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Romo, Ursa y Navilon son tres híbridos que huyen de las fuerzas xenofóbicas de la República Humana de Norvim. En su huida, se topan con dos hermanos que aseguran tener un medio de escapar del planeta, pero para llegar hasta a él necesitarán alcanzar un lugar oculto y olvidado y hacer uso de las particulares "habilidades" de Romo.
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BERSERKR
Escrito por
Pablo Yus Girón
© Pablo Yus Girón
625 718 071
BERSERKR 1
© Pablo Yus Girón
EXT. TUNDRA – DÍA
Una llanura inmensa cubierta de nieve y salpicada de arbustos
grisáceos y azules. Es de día, pero la atmósfera es lo
suficientemente traslúcida para dejar ver las estrellas y los
planetas vecinos. El eco de un ruido lejano comienza a retumbar
por la tundra.
EXT. CARRETERA – CONTINUO
El ruido es ahora un claro rugido de motor. Tres motocicletas de
enormes neumáticos metálicos avanzan por la llanura, destrozando
la nieve a su paso. ROMO encabeza el triángulo de vehículos. A su
izquierda, NAVILON, a su derecha, URSA.
NAVILON
(Mirando a su izquierda)
¡A las 8!
Un grupo de cuatro vehículos anti-gravitacionales, HUSHERS, surgen
desde detrás de unas colinas.
ROMO
(Volviendo la mirada)
Su puta madre.
Romo redirige su motocicleta hacia la derecha y acelera. Navilon y
Ursa le siguen. Sus perseguidores, silenciosos pero terriblemente
veloces, acortan distancias cada segundo.
ROMO
¡Ursa!
(Ursa mira a su líder)
¡Disruptores!
URSA
Son los últimos.
ROMO
Lo sé.
URSA se lleva la mano a la mochila y saca tres varas metálicas,
las golpea contra su propio cuerpo y éstas se activan. A
continuación las lanza hacia atrás.
BERSERKR 2
© Pablo Yus Girón
Los tres objetos se separan, describiendo tres parábolas en el aire
hasta caer rebotando en la nieve compacta. Las varas pasan unos
segundos inmóviles y después empiezan a brillar con más fuerza, se
yerguen sobre sí mismas y se clavan en el suelo. Los HUSHERS avanzan
rápidamente hacia sus presas sin percatarse de los DISRUPTORES en
su camino. Cuando llegan a su altura, las tres varas comienzan a
vibrar y al atravesar su posición, los vehículos se desactivan,
reduciendo su velocidad drásticamente. Uno de sus pilotos no puede
controlarlo y sale disparado contra el hielo.
ROMO
Vale, aprovechemos la ventaja.
(Señala al terreno más
irregular que tienen delante)
Los tres avanzan rápidamente y se internan entre colinas. Romo
respira aliviado. Sin embargo, cinco nuevos cazadores surgen desde
la cima de una de las dunas de nieve. Éstos montan unas criaturas
bípedas, RANGOS.
URSA
¡Mierda! ¡Romo!
Romo abre la boca pero no le da tiempo a hablar. Uno de los jinetes
dispara una granada muy cerca de su posición y las motocicletas de
Ursa y Romo salen disparadas. NAVILON gira hacia ellos.
EXT. COLINAS – CONTINUO
Romo se levanta con dificultad. Navilon está ayudando a Ursa a
ponerse en pie.
ROMO
¡Las ruedas! Usad las ruedas.
ROMO saca un CUCHILLO VIBRÁTIL de su mochila, lo activa y de un
par de tajos arranca los neumáticos de la motocicleta. Sus
compañeros lo imitan. Para cuando sus cazadores les alcanzan, ya
se han parapetado tras un muro improvisado de neumáticos.
Los soldados esperan, apuntándoles desde lo alto de la duna. Al
poco llegan los HUSHERS. Un hombre sube hasta la cima de la colina,
es el GENERAL RAVIDO.
BERSERKR 3
© Pablo Yus Girón
GENERAL RAVIDO
Hasta aquí has llegado Romo. Ya
sabes cuál es el trato. Rendíos y no
os pegaré un tiro en la cabeza.
Silencio.
GENERAL RAVIDO
Como queráis. Abrid fuego.
Los soldados obedecen la orden y comienzan a disparar contra el
fuerte improvisado.
EXT. NEUMÁTICOS – CONTINUO
ROMO aguanta la rueda contra su hombro a cada embestida de las
armas del General Ravido. Navilon y Ursa tienen dos subfusiles que
asoman de vez en cuando para disparar casi a ciegas.
NAVILON
Hijos de puta…
URSA
(Cubriéndose)
Romo…
ROMO
No.
URSA
No nos queda otra.
NAVILON
Vas a tener que jugártela otra vez.
ROMO
(Mirando fijamente al suelo)
Usad las ruedas como escudo y
mantened las distancias.
Los dos asienten. Romo agacha la cabeza y comienza a temblar. Una
granada se estrella contra su neumático, pero no parece importarle.
BERSERKR 4
© Pablo Yus Girón
ROMO
Uno… Dos…
(Su voz se deforma con cada
número)
¡TRES!
EXT. COLINAS – CONTINUO
Navilon y Ursa se separan, cubriéndose con las ruedas y alejándose
de Romo. Éste se convulsiona y suelta sonidos guturales. Los
soldados cesan el fuego durante unos segundos.
SOLDADO
(Murmurando)
Berserk…
GENERAL RAVIDO
¡Concentrad el fuego en ese puto
loco! ¡Que no avance!
Romo ruge, sus ojos se tiñen de azul y sus músculos se hinchan.
Los soldados abren fuego en su posición, pero Romo se levanta y,
blandiendo un neumático en cada mano, se cubre de los disparos y
avanza rápidamente hacia ellos.
GENERAL RAVIDO
¡Retroceded!
Pero ya es tarde. Romo salta sobre ellos, aplastando con una de
las ruedas a un atónito soldado. Ahora que están cerca, la
diferencia de tamaño es clara: Romo es medio metro mayor que todos
ellos. Con los ojos inyectados en sangre, Romo baila entre disparos
sin recibir uno solo, mutilando, reventando y estrangulando a su
paso.
El General Ravido mira incrédulo el espectáculo y huye en dirección
a los HUSHERS, junto con otros dos soldados. Él y uno de los
soldados consiguen subirse al vehículo y huir hacia el sur. El
tercero sin embargo, contempla atónito como un neumático destroza
su HUSHER, segundos antes de que el puño de Romo lo estampe contra
el suelo, tiñendo de sangre la nieve.
BERSERKR 5
© Pablo Yus Girón
Navilon y Ursa contemplan la escena desde detrás de una colina.
Cuidándose de no ser vistos. Navilon está especialmente tenso y
solo se relaja cuando Romo, viendo que no tiene más enemigos, se
desploma sobre la nieve.
EXT. CAMPAMENTO – DÍA
Ursa carga con Romo. Navilon otea el horizonte mientras asciende
por una duna de nieve. Cuando llega a la cima se vuelve hacia su
grupo.
NAVILON
Aquí está.
Ursa y Romo alcanzan la cima con dificultad y se asoman al otro
lado. Entre dunas hay un discreto campamento con estandartes
azules, pertenecientes a las fuerzas de la República Humana de
Norvim, todos sus ocupantes yacen muertos donde Romo los dejó.
URSA
(Dejando a Romo a la entrada
de una tienda)
Por fin un pequeño botín. Seguro que
estos cabrones venían bien surtidos.
Necesitamos comida, Navilon, y
disruptores. Eso sería cojonudo.
NAVILON
No creo que esta gente tenga
disruptores. ¿Qué nos iban a hacer
con ellos?
URSA
Yo sabría perfectamente por dónde
metérselos.
(Navilon se ríe)
Romo se levanta poco a poco, sudando y más pálido de lo normal.
NAVILON
¿Cómo estás?
ROMO
Como una mierda. ¿Qué he hecho?
BERSERKR 6
© Pablo Yus Girón
NAVILON
Nada grave esta vez. Te los has
cargado a todos, menos al cabrón de
Ravido. Se ha largado en cuanto ha
visto sangre.
ROMO
No le culpo. La próxima vez, quizá.
URSA
Eh. Tenemos problemas.
Navilon y Romo se acercan a Ursa y miran lo que ésta les señala.
Desde una especie de redil bordeado por un cable electrificado,
dos humanos, una mujer y un hombre, les miran fijamente.
ROMO
Mierda…
URSA
Yo me encargo.
Ursa levanta su arma contra los prisioneros. Éstos retroceden
asustados.
NAVILON
(Bajando el arma de Ursa)
¡Espera! Tenemos otras opciones.
URSA
No, no las tenemos. Si les soltamos
acabarán en una sala de
interrogatorio y nos joderán. Si les
dejamos aquí morirán de frío o les
encontrarán y acabaran en otro
interrogatorio. Y nos volverán a
joder. Sabes que es lo que hay que
hacer. Hay que ser realista.
HUMANA
Podéis llevarnos con vosotros.
Romo, que había estado mirando al suelo pensativo, levanta la vista
hacia la mujer.
BERSERKR 7
© Pablo Yus Girón
HUMANA
Mi nombre es BOIRA y este es mi
hermano, ARDO. Estamos acostumbrados
a las marchas forzosas y tenemos los
mismos enemigos que vosotros.
Podemos ser buenos aliados.
ROMO
Nos ralentizaríais. Y eso es lo
último que necesitamos. Tenemos que
cruzar la llanura antes de que
vuelvan a encontrarnos.
BOIRA
¿Cruzar la llanura? ¿Para ir a
dónde? Sé quién sois. Ursa
Rompecorazones, Navilon el Salvaje y
Romo… el Berserk. Medio planeta os
busca y el otro medio está demasiado
jodido para echaros una mano.
¿Cuánto tiempo creéis que
resistiréis la persecución?
URSA
Eso es asunto nuestro.
BOIRA
Sí, pero desde que planeáis matarnos
es también asunto nuestro.
(Sostiene la mirada de Ursa)
Escuchad. Es obvio que estáis
condenados si vuestro único objetivo
es huir eternamente. Nosotros
podemos ofreceros un plan.
ROMO
Sorpréndeme.
BERSERKR 8
© Pablo Yus Girón
BOIRA
Mi hermano y yo somos… Tenemos una
profesión un poco inusual. Desde
hace años planeamos salir de este
planeta y ahora estamos más cerca
que nunca.
URSA
Ya lo veo.
BOIRA
Lo creas o no, así es. Olvidaos de
seguir por la llanura. Cruzad las
montañas.
(Señala a la cordillera más al
norte)
Nosotros podemos guiaros a través de
esa cordillera y una vez la
crucemos, podremos salir del
planeta.
NAVILON
¿Cómo?
BOIRA
No puedo decírtelo. Pero te aseguro
que hay una forma.
URSA
(Levantando el arma de nuevo)
Eso es como pedirme que te meta una
bala en el cerebro.
ROMO
Vienen con nosotros.
URSA
¿Te lo has creído? ¿De verdad te has
creído esa mierda de cruzar las
montañas?
BERSERKR 9
© Pablo Yus Girón
ROMO
Para nada. Seguiremos nuestro plan
original, pero ya he cumplido mi
cupo de sangre por hoy. No quiero
ver más. Soltadlos, coged todo lo
que necesitéis y dadles una montura.
La van a necesitar.
EXT. TUNDRA – NOCHE
El cielo nocturno es incluso más transparente. Tierra y cosmos se
funden en el horizonte. Toda la llanura está sumida en el silencio.
El grupo de Romo avanza por la nieve a lomos de varios RANGOS, que
sueltan bufidos y miran de un lado para otro. Los dos prisioneros
van delante, vigilados de cerca por Ursa. Navilon no está con
ellos.
URSA
Quizá deberíamos descansar. No
parece que esos dos puedan aguantar
mucho más.
ROMO
Cuando vuelva Navilon.
Navilon aparece a lo lejos, cabalgando su RANGO con cierta prisa.
Cuando llega a su lado, lo detiene y mira nervioso a Romo.
NAVILON
La buena noticia es que no saben
dónde coño estamos.
URSA
¿Y la mala?
NAVILON
La mala es que mañana ya lo sabrán.
Han desplegado hushers delante de
nosotros. Y después de la escaramuza
de antes, imagino que también
tendremos hushers detrás.
BERSERKR 10
© Pablo Yus Girón
BOIRA
Ya os lo dije. Es imposible que
paséis la llanura. Y aunque lo
hicieseis, no es que más allá sea
ningún paraíso.
URSA
Nosotros vamos en rangos y ellos en
putos antigravitacionales. No hay
manera de que podamos superarles.
Romo está pensando con la mirada baja. Después de un silencio, alza
los ojos hacia Boira.
ROMO
Supongamos que detrás de esas
montañas hay una nave capaz de
ponernos en órbita. ¿Qué hacemos
después? En cuanto salgamos de la
estratosfera nos volarán en pedazos.
Necesitaríamos un dispositivo de
camuflaje para dejar atrás las
estaciones de Norvim.
BOIRA
No necesitaremos ningún camuflaje.
Mi plan es mucho más divertido.
Pasaremos delante de sus putas
narices. Lo que hay tras esas
montañas puede darnos vía libre
hasta el agujero de gusano.
URSA
¿Y después?
BOIRA
Después libertad. Los tratados
internacionales les impiden tener
tropas al otro lado del agujero.
Solo habría que sobrepasar las
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© Pablo Yus Girón
defensas de nuestro lado. Pero dadas
vuestras habilidades, no creo que
resulte un problema.
NAVILON
Me parece un poco arriesgado, jefe.
URSA
¿Un poco? Es un puto suicidio.
ROMO
Sí, lo es. Pero también es nuestra
mejor opción. Tal y como estamos
ahora, no tenemos ninguna
posibilidad de atravesar la llanura.
Pero si vamos por ahí.
(Señala las montañas)
Los hushers no podrán pasar y puede
que hasta nos vuelvan a perder la
pista. Una vez hayamos cruzado…
decidiremos si lo que dice esta
humana tiene algún sentido.
INT. BASE MILITAR - NOCHE
La puerta del pasillo se abre y la figura del General Ravido cruza
el umbral, seguido de un TENIENTE con una tableta electrónica.
TENIENTE
La brigada C1 ya ha sido desplegada
en las coordinadas que señaló,
señor. Han establecido rumbo
suroeste y avanzan en formación
compacta, como ordenó.
GENERAL RAVIDO
De acuerdo. ¿Qué hay de la B2?
TENIENTE
Lo mismo, señor. Salieron de la base
hace ahora…
BERSERKR 12
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(Mira su tableta)
Dos horas y 56 minutos, señor. Ya
deben haber alcanzado el lugar de la
batalla.
GENERAL RAVIDO
(Se para en seco y mira al
oficial)
La masacre. El lugar de la masacre,
teniente. Ese monstruo destripó a
seis de nuestros soldados en menos
de un minuto.
(Continúa andando)
Eso es lo que ocurre cuando una
zorra decide manchar nuestra especie
follándose a uno de esos monos
gigantes.
INT. SALA DE CONFERENCIAS – CONTINUO
TENIENTE
(Se detiene para mirar su
pantalla)
Señor, tengo una llamada entrante
para usted.
GENERAL RAVIDO
¿Quién?
TENIENTE
Es… Es la MINISTRA NAGER, señor.
GENERAL
Oh. Fantástico. Hablando de zorras.
(Se coloca delante de la
pantalla y se prepara)
Ponme con ella.
El teniente desliza el dedo por la pantalla de su tableta y la
imagen se traslada a la pantalla de la sala. La MINISTRA NAGER
aparece en la pantalla.
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GENERAL RAVIDO
(Hace el saludo militar)
Ministra Nager. El general Ravido, a
su servicio.
MINISTRA NAGER
Ya sé quién es, general. Y también
estoy informada de su último
fracaso. Cuando el consejo le otorgó
esta misión esperaba que tuviese más
éxito que la xeno-policía. Si se
siente incapaz, siempre podemos
destinarle a un sitio más hogareño.
GENERAL RAVIDO
Discúlpeme. Subestimé a mi enemigo.
No volverá a ocurrir. Pero con todo
el respeto, esa aberración ya ha
mutilado a suficientes xeno-
policías, sigo creyendo que la
actuación militar es la mejor…
MINISTRA NAGER
(Interrumpiéndole)
No se esfuerce. No vamos a retirarle
de ahí, por el momento. El motivo de
esta entrevista es otro. Una de las
brigadas que usted envió a la muerte
contra ese tal Romo tenía como
prisioneros a dos sujetos de vital
importancia para el gobierno.
Sospechamos que, si la fama de estos
fugitivos es cierta, a estas alturas
ya estarán muertos… Pero si no es
así, debemos encontrarlos cuanto
antes. Recuperar a los prisioneros
es ahora su principal directiva.
BERSERKR 14
© Pablo Yus Girón
GENERAL RAVIDO
(Asiente con la cabeza.
Pensativo)
¿Qué hago con los fugitivos?
MINISTRA NAGER
Concéntrese en los prisioneros,
general. Pero en cualquier caso, la
directiva para ellos se mantiene:
encuéntrelos y tráigalos con vida.
EXT. MONTAÑAS – DÍA
Romo mira hacia el Sur, hacia la llanura. Un grupo de hushers
surcan la tundra en completo silencio, pasando de largo. Luego mira
hacia arriba. El grupo se esfuerza por recorrer una senda casi
vertical, los rangos cargan víveres y armas mientras sus jinetes
les guían desde el suelo, a pie. Romo respira y sigue avanzando.
EXT. PASO – CONTINUO
Navilon está observando la llanura con unos prismáticos.
NAVILON
Definitivamente no tienen ni idea de
dónde estamos.
ROMO
(Sentándose y mirando a Boira)
Éste parece un buen momento para que
nos expliques a dónde cojones
estamos yendo.
BOIRA
No podemos hablar sobre eso. Aún no,
al menos.
URSA
¿Por qué? Necesitamos algo a lo que
agarrarnos.
BOIRA
Es un juramento familiar. Nuestra
familia lleva generaciones…
BERSERKR 15
© Pablo Yus Girón
ARDO
(Emite un gruñido prolongado. Hace
callar a su hermana)
ROMO
¿Qué le ocurre a tu hermano?
BOIRA
Él no habla.
Romo mira a Ardo fijamente. Éste le devuelve la mirada, la sostiene
durante un tiempo y luego se da la vuelta.
BOIRA
¿Y qué hay de vosotros?
URSA
¿Qué crees que hay? Ya sabes quienes
somos.
BOIRA
Solo sé lo que se cuenta de
vosotros… ¿Es cierto que sois los
últimos híbridos en libertad?
NAVILON
Con un poco de suerte puede que
hasta seamos los últimos vivos.
BOIRA
(Se gira hacia Romo)
¿Y tú? ¿Es cierto lo que cuentan del
Berserk? Oímos los gritos de los
soldados desde el campamento.
ROMO
(Sopesa la pregunta)
Depende de lo que cuenten.
BERSERKR 16
© Pablo Yus Girón
BOIRA
Los xenófobos dicen que Romo es un
diablo sediento de sangre que se
esconde bajo la piel de un diablo un
poco menos sediento. Los disidentes…
dicen lo mismo, pero sin lo del
segundo diablo.
ROMO
¿Y qué crees tú?
BOIRA
Yo creo que tener un diablo dentro
puede ser una cosa extremadamente
útil. En según qué situaciones.
EXT. LADERA NORTE – DÍA
La cima de la cordillera ya queda al Sur. El grupo emprende el
descenso. Cuando llegan a un promontorio, Navilon se asoma para
ver el valle.
NAVILON
Hay algo extraño en este sitio. Casi
parece que la nieve se esté
moviendo.
Los demás se acercan y contemplan el destino: una inmensa extensión
blanca que cubre todo el valle, rodeada por cordilleras aún mayores
que la que acaban de cruzar.
BOIRA
Eso es por qué no es nieve.
Romo observa como la superficie blanca se mueve muy lentamente,
describiendo una espiral casi imperceptible entorno al valle.
ROMO
Es gas…
BOIRA
A esta distancia el camuflaje no es
muy convincente, pero desde una
aeronave o un satélite, el valle
pasa como una llanura yerma más.
BERSERKR 17
© Pablo Yus Girón
URSA
¿Qué estáis escondiendo?
Boira sostiene la mirada de Ursa.
EXT. VALLE – DÍA
El grupo se acerca a la superficie gaseosa. Todo a su alrededor
comienza a cubrirse de niebla.
ROMO
¿Cuánto nos queda hasta el pie de la
cordillera?
BOIRA
¿Cómo voy a saberlo?
ROMO
¿Nunca has estado aquí?
BOIRA
No. De este lugar solo he escuchado
historias.
URSA
El plan mejora por momentos.
Romo mira a su alrededor. Preocupado.
ROMO
De acuerdo. Navilon, ¿te quedan
bengalas? ¿Cuántas?
NAVILON
Seis o siete.
ROMO
Bien. Coged una cada uno y amarradla
a vuestra mochila. Boira y Ardo irán
delante. Seguid a la luz que tenéis
en frente y no os separéis de ella.
¿De acuerdo? Pues vamos.
BERSERKR 18
© Pablo Yus Girón
El grupo obedece las órdenes de Romo y se pone en camino, alumbrados
por la luz rojiza de las bengalas. En poco tiempo la niebla les
cubre totalmente. El cielo desaparece en un mar de blanco y todo a
su alrededor se difumina tras una atmósfera impenetrable. Solo las
luces rojas consiguen traspasar la neblina. El descenso es
complicado, largo y tenso.
BOIRA
Creo que la pendiente se nivela.
ROMO
Nos estamos acercando. Vigilad dónde
pisáis.
A sus lados se escuchan movimientos casi imperceptibles y los
rangos empiezan a ponerse nerviosos. Cuando el nivel del terreno
ya es casi horizontal, se escucha un estruendo en la cabeza de la
fila y la bengala de Boira desaparece. Ardo suelta un grito ahogado.
Se escucha un chapoteo de agua.
ROMO
¡Boira! ¡Formación!
Las bengalas de Romo, Ursa y Navilon se juntan, espalda contra
espalda y alzan sus armas.
BOIRA
Estoy aquí. Tranquilos. Tranquilos.
ROMO
Que ha ocurrido. No veo tu bengala.
BOIRA
Sí. Lo siento. Se ha hundido.
URSA
¿Cómo que se ha hundido?
La niebla comienza a disiparse levemente. Poco a poco el paisaje
se aclara conforme las nubes ascienden. Boira sale del agua,
empapada y tiritando. Detrás de ella se extiende una enorme
superficie de agua oscura y calmada. Hasta donde alcanza la vista,
la orilla del lago es una curvatura perfecta, casi artificial.
BERSERKR 19
© Pablo Yus Girón
ROMO
¿No sabías que esto estaría aquí?
BOIRA
Sí, pero no pensaba que lo
encontraríamos tan fácilmente.
NAVILON
¿Cómo vamos a cruzarlo?
BOIRA
No vamos a cruzarlo.
Los tres se miran entre sí y luego miran al lago.
URSA
No me jodas…
Bajo las oscuras aguas del lago, la bengala se hunde poco a poco
sin perder luminosidad. A su paso, una sombra se mueve en las
profundidades.
EXT. CAMPAMENTO – DÍA
El General Ravido contempla el campamento desvalijado y el cerco
que rodeaba a los prisioneros desactivado. Ni rastro de ellos.
Ravido suspira y teclea una serie de caracteres en el panel táctil
de su brazalete. Cuatro cubos metálicos se desacoplan del brazalete
y ascienden hasta formar un rectángulo frente al general. El rostro
de la Ministra Nager aparece proyectado.
MINISTRA NAGER
¿Y bien?
GENERAL RAVIDO
Siguen vivos, ministra. Por alguna
razón, Romo decidió no matarles. Mis
hushers no han dado con ellos aún,
así que no creo que sigan en la
zona. No entiendo cómo han podido
sobrepasar nuestro perímetro.
BERSERKR 20
© Pablo Yus Girón
MINISTRA NAGER
(Pensativa)
No lo han hecho. Esos dos
prisioneros iban buscando algo que
se encuentra en las inmediaciones de
esa zona. Algo que pretendíamos
encontrar antes. Según los cálculos
del Consejo, puedo darle las
coordenadas de cuatro emplazamientos
en los que podrían encontrarse los
fugitivos. Son meras conjeturas, así
que tendrá que inspeccionarlos uno a
uno. ¿Entendido?
GENERAL RAVIDO
(Algo confuso)
Si, ministra.
MINISTRA NAGER
Ahora vuelva a la base. Acabo de
enviarle una REVENANT de clase 3. La
va a necesitar.
GENERAL RAVIDO
(Claramente sorprendido)
¿De clase 3, señora? ¿Puedo
preguntar a qué me voy a enfrentar
para necesitar una Revenant?
MINISTRA NAGER
(Silencio)
No, no puede. Ahora póngase en
camino y sea rápido, general, el
tiempo es oro.
EXT. VALLE - DÍA
URSA
Odio el agua.
Los rangos están amarrados al suelo. Navilon y Romo se afanan por
meter todas las armas y víveres en bolsas relativamente
BERSERKR 21
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impermeables, hechas por sus propias ropas. Ursa contempla el lago
con recelo.
URSA
¿Cuánta profundidad tiene?
BOIRA
No lo sé. Pero me imagino que
bastante. No creo que para vosotros
sea un problema contener el aliento.
ROMO
No, ¿pero qué hay de vosotros?
Ardo mete la mano en su mochila y saca un par de dispositivos de
buceo.
BOIRA
Con esto aguantaremos, pero la
presión del agua irá aumentando y
estos trastos no nos ayudarán con
eso. Tenemos que ser rápidos y
esperar que no sea demasiado
profundo.
Romo y Ursa no parecen nada satisfechos.
EXT. ORILLA – CONTINUO
Navilon, Ursa y Romo cargan con tres bolsas cada uno, atadas a su
cintura. El grupo se prepara para sumergirse.
ROMO
De acuerdo. Mantenemos la formación
anterior, pero solo nos quedan tres
bengalas. Boira llevará una, yo
llevaré la segunda y Navilon cierra
el grupo con la tercera. Ardo y
Ursa… no os separéis.
URSA
Vamos a empezar antes de que me lo
piense.
BERSERKR 22
© Pablo Yus Girón
BOIRA
Allá vamos.
(Suspira y se coloca el
dispositivo en la boca)
Boira se sumerge en el agua, seguida de Ardo.
URSA
Mierda puta…
Ursa se sumerge. Romo y Navilon hacen lo propio.
EXT. LAGO – CONTINUO
Las tres luces rojas descienden en una progresiva oscuridad. El
lago, sin apenas luz solar, es inmenso y negro. Los humanos abren
la marcha, por lo que el grupo avanza lentamente hacia el fondo.
Los híbridos contienen la respiración sin demasiados problemas.
Cuando han bajado lo suficiente, se encuentran con la pared del
propio lago, que se curva hacia el interior como si se tratase de
un cuenco gigante. Boira se vuelve un momento para señalar la
dirección que sigue la curva. Continúan nadando en esa dirección.
Tras unos minutos descendiendo, la bengala de Navilon se desliza y
se cae de su mochila. Antes de que ninguno consiga agarrarla, la
bengala cae hacia la oscuridad. De pronto, se oye un golpe seco y
la bengala se detiene a unos metros de su posición. Boira se vuelve
para señalar que ya se acercan a su destino, pero al volverse
observa una sombra detrás del grupo. La señala e intenta gritar
bajo el agua. Romo la entiende y se da la vuelta, a tiempo para
ver una criatura enorme que avanza hacia ellos apoyándose en las
paredes curvas del lago. Una especie de crustáceo gigantesco que,
al verse descubierto, comienza a emitir una luz anaranjada de
varios apéndices de su cuerpo. Ursa, Romo y Navilon sacan sus
cuchillos pero siguen nadando hacia la bengala, sin quitarle la
vista de encima a la criatura. Ésta lanza una de sus patas oscuras
hacia el grupo. Ursa la esquiva por poco y Romo aprovecha para
clavar el cuchillo vibrátil en la dura piel del animal. El tajo
empieza a soltar un líquido blanquecino en el agua y la criatura,
sin emitir sonido alguno, retira rápidamente su articulación.
Mientras tanto, Boira y Ardo ya han llegado a la bengala y palpan
el suelo donde estaba apoyada. Una superficie metálica que cubre
BERSERKR 23
© Pablo Yus Girón
todo el fondo, cubierta de algas y rocas. Ambos empiezan a buscar
algo por la superficie de metal, mientras Ursa, Romo y Navilon
intentan zafarse de los tajos de la criatura. De vez en cuando
consiguen acertar con su cuchillo en una de sus garras, pero la
bestia no parece detenerse por ello y poco a poco se va acercando.
Romo echa la vista atrás y observa como Ardo encuentra lo que
estaba buscando y alza la mano para comunicárselo a Boira. Romo le
toca el hombro a Ursa para indicarle la retirada hacia el fondo y
ésta hace lo propio con Navilon. Los tres emprenden el descenso
hacia donde Boira y Ardo abren una especie de escotilla. Otro
zarpazo de la bestia les pasa rozando, está muy cerca. Ardo y Boira
les esperan dentro de la cámara que acaban de abrir, Ursa y Romo
los alcanzan y consiguen entrar. Pero cuando Navilon alcanza la
puerta, una de las garras de la criatura le atrapa y le retiene
contra la pared metálica, desgarrándole la pierna. Romo grita bajo
el agua, alza su cuchillo y, hecho una furia, lo hunde con todas
sus fuerzas en la piel acorazada del monstruo. Con los ojos
inyectados en sangre azul, Romo ejerce una presión terrible en el
miembro de la criatura, ésta le lanza otra de sus garras tratando
de atravesarle, pero Romo lo ve y sin dejar de cortar con una mano
detiene el tajo con la otra. Finalmente la garra que retenía a
Navilon se parte y Ursa, apoyándose en la pared, empuja la puerta
de la escotilla hasta cerrarla. Boira grita y presiona un botón
tras de sí. La puerta se cierra automáticamente con una fuerza
inusitada, cortando de cuajo la garra que sostenía Romo en su mano
derecha.
INT. CÁMARA DE DESCOMPRESIÓN - CONTINUO
La cámara comienza a emitir un ruido de motores y poco a poco el
nivel del agua se reduce hasta dejar respirar al grupo. Boira y
Ardo se quitan los dispositivos de buceo. Romo y Ursa escupen agua
y respiran. Navilon está en el suelo, vomitando agua y sangrando.
URSA
¡Me cago en la puta! ¿Qué mierda era
eso?
BOIRA
Estos sitios están protegidos. Pero
no esperaba que esos bichos
siguiesen vivos.
BERSERKR 24
© Pablo Yus Girón
URSA
¿Lo sabías? ¿Sabías que había un
puto cangrejo gigante?
BOIRA
¡No! Pensaba que no quedaría
ninguno.
ROMO
¡Callad! Navilon está muy jodido.
Necesitamos los vendajes de las
bolsas y un spray cicatrizador.
Ursa, ayúdame a que respire.
Boira y Ardo se afanan en buscar lo necesario entre las bolsas
empapadas. Mientras tanto, Romo y Ursa intentan contener la herida
y expulsar el agua de sus pulmones.
ROMO
Vamos, cabrón…
Navilon escupe agua, respira y grita de dolor. Boira aparta a Romo
y desgarra el pantalón de Navilon, le rocía la herida con un spray
y éste se retuerce de dolor, apretando los dientes. Acto seguido,
la humana aplica unos vendajes inteligentes sobre su herida, que
se acoplan y rodean su pierna comprimiendo la sangre. Boira vuelve
a rociar las vendas con el spray y se levanta. Navilon ya ha vuelto
en sí, aunque dolorido.
URSA
¿Cómo estás, Salvaje?
NAVILON
Ugh…
BOIRA
Vivirá.
URSA
(Mira a Boira, iracunda)
No sé si decir lo mismo de ti.
BERSERKR 25
© Pablo Yus Girón
ROMO
(También enfadado)
A partir de ahora, cuando exista la
posibilidad de ser atacados por un
crustáceo de 10 metros… Dínoslo.
Vuestro jodido secretismo casi le
cuesta la vida.
Boira guarda silencio. El periodo de descompresión termina y la
puerta de la cámara se abre tras ellos.
INT. SILO – CONTINUO
Una cavidad gigantesca, húmeda y oscura se abre ante ellos. Toda
ella atravesada por una red de pasajes y escaleras en el más
absoluto silencio. Siguiendo el perímetro del lugar, una serie de
objetos extraños y grandes se sitúan con una separación de unos
100 metros, están rodeados y sujetos por numerosos candados
metálicos de grandes dimensiones.
Romo carga con Navilon, quien consigue andar cojeando y se muerde
los labios para no mostrar dolor.
NAVILON
¿Dónde estamos?
BOIRA
En nuestra lanzadera.
EXT. VALLE – DÍA
Entre las montañas empieza a escucharse el rumor del fuselaje y
los motores. Una REVENANT aparece sobre los riscos, escoltada por
tres aeronaves de combate. El General Ravido se encuentra a bordo,
en el puente de mando.
INT. REVENANT - CONTINUO
TENIENTE
Señor, seguimos sin detectar nada
inusual. Hemos cubierto ya el 70% de
la zona asignada y no hay rastro de
los fugitivos.
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GENERAL RAVIDO
(Mirando hacia el valle.
Pensativo)
¡Desciendan 500 metros!
Los pilotos obedecen la orden y la nave empieza a descender
lentamente.
TENIENTE
Señor, disculpe, pero los radares no
marcan nada y los drones tampoco han
encontrado ninguna señal. No es más
que otro yermo cubierto de nieve.
El general guarda silencio y espera con la mirada fija en la
superficie blanca del valle. Cuando la nave ha descendido lo
suficiente, no ocurre nada en particular. Ravido parece
decepcionado por un momento, pero entonces un dron pasa a ras del
suelo, levantando una nube de gas blanco a su paso.
GENERAL RAVIDO
(Sonríe)
Hijos de puta…
TENIENTE
¿Qué es eso?
GENERAL RAVIDO
¡Descended 200 metros más e iniciad
motores estáticos en ambas
direcciones!
La Revenant desciende y sus enormes fuselajes empiezan a funcionar
a plena potencia, manteniendo la nave en su sitio pero haciendo
que el gas blanco se retire en todas direcciones. Al poco tiempo,
casi todo el valle está descubierto. El enorme lago se muestra
ahora sin cortinas de humo, una enorme masa de agua perfectamente
circular.
TENIENTE
No hay ningún registro de esta
estructura… En ninguna parte.
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GENERAL RAVIDO
Pues nuestros amigos sabían de ella.
(Señala la orilla del lago)
Los rangos siguen atados al suelo junto con varios restos de equipo
y ropa.
GENERAL RAVIDO
Bien… Drenen el lago.
INT. SILO – DÍA
Bajo metros de aguas oscuras, Boira y Ardo se afanan en controlar
y acondicionar uno de los objetos que se apilan en la supuesta
“lanzadera”. Un ruido mecánico y continuo comienza a llegar desde
el exterior de la cavidad.
URSA
¿Qué es eso?
BOIRA
(Levanta la vista)
Puede que sea otro de esos bichos.
NAVILON
(Con dificultad)
Guardad silencio un momento…
(Se abstrae y solo escucha el
ruido)
Es una Revenant, de las grandes.
ROMO
Nos han encontrado.
Todos se miran con cierto temor. Boira y Ardo dejan lo que estaban
haciendo.
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© Pablo Yus Girón
ROMO
No. No paréis. Vosotros dos tenéis
que sacarnos de aquí. Si necesitamos
ayuda os llamaremos.
(Se gira hacia sus compañeros)
Ursa, necesitamos hacernos fuertes
en este sitio antes de que
desciendan. Navilon, no estás para
carreras, pero este lugar es el
paraíso del francotirador. Ya sabes
qué hacer.
NAVILON
Dicho y hecho.
INT. REVENANT – DÍA
El lago ha sido casi completamente drenado. El General Ravido
contempla con cierto asco como los drones disparan y matan a varias
criaturas acuáticas, crustáceos. Mientras los soldados descienden,
Ravido activa su brazalete y se pone en contacto con la Ministra
Nager. Su imagen aparece en las pantallas de la Revenant.
GENERAL RAVIDO
Les hemos encontrado, ministra.
MINISTRA NAGER
¿Dónde?
GENERAL RAVIDO
En uno de los puntos que nos señaló.
Se habían escondido tras una nube de
gas y han descendido una especie de
lago. Estamos intentado alcanzarles
pero parece que el fondo del lago es
hueco, parece una estación en
ruinas, algún tipo de…
MINISTRA NAGER
(Interrumpiéndole)
(MORE)
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La localización no es de su
incumbencia, general. Céntrese en
traer con vida a los prisioneros.
GENERAL RAVIDO
Señora ministra, están atrapados ahí
dentro, pero enviar tropas a un
lugar así podría ser demasiado…
arriesgado. Llegados a este punto,
quizá sería más sencillo abrir
fuego…
MINISTRA NAGER
General Ravido, esto es una orden.
Ni se le ocurra disparar contra esas
ruinas. Envíe a sus hombres, atrapen
a los fugitivos y háganse con el
control del lugar. Nada más.
GENERAL RAVIDO
Sí, ministra.
INT. SILO – CONTINUO
El techo metálico del silo está siendo agujereado por un soplete
iónico, que tiñe de rojo y azul el metal candente. Mientras tanto,
Ursa y Romo esperan parapetados en su posición con chatarra y
restos, mientras que Navilon se acomoda tras ellos y prepara su
rifle.
ROMO
Preparados para intervención. Ursa y
yo abriremos fuego de contención en
el agujero. Navilon se encarga de
los que se escapen. Boira y Ardo
espero que tengáis eso preparado
cuan…
Los soldados terminan de agujerear el techo y una placa metálica
al rojo vivo cae provocando un gran estruendo que retumba por todo
el lugar. Unos segundos de silencio. Los soldados arrojan bengalas
y granadas cegadoras, pero éstas caen igual que la chapa cortada y
explotan en la oscuridad.
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ROMO
Esperad…
Varios soldados empiezan a descender con cuerdas, ayudándose de
jet-packs de aire comprimido. Antes de que empiecen a coger
posiciones, Romo da la orden.
ROMO
¡AHORA! ¡FUEGO!
Ursa y Romo abren fuego contra los soldados, que empiezan a bajar
en tropel y a parapetarse como pobremente pueden. Los disparos de
Navilon se escuchan sobre ellos, segando vidas a distancia. Al
rato, los soldados empiezan a abrir otros dos agujeros a golpe de
soplete. Algunos consiguen encontrar posiciones seguras entre
escaleras y pasajes metálicos.
ROMO
¡Que no se pongan cómodos! ¡Ursa,
las cargas!
Ursa se apresura a activar un dispositivo que detona una serie de
cargas eléctricas colocadas en las escaleras adyacentes al agujero
principal. Los soldados cercanos a estas se electrocutan, pero la
electricidad no se propaga por el material. Los otros dos agujeros
ya están terminados, y otras dos oleadas de militares se afanan
por entrar. Están devolviendo el fuego.
ROMO
¡Nos van a sobrepasar! Navilon, el
agujero central es tuyo. Ursa,
izquierda.
Sin mediar más palabra, Romo avanza por la derecha, en busca del
flanco. Ursa lo imita por la izquierda.
ROMO
Boira, cuando puedas, toma nuestra
posición y cúbrenos.
BOIRA
Vale. Vale. Ardo se encarga.
(Mira a Ardo)
Ardo se encarga.
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La batalla empieza a tornarse en su contra. Desde los altavoces de
la Revenant, se escucha la voz del General Ravido.
GENERAL RAVIDO
¡RENDÍOS AHORA! ESTÁIS ATRAPADOS.
EVITAD MÁS SANGRE. ROMO, EVITA MÁS
SANGRE.
Los soldados están ahora por todas partes. Romo mira a Ursa, que a
duras penas puede salir de su cobertura, a Navilon apuntando entre
punzadas de dolor, y a los hermanos, sudando y pálidos de miedo.
Romo toma una decisión.
ROMO
¡BAJA AQUÍ! ¡BAJA AHORA SI TIENES
HUEVOS! AHORA NOS VAMOS A DIVERTIR.
Romo deja de contenerse. El Berserk se apodera de su cuerpo. Sus
ojos se tiñen de azul, sus músculos se deforman, su piel exhala
vapor y sudor. Romo ruge con una furia inusitada incluso para sus
compañeros. Y la sangre fresca corre entre las ruinas. El Berserk
no se detiene ante nada, esquiva algunas balas, otras no, no parece
importarle. Avanza directo hacia el grueso de las aterradas tropas.
Primero dispara, pero cuando se acaba el cargador no se preocupa
en recargar. Tira el arma y continúa aplastando vidas con sus
manos. Algunos soldados le hacen frente, otros huyen. Pero aún son
muchos. Un soldado enorme, embutido en una armadura ignífuga, rocía
fuego desde un pesado lanzallamas. Romo para un segundo,
inspecciona como enfrentarse al nuevo enemigo. Pero no es
necesario, una bala atraviesa limpiamente el cráneo del militar,
haciendo que su cuerpo se desplome. Más soldados vienen hacia Romo.
Ursa sale de su cobertura, flanqueando y disparando a las tropas
de Ravido. Son demasiados, incluso para ellos, incluso para el
Berserk. Boira decide salir de su cobertura, disparando con un
subfusil, intentando ganar tiempo para Romo.
NAVILON
¡NO!
Boira se acerca demasiado. Romo barre de un puñetazo a tres
soldados, se da la vuelta y se encuentra con Boira sujetando un
subfusil. Un segundo de silencio. Y el Berserk agarra a Boira por
la garganta, le rompe el cuello y lanza su cuerpo hacia la
oscuridad. Navilon y Ursa se detienen y miran atónitos. Ardo está
aterrado, pálido y con los ojos extremadamente abiertos. Romo ruge
BERSERKR 32
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con furia, haciendo retumbar su voz por todas las paredes. Los
soldados que quedan emprenden una retirada en desbandada. La
batalla ha terminado. Romo se desploma sobre la rejilla metálica.
INT. SILO – NOCHE
Romo despierta empapado en sudor frío. La luz nocturna se cuela
por los tres agujeros abiertos por los soldados, el resto es
oscuridad. Navilon está sentado a su lado, con el semblante serio.
Ursa se dedica a apilar los jet-packs, las armas y los sopletes de
los soldados caídos. No hay rastro de Ardo.
ROMO
(Con cierto miedo en su
mirada)
¿Qué ha pasado?
Ursa y Navilon se miran antes de contestar.
INT. SILO – CONTINUO
Ardo está sentado a varios metros de los demás. Totalmente
abstraído, mirando fijamente algún punto en la oscuridad. Romo
camina hacia él, sujetándose como puede en las vallas del complejo
para no caer exhausto.
ROMO
(Se para a una distancia
prudente)
Lo siento, muchacho…
Ardo lo ignora, sigue mirando fijamente a la oscuridad.
ROMO
Escucha… Nunca se me han dado bien
las palabras. Ya sabes quién soy. Y
lo que hago.
Ardo no parece escucharle, pero aprieta la mandíbula y le tiemblan
las manos.
ROMO
Cuando tenía 11 años vivía rodeado
de otros híbridos, pero yo era el
único de mi raza. Los demás se reían
de mí, no les culpo, entonces era un
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niño gordo, pálido y que prefería
andar a cuatro patas que erguido. Me
llamaban Ninigo… Era… Era el nombre
de un tipo de animal, una especie de
oso enano que a veces caminaba a dos
patas…
(Se ríe un segundo y acto seguido
vuelve a fruncir el ceño)
Hasta que un día me pelee con uno de
los demás niños, sus amigos le
defendieron, me tiraron piedras, yo
empecé a sangrar… Y lo siguiente que
recuerdo es levantarme rodeado de
sangre. Su sangre.
(Hace una pausa, mirando a la
oscuridad)
Los había matado a todos. A todos
ellos. Incluso a los que intentaron
huir… A partir de entonces, mi vida
se convirtió en una constante huida.
Incluso en este planeta alejado de
todo hay gente que encuentra excusas
para intentar matarme. No les culpo.
Soy un monstruo. Siempre lo he sido
y parece que siempre lo seré. No
pretendo entristecer a nadie ni
convencer a nadie de lo contrario.
Pero si existe un Dios…
(Levanta la vista y sus ojos brillan
con furia)
Juro que cuando le vea le haré pagar
cada una de las vidas que he tomado
sin quererlo.
Ardo también ha levantado la mirada conforme Romo hablaba.
ROMO
Pero aún no puedo hacer eso… Esos
dos de ahí atrás. Ursa y Navilon…
Son de las pocas personas que me han
mostrado algo de afecto y respeto.
BERSERKR 34
© Pablo Yus Girón
Algo más aparte de miedo… No puedo
morir en esta roca. No hasta
haberles sacado de aquí. Y no voy a
poder hacerlo sin esa aeronave…
Estás en tu derecho de odiarme igual
que todos, pero ellos no tienen nada
que ver con ello y no se merecen
correr mi misma suerte…
Romo empieza a levantarse para volver con sus compañeros.
ARDO
No es una aeronave.
Romo para en seco y se vuelve. Mira sorprendido a Ardo, pero no le
pregunta sobre su repentina voz.
ARDO
Es un misil.
INT. REVENANT – DÍA
El General Ravido está en el puente de mando. Colérico.
GENERAL RAVIDO
¡Me da igual lo que diga esa zorra!
Los tenemos a un tiro de piedra.
Podríamos volar ese sitio y acabar
con esa escoria. Pero esos cerdos
del Consejo prefieren mandar a morir
a mis hombres que perder un puto
yacimiento arqueológico.
TENIENTE
Estoy de acuerdo, señor.
GENERAL RAVIDO
Claro que lo está. Aun así no
podemos permitirnos perder ante tres
salvajes de mierda. ¿Cuándo estarán
listas las tropas para volver a
bajar?
BERSERKR 35
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TENIENTE
En unos minutos, señor. Aunque su
moral no es muy alta…
GENERAL RAVIDO
¡Me la suda a que altura esté su
moral, teniente! Manden primero a
los drones y establezcan un
perímetro defendible. Necesitamos
hacernos fuertes…
(Deja de hablar y se vuelve)
Un rumor de agua y metal se extiende por el valle. Desde el puente
de mando de la Revenant se observa cómo la superficie circular que
cubría todo el fondo del lago comienza a abrirse describiendo una
espiral.
GENERAL RAVIDO
Qué cojones…
La tierra empieza a temblar y un resplandor naranja emana del
enorme silo que ahora se abre en el valle. Un misil tan grande como
la aeronave en la que se encuentran comienza el proceso de ignición.
En apenas unos segundos, el artefacto se eleva por encima de ellos
dejando una estela de humo grisáceo y fuego.
TENIENTE
¡General! ¡Señor, los tenemos a
tiro!
GENERAL RAVIDO
(Saliendo de su trance y
hablando por la megafonía de
la Revenant)
¿Qué dice, estúpido? ¡No abran
fuego! ¡Repito, no abran fuego! Eso
no es una nave, es un arma.
El general y el resto de la tripulación miran atónitos e impotentes
cómo su objetivo se escapa volando delante de sus narices.
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EXT. TERMOSFERA – DÍA
El misil avanza por las últimas capas de la atmósfera del planeta.
La última de sus secciones se desacopla justo antes de traspasar
el umbral gravitacional.
INT. MISIL – CONTINUO
URSA se aleja flotando de la ventana. Apenas hay gravedad. Navilon
está amarrado a un pilar metálico, pálido.
URSA
¿Qué tipo de misil tiene una cabina
de pilotaje?
Ardo se mantiene en silencio.
URSA
Oh, vamos…
ROMO
Evidentemente uno que iba a ser
tripulado. ¿Nunca has oído hablar de
los camicaces de Aol?
URSA
¿Entonces esto es armamento de Aol?
ROMO
No, no lo creo. Esto es muchísimo
más antiguo. Ni siquiera utiliza
motores antigravitacionales. Hemos
salido del planeta a base de
detonaciones, nunca había visto algo
así.
NAVILON
¿Qué garantías tenemos de que no nos
dispararán? A esta distancia no creo
que la explosión les afecte mucho…
Romo se encoge de hombros y todos miran a Ardo.
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ARDO
La explosión barrería el planeta y
afectaría a la órbita de todo el
sistema. Ellos lo saben.
Los tres le miran, incrédulos, pero no se atreven a preguntar nada
más. Ardo continúa mirando al frente.
INT. MISIL – CONTINUO
ROMO
Nos estamos acercando a la estación
del agujero. Preparaos.
NAVILON
¿Cuánto tiempo podremos aguantar ahí
fuera?
ROMO
La estación tiene su propia
atmósfera. En teoría, en esta zona
hay oxígeno suficiente para aguantar
cinco minutos conscientes. Y unos 15
antes de congelarnos.
URSA
No está mal. Tomad.
(Les tiende a cada uno un
juego de jet-packs)
NAVILON
Muy previsora.
Cada uno coge un juego de jet-packs y Romo le tiende a Navilon un
rifle con un arpón. Se miran y Navilon asiente.
La estación espacial que protege el agujero de gusano es una
construcción pobre y con poca protección. Algunas aeronaves entran
en ella, pero apenas unas pocas salen.
URSA
¿Qué pasará con el misil cuando
saltemos?
BERSERKR 38
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ROMO
Según Ardo este trasto solo es
peligroso si está siendo pilotado.
Si no hay nadie dentro, no puede
explotar.
URSA
Eso es jodidamente macabro.
ROMO
Dejemos la ética militar para otro
momento. Saltaremos cuando estemos a
50 metros de la estación. Ardo puede
frenar el misil hasta que
prácticamente no se mueva, Navilon
disparará el arpón y tendremos 2
minutos para alcanzar una escotilla
y cortar la cuerda. ¿Todos
preparados?
La estación está cada vez más cercana. El grupo toma posiciones y
se prepara. Romo espera para abrir la escotilla. Ardo frena y
estabiliza el misil hasta dejarlo a la deriva de la inercia.
ROMO
Vale. Cuando la abra no contengáis
la respiración. No va a ser
agradable, pero al menos aquí no hay
cangrejos. ¿Navilon?
NAVILON
Cuando quieras.
Romo respira hondo y abre la escotilla. La presión se iguala
rápidamente y el oxígeno pronto empieza a desaparecer de la cabina.
Navilon lo nota, pero hace un esfuerzo por apuntar, contiene la
respiración un segundo y dispara el arpón. Éste describe una recta
casi perfecta y se clava en la superficie de la estación espacial.
Romo mira a Navilon y le hace un gesto de aprobación, luego les
indica a los demás que sigan con el plan. Todos ellos se enganchan
a la cuerda que Navilon deja anclada al interior de la cabina.
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EXT. ESTACIÓN ESPACIAL - CONTINUO
Romo sale primero, seguido por Ursa, luego Ardo y Navilon cierra
la marcha.
El grupo avanza lentamente y con esfuerzo hacia la estación. Romo
divisa una escotilla a su derecha y se la señala al resto del
grupo. Poco a poco, cada uno de ellos llega a amarrarse en algún
saliente de la estación. Romo es el primero en soltarse de la
cuerda y avanzar hacia la escotilla. Ursa y él se afanan en abrirla
desde el exterior. Sin embargo, cuando lo consiguen, la pierna
herida de Navilon le traiciona, se resbala de su agarre y se rompe
uno de sus jet-packs. Navilon queda unos segundos flotando en el
vacío, sin tener nada a lo que agarrarse y sin saber cómo actuar.
Ursa y Romo miran atónitos como su amigo se aleja poco a poco sin
poder propulsarse de vuelta a la estación. Ardo se suelta y con un
sencillo empujón de su jet-pack llega hasta él. La inercia les
empuja más atrás, pero Ardo consigue estabilizarse, se da la vuelta
sobre sí mismo y, agarrando a Navilon, activa todos sus propulsores
hasta volver a lanzarse lentamente hacia donde están Ursa y Romo.
Éste está preparado, con medio cuerpo dentro de la escotilla y la
mano tendida. Por muy poco, consigue asir el brazo de Ardo y los
dos náufragos son empujados de vuelta a la estación. Ursa cierra
la escotilla y comienza la despresurización.
INT. ESTACIÓN ESPACIAL – CONTINUO
Ardo respira a duras penas. Sus pulmones casi no aguantan la
experiencia. Navilon se recupera del susto.
ROMO
Ya está.
(Se ríe)
Ya está…
URSA
No hay tiempo que perder.
Los cuatro avanzan por la estación. Está prácticamente desierta,
salvo algún viajero o comerciante buscando fortuna en los confines
de Norvim. Sin seguridad a la vista. Viajeros y trabajadores miran
al grupo con recelo. Las taquillas están desiertas y solo una
parece estar abierta. La trabajadora les sonríe al principio y
pronto se le borra la sonrisa. Romo no se anda por las ramas, saca
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su arma y apunta directamente a la TAQUILLERA que le mira
aterrorizada.
ROMO
Queremos 4 pasajes y su nave más
rápida al otro lado del agujero.
La taquillera, sin mediar palabra, empieza a teclear en su
ordenador y les tiende cuatro billetes rojos. Romo los mira
fijamente y le brillan los ojos.
URSA
¡Romo!
(Señala al otro lado de la
estación)
Tras las ventanas de la estación se observa cómo varias naves
militares se acercan rápidamente. De pronto, se activa la alarma
del complejo.
ROMO
¡Corred! ¡Al hangar!
El grupo se precipita hacia las naves que se disponen a cruzar el
agujero. Los soldados de la República alcanzan la dársena cuando
Navilon cierra la puerta metálica que los separa del hangar. Romo
saca de su mochila uno de los sopletes iónicos que usaron los
soldados.
ROMO
¡Seguid!
Romo enciende el soplete, quema los circuitos de la puerta y luego
empieza a derretir el metal de los bordes, sellándola. Los soldados
empiezan a golpear la puerta cuando él termina. Cuando mira hacia
su grupo, éstos ya están embarcando y le esperan para entrar en la
nave y despegar hacia el agujero. Romo se acerca a ellos.
URSA
¡Vamos, arriba! No tardarán en
entrar.
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ROMO
(Le mira a los ojos)
No, no tardarán.
Antes de que Ursa pueda reaccionar, Romo cierra la puerta y vuelve
a quemarla, inutilizándola. Ursa le mira desde el interior,
comprendiendo sus intenciones. Navilon aparece al lado de Ursa.
NAVILON
Ni se te ocurra.
URSA
¿Qué coño crees que haces?
ROMO
(Sonríe con tristeza)
Nos derribarían antes de que
llegásemos al agujero. Alguien tiene
que retenerlos.
Se escucha la voz de Ravido al otro lado de la puerta, ordenando
que la echen abajo. Romo activa el despegue de la aeronave. Navilon
le mira fijamente, sabe que tiene razón. Ursa vuelve la vista
atrás, buscando algo con lo que romper la puerta.
ROMO
No lo intentes, Ursa. No lo hago
solo por vosotros. Necesito esto.
Además…
(Mira a Ardo, que le observa
fijamente)
Tengo cuentas pendientes aquí.
La nave se aleja conforme la secuencia de despegue automático se
ejecuta. Ursa y Navilon se quedan sin habla. Mirando como Romo se
hace lentamente más pequeño en la distancia. Romo se acerca al
cristal del hangar. Ve a sus amigos a un paso de la libertad. Ve
su propia mirada reflejada en el cristal. Baja la vista un segundo.
Los hombres de Ravido consiguen echar la puerta abajo y entran con
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las armas en ristre. Ravido grita colérico. Romo alza la vista y
sus ojos vuelven a reflejarse en el cristal. Azules.
ROMO
Una última vez.
La nave traspasa el agujero. Los ventanales de la estación se tiñen
de sangre. El eco de rugidos y disparos inunda el espacio.
FIN.