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 ambios sociales, actores y acción colectiva en América Latina Manuel Antonio Garretón C     S    E    R     I    E políticas sociales Santiago de Chile, octubre de 2001 56 División de Desarrollo Social

Cambios sociales, actores y accion colectiva en America Latina

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La División de Desarrollo Social de la CEPAL se ha planteadola necesidad de precisar y, eventualmente, retomar la temática deestructura y actores sociales en América Latina. En este trabajoabordamos la segunda parte de la cuestión, es decir, lo referido a lasformas de acción colectiva y a la configuración de actores sociales1.No se intenta aquí ni un panorama ni un mapa de los actuales actores oformas de acción colectiva, sino sólo la presentación de unaproblemática general y de las orientaciones para su análisis.

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  • ambios sociales,actores y accin colectivaen Amrica Latina

    Manuel Antonio Garretn

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    E

    polticas sociales

    Santiago de Chile, octubre de 2001

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    Divisin de Desarrollo Social

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  • Este documento fue preparado por Manuel Antonio Garretn M., consultor de laDivisin de Desarrollo Social de la CEPAL. Es una versin revisada de laponencia presentada en la primera reunin sobre Estratificacin y MovilidadSocial en Amrica Latina, realizada en la CEPAL entre el 9 y 10 de noviembrede 2000 en el marco del proyecto CEPAL/GTZ sobre Equidad Social enAmrica Latina.Las opiniones expresadas en este documento, que no ha sido sometido a revisineditorial, son de exclusiva responsabilidad del autor y pueden no coincidir conlas de la Organizacin.

    Publicacin de las Naciones UnidasLC/L.1608-PISBN: 92-1-321912-1ISSN: 1564-4162Copyright Naciones Unidas, octubre de 2001. Todos los derechos reservadosN de venta: S.01.II.G.150Impreso en Naciones Unidas, Santiago de Chile

    La autorizacin para reproducir total o parcialmente esta obra debe solicitarse al Secretariode la Junta de Publicaciones, Sede de las Naciones Unidas, Nueva York, N. Y. 10017,Estados Unidos. Los Estados miembros y sus instituciones gubernamentales puedenreproducir esta obra sin autorizacin previa. Slo se les solicita que mencionen la fuente einformen a las Naciones Unidas de tal reproduccin.

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    ndice

    Resumen ..............................................................................5Presentacin ............................................................................7I. Orientaciones analticas...................................................9

    A. El paradigma clsico de reflexin y accin ........................... 9B. Nuevas orientaciones analticas........................................... 11C. Consecuencias para el estudio de los actores ...................... 13

    II. Accin colectiva y los actores en la matriz clsica...... 15A. La accin colectiva en la matriz clsica .............................. 15B. La desarticulacin de la matriz nacional popular ................ 17

    III. Cambios sociales y nuevo contexto histrico.............. 19A. La globalizacin y la transformacin de la

    sociedad moderna ............................................................... 19B. El cambio de matriz socio-poltica en Amrica Latina ....... 22

    IV. Los nuevos ejes de la accin colectiva......................... 25A. La democratizacin poltica................................................. 26B. La democratizacin social ................................................... 28C. La reconstruccin de la economa nacional y

    su reinsercin....................................................................... 31D. El modelo de modernidad.................................................... 32

    V. Actores sociales y poltica ............................................. 33A. La problemtica general de la accin colectiva................... 33B. Actores sociales, poltica y partidos .................................... 34

    VI. Conclusiones .................................................................. 39A. Las nuevas matrices de la accin social .............................. 39B. Perspectivas de la accin colectiva y los

    actores sociales .................................................................... 40Serie polticas sociales: nmeros publicados .................... 43

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    Resumen

    El presente trabajo desarrolla tres hiptesis bsicas sobre lasnuevas formas de accin colectiva y la constitucin de actores socialesen Amrica Latina.

    La primera es que estamos en presencia de un cambio en el tiposocietal predominante en la mayor parte del siglo pasado en AmricaLatina, definido por dos procesos. Uno, la interpenetracin entre dostipos societales, que a su vez sintetizan o incorporan otros: la sociedadindustrial de Estado nacional y la sociedad post-industrial globalizada.Dos, la desarticulacin de una relacin entre Estado, representacin ysociedad civil, de tipo nacional-popular o poltico-cntrico y labsqueda, an incierta, de nuevas relaciones entre los elementossealados.

    La segunda hiptesis es que pasamos del paradigma clsico quevea en la posicin estructural el elemento determinante en laconformacin de la accin colectiva y los actores sociales, a otro enque, producto de los cambios estructurales y culturales en el mundo yla regin ya mencionados, la accin colectiva se configuraprincipalmente a travs de cuatro ejes. Ellos dan origen a unadiversidad de actores sociales relativamente fluctuante y son: lademocratizacin poltica, la democratizacin social o lucha contra laexclusin y por la ciudadana; la reconstruccin y reinsercin de laseconomas nacionales o la reformulacin del modelo de desarrolloeconmico, y la redefinicin de un modelo de modernidad.

    La tercera hiptesis apunta al establecimiento de una doblematriz de actores y accin colectiva. Por un lado, el intento de

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    reemplazo de la matriz constituyente nacional popular. Por otro, el paso de una matrizconfigurativa, basada en actores ms ligados a los proyectos histrico-estructurales y a la poltica, aotra en que los actores estn ms centrados en los niveles de los mundos de la vida y de lasinstrumentalidades de tipo organizacional e institucional, es decir, ms sociales y culturales. Todolo cual tiene efecto en las formas de accin colectiva y en las formas organizativas.

    En la primera parte del trabajo se expone el paradigma clsico y algunas definiciones yorientaciones analticas necesarias para la discusin de nuevos paradigmas tericos y prcticos. Enla segunda parte se examinan las pautas predominantes de la accin colectiva bajo la matriznacional-popular y en su momento de desarticulacin. En la tercera parte se analizan lastransformaciones estructurales y culturales, principalmente, el impacto de la globalizacin y loscambios en el tipo societal y en la matriz socio-poltica o constituyente. En la cuarta parte, sedesarrolla la hiptesis de los nuevos ejes de la accin colectiva y en la quinta se discuten lasrelaciones entre la accin colectiva y la poltica. En las Conclusiones se sealan las que pareceranser las pautas predominantes de la accin colectiva en el futuro.

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    Presentacin

    La Divisin de Desarrollo Social de la CEPAL se ha planteadola necesidad de precisar y, eventualmente, retomar la temtica deestructura y actores sociales en Amrica Latina. En este trabajoabordamos la segunda parte de la cuestin, es decir, lo referido a lasformas de accin colectiva y a la configuracin de actores sociales1.No se intenta aqu ni un panorama ni un mapa de los actuales actores oformas de accin colectiva, sino slo la presentacin de unaproblemtica general y de las orientaciones para su anlisis.

    Si bien es cierto que nunca ha podido probarse fehacientementeel traslado de la situacin estructural a una determinada accin socialo la conversin de una categora socio-demogrfica en un actor social,tambin es cierto que durante dcadas predomin un paradigmaterico y prctico de la accin colectiva y los actores sociales en laregin, concordante con los paradigmas predominantes de las CienciasSociales a escala mundial. ste afirmaba, primero, una unidad ocorrespondencia entre estructura y actor; segundo, el predomino de laestructura sobre el actor, y tercero, la existencia de un eje centralprovisto por las estructuras y los procesos emanados de ellas, queactuaba como principio constitutivo de toda accin colectiva y de laconformacin de actores sociales.

    1 En este trabajo hemos hecho uso abundante de materiales elaborados en otras publicaciones, especialmente, "Social Movements and the

    Process of Democratization. A General Framework". (International Review of Sociology", Vol 6, N1, 1995). En dos libros recientementepublicados, se condensan muchos de los trabajos que hemos retomado aqu. Ver M.A. Garretn, Poltica y sociedad entre dos pocas.Amrica Latina en el cambio de siglo (Ediciones Homo Sapiens, Rosario, Argentina, 2000) y La sociedad en que vivi(re)mos.Introduccin sociolgica al cambio de siglo. (LOM Ediciones, Santiago, 2000).

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    Existe la conviccin generalizada que este paradigma ya no da cuenta de la realidad actual.Ello porque, por un lado, en el mundo de hoy se han producido enormes transformacionesestructurales y culturales que nos enfrentan a un tipo societal distinto. Por otro lado, han aparecidonuevas formas de accin social y nuevos actores, entre los cuales los primeros fueron losmovimientos de derechos humanos y democrticos contra las dictaduras, luego los tnicos, los deexpresin ciudadana, las protestas contra los modelos econmicos de tendencia neo-liberal, losmovimientos regionales, de gnero o etarios, al mismo tiempo que se transformaban las pautas deaccin de los actores sociales clsicos.

    El presente trabajo desarrolla tres hiptesis bsicas.

    La primera es que estamos en presencia de un cambio en el tipo societal predominante en lamayor parte del siglo pasado en Amrica Latina, definido por dos procesos. Uno, lainterpenetracin entre dos tipos societales, que a su vez sintetizan o incorporan otros: la sociedadindustrial de Estado nacional y la sociedad post-industrial globalizada. Dos, la desarticulacin deuna relacin entre Estado, representacin y sociedad civil, de tipo nacional-popular o politico-cntrico y la bsqueda, an incierta, de nuevas relaciones entre los elementos sealados.

    La segunda hiptesis es que pasamos del paradigma clsico que vea en la posicinestructural el elemento determinante en la conformacin de la accin colectiva y los actoressociales, a otro en que, producto de los cambios estructurales y culturales en el mundo y la reginya mencionados, la accin colectiva se configura principalmente a travs de cuatro ejes. Estos danorigen a una diversidad de actores sociales relativamente fluctuante y son: la democratizacinpoltica, la democratizacin social o lucha contra la exclusin y por la ciudadana; lareconstruccin y reinsercin de las economas nacionales o la reformulacin del modelo dedesarrollo econmico y la redefinicin de un modelo de modernidad.

    La tercera hiptesis apunta al establecimiento de una doble matriz de actores y accincolectiva. Por un lado, el intento de reemplazo de la matriz constituyente de tipo nacional popular.Por otro, el paso de una matriz configurativa de actores ms ligados a los proyectos histrico-estructurales y a la poltica, a otra de actores ms centrados en los niveles de los mundos de la viday de las instrumentalidades de tipo organizacional e institucional, es decir, ms sociales yculturales. Todo lo cual tiene efecto en las formas de accin colectiva y en las formasorganizativas.

    En la primera parte del trabajo se expone el paradigma clsico y algunas definiciones yorientaciones analticas necesarias para la discusin de nuevos paradigmas tericos y prcticos,entre ellos, los niveles o dimensiones y las esferas o mbitos de la accin colectiva, los conceptosde actor-sujeto, matriz constitutiva y matriz configurativa de actores sociales.

    En la segunda parte se examinan las pautas predominantes de la accin colectiva bajo lamatriz nacional-popular y en su momento de desarticulacin.

    En la tercera parte se analizan las transformaciones estructurales y culturales, principalmenteel impacto de la globalizacin y los cambios en el tipo societal y en la matriz socio-poltica oconstituyente.

    En la cuarta parte, se desarrolla la hiptesis de los nuevos ejes de la accin colectiva y en laquinta se discuten las relaciones entre la accin colectiva y la poltica. En las Conclusiones sesealan las que pareceran ser las pautas predominantes de la accin colectiva en el futuro.

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    I. Orientaciones analticas

    A. El paradigma clsico de reflexin y accin

    En qu consista el paradigma de la accin colectiva enAmrica Latina, al que podramos llamar clsico?

    Por supuesto que, simplificando y aceptando la mayorcomplejidad de las cosas y las excepciones siempre existentes, puedeafirmarse que se trataba del predominio de un tipo de anlisis que veala sociedad como un sistema articulado en estructuras (econmicas,polticas, sociales, culturales) que se determinaban segn leyesuniversales unas a otras y donde la accin social era de algn modo laemanacin de los "efectos estructurales" de tal sociedad. Se perciba alas sociedades monolticamente caracterizadas a partir de un factordeterminante. ste poda ser "econmico-social" como en lasvertientes marxistas, o "cultural" como en las vertientes parsonianas,pero siempre con un carcter estructural que defina el carcter y laspotencialidades de dichas sociedades. Las sociedades eran socialistaso capitalistas, modernas o tradicionales, desarrolladas o sub-desarrolladas, democrticas, autoritarias o totalitarias, segn cul fuerael factor determinante que se eligiera. El cambio social se definapolarmente como el paso de un tipo de sociedad a otra, tratndose deprocesos que estaban diseados por pautas que se inferan ya fuera deexperiencias histricas, ya fuera del carcter determinante del factorestructural preponderante de la sociedad.

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    Doble determinacin, entonces, para las sociedades en desarrollo. Por un lado, la de unfactor o estructura actuando sobre el conjunto de la sociedad, cuyos otros niveles o componentesaparecan como efectos o reflejos de aqullos. Por otro lado, la de la sociedad de "llegada", quepredefina el tipo de cambio social, el que si histricamente se apartaba del modelo pre-establecido,era analizado en trminos de desviacin o incorreccin. Tal visin de la sociedad se transforma enuna visin del cambio o de la historia como una sucesin de "etapas", ya sea del desarrollo, ya seade la revolucin, ya sea de la modernizacin.

    Tanto las llamadas teoras de la modernizacin como los llamados enfoques de ladependencia, compartan la misma matriz terica que hemos mencionado. Se ha insistido mucho enel carcter antagnico de ambas escuelas y no puede negarse que ellas se concibieron comomutuamente excluyentes y que el predominio de una signific normalmente la eliminacin osubordinacin de la otra en los medios acadmicos. Sin embargo, ambas compartan ciertos rasgosque se derivaban del hecho de formar parte de teoras globales de la sociedad, demasiado cerca delas visiones que determinados actores sociales en conflicto tenan de s mismos, es decir, confronteras tenues respecto de las ideologas.2

    As, en ambos casos se trataba del paso de un tipo societal a otro y el cambio social eraglobal y determinado por un factor, que en cualquier caso podramos denominar genricamente"estructural". La transicin en un caso era de la sociedad tradicional a la moderna, en otro de unasociedad capitalista o semi capitalista a una de tipo socialista. Para encarar las diversas etapas decualquiera de estas transiciones era preciso identificar los actores sociales portadores del proyectode sociedad a la que se quera llegar (burguesa o tecnocracia, clases medias, actoresrevolucionarios, militares) y los obstculos o "enemigos" que se oponan a este paso de un tipo desociedad a otro.

    En esta concepcin, con todas sus variantes y reconociendo sus diferencias y complejidades,los actores sociales son definidos desde fuera de ellos mismos y sus interacciones fuera delcontexto histrico por ellos creado. As, los actores son portadores de algn rol o misin histricafrente al cual tienen que adaptarse, es decir, son "agentes" ms que actores, a los que alguien, elcientfico convertido en idelogo o el partido, debe "leerles" o decirles su misin. No hay, ensentido estricto, accin o creacin por parte de los actores, sino lectura de leyes histricas generalesy comportamientos adecuados o inadecuados respecto de esas leyes estructurales.

    En sus vertientes ms progresistas, el monolitismo de esta visin terica se traduca en laidentificacin de los conceptos de "explotacin", "opresin" y "alienacin", todos ellos fundidos enel de "dominacin" o "sistema de dominacin". Por lo tanto, la accin colectiva principal era lalucha contra "la" dominacin, lo que defina el carcter revolucionario de toda lucha socialdestinada al cambio de la sociedad, an cuando las formas pudieran no ser las clsicas de unproceso revolucionario.

    As, el paradigma clsico, terico y prctico, en relacin a los actores sociales y a la accincolectiva privilegiaba la dimensin estructural. ste era el componente "duro" de la sociedad, entanto el actor y la accin colectiva eran el componente "blando". Esto significa que hay implcitauna correspondencia, una unidad entre estructura y actor y que quien manda o domina es laestructura.

    Quizs no haya mejor ilustracin de la exacerbacin de este paradigma que el intento deconvertir toda posicin estructural u ocupacional en un actor social con un proyecto definido desdeesa posicin, a travs de la combinacin de un riguroso anlisis censal con las categoras

    2 La mejor revisin de estas visiones sigue siendo A. Solari, R. Franco y J. Jutkowitz. Teora accin social y desarrollo en Amrica Latina.

    (Siglo XXI, 1976).

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    althusserainas o poulantzianas.3 Pero, si hemos hablado de paradigma no slo terico, sino tambinprctico es porque muchas de las formulaciones polticas de los sesenta y de las dcadas siguientescayeron presas de esta "trampa estructuralista". Recordemos el modo en que los seguidores de larevolucin cubana definan el papel del campesinado o las definiciones en el caso chileno entre1970-1973 de los "enemigos de la revolucin: burguesa monoplica, oligarqua terrateniente eintereses imperialistas", sin ninguna mencin a las mediaciones subjetivas de los actores sociales opolticos o los elementos institucionales, como los militares, por tomar un ejemplo dramtico. Perotambin cabe recordar las referencias a las afinidades entre capital financiero, militares yautoritarismos, bajo las dictaduras militares del Cono Sur.

    Este paradigma, si bien mantuvo elementos vigentes hasta ahora, pierde su carcter "del"paradigma nico y monoltico debido a diversos fenmenos, algunos de los cuales analizaremosms sistemticamente en este trabajo. Entre estos fenmenos, sealemos el trmino de lo quedenominaremos la matriz nacional-popular bajo los autoritarismos militares y los procesos deglobalizacin y transformacin econmica desde mediados de los setenta acelerados con losllamados "ajustes estructurales", la crisis del marxismo ideolgico y acadmico, la renovacin delpensamiento de izquierda en el mundo y el impacto del neo-liberalismo, las convulsiones que desdelos ochenta podan apreciarse en el mundo comunista y su colapso final, la aparicin de actoresidentitarios y de otros conformados por pblicos, redes, ONGs o movimientos vinculados a nuevasreas como los derechos humanos, la demanda democrtica, las dimensiones ecolgicas, tnicas ode gnero.

    B. Nuevas orientaciones analticas

    Desde comienzos de los ochenta se ha ido conformando una especie de respuesta a lo quehemos denominado el paradigma clsico. El rasgo principal de esta respuesta parece estar en elabandono de la visin monoltica y determinstica de la sociedad, lo que necesariamente lleva a laausencia de un paradigma nico y a la postulacin de diversas hiptesis interpretativas y dediversas vertientes tericas que se combinan frente a cada objeto de estudio. Ms que lapostulacin de nuevas teoras o enfoques globalizantes del desarrollo y el cambio social,pareciramos estar frente al desarrollo de concepciones o teoras tentativas de "alcance medio",destinadas a la descripcin, anlisis e interpretacin de procesos relativamente precisos y acotados,no para renunciar a la "totalidad", sino precisamente para acercarse a ella.4

    Pero esto no significa que no haya visin terica, slo que sta es sobre todo un conjunto deorientaciones intelectuales destinadas a proponer una serie de conceptos que puedan serenriquecidos en el estudio de procesos concretos. Se trata ms bien de "brjulas intelectuales" quede un solo "mapa terico" en que todo est ya localizado y definido para siempre.

    Si desde el punto de vista de los actores y las formas de accin colectiva, el vuelco delparadigma clsico tiene varios hitos,5 desde el punto de vista de los fenmenos sociales mismos, losmovimientos de derechos humanos y los movimientos democrticos bajo las dictaduras,

    3 E. De Ipola y S. Torrado, Teora y mtodo de la estructura de clases (PROELCE-FLACSO-CELADE, Santiago, 1976, 2 Vols.).4 Uno de los trabajos notables en el intento de saltarse paradigmas deterministas y, mostrar al mismo tiempo tendencias generales de lo que

    podra llamarse el modelo socio-poltico latinoamericano, es A. Touraine, Poltica y sociedad en Amrica Latina (Espasa, Espaa, 1989).Vanse las recopilaciones sobre la problemtica general de Amrica Latina en los noventa, entre otros, en J.L. Reyna (comp) AmricaLatina a fines de siglo. (Fondo de Cultura Econmica 1995) y P. H. Smith Latin America in Comparative Perspective. New Approachesto Methods and Analysis.(Westview Press, Boulder, Colorado, 1995). Desde otra perspectiva, Raquel Sosa, Amrica Latina y el Caribe:Perspectivas de su reconstruccin (ALAS, UNAM, Mxico, 1996).

    5 El ms importante y decisorio es el trabajo de Alain Touraine sobre actores sociales y sistema poltico. La primera formulacinsistemtica en Actores sociales y sistemas polticos en Amrica Latina (PREALC, Santiago, 1987), luego desarrollada en Poltica ysociedad en Amrica Latina ...(op.cit.). En este misma lnea, S. Zermeo, una dcada antes, Mxico: una democracia utpica. Elmovimiento estudiantil del 68. (Mxico, DF, Siglo XXI, 1978).

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    movimientos tnicos como los de Chiapas o las redes de organizaciones sociales y experiencias deciudadana barriales en Per, por citar ejemplos emblemticos, nos parecen marcar una distanciacon el paradigma de accin colectiva que hemos denominado clsico, aunque incorporan yredefinen muchos de sus elementos, lo que es ms claro an en el Movimiento de los Sin Tierras deBrasil.

    En lo que sigue intentaremos una esquematizacin de algunas de las orientaciones analticasque contribuyen a configurar un posible paradigma en ciernes sobre actores y accin colectiva enAmrica Latina.6

    En primer lugar, en una sociedad determinada es posible discernir niveles o dimensiones yesferas o mbitos de la accin social. Respecto de los primeros, imbricados entre s aunque conautonoma unos de otros, ellos son: los comportamientos individuales y las relacionesinterpersonales que definen los llamados "mundos de la vida", los niveles organizacional einstitucional que corresponden al mundo de las instrumentalidades y la dimensin histrico-estructural, de proyectos y contra proyectos, que definen lo que algunos llaman la "historicidad".7

    Respecto de las esferas o mbitos de accin, ellas corresponden al modo de satisfacer lasnecesidades materiales de la sociedad, lo que se llama economa; a las frmulas e instituciones deconvivencia, conflictos, estratificacin o jerarquizacin que definen la estructura u organizacinsocial en un sentido amplio; a la configuracin de las relaciones de poder referidas a la conduccingeneral de la sociedad, lo que se denomina poltica; y a los modelos de ticos y de conocimiento ysu aplicacin, las visiones del tiempo y la naturaleza, la representacin simblica y la socializacin,que es lo que llamamos cultura.

    La nica importancia de esta taxonoma ms bien elemental es que nos permitir definir unade las matrices de actores sociales existente en una sociedad, a travs de la ubicacin de ellos tantoen los niveles de la accin como en las esferas de la vida social.

    En segundo lugar, se trata de ir ms all de un determinismo estructural de tipo universal yde superar la visin de una correlacin esencialista y abstracta, definida de una vez para siempre,entre economa, poltica, cultura y sociedad, es decir, la idea que a un sistema econmico dadocorresponde necesariamente una determinada forma poltica o cultural o vice versa. Ello no niegaque haya determinaciones entre dimensiones y entre esferas, pero se trata de un esquema flexiblede determinaciones entre modelo econmico, modelo poltico, modelo de organizacin social ymodelo cultural, y sus componentes. No existe una determinacin o relacin universal entre estasdimensiones, sino que tales determinaciones o relaciones son histricas y varan para cada casonacional y para cada momento histrico, atravesadas adems por los procesos de mundializacin oglobalizacin que, estando directa o indirectamente siempre presentes, tambin actandiferenciadamente segn cada contexto.

    En el mundo de hoy, por decirlo de manera grfica, se "disparan" cada una por su lado, lasesferas cultural, social, econmica y poltica, es decir, vivimos en sociedades en que no secorresponden exactamente una con otra en un determinado espacio territorial. En una pocapodamos hablar, por ejemplo, de la sociedad industrial y ah encontrbamos que haba un tipo deestructura de clases o un tipo de organizacin familiar, un tipo de tica y un tipo de sistemapoltico. Lo propio de la sociedad de comienzos de siglo es esta disrupcin, esta separacin, esta

    6 Estas ideas se encuentran dispersas en diversos trabajos del autor, en especial, "A New Socio-Historical "problmatique" and

    Sociological Perspective". (En "The Second Wind of Sociology". "Le deuxime souffle de la sociologie", Sociologie et socits, VolumeXXX, Number 1, Spring 1998), Hacia una nueva era poltica. Estudio sobre las democratizaciones (Fondo de Cultura Econmica,Santiago-Mxico 1995) y "En qu sociedad vivi(re)mos?. Tipos societales y desarrollo en el cambio de siglo" (en H.Gonzlez y H.Schmidt, eds. "Democracia para una nueva sociedad. Modelo para armar" Editorial Nueva Sociedad 1997). La ms reciente formulacin,de la que tomamos aqu algunos elementos, Poltica y sociedad entre dos pocas. Amrica Latina en el cambio de siglo...op.cit.

    7 Hemos re-elaborado el esquema propuesto hace casi tres dcadas por A. Touraine, Production de la socit. (Seuil, Paris, 1973)

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    auto-dinamizacin de cada una de las esferas que no se determinan automticamente entre s, peroque tampoco se autorregulan cada una ni como conjunto tampoco.

    As, si hay una instancia de "totalidad", por usar los viejos trminos, ella es la poltica, nocomo el lugar en que se determina el contenido de las otras esferas, sino el lugar donde seencuentran, donde es posible de algn modo articularlas. Y para que haya poltica, la nicaexigencia es que haya "sociedad", en este caso sociedad estatal-nacional, lo que clsicamente sellam la polis, es decir, el lugar donde la gente, el pueblo, los actores sociales, los ciudadanos, lasclases, como se les quiera llamar, toman las decisiones.

    En tercer lugar, es necesario enfatizar la autonoma de los procesos sociales respecto de su"base estructural". La tarea de las Ciencias Sociales no es hacer una "historia natural" de lasestructuras sociales y sus dinmicas, sino de comprender su sentido. Y ello no puede hacerse sinintroducir el concepto de actor o sujeto social, al que nos referiremos ms adelante.

    As, una sociedad determinada se define a partir de la particular configuracin de lasrelaciones entre a) Estado, b) rgimen y partidos polticos, y c) sociedad civil o base social. Estarelacin histricamente acotada es lo que permite hablar de una matriz socio-poltica. El conceptode matriz socio-poltica o matriz de constitucin de la sociedad, alude a la relacin entre Estado, omomento de la unidad y direccin de la sociedad; sistema de representacin o estructura poltico-partidaria, que es el momento de agregacin de demandas globales y de reivindicaciones polticasde los sujetos y actores sociales: y la base socio-econmica y cultural de stos, que constituye elmomento de participacin y diversidad de la sociedad civil.

    C. Consecuencias para el estudio de los actores

    La perspectiva indicada hace recaer el peso del anlisis en los actores, su constitucin einteraccin, y los procesos socio-polticos son vistos como creaciones histricas de esos actores yno como resultantes ineluctables de factores o fenmenos estructurales de los que los actores sonsimples portadores o reproductores. Por ello, no hay "un" paradigma alternativo a los vigentes enlas dcadas anteriores, sino marcos analticos y conceptuales abiertos.

    Sealemos dos ideas centrales en esta materia.

    La primera es el concepto de actor-sujeto, cuyos dos aspectos usamos indistintamente.8 Setrata de los portadores, con base material o cultural, de accin individual o colectiva que apelan aprincipios de estructuracin, conservacin o cambio de la sociedad, que tienen una cierta densidadhistrica, que se definen en trminos de identidad, alteridad y contexto, que se involucran en losproyectos y contraproyectos, y en los que hay una tensin nunca resuelta entre el sujeto o principioconstitutivo y trascendente de una determinada accin histrica y la particularidad y materialidaddel actor que lo invoca. No todo lo que se mueve o acta en una sociedad es un actor en el sentidosociolgico del trmino, podramos llamarlo simplemente agente. Tampoco todo lo que llamamosactor es siempre portador de una alta densidad histrica. Cmo una determinada categora social,demogrfica, ocupacional, etaria, territorial, de gnero, etc. se convierte en actor-sujeto? Todo elproblema de la sociologa y la ciencia poltica radica en describir esto: cmo una situacin materialo categora estructural se transforma en actor-sujeto y cmo los actores se constituyen e interactandentro de un contexto-histrico e institucional que ellos mismos contribuyen a producir yreproducir.

    Es posible, entonces, definir una doble matriz de actores en una sociedad determinada. Unaes la matriz socio-poltica o constitutiva o gestatriz de sujetos y que se refiere a las relaciones 8 Sobre la problemtica del actor sujeto, A. Touraine, Le retour de l'acteur (Fayard 1984), La recherche de soi. Dialogue sur le sujet (avec

    F. Khosrokhavar, Fayard, Paris, 2000). Tambin F. Dubet et M. Wieworka, Penser le sujet (Fayard, Paris, 1995).

    Leonardo Fontes

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    mediadas por el rgimen poltico entre Estado, representacin y base socio-econmica y cultural.La otra es la matriz configurativa de actores sociales en la que cada uno de ellos ocupa unaposicin en las dimensiones o niveles y en las esfera o mbitos.

    La segunda idea es que el sentido de las luchas y, ms en general, de la accin social de losactores no est dado unvocamente por la lucha contra "la" dominacin o por un tipo de sociedaddeterminado ideolgicamente fuera de sus propias orientaciones. La autonomizacin e interrelacinde diversas dimensiones sociales que antes aparecan subsumidas principalmente en la economa yla poltica, dan origen a diversos conflictos, luchas y movimientos sociales y, por lo tanto, adiversas finalidades de tales luchas, as como a diversos principios utpicos. El sistema dedominacin de una sociedad, (mejor sera hablar de los sistemas de dominacin), resultan de unacombinacin de diversos ejes o sistemas de accin y no del reflejo de uno solo de ellos, an cuandopueda haber uno o ms dominantes. En cada eje o sistema de dominacin en una sociedad concretahay un enfrentamiento en torno a los principios e instrumentos que definen su orientacin ydestino. De modo que no hay un solo sujeto de la accin histrica, sino varios, aun cuando enmomentos de condensacin de la problemtica histrica de la sociedad en uno de los principios oeje de dominacin, pueda haber un actor-sujeto privilegiado, pero lo ser siempre en trminosrestringidos a esa lucha o conflicto preciso. Desaparece en esta orientacin la utopa comoarquitectura de un tipo de sociedad en la que termina la historia (sociedad moderna, o democrticao socialista), para dar paso a utopas parciales que apuntan a la realizacin provisoria slo dealgunos de los principios que definen una sociedad.

    Al referirnos a procesos polticos de lucha y cambio social, el tema de los actores sociales serecubre con el de los Movimientos Sociales, definidos como acciones colectivas con algunaestabilidad en el tiempo y algn nivel de organizacin, orientadas al cambio o conservacin de lasociedad o de alguna esfera de ella. La idea de movimiento social tiende a oscilar entre dos polostericos. Uno es la visin de una accin colectiva que responde a tensiones o contradiccionesespecficas y que se orienta a resolver esa contradiccin especfica. El otro es la visin delmovimiento social como portador de un sentido de la historia y la encarnacin y agentefundamental del cambio social.9 Ambos polos pueden ser vistos como dos dimensiones de losmovimientos sociales. Por un lado, el Movimiento Social (maysculas, singular) orientado al nivelhistrico-estructural de una determinada sociedad y definiendo su conflicto central. Por otro lado,movimientos sociales (plural, minsculas), que son actores concretos que se mueven en los camposde los mundos de la vida, organizacional o institucional, orientados hacia metas especficas y conrelaciones problemticas, que se definen en cada sociedad y momento, con el Movimiento Socialcentral. Al analizar procesos sociales y polticos, hay que recordar que algunos perodos histricospueden estar caracterizados por la ausencia de movimientos sociales. Adems, los movimientossociales son un tipo de accin colectiva y no el nico, que deben ser distinguidos al menos de otrasdos formas de accin colectiva importantes en sociedades en cambio, como son las demandas y lasmovilizaciones.10

    9 Ejemplo clsico de la primera visin, N.J. Smelser Theory of Collective Behavior (Free Prees, New York, 1962). De la segunda, A.

    Touraine, La voix et le rgard (Seuil, Paris 1978)10 Una definicin y clasificacin de los movimientos sociales en A. Touraine, La voix et le rgard...op. cit.; bajo la direccin de A.

    Touraine Mouvements sociaux d'aujourd'hui. Acteurs et analyses (Les Editions ovrires, Paris 1979. Ms recientemente Podremosvivir juntos? (Fondo de Cultura Econmica, Mxico). Otras visiones en M.G. Gohn Teora dos movimentos sociais. Paradigmasclssicos e contemporneos (Edioes Loyola, Sao Paulo 1997). Una concepcin alejada de la que se plantea aqu en D. McAdam, J.McCarthy, M. Zald, "Social Movements" (En N. Semelser, ed. Handbook of Sociology, Sage Publications 1998)

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  • CEPAL - SERIE Polticas sociales N 56

    II. Accin colectiva y actores enla matriz clsica

    A. La accin colectiva en la matriz clsica

    En trminos generales, podemos decir que la matriz socio-poltica latinoamericana, que denominaremos indistintamente clsica,poltico-cntrica o nacional popular,11 y que prevaleci desde ladcada de los treinta hasta los setenta, con variaciones acordes con losperodos y los pases, se constituy por la fusin de diferentesprocesos: desarrollo, modernizacin, integracin social y autonomanacional.12 Toda accin colectiva estaba cruzada por estas cuatrodimensiones y todos los diferentes conflictos reflejaban estas fusiones.La base econmica era el modelo de desarrollo hacia adentrocaracterizado por la industrializacin de sustitucin de importacionescon un fuerte rol del Estado.13 El modelo poltico estaba constituido,por un lado, por el denominado "Estado de compromiso", lo querefiere a una situacin donde no hay ms hegemona absoluta de unsector social al interior del Estado, como era en la poca oligrquica,sino acomodaciones inestables, por supuesto asimtricas, entre los

    11 Sobre la denominacin nacional-popular, G. Germani, Poltica y sociedad en una poca de transicin. De la sociedad tradicional a la

    sociedad de masas. (Buenos Aires, Edit. Paidos, 1965) y A. Touraine en Amrica Latina, poltica y sociedad...op.cit. La denominacinde Matriz Estado-cntrica, en M.Cavarozzi, El capitalismo poltico tardo y su crisis en Amrica Latina (Homo Sapiens Ediciones,Argentina, 1996). Mi propia definicin en, entre otros, Hacia una nueva era poltica. Estudio sobre las democratizaciones. (Fondo deCultura Econmica, 1995).

    12 Touraine, Poltica y sociedad ...op. cit.13 Hirschman, A. The Political Economy of Import-Substituting Industrialization in Latin America. (Quarterly Journal of Economics,

    February,1969).

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  • Cambios sociales, actores y accin colectiva en Amrica Latina

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    sectores incluidos: oligarquas, diversas fracciones de la burguesa, capas medias y trabajadoresindustriales.14 Por otro, por diferentes tipos de populismo, independientemente de los regmenespolticos.15 La referencia cultural era al mismo tiempo el Estado, la Nacin y el Pueblo, y unavisin de cambio social global y radical que le otorgaba un sello revolucionario a la accin polticaaun cuando ella fuera de corte social demcrata o de tipo populista.16

    La principal caracterstica de la matriz nacional popular, en trminos tpico-ideales, era lafusin entre sus componentes, es decir, el Estado, los partidos polticos y los actores sociales. Estosignificaba una dbil autonoma de cada uno de estos componentes y una mezcla entre dos o tres deestos componentes, con subordinacin o supresin de los otros. La combinacin particular entreellos dependa de factores histricos y variaba de pas en pas. En cualquier caso, la formaprivilegiada de accin colectiva era la poltica y la parte ms dbil de la matriz era el vnculoinstitucional entre sus componentes, es decir, el rgimen poltico, independientemente de sunaturaleza (democrtico o autoritario), de ah sus fluctuaciones o ciclos reiterativos.

    En esta matriz clsica el Estado jugaba un rol referencial para todas las acciones colectivas,ya fueran el desarrollo, la movilidad y movilizacin sociales, la redistribucin, la integracin de lossectores populares. Pero era un Estado con dbil autonoma de la sociedad y sobre el que pesabantodas las presiones y demandas tanto internas como externas. Esta interpenetracin entre Estado ysociedad le daba a la poltica un papel central; pero, salvo casos excepcionales, se trataba de unapoltica ms movilizadora que representativa y las instituciones de representacin eran, en general,la parte ms dbil de la matriz. El principio estatalista presente en toda la sociedad, no siempreestaba acompaado de la autonoma institucional y la capacidad de accin efectiva del Estado.

    Siempre en trminos esquemticos y tpico-ideales, es posible afirmar que junto con laclsica matriz socio-poltica exista un actor social central que puede ser definido como elMovimiento Nacional Popular, y que abarcaba los diferentes movimientos sociales, a pesar de susparticularidades. Esto significa que cada uno de los movimientos sociales particulares era al mismotiempo, y en grados diversos, desarrollista, modernizador, nacionalista, orientado hacia el cambiosocial y se identificaba como parte del "pueblo". Este ltimo era considerado como el nico sujetode la historia. El movimiento o actor social paradigmtico del Movimiento Nacional Popular fuegeneralmente el movimiento obrero, probablemente debido ms a su significacin simblica que asu fuerza estructural. Pero en diferentes perodos este liderazgo fue cuestionado por la idea de quelos obreros urbanos estaban obligados a comprometerse y haban perdido su impulsorevolucionario, por lo que otros actores, como los campesinos o los estudiantes o las vanguardiaspartidarias eran llamados a asumir el liderazgo revolucionario.

    As, las caractersticas principales de este actor social o Movimiento Social central,compartidas de maneras diferentes por los movimientos sociales particulares, principalmente losmovimientos urbanos, fueron en primer lugar, la combinacin de una dimensin simblica muyfuerte que clamaba un cambio social global con una dimensin de demandas muy concretas. Estosignifica la asuncin implcita o explcita de la orientacin revolucionaria aun cuando losmovimientos concretos fueran muy "reformistas". En segundo lugar, la referencia al Estado comoel interlocutor de las demandas sociales y como el locus de poder sobre la sociedad. Esto significauna omnipresente y compleja relacin del movimiento social con la poltica, pudiendo ser sta lasubordinacin completa a los partidos, la instrumentacin de stos o un estilo de accin msindependiente. En consecuencia, la debilidad de la base estructural de los movimientos sociales secompensaba con la apelacin ideolgica y poltica.

    14 F. Weffort, Clases populares e desenvolvimiento social (Ilpes, manuscrito, 1968); Graciarena J. y Franco R., Formaciones sociales y

    estructuras de poder en Amrica Latina. (Editorial Centro de Investigaciones Sociolgicas, Madrid, 1981)15 Es lo que Marcelo Cavarozzi denomina "frmula poltica hbrida" (El capitalismo poltico tardo...op. cit.16 Sobre esto y en lo que sigue, ver A.Touraine, Poltica y sociedad.., op cit.

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  • CEPAL - SERIE Polticas sociales N 56

    17

    B. La desarticulacin de la matriz nacional popular

    El intento de desmantelar la matriz clsica o poltico-cntrica por parte de los regmenesmilitares de los sesentas y setentas y algunas transformaciones institucionales o estructurales quetambin ocurrieron en otros pases sin este tipo de autoritarismo, en los ochenta,17 implicaronalgunas consecuencias profundas para los actores sociales y formas de accin colectiva.

    Hay, por un lado, dos significados entrelazados en la accin de cualquiera de losmovimientos y actores sociales particulares. Uno es la reconstruccin del tejido social destruidopor el autoritarismo y las reformas econmicas.18 El otro es la orientacin de las acciones, en elcaso de regmenes autoritarios, hacia el trmino de ste, lo que politiza todas las demandassectoriales no especficamente polticas.

    Por otro lado, debido a la naturaleza represiva de los regmenes autoritarios o militares, ytambin al intento de desmantelamiento general del Estado desarrollista, que tambin se dio en loscasos en que no hubo rgimen militar, la referencia al Estado y los vnculos con la poltica cambiandramticamente para los actores sociales particulares, llegando a ser ms autnomos, mssimblicos y ms orientados hacia la identidad y autoreferencia que a lo instrumental oreivindicativo.19

    Durante el momento represivo ms intenso en los inicios del autoritarismo, la orientacinprincipal de cualquier accin colectiva tiende a ser la auto defensa y sobrevivencia, es decir, eltema central es la vida y los derechos humanos.20 Cuando el rgimen mostr su dimensin msfundacional, los movimientos se diversificaron en variadas esferas de la sociedad y se orientaronms hacia lo cultural y social que hacia lo econmico o poltico. Finalmente, cuando el rgimencomienza a descomponerse y su trmino es visto como una posibilidad real, los actores socialestienden a orientarse hacia la poltica y hacia una frmula institucional de transicin que asume einvolucra todas las diferentes expresiones previas de accin colectiva.

    Respecto de los movimientos sociales particulares, el intento del autoritarismo por cambiarel rol del Estado y los cambios en la economa y la sociedad, transformaron los espacios deconstitucin de aquellos, principalmente debilitando sus bases institucionales y estructurales atravs de la represin, marginalizacin e informalizacin de la economa. En lugar de losmovimientos organizados, la principal accin colectiva durante las dictaduras fueron lasmovilizaciones sociales que tendan a enfatizar su dimensin simblica por sobre la orientacinreivindicativa o instrumental. Es significativo, en este sentido, el rol de liderazgo simblicoalcanzado por el Movimiento de Derechos Humanos. La orientacin ms instrumental aparececuando los movimientos piden el fin del rgimen y su reemplazo por uno democrtico.

    Volveremos sobre esto al referirnos a la democratizacin poltica. 17 Sobre los autoritarismo y regmenes militares, ver el ya clsico, D. Collier, ed The New Authoritarianism in Latin America (Princeton

    University Press, 1979) y los trabajos de G. ODonnell en su antologa, Contrapuntos. (Paidos, Argentina, 1999). Para una discusingeneral de las transformaciones socio-econmicas bajo el sello del neo-liberalismo, ver Smith, W., Acua C. y Gamarra, E. eds. LatinAmerican Political Economy in the Age of Neo-liberal Reform. (Transactions Publishers New Brunswick, 1994)

    18 Acerca del resurgimiento de la sociedad civil bajo el autoritarismo, ver J. Nun, La rebelin del Coro (Ediciones Nueva Visin, BuenosAires, 1989). Ver tambin las obras colectivas: S. Eckstein, coord. Poder y protesta popular. Movimientos sociales latinoamericanos.(Siglo XXI Editores, Mxico, 2001); A. Escobar, A. y S. Alvarez, eds. The Making of Social Movements in Latin America. Identity,Strategy and Democracy (Westview Press, 1992), Slater, D. ed. New Social Movements and the State in Latin America (CEDLA,Amsterdam, 1985)

    19 Sobre el significado y evolucin de los movimientos sociales bajo los regmenes militares, ver M.A.Garretn, Movilizacin popularbajo el rgimen nilitar en Chile. De la transicin invisible a la democratizacin poltica en el volumen editado por S. Eckstein,, coord,Poder y Protesta ..op.cit . Ver tambin en el mismo volumen los artculos de Eckstein, Moreira Alves, M.H. Navarro., M., y Levine yMainwaring. Para los movimientos de derechos humanos y otro tipo de resistencia al autoritarismo, ver la tercera parte de J. Corradi, P.Weiss y M.A. Garretn,eds., Fear at the Edge. State Terror and Resistance in Latin America. (California University Press, Berkely,1992).

    20 E. Jelin y E. Herschberg, eds. Constructing Democracy. Human Rights, Citizenship and Society in Latin America, (Westview Press,1995).

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  • CEPAL - SERIE Polticas sociales N 56

    III. Cambios sociales y nuevocontexto histrico

    La hiptesis central que desarrollaremos en este captulo es quehay cambios fundamentales en la llamada "sociedad moderna" y en lamatriz socio-poltica latinoamericana, que afectan profundamente losparadigmas de accin colectiva y de constitucin de actores socialesrecin ya examinados.

    A. La globalizacin y la transformacin de lasociedad modernaDos fenmenos han cambiado significativamente la

    problemtica de la accin colectiva en el mundo de hoy.

    Por un lado, la llamada globalizacin, en cuanto interpenetraeconmica (mercados) y comunicacionalmente (meditica,informacin, redes reales y virtuales, informtica) a las sociedades osegmentos de ella y atraviesa las decisiones autnomas de los Estadosnacionales,21 presenta, al menos cuatro efectos. Uno es ladesarticulacin de los actores clsicos ligados al modelo de sociedadindustrial de Estado nacional. Otro, que no siempre se ha desarrolladocomo respuesta a la globalizacin puesto que tiene tambin suspropias dinmicas, es la explosin de identidades adscriptivas ocomunitaristas basadas en el sexo, la edad, la religin como verdad

    21 El trabajo ms comprensivo sobre el tema es M. Castells, La era de la informacin. Economa, sociedad y cultura. (3 vols. Alianza

    Editorial, Espaa 1997). Desde una perspectiva crtica lationoamericana, J. Chonchol, Hacia dnde nos lleva la globalizacin? (LOM,Santiago, 2000) V. Flores Olea y A. Maria Crtica de la globalidad. Dominacin y liberacin en nuestro tiempo (Fondo de Culturaeconmica, 1999); N. Garca Canclini, La globalizacin imaginada. (Mxico, Buenos Aires 1999); M.A. Garretn, ed. Amrica Latina:un espacio cultural en el mundo globalizado. (Convenio Andrs Bello, Bogot, 1999).

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  • Cambios sociales, actores y accin colectiva en Amrica Latina

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    revelada y no como opcin, la nacin no estatal, la etnia, la regin, etc. Un tercero, son las nuevasformas de exclusin que expulsan masas de gente estableciendo un vnculo puramente pasivo ymeditico entre ellas y la globalizacin. Finalmente, la conformacin de actores a nivel globalizadoque enfrentan a su vez a los poderes fcticos transnacionales.

    Por otro lado, lo que est ocurriendo, en todas partes del mundo y en Amrica Latina conalgunas caractersticas particulares que indicaremos, es un cambio fundamental del tipo societalpredominante en los ltimos siglos. ste puede resumirse en el fenmeno de amalgamacin entre eltipo societal bsico que actu como referencia desde el siglo XIX, la sociedad industrial de EstadoNacional, y otro tipo societal, la sociedad post-industrial globalizada.22

    El tipo societal referencial, frente al cual los pases podan estar ms atrasados o msavanzados, la sociedad industrial de Estado Nacional, tena dos ejes fundamentales: uno era el ejetrabajo y produccin, el otro era el eje Estado Nacional, es decir, la poltica. Por lo tanto, losactores sociales en este tipo societal eran predominantemente actores que se vinculaban al mundodel trabajo o de la produccin, es decir, alguna relacin con las clases sociales, y por otro lado, almundo de la poltica, es decir alguna relacin con los partidos o liderazgos polticos. Lacombinacin de ambos es lo que llambamos movimientos sociales.

    En el caso de Amrica Latina, definida menos por una estructura industrial y un Estadonacional en forma que por un proceso de industrializacin y de construccin de Estados nacionalesy de integracin social, la estructuracin de la sociedad estaba basada ms en la poltica que en eltrabajo o produccin. Es decir, si hubiera que simplificar, diramos que en Amrica Latina, losactores y las identidades se constituan desde el mundo del trabajo y de la poltica, pero conpredominio de sta. Respecto de la poltica, no necesariamente se trata de la poltica partidaria,aunque en el caso de Uruguay y Chile s prevaleca la dimensin partidaria en la constitucin deidentidades. En los otros casos, poda darse otro tipo de principio constitutivo (caudillismo oliderazgos personalizados, clientelismos), aunque siempre siendo bsicamente poltico.

    El nuevo tipo societal, que podramos llamar post-industrial globalizado y que slo existecomo principio o como tipo societal combinado con el anterior, tiene como ejes centrales elconsumo y la informacin y comunicacin. No tiene en su definicin misma, como tipo desociedad, un sistema poltico. En el tipo societal industrial de Estado Nacional, el sistema polticoes fundamental, puede ser democrtico, autoritario, o cualquier otro, pero es definitorio yconstitutivo. En el tipo societal de la sociedad postindustrial globalizada, no hay sistemas polticos,es un tipo societal sin sistema poltico. Por lo tanto, no puede existir en ninguna sociedad concreta,tiene que estar mezclado con otro tipo societal que s tenga sistema poltico.

    En torno a los ejes bsicos de este modelo societal, consumo e informacin y comunicacin,se constituyen nuevos tipos de actores sociales, por supuesto que intermezclados o co-existiendocon los actores provenientes del modelo societal industrial-estatal transformados. Por un lado, lospblicos y redes de diversa naturaleza, que pueden ser ms o menos estructurados, especficos ogenerales, pero que tienen como caracterstica el no tener una fuerte y estable densidadorganizacional estable. En segundo lugar, actores con mayor densidad organizacional como lasONGs que constituyen tambin redes nacionales y transnacionales. En tercer lugar, los actoresidentitarios, sobre todo aqullos en que el principio fundamental de construccin de identidadtiende a ser adscriptivo y no adquisitivo. Finalmente, los poderes fcticos, es decir, entidades oactores que procesan las decisiones propias a un rgimen poltico, -es decir, poder poltico,

    22 Existe una abundante literatura sobre el carcter de la sociedad y su impacto en las formas de accin colectiva. Vale la pena destacar para

    este trabajo, M. Castells, La era de la informacin...op.cit, vol 2.; A. Touraine, Podremos vivir juntos...op.cit.; F. Dubet, D. Martuccelli,Dans quelle socit vivons-nous? (Seuil, Paris, 1998); A. Melucci, Challenging codes. Collective Action in the Information Age(Cambridge University Press, 1996). Desde la perspectiva ms clsica de clases sociales, E.O. Wright, Class counts. Comparative Studiesin Class Analysis (Cambridge University Press, 1997). Mi propia visin en La sociedad en que viviremos...op.cit.

    Leonardo Fontes

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  • CEPAL - SERIE Polticas sociales N 56

    21

    ciudadana y demandas y conflictos-, al margen de las reglas del juego democrtico. Ellos puedenser extra-institucionales como los grupos econmicos locales o transnacionales, la corrupcin y elnarcotrfico, grupos insurreccionales y para-militares, poderes extranjeros, organizacionescorporativas transnacionales, medios de comunicacin. Pero tambin existen poderes de jure,actores institucionales, que se autonomizan y asumen poderes polticos ms all de sus atribucioneslegtimas, transformndose en poderes de facto, como es el caso de organismos internacionales,presidentes (hiper presidencialismo), poderes judiciales, parlamentos, tribunales constitucionales ylas mismas Fuerzas Armadas en muchos casos.

    Es evidente que todos estos actores presentan problemas de representacin en la arenapoltica bastante ms complejos, en comparacin con los actores propios de la sociedad industrialde Estado nacional.

    Consecuencia de lo sealado, es la transformacin de los principios de accin colectiva eindividual. Los principios de referencia de los actores de la sociedad clsica que hemos conocido ya la cual pertenece nuestra generacin en Amrica Latina son el Estado y la polis estructurada enEstado. Los principios de referencia de los actores de la sociedad postindustrial globalizada, sonproblemticas que desbordan la polis o el Estado nacional (paz, medio ambiente, ideologasglobalistas u holsticas, gnero) o, en el caso de los actores identitarios, la identidad de la categorasocial a la cual pertenecen (se sienten jvenes o mujeres ms que nacionales de un pas, indios,viejos, paisanos de tal regin, etc.).

    Hay otras dos dimensiones de la transformacin estructural y cultural que afectan la accinindividual y colectiva. La primera es la desinstitucionalizacin, la desnormativizacin, donde dejande corresponderse tica y moral y desaparece la consistencia entre valores, normas y conductas.Hoy da la ausencia de instituciones o de normas no es la patologa como en el tipo industrial deEstado nacional, sino que forma parte de la naturaleza misma de la sociedad post-industrialglobalizada. La segunda es que estamos en una situacin en la que no se corresponden economa,poltica, cultura y sociedad en un mismo espacio territorial. A un determinado nivel de ingreso nocorresponden un determinado nivel educacional o una determinada forma de organizacin social ouna determinada lnea poltica.

    Es cierto que Amrica Latina siempre vivi en forma desgarrada la modernidad occidentalindustrial estatal-nacional y que sta nunca logr consolidarse como la racionalidad organizadorade estas sociedades. Pero tambin es cierto que esta modernidad fue un elemento referencial en lahistoria de nuestros pases en el siglo pasado y que se la vivi en forma ambigua e hibridada conotros modelos de modernidad. Todo ello hace ms problemtico la irrupcin del nuevo tipo societalen nuestras sociedades.

    Si se examinan las nuevas manifestaciones de la accin colectiva desde Chiapas, Villa ElSalvador de Per, los movimientos campesinos ligados al narcotrfico o los ms tradicionales delucha por la tierra, los movimientos tnicos y de gnero, las movilizaciones de protesta contra elmodelo econmico, las nuevas expresiones de los movimientos estudiantiles, entre otros, se verque todas ellas comparten rasgos de ambos modelos de modernidad combinados con las propiasmemorias colectivas.

    La desnormativizacin, la no correspondencia entre economa, poltica, cultura y sociedad,tienen en Amrica Latina un rasgo particular. Producto de las transformaciones del modelo dedesarrollo a nivel mundial, el paso de modelos de desarrollo fundamentalmente centrados en losEstados a modelos de desarrollo en que las fuerzas transnacionales de mercado juegan un rolimportante, entonces, el Estado tiene menos cosas que ofrecer, lo que hace que la relacin de lagente con l, es decir la poltica, aparezca menos importante para ella, es decir, ms abstracta ylejana.

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  • Cambios sociales, actores y accin colectiva en Amrica Latina

    22

    B. El cambio de matriz socio-poltica en Amrica Latina

    Junto a las transformaciones provenientes de los procesos de globalizacin, en los que lassociedades latinoamericanas se insertan dificultosamente de una manera dependiente y comoobjetos de estrategias externas de dominacin, y de las dinmicas de un nuevo tipo societal que seamalgama con el pre-existente, ambos mal enraizados en estas sociedades, stas han vivido, engrados y circunstancias diferentes, cambios profundos en diversas dimensiones.23

    El primero es el advenimiento y relativa consolidacin de sistemas poltico-institucionalesque tienden a sustituir a las dictaduras, guerras civiles y modalidades revolucionarias de dcadasprecedentes. El segundo es el agotamiento del modelo de "desarrollo hacia adentro",industrializacin con rol dirigente del Estado, y su reemplazo por frmulas que priorizan el papeldel sector privado y buscan insertarse en la economa globalizada y dominada por las fuerzastransnacionales del mercado. El tercero es la transformacin de la estructura social, con el aumentode la pobreza y la marginalidad y la precariedad creciente de los sistemas laborales. Finalmente, lacrisis de las formas clsicas de modernizacin y de cultura de masas norteamericanapredominantes en las elites dirigentes, y el reconocimiento y desarrollo de frmulas propias ehbridas de modernidad.

    Todos estos procesos han significado la ruptura y desarticulacin de la matriz clsica onacional popular. Recordemos que es contra esta matriz y su tipo de Estado que se dirigen tanto losmovimientos revolucionarios de los sesenta, criticando su aspecto mesocrtico y su incapacidad desatisfacer los intereses populares, como tambin los regmenes militares que se inician en lossesenta en Amrica Latina. El momento de las transiciones democrticas de los ochenta y noventa,a su vez, coincide con la constatacin del vaco dejado por la antigua matriz que los autoritarismosmilitares haban desarticulado sin lograr reemplazarla por otra configuracin estable y coherente delas relaciones entre Estado y sociedad. En este vaco tienden a instalarse diferentes sustitutos queimpiden el fortalecimiento, autonoma y complementariedad entre los componentes de la matriz(Estado, rgimen y actores polticos, actores sociales y sociedad civil) y que buscan sustituir oeliminar alguno.

    Tres grandes tendencias, a veces superpuestas, otras intermezcladas, otras en tensin y conluchas por hegemonas parciales entre ellas, intentan reemplazar la matriz en disolucin. Por unlado, un intento de negar la poltica a partir de una visin distorsionada y unilateral de lamodernizacin expresada en una poltica instrumental que sustituye la accin colectiva por la razntecnocrtica y donde la lgica de mercado parece aplastar cualquier otra dimensin de la sociedad.La principal expresin de esta tendencia es la versin neo-liberal. Aqu el Estado es visto slo en sudimensin instrumental y negativa respecto del pasado. Es por ello que se trata sobre todo dereducirlo, convirtiendo la disminucin del gasto pblico y las privatizaciones en el sinnimo dereforma del Estado. Pero, paradojalmente, ninguna transformacin hecha bajo el sello de estavisin ha podido prescindir de una muy fuerte intervencin estatal, aumentando su capacidadcoercitiva. Esta tendencia se acompaa en los ltimos tiempos con una visin de la poltica quecontribuye a despolitizar an ms la sociedad al plantearse como su nico contenido el "resolverlos problemas concretos de la gente".

    Por otro lado, y como reaccin frente a la primera tendencia y a los fenmenos deglobalizacin, surge una visin tambin crtica del Estado y la poltica, pero desde la sociedad civil,apelando su reforzamiento, ya sea a travs de los principio de ciudadana, participacin,

    23 Ver los trabajos citados en nota 3.

    Leonardo Fontes

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  • CEPAL - SERIE Polticas sociales N 56

    23

    empoderamiento o de las diversas concepciones del capital social, ya sea a travs de la invocacina principios identitarios y comunitarios.24

    Entre estos dos polos contradictorios, pero que en conjunto tienden a debilitar desde ngulosdistintos la legitimidad del Estado y de la poltica, en un caso por considerarlos innecesarios eineficientes, en el otro por ser elitistas y cupulares y no dar cuenta de las nuevas demandas ycampos de accin sociales, hay tambin la visin ms institucionalista del refuerzo del papel delEstado y de la democracia representativa, para evitar la destruccin de la sociedad por parte delmercado, los poderes fcticos o el particularismo de las reivindicaciones identitarias y corporativas.

    En los vacos que dejan estas tres tendencias, incapaces cada una de reconstituir una nuevamatriz socio-poltica, pueden resurgir tambin nostalgias populistas, clientelistas, corporativistas opartidistas y, en caso de extrema descomposicin, caudillismos neo-populistas, pero ya sin laconvocatoria de grandes proyectos ideolgicos o de movilizaciones de fuerte capacidad integrativa.Estas nostalgias aparecen ms bien como formas fragmentarias, muchas veces en forma paralela aelementos anmicos, apticos o atomizadores, y, en algunos casos delictuales, como el narcotrficoy la corrupcin.

    As, la cuestin fundamental es si, ms all de las transiciones democrticas o del paso a unmodelo econmico basado en las fuerzas de mercado transnacionalizado, asistimos o no a laemergencia de un nuevo tipo societal, es decir, de una nueva matriz socio-poltica. Lo ms probablees que los pases sigan diversos caminos en esta materia, movindose de una u otra manera en lastres grandes tendencias anotadas. Si bien es cierto el riesgo de la permanente descomposicin oinestabilidad y crisis sin una pauta nueva y clara de relaciones entre Estado, poltica y sociedad,tambin puede irse abriendo paso dificultosamente la tendencia a una nueva matriz de tipo abierta,es decir, caracterizada por la autonoma y la tensin complementaria de sus componentes,combinada con elementos subordinados de la matriz clsica en descomposicin y redefiniendo lapoltica clsica y las orientaciones culturales.

    No es posible predecir an el resultado de estos procesos. Pareciera que el marco polticoser formalmente democrtico. Pero, es difcil asegurar si tales democracias sern relevantes yoperantes para cumplir su funcin de rgimen poltico o sern reemplazadas en buena medida pordiversos poderes fcticos carentes de legitimidad general.

    24 Sobre ciudadana y participacin, CEPAL, Equidad, desarrollo y ciudadana ( CEPAL, Santiago, 2000). Sobre capital social, A.

    Portes, El neo-liberalismo y la sociologa del desarrollo: tendencias emergentes y efectos inesperados (Revista PerfilesLatinoamericanos, N13), J. Durston, Qu es el capital social latinoamericano (CEPAL, Santiago, Julio 2000) Sobreidentidades, ILADES, Identidad y modernidad en Amrica Latina (Revista Persona y Sociedad, Vol. N 1. Abril de 1996).

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  • CEPAL - SERIE Polticas sociales N 56

    IV. Los nuevos ejes de la accincolectiva

    Hemos indicado que una de las hiptesis bsica que intentamosdesarrollar en este trabajo es que los cambios estructurales y culturalesque afectan tanto al tipo societal latinoamericano, como al modoclsico de relacin entre Estado y sociedad significan en trminos dela accin colectiva, un cambio de paradigma en un doble sentido. Enprimer lugar, la organizacin de la accin colectiva y la conformacinde actores sociales se hace menos en trminos de la posicinestructural de los individuos y grupos y ms en trminos de ejes desentido de esa accin. Y, en segundo lugar, que estos cuatro ejes deaccin que definiremos, no estn imbricados en un proyecto societalnico que los ordena entre s y fija sus relaciones, prioridades ydeterminaciones en trminos estructurales, sino que cada uno de elloses igualmente prioritario, tiene su propia dinmica y define actoresque no necesariamente son los mismos que en los otros ejes, comoocurra con la fusin de las diversas orientaciones en el movimientonacional popular o en el movimiento democrtico que le sigui.

    Estos ejes definen cuatro procesos simultneos pero autnomos,aunque con relaciones entre ellos difciles de determinar tericamente,lo que redefine el concepto clsico de desarrollo centrado en torno alcrecimiento econmico y sus causas o efectos en otras esferas de lasociedad.25

    25 PNUD, Informe sobre Desarrollo Humano. (Fondo de Cultura Econmica, Mxico DF, 1994)

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  • Cambios sociales, actores y accin colectiva en Amrica Latina

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    A. La democratizacin poltica

    El primero es la construccin de democracias polticas desde regmenes no democrticos, olo que se ha llamado la democratizacin poltica.26 En este sentido, en las ltimas dcadas se handado tres tipos de procesos de democratizacin. El primero son las fundaciones democrticas, esdecir, creacin de un rgimen democrtico en pases donde nunca existi antes propiamente unademocracia desde regmenes oligrquicos o patrimoniles o desde situaciones de guerra civil,insurreciones o revoluciones, como es, principalmente el caso centroamericano. El segundo son lastransiciones, paso a regmenes democrticos desde regmenes de dictadura militar o civil formales,caso principalmente de los pases del Cono Sur. El tercero son las reformas, es decir, procesos deextensin de instituciones democrticas desde el poder mismo, presionado por la sociedad y laoposicin poltica, como es el caso mexicano.

    Las primeras exigen, por su naturaleza, la presencia de actores e instituciones mediadoras,nacionales o externas, entre los sectores combatientes y la conversin de estos en actores polticos.Las segundas no operan por derrocamiento, sino que por negociaciones dentro de marcosinstitucionales pero se definen por el cambio de los titulares del poder y privilegian a los partidospolticos como actores centrales y a los grupos corporativos que presionan por salvaguardar susintereses en el proceso de trmino de las dictaduras y en el rgimen que les seguir, subordinndoselos movimientos sociales, importantes en el desencadenamiento de la transicin, a las lgicas departidos y actores corporativos. Las terceras no implican cambio necesario en los titulares del podery es difcil decir en qu momento realmente estn terminadas. En ellas el juego cupular de lospartidos y actores polticos es central, aunque los movimientos de la sociedad civil son los quemantienen la presin para evitar el empantanamiento de las reformas.

    Si bien es cierto que cada forma de democratizacin tiene implicancias distintas para lasformas de accin social y privilegia determinados actores sociales. Sin embargo, es posible trazaruna lnea general en esta materia, en la que cada caso y sub-caso aporta sus rasgos especficos.

    Si habamos definido como el sujeto o principio constitutivo central de la matriz poltico-cntrica o clsica al Movimento Nacional Popular, puede decirse que la construccin dedemocracias polticas implic un giro de ste hacia el Movimiento Democrtico, es decir, hacia unactor o movimiento central que, por vez primera, no se orienta ni hacia intereses especficos de unsector social ni hacia el cambio social radical y global sino hacia el cambio de rgimen poltico.Los gobiernos autoritarios se convierten en el principio ms importante de oposicin y el trminodel rgimen y la instalacin de la democracia llegan a ser la meta principal de la accin colectiva.Con este cambio, el Movimiento Social gana en trminos instrumentales, pero se paga el precio dela subordinacin de las demandas particulares a las metas polticas. A la vez, esto otorga el rol deliderazgo a los actores polticos, principalmente, los partidos. Las negociaciones y concertacionesen el nivel de las cpulas y de las lites tienden a reemplazar las movilizaciones sociales durante latransicin democrtica y los procesos de consolidacin.

    En este sentido, los procesos de democratizacin poltica tienden a separar la accincolectiva en tres lgicas que penetran a todos los actores sociales particulares. Una es la lgicapoltica orientada hacia el establecimiento de una democracia consolidada como condicin paracualquier otro tipo de demanda. La otra es la lgica particular de cada uno de los actores orientados

    26 Sobre transiciones y democratizaciones, entre muchos otros, C. Barba, J.L. Barros, J. Hurtado (comps.) Transiciones a la democracia en

    Europa y Amrica. (FLACSO, Universidad de Guadalajara, Editorial Angel Porras, Mxico 1991, 2 vols. Un balance y revisinactualizados en Jonathan Hartlyn, "Contemporary Latin America Democracy and Consolidation. Unexpected Patterns, Re-elaboratedConcepts, Multiple Components". (En prensa en un volumen editado por Latin American Program, Wilson Center, Washington, DC,2000). Mis propios planteamientos en M. A. Garretn, Hacia una nueva era poltica. Estudio sobre las democratizaciones (op.cit. 1995),"Revisando las transiciones democrticas en Amrica Latina". (Revista Nueva Sociedad No. 148, Marzo-Abril 1997) y Poltica ysociedad entre dos pocas...(op.cit). En este ltimo nos basamos para el balance que aqu presentamos.

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    UsuarioComentario en el textoEsto es realmente as, o as fue el caso chileno? La oposicin y resistencia a la dictadura en la Argentina fue ejercitada principalmente por el movimiento de DD.HH. y luego, en segundo lugar, por el movimiento sindical

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    hacia beneficios concretos en la democratizacin social como condicin para apoyar activamente alnuevo rgimen democrtico. La ltima lgica, ms globalizante, critica la insuficiencia de loscambios institucionales y concibe la democracia como un cambio social ms profundo y extensivoa otras dimensiones de la sociedad. Esta lgica, subordinada durante las democratizacionespolticas se expresar ms adelante a travs de los ejes de la accin colectiva que veremos msadelante.

    La existencia de cuestiones ticas no resueltas durante las transiciones o democratizaciones,especialmente la violacin de los derechos humanos bajo las dictaduras, mantuvo la importancia delos movimientos de Derechos Humanos al comienzo de las nuevas democracias. Pero stos sevieron severamente limitados por las restricciones de otros enclaves autoritarios, de tipoinstitucional o constituidos por poderes fcticos (militares, empresarios, grupos para-militares), yespecialmente por el riesgo de la regresin autoritaria y las crisis econmicas. Ello confiri a losactores polticos, en el gobierno y la oposicin, roles claves en la accin social subordinando, deesta manera, los principios de accin de otros actores a su propia lgica. A su vez, las tareasrelacionadas con el proceso de consolidacin privilegiaron, al comienzo, las necesidades yrequerimientos del ajuste y estabilidad econmicos desincentivando la accin colectiva que sepensaba pona en riesgo tales procesos. Como resultado, se produce un cierto grado dedesarticulacin y desactivacin de los movimientos sociales.

    Pero ms importante an es que, al establecerse el rgimen democrtico, an con lasinsuficiencias que veremos, se deja a los movimientos sociales sin un principio central deproyeccin. As, la pregunta, despus del Movimiento Popular Nacional y del MovimientoDemocrtico que lo reemplaz como Movimiento Social Central, es si en Amrica Latina segenerar un nuevo actor social central y, de ser as, qu tipo de Movimiento ser. Volveremos sobreesto en las prximas secciones.

    El balance de las democratizaciones polticas, no puede dejar de ser positivo en cuanto a latransicin y consolidacin de regmenes post-autoritarios, y, con excepciones, crtico respecto de lacalidad y profundidad democrtica de tales regmenes.

    As, y con algunas pocas excepciones significativas, la participacin electoral en la reginen la ltima dcada no ha disminuido y alcanza a ms de dos tercios si se toma el total deregistrados y a algunos puntos ms del 50% si se toma toda la poblacin en edad de votar, lo que esrelativamente aceptable en trminos de comparaciones con otros contextos. Asimismo, segn lasencuestas de opinin pblica, la aceptacin de la democracia como el rgimen poltico mejor paravivir, aunque ha disminuido, permanece en porcentajes relativamente aceptables si se toma lahistoria de estos pases caracterizada por una desaprensin permanente respecto de los regmenesinstitucionales. Cabe sealar, adems, la regularidad de elecciones para la eleccin de cargos, y conalgunas excepciones ya sealadas, la mayor participacin poltica estable, la relativa formalizacine institucionalizacin de procesos polticos, una cierta potencialidad de representacin con laemergencia en casi todos los pases de sistemas de partidos y de coaliciones que tienden a aseguraruna cierta gobernabilidad.27

    Pero los regmenes democrticos que suceden a las dictaduras militares o civiles fuerondemocracias o incompletas o dbiles. Es decir, en algunos casos, se trata de regmenes que si bienson bsicamente democrticos mantienen cierta impronta del rgimen anterior, lo que hemosdenominado los enclaves autoritarios. Estos son de tipo institucional (Constituciones, sistemaslegislativos amarrados, etc.); tico-simblicos (problemas pendientes de verdad y justicia en torno acrmenes y violaciones de derechos humanos desde el Estado); actorales (grupos que intentanvolver al rgimen anterior o no juegan cabalmente el juego democrtico) y culturales (actitudes y 27 Ver D. Zovatto y J.Rial, eds, Urnas y desencanto poltico. Elecciones y democracia en Amrica Latina (1992-1996) (IIDH, CAPEL, San

    Jos de Costa Rica, 1998).

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    UsuarioComentario en el textoContrastar con la ponencia que escrib

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  • Cambios sociales, actores y accin colectiva en Amrica Latina

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    comportamientos heredados que impiden la participacin ciudadana y democrtica)28 En otroscasos, la recomposicin del sistema de representacin en el rgimen democrtico est an en curso.Por ltimo, hay un grupo de pases que vive una cierta descomposicin del conjunto del sistemapoltico o en los cuales los poderes fcticos no se someten a las reglas del juego institucional o laciudadana no logra constituirse como tal, lo que hace a sus democracias relativamente irrelevantespara el cumplimiento de las tareas propias de todo rgimen.

    Vale la pena indicar que no slo la presencia de enclaves autoritarios producen transiciones,fundaciones o reformas incompletas y democracias dbiles. Tambin, sobre todo en el caso de lasreformas democrticas, la existencia de situaciones en que no se logra institucionalizar y legitimarel poder democrtico, y en que la sociedad queda a merced de poderes fcticos que pueden o notener que ver con el rgimen o la situacin precedentes, han provocado algunas regresionesparciales o frmulas inestables en que no se consolida un rgimen democrtico, sino que se viveuna combinacin de "situaciones", tanto autoritarias como semi-democrticas.

    Por otro lado, tanto las caractersticas propias de procesos donde la gradualidad y lanegociacin juegan un rol determinante, como las limitaciones democrticas provenientes de losenclaves autoritarios, la ausencia de institucionalidad y el predominio de poderes fcticos explican,en parte, la frustracin de vastos sectores y la visin desencantada relativamente masiva. Se afirmaas, que, aunque hay un avance en las libertades, la democracia "no ha cambiado nada para la vidade la gente y para sta las cosas siguen igual". Si bien se valoran las instituciones propias de lademocracia, se hace una crtica bastante radical a las existentes en cada sociedad y a sufuncionamiento.

    Es evidente que en torno a la profundizacin y calidad del rgimen democrtico se produciruna configuracin de actores, con una tensin entre los orientados ms poltica-estatalmente,preocupados de las reformas institucionales y de la modernizacin del Estado, y aqullos que ligandemandas sociales y ciudadanas propias del segundo eje al que nos referiremos. Recordemos alrespecto que el movimiento del EZLN pona entre sus primeras reivindicaciones la celebracin deelecciones limpias junto a sus propias demandas de integracin social y que el movimientoindgena en Ecuador tambin vincul sus demandas particulares al cambio de gobierno.

    B. La democratizacin social

    El segundo eje en torno al cual se constituyen acciones colectivas y actores sociales es lo quepuede denominarse la democratizacin social. Entre los varios significados que tiene este conceptodos son pertinentes para nuestros efectos. El primero se refiere a la redefinicin de la ciudadana.El segundo a la superacin de la pobreza y la exclusin.29

    Respecto de la ciudadana hay cinco cuestiones significativas para la conformacin deactores y accin colectiva.

    En primer lugar hay una expansin valorativa indita de la dimensin ciudadana, lo que seexpresa en que casi todas las demandas y reivindicaciones se hacen a nombre de la ciudadana o losderechos ciudadanos.. 28 M.A. Garretn, Hacia una nueva era poltica...op.cit.29 Excelentes anlisis de estos aspectos, especialmente sobre exclusiones, en C.H. Filguera La actualidad de viejas temticas: sobre los

    estudios de clase, estratificacin y movilidad social en Amrica Latina. (CEPAL, Serie Polticas Sociales, Santiago, 2001); CEPALEquidad, desarrollo y ciudadana (CEPAL, Santiago, agosto 2000) y CEPAL, La brecha de la equidad. Una segunda evaluacin.(CEPAL, Santiago, mayo 2000). Sobre ciudadanas, adems del texto de CEPAL, Equidad, op. cit. ver P. Hengstenberg, K. Kohut, G.Maihold, eds. Sociedad civil en Amrica Latina: representacin de intereses y gobernabilidad. (Editorial Nueva Sociedad, Caracas,1999); E. Herschberg y E. Jelin, eds. Constructing Democracy...op. cit. Un muy buen estudio sobre un caso nacional Sinesio Lpez,Ciudadanos reales e imaginarios. Concepciones, desarrollo y mapas de la ciudadana en el Per. (Instituto de Dilogo y Propuestas, Lima1997).

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  • CEPAL - SERIE Polticas sociales N 56

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    Es cierto que en muchas de las reivindicaciones llamadas ciudadanas se confunden simplesdemandas sociales con lo que especficamente se llama derechos ciudadanos, de modo que el usodel concepto por parte de ONGs y organismos internacionales es muchas veces equvoco y a vecespierde su contenido especfico referido a derechos universales individuales (citizenship) frente alpoder poltico-estatal garantizados por instituciones determinadas y en torno a cuya reivindicacinse organiza un cuerpo de ciudadanos portadores de tales derechos (citizenry). Este repletamientode sentidos y la ambigedad consiguiente, son, precisamente, lo que muestra la valoracin, comonunca antes, que se hace del concepto de ciudadana.

    En segundo lugar, esta valorizacin de la ciudadana contrasta con el debilitamiento de lasinstituciones clsicas que sirvieron para expresarla: los derechos civiles frente a la inseguridad delas ciudades, los derechos polticos frente a los poderes fcticos, los derechos econmico socialesfrente al desempleo, las fuerzas de mercado o el debilitamiento de la organizacin sindical. Hayactores que se ubican en este campo de reivindicaciones clsicas, es decir, amenazados, aldisminuir el poder y papel del Estado, por lo que ven como prdida de los derechos conquistadosen sus luchas histricas. Hay otros cuyas luchas se organizan contra la discriminacin, es decir,estn orientadas a que se reconozcan derechos de los que gozan los ciudadanos ya integrados a losmiembros de determinadas categoras (gnero, nivel socio-econmico, etnia, regin, etc.).

    En tercer lugar, en aquellos campos de ciudadana clsica donde existen instituciones, ya nose trata slo del acceso o cobertura de determinados derechos ciudadanos, sino de la calidad delbien a que se aspira, la que obviamente depende de la naturaleza del grupo que la reivindica, por locual un derecho universal no puede ser de igual contenido para todos (por ejemplo, la demandaeducacional o de salud). Ello limita la capacidad de accin al particularizarse la dimensin desujeto colectivo (citizenry).

    En cuarto lugar, si la ciudadana es el lugar del reconocimiento y la reivindicacin de unsujeto de derecho frente a un determinado poder, y ese poder fue normalmente el Estado, hoy da segeneran campos o espacios en que la gente hace el equivalente o la analoga con la ciudadana.Quiere ejercer derechos pero ese poder frente al que hay que conquistarlos ya no es necesariamenteel Estado o lo es slo parcialmente. Por ejemplo, derechos relacionados con los medios decomunicacin, donde la gente no quiere que la gran cantidad del tiempo de su vida til, que estdedicada a la televisin, le fijen los marcos en que debe elegir, y quisiera tener alguna forma deciudadana. El medio ambiente es otra esfera en que se expresan relaciones de poder, derechos ycampo de ciudadana no referibles exclusivamente al Estado. Tambin la pertenencia a ms de unacomunidad nacional, como ocurre en zonas fronterizas o con procesos masivos de migracin.

    Por ltimo, en estos procesos de redefinicin de la ciudadana, surgen demandas y luchas porderechos que implican una revolucin en el principio clsico de los derechos humanos, ciudadanoso del modelo republicano. Hay aqu dos dimensiones distintas involucradas. Una son los derechosque se reclaman en nombre de una identidad y que no son extensibles a otras categoras (derechosde la mujer, de los jvenes, de los discapacitados), pero cuyos titulares siguen siendo losindividuos. La otra dimensin se refiere a derechos cuyos titulares no son los individuos sino quelas colectividades, y eso es una reinvencin del concepto de ciudadana.30

    Para todos estos nuevos campos de ciudadana no existen instituciones, o slo existenembrionaria y parcialmente (por ejemplo, las discriminaciones positivas), como existieron elsindicato, o la huelga o el salario mnimo o la propiedad del empleo, para los derechos econmico-sociales; como existi el voto para los derechos polticos; como existi el habeas corpus para losderechos cvicos, por mencionar slo algunos ejemplos. Entonces, lo que hay, en vez de

    30 R. Stavenhagen, Derechos humanos de los pueblos indgenas. (Comisin Nacional de Derechos Humanos, Mxico 2000)

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  • Cambios sociales, actores y accin colectiva en Amrica Latina

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    instituciones que regulan deberes y derechos de los involucrados, es precisamente, una demandagenrica donde el adversario y el referente son difusos.

    La otra cara de la democratizacin social se refiere a la superacin de las nuevas formas deexclusin social del actual modelo socio-econmico.

    En el perodo previo a los autoritarismos militares y a los llamados "ajustes estructurales",las formas de integracin estuvieron asociadas a la industrializacin y urbanizacin, expansin delos servicios del Estado y movilizacin poltica. En cada uno de estos campos se poda detectaruna dialctica inclusin-exclusin y un proceso de organizacin de sectores excluidos paraintegrarse.

    Hoy la exclusin adquiere el carcter de ghettos separados de la sociedad, manteniendo conella alguna fo