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Revista de Espiritualidad 69 (2010), 123-148 BIBLIOGRAFíA * 35 * Colaboran en esta sección: Celedonio Martínez Daimiel (CMD), Daniel de Pablo Maroto (DPM), Eusebio Gómez Navarro (EGN), Ezequiel García Rojo (EGR), Igna- cio Husillos Tamarit (IHT), Pedro José Grande Sánchez (Pjgs), Segundo Fernández (SF),Teófanes Egido (TE). 1. Alonso Romo, E. J., Luis de Mon- toya. Un reformador castellano en Portugal, Edit. Agustiniana, Ma- drid, 2008, 164 pp., 13 × 21 cm. El autor, profesor titular de Filolo- gía portuguesa en la Universidad de Salamanca, nos ofrece en las páginas de este hbro una biografia crítica ba- sada en una documentación inédita y una amplia literatura especializada de Luis de Montoya (1497-1569) uno de los representantes ilustres que la Fa- milia agustiniana dio en aquel siglo. Figura relevante desde muy pronto en España —baste recordar los oficios que desempeñó en Castilla: maestro de no- vicios recién ordenado sacerdote, prior y Consejero Provincial— su figura se agranda desde que es enviado por el General como reformador de la Orden en Portugal. Y supo realizar la enco- mienda con acierto y satisfacción. Allí permaneció 34 años hasta que muere en Lisboa en el ejercicio de una cari- dad generosa y sacrificada, asistiendo a los apestados de una dolencia entonces incurable. Hombre de una intensa vida espiritual, dotado de cualidades de buen escritor, que nos ha dejado una serie de obras, que en un principio estuvieron influyendo durante décadas en círculos agustinianos en España y Portuga1, des- pués cayeron en el olvido. Y el autor con este libro trata de recuperar su fi- gura y su obra. Esta nos la ofrece en los capítulos 9-12 de su libro. Este se cierra con un capitulo dedicado a su muerte y el recuerdo que guardaron sus contem- poráneos, sobre todo, los portugueses, de un hombre santo, aunque nunca se ha introducido su proceso de beatifica- ción y una bibliografia dividida en dos apartados: a) de los escritos de Luis de Montoya, y b) bibliografía en relación con dicho personaje. Creemos que el autor Alonso Romo ha logrado su ob- jetivo: recuperar esta figura insigne en el mundo religioso de aquel siglo XVI y útil para el nuestro.—SF 2. Avendaño, J.M., Dios viene a nuestro encuentro, Narcea, Madrid, 2009, 174 pp., 13 × 21 cm Este es un libro que hay que leer- lo despacio, sin prisas; un libro para meditar y acercarse a Dios. Esta es la recomendación que hace, en el prólogo, Mons. J. M. López de Andujar. Dios viene en cada momento a nuestro en- cuentro. El se adelanta primero y quiere que conozcamos a Jesucristo, vida eter- na (Jn 17, 3). Y desde Cristo, enraizados en él, podemos enfrentarnos a la vida. Él es nuestra vida, «nuestra esperanza» (Col 1, 27). José Mª Avendaño nos pre- senta a un Dios amigo de la vida, cer- cano, que camina a nuestro lado y nos acompaña en todo momento, especial- mente en las horas bajas, en nuestros

bIblIogRAfíA* 35 - Revista de Espiritualidad · que asumir dentro de la espiritualidad del ser humano, como reconocimiento a un Dios Creador del cielo y Tierra, que confiadamente

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Revista de Espiritualidad 69 (2010), 123-148

bIblIogRAfíA* 35

* Colaboran en esta sección: Celedonio Martínez Daimiel (CMD), Daniel de Pablo Maroto (DPM), Eusebio Gómez Navarro (EGN), Ezequiel García Rojo (EGR), Igna-cio Husillos Tamarit (IHT), Pedro José Grande Sánchez (Pjgs), Segundo Fernández (SF),Teófanes Egido (TE).

1. Alonso Romo, E. J., luis de Mon-toya. Un reformador castellano en Portugal, Edit. Agustiniana, Ma-drid, 2008, 164 pp., 13 × 21 cm.

El autor, profesor titular de Filolo-gía portuguesa en la universidad de Salamanca, nos ofrece en las páginas de este hbro una biografia crítica ba-sada en una documentación inédita y una amplia literatura especializada de Luis de Montoya (1497-1569) uno de los representantes ilustres que la Fa-milia agustiniana dio en aquel siglo. Figura relevante desde muy pronto en España —baste recordar los oficios que desempeñó en Castilla: maestro de no-vicios recién ordenado sacerdote, prior y Consejero Provincial— su figura se agranda desde que es enviado por el General como reformador de la Orden en Portugal. Y supo realizar la enco-mienda con acierto y satisfacción. Allí permaneció 34 años hasta que muere en Lisboa en el ejercicio de una cari-dad generosa y sacrificada, asistiendo a los apestados de una dolencia entonces incurable. Hombre de una intensa vida espiritual, dotado de cualidades de buen escritor, que nos ha dejado una serie de obras, que en un principio estuvieron influyendo durante décadas en círculos agustinianos en España y Portuga1, des-pués cayeron en el olvido. Y el autor con este libro trata de recuperar su fi-gura y su obra. Esta nos la ofrece en los

capítulos 9-12 de su libro. Este se cierra con un capitulo dedicado a su muerte y el recuerdo que guardaron sus contem-poráneos, sobre todo, los portugueses, de un hombre santo, aunque nunca se ha introducido su proceso de beatifica-ción y una bibliografia dividida en dos apartados: a) de los escritos de Luis de Montoya, y b) bibliografía en relación con dicho personaje. Creemos que el autor Alonso Romo ha logrado su ob-jetivo: recuperar esta figura insigne en el mundo religioso de aquel siglo XVI y útil para el nuestro.—SF

2. Avendaño, J.M., dios viene a nuestro encuentro, Narcea, Madrid, 2009, 174 pp., 13 × 21 cm

Este es un libro que hay que leer-lo despacio, sin prisas; un libro para meditar y acercarse a Dios. Esta es la recomendación que hace, en el prólogo, Mons. J. M. López de Andujar. Dios viene en cada momento a nuestro en-cuentro. El se adelanta primero y quiere que conozcamos a Jesucristo, vida eter-na (Jn 17, 3). Y desde Cristo, enraizados en él, podemos enfrentarnos a la vida. Él es nuestra vida, «nuestra esperanza» (Col 1, 27). José Mª Avendaño nos pre-senta a un Dios amigo de la vida, cer-cano, que camina a nuestro lado y nos acompaña en todo momento, especial-mente en las horas bajas, en nuestros

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sufrimientos. Es un Dios que tiene un amor especial con los más pequeños y con aquellos a los que parece que todos desprecian. El libro está dividido en tres partes. La primera, Dios en el espesor de la vida, contiene relatos cortos que han encontrado la inspiración en la ora-ción. Entre otros temas aparecen: Dios viene a nuestro encuentro / Quieres que te llamemos Padre / La sonrisa del icono / El colirio/ Hay ángeles entre nosotros / En sus ojos todos los pobres / El campo y sus trabajadores / ¿Cuándo estará mi alma transformada? / Mi her-mano/ Presos/ Virgen María/ Dichosa tú que has creído…

En la segunda parte, La luz de Dios en la noche del espíritu recoge el testi-monio de algunos santos y testigos del amor a Jesucristo. Entre ellos están: San Pedro Poveda / San Francisco de Asís / Madre Teresa / Carlos de Foucauld / Santa Teresa del Niño Jesús / Santa Ma-ravillas de Jesús / San Benito Menni…

En la tercera parte, Dios en la oración de cada día, aparecen oraciones formu-ladas en diversas situaciones: Santifi-cado sea tu Nombre, Señor / Que no me cierre a tu Gracia / Vivir amando / Vengo de celebrar la Eucaristía / Salga-mos a la vida / Convencido de tu amor / Al final sólo queda el amor / Que no pasemos de largo ante los pobres / A la luz de la luna/ Las ascuas...

Las páginas de este libro son, pues, una mirada de fe que ayuda a ver la presencia de Dios en todo lo creado, a rastrear las huellas que Dios nos va dejando para que le busquemos y, sobre todo, para que le encontremos. Esto se puede lograr, sin duda, con una mirada al mundo desde Dios, con la fuerza de la Eucaristía y de la oración.

José María, licenciado en Teología Práctica, autor de varios libros y artí-culos, nos presenta en la conclusión el objetivo del libro. Dice que en estas pá-

ginas ha querido mostrarnos que pode-mos y debemos ayudarnos a entender el sentido de la vida y que Jesús nos invita a ser sus amigos, a vivir con él.—EGN.

3. Benner, G., D., el don de ser tú mismo. autoconocimiento como vocación y tarea, Sal Terrae, San-tander, 2009, 126 pp., 13 × 20 cm.

Llegar al conocimiento de Dios es lo que siempre ha pretendido el hom-bre. Pero no se puede conseguir esa sabiduría del misterio más grande de la humanidad sin hacer un esfuerzo pro-fundo por conocerse uno así mismo. Es necesario el autoconocimiento personal para llegar a comprender algo, no todo evidentemente, del misterio de Dios, a balbucear algunas cosas de lo que Dios es en su misma esencia.

Para hacer un análisis exhaustivo de la identidad cristiana es necesario dejar-se guiar por especialistas en la materia. una de estas personas experimentadas es el psicólogo y acompañante espiri-tual David Benner, que en esta obra da luz a todos los que desean entrar en la espiritualidad del autoconocimiento en Dios.

Hacer un autoconocimiento de uno mismo revitaliza la vida espiritual y conduce a la persona hacia la conse-cuencia de un destino y de una vocación que nos son otorgadas exclusivamente por Dios. Es imprescindible que el ha-llar la verdadera identidad personal para encontrar en ella la presencia de Dios, y si encontramos a Dios, seremos capa-ces de desarrollar nuestra más auténtica identidad.

El libro que nos ofrece Benner tra-ta principalmente sobre el viaje de la transformación que ha de hacer el hom-bre para lograr su verdadera identidad en Cristo y con ello vivir en plenitud su

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verdadera vocación. Esta obra ha sido dividida en seis capítulos; en el prime-ro trata sobre la interdependencia entre el conocimiento de Dios y el conoci-miento de uno mismo. Los siguientes capítulos están orientados en torno a las tres grandes necesidades que afron-ta todo cristiano que intenta ponerse al servicio de Dios. La necesidad de un conocimiento transformador en Dios, la necesidad de un conocimiento trans-formador de nosotros mismos y la ne-cesidad de encontrar nuestra identidad, realización y vocación en ese nuestro yo que se encuentra oculto en Cris-to.—CMD.

4. Bermejo, J. C. - Martínez, A., el trabajo en equipo. Vivir creativa-mente el conflicto, Sal Terrae, San-tander, 2009, 112 pp., 14 × 21cm.

«Si has trabajado en equipo, mués-trame tus cicatrices». Con esta frase co-mienza la introducción y quiere reflejar que es realmente costoso el trabajo con otras personas en grupo y de una forma organizada en un equipo.

Cada vez se habla más del trabajo en equipo, de sus ventajas y desventa-jas. Las personas a las que les va bien, no tienen problemas; pero las hay que, por culpa de malos entendidos, críticas dañinas, conflictos… pierden ilusiones y sueños.

«Este cuaderno, nos comentan los autores, se ha escrito pensando en to-das esas personas, con nombre y rostro, que trabajan en equipo. Saborean las relaciones, encuentran dificultades, gus-tan los éxitos en los cambios a mejor, viven los fracasos en los conflictos no resueltos, pero siguen creyendo en la necesidad de trabajar en equipo». El mundo de las organizaciones requiere trabajar en equipo. El grupo genera

heridas, pero también grandes ayudas y satisfacciones, el grupo nos devuelve lo que le damos. Los líderes deberán «saber de todo un poco», sobre todo, deberán conocer todos los aspectos que pueden afectar a una organización.

Y quienes han escrito estas pági-nas, también han pasado por todo, han saboreado la miel y la hiel del trabajo en equipo, pero, precisamen-te por eso, están convencidos de que vale la pena seguir creando en comu-nidad, pero dotándonos de habilidades y conocimientos que nos faciliten un posicionamiento sano frente al equipo. Por eso piensan que el carácter emi-nentemente práctico de estas páginas, contribuirá a que pueda ser utilizado personalmente y en grupo para crecer en posibilidades de trabajo en equipo y convertir en cicatrices las heridas que éste genera.

En este libro se pueden encontrar cuatro capítulos: El trabajo en equipo, La introducción de cambios, La figu-ra del coordinador, El conflicto en los equipos de trabajo. Los escritores son José Carlos Bermejo y Ana Martínez.

José Carlos Bermejo es religioso camilo, doctor en teología pastoral sanitaria, «máster» en bioética y di-rector del «máster» en counselling. Dirige el Centro San Camilo (Centro de Humanización de la Salud y Cen-tro Asistencial), así como la Escuela de Pastoral de la Salud en Madrid. Ha publicado y dirigido ediciones de numerosos libros en esta misma Edi-torial. Ana Martínez, es trabajadora social y «máster» en counselling. Es profesora del Centro de Humanización de la Salud de los religiosos camilos, en Madrid. Ha escrito, con José Car-los Bermejo, Relación de ayuda, acción social y marginación y Motivación e intervención social, publicados en esta misma Editorial.—EGN.

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5. Boff, L., la opción-Tierra. la solución para la tierra no cae del cielo, Sal Terrae, Santander, 2008, 224 pp., 13 × 20 cm.

Con su habitual claridad y sentido poético, Leonardo Boff expone los nuevos problemas a los que como hu-manidad nos enfrentamos. Problemas derivados de hechos y descubrimientos relativamente recientes, que pueden cambiar —de hecho están cambiando ya— la Historia de la Humanidad y afectando de lleno al planeta Tierra. Es-tos hechos golpean nuestra conciencia, nos conmueven y movilizan en nosotros una fuerza moral que podemos llamar «Ecología» y que nos une indisoluble-mente con nuestro planeta. A través de una información básica, pero esencial, se nos convoca a la responsabilidad y por tanto a la acción solidaria y compa-sivamente efectiva, sobre la naturaleza. Nadie puede quedarse fuera, pues será el primer perjudicado. Estamos ante una implicación ética que nos incum-be a todos. El autor entronca así con la experiencia mística más delicada y sensible de figuras como san Juan de la Cruz que gritaba: «míos son los cielos y la tierra», o con la mirada contemplativa de san Francisco de Asís cuando canta-ba a las criaturas.

La lectura de estas páginas despier-ta una conciencia plena de lucidez, capaz de poner en practica una serie de sugerencias que tienen su punto de partida en el corazón de nuestra men-te, que pasan por una manera nueva de relacionarnos con el medio ambiente y que termina con la exposición de principios ecológicos fundamentales que exigen acciones innovadoras ¡ya! La conciencia ecológica es un aspec-to que se abre paso cada vez con más fuerza en nuestra conciencia y que hay que asumir dentro de la espiritualidad

del ser humano, como reconocimiento a un Dios Creador del cielo y Tierra, que confiadamente dejó su obra a nuestro cuidado.

Leonardo Boff es teólogo y escritor, profesor emérito de Ética, Filosofía y Ecología en la universidad Estatal de Río de Janeiro (Brasil). Ha publicado más de setenta libros, traducidos todos ellos a las principales lenguas. Actual-mente su interés está centrado en la eco-logía y la espiritualidad.—EGN.

6. Cazzago, A., il cristianesimo orientale e noi. la cultura orto-dossa in italia dopo il 1945, Jaca Book, Milano, 2008, 140 pp., 15 × 23 cm.

El estudio de las características teo-lógicas, espirituales, litúrgicas y artís-ticas del cristianismo del Oriente, las diferencias que podemos encontrar en cada una de las Iglesias Orientales, el origen de las mismas y sus peculiarida-des concretas ya no es algo desconocido o escaso en el amplio abanico de las editoriales italianas, como demuestra la rica bibliografía en italiano que nos ofrece el autor de este libro al final del mismo. Escritores rusos, griegos y ru-manos, editados en Italia desde el 1990 hasta el 2007.

Este breve estudio se suma a esa rica bibliografía en italiano con la finalidad de buscar en la reconstrucción de las etapas y las modalidades del encuentro entre la cultura histórico religiosa y teo-lógica italiana y el cristianismo oriental de matriz bizantino-slava, con una par-ticular atención hacia las iglesias orto-dosas de Rusia, Grecia y de Rumania.

El camino que se ha recorrido en Ita-lia hacia el encuentro con las iglesias orientales no ha sido nada fácil, desde el acercamiento apologético de los años

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1945-1965, se ha pasado a un primer conocimiento después del Concilio Va-ticano II gracias a algunas traducciones al italiano de algunos textos, en concre-to de autores de la así llamada «Escuela de Paris». Ha sido a la luz del concilio ecuménico Vaticano II, cuando la igle-sia católica ha recuperado, en el ámbito teológico, espiritual y litúrgico, la in-mensa herencia del cristianismo oriental de los primeros siglos de cristianismo. A esta recuperación han contribuido los centros de estudios de especialización, un buen número de revistas religiosas, teológicas y ecuménicas. A esto tene-mos que sumar el retorno a la libertad de muchas iglesias ortodosas en los años 1989 y 1991. En el momento pre-sente, nos dice el autor, en Italia hay una gran oferta de obras de introducción al cristianismo oriental, encontramos fun-damentales textos de autores ortodosos sobre teología, espiritualidad, las agio-grafías, la liturgia y la iconografía. un amplio panorama rico a diferencia de lo que está sucediendo en otras naciones europeas.

La obra con la que nos encontramos ha sido dividida por el autor en seis ca-pítulos y una conclusión. En el primero de los capítulos presenta la historia del oriente cristiano, en el segundo su es-piritualidad, su liturgia y el arte, en el tercer capítulo aborda más en concreto la teología ortodosa rusa, griega y ru-mana, en el capítulo cuarto el concilio Vaticano II y el oriente cristiano, en el capítulo quinto el lento proceso de consolidación del encuentro y el último capítulo abre un campo como es el de la belleza de la memoria para un mayor crecimiento entre las iglesias hermanas de cara a ir construyendo un presente de comunión.

Esta obra ha sido pensada, por el autor, para tres clases de lectores. Pri-mero para los estudiantes de los se-

minarios y universidades católicas de Italia, segundo para los alumnos de los numerosos institutos superiores de ciencias religiosas y futuros profesores de religión católica, que en los tiem-pos actuales están en un mayor contacto con alumnos que proceden del mundo ortodoxo, y por último para todos los que sienten un interés y una pasión por conocer el oriente cristiano en toda su riqueza teológica, litúrgica, artística y contemplativa.—CMD.

7. Consoli, S.,-Finocchiaro, C., Frate Gabriele Maria allegra. Tra Cina e sicilia. biblia e spiritualità, Studio Teologico S. Paolo, Catania, 2008, 182 pp., 15 × 22 cm.

Merced a los franciscanos Salvato-re Consoli y Carmelo Finocchiaro, el primero,Presidente del Estudio Teoló-gico de S. Pablo en Catania y Direc-tor responsable de la Revista Quademi di synaxis, y Provincial, el segundo, de la Provincia franciscana de Sici-lia, poseemos las actas del Congreso celebrado en Acireale los dias 29-30 de noviembre de 2007. La motivación de dicho Congreso, es recordar a Fra. Gabriele María allegra en el primer centenario de su nacimiento. y es la persona nada corriente de este misio-nero franciscano la figura central de los actos del Congreso,y de las páginas de este libro. y de esta figura se trata de poner de relieve dos dimensiones que le configuran: su dimensión de ena-morado de la Sagrada Escritura, que le enfrascó en su trabajo ingente de la primera traducción católica completa al chino moderno de la Sagrada Escritu-ra, realizada sobre los textos originales de la misma.Para ello fundó en Pekíri en 1945 el Estudio Bíblico,trasladado después,en 1949, a Hong Kong; y la

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segunda su dimensión de misionero celoso e infatigable.

El contenido del libro podemos en-cerrarlo en, dos partes fundamentales.Están subrayadas en estas palabras del título: biblia e spiritualitá.Por eso, después de una breve panorámica bio-gráfica de Fra Gabriele realizada por el Ministro Provincial de Sicilia»se nos ofrece un breve estudio sobre el trabajo llevado a cabo por el ilustre franciscano con la traducción de la Biblia al chino, con la cronología con que van apare-ciendo traducidos al chino los distintos libros de la Escritura. Se completa esta primera parte con dos estudios; uno, sobre la historia de las traducciones al chino de la Biblia,y otro sobre la historia de las misiones franciscanas en China.

La segunda parte se dedica a exponer las líneas fundamentales de la espirituali-dad de Fr- Gabriele Maria,espiritualidad en su vida y en su magisterio. Entre las características de esta se subrayan su dimensión cristocéntrica, su amor entrañable a la Virgen y su devoción hacia el Beato Duns Escoto.

El libro se cierra con un capítulo sobre dos figuras ilustres de la Provin-cia del Santísimo Nombre de Jesús de Sicilia, benedetto d ‘acquisto y agos-tino amore. y un Apéndice en el que se nos ofrece un estudio realizado por Fr. Gabriele Mafia sobre el Acto de ofreci-miento por los sacerdotescon este títu-lo Mio dio Mio Tutto, de la Sierva de Dios lucia Mangano orsolina muerta en 1940 y con la que el religioso fran-ciscano mantuvo relaciones espirituales muy íntimas.—SF.

8. Fernández Paniagua, J., el len-guaje del amor. lecturas sobre el amor de dios, Narcea, Madrid, 2009, 124 pp., 13 × 21 cm.

El sacerdote de la diócesis de Ciudad Real José Fernández ha escogido textos del Cantar de los Cantares, del profeta Oseas y del libro del Apocalipsis para abrir una serie de cauces de meditación sobre el amor de Dios. Recuperar en las vidas de los hombres y de las mujeres de nuestro tiempo el amor de Dios es lo que pretende el autor con la lectura meditada y comentada de estos textos sagrados. El hecho de sentirnos amados por Dios como camino más apropiado para que este mundo sea más humano y fraternal.

Es un libro de fácil lectura, de guía espirtitual y que no pretende ser un estudio exegético de la Biblia como en el prólogo dice el Obispo Prior de las cuatro Órdenes Militares, D. An-tonio Álgora, sino más bien un texto que abre nuevos cauces de meditación, unos apuntes para que el lector pueda desarrollar en la meditación personal para poder gozar del amor de Dios, sentir dolor y pena de las infidelidades cometidas y alegrarse con la seguridad de que este amor de Dios está siempre ahí.—CMD.

9. Gennes, Mª-J., (ed.), Une Femme pour l’europe: edith stein (1891-1942). Actes du Colloque interna-tional de Toulouse (4-5 mars 2005). Cahiers d’études steiniennes nº 2. Les Éditions du Cerf-Éditions du Carmel-Ad Solem, Paris-Toulouse-Genève 2009, 407 pp., 14,5 × 21,5.

Como se desprende de los datos bibliográficos, el volumen recoge las ponencias habidas en el congreso in-ternacional de Toulouse en torno a la figura de Edith Stein. Aunque el título nos llevaría a pensar que la perspectiva desde la que se contempla a la carmelia judía bien pudiera ser su identificación

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con la Europa de su tiempo, los artícu-los aquí ofrecidos se ocupan de cuestio-nes dispares que afectan muy de cerca a la filósofa alemana. El tema de apertura viene a justificar el título: Edith Sein, profeta para Europa. El resto de los 12 estudios son agrupados en cuatro apar-tados. El primero se ocupa del período fenomenológico en Goringa y analiza la primera aportación de la joven filósofa, como su tesis doctoral sobre la empa-tía. El segundo pasa revista a la historia alemana de finales del siglo XIX y prin-cipios del XX, y se detiene en algunos textos steinianos que versan sobre las diferentes formas sociales y en el estu-dio sobre el Estado. El tercero grupo se centra en la presentación de Edith Stein en su faceta de educadora y pedagoga, dado el interés que sostiene su entera filosofía, que no es otro que el estudio de la persona humana. El último aparta-do gira en torno a la carmelita descalza, presentándonos algunas referencias es-pirituales que adornan los últimos años de su aventura religiosa: la importancia de la Escritura, la teología de la Cruz, o la experiencia mística. EGR.

10. Gómez Navarro, E., ¿Por qué a mí? ¿Por qué ahora? Y ¿por qué no? sentido del sufrimiento, Des-clée De Brouwer, Bilbao, 2009, 203 pp., 13 × 21 cm.

Preguntarse por el sentido del sufri-miento es a lo que nos invita el Carme-lita Descalzo, Eusebio Gómez Navarro, en este último que libro que acaba de publicar.

Sabemos que el sufrimiento, nos dice el P. Eusebio, es algo real y con-creto que se nos manifiesta en nuestro cuerpo, en nuestra mente y en el espí-ritu. Todos sufrimos de una manera o de otra y ante esta dramática realidad

lo primero que deseamos saber es la causa de este dolor, de esta angustia, de este sufrimiento. Las preguntas más frecuentes son las de ¿por qué a mí?, por qué lo que me está pasando no le pasa a otra persona, qué es lo que yo he hecho mal para que Dios me castigue con esta pena. Otra pregunta frecuente ante el sufrimiento es la de ¿por qué ahora?, en este momento de mi vida cuando mejor estaba me llega este su-frimiento que me está destruyendo el alma y no me deja vivir tan bien como yo me había planeado. La respuesta a estas preguntas la podemos encontrar en otra pregunta y ¿por qué no?. Por qué no vivir el sufrimiento como una realidad salvífica, educadora y también sanadora. Es el sufrimiento vivido en su sentido más pleno el que fortalece al hombre y le ayuda a realizarse, porque el hombre no se destruye sufriendo, cita de Víktor Frankl, sino que se destruye por sufrir sin ningún sentido.

El contenido de esta obra se divi-de en cinco capítulos. En estos cinco capítulos el autor aborda el tema del sufrimiento desde el silencio de Dios, las actitudes que se han de tener ante el sufrimiento, el cristiano que sufre y la cruz, necesidad de superar el dolor y cómo hacerlo. En el último capítulo, me cubres con tu palma, se da una pa-labra de aliento ante todo sufrimiento humano mostrando la mano tendida de Dios, de María y de todos los hombres de buena voluntad que con entrañas de misericordia acompañan al hombre que sufre.

Es un libro de fácil lectura, senci-llo en su contenido y lenguaje. Pero lo único que hemos echado en falta, y que sería a tener en cuenta, es la ausencia de notas a pié de página. Estas notas pueden ayudar al lector a completar su lectura consultando las obras de los autores citados en esta obra.

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Este libro se ha escrito con gran ca-riño y respeto para todos los hombres y mujeres que pasan por el trance del dolor, con la única intención de llevarles un poco de luz, una gota de consuelo y un rayo de esperanza para sus vidas.—CMD.

11. González-Carvajal Santa-bárbara, L., el clamor de los excluidos. reflexiones cristianas ineludibles sobre los ricos y los pobres, Sal Terrae, Santander, 2009, 284 pp., 14 × 21 cm.

Hay muchas clases de pobrezas, las hay pobrezas absolutas y pobrezas rela-tivas. Pero cuando hablamos de pobres, nos referimos a los que sufren las ca-rencias materiales, que, normalmente, suelen ir asociadas a otras deficiencias sanitarias, educacionales, familiares sociales.

Librar a la humanidad del hambre y la malnutrición requiere no sólo habi-lidades técnicas, «sino sobre todo un genuino espíritu de cooperación que una a todos los hombres y mujeres de buena voluntad», exhorta Benedicto XVI. El Papa constató los obstáculos para acabar con el flagelo del hambre: «conflictos armados, enfermedades, calamidades atmosféricas, condiciones ambientales y desplazamiento forzoso masivo de población». No se terminará el hambre en el mundo ni habrá paz mientras no haya una mayor justicia social. Necesitamos la paz, cierto, pero ésta sólo arraiga en la justicia.

El hambre en el mundo alcanzará un récord histórico este año 2009, 1.020 millones de personas pasan ya hambre a diario, según los últimos datos publi-cados por la Organización de Naciones unidas para la Agricultura y la Alimen-tación (FAO) en Roma. El incremento

es consecuencia de la crisis económica mundial, que provoca una disminución de los ingresos y un incremento del paro. De este modo, se ha reducido el acceso de los pobres a los alimentos, señala la FAO.

«La mezcla explosiva de desacelera-ción económica y precios de los alimen-tos que siguen altos en muchos países ha empujado a unos 100 millones de personas más al hambre y a la pobreza», ha dicho el director general de la FAO, Jacques Diouf. «La crisis silenciosa del hambre —que afecta a uno de cada seis seres humanos— supone un serio riesgo para la paz y la seguridad mundiales», alerta Diouf.

El clamor de los excluidos es un buen libro sobre la pobreza de Gonzá-lez-Carvajal. No es la primera vez que el autor aborda el tema de la pobreza. Él puede hacerlo con conocimiento de causa, pues sabe de teología y tiene experiencia de pobres, por haber sido Secretario General de Cáritas Española.

Para hablar de este libro me parece muy oportuno la presentación que el mismo autor hace de él. «Inspirándo-se en un proverbio flamenco, nos dice Luis, según el cual «el mundo es un carro de heno del que cada uno toma lo que puede», el Bosco pintó hacia 1516 un tríptico, que hoy podemos admirar en el Museo del Prado, en cuya tabla central aparece una escena cargada de violencia, con hombres y mujeres de diversas clases sociales luchando en-tre sí para apoderarse de una parte del heno transportado en un enorme carro, mientras algunos caen aplastados bajo sus ruedas. Así es la triste realidad de nuestro mundo. No obstante, convie-ne hacer un tratamiento «científico» de la pobreza y la exclusión con el mé-todo propio de las ciencias sociales, aun cuando provoque menos pasión que la contemplación del cuadro del

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Bosco; y éste, a su vez, menos que la experiencia personal de quienes viven o trabajan en el cuarto mundo. Todo lo cual tiene su importancia, porque, como decía Merleau-Ponty, «uno no se convierte en revolucionario por la ciencia, sino por la indignación. La ciencia viene luego a llenar y precisar esa protesta vacía».

La obra se articula en diez capítulos: Pobreza y exclusión, El eterno debate sobre la igualdad, El destino universal de los bienes, el cristiano ante el dinero, Los últimos deben ser los primeros, Jus-ticia y caridad, Dos conductas compasi-vas, La Iglesia samaritana, ayer y hoy, la lucha contra la pobreza, la causa de los pobres en la pastoral. El libro se cie-rra con un índice de citas bíblicas y otro onomástico. Hay que tener en cuenta que durante la lectura de los dos pri-meros capítulos convendría, al menos no olvidar, que tras las cifras se ocultan muchos dramas personales. Como dijo Lenin en cierta ocasión, «una muerte es una tragedia; un millón de muertes es una estadística». Yo diría, mejor, que un millón de muertes son diez millones de tragedias. Todos los derechos humanos son importantes y lo es el de la liber-tad; pero «la libertad sin pan es una flor sobre un cadáver» (P. Casaldáliga).

A partir del capítulo 3, sin embargo, el tratamiento del tema es ya de carácter teológico y, por lo tanto, basado en la Palabra de Dios.

Mucho es el material que nos ofrece Luis González-Carvajal, quien lo pone al servicio de los que quieran tener una visión de conjunto. El libro no resulta largo y su lectura es ilustrativa, clara y agradable.

La conclusión es bien cortita, pero sustanciosa. «La misión de la Iglesia consta de tres grandes acciones pastora-les: evangelización, liturgia y servicio… sin servicio, la evangelización se reduce

a mera palabrería y la liturgia sin ser-vicio se reduce a ritualismo».

Luis González-Carvajal Santabárba-ra, Doctor en Teología por la univer-sidad Pontificia de Salamanca, ha sido Secretario General de Cáritas Española. Desde 1982 se dedica de forma priori-taria a la teología; concretamente a los temas de Iglesia y sociedad. En estos momentos es Profesor de la Facultad de Teología de la universidad Pontifi-cia Comillas (Madrid). Anteriormente fue profesor y Director del Instituto Superior de Pastoral, de la universidad Pontificia de Salamanca (sede de Ma-drid).—EGN

12. González-Carvajal, L., el Pa-dre nuestro. explicado con senci-llez, Sal Terrae, Santander, 2009, 143 pp., 11 × 19 cm.

La oración del Padre Nuestro se reza con frecuencia de manera repetitiva por lo que en ocasiones puede llegar a con-vertirse en una oración mecánica y sin sentido para el que la recita. Para no caer en esta mecanicidad a la hora de hacer oración Carvajal, autor de esta obra, nos ofrece unas buenas y prácticas meditaciones sobre la oración domini-cal, la única que sepamos nos enseñó el mismo Cristo. Estas meditaciones tienen una gran base patrística y teo-lógica, son actuales por que tienen un lenguaje sencillo al que puede acceder cualquier lector y están profundamen-te encarnadas en la cultura del tiempo actual. Y también podemos ver en cada meditación el reflejo de la imagen de un hombre orante que hace suyas las pa-labras que el mismo Jesús nos enseñó.

Es un libro de sencilla lectura, pero profundo en sus meditaciones. Lo reco-mendamos para todas aquellas personas que deseen aventurarse a entrar por la

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puerta del castillo interior del alma que es la oración.—CMD.

13. Gruhl, M., el arte de rehacerse: la resiliencia, Sal Terrae, Santan-der, 2009, 192 pp., 13 × 21 cm

En el argot de términos del mundo de la autoayuda ha nacido un concepto nuevo, aunque su contenido no lo sea tanto, nos referimos a la resiliencia. Para entendernos, resiliencia significa «capacidad de adaptación» a los mil y un acontecimientos que la vida nos ofrece cada día. Como especie esta es una de las notas que nos definen: somos lo que somos y estamos donde estamos por la capacidad de adaptación evolutiva. Ahora se trata de adoptar el término a la vida y de los individuos. Gruhl afirma que «nos encontramos ante un proceso activo que dura toda la vida, pero que merece la pena, ya que nos garantiza el desarrollo perso-nal y una vida exitosa». La herramienta para conseguir una buena personalidad resiliente es, según la autora, el ejerci-cio y revisión permanentes de nuestra manera de pensar y comportarnos. No basta constatar que «somos como so-mos», frase con la que oponemos resis-tencia a cualquier cambio, asumiendo así intransigentes posturas de rigidez mental y conductual, sino que, una vez conocido ese patrón de pensamiento y acción que nos dirige, hay que poner en marcha el mecanismo resiliente que alcanza todos los aspectos de la vida: trabajo, familia, amigos etc.

Está en nuestras manos escoger y desarrollar las actitudes y capacidades fundamentales que nos ayuden a cam-biar nuestra vida y orientarla hacia el éxito y la plenitud. Aunque… no debe-mos olvidar que no existen recetas mila-grosas y que determinadas experiencias

vitales doblan la existencia individual. Mónica Gruhl nació en 1953, es forma-dora, asesora, instructora y mediadora. Desarrolla su trabajo en áreas como la comunicación, la gestión de conflictos, el desarrollo de equipos, formación para el liderazgo, el crecimiento personal y la salud. Sal Terrae tiene publicado su libro El enneagrama: estrategias para el propio desarrollo.—EGN.

14. Grün, A., el arte de ser feliz, Sal Terrae, Santander, 2008, 141 pp., 13 × 20 cm.

«Todos los seres humanos quieren ser felices» (Platón). Es cierto, pero no todos escogen o encuentran el camino para serlo, pues muchos creen que para ser feliz hay que poseer muchas cosas. Y, entonces, la felicidad se aplaza, más y más, esperando conseguir la casa so-ñada, el coche del último modelo, un mejor trabajo…Pero, no; la felicidad completa no llega. Aunque se consiga todo lo añorado, que ya es difícil, sigue un gran vacío y las ansias de tener no se colman con nada. Y todo es simplemen-te porque se pone la fuerza en el tener y no en el ser. Tendríamos que tener muy en cuenta un pensamiento de Zig Ziglar: «Hasta que usted no sea feliz con lo que es, nunca será feliz con lo que tiene». La felicidad está dentro de cada uno, sólo hace falta abrir los ojos. «El hombre es infeliz porque no sabe que es feliz. Sólo por eso…Quien se dé cuenta de ello será feliz de inmediato, en ese preciso instante» (Dostoievki).

«Ser feliz significa, nos dice Grün, estar en armonía conmigo mismo, estar por entero en el momento presente, per-manecer en la quietud para poder vivir plenamente cada instante y estar abierto al milagro del encuentro, prestar aten-ción a todo cuanto hago. La felicidad

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se expresa en la gratitud, en la sereni-dad y la libertad interior, en la alegría y el amor, en la salud y la satisfacción. Quien ejercite estas diez actitudes se sentirá feliz una y otra vez. Pero no po-seerá la felicidad, porque ésta no se deja retener, sino que únicamente podemos percibirla por un instante. El presente libro no nos promete la vivencia de la felicidad, pero sí pretende mostrarnos un camino que puede llevarnos a tocar la felicidad en medio de los altibajos de nuestra vida, en los instantes luminosos y también en los instantes oscuros de nuestra existencia».

La felicidad no se compra, es un arte que hay que aprender. Para ello el autor propone diez actitudes que son las que desarrolla a lo largo del libro: alegría, amor, armonía, atención, encuentro, gratitud, quietud, salud, satisfacción y serenidad.

Todas estas actitudes son importan-tes, pero la más necesaria de todas, es sin duda, el amor. La felicidad está re-lacionada con la apertura a Dios y a los demás. El amor es uno de los factores más indispensables para conseguir la felicidad, pues «la vocación de todo hombre y de toda mujer es servir a otras personas» (Tolstoi) y «la mayor alegría en la vida, es darse a los demás» (M. Teresa de Calcuta). El darse a los demás es fuente de vida y felicidad. El que trata de ser feliz a solas, de vivir, no consigue nada. Sin embargo, quien no tiene miedo de perder su vida, dan-do la suya a los otros, es plenamente feliz. «Nadie tiene mayor amor que quien da la vida por sus amigos» (Jn 15,13).—EGN.

15. Grün, A., serenar los días. Ca-minos hacia la quietud en vidas inquietas, Sal Terrae, Santander, 2009, 123 pp., 13 × 20 cm.

Ansel Grün, el prolífero y famo-so escritor espiritual benedictino, nos brinda un nuevo libro en la colección de Sal Terrae «el pozo de Siquem» en el que nos muestra caminos para alcanzar la paz y la quietud interior, encontrarnos a nosotros mismos y ser capaces de abrirnos a lo que nos sos-tiene en esta vida.

El mundo que nos rodea tan cargado de palabras vanas, ruidos y miles de es-trépitos sonidos que nos desequilibran interiormente son los que nos impiden el poder centrar nuestra mirada en la paz interior del alma. Para llegar a esta paz es necesario seguir las enseñanzas de los maestros del espíritu que nos in-vitan a buscar el silencio en nuestras vi-das, silencio exterior y silencio interior, quietud del alma que ayuda a descubrir los tesoros que se esconden en lo más profundo de ser del hombre.

Hay una meta que se nos propone al-canzar, nos dice Ansel, y es la de poder acceder al espacio interior de sosiego. Para llegar a este espacio de sosiego hay que seguir los caminos naturales, que todos tenemos a nuestra disposi-ción, la purificación de los sentidos en lenguaje sanjuanista, para luego pasar a los métodos tradicionales que se han ido desarrollando a lo largo de la tradición espiritual.

El libro lo ha dividido el autor en catorce capítulos y en cada uno de ellos ha ido tratando diferentes remas relacionados con los sentidos, con la meditación contemplativa del mundo, la meditación de las sagradas escritu-ras, la leccio divina, los distintos ritos matutinos y vespertinos, el silencio y la liturgia para terminar con una reca-pitulación a modo de síntesis de todo lo tratado.

La lectura de este libro puede ayudar a todos los lectores y lectoras a des-cubrir en sus vidas el espacio interior

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de quietud. No es necesario, nos dice el autor, que nos impongamos esfor-zadamente la calma. Está ahí, también dentro de nosotros. No espera más que a ser descubierta y sentida.—CMD.

16. Grün, A., Transforma tu angus-tia. impulsos espirituales para vencer tus miedos, Sal Terrae, Santander, 2008, 157 pp., 13 × 20 cm.

Comenzando a leer por la introduc-ción podemos darnos cuenta que hoy vivimos en una sociedad que goza de más bienestar que en otros tiempos, sobre todo en los países ricos, y, que a pesar de los seguros a todo riesgo, muchas personas se sienten inseguras, angustiadas, acosadas por la soledad, enfermedades, muerte, miedos a fra-casar en la vida y un futuro incierto. Aunque la angustia no es algo nuevo, pues siempre ha inquietado a los seres humanos, sin embargo nuestra sociedad se caracteriza por este sentimiento y el psicólogo W. Schmidbauer habla de la «generación de la angustia».

La angustia tiene muchos rostros, tantos como las personas afectadas. Cuando la angustia no es una energía vital positiva, nos encierra como en una cárcel, no nos deja vivir a plenitud y no nos deja ni vivir ni dormir. Grün, como buen maestro y pedagogo, nos in-vita a examinar nuestros sentimientos, a percibir lo que nos dice para poder liberarnos de ella o transformarla, así se convertirá para nosotros en fuente de vida, de veracidad, de claridad y de atención. Es cierto que sólo Dios puede calmar nuestra angustia, pero en cier-tos momentos, necesitamos la compañía de un terapeuta o un padre espiritual, u otra persona para ayudarnos a mane-jarla mejor.

Hay muchos libros de psicología que nos hablan de la angustia. A. Grün, tan conocido en el mundo de la espiritua-lidad y, sobre todo, en esta editorial, nos presenta en este libro dieciocho artículos o reflexiones que tratan de la angustia en los distintos momentos de nuestra vida. Al final habla de la supe-ración de la angustia en la oración y de que en el amor no hay angustia, ya que el amor echa fuera todo temor.

Anselm Grüm es uno de los autores de espiritualidad cristiana más leídos en la actualidad. Buen trabajo es el que se nos ofrece en estas páginas y no dudamos de que muchas personas se beneficiarán al leerlo.—EGN

17. Grün, A.-, Vida y trabajo. Un desafío espiritual, Sal Terrae, Santander, 2007, 149 pp., 13,5 × 20 cm.

Estamos acostumbrados a que An-selm Grün —desde su dilatada expe-riencia— nos ilumine con sus libros sobre las distintas formas de vivir la espiritualidad cristiana en el mundo actual. Por eso dentro de su reperto-rio bibliográfico aún faltaba un trabajo como éste que cada vez más personas demandaban: conocer el sano equilibrio entre la Vida —con mayúsculas— y la vida laboral. En este sentido, la regla de san Benito encarna de forma armó-nica esta tensión que tantos conflictos genera al hombre moderno. Y a pesar de que Vida y trabajo bien podría ser una actualización del ora et labora benedictino, quien haya leído alguna obra de Anselm Grün sabrá que sus li-bros beben constantemente de muchas fuentes de espiritualidad así como de otras muchas ciencias humanas, y que además nos descubre, siempre de forma novedosa y enriquecedora, la experien-

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cia de casos concretos que ayudan al lector a comprender de forma práctica sus profundas reflexiones.

El libro está dividido en cuatro blo-ques que nos ayudan a descubrir cómo la espiritualidad puede ser un buen ca-mino para afrontar los distintos proble-mas de cada día. De hecho, la idea que su autor quiere transmitirnos consiste precisamente en mostrar que la espiri-tualidad vivida a lo largo de cada jorna-da más que una carga añadida, supone una verdadera fuente de paz y de alegría para realizar mejor todas las tareas.

En este sentido, Anselm Grün analiza en el primer capítulo las presiones, los miedos, las preocupaciones, la falta de tiempo, las frustraciones y otras dimen-siones interpersonales como son el con-dicionamiento de los otros y la pérdida de sí mismo o el sentimiento de culpa, que representan los diferentes estados alterados de la existencia humana que muchas veces nos hacen perder el sano equilibrio en nuestro corazón. Las pala-bras de Grün nos ayudan a saborear el pensamiento de que Dios habita en ese espacio sagrado que se sustrae al mundo y que se encuentra dentro de cada uno de nosotros. En el segundo capítulo el autor se centra en las cuestiones que afectan a la toma de decisiones y a la manera de afrontar responsablemente sus consecuencias. Desde este punto de vista el escritor benedictino reflexiona sobre los éxitos y fracasos, el compa-ñerismo, los conflictos de conciencia y otros desafíos actuales como son el mobbing, la competencia o el despido laboral. El tercer capítulo nos muestra el estímulo que supone vivir la espiri-tualidad cristiana en el trabajo profe-sional para ser mejores personas. Y por último en el cuarto capítulo, Grün nos presenta el trabajo como si se tratase de un verdadero desafío espiritual don-de poder siempre glorificar a Dios. No

en vano nuestra tarea profesional es el lugar en el que Dios ha querido que nos hagamos santos tal y como recordaba con frecuencia san Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei: «santificar el trabajo, santificarse en el trabajo, santificar a los demás con el trabajo». En definitiva, un libro que interesará a todos por tratar un tema tan actual como crucial.—PJGS

18. Isingrini, V., el sol también de noche. Un itinerario hacia la au-toestima, Sal Terrae, Santander, 2006, 167 pp., 13,5 × 20 cm.

Millones de personas viven cada día con el peso de las heridas propias y ajenas que ni entienden, ni saben cu-rar. Tampoco el propio acto de existir ofrece ya un lugar sagrado para abrirse a la esperanza. Por otro lado nuestra cultura esquizofrénica que intuye la en-fermedad, colabora irremediablemente fomentando el parecer o la apariencia de la realidad, frente a la auténtica di-mensión del ser y la verdad. El hombre moderno busca la felicidad, la autorrea-lización, ser amado por el prójimo, pero se olvida de lo esencial y es que la ple-nitud de nuestro ser sólo llegará cuando salgamos de nuestro propio mundo para salir al encuentro del Otro.

El título de este libro que su autora explica al final del mismo, intenta ser un itinerario lleno de sabiduría espi-ritual y psicológica para descubrirnos precisamente el valor de la estima, su adecuado y sano desarrollo, así como su verdadero cumplimiento dentro de nuestros propios límites como seres creados. Y aquí es donde reside la pa-radoja que nos presenta Isingrini, acep-tar nuestros límites mirando el rostro de Dios, nos devuelve el valor propio de lo que es el hombre.

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Aunque parezca un asunto ya conoci-do y tratado por otros muchos autores, su lectura es altamente recomendable para seguir aprendiendo sobre el autén-tico sentido cristiano de estimarnos con gratitud a nosotros mismos y a nuestros hermanos.—PJGS.

19. Lamet, P. M., las palabras calla-das. diario de María de Nazaret, Styria, 2009, Barcelona, 246 pp., 15 × 23 cm.

Saber lo que no dicen los Evangelios canónicos sobre María ha sido interés, desde los primeros siglos del cristia-nismo, de místicos, santos, escritores y novelistas. Todos han visto la necesidad de iluminar, a veces incluso con hechos fantasiosos, la vida oculta de la mujer histórica más importante de la historia de la humanidad. Encontramos a lo lar-go de la historia cientos de biografías de María que tienen la finalidad de dar a conocer la vida de esta sencilla mujer de Nazaret.

Pedro Miguel Lamet nos ofrece otra vida de María, un diario que contiene las palabras ocultas de la Madre de Dios desde el instante de la concepción vir-ginal del Salvador hasta el día que el hijo decide dejar la casa familiar para predicar una buena noticia que le cos-taría la muerte. Palabras calladas de la vida oculta de María en Nazaret.

Lo que el lector encuentra en esta obra no es un manuscrito oculto que se ha descubierto ni tampoco es una novela de ficción. Encontramos una vida basada en la realidad de un tiem-po histórico que se conoce gracias a la arqueología y a la historia propia del pueblo de Israel.

Lamet consigue con bellas y poéticas palabras bucear en el alma de María durante el periodo en que mayor influjo

ejerció en su hijo. Podemos encontrar también emocionantes páginas escritas en primera persona donde se deja ver la intimidad y la evolución psicológica de una joven nazarena que ha sido llamada a cooperar con el mismo Dios en la his-toria de la salvación. Para nada encon-tramos un lenguaje dulzón o pietista, lo que se nos presenta es una imagen real, histórica, concreta de una mujer de su tiempo que tiene un alma excepcional que no todos conocen.

La obra está armonizada con cua-renta y dos reproducciones de la mejor pintura del primer renacimiento ita-liano. Más allá de cualquier creencia esta obra cautivará el corazón de todos los lectores que sientan y vibren por aproximarse a los recuerdos que María «conservaba en su corazón».—CMD.

20. Ley, K., Como a ti mismo. Nunca es demasiado tarde para amarse, Sal Terrae, Santander 2008, 190 pp., 13 × 21 cm.

«Quererse a sí mismo es lo más difí-cil que hay. Pero un día puede llegar a ser sencillo… cuando uno no se entor-pece a sí mismo». Con estas palabras comienza Catharina este libro que es una invitación a la gente a quererse y amarse a sí misma, pues no podemos querer realmente a los otros si no nos amamos a nosotros mismos.

Quererse a sí mismo es un tema an-tiquísimo, presente en la Biblia y en los místicos, pero muy actual y lo trata Catarina Ley, psicoanalista y psicote-rapeuta, socióloga, analista de grupos y autora de numerosas publicaciones. Ella conoce muy bien el sufrimiento de tantas personas que no se quieren a sí mismas, a las que propone el amarse a sí mismas y a las demás. La autora llega a afirmar que la mayoría de las personas

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no se aman a sí mismas, ya que, en la mayoría de las veces, aman a las demás porque no pueden amarse a sí mismas. El amor a uno mismo y al prójimo se condicionan mutuamente.

Los cuatro capítulos del libro son: Arribar al ahora, a las personas nos re-sulta difícil querernos a nosotras mis-mas, por amor a uno mismo: siempre es distinto, invitación a amarse a uno mismo. Arribar al ahora. Cada día es algo nuevo y nos ofrece la oportunidad de vivir nuestra vida. Con frecuencia vivimos en el pasado, nos aferramos a él y pensamos en el futuro o lo adelan-tamos, no estamos donde estamos, es decir, en el momento presente, en el aquí y en el ahora. Fue Martín Lutero quien dijo que él plantaría hoy un man-zano aunque supiera que mañana iba a acabarse el mundo… Sólo parcialmen-te está el mañana en nuestras manos. Lo cual es un motivo para saborear el hoy, el aquí y ahora. Cuando vivimos en el ahora.

En el último capítulo la autora invita a amarnos a nosotros mismos para bus-car la paz en el desasosiego y la felici-dad en la desgracia. Es necesario, pre-senta Katharina, el dejar de disculparse por los pasos que uno da, el aprender a afrontas las exigencias de uno mismo y de los demás, el ser lo bastante buenos, el alcanzar la plenitud, el buscar lo que me ayuda a amarme a mí mismo, el alcanzar la serenidad y generosidad, y el descubrir el lado bello de uno mismo y de los demás.

Las personas somos hijas del cielo y de la tierra, del aire y del fuego, No vi-vimos en islas, siempre estamos al lado de los demás y, desgraciadamente, un poco solos. El amor a nosotros mismos puede transformarnos en las personas que nos gustaría ser. Y para comenzar a amarse a sí mismo, nunca es demasiado tarde.—EGN

21. Lison, J., ¿dios proveerá? Com-prender la Providencia, Sal Te-rrae, Santander, 2009, 159 pp.,11 × 19 cm.

Presentamos este libro escrito por Jacques Lisón sobre un tema tremen-damente actual,y al mismo tiempo tan misterioso como el mismo Dios.Los atributos de Dios se confunden con Dios. Por eso ese Dios choca no pocas veces con la razón humana que experimenta su impotencia de compren-der el misterio. El Autor es consciente de todas las dificultades que siempre, pero de manera más fuerte en nues-tro tiempo, ha presentado el tema del Dios providente y parte de que el tema de la providencia de Dios es un tema casi olvidado en la teología reciente, pero muy presente aún en la creencia popular. Y ante la pregunta del título del libro,el Autor trata de comprender el verdadero sentido que tiene esta di-mensión del Dios revelado.Lo que él llama comprender la Providencia. La palabra personalmente no me parece la más apropiada. Por eso entendemos la palabra comprender, en las palabras que escribe el autor: «tal es el objeto de este libro: acompañar respetuosamente la creencia en la providencia divina para que pueda dar lo mejor de sí misma»(p.l1). Y creemos que lo consigue en la me-dida de lo posible. Para ello, a través de un amplio recorrido histórico, pone de relieve las desviaciones del providen-cialismo, y las posturas antiprovidencia que se han dado en los tiempo actuales, para que, apoyado en los textos bíblicos y testimonios concretos, tratar de escla-recer lo que encierra la providencia de Dios sobre los hombres, de manera que haga posible seguir creyendo en el Dios revelado después de las tragedias que tan fuertemente han azotado a la huma-nidad, sobre todo, en el siglo pasado..

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Termina sus reflexiones con estas pala-bras: «acoger la providencia divina es, por tanto, cuestión de fe, de creatividad y de sinergia»(p.150), porque la fe en la providencia no exime al cristiano de asumir su responsabilidad en el mundo a la luz de la voluntad de Dios.

Lamentamos frecuentes errores tipográficos,en su mayoria fáciles de corregir, y algunas redacciones que re-sultan difíciles de entender.—SF.

22. López Melús, R. M., Nuño de santa María, Carmelita. Un santo de ayer con un mensaje para hoy, AMACAR, Onda, 2009, 214 pp., 14, 5 × 21 cm.

El 26 de abril de este año 2009 el santo Padre Benedicto XVI ha procla-mado santo al Beato Nuño de Santa María, carmelita. un santo de ayer con un mensaje para hoy es lo que ha re-saltado el P. Rafael María López Melús en este libro que ha sido publicado en vistas a esta canonización con el fin de dar a conocer la actualidad de un Carmelita del siglo XV que tiene una palabra de que decir a los Carmelitas del siglo XXI. Así lo ha presentado el P. Fernando Millán Romeral, General de la Orden del Carmen, en este libro, resaltando de la vida del nuevo santo su amor, casi romántico y caballeresco, por la vida cristiana en toda su pleni-tud. Amor que se ha hecho visible en la vida de san Nuño en su honda piedad eucarística, en la devoción tierna y filial hacia la Virgen María que plasmó de mil maneras y que será la que le lleva-rá a ingresar el 15 de agosto de 1422 como hermano «donado» en la Orden del Carmen en la ciudad de Lisboa y en su verdadera humildad del héroe de Portugal y Condestable que ha pasado a ser el hermano donado que realiza los

trabajos más humildes y sencillos del convento.

Esta es la vida sencilla de un gran santo que apenas es conocido fuera de su Orden y que con sencillez nos quiere presentar el P. Melus en este libro. La lectura del mismo es sencilla, aunque tenga un leguaje de hace unos cincuenta años, no por ello tiene desperdicio el contenido del mismo. Podemos encon-trar interesantes noticias históricas dig-na de admiración y algunos ejemplos de vida cristiana y carmelitana que pueden ayudar al lector y lectora a imitar la vida de un santo que de Condestable pasó a ser el último de su comunidad religiosa.—CMD.

23. Martínez Ocaña, E., Cuerpo espiritual, Narcea, Madrid, 2009, 203 pp., 13 × 21 cm.

Emma Martínez en este libro sigue con la misma temática que ya había tratado en su primer libro Cuando la Palabra se hace cuerpo… en cuerpo de mujer que ha sido publicado por Narcea en el 2007. Al igual que en el libro ante-rior en este gran parte del contenido del mismo ha sido publicado en la revista «Religión y Escuela» como ayuda para profesores y profesoras de Religión.

El lenguaje que mantiene la autora es sencillo, no tienen mucho aparato crí-tico, pocas notas a pié de página, tiene una abundante bibliografía y se lee con mucha soltura.

La autora se ha propuesto, así lo explica en la introducción, en primer lugar facilitar el acceso, para el que lo desee, a la teología feminista que aún no es muy conocida fuera de los am-bientes académicos y el hacer justicia a las autoras y autores en los que se ha inspirado y que le han ayudado a hacer su travesía personal y profesional.

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El contenido de esta obra es sencillo. Primero una breve descripción de cómo hacer de cada parte de nuestro cuerpo un lugar para la experiencia espiritual, con la finalidad de dejarse alcanzar por la Palabra y poder ser transparencia, cuerpo visible de un Dios invisible, y mostrar cómo esto ha sido verdad en algunas mujeres bíblicas, entre las que resalta María de Nazaret mujer de una gran experiencia porque además de al-bergar en su seno al Hijo de Dios supo hacer su propio éxodo pasando de ma-dre a discípula.

Creemos que este libro puede ayudar a muchas mujeres y hombres que tienen una idea dualista o idolátrica del cuerpo y que les hará llegar a una conclusión más unificadora, verdadera y evangélica del ser corporal que somos.—CMD.

24. Marton, M. B., la sainte de la confiance. Neuf jours de médita-tions avec Thérèse de l’enfant-Jésus, Toulouse, Éditions du Car-mel, 2007 (Carmel vivant. Série Thérèse de l’Enfant-Jésus, 1). 96 pp. 11 × 17,5 cm.

un librito sencillo y sabroso. El autor es un carmelita descalzo húngaro: Mar-celo Baltasar Marton (1887-1966), tes-timonio luminoso y esperanzador de la persecución comunista y de la supresión de la Provincia OCD de Hungría a ma-nos del régimen de entonces y supervi-viente del mismo. Por todo ello (y más) está abierta su causa de beatificación. un retiro de nueve días, con sus respec-tivas meditaciones, es lo que ofrece esta traducción francesa del húngaro origi-nal en la colección «Carmelo vivo», en su serie «Teresa del Niño Jesús». Ése es el tema central de sus meditaciones: la santa de Lisieux, concretamente, la clave hermenéutica de la confianza. No

es nuevo el tema para nosotros, pero tal vez sí para el autor, que lo aborda desde la novedad que da la sencillez de vida. El retiro lo da el autor en 1940, siendo conventual de Győr, como maestro de novicios (1930-43) y requerido como predicador y director espiritual. El fruto de esa vida, sintetizado en pocas pági-nas, lo tenemos aquí resumido, como píldoras teresiano-lexovienses. Es de agradecer la traducción a Éditions du Carmel, ya que así podemos conocer más y mejor al padre Marcelo, pues lo que no se conoce no se puede amar; y si la causa de beatificación busca, en de-finitiva, la imitación de sus virtudes por el pueblo de Dios (empezando por el ámbito local-nacional: Győr, Hungría, provincia religiosa húngara; y siguiendo por el resto: la Orden en Europa y en el resto del mundo, todo el pueblo de Dios), tarea primordial es la de dar a co-nocer su obra, escrita y hablada, como ésta, que presento y cuya transcripción nos ofrece en una limpia edición la edi-torial de nuestros hermanos carmelitas descalzos franceses de la Provincia de Aviñón-Aquitania. Bravo por ellos, bra-vo por la traducción de M. Th. de Dom-bora y bravo, sobre todo, por el autor, que nos dejó estas perlas para nuestra meditación: Confianza.—IHT

25. Michon, H., Saint François de sales. Une nouvelle mystique, Pa-ris, Les Éditions du Cerf, 2008, 353 pp., 14,5 × 23 cm.

Sobre la figura de san Francisco de Sales se ha escrito mucho y bien como representante eximio, entre otros mé-ritos, de la espiritualidad francesa del siglo XVII, el gran siglo francés en la historia de la espiritualidad y del Hu-manismo devoto. Lo que no se había puesto suficientemente de relieve en

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esas historias es su faceta de autor místico. Y esa laguna es la que quiere poner en evidencia y colmarla la autora de esta obra, sobre todo investigando a fondo el Tratado del amor de dios, una de las obras del célebre autor, que, según el análisis de la autora, es de gran valor al estudiarla desde la perspectiva de la experiencia mística. La doctrina y la experiencia del obispo de Ginebra se sustenta no sólo en la tradición místi-ca cristiana desde Dionisio Areopagita, sino en los autores medievales y mo-dernos y en la Escritura y la teología.

Para llevar adelante el proyecto, la autora recurre a la tradición antigua y medieval y la utilización de una abun-dante y escogida bibliografía. Cuatro partes tiene la obra. Primera, dedicada a la teología mística de Francisco de Sales; la segunda a la antropología del autor del Tratado de amor de dios; la tercera a los tres «modelos» en los que se expresa el pensamiento, y es de su-poner que será también la experiencia del autor. Quizá sea esta tercera parte el núcleo más valioso de la investigación en la que analiza los tres modelos en que ha se condensado de la experien-cia mística de Occidente. El fundado en el desarrollo de los grados de ora-ción (Santa Teresa de Jesús), el de la sumisión a la voluntad de Dios (algunos representantes de la Escuela francesa de espiritualidad como Benito de Canfeld), y el de los grados del «puro amor» (San Bernardo y San Francisco de Sales en su Tratado del amor de dios). Final-mente, en la cuarta parte trata de la «Teología salesiana», centrada en tres puntos: el misterio de Dios, el misterio de la gracia y un breve tratado sobre las virtudes. un prólogo, una conclusión y una bibliografía final completan esta obra bien argumentada y probada con el estudio de las fuentes y la bibliografía sobre una faceta importante de la vida

y la doctrina de san Francisco de Sales escrita en un lenguaje cercano a la com-prensión de la gente sencilla.

No estoy de acuerdo con lo que dice el autor sobre la Santa de Avila, Teresa de Jesús, que habría escrito sus obras espirituales para gente escogida, sus monjas carmelitas descalzas (p. 13). Aunque es verdad que se encuentran en sus escritos algunos textos que inducen a pensar así, si leemos estos textos en profundidad nos damos cuenta de que está pensando en todo género de lecto-res, también los laicos.—DPM

26. Newman, J. H., sermones pa-rroquia/es, Ediciones Encuentro, Madrid, 2009, 357 pp.; 15 × 23 cm

Victor García Ruiz y Santiago Gon-zález y Femández-Corugedo son los autores de la traducción de estos 25 ser-mones parroquiales,pronunciados por Newman en la iglesia de Saint Mary’s en Oxford.entre los años 1829 y 1835. Newman era por entonces todavía, an-glicano, aunque terminaría, como se sabe, convirtiéndose en 1845 al catoli-cismo y siendo nombrado Cardenal por el Papa León XIII, declarado en 1991 Venerable por el Papa Juan Pablo II, y está en proceso su causa de beatifica-ción y canonización.

En estos sermones brilla el genio hu-mano y cristiano. Con un conocimien-to poco común de la Sagrada Escritura (pretendió aprenderla de memoria, nos dice en su Diario), el autor describe con belleza y en toda su riqueza a la Iglesia como instrumento de salvación, como continuidad de Cristo en la historia a través de los sacramentos. En uno de estos sermones se nos habla del culto a los santos,y en otro del Purgatorio, un sermón oscuro y lleno de sutilezas

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excesivas de las que Newman era amigo y que le reprochaban algunos de sus adversarios.

Los 19 primeros sermones se deben a la traducción de Victor García Ruiz y los seis restantes a Santiago González Femández-Corugedo.—SF.

27. Pablo Maroto, D. de, lecturas y maestros de santa Teresa, Ma-drid, Editorial de Espiritualidad, 2009, 300pp., 21+13 cm.

Mucho se está escribiendo sobre santa Teresa en estos últimos años. Ahora bien, no todo lo que se publi-ca merece la pena, y mucho de ello no aporta prácticamente nada al que-darse en esos reinos de lo facilón, de lo espiritualista, de lo psicológico o sociosicológico sin nada que ver con santa Teresa y con planteamientos ana-crónicos que incluso la desfiguran. Por eso, es de agradecer este libro que tiene una base muy seria de investigación, bien escrito (quiero decir que es muy claro) y que se enfrenta con un tema de evidente interés teresiano: el cono-cimiento del proceso de formación de Teresa, sus maestros, sus lecturas, en los diversos tiempos de su vida, de su experiencia espiritual, de los compro-misos eclesiales de su obra.

Se disponía de estudios de muy diversa índole sobre la relación de la madre Teresa con maestros, consejeros, confesores de las principales órdenes religiosas, o con corrientes espirituales llegadas de lejos y difíciles, en oca-siones, de detectar. Se necesitaba, no obstante, una visión conjunta de todos ellos, o de los más decisivos, y esta de-manda se ve satisfecha, hay que decir desde el principio que con competen-cia, con este libro de Daniel de Pablo Maroto.

Es posible que algunos hayan leído buena parte de sus contenidos, publi-cados por entregas, a lo largo de los últimos nueve años, en la revista Teresa de Jesús. El autor ha recogido aquellos artículos, los ha estructurado temática y cronológicamente, ha actualizado alguna citación, introducido leves adi-tamentos, más que cambios, en alguna ocasión, y así, con una introducción oportuna, ha elaborado este libro.

Es posible también que alguien, a la vista del título, piense solo en personas o en libros y lecturas. De ellos tratan estas páginas. Pero no sólo de ellos, puesto que en la formación y en la sensibilidad de Teresa actuaron también otras mediaciones como, por ejemplo, los ambientes en que vivió y que ob-servó con su capacidad bien probada de asimilación. De hecho, el libro se abre con las presencias e influencias del am-biente familiar, con las enseñanzas de los padres, las lecturas de la infancia y de la adolescencia, el ambiente agustino de Santa María de Gracia personificado en una maestra decisiva, en doña María Briceño.

El apartado segundo, con un título poco expresivo, expone el magisterio de la Sagrada Escritura en Teresa de Jesús; lo que significó y fue el maestro interior, «el libro vivo», en una espiritualidad tan cristocéntrica como la suya; el recurso a María, como modelo espiritual de una mujer (con todo lo que implicaba este modelo contra el rechazo generalizado de la experiencia espiritual en las muje-res), o como madre de su orden, la del Carmelo. Como ejemplares también se propone a los santos de los que era tan devota quien, como Teresa, participó plenamente de la religiosidad popular, lo cual lleva a Maroto a incluir (y es un acierto el hacerlo) al demonio como maestro de quien fuera tan experta en el arte de espantarlo. Pero queremos

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insistir en otro magisterio tan cordial para ella y que capta el autor de libro a la perfección, el de san José: «quien no hallare maestro que le enseñe oración, tome este glorioso santo por maestro y no errará en el camino».

En el sector que engloba bajo el títu-lo de la tradición presenta a san Pablo, a los personajes bíblicos y evangélicos (mujeres y hombres), algunos tan ex-presivos para ella como la Samaritana o Marta y María, Elías y Eliseo. Y se detiene en los padres de la Iglesia que tanto la impresionaron y enseñaron tam-bién: Jerónimo, Agustín, San Gregorio Magno. En continuidad con lo anterior dibuja las lecturas de la literatura medie-val que tuvieron tanto éxito, corriendo manuscritas o después, con velocidad inaudita, cuando la imprenta se apoderó de la «Vita Christi» Cartujano, la «Le-yenda dorada» o «Flos sanctorum», y la Imitación de Cristo o, mejor dicho, «El contemptus mundi» que es como se llamaba entonces, como lo leyó y lo recomienda la madre Teresa.

La parte más amplia es la que se dedica a los maestros de las diversas órdenes religiosas (escuelas las llama el autor). Se corresponde con la rea-lidad social del clero, más activo en este sentido de dirección y control de conciencias el regular que el secular. En relación con Teresa, llama la aten-ción que entre tanto confesor como desfila por sus relaciones, por su vida, en el momento crítico de la Encarna-ción Gaspar Daza (y su amigo seglar Salcedo), es decir, los consejeros de Ávila, anden tan desatinados; y, en se-gundo lugar, que no aparezca ningún carmelita pese a la cercanía física de ambos conventos. Y sin embargo, la orden del Carmen fue un ámbito fe-cundo que compensó la carencia de los frailes. La ausencia se compensaría con la intensidad de los maestros (y alum-

nos) descalzos fray Juan de la Cruz y Gracián. Se detiene en los maestros y confesores de las escuelas u órdenes clásicas que la ayudaron en su camino, en su experiencia espiritual y con su magisterio: los dominicos, como los libros —que recomendaba— de Gra-nada, los padres Ibáñez, Báñez, el más entrañable García de Toledo; los fran-ciscanos, con libros que la animaron y con los que estaba de acuerdo o en desacuerdo (Osuna, Laredo, el venera-do fray Pedro de Alcántara, etc.); los jesuitas, gracias a los cuales se liberó de consejos errados y pudo vivir y pro-clamar su cristocentrismo radical. En cuanto a los jesuitas, Cetina, Prádanos, Francisco de Borja, eran más moder-nos, tenían otros métodos que iban más con Teresa, que a su vez influyó en algunos de ellos (Baltasar Álvarez). Dentro de la escuela ignaciana incluye al Maestro Juan de Ávila, cuya carta sobre el espíritu de la Madre se valora, creo, más de lo debido ya que, bien leída, resulta bastante cicatera y pre-venida. No tan presentes estuvieron los agustinos si bien, después, y sin que la conociera personalmente, con la Madre Teresa, con sus hijas y sus libros, se entusiasmaría fray Luis de León.

Como colofón casi, en la última parte va presentando los elementos naturales que tanto juego le dieron en sus imáge-nes, en sus metáforas, en su lenguaje. Y cierra todo con breves trazos en tor-no a los amigos. Entre tantos amigos y amigas a los que alude (una legión que pide otro libro), entre las amistades femeninas sólo se detiene en la tan efi-caz y cordial doña Guiomar de ulloa, en cuya casa aprendió de consejeros tan eximios, y en doña Luisa de la Cer-da, gracias a la cual tomó decisiones convenientes para el estilo de vida de sus conventos y en cuyas mansiones se afianzó su postura social de rechazo de

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las aristocracias honrosas («aborrecí el desear ser señora»).

Hay que notar que la biografía de estos personajes suele cerrarse con el dibujo que de ellos traza la madre Te-resa, y huelga advertir que algunos de estos retratos, como es bien sabido, son, sencillamente, magistrales.

Daniel de Pablo Maroto ha optado por publicar estos materiales, con uni-dad perfecta, tal y como aparecieron en la revista Teresa de Jesús (algunos hace nueve años). No hubiera estado de más alguna actualización, no tanto en el cuerpo de los capítulos cuanto en la bi-bliografía. Alguna, mínima, reiteración (por ejemplo cuando habla del padre Prádanos y de la amiga, de ambos, doña Guiomar) es comprensible al tratarse de artículos de revista inicialmente.

Es un libro, en definitiva, muy actual, serio y, además, muy legible puesto que está escrito con naturalidad y muy bien fundado como obra que es de uno de los más cualificados teresianistas. Me parece muy oportuno y una buena ayu-da para una lectura integral e inteligente de santa Teresa en estos años previos al centenario de su nacimiento.—TE.

28. PIERI, F.,-, Pablo e ignacio. Testi-gos y maestros del discernimiento espiritual, Sal Terrae, Santander, 2005, 213 pp., 13,5 × 20 cm.

El autor de este libro que actualmen-te es profesor en el Instituto de Espi-ritualidad de la Pontificia universidad Gregoriana, nos trae a lo largo de cuatro capítulos un camino de discernimiento para seguir a Jesucristo tomando como maestros a Pablo de Tarso y a Ignacio de Loyola.

En el primero de ellos se nos mues-tran las líneas teológicas convergen-tes entre ambos santos, detallando de

manera especial la huella paulina en la biografía de san Ignacio. El lector descubrirá cómo la experiencia humana y espiritual de Pablo le orienta en su búsqueda firme de hacer la voluntad de Dios en su «aquí y ahora» (hic et nunc). Esta afinidad espiritual se hace más patente en los siguientes dos capí-tulos en los que el autor trata de forma separada el discernimiento espiritual en cada uno de ellos.

La vocación personal de Pablo desde su condición de judío intachable y celo-so observador de la Ley (cfr. Flp 3, 3-6) se transforma ontológicamente a la luz de su encuentro con el Resucitado (cfr. Flp 3, 7-14) en una nueva experiencia espiritual. Este nuevo camino de cristifi-cación en el itinerario vital de Pablo fue sólo posible por la gracia y misericor-dia de Dios que salió a su encuentro en Damasco (cfr. Hch 9, 1-19). El notable esfuerzo del santo por discernir con hu-mildad la voluntad de Dios, le convierte legítimamente en testigo y maestro de la vida cristiana. Resulta muy interesante la reflexión de Fabrizio Pieri sobre la frecuente utilización que hace el Após-tol de los gentiles del verbo dokimazein, que a modo de llave hermenéutica sería utilizado para conocer profundamente la verdadera autenticidad de la persona, ya que consistiría en el correcto discer-nimiento de la voluntad de Dios en cada situación concreta.

Por su parte el discernimiento es-piritual de Ignacio de Loyola queda recogido en los numerosos textos de su autobiografía en los que se apoya el autor para sumergirnos en el camino existencial de su búsqueda sincera de Dios, así como de los ejercicios es-pirituales, Constituciones y epistolario en donde podemos encontrar el especial carisma de la «discreción de espíritus» que siempre acompañó al fundador de la Compañía de Jesús.

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En el último capítulo Fabrizio Pieri intenta aplicar a la pastoral y a la vida cristiana, la sabiduría práctica de estos dos maestros en el proceso de discer-nimiento espiritual de la voluntad de Dios.—PJGS.

29. Ratzinger, J. - Benedicto XVI, sobre todo, el amor. Confiarse a dios, confiar en la vida, Sal Te-rrae, Santander, 2008, 166 pp. 13 × 20 cm.

El amor es lo más importante y es lo único que se debería enseñar. Sólo hay un pecado: el no amar. «Ante todo, tened entre vosotros intenso amor, pues el amor cubre multitud de pecados» (1P 4, 8). Todos estamos bien seguros de que sin amor la humanidad acabará por destruirse. Ya lo dijo el poeta W. H. Auden, «Tenemos que amarnos los unos a los otros o morir». «Estoy con-vencido, decía Dostoievski, de que el único infierno que existe es la incapa-cidad para el amor». El cielo está don-de hay amor, «el infierno es no amar ya» (Georges Bernanos). «El amor es cosa buena, porque dobla la alegría y parte entre dos la pena» (Copla popular española).

El amor es todo en la vida: fuerza, motor, vida… En las primeras interven-ciones de Benedicto XVI afirmaba estas ideas fundamentales: «Lo que redime no es el poder, sino el amor». «Si el mundo se salva será por quienes se en-tregan generosamente al servicio de los demás». «El amor es el que impulsa a la persona al servicio de la verdad, a la justicia y al bien».

Dios es amor, así nos lo ha recordado el Papa en su primera encíclica. De esta experiencia han vivido los seres huma-nos. De esta absoluta verdad está con-vencido san Bernardo cuando exclama:

«Dios es Amor y nada creado puede colmar a la criatura hecha a imagen de Dios, sino Dios Amor, solo Él es mas grande que cualquier criatura».

«Nosotros hemos creído en el amor» (1 Jn 4,16). Esto es lo que define a los cristianos, lo que constituye el núcleo más íntimo de la experiencia cristiana. Y merece la pena ponerlo de relieve precisamente hoy, en un momento en que el cristianismo aparece a los ojos de muchos como una pura doctrina moral o una mera visión del mundo entre otras muchas opciones. Dios no es un princi-pio abstracto ni un producto de nuestro pensamiento o de nuestra orientación política. La llamada que Dios nos hace es, sobre todo, una llamada al amor, y ser cristiano es responder a Su amor.

«En el abismo de la noche más os-cura», el discurso pronunciado en la visita al campo de concentración de Auschwitz...: «En un lugar como éste se queda uno sin palabras; en el fondo, sólo se puede guardar un silencio de estupor, un silencio que es un grito in-terior dirigido a Dios: ¿Por qué, Señor, callaste? ¿Por qué toleraste todo esto?». un grito dirigido a Dios y, por tanto, un acto de esperanza, de confianza y de resistencia contra el abismo y su oscuridad» (Prólogo).

Este libro consta de siete capítulos: Prólogo 1.- Dios es amor 2.- El amor es comprensivo 3.- El amor es bondadoso 4.- Todo lo excusa 5.- Todo lo espera 6.- Todo lo soporta 7.- El amor no pasa nunca Fuentes.

Benedicto XVI no necesita presen-tación. Es bien conocida su persona y su obra. «Al elegir Papa a Joseph Ra-tzinger, la iglesia católica ha puesto de manifiesto su vitalidad histórica y su muy probada sabiduría; no ha elegido a un rancio conservador, sino a un testigo de nuestra dramática época, uno de los actores del inesperado reencuentro en-

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tre la cultura laica y cristiana» (Ernesto Galli Della Loggia). La sabiduría y el testimonio de este Papa, son un faro de luz para nuestro mundo en crisis. Él conoce el corazón del ser humano y sabe que la sed de Dios permanece y se expresa de muchas maneras a nuestro alrededor.—EGN.

30. Rodriguez Olaizola, J. M. alegria, tambien de noche, Sal Terrae, Santander, 2008, 111 pp., 20 X 13 cm.

«Aquí estamos, tú y yo. Tú que abres estas páginas. Yo, sentado al ordenador, escribiendo, pero en realidad queriendo compartir un tiempo contigo». Este es el estilo de Olaizola. un libro de 110 páginas, en el que no pretende respon-der a muchas preguntas, simplemente dirigirse al lector, desde su habitación, desde el ahora que escribe estas lí-neas, al ahora en el que el lector las lee. «Gracias por querer compartir este tiempo», nos dice José María. Ahí esta dicho todo.

En la introducción, el autor afirma y desarrolla estas tres frases: «Queremos ser libres. Queremos ser felices. Que-remos tener algo sólido en la vida». Y nos recuerda que no sólo somos hijos de nuestros padres, sino también de nuestra época y de nuestro ambiente.

La búsqueda de la felicidad es omnipresente. Toda persona busca, pide o promete felicidad. «¿Quién no quiere ser feliz hoy en día? El joven y el anciano, el hombre y la mujer, el célibe y el casado, el que cree en Dios y el que no...: todos aspiramos a la felicidad. ¿Es este deseo una qui-mera insensata o un anhelo legítimo?» (contraportada).

Viendo los títulos de los seis capítu-los de este libro, pareciera que el títu-

lo correspondería mejor a la felicidad que a la alegría, pues los temas son: Tiranías sociales, La tiranía de la feli-cidad, Trampas y trampillas. La felici-dad atrapada, Felicidad para todas las estaciones, Llaves y puertas abiertas, la felicidad liberada, La felicidad evangé-lica. Desde la fe…

En la página 102 el autor afirma: «En bastantes ocasiones, a lo largo de estas páginas, he hablado de la alegría». Y nos da muchas razones para estar ale-gres, porque no estamos solos, porque somos libres, porque somos personas, porque creemos que al final el bien se impone, porque podemos abrazarnos en la debilidad… «Es posible una alegría profunda, hecha de risas y lágrimas, capaz de vivirse en los momentos de euforia y fiesta, pero también en las horas más oscuras. Es posible un gozo con raíces hondas, que se disfruta en los días radiantes, pero que no se apaga sin más ante la dificultad o la zozobra. Es posible, en fin, una felicidad liberada de la tiranía de sentirse bien a toda cos-ta, una alegría tejida entre lo cotidiano y lo novedoso, llena de nombres, de esperanzas, de historias y de rostros» (Contraportada).

Demasiadas veces se nos va la vida en dramas innecesarios; demasiada gen-te se siente derrotada sin causa; por eso, cada vez que queramos rendirnos en el camino, alguien nos diga: «¡Vamos! Tú puedes!». «Porque la vida puede ser Vida. ¿Y quién querría vivirla a medias?

un fuerte abrazo y hasta pronto». Ése es el último mensaje de este libro y las últimas palabras.

Gracias, Olaizola, por compartir con nosotros tu saber, tu tiempo, y por re-cordarnos que es posible una alegría profunda, hecha de risas y lágrimas, capaz de vivirse en los momentos de euforia y fiesta, pero también en las horas más oscuras.—EGN

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31. Serrao, Charles, il discerni-mento della vocazione religiosa. Formare per trasformare, More-na (Roma), Edizioni OCD, 2006 (Appunti di teologia, 8). 208 pp. 12 × 19 cm.

Libro escrito por un formador para formadores. Formación para la vida religiosa, para la vida en comunidad. No sólo es educación, es formación, transformación (cf. subtítulo). Eso su-pone una interpretación. No se pretende una pedagogía socrática: todo está den-tro (del pupilo), sólo hay que sacarlo y mostrárselo para que caiga en la cuenta; no, más bien es la perspectiva del alfa-rero, que ante el barro tiene una idea y va dando forma al barro según esa idea, con lo que, al final, ha transformado el barro sin forma definida en una be-lla figura. Hay que tener en cuenta la perspectiva de partida de esta obra de madurez. Obra seguramente pasada por las aulas y, en todo caso, por el tamiz de la experiencia de décadas dedicadas a la formación.

El autor tiene en cuenta a varias es-cuelas y autores (Freud, Jung, Berne, Erikson) que menciona a lo largo del libro; la dimensión de los capítulos es desigual, algunos apenas ocupan dos páginas y algún lector querría tal vez que se alargara en esos puntos; espe-cialmente, al referirse a la «transfor-mación», ya que es palabra usada en el subtítulo y se supone que tiene im-portancia en la perspectiva del autor. Dedica nueve capítulos a la formación permanente y en ellos habla o se refiere a la personalidad; interesante para unos, opinable para otros.

Hay que tener en cuenta que el ori-ginal de la obra fue escrito en inglés, luego traducido al vietnamita, al indo-nesiano, al japonés y, por último, al ita-liano. El área primera de influjo es la

India, país de origen del autor; luego, su ámbito de influencia: Asia oriental (fue definidor general del Carmelo Teresiano en la zona asiática). Por último, se ha traducido al italiano. Algo bueno de esa decisión creo que reside en que puede ayudar a los formadores no italianos pero que conocen el idioma, residen-tes en Italia en centros internacionales, dedicados a la formación inicial y/o permanente de religiosos. Este libro no tiene notas al pie ni al final; el lenguaje es sencillo, directo; todos los capítulos incluyen la propuesta de al menos un ejercicio práctico para el lector o para que éste lo proponga en la dinámica de vida de su respectivo grupo. Son deta-lles que favorecen el ciclo de lectura y reflexión personal, propuesta grupal, puesta en práctica, reflexión y evalua-ción grupal… un punto mejorable sería la actualización de la pequeña biblio-grafía final. En fin, una interesante pro-puesta que hace pensar.—IHT

32. Stein, E.-, an investigation Con-cerning the state, ICS Publica-tions, Washington, D.C., 2006, 274 pp., 14 × 21,5 cm.

El libro que presentamos forma parte del décimo volumen de las obras com-pletas de la edición inglesa de santa Te-resa Benedicta de la Cruz. La editora y traductora de esta magnífica edición es Marianne Sawicki que previamente ya había editado otra de sus obras del período filosófico en la misma colec-ción: Philosophy of Psychology and the Humanities.

El texto steiniano que es la primera vez que se traduce para los lectores de habla inglesa, fue publicado en el VII anuario para la filosofía y la investi-gación fenomenológica de Husserl en el año 1925, y representa su primera

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y última contribución filosófica a la cuestión política del Estado. La edición cuenta con una buena introducción y está cuidadosamente anotada, más de trescientas cincuenta notas acompa-ñan su lectura. En resumen, un buen trabajo para los conocedores de esta lengua que quieran profundizar más en el pensamiento filosófico de Edith Stein.—PJGS

33. Weimer, W., el retorno de la reli-gión. Sal Terrae, Santander 2008, 96 pp. 11 × 20 cm.

Este ensayo del periodista alemán Wolfram Weimer (45 años) tiene un tinte de ardor, otro de reflexión, otro más de vehemencia y, finalmente, otro de convicción. Hay que en cuenta que en ocasiones junta las churras con las me-rinas (salta, sin previo aviso, de hablar de católicos a cristianos, a monoteístas, a politeístas, a filósofos de la religión o simplemente a admiradores del hecho religioso sin más, tal cual pudo ser Pla-tón o un viandante que se detiene en la calle a ver unas estatuas, que resultan ser de unos santos). Como es periodis-ta, estos saltos se le han de perdonar: intenta convencer con todo tipo de argu-mentos, unos más interesantes que otros, pero la vehemencia le hace arrojar toda la retahíla de datos que ha acumulado (en las bases de datos que tienen a la mano los buenos periodistas, y él más que es director-fundador de la revista política Cicero). No está desinformado e intenta informar de un giro, no co-pernicano sino religioso. Y eso en el plano del pensamiento, puesto que ape-la a la razón con tres fuertes (eso cree él) argumentos: argumento cultural (p. 65-73), argumento político (p. 73-85), y argumento ético (p. 85-94); concluyen-do con la frase apodíctica: Credo, ergo

sum ([creo, luego existo] que recuerda a la cartesiana: Cogito, ergo sum [pienso, luego existo; que otros han traducido libremente como: Yo pienso [cógito], pero ando cojito si me faltas Tú), por lo que podríamos decir (de hecho, lo digo) que también echa mano de cierto argumento filosófico (p. 43-60). Al autor le parece bueno que retorne la religión (quizá nunca se fue del todo o tal vez es que nunca se fue porque siempre estuvo, sólo que algo tapadita, porque estaba mal visto, mientras tanto, que se destapara y enseñara muslo…). Y con eso hemos de estar de acuerdo, para no ser ni parecer fundamentalistas; el asunto, que no queda claro (y ahí vienen las churras) es cómo vuelve la religión, a través de qué o a pesar de qué o por encima de qué… Si es por encima de la libertad, la cosa pinta fea; si es a pesar del pensamiento, habría que dilucidar si es que el pensamiento se quedó como ancilla [sierva] de la fe (con lo cual las autoridades eclesiásticas podrán darse un respiro) o es que pelearon (pensa-miento y religión) y aquél perdió el combate y ésta se llevó la medalla, por K.O. técnico; entonces la cosa pintaría peor que fea porque en el siguiente combate, habiéndose entrenado mejor el pensamiento, llevando ventaja a la religión, engreída por haber conseguido (o recuperado) su título mundial, habría bajado la guardia, y en un izquierdazo (especialidad del pensamiento) vencería fácilmente a la religión, ocasionándole el mayor desprestigio y la vergüenza de ser desbancada. Puestas así las cosas (o sin llegarlas a poner así), este ensayo adolece de una continuación, quizá una segunda parte, en donde con nuevos datos, más afinados, demuestre que la religión vuelve como Dios manda y no como los nuevos fundamentalismos pre-tenden. Entonces sí que será aplaudido por todos (en fin, siempre hay alguno

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que nunca aplaude) y será un respiro para todos… sí, y también una grave responsabilidad: pues a la religión ya no se le consentiría más escarceo algu-no con los radicales de cualquier sig-no (especialmente del especialista en conservas especializadas). Para mayor abundamiento de datos (y para que no se piense que nosotros, o sea yo, no estamos desinformados), aducimos otro ejemplo en otro plano, no el del pensa-miento directo sino en el indirecto, tal es la arquitectura (pues, como dice Bruno Zevi, los edificios reflejan las ideas que los han concebido); así, Herbert Bangs ha tenido un amplio eco en ámbito an-

glófono con su ensayo The return of sacred architecture [el retorno de la ar-quitectura sagrada] (publicado por Inner Traditions, en 2006). Como cabe pensar que uno y otro autor no se han puesto de acuerdo (como las multinacionales al pactar los precios, de modo que no dañe a ninguna y todas coman del pastel), he-mos de concluir que en verdad retorna lo sagrado, en forma de religión o, tal vez, en forma amorfa, o sea sin forma definida, lo cual deja abierta la ventana o la puerta a los vientos y corrientes que interpreten qué forma será o cuál ha de ser la mejor y vencedora. Pero eso, en otra recensión.—IHT