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Actas de ECCoM. Vol. 2 N 1, La Experiencia Musical: Cuerpo,
Tiempo y Sonido en el Escenario de Nuestra Mente. 12 ECCoM. Isabel
C. Martnez, Alejandro Pereira Ghiena, Mnica Valles y Matas Tanco
(Editores). Buenos Aires: SACCoM. pp. 257-267 | 2015 | ISSN
2346-8874 www.saccom.org.ar/actas_eccom
Bases neurolgicas y psquicas del lenguaje musical
Dante Roberto Salatino
Universidad Nacional de Cuyo
Resumen Este trabajo se fundamenta en el carcter subjetivo de la
msica, por lo que cualquier ser vivo es sensible a los elementos
musicales fundamentales y naturales. El objetivo del artculo es
demostrar que la msica es un lenguaje natural que en nada se
distingue de nuestra lengua materna, debido a que ambos estn
sometidos a un proceso ontogentico evolutivo, paralelo al
desarrollo y evolucin del sistema nervioso. Como contribucin
principal se destaca el aporte de las etapas del desarrollo
ontogentico del lenguaje musical, las cuales son abordadas desde la
Lgica Transcursiva; una herramienta y un mtodo apto para el anlisis
de los fenmenos subjetivos. El conocer detalladamente los elementos
musicales bsicos y naturales y su relacin con la vida, los afectos
y la convivencia tiene, por una parte, implicancias educativas, ya
que el
operar sobre cada uno de estos elementos permite una educacin
que privilegia los aspectos psico-bio-socio-culturales que
caracterizan la realidad subjetiva del ser humano. Por otra parte,
tiene implicancias teraputicas; se ha demostrado que el hacerle
escuchar msica a pacientes con diversas afecciones neurolgicas y
psquicas, destacando cada uno de los elementos bsicos, permite
influenciar sobre distintos aspectos de su enfermedad.
Resumo Este trabalho baseia-se na natureza subjetiva da msica,
de modo que qualquer ser vivo sensvel aos elementos musicais
fundamentais e naturais. O objetivo do artigo mostrar que a msica
uma linguagem natural no muito diferente de nossa lngua materna,
porque ambos so submetidas a um processo ontogentico evolutivo
paralelo ao desenvolvimento e evoluo do sistema nervoso. Sua
principal contribuio mostrar os passos de desenvolvimento
ontogentico da linguagem musical, eles so tratados pela Lgica
Transcursiva; uma ferramenta e um mtodo adequado para a anlise dos
fenmenos subjectivos. O conhecimento detalhado dos elementos
musicais bsicos e naturais e sua relao com a vida, afeies e
convivncia tem, por um lado, as implicaes educacionais, desde a
operao em cada um desses elementos permite uma educao que favorea
os aspectos psico-bio-scio-culturais que caracterizam a realidade
subjetiva do ser humano. Por outro lado, tem implicaes teraputicas;
foi mostrado que fazer ouvir msica a doentes com vrios distrbios
neurolgicos e psicolgicos, enfatizando cada um dos elementos
musicais bsicos, pode influenciar em vrios aspectos da sua
doena.
Abstract This work is based on the subjective nature of music,
so any living being is sensitive to the fundamental and natural
musical elements. The aim of the article is to show that music is a
natural language that not difference of our mother tongue, because
both are undergoing an evolutionary ontogenetic process
parallel
to the development and evolution of the nervous system. Its main
contribution is the proposal of stage of ontogenetic development of
musical language, which are addressed by Transcursive Logic; a tool
and a method suitable for analysis of subjective phenomena. The
detailed knowledge of the basic and natural musical elements and
its relationship with life, affection and coexistence has, on the
one hand, educational implications, since the operation on each of
these elements allows an education that favors the
psycho-bio-sociocultural aspects that characterize the subjective
reality of the human being. On the other hand, it has therapeutic
implications; has been shown that listening to music, the patients
with various neurological and psychical disorders, emphasizing each
of the basic elements, can influence on various aspects of their
disease.
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Fundamentacin
El arte de las musas, segn la definicin griega
de la msica, constituye a la vez, adems de
un arte combinatorio de sonidos y silencios,
algo mgico y una ciencia compleja. Todas las
caracterizaciones anteriores tienen como factor
comn, el hecho de ser fenmenos netamente
subjetivos. Por tanto, la creacin musical,
como as tambin, la recompensa, la
motivacin y el placer que la msica depara al
escucharla, no son producto de ser nosotros
propietarios de un virtuosismo formal vaco,
sino de su profundo arraigo, que como
lenguaje natural, tiene en la realidad subjetiva,
esa que discurre por los dominios: biolgico,
psquico y socio-cultural.
En este artculo vamos a mostrar por qu
cualquier ser vivo puede ser sensible a los
elementos fundamentales de la msica, pero
tambin y segn su nivel evolutivo, a sus
componentes naturales. Sin embargo, no
ocurre lo mismo con lo que yo llamo lenguaje
musical convencional (notacin musical);
aspecto simblico que es exclusivo del hombre
y que solo se logra dominar luego de mediar
una educacin en tal sentido, lo cual nos dice
de su condicin de adquirido mediante la
experiencia. Desde la Lgica Transcursiva (LT)
(Salatino, 2009), analizaremos los aspectos
que hacen de la msica una autntica
manifestacin subjetiva de nuestro pensa-
miento, el que se lleva a flor de piel cada vez
que estamos escuchando, ejecutando o
componiendo una pieza musical, ya sea sta
instrumental o cantada. La LT es el soporte
lgico de una teora del funcionamiento
psquico que justifica todas las manifestaciones
subjetivas del hombre (Salatino, 2013).
Constituye un mtodo y una herramienta para
analizar los fenmenos subjetivos.
Lo anterior es posible, en los animales con
sistema nervioso central (SNC) bsicamente,
por dos razones; por un lado, dada la
existencia de estructuras neurolgicas
organizadas en un cerebro que faculta para el
manejo psquico (Salatino, 2013); y por otro
lado, a las caractersticas propias del lenguaje
musical, que con una relacin muy cercana con
las de nuestro lenguaje natural (Salatino,
2012), permiten percibir, conocer, comprender
y producir msica.
En el humano, la posibilidad de administrar la
msica como percepto1, permite que lo musical
tenga, como todo arte, una finalidad esttica y
comunicativa, pero adems, ayude a formar
nuestra estructura psquica y a ponerla en
funcionamiento; esto es, la prepare para
expresar los afectos y le d los elementos
necesarios para concebir, codificar e interpretar
una composicin musical, luego de un tiempo
variable de entrenamiento. Tambin, y por las
mismas razones, reducir los niveles de estrs o
excitacin previniendo enfermedades (Chanda
y Levitin, 2013).
Objetivos
Dentro de los objetivos de este trabajo est el
demostrar que la msica es un lenguaje
natural, y por lo tanto, est sometido a un
proceso ontogentico evolutivo que va en
paralelo al desarrollo y evolucin del aparato
nervioso, y por ende, del aparato psquico que
en l reside, igual que nuestro lenguaje
cotidiano; poniendo en evidencia que tanto sus
elementos bsicos como los naturales tienen
un profundo arraigo psquico (Salatino, 2013;
Llins, 1988/1994).
Las estructuras neurolgicas del
funcionamiento psquico
El cerebro, como cualquier rgano de nuestro
cuerpo, funciona gracias a que sus principales
clulas, las neuronas, tienen la capacidad de
mantener en forma permanente y debido a un
alto consumo de energa, un desbalance
elctrico entre su interior y el entorno donde se
encuentran.
Este motor elctrico, sinnimo de vida celular,
en el mbito neuronal tiene adems, algunas
caractersticas particulares. Tal vez la ms
relevante sea la posibilidad de modificar en
forma autnoma, su nivel de excitacin; es
decir, generar estmulos y propagarlos segn
las distintas necesidades funcionales; o por el
contrario, inhibir su funcionamiento para
modular las respuestas. En 1988, Rodolfo
Llins demostr que no todas las neuronas
1 Los perceptos son el dominio del arte [] Un percepto es un
conjunto de percepciones, de sensaciones que sobrevive a aqul que
las experimenta. Deleuze, Gilles. El abecedario de Gilles Deleuze,
1996, p. 96. Trad. Ral Snchez Cedillo.
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administran el mecanismo anterior de la misma
forma (Ley de Llins o de la no
intercambiabilidad neuronal), dando origen a
un comportamiento oscilatorio, lo que les
permite trabajar a distintas frecuencias; esto
hace que algunas clulas nerviosas, como las
de la oliva inferior (bulbo raqudeo), las del
tlamo o de los ganglios basales (cerebro),
puedan regular y modular la actividad cerebral,
transformndose en verdaderos marcapasos,
que indican qu hacer, cmo y cundo hacerlo.
Podemos describir tres marcapasos neuro-
lgicos (Figura 1). El marcapasos formado por
las conexiones entre los ganglios basales, el
tlamo y la corteza cerebral, encargado de
ordenar los patrones percibidos y coordinar con
el nivel de consciencia existente en el
momento de la percepcin (Salatino, 2013, p.
101). El marcapasos descrito por Llins que
permite explicar, entre otras cosas, el
mecanismo que posibilita unificar el proceso
perceptivo a travs del funcionamiento
diferencial del circuito tlamo-cortical, en
donde, los ncleos talmicos especficos
reciben lo que aporta el entorno (la realidad
externa), y los ncleos talmicos inespecficos
le dan el contexto (temporal) necesario, al
contenido anterior (Llins, 1988, p. 1661).
Figura 1. Marcapasos neurolgicos.
Referencias: (estructura psquica) -
(movimiento) - (percepcin).
El mecanismo que subyace en el marcapasos
anterior es el de deteccin por simultaneidad
relativa cmo el que opera a nivel de las
clulas piramidales de la corteza cerebral
(Llins, 1994, p. 262), lo cual le permite
adems, controlar el proceso necesario para
otorgar sentido a los hechos percibidos, y dar
lugar as, a la estructura psquica (Salatino,
2013, p. 109).
Por ltimo, el marcapasos representado por las
conexiones entre la oliva inferior y el cerebelo,
que es el encargado de generar y coordinar las
respuestas motoras, funcionando adems,
como una memoria operativa en donde las
rutinas aprendidas (por ejemplo, los
movimientos necesarios para ejecutar un
instrumento musical), con la debida
experiencia, se transforman en hbitos; o sea,
rutinas motoras que se ejecutan autom-
ticamente.
Por otro lado, existe un marcapasos psquico
(Ibdem, p. 176), que operando en las mismas
estructuras neurolgicas ya descritas permite
controlar, a la vez, los distintos momentos
evolutivos y funcionales de la psiquis. El
aspecto funcional est sustentado en una
suerte de motor temporal, de all la posibilidad
de influir psquicamente con la msica, ya que
sta tiene como factor comn con la psiquis, el
tiempo.
La realidad subjetiva, segn la LT, est
compuesta por tres sistemas reales (Salatino,
2009, p. 78) y se identifican en cada uno de
ellos, una unidad fundamental, segn el
siguiente detalle: 1) Unidad lgica como
sustento del sistema bio-externo; 2) Unidad de
sentido como base del sistema psico-interno; y
3) Unidad semitica como soporte del sistema
socio-cultural. La concurrencia de estas tres
unidades da existencia a la semisfera
subjetiva.
La psiquis, al estar impregnada de esta
complejidad y funcionar en coordinacin con la
estructura neurolgica que le da sustento,
tiene la posibilidad de manejar adecuadamente
las relaciones, que como sistema real (psico-
interno), mantiene con los dems sistemas;
tarea mancomunada que respalda los rasgos
que identifican lo subjetivo. La disposicin y
funcionamiento psquicos permiten prestar
atencin a los distintos sistemas reales; nica
forma de construir una estructura acorde a las
exigencias del entorno. Los psicocitos
(unidades funcionales de la psiquis) (Salatino,
2009, p. 170) se disponen en la corteza
cerebral de una manera homloga a la realidad
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circundante, de tal forma que tiene la
posibilidad de prestarle atencin a los distintos
niveles en que se organiza la estructura-
funcin psquicas, operando alternativamente y
segn la necesidad, sobre las unidades
especificadas anteriormente, y as registrar y/o
responder a lo presentado por cada sistema
real.
El mecanismo selector de unidades y por ende,
promotor del manejo de los elementos
estructurales (ideas, especies) y funcionales
(pensamientos) con el fin de compaginar una
respuesta (PAF = patrn de accin fijo) acorde
a lo exigido, lo constituye la ubicacin del
sistema psico-interno en una banda de
frecuencia operativa determinada, segn sea
menester.
Figura 2. Corteza cerebral. Referencias: los
grficos inferiores corresponden a una recreacin de la corteza
cerebral del rea 17
(corteza visual) del mono. Los grficos
superiores y lateral izquierdo, son una emulacin de dicha
estructura, desde la Lgica
Transcursiva (Salatino, 2009)
La estructura oscilante de nuestra psiquis es la
minicolumna (Figura 2) que puede estar
compuesta, solo como ejemplo prctico, por 40
psicocitos, los cuales tienen la capacidad de
registrar 25 mseg cada uno. Esto le da a esa
minicolumna la posibilidad de un registro
temporal de 1 segundo (1000 mseg).
El manejo del tiempo psquico, cualitativo o
interno se lleva a cabo por medio de tres
relojes (Figura 3).
Figura 3. Relojes del tiempo interno
La figura anterior nos muestra cmo se
disponen las estructuras psquicas alrededor
del eje del tiempo cronolgico o externo
(Ahora). Por cuestiones didcticas hemos
representado solo una vuelta de dicha espiral,
en donde se ha discriminado las distintas
unidades funcionales; esto es, las distintas
frecuencias en las que oscila la minicolumna, lo
que es utilizado como mecanismo selector de lo
que hay que registrar de un sistema real
determinado (Idea), y para elaborar la
respuesta correspondiente ante lo percibido
(Paf).
Vemos que quedan definidas las tres unidades
ya especificadas, es decir, la unidad lgica que
se pone en funciones cuando la minicolumna
oscila a 80Hz y sirve para operar en la cua
temporal, o sea, en la mitad del tiempo que
transcurre entre dos ahora consecutivos (Ah1 y
Ah2), en donde est involucrada la especie o la
unidad estructural de la psiquis (ncleo del
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psicocito), cuyo manejo es inconsciente y est
ligada al sistema bio-externo. La unidad de
sentido, cuando la minicolumna oscila a 40Hz,
que es utilizada para poner en funciones todos
los sistemas que operan durante la vigilia
(tambin durante el sueo): en el primer
cuarto del tiempo entre los ahora, el sistema
perceptivo, y en el ltimo cuarto de este
tiempo, el sistema motor para dar una
respuesta adecuada ante lo que se percibi. As
se completan los 25 mseg que maneja un
psicocito o la unidad funcional de la psiquis, de
naturaleza inconsciente y fundamento del
sistema psico-interno.
Finalmente, se selecciona la unidad semitica
cuando la minicolumna oscila a 10Hz,
involucrando a cuatro psicocitos. De naturaleza
mixta (consciente e inconsciente), se utiliza
para comunicarse con el entorno y con los
dems, por lo que est ligada al sistema socio-
cultural.
En conclusin, para el manejo integral de la
psiquis se dispone de una serie de marcapasos
neurolgicos que operan, el circuito tlamo-
cortical (de ndole cognitiva) mediante
simultaneidad relativa, mientras que el sistema
olivo-cerebeloso (de ndole volitiva) opera a
travs de una simultaneidad absoluta. El
marcapasos psquico, por su parte, opera con
simultaneidad absoluta para identificar los
elementos constitutivos de los hechos reales
(Salatino, 2013, p. 275), con lo que, adems
de permitir la construccin de una estructura
psquica acorde a lo percibido, posibilita
conocer la realidad subjetiva, esto es, hacerla
carne.
El funcionamiento de todas las unidades
descritas est estrechamente relacionado con
las distintas instancias evolutivas del lenguaje
musical, como veremos a continuacin.
Historia evolutiva del lenguaje musical
No hay nada que diferencie, evolutivamente
hablando, el lenguaje musical de nuestro
lenguaje materno natural. La explicacin a lo
anterior est en la absoluta relacin que existe
entre el origen de un lenguaje natural (y la
msica lo es) y el origen y evolucin del
sistema nervioso, algo que es aplicable a
cualquier ser vivo. Se ha demostrado, por
ejemplo, que las plantas tienen un sistema
nervioso que no solo ha evolucionado con la
planta, sino que ha alcanzado un alto grado de
perfeccin, disponiendo de un sistema
sensitivo, un arco reflejo y una va que
transmite un impulso motor, que en nada se
diferencian de los que existen en cualquier
animal (Bose, 1926, p. ix); y donde se pueden
comprobar tres tipos de respuestas: 1)
Contractilidad: movimientos que siguen a un
estmulo, 2) Ritmicidad: algunos movimientos
de las plantas tienen lugar automticamente,
como los latidos del corazn. Adems, todas
las plantas muestran un crecimiento pulstil o
rtmico, y 3) Conductividad: transmisin de
una excitacin elctrica asociada con los
movimientos de una planta (Volkov, 2012,
Vol.1, p. 15).
Demostramos (Salatino, 2012, p. 76) que las
tres etapas evolutivas del sistema nervioso, es
decir, un efector independiente (propio de las
plantas y seres unicelulares), un sistema
nervioso central bsico (propio de los
multicelulares con sistema nervioso central
(SNC) o animales no humanos), y un SNC
elaborado (propio del ser humano), coinciden
con las etapas evolutivas del lenguaje natural
(en este caso, cualquiera sea) (Figura 4).
En la primera etapa evolutiva del lenguaje
natural (LN) (plantas y unicelulares), el
elemento sensado es el cambio, el medio
expresivo la seal; el LN se denomina txico,
porque se pone en evidencia a travs de
desplazamientos (aproximacin y alejamiento),
dependiendo de si el ambiente es favorable u
hostil.
En la segunda etapa evolutiva del LN
(animales), el elemento sensado es el objeto,
el medio expresivo el signo (aquello que indica
la relacin entre dos objetos a travs de un
cambio), por lo que su LN se denomina sgnico.
Por ltimo, en la tercera etapa evolutiva del LN
(ser humano), el elemento sensado es el
sujeto, su medio expresivo es el smbolo (o lo
que deja constancia de la relacin de un sujeto
y un objeto, mediante un cambio) y su
lenguaje, entonces, se denomina simblico.
El hombre integra en su cerebro las tres etapas
neurolgicas, y por lo tanto, tambin las del
LN. La Figura 5 trata de resumir lo anterior,
destacando los aspectos conductuales y
lingsticos, propios de todos los integrantes de
la realidad subjetiva. En ella se puede apreciar
cmo se estructura la respuesta de cada nivel
de complejidad biolgica a los requerimientos
ambientales, a medida que progresa la
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Figura 4. Etapas evolutivas del SNC y del lenguaje natural
Figura 5. Distribucin filogentica en el SNC. Referencias: PAI =
respuesta innata PAE = respuesta modificable por la experiencia PAA
= respuesta aprendida (adquirida)
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filognesis o historia evolutiva de los seres
vivos.
La tabla que se muestra en la Figura 6 permite
comprender por qu la msica, como lenguaje
natural, puede influir en las plantas, en los
animales y por supuesto, en el hombre; pero
adems, cmo los ritmos, las melodas y las
armonas producidos por cada nivel biolgico
pueden influenciar a su entorno y a los que lo
comparten con l.
En el hombre se constata la mxima evolutiva
que asevera que la ontogenia recapitula la
filogenia, ya que integra no solo los distintos
niveles del sistema nervioso, sino tambin, los
distintos lenguajes naturales y los medios
comunicativos respectivos.
Todo lenguaje natural, como la msica, sirve
solo para comunicarse afectivamente. La
comunicacin afectiva deriva de lo sensible, es
decir, del modo en que se hacen evidentes los
hechos que afectan a cualquier ser vivo; esto
es, que producen sensaciones o aquel impacto
que se evidencia, segn el nivel, en lo
biolgico, lo psquico y lo social, y que tienen
como puerta de entrada los sentidos.
La comunicacin afectiva, segn la tabla
anterior, la podemos dividir en: 1)
comunicacin instintiva, que haciendo foco en
el sujeto y tomando como sustrato los
animales sencillos y las plantas, se ejerce a
travs del lenguaje txico; 2) comunicacin
emocional, con el individuo (sujeto social)
como foco y los animales con SNC como
sustrato, se lleva a cabo mediante el lenguaje
sgnico; y 3) comunicacin emotiva, cuyo foco
es el grupo, su sustrato el hombre y su
lenguaje el simblico.
Cuando decimos comunicacin instintiva nos
estamos refiriendo a una exteriorizacin de lo
que afecta la vida, por lo tanto, afecta a
cualquier ser vivo; cuando decimos
comunicacin emocional queremos poner en
evidencia lo que afecta nuestra relacin con el
entorno y representa la expresin neuro-
vegetativa de una emocin; mientras que
cuando decimos comunicacin emotiva nos
referimos a la posibilidad de provocar una
emocin en el otro, que es lo que hacemos, por
ejemplo, con las composiciones musicales y
que obviamente, es patrimonio exclusivo del
hombre, el que presenta la particularidad,
adems, de integrar en su cerebro los tres
niveles comunicativos que ejerce segn est en
juego su vida, su adaptacin ambiental o su
relacin social.
Contribucin principal
Desarrollo ontognico del lenguaje musical
El logro evolutivo esbozado en el punto
anterior, nos habla sobre ciertas
predisposiciones neurolgicas y psquicas que
fueron adquiridas filogenticamente por los
seres vivos. Una vez nacido un sujeto en
particular se hace operativo un proceso
ontognico de desarrollo que afecta a cada uno
hasta donde su nivel de complejidad biolgica
se lo permite.
En cualquier caso, siempre estn presentes
una ontognesis estructural y una funcional
que se expresan, universalmente, en la
estructura; naturalmente, en el sentido que
adquiere para el sujeto lo percibido; y
pragmticamente, en la respuesta que ese
sujeto sea capaz de ofrecer a su entorno,
dejando constancia de un proceso de desarrollo
adaptativo, en donde puede inclusive, poner en
evidencia su aptitud para generar, desde su
matriz universal, formas que tengan
modalidades diversas de expresin. Es decir,
que puede crear nuevas maneras de
comunicar, al menos, parte de su bagaje
afectivo, ya sea para operar sobre el entorno
en busca de ajustes adaptativos, o para influir
decididamente sobre sus pares, provocando en
ellos en forma intencional una reaccin
emocional similar a la que l mismo vivenciara
en el momento y las circunstancias de la
creacin (expresin musical).
En el lenguaje musical se puede encontrar todo
lo que hemos mencionado, como lo muestra la
Figura 7.
Que la msica es un lenguaje, queda
demostrado desde el momento en que puede
ser abordado desde el punto de vista semitico
tradicional, ya que posee, segn la figura
anterior, un componente sintctico (estruc-
tural): el lenguaje universal (LU) sustentado en
el sistema bio-externo, uno semntico
(funcional o del sentido): el lenguaje natural
(LN) elaborado por el sistema psico-interno, y
uno pragmtico (de proyeccin): el lenguaje
convencional (LC) que surgido de normas
socio-culturales, es adquirido educacin
mediante.
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Figura 6
Figura 7. Lenguaje musical. Referencias: LU = lenguaje universal
LN = lenguaje natural LC = lenguaje convencional - = nivel profundo
U = disyuncin - = conjuncin nivel superficial:
= estructural (esttico) - = funcional (dinmico)
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No obstante, en este trabajo, abordaremos lo
musical desde la estructura y funcin
psquicas. En la Figura 6, vemos que lo
estructural est soportado en un lenguaje
universal (LU), llamado as porque su planteo
relacional se repite en las otras instancias
(funcional y de proyeccin). Este patrn de
relaciones se configura al ensamblarse, en un
discurrir simultneo, un nivel relacional
superficial o aparente con un nivel profundo u
oculto.
Los elementos fundamentales que definen, a
nivel superficial, la estructura del lenguaje
musical, son: la tonalidad y el ritmo,
dispuestos en una oposicin mediada por un
cambio o transformacin evidente: la meloda,
quien comparte la frecuencia y la duracin que
definen la tonalidad y el ritmo, respecti-
vamente. Mientras que a nivel profundo u
oculto, tenemos un solo elemento: la armona,
que careciendo de las limitaciones de la
frecuencia y la duracin, se opone
directamente al cambio superficial, esto es, a
la meloda. En definitiva, el LU queda definido
por una oposicin mediada por otra oposicin,
que a nivel superficial y funcional, permite
conocer lo musical, al establecer la relacin
entre el ADN tonal y la meloda, y encontrarle
sentido, al ligar la meloda con la unidad
rtmica.
Segn la Figura 7, los elementos naturales,
que a nivel superficial, definen la funcin del
lenguaje musical, son: la forma (estructura) y
el motivo (figura rtmica), mediados por el
cambio superficial que representa el tema (idea
musical formada por uno o ms motivos),
quien abarca los aspectos estructurales y
funcionales que caracterizan a la forma y al
motivo, respectivamente. De manera oculta
tenemos como cambio profundo, la textura
(ensamble de elementos meldicos, rtmicos y
armnicos), que sin representar una estructura
ni una funcin, se opone en forma directa al
tema. Se vuelve a cumplir en el LN, el patrn
universal de una oposicin mediada por otra
oposicin, que a nivel superficial, funcional-
mente, permite la expresin afectiva al ligar la
idea musical al tema, y posibilita la interpre-
tacin al poner en evidencia la relacin
existente entre el tema y la estructura formal.
Finalmente, en la misma figura, los elementos
proyectivos superficiales que definen la praxis
musical, son: la improvisacin y la imitacin,
mediadas por la adaptacin, que como
transformacin superficial, tiene el carcter
directo e indirecto de la improvisacin y de la
imitacin, respectivamente. Como cambio
profundo est la creacin, que sin ser directa ni
indirecta, se opone sin intermediarios a la
adaptacin. El LC de la msica (la notacin
musical) repite el patrn universal, que
pragmticamente, da lugar tanto al talento al
poder adaptar una imitacin usando la razn,
como al virtuosismo, al poder adaptar una
improvisacin, haciendo un uso distintivo de un
saber prctico.
Debemos destacar que la columna vertebral del
lenguaje musical est en la relacin estrecha
que existe entre los elementos profundos de
sus tres componentes; es decir, la armona, o
la organizacin visceral de los acordes
mediante el LU; la textura o la integracin
afectiva de los tres elementos musicales
bsicos, a travs del LN; y la creacin o la
proyeccin social de los sentimientos y
motivaciones con la ayuda del LC.
Implicancias
Hemos comprobado que la msica es un
lenguaje natural que en nada se distingue de
nuestro lenguaje materno; y que esto es as,
porque son las mismas estructuras nerviosas y
psquicas, las que les dan sustento.
La msica tiene que ver con la vida, con los
afectos y con la convivencia, por lo tanto es, al
mismo tiempo, una necesidad, un deseo y una
creencia. Esta integracin subjetiva hace de la
msica un medio universal de expresin y de
comunicacin, que si bien se proyecta en lo
social a travs de su aspecto esttico, tambin
lo hace en lo psquico mediante los afectos, e
inclusive, en lo biolgico por intermedio de las
sensaciones. Por esa razn, cualquier ser vivo
es influenciable por la msica, ya que hay en
sus vidas, al menos, componentes oscilatorios
y rtmicos que comparten.
Lo anterior explica por qu el sonido tiene
tanto, influencia en el crecimiento de las
plantas (Xiujuan et al., 2003), como en la
conducta de los animales, incluido el hombre.
En este ltimo, la msica no solo disminuye el
estrs, como hemos dicho, sino tambin,
ejerce una accin teraputica. La
musicoterapia tiene su razn de ser, dadas las
estructuras y funciones neuro-psquicas
heredadas filogenticamente, esto es, la
msica que tenemos dentro de nosotros. Que
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esto es as, lo demuestra el hecho que a pesar
de padecer, a veces, severos trastornos
neurolgicos o psquicos, la msica sigue
ejerciendo su accin, lo cual indica que el
manejo de los elementos musicales bsicos
(sobre todo, la tonalidad, el ritmo y la meloda)
sigue indemne (Schneck y Berger, 2006; p.
138).
Otro aspecto a tener en cuenta, y que se
deriva de lo visto en este trabajo, es el hecho
que indica la gran influencia social de la
msica, a travs de compartir con los dems,
no solo el lugar en donde se vive y las normas
a cumplir en el trato con el semejante, sino
tambin, nuestras creencias y los paradigmas
culturales. Debido a la profunda modificacin
que la msica produce en nuestra conducta y
nuestras emociones, se comprende que, de la
misma forma que sucede con nuestro lenguaje
habitual, las proyecciones pragmticas que
hemos detallado; esto es, la improvisacin, la
imitacin, la adaptacin, y por supuesto, la
creacin musical, dejan su impronta social al
estar teidas fuertemente con nuestros
afectos, ms all que seamos poseedores de
un talento o virtuosismo determinado.
Implicancias educativas
Siguiendo las ideas de Willems en lo que a la
msica se refiere, podemos afirmar que es ms
importante educar que ensear, desarrollar las
dotes existentes que explotarlas, cultivar los
valores vitales (acsticos y rtmicos) en vez de
promocionar un mero virtuosismo. Es decir,
analizar profundamente la naturaleza de los
elementos materiales de la msica, que a no
dudarlo, no solo estn en la msica misma,
sino tambin y principalmente, en la estructura
y funcin psquicas. Por esta razn, la LT
brinda la posibilidad de investigar y operar en
cada uno de estos elementos con el fin de
adecuarlos y rescatarlos para lograr una
educacin en donde se privilegien los aspectos
psico-bio-socio-culturales que caracterizan la
realidad subjetiva de cualquier ser humano.
Implicancias teraputicas
Numerosos aportes (Claeys et al., 1989;
Jochims, 1990, Aldridge, 2000; Thaut et al.,
1997; por solo mencionar algunos) sealan
que el escuchar msica por parte de pacientes
con distinto grado de lesin de su cerebro, y
an, en casos de psicopatas severas
(psicosis), mejoran su estado atencional y
perceptivo, como as tambin, le ayudan a
recuperar la memoria. En muchos de estos
casos, los mejores resultados se obtuvieron
improvisando una composicin musical por
parte de los terapeutas, lo que tiene su
fundamento, segn lo ve la LT, en que la
improvisacin representa el despliegue de un
cierto virtuosismo que permite adaptar una
meloda utilizando un cierto saber prctico; por
lo tanto, estimula la posibilidad de adaptar una
imitacin usando la razn, esto es, permite
rescatar desde lo ms profundo de la psiquis,
su motor fundamental: la secuencia temporal
que permite su funcionamiento normal,
generando as, una sincronizacin que
progresivamente se acerca a una mejor
coordinacin de las funciones psquicas
superiores.
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Apndice
Glosario
ADN Tonal: cuando los tonos son percibidos
adoptan una disposicin helicoidal, segn la
propuesta de algunos investigadores (Drobisch
(1852); Shepard (1965 y 1982). La separacin
entre las espiras de la hlice es de una octava (intervalo que
separa dos sonidos cuyas
frecuencias fundamentales tienen una relacin
2:1). En el caso de la estructura psquica, segn la LT, la
separacin de las espiras del
ADN psquico es de 25 mseg., manteniendo la
misma relacin (2:1) (Salatino, 2009, p. 208).
Dado que esta disposicin es propuesta como
la moduladora de la representacin psquica de
la tonalidad, y por la similitud con la propuesta
estructural de la LT, lo conoceremos aqu como
ADN tonal, y le asignamos la capacidad de
aportar elementos bsicos a la forma o
estructura musical, a la hora de componer.
Expresin musical: se refiere a una manera
natural de comunicar afectos (sentimientos y
estados de nimo).
Forma: trmino que utilizado en sentido esttico, quiere decir que
una pieza est
organizada, o sea, que consta de elementos
que funcionan como los de un organismo vivo.
(Schoenberg, 2000, p. 11). Tiene neta relacin
con lo estructural.
Interpretacin musical: es el arte y el oficio de
ejecutar en un instrumento obras musicales de
compositores varios, conjugando el
conocimiento del lenguaje convencional
(notacin musical), el dominio tcnico y sonoro
del instrumento y la sensibilidad, expresin y
entrega del intrprete. Nuestra laringe es el
primer instrumento musical del que hizo uso la
humanidad, por eso el canto debe ser
considerado como una interpretacin muy
especial, porque es el nico medio musical que
permite integrar texto a una composicin.
Motivo: breve figura meldica y/o rtmica, que combinado con
otros, producen una forma o
contorno reconocible que usualmente implica
una armona inherente. Es considerado, a
menudo, como el germen de la idea musical.
(Ibdem, p. 19)
Textura musical: se refiere a manera en que la meloda, el ritmo
y la armona estn
interrelacionados en una composicin musical.
(Benward y Saker, 2008, p. 145).
