizar las primeras, tener prudencia con las segundas y condenar ]as "ltimas. El concepto del placer, segn este filsofo griego, presenta dos aspectos: 1o) el placer en movimiento de los sentidos, vivo, sin embargo fugitivo, mezclado con el dolor; 2) el placer en reposo, el del espritu, calmo, estable, puro, sin sufrimiento ni esfuerzos. Este conduce a la ataraxia, esto es, exencin de perturbaciones, de inquietudes y de infelicidad. La indolencia del pensamiento y del sentimiento era la voluptuosidad suprema alcanzada apenas por los dioses. Los filsofos deberan propender hacia esto, regularizando los deseos, disminuyendo las necesidades y las ambiciones, as como estancar las fuentes de los males morales. Innegablemente, la moral de EPICURO est basada en el placer que ya existe, segn el concepto del filsofo, desde que haya cesacin del dolor. En resumen, la base de la tica epicuresta es alejar el dolor, que, por regla general, cuando es violento, no dura, y cuando es pequeo, puede ser desviado o substituido por las reminiscencias agradables de venturas pasadas que forman el alma presente. Para los dolores intensos del alma, EPICURO aconsejaba hasta el suicidio. Las virtudes ocupan destacado lugar en la doctrina, como la temperancia, la prudencia, el coraje, la justicia, que forman el ciclo de la tranquilidad del alma y del deber humano por excelencia. El bien, sin embargo, est no slo en la prctica de la virtud como

A. AUSTREGESILO

en la conquista del placer que comienza desde que no haya dolor. La filosofa conduce al hombre al bien, a la delicia espiritual, pues la sabidura muestra la manera de ser feliz; con la prudencia, el hombre puede escoger lo que es til o perjudicial a la existencia. El placer, para EPICURO, es sobre todo espiritual. "Los deseos artificiales dice el fundador de la escuela van hasta el infinito y producen ms dolores que placeres propiamente dichos. El amor, la ambicin y el anhelo de riquezas, la mayor parte de las veces nos llevan ms a los padecimientos morales que a las verdaderas venturas espirituales." Como conclusin, admite EPICURO que para ser feliz "es menos importante un cuerpo sin dolor que un alma sin inquietudes". Evidentemente, la moral del placer es egosta o utilitaria, porque slo contempla el inters personal, esto es, la felicidad individual para el goce exclusivo de s mismo. Podemos decir lo mismo para la tica utilitaria de BENTHAN, que considera la felicidad como uno de los primeros principios del deber. El utilitarismo rectificado de STUART MILL incide en la misma condenacin moral, a pesar de que el filsofo ingls contempla la felicidad humana. Indiscutiblemente, la moral utilitaria termina siempre en el egosmo, a pesar de que los filsofos de tales doctrinas piensan en el bien humano. El fundamento de esos principios se nivela en la armona general, y por consecuencia, en la armona personal Las bases de tales doctrinas son meramente empricas, pues parten de principios abstractos aplicables a la humanidad.34

CAPTULO Y

MORAL Y FILOSOFA

En general, los filsofos griegos eran, en su finalidad, moralistas. Cnicos o estoicos, epicreos o idealistas, casi todos, que obedecan las ideas de DIGENES, de ZENN, de EPICURO, de SCRATES O de PLATN, encararon los problemas filosficos en dos fases: la interpretacin y el idealismo; ora interpretaban los fenmenos objetivos y subjetivos de la naturaleza en general y del hombre en s; ora trazaban lneas y preceptos para que la vida se tornase prxima al bien y a la virtud, a la religin y a la mstica, esto es, conceptos y principios basados en la tica o en las frmulas accesibles al hombre para una existencia mejor. Es obvio que siendo los conocimientos cientficos y tcnicos muy primitivos o casi ausentes, la inteligencia filosfica de los helenos propendera ms hacia los preceptos moralistas construidos ya sea en el empirismo, .\ a sea en la metafsica. 35

A. AUSTBEGESLLO

MORAL BIOLGICA

La preciosa lectura de la elegante introduccin a La Oracin de la Corona, de DEMSTENES, por LATINO ComLIIO, nos da cuenta de la accin tumultuaria del pensamiento filosfico del pueblo griego. En el cuadro sinttico que presentamos podramos resumir los puntos capitales de la filosofa y de la moral, segn los pensadores de la Hlade, especialmente de la tica. Haremos apenas rpida explicacin de las doctrinas deZENN y de PLATN. ZENN fue el fundador del estoicismo, que es, evidentemente, filosofa moralista. El ideal esttico de PLATN cre la filosofa de lo bello y la moral de la virtud. En realidad, una de las ms simpticas doctrinas morales de la antigedad, es el estoicismo. En ste, el bien soberano est constituido por la virtud. Las ideas de los filsofos estoicos son extensas y llenas de principios empricos y subjetivos que hoy seran repetidos a ttulo de curiosidad histrica. El punto de partida est constituido por el concepto de una fsica bastante intrincada. La idea bsica es de la tensin y del esfuerzo. Los nicos seres que se consideran en la naturaleza, son los cuerpos materiales, pero todas las cualidades o propiedades activas de la materia se originan en la fuerza que les es inseparable. El fuego representa el elemento ms sutil y ms activo. Todos los pensamientos interpretativos griegos fueron basados en la lgica elemental del empirismo o de la observacin.

depurado para alcanzar la virtud. Todo lo dems le es indiferente al estoico, inclusive el dolor y la muerte. Las virtudes tienen que ser absolutas, sin gradaciones. El sabio procura alcanzar el ideal de la perfeccin y la felicidad carece de lmites. La prctica del estoicismo induce a los hombres a tornarse independientes de las circunstancias exteriores, y para esto es indispensable la insensibilidad, que a veces es dura e inflexible. As como el hombre posee alma, el universo la posee tambin, que es Dios. Se percibe en esta doctrina mezcla de empirismo y de metafsica. La parte principal del estoicismo est en la moral. La felicidad dominante reposa en la adquisicin de la virtud, segn la naturaleza o segn la razn. El deber supremo es evitar las pasiones para que no se desve de la lnea recta. Cumple al virtuoso ser impasible en la batalla de la vida, a la cual debe renunciarse cuando se torna imposible. La filosofa estoica tuvo grandes sectarios como SNECA,EPICTETO y MARCO AURELIO.

El gran monumento del estoicismo est en la moral. El mayor bien de la vida consiste en el esfuerzo extremo o36

La moral estoica sufri metamorfosis, segn los diversos adeptos; sin embargo, la virtud siempre les signific el gran bien. El principio capital de los estoicos es la virtud, el nico bien; todo lo dems les es indiferente como el placer, el dolor, la riqueza, la reputacin, la salud y la muerte. Siendo la virtud bien absoluto, no hay gradacin entre el bien y el mal. El vicio y la virtud no admiten grado. La comprensin de la virtud est en ella misma. Virtutis praemium ipsa virtus (SNECA).' 37

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La esencia de la virtud consiste en vivir de acuerdo con la naturaleza. (Zen homologomenos te physei). Este principio es equvoco por no ser compatible con la vida humana, salvo si la nocin de naturaleza fuera variable en el concepto individual. La naturaleza de un ser depende de lo que le es inmanente. En el hombre es la razn. La razn no existe solamente en nosotros, tambin en los otros hombres y hasta en el universo porque Dios es el alma de ste, luego debe existir de acuerdo con su propia razn. Vemos que en tales doctrinas hay elementos subjetivos individuales que son difciles de uniformizarse en en el mismo molde tico. Segn los estoicos el sabio o el filsofo debe querer por la razn, por el orden de la belleza que en ella reina. El bien soberano est constituido por la fuerza de voluntad tensamente conservada a travs de la vida, a fin de que sea ejecutada o exista armoniosamente, con los pensamientos, las palabras y las acciones. (Summum honum vita sibi concors). Cumple que haya armona de los hombres entre s (homo res sacra homini). El amor debe existir entre los seres humanos para que sea la armona universal, El filsofo no debe conocer la distincin de familia, de ciudad o de patria. Es ciudadano del universo; el individuo debe integrarse, pues, a la naturaleza como parte armoniosa de ella, regido dominantemente por la virtud, inflexible en el concepto y en 1.a accin, para que los ideales del bien sean nivelados en beneficio del individuo y de la especie.38

El esfuerzo de voluntad estimulado por la justa razn torna al hombre sereno ante los eventos buenos o malos de la vida. El mayor obstculo para el concepto y para la concepcin de la virtud es la pasin que para los estoleos constituye movimiento contrario a la razn y a la naturaleza. Para que la virtud venza a la pasin es necesaria la impasibilidad (apatheia). Deca EPICTETO: "Soporta y abstente", esto es, debemos ser fuertes contra el placer y animosos contra las pasiones para que se conserve la calma en la desventura y en la felicidad. Slo por esos medios podremos alcanzar la sabidura cuyo principal instrumento es la insensibilidad. Vemos que el estoicismo aparece como ]a filosofa del carcter y del coraje y siempre aconseja el cultivo de la virtud, de la fuerza de voluntad para que sea alcanzado el bien moral. Tal doctrina no es compatible con la naturaleza humana porque obliga al hombre a dominar la sensibilidad y las pasiones en lugar de hacerlas derivar , o mejorarlas. No se puede concebir al hombre sin sentimientos y stos son a veces de tal modo imperiosos por las fuerzas subterrneas del subconsciente que el esfuerzo de la voluntad se quiebra ante las energas obscuras de los sentimientos, sean atractivos, sean repulsivos. El estoicismo es simptico a primera vista; sin embargo, no puede ser adoptado integralmente por toda la humanidad porque la personalidad vara en grados y frmulas que slo la ciencia comprende y explica sin condenar, y que muestra los medios de mejorar los errores morales del propio hombre. 39

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La filosofa estoica es pantesta y como tal puede ser adoptada por cualquier pensador, sin embargo, no puede acontecer lo mismo con su tica. En mi libro El mal de la vida hay un pequeo captulo al respecto del estoicismo, cuya moral se depara en estos dos versos de LUCANO: Naturam qui sequi patriaeque impedere vitam; Nec sibi, sed toti genitum se crede mundo. La moral estoica sera privilegio para pocos porque exigira la virtud inflexible, incompatible con la mayor parte de los hombres. Encierra el problema idealista cuyo tramo final se encuentra en el egosmo del individuo, esto es, se torna indiferente al placer y al dolor, estancado dentro de s mismo, con serenidad y sapiencia forzadas por la indiferencia al bien o al mal de la vida. La tica del estoicismo seguida por pocos ciudadanos griegos y romanos, adoptada por filsofos intransigentes, no puede servir de cdigo a los seres humanos porque reposa en el idealismo de la perfeccin, en la integridad absoluta del carcter y de la accin, por fin, en el desinters por los sucesos del ambiente social de ciertos individuos. Analizando los grandes estoicos de la antigedad comoZENN, SCRATES, CICERN, SNECA EPICTETO y MARCO

y MARCO AURELIO en la dulzura virtuosa pregonaba el entusiasmo social y moral que le dieron lugar prominente en el Imperio y en las letras romanas. La comprensin de la existencia como combate, como exaltacin de la energa y la inflexibilidad voluntarla contra los peligros y amenazas del medio; la felicidad humana resultante de la prctica de la virtud y sta representada por la victoria de la razn sobre las pasiones, resumen el concepto tico de la doctrina creada por ZENN. Entretanto, si investigamos todos los actos, todas las situaciones de los estoicos habremos de reconocer en ellos variantes de contradicciones que tornan dispares los conceptos de la moral. Infelizmente, no podemos presentar smula completa de todas las filosofas, especialmente en la parte que se refiere a la tica, de los antiguos pensadores de la Hlade.SCRATES, PLATN y ARISTTELES representan las cumbres del pensamiento griego. Trataremos ms minuciosamente de las doctrinas platnicas proferidas en el jardn de ACADEMO por el prncipe de los filsofos antiguos. Como muy bien dice LATINO COELHO, PLATN es el ms ilustre miembro de la escuela socrtica, el ms genial y el ms efectivo de los cultores de la sabidura helena. El platonismo ofusca por su gloria y lucimiento las dems asociaciones filosficas implantadas en el tronco socrtico. La moral del estetismo es elevada y noble y a pesar de su contenido idealista podemos sacar de ella conceptos y bellezas de pensamientos para la construccin del cdigo espiritual de los grandes hombres.

vemos que en todos se deparan hechos diferentes en la comprensin de la vida, de la virtud, de la moral y de la sociedad. SCRATES posea extraa grandeza moral; CICERN y SNECA mostraban nobleza espiritual y coraje cvico asombrador; EPICTETO era sereno y humildeAURELIO,

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VI

LA MORAL ESTTICA DE PLATN

La razn impera en el concepto de la virtud. La sabidura vence los instintos. La comprensin del bien debe fundirse con el ser de absoluta perfeccin y de infinita bondad. El deber humano se resume en aproximarse lo ms posible a la virtud, teniendo como mira la semejanza de Dios. (Homaioses to theo). En la obra clsica de ALFREDO FOUILLE acerca de la filosofa de PLATN, notamos los principios esenciales acerca de las ideas y sus relaciones con el amor, con lo bello y con el arte. La base de la ley moral en PLATN est en el concepto del bien y de la justicia y como consecuencia en la comprensin exacta de la virtud. La gloria de PLATN inund el mundo antiguo. Llambanle divino. Todos queran orle y seguir sus ideas filosficas y morales. La teora de las ideas constituye la base de todas las doctrinas.42

Las ideas, esencia de todos los seres, son absolutas y reales. Dios es el origen de ellas. Innatas en el hombre, preparan el edificio moral, de la poltica y del arte. Con la prosa admirable, la lgica brillante y el genio creador, PLATN tornse en Grecia el prncipe de los pensadores. Los dilogos forman la base de la filosofa, de la poltica y de la moral, las cuales tanto xito tuvieron en la tica gloriosa. El platonismo, evidentemente, estableci en la antigedad el primer sistema de filosofa espiritualista. El mtodo adoptado fue de la dialctica cuya finalidad est en la teora de las ideas, punto principal de la filosofa platnica. Estas forman la jerarqua principal de la personalidad humana en cuyo pice est el bien. Este bien que domina todas las ideas no es abstraccin porque segn los interpretadores se confunde con Dios. El bien perfecto resume tambin la inteligencia universal. "Persuadirse de que es necesario hacer las cosas de la mejor manera posible." Cumple admitir el concepto de que el hombre posee alma que procura la semejanza de Dios, esto es, la perfecta inteligencia y el perfecto bien, que resumen el concepto de la moral. Como su maestro SCRATES, PLATN consideraba la virtud como la ciencia del bien cuyo principio estaba en la semejanza y en la imitacin de Dios, pues para imitar a Dios le es necesario al hombre huir del mundo sensible y volar hacia el mundo de las ideas. Para asemejarse a Dios el individuo debe perfeccionar su naturaleza, porque el alma, de acuerdo con las43

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ideas, ser moralmente bella y como consecuencia, virtuosa; el alma se torna virtuosa cuando sus facultades son armnicas. La moral humana no puede basarse ni en el placer ni en el inters, porque ser individual y egosta. De la misma manera la tica no ser hecha slo para sabios y filsofos; al contrario, debe ser total y humana, aprovechable para todos los seres medianamente sensatos y pensantes. Varios principios rigen empricamente a las sociedades civilizadas y entre ellos el bien, el deber, la virtud, la justicia y el derecho. En la moral platnica es indispensable la admisin del bien moral, y como consecuencia, las relaciones de ste con lo bello y lo til. Naturalmente para la observancia de la moral cumplen al hombre prerrogativas de carcter y de accin a fin de que haya cumplimiento de los compromisos entre los pueblos y los individuos. En el concepto abstracto de la tica es indispensable el combate a los instintos primitivos, especialmente a aquellos que se ligan al ciego egosmo o a las pasiones violentas. En la doctrina platnica el bien moral constituye unidad, orden y finalidad absoluta. El placer, pues, no es su mira. El bien humano debe ser simple, sin embargo, rico en determinaciones y consecuencias, armoniosamente comprendido por la razn, o mejor dicho, por la sabidura. Podemos as admitir que el placer intelectual resume la base de la moral platnica. La expresin del44

alma humana, que es la belleza moral, sintetiza la virtud cuyo mximo est en la semejanza de Dios. La virtud y la ciencia se mezclan para las buenas directivas de la tica, las cuales se completan con el bien y lo bello, para la armona del pensamiento y del sentimiento. En resumen, en la ley moral de PLATN, la idea del bien y de la justicia se halla en primer plano, naturalmente completada por el placer espiritual, todo relacionado con la ciencia, el coraje y la temperancia. PLATN estableci todas las relaciones entre la virtud y la ciencia, y la virtud y el amor, esto es, inteligencia y sentimiento fundidos para la armona de lo bello y del bien a fin de alcanzar la suprema virtud idealista, que es la semejanza con Dios. Vemos por lo expuesto que la tica platnica se resume en la ascensin espiritual, con miras al bien, a lo bello y a la virtud a fin de que el hombre se aproxime a la perfeccin divina. Hay fundamento metafsico en el pensamiento del mayor filsofo de los tiempos griegos y el concepto de la tica slo puede ser adquirido por los elegidos de la espiritualidad. En realidad, todas las religiones toman como apoyo de la moral el perfeccionamiento del alma hasta alcanzar las semejanzas divinas. En el aspecto filosfico o mstico, el deber del hombre es elevarse dentro de s y al mismo tiempo fijarse en la idea del bien humano. Abstractamente esta concepcin es modelo, y no merece crtica ni objeciones. Es ]a frmula rgida del entendimiento universal de la tica. Sin embargo, tales ideas no caben en la universalidad -15

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de los pueblos ni en la accin, de loa individuos. El hombre es el animal de la inteligencia de los sentimientos unidos por el egosmo y orientados por el ansia de lo mayor y de lo mejor, porque los intereses se manifiestan como funcin de lo mo y lo tuyo. La tica platnica est colocada sobre el bien, lo bello y la justicia, formadores de la virtud, y resume el preeioso cdigo idealista, sin embargo de concepcin frgil por las impulsiones violentas y brutales que imperan en los pueblos, bajo el color de energas civilizadoras.

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VII

MORAL RELIGIOSA

El concepto de la moral religiosa reposa en la admisin de un ser supremo y perfecto. Entre los pueblos civilizados esto se resume en la idea de Dios que es el ente de absoluta perfeccin, esto es, infinitamente bueno, sabio y justo. En esta concepcin existen otros corolarios como el del bien, del amor, de los deberes ante Dios, y de varios elementos que forman los cnones de la constitucin de la familia y de la sociedad. Variable en el tiempo y en el espacio, en las diversas mentalidades, Dios y la iglesia son las grandes irradiaciones de la tica religiosa, esto es, orientada en la mxima aproximacin del hombre a Dios. La existencia de diferentes rituales eclesisticos incide en las variaciones de los preceptos ticos. 4647

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MORAL BIOLGICA TOMS DE AQUINO estableci las bases comprensibles de la justicia divina. El autor anglico, como le llamaban, construy la Suma teolgica, que expresa la ortodoxia catlica, y estableci el origen del "tomismo", conjunto de las normas teolgicas y filosficas del catolicismo racional. Hoy predomina el neotomismo, formulado por el renacimiento de las ideas de SANTO TOMS y aconsejadas al mundo catlico por LEN XIII. La palabra teodicea fue creada por LEIENIZ y significa razonamiento en favor de Dios, escrita para refutar la objecin sacada de la existencia del mal. Hace parte de la metafsica y trata de las pruebas de la existencia de Dios y sus atributos. La idea moral contenida en el tomismo est en la comprensin del bien divino. En la Suma teolgica, SANTO TOMS estableci el sistetema completo de moral, fundamentado intransigentemente en el cristianismo, especialmente en el catolicismo. Durante mucho tiempo la Suma teolgica sirvi de fundamento al catolicismo, en la visin moral y filosfica. Sabemos que con el transcurrir de los aos aparecieron escuelas rivales del tomismo. Primeramente, el scotismo creado por DUNS SCOT. Entre los puntos de divergencia estaba la inmaculada concepcin de la Virgen Mara negada por los tomistas El motivo determinante de la encarnacin fue para SANTO TOMS DE AQUINO destinado exclusivamente para la redencin del gnero humano. SCOT juzgaba que la

La conciencia moral forma el lastre de la tica; por esto autores metafsicos como SANTO TOMS O KANT establecieron los principios que forman la base racional de la tica. La conciencia moral obliga al hombre a la admisin de preceptos como el deber, el amor al prjimo, la prctica de la virtud, la accin del bien y las respectivas obligaciones que de ellos emanan. Derivan de tales preliminares la nocin de derecho que se interpreta en la justicia. En las normas de la moral religiosa hay que admitir la constitucin de la familia, con deberes recprocos, de la sociedad y de las masas humanas ligadas por el bien y por el derecho de gentes. En el cristianismo existe el objeto supremo que es dado por el Hijo de Dios que, semejante al Padre Divino, pregon el amor entre los hombres y el bien sobre la tierra. Si hiciramos la rpida revisin de la doctrina tomistica verificaramos que la moral se edifica en el bien racional. No pueden hacer parte de la tica el placer, el inters, el sentimiento, el egosmo ni la felicidad personales. El bien humano encierra la moral y por consiguiente se torna obligatorio, absoluto, universal y prctico, apartado del yo exclusivo. Habra lugar aqu para discutir la nocin del bien y del mal. Ya ensayamos hacerlo en el aspecto bitico, en obra que publicamos acerca de la Filosofa Biolgica. En el sector mstico, el bien tiene que ser puramente espiritual, tanto como sea posible, establecido en las directivas subjetivas, impuestas por la idea de Dios. SANTO48

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encarnacin debera ser la finalidad o el coronamiento de la creacin. El tomismo todava encontr divergencia por parte del molinismo. En el aspecto dogmtico lo que ms despert disputas y pasiones fue que se establecieron relaciones entre el libre albedro y el concurso divino. La libertad humana poda ser admitida, sin embargo con la gracia divina. Las dos partes moralistas estaban en divergencia porque las explicaciones destinadas a conciliar las corrientes se diferenciaban esencialmente. Los tomistas reclamaban la premocin fsica, esto es, conexin intrnseca entre el auxilio divino y el acto humano, lo que difcilmente se conciliaria con la justa idea de libertad. Los molinistas admitan concurso indiferente, determinado por el uso de la voluntad, sin embargo lo suficiente para que Dios llegase infaliblemente a los fines gracias a la Ciencia Media, esto es, al conocimiento de voluntades libres futuras. Los tomistas admitan tambin la teora de la materia y de la forma, la distincin real entre la esencia y la existencia, la unin substancial del alma y del cuerpo; el papel de las especies impresas; del intelecto agente de las especies expresas en las operaciones de la inteligencia; el origen de las ideas por los sentidos (Nil est in intellectu quod fuerit primtim in sensu) ; la posibilidad de una creacin ab-ternae, en fin, y sobre todo la naturaleza del concurso natural y sobrenatural dado por Dios a los actos libres de las criaturas humanas. 50

Actualmente predomina en el espritu catlico el neotomismo, esto es, el renacimiento de las opiniones tomistas en la enseanza moral y filosfica del catolicismo. El mundo catlico, despus de la encclica de Len XIII arriba mencionada, adopt como expresin mstica de la filosofa y de la tica el neotomismo. Evidentemente el mundo latino que en la mayor parte es catlico, ha desarrollado los fundamentos de la comprensin de la Suma teolgica para las bases del espritu religioso. Vemos que en Francia, en Italia, en Espaa y ltimamente en el Brasil, la formacin del espritu religioso se halla en las ideas capitales de SANTO TOMS DE AQUINO, LOS ltimos momentos de angustia humana por los tumultos polticos, guerreros universales, han exaltado el espritu mstico de los pueblos y entre los catlicos el neotomismo. Segn PEDRO A. PINTO (PAULO AUGUSTO) las ideas de SANTO TOMS en poltica son las mismas de ARISTTELES, esto es, el gobierno depende ms de quien lo dirige que de la forma propiamente dicha. La fe inquebrantable en Dios, Jesucristo y Mara Santsima establecieron los fundamentos rgidos de la religin catlica. El concepto de la moral catlica se regla por los preceptos de la iglesia. Los cimientos de la doctrina cristiana, especialmente de la catlica, estn en los evanglicos, esto es, en el Nuevo Testamento y en los complementos emanados de la iglesia romana apostlica, bajo el reinado espiritual del 51

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Papa. Todo el fundamento de la religin catlica est en la comprensin moral de Cristo Redentor y de la Virgen Mara. Bajo estas dos figuras capitales de la iglesia catlica surgen como corolario todos los principios de la tica religiosa y los rituales de la iglesia establecen los preceptos indispensables a la consecucin de los principios de la moral sana, sustentados por la fe inalterable en Dios, en su absoluta perfeccin y en el deber que posee el hombre de aproximarse a l, especialmente en las dos formas humanas, Mara concebida sin pecado y Cristo el Redentor. Sabemos que todos los preceptos ticos de la religin cristiana se hallan en la tendencia a la perfeccin sin que se midan sacrificios para que se alcance el fin ansiado. De ah los elementos espirituales indispensables a la ejecucin del problema tico religioso, Primeramente la renuncia de los instintos, de los goces materiales, de las frmulas egostas de la existencia. Las bellezas morales, tericas, contenidas en la religin cristiana son innegablemente la obra ms completa de la espiritualidad humana. Como moral idealista no se le puede disputar la perfeccin. Sin embargo, la humanidad en todas sus fracciones individuales no se puede reglar por las formas rgidas del catolicismo y la consecuencia es que son muy raros los que siguen los preceptos de tan bella y profunda iniciativa de la espiritualidad mstica. Si tomamos en abstracto los principios y los fines de la iglesia catlica, en ella encontramos la esencia filosfi52

ca, metafsica, que encierra las mejores concepciones msticas de la humanidad. No son, sin embargo, compatibles con la evolucin de las ciencias, especialmente de aquello que se hizo en los siglos diez y nueve y veinte; gracias a los perfeccionamientos tcnicos de las ciencias, se nos depar un nuevo mundo de conquistas. El mal de las diversas formas de la tica esculpida en doctrinas filosficas o metafsicas, est en que no se preocupan por las variaciones de la naturaleza humana, afirmadas en la constitucin, en el temperamento y en el carcter, en la biotipologa individual, especialmente en lo que dice respecto a los elementos fenotpicos que pueden surgir en el desarrollo de la criatura. Las reformas de la iglesia establecidas por LUTERO y CALVINO dieron nuevos aspectos a los principios del catolicismo, especialmente del papismo y del Vaticano. ERASMO, con la grandeza espiritual de que estaba dotado, ya haba tentado, sin el suficiente coraje, modificaciones en las frmulas de la religin occidental, especialmente de la europea. Cabe, innegablemente, a LUTERO, el grande y poderoso esfuerzo para reformar los principios religiosos que emanaban de Roma. A partir de 1517 se inici la gran reforma del cristianismo cuando LUTERO se sublev pblicamente contra la fuerza y la autoridad de la Santa Sede. El luteranismo se distingue del calvinismo porque ste admite la presencia pero rige la predestinacin absoluta, tolera los ornamentos religiosos y conserva la jerar53

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qua sacerdotal. Hay tendencia general en fundir las dos religiones bajo el nombre de Iglesia Evanglica. CALTINO aprovech el mpetu reformista de LUTERO para fundar la reforma ginebrina. La libertad de conciencia fue estipulada por la dieta de ESPIRA en 1526. En 1529 quisieron restringirla, sin embargo los reformadores protestaron, de ah el nombre de protestantes. LUTERO se mostr hombre de accin y valiente porque estableci los elementos del protestantismo. El casamiento de los sacerdotes fue admitido como uno de los tramos de la reforma. Evidentemente, LUTERO fue 1 1 1 1 0 de los hombres que ejercieron influencia en la marcha de la humanidad. Contribuy de manera innegable al progreso moral de los pueblos. No se puede afirmar que la escisin de la iglesia fuese benfica para el cristianismo, sin embargo tuvo el mrito de modificar las frmulas imperialistas del catolicismo y hacerle mudar las ideas religiosas morales, de acuerdo con los fundamentos precipuos del cristianismo. discutir, examinar los dogmas del catolicismo e introdujo en el mundo intelectual el libre examen y el libre pensamiento a pesar de lo revolucionario religioso que era negar en principio el libre albedro. Algunos de los principales elementos del protestantismo vinieron ms del espritu de la revolucin mstica que de LUTERO propiamente dicho. Innegablemente el reformador trajo para los pueblos nrdicos, especialmente los anglosajones, ideas y principios ms conformes con el espritu tnico. Las transmutaciones espirituales queLUTERO OS

ocurrieron en Europa fueron debidas especialmente a ERASMO, LUTERO y CALVINO, sin embargo, con especialidad a LUTERO que fue el gran propulsor reformador de la poca. El cristianismo en sus elementos morales procura ensear el bien humano, apoyado en la justicia divina. CRISTO es expresin de la virtud, porque los cimientos del edificio de su obra estn en el bien y en la virtud, pues procura hacer del hombre elemento perfectivo que se aproxima a la divinidad. Todos los principios de la moral cristiana estn construidos sobre la fe. A pesar de los paradigmas, raramente la humanidad puede seguir la trayectoria trazada por el cristianismo. La moral catlica es ms rgida que la del puro cristianismo, sin embargo las dos se nivelan en la perfeccin del Redentor que apareci en la tierra para redimir al gnero humano del pecado original. Las leyes de la tica cristiana son preceptos establecidos para un ideal que raramente puede ser alcalizado. Los elementos de la reforma establecidos por CALVINO son ms rigurosos y menos originales que los de LUTERO. El calvinismo tuvo origen en Ginebra en 1536 y se expandi inmediatamente por toda Suiza, por Francia, Holanda, Inglaterra, Escocia, Estados Unidos y otros pases. Los calvinistas en Francia fueron apodados de Hugonotes y lucharon por muchos aos para obtener el libre ejercicio de su culto y tuvieron a Francia en constante guerra civil. Fue ENRIQUE IV quien promulg el clebre Edicto de Nantcs que garantiz a los hugonotes 55

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la libertad de conciencia. Este edicto fue revocado por LUIS XIV, en 1685. Durante el reinado de Luis XVI en 1875 los calvinistas obtuvieron nuevo edicto de tolerancia. Las ideas de CALVINO se han modificado progresivamente en diversos pases, con diferentes denominaciones. La obra de STEFAN ZWEIG acerca de una Conciencia contra la violencia, esto es, CASTELLIO contra CALVINO, pinta de manera colorida los mtodos violentos e imperiosos usados por el reformador. Se dira que el clebre heresiarca usaba los procedimientos ms severos, en Ginebra, para que fuesen respetados sus principios teolgicos con rigurosa disciplina eclesistica. Tent reformar las costumbres como mudaba las creencias, usando preceptos intolerantes y despticos. Evidentemente el rigor de los principios calvinistas desapareci del teatro de la mstica humana, especialmente de la suiza. El cristianismo es innegablemente la religin en que la humanidad puede depositar la mxima confianza moral porque se origina en el bien y en el amor. Las variantes, catlica, ortodoxa y protestante, ponen en primera lnea la belleza tica que tiene como paradigma la perfeccin divina en las doctrinas predicadas por JESUCRISTO en su pasaje efmero sobre la tierra. La gran fe en Dios y la confianza en las palabras y ejemplos forman el fundamento de la religin cristiana. Innegablemente en el aspecto til o pragmtico la moral del Redentor ha dado los mejores frutos a la humanidad. 56

De la lectura atenta de los evangelistas, de las obras constructivas de SAN PABLO, SAN GREGORIO NISENO, SANTO TOMS, SAN AGUSTN, SAN BERNARDO y de tantos otros que hicieron el brillo y la gloria de la iglesia catlica, deducimos que todos los principios del bien humano y de la fe en la perfeccin divina constituyen la esencia indiscutible de la moral. Sabemos que los temperamentos y caracteres han deformado el concepto idealista del cristianismo, sin embargo las falsificaciones no destruyen o modifican los quilates de las piedras preciosas legtimas. Tal vez podamos establecer restricciones acerca de los fundamentos de la moral religiosa porque ella promete recompensas y amenazas, esto es, el bien es pagado con el beneficio y el mal con el castigo. En principio terico o abstracto tal conducta es lgica porque est afirmada en la mstica teolgica de que Dios premia a los virtuosos y condena a los malos. El balance entre el bien y el mal forma el punto neurlgico de la cuestin de la tica religiosa. Hay tanta relatividad entre tales conceptos que el bien de unos es el mal de otros y viceversa. Un punto capital estara en no ofender o desamar al prjimo en las acciones individuales o colectivas. Por ah vemos, o mejor dicho, avaluamos la complejidad del asunto porque el hombre sobre la tierra, en el trabajo de la construccin del progreso, en la formacin de las naciones, en sntesis, de las civilizaciones, encuentra constantemente razones egostas para contrarrestar los principios idealistas de la moral que es en realidad comprensible 57

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bajo dos aspectos: el ideal y el prctico, el simblico y el pragmtico. Como vimos en pginas anteriores, la frmula depende de circunstancias especialisimas: de la poca, de los pueblos, de momentos crticos o de transmutaciones sociales. Las pocas antiguas, medias, modernas y contemporneas ; la ndole de los pueblos persa, griego, romano, brbaros como los germanos, los hunos y los alanos; las pocas de la Edad Media y del Renacimiento; los fulgores de la civilizacin francesa, inglesa, tudesca y estadounidense dan aspectos diferentes para el pensamiento idealista o abstracto de la tica. Existe comprensin universal, sin embargo polimorfa e inestable de la moral, con el auxilio de las nociones del bien, de la honra, del derecho, de la virtud, de la fe, etc. Ningn sabio o filsofo sera capaz de codificar los principios rgidos e inconcusos para la estabilizacin de la tica.

CAPTULO

VIII

MORAL METAFSICA

Habiendo tratado de la moral religiosa podramos incluirla en este captulo. Sin embargo, dadas las conexiones existentes entre la filosofa y la tica, trataremos especialmente de los autores y filsofos modernos que edificaron sobre los elementos subjetivos el fundamento de la moral. Podemos tomar como paradigmas a KANT y LBIENITZ que instituyeron los principios umversalmente conocidos acerca del tema que estudiamos. Emanuel KANT, autor de la Crtica de la razn pura, de la razn prctica y de la facultad de juzgar, fue considerado mundialmente como el mayor pensador de su tiempo. La moral de este clebre filsofo es dogmtica, racional; estriba en la nocin del imperativo categrico que es el deber. Admitida por l la inmortalidad del alma, no podra dejar de concluir en la existencia de Dios, 59

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carao moralista telogo. Su filosofa produjo verdadera revolucin en las ideas del intelectualismo humano. Propone someter a la crtica todos los conocimientos (doctrina del cristianismo), esto es, los objetivos y los subjetivos. La razn aplica la forma a la materia. Juzga que hay en las cosas lo que realmente encierran, de acuerdo con las ideas apriorsticas o puras. La moral depende de la razn. Cree en la libertad, en la ley imperativa del deber, en la necesidad de la armona entre la felicidad y la virtud, de acuerdo con la existencia de Dios. La moral de KANT es severa, fundada en la idea del bien absoluto, lo que, lejanamente, recuerda el estoicismo. La teora del derecho de la moralidad descansa en la metafsica que forma su lastre filosfico. La crtica de la razn pura prepara la crtica de la razn prctica. Si verificramos los puntos capitales de la moral de KANT, notaramos que son cuatro: 1) Existencia de una ley moral para el hombre y sus consecuencias; 2o) naturaleza y deber; 3) condicin de la moralidad; 4) frmulas de la ley moral.KANT formul ]a tica sobre el hecho de la razn, esto es, la existencia del deber que es fundamentalmente categrico por el concepto de la conciencia; ese deber posee valor absoluto y encierra tres condiciones esenciales para su comprensin: la libertad, la inmortalidad del alma y la existencia de Dios. La naturaleza del deber reposa en la naturaleza del bien, que cumple sea absoluta, hacia lo cual el hombre se encamina, y que constituye el principio de la tica. Las nociones de bien y de deber se completan. Hay, pues,

necesidad de obedecer a la ley por el respeto a la propia ley. En el formalismo moral de KANT el bien deriva del deber. Para que haya moralidad es indispensable la buena voluntad, esto es, la segura intencin del cumplimiento de la obligacin. El sentimiento de respeto que acompaa a la obediencia a la ley resulta del amor a la propia ley. Es indispensable que la buena voluntad sea espontnea y autnoma. Para la comprensin de la moral es indispensable la nocin imperiosa del deber. El respeto absoluto al prjimo es el fundamento del derecho como obligacin. La moral kantiana, de manera abstracta es lgica y accesible a los espritus de la generalidad. Sin embargo, el concepto del deber es meramente subjetivo porque no todos lo comprenden de la misma manera. La conciencia del deber es postulado abstracto, porque cada individuo en s fundamenta el precepto segn el temperamento y el carcter personales. Es muy difcil asimilar la comprensin del imperativo categrico de manera concreta o pragmtica. Hay un deber subjetivamente perfecto y abstracto y es la nocin del deber humano. El deber abstracto o idealista coincide con la nocin de la perfeccin, lo que es asunto discutible ante el hombre. No se puede concebir la tica sin admitir la posibilidad de su generalizacin al gnero humano. En resumen, el principio del deber debe coincidir con la idea de Dios que es juzgado por los testas como ser infinitamente bueno, sabio y justo. 61

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en la crtica acerca de la moral kantiana, dice en conclusin, que peca por el concepto. KANT saca las consecuencias de los principios que l mismo estableci. En realidad, ninguna doctrina tica es ms seductora que la que se basa en el cumplimiento del deber. El mal est en la elasticidad de la comprensin de lo que es el imperativo categrico de la obligacin. KANT no puede probar la existencia universal del deber que slo puede ser dada por la conciencia. Ahora el criterio de conciencia es muy vago para que sobre el mismo se pueda establecer la nocin exacta del imperativo. Tenemos que hacerla coincidir con la teologa que resume en la verdad la ms simptica manera de concebir la tica. La condicin precipua de la ciencia de las costumbres est en la prctica del bien encarado individual o colectivamente. La cuestin del buen comportamiento excede muchas otras nociones que alcanzaron varias divisiones del pensamiento, del sentimiento y de la accin. Sabemos que los trminos justos de tales principios son meramente especulativos, porque inciden en variaciones cronolgicas y mesolgicas de las civilizaciones. Individuos, pueblos, razas, actan a veces tan desarmnicamente con las concepciones derivadas de la moral, que estamos obligados a admitir que la tica es variable y no puede ser establecida ni rgidamente codificada. El estudio comparativo de las civilizaciones sealado por la historia universal nos lleva a esta conclusin, aCRESSON,

pesar de tener la sincera conviccin de que moralmente la humanidad no evolucion ni se ha perfeccionado. Todos los principios metafsicos contenidos en las doctrinas kantianas se sobreponen al platonismo, en la admisin de un ser supremo, modelo del bien y de la virtud. La admisin de Dios resume, pues, toda la nocin del imperativo categrico, o mejor dicho, del deber en el concepto de la moral kantiana. Entre nosotros, FARIAS BRITO y JANURIO L. GAFPRE trataron analticamente la obra del filsofo de Koenisberg. Ambos trataron ms del criticismo del filsofo que de la tica. La metafsica de KANT no se comprende en el antiguo sentido de la palabra. Es, como dice FARIAS BRITO, "proponerse nicamente a la determinacin de los lmites del conocimiento, esto es, apenas el anlisis de la experiencia; por esto las ideas kantianas tuvieron tanta repercusin en el mundo entero". A pesar de tales conceptos, KANT admite la existencia de Dios como prototipo de la perfeccin y como consecuencia el punto capital para el concepto de la moral. Las nociones del alma, mundo y Dios admitidos por KANT, formaron su estructura de la metafsica racional. El criticismo de este filsofo alemn naci del conocimiento del valor de los conceptos abstractos o concretos. El criticismo se asienta esencialmente en admitir que hay uso legtimo de las concepciones y de los principios del entendimiento puro, que consiste en pensar segn las formas que el espritu imprime. El uso legti63

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mo est en considerar los mismos conceptos como si fuesen los propios objetos desconocidos o verdades objetivas, esto es, las consecuencias a que somos conducidos sin justificativo de lgica. Los problemas que la razn especulativa no puede resolver, la razn prctica puede suministrar, especialmente para ciertas creencias o determinados principios. Hay por eso motivos morales que conducen a soluciones que no pueden ser tericamente establecidas. Esa actitud constituye el neocriticismo adoptado por el filsofo francs RENOUVIER. El criticismo procura, pues, determinar los lmites dentro de los cuales el entendimiento humano puede ejercer su accin. Esta nocin se halla en la Crtica de la razn pura, obra en que KANT traza los lmites para el ejercicio de la razn especulativa en los puntos en que las verdades metafsicas no pueden ser alcanzadas. En la razn prctica, el filsofo trata del sistema de moral, basado en las verdades transcendentales a que la razn pura no puede elevarse. Antes de KANT, LEIBNIZ, en la Teodicea, haba estudiado los datos de la moral teolgica, comprendidos por la armona universal, expresin legtima de la fuerza divina y del camino seguro hacia la comprensin del optimismo que es su forma filosfica. El optimismo metafsico de LEIBNIZ tena como esencia aceptar la nocin de que Dios hizo el mundo perfecto y que las pequeas demostraciones del mal servan para resaltar la euritmia del universo. Telogo convencido y64

apasionado, llevaba dentro del espritu la nocin de la bondad, segn so puede deducir de toda su obra de fe teolgica, como observamos en el discurso sobre la conformidad de la razn con la fe y tambin en la correspondencia asidua con BOSSUET y PELLISSON. La hiptesis de la armona preestablecida fue creada por LEIBNIZ para admitir la existencia de los dos mundos, el material y el intelectual, sin embargo separados; y que se moveran como dos relojes que trabajasen siempre ajustados sincrnicamente, pero sin influencias mutuas. La nocin del bien racional resume, para LEIBNIZ, la condicin primacial del placer del espritu, nacido del principio de que Dios prepar el mundo perfecto y que la existencia del mal slo sirve para comparacin y exaltacin del bien y de la grandeza divina. El optimismo exagerado de LEIBNIZ y de FENELN dieron oportunidad a crticas severas por parte de literatos, especialmente de VOLTAIRE.

No podemos adoptar tales doctrinas como fundamento de la moral, que es teolgica y metafsica y coinciden con el tomismo o el kantismo. No podremos resumir todas las opiniones de los diferentes telogos. Daremos apenas las doctrinas de los filsofos que ms influencia ejercieron en la corriente espiritual del mundo en las pocas pasadas y presentes. Entretanto, no dejaremos de registrar aqu el nombre de PASCAL que indudablemente encendi en la espiritualidad humana, especialmente en la latina, principios no65

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tablea. Pensamientos y doctrinas expresivas del genio demostraron la fusin del espritu cientfico con la fe ardiente y profunda. El tesmo de PASCAL descansa en el racionalismo espiritual. En los Pensamientos se hallan resumidos todos los elementos de la moral cristiana que era el atributo de su alma. El esplritualismo form su personalidad.

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IX

COMPRENSIN DE LA MORAL SEGN HERBERT SPENCER

La filosofa evolucionista de HERBERT SPENCER, habiendo abarcado todos los fenmenos objetivos y subjetivos, incidi en la moral del bien, conocida como la tica del Ego-altrusmo. Segn el pensador ingls, en el bien proporcionado a la especie o al semejante existe el provecho individual, o de otra manera, siempre el hombre saca para s ventaja aunque beneficie a otro. En el altruismo que encierra el sentimiento de auxilio o de amor al semejante, no est contenido exclusivamente este bien idealista y renunciador, como se nos depara en la filosofa de AUGUSTO COMTE. En la lgica sentimental de la tica yernos que la tendencia altruista es corolario del bien. HUTCHESON admita la benevolencia, porque los hombres poseen la inclinacin natural para desear el bien a sus semejantes,6667

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pues, segn este filsofo escocs debe considerarse el instinto de la benevolencia como el elemento principal de la tica, a pesar del olvido de los deberes de los hombres entre s y de las obligaciones ante Dios. A. SMITH admite la moral de la simpata, esto es, afirmada en el instinto que el hombre posee de estar en armona con sus semejantes. En vez de simpata, podramos admitir la nocin del respeto que es muy variable de individuo a individuo, de pueblo a pueblo, lo que reduce mucho la corporificacin altruista de la moral, y conclumos en que la supuesta simpata humana termina en verdadera nocin puramente subjetiva y no pragmtica. Podramos invocar como sustentculo de la moral altruista el sentimiento de honra; sin embargo sabemos que esta nocin es variable, con las pocas y los pueblos, y no podra ser para la humanidad la regla suprema y el motivo final de sus acciones. Nada ms interesante que la idea del bien, sea sentimental, sea racional, admitida como fundamento de la tica; no obstante, no estamos seguros de que sea precisamente el bien. En el libro que publicamos acerca de los Ensayos de filosofa biolgica, trat del balance del bien y del mal. Podemos admitir que el deber es la inclinacin imperativa de practicar el bien, que incluye la tendencia a la perfeccin. El bien puede ser comprendido como todo lo que morahnente sirve para perfeccionar al hombre: Bonum quia imperatum; malum quia prohibitum. 68

La doctrina filosfica evolucionista de HERBERT SPENCEE considera naturalmente la moral la estacin, ms diferenciada de la humanidad. Los embasamientos esenciales se hallan en la percepcin del egosmo y del altruismo, tendientes al bien. La comprensin del altruismo esclarece el origen del procedimiento del hombre ante sus iguales. La verdad es que en la prctica del altruismo hay siempre parte apreciable de egosmo. En la formacin de las sociedades, de acuerdo con el grado de civilizacin, el hombre pens siempre en el bien colectivo sin olvidarse de s mismo. El altruismo familiar y el social estn sombreados por el egosmo, "la plenitud de las satisfacciones egostas en el estado de sociedad, depende primeramente de la manutencin de las relaciones morales entre los esfuerzos dispensados y los beneficios obtenidos, relacin que es sustentculo de toda la vida". Sabemos que la dependencia del egosmo y del altruismo es ms o menos general en todas las sociedades. Existen, tal vez, pueblos que se dedican ms que otros al bien humano. Se ha visto a los norteamericanos que en todos sus actos privados o colectivos, nacionales o extranjeros, poseen el designio de lo humanitario. Es claro que la moral tiene dos graduaciones, segn el filsofo ingls: la absoluta y la relativa. Como concepto abstracto la moral absoluta deber vencer a la relativa. Tendramos que considerar al hombre ideal, existente en el estado social ideal. Cumple, pues, pensar en el pro69

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cedimiento del hombre en el medio en que se desenvuelve. Si acomparamos la historia de las civilizaciones desde las pocas antiguas hasta el momento contemporneo, asistiramos al desarrollo de situaciones individuales y colectivas que hacen considerar la tica como elemento subjetivo mvil. La accin de los persas, de ]os helenos, de los alanos hasta la edad media; los hechos guerreros y sociales de los ingleses, franceses o alemanes; las transmutaciones sociales contemporneas, europeas o americanas indican cmo el clima moral se modifica constantemente. Hay ondas peridicas de modificaciones en la organizacin de la espiritualidad y de la accin humanas. El concepto de la justicia, de la moral y del derecho son tan variables que se diran dispares en tiempo de orden y de revoluciones, de paz y de guerra. La verdad final es que predomina ms el egosmo a pesar del esfuerzo mximo para la adopcin del altruismo, segn el pensamiento bblico, spenceriano o comtista. La expresin y la comprensin de la tica estn en la tendencia del hombre hacia el buen procedimiento en beneficio de su semejante, de la familia, de la sociedad, de la patria y de la humanidad. No es fcil juzgar la situacin de un pueblo sin conocer de l el medio, la raza y la poca en que existi. Sabemos, segn SPENCER, que el egosmo es ms imperioso que el altruismo, sin embargo podemos comprender tambin que haya naturalezas menos egostas, que predisponen a la perfectibilidad tica. Para que haya asimilacin del altruismo es necesario admitir el procedimien70

to del hombre desprendido de sus prerrogativas mximas egostas en beneficio de otro o de la colectividad. La situacin del individuo en general y la respectiva evolucin de este procedimiento lo llevan a la mala o a la buena accin en el medio en que vive. No se puede juzgar fcilmente esa norma individual porque muchos factores pueden modificarla. El aspecto fsico, biolgico, psicolgico y el sociolgico contienen interpretaciones diferentes segn el propio HERBERT SPENCER. NO es fcil, pues, establecer la crtica ni la explicacin de los factores que mencionamos. La comprensin del bien y del mal, del placer y del sufrimiento, de los instintos y de la razn, de la poca y del medio, del elemento tnico y del grado de civilizacin torna naturalmente difcil la ideacin implcita del problema tico. Por eso dice el filsofo ingls: "de acuerdo con las diversas teoras morales y la importancia que merecen, la situacin individual bajo las formas ms elevadas debera tener como gua las percepciones innatas del bien, convenientemente esclarecidas y establecidas por la inteligencia analtica hacia el fin supremo que es la felicidad personal y general'". Vimos en pginas anteriores cmo son relativas las ideas del placer y del dolor y cmo el egosmo se opone instintivamente al altruismo en todas las condiciones biolgicas y sociolgicas. Como consecuencia, el altruismo cuenta con elementos morales contrarios al egosmo. Por esto toda accin humana en torno de los factores sociales es presidida por el binomio egosmo-altruismo, y as se 71

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puede comprender que haya conciliacin de los dos trminos en favor de un ideal para beneficio de toda la humanidad. El dominio de la moral est comprendido en el comportamiento especial del hombre ante la humanidad. La moral tiene por objeto la accin familiar o social; la tica posee campo ms vasto de lo que ordinariamente se juzga. Comprendemos que dos puntos capitales son encarados por la tica: la accin individual y la social. En el comportamiento individual pueden aparecer beneficios negativos o positivos. Por esto no podemos establecer un cdigo de procedimiento personal perfecto. Lo que el hombre consigue preparar y ejecutar como principio general es la cooperacin recproca. As, concluye HERBERT SPENCER, "la moral absoluta no puede prestar gran auxilio a la moral relativa; entretanto, ella tiene en otros casos alguna utilidad y presenta a la conciencia la consideracin ideal de las diferentes pretensiones en juego y sugiere el logro de compromisos". La nocin ideal de la tica resume evidentemente la base de la moral absoluta, que se concretara en el bien general humano. Naturalmente slo la podemos comprender en el dominio abstracto de las religiones y de las filosofas. Sin embargo, las mayores objeciones que tenemos que hacer son consecuencia de la naturaleza humana, especialmente en los factores biolgicos y psicolgicos. Los factores biolgicos se ligan a las dos leyes universales de la vida que son: la nutricin y la reproduccin; aqulla72

garantiza al individuo y sta la especie. Las simbolic en las expresiones Fames y Libido para demostrar cmo en cualquier accin del ser bitico hay siempre predominancia de las fuerzas arriba mencionadas. Los elementos psicolgicos que forman la armazn de la personalidad se confinan en la conciencia que simbolic en la expresin Ego que aparece como el tercer radical del trinomio Fames, Libido y Ego que forman el fundamento de la moral biolgica. La conciencia abarca el pensamiento y el sentimiento. Por ms que el hombre se esfuerce, salvo rarsimas excepciones, no deja de sacar para s la mejor parte que le cabe en la existencia. As como hay individuos, hay pueblos que apuran el egosmo como principio de la accin. Se han visto los germanos y los japoneses en oposicin a los latinos y a los anglosajones, especialmente a los estadounidenses. Estoy en pleno acuerdo con las ideas expresadas por FLIX LE DANTEC en la obra clsica acerca del egosmo, el fundamento de todas las sociedades. "Nuestro barniz de hombres civilizados no impide que cuando se lo raspa levemente, se encuentre pronto al hombre antiguo, al habitante de las cavernas." El individuo, el medio y la lucha de la vida forman las condiciones ptimas para orientar la posicin del hombre ante otro hombre. As, en todas las fases de la vida individual, de la familia, de la patria y de la sociedad, asistimos a la contextura de los principios del deber y del derecho, sin embargo prontamente contrahechos por las manifestaciones egostas. Todas las expresiones del73

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egosmo se manifiestan a pesar de los esfuerzos de seres superiores del medio, ya intelectual, ya sentimentalmente encaradas. Comprendemos que el altruismo sea la esencia de la moral absoluta pues incluye en sus principios la perfeccin y la renuncia. En un librito que escrib acerca de la funcin social y moral de lo mo y lo tuyo demostr que estas (ios manifestaciones del egosmo son las fuerzas psicolgicas y ticas que conducen al hombre a practicar el bien y el mal, en el ansia de lo mayor y de lo mejor que atormenta su personalidad. La crtica que merece el concepto tico de HERBERT SPENCER est en que se apoya en principios meramente filosficos, en la doctrina de la evolucin aplicada a la moral. Parte del principio de que el hombre procura en primer lugar la felicidad personal y despus piensa en la felicidad de los otros; aparecen as los sentimientos altruistas. He aqu la moral del egoaltrusmo del filsofo ingls. La naturaleza humana es egosta, a pesar de la ley de la evolucin mejoradora, el hombre nunca se desinteresa de s. Es sabido que las tendencias egostas luchan constantemente contra las altruistas. Solamente la lgica de los sentimientos y del pensamiento podra, por supremo esfuerzo, apartar las fuerzas naturales egostas. Es difcil comprender que del egosmo partan los sentimientos altruistas. En realidad los dos principios elementales para la comprensin de la tica estn en el exacto entendimiento del bien humano y del deber individual. La conjuncin de74

estos dos factores traera el placer intelectual y sentimental. Todo esto est expuesto y adoptado en las religiones y en las diversas filosofas. La gran verdad es que tales principios parten de idealismos y que no respetan la esencia de la naturaleza humana. Las leyes biolgicas muchas veces contraran los principios abstractos de la moral, de la justicia o del derecho. Tales fuerzas biticas deben ser coordinadas y modificadas de acuerdo con los principios cientficos concretos y no por preceptos apriorsticos. Que no sea esta orientacin la puerta ancha o abierta hacia todos los crmenes o hacia tocios los males humanos. Modus in rebus. Son muy complejos los principios psicolgicos de la personalidad humana e innegablemente es muy difcil legislar en materia de tica cuando sta se construye en principios empricos. La historia de la humanidad es desconcertante, porque las transmutaciones psicolgicas de las civilizaciones demuestran que la tica prctica se ha modificado sorprendentemente. A pesar de los vrtices sociales, parecen persistir como esencia idealizadora de la tica la nocin del bien colectivo y del deber individual. Sin embargo, tales principios son meramente abstractos y partieron ora de la metafsica, ora del empirismo anacrnico y a veces meramente especulativo de los sueos humanos. Que estas palabras no sirven de terreno propicio para las doctrinas inconoclastas. Todo lo que se hace para el mejoramiento de la humanidad sintetiza un problema de75

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moral en el aspecto psquico, cultural, fsico y material. Todos los esfuerzos para la consecucin de los principios de la moral Ego-altrusta se apoyan en la evolucin de la especie humana; infelizmente han sido desmentidos por los sucesos de la historia. Las mutaciones civilizadoras que ora destruyen, ora elevan las frmulas sociales, nos llevan a opinar que el hombre moralmente se ha perfeccionado poco. En cuarenta siglos transcurridos reaparecen peridicamente, a veces lentamente, a veces sbitamente manifestaciones de decadencia y de elevacin de razas, pueblos, pases y continentes. Llegaremos a la conclusin absurda de que la humanidad que es el gran ser, hace lo que quiere; comete desmanes, es atacada por accesos ora de locura, ora de barbarie; sin la obediencia u observancia de principios justos de cultura espiritual. Son terremotos ritmados que agitan los sentimientos en olas de insanias o de calmas.

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MORAL POSITIVA SEGN EL CONCEPTO DE AUGUSTO COMTE

De todos los sistemas filosficos conocidos, el que mayor xito logr en el Brasil fue innegablemente el positivismo. Con el advenimiento de la Repblica se tom la poltica de AUGUSTO COMTE como estructura de los principios constitucionales del pas. La nueva forma de gobierno fue apoyada y proclamada por el ejrcito que posea como ideal filosfico y cientfico el positivismo. Al frente del movimiento republicano y como dirigente espiritual de la mocedad militar se hallaba la figura austera y al mismo tiempo cultsima de BENJAMN CONSTANT. En otros centros del Brasil como Pernambuco, San Pablo, Baha, especialmente en Ro Grande do Sul se contaban adeptos y entusiastas de la nueva doctrina. Entretanto, como dice PEDRO PINTO (PAULO AUGUSTO), "a pesar de que todo hombre civilizado es positivista, en mayor o77

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menor grado de evolucin, son en nmero pequeo los positivistas sistemticos, sujetos de manera consciente a la doctrina",MIGUEL LEJOS, TEXEIRA MENDES, PEREIRA BARRETO y

algunos otros se tornaron paladines, entre nosotros, de la filosofa positivista, de manera que con la fuerza moral de estos hombres notables pronto se fund en Ro de Janeiro la escuela nacional positivista que se caracteriz por publicaciones de obras, construccin del templo y prctica social de la mencionada doctrina. Bien pensado, el concepto filosfico de la moral positiva se encuadra con el materialismo y al mismo tiempo con la moral biolgica y cientfica de que trataremos despus. Como bien di