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Y el santuario será purificado. Segunda Parte. Por: Samuel Saldaña Puntos de interés especial Historicidad bíblica del Santuario Detalles en el libro de Daniel ¿Qué postura al Santuario tenían los pioneros ASD? Gráfica de Otis Nichols Luz otorgada a Crosier ¿Nichols .vs. Crosier? Interpretación del Santuario, las Fiestas Solemnes y su aplicación profética Contenido: Visión del profeta y la posición del hno. O.R.L. Crosier 1 El Tamid o Continuo 2 Day Star Extra, 7 de feb. 1850 5 Gráfico de Otis Nichols 17 Asociaciones entre Nichols, Hasting y Crosier 18 Preguntas y posturas en torno al Continuo 20 Postura tradicional de los ASD 21 Manuscrito de Ellen G. White señala que los 1335 terminaron 22 La palabra Sacrificio del Continuo de Daniel 8, 11 y 12 es un agregado… 23 Receta licuado frutas 13 ¡Un Ministerio que profesa la Verdad Presente! enero, 2009 Volumen 1, 2 La Voz del Heraldo "El Señor me mostró en visión hace más de un año que el Hno. Crosier tenía la verdadera luz en cuanto a la purificación del santuario… y que era su voluntad que el Hno. Crosier escribiera la explicación que nos había dado en el “Day-Star Extra” del 7 de febrero de 1846. Me siento plenamente autorizada por el Señor para recomendar ese artículo Extra a cada santo. Oro para que estas líneas puedan ser una bendición para usted, y para todos los queridos hermanos que puedan leerla. Firmado por: Ellen G. White". AWLF. A través de los años, el pueblo Adventista del Séptimo Día ha sido portador de grandes ver- dades, entre estos, la capacidad de la interpre- tación profética ha sido uno de los dones otor- gados desde sus inicios por Dios a través del profeta. Consideramos al profeta por fe, dado que sus palabras han sido de aliento, amonestación y esperanza. Confiamos que los sucesos en el futuro aún pendientes por cumplir, pues ha sido la evidencia cumplida de la historia la cual Dios habló por medio de los hechos mis- mos. Una experiencia que ha de tener cada indi- viduo que confía en la profecía revelada, es que la profecía cumplida en los eventos del futuro se ven en el mismo cumplimiento. Es decir, que las profecías se irán revelando para este tiempo conforme ocurran. De manera tal que podemos confiar en que existen aún profecías pendientes, pero estas son el desenlace tanto de personajes y per- sonificaciones revelados en grandes eventos. Las profecías cumplidas son consecuencia de lo que se vió en las profecías pasadas desde la vision larga. Hoy es la culminación del desar- rollo de estos personajes proféticos y los últi- mos desenlaces giran en torno a éstos. Uno de los elementos del cual Dios insistió para que la humidad dispusiera de una ex- periencia vivida por tanto por las obras como por la fe, fue la comprensión plena, absoluta en torno al Santuario. La doctrina del Santuario quizás para nosotros no es tan comprensiva como para los mismos israelitas que experimentaron todos los detalles que conllevaron el servicio dentro del Santuario. Tanto la obra en la figura del cordero, el sacerdote común, el sumo sacerdote, el candelabro, los panes de la proposición, el tabernáculo o urna, los querubines, las tablas de la Santa Ley de Dios, la vara de Aarón, el maná, la importan- cia de los rollos manuscritos de la ley cere- monial, no menos importante, y la consti- tución misma de la infraestructura y diseño departamental del Santuario, era una reve- lación para la humanidad y su relación con YHWH. En su manera singular de ser enseñanzada la doctrina del Santuario, todos sus detalles son provistos definitivamente por Dios con tal de alcanzar nuestras mentes. La gran aplicación del Servicio Sacerdotal y vínculo con el tema de salvación es particular porque Dios se revela como Creador, Redentor y Sostenedor de la vida. Dentro del servicio del sacerdote en el santu- ario, estaba la práctica del Continuo o Tamid como medio justificatorio. Y, aunque difer- encial en detalle con la santificación, era un proceso que estaba íntimamente ligado al otro. La santificación o purificación del san- tuario nos revela la faz de Dios, la luz profé- tica de los eventos a futuro y el Plan de Sal- vación que Dios dispuso para la raza caída, los Mandamientos y Preceptos, así como también la revelación del carácter de Dios se pueden ver y sentirse. Este material pretende compartir la comprensión del hermano O.R.L. Crosier concerniente al Santuario que publicada en el Day Star-Extra del 7 de febrero de año 1846 y considerada según Ellen G. White como www.alaluzdelabiblia.org

Boletin La Voz Del Heraldo No 2 01 2009

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Page 1: Boletin La Voz Del Heraldo No 2 01 2009

Y el santuario será purificado. Segunda Parte. Por: Samuel Saldaña

Puntos de interés especial

Historicidad bíblica del

Santuario

Detalles en el libro de

Daniel

¿Qué postura al Santuario

tenían los pioneros ASD?

Gráfica de Otis Nichols

Luz otorgada a Crosier

¿Nichols .vs. Crosier?

I n t e r p r e t a c i ó n d e l

Santuario, las Fiestas

Solemnes y su aplicación

profética

Contenido:

Visión del profeta y la posición

del hno. O.R.L. Crosier

1

El Tamid o Continuo 2

Day Star Extra, 7 de feb. 1850 5

Gráfico de Otis Nichols 17

Asociaciones entre Nichols,

Hasting y Crosier

18

Preguntas y posturas en torno

al Continuo

20

Postura tradicional de los ASD 21

Manuscrito de Ellen G. White

señala que los 1335

terminaron

22

La palabra Sacrificio del

Continuo de Daniel 8, 11 y 12

es un agregado…

23

Receta licuado frutas 13

¡Un Ministerio que profesa la Verdad Presente!

enero, 2009

Volumen 1, nº 2

La Voz del Heraldo

"El Señor me mostró en visión hace más de

un año que el Hno. Crosier tenía la verdadera

luz en cuanto a la purificación del santuario…

y que era su voluntad que el Hno. Crosier escribiera la explicación que nos había dado

en el “Day-Star Extra” del 7 de febrero de

1846. Me siento plenamente autorizada por el

Señor para recomendar ese artículo Extra a

cada santo.

Oro para que estas líneas puedan ser una

bendición para usted, y para todos los

queridos hermanos que puedan leerla.

Firmado por: Ellen G. White". AWLF.

A través de los años, el pueblo Adventista del

Séptimo Día ha sido portador de grandes ver-

dades, entre estos, la capacidad de la interpre-

tación profética ha sido uno de los dones otor-

gados desde sus inicios por Dios a través del

profeta.

Consideramos al profeta por fe, dado que sus

palabras han sido de aliento, amonestación y

esperanza. Confiamos que los sucesos en el

futuro aún pendientes por cumplir, pues ha sido la evidencia cumplida de la historia la

cual Dios habló por medio de los hechos mis-

mos.

Una experiencia que ha de tener cada indi-

viduo que confía en la profecía revelada, es

que la profecía cumplida en los eventos del

futuro se ven en el mismo cumplimiento. Es

decir, que las profecías se irán revelando para

este tiempo conforme ocurran.

De manera tal que podemos confiar en que

existen aún profecías pendientes, pero estas

son el desenlace tanto de personajes y per-

sonificaciones revelados en grandes eventos.

Las profecías cumplidas son consecuencia de

lo que se vió en las profecías pasadas desde la

vision larga. Hoy es la culminación del desar-

rollo de estos personajes proféticos y los últi-

mos desenlaces giran en torno a éstos.

Uno de los elementos del cual Dios insistió

para que la humidad dispusiera de una ex-

periencia vivida por tanto por las obras como

por la fe, fue la comprensión plena, absoluta

en torno al Santuario.

La doctrina del Santuario quizás para

nosotros no es tan comprensiva como para

los mismos israelitas que experimentaron

todos los detalles que conllevaron el servicio

dentro del Santuario. Tanto la obra en la

figura del cordero, el sacerdote común, el

sumo sacerdote, el candelabro, los panes de

la proposición, el tabernáculo o urna, los

querubines, las tablas de la Santa Ley de

Dios, la vara de Aarón, el maná, la importan-cia de los rollos manuscritos de la ley cere-

monial, no menos importante, y la consti-

tución misma de la infraestructura y diseño

departamental del Santuario, era una reve-

lación para la humanidad y su relación con

YHWH.

En su manera singular de ser enseñanzada la

doctrina del Santuario, todos sus detalles son

provistos definitivamente por Dios con tal de

alcanzar nuestras mentes. La gran aplicación

del Servicio Sacerdotal y vínculo con el tema de salvación es particular porque Dios se

revela como Creador, Redentor y Sostenedor

de la vida.

Dentro del servicio del sacerdote en el santu-

ario, estaba la práctica del Continuo o Tamid

como medio justificatorio. Y, aunque difer-

encial en detalle con la santificación, era un

proceso que estaba íntimamente ligado al

otro. La santificación o purificación del san-

tuario nos revela la faz de Dios, la luz profé-tica de los eventos a futuro y el Plan de Sal-

vación que Dios dispuso para la raza caída,

los Mandamientos y Preceptos, así como

también la revelación del carácter de Dios se

pueden ver y sentirse.

Este material pretende compartir la

comprensión del hermano O.R.L. Crosier

concerniente al Santuario que publicada en el

Day Star-Extra del 7 de febrero de año 1846

y considerada según Ellen G. White como

www.alaluzdelabiblia.org

Page 2: Boletin La Voz Del Heraldo No 2 01 2009

una luz revelada por Dios.

Existe mucha especulación sobre el Servicio

Sacerdotal, entre las más dominantes o significativas están aquellos que indican que

la luz del Continuo o Tamid no fue revelada

y no había o ha de ser tema de discusión,

pero por otra parte, señalan algunos que el

Continuo es una aplicación profética que se

ha divulgado para el futuro, y otros

finalmente consideran se obtuvo una luz del

Continuo que opaca toda oscuridad del

pasado.

Como consecuencia de un pasaje particular donde Elena G. White indica que el capítulo

12 de Daniel había sido para el fin del

tiempo.

Si recordamos que el Continuo o Tamid era

el servicio departamental que se hacía tanto

de mañana como por la tarde, sin

desconsiderar que el holocausto continuaba

humeante hasta el día siguiente; y se

alcanzaba este servicio por medio de

sacerdotes regulares que se turnaban para

accesar tanto el Atrio como el primer departamento conocido como el Lugar Santo

donde se lograba la justificación del pecado

confesado y arrepentido, aunque no

necesariamente este segundo elemento

contemplara una condición satisfactoria, ni

que tampoco se volviera a pecar. Si no más

bien la posibilidad de disponer del derecho a

un indulto.

El servicio del Tamid o Continuo, se

contemplan detalles como lo ya mencionado, y en contra posición, la Abominación

Asoladora viene a constituirse como un

evento o figura que eliminaría esta

disposición a ser perdonado.

Los que señalan el Continuo o Tamid está en

el pasado, apoyan la primera y tradicional

posición de que el Continuo era la nación de

Israel (Judá) y la Abominación Desoladora

era el Paganismo, dado que desde el año 508

d.C. Clodoveo se organizó para eliminar las

tres tribus arrianas y la caída de los Ostrogodos marcaban un hito que otorgaba

libertad plena a la Iglesia Católica de

propagar sus falsas enseñanzas por el mundo

conocido.

El año 508 D.C. es el resultado de la resta del

año 1798 con el período de tiempo de 1290

años estos manifiestos en la profecía de

Daniel.

Por otra parte, aquellos que colocan la profecía de Daniel 12 al futuro como una

repetición de eventos semejantes a los del

pasado conforme al Tamid, se apoyan en una

cita de Elena G. White:

"Leamos y estudiemos el capítulo 12 de

Daniel. Es una advertencia que todos

necesitaremos comprender antes del tiempo

del fin". 15MR.228. (1903).

Sin embargo, no vemos detalles que comprometan tal posición en este manuscrito

del profeta.

La posición que coloca el capítulo 12 del

libro de Daniel en el futuro y la completa

aplicación del Continuo enmarcados en estos

eventos, no están considerando el todo,

porque también la hermana White señaló que

el versículo primero del mismo capítulo

comprende la liberación de la continua lucha

angustiante.

¿Cómo se logra armonizar que el verso doce

es la Abominación Asoladora por el

cumplimiento de la imposición de una Ley

Dominical pero el verso primero nos traslada

al momento en que Cristo liberará a los que

padecen por el Tiempo de Angustia?

Veamos:

“Usted también piensa, que el levantarse de

Miguel, y el tiempo de angustia ya

comenzado en la primavera de 1844.

El Señor me ha mostrado en visión, que Jesús

se levantó, y cerró la puerta, y entró en el

Lugar Santísimo, en el séptimo mes de 1844;

pero el levantarse de Miguel (Dan. 12:1) para

liberar a su pueblo, está en el futuro.

Esto no sucederá, hasta que Jesús haya

terminado su oficio sacerdotal en el santuario

celestial, y se saque sus atuendos

sacerdotales, y se ponga sus ropas reales, y la

corona, para salir sobre el carruaje que está sobre la nube, para "trillar a los paganos

airadamente", y liberar a su pueblo”.

WLF.11.

Una de las faltas de esta posición es que

consideran el capítulo doce de Daniel como

una serie de sucesos desde el versículo

... Continuación del artículo anterior

“Adán daba muerte a

la víctima inocente, le

parecía que estaba

derramando con su

propia mano la sangre

del Hijo de Dios”

Página 2 La Voz del Heraldo

Page 3: Boletin La Voz Del Heraldo No 2 01 2009

Página 3 Volumen 1, nº 2

primero hasta el final, porque de lo contrario, se

contradicen los sucesos, porque primero es la imposición

de la Ley Dominical y luego la liberación del pueblo de

Dios que padeció por el Tiempo de Angustia de Jacob.

La cita continúa detallando eventos del verso 1:

“Entonces Jesús tendrá su afilada hoz en su mano, (Apoc.

14:14) y entonces los santos clamarán de día y de noche a

Jesús que está sobre la nube, para que meta su afilada hoz

y coseche.

Este será el tiempo de angustia de Jacob, (Jer. 30:5-8) al

término del cual, los santos serán liberados por la voz de

Dios”.

Yo creo que el santuario que será purificado al término de

los 2300 días, es el Templo de la Nueva Jerusalén, del

cual Cristo es el ministro. El Señor me mostró en visión,

hace ya más de un año atrás, que el hermano Crosier posee

la verdadera luz, a respecto de la purificación del

santuario; y que había sido su voluntad, que el hermano

Crosier pudiese escribir la visión que nos dio en el Day-

Star, Extra, del 7 de Febrero de 1846. Me siento

plenamente autorizada por el Señor, a recomendar ese

Extra, a cada santo.

Oro para que estas líneas puedan ser una bendición para

usted, y para todos los queridos hijos que vengan a leerla”.

WLF.12.

La segunda postura del Continuo considerada en los días

pioneros como la “posición nueva” donde el Servicio

Sacerdotal de Cristo en el Santuario Celestial y considera

que la Abominación Asoladora es la imposición del

servicio sacerdotal de la Iglesia Católica al emplazar el

Servicio Sacerdotal de Cristo en el Santuario Celestial.

Dentro de la misa semanal o diaria, usted puede según la

doctrinal Católica recibir literalmente el sacrificio de

Cristo en el cuerpo y la sangre en el Vino –fermentado– y la

Hostia -sin leudar– cuando el sacerdote en toda su potestad por

medio de la Transubstanciación pueden convertir los en el

“cuerpo y la sangre” de Cristo y se logra un sacrificio diario en forma literal, es decir, que Cristo muere en cada ocasión que se

realice esta ceremonia en cada iglesia del mundo.

Al ser reemplazada la función actual que es menester tener claro

Cristo realiza “en estos momentos” en el Reino de los Cielos a

favor de la humanidad y de los seres creados que a su tiempo, ya

sucedido, se percataron del amor inefable de Dios con todas Sus

criaturas.

La Verdad Presente es esta: “que Cristo se desempeña como

Mediador delante del trono de Dios el Padre como parte del proceso final de la expiación de los pecados el cual no terminó en

la cruz del Calvario, sino que dio inicio al proceso de mediación

conforme a las enseñanzas previstas en el servicio sacerdotal y la

institución del Santuario del Señor en el primer y segundo

departamento”.

Por tanto, cualquier consideración acerca de la purificación del

Santuario no podría haberse realizado antes en la Tierra, y al

tiempo de las profecía paralelamente ocurría la transición de

Cristo como Sumo Sacerdote del Santo al Lugar Santísimo

(juicio investigativo, mensaje del tercer ángel y la conformación

de un pueblo que lo esparciera a toda nación y lengua) y este evento es consecuente con el pasaje Daniel 8.14, nótese:

“Y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su

propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo

[ta agía], habiendo obtenido eterna redención.”. Hb. 9.12.

El evento solemne anti-típico se consumaba en la figura del

Señor en el Cielo, pero el proceso de purificación ocurría única y

exclusivamente en el segundo departamento [Santísimo], pero,

hemos de excluir cualquier idea mal concebida de la

imposibilidad de Cristo de acercarse a la Gloria de YHWH y la posibilidad de desplazarse y desempeñarse en la función que el

Padre había previsto y hecho solícito a nuestro Señor.

La tercera postura acerca del Continuo o Tamid, es la que considera el Sábado como el Tamid y la imposición de la Ley

Dominical como la Abominación del Asolamiento del cual habló el profeta Daniel y Cristo lo reitera en Mateo 24.15.

“En lugar de rendir a Dios los medios que Él ha puesto en sus manos, muchos los invierten en más terrenos. Éste mal se está desarrollando entre nuestra hermandad. Antes tenían todo lo que era menester, pero el amor al dinero -o el deseo que se los

considerara tan bien como a sus vecinos- los lleva a enterrar sus recursos en el mundo y no rendir a Dios lo que bien le

corresponde. ¿Podemos sorprendernos si no son prosperados?; ¿si Dios no bendice sus cosechas y quedan chasqueados? Si

nuestros hermanos recordaran que Dios puede bendecir veinte acres de tierra y hacerlos tan productivos como cien, no

continuarían hundiéndose en la compra de tierras, sino que permitirían que sus recursos fluyeran hacia la tesorería del Señor.

“Guardaos,” dijo Cristo, no sea que vuestros corazones sean sobrecargados con glotonería y embriaguez, y los cuidados de esta

vida”. A Satanás le agrada veros prosperar en vuestras fincas e invertir vuestros recursos en empresas mundanas, pues al

proceder así no sólo retrasáis el avance de la causa, sino que mediante la ansiedad y el trabajar en demasía, se disminuye

vuestra esperanza de la vida eterna.

Hoy debiéramos acatar el consejo de nuestro Salvador: “Vended lo que tenéis, y dad a los pobres; proveer para vosotros bolsas

... Continuación del artículo anterior

Page 4: Boletin La Voz Del Heraldo No 2 01 2009

que no envejecen, tesoro en los cielos que no se corrompe”. Es ahora cuando nuestra

hermandad debiera estar reduciendo sus posesiones en lugar de aumentarlas. Estamos por

mudarnos a una patria mejor, aun la celestial. Entonces no trabajemos para moradas

terrenales, sino hagamos de todo lo nuestro lo más compacto posible.

Viene el tiempo cuando no podemos vender a ningún precio. El decreto pronto saldrá

prohibiendo a los hombres comprar o vender a cualquier hombre que no tenga la marca de

la bestia. Estuvimos cerca de esta realización en California hace poco tiempo; pero esto

sólo fue una amenaza del soplo de los cuatro vientos. Aun son sostenidos por los cuatro

ángeles, pues nos falta preparación. Hay una obra que ha de hacerse, y entonces los ángeles

recibirán la orden de desatar los vientos para que soplen sobre la tierra. Ese será un tiempo

decisivo para el pueblo de Dios, un tiempo de angustia tal como nunca hubo. Ahora es

nuestra oportunidad de trabajar”. 5T .151-152.

“(Se cita a Daniel 12:1). Cuando llegue este tiempo de angustia, cada caso ya está decidido; no hay más tiempo de gracia, no más misericordia para el impenitente. El sello del Dios

viviente está sobre su pueblo. Este pequeño remanente, incapaz de defenderse en el fatídico

conflicto con los poderes del mundo que son dirigidos por la hueste del dragón, hace de

Dios su defensa. El decreto ha sido promulgado -por la más alta autoridad terrenal- para que

se adore a la bestia y se reciba su marca so pena de persecución y muerte. Que Dios ayude a

Su pueblo ahora, pues ¿qué puede este hacer en tan temible conflicto sin Su apoyo?

Valor, fortaleza, fe, y confianza implícita en el poder de Dios para salvar no llegan en un

momento. Estas virtudes celestiales se adquieren por la experiencia de años. Mediante una

vida de consagrado esfuerzo y firme apego a lo recto los hijos de Dios estaban sellando su

destino. Rodeados por un sin número de tentaciones, ellos sabían que debían de resistir con

firmeza o ser vencidos. Sentían que tenían una gran obra a realizar, y a cualquier hora se les podría pedir que entregasen la armadura; y si llegaran al final de la vida con su obra aun por

terminar, sería una pérdida eterna. Ansiosamente recibieron la luz del cielo, al igual como

los primeros discípulos la recibieron de los labios de Jesús. Cuando esos primeros cristianos

fueron exiliados a las montañas y desiertos, cuando dejados en las mazmorras para morir

con hambre, frío, y tortura, cuando el martirio parecía ser la única salida para su angustia, se

regocijaban que eran considerados dignos de sufrir por Cristo, quien fue crucificado por

ellos. Su digno ejemplo será consolación y ánimo para el pueblo de Dios que estará en pie

durante el tiempo de angustia como nunca lo hubo”. 5T213.

“Al iniciarse el santo sábado, 5 de enero, 1849, nos involucramos en la oración con la

familia del hermano Belden en Rocky Hill, Connecticut, y el Espíritu Santo cayó sobre nosotros. Fui llevada en visión al lugar Santísimo, donde miré a Jesús aun intercediendo por

Israel. En el borde de su indumentaria había una campana y una granadilla, una campana y

una granadilla; y eso se repetía por todo el borde de su vestimenta. Entonces observé que

Jesús no saldría del lugar Santísimo hasta que cada caso fuera decidido ya sea para

salvación o destrucción; y que la ira de Dios no llegaría hasta que Jesús terminara Su obra

en el lugar Santísimo, se desatara Su vestimenta sacerdotal, y se vistiera con el atavío de

venganza. Entonces Jesús ya no intercederá entre el Padre y el hombre, y Dios no más se

mantendrá en silencio, sino que derramará Su ira sobre los que han rechazado Su verdad.

Miré que las guerras de las naciones, la ira de Dios, y el tiempo para juzgar a los muertos,

eran asuntos separados y distintos, pero que se desarrollaban en cadena uno en seguida del

otro; y que también Miguel aun no se levantaba, y que el tiempo de angustia, tal cual nunca

hubo, aun no había empezado. Las naciones ahora se están airando, pero cuando nuestro Sumo Sacerdote ha terminado Su obra en el santuario, Él se levantará, vestirá Sus atavíos de

venganza, y entonces las siete últimas plagas serán derramadas”. LS. 116-117.

“En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran Príncipe que protege a tu pueblo. Y será

tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces. Pero en ese

tiempo será librado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro”. Dn. 12.1.

... Continuación del artículo anterior

“En aquel tiempo se

levantará Miguel, el

gran Príncipe que

protege a tu pueblo. Y

será tiempo de

angustia… en ese tiempo

será librado tu pueblo...”

Página 4 La Voz del Heraldo

Page 5: Boletin La Voz Del Heraldo No 2 01 2009

Copia fiel de la edición The Day Star Extra del 7 de febrero de 1846. Canandaigua, New Yor,

United State. O.R.L. Crosier.

“Yo creo que el santuario que será purificado al término de los 2300 días, es el Templo de la

Nueva Jerusalén, del cual Cristo es el ministro. El Señor me mostró en visión, hace ya más de

un año atrás, que el hermano Crosier posee la verdadera luz, a respecto de la purificación del

santuario; y que había sido su voluntad, que el hermano Crosier pudiese escribir la visión que

nos dio en el Day-Star, Extra, del 7 de Febrero de 1846. Me siento plenamente autorizada

por el Señor, a recomendar ese Extra, a cada santo. Oro para que estas líneas puedan ser una

bendición para usted, y para todos los queridos hijos que vengan a leerla”. WLF.12.

Los que deseen definir una posición acerca de la Purificación del Santuario, han de

familiarizarse con otros pasajes del profeta: Este artículo, „El Santuario‟, se imprimió en el

'Day-Star Extra', en 1846. En relación con él, E. White escribió en una carta dirigida al

hermano Eli Curtis, fechada el 21 abril 1847:

"Creo que el Santuario que ha de ser purificado al final de los 2300 días es el templo de la

Nueva Jerusalem, del que Cristo es ministro. El Señor me mostró en visión, hace más de un

año, que el hermano Crosier tenía la verdadera luz sobre la purificación del Santuario; y que

era su voluntad que el hermano C. escribiese la exposición que nos hizo en el Day-Star Extra

del 7 de febrero de 1846. Me siento plenamente autorizada por el Señor para recomendar ese

Extra a todo santo" ('Una palabra a la manada pequeña', publicado en 1847).

En la Review & Herald de septiembre de 1850 se reimprimió el artículo, aparentemente en su

totalidad. Volvió a ser reimpreso en un par de ocasiones, en los dos años sucesivos.

Reproducimos aquí el artículo en su totalidad, tal como aparece en la Review and Herald de

septiembre de 1850. Las referencias bíblicas se han convertido de la numeración romana a la

árabe. Se han corregido algunos errores muy evidentes en las referencias bíblicas”. William

C. White, 9 octubre 1931.

... Continuación del artículo anterior

“Yo creo que el santuario

que será purificado al

término de los 2300 días, es

el Templo de la Nueva

Jerusalem… El Señor me

mostró en visión hace más de

un año que el Hno. Crosier

posee verdadera luz…”

Página 5 La Voz del Heraldo

Page 6: Boletin La Voz Del Heraldo No 2 01 2009

Artículo de O.R.L. Crosier en el Day Star Extra de

1846

John, "Thou most prophecy again". Whatever

CANANDAIGUA, N. Y. Jan. 7, 1846.

El Santuario era el corazón del sistema típico (simbólico).

Allí puso el Señor su nombre, manifestó su gloria y

conversó con el sumo sacerdote, en relación con el bien de

Israel. Al preguntar a las Escrituras en qué consiste el

Santuario, expulsemos de la mente todo prejuicio

educacional. La Biblia define con claridad cuál es el

Santuario, y responde a toda cuestión razonable que quepa

hacer sobre él.

El nombre "Santuario" se aplica a diversas cosas en el

Antiguo Testamento, y el Todopoderoso no dijo a Daniel

qué Santuario había de ser purificado al final de los 2.300

días, pero lo denominó Santuario, como si Daniel

comprendiese bien a qué se estaba refiriendo. El hecho de

que Daniel no le preguntase en qué consistía, confirma lo

anterior. Pero dado que la identificación del Santuario ha

venido a ser tema de discusión, nuestra única seguridad

consiste en buscar en el Nuevo Testamento, que es el

comentario divino sobre él. Su decisión debiera poner fin a

toda controversia entre cristianos.

Pablo se refiere ampliamente a ese asunto en la epístola a

los Hebreos, a quienes pertenecía el pacto típico. "El

primer pacto tenía reglas para el culto, y también un

Santuario terrenal" (Heb. 9:1-5).

"Se levantó una tienda. En su primera parte, llamada

Lugar Santo (hagia), estaban las lámparas, la mesa y los

panes de la Presencia.

"Tras el segundo velo estaba la parte llamada Lugar Santísimo (hagia hagion).

"Este tenía el incensario de oro y el Arca del Pacto cubierta de

oro. Esta Arca contenía una urna de oro con el maná, la vara de

Aarón que reverdeció y las tablas del pacto.

"Sobre ella los querubines de gloria cubrían el Propiciatorio. De

estos objetos no hablaremos ahora en detalle".

Encontramos una descripción detallada en los últimos cuatro

libros del Pentateuco. "Santuario" fue el primer nombre que el

Señor le dio. En Éxodo 25:8 abarca, no solamente el Tabernáculo

con sus dos departamentos, sino también el atrio (o patio), así

como todos los utensilios del ministerio. A todo ello Pablo lo

denomina el Santuario del primer pacto, que "es símbolo para el

tiempo actual, según el cual se ofrecen presentes y

sacrificios" (Heb. 9:9).

"Pero Cristo ya vino, y ahora es el Sumo Sacerdote de los bienes

definitivos. El Santuario donde él ministra es más grande y más

perfecto; y no es hecho por mano de hombre, es decir, no es de

este mundo" (vers. 11).

Los sacerdotes entraban en lo que era "símbolo" o "copia de las

realidades" que constituían los "lugares celestiales mismos" en

los que entró Cristo, cuando "entró en el mismo cielo" (vers. 23 y

24). Cuando Cristo ascendió a la diestra del Padre, a "las

realidades celestiales mismas", vino a ser "ministro del

Santuario, de aquel verdadero Santuario que el Señor levantó, y no el hombre" (Heb. 8:1 y 2). Ese es el Santuario del "pacto

mejor (nuevo)" (vers. 6).

El Santuario que ha de ser purificado al final de los 2300 días es

también el Santuario del nuevo pacto, ya que la visión del

Santuario echado por tierra hace referencia a un período posterior

a la crucifixión. Vemos que el Santuario del nuevo pacto no está

en la tierra, sino en el cielo. El verdadero Tabernáculo que forma

parte del Santuario del nuevo pacto, fue hecho y construido por

el Señor, en contraste con el del primer pacto, que fue hecho y

levantado por el hombre en obediencia al mandamiento de Dios (Éx. 25:8).

Ahora, ¿qué dice el mismo apóstol que el Señor ha construido? "Porque esperaba la ciudad con fundamentos, cuyo arquitecto y

constructor es Dios" (Heb. 11:10). ¿Cuál es su nombre? La "Jerusalén celestial" (Heb. 12:22; Apoc. 21). "Un edificio celestial,

una casa eterna, hecha no por manos humanas" (2 Cor. 5:1). "En la casa de mi Padre hay muchas moradas" (Juan 14:2).

Cuando nuestro Salvador estuvo en Jerusalén, y declaró su casa desierta, los discípulos le señalaron el edificio del templo. Él

dijo entonces: "Os aseguro que no quedará piedra sobre piedra, que no sea derribada" (Mat. 24:1 y 2). El templo era su

Santuario (1 Crón. 22:17-19; 28:9-13; 2 Crón. 29:5, 21; 36:14, 17). Una sentencia como la que pronunció habría de llenarles de

temor y congoja, como premonición del quebranto, cuando no de la total caída de su sistema religioso por completo. Pero a fin

de darles ánimo e instrucción, les dijo: "En la casa de mi Padre hay muchas moradas" (Juan 14:1-3).

Estando, como era el caso, en la línea divisoria entre el pacto típico y el anti-típico, y habiendo acabado de declarar que la casa

del primero dejaba de estar vigente en vista de su anunciada destrucción, cuán lógico era que dirigiera la atención de sus

discípulos al Santuario del segundo, en el que habrían de centrarse sus afectos e intereses tal como lo hicieran antes con el

primero. El Santuario del nuevo pacto está relacionado con la Nueva Jerusalén, de igual forma en que lo estaba el del antiguo

pacto con la antigua Jerusalén. De igual forma en que ese era el lugar en donde ministraban los sacerdotes de ese pacto, así sucede en el cielo, lugar en donde ministra el Sacerdote del nuevo pacto. A ese lugar, y sólo a ese, aplica el Nuevo Testamento

el término de "Santuario", lo que debiera zanjar toda discusión al respecto.

... Continuación del artículo anterior

Página 6 Volumen 1, nº 2

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Pero dado que se nos ha instruido repetidamente a mirar hacia la tierra al pensar en el Santuario, es apropiado preguntarse, ¿bajo

la autoridad de qué Escritura hemos sido así enseñados? Yo no puedo encontrar ninguna. Si alguien lo logra, que lo haga saber.

Es necesario recordar que la definición de Santuario es "un lugar santo o sagrado". ¿Es la tierra, es Palestina, un lugar tal? La

única respuesta es: ¡No! ¿Se instruyó así a Daniel? Analicemos su visión.

"Y el lugar de su Santuario fue echado por tierra" (Dan. 8:11). Ese ser echado por tierra fue en los días –y por intermedio– del

poder Romano; por lo tanto, el Santuario al que señala ese texto no era la tierra ni Palestina, ya que el primer Santuario fue

destruido en la caída, y el posterior en la cautividad, más de 4.000 y 700 años respectivamente antes del evento al que apunta ese

texto, y ninguno de ellos por intermedio de Roma.

El Santuario que fue echado por tierra es aquel contra el que Roma se había exaltado, aquel al que pertenecía el Príncipe de los

príncipes, Jesucristo; y Pablo enseña que su Santuario se halla en el cielo. También Daniel 11:30 y 31, "Porque vendrán contra él

naves de Quitim, y él se desalentará. Entonces volverá, y se enojará contra el pacto santo (la cristiandad). Volverá, pues, y

favorecerá a los que abandonen el santo pacto (sacerdotes y obispos). Sus fuerzas (civiles y religiosas) profanarán el Santuario

de la fortaleza (Roma y los que olvidan el pacto santo), quitarán el continuo, y pondrán la abominación asoladora".

¿Qué fue eso que Roma y los apóstoles del cristianismo habrían de contaminar con su abominación asoladora? Esa combinación

se formaría contra el "santo pacto", y fue el Santuario de ese pacto el que contaminarían (asolarían), cosa que harían igualmente

con el nombre de Dios (Jer. 34:16; Eze. 20; Mal. 1:7). Eso equivalía a profanar o blasfemar su nombre. En ese sentido, esa bestia

político-religiosa desoló el Santuario (Apoc. 13:6), y lo echó por tierra, desde su lugar en el cielo (Sal. 102:19; Jer. 17:12; Heb.

8:1 y 2) al llamar a Roma la santa ciudad (Apoc. 21:2) e instalar allí al Papa bajo los títulos: "Señor Dios el Papa", "Cabeza de la

iglesia", etc. Y esa falsificación del "templo de Dios" profesa realizar aquello que Jesús hace en su Santuario (2 Tes. 2:1-8). El

Santuario ha sido echado por tierra (Dan. 8:13), lo mismo que el Hijo de Dios (Heb. 10:29).

Daniel oró: "Haz que tu rostro resplandezca sobre tu Santuario asolado" (Dan. 9:17). Se trataba del Santuario típico edificado por

Salomón. "Ahora que el Eterno te ha elegido para que edifiques una casa que sea su Santuario. ¡Esfuérzate y hazla!" (1 Crón.

28:10-13). El Santuario compartió la suerte con Jerusalén en sus setenta años de desolación (Dan. 9:2; 2 Crón. 36:14-21). Fue re-edificado tras la cautividad (Neh. 10:39). A Moisés se le dio el modelo del Santuario, edificado al pie del Sinaí tras haber estado

con el Señor cuarenta días en la nube, sobre el monte; y a David se le dio el modelo del que edificó Salomón, que superaba al de

Moisés, con sus cámaras, porches, atrios de los sacer-dotes y levitas, y todos los utensilios del servicio, según "los planos que el

Espíritu había puesto en su mente" (2 Crón 28:10-13).

Es un hecho manifiesto que tanto Moisés como David tuvieron visiones proféticas de la Nueva Jerusalén con su Santuario y con

Cristo, el Sacerdote oficiante. Cuando el Santuario edificado por Moisés resultó superado por el de Salomón, se trasladó el Arca

del uno al otro (2 Crón. 5:2-8). El Santuario comprendía, no sólo el Tabernáculo, sino también los utensilios del ministerio, y

también el atrio en cuyo recinto se levantaba el Tabernáculo (Núm. 3:29-31; 10:17, 21). Así, el patio (o atrio) donde el

Tabernáculo se asentaba, era llamado con propiedad el Santuario ([según el historiador] Prideaux). Podemos ver lo mismo en 2

Crón. 29:18, 21. "Ya hemos limpiado toda la casa del Señor, el altar del holocausto, todos sus instrumentos, y la mesa de la Presencia con todos sus utensilios".

El altar de los holocaustos con sus utensilios estaba ante al Tabernáculo, en el atrio. En el versículo 21 a todo eso se lo denomina

"Santuario". Bien, dirá alguno, ¿acaso no constituye Palestina el Santuario? No lo creo. Éxodo 15:17: "Tú los introducirás y los

plantarás en el monte de tu herencia, en el lugar de tu habitación que tú has preparado, oh Eterno, en el Santuario que afirmaron

tus manos".

¿Cuál es la "habitación que [el Señor ha] preparado", la que afirmaron [sus] manos? Pablo afirma que se trata de una

"ciudad" (Heb. 11:10), de un "Santuario" (Heb. 8:2), de "un edificio celestial, una casa eterna, hecha no por manos humanas" (2

Cor. 5:1). Y el Señor ha elegido el monte Sión, en Palestina, como el lugar para su morada definitiva (Sal. 132:13 y 14). "El

Eterno eligió a Sión, la quiso para su morada. Este es siempre el lugar de mi reposo, aquí habitaré, porque la he preferido".

"Los llevó después a los términos de su tierra santa, a ese monte que ganó su mano derecha" (Sal. 78:54), que era su lugar

elegido, pero no propiamente el Santuario; no más de lo que el monte Moria, sobre el que se edificó el templo, era el templo

mismo. ¿Considera-ron ese lugar como el Santuario? Si ellos no lo hicieron, tampoco nosotros debiéramos hacerlo. Una mirada

al texto en donde aparece [el Santuario] mostrará: "Y me harán un Santuario, y habitaré entre ellos" (Éx. 25:8).

"El siclo del Santuario" (Éx. 30:13) y unos veinte más similares. "Así, Bezaleel, Aholiab y todo hombre diestro, a quien el Señor

dio sabiduría e inteligencia para ejecutar toda la obra del Santuario, realizaron todo lo que había mandado el Eterno" (Éx. 26:1-6;

36:1). "El velo del Santuario" (Lev. 4:6). "Sacad a vuestros hermanos de delante del Santuario" (Lev. 10:4).

... Continuación del artículo anterior

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"Ni vendrá al Santuario" (Lev. 12:4). "Expiará el Santuario" (Lev. 16:33). "Reverenciad mi Santuario" (Lev. 19:30; 26:2). "Para

no profanar el Santuario de su Dios" (Lev. 21:12). "Los útiles del Santuario" (Núm. 3:31). "Cuidarán del Santuario" (Núm. 3:32,

38). "Utensilios del servicio que se usan en el Santuario" (Núm. 4:12). "Se encargarán del Santuario y de todo lo que hay en

él" (Núm. 4:16). "Y cuando Aarón y sus hijos acaben de cubrir el Santuario y todos sus enseres, cuando se haya de mudar el campamento, vendrán los coatitas para transportarlos" (Núm. 4:15; 7:9; 10:21). "Para que no haya plaga en ellos cuando lleguen

al Santuario" (Núm. 8:19). "Tú y tus hijos, y la casa de tu padre contigo, cargaréis el pecado cometido contra el

Santuario" (Núm. 18:1). "Contaminó el Santuario del Eterno" (Núm. 19:20). Josué "tomó una gran piedra y la levantó allí debajo

de una encina que estaba junto al Santuario del Eterno" (Josué 24:26). "Todos los utensilios del Santuario" (1 Crón. 9:29).

"Edificad el Santuario de Dios" (1 Crón. 22:19). "Príncipes del Santuario" (1 Crón. 24:5). "El Eterno te ha elegido para que

edifiques una casa que sea su Santuario" (1 Crón. 28:10; 2 Crón. 20:8). "Sal del Santuario" (2 Crón. 26:18; 29:21; 30:8).

"Purificado según el rito del Santuario" (2 Crón. 30:19; 36:17).

He presentado casi todos los textos y creo que cada una de las diferentes expresiones en las que aparece la palabra, hasta llegar a

los Salmos, de forma que cual-quiera pueda ver lo que ellos entendían por "Santuario". De entre los cincuenta textos citados, ni

uno sólo se aplica a la tierra de Palestina, o a alguna otra tierra. A ese Santuario, aunque hecho con cortinas, se lo llamaba "la casa de Dios" (Jueces 18:31; 1 Sam. 1:7-24), y fue erigido en la ciudad de Silo con ocasión del re-parto de la tierra (Jueces 18:1,

10), por lo tanto, se lo llamó "el Santuario de Silo" (Sal. 78:69). El Señor lo abandonó cuando los filisteos tomaron el Arca (1

Sam. 3-11) y cambió su fuerza en cautividad, y entregó su gloria en manos de su enemigo (1 Sam. 4:21).

Fue devuelta a Quíriat Jearim (1 Sam. 7:1), y luego a la casa de Obed Edom, por entonces ciudad de David, que es Sión (2 Sam.

6:1-19; 5:9), y después, por indicación de Salomón, el Arca fue depositada en el lugar santísimo del templo (1 Rey. 8:1-6),

edificado en el monte Moria, cerca del monte de Sión (2 Crón. 3:1). El Señor había escogido a Sión como lugar de su repo-so

para siempre (Sal. 132:13 y 14), pero hasta entonces no había morado allí sino por un breve período, y entre cortinas hechas a

mano; pero al volver en gloria tendrá "piedad de Sión" y la re-edificará; entonces Jerusalén será una "morada de quietud, tienda

que no será desarmada" (Sal. 102; Isa. 33:20). Entonces el pueblo de Sión vivirá en Jerusalén (Isa. 30:18 y 19). El cántico de

Moisés (Éx. 15) es evidentemente profético y se explaya en las felices escenas del Edén Sión. Así lo hizo también Ezequiel. El

Señor traerá a toda la casa de Israel desde sus tumbas hasta la tierra de Israel, para establecer entonces su Santuario y Tabernáculo en medio de ellos para siempre. El Santuario no es "la tierra de Israel" ni su pueblo, ya que está instalado en medio

de él, y está edificado y forma parte de esa ciudad cuyo nombre es "el Eterno está allí" (Eze. 48:35).

El sacerdocio de Cristo

El sacerdocio del Santuario terrenal del primer pacto pertenecía a los hijos de Leví; pero el del celestial, el del mejor pacto, al

Hijo de Dios. Él encarna ambos, el sacerdocio de Melquisedec y el de Aarón. En ciertos aspectos el sacerdocio de Cristo es

semejante al de Melquisedec, y en otros, al de Aarón o Leví. (1) fue "hecho Sumo Sacerdote para siempre, según el orden de

Melquisedec" (Heb. 6:20). "Orden" significa sucesión o dinastía. Cristo, como Melquisedec, no tenía ascendencia sacerdotal

(Heb. 7:3). Ni sucedió, ni fue sucedido por otro sacerdote en su oficio; y dado que "permanece para siempre, tiene un sacerdocio

inmuta-ble" (7:24), en el sentido de que no pasa de uno a otro.

El sacerdocio de Leví, siendo ininterrumpido, estaba caracterizado por una sucesión de sacerdotes, "porque la muerte les impedía

continuar" (vers. 23). (2) Dado que fue según el orden de Melquisedec, Cristo es supe-rior a los hijos de Leví, ya que los bendijo

y recibió de ellos los diezmos, en Abraham (vers. 1, 7, 9 y 10). (3) Cristo es Rey y Sacerdote. Es Rey por nacimiento, puesto que

es de la tribu de Judá, y Sacerdote por el juramento de su Padre (vers. 14, 21). (4) Siendo él mismo perfecto, y su sacerdocio

eterno, es capaz de "salvar eternamente a los que por medio de él se acer-can a Dios, ya que está siempre vivo para interceder

por ellos" (vers. 25). No fue llamado según el orden de Aarón; esto es, no según la sucesión propia de éste; pero eso de ningún

modo niega que el sacerdocio de Aarón fuese un tipo del sacerdocio de Cristo. Pablo demuestra por encima de toda duda que lo

es.

(1) Tras habernos exhortado a considerar "al Apóstol y Sumo Sacerdote de la fe (o religión) que profesamos, a Jesús",

fundamenta la investigación evocando la analogía de Moisés sobre su casa (olkos, gente) y Cristo sobre la suya (Heb. 3:1-6) y declara: "A la ver-dad, Moisés fue fiel sobre toda la casa de Dios, en calidad de servidor, para testificar de lo que se había de

anunciar en el futuro". Eso muestra claramente que la economía mosaica era un tipo de la divina. (2) De-muestra que fue

llamado por Dios para ser sacerdote "como Aarón" (Heb. 5:1-5). (3) De igual manera en que Aarón y sus hijos, tomó sobre sí la

carne y la sangre, la simiente de Abraham, "fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado", fue perfeccionado

"mediante aflicciones", y hecho "en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser compasivo y fiel Sumo Sacerdote ante Dios,

para expiar los pecados del pueblo" (Heb. 2 y 4).

... Continuación del artículo anterior

Página 8 Volumen 1, nº 2

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(4) Ambos fueron elegidos entre los hombres, a fin de que pudiesen presentar ante Dios ofrendas y sacrificios por los

pecados" (Heb. 5:1; 8:3). (5) Sin duda Pablo consideró el sacerdocio levítico como un tipo del de Cristo, como denota el

esfuerzo que dedica a explicar las analogías y contrastes entre uno y otro. (6) "Los otros sacerdotes llegaron a ser muchos,

porque la muerte les impedía continuar. Pero como Jesús permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable" (Heb. 7:23 y 24). (7) "Que no tiene necesidad cada día, como los otros sumos sacer-dotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios

pecados, y luego por los del pueblo. Esto lo hizo una vez para siempre, cuando se ofreció a sí mismo" (vers. 27). (8) "Porque la

Ley constituye sumos sacerdotes a hombres débiles, pero la palabra del juramento poste-rior a la Ley, constituyó al Hijo, hecho

perfecto para siempre" (vers. 28). (9) "Pero ahora tanto mejor minis-terio es el de Jesús", que el de ellos, (10) "por cuanto es

mediador de un mejor pacto, basado sobre mejores promesas" (Heb. 8:6). (11) "Pero Cristo ya vino, y ahora es el Sumo

Sacerdote de los bienes definitivos. El Santuario donde él ministra es más grande y más perfecto" que el de ellos (Heb. 9:11).

(12) "Cristo entró en ese Santuario una vez para siempre, no con sangre de machos cabríos ni de becerros, sino con su propia

sangre" (vers. 12). (13) "Porque si la sangre de los toros, los machos cabríos y la ceniza de la becerra rociada a los impuros,

santifican para purificar la carne, ¡mucho más la sangre de Cristo, quien por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a

Dios, purificará vuestras conciencias" (vers. 13 y 14). (14) "Porque Cristo no entró en el Santuario hecho por mano de hombre,

que era sólo copia del Santuario verdadero, sino que entró en el mismo cielo (vers. 24). (15) "Tampoco entró para ofrecerse muchas veces a sí mismo, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo [Santuario: ta hagia] cada año con sangre ajena",

"pero ahora, al final de los siglos, se presentó una sola vez para siempre, para quitar el pecado, por medio del sacrificio de sí

mismo" (vers. 25 y 26). (16) "Así como está ordenado que los hombres mueran una vez, y después enfrenten el juicio, así

también Cristo fue ofrecido una sola vez, para quitar los pecados de muchos. Y la segunda vez, sin relación con el pecado,

aparecerá para salvar a los que lo esperan" (vers. 27 y 28). (17) "La Ley es sólo una sombra de los bienes venideros, no las

realidades mismas. Por eso, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen de continuo cada año, dar la perfección a los

que se allegan" (Heb. 10:1), pero "con una sola ofrenda, Cristo llevó a la perfección para siempre a los santificados" (vers. 14).

(18) "Porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados", "pero me preparaste un cuerpo" (vers.

4 y 5). Esta es una parte de los contrastes o comparaciones señaladas por el Apóstol, entre el sacerdocio levítico y el de Cristo; y

hay una semejanza a todo respecto, pero el de Cristo siempre es superior al de Leví. Añadiré uno más: Hebreos 8:4 y 5: "Si

estuviera sobre la tierra, ni siquiera sería sacerdote, habiendo aún sacerdotes que ofrecen los presentes según la Ley. Estos

sacerdotes sirven en un Santuario que es copia y sombra de lo que hay en el cielo".

Los rasgos de la sustancia guardan una semejanza con su sombra, de ahí que "lo que hay en el cielo" del texto analizado, ha de

ser sacerdocio "en el cielo" (vers. 1 y 2) llevado a cabo por nuestro Sumo Sacerdote en su Santuario. Si en la sombra se trataba

de ministerio, en la sustancia ha de tratarse también de ministerio.

Dado que los sacerdotes según la ley servían de ejemplo y sombra del ministerio celestial, a partir de su ministerio podemos

aprender algo sobre la naturaleza del ministerio celestial. "Dios dijo a Moisés cuando iba a levantar el Santuario: 'Haz todas las

cosas conforme al modelo que te fue mostrado en el monte'" (Heb. 8:5).

Nadie puede negar que, en obediencia a esa orden, Moisés instituyó el sacerdocio levítico; lo instituyó "conforme al modelo" que

el Señor le había mostrado, y era "copia de las realidades celestiales" (Heb. 9:23). Si no existiera ningún otro texto demostrativo de que el sacerdocio levítico era un tipo del divino, con ese habría suficiente. Sin embargo, algunos niegan esa implicación tan

obvia a propósito del sacerdocio. Pero si no consiste en eso, no veo en qué otra cosa podría consistir. En sí mismo no era más

que un cúmulo de vanas ceremonias sin sentido ni utilidad, puesto que no podía perfeccionar a aquellos en cuyo beneficio se

efectuaban. Pero al considerarlo como un tipo de las realidades celestiales, resulta cargado de la más importante instrucción.

Puesto que esa es la aplicación que hace el Nuevo Testamento, así debemos contemplarla, mientras examinamos la expiación

efectuada bajo el sacerdocio levítico.

"Estas cosas eran ordenadas así: En la primera parte entraban siempre los sacerdotes a cumplir los oficios del culto" diariamente

(7:27 y 10:11).

"Pero en la segunda entraba solo el sumo sacerdote, una vez en el año, no sin llevar sangre, que ofrecía por sí mismo, y por los

pecados de ignorancia del pueblo" (Heb. 9:6 y 7).

Aquí Pablo divide los servicios del sacerdocio levítico en dos clases: una diaria, en el lugar Santo, y la otra anual, en el

Santísimo. Establecieron servicios diarios, llevados a cabo en el lugar Santo y en el altar de bronce que estaba situado en el atrio,

frente al Tabernáculo, consistiendo en la ofrenda ardiente (holocausto continuo) de dos corderos, uno por la mañana y otro por la

tarde, junto al presente constituido por la décima parte de un efa de harina amasada con la cuarta parte de un hin de aceite de

olivas machacadas, y una libación consistente en la cuarta parte de un hin de vino. El presente se ofrecía junto al cordero, y la

libación se derramaba en el Santuario (Éx. 29:38-42; Núm. 28:3-8). En relación con eso, quemaban incienso en el altar de oro

... Continuación del artículo anterior

Página 9 La Voz del Heraldo

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santo en suave olor, cuando aderezaban las lámparas por la tarde y por la mañana (Éx. 30:34-38; 31:11; 30:7-9). Lo mismo se

efectuó posteriormente en el templo (1 Crón. 16:37-40; 2 Crón. 2:4; 13:4-12; 31:3, Esdras 3:3).

Eso no expiaba los pecados, ni de forma individual ni colectivamente. El servicio diario descrito era algo así como una intercesión continua; pero la expiación era una obra especial para la que se proporcionaron directivas específicas. Tanto en el

Antiguo como en el Nuevo Testamento se emplean muchos y diferentes nombres para expresar la misma idea de expiación: de

una sola mente.

Ejemplos (las palabras en cursiva son sinónimos de expiar o expiación): Éx. 29:36, "Purificarás el altar mediante la expiación".

Lev. 12:8, "El sacerdote hará expiación por ella, y quedará limpia". Lev. 14:2, "Esta será la ley para la purificación del leproso".

Lev. 14:20, "El sacerdote hará expiación por él, y quedará limpio". La expiación no sería para él posible, sino hasta después de

haber sido sanado de la lepra (Lev. 13:45 y 46). Hasta que fuese sanado, tenía que habitar solo, fuera del campamento. Lev. 14:3

y 4, "[el sacerdote] saldrá fuera del campamento y lo examinará. Si ve que el leproso está sano, mandará traer para el que se

purifica dos avecillas vivas y limpias..." La ley era similar para la purificación de la lepra que afectaba a una casa (vers. 33-57).

Las piedras afectadas por la plaga se arrancaban y se echaban fuera de la ciudad, debiendo sustituirlas por otras nuevas.

Habiendo quitado la impureza física, cabría esperar que el objeto quedara limpio, pero no era así. De acuerdo con la ley, no había

hecho más que ponerse en la condición idónea para ser purificado. Vers. 49: "Entonces, para limpiar la casa, tomará dos

avecillas..." Vers. 52 y 53: "Y purificará la casa con la sangre de la avecilla... Así expiará la casa, y quedará limpia". Levítico

16:18 y 19:

"Entonces Aarón saldrá hacia el altar que está ante el Eterno, y lo expiará", "Y con su dedo esparcirá de la sangre siete veces

sobre él. Así lo purificará y lo santificará de las impurezas de los israelitas". Lev. 8:15, "Y Moisés lo degolló. Tomó la sangre y

puso con su dedo sobre los cuernos del altar; y echó el resto de la sangre al pie del altar. Así lo consagró para ofrecer sobre él el

sacrificio expiatorio". 2 Crón. 29:24, "Entonces los sacerdotes... esparcieron la sangre sobre el altar por ofrenda por el pecado,

para reconciliar a todo Israel". Jer. 33:8, "Los limpiaré de toda la maldad" y "perdonaré todos los pecados que cometieron".

Rom. 5:9-11, "Hemos sido justificados por su sangre", "hemos recibido ahora la reconciliación". 2 Cor. 5:17-19, "Nos reconcilió consigo por medio de Cristo". Efe. 2:16, "Reconciliar con Dios a ambos". Heb. 9:13 y 14, "Si la sangre de los toros, los machos

cabríos... santifican para purificar la sangre, mucho más la sangre de Cristo... purificará vuestra conciencia". Cristo es el

Mediador, para "perdonar los pecados" (Heb. 9:15) y para llevar "a la perfección para siempre a los santificados" (Heb. 10:14).

Efe. 1:7, "En él tenemos redención por su sangre, el perdón de los pecados". Hech. 3:19, "Convertíos, para que sean borrados

vuestros pecados".

Esos textos nos muestran que los términos expiar, limpiar, purificar, perdonar, santificar, justificar, redimir, borrar y algunos

otros, son empleados para significar lo mismo: llevar a una situación de favor para con Dios. Y en todos los casos la sangre es el

medio; en algunas ocasiones la sangre y el agua. La gran idea de la ley es la expiación, tanto como lo es del evangelio; y dado

que el objeto de la ley era enseñarnos el evangelio, es muy importante su comprensión. La expiación que el sacerdote efectuaba

en favor del pueblo en su ministerio diario, era diferente de la que llevaba a cabo el décimo día del mes séptimo. En la primera no iba más allá del lugar Santo; pero para efectuar la segunda llegaba hasta el lugar Santísimo –la primera trataba de los casos

individuales, mientras que la segunda trataba de forma colectiva a toda la nación de Israel–. La primera tenía por objeto el

perdón de los pecados, la segunda el borramiento de los mismos –la primera podía efectuarse en cualquier momento, pero la

segunda sólo en el décimo día del mes séptimo. Por lo tanto cabe referirse a la primera como a la expiación diaria, y a la segunda

como a la anual. También se puede llamar a la primera la individual, y a la segunda la nacional.

La expiación individual para el perdón de los peca-dos era efectuada en favor de una sola persona, o bien de toda la

congregación, en caso de ser esta culpable de algún pecado, de forma colectiva. El primer capítulo de Levítico da instrucción

sobre la ofrenda encendida u holocausto, el segundo sobre los presentes, el tercero sobre los sacrificios de paz, el cuarto sobre

los sacrificios por el pecado que, como su nombre indica, permitían obtener perdón por sus pecados a quien los ofrecía. La

ofrenda por el pecado (Lev. 5; 6:1-7) era equivalente al sacrificio por el pecado, "cuando alguien peque por inadvertencia

[ignorancia]" (Lev. 4:2), "si después llega a saberlo, queda culpable" (Lev. 5:3), "el que peque en alguna cosa de estas, confesará aquello en que pecó" (vers. 5).

Según Números 5:6-8, en todos los casos son necesarios la confesión y la restitución antes de que se pueda efectuar la expiación

por el individuo. "El hombre o la mujer que cometa alguno de los pecados con que ofenden a otro y al Eterno, esa persona

confesará el pecado que cometió, y compensará enteramente el daño. Añadirá la quinta parte sobre ellos, y lo dará a aquel contra

quien pecó".

... Continuación del artículo anterior

Página 10 Volumen 1, nº 2

Page 11: Boletin La Voz Del Heraldo No 2 01 2009

Entonces, él (o los ancianos si trataba de un

pecado de la congregación), traía la víctima u

ofrenda por el pecado a la puerta del

Tabernáculo de reunión, a la parte norte del altar de los holocaustos que estaba situado en

el atrio (Lev. 4:24; 1:11; 17:1-7) y entonces él

o los ancianos ponían sus manos sobre la

cabeza de la víctima y la degollaban (Lev. 4:2

-4; 13-15; 22-24; 27-29). Tras haber sido

presentada y degollada la víctima, el sacerdote

ungido llevaba parte de la sangre al lugar

santo, y con su dedo la asperjaba ante el velo

del Santuario, y parte de ella la llevaba a los

cuernos del altar del incienso, derramando el

resto de la sangre al pie del altar. Con ello había efectuado una expiación por el

individuo, y su pecado era perdonado (Lev.

4:5-10, 16-20, 25, 26, 30-35). Los cadáveres

de las ofrendas por el pecado eran llevados

fuera del campamento y quemados en "un

lugar limpio" (Lev. 4:11, 12, 21).

Es necesario prestar cuidadosa atención al

hecho de que el sacerdote no iniciaba sus

obligaciones sin haber obtenido antes la

sangre de la víctima, y de que todo ello se

realizaba en el atrio (en el recinto del Santuario), y que la expiación se efectuaba

solamente para el perdón de los pecados. Se

enseñan expresamente esos puntos en este

capítulo y en el siguiente, relativos a los

sacrificios por el pecado. Hay aquí una

expiación, para la realización de la cual los

sacerdotes entraban sólo hasta el lugar Santo,

cosa que podían hacer "siempre", "cada día".

"Pero en la segunda parte entraba sólo el sumo

sacerdote, una vez en el año, no sin llevar

sangre, que ofrecía por sí mismo, y por los pecados de ignorancia del pueblo" (Laos,

nación). Eso caracteriza el servicio anual.

Así es la Expiación Nacional de la que el

Señor habla "en particular" en Levítico 16: "El

Señor dijo a Moisés: 'Di a tu hermano Aarón,

que no entre en todo tiempo en el Santuario,

detrás del velo ante el Propiciatorio que está

sobre el Arca, para que no muera; porque yo

apareceré en la nube sobre el

Propiciatorio" (vers. 2). ¿Con qué propósito y

cuándo podía entrar? Para hacer "la expiación por todos los pecados de los israelitas" (la

nación entera), "el día diez del séptimo

mes" (vers. 34, 29).

Se trataba del día más importante del año. Una

vez que a la nación le habían sido perdonados

previamente todos los pecados mediante la

expiación efectuada en el lugar Santo, se reunía

ahora en el Santuario, donde entraba el sumo

sacerdote ataviado con su santo vestido de gloria

y primor (Éx. 28:4), con sus campanillas de oro en la orilla inferior, a fin de que se oyese su

sonido cuando compareciese ante el Señor; con el

pectoral del juicio, con los nombres de los hijos

de Israel a fin de que llevase el juicio de los

israelitas sobre su corazón. En él estaba también

el Urim y el Tumim (luz y perfección), y la

plancha de oro fino, la santa diadema (Lev. 8:9;

Éx. 28:36) con la inscripción "Santidad a Jehová"

grabada en ella, sujeta sobre el frente anterior de

la mitra donde había de llevar el pecado de las

cosas santas. Ataviado así, entraba en el lugar Santísimo a fin de hacer una expiación para

purificarlos, a fin de que quedaran limpios de

todos sus pecados ante el Señor (vers. 30). Las

víctimas para la expiación de ese día eran, para el

propio sacerdote, un becerro como sacrificio de su

expiación, y para el pueblo, dos machos cabríos;

uno como sacrificio expiatorio, y el otro como

chivo expiatorio, además de un carnero para el

holocausto (Lev. 16:3-8). Mataba o hacía matar al

becerro ofrecido como sacrificio por sí mismo

(vers. 11). "Después tomará el incensario y lo

llenará de brasas tomadas del altar que está ante el Eterno. Tomará dos puñados de incienso

aromático molido, y lo llevará al interior detrás

del velo. Pondrá el incienso sobre el fuego, ante el

Eterno, y la nube del incienso cubrirá el

Propiciatorio que está sobre el Testimonio. Así no

morirá. Luego tomará un poco de la sangre del

becerro, y con su dedo rociará al lado oriental del

Propiciatorio, y con su dedo esparcirá la sangre

siete veces sobre el Propiciatorio" (vers. 12-14).

Todo eso como preparación para expiar al pueblo,

cosa que queda descrita como sigue:

"Después degollará para el sacrificio de la

expiación, el macho cabrío por el pecado del

pueblo. Llevará la sangre al interior, detrás del

velo, y hará con la sangre como hizo con la sangre

del becerro, la esparcirá sobre el Propiciatorio y

delante de él. Así purificará el Santuario de las

impurezas de los israelitas, de sus rebeliones y de

todos sus pecados. De la misma manera hará

también con la Tienda de la Reunión que reside

entre ellos, en medio de sus impurezas" (vers. 15

y 16). "Entonces Aarón saldrá (del lugar Santísimo) hacia el altar que está ante el Eterno

(en el lugar Santo), y lo expiará. Tomará sangre

del becerro (por sí mismo), sangre del macho

cabrío (por el pueblo), y untará todos los cuernos

del altar. Y con su dedo esparcirá de la sangre

siete veces sobre él. Así lo purificará y lo

santificará de las impurezas de los

“Los pecados que

habían sido

confesados mientras él

estuvo en el Lugar

Santísimo, los colocó

sobre el diablo, el

originador del pecado”

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... Continuación del artículo anterior

Page 12: Boletin La Voz Del Heraldo No 2 01 2009

Santo, sobre el que era asperjada la sangre de las expiaciones individuales durante el ministerio diario. Recibía de ese modo las

inmundicias de las que quedaría ahora purificado (Éx. 30:1-10). "Sobre los cuernos del altar Aarón hará la expiación una vez al

año, con la sangre del sacrificio por el pecado, para expiación". A partir del versículo 20 vemos que en este punto había

"acabado de expiar el Santuario, la Tienda de la Reunión y el altar", el lugar Santísimo, el Santo, y el altar que había en este último.

Hemos visto ya que expiar, reconciliar, purificar, etc, significan lo mismo; por lo tanto podemos concluir que en ese punto el

sacerdote había completado la purificación de esos lugares. Dado que la sangre de las expiaciones para el perdón de los

pecados no era asperjada en el atrio, sino sólo en el Tabernáculo (o "Tienda de la Reunión"), la totalidad de la obra de purificar

el Santuario tenía lugar dentro del Tabernáculo. Se trataba de objetos santos, y aún así, se los purificaba cada año. El lugar

santo [Santísimo] que había más allá del velo contenía el Arca del pacto, cubierta por el Propiciatorio, a quien daban sombra

los querubines, entre los cuales hacía morada el Señor, en aquella nube de gloria divina. ¿Quién osaría llamar impuro algo así?

Pues bien, el Señor dispuso, ya desde antes de su construcción, que efectivamente fuese purificado cada año. Era mediante

sangre, y no mediante fuego, como se purificaba ese Santuario, que era un tipo del Santuario del nuevo pacto.

El sumo sacerdote, en aquel día "llevará el pecado de las cosas santas, que los israelitas consagren en todas sus santas

ofrendas" (Éx. 28:38). Esas cosas san-tas constituían el Santuario. Núm. 18:1: "Jehová dijo a Aarón: 'Tú, tus hijos y tu casa

paterna cargaréis con el pecado del Santuario'". El "pecado del Santuario" hemos visto que no era el suyo propio, sino el de los

hijos de Israel, el del pueblo de Dios que él había recibido de ellos. Y esa transferencia de iniquidad desde el pueblo hasta el

Santuario no era una emergencia accidental o inesperada ante la rebelión e impiedad, derramamiento de sangre o idolatría en su

seno, ni ante los eventuales estragos causados por un enemigo, sino que formaba parte del plan original que se había dispuesto

como la operación regular propia de ese sistema típico. Es necesario recordar aquí que todas las instrucciones les fueron dadas

a Moisés y Aarón antes de la edificación del Santuario. Se había hecho previsión para expiar los pecados cometidos en la

ignoran-cia, pero no antes de que fuesen conocidos (Lev. 4:14, 5:3-6). Entonces, por supuesto, se convertían en peca-dos

conocidos. En ese momento el individuo llevaba su iniquidad (Lev. 5:1-17; 7:1-8) hasta que presentaba su ofrenda al sacerdote

y la mataba, el sacerdote hacía expiación con la sangre (Lev. 17:11) y era perdonado. Quedaba así libre de su iniquidad.

¿En qué momento dejaba de llevar la iniquidad? Evidentemente, cuando presentaba su víctima sacrificada; había hecho

entonces su parte. ¿Por qué medio se transfería su iniquidad al Santuario? Mediante su víctima, o mejor dicho, mediante la

sangre de ella, cuando el sacerdote la tomaba y asperjaba ante el velo y sobre el altar. La iniquidad era así transferida al

Santuario. Lo primero que se hacía en favor del pueblo, en el día décimo del mes séptimo, era purificarlo por el mismo medio:

la aplicación de la sangre. Una vez hecho eso el sumo sacerdote llevaba "la iniquidad de la congregación" "para hacer

expiación por ellos" (Lev. 10:17, KJV). "Cuando haya acabado de expiar el Santuario, la Tienda de la Reunión y el altar

(cuando haya purificado el Santuario), Aarón hará llegar el macho cabrío vivo. Aarón pondrá sus dos manos sobre la cabeza

del macho cabrío vivo, y confesará sobre él todas las iniquidades, rebeliones y pecados de los israelitas, y los pondrá sobre la

cabeza del macho cabrío. Y lo expulsará al desierto por medio de un hombre asignado para eso. Ese macho cabrío llevará sobre

sí todas las iniquidades de ellos a tierra deshabitada. Y el hombre soltará el macho cabrío por el desierto" (Lev. 16:2-22). Esta

era la única función del chivo expiatorio, quien recibía finalmente y cargaba fuera de Israel todas las iniquidades a un desierto deshabitado para depositarlas allí, dejando a Israel en su Santuario, y al sacerdote completando la expiación del día al quemar

la grasa de los sacrificios por el pecado, y ofreciendo los dos carneros como ofrenda encendida, sobre el altar de bronce en el

atrio (vers. 24 y 25). Clausuraba los servicios de ese importante día la quema, fuera del campamento, de los cadáveres de los

sacrificios por el pecado (vers. 27).

El anti-tipo

Dado que ese sistema legal que hemos estado considerando no era más que la "sombra", una "figura" o "modelo" que carecía

en sí mismo de valor, y que tenía por fin enseñarnos la naturaleza de ese sistema perfecto de redención que es la sustancia, la

realidad celestial misma que fue dispuesta en los concilios celestiales, y que es llevada a cabo por "el Unigénito del Padre",

aprendamos, guiados por el Espíritu de la verdad, las solemnes realidades allí representadas. Mediante esos modelos, finitos

como somos, podemos, lo mismo que Pablo, extender nuestra investigación más allá de los límites de nuestra visión natural, hasta "las realidades celestiales mismas". Encontramos aquí todo el ministerio de la ley cumplido en Cristo, quien fue ungido

por el Espíritu Santo y entró por su propia sangre en el Santuario, en el cielo mismo, cuando ascendió a la diestra del trono de

la Majestad en los cielos, como "ministro del Santuario (hagion)" (Heb. 8:6, 2). Pablo, después de haberse referido al

ministerio diario en el lugar Santo, y al anual en el Santísimo, afirma (Heb. 9:8): "Con esto el Espíritu Santo da a entender que

mientras que la primera Tienda estaba en pie, el camino al Santuario (hodon hagion) no estaba aún abierto. Esto es símbolo

para el tiempo actual, según el cual se ofrecen presentes y sacrificios..." "hasta el tiempo de la renovación. Pero Cristo ya vino,

y ahora es el Sumo Sacerdote de los bienes definitivos. El Santuario donde él ministra es más grande y más perfecto; y no es

hecho por mano de hombre, es decir, no es de este mundo. Y Cristo entró en ese Santuario (eis hagia) una vez para siempre

... Continuación del artículo anterior

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sangre" (Heb. 9:8-12). La expresión eis hagia del versículo 12 es la misma que la del versículo 24 (Santuario). En ambos

versículos, hagia está en acusativo neutro plural, y gobernado por la preposición eis, que significa sobre, en o entre. Dado que

hagia es un adjetivo neutro, se lo traduce correctamente como "cosas santas", o Santuario. Sin embargo, en el versículo 2,

hagia está en nominativo femenino singular, por lo que debe traducirse como "lugar Santo" (o primer departamento del Santuario). El artículo definido "los", que precede a "bienes definitivos" en el versículo 11, como también en Hebreos 10:1,

hace que la expresión signifique "cosas buenas en sí mismas, o buenas en abstracto".

Eso subraya la perfecta armonía entre Heb. 9:11, 12, 23, 24 y Heb. 10:1. Los "bienes" que son buenos en sí mismos, santos,

celestiales, son "el mismo cielo" en el que Cristo entró como Sumo Sacerdote para ministrar en nuestro favor en relación con el

Santuario "más grande y más perfecto", "aquel verdadero Santuario que el Señor levantó, y no el hombre"; lo mismo que las

cosas sagradas del primer pacto estaban en relación con su Santuario (Heb. 9:1-5), y que el conjunto de todas esas cosas santas

constituía el Santuario. El Santuario, los lugares santos (los dos, vers. 8), el camino a los cuales no estaba aún descubierto hasta

el tiempo de la renovación, cuando Cristo derramó su propia sangre, pertenece al "Santuario... más grande y más perfecto"

referido en el versículo 11. Traduzco literalmente los términos, ya que en nuestra versión común no están así traducidos. La

Biblia de Douay los enumera tal como hacemos aquí. El término griego, en Hebreos 9:8 y 10:19, es hagion: "Santuario" o lugares santos, y no "lugar Santísimo". Eso muestra que la sangre de Cristo es el medio por el que él, nuestro Sumo Sacerdote,

había de entrar en ambos departamentos del Santuario celestial. Si sólo hubiera un lugar en el cielo, como muchos sostienen,

¿por qué había dos en la figura? Y ¿por qué, al aplicar la figura, Pablo habla de los dos? Quizá los que desprecian la ley y

violan el pacto puedan explicar esto; de no ser así, les recomendamos permanecer en la exposición que hace Pablo sobre la

materia.

Se supone que Hebreos 6:19 y 20 prueba que Cristo entró en el lugar Santísimo en su ascensión, ya que Pablo afirma que

penetró "más allá del velo". Pero el velo que separa el lugar Santo del Santísimo es el "segundo velo" (Heb. 9:3), de lo que se

deduce que hay dos velos. Dado que en Hebreos 6 se está refiriendo al primer departamento, ha de tratarse también del primer

velo, que pendía ante el lugar Santo, y que Éxodo llama "cortina". Al entrar más allá del velo, entró en su Tabernáculo, por

supuesto al lugar Santo, ya que es el primer departamento, y nuestra esperanza, como segura y firme ancla de nuestra vida,

entra más allá del velo, significando la expiación de ambos departamentos, que incluye tanto el perdón como el borramiento de los pecados.

Los que sostienen que Cristo entró en el lugar Santísimo, y ha estado ministrando allí desde su ascensión, creen también –y

ciertamente no les queda otro reme-dio– que la expiación de la dispensación evangélica es el anti-tipo [realidad o sustancia] de

la expiación realizada el día décimo del mes séptimo bajo la ley. Si eso es así, los eventos de ese décimo día preceptivo han

tenido su anti-tipo en la dispensación evangélica. Lo primero que ocurría en el ministerio de la expiación era la purificación del

Santuario, tal como hemos visto en Levítico 16. Por lo tanto, según su teoría, el Santuario del nuevo pacto fue purificado al

principio de la dispensación evangélica.

No falta evidencia de que ni la tierra ni Palestina, sus santuarios, fueron entonces purificadas. Les llamo expresamente sus

santuarios, puesto que no son el Santuario del Señor. Pero si el Santuario del Señor del nuevo pacto fue purificado entonces, los 2300 días terminaron allí. Ahora bien, tratándose de años, como todos creemos, han de extenderse 1810 años después de las

70 semanas, y la última de esas semanas fue la primera del nuevo pacto o dispensación evangélica. El hecho de que esos días

se extiendan 1810 años más allá de las 70 semanas, y de que el Santuario no podía ser purificado sino hasta el final de ellos,

demuestra que el anti-tipo del décimo día según la ley no es la dispensación evangélica. Además, si la expiación efectuada en

ese día [décimo del mes séptimo] es un tipo de la expiación efectuada en la dispensación evangélica, entonces la expiación

realizada en el lugar Santo (Heb. 9:6) previa a ese día, terminó antes de que comenzara la dispensación evangélica. Se ha dicho

que esa expiación se hacía para el perdón de los pecados, pero yo no encuentro evidencia alguna de que una tal expiación se

realizara en el día décimo del mes séptimo. La dispensación evangélica comenzó con la predicación de Cristo, y si es el anti-

tipo del décimo día preceptivo [bajo la ley], tiene que ser cierta una de estas dos cosas: o bien el Salvador, más bien que

cumplir, ha destruido la parte sustancial de la ley: el ministerio diario en el lugar santo que ocupaba todos los días del año con

excepción del día décimo del mes séptimo; o bien cumplió toda la ley con la excepción de una tres-cientos sesentava parte de

ella antes de la dispensación evangélica, y antes de ser ungido Mesías para cumplir la ley y los profetas. Es inevitable una de esas dos conclusiones, si se asume que la dispensación evangélica y la expiación en ella realizada constituyen el anti-tipo del

día décimo ordenado por la ley, y de la expiación en él efectuada. ¿A cuál de esos dos cuernos se aferrarán los defensores de

esa teoría? Si al primero, la declaración "No penséis que he venido para abolir la Ley o los profetas. No he venido a invalidar,

sino a cumplir" los atraviesa; pero si se adhieren al segundo, tienen que demostrar que la ley, que era sombra y fi-gura de los

bienes definitivos, se cumplió en sí misma, que la sombra y la sustancia se dieron en el mismo tiempo y lugar. Tienen

igualmente que demostrar que la totalidad de la expiación para el perdón de los peca-dos fue efectuada antes de que fuera

sacrificado el Cordero con cuya sangre había de realizarse la expiación. Ha de quedar claro para todos que si el anti-tipo del

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anterioridad. Y puesto que la expiación para el perdón tenía lugar en ese servicio diario, no pueden escapar a la conclusión de

que no ha habido perdón de los pecados bajo la dispensación evangélica. Una teoría tal está en abierta contradicción con el

espíritu de la dispensación evangélica, y resulta rebatida, no sólo por Moisés y por Pablo, sino por la enseñanza y obras de

nuestro Salvador y su comisión a los apóstoles, así como por la enseñanza e historia subsecuentes de la iglesia cristiana. Además, sostienen que la expiación fue hecha y terminada en el Calvario, cuando expiró el Cordero de Dios. Así nos han

enseñado los hombres, y así cree el mundo y la iglesia; pero eso no lo hace más cierto ni más sagrado, desprovisto como está

del apoyo de la autoridad divina. Quizá pocos o ninguno de los que sostienen esa opinión hayan comprobado cuál es el

fundamento sobre el que descansa.

1. Si la expiación fue hecha en el Calvario, ¿por quién fue hecha? El hacer expiación es la obra de un sacerdote, pero ¿quién

oficiaba en el Calvario? –soldados romanos y judíos impíos.

2. Hacer expiación no consistía en el sacrificio de la víctima: el pecador mataba a la víctima (Lev. 4:1-4; 13-15, etc). Tras

ello, el sacerdote tomaba la sangre y hacía la expiación (Lev. 4:5-12; 16-21).

3. Cristo era el Sumo Sacerdote elegido para hacer expiación, y ciertamente no pudo actuar como tal sino hasta después de su

resurrección, y no tenemos constancia de que hiciera algo sobre la tierra, tras su resurrección, que pueda llamarse expiación. 4. La expiación se efectuaba en el Santuario, pero el Calvario no es un lugar tal.

5. Según Hebreos 8:4, Jesús no podía hacer expiación mientras estuviese sobre la tierra. "Si estuviera sobre la tierra, ni

siquiera sería sacerdote". El sacerdocio levítico era el terrenal; el divino, el celestial.

6. Por lo tanto, no comenzó la obra de hacer expiación, consista ésta en lo que consista, hasta después de su ascensión,

cuando por su propia sangre entró en su Santuario celestial por nosotros.

Examinemos ahora unos pocos textos que parecen hablar de la expiación como de algo pasado. Rom. 5:11: "Hemos recibido

ahora la reconciliación [expiación]". Ese texto enseña claramente la posesión presente de la expiación en los días en los que

escribió el apóstol, pero de ninguna forma demuestra que la totalidad de la expiación hubiese ocurrido ya en el pasado.

Estando el Salvador a punto de serles arrebatado a sus apóstoles, "les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que

esperasen la promesa del Padre". Ésta llegó en el día de Pentecostés, momento en el que serían "bautizados con el Espíritu

Santo" (Hech. 1:4 y 5). Cristo había entrado en la casa de su Padre, el Santuario, como Sumo Sacerdote, y comenzó su intercesión a favor de su pueblo rogando al Padre que les diera otro Consolador (Juan 14:15), y habiendo "recibido del Padre

la promesa del Espíritu Santo" (Hech. 2:33), lo derramó sobre sus expectantes apóstoles. Entonces Pedro, en armonía con la

comisión evangélica, comenzó a predicar en la hora tercera del día: "Arrepentíos, y sed bautizados cada uno de vosotros en el

nombre de Jesucristo, para perdón [remisión] de vuestros pecados". El término perdón significa literalmente quitar los

pecados. Relacionemos ahora ese texto con otro tomado de su discurso en la hora novena de ese mismo día (Hech. 3:19): "Arrepentíos

y convertíos, para que sean borra-dos vuestros pecados, y vengan los tiempos del refrigerio de la presencia del Señor". Aquí

exhorta al arrepentimiento y conversión (apartarse de los pecados); ¿con qué propósito? "para que sean borrados (futuro)

vuestros pecados". Salta a la vista que el borramiento de los pecados no tiene lugar en el arrepentimiento y la conversión,

sino con posterioridad, y debe necesaria-mente ser precedido por ellos. El arrepentimiento, la conversión y el bautismo se habían convertido en deberes imperativos en el tiempo presente; y una vez que habían tenido lugar, sus protagonistas

resultaban lava-dos de sus pecados (Hech. 22:16), es decir, les eran remitidos o quitados (Hech. 2:38). Por supuesto, habían

sido perdonados y habían recibido la expiación (reconciliación), pero no de una forma plena en aquel tiempo, ya que sus

pecados todavía no habían sido borrados.

¿Hasta dónde habían alcanzado en el proceso de la reconciliación? Precisamente hasta aquel punto en el que el individuo –

bajo la ley– confesaba su pecado, traía su víctima a la puerta del Tabernáculo, colocaba su mano sobre ella y le daba muerte,

y el sacerdote entraba con la sangre en el lugar santo y la asperjaba ante el velo y el altar, haciendo así expiación por él, quien

resultaba perdonado. La diferencia es que este era el tipo, y aquellos la realidad [anti-tipo]. Eso prepa-raba para la

purificación del gran Día de la Expiación, para el borramiento de los pecados, al venir "los tiempos del refrigerio de la

presencia del Señor". Por lo tanto, Aquel "por medio de quien hemos recibido ahora la reconciliación [expiación]" (Rom.

5:11) es el mismo "en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de los pecados" (Efe. 1:7; Col. 1:14). En ese punto, los seres humanos son "liberados del pecado" (Rom. 6:18, 22). El Cordero en la cruz del Calvario es la víctima sacrificada

por nosotros. "Jesús, el Mediador del nuevo pacto", "en los cielos" es nuestro Sumo Sacerdote intercesor, que hace expiación

con su propia sangre, por la cual y con la cual entró allí. La esencia del proceso es la misma que en la "sombra": primero,

convicción de pecado; segundo, arrepentimiento y confesión; tercero, presentación del sacrificio divino con derramamiento

de sangre. Habiendo seguido ese proceso en fe y sinceridad, no podemos hacer más. Nada más se requiere de nosotros.

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... Continuación del artículo anterior

Page 15: Boletin La Voz Del Heraldo No 2 01 2009

Así, en el Santuario celestial, nuestro Sumo Sacer-dote hace la expiación con su propia sangre y somos perdonados. 1 Ped.

2:24: "Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero" (ver también Mat. 8:17; Isa. 53:4-12). Su cuerpo es ese

"un sacrificio" para los mortales arrepentidos, al que le son imputados los pecados de ellos, y mediante cuya sangre, en las

manos de un Sacerdote oficiante son transferidos al Santuario celestial.

Fue ofrecido "una vez por todas", "en el madero"; y todos cuantos quieran apropiarse de sus méritos deben, por la fe,

apropiarse personalmente de ese sacrificio, sangrando en las manos de mortales como ellos mismos. Tras haber obtenido así la

expiación por los pe-cados, "procuren ocuparse en buenas obras" (Tito 3:8), no "las obras de la ley", sino "morir a los pecados

y vivir a la justicia" (1 Ped. 2:24). Todos entendemos que esa obra es peculiar de la dispensación evangélica.

Se suscita aquí una objeción basada en una inferencia, que en muchas mentes contrarresta cualquier cantidad de evidencia

bíblica acerca de lo dicho. Es esta: la Nueva Jerusalén no puede contaminarse, de forma que no necesita purificación, por lo

tanto la Nueva Jerusalén no es el Santuario. Un proceso muy sumario de deducción por inferencia, especialmente para aquellos

que tanto han dicho sobre la insuficiencia de un testimonio meramente basado en lo que se infiere. A quienes así razonan les

recomendamos revisar el fundamento de su fe, y ver cuántos argumentos poseen y de cuánta solidez, para identificar el Santuario con la tierra de Palestina, y cuántas objeciones para ubicar el Santuario del nuevo pacto allí donde está su Sacerdote,

que no sean meramente inferencias; y entonces, en lugar de sus inferencias les invitamos a aceptar y enseñar el claro

testimonio de la Palabra. Pero ¿cómo se contaminaba el Santuario?

El Santuario del Antiguo Testamento, estando sobre la tierra, podía contaminarse y se contaminaba de varias maneras: Cuando

una persona impura entraba en él: "Ninguna cosa santa tocará, ni vendrá al Santuario, hasta que cumpla los días de su

purificación" (Lev. 12:4). Podía ser profanado si el Sumo Sacerdote salía del Santuario llevando sobre sí el aceite consagrado

de la unción (Lev. 21:12). También quedaba contaminado por aquel que rehusaba purificarse (Núm. 19:20). Los príncipes de

los sacerdotes y el pueblo lo contaminaban al proceder según las abominaciones de los paganos (2 Crón. 36:14). "Por haber

profanado mi Santuario con tus abominaciones (idolatría), yo te quebrantaré" (Eze. 5:11).

"Aún más hicieron, contaminaron mi Santuario, y profanaron mis sábados. Pues, habiendo sacrificado sus hijos a sus ídolos, entraban en mi Santuario el mismo día para contaminarlo" (Eze. 23:38 y 39). "Sus sacerdotes contaminaron el Santuario,

falsearon la Ley" (Sof. 3:4). Antíoco lo contaminó ofreciendo carne de cerdo en su altar, según cuenta 1 Macabeos 1:20-24, y

47. A partir de esos textos podemos ver claramente que a los ojos del Señor era la impureza moral, más bien que la física, lo

que contaminaba el Santuario. Es cierto que venían a ser físicamente im-puros, pero esa impureza había de ser quitada antes de

que pudiera efectuarse la expiación mediante la cual se obtenía la reconciliación o purificación (ver 2 Crón. 29). Y esa, hemos

visto, era la ley de la purificación (Levítico, capítulos 14 y 15). El sujeto había de mostrarse limpio de forma visible, por así

decirlo, a fin de que se lo pudiese considerar limpio, y estuviese así dispuesto para su purificación real por la sangre. Nadie

supone que la Nueva Jerusalén sea impura, o que lo haya sido nunca, en el sentido en que lo fue el tipo [Jerusalén terrenal]

cuando fue profanada por los sol-dados Asirios, Caldeos o Romanos, o cuando fue pisoteada por sacerdotes malvados. Si lo

hubiera sido, el quitar una contaminación tal no constituiría la purificación que había de experimentar al final de los 2300 días.

En cierto sentido el Santuario estaba contaminado, de otro modo no habría necesitado purificación; y de alguna forma tiene que haber resultado contamina-do a causa de los hombres. Apartado, tal como está el Santuario celestial de entre los mortales,

y siendo visitado únicamente por nuestro Precursor, Jesús, hecho Sumo Sacerdote, puede únicamente resultar contaminado por

los mortales a través de Él, y ciertamente purificado en favor de ellos por Él mismo. Ya hemos examinado el proceso por el

cual el Santuario del tipo resultaba contaminado y purificado a través del sacer-dote. Teniendo eso en nuestras mentes,

vayamos al Nuevo Testamento. Pablo dice en Colosenses 1:19 y 20: "Por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda

plenitud, y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así lo que está en la tierra como lo que está en los cielos,

haciendo la paz mediante la sangre de su cruz". Cuando se pone en contraste "lo que está en la tierra" con "lo que está en los

cielos", nadie puede entender que ambas cosas estén en el mismo lugar. Y "lo que está en los cielos" ha de ser reconciliado,

tanto como "lo que está en la tierra".

Si necesitaban reconciliación, es porque estaban irreconciliadas; por lo tanto, contaminadas en algún sentido a los ojos de Él.

El medio es la sangre de Cristo; Cristo mismo. Él reconcilia con el Padre tanto las cosas del cielo como las de la tierra. En general se tiene la idea de que en el cielo a donde fue nuestro Salvador, todo es y fue siempre perfecto, sin posibilidad alguna

de cambio o mejoramiento. Pero Cristo dijo: "En la casa de mi Padre hay muchas moradas. Si así no fuera, os lo hubiera dicho.

Voy, pues, a preparar lugar para vosotros". Fue al cielo, y Pablo afirma que hay "un edificio celestial, una casa eterna, hecha no

por manos humanas" (2 Cor. 5:1).

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¿A qué fue a la casa de su Padre? "A preparar lugar para vosotros". Por lo tanto, ese lugar no estaba antes preparado, y una

vez que haya terminado su preparación, vendrá otra vez y nos tomará a sí mismo. Hebreos 9:23: "Fue, pues, necesario que la

copia de las realidades celestiales fuese purificada con esos sacrificios. Pero las realidades celestiales mismas requieren

mejores sacrificios que éstos". ¿En qué consistía esa "copia"? En "el Santuario y todos los objetos del culto" (vers. 21), o "Santuario terrenal" (vers. 1). ¿En qué consisten las "realidades celestiales mismas"? En el Santuario más grande y más

perfecto donde Cristo ministra los bienes definitivos (vers. 11 y 12). Estos están en el cielo mismo. "Porque Cristo no entró

en el Santuario hecho por mano de hombre, que era sólo copia del Santuario verdadero, sino que entró en el mismo cielo,

donde ahora se presenta por nosotros ante Dios" (vers. 24). Pablo muestra aquí que era necesario purificar las cosas

celestiales, tanto como lo era purificar la copia, las terrenales.

El Chivo expiatorio

El evento siguiente en ese día, tras haber sido purificado el Santuario, era poner todas las iniquidades y transgresiones de los

hijos de Israel sobre la cabeza del chivo expiatorio y enviarlo a tierra deshabitada, que equivalía a separarlo. Comúnmente se

supone que ese chivo expiatorio tipificaba a Cristo en alguna de sus funciones, y que el tipo halló su cumplimiento en la primera venida de Cristo. Pero esa opinión es inaceptable debido a lo siguiente: (1) Ese macho cabrío no era enviado sino

hasta después que el Sumo Sacerdote hubiese terminado de purificar el Santuario (Lev. 16:20 y 21); por lo tanto ese evento

no pudo encontrar su anti-tipo [cumplimiento] sino hasta el final de los 2300 días. (2) Se lo enviaba fuera de Israel a la

maleza, a una tierra desierta que lo recibía. Si nuestro bendito Salvador es su anti-tipo, ha de ser igualmente enviado afuera;

no sólo su cuerpo, sino alma y cuerpo, ya que el macho cabrío era enviado vivo fuera del pueblo, no al pueblo ni con el

pueblo. "Afuera" no puede ser el cielo, ya que éste ni es desértico, ni está deshabitado. (3) Recibía y retenía todas las

iniquidades de Israel. En contraste, Cristo, vendrá "la segunda vez, sin relación con el pecado" (Heb. 9:28). (4) El macho

cabrío recibía las iniquidades de manos del sacerdote, y éste lo enviaba afuera. Dado que Cristo es el Sacerdote, el macho

cabrío ha de ser alguien distinto a Cristo, alguien a quien Cristo pueda enviar afuera. (5) Se trataba de uno de los dos machos

de cabrío elegidos para ese día; uno era para el Señor y se lo ofrecía como ofrenda por el pecado, pero al otro no se lo

llamaba "del Señor", ni se lo ofrecía como sacrificio. Su función consistía sólo en recibir las iniquidades de manos del

sacerdote una vez que este había purificado el Santuario de ellas, llevándolas así a tierra despoblada, abandonando al Santuario, al sacerdote y al pueblo, y dejándolos limpios de sus iniquidades (Lev. 16:7-10, 22). (6) El término hebreo para

chivo expiatorio, tal como aparece en el versículo 8, es "Azazel". Wm. Jenks, en su Comentario completo, dice a propósito

de ese versículo: "(Chivo expiatorio): Ver Bochart para explicaciones alternativas. Spencer, siguiendo la más antigua opinión

de hebreos y cristianos, piensa que Azazel es el nombre del diablo; así piensa también Rosenmire. El siríaco habla de Azazel,

el ángel que se rebeló (Strongone)". (7) Cuando Cristo venga, como enseña Apocalipsis 20, Satanás será encadenado y

arrojado al abismo, circunstancia y lugar presentados en símbolos [en el servicio del Santuario terrenal], cuando el sumo

sacerdote enviaba al chivo expiatorio a un lugar apartado, deshabitado y desértico. (8) Así, disponemos de la Escritura, de la

definición del nombre en dos lenguas antiguas que se hablaban contemporáneamente, y de la opinión histórica de los

cristianos consistente en ver en el chivo expiatorio un tipo de Satanás. En la acepción común del término, lo solemos asociar

siempre a algo ruin; llamamos chivos expiatorios a los más grandes villanos y huidos de la justicia. Sólo ignorando la ley y

su significado, es posible su-poner que el chivo expiatorio fuese un tipo de Cristo.

Debido a que Levítico 16:22 dice: "Ese macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos a tierra deshabitada" y

Juan 1:29: "Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo", algunos concluyen sin mayor reflexión que el

primero era el tipo del segundo. Pero según lo establecido por la ley, los pecados eran traspasados del pueblo al sacerdote, y

de éste al macho cabrío. Primeramente le eran impartidos a la víctima. En segundo lugar, el sacerdote los llevaba mediante la

sangre de la víctima al Santuario. En tercer lugar, después de haber purificado al pueblo de ellos en el día décimo del mes

séptimo, los colocaba sobre el chivo expiatorio. Y por último, el chivo expiatorio los llevaba fuera del campamento de Israel,

al desierto.

Ese era el proceso que la ley prescribía, y una vez realizado, el autor de los pecados los recibirá de nuevo sobre sí (mientras

que los impíos llevarán sus propios pecados), y su cabeza habrá sido ciertamente herida por la simiente de la mujer; el

hombre fuerte habrá resultado atado y vencido por otro más fuerte que él, y su casa (el sepulcro) despojada de sus bienes (los san-tos) (Mat. 12:29; Luc. 11:21 y 22; Lev. 16:21 y 22). Habrán comenzado mil años de prisión para Satanás, y los santos

habrán entrado en el reino milenario con Cristo.

El Santuario ha de ser purificado antes que Cristo venga, ya que:

1. Cristo "fue ofrecido una sola vez, para quitar [llevar] los pecados de muchos. Y la segunda vez, sin relación con el pecado,

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... Continuación del artículo anterior

Page 17: Boletin La Voz Del Heraldo No 2 01 2009

aparecerá para salvar a los que lo esperan" (Heb. 9:28). Dado que su última labor como portador de los pecados consiste en

llevarlos fuera del Santuario una vez que lo ha purificado, y puesto que no "aparecerá" sin haber quitado antes los pecados de

muchos, y puesto que lo hará "sin relación con el pecado", queda claro que el Santuario ha de ser purificado antes de que él

aparezca.

2. El ejército sigue en su indignación [ultrajado], una vez que el Santuario ha sido purificado (Daniel 8). Tanto el Santuario

como el ejército fueron pisoteados. "Hasta dos mil trescientos días de tarde y mañana. Entonces el Santuario será purificado

[justificado]". Este es el primer punto en la explicación. Después de eso, Daniel aún "trataba de comprenderla" (Dan. 8:14 y

15) y Gabriel vino "y dijo: 'Voy a explicarte lo que ha de venir al fin de la ira [indignación]'". En la explicación que sigue, no

dice nada sobre el Santuario, puesto que eso ya había sido explicado por Aquel que revela los misterios. Se refiere ahora al

ejército, sobre quien queda aún por venir "el fin de la ira [indignación]", tras haber sido purificado el Santuario.

"El fin de la ira" se refiere sin duda a las fieras persecuciones, y a la severa y amarga prueba que aguarda al pueblo de Dios,

tras haber sido purificado el Santuario, y antes de que llegue el fin de la ira en la destrucción del "cuerno pequeño", fruto y

sucesor de Asiria (Dan. 8:25; Isa. 10:12). Es necesario que el Santuario sea purificado antes de la resurrección, ya que el Señor da un mensaje de ánimo a su pueblo, asegurándole que ha sido consumado: "Consolad, consolad a mi pueblo –dice vuestro

Dios–. Hablad al corazón de Jerusalén, decidle a voces que el tiempo de su milicia [o su tiempo señalado] ha terminado, que su

pecado está perdonado, que ha recibido de la mano del Eterno el doble por todos sus pecados" (Isa. 40:1 y 2).

Se cita aquí a Jerusalén y al pueblo de Dios, de forma paralela a como se citan el Santuario y el ejército en Daniel 8. Su pueblo,

tras haberse cumplido el tiempo señalado para Jerusalén, está siendo atribulado, y necesita al consuelo de saber que su

iniquidad le ha sido perdonada. Tiene que referirse a la Nueva Jerusalén, ya que jamás existió un tiempo señalado para

perdonar la iniquidad de la antigua Jerusalén. Siendo así, la Nueva Jerusalén tiene que haber llevado iniquidad de una cierta

clase y con un cierto origen, ya que en caso contrario no podría ser perdonada de ella. El hecho de que el Señor ha ordenado

que se consuele a su pueblo asegurándole que la iniquidad de Jerusalén es perdonada, es prueba inequívoca de que tuvo

iniquidad, y de que será quitada antes de que su pueblo sea liberado y entre en ella con cantos y gozo perdurable. El mensaje es

similar al de Isaías 52:9. Después de haber proclamado las nuevas de paz y gozo, diciendo a Sión: "Tu Dios reina", leemos la afirmación: "El Señor ha consolado a su pueblo, a Jerusalén ha redimido" (vers. 8 y 10). Jerusalén había estado, pues, con

anterioridad, en un estado del que necesitaba ser redimida, y eso antes de tener lugar la resurrección, ya que el versículo

siguiente declara: "Todos los términos de la tierra verán la salvación de nuestro Dios" .

Como pueblo, podemos apreciar la autoridad del profeta, y comprender una serie de sucesos en torno al desarrollo del

Santuario y su aplicación profética, nos relaciona con la sencillez con que los siervos de Dios se vinculan, pero, la ignorancia a

los mismos hechos, nos impide muchas veces, ser bendecidos, aunque Dios se complacería hacerlo.

Será necesario comprender algunos eventos que ocurrieron sobre el Santuario en la figura anti-típica y los elementos que la

componen.

Gráfico del hermano Otis Nichols

“Desde la última vez que les escribimos, hemos estado en Fairhaven para asistir a la conferencia que se daba allí. El hermano Bates estuvo presente. Tuvimos una reunión bastante interesante. Jaime bautizó a dos. Ambos fueron llenados con el Espíritu

Santo.

El lunes regresamos a Dorchester donde vive el querido hermano Nichols y su familia. Allí, durante la noche, Dios me dio una

visión muy interesante, la mayor parte de ella la verán en el periódico. Dios me mostró la necesidad de sacar un gráfico. Vi

que se necesitaba y que la verdad presentada en forma sencilla en cuadros tendría mucho más efecto y haría que las almas

llegaran al conocimiento de la verdad…

Hemos recibido una carta excelente del hermano Rhodes. Es valiente en la verdad y Dios lo ha estado haciendo poderoso.

Muchas almas han ingresado en la verdad mediante su trabajo”. Carta 26, 1850, p. 3 (al hermano y la hermana Loveland de

Johnston, Vermont; escrita en Paris, Maine).

“En nuestro regreso al Hermano Nichols el Señor me dio una visión y me enseñó que la verdad debiese estar grabada „bien

clara en tablas‟… El trabajo para el diagrama nuevo comenzó inmediatamente… Un diagrama cronológico de las visiones de

Daniel y Juan, calculado para ilustrar claramente la verdad presente”. The Early Years, tomo 1, pág. 184, 185.

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... Continuación del artículo anterior

Page 18: Boletin La Voz Del Heraldo No 2 01 2009

“Yo vi que Dios estaba en la publicación del diagrama

por el Hermano Nichols. Yo vi que había una profecía

de este diagrama en la Biblia”. Manuscript Releases,

tomo 13, pág. 359.

A la suposición de la idea en que Otis Nichols estaba en

lo correcto en cuanto a la preparación del gráfico, para

colocarlo en contradicción con la luz concedida al

hermano Crosier acerca del tema de la Purificación del

Santuario… y la evidencia tangible de la familiaridad o

relación estrecha entre los White, Nichols y Hasting.

Hemos de ser consecuentes de que la amonestación

hecha al hermano Hewitt en casa de los Hastings nos

revela que el profeta amonestaba y encontraba apoyo

con los hermanos sobre los eventos de la luz del Santuario Purificado, las profecías aplicativas al pasado

o futuro, los eventos que giran alrededor de Otis

Nichols, las visitas y familiaridad en casa del hermano

Hasting, la luz revelada a Crosier sobre el Santuario

Purificado y la aprobación tanto de Elena como de

Jaime White.

“Nuestra siguiente conferencia fue en Fairhaven. El

hermano Bates y su esposa estaban presentes. Fue una

muy buena reunión. A nuestro regreso a la casa de los

Nichols, el Señor me dio una visión y me mostró que la

verdad debe ponerse claramente en cuadros y haría que

muchos se decidan por la verdad mediante el mensaje de los tres ángeles con los dos primeros poniéndolos

claramente en tablas.

Vi también que era tan necesaria la publicación del

periódico como que los mensajeros salgan, porque los

mensajeros necesitan un periódico para que lleven con

ellos y que contenga la verdad presente para colocarla en las manos de los que escuchen. Entonces la verdad no se

desvanecerá de sus mentes y el periódico llegará donde los mensajeros no puedan ir”. Elena G. de White, Carta 28, 1850, pp.

1, 2 (a la iglesia de la casa del hermano Hastings, en New Ipswich, N.H.; escrita en Paris, Maine). 7 de noviembre de 1850.

Por un lado no veo por dónde tomar dos hechos separados. Aquí se está refiriendo del mismo evento profético, pero no se ve

un diagrama cronológico aplicativo al futuro.

Parte, pretender que por el hecho de que Ellen G. White refiere como: “un diagrama… calculado para ilustrar claramente la verdad presente” es válido para indicar apunta a que tenemos fechas pendientes (1335) para calcular las profecías en el

futuro… es colocar la palabra inspirada en sometimiento a cualquier idea que divaga y hace contradictoria a Elena G. White,

pues ella claramente nos dejó un trazo en el camino y su aplicación profética:

"¿Qué señal habrá de tu venida, y del fin del mundo?" Jesús les dio las señales, y les dijo: "Cuando viereis todas estas cosas,

sabed que está cercano, a las puertas". No debe interpretarse una declaración del Salvador en forma que venga a anular otra.

Aunque nadie sepa el día ni la hora de su venida, se nos exhorta y se requiere de nosotros que sepamos cuando está cerca. Se

nos enseña, además, que menospreciar su aviso y negarse a averiguar cuándo su advenimiento esté cercano, será tan fatal para

nosotros como lo fue para los que viviendo en días de Noé no supieron cuándo vendría el diluvio. Y la parábola del mismo

capítulo que pone en contraste al siervo fiel y al malo y que señala la suerte de aquel que dice en su corazón: "Mi señor se tarda

en venir", enseña cómo considerará y recompensará Cristo a los que encuentre velando y proclamando su venida, y a los que la

nieguen. "Velad pues", dice, y añade: "Bienaventurado aquel siervo, al cual, cuando su señor viniere, le hallare haciendo así". (S. Mateo 24:3, 33, 42-51). "Y si no velares, vendré a ti como ladrón, y no sabrás en qué hora vendré a ti. (Apocalipsis 3:3)”.

CS.421.

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Page 19: Boletin La Voz Del Heraldo No 2 01 2009

Se comparte la carta de Ellen G. White concerniente a los Hastings y Nichols. Lo que sigue, demuestra por una parte que el

triple angelical es tema fundamental aquí. Por otra parte, que en 1850 Crosier había recibido luz clara sobre la Purificación del

Santuario y Otis Nichols estaría en armonía perfecta, dado que tenemos registros trabajaron juntos al profeta y reunieron en

más de una ocasión. Otis Nichols por medio de Ellen G. White unía un lazo muy estrecho con la familia Hastings.

¿Tendremos que omitir el hecho de que Otis Nichols estaba amonestado de que los 1335 días estaban ya en el pasado como

para sugerir o pensar que la gráfica contempla la posibilidad de que en el futuro hay 1335 pendientes y que han de aplicarse

como días literales? Recordemos que existe inconsistencia en “aplicar día por año” porque la profecía abarca también este

período y no puede deslindarse de esta interpretación y colocar paralelamente “día por día” o si deriva de una continuidad de la

interpretación de “día por año”, entonces aplicar “año por día”; pero sabemos que no existe apoyo bíblico para llegar a tales

conclusiones.

Concerniente a los 1335 y la luz dada a Crosier en 1850, fue el mismo que sostuvieron los pioneros más allegados a Ellen G.

White, empezando con su esposo James White y colaboradores del mensaje que había de amonestar y cerrar el Tiempo de la

Gracia: “Justificación y Santificación por la Fe en Cristo” en manos de los pioneros Alonzo T. Jones y Ellet J. Wagonner.

Un cuadro que muestre el Mensaje del Tercer Ángel

“A mediados de septiembre James White dejó a un lado la publicación de la Advent Review, ya que había de asistir a

conferencias en Sutton, Vermont, 26 de septiembre a 29; en Topsham, Maine, 12 de octubre y 13, y en Fairhaven,

Massachusetts, 19 de octubre y 20. Los White no pudieron visitar Massachusetts sin malgastar el tiempo en la casa Otis

Nichols, en Dorchester, cerca de Boston. Así que el lunes, el día después de la conferencia Fairhaven, hicieron su camino. Esa

noche, mientras que en la casa de un hombre cuya compañía de litografía, Elena de White le dio instrucción en la visión. Ella

escribió Reuben Loveland y su esposa, a quien había conocido recientemente en una visita a Vermont: (1 BIO 184.6) 185.

Allí, en la noche Dios me dio una visión muy interesante, la mayoría de los cuales podrá ver en el documento”. Carta 26,

1850. {1BIO 185.1} (1 BIO 185.1)

“En su carta a la familia Hastings entró en más detalles con respecto a esta visión y su petición de un paso de avance en la

proclamación del tercer mensaje del ángel: (1 BIO 185.2)

“A nuestro regreso a la casa del hermano Nichols el Señor me dio una visión y me mostró que la verdad debe ponerse claro en

tablas y causaría que muchos se decidan por la verdad mediante el mensaje del tercer ángel, con los dos primeros

exponiéndolos claramente en tablas”. Carta 28 de 1850. {1BIO 185.3} (1 BIO 185.3)

“En esta visión a ella también se le mostró lo que daría valor a James White de seguir publicándolo: (1 BIO 185.4)

También vi que era necesario se publicará en papel en cuanto a los mensajeros que viajan, para los mensajeros que necesitan un documento para llevar la verdad presente con ellos, para poner en las manos de aquellos que oyen, y luego la verdad no se

desvanecería de la mente. Y que el documento iría donde los mensajeros no podían ir”. -- Ibíd.) (1 BIO 185.5

El trabajo sobre la nueva gráfica se inició en seguida y se le dio oportunidad de decirle a los hermanos de ella en la cuestión de

la Verdad Presente que James publicó en el siguiente mes: (1 BIO 185.6).

El Gráfico. Un cuadro cronológico de las visiones de Daniel y Juan, calculado para ilustrar con claridad la verdad presente,

está litografiada bajo el cuidado de Hermano Otis Nichols, de Dorchester, Massachusetts. Los que enseñan la verdad presente

será de gran ayuda en su poder. Las notificaciones futuras de la carta se reproduce a continuación”. PT, noviembre de 1850.

{1BIO 185.7} (1 BIO 185.7).

A finales de enero de 1851, la carta estaba lista y la publicidad por $2. James White estaba muy contento con él y se lo ofreció gratis a "aquellos a quienes Dios ha llamado a dar el mensaje del tercer ángel". (Review & Herald, enero de 1851). Algunas

generosas donaciones habían contribuido a los gastos de publicación. 186) (1 BIO 185.8).

Cabe destacar que a las palabras: “Un cuadro cronológico de las visiones de Daniel y Juan” no tiene necesariamente que ser

considerado como la incitación de buscar una profecía que apunta al futuro. ¿Razones? Al menos cuatro de suma

consideración.

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... Continuación del artículo anterior

Page 20: Boletin La Voz Del Heraldo No 2 01 2009

1.- Porque pueden tratarse de profecía de tiempo mirando hacia el pasado, esta era la posición de Crosier, James White, Jones,

Wagonner, Hasting y Ellen G. White que por visión enunció que era así desde 1850 y no cabe duda de que en una fecha pronta

a finales de 1851 siguiera con la misma “visión de Dios”.

2.- Porque claramente sabemos que no habría más profecías de tiempo:

“Cuídense todos nuestros hermanos y hermanas de cualquier persona que quiera fijar una fecha para que el Señor cumpla su

palabra con respecto a su venida, o con respecto a cualquier otra promesa de especial significación que haya hecho. "No toca a

vosotros saber los tiempos o las sazones que el Padre puso en su sola potestad". Falsos maestros pueden parecer muy celosos

por la obra de Dios, e invertir recursos para presentar sus teorías delante del mundo y de la iglesia; pero por cuanto mezclan el

error y la verdad, su mensaje es un mensaje de engaño, e inducirá a las almas por senderos falsos. Hemos de hacerles frente y

oponernos a ellos, no porque sean hombres malos, sino porque enseñan falsedades y se esfuerzan por colocar sobre la falsedad

la estampa de la verdad”. TM.52-53.

3.- Que las profecías graficadas por Otis Nichols en 1850 no señalan los 1335 días/años y por esta razón hemos de considerar estaban aún en el futuro. Sin embargo, es cosa liviana y atrevida defender dicha postura porque al ser prudentes y de vista

detallada, podremos ver los 1335 en esta gráfica como consecuencia de la justificación y explicación que hizo este pionero

concerniente a la suma de eventos importantes de los días/años: 45 + 30 + 1260 = 1335. También sucede con los 1290: 30 +

1260; lo mismo con los 2300 tardes y mañanas: 965 + 30 + 1260 + 45. Aún incluso, el año 508 d.C. aparece en esta última

gráfica que los pioneros con aprobación tanto de James y Ellen White pero que para muchos no es prudente porque William

Miller empleó el año en que el Cuerno Pequeño eliminó [Abominación Asoladora] las tres tribus bárbaras arrianas

particularmente a los últimos y acérrimos combatientes Ostrogodos. No podemos tomar de ninguna manera una postura bajo

esta primicia.

4.- Porque la cita donde se refiere al gráfico de Otis Nichols está basado también en el Mensaje del Tercer Ángel (note las

referencias de los Hastings), Ellen G. White indica que no “habrá un mensaje en torno a fijar fechas”, y guiarse por fiestas o

ver los acontecimientos o sucesos para fijar una fecha, descarta la posibilidad. El Mensaje Triple Angelical no está ni en medio, ni por debajo al cálculo de fechas, incluso a las estimaciones:

“Vez tras vez se me ha amonestado acerca de fijar fechas. Nunca más habrá un mensaje para el pueblo de Dios que se base en

el tiempo. No hemos de saber el tiempo definido, ya sea del derramamiento del Espíritu Santo o de la venida de Cristo… El

señor me mostró que el mensaje debe avanzar, y que no debe depender del tiempo, pues éste no será nunca más una prueba. Vi

que algunos estaban siendo objeto de una falsa excitación provocada por predicar fechas, que el mensaje del tercer ángel puede

permanecer sobre su propio fundamento y que no necesita de fechas para fortalecerse… Jesús ha dicho a sus discípulos que

velen, pero no fijándose en una fecha definida”. 2MS.123.

¿De qué nos sirven las profecías? Los eventos se cumplen, corroboramos la profecía, consolidamos nuestra fe, y nos anuncian

por una vida práctica confirmada en nuestra relación con Cristo, que Su Venida es inminente y nos toma por alerta fijar nuestras miradas hacia arriba, esperándole.

Tristemente al aplicar la siguiente cita de Ellen G. White a las personas que incitan posiciones particulares alejadas de la Sana

Doctrina fomentan un carácter inadecuado de la especulación y la conjetura, alimentando una deformación en el carácter que

se mezcla entre el intelectualismo y las emociones vanas:

"En nuestros días, como en los días de Cristo, se entenderá e interpretará erróneamente la Escritura. Si los judíos las hubieran

estudiado con corazones piadosos, fervientes y humildes, su escudriñamiento habría sido recompensado no solamente con un

verdadero conocimiento del tiempo, sino también de cómo se produciría la primera aparición de Cristo. No habrían atribuido

las glorias de la segunda venida de Cristo a la primera. Tenían el testimonio de Daniel, de Isaías y de otros profetas; tenían las

enseñanzas de Moisés; Cristo mismo estaba en medio de ellos, y continuaban escudriñando las Escrituras en busca de alguna

evidencia de su venida. Al mismo tiempo, hacían con Cristo lo que se había profetizado que harían. Estaban tan enceguecidos que no conocieron el tiempo de su visitación ni lo que estaban haciendo. Así cumplieron la Escritura.

Muchos hacen lo mismo hoy... debido a que no han experimentado el mensaje de los tres ángeles. Hay quienes escudriñan las

Escrituras en busca de pruebas de que estos mensajes están todavía en el futuro. Reconocen la veracidad de los mensajes, pero

fracasan en ponerlos en el lugar que les corresponde en la historia profética y confunden a la gente. No perciben ni

comprenden el tiempo del fin, ni dónde colocar estos mensajes. El día de Dios se aproxima con pasos furtivos, pero los

hombres supuestamente sabios y grandes hablan de una "educación superior", que suponen se origina en las mentes finitas. No

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... Continuación del artículo anterior

Page 21: Boletin La Voz Del Heraldo No 2 01 2009

distinguen las señales de la venida de Cristo o del fin del mundo. El centinela debe conocer en qué momento de la noche está.

Todo se reviste ahora con una solemnidad que los que creen la verdad deben percibir y sentir...

En este tiempo, las pequeñeces de la vida no son sino una mota. Lo que atañe a la eternidad es de la mayor importancia". Manuscrito 41a, del 20 de diciembre de 1896.

Repasemos detalles históricos que los Pioneros Adventistas sostuvieron sobre las profecías de Daniel y Apocalipsis.

La mayoría de los pioneros Adventistas --incluyendo a Elena de White, así como la mayoría de los dirigentes principales del

Movimiento Millerita estaban de acuerdo que la interpretación correcta de las profecías principales de Daniel son las

siguientes:

Daniel 2

Los cuatro metales (oro, plata, bronce y hierro) representaban los cuatro reinos: Babilonia, Medo-Persia, Grecia, y Roma.

Los pies y dedos de hierro y barro representaban las diez divisiones o reinos de Europa.

La piedra cortada de la montaña sin manos representaba la segunda venida de Cristo.

La montaña representaba el reino eterno de Dios.

Daniel 7

Los diez cuernos representaban las diez divisiones/reinos de Europa.

Los Hérulos, Vándalos y los Ostrogodos representaban a los tres cuernos que fueron arrancados.

El cuerno pequeño representaba al papado.

Las escenas finales representaban el juicio.

Daniel 8

El carnero representaba a Medo-Persia.

El macho cabrío representaba a Grecia.

El cuerno que creció representaba a Roma.

El continuo representaba al paganismo.

Los 2300 días representaban 2300 años. - de 457 a.C. a 1844 d.C.

Las setenta semanas fueron cortadas de la primera parte de los 2300 años.

Daniel 9

Las setenta semanas representaban 490 años - de 457 a.C a 34 d.C.

La Septuagésima semana representaba siete años - de 27 al 34 d.C.

La mitad de esta última semana representaba la muerte de Cristo en 31 d.C.

Daniel 11

El alcance de esta profecía cubrirá la historia de Persia, Grecia y Roma.

Página 21 La Voz del Heraldo

... Continuación del artículo anterior

Page 22: Boletin La Voz Del Heraldo No 2 01 2009

El rey voluntarioso representaba el papado.

Elena de White indicó que “la mayoría de Daniel ya era historia” (13.MR.394 - Carta 103, 1904), "y que ya casi había llegado

a su pleno cumplimiento" (9T:14). Aunque los pioneros Adventistas nunca pudieron llegar a un acuerdo completo de que quien representaba a el Rey del norte, James White y los dirigentes principales Milleritas creían que representaba al Papado.

Daniel 12

Los tres tiempos y medio representaban 1290 años de persecución Papal - de 538 a 1798.

Los 1290 días representaban 1290 años de 508 a 1798.

Los 1335 días representaban 1335 años de 508 a 1843.

No sólo Elena de White estaba de acuerdo con lo mencionado, diciendo "que los 1335 años habían terminado" (ver 5MR.203 - Carta 28, Noviembre 7, 1850), sino también la mayoría de los principales dirigentes Milleritas.

A continuación citamos del Manuscrito 5, página 203:

“We told him [Brother H] of some of his errors in the past, that the 1335 days were ended, and numerous [other] errors of his”.

Letter 28, 1850, pp. 1-3 (To "The Church in Brother Hastings' House," November 7, 1850.) {5MR 203.2}

Aunque partiéramos de la suposición que estas declaraciones fueran verdad. No podríamos colocar al profeta en una posición

contradictoria porque el 27 de noviembre de 1850 ella escribió que "los 1335 días fueron terminados":

“One week ago, last Sabbath, we had a very interesting meeting. Brother Hewit from Dead River was there. He came with a

message to the effect that the destruction of the wicked and the sleep of the dead was an abomination within a shut door that a woman Jezebel, a prophetess had brought in and he believed that I was that woman, Jezebel. We told him of some of his errors

in the past, that the 1335 days were ended and numerous errors of his. It had but little effect. His darkness was felt upon the

meeting and it dragged”. {16MR 208.3}.

Compartiré la cita completa para que podamos ver algunos detalles:

"TENGO palabras que presentar a mis hermanos de los cuatro puntos cardinales. Pido que mis escritos no sean usados para

definir cuestiones sobre las cuales ahora hay mucha controversia. Ruego a los pastores H, I, J y otros de nuestros hermanos

dirigentes que no hagan referencia a mis escritos para sostener sus puntos de vista sobre "el continuo".

Se me ha presentado que no es un tema de importancia vital. Se me ha instruido que nuestros hermanos están cometiendo un error al magnificar la importancia de la diferencia en los puntos de vista que se sostienen. No puedo consentir que ninguno de

mis escritos sea tomado para definir este asunto. El verdadero significado de "el continuo" no ha de convertirse en una piedra

de toque. Ahora pido que mis hermanos del ministerio no usen mis escritos en sus argumentos en cuanto a esta cuestión [el

continuo], pues no he recibido instrucción sobre este punto en discusión y no veo necesidad de la controversia. El silencio es

elocuencia acerca de este asunto en las condiciones actuales.

Se agrada al enemigo de nuestra obra cuando puede usarse un tema de menor importancia para distraer la mente de nuestros

hermanos de las grandes cuestiones que debieran ser el corazón de nuestro mensaje. Como éste no es una piedra de toque, rue-

go a mis hermanos que no permitan que triunfe el enemigo al tratar el tema como si fuera Importante". 1MS.194.

¿Podemos ver como aparece inconsistencia en este punto?

¿Por qué hemos de pensar que si el Continuo es el sábado, porque las profecías de Daniel 12 están al futuro; si la hermana Ele-

na G. White indicó habíanse cumplido con excepción el Cierre de la Gracia y la Liberación del pueblo de Dios? ¿No fue para

los días de ella un suceso de terminación de la Tierra también, y sólo bastaba el Cierre de la Gracia y la Liberación de los San-

tos?

¿Cómo se titula este pasaje de Mensajes Selectos tomo 1?: "El Continuo de Daniel Ocho”.

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... Continuación del artículo anterior

Page 23: Boletin La Voz Del Heraldo No 2 01 2009

Existe otro punto importante, Elena G. White misma trató que Daniel 8 (el tema que usted trajo a colación: errores de la gráfica

de Haskell, Lougborough, Urias Smith....) era un asunto por considerar, dado que la palabra “sacrificio” había sido añadido al

término “Tamid o Continuo”.

La palabra “sacrificio” fue provista por la sabiduría humana (la Iglesia Católica)

“Entonces vi en relación con el "continuo" (Dan. 8:12) que la palabra "sacrificio" había sido provista por la sabiduría humana,

y no pertenece, al texto, y que el Señor dio el sentido correcto a los que proclamaron que había llegado la hora del juicio.

Mientras existió la unión, antes de 1844, casi todos aceptaban la opinión correcta acerca del "continuo"; pero en la confusión

reinante desde 1844 se han aceptado otras opiniones, y como consecuencia han entrado tinieblas y confusión. La cuestión de

las fechas no ha sido una prueba desde 1844, y nunca volverá a ser una prueba.

El Señor me ha mostrado que el mensaje del tercer ángel debe progresar y ser proclamado a los hijos dispersos de Dios, pero

no debe depender de una fecha. Vi que algunos están creando una excitación falsa al predicar fijando fechas; pero el mensaje

del tercer ángel es más poderoso de lo que puede serlo una fecha. Vi que este mensaje puede subsistir sobre su propio funda-

mento y no necesita ser reforzado con fechas; que irá adelante con gran poder, hará su obra y será abreviado en justi-cia”. PE.75.

¿Qué dice la cita anterior? ¿Nunca volvería a ser una prueba el asunto del Continuo después de 1844 y la fijación de fechas?

¿Cuál era la posición correcta entonces del Continuo que “casi todos aceptaban”?

La hermana White si pudo escuchar a los pioneros incluyendo su esposo James White, acerca de la “nueva posición interpreta-

tiva del Continuo” como “el Servicio Sacerdotal de Cristo en el Santuario Celestial” corroborado por la edición publicada por

O.R.L. Crosier. Ella señaló enérgicamente en más de una ocasión que las profecías habían terminado en 1844.

Ahora entre mucho visto aquí, no podemos dejar de excluir el papel interpretativo que sostienen los guardadores contemporá-

neos de la Fiestas Solemnes de YHWH. ¿Tiene esta cita de PE.75 alguna replicación con el tema cuando la hermana White refiere?: “Los cálculos de fecha han terminado y desde 1844 no habría más una profecía de tiempo… no sería una prueba

más”.

Es cierto que existen Fiestas Solemnes por guardar pero en forma Conmemorativa (recuerdo), este tema fue tratado en otras

edición del año 2007 de este boletín. Sin embargo, por la razón que nos encontramos desde 1844 en la Expiación hasta el Cie-

rre de la Gracia, y luego un Jubileo por consumarse, no podemos dejar de mencionar también que si manejáramos los tiempos

que nos obligan guardar las Fiestas Solemnes, nos tendríamos que hacer la siguiente honesta pregunta: ¿si estamos en Yom

Kippur o Expiación, cómo puede ser que paralelamente nos encontramos en los tiempos del sonar de las Trompetas, y que en

ocasión al Cierre de la Gracia, previo el Derramamiento del Espíritu del Señor ocasión de la Fiesta del Pentecostés?

¿En qué fiesta nos encontramos? ¿Cuándo será la imposición de la Ley Dominical? ¿Cuál será el siguiente suceso del Señor?

Los hechos mismos históricos (concerniente al servicio en el Santuario) nos indican que el Continuo estaba enfocado a la Me-

diación Sacerdotal Celestial más no al día propiamente, se rescata el hecho de que los errores de la “posición nueva luz pione-

ra" era correcta. Urias Smith (cuya postura encontraba apoyo con Haskell, Loughborough....) había adoptado la nueva postura

interpretativa, pero regresó nuevamente a la antigua creencia que había propuesto William Miller de que la Abominación De-

soladora era el Paganismo. Sin embargo, siendo que se conocía la Mediación de Cristo como Continuo, en una ocasión el pro-

feta refirió que: "la mayoría aceptaban esta posición correcta". PE.75. Esto confirma que las palabras de la hermana Elena G.

White apoyaron la idea como inspirada (Continuo = Mediación de Cristo en el Santuario Celestial) al expresar que la posición

de O.R.L. Crosier era divinamente correcta.

Ahora entre lo mucho visto aquí, no podemos dejar de excluir el papel interpretativo que sostienen los guardadores contem-

poráneos de la Fiestas Solemnes de YHWH. ¿Tiene esta cita de PE.75 alguna replicación con el tema cuando la hermana Whi-te refiere?: “Los cálculos de fecha han terminado y desde 1844 no habría más una profecía de tiempo… no sería una prueba

más”.

Es cierto que existen Fiestas Solemnes por guardar pero en forma Conmemorativa (recuerdo), este tema fue tratado en otras

edición del año 2007 de este boletín. Sin embargo, por la razón que nos encontramos desde 1844 en la Expiación hasta el Cie-

rre de la Gracia, y luego un Jubileo por consumarse, no podemos dejar de mencionar también que si manejáramos los

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... Continuación del artículo anterior

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tiempos que nos obligan guardar las Fiestas Solemnes, nos tendríamos que hacer la siguiente honesta pregunta: ¿si estamos en

Yom Kippur o Expiación, cómo puede ser que paralelamente nos encontramos en los tiempos del sonar de las Trompetas, y

que en ocasión al Cierre de la Gracia, previo el Derramamiento del Espíritu del Señor ocasión de la Fiesta del Pentecostés?

¿En qué fiesta nos encontramos? ¿Cuándo será la imposición de la Ley Dominical? ¿Cuál será el siguiente suceso del Señor?

El Servicio Sacerdotal de Cristo en el Lugar Santísimo del Santuario Celestial ha de tomar toda nuestra atención:

"Las mentes de los creyentes habían de ser dirigidas al santuario celestial, donde Cristo ha entrado para hacer expiación por su

pueblo". 1MS.77.

Por tanto, conociendo que O. R. L. Crosier, Hiram Edson, James White, Alonzo T. Jones, Ellet J. Wagonner, FB Hannan ten-

ían esta posición, la hermana White apoyo esta posición. Nótese lo que venimos presentando:

"El Señor me mostró en visión hace más de un año que el Hno. Crosier tenía la verdadera luz en cuanto a la purificación del santuario... y que era su voluntad que el Hno. Crosier escribiera la explicación que nos había dado en el Day-Star Extra del 7

de febrero de 1846. Me siento plenamente autorizada por el Señor para recomendar ese artículo Extra a cada santo". WTF.12.

"El transcurso del tiempo en 1844 estuvo marcado por grandes eventos que abrieron ante nuestros asombrados ojos la com-

prensión de la purificación del santuario que se estaba verificando en el cielo, y que tiene una definida relación con el pueblo

de Dios en la tierra". Manuscrito 13, 1889.

Por otra parte, el hecho de que ella hablara de que Daniel 12 tenía que llamar nuestra atención, no indica en nada que las pro-

fecías pendientes a futuro dependan de un tiempo o tengan un evento diferente al pasado, siendo que la profecía de Cristo en

Su Santuario no había sido cumplido anteriormente.

Es un agregado particular especular no sólo en las profecías, sino en muchas doctrinas, incluso en aquellas decisiones adminis-trativas, y el pueblo sufre las consecuencias de semejantes acciones.

Los eventos proféticos pueden captar mi atención por los mismos hechos y personajes involucrados los cuales están activos no

han desaparecido con todo lo sucedido y el tiempo avanzado donde nos encontramos en las profecías: El Papado, los EE.UU.,

El Protestantismo Apóstata…

Elena G. White claramente indicó que los 1335 días quedaron atrás, no veo por qué ha de considerar aún están en el futuro y su

aplicación literal de días:

"Hace una semana, el sábado pasado, tuvimos una reunión muy interesante. El hermano Hewit, de Dead River, estaba allí. Vi-

no con un mensaje al efecto de que la [doctrina de la] destrucción de los malvados y el sueño de los muertos eran una abomina-ción en una puerta cerrada, que había introducido una mujer, una profetisa Jezabel, y él creía que yo era esa mujer. Le habla-

mos acerca de algunos de sus errores en el pasado, que los 1335 días habían terminado, y numerosos errores suyos. Sirvió de

bien poco. Sus tinieblas se hicieron sentir en la reunión”. Carta 28, 1850.

¿Quizás puedan considerar que al referirse EGW "que los 1335 días habían terminado" es una afirmación? ¿Dónde cabe la

duda y la confusión? Este punto es fundamental y no podemos pasarlo por alto como si no existiese... de lo contrario, hemos

de considerar que se está forzando y desprecian lo que Dios reveló a un pueblo que se levantaría para amonestar al mundo.

El matar la víctima, el sábado, el santuario, el candelabro, los panes de la proposición, el pectoral del sacerdote, incluso el mis-

mo Shekinah no era efectuar la expiación; el pecador mataba la víctima: Lev. 4:1-4, 13-15, después el Sacerdote tomaba la

sangre y efectuaba la expiación en el tiempo correcto. Lev. 4:5-12, 16-21 portando los pecados en sí y transmitirlos luego al

Macho Cabrío de perdición.

Cristo fue el sumo Sacerdote escogido para efectuar la expiación según la orden de Melquisedech. Él ciertamente no pudo ac-

tuar de acuerdo con esa capacidad sino hasta después de haber resucitado, y no tenemos descripción de alguna obra efectuada

por Él en la Tierra después de Su resurrección que pudiera ser considerado como expiación. Él no pudo, de acuerdo a Heb. 8.4

efectuar la expiación mientras estaba en la Tierra. “Si hubiese estado en la tierra, no podría haber sido Sacerdote”. El descen-

diente de la tribu de Leví era el sacerdocio terrestre; el Divino, era el celestial y no de esta tribu, sino de la tribu de Judá.

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Y si Él no comenzó la obra de efectuar la expiación, cualquiera que haya sido la naturaleza de esa obra, hasta después de Su

ascensión cuando a través de Su propia sangre entró en el santuario celestial por nosotros”.

Por tanto:

1.- Si se indica que el Continuo es el Sábado (posición moderna [el sábado quitado por la abominación asoladora de la Ley

Dominical] posterior a la nueva posición que le coloca como indefendible ante la interpretación de los pioneros ASD) Bajo la

primicia moderna preguntamos: ¿Cristo estaría en el Lugar Santo o en el Atrio -en la cruz-?

Si Cristo está en el Lugar Santísimo, cualquier día de nuestra era apunta hacia la Fiesta de la Expiación... ¿Dónde está realizan-

do entonces Cristo esta expiación si nuestras mentes están dirigidas aquí en la Tierra -atrio-? La opción que nos queda es consi-

derar que Cristo debería estar en el Santísimo Celestial ejerciendo una labor mediadora según Zac. 6.12-13.

"Estas palabras proceden de los labios de Alguien que no puede mentir. La descripción revela eterna vigilancia. Cristo está en

medio de los siete candeleros de oro, caminando de iglesia en iglesia, de congregación en congregación, de corazón en co-razón. El que guarda a Israel no duerme ni descansa. Si el candelero fuera dejado al cuidado de agentes humanos, cuán a me-

nudo la luz titilaría y se extinguiría. Pero Dios no ha puesto a la iglesia en manos de hombres. Cristo, el que dio su vida por el

mundo para que todo aquel que en El cree no se pierda mas tenga vida eterna, es el genuino Guardián de la casa. Es el Vigilan-

te fiel y verdadero de los atrios del templo del Señor. Tenemos motivos para agradecer a Dios porque no dependemos de la

presencia de sacerdotes o ministros terrenales. Somos guardados por el poder de Dios. La presencia y la gracia de Cristo es el

secreto de toda vida y luz.

Cada negación del yo, cada manifestación de un espíritu mezquino y codicioso, se registra en los libros del cielo. Un Guardián

santo toma nota de cada palabra y acción de nuestras vidas y pesa cada motivo que mueve a la práctica. La mano que trazó las

letras en la pared de palacio de Belsasar está en todas partes, escribiendo: "Dios está aquí". El está presente en cada lu-

gar. Todas nuestras palabras, todos nuestros planes, todos nuestros motivos secretos son pesados en balanzas de infinita justi-

cia y verdad.

¿Nos hallará el Salvador compasivo y abnegado carentes de ternura, amor y compasión por aquellos por quienes El dio su vi-

da? Dios nos ha otorgado gratas oportunidades de servicio. Nos ha provisto de preciosos talentos, y somos responsables ante

El por el uso que hagamos de ellos. Si los empleamos sabiamente, el Señor nos llamará colaboradores de El. Si nos limpia-

mos de toda impureza, de sentimientos egoístas, algún día oiremos la bendición: "Bien, buen siervo fiel" (Mat. 25:21).

Bajo la inspiración del Espíritu Santo, Ana, la madre de Samuel, dijo: "Porque el Dios de todo saber es Jehová, y a él toca el

pesar las acciones" (1 Sam. 2:3). David afirma: "Por cierto, vanidad son los hijos de los hombres, mentira los hijos de varón;

pesándolos a todos igualmente en la balanza, serán menos que nada" (Sal. 62:9). Isaías declara: "Tú, que eres recto, pesas el

camino del justo" (Isa. 26:7). Y Salomón escribe: "Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión; pero Je-

hová pesa los espíritus" (Prov. 16:2). No hay en el corazón motivo alguno que el Señor no léa. Lée cada propósito, cada pensa-miento"”. Manuscrito 99, del 12 de julio de 1902, "Un pueblo santo".

Un evento solemne al Cierre del Tiempo de la Gracia en el Reino de los Cielos

"Antes que la obra de Cristo para la redención del hombre se complete, queda por hacer una obra de expiación para quitar el

pecado del Santuario. Este servicio que empezó cuando terminaron los 2300 días. Al fin de los 2300 días en 1844 Cristo entró

entonces en el lugar Santísimo del Santuario Celestial para cumplir la obra final de la expiación preparatoria para su veni-

da, Cristo sólo ha completado una parte de su obra como Intercesor nuestro para empezar otra, y sigue aún ofreciendo Su San-

gre ante el Padre en favor de los pecadores". El Gran Conflicto. pp. 421, 422, 429.

"¿Cuándo se hicieron los días finales? Las evidencias son concluyentes de que los 1335 días terminó con el 2300, con el cla-

mor de medianoche en 1844. Entonces el ángel [Rev. X, 1-6] Juró que el tiempo no debe ser más. Tiempo aquí no puede sig-nificar la duración, medido en meses y años, para 1000 años después de esta medida, pero debe referirse al tiempo profético,

que era el tema central del mensaje del tercer ángel. Cuando estaba de pie en la parte final del día, debemos concluir que la

sentencia de los justos muertos comenzó en ese momento, y ha avanzado más de doce años. ¿Cuándo los casos de los santos

que viven se pasará revista en la sentencia de investigación de la casa de Dios? Esta es una pregunta sincera y digna de la más

solemne de la consideración de todos los que tienen un caso pendiente en el tribunal de los cielos, y la esperanza de superar.

En el orden del cielo, debemos buscar su criterio a seguir que el de los muertos, y que se produzca cerca del final de su libertad

condicional". Review and Herald, 1857. James White.

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... Continuación del artículo anterior

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Licuados de frutas: Contra

el Acné

De piña, pepino, manzana

y jengibre

1 porción

Ingredientes

2 rebanadas de piña picada

1 /2 pepino picado

½ manzana picada

1 trocito de jengibre

Agua necesaria

Preparación

Licuar los ingredientes perfectamente hasta que

desaparezcan los grumos y beberlo en el momen-

to.

Función

Por sus propiedades depurativas y diuréticas, este

jugo ayuda a combatir el acné, favorece el proce-

so de eliminación de grasas de la piel.

Tomar un vaso de jugo en la mañana dos o tres

veces por semana

Recetas de Plantas Medicinales. Por: María A. Villalobos

Página 26 La Voz del Heraldo

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Comité Editorial: María A. Villalobos, Samuel Saldaña.

Editor, Arte y Diseño Gráfico: Samuel Saldaña.

Escritores: María Villalobos, Samuel Saldaña.

Temas de Salud: María A. Villalobos.

Editado quincenalmente por este ministerio.

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El Ministerio A la Luz de la Biblia, tiene como propósi-

to, pregonar la Verdad Presente dado desde lo Alto del

Cielo. Por la Gracia de nuestro Señor Jesús, es entre-

gado a toda nación, tribu, lengua y pueblo.

Estamos gustosos que Dios bendiga al mundo por me-

dio de Su Verdad, ésta no debe permanecer oculta como

si tuviese algo por qué temer, más bien, debe ser exalta-

da como joyas preciosas y lucida a un mundo que pere-

ce en tinieblas.

Por lo tanto, desde ahora usted tiene una cita con Cris-

to!

¡Que el Señor Todopoderoso les bendiga y guarde para

la eternidad!

Nos complacemos en poder servirle.

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