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Tepetl tlauentili uan sones. Amatlanextil Pan ni amatekitl monextia uan mosenkaua kenijki tepetl kintlaakatia uajkapajtlatsotsonanij, tlen kitsotsonaj iljuitlatsotsontli tlen nauamej tlen Kuextekapan tlen Veracruz tlali, tlen euaj pan Sontekomatla. Yeka timonechkauisej ika se nauailjui- tlatsotsonketl. Ika ni tlatsotsonketl tikixmatisej kenijki nauamej kipiaj miak tlatlepanitalistli uan tlajlamikistli. Ni uajkaatlamatyotl titemitisej tlen nojkia techpouilisej tlachianij uan tepemej. Moneki tikinmatlalisej amatlapouanij miak amamej tlen moijkuilojtok kampa nejnentokej. Uan timoijliaj ni se ueyi uan patiyo amatlajkuiloli tlen kipiaj maseualmej tlen yolkej pan ni Mexko. LENGUA Y CULTURA NAHUA DE LA HUASTECA Alejandro Durán Ortega Escuela Nacional de Antropología e Historia [email protected] Cerros sagrados y sones. Apuntes etnográficos

Cerros sagrados y sones. Apuntes etnográficos LENGUA Y …avanthooft.net/ARTICULOS/08_Duran.pdf · 2012-11-27 · En este trabajo se presenta y discute el papel de los cerros en

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Tepetl tlauentili uan sones. Amatlanextil

Pan ni amatekitl monextia uanmosenkaua kenijki tepetlkintlaakatia uajkapajtlatsotsonanij,tlen kitsotsonaj iljuitlatsotsontlitlen nauamej tlen Kuextekapantlen Veracruz tlali, tleneuaj pan Sontekomatla. Yekatimonechkauisej ika se nauailjui-tlatsotsonketl. Ika ni tlatsotsonketltikixmatisej kenijki nauamejkipiaj miak tlatlepanitalistli uantlajlamikistli. Ni uajkaatlamatyotltitemitisej tlen nojkia techpouilisejtlachianij uan tepemej. Monekitikinmatlalisej amatlapouanij miakamamej tlen moijkuilojtok kampanejnentokej. Uan timoijliaj ni seueyi uan patiyo amatlajkuiloli tlenkipiaj maseualmej tlen yolkej panni Mexko.

LENGUA Y

CULTURANAHUA DE LA

HUASTECAAlejandro Durán OrtegaEscuela Nacional

de Antropología e [email protected]

Cerros sagrados y sones.Apuntes etnográficos

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HUASTECA

ResumenEn este trabajo se presenta ydiscute el papel de los cerrosen la formación de los músicostradicionales de sones ritualesentre los nahuas de laalta Huasteca veracruzana,en específico del municipio deZontecomatlán. Para ello nosacercaremos a parte de la historiade vida de un músico tradicionalnahua. Analizando su caso, iremosinterrelacionando su discursocon diferentes aspectos de lascreencias, rituales y cosmovisiónde este grupo. Su historiala apoyaremos con otrasentrevistas realizadas acercade los curanderos y los cerros.La intención es ofrecer a laconsideración de los lectores unaserie de apuntes de campo queconsidero un primer acercamientoa la compleja y vasta experienciadel mundo sagrado de uno de lospueblos indígenas de México.

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Portada: Músicos nahuas Foto: Alejandro Durán Ortega

Durán Ortega, Alejandro. Cerros sagrados y sones. Apuntes etnográficos

Don JerónimoFoto: Alejandro Durán Ortega

IntroducciónDon Jerónimo, indígena nahuaoriginario de la Candelaria (Zonteco-matlán Veracruz), de 70 añosde edad, es el único sobreviviente decuatro hermanos y también de lospocos que poseen el conocimientopara tocar sones rituales “de losantiguas”. Su historia es ejemploconcreto de uno de los procesos deformación de un músico tradicional.Su vida alrededor de la músicaestuvo ligada a la enfermedad,y a la acción de los cerros quienesfungieron como agentes de éstay de la posterior recuperación de susalud. Así, los cerros fueron motivode devoción, que -sobre todo para elcaso de Don Jerónimo- fungieroncomo maestros musicales. En estetrabajo se trata de desentrañar estarelación entre el músico, los sones ylos cerros.

El inicio del músicoUn buen día, cuando Don Jerónimocontaba con 10 años, le empezaron“a dar como ataques, nomás perdíael conocimiento; así nomás me caía”.Su padre lo llevó con unbrujo-curandero para que lodiagnosticara. En este punto cabe

aclarar que él no refirió propiamenteal personaje como brujo o curandero,por lo que la categoría es propia delautor. En este pasaje de la vida deDon Jerónimo podemos analizar dos

elementos: uno que se relaciona conlas categorías de curandero y brujo,y otro en la manera de diagnosticarla enfermedad que sufrió.

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La comunidad de la CandelariaLa vida de Don Jerónimo ha transcurrido en la comunidad de laCandelaria. La Candelaria forma parte de las comunidades “de la cañada”las cuales son predominantemente nahuas y se encuentran ubicadas enla parte norte del municipio, formando un corredor que va de oestea este. Esta zona se separa de la parte sureste del municipio, donde selocaliza la población que habla “chinguere”, término usado por los nahuaspara referirse a los idiomas otomí y tepehua. Todo lo anterior estáenmarcado por la Sierra Madre Oriental en el norte de Veracruz. A juiciode su agente municipal, el nombre de la Candelaria es nuevo: “primerole llamaron Tolintla”. Según una versión local del 4 de abril del 2008, alAgente Municipal de la Candelaria, Don Anastasio San Juan Hernández,menciona que tolintla quiere decir hambriento; este nombre se loadjudicaron los de la cabecera municipal de Zontecomatlán (que porsupuesto son mestizos):

Lo que pasa es que nuestros padres y los abuelos eran muy luchones, puescompraron esta tierra, pero luego no les dieron toda la que comprarony se pusieron a luchar para recuperar su tierra. Ellos decían [se refiere a los deZontecomatlán]: están hambrientos, y sí estaban hambrientos de tierra y de justicia,por eso mejor le cambiaron el nombre a la Candelaria.

Parece ser que tolintla deriva del tolinia, ser pobre (verbo que consignaMolina), más el locativo -tlan. Desde mi punto de vista, la relación entrepobreza y hambre es evidente.

Los dos elementos de análisisreferidos se pueden entender mejora través unas pláticas con FelipeVinicio, indígena nahua de cuarentaaños que vive en la localidad deTecuapa (cuyo nombre podríaderivarse de tetl, piedra, koatl,serpiente, y el locativo –pan, sobre),en el mismo municipio de Zonteco-matlán. Éste comentaba al respectode cómo trabajan los curanderos:“Si a alguien yo le caigo mal, o quemuchos se molestan, les da envidiahacen que [el brujo] trabaje para quete enfermes o que pierdas el trabajo.Llegan y dicen ‘quiero que hagas estetrabajo’, y te enfermas”.

Pero, según Felipe, el enfermopuede visitar al brujo-curanderoy solicitarle la cura. Al parecer, entrelos nahuas -por lo menos entre losde la Candelaria y los de Tecuapa-,el mismo individuo puedeconsiderarse como curandero y brujo(en el sentido antropológico), puesestos poseen el conocimiento tantopara enfermar como para curar:“aunque él haya trabajado, vuelve atrabajar para que no te pase nada.Cómo si le quitara la camisa,la ropa.” Esta idea de que la“enfermedad” puede quitarse como

se quita uno la camisa, la heescuchado en reiteradas ocasiones.La cuestión es importante en elsentido de que habla, por un lado,del poder del curandero y, por otro,del carácter físico de la enfermedad.

Felipe señala respecto aldiagnóstico que “[los curanderos-brujos] trabajan con maíz. Segúncomo caiga el maíz sabe qué cerropide, trabaja con maíz o con carta tehace la consulta.” El propio DonJerónimo nos señaló que “elcurandero, viendo su maíz, dijo quécerros querían Tlapalole. […] Me dijoque necesita algo para llevarTlapalole.” El diagnóstico se realiza através de la lectura de los granos demaíz. Éstos se dejan caer y laposición que adquieren indica alcurandero qué cerros son los queestán solicitando Tlapalole. Comodice Felipe, actualmente también seusan las cartas.

Ahora bien, ¿qué es Tlapaloley qué importancia tienen los cerros?En palabras de Don Jerónimo,Tlapalole es “un como llevar muchascosas […] para poner en el cerro ahícon curandera”. De esto sedesprende que tlapalole básicamente

es dar. Respecto a la palabraTlapalole, Molina consigna tlapaloa,saludar, a cuya raíz se le agrega elsufijo sustantivador –li, (que en estaparte de la Huasteca se pronunciacomo –le) para formar el sustantivo“saludo”. Ahora bien, la relación entresaludar y dar se da en el acto mismode dirigir palabras de cortesía, gestoso cualquier otro acto de atención.

Por otro lado, Felipe aclara queuna cosa es el Tlapalole, que sólo selleva a los cerros como ofrenda,y otra cosa es el Tlaskamatile, quees como un agradecimiento.El primero es un don a los cerros,mientras que el segundo se utiliza,por ejemplo, en el caso de uncompadrazgo; los padres del ahijadollevarán Tlaskamatile al padrino, quepuede ser un guajolote o pollo enmole. Respecto a la palabraTlaskamatile en el náhuatl actual deesta parte de la Huasteca tlaskamatese usa para decir gracias, mientrasque Molina refiere tlaçocamati comodar gracias; se agrega también eneste caso el sustantivador -li.

La visita al cerro, el Tlapalole, note cambia “la suerte”. Según palabrasde Felipe, el Tlapalole se hace

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porque “vas pa’ que ayudes a tusuerte. Por ejemplo, tú eres maestro[me decía a mí] pero muchos han idoa México, han estudiado y no lo son,y no pueden, es tu suerte.” Aquí,“la suerte” puede considerarse comodestino.

Tepetl y TepekoEn el caso de los nahuasmeridionales parece ser que nocualquier cerro obtiene la categoríade sagrado. ¿De dónde deriva estacategoría? Al respecto citamos elsiguiente relato de Felipe:

Que Jesús estuvo cuarenta días, loscuarenta días estuvo en cada cerro,y cada día es un cerro. Bueno es loque comenta la gente, la gentegrande de edad y por eso cadacerro pasó Jesús y es para que lagente se pueda curar. Por eso ahoralos que creen en la religión… en lacatólica, [...] porque muchas personasya no creen en eso, porque ya son“hermanos”, dicen que eso no existe.Por eso van al cerro a curarse, apedir al dios que los ayude, paraque tengan buen trabajo un buennegocio. Allí Jesús estuvo en ayunas.[En] cada cerro estuvo Jesús orando.

No sabemos si estos cuarentacerros se tengan localizados o biensean una mera alegoría. Creo que noes del todo una alegoría, puesto queel mismo Felipe aclaró que la palabratepetl sirve para designar a un cerrocualquiera, mientras que tepekoes un cerro exclusivo para uso

terapéutico. La traducción detepeko podría interpretarse como“en el cerro”, haciendo alusión a uncerro específico, ya que el locativo-ko, en, lo distingue del resto delespacio. Esto implica que se puedenidentificar y cuantificar los tepekomej.

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Nahuas en construccion de altar XantoloFoto: Alejandro Durán Ortega

Es evidente la concordancia dealgunos elementos entre el relatobíblico y el relato arriba expuesto: loscuarenta días de Jesús y su ayuno,principalmente. Estos hechos tienenque valorarse de manera diferenteen el contexto nahua en el cualfueron contados. Sin embargo, parece

importante destacar que estoscuarenta días provocaron laexistencia de los cuarenta cerros.Además de detonar sus cualidadescurativas, en el relato se lesadjudican otras propiedades, como lacapacidad de dar trabajo o traerbuena suerte al negocio, entre otras.

Por ejemplo “si tienes animales y vesque no rinden puedes ir a un cerro.Vas y el curandero te hace eltrabajo”. Así, los cerros, ademásde poder curativo, también ejerceninfluencia sobre las cuestionesmateriales del hombre, es decir,manejan asuntos desde la saludhasta lo económico.

Es preciso señalar que a lapregunta expresa ¿qué tienen dentrolos cerros?, la respuesta es, dinero:“dinero, sí en plata, […], cuando van,lo corren a uno, no lo dejan ni cincopasos”. La idea no es exclusiva delos nahuas. Entre los mestizos deHuayacocotla (en el municipio vecinode Benito Juárez, Ver.) es muysemejante. Sin embargo, tal comoapunta Don Jerónimo, no espermitido el acceso al interior delcerro.

Sabemos ahora que no todo cerroes tepeko, puesto que éstosson específicos para curar, concualidades, además, para otorgarciertos dones. Así, el Tlapalole puederealizarse por causa de algunaenfermedad (como el caso de DonJerónimo cuando tenía diez años) obien para solicitar algo.

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Maria Dolores, indigena nahuaFoto: Alejandro Durán Ortega

La categoría Tepeko tambiénse puede dilucidar por la serie deprohibiciones que giran alrededor deestos cerros, así como en lassanciones que la violación de estostabúes puede generar. Podemosseñalar que cortar leña y talarárboles está prohibido; se considera,además, gran falta defecar u orinarseen ellos. Cualquiera de estas cosasresultan una agresión directa alcerro: se trata de mutilacionesy de suciedad. En este sentidosiguen funcionando, desde mipunto de vista, las categorías desagrado-profano, así como lo impuroy lo puro, trabajadas por MirceaEliade (1988, 1983). El Tepeko comoentidad sagrada requiere respeto y,sobre todo, alejamiento y cuidado delcontacto con el mundo profano.

Otras prohibiciones radican en unaagresión menos directa, por ejemplo,cuando se entra a él sin la actitudapropiada:

[…] hay cerros que no puedes pasar,si vas sólo sí, si van muchoshaciendo maldades diciendo malaspalabras [no]. Unos cerros son muydelicados, pasas y te pueden hacerel mal, puedes pasar a recoger elmal.

El castigo por la violación de estasprohibiciones es la enfermedad delindividuo trasgresor; el recuperarsede ella requerirá Tlapalole.

Ajakatl o mal aireRegresando a Don Jerónimo,sabemos que se enfermó a los diezaños. Según él mismo se enfermó por“el aire”. Sin embargo, existen almenos dos tipos de “aires”:

Hay aires buenos como el querespiramos, pero muchas personasque se curan y pasas y llegas a tutrabajo o a tu casa y sientes algodiferente. Luego luego siente unocomo escalofrío, calentura, dolor decabeza, vómito: agarraste aire.

Según Felipe, a este segundo tipode aire se le llama ajakatl, el cualestá relacionado, a mi parecer, conla idea de quitar y poner laenfermedad, como se señalaba arriba.Cabe indicar que aunque ajakatl (oejekatl) es un sustantivo genérico quedefine al aire o cualquier aire,los nahuas lo asumen conestas cualidades particulares. Laenfermedad se “quita” como si fuerauna camisa. El curandero-brujo tieneesta habilidad de quitar y poner

a su antojo, sin embargo tambiénpuedes adquirir la enfermedadsin necesariamente haber sido“trabajado” por un brujo-curandero.Si se “pasa por donde se curaron”-es decir, si los implementos con losque se curó a un individuo se dejantirados y si algún otro pasa porallí- la persona adquirirá “aire”,se enfermará con las característicasya señaladas (vómito, dolor decabeza etc.) y será necesario realizarTlapalole. De tal manera queesta potencia ajakatl que elbru jo-curandero maneja nodesaparece, no se destruye;su esencia sigue. El ajakatl puede ser“quitado” como una camisa, peroparece que cualquier otro pudierallegar a ponérsela, ya sea poraccidente o por brujería.

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“Luego lu ego siente unocomo escalofrío, calentura,dolor de cabeza, vómito:

agarraste aire”.

Lo mismo sucede con el cerrotepeko. “Cuando pasas -decíaFelipe- puedes recoger el mal”y asumiendo que es allí donde serealizan parte de las curaciones, elpoder, la esencia del aire, ajakatl seencuentra en el cerro, en ese sentidose vuelven tabú, pues contienenpoder acumulado y lo despiden.

La ceremonia de TlapaloleUna vez que el curandero determinóqué cerros querían Tlapalole,la familia de Don Jerónimo compró ypreparó todo lo que el curanderole había solicitado: pan, refresco,aguardiente, cerveza, tabaco, floresde cempasúchil, velas de cebo, ciriode siete potencias y papel de china;y a cocinar: camote en dulce,calabaza cocida, café y zacahuil depollo. Luego el curandero le indica ala familia del enfermo el día en queasistirá a la casa para empezar elrito. Según Felipe, el Tlapalole sólopuede ser los martes y los viernes,aunque luego apuntó que dependíalo que se quisiera hacer.

El curandero llega al atardecery estará toda la noche rezando enla casa del enfermo. Al amanecer, lafamilia (padres, hermanos, tíos

e hijos), junto con el curandero, salenrumbo al cerro indicado, salencargando en un ayate o mecapaltodo lo que se compró para el caso.Ya en el cerro el curandero empiezaa “trabajar”: se coloca en una “mesa”(se refiere a un lugar plano sobreel piso) una servilleta, en ella se vana colocar todos los alimentos:el zacahuil, la cerveza, el refresco,etc. Además, se construye un arcosobre esta mesa y se colocan a loslados cruces de madera adornadascon cempasúchil y flor de margarita,

además de palma. Se encienden lasvelas de cebo o las ceras, se escarbay se hace un hoyo en el que sedepositan un collar de flores, unpollo vivo, aguardiente y tabaco.Además, el curandero recorta elpapel de china y le da forma aun muñeco y también lo deposita.El curandero reza y, según donJerónimo, “el curandero se hincay empieza a hablar de muchas cosas,de muchas cosas habla […] les hablaa los que están en la cima, a loscomo aire, le habla al Dios”.

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Uitoli o el arcoUno de los elementos descritos en el ritual de curación en el cerro esel uitoli o arco, que es uno de los elementos presentes en la mayoríade altares nahuas. El arco aparece tanto en el altar para recibir a unavirgen o a un santo, como en el altar de Xantolo, e inclusive en losadornos de las tumbas de esta misma celebración. Según Felipe:

El arco es para que vea el de arriba que sí somos católicos, es elcostumbre de los que creemos en eso, debes de tener fe en eso, muchosdicen que no es cierto porque quieren que se descuide uno […]

Efectivamente, en Zontecomatlán, lo común para referirse al altar deXantolo, es hablar de “arco” y no altar (Pérez Castro, 2007); la categoría“arco” se refiere a todo el proceso que lleva construir el altar, el propioarco y lo que se va a depositar en él.

Habría que agregar que, en el casode Don Jerónimo, éste por la propiaenfermedad no pudo ir al cerro alTlapalole, así que fue su papá. Poreste hecho llevaron su ropa y lacolocaron en la mesa. Esta ropa,a diferencia de todos los demáselementos, sí fue regresada al hogar.Ya para finalizar, los alimentosse empiezan a servir a todos losparticipantes y deben ser consumidosen su totalidad, pues “no es buenollevarse nada de regreso.” El únicoque puede llevarse un zacahuilen forma de pago es el curandero,además de la cantidad de dineropactada de antemano. En laactualidad este servicio tiene uncosto de entre $300 y $500 pesos.

Los sueñosAhora bien, existe una particularidaden el proceso de este caso: efectiva-

mente Jerónimo sanó, ya no sufrióde ataques, pero otro fenómenocambiaría aún más su vida.

Estaba yo chamaco, todavíano empezaba a tocar, […] a tocarnada. Después de enfermar empecéa soñar con ellos cuando.., lo soñécuando ya casi […] estaba dormidoy ya empecé a oír como música,como […] como se afina […] derápido me enseñó.

El niño Jerónimo comenzó a soñarcon los cerros, y éstos le empezarona enseñar los sones que se utilizanen los rituales, así como loshuapangos. Según refiere el propioJerónimo, el proceso fue largo puescada noche “cuando me acostaba,cuando tengo sueño, ya no me dejadormir”. Estos cerros (pues fuerontres los que lo visitaban en el sueño)se le presentaban en forma demúsica, por ejemplo, uno de ellos, elChipahuatepetl, se le presentó enforma de huapango, de tal maneraque cada uno de ellos le enseñó untipo diferente de son: “Los cerros meenseñaban los tonos”. Don Jerónimose fue convirtiendo así en unespecialista.

Los cerros que le enseñaron atocar y que asumimos son tepekomejson tres: Chipauatepetl, que se puedetraducir como el “cerro de lapurificación”, ya que proviene delverbo chipaua que es purificaro limpiar, y tepetl cerro; La Cruzy el Pipiantepetl. Cada uno de ellosle enseñó un tipo diferente de“son”, a saber: el Chipauatepetl leenseñó huapangos, La Cruz sones dedanza, y el Pipiantepetl otros sones.El hecho de que cada cerrole enseñara un tipo diferente de sonnos habla de las característicasde personalidad de cada uno delos cerros; parece ser que nosólo tendrían nombre propio, sinopersonalidad propia. Es este el casosobre todo del Chipauatepetl comocerro purificador y sanador.

Por otro lado, el sueño comofactor de comunicación con lasentidades sagradas, en este caso conlos tepekomej, es fundamental. Entodo este proceso, Don Jerónimosólo se comunicaba con los cerros através de sueños y en específico loque escuchaba en el sueño eramúsica. Dice que uno puede hablarcon los cerros por medio de oración,pero que más bien son los

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[Existe la] idea de que la“enfermedad” puede quitarsecomo se quita uno la camisa.

curanderos quienes “saben hablarcon los cerros”. El sueño es unelemento importante, ya que escontinuación de lo que se vive en larealidad. No tiene una categoría defalso entre los nahuas, sino másbien de una realidad de diferentecondición.

Volvemos a enfatizar el caráctersagrado de los cerros tepekomej. Enellos evidentemente puedes adquiriruna enfermedad, “un aire”, pero ellostambién te pueden otorgar un don,como en el caso de Don Jerónimo.R eg r e s ando un poco a l aargumentación de “la suerte”, vemosen el caso de Don Jerónimo que aél “lo llamaron los cerros” paraaprender música porque esa era“su suerte.” Sin embargo, existen

quienes van a dar Tlapalole para sermúsicos. Éstos “quieren ayudar a susuerte”. En cambio, los hay quienesnunca realizaron Tlapalole y tambiénserán músicos por el mismo hecho.Don Jerónimo diría: “otros, cuandonacen, no necesitan enseñar, lotraen”.

Ser músicoAsí, pues, la vida de Don Jerónimocambió después de los sueños. Ahorapodía tocar y efectivamente suvida comenzó a girar en torno de lasceremonias donde fuera requerido,de tal manera que esta cuestión lepermitió conocer un gran número decomunidades a las que fue invitadoa tocar. Así, tocó en muchasocasiones de Chikomexochitl, son delos elotes, carnavales, pedimentos,casamientos, en bailes, en Xantolo,etc. El tipo de ceremonias y ritualesen los que participó Don Jerónimose relacionan con el ciclo ritualde las comunidades. Por ejemplo, enla localidad de la Candelaria lasprincipales ceremonias son las deldía de la Candelaria, el 15 de mayo,el día de San Isidro, la Navidad, elAño Nuevo, el día de San Lucas, elXantolo y el Carnaval.

Don Jerónimo aprendió principal-mente a tocar el violín, aunquetambién sabe tocar la jarana y lasexta. Sus compañeros fueron Joséde Tecuapa y Lucas de Ilamatlán(Ver.); con ellos recorrió gran númerode comunidades. La vida de unmúsico tradicional no debió ser nadasencilla, pues su presencia en estoseventos era indispensable, por lotanto su demanda era considerable.Sin embargo, como señala DonJerónimo; “yo nunca me fastidiaba,nunca, nunca me fastidiaba, nonecesita ganar… tocaba yo solito,ahora ya no, ya no se encariña“.

Además, la música la traía DonJerónimo literalmente por dentro,pues señala:

están en la cabeza [los sones],acabando, otro, acaba y otro, asícomo, cuando usted ve al son deCarnaval, ya va a entender, estamosen la cabeza y todo, cuando vieneel Carnaval, ahí está todo teniendoy son hartos sones.

Además de la anterior capacidadpara recordar todos estos sones, DonJerónimo debió poseer unacapacidad enorme para tocar todo eldía, durante varios días seguidos,

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El sueño como factorde comunicación con

las entidades sagradas,en este caso con los

tepekomej, es fundamental.

además de la ingesta de alcohol muysocorrida en todos estos casos. Nosseñalaba el mismo Jerónimo que“[…] antes sí, antes, hasta hartar,[…] todo el día, aja, cada canción,todo el día, con la caña, tamal y cafécon pan”.

Al respecto, Don Serafín FuentesMarín, huapanguero mestizo deZontecomatlán quien tocó por másde 40 años durante el Carnaval,atribuye como una de las causas desu retiro como músico, la obligación,necesidad, de tomar grandescantidades de alcohol. Don Serafíncomentó que “ahora sólo toco aratos, cuando “los viejos” [o huehues]me van a sacar de mi casa. Además,hay que entrarle al chinguere y puesya no”. Vimos que “chinguere” era untérmino usado para referirse a los

otomíes y tepehuas, sin embargo elcontexto usado por Don Serafín quees mestizo, el “chinguere” es cañao aguardiente. La mera suposiciónderivada de los contextos en que seusa podría sugerir la idea de que losotomíes y tepehuas “hablan comoborrachos”, esto es, sin que se lesentienda bien, pero en realidad estoes mera especulación.

La vida de Don Jerónimotranscurrió entre las obligaciones quele imponía su estatus de músico y,además, su posición de padre defamilia. Tenía que trabajar paracomer y como muchos nahuas sededicaba a la agricultura. Este hechonos deja ver la dificultad de unmúsico para cumplir con todas sustareas, pues como dice Don Serafín“algunas veces se toca porcompromiso”, es decir, el músico escontratado, pero en otras ocasionesal músico no se le paga nada másque la comida y la bebida. Como dijoDon Jerónimo, “no me fastidiaba,no necesitaba ganar”. A lo anteriortenemos que agregar que el músicotiene gastos considerables parapoder llevar a cabo su labor. Porejemplo Don Jerónimo comentabaque “cuando el Carnaval, compraba

dos cajas de cuerdas”. Estosgastos de mantenimiento de losinstrumentos corren por cuenta delmúsico, y la compra de un violínsencillo sigue siendo costosa (desde$700 pesos). Don Jerónimo comprósu primer violín en Chicontepec (Ver.),y durante el tiempo que permaneciótocando compró alrededor de siete.

Los cambios actualesDon Jerónimo, aparte de músico,tenía que velar por su tierra.No obstante lo anterior, era tambiénalbañil. Construía casas, ya fueran de“raja” (se refiere sobre todo a lamadera de forma irregular queproviene del corte de los costadosde un tronco) o de piedra labrada.En la actualidad, la práctica deactividades complementarias a laagricultura se sigue desarrollando, losprocesos de migración a los EstadosUnidos o a las diferentes ciudadesde México parecen imparables; así, elnahua es por necesidad agricultor yalgo más. Como emigrantes dejan alcuidado de las milpas o el café a susesposas e hijos mientras trabajancomo peones, obreros o pizcadoresfuera de la comunidad; lo anterior lespermite mandar dinero a su familia.

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Don Jerónimo debió poseeruna capacidad enormepara tocar todo el día,

durante varios días seguidos.

Sin embargo, son los más jóvenes losmás deseosos de salir y tener otrasposibilidades.

Ahora, ¿qué está pasando conestos sones, con estos músicos?Poco a poco van desapareciendo, ya las nuevas generaciones o bien yano se interesan o bien conservandoel trío han olvidado los sones dedanza, de elote, y se han aunadoa las canciones de moda. Esnecesario señalar que los sones quehe escuchado no poseen letras ennáhuatl, exceptuando tal vez elxochipitsauak, que en realidad losnahuas de Zontecomatlán aunque lotocan al principio y final de cada

ceremonia no lo cantan. La letrala he escuchado en otras regiones einclusive en grabaciones.

Respecto a la pérdida de interésen aprender los sones, don Jerónimocomenta que:

ya cambió mucho, porque ahora lafórmula antigua ya se perdió. Aja,siempre me gustó, ahora ya no […]Ya no tocan […] Ya estos chiquitosya no tocan. Ahora se van de par-randa, aja, se van de fiestecita,como San Juan, el 24 de junio.

¿A qué podemos atribuir estapérdida de la formula antigua? Varioselementos han contribuido a ello. Lamigración y los fenómenos que llevaaparejada, los jóvenes saleny adquieren nuevas ideas, las cualesa veces se contraponen a la formatradicional del ser nahua. Porejemplo, no es difícil encontrarjóvenes que se adhieren a ciertasformas urbanas de organización.Es ya común encontrar grafitis sobrela orilla de los caminos; los cerroscortados por la carretera poseenahora letreros tales como “arribaAcoxcontitla”. Cuestión curiosa,porque a la vez que se puedeconsiderar agresión y pintarrajeo,

también, desde mi óptica, es un gritode identidad: “arriba Acoxcontitla”,la comunidad a la cual se pertenece.

Relacionado con este fenómenoestá la aparición de “bandas”de jóvenes que aparecen sobre todoen las noches en las que se realizanbailes. Se trasladan de unacomunidad a otra en busca del baile.Es evidente que un baile es un imánpara ellos; en él podrán encontrarpareja, divertirse, beber y bailar,pero siempre es importante iracompañado, pues los jóvenes de laotra comunidad también estarán allícompitiendo, confrontándose. Creoentonces que el letrero “ArribaAcoxcontitla” es resultado de esteenfrentamiento identitario, el referentesigue siendo la comunidad. En estenuevo contexto otras formasmusicales se abren espacio entre losjóvenes. Se escucha ahora a gruposcomo el TRI y a la Banda Machos.

No está por demás recalcar elfenómeno de negación de lo propio.Felipe decía que “los mestizos nosdicen maceuale”. Sabemos queMolina refiere como maceualtin alos vasallos o pueblo menudo.Es evidente que los jóvenes ya no

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“ Y a cambió mucho,porque ahora la fórmulaantigua ya se perdió.

[…] Ya estos chiquitosya no tocan.

Ahora se van de parranda”.

quieren ser considerados comoindígenas y sufrir el trato quehistóricamente ha derivado de estacondición. Don Jerónimo indicaque la apatía es otro elemento queinfluye para que, por ejemplo, susnietos no aprendan a tocar sones:“no, no les gusta, tienen flojera paraaprender”.

Un último elemento que podríamosmencionar para entender los cambioses la presencia de grupos religiososno católicos. Es evidente que ungrupo religioso como el Pentecostés,que basa muchas de sus prácticas enla prohibición del alcohol, tabaco ybaile, no resulta del todo compatiblecon los ritos alrededor del cerro ode la milpa. Por otro lado, tenemosque matizar el hecho anterior, puestambién resulta que ninguna sociedadrecibe un nuevo discurso religioso demanera total; siempre este mensajees adecuado a las condiciones de lasociedad receptora. Este hecholo podríamos discutir con variosejemplos, pero basta decir queexisten en la zona grupospentecosteses que tienen como unade sus principales celebraciones el 12de diciembre: “celebramos a la madrede dios, [dicen], no a la virgen”.

Hasta aquí hemos intentado através de la vida de Don Jerónimo yapoyados de otra serie de entrevistasofrecer un panorama general dela vida de un músico de sonestradicionales, su relación con loscerros, y la importancia de estos enla vida nahua.

A manera de conclusiónOfrezco ahora una pequeña reflexiónaunque no conclusión, puesto que,como se señaló al principio, pretendíbrindar aspectos generales sobre larelación de los cerros y los sones,a partir del trabajo etnográfico. Unade las deliberaciones finales es quees necesario un abordaje másextenso del fenómeno aquípresentado. Sería útil partir de unareflexión de la territorialidad, puestoque en ella se incluiría tanto la visiónde las características morfológicasde la tierra, así como las relacionesculturales que la sociedad mantienecon ella. Por otro lado, los sonesen el contexto nahua son de talimportancia que en ellos radica partedel sostenimiento de la vida ritual delas comunidades, y como sabemosen éstos se expresa la cosmovisiónde estos grupos. Su análisises fundamental para la cabal

comprensión de la cosmovisiónnahua. Sobre todo se vuelvenecesario reflexionar acerca delfuturo de éstos frente a losfenómenos que hemos señalado yque poco a poco los van haciendodesparecer.

Para leer másLos nahuas de la Huastecameridional han recibido atenciónde parte de antropólogos ehistoriadores: Vargas Ramírez (1995),Escobar Ohmstede (1998, 1999),Valle Esquivel, (2003a, 2003b)y Cabrera Vargas (1983) son, entreotros, algunos de los autores quehan abordado la región donde seenmarca la vida de Don Jerónimo.

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Durán Ortega, Alejandro. Cerros sagrados y sones. Apuntes etnográficos LENGUA Y

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Pérez Castro, Ana Bella (coord.)2007 Equilibrio, intercambio y reciprocidad: Principios

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2003b “Hijos de la lluvia, exorcistas del huracán: elterritorio en las representaciones y las prácticasde los indios de la Huasteca”, en Alicia M.Barabas (coord.), Diálogos con el territorio.Simbolizaciones sobre el espacio en las culturasindígenas de México. Volumen II. México, InstitutoNacional de Antropología e Historia, ColecciónEtnografía de los Pueblos Indígenas de México,Serie Ensayos, p.161-219.

Vargas Ramírez, Jesús1995 “Los nahuas de la Huasteca veracruzana”,

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Para citar este artículo:Durán Ortega, Alejandro (2012). “Cerros sagrados y sones. Apuntes etnográficos”, en Anuschka van ´t

Hooft (prod.), Lengua y Cultura Nahua de la Huasteca [DVD Multimedia]. México D.F., CCSYH-UASLP/Linguapax/CIGA-UNAM, 14 pp.

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