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Cementos Mexicanos: estrategias de crecimiento (1960-1995) JUAN IGNACIO BARRAGÁN E grupo Cementos Mexicanos (CEMEX) representa uno de los casos de desarrollo empresarial más imporrantes de la historia de México. Se trata de una empresa global, con plantas productivas en seis países del mundo; es el cuarro pro- ductor de cemento Porcland y primer productor de cemento blanco en el mundo, con una capacidad productiva de más de cuarenta y siete millones de toneladas de cemento. Ade- más, posee el mayor trader cementero, con más de nueve mi- llones de toneladas. Sin embargo, hace apenas unos años, CEMEX no figuraba en el entorno internacional, dominado entonces por grandes grupos de origen europeo o japonés, y no alcanzó el liderazgo nacional hasta 1987. Por esta razón, consideramos que es imporrante dar a conocer los factores históricos que propiciaron tal desen- volvimiento. El presente trabajo sintetiza un estudio histórico que hemos realizado con el apoyo financiero del propio grupo CEMEX, in- titulado "CEMEX en la historia mundial del cemento". No obs- tante, las opiniones aquí verridas perrenecen íntegra y exclusi- vamente al autor. Para empezar, es indispensable mencionar las condiciones parriculares en que se inició la empresa, que tuvo su punto de par- tida en Monterrey, ciudad donde los empresarios industriales son muy reconocidos y valorados, y que ha tenido un creci- miento sólido y sostenido desde 1930 hasta la actualidad. El control del mercado El cemento es un material que tiene un radio de ventas rela- tivamente estrecho, ya que es un material pesado y de bajo costo relativo. En este marco, Cementos Mexicanos se desarrolló dentro de un contexto privilegiado: hasta 1990, cuando fue inaugurada la planta de Ramos Arizpe por el grupo Apasco -perreneciente a la transnacional suiza Holderbank-, su único' competidor regional fue la Cooperativa de Cementos Hidalgo. Esta empresa, que por cierro fue la fábrica madre de Cementos Mexicanos en 1906, se convirtió en su competidor a partir de 1936, cuando fue expropiada por el gobierno carde- nista y cedida a los trabajadores. Pero nunca significó un proble- ma mayor dada la ineficiencia con la que se manejó hasta 1993, año en que fue nuevamente adquirida por CEMEX. De esta suerre, a pesar de servir a un mercado que hasta 1960 era relativamente pequeño -pues Monterrey contaba entonces con sólo 700 mil habitantes-, Cementos Mexicanos mantuvo un ritmo de crecimiento constante, pasando de 90 mil tonelas en 1940 a 450 mil en 1960. A nivel operativo, la compañía controlaba entonces dos fábricas: Cementos Monterrey, que producía cemento Porcland, y Cementos del Narre --desarro- llada en sociedad con Fundidora Monterrey-, que producía cemento siderúrgico, lo que le permitía ofrecer una gama de artículos de distintos precios. Estrategiasfinancieras Otra cualidad imporrante de Cementos Mexicanos, común entre los empresarios de Monterrey, fue su política de inversión con finanzas sanas, lograda al amorrizar sus inversiones lo más rápi- damente posible de acuerdo con. la ley. Aunque esta estrategia afecta a corro plazo las utilidades de la empresa, lo que implica un sacrificio para los accionistas, a largo plazo permite incre- mentar el patrimonio con el flujo de capital de la tesorería. EXPANSIÓN NACIONAL Hacia 1962 Cementos Mexicanos tomó la decisión de crecer, instalando plantas en Torreón, Coahuila, y Ciudad Valles, San Luis Porosí. En un principio se trató de una actitud defensiva, destinada a evitar la presencia de competidores en el territorio tradicional de la empresa. Mas el objetivo disuasivo se logró 53

Cementos Mexicanos: estrategias de crecimiento (1960-1995) · CEMEX a entrar a los grandes mercados de capitales internacio nales e incrementar sus pasivos de largo plazo, de 300

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Cementos Mexicanos:estrategias de crecimiento (1960-1995)

•JUAN IGNACIO BARRAGÁN

Egrupo Cementos Mexicanos (CEMEX) representa uno de los

casos de desarrollo empresarial más imporrantes de la

historia de México. Se trata de una empresa global, con

plantas productivas en seis países del mundo; es el cuarro pro­

ductor de cemento Porcland y primer productor de cemento

blanco en el mundo, con una capacidad productiva de más

de cuarenta y siete millones de toneladas de cemento. Ade­

más, posee el mayor trader cementero, con más de nueve mi­

llones de toneladas.

Sin embargo, hace apenas unos años, CEMEX no figuraba en

el entorno internacional, dominado entonces por grandes grupos

de origen europeo o japonés, y no alcanzó el liderazgo nacional

hasta 1987. Por esta razón, consideramos que es imporrante

dar a conocer los factores históricos que propiciaron tal desen­volvimiento.

El presente trabajo sintetiza un estudio histórico que hemos

realizado con el apoyo financiero del propio grupo CEMEX, in­titulado "CEMEX en la historia mundial del cemento". No obs­

tante, las opiniones aquí verridas perrenecen íntegra y exclusi­vamente al autor.

Para empezar, es indispensable mencionar las condiciones

parriculares en que se inició la empresa, que tuvo su punto de par­

tida en Monterrey, ciudad donde los empresarios industriales

son muy reconocidos y valorados, y que ha tenido un creci­

miento sólido y sostenido desde 1930 hasta la actualidad.

El control del mercado

El cemento es un material que tiene un radio de ventas rela­

tivamente estrecho, ya que es un material pesado y de bajo

costo relativo. En este marco, Cementos Mexicanos se desarrolló

dentro de un contexto privilegiado: hasta 1990, cuando

fue inaugurada la planta de Ramos Arizpe por el grupo Apasco

-perreneciente a la transnacional suiza Holderbank-, su

único' competidor regional fue la Cooperativa de Cementos

Hidalgo. Esta empresa, que por cierro fue la fábrica madre de

Cementos Mexicanos en 1906, se convirtió en su competidor

a partir de 1936, cuando fue expropiada por el gobierno carde­

nista y cedida a los trabajadores. Pero nunca significó un proble­

ma mayor dada la ineficiencia con la que se manejó hasta 1993,

año en que fue nuevamente adquirida por CEMEX.

De esta suerre, a pesar de servir a un mercado que hasta 1960

era relativamente pequeño -pues Monterrey contaba entonces

con sólo 700 mil habitantes-, Cementos Mexicanos mantuvo

un ritmo de crecimiento constante, pasando de 90 mil tonelas

en 1940 a 450 mil en 1960. A nivel operativo, la compañía

controlaba entonces dos fábricas: Cementos Monterrey, que

producía cemento Porcland, y Cementos del Narre --desarro­

llada en sociedad con Fundidora Monterrey-, que producía

cemento siderúrgico, lo que le permitía ofrecer una gama de

artículos de distintos precios.

Estrategias financieras

Otra cualidad imporrante de Cementos Mexicanos, común entre

los empresarios de Monterrey, fue su política de inversión con

finanzas sanas, lograda al amorrizar sus inversiones lo más rápi­

damente posible de acuerdo con. la ley. Aunque esta estrategia

afecta a corro plazo las utilidades de la empresa, lo que implica

un sacrificio para los accionistas, a largo plazo permite incre­

mentar el patrimonio con el flujo de capital de la tesorería.

EXPANSIÓN NACIONAL

Hacia 1962 Cementos Mexicanos tomó la decisión de crecer,

instalando plantas en Torreón, Coahuila, y Ciudad Valles, San

Luis Porosí. En un principio se trató de una actitud defensiva,

destinada a evitar la presencia de competidores en el territorio

tradicional de la empresa. Mas el objetivo disuasivo se logró

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UNIVERSIDAD DE MÉXICO

sólo a medias. Si bien al abrir la planta Torreón en 1966 se

desalentó a ciertos inversionistas de la región Lagunera que de­

seaban instalar una fábrica, la planta de Ciudad Valles sólo logró

adelantarse un poco a la competencia, pues inició sus opera­

ciones en 1967, mientras que la planta Tamuín, del grupo

Anáhuac, comenzó en 1968. Adicionalmente, Cementos Mexi­

canos empezó entonces a adquirir plantas que se encontra­

ban en dificultades por un mal manejo administrativo. La pri­

mera oportunidad se produjo en 1966, cuando fue adquirida

la pequeña planta de Cementos Maya, en Yucatán, establecida

en 1956. Conviene señalar que el proceso de expansión regio­

nal de Cementos Mexicanos fue similar al de otras compañías,

de manera que hacia 1970 la industria estaba compuesta por seis

grupos de envergadura regional. El más importante era Tolte­

ca, empresa subsidiaria del gigante cementero inglés Blue Cirde,

con 26% dd mercado en el centro del país. En seguida se encon­

traba Anáhuac, con 16% en el centro y el golfo. El noroeste del

país era controlado por Cementos Mexicanos, con 15% del mer­

cado. En el Bajío y el Pacífico dominaba Cementos Guadalajara,

con plantas en Guadalajara, León y Ensenada, y 11% del mer­

cado. Otro 11% lo tenía Cementos Cruz Azul, más enfocado

al sureste. Yel grupo San Luis Mining Ca. tenía 4% del mer­

cado, con tres pequeñas plantas en el Pacífico.

A principios de los años setentas, se presentó la gran opor­

tunidad de adquirir el grupo Cementos Guadalajara, compañía

que había sido mal administrada por los herederos del general

Enríquez y hacia 1972 se encontraba muy endeudada y sin nin­

guna liquidez. Esa situación fue aprovechada por Cementos

Mexicanos, primero mediante la compra de los activos de la

fábrica de León y luego adquiriendo acciones del grupo hasta lle­

gar a poseer en 1976 la mayor parte de la empresa. Tan pronto

tomó el control, Cementos Guadalajara y sus tres plantas recu­

peraron su equilibrio administrativo y su rentabilidad.

Elpetróleo y la Alianza para la Producción

Con la compra de Cementos Guadalajara, Cementos Mexicanos

alcanzó al grupo Tolteca, llegando a 3.3 millones de toneladas en

1976, lo que representaba 25% del total nacional. Además, había

extendido considerablemente su cobertura territorial al controlar

no sólo el noreste del país, sino también el Bajío.

Entonces se produjo un momento decisivo en la vida de

la empresa, al aceptar el reto lanzado por el presidente José

López Portillo y su Alianza para la Producción. Recordemos

que a finales de 1974 se inició el periodo de alza en los precios

del petróleo, que favoreció a México así como a otros países

productores. Llegaron al país grandes sumas de dinero, que el

gobierno pensaba aprovechar para desarrollar la infraestructura

y el equipamiento nacional. Sin embargo, aún estaban pre­

sentes los restos del enfrentamiento entre empresarios y gobierno

que caracterizó al periodo del presidente Echeverría, por lo que

López Portillo lanzó entonces su célebre ''Alianza'' con los sectores

empresarial y social para fortalecer la producción nacional .

De todos los grupos cementeros ninguno invirtió tanto

como Cementos Mexicanos, que amplió la capacidad de pro­

ducción de todas sus plantas e inició su proyecto cumbre:

instalar la fábrica de Huichapan, con la que por primera vez

competiría directamente en el mercado de la Ciudad de Méxi­

co. De 1976 a 1986 Cementos Mexicanos triplicó su capacidad

de producción, pasando de 3.3 a 10.7 millones de toneladas,

lo que representó más de cuarenta por ciento de la inversióntotal del sector.

Los efectos de la crisis

Desgraciadamente, todavía no se concluían los mayores pro­

yectos de ampliación cuando el sueño petrolero se vino abajo

y se inició la crisis económica de 1982. El consumo de cemen­

to bajó de 19 a 17 millones de toneladas y luego se estancó, al

tiempo que los grandes proyectos empezaban a concluirse, con

lo que la capacidad de producción subió de 19 a 30 millones

de toneladas. Para 1985 las plantas estaban operando a 65% desu capacidad. ~

A pesar de ello, la limpieza financiera mantenida por Ce­

mentos Mexicanos le permitió salir adelante, pues su endeu­

damiento en dólares era reducido y las exportaciones empezaron

a compensar la caída en el consumo interno. Fue entonces

cuando las inversiones realizadas unos años antes por Cemen­

tos Mexicanos dieron sus frutos. Particularmente estratégica

resultó su moderna planta de Huichapan, que había afectado

directamente a sus principales competidores del centro del

país: Anáhuac y Tolteca.

INTERNACIONALIZARSE O MORIR

El año de la entrada de México al GATT, 1985, resultó crucial

en la historia reciente de CEMEX, pues se dio el relevo en la

dirección de la compañía. Dadas las tendencias mundiales,

donde un pequeño número de empresas europeas comenzaba

a dominar la producción, la nueva dirección se planteó el

reto de la internacionalización. Para ello había que fortale­

cer primero su posición en México y enseguida expandirse

al exterior.

Anáhuac y las exporttuiones

Las oportunidades llegaron rápidamente, pues en 1987 Cemen­

tos Anáhuac estaba en venta. Esta empresa tenía una estructura

de exportaciones marítimas única en el país, pues contaba

con la terminal marítima del Prieto y una flota cementera,

pero presentaba problemas financieros.Cementos Mexicanos, que se mantenía financieramente

muy sólida, aprovechó la oportunidad, lo que le permitió alcan­

zar una capacidad de producción de 15 millones de toneladas,

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UNIVERSIDAD DE MÉxICO

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que representaba 48% del país, y hacerse de una estructura

exportadora extraordinaria. Gracias a esta última, en 1987 al­

canzó exportaciones superiores a tres millones de toneladas,con lo que pudo consolidar su posición financiera y "digerir" la

compra de Anáhuac.

La compra de TOlteca

Para ese entonces el grupo Tolteca había perdido vigor. Su accio­

nista extranjero, Blue Circle, enfrentaba desde 1975 serias

dificultades con su principal mercado en Inglaterra, por lo

que desde entonces redujo sus inversiones en todo el mundoya partir de 1981 empezó a desinvertir, vendiendo empresas

en Australia, Nueva Zelanda, Brasil y España. En 1989 el turno

le llegó a grupo Tolteca y sus siete plantas. Esta empresa, que llegó

a ser considerada "la joya de la Corona", en esas fechas se en­

contraba desvitalizada por el envejecimiento de muchas de

sus instalaciones.En una operación donde la rapidez en la toma de deci­

siones fue vital, CEMEX se adelantó al grupo Apasco y com­

pró la mayoría accionaria de Tolteca mediante una inversión

de 648 millones de dólares: la mayor operación registrada enla historia de México hasta entonces. Esta compra, aunada

a diversos proyectos de modernización y ampliación, obligó a

CEMEX a entrar a los grandes mercados de capitales internacio­

nales e incrementar sus pasivos de largo plazo, de 300 millo­nes de dólares que tenía en 1988, a 1 000 millones de dólares.

Pero con ello, el grupo alcanzó una capacidad de producción

de 21 millones de toneladas, que representaba 65% del to­tal nacional, y contó con instalaciones en prácticamen­

te todo el territorio de México; amplió su base exportadoraal hacerse de las terminales marítimas que Tolteca tenía en

el Pacífico -convirtiéndose así en la primera empresa del

mundo con terminales marítimas en ambos océanos­y fortaleció su implantación en los Estados Unidos al ab­

sorber las plantas concreteras y centros de distribución queTolteca tenía en ese país. Para esta fecha, CEMEX se había

convertido en el principal grupo cementero del continenteamencano.

La estrategia intenuuional

A pesar del desafío que representaba el endeudamiento de laempresa, la confianza depositada en la recuperación del país

tuvO resultados inmediatos. El mismo año en que se compróTolteca, México empezó a crecer y la inversión repercutió in­

crementando el consumo cementero. Para 1993 el consumointerno de cemento alcanzó 28 millones de toneladas, que

aunadas al millón que se exportó, hicieron que el conjunto defábricas operara a 85% de su capacidad.

CEMEX había continuado modernizando sus instalaciones

mediante la edificación de una planta con tecnología de van-

guardia en Hermosillo -El Yaqui-, e iniciaba las obras de

su planta de Tepeaca, en Puebla. Pero desde entonces estudia­

ba las posibilidades de expandirse de manera importante enel extranjero.

Su estrategia fue definida en estos términos: no buscar

ser el más grande, pero sí el más competitivo; establecerse

en mercados con elevado potencial de crecimiento; buscar

empresas mal organizadas que pudieran ser mejoradas rápi­

damente mediante la aplicación de modernos sistemas degestión.

La compra de Valenciana de Cementos

La oportunidad apareció en 1992, en España, donde dosgrandes empresas se encontraban en dificultades: la Com­

pañía Valenciana de Cementos PortIand, S. A. y La Auxiliar

de la Construcción (Lacsa). Se trataba de hecho de un con­

junto de 13 fábricas de cemento y más de ciento cincuenta

empresas concreteras y de agregados, que alguna vez fueron

interdependientes, pero que en fechas recientes se habían

separado.La mayoría de estas fábricas tenía una gran tradición en el

ámbito español y casi todas se manejaban de manera inde­

pendiente. Esto daba lugar a situaciones de competencia entre

ellas y les impedía cualquier sinergia operativa o financiera

de grupo.La adquisición se llevó a cabo mediante diversos mecanis­

mos, como la compra por subasta de los principales paquetesaccionarios y algunas operaciones complementarias en bolsa.

Para ello se recurrió nuevamente al endeudamiento, con lo que

los pasivos totales de CEMEX alcanzaron cerca de 3 700 millonesde dólares, lo que representaba aproximadamente cincuenta

por ciento del valor total de los activos de CEMEX. Nunca antesen la historia los mercados financieros internacionales habían

otorgado tal apoyo a una empresa con sede en un país en vías

de desarrollo.De esta manera CEMEX logró su verdadera entrada en el

mercado mundial, al alcanzar una capacidad de producciónde 35 millones de toneladas y colocarse entre los cinco ma­

yores productores del mundo. Sin 'embargo, también sig­nificó un gran reto, pues era necesario "digerir" rápidamente

el pasivo de corto plazo creado con esta compra y demostrara los mercados financieros que CEMEX podía controlar y me­jorar la producción del grupo cementero más importante de

España.De hecho, la operación fue inicialmente juzgada como

una verdadera locura por algunos analistas bursátiles, pro­vocando la caída del valor de las acciones de CEMEX. Sinembargo, los resultados obtenidos cambiaron de inmedia­to la percepción de esos mercados, pues la empresa logróincrementar sus utilidades gracias a un aumento sin prece­

dentes en la productividad, superior a cien por ciento en

dos años .

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UNIVERSIDAD DE MÉxICO

La compra tk Vetuemos y Bayano

Alentados por el excelente resulrado de sus operaciones en

España y México -donde se adquirió en 1993 la planta de

Cementos Hidalgo-, el grupo CEMEX continuó su estrate­

gia internacional. En abril de 1994 aprovechó la oporru­

nidad de comprar el grupo cementero más imporrante de

Venezuela: Vencemos, y unos meses más tarde adquirir el prin­

cipal productor de cemento en América Central, Cementos

Bayano de Panamá. El grupo Vencemos estaba compuesto por

rres plantas, con capacidad de producción de cuarro millones

de toneladas, entre las cuales la unidad Perrigalete destaca

entre las mejores del mundo para la exporración. A pesar de

controlar 50% del mercado nacional, desde hacía algunos

años la empresa había venido sufriendo por las dificulrades

en que se encontraba su principal accionista, el grupo Men­

daza. Este último era el consorcio industrial más impor­

tante de Venezuela -todo un símbolo en ese país-, pero se

encontraba muy deteriorado a raíz de la crisis económica

venezolana.

La adquisición de Vencemos se realizó mediante la compra

del paquete accionario perreneciente a la familia Mendoza y

otros accionistas menores. De inmediato, e! equipo de integra­

ción se dedicó a aplicar las medidas de modernización técnica

y administativa, logrando resultados similares a los de España:

alrededor de cien por ciento de incremento en la productividad

en dos años.

Unos meses más tarde, en septiembre de 1994, CEMEX tomó

el control de Cementos Bayano.

Consolidación en los Estados Unidos

También en 1994 CEMEX dio un paso imporrante en la conso­

lidación de su posición en los Estados Unidos mediante la

compra de la planta Balcones, en New Braunfels, Texas.

La presencia del grupo en este país data de 1986, pero se

incrementó a inicios de los años noventas, mediante la ad­

quisición de un importante número de empresas concreteras,

ubicadas sobre todo al sur del país y agrupadas en la compañía

Sunbe!t Enterprises. Además, compró algunas terminales marí­

timas para canalizar sus importaciones de cemento, ya fuera

de México, Venezuela o España. Sin embargo, al aprovechar

la oportunidad de comprar la planta Balcones, considerada

como una de las más modernas de los Estados Unidos, CEMEX

entró directamente a la producción de cemento.

La estrategia tkl Caribe

Como último componente importante de esta serie de accio­

nes, debe señalarse la estrategia del grupo CEMEX en e! Caribe.

En esta ocasión la empresa ha adoptado un esquema completa­

mente distinto, pues a excepción de una fábrica de República

Dominicana, adquirida en diciembre de 1995, su estrategia ha

sido la de generar relaciones de tipo comercial y tecnológico

con los fabricantes de esos países, ubicados en Trinidad y Toba­

go, Cuba y Jamaica.

Este tipo de relación ha permitido manejar la mayor parte

del cemento producido y consumido en la zona, aprovechando

la red naviera y las terminales de CEMEX para colocar el ce­

mento requerido por las islas, ya sea producido en las fábricas

caribeñas o en Venezuela y México.

A manera de conclusión

La crisis económica de México de 1995 significó un fuerte golpe

para e! grupo CEMEX. Sin embargo, representó al mismo tiempo

la mejor prueba de que su estrategia internacional había sido

acertada. Gracias a sus adquisiciones y ampliaciones, que le per­

mitieron alcanzar una capacidad de producción de 47 millones

de toneladas, los activos de CEMEX en México en 1995 repre­

sentaban únicamente 50% de su capacidad de producción. Por

esta causa, el impacto financiero de la caída de! mercado mexi­

cano fue atenuado por la mejoría lograda en sus instalaciones

internacionales.

Más aún, por haber desarrollado un sistema de tradingde cemento de carácter mundial-con ventas en 34 países

en todos los continentes-, le fue posible colocar en merca­

dos internacionales cerca de cuatro millones de toneladas de

cemento mexicano, además de cinco millones provenientes

de España, Venezuela y el Caribe. En otras circunstancias

esas ventas habrían significado capacidad de producción

desaprovechada, con sus respectivas consecuencias sobre la

rentabilidad de las plantas mexicanas.

El camino seguido por CEMEX nos muestra que sí es posible

para una empresa mexicana alcanzar los más altos niveles den­

tro del ámbito global que caracterizarán a la economía de!

siglo XXI.•

Principales fuentes

Archivo Juan F. Brittingham. Actas de Consejo de Cementos Mon­terrey (1922-1930) y Cementos Mexicanos (1931-1993). In­formes Anuales de CEMEX (1987-1994) y Cementos Mexicanos(1976-1986); Grupo Tolteca (1983-1988); CEGUSA (1980-1983);

Grupo Empresarial Maya (1980-1993); Valenciana de Cemen­tos (1993-1994) y Grupo Vencemos (1994). Diversas publica­ciones internas de historia de la empresa y documentos de análisiscoyuntural de las empresas Cementos Mexicanos, Tolteca, Aná­huac, Vencemos y Valenciana de Cementos.

Bibliografia complementaria

Barragán, Juan Ignacio y Mario Cerutti, Juan F Brittinghamy la indus­tria en México, Ediciones Urbis Internacional, Monterrey, 1993.

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