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Brownie Express y el hombre que - De Federico, Antonio.pdf

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  • 2 Distribuidora Internacional de Alimentacin S.A.EspaaNoviembre de 2013

    Depsito Legal: M-30537-2013

    Autor del textoAntonio de Federico

    Autor de la recetaConcha Garca

    Diseo de portadaPouline Atencio

    IlustracionesFelicita Sala

    Editado por Leo Burnett Iberia, S.L., para Distribuidora Internacional de Alimentacin, S.A.Impreso en Madrid, noviembre de 2013 por: Arcrom

    Todos los derechos reservados.

    www.dia.es

  • 3Una iniciativa didctica, til y deliciosa creada por DIA, que surge de la mezcla de dos

    placeres universales: la cocina y la lectura.

    En cada obra de esta coleccin se combinan una receta y una novela distintas. Todas

    comparten la misma particularidad: su doble lectura. Adems, el tiempo que emplears leyendo entre paso y paso de la receta, te

    servir como temporizador de la misma; una buena forma de aprovechar las esperas.

    Despus de leer la novela, este libro te servir de recetario tantas veces como quieras.

    Slo tienes que seguir los prrafos a color. Esperamos que te guste.

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  • 5Era el noveno cumpleaos de Javi y, como casi siempre, lo celebraban solos. Llevaba cuidndolo sola ms de 5 aos y no era fcil. A un trabajo tan poco atractivo como mal remunerado haba que sumarle la naturaleza complicada del chico. La muerte de su padre haba sido difcil para los dos, pero el aumento de la introversin de Javi pareca no tener fin.

    Apart de su mente el recuerdo de los aos felices por un momento y dispuso los ingredientes que necesitaba para hacer el plato favorito de su hijo, l lo llamaba brownie express:

    - 100g de chocolate postres.- 100g de mantequilla.- 100g de azcar moreno.- 100g de harina.- 2 cucharadas de levadura.- 2 huevos batidos.

    Y, por ser una ocasin especial, esta vez aadira 4 onzas de chocolate negro rallado,

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  • 7250g de nata montada y 125g de mermelada de frutas del bosque.

    Le encantaba preparar aquel postre, saba que no le llevara ms de 10 minutos y el resultado siempre era del agrado de ambos.

    Caa la noche y los fulgores que entraban por la ventana anunciaban una buena tormenta, olas intermitentes de luz resaltaban brevemente el brillo de los utensilios que haba sobre la encimera en penumbra:

    - Un plato hondo apto para microondas o un molde de vidrio poco profundo de 20 cms. de dimetro. - Un bol tambin apto para microondas.- Una esptula de goma.- Unas varillas.

    Javi estaba entretenido mirando un lbum de fotos de su infancia. Eso permitira a ngela concentrarse en la preparacin durante un buen rato. Engras el plato y cubri las paredes del mismo con papel encerado. Luego, dispuso el chocolate y la mantequilla

  • 8en el bol. Meti el bol en el microondas y fundi la mezcla a mxima potencia durante 1 minuto aproximadamente.

    Las sombras que los relmpagos proyectaban sobre los azulejos de la cocina parecan, en ocasiones, humanas. Era una sensacin familiar. Desde que muri su marido haba estado muy sola y, sin embargo, nunca lo sinti as. Era como si l nunca se hubiera ido del todo, como si hubiera encontrado la manera de permanecer junto a ella. ngela saba que una afirmacin as era digna de un manicomio, pero no le importaba lo ms mnimo mientras sintiera que l estaba cerca. Necesitaba esa sensacin de seguridad como el aire, fuera o no razonable.

    Mientras esperaba la seal del microondas, la voz de Javi interrumpi el silencio imperante:

    - Mam! la llam.- Dime campen.- Quin es el hombre de gafas que aparece en las fotos?

  • 9- Es el to Jess cario respondi asomndose al saln. Nos hizo mucha compaa cuando pap se fue Te acuerdas?- S! El to Jess!

    Naturalmente Javi no poda acordarse. Solo tena cinco aos cuando conoci a Jess, el hombre que tanto la consol con su amor durante una temporada, pero el nio no era muy dado a conversar y a menudo daba la respuesta ms fcil.

    El sonido del microondas la sac de su reflexin. Sac el bol y mezcl el chocolate y la mantequilla con la esptula de goma. Despus incorpor con las varillas el resto de ingredientes a la mezcla. Los revolvi bien y verti la mezcla sobre el plato hondo. Ya slo quedaba hornearlo en el microondas durante unos 6 minutos a mxima potencia.

    Decidi ir a sentarse con su hijo mientras el electrodomstico haca su trabajo, aunque volvera de vez en cuando para vigilar el chocolate. El fundido en microondas era

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    el secreto de la rapidez de la receta, pero deba aplicarse con cuidado para que no se quemara, abriendo de vez en cuando el microondas hasta que el chocolate quedase fundido.

    Javi segua ensimismado con las fotos.

    Le era sencillo abstraerse, ya fuera con la televisin, con libros o con una simple imagen. Pero esta vez haba algo distinto, estaba plenamente concentrado en una foto concreta, una que le sac ngela la primera vez que le llev a un parque de atracciones. Escudriaba cada centmetro de ella.

    - Qu haces cario? pregunt ngela distendidamente Por qu miras tanto esa foto? Hay ms fotos del parque.- Estoy buscando al to Jess.

    Como ella ya haba asumido, su hijo haba intentado acortar la conversacin anterior, no solo no se acordaba bien del to Jess sino que pareca haber dado por hecho que saldra en todas las fotos.

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    - Pero Javi, el to Jess no puede estar en todas las fotos, solo en algunas.- S, est en todas. Pero en sta todava no le he encontrado.

    La foto retrataba a Javi con un peluche enorme en los brazos, junto a una llamativa fuente. Detrs, fuera de foco, se vean algunas atracciones y decenas de personas que pasaban por all. ngela no dio mucha importancia al comentario de su hijo, pero no le gust. Se haba acostumbrado a que en ocasiones hablara solo y a que se refiriera en plural a cosas que nicamente haba vivido l, utilizando frases como estbamos viendo la tele en vez de estaba viendo la tele, pero por nada del mundo quera que Javi se inventara un padre. Bastante tena ya en el colegio con su insociabilidad.

    Decidi meditar unos segundos qu iba a decirle. Javi nunca se crea nada que no pudiera comprobar por l mismo, as que decidi que lo ms sensato era dejarle buscar a esa persona imaginaria, para despus demostrarle que estaba equivocado.

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    Se levant y se dirigi a la cocina. Quera cerciorarse de que el chocolate no se le haba quemado. Al empujar la puerta de la cocina, sinti una ligersima oposicin que le impidi abrirla del todo, igual que cuando su marido se esconda all para despus darle un susto en forma de abrazo. ngela jams se sorprendi, pero siempre finga el mayor de los terrores cuando l la estrechaba entre sus brazos.

    Abri la puerta del microondas y comprob el chocolate. Todo iba bien y ya haba empezado a fundirse.

    Entonces volvi junto a su hijo sin comprobar la puerta, como siempre. Era perfectamente consciente de que esa pequea fuerza que a veces notaba al abrir una puerta era irreal, fruto de su imaginacin. Cualquier persona habra comprobado que el espacio estaba, efectivamente, vaco, solo por asegurarse. Pero ngela jams lo comprobaba. No quera estropear la sorpresa de su marido. Aunque ya no poda verle, de algn modo saba que estaba all.

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    Cuando entr de nuevo en el saln su hijo la estaba esperando. La miraba atentamente con los ojos de quien ha encontrado lo que buscaba y el lbum, abierto an por la misma pgina, reposaba en su regazo:

    - Ya he encontrado al to Jess dijo Javi esbozando una sonrisa triunfal.- A ver, ensamelo.

    Su paciencia haba merecido la pena, tena a su hijo justo donde quera. La simple comparacin del verdadero to Jess con quien quiera que su hijo hubiera encontrado bastara para sacarle de su error. Pero no fue as.

    - Aqu, mira.

    Javi seal un punto de la foto con su dedo ndice. Era la figura distorsionada de un hombre que caminaba por el parque a unos metros de su hijo. La silueta era muy pequea, ngela se acerc cuanto pudo.

    A pesar de la ausencia de detalles, se apreciaba a un hombre alto y muy delgado.

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    Era moreno, de pelo corto y un reflejo en su cara delataba que llevaba gafas. Fuera quien fuera, ngela no lo haba visto nunca. Caminaba cabizbajo, ligeramente encorvado y con las manos en los bolsillos. Nada raro, aunque no era la actitud propia de una persona en un parque de atracciones infantil. Adems, el hombre estaba solo.

    ngela cogi con dulzura el lbum y busc una foto en la que saliera Jess, para evidenciar el equvoco comparndolas. En un par de segundos encontr una perfecta. En ella, se les vea a los tres frente a la fachada del hotel Mar Azul, en Denia, lugar al que viajaron unos aos atrs de vacaciones. ngela y Jess figuraban a ambos extremos de la foto y Javi, en medio, les daba la mano a los dos.

    - Mira ves? ste es el to Jess dijo ngela sealando la foto.- Ah! comprendi Javi. Yo pensaba que el to Jess era ste.

    Javi seal el interior del hotel, concretamente la recepcin, que poda verse a travs de la puerta de cristal. Apenas se vea nada, la

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    luz del exterior contrastaba con la dbil iluminacin del interior y los reflejos del cristal no ayudaban.

    - Cario aqu no hay nada.- S, tienes que mirar bien. Aqu, mira.

    ngela aguz la vista unos instantes y de repente vio algo. Un reflejo tras el cristal delataba la forma de unas gafas. Una vez identificadas las gafas, era fcil vislumbrar una sombra negra que dibujaba la figura de un hombre alto y muy delgado. Pareca estar totalmente de frente al objetivo, como si los mirara a travs del cristal. Un escalofro le recorri el cuerpo y, casi por instinto, se fij en la foto que vena a continuacin. Era del interior de la habitacin en la que se alojaron, en ella se vea a Javi encima de la cama jugando con Jess. Esta vez, ngela no tuvo que esperar a que su hijo se lo indicara. En el cristal del balcn se reflejaba la otra parte de la habitacin y all, como un espectro, haba un hombre alto y delgado, con gafas de cristal y un moreno pelo corto. Pareca estar mirndolos fijamente.

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    El pnico se apoder de ella y por un momento, olvid que su hijo estaba delante. Comenz a pasar compulsivamente la pginas del lbum en busca de un error, de una escapatoria, de una explicacin racional para aquello. Sin embargo, aqul hombre siempre estaba ah, como una estatua omnipresente en forma de sombra, de reflejo o de transente desenfocado. Y entonces, se dio cuenta. Fue como el crujir de una rama en su cerebro, cuyas astillas saltaron directamente al corazn en forma de punzadas afiladas. Ahora todo tena sentido: las conversaciones individuales de su hijo y su extraa forma de confundir el nos con el me, las sombras que le recordaban a su marido, las puertas que no se abran del todo, la sensacin de compaa Aquel hombre siempre haba estado y lo que era peor, estaba en ese mismo momento.

    El microondas volvi a sonar. El postre estaba listo.

    Se levant con la mirada perdida, caminando hacia la cocina como una autmata. No poda

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    reaccionar, no saba cmo. Con las manos temblorosas sac el plato, lo dej enfriar unos segundos, separ el brownie del bol que actuaba de molde y lo espolvore con el chocolate rallado. Tena el cuerpo en tensin, la mente paralizada y los odos atentos de un gato acorralado cuando lo troce para servir. Le puso mermelada de frutos rojos, que slo aada a veces, y nata ligeramente montada por encima. Cuando regres al saln, Javi ya no estaba.

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