Avance Diciembre 2014

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    AVANCEVOCERO DEL MOVIMIENTO ACCIN NACIONALISTA PERUANO - MANPE

    BUENOS AIRES - ARGENTINA Diciembre AO 2014 Distribucin Gratuita.ALEMANIA - ARGENTINA - AUSTRALIA - BOLIVIA - EE.UU - ESPAA - MEXICO- FRANCIA- ITALIA - PER - URUGUAY

    Manual del Lder, de laOrganizacin y del

    Marketing Poltico

    eliz N avidad

    Feliz 20152015

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    Atributos del LderLiderazgo convierte una visin en realidad. Para influir sobre losseguidores de modo que muestren disposicin al cambio, los lderesnecesitan una serie especfica de aptitudes que guen sus acciones.Estas aptitudes se pueden concebir como las herramientasinteriores para motivar a los empleados, dirigir los sistemas y procesos, yguiar a la organizacin hacia metas comunes que le permitan alcanzarsu misin.Este manual trata sobre aptitudes de liderazgo: el conocimiento y las

    habilidades requeridas para ser no solamente un jefe, sino tambin unlder. En particular, el liderazgo requiere:Personalidad: entusiasmo, integridad, auto-renovacin.

    Anlisis: fortaleza, criterio perceptivo.

    Logro: rendimiento, audacia, desarrollo de equipos.

    Interaccin: colaboracin, inspiracin, servicio a los dems.Los administradores son personas que hacen las cosas bien, mientrasque los lderes son personas que hacen las cosas correctas.

    Las aptitudes de liderazgo incluyen:Habilidades de liderazgo: los lderes poseen atributos (creencias,valores, tica, carcter, conocimiento, valenta y destrezas) que hacenque la gente se sienta orgullosa de seguirlos. Proporcionan unsentimiento de confianza y pueden reunir a las tropas y levantar la moralcuando hay dificultades.Visin: los lderes tienen la capacidad de incrementar la productividaden las reas ms necesitadas de mejoras. Crean y establecen metas ypueden claramente presentar una visin que los subordinados y colegasse sientan motivados de lograr. Desarrollo de equipos: los lderes desarrollan equipos de altorendimiento que se unen para colaborar en una misin o meta comn, enlugar de dejar simplemente que los objetivos queden sin asignar.

    ATRIBUTOSCaractersticas,cualidades oparticularidades.Los atributos del

    lder se incluyenen tres categoras:mental, fsica yemocional.Resolucin de conflicto con ganancia por ambas partes: los lderespueden efectivamente resolver desacuerdos y conflictos. Resuelvendisputas al enfocarse en solucionar problemas sin ofender el ego de laspersonas. Proporcionan apoyo y experiencia a otros lderes y evalan laidoneidad de mecanismos alternativos de resolucin de disputas. Unbuen lder es firme en los asuntos y flexible con las personas.Evaluacin exacta y rpida de la situacin: los lderes asumen laresponsabilidad cuando la situacin lo demanda y hacen que las cosascorrectas se hagan a tiempo.Capacitacin/preparacin: los lderes saben que hasta los errores

    pueden ser oportunidades de aprendizaje. Proporcionan un anlisissobre el rendimiento, preparacin y asistencia para el desarrolloprofesional de las personas en una manera que aumenta el xitoindividual y organizativo.Compromiso de participacin del empleado: los lderes promueven elsentido de pertenencia al involucrar a los empleados en el proceso detoma de decisiones y planificacin. Dan ms poder de decisin a losempleados al otorgarles la autoridad de hacer que las cosas se cumplande la manera ms eficiente y oportuna.

    Tres Teoras de Liderazgo

    Teora del Atributo: algunas veces los atributos de la personalidadpueden llevar a las personas de una manera natural a funciones deliderazgo, aunque esto no es comn.

    Tambin se le conoce como la teora del lder que nace o lder natural.Hemos conocido algunas personas as, como el entrenador de laescuela secundaria, el lder del grupo explorador, el profesor o un buen

    jefe. Algunas personas tienen el talento natural para dirigir a otras.Teora de Grandes Acontecimientos: una crisis o un acontecimientoimportante puede generar cualidades extraordinarias de liderazgo enuna persona ordinaria.Teora del Lliderazgo Transformador: las personas pueden decidirconvertirse en lderes aprendiendo destrezas de liderazgo. sta es lateora ms aceptada hoy y es la premisa en la que se basa este manual.Cuando las personas le estn decidiendo que lo respetan como lder, noestn pensando en sus atributos. Estn observando sus acciones parasaber quin es usted realmente, si es respetable, si se debe confiar enusted o si usted puede hacer un mal uso de autoridad por inters

    personal.Los buenos lderes tienen una personalidad honorable, son flexibles ensu estilo personal y de liderazgo, y han puesto la misin de laorganizacin por encima de su propio inters y reconocimiento personal.Los lderes respetados se concentran en lo que son, lo que saben y loque hacen.

    Qu motiva a una persona a seguir a un lder? Los empleados quieren serguiados por personas que respetan, por personas que les ofrecen respeto ypor personas que tienen un sentido de direccin o visin que puede serclaramente articulado.

    La confianza depositada en un liderazgo solido es un indicador confiable dela satisfaccin de los empleados y los asociados en una organizacin. Lacomunicacin efectiva por parte del liderazgo en tres reas cruciales esimportante para ganar la confianza de la organizacin y de los asociados:Ayudar a los empleados y miembros a entender la estrategia global de laorganizacin.Ayudar a los empleados y miembros a entender cmo pueden contribuirpara lograr objetivos claves.Compartir informacin con los empleados y miembros sobre la situacinde la organizacin y la manera en que la funcin del empleado o delmiembro est relacionada con los objetivos estratgicos de la organizacin.Un lder debe ser confiable y estar dispuesto a comunicar una visin sobrela direccin futura de la organizacin.

    Once Principios de LiderazgoCuando se refiere a la responsabilidad compartida, los buenos lderessaben el concepto de ser, hacer, conocer, inherente en estos onceprincipios:Conzcase a s mismo y trate de mejorar. Fortalezca sus habilidades deliderazgo leyendo, estudiando, tomando clases apropiadas, etc.Sea tcnicamente capaz. Como lder, debe conocer su trabajo y tener unconocimiento slido del trabajo de sus empleados.Busque y asuma la responsabilidad por sus acciones. Busque manerasde conducir a su organizacin hacia nuevos horizontes. Y cuando las cosasvayan mal, no culpe a los dems. Analice la situacin, tome la accincorrecta y avance hacia el prximo reto.Tome decisiones firmes y oportunas. Utilice herramientas apropiadas

    para la resolucin de problemas, toma de decisiones y planificacin.Mantenga informada a las personas. Sepa cmo comunicarse con losempleados, directivos y otras personas claves dentro de la organizacin. Desarrolle un sentido de responsabilidad en los dems. Promuevabuenos atributos de personalidad entre las personas para que les permitanllevar a cabo sus responsabilidades profesionales.Asegrese que las tareas se entiendan, se supervisen y se cumplan.La comunicacin es clave para esta responsabilidad.Prepare a sus empleados como un equipo. Aunque muchos lderesllaman equipo a su departamento, seccin, etc., se trata en realidad de ungrupo de personas que hacen su trabajo. Los buenos lderes formanequipos slidos.Use toda la capacidad de su organizacin. Al desarrollar un espritu deequipo, podr hacer que su organizacin, departamento, seccin, etc.

    utilice toda su capacidad.Predique con el ejemplo. Sea un modelo para sus empleados. Ellos noslo deben escuchar lo que usted espera que hagan, sino tambin ver queusted lo hace. Conozca a sus empleados y vele por su bienestar. Entienda laimportancia de interesarse sinceramente en sus trabajadores.

    MODELOPersona que sirvecomo el sujetoobjetivo que alguiendesea emular, o comola representacinde un proceso o

    sistema que muestralas variables msimportantes a finde proporcionarlos detalles dentrodel sistema.

    Liderazgo es un tema que ha recibido mucha atencin en la administracin,los negocios y las organizaciones comunitarias. Todos saben que liderazgoexiste, pero pocos pueden definirlo.Liderazgo involucra influir de alguna manera sobre los empleados,miembros o seguidores para llevar a cabo las metas de la organizacin o

    del grupo. De acuerdo con el Diccionario de la Herencia Americana(American Heritage Dictionary), liderazgo es el conocimiento, las actitudesy las conductas utilizadas para influir sobre las personas para conseguir lamisin deseada. En otras palabras, liderazgo es la accin de lograr quelas personas se identifiquen con una misin o visin para que trabajen en surealizacin.Las palabras claves en esta definicin son personas y misin.

    Las Dos Claves Ms Importantes de

    Liderazgo

    Liderazgo es InfluenciaDefinicin de Liderazgo

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    AVANCE MANPE PER3Liderazgo TransformadorTerry Anderson y otros tericos del tema de liderazgo abogan por unnuevo estilo de liderazgo, al que se refieren como liderazgotransformador, enfocado en fortalecer y reconocer el valor de todas laspersonas. Es necesario que las organizaciones sean menos jerrquicas.En Transforming Leadership: New Skills for an Extraordinary Future,

    Anderson ofrece una definicin operativa de liderazgo efectivo.El liderazgo transformador incluye visin, planificacin, comunicacin yaccin creativa.Tiene un efecto unificador positivo en un grupo de personas en torno auna serie de valores y creencias claras para cumplir un conjunto claro demetas mensurables. El mtodo de transformacin impacta

    simultneamente en el desarrollo personal y la productividad orga-nizativa de todos los involucrados.De acuerdo a la teora del liderazgo transformador, los lderes tomanacciones que:Tienen un efecto positivo y unificador. Ayudan a establecer la visin,los valores y las creencias.Conducen al cumplimiento de metas. Ayudan a establecer metas ycrear un ambiente participativo en el cual los dems puedan cumplir conxito las actividades laborales. Enfatizan el desarrollo personal y la productividad organizativamediante la eliminacin de obstculos y la mayor participacin de losseguidores.

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    Manual de Organizacin y Marketing PolticoEste libro contiene todas las informaciones necesarias para conducir unacampaa electoral. Es una gua detallada que provee, ordenadamente,las instrucciones para el uso de los instrumentos que componen elMarketing poltico. Permite formular e implementar de la manera mseficaz una estrategia electoral.Con este propsito analiza los mtodos de estudio del electorado y losdistintos pasos necesarios para la formulacin de la estrategia. Explica eluso de los medios de difusin en las campaas de comunicacin y, porltimo, describe la manera de organizar los recursos humanos en lasactividades de campaa.Escrito de una manera llana y precisa, este manual es una referenciaimprescindible para candidatos, publicistas y militantes polticos. Elanlisis minucioso, pieza por pieza, de la maquinaria que mueve unacampaa electoral, hace de gran inters este libro, adems, para todoslos que quieren visitar esta parte poco conocida de la mecnica denuestra democracia.PRESENTACINEste libro es una segunda versin aumentada del "Manual de MarketingPoltico" publicado por la Editorial Fin de Siglo en el ao 1994. Si bien lateora y la prctica de las campaas electorales no han variado demanera sustantiva en los ltimos ocho aos, s lo han hecho, de maneraimportante, las reglas de juego electorales en la mayora de los paseslatinoamericanos.Este manual fue concebido como una herramienta para el trabajoelectoral.

    Como toda herramienta, no puede hacer abstraccin del material sobreel cual trabaja. Al cambiar las reglas de juego electorales de lasdemocracias latinoamericanas, cambian las tcnicas ms adecuadaspara el trabajo electoral.Estas nuevas reglas cambian radicalmente las bases para la formulacinde estrategias, para la utilizacin de medios y para la organizacin de lascampaas. La obligatoriedad o no obligatoriedad del voto en ciertospases, de acuerdo con los cambios en el sistema electoral, hacenecesario incorporar ajustes en los diseos de estrategia. La noobligatoriedad de participar en elecciones internas, refuerza laimportancia de ciertos medios directos de acceso a los electores y demovilizacin, especialmente el puerta a puerta. Las elecciones internas apadrn abierto, en donde puede participar todo el cuerpo electoral y nonicamente los afiliados a los partidos, crea la circunstancia del "votoextrapartidario", es decir de un cierto nmero de personas que prefiere,

    por diversos motivos, intervenir en una eleccin interna de un partido queno ser el de su preferencia en la eleccin nacional.Esta ltima circunstancia hace necesaria una cuidadosa evaluacin deciertos componentes de estrategia, especialmente en la seleccin y eltratamiento de los grupos-objetivo de la campaa y en los contenidos deldiscurso.La incidencia de las nuevas reglas en las estrategias es evidente tambincuando pensamos en un contexto de ballottage, que es una disposicinque se ha extendido ltimamente a la mayora de los pases delcontinente, donde debemos contar con los votos de adversarios polticospara poder ganar en una segunda vuelta. La separacin en el tiempo delas elecciones municipales y nacionales, novedad para algunos pases,es igualmente relevante; porque podrn hacerse elecciones decontenido realmente local, sin estar supeditados al discurso y a lasopciones de nivel nacional. Existirn candidatos a Intendente, adems,

    que puedan aspirar a ser electos por alianzas circunstanciales dediversos partidos.Todos estos aspectos, a los que hemos aludido muy brevemente aqu,hacen necesario contar con una revisin del "Manual de MarketingPoltico", en la perspectiva de las nuevas reglas de juego electorales.Existen tambin otras novedades que responden a cambiostecnolgicos, como la utilizacin de pginas web en Internet, las cualesson examinadas en la perspectiva de su inters y de sus lmites comoinstrumentos accesorios de campaa.INTRODUCCINEl concepto de Marketing Poltico ha comenzado a hacerse realmenteconocido, en Amrica Latina, en la ltima dcada. Con toda seguridad,las prximas campaas electorales harn cada vez ms familiar estaidea. Generalmente se asocian con el trmino de marketing poltico omarketing electoral connotaciones de manipulacin de las percepciones

    y opiniones de la gente, mediante recursos sofisticados decomunicacin, principalmente a travs de la televisin. Frecuentementese piensa que estos procedimientos determinan una influencia decisivasobre las voluntades de los electores, lo cual hace suponer que en unademocracia el poder lo detenta, en la prctica,quien mejor puede utilizar los medios de difusin.Esta intuicin se ve reforzada por algunas ficciones. En el final de lapelcula "Power" se sugiere que en la tecnologa de comunicacin residela verdadera soberana de un pas. Como en toda ficcin, se recogenpartes de la realidad, pero muchas veces la exageracin de ciertosaspectos de un problema terminan desnaturalizndolo y dificultando sucomprensin.Lo viejo y lo nuevo.En trminos cotidianos, el marketing poltico es la bsqueda de votos conel auxilio de la tecnologa. Hay mucho menos novedad en esta materia delo que podra suponerse, mas bien una simple evolucin. Los polticostradicionales trataban de obtener votos mediante la utilizacin de dostcnicas bsicas: el conocimiento personalizado de su electorado y laelocuencia. Conociendo a la gente podan tener presente sus gustos,intereses y puntos sensibles, informacin preciosa a la hora de hacer susdiscursos. De esta manera el candidato elocuente y conocedor de supblico predicaba sobre terreno frtil, arrancaba aplausos y ganabaadhesiones.El Marketing Poltico supone la evolucin de las tcnicas de

    conocimiento del electorado y de las tcnicas de comunicacin. Al hacersemasivos los cuerpos electorales, al contarse los electores por millones y nopor cientos o miles, el conocimiento personalizado de cada uno de ellos, a lamanera del viejo candidato, cuenta poco. De la misma manera, laelocuencia personal e intuitiva, se complementa con formas ms eficacesde comunicacin y persuasin. El esquema tradicional del poltico,conocimiento del electorado y comunicacin, es, sin embargo, permanente.

    Al conocimiento personalizado de los electores, tradicional, se sustituye elestudio del electorado, mediante tcnicas de encuestas de opinin, anlisis

    cualitativos, etc. La comunicacin poltica se implementa siguiendo unaestrategia, dictada por las peculiaridades del electorado y de acuerdo conlos objetivos del candidato, con el auxilio de variados medios de difusinmasiva.El marketing y la poltica.

    A priori parecera inadecuado utilizar la palabra marketing, que suponeconceptos como mercado, producto, venta consumidor, beneficio, etc., auna realidad como la poltica, que parece circular en otros rieles, opertenecer a otro universo de fenmenos. Sin embargo, sin querer violentarlos significados, podemos considerar ciertos aspectos centrales de la vidapoltica de los pases, utilizando ideas anlogas a las de la economa.En principio podemos considerar a los partidos polticos como empresas y alos polticos como empresarios. Los partidos pueden ser vistos comoempresas polticas que producen bienes polticos (ideologas, serviciospolticos, decisiones, etc.). Los productos polticos de partidos y candidatosconstituyen la oferta poltica de un pas en un determinado momento. A esaoferta se corresponde una demanda de la sociedad o del cuerpo electoral.Esa demanda puede estar compuesta por necesidades de autoridad o delibertad, de justicia o de eficacia, etc.Las empresas polticas actan en un mercado poltico donde intervienen lasofertas y demandas polticas. Cada empresa poltica tiene una imagen yuna marca institucional. Socialistas o liberales, conservadores odemocristianos.Los electores pueden ser vistos como consumidores de bienes polticos. Uncandidato o un partido se "vender" bien cuando la oferta poltica de esecandidato o partido sea percibida por los electores como la que mejorsatisface la demanda poltica. Esta demanda siempre es compleja y,normalmente, latente. Con un procedimiento de marketing se busca,mediante el estudio detallado del electorado, conocer pormenorizadamentela demanda poltica; con la comunicacin poltica se busca que la oferta delcandidato satisfaga lo mejor posible esa demanda del electorado. Este

    procedimiento no es, como podra percibirse y parafraseando a Lenin, "lademagogia ms la electricidad". La demanda social tambin pide ideaspropias, honestidad, confianza, competencia; por lo que una simpledevolucin, tipo boomerang, de los deseos sociales no seranecesariamente lo ms eficiente. La demagogia es frecuente, con o sinmedios refinados, y muchas veces gana, por diferenciacin, una propuestacreativa, basada en la demanda de renovacin.La organizacin del trabajo.Este libro es un manual. Quiere ser una gua simple, y accesible a todos, delos procedimientos que deben seguirse para que cada partido o candidatopueda aprovechar al mximo sus potencialidades, organizando una buenacampaa electoral. Se dice que ninguna campaa, por mejor que sea, haceganar, por s sola, a un candidato; pero que una mala campaa s puedehacer perder una eleccin a cualquiera. Este principio habla tanto de laimportancia como de los lmites del marketing poltico.

    En cuanto manual, este libro es un conjunto de orientaciones generales.Pretende ser til como visin global del "ciclo productivo" de una campaa.En ese sentido es como una especie de mapa que gua al candidato en lasdistintas instancias que deber recorrer desde que presenta su candidaturahasta el da de la eleccin.Este manual no sustituye, obviamente, la consulta a los tcnicoscompetentes en cada uno de los pasos de la campaa, pero permite decidirmejor qu tipo de tcnicos, cundo y para qu deben ser contratados. Estetrabajo ayuda al candidato a mantener el control conceptual de la campaay a ser l mismo el director de campaa, o, en todo caso, decidir con plenoconocimiento de causa a quin, y con qu tipo de perfil y atribuciones, ubicaren el cargo.Hemos estructurado el cuerpo del trabajo en cuatro captulos. En el primerose analizan los procedimientos para el estudio del cuerpo electoral, elsegundo captulo aborda la elaboracin de la estrategia electoral, el tercero

    se ocupa de la comunicacin poltica y el cuarto trata los aspectos prcticosde la organizacin de la campaa.Los tres puntos centrales que arman conceptualmente este trabajo son: 1)el objetivo de ofrecer un texto de divulgacin, de fcil abordaje, de un temareputado difcil y sofisticado, que signifique una introduccin general a suestudio, 2) acercar referencias bibliogrficas de profundizacin en lasdistintas disciplinas componentes del marketing poltico y 3) poner especialnfasis en su utilidad prctica, como gua para la accin.La mayora de los ejemplos utilizados hacen referencia al mbitolatinoamericano, para el cual ha sido expresamente escrito este trabajo. Elcontenido, sin embargo, es claramente transcultural y puede ser utilizadosin mayores adaptaciones en cualquier pas donde existan eleccionesregulares y competitivas.CAPITULO IEL ESTUDIO DEL MERCADO ELECTORAL

    Para poder influenciar a los electores y saber con precisin a quines y enqu tono el candidato debe dirigir sus mensajes, es necesario conocerlosbien, saber cmo piensan y de qu manera toman sus decisiones de voto.Durante mucho tiempo los partidos polticos han confiado en su "olfato" paraconocer el estado de la opinin, o se han manejado por las impresiones queel conocimiento directo de una parte del electorado les transmita.

    Actualmente, sin embargo, las tcnicas de sondeo de la opinin ofrecenventajas decisivas para el estudio sistemtico de un cuerpo electoral que,tomando globalmente a Amrica Latina, suma varios cientos de millones de

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    5AVANCE MANPE PERpersonas. La "radiografa" de la ciudadana es el primer paso paraconstruir una estrategia racional de campaa.Cmo conocer al elector?Para el conocimiento del electorado existen dos mtodos principales: 1)el anlisis estadstico de los datos disponibles. 2) las encuestas deopinin pblica.El anlisis estadstico de los datos disponibles es el mtodo ms simple,directo y barato de estudio de los electores. Por este procedimiento sepueden conocer las caractersticas demogrficas, sociales oeconmicas de la poblacin. Existen mltiples fuentes de informacin dedonde se pueden obtener datos. Entre ellas, las ms tiles son losanlisis de estadsticas y censos de la poblacin del pas, pero tambindatos que se publican en revistas, libros y artculos de prensa. Este tipo

    de anlisis permite conocer la composicin de la poblacin por edad,categoras socioprofesionales, nivel de instruccin, sexo, etc.Otra fuente importante de informacin gratuita es el anlisis de losresultados de las elecciones anteriores. Segn la identificacinsociodemogrfica de circunscripciones y mesas de votacin, y surelacin con las opciones electorales se pueden inferir ciertoscomportamientos polticos ms o menos estables de los distintossectores de la poblacin.En ciertas condiciones y con instrumentos estadsticos ms refinados sepuede tambin evaluar la transferencia de votos de un partido a otro enelecciones sucesivas.El anlisis de los datos disponibles es una primera aproximacin alconocimiento del electorado. Tiene el inconveniente de ofrecer unavisin demasiado gruesa de los comportamientos del electorado ynecesariamente retrospectiva. Muestra las lneas generales de los

    antecedentes del cuerpo electoral. Si se quiere comprender al elector enuna manera ms sofisticada, actual, y completa para luego poderinfluenciarlo en su decisin de voto es imprescindible recurrir aencuestas especficas de opinin.Las encuestas de opinin pblica.Las encuestas de opinin comenzaron a desarrollarse, en los EE.UU.,antes de la Segunda Guerra Mundial. Hoy tienen una gran difusin en elmundo y forman parte natural de los mecanismos de informacin en lossistemas democrticos. Estas encuestas son realizadas por empresasespecializadas.Estas empresas realizan encuestas de opinin a cuenta principalmentede rganos de prensa y de partidos polticos.No nos extenderemos aqu en la descripcin metodolgica detallada delas encuestas de opinin pblica, pero s haremos ciertas distincionesentre algunas grandes categoras.

    En principio podemos distinguir entre las llamadas encuestas cualitativasy cuantitativas. Las encuestas cualitativas se llaman tambin estudiosmotivacionales. Estos estudios utilizan tcnicas abiertas, pocoestructuradas y profundas, como entrevistas no-directivas o semi-directivas, reuniones de grupos y tests proyectivos. Se realizan sobremuestras muy reducidas, de pocas personas. El objetivo de estasencuestas no es medir comportamientos sino de descubrir actitudesprofundas y de comprender ciertos mecanismos mentales. Sirven paradetectar ciertas ideas o disposiciones circulantes en la poblacin, quedespus sern evaluadas y medidas con otras tcnicas.Las encuestas cuantitativas, son las ms conocidas y consisten enformular ciertas preguntas a un conjunto ms o menos numeroso deindividuos que constituyen una muestra representativa del total de lapoblacin que se quiere estudiar. En una muestra bien construida, lasopiniones y comportamientos estudiados se revelan normalmentesimilares a los de la poblacin total.Para que los datos de las encuestas sean fiables se deben tener encuenta varios elementos. En principio, lo ms importante es que lamuestra sobre la que se trabaja sea realmente representativa. Para ellose construye la muestra segn mtodos probabilsticos o bien segn elmtodo de cuotas, que consiste en elegir las personas a entrevistarsegn un cierto nmero de criterios (sexo, edad, categorasocioprofesional, lugar de residencia, etc.) que reproduzca de la manerams fiel posible las caractersticas de la poblacin a estudiar.Otra condicin de fiabilidad es el tamao de la muestra. Una muestrareducida presenta mayores mrgenes de error. Como el coste de unaencuesta aumenta sensiblemente con el nmero de individuosencuestados, existe en casi todas partes una cierta tendencia amanejarse con muestras reducidas, lo que produce a veces importantesfluctuaciones en los resultados de una encuesta a la otra. Estasfluctuaciones son, la mayora de las veces, saltos de la muestra ms que

    verdaderos cambios en el estado de la opinin.Por ltimo, la fiabilidad de una encuesta depende de la calidad delcuestionario y de la neutralidad del encuestador. Las preguntas debenser pertinentes, claras y sin ambigedades. Ni la pregunta ni el tono delencuestador debe inducir ninguna respuesta. No se debe hacer suponeral encuestado que hay preguntas "buenas y malas". Incluso con todosestos cuidados siempre hay sesgos y sobrerrepresentaciones dealgunas tendencias polticas con respecto de otras. Como regla general,se da que los sectores ms movilizados, militantes y la izquierda polticatienen tendencia a ser sobreestimados en las encuestas. Mientras que el"no sabe, no contesta" se asocia preferentemente con sectoresdesmovilizados, desinteresados por la poltica y, en ltima instancia, concomportamientos polticos ms conservadores. La resistencia a laencuesta y los indecisos tienen generalmente un sesgo conservador.Otras veces existe una tendencia a no responder entre los simpatizantes

    de partidos o grupos polticos que tienen mala imagen en la opininpblica. Esta resistencia a responder no se correlaciona necesariamentecon el mal desempeo electoral de estos partidos. Muchas veces sepueden observar partidos polticos que son muy mal vistos pero muy bienvotados. Esta circunstancia genera sorpresas, pues ciertos partidos semuestran sub-representados en ciertas encuestas y los resultados de laselecciones terminan mostrando una relacin de fuerzas poltica que noera la esperada.

    Las encuestas de opinin pblica proveen el grueso de la informacinrelevante para la elaboracin de una estrategia electoral. Entre estasinformaciones se cuentan las medidas de actitudes del electorado y lasevaluaciones de las intenciones de voto de la poblacin.LAS ACTITUDES POLITICAS DE LOS ELECTORESLa decisin de voto de un elector es, normalmente, el producto ltimo de unconjunto generalmente complejo de identificaciones, valores, creencias yactitudes. Conociendo estos componentes en el electorado, puedeestimarse la probabilidad de que cierto grupo de electores puedan serinfluenciados en su decisin de voto por un tipo especfico de comunicacinpoltica.Las actitudes polticas fundamentales.Es notorio que el voto no expresa nicamente una opinin coyuntural, o el

    humor del momento, sino que da cuenta de actitudes polticas profundas enrelacin con los fenmenos polticos y sociales. Cuando se dice que alguienes "reaccionario" o "progresista", liberal o conservador, no nos referimos aopiniones del momento sino a una actitud poltica fundamental.En algunos pases latinoamericanos existe un fenmeno determinante de ladecisin de voto que es la identificacin partidaria tradicional. Liberales yConservadores en Colombia, Blancos y Colorados en Uruguay, etc.,homloga a la que existe en los Estados Unidos entre Demcratas yRepublicanos. Esta es, sin lugar a dudas, la mas relevante actitud polticafundamental. Sin embargo es muy importante evaluar, al disear unaestrategia electoral, la solidez relativa de esta identificacin, ver quposibilidad existe de modificarla o de, eventualmente, desplazar esaidentificacin fundamental por medio de la seduccin personal delcandidato. Al mismo tiempo, la identificacin poltica tradicional encierrauna serie de creencias, sentimientos y valores que resulta fundamental

    tener en cuenta en la construccin del discurso del candidato y en laestrategia de comunicacin.Entre las actitudes polticas fundamentales del electorado debenestudiarse: el grado de inters por la poltica, la actitud frente al cambio, laactitud frente a la libertad y la autoridad, su autoidentificacin frente a losconceptos de izquierda y derecha, etc.El grado de inters por la poltica. El "Marais".Un primer componente de lo que hemos definido como actitudes polticasfundamentales, o "temperamento poltico" segn la terminologa de algunosautores, es el grado de inters por la poltica. Conocer las diferentesactitudes de los segmentos de electores, de participacin o de aislamiento ydesinters, toma una importancia decisiva en la elaboracin de la estrategiade comunicacin. Pues no debe usarse el mismo tipo de lenguaje paramilitantes que para desinteresados en la poltica. Para estos ltimos sonadecuados los mensajes no polticos y emotivos y mucho mas

    recomendable la imagen que la argumentacin. Al mismo tiempo los gruposcon escaso inters en la poltica son los ms influenciables y los quepueblan los porcentajes de indecisos en las encuestas de opinin. Por eso,concentrar los esfuerzos de comunicacin en esta "familia poltica" (en lasociologa poltica francesa se llama "marais") suele ser la inversin masrentable para los candidatos, sobre todo en la ltima fase de la campaa.El grado de inters por la poltica vara sensiblemente segn las categorassocio-demogrficas que se consideren. Como criterio general, en AmricaLatina, hay una clara tendencia a que se interesen ms por la poltica loshombres que las mujeres, los electores de altos ingresos ms que los debajos ingresos, las personas de 30 a 60 aos ms que los ms jvenes o losms viejos, los ms educados que los menos educados, y tienen msinters por la poltica los electores urbanos que los rurales.

    Actitud hacia el cambio.Otro componente del "temperamento poltico" es la actitud positiva onegativa hacia el cambio. Generalmente esta actitud es estable y formaparte de tendencias profundas en los individuos, sin embargo, en uncontexto de crisis econmica, los datos coyunturales tienden a matizar yhacer ms ambigua la definicin del temperamento de los electores. Sepuede decir que la sociedad uruguaya en su conjunto es definidamenteconservadora, pero que, sin embargo, considera necesario,mayoritariamente, introducir cambios importantes en la vida real del pas.La definicin de la naturaleza concreta de esos cambios permanece paralos electores, de todas maneras, bastante indeterminada.Las actitudes frente a los conceptos de izquierda y derecha.

    Autoidentificacin ideolgica.Muchas veces se intenta resumir el conjunto de actitudes polticasfundamentales de los individuos a travs de su ubicacin en un eje"izquierda -derecha". Llamados a autoidentificarse en ese continuo, losentrevistados no tienen problemas en ubicarse en alguna de las posicionesposibles. Este "mapa ideolgico permite distinguir "familias" y segmentos

    del electorado sobre los que se podr, posteriormente, aplicar criterios decomunicacin diferenciados.

    Actitud hacia el sistema econmico.La actitud de los individuos con respecto de los grandes principios delfuncionamiento de los sistemas econmicos constituyen, a menudo,valores polticos fundamentales. Estos valores se pueden apreciar conencuestas de opinin que midan las actitudes de la poblacin haciaconceptos tales como dirigismo o liberalismo, capitalismo o socialismo,lucro, competencia, rol de los sindicatos, proteccionismo, etc.LAS ACTITUDES POLTICAS COYUNTURALES.En la decisin de voto influyen, adems del "temperamento poltico" de lasactitudes polticas fundamentales, las opiniones circunstanciales, lapercepcin del momento poltico, el grado de confianza hacia hombrespolticos y partidos. Mientras que en la primera categora de actitudes, lasfundamentales, las que venimos de examinar, son estables en el tiempo y

    principalmente relacionados con el tipo de personalidad de los individuos,las actitudes polticas coyunturales cambian rpidamente, a veces de unmes a otro, siguiendo el vaivn de la vida poltica del pas. Entre stasltimas podemos incluir la opinin del electorado sobre la situacin del pas,el grado

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    AVANCE 6 MANPE PERde descontento, los temas de preocupacin, la actitud hacia los partidosy grupos polticos, etc.El "humor" de los electores.Se acostumbra agrupar en la categora de "humor" de los electores elconjunto de percepciones de la opinin pblica que se refieren a lasituacin del pas, al grado relativo de optimismo - pesimismomanifestado por la poblacin y al grado de apoyo o descontentodemostrado con respecto del gobierno. La evaluacin del "humor" delelectorado es importante en la medida que va a condicionar nosolamente los temas centrales del discurso de la campaa electoral sino,sobretodo, su "tono". A un bajo grado de descontento corresponder untono "neutro" mientras que en el caso contrario se impondr un tono"polmico".

    La percepcin de la situacin actual, es un elemento central a tener encuenta.Las preguntas pueden orientarse, en la encuesta de opinin, hacia lacalidad de vida, la situacin econmica o hacia ambas. Con respecto a lasituacin econmica, la opinin en 1987 era la siguiente:Para completar la evaluacin del "humor del electorado" se hacenecesario medir el grado de apoyo o descontento con respecto a laaccin del gobierno.Para ello se sondea la opinin pblica en relacin a los diferentesaspectos de la accin gubernativa. Tanto en este tem como en losanteriores es de gran importancia discriminar las opiniones segnd i fe ren tes cruzamientos de var iab les demogr f i cas ysocioprofesionales. Es a travs de este procesamiento de los datosobtenidos que se pueden identificar o inferir los segmentos delelectorado mas proclives o mas refractarios al discurso y al candidato

    que se quiera promover.

    ACTITUDES DEL ELECTORADO HACIA CANDIDATOS Y PARTIDOSEn este primer captulo hemos abordado las tcnicas y mtodos para elestudio del electorado. Esta "radiografa" del cuerpo electoral esimprescindible para la elaboracin de una estrategia racional y eficaz decampaa. Adems de las actitudes polticas fundamentales y de lasevaluaciones coyunturales que la ciudadana realiza (lo quediferenciamos como "temperamento" y "humor" del electorado), esnecesario hacer una composicin exacta de lugar. Ver dnde est, a

    juicio del elector, el propio partido y candidato, y cmo se sitan lospartidos y candidatos oponentes.Efectuando este estudio se trata de percibir cmo se reflejan candidatosy partidos en el espejo del cuerpo electoral. Qu piensan losciudadanos de candidatos y partidos? Cmo los evalan? Cules sonlos puntos fuertes de unos y otros?Indicadores de popularidad de partidos y candidatos La evaluacin de laactitud global que el electorado tiene hacia partidos y candidatos,especialmente en los meses anteriores al acto electoral, permite uncontrol de la evaluacin de opinin frente a candidatos propios yoponentes. Por una parte es importante conocer las preferencias de loselectores hacia los candidatos, en trminos globales, pues permiteestablecer las referencias, en los puntos de partida, y su desarrollo, a

    travs de los meses, da una cierta evaluacin de las estrategiaselectorales puestas en prctica. Los indicadores de popularidad de lospartidos polticos tienen relevancia, adems de asociarseestrechamente con la intencin de voto, para establecersegmentaciones segn distintas variables sociodemogrficas. Es unainformacin relevante para el candidato y su equipo de campaa, ver, enlos meses anteriores a las elecciones, cules son los sectores socialesms receptivos a su mensaje, y en qu puntos debe redoblar susesfuerzos de comunicacin.

    ACTITUDES SOBRE LOS PROBLEMAS DE ACTUALIDADEl anlisis de las actitudes polticas coyunturales del electorado debecompletarse con un estudio de la opinin pblica frente a los diversosproblemas de actualidad. Los temas sobre los cuales puedeninterrogarse a los electores son obviamente muy numerosos, sinembargo es importante conocer especialmente la opinin del electorado

    en cada uno de los temas principales de debate de la campaa. Esimportante saber qu temas estn a favor y cules estn en contra de la"corriente" de opinin del momento, para redoblar el esfuerzo deargumentacin o comunicacin en los puntos "duros", o simplementeevitarlos. El viejo arte de la demagogia acostumbra a construir losdiscursos de los candidatos a manera de puente sobre todos los puntos"fciles", sobre aquellos puntos de mayor acuerdo en el electorado. Aqutambin es peligroso guiarse exclusivamente por los deseos manifiestosde los

    electores, no solamente porque las rutas de la demagogia son muytransitadas y ofrecen escasa diferencia, sino porque la imagen general queconstruyen del candidato es empalagosa y poco atractiva en ltimainstancia. Es importante ser prudente en el anlisis de los datos de lasencuestas. Las inferencias y generalizaciones son especialmentearriesgadas en temas que envuelven valores, creencias y sentimientos deindividuos. En Francia, a manera de ejemplo, se hizo una encuesta sobre laactitud de los electores hacia la ley que despenaliza el aborto. El 36% de losencuestados no la aprobaba. La argumentacin bsica de los encuestadosse apoyaba en el principio de defensa de la vida. Sin embargo,correlacionando esta encuesta con otra en que se peda la opinin frente ala reimplantacin de la pena de muerte, se vea que los que estaban enaquel 36% formaban el grueso de los ms entusiastas en su reimplantacin.

    Probablemente, la actitud fundamental que estaba en la base de estasopiniones era menos una actitud de defensa de la vida, que una actitud desancin a la desviacin social.IMAGEN DETALLADA DE PARTIDOS Y CANDIDATOSDespus de realizar un estudio sistemtico del electorado, de las actitudespolticas fundamentales y coyunturales de los electores, es importanteconocer la imagen, lo ms detallada posible, que estos electores tienen delos partidos y candidatos que compiten en la eleccin. Interesa conocer lapercepcin que tienen los electores con respecto de los actores polticosprincipales. En gran medida esta percepcin sirve para calibrar "quinesson y dnde estn", el propio partido o candidato, y los partidos y candidatosadversarios. Sabiendo cules son los puntos fuertes y dbiles de unos yotros, se puede disear con mayor racionalidad una estrategia de campaa.DEL ESTUDIO DEL ELECTORADO A LA ELABORACIN DE LAESTRATEGIA

    Llegados a este punto debemos disponer de un conjunto de informacionessuficientemente vasto como para poder disear una estrategia eficaz decampaa. Sabemos en qu medio nos movemos, cules son las actitudesdel electorado frente a los principales objetos polticos en juego, cules sonlos segmentos ms receptivos y los ms refractarios a nuestro mensaje,cules son los segmentos ms influenciables, a qu categoras podemosllegar ms fcilmente, sabemos tambin qu opinan los electores denosotros y de los dems partidos y candidatos. Conocemos mejor nuestrasfuerzas y debilidades y las de nuestros oponentes.CAPITULO IIDiseo de la estrategia electoral.La estrategia electoral se construye para alcanzar los objetivos que la fuerzapoltica en cuestin se plantea. Lo primero, entonces, que debe definirsecon claridad al disear una estrategia son los objetivos que se persiguen.Esto como veremos, no es una cuestin obvia y necesita de un trabajoatento. Despus de explicitar los objetivos de la campaa, deber decidirsehacia quines se orientar preferentemente el esfuerzo de comunicacin.Se seleccionarn blancos prioritarios de la campaa o targets, segn losobjetivos y las caractersticas del partido o candidato, y segn laspeculiaridades del electorado. Por ltimo deber decidirse sobre qu"terreno", que "tono" y qu temas principales se articular la campaa.Los objetivos.

    A primera vista parecera que los objetivos de una campaa electoral seranmuy simples y evidentes: ganar la eleccin. Al mismo tiempo parecetambin obvio que todos los votos son buenos y que habra que orientar lacampaa hacia todo el mundo por igual, para recibir la mayor cantidadposible de sufragios. Esta versin del sentido comn no es, sin embargo,muy productiva, debido a que hay partidos que no pueden plantearse ganarlas elecciones,porque no tienen suficiente potencialidad, y a que si uncandidato se dirige a un supuesto "elector ideal medio", con un nicomensaje, puede ocurrir que no encuentre ningn elector real con esas

    caractersticas.Un partido pequeo, que no puede plantearse como objetivo ganar laselecciones nacionales, debera plantearse objetivos realistas que lohabiliten a desempear un papel importante en el sistema, como partido"bisagra" o de apoyo, aprovechando su posicin ideolgica, lafragmentacin de los partidos y la dificultad de los gobiernos para obtenerapoyos parlamentarios a su gestin. Este es el modelo tpico del PartidoLiberal alemn, que pudo estar en el gobierno durante muchos aos, apesar de su magro electorado, por ser una pieza clave en la alianza con elSPD.Segn sea nuestro objetivo, de acuerdo con nuestras posibilidades, ganarla eleccin o alcanzar un caudal determinado de votos, los blancosprioritarios y el contenido de nuestros mensajes debern variarsustancialmente. Los objetivos ms modestos autorizan una mayorhomogeneidad y consistencia ideolgica en el discurso. La bsqueda de

    apoyos masivos fomenta que los grandes partidos se diferencien cada vezmenos en el terreno de las ideas, y hace que la necesaria diferenciacindeba buscarse en recursos ms sutiles de imagen y de comunicacin.Los objetivos principales que puede buscar una fuerza poltica en unaeleccin pueden reducirse a tres: 1) la difusin de ciertas ideas, 2) laobtencin de un caudal determinado de votos y 3) ganar la eleccin.El primer caso puede ejemplificarse con algunos partidos ecologistas, quesin posibilidades de incidir en las polticas de gobierno, pueden plantearsecomo objetivos cobrar notoriedad, difundir sus ideas, y recibir un ciertonmero de votos que podran convertirse en militantes para nuevascampaas.En el segundo caso se ubican algunos partidos pequeos o medianos, confrecuencia partidos ideolgicos o de cuadros. Estos partidos muchas vecesno tienen posibilidades reales de ganar las elecciones nacionales, pero susrecursos en cuadros, en militantes o su cercana o compatibilidad ideolgica

    con partidos mayores lo ponen en situacin de formar coaliciones degobierno. Estos partidos pueden pautar sus estrategias marcndose comoobjetivo llegar a un caudal de votos que lo hagan atractivo para formarcoaliciones. El nmero de votos ideal es el que, sumado a los votos quepresuntamente alcanzar su posible socio, le haga llega a una coalicinmayoritaria en el parlamento.El objetivo de ganar la eleccin pueden planterselo, razonablemente,algunos pocos partidos. Para estos grupos, la definicin de los blancosprioritarios y los temas de campaa cobran una importancia crtica.

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    AVANCE 7 MANPE PERLa eleccin de los targets prioritarios.Una campaa electoral es muy costosa y los recursos de los candidatosson siempre ms o menos escasos. En estas circunstancias se impone

    jerarquizar la distribucin de recursos. Es indudablemente ms eficazconcentrar esfuerzos en aquellos segmentos del cuerpo electoral que,por algn motivo, presenten una importancia particular en el resultado dela eleccin. La identificacin de estos segmentos puede hacersemediante diversos mtodos, y la seleccin depende, en gran medida, delos objetivos precisos del candidato o partido en cada campaa.Hay cuatro grandes gneros, o familias, de electores que presentan uninters particular en el curso de toda eleccin, estos son: 1) los "blancosnaturales" o el voto duro, 2) los "lderes de opinin", 3) el "marais" y 4)los "electores crticos".

    Los blancos naturales Frecuentemente los candidatos concentran susesfuerzos en sus "blancos naturales", es decir en aquellos segmentos delelectorado que se muestran, o parecen ser, ms permeables a sus ideasy programa. Esto permite una mayor receptividad de los mensajesgenerados por el candidato y mantiene una buena homogeneidad,claridad y consistencia en sus propuestas. Existen segmentos socialestradicionalmente ligados a ciertos partidos. Tambin est el llamado votoduro, que es aqul que siempre parece acompaar a cierta propuestapartidaria.Esta estrategia, de concentrar esfuerzos en los blancos prioritarios, esrecomendable si el objetivo es hacer "un buen papel", pero no essuficiente si quiere ganarse la eleccin. Para ganar hay que trascenderlos blancos naturales, y esto puede implicar riesgos de defraudar a loselectores supuestamente seguros. Como regla general se aplica unamayor cantidad de recursos a estos segmentos en los inicios de la

    campaa, para luego dirigirse a sectores menos comprometidos y menosinteresados en poltica en el final.Los lderes de opinin.Los lderes de opinin son individuos que por su status social, por suprofesin, por su actividad, o por su personalidad ejercen una fuerteinfluencia sobre la decisin de voto de sus allegados y conocidos.

    Algunos estudios de sociologa electoral y de comunicacin hansealado el papel que cumplen estos lderes de opinin comomediadores entre los emisores y los receptores de mensajes polticos.Siguiendo este principio de segmentacin, muchos candidatos adjudicanuna parte importante de sus recursos de tiempo y materiales de campaaa dueos de bares, mdicos, maestros, sacerdotes, peluqueros ydistintos tipos de "notables", especialmente en las pequeas localidades.Sin embargo los lderes de opinin forman una categoraextremadamente heterognea como para ser estudiada de una manera

    sistemtica, y es muy difcil utilizarlos como blanco de una campaa enmedios masivos de comunicacin. Generalmente es lder de opinin tododirigente poltico, grande, mediano, pequeo; todo lder social, dirigentesindical, barrial, zonal; todo empresario con actividad econmica y socialde cierta importancia.Dicho esto, consideramos imprescindible que toda persona que parezcaser influyente en su medio social y familiar reciba una atencinprivilegiada en recursos de campaa. Los lderes de opinin son, muchasveces, votos plurales o, como mnimo, multiplicadores del voto o de losrecursos de campaa. Tambin es prudente reservarles una porcinimportante de los recursos disponibles en el principio de la campaa.El Marais.Otro criterio de eleccin de targets prioritarios de campaa es el gradode influenciabilidad de los electores. La aplicacin de este criterio lleva aseleccionar como blanco prioritario a la familia de los "electoresflotantes", aquellos que cambian fcilmente de candidato y partido depreferencia, an en el curso de una misma campaa. Estudios desociologa electoral han mostrado una muy significativa correlacin entrelos electores flotantes y las categoras menos interesadas en poltica.Esta familia, llamada de "low involvement" en ingls, el "marais" en latradicin francesa, poco informados, desprovistos de una ideologaestructurada y con opiniones polticas escasas o poco articuladas, es lacategora ms sensible a la influencia de una campaa electoral. Parahablar en trminos ms duros, es la categora a la cual se puede venderms fcilmente un candidato.El marais representa una cifra de alrededor del 20% del cuerpoelectoral, con lo cual puede evaluarse su peso estratgico en elresultado de las elecciones. La importancia del marais se multiplica ensistemas electorales de voto obligatorio, pues impide a losdesinteresados en poltica llegar a su destino natural de abstencionistas.Como veamos en el captulo anterior el marais latinoamericano serecluta principalmente entre los ms jvenes y los ms viejos, entre lasmujeres, en las zonas rurales ms que en las urbanas, en los sectores deingresos ms bajos y en los de menor grado de educacin formal. Si sequiere utilizar esta categora como blanco prioritario es hacia estossectores sociodemogrficos que hay que dirigir la campaa. Puededecirse que ningn partido o candidato que tenga como objetivo ganar laeleccin puede descuidar el "marais".Los electores crticos.En cada campaa electoral son numerosos los electores quepermanecen indecisos, adems de los integrantes del "marais", y quemerecen una atencin especial. El volumen de estos electores indecisosvara en cada coyuntura electoral. Pueden ser identificados con la ayudade una encuesta de opinin y es de suma utilidad hacer un diagnstico desus caractersticas sociodemogrficas. Es importante igualmentediscriminar entre los individuos indecisos, pero informados y con

    opiniones articuladas, y los pertenecientes al "marais".La identificacin de los electores indecisos se realiza mediante unaencuesta de opinin en la cual se utilizan preguntas de este tipo:1) Ya decidi por quin va a votar? En caso afirmativo, a quin?Est claramente decidido o podra cambiar de opinin?En caso negativo: entre qu candidatos est dudando?2) Entre los siguientes candidatos: hay alguno por el cual se hayadecidido de manera definitiva a votar?En caso afirmativo: por cual?

    En caso negativo, podra decirme si usted votara, por cada uno deellos?:- muy probablemente- tal vez- creo que no- seguro que no.Con el objetivo de visualizar grficamente los electores crticos dentro delconjunto del cuerpo electoral se pueden definir cuatro categoras: loselectores seguros, los electores frgiles, los electores potenciales y loselectores excluidos o lejanos. Las dos categoras centrales, los electoresfrgiles y los potenciales, constituyen los segmentos crticos del electoradopara el candidato. stos pueden ser seleccionados como blancosprioritarios en su campaa.

    Segmentacin de los electores en funcin de su proximidad a una lista.La identificacin de los electores crticos provee al candidato de un conjuntode informaciones relevantes. Se puede determinar su nmero y pesorelativo en el cuerpo electoral, se puede determinar sus caractersticassociodemogrficas, se puede conocer el conjunto de actitudes,preocupaciones y opiniones de estos electores. Todas estas informacionespermiten al candidato, o a su equipo de campaa, orientar racionalmente suestrategia de comunicacin. Tomar los electores crticos como blancoprioritario de una campaa se apoya en el siguiente razonamiento: es intilconsagrar tiempo y recursos para los electores seguros, pues de todasmaneras se los tendr, o para los electores excluidos, porque no nosvotarn. Ms vale "ir a cazar donde estn los patos y concentrarse sobre loselectores indecisos.De todas maneras es peligroso olvidarse de los electores supuestamenteadquiridos. Blancos prioritarios no quiere decir blancos exclusivos. Como

    regla general toda campaa debe tener tres objetivos bsicos:- Atender al electorado adquirido. No se puede dar la impresin de que elcandidato olvida a estos electores.- Seducir al electorado indeciso. Se tratar de inclinar los "floating votes" y elconjunto de electores crticos hacia el propio candidato.- Hacer dudar al electorado opositor. Se tratar de llevar al electoradoopositor a cuestionar su opcin.Segmentacin y campaa diferenciada.El cuerpo electoral es, evidentemente, un conjunto muy heterogneo deindividuos. Como habamos visto en el primer captulo, hay multitudes deidentidades o de perfiles de electores, de acuerdo con sus caractersticassociodemogrficas, actitudes polticas o mentalidades. Es fundamental quelos partidos y candidatos tengan en cuenta esta diversidad, pues , comoveamos antes, una campaa nica, indiferenciada, dirigida a un supuesto"elector medio", arriesga a no encontrarse con ningn elector real.

    Situndonos en el otro extremo, queda claro que no es posible hacer unacampaa a medida para cada elector. No se puede tener en cuenta todas lasparticularidades, en principio porque los principales medios de difusin,como la televisin, no admiten tales particularizaciones. Pero adems, siintentramos comunicar mensajes y discursos que dieran cuenta,aritmticamente, de los diferentes intereses, crearamos un productocatico imposible de asumir.

    La solucin operativa a esta dificultad es la segmentacin, es decir ladivisin del conjunto del cuerpo electoral en un nmero manejable desubconjuntos relativamente homogneos, definidos por su pertenencia auna categora sociodemogrfica, profesional, geogrfica, religiosa, etc. Deesta manera, y utilizando los medios apropiados a cada caso, puedencomunicarse mensajes que atiendan a los intereses especficos de cadasector. As, por ejemplo, se podrn presentar propuestas de polticasagrcolas a los agricultores, temas concernientes a la seguridad social conlos grupos de ms edad, temas vinculados a la condicin femenina con lasmujeres, etc.Para hacer llegar a los distintos segmentos estos mensajes especficospueden utilizarse varias tcnicas, que veremos con detenimiento en el

    prximo captulo, pero pueden ir desde el "mailing", es decir envo de cartascon mensajes especiales para ciertas categoras de personas, hasta laorganizacin de reuniones con personas que pertenecen a determinado"segmento", pasando por la emisin de programas o publicidad con unimpacto diferencial para ciertos grupos seleccionados, etc.Es muy importante, sin embargo, evitar la dispersin de los mensajes,principalmente en los medios masivos de comunicacin. Es ms prudentereservar el tratamiento segmentado para las tcnicas de mailing yreuniones,

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    AVANCE MANPE PER8pero no en los grandes medios de difusin. En stos es ms importantecuidar la imagen global y la coherencia del discurso, que deberapoyarse en pocos temas fuertes y de inters general.El "terreno" de la campaa.La eficacia de una campaa depende de la concentracin de esfuerzosde comunicacin en un pequeo nmero de ideas que tengan impactosobre el cuerpo electoral. Para eso es necesario elegir los ejes sobre losque se apoyar la campaa. Estos ejes aluden al terreno y a los temasque sern desarrollados por el partido y por el candidato.El terreno comprende, por un lado, el nivel geogrfico en el que se ubicala campaa y, por otro lado, los criterios electorales manejados.Un candidato puede tratar de centrar el debate en un plano local, nacionalo internacional. Como terreno del debate se concibe tambin los criterios

    electorales que se manejan. Estos criterios pueden centrarse en loideolgico, en lo programtico o en la personalidad del candidato.Los criterios ideolgicos se privilegian cuando se quiere asegurar lafidelidad de la porcin del cuerpo electoral ms permeable al mensaje delcandidato, o bien cuando un candidato es poco conocido y quierevalorizar su pertenencia a un partido o su identidad poltica. Se puedesuponer que la utilizacin del eje ideolgico sea eficaz, por ejemplo, paraalgunos pequeos partidos que quieran ubicarse en una posicinideolgica precisa, socialdemcrata por ejemplo, que incluyeposibilidades simblicas importantes (la rosa roja del Partido SocialistaFrancs, la margarita Italiana, el puo y la rosa del PSOE, etc.).El objetivo de priorizar el criterio ideolgico es afirmar, o confirmar, unadiferencia ya conocida. En un contexto de crisis de identidades polticasesta opcin puede mostrarse ms eficaz de lo que un anlisis superficialpodra sugerir.

    Los criterios polticos, o programticos, se apoyan en la importancia delos problemas de debate pblico, temas o "issues", en ingls. Tambinaluden al gnero de propuestas que se presenten, de unin, decontinuidad o de cambio.Cuando un candidato cree tener una ventaja comparativa importante enel tratamiento de ciertos problemas de actualidad, ya sea porque tieneuna competencia reconocida en estos temas, ya sea porque susadversarios se han mostrado poco eficaces en resolverlos, puede tenerun inters especial en situar la campaa en el terreno "issues".La comodidad en este terreno est asociada con la competencia y lacredibilidad del partido o candidato en algunos temas. Es evidente que uncandidato que sea un tcnico reconocido en cierta rea especfica,pongamos por caso a Alejandro Toledo en temas econmicos, tiene todaslas ventajas en situar el debate electoral en esos registros (Toledo tom eltema Trabajo).

    Tambin Domingo Cavallo hubiera sido un buen ejemplo hasta hace pocotiempo; quin sabe si Toledo todava lo es y hasta cundo lo ser.El debate en torno a temas tcnicos, principalmente econmicos, tieneun peso muy grande, generalmente excesivo, en las campaaselectorales. Los candidatos tratan de imponer sus ideas con un lenguajetcnico y complejo, que escapa a la evaluacin y a menudo a lacomprensin de los electores. Las personas, sin capacidad real de juzgartcnicamente a los candidatos, privilegian en su decisin de voto otroselementos, como la confianza, la simpata o el rechazo que le generacada uno de ellos. De esta manera el terreno, desde la perspectiva delelector, pasa del mbito "issues" a la personalizacin.El terreno poltico supone tambin modalidades, o gneros amplios, enlos cuales se sita el debate. Desde el poder, y con la perspectiva deganar otro mandato para el partido gobernante, se privilegian lasalusiones a la continuidad, al tiempo necesario para completar la obraemprendida. (En estos cuatro aos hemos resuelto el problema de lainestabilidad monetaria, les pido cuatro aos ms para resolver elproblema del desempleo F.H.Cardoso), o a las amenazas de lainestabilidad (La France Unie, Mitterrand 1988). Desde la oposicin seinsistir en la renovacin y el cambio, con frmulas al estilo "o gana laUBD o todo sigue como est", "el cambio en paz" (Partido NacionalUruguayo en 1958, Julio Mara Sanguinetti 1984), etc.Un tercer criterio principal de eleccin del terreno es tomar lapersonalidad del candidato como eje.La representacin que se hacen los electores de las cualidades de loscandidatos es un elemento de primera magnitud en la decisin de voto.Segn los pases, el grado de politizacin, o la coyuntura concreta, lossentimientos de los individuos hacia los candidatos pueden decidir, comoprimer criterio, sus preferencias electorales. En pases poco politizados,la personalidad de los candidatos, o la imagen que los electores tienen deellos, determina la mayora de las veces el resultado de las elecciones.

    Como criterio general, la imagen personal de los candidatos tiene unainfluencia muy fuerte en la decisin de voto entre los electores menosinteresados en la poltica. Al mismo tiempo, se manifiesta unasensibilidad mayor a la imagen de los candidatos en los electores decentro que en los situados en los extremos del espectro poltico,particularmente en el extremo de la izquierda.Es recomendable, dado que los sectores menos interesados en lapoltica deciden, por regla general, su voto ms tarde que los electoresms politizados, evolucionar en la campaa en el sentido de unapersonalizacin progresiva, por lo menos en el caso de los candidatosque puedan sacar algn beneficio de ello.Para utilizar de la mejor manera este factor fundamental decomportamiento electoral hay tres medios principales: 1) lapersonalizacin de la eleccin, 2) el aumento de la notoriedad delcandidato y 3) mejorar su imagen.

    Un candidato que tenga una notoriedad y una imagen claramentesuperiores a las de sus adversarios, est en una situacin ideal paratratar de "despolitizar la eleccin, y presentar el debate como unacompeticin entre candidatos, antes que entre ideas o partidos. Hay quetener siempre presente que una buena estrategia electoral consiste enimponer al electorado pautas de comparacin favorables al propiocandidato.Si el caso, por el contrario, es que nuestro candidato es poco conocido enrelacin con alguno de sus adversarios, la estrategia debe pasar por

    incrementar al mximo posible su notoriedad. Esto se consigue convariados procedimientos, uno de los cuales es la bsqueda de la diferenciaa travs de toma de posiciones ms o menos espectaculares, o demovimientos polticos que atraigan la atencin. El camino ms seguro, sinembargo, para cobrar notoriedad, es la aparicin frecuente en emisionestelevisivas, as como la utilizacin, llegado el caso, de grandes vallaspublicitarias que reproduzcan la imagen del candidato.Una tercera forma de usar el factor personal en beneficio del candidato es elde mejorar su imagen, o el "reposicionamiento", segn una jerga que quiereser ms tcnica. Sin embargo hay que ser consciente de los riesgos y de laslimitaciones de los "cambios de imagen". Para los hombres polticos el"packaging" es azaroso. No hay diseos de cajas ni etiquetas para cambiar.El juicio que los electores tienen de un candidato se genera en un tiempo

    relativamente largo y se toleran muy mal los cambios abruptos. Esoscambios generan desconfianza, que es el sentimiento exactamentecontrario al que se debe buscar. Mejorar la imagen del candidato supone,bsicamente, reforzar sus puntos fuertes y atenuar sus puntos dbiles.Normalmente, y en una eleccin donde intervienen varios candidatos, lacampaa se deber llevar sobre varios terrenos a la vez.Los temas de la campaa.Un elemento central en el diseo de la estrategia electoral es la eleccin delos temas que servirn al eje de la campaa. El candidato en cuestintendr, obviamente, que hablar de una gran diversidad de asuntos, sinembargo, en beneficio de la eficacia e impacto de sus mensajes, deberdarse una fuerte centralizacin y repeticin en unos pocos temascuidadosamente seleccionados.El criterio sobre el cual debe hacerse esta seleccin es un punto de granimportancia en la elaboracin de la estrategia. Hay que tener en cuenta que

    conocer la eleccin es ms estratgico an que conocer al elector. Cadaeleccin tiene sus reglas propias, y los temas que son decisivos en unaoportunidad son totalmente banales en otra.No existen, lamentablemente, criterios universales y seguros paraseleccionar ciertos temas y jerarquizarlos. Como regla general, segn laexperiencia internacional, los temas de poltica interna son ms "fuertes"que los de poltica exterior. Algo especialmente evidente, por lo dems, ennuestros pases latinoamericanos.Ms all de esta vaga constatacin, no hay reglas generales a las cualesreferirse. La seleccin de los ejes temticos deber abordarse conreferencia a otras opciones estratgicas y a una evaluacin del contextosocial y de la coyuntura.Segn sea el "terreno" en el cual el candidato elige situarse, podrnencontrarse pautas orientadoras para elegir racionalmente los temas msfavorables a su campaa. Si el candidato opt por ubicarse en un terrenoideolgico, tratar de ver qu temas le otorgan, dada su identidad ytrayectoria, un valor diferencial frente a sus oponentes. Tratar de ofrecer supureza doctrinaria, su adhesin a principios y valores, etc.Si el terreno es programtico, valorizar sus propuestas y jerarquizaraquellos puntos que aparezcan como las principales ideas, simples yprcticas, para resolver problemas percibidos o intuidos como muyimportantes para la sociedad. Si se ha procesado una personalizacin de lacampaa, los temas centrales se organizarn de acuerdo a los puntosfuertes del candidato, temas econmicos si el candidato es competente enesa rea, honestidad o eficacia si esos trazos son notorios en supersonalidad, etc.El mtodo ms eficaz, sin embargo, de seleccin de temas prioritarios parala campaa, es el de evaluar los temas importantes para el electorado ycruzarlos con los puntos fuertes de la personalidad del candidato. A travsde una encuesta de opinin se puede hacer un ranking de los temas deinters de los electores. Estos temas se evalan con referencia a los"puntos fuertes" del candidato y se examina el beneficio potencial de cadatema en esa perspectiva. Algunos temas pondrn en relieve naturalmenteciertos puntos fuertes del candidato, y en consecuencia le darn unaimportante credibilidad a sus propuestas concretas.MODELOS DE COMPORTAMIENTO ELECTORALEn este tema es especialmente necesario recordar el principio prudente ypragmtico de que todos los enfoques en ciencias sociales explican algo,pero ninguno explica todo. El estudio sistemtico de los comportamientoselectorales tom un impulso muy importante a partir de la dcada de los '40en los Estados Unidos. Si bien hay estudios fundadores que provienen devarias dcadas antes, tal es el caso de la obra de Andr Sigfried ubicada enel origen de la sociologa electoral francesa, puede decirse que los estudiosms sustantivos y utilizables se ubican en la segunda mitad del siglo.Dado el alcance y los objetivos de este trabajo, que intenta ser un manualaccesible a todos y centrado en los aspectos prcticos, haremos una

    sntesis muy breve de los principales modelos. Indicaremos entreparntesis las obras principales que contienen el desarrollo de estosenfoques tericos, para que quienes estn interesados puedan ampliar suinformacin en las fuentes originales.Un modelo es una representacin simplificada de un proceso que sedesarrolla en la realidad. Otorgarle a un modelo el grado ptimo desimplicidad esesencial para su utilizacin. Si es demasiado simple, normalmente se alejademasiado de la realidad y deja de servirnos por ese motivo. Si es muycomplejo, para acercarse ms a la realidad, se vuelve intil por loinaplicable.Este ltimo tipo de modelos se asemeja al mapa que imaginaba Borges, quereproducira objeto por objeto toda la realidad del mundo.Los modelos tericos se han esforzado, entonces por resolver lapermanente contradiccin entre representacin de la realidad y utilidad.

    Para el anlisis de los comportamientos electorales se han elaboradoteoras que valorizan cierto tipo de antecedentes, antes que otros, en laformacin de la decisin individual del voto. Algunos modelos ponen enrelieve los condicionamientos estructurales, y de largo plazo, que enfrentanlos electores en el momento de optar por un partido o candidato . Lapertenencia a una clase social, la religin que profesa, el entornogeogrfico, son antecedentes relevantes a la hora de explicar elcomportamiento electoral de las personas. Otros modelos ponen el nfasisen los factores coyunturales. Cada eleccin es nica, y los candidatos en

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    AVANCE MANPE PER9presencia, los temas del debate electoral, y otros factores de corto plazo,hacen desplazar gran nmero de electores de un opcin partidaria a otra.Aqu presentaremos cuatro grandes tipos de modelos y algunos sub-tipos derivados de estos cuatro. Al primer tipo podramos llamarle"sociolgico" y tiene como referencia fundamental los estudios delllamado "grupo de Columbia" liderado por Paul Lazarsfeld, quieneshicieron sus principales trabajos a partir de los aos 40, en la Universidadde Columbia. El segundo tipo de modelos es el psicosocial del grupo de laUniversidad de Michigan, dirigido por Angus Campbell. El tercer tipo demodelos es el comunicacional y el cuarto tipo se deriva de las teoras del"rational choice", desarrolladas en principio en anlisis econmico,despus utilizadas en el anlisis del proceso de decisin de los votantes.El modelo de Columbia Originalmente este modelo se bas en las

    investigaciones del grupo de Paul Lazarsfeld, el Bureau of Applied SocialResearch (BASR). Ha tenido una influencia muy grande en el estudioacadmico de los comportamientos electorales (ver Lazarsfeld et al.1944 y Berelson et al. 1954). En estos dos estudios se tratan de identificarlos factores de mayor influencia en la decisin del votante. Mediante eluso de encuestas sobre una muestra fija de 600 personas, se sigui laevolucin de la toma de decisin de voto a lo largo de la campaaelectoral de 1948 en los Estados Unidos, entre mayo y noviembre.El modelo de Columbia se acostumbra a llamar tambin "sociolgico",pues las conclusiones de los estudios privilegian las caractersticassociales de los individuos como principales variables explicativas de sucomportamiento electoral. Segn su afiliacin religiosa, clase social,residencia rural o urbana, los electores eran considerados predispuestosa votar sea por Demcratas sea por Republicanos. Los catlicos, obrerosy residentes urbanos tenan una tendencia muy fuerte a votar demcrata,

    mientras que los protestantes, clase media y residentes en zonas ruralesvotaban mayoritariamente republicano.Los investigadores sealaban, adems, la fuerte estabilidad en lasdecisiones de voto y postulaban que la incidencia de las campaaselectorales era extremadamente dbil, frente a los condicionamientossociales, en el momento de optar por un partido.El modelo de MichiganEste segundo modelo, llamado a veces psicosocial, fue construidomediante las investigaciones del Institute for Social Research (ISR) dela Universidad de Michigan (ver Campbell et al. 1954, 1960, 1966). Elprimer estudio se realiz en ocasin de la eleccin presidencial de 1952.Desde entonces los estudios de estos investigadores cambiaron algo ensus conclusiones, con el paso de los aos, pero mantuvieron sin embargociertos elementos como ejes explicativos del comportamiento electoralde los individuos. El modelo de Michigan se construye sobre las actitudes

    polticas de los votantes. En su obra ms representativa (The AmericanVoter, Campbell et al. 1960), se identifican tres tipos de actitudes comolas de mayor peso explicativo en la decisin individual del voto: 1) laidentificacin partidaria, 2) la actitud frente a los temas del debateelectoral y 3) la simpata por el candidato. En esta frmula, laidentificacin partidaria es vista como un antecedente de las otrasactitudes y como una organizadora parcial de stas.Los efectos de corto plazo estn contemplados en los temas y candidatosde la eleccin, y se considera, incluso, que las elecciones puedendecidirse por estos factores coyunturales.Los estudios que llevaron a este modelo fueron realizados sobremuestras mucho ms amplias que los realizados en Columbia y sehicieron a escala nacional, en todos los Estados Unidos. "The AmericanVoter" ha sido sin duda la obra de mayor influencia en el estudio de loscomportamientos electorales, no slo en los Estados Unidos sinoseguramente en el mundo.Estos dos modelos, el de Columbia y el de Michigan, han sido las dosaportaciones principales del behaviorismo a la sociologa electoral.Segn los contextos, pueden ser aplicados con mayor o menor eficaciaexplicativa.Parece claro que el modelo de Columbia puede funcionar muybien en casos como el de Chile, que muestra una relacin importanteentre situacin social y afiliacin poltica. Para el Uruguay es evidente querepresenta mucho mejor la realidad del modelo de Michigan, al darcuenta de lo coyuntural sobre el teln de fondo de las lealtades partidariastradicionales.El enfoque comunicacionalLos primeros estudios del grupo de Columbia dieron lugar a otra lnea deinvestigacin que centr su atencin en los efectos de las campaaselectorales. Como habamos visto antes, los estudios orientados porLazarsfeld y Berelson sostenan que las campaas cumplan con unpapel secundario en la formacin de la decisin de voto.

    Esta lnea de investigacin se interes principalmente en el estudio de lacomunicacin poltica. Critic los trabajos de la escuela de Columbia,reivindicando un rol central para las campaas electorales en losresultados de las elecciones. Se deca que los trabajos de Columbiahaban subestimado el verdadero impacto de la comunicacin poltica yrecordaban que, normalmente, un reducido porcentaje de votantes quese desplacen de un partido a otro puede cambiar el resultado de unaeleccin. Este enfoque criticaba la estrechez conceptual del modelo deColumbia, que tomaba en cuenta nicamente la conversin de loselectores como indicador de impacto de las campaas, sin tener encuenta otros elementos decisivos, como la activacin depredisposiciones latentes o la motivacin de los votantes con unaidentificacin partidaria ya definida.Las investigaciones sobre campaas electorales y el efecto de losmedios de difusin fueron llevadas a cabo por un grupo muy heterogneo

    de acadmicos, que actuaban en reas de periodismo (Chaffe 1975,Khine y Tichenor 1972), ciencia poltica (Graber 1980, Patterson y McClure 1976, Patterson 1980, Rose 1967), sociologa (Katz y Lazarsfeld1955; Lang y Lang 1970) y marketing (Ray et al. 1973, Rothschild 1978).Entre las conclusiones ms importantes de estos trabajos estaban lasevaluaciones cuantificadas del impacto de las campaas. Se deca que,en los Estados Unidos, y en perodo de campaa, entre el 7% y el 11% delos electores cambia de intencin de voto, de un partido a otro. Entre losque no tienen una identificacin partidaria arraigada, este porcentaje

    sube entre 10% y 28%. Las investigaciones enmarcadas en estaperspectiva comunicacional se centraron en el anlisis de los mediosmasivos de difusin, sin embargo, en varios estudios se sealaba la fuerteinfluencia de los contactos personales en el cambio de intencin de voto.Es importante sealar que estos estudios se realizaron en contextos deelecciones presidenciales. Hay evidencia emprica de que el proceso dedecisin de voto en una campaa presidencial difiere de los procesos quellevan a la opcin por un candidato en una eleccin local.Los modelos positivos o de "rational choiceEste enfoque utiliza las teoras de "rational choice", que provienen de laeconoma, para explicar cmo los candidatos, partidos y votantes tomansus decisiones polticas (Riker y Ordeshook, 1973).Los modelos de eleccin racional consideran que los actores polticos

    tienen un comportamiento motivado, orientado a maximizar sus objetivosindividuales. Esta visin difiere claramente de los modelos behavioristas,entre otros, que consideran a los individuos en una permanente respuesta alos condicionamientos de su entorno. Adems, mientras la visinbehaviorista es inductiva, el modelo positivo es abstracto y deductivo.El modelo positivo se basa en un nmero reducido de premisas que serefieren a lo esencial del proceso estudiado. Se formaliza mediantemodelos matemticos o espaciales que permiten hacer inferencias lgicasy prever las decisiones de los actores polticos. Las consecuencias de unadecisin u otra pueden ser rpidamente observadas en el modelo. Sucapacidad predictiva puede ser igualmente evaluada y modificada hastalograr un grado aceptable de funcionamiento.Esta lnea de investigacin ha construido modelos que tienen la ventaja delograr un buen compromiso entre la simplicidad y el realismo. Descartan loselementos no esenciales y no se preocupan tampoco en profundizar en la

    naturaleza de los factores que estn detrs de esos puntos centrales. Entreotros modelos de este grupo, que analizan diferentes aspectos de laselecciones estn: el modelo terico decisional del voto individual (Buchanany Tullock, 1965), los modelos de teora de juegos en la formacin decoaliciones polticas (Riker, 1962), los modelos espaciales de competicinpartidaria (Downs, 1957), los modelos de asignacin de recursos en lascampaas electorales (Brams, 1978; Kramer, 1966).Como resultara demasiado largo hacer aqu siquiera una sntesis de cadauno de los modelos citados, describiremos nicamente, a manera deejemplo, el modelo de "distancia relativa del candidato ideal". Este modelocomparte las premisas de los modelos de rational choice en la medidaque: supone al elector racional, movido por un inters individual, que tieneuna preferencia clara por ciertas polticas frente a otras y por ciertos rasgosde los candidatos frente a otros, que puede ordenar esas preferencias en un"ranking" y que dispone de informacin suficiente sobre toda la oferta

    electoral.

    El modelo de distancia de los candidatos en relacin con el "candidato idealse construye sobre la hiptesis de que existe, en la mente de cada elector,un "perfil" del candidato ideal, y que este elector vota por el candidato realque, a su juicio, se acerca ms al candidato ideal.Hay diferentes versiones de este modelo, que se estructuran segn lamanera en que se define al candidato ideal y segn la forma en que semiden las distancias entre este y los candidatos reales.Combinando encuestas cualitativas y cuantitativas de opinin se puedeconstruir una especie de "retrato hablado" del candidato ideal de unaeleccin, que tiene la forma de una lista, ms o menos extensa, decualidades deseadas por el electorado para el titular de un cargo pblico.Posteriormente se hace una campaa de comunicacin para mostrar alcandidato propio como el ms cercano a ese candidato ideal de la eleccin.Valorizando los puntos fuertes que corresponden a ese perfil ideal, ytratando de neutralizar los puntos dbiles o de divergencia. Es evidente queeste procedimiento se presta ms a la "fabricacin" de candidatos que a la

    realizacin de campaas para un candidato de una imagen y personalidadya definidas.CAPITULO III. LA COMUNICACIN POLTICAEn los captulos anteriores habamos examinado los procedimientos paraconocer las caractersticas del electorado y las pautas sobre las culespodamos construir una estrategia electoral. En esta parte veremos de qumanera, disponiendo de un conjunto de mensajes adecuados, utilizamosms eficazmente los medios de difusin segn nuestros recursos eintereses.Es muy comn en estos aos atribuir ciertos poderes ocultos, vecinos de loesotrico, a las manipulaciones de la opinin mediante recursossofisticados de comunicacin masiva.Muchos consultores en marketing poltico o expertos en medios hanfavorecido esta moderna supersticin, presentndose como los nuevoshechiceros . Esta estrategia del conocimiento intransferible tiene evidentes

    ventajas individuales, en poder y en salario, pero siendo el marketingpoltico un enfoque naturalmente interdisciplinario, y por lo tanto plural,acepta mal estas centralizaciones seudo-ocultistas. Frecuentementeocurren grandes catstrofes polticas cuando se transfiere un poderexcesivo a algn hechicero iluminado. El ex - presidente francs GeorgesPompidou sacaba sus conclusiones, con mucho humor, de alguna malaexperiencia: "Existen tres maneras principales de arruinarse polticamente-deca-, 1) teniendo un affaire muy notorio con alguna chica, 2) aceptandosobornos , y 3) confiando.

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    AVANCE MANPE PER10

    Francisco Flix zarteFrancisco Flix Azarte

    POLTICA

    EXTERIOR

    TR S MILLON S de Peruanos

    en el xterior

    TRES MILLONES de Peruanos

    en el Exterior

    Lombardo con las Madres Peruana.

    Los lderes no surgen de la nada. Deben ser

    desarrollados: educados de tal manera que adquieran

    las cualidades del liderazgo. Los administradores se

    centran en los problemas del momento, los lderes, en

    la resolucin de los problemas del maana.

    "Los lderes no surgen de la nada. Deben serdesarrollados: educados de tal manera que adquieran

    las cualidades del liderazgo. Los administradores secentran en los problemas del momento, los lderes, enla resolucin de los problemas del maana."

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    AVANCE MANPE PER11

    iro lvarezCiro lvarez

    DOCTRINA

    El liderazgo no tiene que ver con el

    control de los dems sino con el arte de

    persuadirles para colaborar en la

    construccin de un objetivo comn. El

    liderazgo es la capacidad de transformar

    la visin en realidad.

    "El liderazgo no tiene que ver con elcontrol de los dems sino con el arte depersuadirles para colaborar en laconstruccin de un objetivo comn. Elliderazgo es la capacidad de transformarla visin en realidad."

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    AVANCE

    Colaborarn:Francisco Flix Azarte A.

    GRUPO

    S.A

    AVANCEVocero del Movimiento de Accin Nacionalista Peruano.MANPERegistro de propiedad Intelectual en Trmite.

    Gentileza:

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