Cambiar La Sociedad

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  • 8/17/2019 Cambiar La Sociedad

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    ¿Qué es hoy lo más urgente?

    DOSSIER

    FilosofíaHoy  ■ 21

    Cambiar es asumir unjusto protagonismo en

    nuestra corta vida.Lo sentimos con urgencia

    porque nunca nos sobrael tiempo. Nos acucian

    prejuicios, juicios e interesesque nos llevan a concebir

    soluciones alternativas a loque tenemos para

    poco después entrar enotra nueva ansiedad por el

    siguiente cambio…

    Los cambios que unospretendemos resultan

    extravagantes para otros

    que tienen propuestascontrarias a las nuestras.Las aspiraciones que

    conviven en la plaza públicavan de lo minúsculo a lo

    cósmico.

    Se quiere que cambie elpresidente de la comunidad

    de propietarios, de formacompatible con querer

    cambiar al presidente delgobierno, el sistema

    económico de occidenteo el espacio de nuestroplaneta en el universo.

    ¿De qué hablamos

    cuando hablamos

     de cambiar?

    Cambiar

    la sociedad

    ¿Cambiar?JOSÉ LUIS PARDO Filósofo y ensayista

    Llevamos desde mayo de2010 haciendo cambios(“reformas” los llaman,pero todas juntas equi-

     valen a varias revoluciones).Cuidado con la metafísica delcambio por el cambio; cuida-do con la idea (injustificable)de que todo cambio es, de porsí, bueno, porque hay cambios

    a mejor y cambios a peor.Antes de pronunciarme a favordel cambio me gustaría saberhacia qué vamos a cambiar; enqué vamos a convertirnos.Y sobre este asunto no he es-cuchado hasta ahora más quebuenas intenciones. De esasde las que está empedrado elinfierno…

    Caída libreFÉLIX DE AZÚAFilósofo y escritor

    Ha bastado una crisisfinanciera, neutrali-zada en otros paísescon escasas pérdi-

    das, para desnudarnos y devol- ver las cosas a donde estabanantes de la muerte de Franco.Nadie sabe cuánto se ha de-traído de las clases medias afavor de las cajas de ahorro

    y la administración del Esta-do, pero ha sido lo suficientecomo para pauperizar seve-ramente a la población hastasituarla, como en el franquis-mo, en dos grupos: los que seencuentran próximos al podery los abandonados a su suerte(...). La mayoría de los culpablessiguen gozando de sus sueldosy privilegios en partidos, sindi-catos y demás instituciones delaparato del Estado, como si na-da hubiera pasado.(...) El segundo gran desastretiene su origen en la reforma

    trivializadora de la educaciónen España. Gracias a ello hanido desapareciendo los meca-nismos que permitían a los más

     jóvenes usar herramientas críti-cas para defenderse de las men-tiras del poder y el contrapoder.(...) Lo sucedido en los últi-mos 10 años nos devuelve anuestro lugar de origen: untercermundismo aceptable…

    (Fragmentos de un artículo

    publicado en El Estado mental 

    www.elestadomental.com.

    Sigue en pág. 27)

    Hacia elsocialismoMANUEL DELGADOAntropólogo

    Las transformacionependientes en nuestrasociedad son aquellaque deberían desarti

    cular su estructuración capitalista e instaurar un ordendemocrático a partir de la cuaavanzar hacia la construcción

    del socialismo, única alternativa civilizada a la barbarieen que estamos subsumidosEn esa dirección resulta decepcionante cómo muchos de losllamados nuevos movimientosociales –a la manera del 15Mpor ejemplo– se fundamentanno en un cuestionamiento, sinoen una crítica moral al capitalismo, de igual manera que susexpresiones políticas a la manera de opciones como Podemosestán a disposición de lo que enrealidad va a ser la renovacióncatártica de ese mismo estadode cosas que afirman asediar.

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    la ecología; no tendremos jamuna segunda oportunidad decir: “La próxima vez lo hmos mejor”.

    Resignación o cambio

    “Todo para nosotros mismonada para los otros” parece ber sido, en todas las épocas

     vil máxima de los dueños dhumanidad. Es el diagnósenunciado sobre los capitalipor Adam Smith, que conoal dedillo el capitalismo. Potanto, o nos resignamos a

    un mundo autoritario pque sobrevivan los más apy, sobre todo, los más ricomás protegidos, o habrá cambiar de método y desti

    El planeta es la“ley suprema”

    Tenemos actualmente tolos conocimientos y persopara hacer los cambios nec

    rios: todhay algposibilidad retomar el ctrol del sefinanciero,ro si hay uposible sda hacia u

    economía verde y sostentenemos que ir hacia ella inmediato. No me refiero a los investigadores, sino tbién a los trabajadores de tespecialidad, a las pequeñamedianas empresas, a los pticos, a muchos intelectualelos movimientos sociales y almundialistas…Hay que invertir el orden desas, de manera que el plan

    esté reconocido como la “suprema”. Nunca podremganar una guerra contra la turaleza.Se trata de una tarea enor

     jamás emprendida en todahistoria de la humanidad, ro indispensable. Sabemosque hay que hacer; tenemla gente y las ideas; nos faorganización,  la conciencianuestra fuerza y un programuy amplio, pero bastantecil de aceptar por unos y otAhora, no más tarde.

    El mundo va contra unmuro... si no loimpedimosSUSAN GEORGEEnsayista política, militante delmovimiento altermundialista,fundadora y presidenta dehonor de Attac, la Asociaciónpor la Tasación de lasTransacciones financieras y porla Acción Ciudadana.

    Estamos en una crisismoral en la que se re-compensa a los cul-pables de los desas-

    tres financieros y se castiga alos inocentes: los pueblos tie-nen que seguir pagando el costede la crisis mediante sus pensio-nes, sus salarios o quedándosesin empleo. Hemos aseguradoa los banqueros que los salvare-mos sin importar lo que hagan ylos riesgos que asuman.Este mundo está organizadobajo el dominio absoluto delas finanzas. La economía real,aquella que hace funcionar altejido empresarial y por consi-guiente al empleo, recibe muyraros préstamos de los bancos,y cuando los recibe es a un tipo

    de interés hasta 3 y 4 puntos porencima de lo que el Banco Cen-tral Europeo les cobra en suspréstamos a esos bancos.

    Todos pegados al euro

    Ningún Estado europeo deseaabandonar el euro, ni siquieraAlemania. Si este país volvieraal marco, esta moneda se reva-lorizaría de inmediato y llegaríamuy pronto a valer 2 euros. Sipasara eso, Alemania destruiríala expansión de sus exportacio-

    nes y mataría la gallina de sushuevos de oro. Por ello, Alema-nia difunde su mensaje: “Noso-tros somos las hormigas y nosnegamos a pagar por cigarrascomo son algu-nos gobiernos eu-

    ropeos irrespon-sables”.La economíareal seguirá endéficit de cré-ditos para laspequeñas y me-dianas empresas que empleana una mayoría de los trabajado-res; el desempleo continuaráen un nivel desgraciadamentemuy alto. Las desigualdadesseguirán creciendo.Veo que estamos a punto de per-der las grandes conquistas de la

    humanidad como fue el triunfode la Ilustración con su idea delibertad y de los derechos delciudadano e incluso el derechode protección social que vino

    después.Pero aún queda en

    el mundo actualel mayor proble-ma: la ecología,el planeta. Deél tomamos lasmaterias primasy en él tiramos

    los desperdicios, el CO2 y otrosgases de efecto invernadero. Laaceleración del desastre ha co-menzado.La sociedad puede percatarse ytomar medidas cuando se equi-

     voca con las finanzas, pero esono es posible cuando se hunde

    Peligran losgrandes logros de

    la humanidadcomo los derechos

    del ciudadano

    ¿Hacia dóndeva el mundo?Varios autores

    Icaria

    AUTORES CONTRA EL FIN DEL MUNDOLos autores cuyos textos integran este libro están de acuerdo en que

    vamos a toda velocidad en la dirección equivocada, pero confían en unvolantazo de última hora que invierta la situación. Susan George e Yves

    Cochet (cuyas tesis recogen estas páginas), el filósofo Jean-Pierre Dupuyy el fundador de las teorías del decrecimiento Serge Latouche apuntan

    hacia dónde girar y auguran lo que puede ocurrir de no ser así.

    Nunca podremosganar una guerra

    contra la Naturaleza.Hay que estar

    de su lado

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    necesita la política, el derecho,la moral; es necesario impo-ner límites a los mercados queparecen querer regir nuestras

     vidas. Nuestras sociedadesno son menos morales quelas anteriores al capitalismo.Jamás los pobres y los débileshan estado más protegidos queen la Europa de hoy. No pode-mos olvidar que la esclavitudfue una regla en los tiemposanteriores al capitalismo. Este,sin ser moral en nada, permitea los individuos la posibilidadde comportarse moralmente.Incluso Marx reconocía los con-siderables progresos generadospor el capitalismo. La izquierdaactual tiene la tendencia a olvi-dar eso cuando quiere cambiarla sociedad; tiende a tomar eltiempo presente como la peorde las épocas de la humanidad.Los vínculos familiares y de re-lación entre las personas nun-ca han sido tan fuertes comoen nuestra sociedad. Los niñosnunca han sido mejor tratados.Los movimientos de indignados

    nos quieren hacer creer que losque están en contra del siste-ma capitalista gozan de algúnprivilegio moral. Desde luego,no vivimos en una sociedadperfecta como podríamos de-sear, pero yo he renunciado ailusiones utópicas. Luchemossimplemente por un pocomás de justicia y no ¡por traerel paraíso a la Tierra!

     Opinión recogida porPhilippe Nassif para la revista

    Philosophie Magazine

    Pensar en laverdad, no en loque nos gustaANDRÉ COMTE-SPONVILLEFilósofo

    El mundo al que perte-nezco tiene al capita-lismo por inmoral, y,sin embargo, el mundo

    empresarial está convencido desu moralidad: porque otorga unpremio a la iniciativa, al esfuer-zo, a la asunción de riesgos. Es-tamos equivocados al obsesio-

    narnos con el capitalismo comosujeto de cuanto nos domina.El capitalismo no es una per-sona: no es moral o inmoral;es un sistema impersonal;no funciona en busca de lavirtud, sino por el interés, elegoísmo, las motivacionesprincipales del ser humano;por ello es eficaz creando ri-queza  a pesar de nuestra crí-tica. Pero la riqueza nunca habastado para construir una civi-lización. Para que una sociedadsea humanamente aceptable se

    Nosencontramosante lacatástrofe

     YVES COCHETFundador del partidoLos Verdes. Diputado europeo2011-2014 y presidente deIzquierda democrática en laAsamblea Nacional de Francia.

    Todos los líderes nosdicen que la econo-mía reanudará subuena marcha, que

     volverá el crecimiento y quesaldremos adelante. No es lo

    que yo creo. Pienso que esta-mos entrando en una nueva,larga y muy profunda rece-sión  y esta hipótesis de rece-sión se une a otra hipótesis dediscontinuidad de la estabili-dad del mundo.Los cambios en la década pasa-da, a pesar de los pronósticos,no originaron el caos total.A pesar de las perturbaciones,el mundo simplemente evolu-cionó sin cambios abruptos,sin discontinuidad, sin rup-tura. El liberalproductivismo  continúa siendo la ideologíadominante…

    La probabilidadde un hundimiento

    No obstante, la hipótesis dediscontinuidad que yo intu-yo es una catástrofe globalque sí podrá cambiar el cursode las cosas.¿Qué tipo de catástrofe podríaoriginar el caos? No sería unsuceso único, sino probable-mente la alianza de variasrupturas conectadas por laglobalización:  sobre todo, la

    crisis del sistema financieromundial, coincidente con edeclive de la producción petrolera y con algún cataclismo climático, ecológico o geológicode gran alcance.

    El tiempo es limitado,la actuación es urgente

    El tiempo cada vez se hacemás escaso para poner en marcha reformas cada vez más urgentes. Los líderes mundialeparecen ser conscientes de lopeligros, pero ignoran la ur

    gencia de la crisis ecológica.La urgencia para adoptar cambios en comportamientos de lsociedad tiene dos vertientes:a) es demasiado tarde  parevitar la catástrofe;y b) cuanto antes actuemosmás reduciremos la violencidel choque.Es inevitable redescubrir econcepto de “decrecimiento”: perseguir la sobriedad yla cooperación para reducir lahuella ecológica de los paíseindustrializados. Las riquezanaturales existen en cantidades finitas e incluso algunas noson renovables y están al bordedel agotamiento. La única solución es compartirlas de forma igualitaria. Esto supera laposición de la izquierda tradicional que propone distribuide forma justa la riqueza, perosiempre contando con que seacreciente.Se debe renovar también lademocracia mediante unaparticipación activa de laciudadanía en los valores dautonomía, solidaridad y responsabilidad globales.

    Más creatividad

    Mis propósitos no son fatalistas o deprimentes ni significanel fin de la política. Mi mensa

     je es un llamamiento a unanueva creatividad e imaginación política, como las quse encuentran a veces cuandola historia se intensifica.Las fuerzas de la razón, de laesperanza y de la realizaciónde un mundo nuevo solo aparecerán, desgraciadamentedespués de la catástrofe...

    DOSSIER

    Cambiar lasociedad

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    Bounding powDaniel DeudneyPrincetownUniversity Press

    sible uso de armas de destrción masiva. Los Estados armamento nuclear deberestar sometidos a los códide una autoridad global poder inapelable.Toda esta amenaza, en mi nión, está infravalorada posociedad.

    Una precipitadaunión podría no conjurarla amenaza

    Una imperfecta unión globen lugar de ser una solucipodría traer una insurgentambién global e innumebles guerras civiles. Es disaber si necesitamos un fute gobierno global que susconfianza o si debemos teantes mutua confianza pcrear tal gobierno global.Estoy convencido de la pridad de la democracia glofrente a un inmaduro gobno global. Ello significa qu

    ¿Debemospedir ungobiernomundial?LUIS CABRERAProfesor asociado en laEscuela de Gobierno yRelaciones Internacionalesde la Griffith University,en Brisbanne (Australia).

    Siempre he puesto mi

     voz a favor del idealde un gobierno mun-dial y desde 1945 esa

    hipótesis es el centro del cambioposible en nuestra sociedad.En 1945, la aniquilación atómi-ca instantánea de dos importan-tes ciudades japonesas por partede los Estados Unidos fue lo quedespertó en muchos la aspira-ción de un fuerte gobierno mun-dial. La oportunidad era clara,como dijo Einstein: crear unsolo mundo o enfrentarnos ala posibilidad de no tener nin-guno. Los movimientos socialesque formulaban una posible in-tegración global miraban hacialas Naciones Unidas como ba-se para su transformación enun gobierno mundial. Pero eseapogeo se extinguió de forma

    abrupta. Con el establecimien-to de la Guerra Fría y la histeriaanticomunista, las voces apenas

    se seguían oyendo. Ahora, laaceleración de la globalizacióneconómica ha hecho renacerla idea del gobierno mundial. En 1999 la eclo-sión en Seattlede la World Tra-de Organisation(WTO) presen-tando la protestade más de 50.000activistas de todoel mundo prota-

    gonizó una fuerte aspiración: irmás allá del comercio global.

    El riesgo nuclear

    Muchos estamos sobrecogidospor las potencialidades desas-trosas que contiene el armamen-to nuclear mundial que hoy estáen poder de gobiernos de todo elmundo, que todavía asciende a17.000 unidades destructoras.Mientras esa situación no cam-bie tenemos derecho a pensarque los arsenales atómicos

    podrían explotar en algúnmomento ante el rostro de lahumanidad.Hobbes concibió el poder su-

    premo del Esta-do como el únicoconcepto capaz desuperar el perma-nente estado deguerra civil, peroDaniel Deudney,autor de Bounding power (escogido

    como "Libro de la época"), argu-menta que no solo deberíamostemer la anarquía global –aque-llo que estimula la tendencia delos gobiernos a crear sus propiosarsenales–, sino también a unasopresivas jerarquías incluso enforma de un imperfecto gobier-no mundial. Todo.La paz nuclear debería ser pre-servada no por la hobbesianaespada suspendida sobre nues-tras cabezas, sino por una opor-tuna dispersión del poder de losestados para neutralizar el po-

    No deberíamostemer solo la

    anarquía, tambiéna una jerarquía

    opresiva

    DANIEL DEUDNEYProfesor asociado de la Universidad John Hopkins, es especialista enciencia política. Su libro Bounding Power: republican security theory

    from the Polis to the global village  (2008) es una dura crítica contra elliberalismo y el realismo, ambos considerados como fragmentos de untodo más amplio, la tradición teórica republicana, centrada principal-

    mente en ocupar el espacio intermedio entre la anarquía y la jerarquía.

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    democracia pueda superar loslímites de las fronteras nacio-nales, como primer estadio delcambio en la sociedad: que to-dos los individuos tengan vozen lo que afecta a sus vidas.

    La democracia cosmopolitanos hará libres

    Pero difícilmente podemos con-cebir una democracia cosmopo-lita eficaz si antes no se ha ata-cado la pobreza, la desigualdad,entre las comunidades y sin ase-gurar una mínima justicia glo-

    bal. Mi posiciónante el cambionecesario de lasociedad: estáantes la justi-cia global quecualquier formaconcreta de go-bierno global.Todavía la básica justicia globalque debería asegurar a todas laspersonas los derechos básicoses incapaz de hacerlo por la im-potencia de los gobiernos paraprotegerlos. Las institucionesinternacionales son incapacesde hacerlo porque no puedenimponerse ante los estados so-beranos que se creen juecesinapelables.

    El factor tiempo

    En anteriores etapas de nues-tra sociedad llegaba a haber600.000 reinos, tribus u otro tipode uniones. Eso ha quedado re-ducido a 200 estados soberanos.Es fascinante la evolución, pe-ro no sabemos si continuará y,mucho menos, si llegará a re-ducirse a un solo estado.Bajo mi punto de vista, el actual

    sistema global parece un país endesarrollo con una pirámide so-cial en la que la cumbre relativa-mente rica se sustenta sobre una

    gran base de vidas precarias.Pensemos que tuvieron que pa-sar 300 años desde el Tratado deWestfalia, en 1648, hasta que elmundo ha llegado a estar gober-nado en su mayoría por estadossoberanos en lugar de pequeñosreinos y colonias. Solo conoce-mos a la Unión Europea comouna auténtica integración.¿Necesitaremos cinco siglospara llegar a tener un gobiernomundial? ¿Un milenio? Mi res-puesta suele ser 800 años, perouna parte de mí puede creer quenunca ocurrirá. Sin embargo,

    podemos ser op-timistas aunqueno lleguemosa ese gobiernomundial si al me-nos alcanzamosuna integraciónigualitaria de losderechos de los

    individuos… y cuanto más go-bierno mundial, mejor.Esa es la dirección del más pro-fundo cambio en la sociedad.

    ¿Hacia el caosplanetario?

    JACQUES ATTALIFue asesor de FrançoisMiterrand y primer Presidentedel Banco Europeo para laReconstrucción y el Desarrollo.

    Hoy, el mercado esglobal y la democra-cia esencialmente lo-cal. A falta de leyes

    de derecho internacional, elmercado se impone cada díamás sobre el po-der político. Enmi opinión, nos di-rigimos hacia una

    caos planetario,todavía evitable sila sociedad fueracapaz de generaruna gobernanzaglobal y contara con otras for-mas efectivas de controlar laenergía, la ecología, etc.

    El poder político tiene la posibi-lidad de controlar y cambiar enlo posible la situación siempreque tenga el tiempo suficientepara ejercerlo. A pesar de lascríticas, las individualidadespolíticas han tenido una granrelevancia en los cambiossociales. Sin Mitterrand y sinKohl no tendríamos ahora eleuro. Sin Gorbatchov, tal vezla URSS seguiría existiendo dealguna forma.En este tiempo, la demanda decambio en la sociedad es in-mensa y es planetaria en dos

     vertientes de las libertades: porun lado, afecta a la democraciapolítica y, por otro, a la libertaddel mercado. Son demandasantagónicas;  si el mercado esglobal, supranacional, mata lademocracia; y la democracia sies local matará las posibilidadesdel mercado.Las nuevas tecnologías, en sugrandeza, son un formidableinstrumento de libertad y tam-bién una amenaza a la demo-

    cracia clásicacuando permi-ten y alientaninfluencias in-

    controladas porparte de los can-didatos. Hay quetener en cuentaque la vida colec-

    tiva, al igual que la privada, nose mueve más que por el miedo.En los momentos críticos comoel actual, es necesario realizaralgún tipo de bricolaje políticode forma que se dote al mundo,por ejemplo nuestra Europa demomento, de puestos de mandoefectivos que sean una referen-cia para todos. Es utópico ima-ginar un mercado global sin

    cabina de pilotaje o tratar deconstruir un estado colectivode derecho sin gobernantes.El único ejemplo que conoz-co de tal bricolaje político es laConfederación helvética, unanación construida de abajo ha-cia arriba. Pero eso ha requeri-do cuatro siglos.En Europa esa es la demandade cambio y adaptación másimportante que tenemos…

     Opinión recogida porJean-Françoise Duval

    Es prioritaria lademocracia

    global frente a ungobierno global

    inmaduro

    Hoy el mercadoes mundial y la

    democracia,esencialmente,

    local

    DOSSIER

    Cambiar lasociedad

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    PaolaVictoriaMuñozPalencia

    Mayor educación eninteligencia emocio-nal. El ser humanohace grandes avancescognitivos e intelec-

    tuales, pero el anal-fabetismo emocionales la causa de la faltaempatía y considera-ción hacia los demás.Hay mucho egoísmo.

    Raúl Ge PeEnseñanzay educa-ción. Para

    que todo cambie hayque cambiarlas.La primera, paragenerar ciudadanosformados, preparadosy críticos. La segun-da, para generar ciu-dadanos con valores,inmunes a la corrup-ción propia y ajena.

    MiguelRodríguezEl mayorpeligro para

    la sociedad actual esel concepto de valoreserróneos influencia-dos por el materia-lismo y los poderesfácticos. El mayorreto es formar perso-

    nas, no domesticarla sociedad.

    AlfonsoPérez FunesValorar elSer por

    delante del Tener.Valorando más a lahumanidad que lasimple posesión y lariqueza.

    EsclavasCarmelitasEl relati-

     vismo, laausencia de bien y de

     verdad, como concep-tos objetivos y no sub-

     jetivos, ha provocadola inmoralidad política

    y también la social.Educar no es posi-ble si no hay bien ni

     verdad. Los valoresno son abstractos, loson en cuanto referi-dos al bien y la ver-dad. Tampoco se pue-de luchar juntos por elbien y la verdad si nose tiene claro qué son.Y si no hay uniónen esto no se puedeafrontar el mal quenos amenaza, y que,en Oriente Medio yanos está matando.

    AlbertoMartínezVadilloRomper con

    el concepto einsteinia-no de lo políticamentecorrecto y lo relativo,y reivindicar el papelde la verdad comohecho único.

    Dar TorresLa estu-pidez hu-mana es el

    cambio más urgente.En realidad, es el úni-co porque de este sederivan todos los ma-les de la humanidad.

    Dani Novas¿De la socie-dad actual?Su apatía.

    Y el cambio másurgente, el repartode la riqueza. Casitodos los grupúsculosde fanáticos armados

    en el mundo se nutren de gente que ntiene nada de nada

    PäblyxVëyronGuërreröCultura e

    ignorancia, pero so

    todo, ética.

    Hugo IbaYo cam-biaría desociedad

    afán de consumo.Creo que esto nos htraído una gran candad de dolores de cbeza. Si el hombre acostumbrara a vivsolo con lo necesarsería más feliz. Ahobien, ¿qué es lo ne-cesario? Allí reside problema, porque nhan hecho creer qunecesitamos un cocde miles de euros otraje de cientos de dlares. Realmente papoder vivir el hombnecesita unas pocascosas, muy sencillapor cierto.

    MarcelaIrene MoCada ser naturalez

    se da prioridad a símismo, y dado que

    la sociedad está conformada por seres, única esperanza es construcción de unmoral basada en la

     virtud, la compasióy el amor. Por tanto

     volver al estudio dla filosofía comopilar de formaciónacción podría causel gran cambio quetodos deseamos.

    Globalización eindividualismoJAVIER GIL GUERRERODoctor en Historia, Investigadordel Instituto Cultura ySociedad de la Universidadde Navarra (España).

    En el mundo que vi-

     vimos vamos acos-tumbrándonos adesprendernos de la

    intimidad. Cualquier opción deescapismo parece cada vez másremota. Actualmente es impo-sible huir de la sociedad. Ima-ginarnos un Robinson Crusoe

     viviendo en una isla desierta almargen de la civilización resultaya imposible. Latecnología abarcaya todo el globo ynadie escapa yaa sus dominios.Constantemen-te dejamos hue-llas de nuestropaso y acciones. A su vez, diferentes medios, ins-tituciones, organismos y perso-nas nos bombardean constante-mente con mensajes, productose imágenes. La posibilidad dereplegarse y abandonar la so-

    ciedad ya no existe.Ya no hay nada nuevo por des-cubrir en la tierra y apenas que-dan lugares donde el hombre ysu tecnología no hayan estable-cido su presencia. Seguir los pa-sos Thoreau o el cultivo de unespíritu ermitaño son ya quime-ras imposibles de llevar a cabo.No hay montañas tan altas niislas tan lejanas a las que huir.Allá donde vayamos, el Estadohabrá extendido sus redes conregulaciones y la gente llevaráun teléfono móvil con conexión

    a internet. Ya no hay nada queescape a internet, y cualquiercosa que hagamos casi con todacerteza dejará una huella digi-tal. Más importante todavía, elhombre de nuestro tiempo nosabe (y no quiere) vivir ya sinesas herramientas. Los dispo-sitivos electrónicos, internet ylas redes sociales forman yaparte de la vida y cosmovisióndel hombre de hoy día.Sin embargo, lo paradójico esque este existir comunicado,expuesto y observado tienelugar en paralelo a un cre-

    ciente individualismo y sen-sación de soledad.  Estamosconectados y somos constante-mente rastreados, y sin embar-go cada vez más gente se sien-te más desconectada y perdidaque Crusoe o Thoreau. Aunqueno podamos huir a una isla de-sierta, gran parte de la socie-dad parece vivir con una en suinterior. Nuestras conexiones ycomunicaciones nos proveende un simulacro de relaciónque en muchos casos no llegaa satisfacer plenamente. Al fi-nal nos encontramos solos connuestros dispositivos conec-tando a través de ellos con otra

    gente que tam-bién vive aisladacon sus dispositi-

     vos. Somos noso-tros con nuestrosequipos expues-tos a otras herra-mientas y conec-tando con otros

    instrumentos. No creamossociedad, sino un mar de in-dividuos. Nos acabamos ais-lando en medio de tanta so-ciabilidad tecnológica. Ya no

     vemos a las personas, sino lo

    que ellas expresan y muestrana través de sus dispositivos yplataformas de comunicación.El reto que tenemos enfren-te es el de humanizar la tec-nología y la globalización.Que el desarrollo no consistaen conectar únicamente siste-mas, sino sociedades. Recor-dar, una vez más, que son lasherramientas las que están alservicio del hombre y que estedebe huir de la creación de es-tructuras a las que, con el tiem-po, se encuentre sirviendo.

    La posibilidad dereplegarse y

    abandonar lasociedad ya no

    existe

    Hace unos días os preguntamos en nuestra página de facebook  qué elo que cambiaríais vosotros de la sociedad actual y cuál sería el cambmás urgente. Aquí están recogidos algunos de vuestros comentariosrespecto. ¡Muchas gracias por vuestra colaboración!

     ¿Qué cambiarías tú?