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diciembre2013 2 Editorial/ La Nueva Evangelización 12 Desde México/ Presentan documento preparatorio para el Sínodo de la Familia 24 Museo mg/ La Última Cena Publicación de información y reflexión misionera. Año 16. Número 182. Japón • Corea • Kenia • Hong Kong • Perú • Angola • Guatemala • Brasil • Cuba • Mozambique

Boletín diciembre 2013

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El Boletín MG es una publicación mensual de información y reflexión misionera producida desde noviembre de 1998 por el Departamento de Comunicación de la Dirección de Promoción de Misioneros de Guadalupe, AR.

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diciembre2013• 2 Editorial/ La Nueva Evangelización• 12 Desde México/ Presentan documento preparatorio para el Sínodo de la Familia• 24 Museo mg/ La Última Cena

Publicación de información y reflexión misionera.Año 16. Número 182.

Japón • Corea • Kenia • Hong Kong • Perú • Angola • Guatemala • Brasil • Cuba • Mozambique

Año 16. Núm. 182.

Diciembre de 2013

Índice

El Boletín mg es una publicación mensual de in-formación y reflexión misionera producida desde noviembre de 1998 por el Departamento deComunicación de la Dirección de Promociónde Misioneros de Guadalupe ar. Cantera 29,Col. Tlalpan, Del. Tlalpan, cp 14000, México, df.Tel. (01 55) 5573 2500 ext. 168. [email protected]

En portada / P. Raúl Nava T., mg, en la Parroquia de Kainuk, en Turkana, Kenia, despidiendo a feligreses.

1 AgendaDiciembre

2 EditorialLa Nueva EvangelizaciónP. Raúl Nava T., mg

4 jmj/Inspiración vocacionalMi experiencia en el Seminario MenorCarlos David Reyes G., alumno del Cisemi

6 Desde las MisionesNoticias desde Corea. NoviembreP. Corazón López S., mgDesde Mozambique Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos (Mt 28, 19) P. Joaquín Toris A., mgNoticias desde Perú. Septiembre y octubre P. José Guadalupe Camarillo M., mg

12 Desde MéxicoPresentan documento preparatorio para el Sínodo de la FamiliaÁrea de Producción Editorial

14 DireccionesMi lugar de Misión es donde el Señorme pide estarP. Eugenio Zacarías Romo R., mg

16 Misioneros Laicos AsociadosEncuentros con Dios en PerúAna Rosa Clemente A., mla

18 Centro de Orientación VocacionalEncontrando a Cristo mediante la vocaciónP. Ignacio Flores G., mg

20 Comisión de Formación PermanenteEl Año de la Fe, un pequeño título para una enorme tareaEzequiel Reyes A., alumno de Teología

22 Club de Niños mgLa Morenita del TepeyacEzequiel Leobardo Rodríguez J., coordinadordel Club de Niños mg

24 Museo mgLa Última CenaFernando Peral S., jefe del Museo mg

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Boletín mg

Consejo General

Juan José Á. Luna E., mgSuperior General

P. Raúl Ibarra H., mgVicario General

P. Fernando Montes L., mgSegundo Consejero

P. Raúl Nava T., mgTercer Consejero

P. Salvador Rojas V., mg Cuarto Consejero

Boletín mg

Coordinación generalLic. Sergio Augusto Martínez S.

Revisión y corrección de textosLic. Sandra Minerva Delgadillo R.

Diseño editorialLic. Lourdes Reyes E.

Enlace administrativoAntonia Hidalgo L.

ImpresiónMultiprint

Agenda del mesEventos

Instituto de Santa María de Guadalupe para las Misiones Extranjeras

Los Misioneros de Guadalupe somos una sociedad de vida apostólica, formada por sacerdotes seculares mexicanos que consagramos nuestra vida a la Misión ad gentes.

Veneramos como Patrona a Santa María de Guadalupe, Patrona de México y modelo en nuestro trabajo de evangelización.

Nuestra tarea es llevar y predicar el Evangelio ad gentes, es decir, a los pueblos no cristianos, para extender el Reino de Dios e implantar la Iglesia donde aún no ha sido establecida, poniendo especial empeño en la promo-ción y formación de agentes de evangelización y del clero local.

Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen MaríaNuestra Señora de Guadalupexlviii aniversario de la fundación de la Misión de Kenial aniversario sacerdotal del P. José Armando Espinoza B., mgxxi aniversario del fallecimiento del P. Arcadio Arteaga C., mgNatividad de Nuestro Señor JesucristoLa Sagrada Familia

Domingo 8Jueves 12

Sábado 14Sábado 21Sábado 21

Miércoles 25Domingo 29

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EditorialLa Nueva Evangelización

P. Raúl Nava Trujillo, mg

Cronológicamente, la primera evangeli-zación comenzó en Pentecostés. Sabe-mos que el mandato misionero está lejos de haberse cumplido; sin embargo, existe una unidad y continuidad del proyecto de Dios, el cual se está desarrollando en etapas a través de la historia. Se dice que hemos entrado en una nueva etapa.

Sabemos también que el Evangelio debe encarnarse en el tiempo y en el espacio, y esto exige de nuestra parte un discer-nimiento profundo y permanente de los signos de los tiempos. Eso no significa que, para construir el futuro, tenga que removerse el pasado o que el mañana sea necesariamente la repetición de alguno de los modelos que han plasmado nuestra historia. El tiempo continúa —los contex-tos cambian—, y la novedad del Evangelio es siempre una irrupción de la gracia en el crisol de la historia.

Los agentes de evangelización sabemos que estamos llamados a vivir y a hacer realidad el proyecto de Jesús en la tierra: debemos ser una comunidad que pone a Dios en el centro, que integra lo disper-so y que vive la condición de la diáspora, de la levadura, de la semilla y de la lám-para puesta sobre el monte. No debemos convertirnos en una comunidad cerrada ni ensimismada; mucho menos llena de gente perfecta o mediocre. Estamos lla-mados a ser una comunidad que, en una sociedad connotada por las relaciones frágiles y conflictivas, exprese la posibili-dad de lazos fuertes y duraderos, cimen-tados en la aceptación mutua y el perdón recíproco.

La Lineamenta del Sínodo de los Obispos sobre “La Nueva Evangelización para la transmisión de la fe cristiana” nos dice que la difusión de la fe no es una empresa

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individualista ni solitaria, sino un evento comunitario y eclesial, pues la infecundi-dad de la evangelización hoy es un pro-blema eclesiológico que se refiere a la capacidad o incapacidad de la Iglesia para configurarse como una comunidad real, es decir, como una verdadera fraternidad, y no como una empresa. La Iglesia es misio-nera y evangelizadora, ya que desempeña varios papeles: de actor, de sujeto de laproclamación y de entidad reflexiva de la escucha y del discipulado (discernimien-to ad intra) ante un mundo caracterizado por grandes transformaciones.

La nueva evangelización no consiste en una reevangelización, sino en una nueva difusión de la fe: es el coraje de atreverse a transitar por nuevos senderos frente a otras condiciones en las que la Iglesia está llamada a vivir hoy el anuncio del Evange-lio. La nueva evangelización es sinónimo de Misión, pues exige la capacidad de par-tir nuevamente, de atravesar los confines, de ampliar los horizontes. El objetivo de la evangelización es el en-cuentro con Jesucristo, pues transmitir la fesignifica crear en cada lugar y en cada tiem-po las condiciones para que los hombreslo conozcan. La nueva evangelización exigeque nos confrontemos a nuevos escenarios—la cultura, el fenómeno migratorio, la economía, la política, la investigación científica y tecnológica, la religión, etcé-tera— no permaneciendo encerrados en los recintos de nuestras comunidades, sino tomando la palabra para ofrecer nuestro testimonio desde adentro.

Así, ante la secularización, que conduce a los cristianos hacia la superficialidad y egocentrismo, la nueva evangelización estimula a las comunidades cristianas cansadas y débiles para que descubran la alegría de la experiencia con Cristo. Ante

el fenómeno migratorio, lo que modifica la geografía étnica de nuestras ciudades, naciones y continentes y provoca la mez-cla de culturas y el desmoronamiento de los puntos de referencia fundamentales de la vida; la nueva evangelización nos di-ce que es necesario desvincularse de los confines geográficos y aprender a propo-ner la cuestión de Dios en todos aquellos procesos de encuentro, mixtura y recons-trucción de tejidos sociales.

Ante los escenarios de la investigación científica y tecnológica, de la religión, de la política y la economía; existen temas y sectores que deben de ser iluminados con la luz del Evangelio. Por ejemplo, el traba-jo por la paz, el desarrollo y la liberación de los pueblos; el mejoramiento de las formas de gobierno mundial y nacional; la construcción de formas posibles de escu-cha, convivencia, diálogo y colaboración entre diversas culturas y religiones; la defensa de los derechos del hombre y de los pueblos, sobre todo de las minorías; la promoción de los más débiles.

En fin, se trata de construir un nuevo modelo de ser Iglesia misionera y nuncaperder el rostro de “Iglesia doméstica po-pular”1; es decir, no perder la capacidad de permanecer junto a la persona en su vida cotidiana, para anunciar desde esa realidad el mensaje vivificante del Evan-gelio. Se trata de reconstruir el tejido cris-tiano de la sociedad humana, rehaciendo nuevamente las relaciones de las comuni-dades cristianas.

La nueva evangelización nos invita a pro-mover una cultura profundamente más enraizada en el Evangelio y a que reavive-mos en nosotros el impulso de los oríge-nes, dejándonos impregnar por el ardor de la predicación apostólica después de Pentecostés.z

1 Instrumentum laboris de la xii Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre “La Nueva Evange-lización para la transmisión de la fe cristiana”, núm. 83. Encontrado en http://www.vatican.va/roman_curia/synod/documents/rc_synod_doc_20120619_instrumentum-xiii_sp.html#Introducción

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jmj/Inspiración vocacional

Cómo empezar. En tres años he vividotantas cosas. Para mí, el inicio de mi for-mación sacerdotal fue como aventar-me al mar con mis ilusiones y lleno de temores. Éramos 10 compañeros: dos de Tabasco, cuatro de Guadalajara, uno deMichoacán, dos de Toluca y uno del df. Todos nos sentíamos muy entusiasma-dos. Comenzamos a integrarnos; no fue fácil pero valió la pena.

Lo que más me gustaba eran los viernes. Era el único día que teníamos un momen-to para convivir como grupo. No olvido las pequeñas travesuras que nos metieron en cada aventura.

El campo misión no sólo me gustó a mí, sino también a otros seminaristas, entre ellos a Pablo, quien manifestaba su gusto con mucha emoción. Todos son personas que no olvido sin importar si son niños, jóvenes o adultos, siempre los recuerdo. Hasta los regaños se evocan con afecto.

Ese primer año las caras conocidas cambia-ron muy rápido: cuando me di cuenta mis amigos de aquel año se habían ido a conti-nuar su formación en el Seminario Mayor. Claro que esto no fue el fin de la historia.

Los meses de segundo año fueron los más interesantes y divertidos. Conocí mejor

Mi experiencia en el Seminario MenorCarlos David Reyes González, alumno del Cisemi

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a Jesús David Arriaga Mejía y a Pablo de Jesús García Sánchez. Además, la partida del Padre Héctor Hugo Ciprián S., mg, a la Misión de Mozambique fue un aconteci-miento triste, pero a la vez motivador.

Ya con otro Padre formador, el tercer año fue una época que recordaré para siem-pre. Cuando reflexiono sobre los proble-mas y dificultades de ese periodo, me doy cuenta de que no fueron muchos; ade-más, ese año conocí a los que ahora son mis hermanos: Ricardo Alexis Haro Villa-nueva, Jesús David Arriaga Mejía, Jonatán de Jesús Nuño Hernández, Salvador Yahir Villa Villacetin, Salvador Alejandro Parra Navarro y Eduardo de Jesús Viquez Cano, quienes hicieron historia en el Seminario Menor. También aprendí que cada quien debe seguir su rumbo.

Fueron meses que perduran en el cora-zón de todos. Deseo hacer especial men-ción de los Padres mg Ignacio Martínez B.y Juan Carlos González G., así como demi amigo Pablo de Jesús.

Mi estancia en el Seminario Menor está llena de recuerdos gratos, sonrisas, frus-traciones, castigos y regaños. Fue una experiencia inolvidable, y no la cambiaría por nada. Si tuviera que tomar nueva-mente la decisión, no lo pensaría dos ve-ces e ingresaría otra vez.

En el seminario aprendí qué es un amigo, el verdadero significado de amar y hasta de llorar. Ahora me encuentro en el Se-minario Mayor y, aunque la vida me juega sus bromas y no las entiendo, sigo en el camino para encontrar la felicidad y la paz de Dios.z

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Desde las MisionesNoticias desde Corea

NoviembreP. Corazón López Sánchez, mg

En la Parroquia de Chayang Dong se oró por los fieles difuntos durante todas las misas que se celebraron entre semana este mes. Rezamos la oración tradicional que la Iglesia católica en Corea tiene para los difuntos, Iondo.

Viernes 1. En la Universidad Sogang se ofreció una Misa por todo los difuntos, en especial por más de 800 personas —entre ellas Padres, seminaristas, religiosas, pro-fesores, trabajadores y estudiantes— que formaron parte de esta casa de estudios.

Sábado 2. En la Parroquia de Chayang Dong se tuvieron dos actividades impor-tantes: la primera reunión de matrimo-nios que tienen menos de cinco años de casados, que se congregaron a las cinco de la tarde, y la presentación de los dos coros de la parroquia, los cuales nos de-leitaron con sus cantos durante dos ho-ras. Sobre la primera actividad, las parejas continuarán reuniéndose cada mes para hacer oración, compartir sus experiencias de vida conyugal, estudiar lo que la Igle-sia enseña sobre el matrimonio y celebrar

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aniversarios, onomásticos, cumpleaños y acontecimientos familiares que vayan sur-giendo. La Universidad Sogang peregrinó a Chon Jin Am, lugar donde estuvieron los primeros católicos coreanos, como san Pablo Chong Hasan y otros. Fuimos más de 100 personas, entre ellas, Padres jesui-tas, seminaristas, religiosas, profesores, trabajadores y estudiantes; fue un día de mucho aprendizaje, oración y conviven-cia. Dimos por concluida la peregrinación con la celebración de una Misa en uno de los templos del lugar.

Domingo 3. En la Parroquia Internacio-nal de Seúl, en donde colabora el P. Juan Francisco Torres I., mg, se llevó a cabo una kermés a la asistieron familias de diferen-tes países iberoamericanos que residen aquí, las cuales compartieron sus platillos y tuvieron una muy linda convivencia en la que no faltaron algunos regalos.

Viernes 8. En la Universidad Sogang se tuvo el Día del Servicio. Por ello, los es-tudiantes se organizaron en grupos para visitar los alrededores de la delegación Mapo Ku y de la mencionada casa de es-tudios. Se ayudó a gente necesitada, se limpiaron lugares y se dio asistencia a ciu-dadanos. Por la noche se tuvo la reunión del grupo Alpha, el cual está formado por los estudiantes que tienen los promedios más altos del año escolar. A estos alum-nos aplicados se les ayuda con becas para sus estudios; a cambio, ellos hacen servi-cio comunitario durante un año. Este día además se hizo la presentación de estos estudiantes en la capilla de la Universidad Sogang

Sábado 9. El P. Ignacio de la Garza Evia U., mg, que labora en el hospital de la Uni-versidad Chung-Ang, en Seúl, peregrinó acompañado por doctores y trabajadoresde ese nosocomio a las tumbas de los mártires coreanos, con el objetivo de re-cordar su valor y entrega. Entre estas per-sonas torturadas se encuentra el primer

sacerdote misionero chino en Corea, el P. Chu Mun-mo, quien el 24 de diciembre de 1794 llegó a este país oriental cruzando el río Amnok-gang, que se localiza en la frontera entre China y Corea del Norte. Domingo 10. En la Parroquia de Chayang Dong se festejó al P. Alberto Puente C., mg,por su onomástico.

Domingo 17. En la Parroquia de Chayang Dong se tuvo la asamblea general de toda la gente que participa en la adoración al Santísimo.

Sábado 23 y sábado 30. En la Parroquia de Chayang Dong, las curias Reina de la Vir-tud, Reina de la Unidad y Madre del BuenConsejo de la Legión de María tuvieron su fiesta anual.

Domingo 24. En todas las Misas de la Pa-rroquia de Chayang Dong se dio gracias a Dios por el Año de la Fe, que terminó este día. La Celebración Eucarística principal fue solemne; además, en varios lugares de la parroquia se montaron exposicio-nes sobre las actividades que la gente rea-lizó durante este tiempo de reflexión. Enel hospital de la Universidad Chung-Ang, elP. Ignacio de la Garza Evia U., mg, impar-tió el Sacramento del Bautismo a dos jó-venes trabajadores de ese lugar: uno de Análisis Médicos y otra del Departamento de Investigación.z

Desde las MisionesMozambique

Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos(Mt 28, 19)

P. Joaquín Toris Acosta, mg

Vayan es el imperativo de la segunda per-sona plural del verbo ir, y conjugado de esta manera se convierte en un mandato, en un envío que está claramente ligado a la idea de hacer discípulos y anunciar el Evangelio (cfr. Mc 16, 15). Además, la Mi-sión de la Iglesia en el mundo (cfr. Rom 10, 15) gira en torno a la palabra del enviado, y de esto deriva el misterio que tiene como objetivo cumplir los propósitos de Dios.

Jesús citó a sus discípulos en Galilea, en un monte. Es Jesús quien toma la inicia-tiva —una vez resucitado y después de

haberse aparecido varias veces—, es quien marca el lugar de encuentro cuando el ambiente era hostil y contrario a la fe, lle-no de mentiras y corrupción, tal como fue el proceso de su Pasión y Muerte. Algunos de los discípulos dudaron, pues sus cora-zones aún no se reponían del Calvario.

Quien nos llama, quien nos hace parti-cipar en su Misión es Jesús. Él es quien envía. Pero ahora no llama para estar con Él, sino para enviar. Él otorga una Misión, pues tiene la certeza de que el enviado cumplirá con su mandato, ya

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que está capacitado: vio y acompañó al Maestro en todo momento y libremente aceptó la tarea de anunciar su Palabra.

No le faltará nada, ni alimento ni lugar donde descansar. Y en los momentos difíciles, la fuerza del Espíritu Santo y la presencia del Señor estarán con él. Ahí está el Señor resucitado, quien ha recibido la realeza sobre todo el mun-do, y por eso otorga la tarea de conver-tir en discípulos a todos los pueblos.

Ser discípulo de Jesús es, en cierto sen-tido, ser un evangelista con Misión. Se debe anunciar la Buena Nueva a todos los pueblos y a todas las culturas a pesar de que las civilizaciones sean diferen-tes, pues la evangelización no es nece-sariamente incompatible con ellas, por el contrario, es capaz de permearlas. La Misión debe expresar la persona de Dios, reflexionar su obra, realizar sus objetivos, inspirarse en el modelo que represen-ta y ser una característica de su pueblo.

En la actualidad, en la que todos somos importantes individualmente, en la que el sueño personal debe ser alcanzado a cualquier costo; todavía existen hombres y mujeres que han vivido en carne propia la experiencia de Jesús y han aceptando el mandato de convertir en discípulos a todos los pueblos, y por ello son en-viados a otras culturas para llevar su fe.

El mundo actual es vasto y se encuentra en constante evolución. Cada día apare-cen nuevas formas culturales, y muchas de ellas están asociadas a la tecnología y a la era digital; otras, a los movimientos demográficos. Los enviados se enfren-tan no sólo a las formas tradicionales de cultura, sino a una incesante transfor-mación, donde el mandato de Jesús debe ser cumplido. El enviado ha de utilizar aquellas herramientas que en el lugar de la Misión existan y las propuestas por la Iglesia, pero, sobre todo, debe ayudarse de su vida de fe.z

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Desde las MisionesNoticias desde Perú

Septiembre y octubreP. José Guadalupe Camarillo Martínez, mg

Septiembre

Lunes 2 y martes 3. Como cada dos me-ses, en el Seminario de Pucallpa se llevó a cabo el retiro espiritual del presbiterio del Vicariato Apostólico de Pucallpa. El tema de reflexión fue la carta encíclica Lumen fidei del Papa Francisco.

Sábado 7. Los acólitos de las parroquias San Pedro y San Pablo y Sagrada Familia de Pucallpa se reunieron para convivir en un paseo.

Domingo 15. Como cada año en el mes de la Biblia, el Arzobispado del Cusco

organizó, por medio de la Comisión Ar-quidiocesana de Catequesis y Biblia, el Festibiblia 2013, que tiene el objetivo de acercar a los jóvenes a la lectura de las Sa-gradas Escrituras. Una vez más, un joven de nuestra Parroquia Sagrada Familia de Cusco obtuvo el primer lugar en el con-curso de pintura artística.

Domingo 15. Con la participación de las parroquias y los colegios se llevó a cabo el "Rosario por la vida", en la Plaza de Armas de Pucallpa. En este evento se promovió la vida y se pidió a Dios por los niños que no nacieron.

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Lunes 23. En Cusco, el Colegio Luis Valle-jos Santoni celebró el xx aniversario de su fundación con diversas actividades.

Domingo 29. En las parroquias con pre-sencia de Misioneros de Guadalupe en Pucallpa se realizó el envío de las andas del Señor de los Milagros. Durante oc-tubre, considerado en Perú como el mes morado, la pintura del Señor de los Mila-gros peregrinó de casa en casa visitando a las familias; esta representación de Cristo es una imagen misionera.

Octubre

Sábado 5. Jóvenes de las diferentes parro-quias de Pucallpa, en sintonía con la Jor-nada Mundial de la Juventud celebrada en Río de Janeiro, llevaron a cabo la Jornada Espiritual Juvenil.

Martes 15. Después de nueve años de colaboración con la Misión de Perú, so-bre todo en trabajos pastorales en Cusco, Ana Rosa Clemente Alfaro, mla, regresó a México.

Domingo 20. Feligreses de las parroquias de Pucallpa peregrinaron a la catedral. Cada iglesia se acompañó de su imagen del Señor de los Milagros.

Domingo 27. Con cantos y oraciones, cada parroquia con presencia de Misione-ros de Guadalupe en Pucallpa se organizó para realizar la procesión del Señor de los Milagros por las calles y barrios de las iglesias.

Domingo 27. Teniendo como sede el Co-legio Fe y Alegría núm. 20, se realizó el evento juvenil Festi Fe. A este encuentro asistieron más de 200 jóvenes de diferen-tes comunidades juveniles, parroquias, colegios, congregaciones religiosas y movimientos de laicos de la Arquidióce-sis de Cusco, quienes revitalizaron su fe y participaron en los concursos de conoci-mientos sobre los contenidos del YouCat, el Concilio Vaticano ii y el Catecismo de la Iglesia Católica.

Miércoles 30. El P. Servando González R., mg, regresó a la Misión después de estar unos meses de vacaciones en la patria.z

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Desde MéxicoPresentan documento preparatorio

para el Sínodo de la FamiliaÁrea de Producción Editorial

El Papa Francisco convocó en octubre a la iii Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos para reflexio-nar sobre las diversas situaciones que en la actualidad se presentan en torno a la familia, y para ello se analizarán las dis-tintas formas de matrimonio que están apareciendo en la actualidad, desde la unión de parejas del mismo sexo hasta el casamiento acordado por dote.

Esta asamblea general extraordinaria, que se llevará a cabo del 5 al 19 de octu-bre de 2014 en el Vaticano, es apenas la

primera parte de un programa de trabajo divido en dos etapas. Esta primera eta-pa tiene como objetivo precisar el status quaestionis y recabar testimonios y pro-puestas de los obispos para vivir y anun-ciar el Evangelio con credibilidad para la familia. La segunda parte es la Asamblea General Ordinaria, prevista para 2015, en la que se buscarán las líneas operativas para desarrollar la pastoral de la persona y la familia.

Por esta razón, para lograr el objetivo de la iii Asamblea General Extraordinaria del

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Sínodo de los Obispos, el Cardenal Péter Erdő, Arzobispo de Esztergom-Budapest, en Hungría, y Relator General de esta asamblea general extraordinaria; Mons. Lorenzo Baldisseri, Secretario General del Sínodo de Obispos, y Mons. Bruno Forte, Arzobispo de Chieti-Vastom, en Italia, y Secretario Especial de la iii Asamblea General Extraordinaria, presentaron el documento preparatorio la mañana del 5 de noviembre en la oficina de prensa de la Santa Sede.

En el documento preparatorio se expli-ca la forma de trabajo para el Sínodo de la Familia y los motivos por los cuales la Iglesia considera como urgente reflexio-nar sobre la situación de la familia en la actualidad. Contiene además un cues-tionario, que se hará llegar a las Iglesias particulares, cuyas respuestas permitirán ampliar el contexto del tema de estudio.

Las preguntas del documento prepara-torio abordan distintas situaciones sobre los desafíos en la pastoral de la familia: la ley natural en relación al matrimonio, la

pastoral de la familia en el contexto de laevangelización, la unión de personas del mismo sexo, entre otros temas. Para que el público interesado pueda conocer a profundidad el contenido de este docu-mento, el Vaticano lo ha dispuesto en el sitio web de la oficina de prensa del Va-ticano.

Durante la presentación del documento preparatorio, Monseñor Bruno Forte dijo respecto al papel de la Iglesia ante los de-safíos de la vida familiar: “La invitación que deriva para toda la Iglesia es escuchar los problemas y expectativas que están viviendo hoy en día tantas familias, mos-trarse cerca de ellas y ofrecerles de forma creíble la misericordia de Dios y la belleza de la respuesta a su llamada”.

Misioneros de Guadalupe se une en ora-ción con el Papa Francisco y todos sus obispos para que el objetivo de esta asam-blea general extraordinaria se cumpla y para que los resultados de esta primera reunión nutran la reflexión de la Asam-blea General Ordinaria de 2015.z

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DireccionesMi lugar de Misión es donde el Señor

me pide estar

P. Eugenio Zacarías Romo Romo, mg

Después de haber estado casi 20 años fue-ra de la patria, se me pidió que apoye como asistente en la Dirección de Finanzas.

Comencé en este nuevo trabajo el 3 de junio. Antes pasé casi 12 años en la Mi-sión de Corea del Sur. En ese país viví dos etapas importantes de mi vida sacerdo-tal: primero fui párroco en la Parroquia de Seúl, que atendemos los mg, y después me desempeñé como Superior de la Misión.

No fue fácil dejar Corea, pues estaba ya muy acostumbrado a lo que por allá se hace, pero, sobre todo, porque me sentía plenamente realizado en mi trabajo sa-cerdotal misionero.

En un acto de fe y de obediencia —y después de varias pláticas con el P. Juan José Á. Luna E., mg, Superior General—, acepté venir a México para colaborar en la Dirección de Finanzas, intentando velarasí por los intereses de Misioneros de Gua-dalupe. Desde mi llegada a las oficinas de mg en México, y hasta la fecha, me he dedicado a conocer el caminar financiero de la Ins-titución y me he estado capacitando para desempeñar mi nuevo cargo lo mejor que pueda.

No ha sido sencillo. Primero porque las fi-nanzas son terrenos desconocidos por mí

y segundo porque estoy en el proceso de asimilación de aquello que dejé de hacer en la Misión y de inculturación en mi país y en mi ciudad, donde crecí y viví por mu-chos años.

He estado aprendiendo y reflexionando a profundidad que ser misionero no está condicionado al lugar donde ejerzo mi sacerdocio. En otras palabras: ¿por ha-ber dejado Corea del Sur y vivir ahora mi sacerdocio en mi país, he dejado de ser misionero? Claro que no. El lugar de Mi-sión, en este caso "El país de la mañana tranquila", no condiciona mi realidad como misionero. Sigo siéndolo sin estar allá, porque la esencia de mi ser misione-ro se encuentra en el sí que le he dado a Jesús para servirle donde me pida estar.

Reflexionar sobre mi nueva situación me ha ayudado a estar contento con lo que hago y a disfrutar con gusto cada unade las actividades que me están enco-mendando en la Dirección de Finanzas.

Durante los próximos meses continuaré capacitándome con ayuda del P. Emilio Fortoul O., mg, quien me guía sabiamen-te y dirige con acierto esta dirección tan importante.

2013diciembre

Mando saludos fraternales a todos los que han leído y leerán estas líneas. Me enco-miendo a sus oraciones.z

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Misioneros Laicos AsociadosEncuentros con Dios en PerúAna Rosa Clemente Alfaro, mla

Recuerdo con mucha alegría y entusias-mo el día que llegué a la Misión de Perú, en Cusco, ubicado en parte de la inmensa cordillera de los Andes.

Mi llegada a esta Misión fue muy emo-cionante, pues arribé llena de esperanza, alegría, felicidad, sorpresa e incertidum-bre, pero también con un poco de temor y miedo por lo que iba a encontrarme.

Así fue mi llegada a esta hermosa e in-mensa Misión, que fui descubriendo poco a poco con el paso de los días. Digo que es inmensa porque al principio no conocía el territorio tan amplio que teníamos para trabajar. Desde el momento en que pisé tierra cuzqueña me emocionó mucho la

idea del encuentro con Dios, con mis her-manos peruanos y con los hermosos pai-sajes de este país.

Ahora recuerdo con mucha alegría el ros-tro amable de las personas que nos re-cibieron el día de nuestra llegada a esta Misión: sus caras reflejaban el entusiasmo y el gozo de recibir en su comunidad a gente que va a compartir con ellos su fe y su vida.

Recuerdo cuantos encuentros tuve con el Señor en momentos de alegría y también de tristeza: ya sea que me reuniera con diferentes personas o que realizara mis actividades de trabajo pastoral con jóve-nes inquietos y afligidos, que sólo desean

y necesitan ser atendidos y escuchados por alguien.

Lo mismo sucede con las personas adul-tas mayores. Ellas únicamente quieren y demandan ser atendidas, aunque sea por un momento para ser escuchadas, y con tan poco ya se sienten tomadas en cuen-ta. Esos pocos minutos significan mucho para ellas. Escucharlas, ver su rostro can-sado por el trabajo duro y conocer sus experiencias en un mundo tan globali-zado y agitado —del que se dice que no hay tiempo para nada— o alegrarse con una de sus dulces sonrisas valía mucho para mí, y ellas a cambio se conformaban con tan poco. Muchas veces me pregun-té hace cuánto tiempo estas personas dejaron de sonreír y porqué, y era en ese momento en el que sentía la satisfacción de encontrarme con Dios y de ser su ins-trumento en este lugar.

También recuerdo cuando iba a mi traba-jo pastoral en las comunidades. Subía más de mil escaleras entre cerros para ir a una comunidad. El cansancio que sentía me obligaba a detenerme, pero tomaba aire y seguía adelante. Sentía satisfacción y ale-gría al llegar a mi meta, pues sabía que los adultos y los niños me esperaban. Ese en-cuentro era mi premio y mi satisfacción.

En otras ocasiones encontré a Dios en los diferentes retiros que tuvimos con adultos, jóvenes y niños de nuestra comunidad.

Encontré también a Dios en la naturale-za: en los paisajes tan bellos de tantos y tantos cerros —algunos verde y otros se-cos, pero no por eso dejaban de ser muy bonitos—, en la imponente cordillera de los Andes, en la esplendorosa blancurade los bellos nevados y en el verdor de los valles.

Otros encuentros que tuve con Dios fue-ron en los momentos de prueba y dificul-tad. Él siempre estuvo conmigo a través

de las personas que ponía en mi camino para que me escucharan y atendieran; siempre hubo quién se preocupara por mí.

Después de estar 10 años lejos de mi fa-milia, ahora es tiempo de regresar a mi patria y tener otros encuentros con Él en los lugares que tenga destinados para mí.

Agradezco a Dios y a Misioneros de Gua-dalupe la oportunidad de haber vivido estas experiencias. Doy gracias también a nuestros Padrinos y Madrinas por su ge-nerosidad, así como a mi familia y amigos. A todas y cada una de las personas, mu-chas gracias por sus oraciones. La Misión continúa en el lugar en el que nos encon-tremos.

Con Cristo y María misioneros, reciban un saludo afectuoso.z

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Centro de Orientación VocacionalEncontrando a Cristo mediante la vocación

P. Ignacio Flores García, mg

Cada vez que un joven se me acerca para preguntarme sobre la vocación, descubro que, a pesar de ser cada vez menos las personas que se interesan por el proyecto de Dios, aún hay algunas que quieren co-nocer el gran misterio del llamado.

En mi trabajo como promotor vocacio-nal es esto lo que en teoría y práctica me corresponde experimentar, pero a veces reflexiono sobre cuál sería mi actitud ante estos jóvenes si no fuera yo un promotor asignado por el Instituto. Desde luego que los atendería y los escucharía, pero tal vez no con la afición que se mereciesen y, por

consiguiente, los remitiría al promotor vocacional oficial, ya que él sería el exper-to para estos casos.

De vez en cuando me gusta mirar tiem-po atrás y traer a mi mente el proceso de mi propia vocación. Me gusta recordar desde los primeros guiños de parte denuestro Señor y las manifestaciones que me hacía, curiosamente, a través de mu-chas personas. Y pensar que todo fue más claro a partir de una simple conver-sación con un Misionero de Guadalupe —hoy de feliz memoria—, el Padre Ro-mán Orta Castañeda.

Como los jóvenes que me encuentro de vez en cuando, yo también buscaba al-guien que aclarara mis dudas e inquie-tudes vocacionales. Él me atendió y me dio a conocer en cuestión de minutos lo que la vida misionera implicaba. En mis reflexiones en torno a mi vocación, en-cuentro curioso el dato de que el Padre no era un promotor vocacional de nom-bramiento institucional y que, a pesar de eso, ¡hizo bien su trabajo de animador! Lo compruebo al ser el único sacerdote de un grupo de 24 hermanos que hoy están dispersos en diferentes lugares y con dis-tintos estilos de vida. ¡Qué cosas!

Me da gusto compartir lo que poco a poco voy aprendiendo sobre lo que la promoción vocacional deja en mi expe-riencia como sacerdote misionero. Esto es que cuando un joven o muchacha viene a nosotros con miedo y confusión por descubrir lo que Dios les pide, no de-bemos verlos simplemente como perso-nas inquietas que se acercan a escuchar orientaciones. Lo que debemos hacer es escucharlos y atenderlos viendo en ellos a un posible sacerdote, religiosa, laico consagrado o un buen cristiano, que al-gún día estará escribiendo una experien-cia vocacional como la mía.

Desde esta perspectiva puedo decir que cuando un joven se acerca a cualquiera de nosotros es porque ha visto algo especial

que embona muy bien entre las expec-tativas vocacionales que ellos esperan esclarecer en sus vidas y lo que, muchas veces sin conciencia, les mostramos de atractivo de la vida consagrada.

Y entonces aquí se da una dinámica in-teresante que resumo, en lo que justa-mente llamamos, como el encuentro con Cristo. Por un lado está el joven que ve en ti a un Cristo y que se acerca a tu persona para encontrarlo. Por el otro, está lo que tú puedes encontrar en la inquietud de aquellos jóvenes, como la presencia del mismo Cristo que te dice “¡Guíalo!”.

Me gusta describir lo anterior en las pa-labras que dice mi compañero de trabajo, el P. Alejandro Jaimes M., mg: “Un suelo sagrado”. Como Moisés en el pasaje de la zarza ardiente (Ex 3, 1-5), todos po-demos encontrar la presencia de Dios en una forma exclusiva. Por ejemplo, en un sacerdote que no es un promotor voca-cional “oficial”.

En otros escritos he insistido en la impor-tancia de volvernos promotores vocacio-nales; en esta ocasión no es diferente. Seamos promotores desde lo que hacemosy vivimos. Solamente quiero añadir que animar a alguien a encontrarse con Cris-to significa para nosotros vivir ese mismo encuentro. Encontrémonos pues con Él y transmitámoslo a los demás.z

2013diciembre

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Comisión de Formación PermanenteEl Año de la Fe, un pequeño título

para una enorme tarea

Ezequiel Reyes Alejandro, alumno de Teología

Vivir en una casa de formación, además de ser una experiencia novedosa, es una oportunidad para nutrir la vida en todos los sentidos. En el seminario, los Padres formadores nos guían para hacer comul-gar lo espiritual con lo material, ignoran-do toda visión dualista, por supuesto, y procurando un ambiente de armonía que ayude a contagiar el entusiasmo por la vida misionera a quienes nos rodean (cfr. Hch 2, 46-47): desde los nuevos herma-nos, que llegan con inquietud al semina-rio, hasta los que ya nos conocen, como nuestros familiares y aquellas personas con quienes compartimos el tiempo y las actividades en los apostolados.

El Seminario Mexicano de Misiones Extran-jeras tiene un carisma único en México: forma a los futuros sacerdotes misioneros ad gentes. Aquí experimentamos la singu-lar riqueza y diversidad de las culturas a las que después somos enviados. Desde lasmilenarias costumbres de los pueblos de Asia, pasando por las bulliciosas tribus afri-canas, hasta las culturas latinoamericanas, pues cada pueblo aporta su propia expre-sión de la fe. Así vivimos la catolicidad.

Es desde esta originalidad que buscamos vivir nuestro compromiso con el llamado a renovarnos en este Año de la Fe, convo-cado por el Papa Benedicto xvi y que ha

“Eran asiduos a la enseñanza de los apóstoles,a la convivencia fraterna,

a la fracción del pan y a las oraciones.”

(Cfr. Hch 2, 42)

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continuado el Papa Francisco. Hemos re-mado mar adentro (cfr. Lc 5, 4) durante este año y nos hemos ubicado en sintonía con toda la Iglesia, es decir, en dedicar-nos a profundizar la fe, el don que hemos recibido los bautizados que creemos en Cristo y que confesamos que es Dios con el Padre y con el Espíritu Santo.

Ha sido, sigue siendo y será un gusto responder como Seminario Mexicano de Misiones Extranjeras a este piadoso, pero comprometedor ejercicio sobre la pro-fundización de la fe, desde los contenidos hasta los signos que encierran su misterio.

A continuación describo algunas activi-dades que hemos realizado en el Año de la Fe:1. Cada domingo nos hemos preocupado

por profesar el Credo de una manera pausada y vívida (tal como debe ha-cerse), ya sea en el seminario o con la comunidad de fieles cuando estamos dispersos por las colectas o promo-ciones foráneas y vivimos el día del Se-ñor. Así tratamos de interiorizar cada fragmento clave del Símbolo de la Fe.

2. Nos hemos propuesto vivir con más profundidad cada Eucaristía y misterio de fe, así como la oración de acción de gracias por excelencia de los cristianos católicos, que nos reúne no sólo en el recuerdo, sino en el memorial que hace presente de manera incruenta un pasado que marcó nuestra existencia y que nos impulsa a un futuro que por gracia de Dios anhelamos. Para noso-tros, además de la Misa dominical, es de vital importancia la experiencia de la Eucaristía de cada jueves, que es de-dicada a una Misión en particular.

3. La hora santa en presencia de Jesús sacramentado es una actividad verda-deramente especial entre nosotros. A los seminaristas nos conforta poder vivir ese momento en presencia de aquel que nos prometió que estará con nosotros todos los días hasta el

fin de los tiempos (cfr. Mt 28, 20b). No cabe duda de que Jesús cumple su promesa, pues somos una comunidad que diariamente persevera en dejarse encontrar por su Maestro.

Estas son algunas de las actividades que hemos estado realizando durante el Año de la Fe, además de otras devociones, como las visitas al Santísimo, el rezo del santo Rosario en comunidad o de forma individual, las vigilias de oración por parte de los miembros del seminario que perte-necen a la Adoración Nocturna Nacional y el ofrecimiento del apostolado, que sema-nalmente llevamos a cabo, como la pasto-ral parroquial y universitaria, la atención a enfermos en el Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez y el apoyo al Centro de Orientación Vocacional.

Por medio del ofrecimiento de sus activi-dades personales para nuestro acompa-ñamiento formativo, nuestros formadoresse han sumado con nosotros a la tarea de corresponder al llamado que hizo el San-to Padre.

Tuvimos además una charla de introduc-ción al Año de la Fe y a la carta apostólica Porta fidei. También hemos tratado de estudiar el Catecismo de la Iglesia Católica y los documentos del Concilio Vaticano ii, además analizamos en comunidad la últi-ma encíclica del Santo Padre, Lumen fidei.

Hemos vivido muy a gusto este Año de la Fe, en el que hemos buscando inten-samente ser discípulos y misioneros de Jesucristo (da, núm. 145). No tenemos dudas de que, haciendo lo que Jesús nos pide, construimos el Reino de Dios, su Padre. Nosotros, los seminaristas de Mi-sioneros de Guadalupe, como sociedad de vida apostólica, clerical y de derecho pontificio, buscamos, con esta pequeña cooperación, contribuir al gran trabajo de difusión de la fe hasta los últimos rinco-nes de la tierra (cfr. Mc 16, 15).z

2013diciembre

Club de Niños mg

La Morenita del TepeyacEzequiel Leobardo Rodríguez Jaramillo,

coordinador del Club de Niños mg

Recién que llegué a Perú asistí a una fiesta en la que había muchos niños. El motivo de ese festejo fue celebrar que los peque-ños habían recibido el Sacramento de la Eucaristía.

Ese día se acercó a mí el papá de uno de los niños que acababan de recibir la pri-mera comunión y muy formalmente me invitó una cerveza. Me llamó la atención que el anfitrión lo primero que hizo fue derramar al suelo un poco de la bebida tras destaparla y después me invitó a ser-virme en un vaso.

Derramar en el suelo un poco de la bebi-da o caldo de la comida que se va a servir en alguna fiesta es un acto recurrente en todas las celebraciones. Pregunté a uno de los niños el porqué de esa acción, y el pequeño me contestó: “Es para la Pacha-mama”. Su respuesta me dejó en blanco, pues ya no supo darme más información.

Entonces pregunté a mis compañeros de Misión que ya tenían un poco más de tiempo por estas tierras. Ellos me habla-ron sobre la tradición de ofrecer la pri-micia de los alimentos a la Madre Tierra

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o Mama Pacha, como se acostumbra lla-marla. Ella es la protectora tanto de la tie-rra como de la naturaleza y es a quien se le pide perdón por alguna falta cometida en su contra y a quien se le agradece por todo lo que nos provee.

Era diciembre y, a diferencia de México, en el hemisferio sur estábamos en pleno verano. El calor era fuerte, y me hizo re-cordar a nuestra preciosa madre, santa María de Guadalupe, que nos cubre siem-pre con su manto, nos cobija y protege, como se lo dijo a san Juan Diego: “No es-toy yo aquí que soy tu Madre? (…) ¿No estás por ventura en mi regazo?”.

Aproveché la ocasión para darles a los ni-ños una pequeña clase de catequesis. Les dije que como nuestra santa Madre, tan querida en México, siempre está al pen-diente de las necesidades de cada uno de sus hijos, cuida nuestras cosechas y nos protege en el trabajo, es muy común que quien comienza en el mundo laboral dé su primer sueldo o parte de éste como pri-micia a nuestra Madre del Tepeyac.

Les expliqué también que esa primicia puede ser cubierta con mandas, que son visitas que se realizan en estas fechas a la Basílica de Guadalupe para agradecerle a

la Morenita del Tepeyac, porque nos cui-da, protege y nos da salud como a Juan Bernardino, el tío de san Juan Diego.

La Virgen de Guadalupe no sólo es nues-tra madre de la tierra, sino también del cielo y, por lo tanto, nos cuida y protege en la tierra para que podamos llegar al cielo y estar junto a su hijo.

Por eso es importante tenerla siempre presente por medio de la primicia, que la gracia de Dios nos confiere, y seguir visitándola en el Tepeyac para continuar agradeciendo su intercesión amorosa ante su hijo y para practicar el mensaje que nos dejó aquí en la tierra cuando asistió a las bodas de Caná.

En ese momento hice una pausa, y en-tonces los niños me preguntaron qué es lo que la Virgencita nos pide. Les res-pondí que buscaran el Evangelio de Juan, capítulo 2, versículo 5 en las Biblias que acababan de recibir. Un niño rápidamen-te lo encontró y con voz fuerte leyó: “Su madre dijo a los sirvientes: Hagan lo que él les diga”. Terminé recordándoles la im-portancia de María como intercesora de nosotros ante su hijo, Jesús, para hacer todo lo que Él nos dice.z

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Museo mg

La Última CenaFernando Peral Salcido, jefe del Museo mg

“Este es mi mandamiento: que se amen unos a otros

como yo los he amado”.

(Jn 15, 12)

pues de ella parte la institucionalización de la Eucaristía, ya que en la ceremonia se hace alusión al cuerpo y a la sangre de Cristo.

La Última Cena ha sido plasmada por grandes artistas, como Leonardo da Vin-ci; Doménikos Theotokópoulos, el Greco, y Peter Paul Rubens, por citar a algunos, quienes con su pincel y suma pasión re-crearon ese pasaje bíblico.

El Museo mg cuenta con algunas obras ar-tísticas —provenientes de los países con presencia de Misioneros de Guadalupe— que representan esta escena. Una de las más impresionantes es una pieza peruana de cerámica policromada en la que es evi-dente el sincretismo de la zona.z

La Última Cena es como se nombra al epi-sodio bíblico en el que se nos narra el últi-mo encuentro que tuvo Jesús de Nazaret con los 12 apóstoles antes de ser traicio-nado por Judas Iscariote. Este pasaje de la Biblia es uno de los más representados en la historia del arte cristiano.

El Evangelio de Juan (13, 1-21) nos dice que Jesús, tras lavar los pies a sus discí-pulos y despedirse de ellos, exclamó: “En verdad les digo: uno de ustedes me va a entregar”. Este episodio bíblico nos narra también cómo se cumplió otra de las pro-fecías de Jesús de Nazaret: la negación de Pedro.

Para la Iglesia Católica Apostólica Roma-na es muy importante la Última Cena,

Apostoladode la oración

Intención general:Por los niños que sufren.

Que los niños que han sido abandonados ovíctimas de cualquier forma de violencia

encuentren el amor y la protección que necesitan.

Intención misionera:Por la venida del Salvador.

Que los cristianos, iluminados por el VerboEncarnado, preparemos la venida del Salvador.

Misioneros de GuadalupeCantera 29, Col. Tlalpan, Del. Tlalpan, cp 14000, México, df.

[email protected] - [email protected]. (01 55) 5573 2500 - www.mg.org.mx - www.comunicacion.mg.org.mx