10
30 25 DE MAYO DE 2014 DOMINGO BOLIVIA , DONDE LA COCA LE GANÓ LA BATALLA AL CAFÉ Es uno de los tres productores de hoja de coca en el mundo, pero en los últimos años han aumentado los pozos para procesar la planta y transformarla en cocaína. Se ha convertido en itinerario del narcotráfico a Europa pasando por Brasil. Aquí ya hay menos café y más coca Por PABLO FERRI Y ALEJANDRA S. INZUNZA

BOLIVIA, · suelo, una poza con las paredes fo-rradas de plástico, metía sus pies y mezclaba ácido con agua y centena-res de kilos de hoja de coca. Su trabajo consistía en pisar

  • Upload
    others

  • View
    0

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

  • 30 25 DE MAYO DE 2014DOMINGO

    B O L I V I A ,DONDE LA COCA LE GANÓ LA BATALLA AL CAFÉ

    Es uno de los tres productores de hoja de coca en elmundo, pero en los últimos años han aumentado los

    pozos para procesar laplanta y transformarla en cocaína. Seha convertido en itinerario del narcotráfico a Europa

    pasando por Brasil. Aquí ya hay menos café y más coca

    Por PABLO FERRI Y ALEJANDRA S. INZUNZA

  • 3125 DE MAYO DE 2014 DOMINGO

    [ BOLIVIA ]

    P edro tenía 16años cuandosus pies sintie-ron por primeravez el calor del

    ácido sulfúrico. En un agujero en elsuelo, una poza con las paredes fo-rradas de plástico, metía sus pies ymezclaba ácido con agua y centena-res de kilos de hoja de coca. Su trabajoconsistía en pisar. Hacía un tiempoque estudiaba en Cochabamba, la ca-pital del trópico boliviano. El dineroque sus padres le mandaban no al-canzaba para llegar a fin de mes. Unamigo le propuso entonces ir a pisarhoja de coca al Chapare, un valle debosques húmedos a 150 kilómetrosde la ciudad. Sus problemas de dineroacabaron. Viajaba varias veces al añoy pisaba en las pozas durante horashasta que las hojas soltaban todos losalcaloides, otra persona convertía elconcentrado en pasta base de cocaí-na. Más tarde, alguien más, la conver-tía en cocaína pura.

    Han pasado más de 20 años. Pedro—nombre ficticio—, quien prefiereomitir su verdadero nombre por mo-

    tivos de seguridad, su edad exacta,sus rasgos o cualquier detalle que loidentifique. Cuenta ahora su historiaen el patio trasero de una casa que noes suya, en Guayaramerín, ciudad de40 mil habitantes en el departamen-to del Beni, que se encuentra en laselvática frontera de Bolivia con Bra-sil, una de las zonas con mayor trá-fico de droga del país. Guayaramerínyace junto al río Mamoré, un afluentemarrón verdoso del Amazonas don-de hay serpientes y pirañas, y del quelos vecinos cuentan historias comola de aquel pescador que, en 2011, ca-yó al agua tras golpearse la cabeza ysalió sin carne en la cara.

    Pero el Mamoré es sobre todo laprincipal fuente de ingresos de la ciu-dad. Cada día los brasileños cruzande Guajara-Mírim, al otro lado defrontera con Brasil, a Guayarameríny compran maletas, electrodomésti-cos, desodorantes. Del lado contra-rio, en vez de turistas y cazadores degangas, Bolivia manda droga a su ve-cino por el río —aunque también so-bre él, en avioneta— cientos de kilosde cocaína y pasta base que viajan

  • 32 25 DE MAYO DE 2014DOMINGO

    mensualmente a Brasil y Europa.“Se ha convertido en un país de trán-

    sito, hace 10 años el principal problemaera la producción de droga, que siguesiendo latente”, afirma el representan-te de la Unión Europea en Bolivia, Ni-cholas Haunsmann. Bolivia es el tercerproductor mundial de hoja de coca de-trás de Perú y Colombia. Alimenta des-de hace años la demanda de Brasil, se-gundo consumidor mundial de cocaí-na y derivados luego de Estados Uni-dos. Entre 2006 y 2013, el Gobiernoboliviano decomisó 209 toneladas decocaína, el triple que en los siete añosanteriores. El año pasado, la policía in-cautó 32 toneladas de pasta base en elpaís. Hace unos meses, las autoridadesbrasileñas interceptaron un cargamen-to de 3.7 toneladas de coca en el puertode Santos, cerca de Sao Paulo, cuyodestino era el mercado europeo. Ladroga venía de Bolivia.

    Entre ambos países se extienden 3mil 420 kilómetros de frontera, 235

    más de los que separan a México de suvecino del norte. En el caso de Boliviay Brasil la frontera es siempre boscosa,tupida, una maraña de esteros yafluentes que dificulta la vigilancia. Se-gún el viceministro de Defensa Social,Felipe Cáceres, sólo hay unos 80 efec-tivos vigilando la frontera del lado bo-liviano. Guayaramerín integra esa ma-raña. Aunque la policía y la fuerza navalboliviana —que a falta de mar funcionaen los ríos— custodian supuestamentelas lanchas que entran y salen de la ciu-dad, el contrabando parece inevitable:incontables los kilómetros cuadrados

    Bolivia es estratégico, el corazón deSudamérica y está al lado del Brasil. Lasorganizaciones criminales en puntos fronterizosestán cada vez con mayores capitales e inclusomejor apoyados logísticamente

    Felipe Cásares, viceministro de Defensa Social de Bolivia

    de nada —campos de pasto, mangales,casuchas abandonadas— que rodean elpueblo, así como las barcas que entrany salen del puerto.

    Sentado en el patio trasero de la casa,junto a un guayabo y un perro con losojos llenos de garrapatas, Pedro diceque durante su última etapa en el ne-gocio mandó cientos de kilos de cocaal otro lado del Mamoré. “Llegué a mo-ver 160 kilos al mes y ganaba unos 15mil dólares”. Después Pedro se mudóa Santa Cruz, la ciudad más importantedel oriente. Trabajó en una cadena deacopio, embalaje y camuflaje de cocaí-

    M I L I TA R E S .erradicando hoja de coca enel Chapare, la principal zonade producción de Bolivia

  • 3325 DE MAYO DE 2014 DOMINGO

    [ BOLIVIA ]

    FOTO

    S: A

    LEJA

    ND

    RA S

    ÁN

    CHEZ

    INSU

    NZA

    na dirigida por un grupo brasileño. Es-condían la droga en vehículos LandCruiser, un modelo que traía de serieun escondrijo ideal: “Ahí metíamoshasta 60 kilos y los mandábamos a Bra-sil —recuerda divertido—, entonces pa-sábamos unos 300 al mes”.

    En los años que refiere Pedro, a fi-nales de la década de los 80, Santa Cruzse convertía en la ciudad que es hoy,un punto rojo del narcotráfico. El pa-sado 13 de mayo, la policía incautó 120kilos de cocaína en la ciudad, una avio-neta, y desmanteló dos laboratorios deprocesado. Cuatro días antes decomi-só 783 kilos en dos camiones. Haceapenas tres años, las autoridades apre-saron al rey de la coca en la frontera,Maximiliano Dorado, cerca del centro.“Max” traficaba desde Guayaramerín,hoy cumple condena en Brasil por trá-fico de droga, asesinato, crímenes con-tra el sistema financiero y lavado de

    dinero. “Su lema era ‘ni mentiras ni la-drones’. El robo era casi muerte”, re-cuerda Pedro, de quien su banda enSanta Cruz cayó casi un año despuésde empezar a trabajar con ellos. La po-licía desbarató el centro de acopio y élescapó. Hasta que un día un brasileñotocó a su puerta ofreciéndole volver atrabajar, ahora desde Guayamerín, aco-piando la droga de ese lado del Mamo-ré y organizando envíos a Guajara-Mí-rim. La coca le llegaba del Perú; Bolivia,en la frontera, era el centro de acopio.Los tumbes —robos de droga— le ha-cían estar siempre alerta. Pedro habíasufrido un ataque una vez mientrasmandaba una partida: una cicatriz enla cara, producto de un culatazo le re-cordaba la necesidad imperiosa de serinvisible para policía y tumbadores. “Lapolicía se hace la ciega, la sorda”, dicecon la convicción del que conoce el ne-gocio, “La poli protege al traficante, al

    Política antidrogas en BoliviaComo parte de su programa de erradicación, la idea es dejar unas 14 mil hectáreasde hoja de coca para su uso tradicional, es decir, para el acullicu “masticado”,así como para la elaboración de té, jabón y otros productos

    mafioso, le da protección, cobertura”.Días después de hablar con Pedro, en

    un despacho con las ventanas tapadas,el jefe de la Fuerza de Lucha contra elNarcotráfico (FELCC) en Guayarame-rín contaba una anécdota de trabajocon cara de frustración. “Hace un tiem-po agarramos a un narco colombianoy él mismo lo dijo: ‘Vinimos a tu paísporque no hay tanto control’”. Hace unpar de meses, dos brasileños fueronasesinados después de atacar la sedede la FELCC para rescatar a un cóm-plice acusado de tráfico de drogas.

    A Pedro nunca lo detuvieron. Si sesalió, dice, no fue por la policía sino porlos tumbadores: un primo sicario leempezó a extorsionar. Su grupo no te-nía altercados. Pedro organizaba, teníacuidado, buscaba puntos de salida enlos alrededores de Guayaramerín, tro-chas de tierra que conducían al río. Car-gaba una barquita y vadeaba el Mamo-ré esperando al balsero del otro lado. Alomprobar que su contacto de Guaja-ra-Mírim tomaba posesión de la drogase volvía. Así una y otra vez. Luego lle-gó su primo el sicario. “Empezó a ha-cerme maldades, vivía de eso. Me decía‘o me das o te denuncio’. Coincidió quea los del otro lado les agarraron un car-gamento y el flujo bajó. Aproveché yme salí. Vi el final de mi vida”.

    COCA: SIETE VECES MÁSUna treintena de militares están for-mados en línea horizontal para atacara un enemigo inmóvil. Solo esperan laorden de su general para salir dispa-rados contra los miles que están en elfrente contrario. Su adversario no semueve, no es peligroso, pero es difícilde aniquilar porque siempre hay más.Al escuchar el grito del general, los sol-dados se enfrentan a miles de plantasde hoja de coca. Corren deprisa, ma-chete en mano, para destrozarlas. “At a -car, atacar, a matar”, se animan unos a

  • 32 25 DE MAYO DE 2014DOMINGO

    mensualmente a Brasil y Europa.“Se ha convertido en un país de trán-

    sito, hace 10 años el principal problemaera la producción de droga, que siguesiendo latente”, afirma el representan-te de la Unión Europea en Bolivia, Ni-cholas Haunsmann. Bolivia es el tercerproductor mundial de hoja de coca de-trás de Perú y Colombia. Alimenta des-de hace años la demanda de Brasil, se-gundo consumidor mundial de cocaí-na y derivados luego de Estados Uni-dos. Entre 2006 y 2013, el Gobiernoboliviano decomisó 209 toneladas decocaína, el triple que en los siete añosanteriores. El año pasado, la policía in-cautó 32 toneladas de pasta base en elpaís. Hace unos meses, las autoridadesbrasileñas interceptaron un cargamen-to de 3.7 toneladas de coca en el puertode Santos, cerca de Sao Paulo, cuyodestino era el mercado europeo. Ladroga venía de Bolivia.

    Entre ambos países se extienden 3mil 420 kilómetros de frontera, 235

    más de los que separan a México de suvecino del norte. En el caso de Boliviay Brasil la frontera es siempre boscosa,tupida, una maraña de esteros yafluentes que dificulta la vigilancia. Se-gún el viceministro de Defensa Social,Felipe Cáceres, sólo hay unos 80 efec-tivos vigilando la frontera del lado bo-liviano. Guayaramerín integra esa ma-raña. Aunque la policía y la fuerza navalboliviana —que a falta de mar funcionaen los ríos— custodian supuestamentelas lanchas que entran y salen de la ciu-dad, el contrabando parece inevitable:incontables los kilómetros cuadrados

    Bolivia es estratégico, el corazón deSudamérica y está al lado del Brasil. Lasorganizaciones criminales en puntos fronterizosestán cada vez con mayores capitales e inclusomejor apoyados logísticamente

    Felipe Cásares, viceministro de Defensa Social de Bolivia

    de nada —campos de pasto, mangales,casuchas abandonadas— que rodean elpueblo, así como las barcas que entrany salen del puerto.

    Sentado en el patio trasero de la casa,junto a un guayabo y un perro con losojos llenos de garrapatas, Pedro diceque durante su última etapa en el ne-gocio mandó cientos de kilos de cocaal otro lado del Mamoré. “Llegué a mo-ver 160 kilos al mes y ganaba unos 15mil dólares”. Después Pedro se mudóa Santa Cruz, la ciudad más importantedel oriente. Trabajó en una cadena deacopio, embalaje y camuflaje de cocaí-

    M I L I TA R E S .Erradicación de hoja de coca enel Chapare, la principal zonade producción de Bolivia

  • 34 25 DE MAYO DE 2014DOMINGO

    otros. En menos de 20 minutos acabancon todo lo que hay a su paso. Una poruna, cortan hojas, ramas y troncos. Enuna segunda ronda, con una especie depala acaban con las raíces para que novuelvan a crecer. Los campesinos, due-ños de esa hectárea, observan desdelejos como mueren las plantas que hansembrado desde hace meses y que yamiden más de un metro de altura.

    Esta es sólo una de las 25 mil hec-táreas de hoja de coca que hay en Bo-livia. El Ejército ha ganado esta batallaen Chimoré, una región ubicada en ElChapare, la mayor zona cocalera de Bo-livia, donde fue líder el presidente EvoMorales. El gobierno pretende erradi-car unas 3 mil hectáreas al año comoparte de su política antidrogas. “Un 94por ciento de la hoja de coca producidaen el Chapare no pasa por los canaleslegales y en el caso de Los Yungas esde un 65 por ciento”, afirma Cesar Gue-des, representante hasta hace poco enBolivia de la Oficina de las NacionesUnidas contra la Droga y el Delito(UNODC por sus siglas en inglés).

    Los Yungas, a hora y media de La Paz,es una región de precipicios y planta-ciones de coca a unos 1,000 metros dealtura. La coca se ha convertido casi enun monocultivo al ser una de las doszonas con licencia para plantarla. EnBolivia, la hoja de coca es ancestral. Loscampesinos siempre han trabajado ensus campos pero con los años se havuelto cada más rentable, ya que sucosecha da cuatro veces al año y se pa-ga mejor: 50 kilos de café cuestan 400bolivianos (60 dólares), mientras quepor la misma cantidad de hoja de coca,una persona puede ganar casi siete ve-ces más, alrededor de unos 3 mil bo-livianos (430 dólares), además, estamala hierba aguanta todo tipo de in-clemencias a lo largo del año.

    La producción es mayor que el con-sumo aunque todos sus habitantes FO

    TOS:

    ALE

    JAN

    DRA

    NCH

    EZ IN

    ZUN

    ZA

  • 3525 DE MAYO DE 2014 DOMINGO

    [ BOLIVIA ]

    209to n e l a d a sde cocaína

    decomisó elgobiernoboliviano

    (2006-2013)

    2014la policíade Boliviaincautó 32

    toneladas depasta base

    acostumbran mascar grandes cantida-des de coca, remedio clásico contra elmal de altura. “Si alguien compra no-sotros no hacemos preguntas”, asegu-ra Desiderio, un agricultor de Tocaña,región afroboliviana en la que sus ha-bitantes fueron sometidos a condicio-nes de esclavitud hasta la reforma agra-ria de 1953. Los tés, el picheo y sobretodo la venta de la planta es una postalcasi permanente en este pueblo.

    En el Chapare, una región más tro-pical, cerca de Cochabamba, se con-centra el 50 por ciento de la produc-ción de hoja de coca, en Los Yungas, el49 por ciento, y a las afueras de La Pazhay una pequeña región cocalera queconcentra el 1 por ciento restante.

    Es en la frontera y la región amazó-nica donde principalmente se llega aprocesar la hoja de coca en cocaína enpozos de maceración y a lo largo delpaís han surgido diversas rutas en lasque operan colombianos, peruanos ybrasileños en conjunto con clanes bo-livianos. El gobierno reconoce la pre-sencia de grupos criminales brasileñoscomo el Primer Comando Capital enestas zonas, que transportan la drogaque va a Brasil y después a Europa.

    “Brasil se ha convertido en el mer-cado más importante de la cocaína bo-liviana. Si llega a Europa para los narcoses mejor, si llega a Brasil se dan porsatisfechos. El mercado europeo esmas lucrativo pero más riesgoso. Paraabastecer al mercado brasileño sólohay que cruzar la frontera y voilá, ahíestá”, indica Guedes, ahora represen-tante de la ONU en Paquistán. Solo un1 por ciento de la droga que se produceen Bolivia, añade, se dirige a EU.

    Brasil, es según la UNODC, el “McDo-nald’s de la droga”. La pasta base y elcrack se venden en las favelas en ciu-dades como Sao Paulo, Río de Janeiro,Bahía y Porto Alegre en grandes can-tidades a un precio muy barato. “Es el

    groso del mercado de la droga bolivia-n a”, apunta Guedes. Antes la hoja decoca no se procesaba en Bolivia, ahoraya sale como cocaína, en pasta base ocomo “agua rica”, como se le llama a lacocaína líquida en la frontera.

    “Ahora muelen las hojas, las metenen unos recipientes, usan el combus-tible, el precursor y listo. Lo que antesera con pozas, cerca de los ríos —por ela gu a —, hoy día son fábricas móviles alestilo colombiano. Antes sacaban 1 kilode 350 libras de hoja de coca seca; aho-ra sacan dos”, indica el viceministro deDefensa Social, Felipe Cáceres.

    En 2009, el gobierno de Evo Moralesaprobó un estudio de la Unión Europeapara saber a ciencia cierta qué cantidadde hoja de coca se destinaba al narco-tráfico y cuánto se necesitaba para elcultivo tradicional. Los resultados de lainvestigación no han sido difundidosporque las autoridades bolivianas con-sideraron que los datos eran inconsis-tentes y el estudio sigue en proceso, loque ha levantado sospecha entre la co-munidad internacional sobre la falta detransparencia del gobierno boliviano.

    Durante el gobierno de Morales, EUredujo casi en un 90 por ciento su ayu-da antidrogas al país latinoamericano.“Bolivia es estratégico porque es el co-razón de Sudamérica y está al lado delBrasil. Las organizaciones criminalesen puntos fronterizos están cada vezcon mayores capitales e incluso mejorapoyados logísticamente. A veces porla falta de apoyo, hay operativos queconcluyen sin detención ni incauta-ción de un sólo gramo de pasta base dec o c a í n a”, admite el viceministro.

    El gobierno ha aumentado el núme-ro de erradicaciones en las zonas co-caleras. En los operativos, abiertos alpúblico y la prensa, el presidente nor-malmente da un discurso sobre sunueva política antidrogas, que le hacausado la oposición de algunos sec-

    2014a u to r i d a d e s

    brasileñasi n te r c e p t a n

    cargamento de3.7 toneladas decoca, en Santos,

    Sao Paolo(Brasil). La droga

    provenía deBolivia

    NUEVA CRUZADAEn 2012, la administración boliviana emprendió una nuevalucha contra el narcotráfico sin el apoyo de EU. Cuatroaños antes, el presidente Evo Morales expulsó a la DEA,acusándola de “espionaje político”, por lo que comenzópor su cuenta una política de erradicación para disminuirla cantidad de hoja de coca que es utilizada para elnarcotráfico en las dos regiones de mayor producción: elChapare y Los Yungas

  • 36 25 DE MAYO DE 2014DOMINGO

    tores cocaleros, sobre todo en Los Yun-gas, y después un grupo de militares dela Fuerza de Tarea se enfrentan a unao media hectárea de cocales. Está ar-mado para las cámaras. Los militares seapoyan unos a otros y corren como sise tratara de un concurso para arrancarplantas. Alrededor de la hectárea es-cogida, quedan cientos más y sólo enese pedazo de tierra quedan las raícesarrancadas y las hojas de los árbolesdesperdigadas. Los campesinos quenormalmente son afectados por el pro-grama, vuelven a cosechar la coca.

    El sicariato es pan de cada día... Do-rian Arias estaba al aire en su programaen Radio Bambú cuando un hombreensangrentado entró corriendo a la es-tación para esconderse de un par desicarios que lo perseguían. “Había ro-bado una droga, la traía en el bolsillo yentró corriendo y se metió a un cuarto”,cuenta el periodista, que en esos mo-mentos entrevistaba al alcalde y al jefede la policía en la habitación contiguade lo que es su casa, estudio de tele-visión y estación de radio. Cuando susasistentes le avisaron, Arias se asomóy le dijo al hombre que se fuera. Mi-nutos más tarde, llegaron los sicarios.“O nos lo entregas o entramos y lo ma-tamos ahí mismo”, le dijeron. Al saberque el jefe de la policía estaba al lado,los hombres no tuvieron más remedioque marcharse y el herido se fue. “Pro-bablemente lo agarraron después por-que lo estaban esperando”, remata re-signado Arias, uno de los periodistasmás conocidos en la región.

    Bolivia es uno de los países con me-nor índice de asesinatos en AméricaLatina —7.7 por cada 100 mil habitan-tes—, pero en los últimos años los ho-micidios subieron 12 por ciento, sobretodo en las regiones fronterizas conBrasil. En 2013 la concejala de la opo-sición Dagimar Rivera fue asesinadaun lunes en un karaoke, supuestamen-

    te tras haber realizar denuncias pormalversación de fondos y corrupcióncontra la alcaldía de Guayaramerín.

    “Los brasileños pasan de ese lado pa-ra matar y comprar”, dice Arias al lle-varnos en su viejo coche por la ciudad.Son caminos polvosos, de tierra roja,por donde pasan contrabandistas y tra-ficantes en la noche, rutas conocidaspor los vecinos, pero a las que nadie seacerca. Conduce por las carreteras va-cías, donde en las madrugadas lleganlos coches o las motos cargados de dro-ga y después la cargan en canoas quecruzan al otro lado del río. Pasa por elCarmen, el “barrio rojo”, donde no en-tra la policía y se esconden los sicarios.Algunos de ellos se asoman al ver elcoche, mostrando sus tatuajes y cade-nas de oro. “Hace unos años matarona un niño en un ajuste de cuentas”, co-menta este regordete de pelo cano, alseñalar las casas coloridas de los nar-cos más famosos. “Los domingos”,agrega su esposa Chavela, “el padresiempre habla de los asesinatos y lossucesos de la semana y los narcos vanahí a golpearse el pecho”. El coche tran-sita también por los barrios dominados

    por las pandillas, que al estilo centroa-mericano, se enfrentan unas a otras ydominan las calles a través de sus graf-fitis: Diablos Rojos, Los Chiflados y Ex-traterrestres son los nombres más co-munes en las paredes. Al terminar elrecorrido, Arias da vueltas con el cochepor las dos plazas principales de la ciu-dad, frente a las tiendas que proliferanen el centro. Se ven decenas de cartelesanunciando la candidatura a alcalde deJessica Jordan, ex Miss Bolivia. Ningúncandidato mencionó la palabra narco-tráfico durante su campaña.

    “Es una frontera lejana y remota,abandonada. Comparable a México yEU en que son pares de ciudades comoTijuana-San Diego, Reynosa-McAllen,pero estos lugares (Guayarame-rín-Guajara Mírim o San Matías-Cáce-res) viven casi exclusivamente de la ac-tividad ilícita, contrabando de alimen-tos, gasolina, vehículos, personas, ynarcotráfico. Son poblaciones conflic-tivas, donde actúa la mafia sin controla l gu n o ”, afirma Cesar Guedes.

    En Guayaramerín los coches “c hu -tos” —robados, sin placas— giran com-pulsivamente alrededor de las plazas.“Es común intercambiar coches pord r o ga”, comenta Dorian Arias. Según laFELCC, a lo largo de la frontera se en-cuentran decenas de narcopistas yavionetas no identificadas. Gran partede la cocaína pasa como “agua rica”,luego transformada en pasta base en laRondonia brasileña.

    “Guayamerín es un punto de acopio.Nosotros nos encontramos con drogaen verduras, pelotas, electrónicos, pa-pas, muebles, peluches y sardinas. Haytragones y personas que se la adhierenal cuerpo. Tenemos que cazarlos por-que desde que salió la DEA se redujoel armamento, el equipo y el personala la mitad”, dice el teniente Choque dela FELCC, quien asegura, a veces ni si-quiera hay combustible suficiente.

    C O T I D I A N O.El sicariato y losajustes de cuentasse han convertidoen fenómenocomún en elMamoré, debidoa la presencia dela Coca

  • 3725 DE MAYO DE 2014 DOMINGO

    Esta serie obtuvo el Premio Ortega y Gassetde Periodismo 2014 y fue finalistadel Premio Gabriel García Márquez

    de Periodismo 2013

    [ BOLIVIA ]

    ALEJANDRA S. INZUNZA, PABLO FERRI yJOSÉ LUIS PARDO comenzaron en 2011 un recorridoen automóvil por América Latina del que “D o m i n g o” hapublicado esta serie de reportajes sobre narcotráfico en laregión. Son periodistas de ruta haciendo periodismoambulante. Síguelos a través de Twitter: @Dromomanos

    “Brasil se ha convertido enel mercado más importante dela cocaína boliviana

    Cesar Guedes, representante de la UNODC

    BAILANDO O MURIENDOLas pandillas han proliferado en lafrontera. Según Gregorio Quiroz, direc-tor de la Defensoría de la Niñez de Ri-beralta, una ciudad fronteriza a mediahora de Guayaramerín, existen en lazona unas 20 pandillas diferentes.

    El chico se hace llamar Pilingo y haceunos años era un Extraterrestre, es de-cir, un miembro de un grupo delin-cuencial que llegó a tener hasta 200integrantes. “La mitad ya está presa om u e r t a”, dice el joven de 23 años.

    Todo empezó bailando, a los 11 años.“Ninguno de nosotros era normal. Sietebailábamos hip hop, pop latino, robo-tizado. Teníamos un don. Queríamoshacer una academia, pero necesitába-mos dinero. No nos sentíamos capacesy teníamos miedo. Ganamos variosconcursos, pero otros nos tenían en-vidia y empezaron los problemas”, diceel Extraterrestre. La droga tocó a suspuertas. Según Pilingo, ya retirado, enaquel momento, no había otra formade vivir. Hace meses busca trabajo enuna constructora, sin éxito. “Comprá-bamos la base y hacíamos la coca. Loscolombianos nos enseñaron. Nos ma-taron a 10 maifrens en ese tiempo... nose puede confiar en los brasileños. Siandas con quemado, acabas quema-do”, expresa el joven de casi 2 metrosy semblante esquelético. De sus brazosresaltan decenas de tatuajes que ex-plica uno por uno: un infierno, un ce-menterio y un portón con el diablo,también un borracho y un conejo de lamuerte, el número 666 y a la muertesola en el brazo izquierdo.

    A su primo lo reclutaron los grupos

    brasileños. Llevaba droga desde SantaCruz a Italia, España y Portugal. Cadaviaje costaba 15 mil dólares y la drogase vendía en 60. “A mi me daba un malpresentimiento”, cuenta Pilingo,acompañado de su novia en las ofi-cinas de Jimmy, un hombre que ayu-da a jóvenes que quieren salir de si-tuaciones de violencia. Su hermanatambién estuvo involucrada y un día,en una redada en la casa en Los Al-mendros, donde se reunían, la des-cubrieron con 1 kilo. “Traicionó a miprimo, lo inculpó. Ahora está en unacárcel en Sao Paulo, cuando salga seva a vengar”, dice el ex pandillero,quien siempre iba armado con unapistola calibre 38 o 22 por los posiblesenfrentamientos.

    Un día, un grupo de brasileños per-siguió a Pilingo y a su grupo inten-tando hacerles un tumbe de droga,aunque ellos transportaban armasen ese momento. “Eran cinco motoscontra dos”, recuerda. El joven de-cidió dejar la pandilla después deembarazar a su novia. La mayor par-te de la banda empezó a caer y ac-tualmente, dice, sólo quedan los “c a-c h o r r it o s ”, niños de 15 y 16 años si-leña, los jóvenes cruzan la fronteracon bolsitas de pasta basa que ven-den en cinco bolivianos (casi 10 pe-sos mexicanos).

    “Si seguía ahí, todo iba a acabar mal.Me cansé de que la policía me inte-rrogara, de no poder confiar en nadiey que un día me agarrarán o me ma-taran. Si te botan al río, nadie te en-c u e n t ra”. Con información de JoséLuis Pardo.FO

    TOS:

    ALE

    JAN

    DRA

    NCH

    EZ IN

    SUN

    ZA

  • 36 25 DE MAYO DE 2014DOMINGO

    tores cocaleros, sobre todo en Los Yun-gas, y después un grupo de militares dela Fuerza de Tarea se enfrentan a unao media hectárea de cocales. Está ar-mado para las cámaras. Los militares seapoyan unos a otros y corren como sise tratara de un concurso para arrancarplantas. Alrededor de la hectárea es-cogida, quedan cientos más y sólo enese pedazo de tierra quedan las raícesarrancadas y las hojas de los árbolesdesperdigadas. Los campesinos quenormalmente son afectados por el pro-grama, vuelven a cosechar la coca.

    El sicariato es pan de cada día... Do-rian Arias estaba al aire en su programaen Radio Bambú cuando un hombreensangrentado entró corriendo a la es-tación para esconderse de un par desicarios que lo perseguían. “Había ro-bado una droga, la traía en el bolsillo yentró corriendo y se metió a un cuarto”,cuenta el periodista, que en esos mo-mentos entrevistaba al alcalde y al jefede la policía en la habitación contiguade lo que es su casa, estudio de tele-visión y estación de radio. Cuando susasistentes le avisaron, Arias se asomóy le dijo al hombre que se fuera. Mi-nutos más tarde, llegaron los sicarios.“O nos lo entregas o entramos y lo ma-tamos ahí mismo”, le dijeron. Al saberque el jefe de la policía estaba al lado,los hombres no tuvieron más remedioque marcharse y el herido se fue. “Pro-bablemente lo agarraron después por-que lo estaban esperando”, remata re-signado Arias, uno de los periodistasmás conocidos en la región.

    Bolivia es uno de los países con me-nor índice de asesinatos en AméricaLatina —7.7 por cada 100 mil habitan-tes—, pero en los últimos años los ho-micidios subieron 12 por ciento, sobretodo en las regiones fronterizas conBrasil. En 2013 la concejala de la opo-sición Dagimar Rivera fue asesinadaun lunes en un karaoke, supuestamen-

    te tras haber realizar denuncias pormalversación de fondos y corrupcióncontra la alcaldía de Guayaramerín.

    “Los brasileños pasan de ese lado pa-ra matar y comprar”, dice Arias al lle-varnos en su viejo coche por la ciudad.Son caminos polvosos, de tierra roja,por donde pasan contrabandistas y tra-ficantes en la noche, rutas conocidaspor los vecinos, pero a las que nadie seacerca. Conduce por las carreteras va-cías, donde en las madrugadas lleganlos coches o las motos cargados de dro-ga y después la cargan en canoas quecruzan al otro lado del río. Pasa por elCarmen, el “barrio rojo”, donde no en-tra la policía y se esconden los sicarios.Algunos de ellos se asoman al ver elcoche, mostrando sus tatuajes y cade-nas de oro. “Hace unos años matarona un niño en un ajuste de cuentas”, co-menta este regordete de pelo cano, alseñalar las casas coloridas de los nar-cos más famosos. “Los domingos”,agrega su esposa Chavela, “el padresiempre habla de los asesinatos y lossucesos de la semana y los narcos vanahí a golpearse el pecho”. El coche tran-sita también por los barrios dominados

    por las pandillas, que al estilo centroa-mericano, se enfrentan unas a otras ydominan las calles a través de sus graf-fitis: Diablos Rojos, Los Chiflados y Ex-traterrestres son los nombres más co-munes en las paredes. Al terminar elrecorrido, Arias da vueltas con el cochepor las dos plazas principales de la ciu-dad, frente a las tiendas que proliferanen el centro. Se ven decenas de cartelesanunciando la candidatura a alcalde deJessica Jordan, ex Miss Bolivia. Ningúncandidato mencionó la palabra narco-tráfico durante su campaña.

    “Es una frontera lejana y remota,abandonada. Comparable a México yEU en que son pares de ciudades comoTijuana-San Diego, Reynosa-McAllen,pero estos lugares (Guayarame-rín-Guajara Mírim o San Matías-Cáce-res) viven casi exclusivamente de la ac-tividad ilícita, contrabando de alimen-tos, gasolina, vehículos, personas, ynarcotráfico. Son poblaciones conflic-tivas, donde actúa la mafia sin controla l gu n o ”, afirma Cesar Guedes.

    En Guayaramerín los coches “c hu -tos” —robados, sin placas— giran com-pulsivamente alrededor de las plazas.“Es común intercambiar coches pord r o ga”, comenta Dorian Arias. Según laFELCC, a lo largo de la frontera se en-cuentran decenas de narcopistas yavionetas no identificadas. Gran partede la cocaína pasa como “agua rica”,luego transformada en pasta base en laRondonia brasileña.

    “Guayamerín es un punto de acopio.Nosotros nos encontramos con drogaen verduras, pelotas, electrónicos, pa-pas, muebles, peluches y sardinas. Haytragones y personas que se la adhierenal cuerpo. Tenemos que cazarlos por-que desde que salió la DEA se redujoel armamento, el equipo y el personala la mitad”, dice el teniente Choque dela FELCC, quien asegura, a veces ni si-quiera hay combustible suficiente.

    C O T I D I A N O.El sicariato y losajustes de cuentasse han convertidoen fenómenocomún en elMamoré, debidoa la presencia dela coca

    25_05_2014 DOMINGO-122 25_05_14P3025_05_2014 DOMINGO-122 25_05_14P3125_05_2014 DOMINGO-122 25_05_14P32-3325_05_2014 DOMINGO-122 25_05_14P3225_05_2014 DOMINGO-122 25_05_14P3425_05_2014 DOMINGO-122 25_05_14P3525_05_2014 DOMINGO-122 25_05_14P36-3725_05_2014 DOMINGO-122 25_05_14P36

    /ColorImageDict > /JPEG2000ColorACSImageDict > /JPEG2000ColorImageDict > /AntiAliasGrayImages false /DownsampleGrayImages true /GrayImageDownsampleType /Bicubic /GrayImageResolution 300 /GrayImageDepth -1 /GrayImageDownsampleThreshold 1.50000 /EncodeGrayImages true /GrayImageFilter /DCTEncode /AutoFilterGrayImages true /GrayImageAutoFilterStrategy /JPEG /GrayACSImageDict > /GrayImageDict > /JPEG2000GrayACSImageDict > /JPEG2000GrayImageDict > /AntiAliasMonoImages false /DownsampleMonoImages true /MonoImageDownsampleType /Bicubic /MonoImageResolution 1200 /MonoImageDepth -1 /MonoImageDownsampleThreshold 1.50000 /EncodeMonoImages true /MonoImageFilter /CCITTFaxEncode /MonoImageDict > /AllowPSXObjects false /PDFX1aCheck false /PDFX3Check false /PDFXCompliantPDFOnly false /PDFXNoTrimBoxError true /PDFXTrimBoxToMediaBoxOffset [ 0.00000 0.00000 0.00000 0.00000 ] /PDFXSetBleedBoxToMediaBox true /PDFXBleedBoxToTrimBoxOffset [ 0.00000 0.00000 0.00000 0.00000 ] /PDFXOutputIntentProfile (None) /PDFXOutputCondition () /PDFXRegistryName (http://www.color.org) /PDFXTrapped /Unknown

    /Description >>> setdistillerparams> setpagedevice

    /ColorImageDict > /JPEG2000ColorACSImageDict > /JPEG2000ColorImageDict > /AntiAliasGrayImages false /DownsampleGrayImages true /GrayImageDownsampleType /Bicubic /GrayImageResolution 300 /GrayImageDepth -1 /GrayImageDownsampleThreshold 1.50000 /EncodeGrayImages true /GrayImageFilter /DCTEncode /AutoFilterGrayImages true /GrayImageAutoFilterStrategy /JPEG /GrayACSImageDict > /GrayImageDict > /JPEG2000GrayACSImageDict > /JPEG2000GrayImageDict > /AntiAliasMonoImages false /DownsampleMonoImages true /MonoImageDownsampleType /Bicubic /MonoImageResolution 1200 /MonoImageDepth -1 /MonoImageDownsampleThreshold 1.50000 /EncodeMonoImages true /MonoImageFilter /CCITTFaxEncode /MonoImageDict > /AllowPSXObjects false /PDFX1aCheck false /PDFX3Check false /PDFXCompliantPDFOnly false /PDFXNoTrimBoxError true /PDFXTrimBoxToMediaBoxOffset [ 0.00000 0.00000 0.00000 0.00000 ] /PDFXSetBleedBoxToMediaBox true /PDFXBleedBoxToTrimBoxOffset [ 0.00000 0.00000 0.00000 0.00000 ] /PDFXOutputIntentProfile (None) /PDFXOutputCondition () /PDFXRegistryName (http://www.color.org) /PDFXTrapped /Unknown

    /Description >>> setdistillerparams> setpagedevice

    /ColorImageDict > /JPEG2000ColorACSImageDict > /JPEG2000ColorImageDict > /AntiAliasGrayImages false /DownsampleGrayImages true /GrayImageDownsampleType /Bicubic /GrayImageResolution 300 /GrayImageDepth -1 /GrayImageDownsampleThreshold 1.50000 /EncodeGrayImages true /GrayImageFilter /DCTEncode /AutoFilterGrayImages true /GrayImageAutoFilterStrategy /JPEG /GrayACSImageDict > /GrayImageDict > /JPEG2000GrayACSImageDict > /JPEG2000GrayImageDict > /AntiAliasMonoImages false /DownsampleMonoImages true /MonoImageDownsampleType /Bicubic /MonoImageResolution 1200 /MonoImageDepth -1 /MonoImageDownsampleThreshold 1.50000 /EncodeMonoImages true /MonoImageFilter /CCITTFaxEncode /MonoImageDict > /AllowPSXObjects false /PDFX1aCheck false /PDFX3Check false /PDFXCompliantPDFOnly false /PDFXNoTrimBoxError true /PDFXTrimBoxToMediaBoxOffset [ 0.00000 0.00000 0.00000 0.00000 ] /PDFXSetBleedBoxToMediaBox true /PDFXBleedBoxToTrimBoxOffset [ 0.00000 0.00000 0.00000 0.00000 ] /PDFXOutputIntentProfile (None) /PDFXOutputCondition () /PDFXRegistryName (http://www.color.org) /PDFXTrapped /Unknown

    /Description >>> setdistillerparams> setpagedevice

    /ColorImageDict > /JPEG2000ColorACSImageDict > /JPEG2000ColorImageDict > /AntiAliasGrayImages false /DownsampleGrayImages true /GrayImageDownsampleType /Bicubic /GrayImageResolution 300 /GrayImageDepth -1 /GrayImageDownsampleThreshold 1.50000 /EncodeGrayImages true /GrayImageFilter /DCTEncode /AutoFilterGrayImages true /GrayImageAutoFilterStrategy /JPEG /GrayACSImageDict > /GrayImageDict > /JPEG2000GrayACSImageDict > /JPEG2000GrayImageDict > /AntiAliasMonoImages false /DownsampleMonoImages true /MonoImageDownsampleType /Bicubic /MonoImageResolution 1200 /MonoImageDepth -1 /MonoImageDownsampleThreshold 1.50000 /EncodeMonoImages true /MonoImageFilter /CCITTFaxEncode /MonoImageDict > /AllowPSXObjects false /PDFX1aCheck false /PDFX3Check false /PDFXCompliantPDFOnly false /PDFXNoTrimBoxError true /PDFXTrimBoxToMediaBoxOffset [ 0.00000 0.00000 0.00000 0.00000 ] /PDFXSetBleedBoxToMediaBox true /PDFXBleedBoxToTrimBoxOffset [ 0.00000 0.00000 0.00000 0.00000 ] /PDFXOutputIntentProfile (None) /PDFXOutputCondition () /PDFXRegistryName (http://www.color.org) /PDFXTrapped /Unknown

    /Description >>> setdistillerparams> setpagedevice

    /ColorImageDict > /JPEG2000ColorACSImageDict > /JPEG2000ColorImageDict > /AntiAliasGrayImages false /DownsampleGrayImages true /GrayImageDownsampleType /Bicubic /GrayImageResolution 300 /GrayImageDepth -1 /GrayImageDownsampleThreshold 1.50000 /EncodeGrayImages true /GrayImageFilter /DCTEncode /AutoFilterGrayImages true /GrayImageAutoFilterStrategy /JPEG /GrayACSImageDict > /GrayImageDict > /JPEG2000GrayACSImageDict > /JPEG2000GrayImageDict > /AntiAliasMonoImages false /DownsampleMonoImages true /MonoImageDownsampleType /Bicubic /MonoImageResolution 1200 /MonoImageDepth -1 /MonoImageDownsampleThreshold 1.50000 /EncodeMonoImages true /MonoImageFilter /CCITTFaxEncode /MonoImageDict > /AllowPSXObjects false /PDFX1aCheck false /PDFX3Check false /PDFXCompliantPDFOnly false /PDFXNoTrimBoxError true /PDFXTrimBoxToMediaBoxOffset [ 0.00000 0.00000 0.00000 0.00000 ] /PDFXSetBleedBoxToMediaBox true /PDFXBleedBoxToTrimBoxOffset [ 0.00000 0.00000 0.00000 0.00000 ] /PDFXOutputIntentProfile (None) /PDFXOutputCondition () /PDFXRegistryName (http://www.color.org) /PDFXTrapped /Unknown

    /Description >>> setdistillerparams> setpagedevice

    /ColorImageDict > /JPEG2000ColorACSImageDict > /JPEG2000ColorImageDict > /AntiAliasGrayImages false /DownsampleGrayImages true /GrayImageDownsampleType /Bicubic /GrayImageResolution 300 /GrayImageDepth -1 /GrayImageDownsampleThreshold 1.50000 /EncodeGrayImages true /GrayImageFilter /DCTEncode /AutoFilterGrayImages true /GrayImageAutoFilterStrategy /JPEG /GrayACSImageDict > /GrayImageDict > /JPEG2000GrayACSImageDict > /JPEG2000GrayImageDict > /AntiAliasMonoImages false /DownsampleMonoImages true /MonoImageDownsampleType /Bicubic /MonoImageResolution 1200 /MonoImageDepth -1 /MonoImageDownsampleThreshold 1.50000 /EncodeMonoImages true /MonoImageFilter /CCITTFaxEncode /MonoImageDict > /AllowPSXObjects false /PDFX1aCheck false /PDFX3Check false /PDFXCompliantPDFOnly false /PDFXNoTrimBoxError true /PDFXTrimBoxToMediaBoxOffset [ 0.00000 0.00000 0.00000 0.00000 ] /PDFXSetBleedBoxToMediaBox true /PDFXBleedBoxToTrimBoxOffset [ 0.00000 0.00000 0.00000 0.00000 ] /PDFXOutputIntentProfile (None) /PDFXOutputCondition () /PDFXRegistryName (http://www.color.org) /PDFXTrapped /Unknown

    /Description >>> setdistillerparams> setpagedevice

    /ColorImageDict > /JPEG2000ColorACSImageDict > /JPEG2000ColorImageDict > /AntiAliasGrayImages false /DownsampleGrayImages true /GrayImageDownsampleType /Bicubic /GrayImageResolution 300 /GrayImageDepth -1 /GrayImageDownsampleThreshold 1.50000 /EncodeGrayImages true /GrayImageFilter /DCTEncode /AutoFilterGrayImages true /GrayImageAutoFilterStrategy /JPEG /GrayACSImageDict > /GrayImageDict > /JPEG2000GrayACSImageDict > /JPEG2000GrayImageDict > /AntiAliasMonoImages false /DownsampleMonoImages true /MonoImageDownsampleType /Bicubic /MonoImageResolution 1200 /MonoImageDepth -1 /MonoImageDownsampleThreshold 1.50000 /EncodeMonoImages true /MonoImageFilter /CCITTFaxEncode /MonoImageDict > /AllowPSXObjects false /PDFX1aCheck false /PDFX3Check false /PDFXCompliantPDFOnly false /PDFXNoTrimBoxError true /PDFXTrimBoxToMediaBoxOffset [ 0.00000 0.00000 0.00000 0.00000 ] /PDFXSetBleedBoxToMediaBox true /PDFXBleedBoxToTrimBoxOffset [ 0.00000 0.00000 0.00000 0.00000 ] /PDFXOutputIntentProfile (None) /PDFXOutputCondition () /PDFXRegistryName (http://www.color.org) /PDFXTrapped /Unknown

    /Description >>> setdistillerparams> setpagedevice

    /ColorImageDict > /JPEG2000ColorACSImageDict > /JPEG2000ColorImageDict > /AntiAliasGrayImages false /DownsampleGrayImages true /GrayImageDownsampleType /Bicubic /GrayImageResolution 300 /GrayImageDepth -1 /GrayImageDownsampleThreshold 1.50000 /EncodeGrayImages true /GrayImageFilter /DCTEncode /AutoFilterGrayImages true /GrayImageAutoFilterStrategy /JPEG /GrayACSImageDict > /GrayImageDict > /JPEG2000GrayACSImageDict > /JPEG2000GrayImageDict > /AntiAliasMonoImages false /DownsampleMonoImages true /MonoImageDownsampleType /Bicubic /MonoImageResolution 1200 /MonoImageDepth -1 /MonoImageDownsampleThreshold 1.50000 /EncodeMonoImages true /MonoImageFilter /CCITTFaxEncode /MonoImageDict > /AllowPSXObjects false /PDFX1aCheck false /PDFX3Check false /PDFXCompliantPDFOnly false /PDFXNoTrimBoxError true /PDFXTrimBoxToMediaBoxOffset [ 0.00000 0.00000 0.00000 0.00000 ] /PDFXSetBleedBoxToMediaBox true /PDFXBleedBoxToTrimBoxOffset [ 0.00000 0.00000 0.00000 0.00000 ] /PDFXOutputIntentProfile (None) /PDFXOutputCondition () /PDFXRegistryName (http://www.color.org) /PDFXTrapped /Unknown

    /Description >>> setdistillerparams> setpagedevice