Cateq_es_22 Creo en La Resureccion de La Carne

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Catequesis Creo en la resurrección de la Carne

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  • Creo en la resurreccin de la carne22SIGNORELLI, LucaResurreccin de la carne1499-1502FrescoCapilla de San Brizio, Duomo, Orvieto

  • Compendio del Catecismo203. Qu significa la expresin resurreccin de la carne? 990La expresin resurreccin de la carne significa que el estado definitivo del hombre no ser solamente el alma espiritual separada del cuerpo, sino que tambin nuestros cuerpos mortales un da volvern a tener vida.

  • IntroduccinUn cristiano cree firmemente -y espera- que igual que Cristo resucit de verdad de entre los muertos y vive para siempre, as los justos -despus de su muerte- vivirn para siempre con Cristo resucitado; y l los resucitar en el ltimo da."Cmo andan diciendo algunos entre vosotros que no hay resurreccin de los muertos? Si no hay resurreccin de los muertos, tampoco Cristo resucit. Y si no resucit Cristo, vana es nuestra predicacin, vana tambin nuestra fe... Pero no! Cristo resucit de entre los muertos como primicias de los que durmieron" (1 Corintios 15,12-14.20).SIGNORELLI, LucaResurreccin de la carne (detalle)1499-1502FrescoCapilla de San Brizio, Duomo, Orvieto

  • Ideas principales

  • 1. Todos los hombres han de morirLa experiencia de la muerte, que a todos alcanza, es completamente cierta y segura.Slo se vive y se muere una vez; es una fantasa -y un error- pensar en la reencarnacin despus de la muerte. La muerte es la separacin del alma y el cuerpo; el final de la vida terrena. A las pocas horas de morir, el cuerpo comienza a corromperse.

    BALDUNG GRIEN, HansTres edades de la mujer y la muerte1510Kunsthistorisches Museum, Viena

  • 2. La muerte, consecuencia del pecadoLa muerte entr en el mundo a causa del pecado. El hombre es por naturaleza mortal, pero Dios haba corregido esta falla de la constitucin humana con un privilegio que lo libraba de la muerte, si era fiel a su Creador. Por tanto, la muerte fue contraria a los designios de Dios creador, y entr en el mundo como consecuencia del pecado de los primeros padres, Adn y Eva.

    PACHER, MichaelRetablo de St Wolfgang : Resurreccin de Lzaro1479-81Iglesia parroquial, Sankt Wolfgang

  • 3. La muerte fue transformada por CristoLa muerte cristiana debe tener un sentido positivo. La obediencia de Jess transform la maldicin de la muerte en bendicin. Por su muerte Cristo venci a la muerte, abriendo as a todos los hombres la posibilidad de salvacin. La visin cristiana de la muerte se expresa de modo privilegiado en la liturgia de la Iglesia cuando dice: "La vida de los que en ti creemos, Seor, no termina, se transforma; y, al deshacerse nuestra morada terrenal, adquirimos una mansin eterna en el cielo" (Prefacio de difuntos).

    AUTOR DESCONOCIDO, FlamencoResurreccinc. 1400Museum Mayer van den Bergh, Amberes

  • 4. A continuacin de la muerteEn el instante de la muerte el alma se separa del cuerpo -el alma no muere porque es inmortal- y comparece inmediatamente delante de Dios para ser juzgada. Segn la sentencia del juicio, el alma va al cielo a gozar eternamente de Dios -va al purgatorio, si necesita purificarse-, o al infierno, en el caso de que el hombre muera en pecado mortal y sin la gracia de Dios. Despus de la muerte ya no se puede merecer ni rectificar el destino final.Este juicio, que acaece en el momento mismo de la muerte, es el juicio particular. El juez ser Jesucristo.

    POURBUS, PieterJuicio final1551Groeninge Museum, Brujas

  • 5. Los muertos resucitarn al final de los tiemposEl cristiano cree firmemente que, igual que Cristo resucit, tambin l resucitar al final del mundo: nuestro cuerpo, transformado, resucitar para unirse con el alma y nunca ms morir. Resucitarn todos los hombres, pero no tendrn todos el mismo destino: los buenos resucitarn para la gloria eterna, y los malos para eterna condenacin.

    BACKER, Jacob deEl Juicio Finalc. 1580O.-L. Vrouwekathedraal, Amberes

  • 6. Prepararnos bien para el momento de la muerteEl Seor -en el Evangelio- nos avisa de estas tremendas verdades de la vida y de la muerte, para que estemos preparados cuando nos pida cuentas en el momento del juicio. Debemos estar siempre preparados. Cmo?Pedir frecuentemente perdn al Seor.Hacer todos los das el examen de conciencia.Confesarse con frecuenciaDE VALDES LEAL, JuanLas postrimeras de la vida1664Hospital de la Caridad (Sevilla)

  • Propsitos de vida cristiana

  • Un propsito para avanzarProcura hacer antes de acostarte el examen de conciencia, revisando brevemente lo que has hecho bien y lo que has hecho mal durante el da. Haz un acto de contricin, y saca propsitos para mejorar al da siguiente.Piensa que Dios nos va a juzgar al final de la vida y que, aunque es Padre misericordioso, es tambin justo.

    El Smbolo de la fe cristiana acaba proclamando la "resurreccin de la carne" al final de los tiempos, " y la vida eterna". Un cristiano cree firmemente -y espera- que igual que Cristo resucit de verdad de entre los muertos y vive para siempre, as los justos -despus de su muerte- vivirn para siempre con Cristo resucitado; y l los resucitar en el ltimo da.Creer en la resurreccin de la carne, pues, ha sido desde los comienzos un elemento esencial de la fe cristiana. Ya en el siglo III escribe Tertuliano: "La resurreccin de los muertos es esperanza de los cristianos; somos cristianos por creer en ella". Y San Pablo demanda a los cristianos de Corinto: "Cmo andan diciendo algunos entre vosotros que no hay resurreccin de los muertos? Si no hay resurreccin de los muertos, tampoco Cristo resucit. Y si no resucit Cristo, vana es nuestra predicacin, vana tambin nuestra fe... Pero no! Cristo resucit de entre los muertos como primicias de los que durmieron" (1 Corintios 15,12-14.20).Todo hombre sabe que un da morir, y la experiencia de la muerte, que a todos alcanza, es completamente cierta y segura. Diariamente mueren muchas personas, con frecuencia muy cercanas a nosotros: familiares, amigos, conocidos; mueren ricos y pobres, famosos o gente desconocida, ancianos, jvenes y tambin nios. Y hay que considerar que slo se vive y se muere una vez; es una fantasa -y un error- pensar en la reencarnacin despus de la muerte. La muerte es la separacin del alma y el cuerpo; el final de la vida terrena. A las pocas horas de morir, el cuerpo comienza a corromperse.Recogiendo las afirmaciones de la Sagrada Escritura, la Iglesia ensea que la muerte entr en el mundo a causa del pecado. El hombre es por naturaleza mortal, pero Dios haba corregido esta falla de la constitucin humana con un privilegio que lo libraba de la muerte, si era fiel a su Creador. Por tanto, la muerte fue contraria a los designios de Dios creador, y entr en el mundo como consecuencia del pecado de los primeros padres, Adn y Eva.Gracias a Cristo, la muerte cristiana debe tener un sentido positivo. Jess, el Hijo de Dios, sufri tambin la muerte, propia de la condicin humana, pero la asumi en un acto de sometimiento total y libre a la voluntad del Padre. La obediencia de Jess transform la maldicin de la muerte en bendicin. Por su muerte Cristo venci a la muerte, abriendo as a todos los hombres la posibilidad de salvacin. La visin cristiana de la muerte se expresa de modo privilegiado en la liturgia de la Iglesia cuando dice: "La vida de los que en ti creemos, Seor, no termina, se transforma; y, al deshacerse nuestra morada terrenal, adquirimos una mansin eterna en el cielo" (Prefacio de difuntos).En el instante de la muerte el alma se separa del cuerpo -el alma no muere porque es inmortal- y comparece inmediatamente delante de Dios para ser juzgada. Segn la sentencia del juicio, el alma va al cielo a gozar eternamente de Dios -va al purgatorio, si necesita purificarse-, o al infierno, en el caso de que el hombre muera en pecado mortal y sin la gracia de Dios. El Seor es misericordioso, pero tambin justo; y por eso premia o castiga conforme a las obras que el hombre ha realizado durante su vida en la tierra. Despus de la muerte ya no se puede merecer ni rectificar el destino final.Este juicio, que acaece en el momento mismo de la muerte, es el juicio particular. El juez ser Jesucristo.Como hemos dicho, el cristiano cree firmemente que, igual que Cristo resucit, tambin l resucitar al final del mundo: nuestro cuerpo, transformado, resucitar para unirse con el alma y nunca ms morir. Resucitarn todos los hombres, pero no tendrn todos el mismo destino: los buenos resucitarn para la gloria eterna, y los malos para eterna condenacin.El Seor -en el Evangelio- nos avisa de estas tremendas verdades de la vida y de la muerte, para que estemos preparados cuando nos pida cuentas en el momento del juicio. Puesto que la muerte viene como un ladrn -sin avisar-, debemos estar siempre preparados. Cmo?* Pedir frecuentemente perdn al Seor. Al darnos cuenta de que hemos obrado mal, debemos hacer un acto de contricin, al menos con una jaculatoria que brote del corazn sinceramente arrepentido.* Hacer todos los das el examen de conciencia. El examen de conciencia es como un juicio que nos hacemos a nosotros mismos para ver si cumplimos la voluntad de Dios. Se trata de recordar, brevemente, las cosas que hemos hecho durante el da. Al descubrir cosas que hemos hecho bien, damos gracias a Dios; al ver lo que hemos hecho mal, pedimos perdn con dolor de amor y hacemos firme propsito de rectificar al da siguiente. Este examen nos ayuda a estar siempre preparados para nuestro encuentro con Jesucristo y para mejorar nuestra vida cristiana.* Confesarse con frecuencia. En el sacramento pedimos perdn y el Seor perdona nuestros pecados. Una buena confesin es la mejor manera de prepararnos para el juicio de Dios. Si murisemos despus de confesarnos bien y estando en gracia de Dios, el juicio ser el gozo del Padre celestial al tener que premiarnos, y la alegra nuestra por haber alcanzado el cielo con su misericordia.