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Siglo nuevo Sn 17 Bullynovios ADEMÁS, SI ELLA NO RESPONDE DE INMEDIATO A SUS EXIGENCIAS, JUAN EXPLOTA COMO UN VOLCÁN. ES POR ELLO, QUE SANDRA VIVE PIDIENDO PERDÓN Y SUPLICANDO OTRA OPORTUNIDAD OPINIÓN / GENIO Y FIGURA GABY VARGAS Twitter: @gaby_vargas “¡ Qué lindo, está siempre atento de mi!”, comen- ta Sandra, quien tiene un mes de andar con Juan. “Es atento, caballeroso y siempre dispuesto a pa- sar tiempo conmigo. Desde que amanezco hasta que me duermo, me llama y me manda mensa- jes, incluso me tengo que bañar con el celular al lado. ¿No es lindo?”. Lo que Sandra ignora es que un hombre inseguro re- curre cual mago a sacar todos sus encantos para atrapar a su presa. Se trata de un control freak, como le llama Trixia Valle en su libro Bullynovios, título que me parece muy atinado y que recomiendo toda joven lo lea. Sandra, como tantas otras niñas, no se da cuenta de que a cambio del baño de atención, ella tiene que contes- tar al momento todos sus mensajes -promedio de cien al día-, subir todas sus fotos a Facebook y no salir con nadie -sea hombre o mujer- que no sea con él. Además, si ella no responde de inmediato a sus exi- gencias, Juan explota como un volcán. Es por ello, que Sandra vive pidiendo perdón y suplicando otra oportuni- dad; se desvive para no hacerlo enojar, una vez que Juan le ha enlistado por horas ‘tooooodo’ lo que él hace por ella. “¿Y tú qué haces Sandraaaaa?”, le espeta, “¡Nada, verdad? Eso es lo que te digo, princesa, sólo quiero que esto fun- cione”, palabras que le responde con actitud de santo. Así, la relación entra poco a poco en el reclamo constan- te, al minimizarla y hacerla sentir menos. Sus peroratas suelen rematar con la frase: “Y con todo eso yo sigo aquí, ehhhhh”. Sandra llega a creerse todas las descalificacio- nes, por lo que llora y le pide perdón de manera constante. En semanas, Juan pasa a agredirla en público y frente a todos sus amigos cada vez que Sandra hace o comenta algo con lo que él no esta de acuerdo. Se levanta del lugar de manera brusca y le dice: “Mejor piensa las cosas… tú no me valoras… así que me voy”. “Noooooo…”, Sandra cae en pánico. Lo persigue, lo jala y lo acorrala, frente a las miradas atónitas de la gente. Por si fuera poco, Juan la cela sin razón, le revisa el celular, redes sociales -incluido su inbox-. Y después de ensañarse y humillarla ante la menor sospecha, le dice: “Sólo te quiero cuidar, porque hay muchos gandayas suel- tos”. En cambio, él sí coquetea abiertamente con cuanta mujer puede, deja huellas evidentes de haber estado con otra y chatea constantemente con “quién sabe quien”. Ante la inseguridad y enojo de Sandra, quien lo cuestio- na, Juan reacciona violentamente: “¡No confías en mi!”, y amenaza con dejarla para siempre. Esta historia que te narro es un compendio -en mis palabras- de un caso real que Trixia plasma en su libro y que me alarmó leer. Mi intención es que otras jóvenes como Sandra, se enteren y conozcan los focos rojos que les advierten de una relación destructiva. Bullynovios abre los ojos para darnos cuenta de que este tipo de relación es una trampa de manipulación, de obsesión, de control, de codependencia, de violencia y de adicción a la relación, que suele caer en un círculo vicioso como el siguiente: Él maltrata, ella se harta y lo corta; él suplica, promete amarla y ella cede y perdona, para vivir una luna de miel temporal que les hará creer que la rela- ción así será siempre. Claro, antes de dos semanas inicia el nuevo ciclo nocivo. Preocupa saber que el Instituto Mexicano de la Juven- tud reportó en 2012, que en el 50 por ciento de los noviaz- gos hay violencia y que el 20 por ciento de ellos incluye gol- pes graves. Cabe aclarar que esta situación de víctima, la viven tanto hombres como mujeres, aunque en las últimas es mucho mayor. Ojalá todas las niñas lean Bullynovios.

Bullynovios - El Siglo de Torreón · Se trata de un control freak , como le llama Trixia Valle ... “Mejor piensa las cosas… tú no me valoras… así que me voy”. “Noooooo…”,

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Siglo nuevo

Sn • 17

BullynoviosADEMÁS, SI ELLA NO RESPONDE DE INMEDIATO A SUS EXIGENCIAS, JUAN EXPLOTA COMO UN VOLCÁN. ES POR ELLO, QUE SANDRA VIVE PIDIENDO PERDÓN Y SUPLICANDO OTRA OPORTUNIDAD

OPINIÓN / GENIO Y FIGURA

GABY VARGAS Twitter: @gaby_vargas

“¡Qué lindo, está siempre atento de mi!”, comen-ta Sandra, quien tiene un mes de andar con Juan.

“Es atento, caballeroso y siempre dispuesto a pa-sar tiempo conmigo. Desde que amanezco hasta que me duermo, me llama y me manda mensa-

jes, incluso me tengo que bañar con el celular al lado. ¿No es lindo?”.

Lo que Sandra ignora es que un hombre inseguro re-curre cual mago a sacar todos sus encantos para atrapar a su presa.

Se trata de un control freak, como le llama Trixia Valle en su libro Bullynovios, título que me parece muy atinado y que recomiendo toda joven lo lea.

Sandra, como tantas otras niñas, no se da cuenta de que a cambio del baño de atención, ella tiene que contes-tar al momento todos sus mensajes -promedio de cien al día-, subir todas sus fotos a Facebook y no salir con nadie

-sea hombre o mujer- que no sea con él. Además, si ella no responde de inmediato a sus exi-

gencias, Juan explota como un volcán. Es por ello, que Sandra vive pidiendo perdón y suplicando otra oportuni-dad; se desvive para no hacerlo enojar, una vez que Juan le ha enlistado por horas ‘tooooodo’ lo que él hace por ella.

“¿Y tú qué haces Sandraaaaa?”, le espeta, “¡Nada, verdad? Eso es lo que te digo, princesa, sólo quiero que esto fun-cione”, palabras que le responde con actitud de santo.

Así, la relación entra poco a poco en el reclamo constan-te, al minimizarla y hacerla sentir menos. Sus peroratas suelen rematar con la frase: “Y con todo eso yo sigo aquí, ehhhhh”. Sandra llega a creerse todas las descalifi cacio-nes, por lo que llora y le pide perdón de manera constante.

En semanas, Juan pasa a agredirla en público y frente a todos sus amigos cada vez que Sandra hace o comenta algo con lo que él no esta de acuerdo. Se levanta del lugar

de manera brusca y le dice: “Mejor piensa las cosas… tú no me valoras… así que me voy”.

“Noooooo…”, Sandra cae en pánico. Lo persigue, lo jala y lo acorrala, frente a las miradas atónitas de la gente.

Por si fuera poco, Juan la cela sin razón, le revisa el celular, redes sociales -incluido su inbox-. Y después de ensañarse y humillarla ante la menor sospecha, le dice:

“Sólo te quiero cuidar, porque hay muchos gandayas suel-tos”. En cambio, él sí coquetea abiertamente con cuanta mujer puede, deja huellas evidentes de haber estado con otra y chatea constantemente con “quién sabe quien”. Ante la inseguridad y enojo de Sandra, quien lo cuestio-na, Juan reacciona violentamente: “¡No confías en mi!”, y amenaza con dejarla para siempre.

Esta historia que te narro es un compendio -en mis palabras- de un caso real que Trixia plasma en su libro y que me alarmó leer. Mi intención es que otras jóvenes como Sandra, se enteren y conozcan los focos rojos que les advierten de una relación destructiva.

Bullynovios abre los ojos para darnos cuenta de que este tipo de relación es una trampa de manipulación, de obsesión, de control, de codependencia, de violencia y de adicción a la relación, que suele caer en un círculo vicioso como el siguiente: Él maltrata, ella se harta y lo corta; él suplica, promete amarla y ella cede y perdona, para vivir una luna de miel temporal que les hará creer que la rela-ción así será siempre. Claro, antes de dos semanas inicia el nuevo ciclo nocivo.

Preocupa saber que el Instituto Mexicano de la Juven-tud reportó en 2012, que en el 50 por ciento de los noviaz-gos hay violencia y que el 20 por ciento de ellos incluye gol-pes graves. Cabe aclarar que esta situación de víctima, la viven tanto hombres como mujeres, aunque en las últimas es mucho mayor. Ojalá todas las niñas lean Bullynovios.