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Viven los comunicados distantes. pasan como pasan los minutos cuando estamos inmersos en las horas. Viaja el nombre hacia el ahora en rostros que nunca cesan de ser misterio y, nombrando, vamos introduciendo al cuerpo el ritual del conocer lo que se nombra. al que nombra, que no desespere ni huya que acepte que los nombres son mutables pues, con cada nuevo ser que pregunta ellos se reinventan en los cuerpos ellos que siempre pueden mostrar una nueva sombra. Y es así que nunca cesa el enigma. solo, nómbren, en un suspiro sonoro cercanas y recíprocas palabras donde los hablantes, al unísono, adivinan las sílabas que faltan. NómbreN por las dUdas 1

Cartas a la musa

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Page 1: Cartas a la musa

Viven los comunicados distantes.pasan como pasan los minutoscuando estamos inmersos en las horas.

Viaja el nombre hacia el ahoraen rostros que nunca cesan de ser misterioy, nombrando, vamos introduciendo al cuerpoel ritual del conocer lo que se nombra.

al que nombra,que no desespere ni huyaque acepte que los nombres son mutablespues, con cada nuevo ser que preguntaellos se reinventan en los cuerposellos que siempre pueden mostrar una nueva sombra.Y es así que nunca cesa el enigma.solo, nómbren, en un suspiro sonorocercanas y recíprocas palabrasdonde los hablantes, al unísono,adivinan las sílabas que faltan.

NómbreN por las dudas

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las unidades de tiempo no son caóticasel prodigio de la humanidad

con el que nos tejemos con hilos invisiblesy deberás esperar a mañana

porque te has adelantado añossin olvidar que

el día bien vivido es la mejor evasiónmañana llegará

habremos de verlomientras tanto

ve cerrando el ahoracon los inéditos trozos del yo mismo.

(...mañana llegaráhabremos de verlo

y esta acomodada y pequeña certeza es lamatrona de esperanza, la que, cada noche

engendra a Futuro)

esperaNcita Y ella se rió...

...Y se rió.

Y los grifos de los lavabos, de donde procede el viento, dejaron de suc-cionar a las cortinas de seda del mostrador ubicado en la tienda de “lasnovedades” y empezaron a regalar divina ambrosía a todos los creyentesque habían confiado en la aparición de ese milagro.

Y no solo eso, sino que ella, estalló en una sonora carcajada, se elevó dospalmos del suelo y se hizo puro aire. regalándonos, así, su nueva expre-sión de gozo frenético y desencajado. tanto rió que ese sonido empezó abailar con las paredes; y éstas, por fin, escaparon del hieratismo absurdoal que estaban sometidas. comenzando a moldearse, con el sonido de surisa y se transformaron en abanicos chinos, que, al moverse, esparcieronla carcajada en pequeños paquetes. Y ahora todos teníamos en nuestrasmanos bombones de redondeado papel dorado. Y cuando estos fueroncomidos por los niños que éramos de nuevo, se nos contagió la risa y elaire se impregnó de un precioso olor a chocolate negro y carmín bienrojo.3 4

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- ¿señor? !señor! no le compre un caleidoscopio, pues, solo verá luces,centellas y hojarasca de cristales cubrirán su hogar. en sus oídos el so-nido de, lo que para él, son pequeñas conchas. Y creerá que están hechaspor sirenas que velan por sus daños. más aún, pensará, que ese sonidoes una gran cosa y se hará percusionista tántrico. de mayor tendrá unasonrisa bobalicona y no logrará quejarse eficazmente de nada, perdiendolos años en hacer perfectos círculos con un carboncillo sacado del mary, cuando le preguntes dirá: -es lo que quieren las sirenas- supondrá queese círculo significa algo maravilloso como el eterno retorno del buentiempo.

o quizás por las formas geométricas quiera hacerse clérigo, perder suvida por un ser tan abstracto e indiferente a nosotros que ni nos cuidani nos amamanta, por no hablar de la gran duda sobre su existencia. peroél, ni siquiera pensará en eso, sino que, malgastará su tiempo en las ce-lestiales vidrieras góticas, pensará que la luz que entra por esas colosalesventanas, proviene de alguna estrella que, le habla en un idioma sinondas sonoras solo, con guiños celestes y que juega con los mechonescastaños de su pelo.

podría, señor, seguir contándole sobre vidas absortas y desperdiciadaspor el uso continuado de un caleidoscopio amarillo pero es inútil veoque usted también quiere uno. -

caleidoscopio amarillo

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icuando nos olvidamos del tiempo

éste nos lleva por los hechoscomo juguete de un niño

y cuando volvemos la vista a las manecillasnos sorprendemos

nos cercioramosde que es el momento justo

de hacer lo siguientede hacernos con el tiempo

iicuando no medimos el tiempoéste nos lleva donde queremos.

Y si donde deberíamos estarnos obliga a mirar el reloj

entonces nos sorprendemosnos cercioramos

de que es el momento justode hacer los siguiente

(de hacernos con el tiempo)

tiempo justo

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cartas a la musaLilian Delgado

AGRADECIMIENTOS

Alejandro SánchezÁngel Vázquez

María Isabel SánchezIES Tierno Galván

FOTOGRAFÍAY MAQUETACIÓN

Marga Díaz

SONIDO

Julio López

UNA PRODUCCIÓN DE GRASSLAND`S SINNER

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