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 LA LIGA PARA LA LIBERTAD DE VAC U N AC I Ó N 2 d o c u m e n t o s R E F L E X I Ó N V A C U N A S C O N M E R C U R I O PARA LA T H I O M E R S A L , N O G R A C I A S TOX I C I DAD DEL MERCURIO Y DEL ALUMINIO CONTENIDOS EN LAS VACUNAS OBLIGATORIAS EN I TA L I A AU T I S M O, M E TA LES Y VA C U N A S VAC UN AS Y AU T I S M O CULPA B L E : VACUNA S CON MERCURIO • ACONTE CIMIEN ROS A DVERSOS P O S T- V A C U N A L E S • LOS EFECTOS SECUNDARIOS DE LAS VACUNAS EN ESPAÑA DURANTE EL PERIODO 1989-2004 • E SENVA 2000. E S TADO DE SALUD DE LA POBLACIÓN ESPAÑOLA N O VA C U N A D A EN EL PERIODO 1975-2000 • RED ESPAÑOLA DE INFORMACIÓN SOBRE VA C U N A S 2 0 0 4

Boletin Numero 02 Antivacunacion

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BOletin numero 01 Antivacunacion, Anon - Palabras De Paz De Los Esenios

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  • L A L I G A PA RA LA L IBE R TA D DE VAC U N AC I N

    2d o c u m e n t o sR E F L E X I N

    VA C U N A SC O N

    M E R C U R I O

    PA RA LA

    T H I O M E R S A L , NO GRAC I A S

    TOX I C I DAD DEL MERCURIO

    Y DEL ALUMINIO CONTENIDOS

    EN LAS VACUNAS OBLIGATORIAS

    EN ITA L I A

    AU T I S M O, M E TALES Y VAC U N A S

    VACUNAS Y AU T I S M O

    CULPA B L E : VACUNAS CON MERCURIO

    ACONTECIMIENROS A DVERSOS

    P O S T- VAC U N A L E S

    LOS EFECTOS SECUNDARIOS

    DE LAS VACUNAS EN ESPAA

    DURANTE EL PERIODO 1989-2004

    ESENVA 2000. E S TADO DE SALUD

    DE LA POBLACIN ESPAOLA

    NO VAC U N A DA

    EN EL PERIODO 1975-2000

    RED ESPAOLA DE INFORMACIN

    SOBRE VAC U N A S

    2 0 0 4

  • LA L IG A PA RA LA L I BER TA D D E VAC U N AC I N

    2d o c u m e n t o sR E F L E X I NPAR A L A 2 0 0 4DOCUMENTOS PARA LA REFLEXINes una publicacin editada por la Liga para la Libertad de Vacunacin.

    Consejo de redaccin:Jordi CapdevilaVicen RoblesXavier Uriarte

    Colaboradores:Lurdes TornosBelen IgualCristina CondeJuan M. MarnDaniel TrujilloVittorio di Francoignasi SivillaLuis VallejoEneko LandaburuMiguel PrezMaria PujolSibilaMaria Jess ClaveraMarino Rodrigo

    Edita:Liga para la Libertad de VacunacinApartado de Correos 100. 17080 Girona (Espaa) Fax: 93 591 27 57e-mail: [email protected] web: www.vacunacionlibre.org

    Diseo: Iris Comunicaci

    Impresin: Lith Grfiques

    NDICE

    EDITORIAL: THIOMERSAL, NO GRACIAS 03

    TOXICIDAD DEL MERSURIO Y DEL ALUMINIO CONTENIDOS

    EN LAS VACUNAS OBLIGATORIAS EN ITALIA 04

    AUTISMO, METALES Y VACUNAS 14

    VACUNAS Y AUTISMO 18

    CULPABLE: VACUNAS CON MERCURIO 20

    CARTA AL DIRECTOR DEL MUNDO 23

    ACONTECIMIENTOS ADVERSOS POST-VACUNALES 25

    LOS EFECTOS SECUNDARIOS DE LAS VACUNAS EN ESPAA

    DURANTE EL PERIODO 1989-2004 33

    ESENVA 200. ESTADO DE SALUD DE LA POBLACIN ESPAOLA

    NO VACUNADA EN EL PERIODO 1975-2000 43

    RED ESPAOLA DE INFORMACIN SOBRE VACUNAS 50

  • El mercurio es un mineral conocido en la antigedad ya 300 aos a. J C. Se encuentra en la naturaleza enforma de cinabrio y no forma parte del organismo. Se caracteriza por ser altamente txico y sensibilizante,por tener un marcado tropismo por las estructuras linfoides, c e r e b rales y renales.A pequeas dosis puede producir ligeros transtornos cerebrales como cambios en la personalidad, a l t e ra c i o-nes en el sueo e irritabilidad.En medianas y altas dosis puede desencadenar severas lesiones cerebra l e s, cerebelosas y alucinatorias.Puede daar el rin, g e n e rar reacciones inmunitarias alrgicas y autoinmunes.Est presente en empastes dentarios, t e r m m e t r o s, en amalgamas industriales, en las pintura s, en las bate-r a s, en las pilas, en las incinera d o ra s, en el papel, en las lmpara s, en las fluorescentes, en los pesticidaso r g a n o m e r c u r i a l e s, en los antispticos, en colirios, en medicacin veterinaria y en las vacunas( thiomersal).En farmacia humana y veterinaria se utiliza como antisptico para proteger la sustancia activa ante la pre-sencia de microorganismos.En el ao 1996 se retir de la fabricacin de frmacos en veterinaria, en el 2000 se retiraron del mercadocolirios y antispticos( mercromina) en cuya composicin haba thiomersal. Sin embargo, a pesar de las reco-mendaciones hechas por la Agencia Europea del Medicamento( AEM) y el Insalud las vacunas con mercuriocontinan a la venta en las farmacias espaolas.En el ao 2002 se present al Ministerio de Sanidad una carta por parte de la Asociacin Protectora delPaciente en la que se informaba de los riesgos del thiomersal( mercurio), su relacin con el autismo y sepeda la retirada del mercurio de las va c u n a s. Nunca se dign la ministra a contestar aquella carta. D e s d eB i o c u l t u ra Madrid 2003, con la asociacin de afectados por el autismo nos propusimos preparar medidasp a ra denunciar esta situacin y poder parar la dispensacin de las vacunas con thiomersal.En el mes de marzo se public en el dominical del peridico El Mundo un reportaje sobre el mercurio, l e s i o-nes y autismo. Este documento bien planteado tuvo una relativa repercusin en los ciudadanos y conmovia la opinin pblica.Actualmente estamos estudiando y preparando las acciones legales oportunas para parar la venta de va c u-nas con mercurio. Creemos que es oportuno oponerse a la dispensacin y administracin de dichas va c u n a se incluso denunciar esta situacin econmica y sanitaria perversa.A las autoridades sanitarias locales, p r o v i n c i a l e s, autonmicas y del estado espaol pedimos, como protec-cin y garanta de la salud pblica, que regule la fabricacin de las vacunas sin thiomersal, que elabore unan o r m a t i va exigiendo la retirada de la distribucin y de farmacia de las vacunas con mercurio y, f i n a l m e n t e,que reconozca las vacunas con thiomersal como causantes de enfermedades neurolgicas, a l r g i c a s, a u t o i n-munes y renales en la poblacin espaola.

    La Junta LLV

    EDITORIAL

    Thiomersal, NO GRACIAS

    DOCUMENTOS PARA LA REFLEXIN - NMERO 2 23 EDITORIAL - 3

  • 23DOCUMENTOS PARA LA REFLEXIN - NMERO 2

    EL MERCURIOLos datos de absorcin, distribucin y transformacin del mercurio como tambin los relativos aspectos pato-lgicos [ver IARC (1), bioqumicos (2) y de medicina del trabajo (3) han sido bien estudiados y son bastantec o n o c i d o s. (Nota del tra d u c t o r : Ver datos bibliograficos al final).El mercurio est contenido en la molcula del Ti o m e r s a l , un compuesto qumico usado como bactericida, a lfin de garantizar la esterilidad de los preparados de va c u n a c i n . Tan pronto es inyectado en el crculo humo-ra l , mediante una inyeccin intramuscular que supera con la violencia de una aguja todas las defensas natu-rales del organismo (piel , m u c o s a s, e t c . ) , el Tiomersal se descompone enseguida en etilmercurio y salicilato.El etilmercurio es considerado mercurio orgnico. Los efectos del mercurio (como metilmercurio, muy simi-lar al etilmercurio) han sido bien estudiados y documentados en la litera t u ra : existen millares de artculossobre la toxicidad del mercurio en relacin con el sistema nervioso que incluyen tambin los datos sobre laabsorcin y distribucin en los tejidos bajo forma de mercurio orgnico, el compuesto clave que constituye labase de la toxicidad del Ti o m e r s a l .

    D I S T R I BUCIN DEL MERCURIO EN EL CUERPO HUMANOEl mercurio bajo forma de mercurio orgnico y en particular de metil (MM) (o etil) mercurio no tiene unadistribucin uniforme en los varios tejidos (ver nota 4 y las relativas citas). Si se lo ingiere con la comida, e sabsorbido casi completamente por la mucosa intestinal. Tan pronto entra en la circulacin sangunea, el 90%del MM est presente en los glbulos rojos de la sangre, asociado a las protenas que contienen grupos SH,p a ra los cuales tiene una gran afinidad. Desde la sangre pasa a los tejidos de manera diferencial.Hacen falta entre 1-2 das para que se complete la distribucin (4). Pasa fcilmente la barrera hemato-ence-flica y la barrera placentaria. Debido a que los tiempos de eliminacin son muy largos [aprox . 70 das parael mercurio en sangre y nada menos que 270 das para el mercurio en el sistema nervioso central (5)] en con-

    Toxicidad del mercurio y del aluminio

    CONTENIDOS EN LAS VACUNAS OBLIGATORIASEN ITALIA (difto-tetano y antihepatitis)

    A co n t i n uacin se exponen alg u n as co n s i d e raciones sob re la presencia de m e rcurio y aluminio en los pre pa ra d os pa ra la vac u n acin como tambin de loi n a d e c uado de los lmites de exposicin nacionales e internacionales. La exposicin por encima de dichos lmites es co n s i d e ra da peligrosa pa ra la salu dde la persona, sin emba rgo de los datos expu e s tos y de la literatu ra que los acom paa, qu e da evidente que estos lmites son inadecua d os y co n s t i tu yen po rta n to un riesgo pa ra la salud, (hecho) ta n to ms absurdo cuando estas susta n c i asestn co n t e n i das en vac u n as no re c i b i das por libre eleccin consciente de p e r s o n as info r m a das, sino impu e s tas por ley tal como hoy oc u r re en Italia.

    4 - TOXICIDAD DEL MERCURIO Y DEL ALUMINIO

    Dario Miedico

    Ezio Bat t i st e l

    Tra d ucc i n :

    Vi t torio Di Fra n co

  • DOCUMENTOS PARA LA REFLEXIN - NMERO 2 23 TOXICIDAD DEL MERCURIO Y DEL ALUMINIO - 5

    secuencia de la eliminacin mxima diaria muy reducida, se establece un estado de equilibrio entre el mer-curio en sangre, en el cerebro y en las excreciones (estado estacionario) que tiene un significado fisiolgicop r e c i s o. La concentracin en sangre (y aqu se entiende sangre entera y no plasma sanguneo), n o r m a l m e n t eutilizada para diagnosticar las intoxicaciones agudas (el anlisis de las orinas no tiene significado diagnosti-c o ) , se vuelve diagnostico de la intoxicacin cerebral a largo plazo (6) (despus de al menos unos das) cuan-do el equilibrio entre el mercurio en los diversos compartimientos corporales se ha instaura d o. Por lo cual elanlisis (registro) entre 24-48 horas de la concentracin sangunea (sangre entera) tiene su valor inmediatop a ra una intoxicacin aguda. En los das sucesivos tiene un valor para estimar la intoxicacin cerebra l .La concentracin en el cerebro en estado estacionario es aprox . 10:1 en relacin a la sangre. A d e m s, el mer-curio est concentrado hasta 250 veces (ms) en el pelo con relacin a la sangre. Esto tiene un alto va l o rdiagnstico tempora l , debido a que la velocidad de crecimiento del pelo es de aprox . 1 cm. al mes. La distri-bucin de la concentracin del mercurio a travs del tiempo en el pelo es un indicador seguro de la exposi-cin y de su decurso tempora l .Estudios del metabolismo han evidenciado que el mercurio orgnico es transformado lentamente en mercu-rio inorgnico por las bacterias intestinales, y en consecuencia es eliminado mediante las heces. Esta tra n s-formacin es lenta (4).En el cerebro parte del mercurio orgnico es transformado en inorgnico, haciendo difcil su alejamiento (eli-m i n a c i n ) .

    E F E C TOS TOX I C O L G I C O SEl mercurio es un veneno sistmico. El metil mercurio es cancergeno (1). Se presume que a nivel molecularsu toxicidad sea debida a la cantidad de mercurio unido a los receptores celulares o a molculas diana. E s t osignifica la presencia de una dosis umbra l (o dosis limite) que depende slo aparentemente de la cantidadde mercurio acumulada en las clulas y en los tejidos. Ha sido descubierta la existencia de un complejo degenes (el operon Mer) capaz de dar resistencia a las clulas frente al mercurio.Este complejo regula la expresin (actuacin) de protenas y encimas capaces de capturar y reducir el mer-curio al estado metlico (Hg) que luego es expulsado de las clulas (7). Dicho complejo est situado en pls-m i d o s, a quienes estn asociados tambin genes que confieren resistencia a muchos antibiticos: la presen-cia de mercurio favorece por tanto una flora bacteriana resistente a los antibiticos. Las consecuencias parala salud resultantes de esta condicin (poblacin bacteriana intestinal alterada y resistente a los antibiticos)todava est enteramente pendiente de va l o ra c i n . En todo caso, en biologa se considera que debido al efec-to de interaccin especfica sobre clulas receptora s, el valor de concentracin umbral (lmite) de la sustanciadesencadenante de una reaccin celular o bioqumica de respuesta, pueda ser tambin extremamente baja,ya que la reaccin no est ligada estrechamente a la concentracin sino al efecto que aun una molcula desustancia puede desencadenar, ligndose al lugar oportuno. Pa ra una discusin detallada sobre los aspectosbioqumicos y celulares se remite a la litera t u ra especializada.

    A LT E R ACIN DEL SISTEMA NERV I O S OUna caracterstica notable del metil-mercurio (MM) es el dao selectivo sobre el sistema nervioso centra l( S N C ) . Este es un dato bastante desconcertante que todava no est bien explicado (4). El SNC en el adultoes daado con prdida de neuronas que funcionan en diversas reas del cerebro. Es importante notar queuna alteracin clsica como la parestesia de las extremidades (manos y pies) que aparece en primer lugar conlas dosis ms bajas, tiene un periodo de latencia de un mes o ms. Los sntomas se agra van en perodos toda-va ms largos (8). Es preciso notar que los efectos de las bajas dosis de mercurio orgnico manifiestan losdaos por ellos producidos durante largos tiempos.El MM es particularmente perjudicial para el cerebro en via de formacin.En los casos de intoxicacin a Minamata (Ja p n ) , se observaron daos neurolgicos severos por exposicinp r e n a t a l , no obstante las madres tuviesen niveles hematicos de mercurio normales, tpicos de personas noexpuestas (9). Esto fue confirmado mediante experimentos con animales (10). Es preciso notar que tambinen este caso se habla de alteraciones comportamentales y neurolgicas, resultantes de bajas dosis de expo-s i c i n .El dao sobre el Sistema Nervioso Central en desarrollo difiere sea como patologa sea como mecanismo deaccin respecto al sufrido por un cerebro desarrollado (11). Se considera de forma aproximada que el SNC

  • DOCUMENTOS PARA LA REFLEXIN - NMERO 26 - TOXICIDAD DEL MERCURIO Y DEL ALUMINIO

    del nio sea 10 veces ms sensible que el de un adulto.El aspecto bioqumico de base es la accin selectiva sobre los microtbulos del citoesqueleto de las clulasn e u r o n a l e s. De hecho, el monomero de la tubulina (componente fundamental del citoesqueleto) contiene gru-pos SH, que tienen una gran afinidad con el mercurio.El proceso de ensamblaje y desmontaje del citoesqueleto, que se produce continuamente durante la vida celu-l a r, es inhibido y desorganizado (12). Estos aspectos son fundamentales para la divisin celular en la dife-renciacin y esto se correlaciona bien con las observaciones de las patologas del cerebro daado por expo-sicin de mercurio.

    A LT E R ACIONES NEUROLGICASSe ha notado que el envenenamiento prenatal conduce a formas patolgicas no distinguibles en el recinnacido de aquellas tpicas de las parlisis cerebrales ligera s, como qued patente por los estudios realizadosen el envenenamiento de Irak (13).Los nios de Irak han manifestado una serie de atrasos a varios niveles en diversos distritos corpora l e s.Anlisis bioesttisticos han revelado una correlacin clara entre las concentraciones de pico durante la expo-sicin prolongada (pan contaminado) de la madre en el embarazo y la frecuencia de los problemas neurol-gicos en los recin nacidos. Esta es la primera vez en la que se establece una clara correlacin entre dosis-respuesta en el hombre (14).Es preciso notar una vez ms la correlacin entre daos neurolgicos menores y la exposicin al mercurio abajas dosis (como en el caso de la exposicin prenatal y a la resultante de las vacunaciones) y la va l o ra c i nde estos efectos a nivel neurolgico.Este argumento vuelve a enfocar de cerca todo lo tratado sobre los efectos comportamentales y neurolgi-cos a largo plazo a continuacin de las vacunaciones DT (diftotetnica) (15, 1 6 ) . Las sutiles anomalas neu-rolgicas de e n c e f a l i t i s ms o menos manifiestas son similares a aquellas detectadas en los estudios deenvenenamiento de masas. A propsito de comportamiento alterado consecutivo de daos neurolgicos porva c u n a c i o n e s, ha quedado bien evidenciada la correlacin de verdad desconcertante entre el aumento dela u t i s m o, a un ritmo casi e p i d m i c o , y las va c u n a c i o n e s. De hecho ha sido claramente trazada la hiptesisque las vacunaciones pueden causar la aparicin de los sndromes autistas en los nios (17).La correlacin entre la exposicin al metil-mercurio y los atrasos comportamentales en el desarrollo de losnios ha sido postulada (solicitada) tambin muy recientemente, confirmando la seriedad de las dudas sobrelas lesiones a largo plazo del sistema nervioso central por efecto de la exposicin a bajas dosis de mercurioorgnico en los nios (18).Referente a las lesiones del mercurio orgnico sobre el SNC y particularmente sobre la materia gris del cere-bro (con todas las patologas que de ello se derivan) remitimos a la litera t u ra especializada fcilmente ase-quible (v. e j . 6 ) .

    LIMITES DE EXPOSICINEn la tabla 1 que sigue se reportan los limites de exposicin al mercurio.Debe tenerse en cuenta que la OMS (WHO) no se pronuncia sobre la dosis diaria sino sobre la cantidad sema-n a l ; el lmite es 3,3 _g / Kg / semana (20) que equivale a 0,47 _g / Kg / da. La referencia del lmite p o rs e m a n a es sorprendente porque parece d i l u i r el problema en el tiempo: de hecho una dosis de va c u n a-cin superior a los lmites sobre la base diaria, puede ser considerada aceptable si se subdivide en el arco deuna semana.En otro documento de la OMS (21) se lee que para los nios el lmite de exposicin al mercurio puede ser de159 _g / kg / ao. Este lmite anual, si es calculado sobre la base diaria, e q u i vale a 0,43 _g /kg de peso cor-p o ral / da: este dato es consistente como el anterior (referencia 20) si se refiere al valor diario. En ambosd o c u m e n t o s, por tanto, se dan los lmites que, si se aplican sobre la base diaria, son decididamente supera-das por las cantidades presentes en las va c u n a s, tal como queda evidente en la tabla 2.Las cantidades de mercurio presentes en las operaciones vacunales ms comunes quedan reflejadas en latabla 2 (_gr = microgra m o s ) .Como se puede observa r, en una sesin de vacunacin que prev el suministro de vacunas obligatorias, e sd e c i r, tanto la vacunacin DT (vacunas A n a t oxal o Di-Te-All) sea/rea... la vacunacin para la hepatitis B (va c u-nas Engerix o Recombivax...)se inocula una cantidad de mercurio netamente superior a las cantidades indi-

  • DOCUMENTOS PARA LA REFLEXIN - NMERO 2 23 TOXICIDAD DEL MERCURIO Y DEL ALUMINIO - 7

    cadas como lmites de exposicin para un nio de 3 meses (5 kg de peso). Los datos demuestran de maneraevidente que las vacunas contienen tales cantidades que, de inyectarse, seran superiores a aquellas consi-d e radas como lmite de exposicin. Si adems se inyectan otras vacunas que contienen mercurio, pero no obli-g a t o r i o s, est claro que el mercurio inyectado es an mayor.

    Tabla 1. Lmites de exposicin al mercurio propuestas por algunas agencias internacionales.

    A g e n c i a Valores lmites propuestos

    E PA (Environmental Protection Agency) (19) 0,10 _g /kg/da

    ATSDR (Agency for Toxic Substances and Desease Registry) (19) 0,33 _g /kg/da

    FDA (Food and Drug A d m i n i s t ration) (19) 0,40 _g /kg/da

    WHO (OMS, World Health Organization) (20) 3,30 _g /kg/semana

    Tabla 2. Contenido de mercurio en las preparaciones vacunales ms comunes

    Vacuna Engerix Anatoxal Imovax Recombivax Di-Tet-All

    Cantidad de mercurio, 12,0 24,7 24,7 12,0 24,7mg/dosis

    Dos vacunas en 1 dia para un nio de 3 meses,5 kg de peso,mg totales

    Lmites de EPAy FDA para un nio de 3 meses,5 kg. de peso.mg totales

    Sin embargo, se observa que los lmites federales de los EEUU no se refieren a situaciones de dosis intermiten-tes (como en el caso de las vacunaciones) (19), lo que constituira una situacin agravante. De hecho, es intere-sante notar que desde el punto de vista toxicolgico es muy diferente suministrar una dosis de un producto txi-co de una sola vez o dilatada en el tiempo. Reciente investigaciones sobre los efectos neurolgicos negativos ennios por exposicin al metilmercurio sugieren que dosis significativas tomadas de forma intermitente y espa-ciada (como en las vacunaciones) son ms dainas que dosis menores tomadas de modo contnuo (22). Esto ha

    Engerix+Anatoxal12,0+24,7= 36,7

    0,5 (EPA) 2,0 (FDA)

    _ Recombivax+Di-Tet-All12,0+24,7=36,7

  • 23DOCUMENTOS PARA LA REFLEXIN - NMERO 28 - TOXICIDAD DEL MERCURIO Y DEL ALUMINIO

    sido confirmado por dos estudios realizados sobre poblaciones que han sufrido intoxicaciones de metilmercuriodespus de exposiciones a dosis consideradas seguras (23) (24)!. Particularmente se siguieron varios niosdesde el embarazo hasta la edad de 5-7 aos, estudiando el desarrollo y los aspectos neurolgicos y comporta-mentales. Por lo tanto, mantener que el mercurio anual al cual estn sometidos los nios por la vacunacin, essuministrado en cantidad limitada y por tanto es posible soportarlo sin consecuencias, no tiene base razonable,puesto que el efecto de dosis altas y repetidas es completamente diferente de aquel de dosis muy bajas y toma-das continuamente.Este debate recuerda aquel sobre el plomo (otro metal presente como el mercurio) hace algunas dcadas: des-pus de aos de estudios se ha constatado que efectos sutiles y peligrosos por la exposicin en tiempos prolon-gados pueden ser registrados a dosis progresivamente ms bajas de plomo. Esto llev a una continua y drsticadisminucin de los lmites de exposicin definidos aceptables (25). Nadie hoy soara con utilizar plomo en cual-quier preparado para inyectar en el cuerpo humano. Esto es obvio puesto que dcadas de exposicin a nivelindustrial y laboral han permitido verificar los daos por exposicin al plomo an a niveles muy bajos.La toma de conciencia de esto ha creado la concienciacin difundida y aceptada por todos de su peligrosidad.Lo mismo vale tambin para el mercurio, que siendo tal vez un material menos difundido que el plomo, pero talvez ms venenoso, todava no se ha elevado el nivel de vigilancia consciente de la sociedad referente a su peli-grosidad (entendemos referirnos tambin al mercurio contenido en las amalgamas dentarias).

    ALUMINIOEl aluminio ha sido considerado siempre como inocuo, sobretodo por la bajsima absorcin intestinal (entre el0,01% y 0,3% en condiciones de buena salud) (26)(27). El organismo humano ha desarrollado mecanismos muyeficientes para eliminar el exceso de aluminio, cuya presencia global queda muy baja.Su papel biolgico parece ser el de estimular el crecimiento celular y del entero organismo animal en dosis muybajas, mientras que a dosis ms altas, se vuelve rpidamente txico (26). De todos modos, ya es un hecho reco-nocido que el aluminio es un elemento txico, tanto para los animales de experimentacin como para el hom-bre. (28)La entrega de aluminio presente en el terreno a raz de las lluvias cidas, su utilizacin en el tratamiento de lasaguas, como aditivo en los alimentos y medicinas, y sobretodo inyectado directamente en el circuito sanguneocon las vacunaciones han aumentado notablemente el riesgo de intoxicacin de la poblacin. Estudios epide-miolgicos han confirmado una correlacin significativa entre el insurgimiento de trastornos mentales (por ej. elmorbo de Alzheimer) y la contaminacin debida al contenido de aluminio en el agua potable. (29) (30)La principal preocupacin referente al impacto del aluminio sobre la salud humana es su toxicidad en caso deexposicin excesiva. Por ej., la encefalopata de dilisis en el caso de sujetos con deficiencias renales crnicas ysometidos a dilisis continuas, ha sido asociada al aumento de aluminio presente en el sistema nervioso central.El aluminio era absorbido sistemticamente desde el agua de dilisis (31). El exceso de aluminio daa ademstambin el esqueleto, reduciendo notablemente la formacin del hueso. Debe observarse que por la eficiencia delorganismo humano en eliminar el aluminio en condiciones de no exposicin y buen funcionamiento de los rga-nos de absorcin (intestinos) y excrecin (riones), la concentracin en sangre de personas no expuestas es muybaja: 6-7 _g/l. (32, 33).

    LIMITES DE EXPOSICINEn la Tabla 3 se reportan las cantidades de aluminio presentes en algunas de las preparaciones vacunales mscomunes, las dosis diarias recibidas por un nio en ocasin de una sesin de vacunacin con dos vacunacionescontemporneas y el valor de exposicin considerado como lmite, ms all del cual se pueden tener peligros parala salud (_g=microgramo).

  • DOCUMENTOS PARA LA REFLEXIN - NMERO 223 TOXICIDAD DEL MERCURIO Y DEL ALUMINIO - 9

    Tabla 3. Contenidos de aluminio en las preparaciones vacunales ms comunes

    Vacuna Engerix Imovax Anatoxal Recombivax Di-Tet-All

    Compuestode aluminio 475 1250 2000 250 2000mg/dosis

    Cantidad de aluminio en el compuestomg/dosis

    Dos vacunas en una sola para un nio de 3 meses,5 kg de pesomg/dosis

    Lmites de exposicin para un nio de 3 meses,5 kg de pesomg totales

    Existe una rica literatura sobre fisiopatologa y bioqumica del aluminio debida al aumento de la atencin haciaestos problemas en la ltima dcada. A continuacin se facilitan algunos elementos referentes a como el alumi-nio introducido como hidrxido o fosfato directamente en el interior del cuerpo, (como en el caso de las vacu-naciones) puede ser solubilizado en la sangre y puede, unindose a las molculas biolgicas del cuerpo, pasarrpidamente la barrera hemato-enceflica y acumularse en el sistema nervioso central, adems de otros rganosdel cuerpo.

    SOLUBILIZACION BIOLGICA DE LOS COMPUESTOS DE ALUMINIOEl hidrxido de aluminio hidroliza alrededor de la neutralidad (pH 7), formando complejos mixtos con el ionhidrxido. El intercambio de ligantes (la sustitucin del hidrxido con otras molculas ligantes) ocurre fcilmen-te en la sangre y en las clulas.El hidrxido de aluminio es muy poco soluble a un pH 6 mientras a pH 7,4 (pH fisiolgico) su solubilidad es deaproximadamente 8-10 mM/l (milimoles por/litro). Bajo forma de fosfato su solubilidad aumenta a unos 20 mM(34). En realidad la presencia de molculas biolgicas aumenta enormemente la solubilidad del aluminio, tam-bin de algunos rdenes de tamao.Estas molculas son las protenas de transporte presentes en la sangre (tales como la transferrina y la sueroal-bumina), molculas contenedoras de grupos fosfato (como el ATP y otros nucletidos), los fosfolpidos (los ci-dos fosfatdicos y las fosfatidilcolinas, componentes fundamentales ubiquitarios (omnipresentes) de las membra-nas celulares), molculas contenedoras de grupos alcohlicos (como los azcares) o carboxlicos (la presencia decitrato aumenta enormemente la absorcin intestinal) y otras molculas (como el inositol hexafosfato, molculareguladora del funcionamiento de la hemoglobina) etc. (34). Es importante penetrar un poco ms en los detallespara algunos de estos complejos.

    164 432 442 86 691

    Engerix+Imovax164+432=596

    5 (20)*

    *Considerando una absorcin media del 0,1% (26,27)

    _ Recombivax+Di-Te-All86+691=777

  • 23DOCUMENTOS PARA LA REFLEXIN - NMERO 210 - TOXICIDAD DEL MERCURIO Y DEL ALUMINIO

    COMPLEJO TRANSFERRINA-ALUMINIOYa est confirmado que gran parte del aluminio en la sangre es atrapado por la transferrina, a la cual se une muyfuertemente (34). Dicha protena es, por tanto, capaz de conjuntar el aluminio solubilizndolo. En condicionesfisiolgicas slo un tercio de los situs de unin de la transferna estn ocupados (principalmente por el hierro, dedonde resulta el nombre de la protena) por lo cual existe una gran capacidad de reserva para ligar el aluminio.Se ha estimado que la concentracin del aluminio para la sola transferrina puede aumentar hasta 5 mM (36).Para entender este nmero consideren que sumando el aluminio inyectado en una sesin de vacunacin conte-nido en dos vacunas (preparados) se obtiene una cantidad aprox. de 700 _g de aluminio (v. supra Tabla 3), elcual considerando el volumen de sangre de un nio de 3 meses corresponde a una concentracin de aprox. 0,050mM. De los datos reportados ms arriba es evidente que la solubilidad del hidrxido de aluminio (aprox. 8-10mM) y su complexacin con la transferrina (50 mM) bastan por ellas solas para solubilizar todo el aluminio inyec-tado. A esto se suman tambin todos los otros efectos citados: existen numerosas molculas en la sangre con-tenedoras de grupos fosfato (37) (el fosfato de aluminio como tal alcanza una solubilidad de hasta 20 mM) ycarboxlicos capaces de unirse fuertemente al aluminio. Todas estas interacciones han sido estudiadas (35, 37).La cintica (esto es, la formacin del complejo en el tiempo) ha sido estudiada y result bastante lenta: hacenfalta das hasta que las diversas especies se distribuyen en los tejidos (34, 38) y es por esto que el hidrxido dealuminio funciona como adyuvante en las vacunas, puesto que la solubilizacin es completa pero lenta. Dehecho, en la mayor parte de los casos, los tofos o edemas despus de las inyecciones vacunales desaparecen alcabo de pocas horas/das indicando as la absorcin o solubilizacin ocurrida. Tengase en cuenta que la excre-cin del aluminio en condiciones normales no supera los 20-30 _g al da (26). Tambin en este caso, as comoocurre con el mercurio, la fuerte interaccin con los componentes celulares, no permite una pronta e inmediataexcrecin por va renal. En efecto, sera interesante (como en el caso del morbo de Alzheimer, etc.) conocer elacmulo de metales txicos en los diversos rganos diana despus de la vacunacin).Queda el hecho que, como en el caso del mercurio vacunal, una cantidad notable del metal es introducido direc-tamente en el interior del organismo que, no pudiendo eliminarlo deprisa, se encuentra invadido primero a nivelsanguneo y luego a nivel de tejidos por metales fuertemente interactivos con las molculas biolgicas, y portanto difcilmente eliminables en un tiempo breve.

    COMPLEJOS FOSFOLIPIDOS DE MEMBRANA Y ALUMINIOLa unin entre alumnio y fosfolpidos de membrana ha sido estudiada y ha revelado como esto conlleva unaalteracin significativa de la estructura de los glbulos rojos, cuya membrana viene modificada radicalmente, alte-rando los procesos de transporte inico (el efecto del hierro en las mismas condiciones es nulo). Adems los efec-tos de la alteracin del metabolismo celular y de los procesos enzimticos de las clulas normales y neuronales,son notables (39). Se ha estimado que una concentracin de aluminio de 20-50 mM desplaza casi por comple-to (debido a la alta afinidad) los iones divalentes de las membranas celulares en condiciones fisiolgicas, con gra-ves alteraciones de la funcionalidad celular. (37)Uno de los mecanismos de entrada del aluminio al interior de las clulas y por consiguiente su capacidad depenetrar la barrera hemato-enceflica est conectada a los receptores de la transferrina presentes en todas lasclulas, incluidos aquellos de la barrera enceflica y del sistema nervioso (40).El aluminio se acumula sobretodo en los lisosomas (en el interior de la clula) alterando entre otras cosas la per-meabilidad de la membrana. Experimentos preliminares han demostrado la presencia de una sensibilidad indivi-dual a la absorcin de aluminio (mediante el mecanismo de los receptores ya mencionados) en ciertos sujetos enperfecto estado de salud (es decir, la presencia de un fenotipo aluminio-sensible) (34).

    ESTUDIOS EPIDEMIOLGICOSHa sido encontrada una correlacin entre el aluminio presente en el agua potable y el morbo de Alzheimer,demencia e incapacidades cognitivas. Esta correlacin es muy desconcertante, ya que la escasa cantidad de alu-minio presente en el agua contribuye slo en pequea cantidad al aporte de aluminio diario ingerido. Todas estasenfermedades (incluida la demencia asociada a los dializados) son caracterizadas por un acumulo anormal dealuminio en los tejidos y en las clulas neuronales, hasta 20-30 veces de la cantidad normal en la corteza cere-bral y tambin 120 veces en el hgado (41).La especiacin del metal, es decir, la formacin de complejos particulares con molculas biolgicas, segn la

  • DOCUMENTOS PARA LA REFLEXIN - NMERO 2 23 TOXICIDAD DEL MERCURIO Y DEL ALUMINIO - 11

    modalidad fisiolgica de introduccin juega un papel fundamental sobre la toxicidad del aluminio.En base a todas estas consideraciones y a los estudios citados se puede concluir:

    1. Que la concentracin de aluminio por litros de sangre es comnmente aceptada como valor diagnstico de laintoxicacin aguda por aluminio. Es evidente que el acumulo preferencial en los varios tejidos ocurre lentamen-te en el tiempo. Dicho argumento es justificado por la notable capacidad de las molculas biolgicas presentesen la sangre de ligar y solubilizar el metal.

    2. Que existen estudios sobre la fisiopatologa, biodisponibilidad, distribucin en tejidos y clulas y relativascaractersticas en funcin del tiempo.

    3. Que es preciso subrayar que el aluminio vacunal no es filtrado por las varias barreras naturales fisiolgicas,sino que es inyectado directamente en el circuito sanguneo, donde entra inmediatamente en contacto con lasmolculas biolgicas (protenas, receptores celulares, etc.) y por tanto puede desplegar su efecto sin posibilidadde ser neutralizado o eliminado como ocurre naturalmente por las vas naturales. Esto es tanto ms verdade-ro en el caso que las funciones renales del nio no estn perfectamente en orden: la eliminacin renal es el sis-tema ms importante de eliminacin de metal del cuerpo. Es sabido, de hecho, que la demencia que se desarro-llaba en los enfermos crnicos de riones dializados, era debida al acumulo de aluminio durante el proceso dedilisis. Es sabido, de todos modos, que el sistema renal del nio recin nacido est en una fase de completarsus funciones. Si a esto se aade la posibilidad de que el nio pueda tener una disfuncin subpatolgica renal,se puede imaginar que la inoculacin en sangre de tan elevadas cantidades de aluminio pueda implicar efectospatolgicos. A fin de tener una idea de los nmeros, considrese que la cantidad ingerida por una persona alda oscila de 10-40 _g/da pero slo una mnima parte es absorbida, aproximadamente el 0,1% (valor medio)(26,27) que corresponde a unos 10-40 _g/da. Tal como se recuerda ms arriba, en una sesin vacunal se llegatranquilamente a 600 _g directamente al interior del organismo.

    4. Que es preciso notar, como en el caso de intoxicacin de mercurio orgnico, que las patologas correlativasal aluminio son patologas que surgen lentamente, en el curso de los meses y aos, con frecuencia empezandocon sntomas considerados sub-clnicos.

    5. 1r Congreso Internacional sobre Metales y cerebro, de la neuroqumica a la neurodegeneracin. (FirstInternational Conference on Metals and Brain: from Neurochemistry to Neurodegeneration).Este congreso se celebr en la Universidad de Pdua del 20 al 23 de Septiembre de 2000, y se elabor un docu-mento: Alluminium and health. Recomendations (Aluminio y salud; recomendaciones), sobre los efectos delaluminio. En dicho documento se dice que:Adems, una concentracin aumentada de aluminio en las frmulas alimenticias para nios o en las solucionesalimenticias para nutricin parenteral domstica ha sido asociada con consecuencias neurolgicas y enfermeda-des metablicas de los huesos, caracterizadas estas ltimas por una ralentizacin de la velocidad de formacin.Este documento fue firmado por decenas de cientficos de todo el mundo y fue enviado como documento-guaa todos los organismos gubernamentales nacionales e internacionales (OMS, FDA, Ministerio de Sanidad, etc.).Las lneas directrices consisten en eliminar la mxima cantidad posible de aluminio de las fuentes alimenticias yno alimenticias, para reducir el riesgo de exposicin nociva, sobretodo para categoras de riesgo como nios,enfermos renales, ancianos, etc. En particular, recordando tambin las recomendaciones del Congreso de Oslo de1988 en Aluminio y Salud se recomienda (las frases entrecomilladas son citas literales del documento):...las personas con riesgo de sobre-exposicin de aluminio son: nios, personas con insuficiencia renal, ancia-nos y pacientes con nutricin parenteral. En todas estas personas la concentracin de aluminio en sangre debeestar por debajo de 30 _g/litro. (Tngase en cuenta que se habla de concentraciones por litro de sangre, impli-cando la presencia de aluminio solubilizado)....exposicin parenteral: existe un consenso general respecto a que el contenido de aluminio, por ej. en los flui-dos utilizados para nios y adultos con insuficiencia renal o sometidos a dilisis, debe ser el ms bajo posible, entodo caso inferior a 10 _g/l...la exposicin ambiental: no est probado que el aluminio sea cancergeno (informe canadiense de 1993). Sinembargo, est probado que la exposicin al aluminio provoca dficits neurolgicos. Sera til monitorizar (regis-trar) el aluminio total contenido en el suero y las orinas (como test de funcionalidad renal especfico) en los tra-

  • 23DOCUMENTOS PARA LA REFLEXIN - NMERO 212 - TOXICIDAD DEL MERCURIO Y DEL ALUMINIO

    bajadores de riesgo....los nios nacidos prematuramente estn en riesgo debido a su aparato renal incompleto. Debe prestarse unaatencin especial a la leche artificial (a base de soja) que podra contener demasiado aluminio....en los hemo-dializados una concentracin de aluminio de 30 _g/l en el suero debe ser considerada como unriesgo (Tngase en cuenta que este umbral era de 60 _g/l en los documentos de la CEE de 1986).Se puede observar, finalmente, que las concentraciones lmite citadas del documento estn expresadas en_g/litros de sangre. Por razones de comparacin, considrese entonces la pregunta: es posible calcular la con-centracin por litro de sangre de las cantidades de aluminio inyectadas durante la vacunacin?. En el supuestode que los componentes que contienen aluminio presentes en las vacunas sean completamente solubilizados(hiptesis verosmil en base a lo expuesto ms arriba), la respuesta es afirmativa. Para contestar a esta pregun-ta hay que hacer las siguientes consideraciones:

    a) El valor medio inyectado en una sesin de vacunacin tpica (dos vacunaciones), es de unos 600 _g (ver Tabla 3).

    b) La cantidad media de sangre presente en un nio de 3 meses es de unos 0,5 litros (42).

    c) La concentracin en sangre despus de la solubilizacin de los compuestos de alumino vacunales en sangrees, por tanto, de 600 _g/ 0,5 litros=1200 _g/litro.

    d) La cantidad de aluminio en sangre de personas no expuestas es de unos 6-7 _g/l (32, 33).

    e) De ello resulta que en el nio vacunado la concentracin de aluminio es 1200/6=200 veces superior a la deuna persona considerada no expuesta. En consecuencia, es evidente desde este anlisis que las cantidades inyec-tadas durante una sesin de vacunacin sean muy superiores a aquellas sugeridas como lmites de seguridad (verTabla 3 y Recomendaciones del Congreso Internacional de Pdua).

    6. En conclusin, las dosis de mercurio y aluminio presentes en las preparaciones vacunales, representan unpotencial riesgo para la salud humana debido a que superan los lmites de seguridad establecidos a nivel nacio-nal e internacional. Infravalorar el riesgo asociado a la presencia de metales txicos en los preparados vacuna-les significa minimizar intilmente un problema potencialmente crtico para toda la sociedad.

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  • 23DOCUMENTOS PARA LA REFLEXIN - NMERO 214 - AUTISMO, METALES Y VACUNAS

    El au tor en este art c u lo expone los cambios que se han dado en estos 20 aos enla concepcin de la et i o loga del au t i s m o.C a da vez con ms insistencia se va ob s e rvando la incidencia medioa m b i e n tal en lagnesis del fenmeno au t s t i co. Destacables modificaciones neuro l g i c as, m eta b l i c as, hemticas y digestivas se han estudiado en los gru pos de au t i s tas. Los mecanismos de re s pu e s ta au toinmune posvacunal desencadenados tras lae x posicin a virus at e n ua d os, metales pesados como el mercurio y las sales dea luminio, y adititivos como el glu ta m ato y el as pa rtato han sido descritos en e s p e r i m e n tac i n .C i e rtas re com e n daciones pueden ayu dar a preve n i r, a contener y a mejorar el p roceso neuro l g i co encendido. Esta descripcin no slo sirve pa ra el au t i s m osino tambin pa ra la demenciacin pre coz o Alz h e i m e r.

    Autismo, metalesY VACUNAS

    Xavier Uriart e

    m d i co natu r i sta

    i n fo @ vac u n ac i o n l i b re . o rg

    Pa la b ras Claves: A u t i s m o.

    Pe rs o n a l i dad. E n t e rocolitis. E pidemiolgia.

    A u to i n m u n i dad. N e u rot ro pi s m o.

    Tox i c i dad. M e rc u r i o. A lum i n i o.

    Vi rus. G lu ta m ato. A s pa rtato.

    H I S TORIA DEL AU T I S M OEn 1799, el mdico francs J. M . Itard qued a cargo de un nio de 12 aos de edad, conocido como Vi c t o r,y denominado el nio salvaje de A v e y r o n que haba sido hallado vagando y viviendo en estado salva j eentre los bosques. Parece que haba sido abandonado por su familia durante la Revolucin Francesa porquee ra de difcil manejo.En 1796, E . J e n n e r, mdico rura l , t ras la observacin y estudio de la viruela animal decide vacunar al joven J. P h i s s.En 1911, E . Bleuler introdujo el trmino autismo p a ra designar la prdida de contacto con la realidad acarreando una gran dificultad para comunicarse con los dems.En 1919, L . Witmer escribi un artculo sobre Don, un nio de 2 aos, que tambin se mostraba como un nioa u t i s t a .En 1943, L . Kanner individualiza un sndrome particular que denomina autismo precoz del nio y que rea-liza este diagnstico cuando ni la historia del nio, ni el examen neurolgico, ni los resultados de las prue-bas de labora t o r i o, hasta el momento existentes, sugieren una lesin orgnica del cerebro. Describe ra s g o sde carcter encontrados con frecuencia en los padres de estos nios que son intelectuales, de nivel profesio-nal elevado y con tendencias obsesiva s.En 1944, H . Asperger describe un sndrome aparentemente distinto denominado psicopata autstica o auto-p a t a que aparece hacia los 4-5 aos, que sera un autismo leve y se caracteriza por un contacto muy per-turbado pero posible en nios inteligentes que no aceptan nada de los dems y cuyos gestos estn estereo-t i p a d o s.En 1964, B. Rimland no admite que los padres de los nios autistas sean anormales o mal adaptados comodeca L. K a n n e r. Insiste sobre la escasa frecuencia de las enfermedades mentales en la familia.Comienza a manifestar que pueden existir otras causas en la gnesis del autismo que no tengan nada quever con las familiares.En la dcada de 1960 comienzan en el mundo occidental las masivas campaas de va c u n a c i n .En esta misma dcada se descubren los efectos de los metales pesados (mercurio, c a d m i o, a r s e n i o, a l u m i n i o,p l o m o, e t c . ) , de los pesticidas y de ciertos frmacos, la aspirina y los antibiticos, sobre el organismo.Aparecen los primeros informes de grandes contaminaciones de los mares, de las tierras y de la cadena ali-mentaria tras los vertidos incontrolados de las industrias del plomo, del mercurio, del arsenio y del cadmio.En l984, L . Wing en una discreta entrevista realizada en Espaa por el diario EL PA S, afirma que el autis-mo nada tiene que ver con causas emocionales y entre las posibles causas se habran de considerar la rub-

  • DOCUMENTOS PARA LA REFLEXIN - NMERO 223 AUTISMO, METALES Y VACUNAS - 15

    ola congnita, la encefalitis, la reaccin en edades muy tempranas a ciertas vacunas como la de la tosferina,los traumatismos cerebra l e s, las intoxicaciones y muchas otra s .En 1998, A . Wa kefield del Hospital Real de Londres apunta, en sus observaciones hechas en nios( as) tras lavacunacin de la triple vrica, la aparicin de un nuevo cuadro denominado enterocolitis autstica que con-siste en la aparicin de rasgos autsticos y de colitis en edades tempranas de la vida, en criaturas previamentes a n a s, de manera brusca tras la vacunacin combinada.Esta ltima observacin fue escandalosa y muy mal aceptada por gran parte de la comunidad sanitaria bri-t n i c a . Como consecuencia, el observador tras una dura polmica fue expulsado del hospital londinense.En el 2002, P. Shattock Obe en la Conferencia Los Fundamentos de la Prctica Va c u n a l l l e vada a cabo enel Europarlamento( Bruxelas) declar lo siguiente: Estamos observando desde hace unas dcadas la apari-cin de un sndrome autstico nuevo que se presenta unos 12 das despus de la vacunacin triple vrica yque consiste en la presencia simultnea de colitis, autismo y alteraciones en la coordinacin.

    EPIDEMIOLOGA DEL AU T I S M OVarios estudios britnicos realizados en la dcada de los 60 situaban la incidencia del orden de 2- 4/10.000personas nacidas( 3/10.000 o 0,3/1000 o 0,6/500).La proporcin nios/ nias es de 3/1. Quiere decir, que se manifiesta con mucha ms frecuencia entre losva r o n e s. Contina predominando entre los va r o n e s, pero en estos 40 ltimos aos las cifras han cambiados u s t a n c i a l m e n t e. Ha pasado, segn estudios coincidentes realizados por el Departamento de EducacinEspecial de EEUU y la Universidad Autnoma de Madrid, a una taxa de morbilidad de 1/ 333-666 personasnacidas (1/500).Representara que en este perodo de tiempo el incremento de la morbilidad autstica posnatal ha sido del8 0 % .Despus de la controversia en Gran Bretaa sobre la relacin del autismo y las vacunas combinadas, ms con-cretamente la triple vrica, los ltimos estudios indican que el riesgo de autismo posvacunal es de 1/1500 per-sonas va c u n a d a s.Se comienza a aceptar que hasta el 10% de los autismos actuales puede ser producido por la utilizacin delas vacunas combinadas y la presencia de metales pesados en la composicin de las mismas en los primerosestados de la vida y en la ancianidad( demencia precoz o A l z h e i m e r ) .Los primeros sntomas aparecen en los primeros 12 das despus de la vacunacin y no son diagnosticadoshasta bien pasado el ao y medio.

    DEFINICIN DEL AU T I S M OLa palabra autismo proviene del griego, a u t o s, que significa s mismo, r e t rado y absorto en s mismo.Es un transtorno en la capacidad de comunicacin, en la elaboracin del lenguaje, en el establecimiento der e l a c i o n e s, de coordinacin y del equilibrio, en la funcin digestiva , que puede aparecer tras el nacimientopero que se hace presente, f r e c u e n t e m e n t e, en las primeras etapas de la vida hasta la adolescencia.Puede surgir tras un desarrollo normal durante el primer ao o en los tres primeros aos de vida y antes delfinal de la pubertad.A nivel neurolgico se ha observado inhibicin de la transmisin sinptica, anomala estructural lmbica, d i l a-tacin del asta temporal del ventrculo lateral izquierdo, reduccin de la sustancia blanca del cerebelo, a l t e-racin en la sustancia reticular, disfuncin vestibular e hipsarritmia o actividad paroxsmica en la zona bitem-p o ra l .Ciertos virus tienen un marcado tropismo por las estructuras neurolgicas como son el del sara m p i n , v i r u e-l a , r u b o l a , p a p e ra s, i n f l u e n z a e, e t c . y especialmente el herpes simple por las zonas tempora l e s.Estudios realizados en un grupo de autistas se ha podido observar que el 23% padeca de un sndrome neu-rolgico severo mientras que el 17% presentaba un sndrome neurolgico ligero.A lo largo de las etapas del desarrollo un 30% podr sufrir epilepsia genera l i z a d a , t e m p o ral o de We s t .A nivel bioqumico se ha observado un aumento de la presencia de serotonina en las plaquetas y un incre-mento en la eliminacin del triptfano por la orina.Tambin se ha observado una disminucin en los eritrocitos de magnesio y de potasio, una presencia eleva-da de plomo y de mercurio en la sangre.Curiosamente en los controles de orina se comprob la presencia de hiperuricosuria en el 22% de los autis-t a s.

  • 23DOCUMENTOS PARA LA REFLEXIN - NMERO 216 - AUTISMO, METALES Y VACUNAS

    Es interesante comentar que donde ms claramente se observ este resultado fuera en los preadolescentes.Se ha podido va l o rar una deficiencia de IgA as como de los cidos grasos esenciales tipo alfalinolnico.Tambin se ha observado en muchos nios autistas elevadas cantidades de autoanticuerpos del sara m p i n .A nivel digestivo se viene observando con relativa frecuencia dispepsia, ciertas intolerancias al gluten y a lal a c t o s a , as como enterocolitis. Cabe destacar entre los antecedentes familiares la presencia de problemasg a s t r o i n t e s t i n a l e s.Tambin se ha podido comprobar mediante cultivo de heces la presencia elevada de leva-d u ras en el aparato digestivo.

    FISIOLOGA MEDIOA M B I E N TAL DEL AU T I S M OCon el descubrimiento en la dcada de los 80 de una nueva concepcin del sistema inmunitario conviviendoen estrecha relacin con las estructuras neurolgicas, se postul una nueva manera de entender la respues-ta del organismo a cualquier estmulo.Esta concepcin neuropsicoinmunitaria nos ha dado la posibilidad de entender cmo, t ras la inoculacin deun frmaco, txico o va c u n a , se pueden desencadenar a lo largo de las hora s, de los das, de las semanas, d elos meses y de los aos reacciones en cascada, c o m p l e j a s, diversas y progresivas en el ser humano mediantela puesta en marcha de mecanismos inmunes y autoinmunes que pueden bloquear, modificar o daar lase s t r u c t u ras neurolgicas, d i g e s t i va s, r e n a l e s, p a n c r e t i c a s, r e s p i ra t o r i a s, c a r d a c a s, afectar a las clulas hem-ticas (eritrocitos, plaquetas y leucocitos), a l t e rar el mapa gentico repercutiendo sobre la mitosis celular.Estos bloqueos suponen cambios bioelctricos y biomagnticos a nivel del sistema nervioso central y endo-c r i n o, con claro incremento de la actividad vegetativa , simptica o para s i m p t i c a , y del eje diencfalo-hipofi-s a r i o. Tambin se pueden observar cambios en el sistema reticular y en el mesencfalo con modificacionesapreciables en la actividad electroenceflica y electrocardaca despus de la va c u n a c i n .El bloqueo enceflico que se puede manifestar a travs de un estado de coma posva c u n a l , de un sndromeh i p o t n i c o, mioclnico o hipsartmico y de transtornos de la personalidad, actualmente se explica a travs delmecanismo inmunitario denominado Respuesta Autoinmune Po s t vacunal (RAP). Estudios experimentales rea-lizados en animales expuestos a metales pesados tipo mercurio y aluminio han evidenciado una presencia delinfocitos T autorreactivos en compaa de una secrecin anmala de linfocinas tipo citocinas (IL-4) y de inter-fern gamma (IFN g).Un estudio llevado a cabo recientemente en un grupo de 125 nios autistas, a travs del anlisis ELISA, s eobserv la presencia de un anticuerpo del sarampin inusual (HA) que era inmunopositivo y que se relacio-nara con el autoanticuerpo contra la mielina neuronal.Segn este estudio, este tipo de reaccin autoinmune se produjo en el 60% de los nios que haban sidovacunados del sarampin (Triple vrica) y que presentaban autismo.Todas estas observaciones nos indican que en el animal y en la persona expuestas tanto a virus vivos ate-nuados como a ciertos metales pesados (mercurio, a l u m i n i o, p l o m o, c a d m i o, a r s e n i o, e t c . ) , pesticidas y aditi-vos (glutamato y aspartato) se puede producir una encefalomielitis con una repercusin clnica va r i a b l e, d e s d el i g e ra hasta severa evolucin e incluso la muerte.Recientemente se ha vuelto a desempolvar la vigencia del sndrome de Reye que relaciona la utilizacin dela aspirina, en la poblacin infantil, t ras un proceso febril con la encefalitis y la hepatitis.En la situacin actual que estamos viviendo desde la dcada de los 60, tanto el empleo masivo de las va c u-nas del sarampin y de cualquiera de las combinadas (triple vrica, t e t ra va c u n a , p e n t a va c u n a , h e x a va c u n a ,etc) como de los adjuvantes metales pesados derivados del mercurio y sales de aluminio pueden producir enla poblacin infantil, adulta y anciana efectos posvacunales no deseados, ni referidos en la bibliografa inter-n a c i o n a l , de difcil control y sin tratamiento curativo adecuado.Entre las vacunas que contienen el deriva d omercurial destacaremos las de la hepatitis B, t o s f e r i n a , d i f t e r i a , t t a n o s, meningitis C y antigripales, en muchos de los colirios y en los antispticos mercuriales.El hidrxido de aluminio est presente en las vacunas DTP, tosferina acelular, hepatitis A - B, en la meningitisC y en la neumoccica, en ciertos frmacos anticidos y en los aparatos utilizados para realizar la hemodi-l i s i s.Los lmites de tolerancia al mercurio, segn las diferentes agencias internacionales( EPA , AT S D R , FDA y W H O ) ,oscilan entre 0,10 y 0,47 microgra m o s / k g / d a . Las cantidades de mercurio presentes en cada dosis de va c u-na oscila entre 12 y 24,7 microgra - m o s / d o s i s. Dos vacunas en un da para un nio de 3 meses con 5 kgs dep e s o, son 36,7 microgra m o s / d a . M i e n t ras que los lmites tolerables estaran entre 0,5 y 2 microgramos/ da.Teniendo en cuenta que el mercurio es transformado y eliminado lentamente por las bacterias intestinales a

  • DOCUMENTOS PARA LA REFLEXIN - NMERO 2 23 AUTISMO, METALES Y VACUNAS - 17

    t ravs de las heces, que necesita 70 das para eliminar su presencia en los hemates y 270 das para el mer-curio fijado en el sistema nervioso centra l , y que la tolerancia es menor si el mercurio se va introduciendo pro-g r e s i vamente en el organismo, como seala el calendario va c u n a l , aunque las dosis sean muy bajas, e s t a m o sen una situacin de alto riesgo para la maduracin neurolgica y el desarrollo orgnico. Esta misma situacinse ha estudiado con el plomo.El aluminio a dosis bajas estimula el crecimiento celular, m i e n t ras que a dosis altas se vuelve rpidamentet x i c o. Su absorcin intestinal resulta ser alrededor del 0,1%. Forma parte del organismo y su presencia osci-la entre 50-100 microgra m o s, m i e n t ras que las necesidades diarias pueden ser entre 10 y 40 microgra m o s /d a . Las cantidades de aluminio presentes en las vacunas oscilan entre 164 y 691 microgramos/ dosis.En una sesin vacunal de dos va c u n a s, en un nio de 3 meses y con 5 kgrs. de peso puede recibir de 596 a777 microgramos/ da. M i e n t ras que los lmites permisibles rondaran entre 5-20 microgra m o s. Teniendo encuenta que su eliminacin es muy lenta, podemos entender que su interaccin con otros metales pesados ycon los virus vivos atenuados puede provocar a lo largo de los aos reacciones inmunitarias de difcil neu-t ra l i z a c i n .

    R E C O M E N E N DAC I O N E S1 . Evitar las vacunaciones masiva s, las vacunas combinadas, las conjugadas (meningitis , h a e m o f i l u si n f l u e n z a e, neumoccica) y con virus vivos atenuados neurotrpicos como son sara m p i n , herpes simple, va r i-c e l a , p a p e ra s, r u b o l a , p o l i o, hepatitis B y gripe.2 . No utilizar ni consumir los frmacos (anticidos, a s p i r i n a , antispticos mercuriales) y las vacunas con mer-curio y sales de aluminio. P r o c u rar no comprar alimentos tratados ni con presencia de aditivos (patatas fritas,g o l o s i n a s, c h i c l e s, h e l a d o s, r e f e r e s c o s, e t c . )3 . Si ha decidido vacunar y observa cambios mnimos neurolgicos a lo largo de los das posvacunales novacunar sistemticamente de nuevo.4 . En nios con antecedentes familiares de enfermedades neurolgicas y de intolerancias digestivas se ha detener mucha prudencia a la hora de va c u n a r.5 . En nios con autismo posvacunal puede aplicarse, d u rante perodos determinados de un mnimo de 2-3m e s e s, una dieta vegetaliana o vegetariana sin gluten, sin lactosa, rica en minerales zinc, s e l e n i u m , p o t a s i o,c a l c i o, m a g n e s i o, en vitaminas A , B( B6), , en cidos grasos omega 3 y en probiticos.En los recin nacidos ser conveniente practicar la lactancia materna durante un tiempo mnimo de 6 meses.6 . Tambin podemos aplicar una terapetica quelante en perodos cortos de 1-2 semanas para incrementarla eliminacin de los metales pesados.

    REFERENCIASBIBLIOGRFICAS

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    5. D. Miedico. Toxicidad delmercurio y del aluminiocontenidos en las vacunasobligatorias en Italia.Revista MedicinaDemocratica, n 136-138, maggio-ottobre 2001.

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  • 23DOCUMENTOS PARA LA REFLEXIN - NMERO 218 - VACUNAS Y AUTISMO

    Pa ra entender mejor la problemtica de las tecno-vacunas hagamos un pequeo repaso de la relacin entreel feto, l a c t a n t e, n i o, adulto y los microorganismos:Atenindonos al ser humano: El feto est completamente estril en el seno materno rodeado a su vez de unliquido estril aunque vivo (muy similar al plasma marino, de donde sali la vida). El feto para sobrevivir fuerade la madre necesitar rodearse e sumergirse en otro "medio": lleno de microorganismos. Al salir por el canaldel parto (vagina) recoger como un gran tesoro sus primeros lactobacilus que sembrarn su tubo digestivode una flora necesaria para su posterior y eficaz funcionamiento. Si nace por cesrea, ya inicia la vida con undficit a no ser que la tecno-medicina lo supla de otra manera .M i e n t ras el nio est en brazos de su madre o en la cuna, recibe grmenes areos y tambin del pezn.Cuando el nio empieza a gatear comienza a entrar en contacto con ms grmenes (de la tierra) y con susp r i m e ras erosiones se inoculan los grmenes del entorno. A n t e s, cuando el nio estaba en un entorno masn a t u ral esto suceda en un grado mximo, aunque gra d u a l . E ra lo ms parecido a una tecno-vacuna actualpero a una edad ms natura l . Cuando el nio comenzaba a ser autnomo, a caminar y correr en el monte, e nla selva , e t c . . . el nio iba adquiriendo por las distintas vas de entrada el resto de inmunizaciones.Cuando el mdico ingls, E d ward Jenner, us en 1796, su primera costra varilica para demostrar la eficaciade la "va c u n a " , estaba reproduciendo la accin de la naturaleza de una manera muy fiel: Los ordeadoresde vacas que haban tenido una costra varilica en sus manos (inoculacin del germen de las vacas a tra v sde una erosin en sus manos) saban por experiencia que no iban a contraer la viruela.No hay duda de que la vacuna de la viruela, as como la de la poliomielitis (va ora l ) , que son las que mas seasemejan a la inmunizacin natura l , han sido la ms eficaces de todas las va c u n a s. Asimismo su fama pro-viene de que estn asociadas a la evitacin de miles de muertes o inva l i d e c e s.Pe r o, por desgracia las tecno-vacunaciones actuales, tanto en la forma de obtener sus microbios, p r e p a ra r l a s,e n va s a r l a s, a d m i n i s t ra r l a s, as como la edad a la que se administran cada vez se alejan mas de lo natural ye s p o n t n e o. Y es en este sentido que cada vez estn surgiendo ms problemas con las va c u n a s.Hoy en da una gran cantidad de nios estn recibiendo su primera vacuna (hepatitis B) a las 24 horas dev i d a , repiten vacunaciones a los 2,4, 6 meses y antes de los 18 meses han recibido hasta 21 inoculacionesde grmenes distintos, algunos de ellos mezclados en una inyeccin nica (trivalente) (en la Naturaleza ese x t raa esta forma de proceder). La tendencia de la vacunacion artificial es a disminuir cada vez mas la edadde vacunacion y aumentar el numero de germenes por pinchazo o dosis (proximas vacunas tetra va l e n t e s,p e n t a va l e n t e s,e tc..)No parece tener demasiado sentido este plan de vacunacin cuando la ciencia sabe que el nio nace ya pro-tegido con los anticuerpos maternos que persistirn como mnimo hasta los 6 meses de edad, a u m e n t a n d oeste periodo si el nio recibe lactancia materna incluso hasta los 18-24 meses. Entonces para que va c u n a ren una poca en que el nio ya est protegido y no tiene riesgo natural de coger una enfermedad como lahepatitis B, que se adquiere por intercambio de sangre (tra n s f u s i o n e s, intercambio de jeringuillas, e t c ) ? .

    D ra. Maria Jess

    C lave ra Ortiz.

    M d i co,

    E pi d e m i lo g o ,

    Pe d i at ra,

    M e d i co Natu r i sta,

    D i rec to ra

    de Inve st i g acin

    de Niima

    ( e m p re sa priva da

    pa ra la eva luacin

    de tera pi as ) .

    La inmunizacin o vac u n acin natu ral est prev i s ta desde siempre por laN atu raleza, como uno de los mto d os ms potentes pa ra que un animal desarro ll esus defensas inmunita r i as. Esta va, junto con el pa d e c i m i e n to de enfermedades ysu curacin natu ral son los dos sistemas necesarios y suficientes pa ra co n s e g u i run Sistema Inmunitario pot e n t e .La vac u n acin artificial, en cua n to ha imitado a la natu ral ha tenido su xito, p e ro en cua n to se ha apa rtado de ella ha empezado a manifestar una prob l e m t i c ac a da vez ms creciente. El fu tu ro de la vac u n acin artificial (pro f i l axis o t e c n o - vac u n acin) debe vo lver a tener su sentido y su lgica que no es ot ra que la que dicta la Natu ra l e z a .

    VACUNASy autismo

  • DOCUMENTOS PARA LA REFLEXIN - NMERO 2 23 VACUNAS Y AUTISMO - 19

    Tambin sabe la ciencia, aunque parece no recordarlo, que en los primeros meses de vida el nio no tiene elsistema inmunitario suficientemente maduro para fabricar anticuerpos sino ms bien est en una fase en quelo que debe hacer es incorporar un sinfn de microbios a su organismo, p a ra hacerlo ms capaz. Tiene sen-t i d o, p u e s, haber realizado unas 13 inoculaciones antes de los 6 meses?A s , p a ra estimular esta logicamente dbil respuesta inmunitaria en un beb de menos de 6 meses, los labo-ratorios fabricantes de vacunas aaden metales txicos como el aluminio, en dosis 60 veces superior a lo quela OMS y la FDA permite para un solo da a un adulto. Y para evitar la necesidad de refrigeracin de las va c u-nas y hacer ms comodas las campaas de vacunacin se aade otro metal txico como el mercurio en dosis40 veces superior a lo que la OMS y la FDA permiten para un slo da a un adulto.Vistas asi las cosas no nos debe extraar que las vacunas tengan sus efectos adversos a corto, medio y largoplazo tanto para la salud individual como colectiva de nuestro mundo. Y aunque la "ciencia" todava no hadado la voz de alarma, algunos padres si la han dado, cuando han visto en sus hijos reacciones extraas tra suna vacunacin mltiple o repetida. Las autoridades sanitarias lo saben: En EEUU se pagaron en los ltimos14 aos 1.000 millones de dlares en concepto de indemnizacin por efectos secundarios de las va c u n a s,pero todava no reaccionan. Pero poco a poco las cosas se mueven, en mayo del 2002 hubo en el Pa r l a m e n t oEuropeo una jornada dedicada a las va c u n a s, c u yas conclusiones fueron:

    1 . Las vacunas actualmente en Europa es un tema discutible.2 . La evidencia es que existen efectos secundarios.3 . Es til y necesaria la investigacin de los efectos adversos de las va c u n a s.4 . Se informa insuficientemente sobre las va c u n a s5 . Existe una relacin entre las vacunas combinadas y el autismo.5 . La vacunacin debe ser un acto mdico, personal y no obligatorio.6 . La conciencia vacunalista respecto a los pases desfavorecidos no es correcta. La alimentacin, el agua yotros recursos es la autntica prevencin.

    Aparte de la "muerte sbita del lactante", una de las consecuencias ms alarmantes de las va c u n a s, en laa c t u a l i d a d , es la del AUTISMO TA R D I O. Este es un tipo de autismo que se manifiesta alrededor de los 18m e s e s, en algunos casos documentados a los 2-3 das de vacunacin de la 'Triple Vrica' (realizada con virusv i v o s ) : S a ra m p i n , Pa p e ras y Rubola. Recordemos que el virus de la rubola produce malformaciones feta-les muy graves cuando la madre padece la rubola... resistir sin ningn dao un nio, a los pocos mesesde nacer, una inoculacin de virus vivo de rubola, cuando en la vida fetal tanto le daaba? No seria mslgico vacunar a las futuras madres despus de la adolescencia, t ras su crecimiento y desarrollo total?Varios aspectos de las vacunas se relacionan con el alarmante aumento de AUTISMO en el Primer Mundo (enlos ltimos 10 aos ha aumentado un 600%): Los futuros nios autistas son nios que nacen con un siste-ma inmunolgico, intestinal y detoxificador mucho mas inmaduro que el resto de nios. Estos futuros autis-t a s, en vez de preservarles de agresiones y ayudarles a madurar (con lactancia materna, mnimos medica-m e n t o s, etc...) tomaran con gran probablidad, al igual que el resto de nios, leche artificial casi desde su naci-m i e n t o, daando su inmaduro sistema digestivo; se proceder a someter a su Sistema Inmunitario a un cre-ciente numero de va c u n a s, con una proporcin exageradsima de metales txicos que no podrn detox i f i c a r ;y a los 12-18 meses recibirn una vacuna triple que afectar a un ms a su Sistema Digestivo, ya agredidopor la antignica leche de va c a . Aquellos nios que no sean Superman, caern en un mayor o menor gra d o,como as ya se est viendo con el AUTISMO TA R D I O.No estamos en absoluto en desacuerdo con las va c u n a s, la Naturaleza siempre ha va c u n a d o, pero antes deponer en marcha una tecno-va c u n a , es muy importante sopesar ventajas e inconvenientes. Por ejemplo:Merece la pena vacunar del sarampin en el Primer Mundo?...Slo si el saldo final de las vacunaciones van a evitar miles de muertes o numerosas invalideces merece lapena poner en marcha una tecno-vacuna y asumir sus riesgos. Si adems queremos que sea eficaz y sin gra n-des secuelas deber simular al mximo el proceso inmunizador de la Natura l e z a , tanto en la edad de admi-n i s t ra c i n , como en la prepara c i n , como en la va de inoculacin.En la medida que las tecno-vacunas se separen de las caractersticas de la inmunizacin natura l , en la mismamedida aparecern problemas importantes derivadas de las mismas. En la medida en que imitemos a laN a t u ra l e z a , que es nuestra madre y maestra , evitaremos estos temibles efectos sobre los mas inmaduros eindefensos de nosotros: nuestros nios.

  • 23DOCUMENTOS PARA LA REFLEXIN - NMERO 220 - CULPABLE: VACUNAS CON MERCURIO

    El lbum que ensea Mercedes parece sacado de un cuento para nios.En cada hoja de cartulina, que ella haido adornando con dibujos de flores y casas encantadas, asoma la cara de un beb de ojos grandes y azu-l e s. E ra hermoso, verdad?.Llamaba la atencin por la calle, m u r m u ra la madre.Y esta otra...Es una de misp r e f e r i d a s. Tena poco ms de un ao y ya saba decir los nmeros del uno al 10, insiste orgullosa Mercedesal ver de nuevo las estampas de su pequeo Lus correteando por el jardn de la casa paterna.Aquel nio pre-coz y juguetn, que por su desparpajo se haba ganado la simpata del vecindario de Carabanchel (Madrid),se fue apagando inexplicablemente.De aquella vida intensa slo quedan las fotogra f a s, recuerdos de papel que ella y su marido Antonio guar-dan de los das felices tras la llegada del hijo primognito y deseado. Porqu Lus, fruto de tres intentos deinseminacin artificial, naci sano como el que ms. H o y, cuando cumple ya cinco aos, vive atrapado en unlaberinto que se llama autismo.A veces le cuesta reconocer a su hermano, dos aos menor que l, y olvida aratos muchas de las palabras aprendidas hace tiempo.Desmemoria en l y dolor en unos padres convencidosde que han sido las vacunas (hepatitis B, d i f t e r i a , t t a n o s, tosferina ..., todas ellas con mercurio en sus com-ponentes) las que cambiaron el destino de su hijo.La sospecha ha incubado tambin entre muchos especialistas.El doctor Jos Francisco Nava r r o, experto enmedicina ortomolecular, es de los que piensa, en contra de las opiniones de otros colegas, que la adminis-t racin de tiomersal (nombre farmacutico con el que se conoce el mercurio incluido como conservante envacunas infantiles ) puede causar alteraciones neurolgicas severas a edades tempra n a s.El problema es real, a s e g u ra por experiencia el galeno alicantino.A l acuden desde recin nacidos hastaadolescentes con secuelas autistas.La mayora de ellos tienen unos niveles de mercurio en el organismo muypor encima de los lmites tolerables.Lo dice por las pruebas de cabello que enva perodicamente a labora-torios de EEUU (los hospitales espaoles no disponen de la tecnologa necesaria, excepto el Ejrcito) para sera n a l i z a d a s.Hay nios, c o n c l u y e, que superan hasta en 12 veces las tasas establecidas internacionalmen-te para este txico.Y de ah a los primeros sntomas autistas el techo es brevsimo.La acumulacin del metalpesado en el cuerpo (hasta 22 dosis de vacunas llegan a recibir nios que no han cumplido los 16 aos)puede llegar a afectar gravementte al sistema nervioso central (problemas locomotores, prdida de la capa-cidad de concentra c i n , de las medidas de espacio y tiempo. . . ) .Lus tena 19 meses y 15 vacunas cuando Mercedes empez a notar que algo no marchaba bin.Cuando ledaban los ataques, el nio se morda hasta los travesaos de madera de su cuna.Todava hoy tenemos queestar muy pendientes de l.Es siempre imprevisible.De pronto se vuelve extremadamente eva s i v o, no respon-de cuando le llamamos por su nombre, se arra s t ra por el piso, tienen lagunas mentales...Es como si mi hijov i v i e ra permanentemente en un mundo aparte, cuenta Mercedes.Luego aprendera, por boca de algunosmdicos y padres de nios con igual problema, que los sntomas autistas de su hijo no son fruto de un virusm a l i g n o, como ella pensaba por ignora n c i a , sin debidos probablemente a las concentraciones de mercurioutilzado en las vacunas que le administraron a Lus.No es el nico.En la Asociacion para Vencer el Autismo (AVA ) , de 200 menores autistas, segn su vicepresi-

    Culpable:VACUNAS CON MERCURIO

    Paco Rego

    ( A rt c u lo

    pu b l i cado en

    el dom i n i cal de

    El Mundo,

    del da 29 de febre ro

    de 2004)

    Pa d res y afecta d os. Las fa m i l i as de la Asoc i acin pa ra Vencer el Autismo (AVA), de Barc e lona, piden que se estudien a fondo los efectos de las vac u n as con m e rc u r i o. M uc h os de sus hijos estan afecta d os por el txico CUL PA BLE: VAC UNAS CON MERC URIO... ES LO QUE DICEN Isabel, y Mercedes, y Ana. Y decenas de madres cuyos hijos pequ e os son au t i s tas pese a que inicialmente eran, segn ell as, normales.Va r i os estu d i os re l acionan la presencia de mercurio en alg u n as vac u n as con e s tas anom a l as. Y pediat ras de prestigio se lo toman en serio.

  • DOCUMENTOS PARA LA REFLEXIN - NMERO 2 23 CULPABLE: VACUNAS CON MERCURIO - 21

    denta Ana Medina madre de un adolescente en tratamiento- ms de un centenar estn afectados por mer-c u r i o.Y ello, d i c e, porque no podemos atender todas las peticiones de ayuda social y mdica que nos llegande toda Catalua y otras comunidades.En Espaa, de acuerdo con datos del Servicio de Psiquiatra de la Policlnica de Guipuzcoa, se ha pasado decuatro a cinco casos de autismo por 10.000 nios en edad escolar a cifras mucho por encima del uno por7 0 0 .Una de las razones por las cuales puede haberse incrementado la poblacin de nios con trastornos neuro-nales similares a los del autismo es, a juicio de muchos especialistas, el aumento espectacular en el nmerode dosis administra d a s.De hecho, se ha pasado de ninguna o pocas que se ponan nuestros abuelos a unasocho para nuestros padres actuales y, unas 20 o ms que hoy reciben sus hijos.Si sumamos todas las que con-tienen mercurio (al menos siete de diferentes laboratorios) los nios vacunados en la actualidad, p r c t i c a-mente todos, reciben unas cantidades de tiomersal ( tambin llamado timerosal) muy superiores a la de suspadres y abuelos.An quedan vacunas tan importantes como la de la hepatitis B y el ttanos, i n c l u d a s, e n t r eo t ra s, en todos los calendarios de va c u n a c i n , que no estan excentas del producto txico.Aunque en las far-macias tambin las hay sin este peligroso metal.

    D E S P I S T E M D I C OJ u ran muchos padres y madres que las conductas autistas de sus hijos comenzaron a los 15 meses, poco des-pus de que les inmunizaran contra el sarampin.El crio de Ana Medina, que naci totalemte normal y hoysigue una estricta cura de desintoxicacin de mercurio, empez su calvario particular al poco de cumplir 2a o s.Un caso gemelo al de Lus.An no hablaba y sus movimientos, en palabras de la madre, parecan mstorpes de lo habitual para un nio de su edad. Ya hablar, le suele pasar a nios que son muy inteligentes,dice Ana que le contest el mdico de la Seguridad Social, como nico diagnstico.Un ao despus el chi-quillo no paraba de temblar compulsivamente y de echar saliva por la boca.Y siempre la misma respuesta:Nole vemos nada, ya se le pasar, le explicaba otro pediatra .Que le vean en la Unidad de Salud Mental, c o n-cluy un psiquiatra de la red pblica.Agobiada por el cariz que iba tomando la salud de su hijo, A n a , que hasta entonces ni siquiera le pasaba porla cabeza sospechar de las va c u n a s, decidi indagar por su cuenta en revistas cientficas extra n j e ras y empe-z a devorar todo lo que se publicaba sobre el mercurio y el autismo en las numerosas pginas que circula-ban por Internet.Pude darme cuenta de que decenas de nios de la edad del mo, incluso mayores que l, e ran y son vcti-mas de un descuido o de una falta de informacin por parte de las autoridades sanitarias, i n e x p l i c a b l e . [ D elos tres pediatras consultados por este suplemento, slo uno dijo saber que determinadas vacunas de usocomun llevan mercurio].Tanto es as que el Catlogo de Especialidades Farmacuticas del Consejo General deCologios Oficiales de Farmacuticos tiene dedicadas varias pginas a las vacunas espaolas con tiomersal. Tiene este txico los das contados en Espaa?El riesgo terico est admitido desde hace al menos cua-tro aos.En una circular del desaparecido Insalud (hoja de evaluacin tera p u t i c a , volumen 2, n20 de 2000) a la que ha tenido acceso CRONICA-, el sector 11 de Atencin Primaria de Madrid refiere como la propiaAgencia Espaola del Medicamento, en sintona con la Academia Americana de Pediatra y la OMS, e n t r eotros organismos, instaba ya a los laboratorios productores de vacunas a intensificar los esfuerzos para eli-minar de forma definitiva la presencia de tiomersal en estos frmacos.sta es una medida de precaucin motivada por un riesgo terico se subra yaba antes de apuntarse quefaltaban datos concretos y evidencias serias en nios.An hoy es la postura oficial que mantiene elMinisterio de Sanidad.Segn Fernando Garcia A l o n s o, director general de Fa r m a c i a , todos los estudios cien-tficos realizados desde 1999 descartan cualquier tipo de relacin.El 8 de julio del mismo ao, la A g e n c i aEuropea de Evaluzcin del Medicamento, en un comunicado dirigido a todos los departamentos sanitarios dela Unin, abogaba por el uso de vacunas infantiles sin tiomersal en el plazo ms breve posible.

    ENORME MENTIRALa investigacin es el fuerte del doctor Xavier Uriarte, un cataln de reputado prestigio internacional en elcampo de la inmunologa que se desmarca con contundencia de la postura oficial de las autoridades espa- o l a s.Decir que se puede seguir vacunando con mercurio es una enorme mentira , sentencia el experto.l sostiene que, si todava no se ha llegado a una conclusin cientfica que establezca una relacin causa

  • 23DOCUMENTOS PARA LA REFLEXIN - NMERO 222 - CULPABLE: VACUNAS CON MERCURIO

    efecto entre mercurio y los trastornos autistas, se debe a que la mayora de los estudios estn pagados porla industria farmaceutica.De lo contra r i o, se pregunta el inmunlogo, por qu las empresas siguen ven-diendo un medicamento del que ya se tienen suficientes datos para retirarlo del mecado?Como se explica,si no, que el departamento de control de medicamentos de la Comision Europea dispusiera , en julio de 2000,la retirada del mercurio en los frmacos como, por ejemplo, colirios y antispticos, y en cambio no ordenarala eliminacin total e inmediata de los stoks de vacunas?No digo que no haya que aplicarlas, pero que sehaga con la seguridad necesaria.Y lo que es ms grave:por qu las autoridades conscientes de este proble-m a , siguen permitiendo que miles de nios continuen recibiendo vacunas con mercurio, sin dar cumplidacuenta a los padres de los potenciales riesgos que corren sus hijos?Desde 1996 el tiomersal est prohibidoen vacunas monodosis de uso veterinario.El de Isabel fue un peregrinar sin aliento por los hospitales de Madrid .No entenda, pese a su formacin enBiologa Humana, cmo aquel nio de pelo rubio, fuerte y viva racho que tanto le haba costado engendra r, n is i q u i e ra le llamaba mam.Y no porque el pequeo alguna vez la hubiera percibido como una extra a . A n t e sde que cumpliera dos aos David se mostraba como cualquier criatura normal de su edad.As fue hasta quede su mente se borraron los estmulos y las caricias aprendidas en sus primeros 24 meses de vida.Luego, p e r-di el sentido de la orientacin, no saba ir de un lado a otro ni bajar las escaleras de la casa, recuerda lajoven madre.Tampoco deca palabra ni jugaba con otros nios.Al verlo, los mdicos concluyeron, sin ms, que David eraautista.El disgusto se torn en rabia cuando los padres supieron por los doctores que el origen del mal dePedro no tena explicacin.Ni en su cerebro ni en los genes que supuestamente predisponen al tra s t o r n oe n c o n t raron respuesta.Pero Isabel no se rindi.Y como ya hiciera A n a , se empap de todos los estudios quehablaban de autismo y sus causas.Y encontr lo que jamas hubiera imaginado:varios estudios cientficosh a b l a b a n , a favor y en contra , de una ms que probable relacin entre sntomas autistas e intoxicacin demercurio proveniente de vacunas infantiles. Por unos instantes no supe como reaccionar.Esa misma maana me acerqu a una farmacia y comprob,por los prospectos de las marcas que figuran en la cartilla de va c u n a c i n , que todas las dosis que le habana d m i n i s t rado a mi hijo contenan tiomersal.Los laboratorios lo justifican.Entre ellos, B e r n a , que comercializa vacunas de la difteria y la tosferina (Anatox a lTe d i ) . M i e n t ras Sanidad no lo prohiba y no haya estudios concluyentes, no hay razones para retira r l a s , e x p l i-ca el jefe de marketing de la compaa, Jesus Campo.El laberinto en que an vive David, con seis aos cumplidos, se torn algo ms llevadero cuando su madre,I s a b e l , decidi por cuenta propia repetir algunos de los anlisis fallidos que ya le haban hecho a su peque- o. A l g o, pens ella, se le habr escapado a los doctores.Sobre todo despus de comprobar que ninguno delos especialistas consultados llegara siquiera a sospechar de las va c u n a s.Hasta que un mdico amigo les pro-puso de hacer unos anlisis de orina en EEUU.David llevaba en sus tejidos tasas muy altas de mercurio, c o n-cluyeron los resultados.Hoy sigue un programa psicopedaggico privado en su propia casa de Madrid conbuenos resultados. Pero su madre est cansada de pedir ayuda oficial, sanitaria y educativa , p a ra poder sobre-l l e var la carga econmica (1.000 euros al mes) que conlleva la cura.No tuvo respuesta pese a que los neur-logos de la Seguridad Social le dijeron que era el nico tratamiento recomendable.A un paso del hogar donde el pequeo David se recupera , en el vecino barrio de Mstoles, dos farmacuti-cas del Hospital General (Rosa Mara Catal y Mar Segura Bedmar, adjunta) y el residente Carlos Huerta,advertan en un estudio de ocho pginas sobre los perjuicios del mercurio.Es ms, bajo el ttulo Eva l u a c i nde la seguridad de las vacunas por su contenido en tiomersal, publicado en 2000, ya se deca clara m e n t eque ste es un c o n s e r vante potencialmente txico, sobre todo en los seis primeros meses de vida.Dura n t eeste periodo, aaden los investigadires, un nio puede recibir una dosis de mercurio de entre 25 y 1125m i c r o g ra m o s, lo que supera los lmites del rango establecido.Y concluyen: Siempre elegir alternativas exen-tas de tiomersal.Pasado el tiempo, I s a b e l , como otras madres, sigue mirando hacia atra s.No se cansa de ver los vdeos que contanta ilusin grabaron a aquel nio de pelo color oro.Slo tena dos aos.Y al poco de recibir la sptima dsisde mercurio,David dej de sonreir a la cmara .

  • DOCUMENTOS PARA LA REFLEXIN - NMERO 2 23 CARTA AL DIRECTOR DEL MUNDO - 23

    A : D. Pedro J.Ramrez yD. Miguel Angel Mellado

    G e r o n a , 1 de Marzo de 2004

    Estimados Directores de El Mundo:

    En primer lugar queremos agradecerle la publicacin de el artculo de investigacin C U L PA B L E : VAC U N A SCON MERCURIO el domingo 29 de febrero de 2004 en la seccin Crnica de su peridico. La informacines un derecho de todos los ciudadanos y mxime cuando se trata de un tema de salud pblica que afecta ala poblacin infantil.

    C o n s i d e ramos una peligrosa irresponsabilidad el que se siga permitiendo por parte de Sanidad la adminis-t racin de vacunas con el compuesto organo mercurial, tiomersal como conserva n t e, presente todava enalgunas marcas comerciales de va c u n a s. El tiomersal , una vez inyectado con la vacuna se descompone en elorganismo en etil mercurio, un compuesto catalogado como altamente neurotxico.

    La inclusin en Espaa del tiomersal en vacunas infantiles no est justificaday no obedece a razones de seguridad tox i c o l g i c a s.A continuacin le enumeramos las razones por las que creemos que se deben retirar las vacunas con tiomer-sal del mercado:

    1 . Las vacunas que se comercializan actualmente en Espaa se realiza en envases monodosis estriles (via-les y jeringuillas precargadas), por lo que no existe peligro de contaminacin durante su uso, como es el casode las vacunas multidosis empleadas en pases en desarrollo, p r i n c i p a l m e n t e.2 . En algunos casos el Tiomersal es utilizado durante el proceso de fabricacin de la va c u n a , pero actualmenteexisten los medios tecnolgicos suficientes para reducir dicho conservante al nivel de tra z a s.3 . En el caso de que sea necesario utilizar un conservante en la preparacin final, existen otros conserva n t e sde una toxicidad mucho menor que el tiomersal como es el caso del fenox i e t a n o l .4 . Las vacunas ms modernas ya no contienen tiomersal en su composicin.5 . La FDA y la EMEA