1
6 | espectáculos | Lunes 3 de septiembre de 2012 Ronnie Arias encontró en la radio un lugar donde ser totalmente él foto: oliver kornblihtt/afv Ciento por ciento Ronnie Arias Protagonistas de la radio Por Alicia Petti Valeria Lorca, en el rodaje de Motín hechos reales // en un film de jaime lozano “Acabo de filmar Motín, donde inter- preto a una jueza de garantías que negocia con los convictos, y queda rehén varios días, entre mil quinien- tos hombres”, contó a la nacion Va- leria Lorca, sobre su participación en la nueva película de Jaime Lo- zano, que narra los terribles episo- dios ocurridos en la cárcel del Sierra Chica, en 1996, cuando un grupo de internos (conocidos como “los doce apóstoles”) tomaron el control del penal de máxima seguridad durante ocho días, cometiendo sangrientos asesinatos. Además de Valeria Lor- ca, actúan Alberto Ajaka, Luciano Casaux, Jorge Sesán, José Glusman, Enrique Dumont, y el cantante Piti Fernández, de la banda Las Pasti- llas del Abuelo, que personifica a uno de los cabecillas de la toma de rehenes. producción/ Genio y fiGura Hoy se cumplen 35 años de la muer- te de Paloma “Blackie” Efron, figura clave de la TV y la radio argentina, y de un documental que será estre- nado el próximo 6 de diciembre, al conmemorarse el centenario del nacimiento de la periodista y con- ductora. Blackie: una vida en blanco y negro, film dirigido por Alberto Ponce (montajista que colaboró con Leonardo Favio, Pino Solanas, Damián Szifrón, Adrián Caetano y Diego Lerman, entre otros cineas- tas), retrata la curiosa e intensa vida de Blackie, desde sus inicios como cantante de jazz hasta sus aportes a la televisión, pasando por el cine y el teatro. El guión, desarrollado por el propio Ponce junto a los rea- lizadores Diego Sabanés (Mentiras piadosas) y Matilde Michanié (Li- cencia Número Uno), parte del libro Memorias y Recuerdos de Blackie, de Ricardo Horvath. El largo cuenta con la participación de Dora Baret –como la voz de Blackie–, y los tes- timonios de Susana Rinaldi, Dina Rot, Fanny Mandelbaum, Hinde Pomeraniec, Carlos Ulanovsky, Sergio Pujol y José Martínez Suá- rez, entre otros. personaje // aventuras de un etnóGrafo Mañana estará en Buenos Aires y mantendrá una charla con periodis- tas y académicos, John Palmer, cuya apasionante historia de vida narra el director Ulises Rosell en El etnó- grafo, documental que se estrena el 13, en el Espacio Incaa Km 0 (Riva- davia 1635). Palmer llegó al Chaco Salteño hace más de 30 años con un doctorado de Oxford y el objetivo es- tudiar la cultura wichi. Poco a poco, su vida se fue involucrando en su objeto de estudio y hoy convive con Tojueia, una joven aborigen con la que tiene cinco hijos que balbucean inglés, wichi y español. La película sigue los pasos de este hombre apa- cible y de convicciones firmes que, como asesor legal de la comunidad Lapacho Mocho y también como parte de la familia, intenta obtener la libertad de un miembro de la co- munidad que desde hace 5 años se encuentra en prisión acusado de abusar de la hija de su mujer.ß Pantallas argentinas Por Julia Montesoro T ras haber transitado la tarea radial en la década del 90, y luego de un paréntesis en el que se abocó a la conducción tele- visiva, desde hace tres años Ron- nie Arias está al frente de Sarasa –de lunes a vienes, de 13 a 17, por La 100 (FM 99.9)–, un espacio con crecimiento continuo. –¿Tres años y medio, y en ascen- so, con el programa? –Yo no hacía radio como figura desde la década del 90; se fue dan- do todo naturalmente. Ingresé de una manera tan fluida que hasta me sorprendió a mí. A los tres me- ses ya habíamos crecido, y mucho. Y me sentí como si estuviera en mi casa. En tres años y medio casi du- plicamos la audiencia que tenía el horario: de siete pasamos a trece de share. –El ciclo ofrece una estructura atractiva. –La radio me permitió mezclar un poco al personaje demente que hacía en televisión con el que tenía en la vida. Entonces, ese mix –que no pude llevar a la pantalla en Mañanas informales porque no se dio– lo pude hacer acá, con total libertad. De todos los programas de la radio, creo que soy el único que le habla a la masa, y no a cada persona particular. Creo que tie- ne que ver más con la intención de la picardía. Y con un juego de amor-odio con el oyente. Nos per- mitimos un ida y vuelta como el de cualquier grupo de amigos, y con la música de La 100, que ya es una marca registrada. –Hiciste un tándem muy intere- sante con Alejandra Salas. –Con Alejandra somos hermanos. Es la coconductora del programa. Pasamos por innumerables situa- ciones. Acompañados, solos, has- ta que entró Malena Guinzburg, y ahora tenemos al Rifle Varela y a Anamá Ferreira. Alejandra es ne- cesaria, la gente habla de Mamá Salas. Ella generó afecto desde el lugar del ama de casa que no en- tiende nada. Pasó de ser Alejandra Salas, locutora, a ser Alejandra Sa- las, presentadora, conductora, lo- cutora y personaje, que es lo que uno construye al aire. –Establecieron una propuesta diferente con secciones entre domésticas y populares. –Claro, porque tenemos “La co- cina”, por ejemplo. Lunes y miér- coles cocina Alejandra; los jueves, yo; y los viernes un artista invitado que puede ser desde un chef hasta Julieta Ortega. Hacemos una en- trevista con la excusa de que viene a cocinar. Después tenemos toda la devolución del público sobre ese plato. En Sarasa hay ciertas rutinas que organizan el programa y son esperadas por el oyente: a las 14, Ronnie hace su apertura huma- nística; a las hace un “allegro” a partir de una noticia o por algo que le pasó; a las 16, aparece “Sólo por hoy”, una suerte de autoayuda grupal. Y de todo hay una respues- ta inmediata. “Supongo –retoma Ronnie– que todo eso es el programa. Cuando me propusieron nombres yo dije que quería sarasa, porque ¿de qué vivimos los que hacemos micró- fono? De la sarasa. Lo gracioso es que en España “sarasa” significa maricón. –¿Cómo resultó la incorpora- ción de Malena Guinzburg, el Rifle Varela y Anamá? –Genial con Malena, porque en ese año que anduvimos viendo qué ha- cíamos, probamos a mucha gente, con castings al aire. Un día me la encontré a Malena en la calle y la invité al programa. Y cuando vino, nos llevó puestos. Fue amor a pri- mera vista. Con El Rifle, en reali- dad lo que yo quería, era una voz masculina para hablar de deporte y minas. Me hacía falta el cerebro de un chongo. Y Anamá hace de una mujer bella-mamarracho. Lo que tiene Sarasa es que todos ha- cemos una virtud de nuestros de- fectos. Cuando uno se puede reír de uno mismo, puede reírse de los demás. Esto lo permite la radio, es un medio que amo, no quiero ha- cer otra cosa. –El programa está en un horario muy competitivo. –Eso nos gusta más todavía. Y aparte con un programa que está muy posicionado en este horario como el de Matías Martin. Para nosotros, los personajes del pro- grama no son solamente los que salen al aire. También están el operador Javier Sánchez Coria, los productores Ariel Dotta, Nata- lia Carcavallo y Mariano Carrasco, y el productor general, Diego Poso. Falta uno y se siente. –Sos un profesional que asume públicamente que es gay. –Sin ningún problema. La gente conoce de mi vida, tampoco pue- do ocultarlo mucho. Trato de no hacer apología ni de hacer una bandera de eso, pero me gustan los temas de inclusión y trato de abrir ese juego. –No estás haciendo televisión ahora. –No quiero. Si alguien me llamara para ser Ronnie Arias de verdad, iría, pero no estoy para ir a llenar espacios que no tengan que ver conmigo. No quiero que me digan cómo me tengo que parar para no dar gay. Me ofrecieron mucho di- nero para ir al “Bailando...”, pero dije que no, no sirvo para ese tipo de presión. La radio te permite ser un ser humano. Creo que no sirvo para saltar a una parrilla como la del “Bailando...” No sirvo para ese grado de estrés infernal.ß

Ciento por ciento Ronnie Arias - s3.amazonaws.com · Valeria Lorca, en el rodaje de Motín hechos reales // en un film de jaime lozano “Acabo de filmar Motín, donde inter- preto

  • Upload
    others

  • View
    0

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Ciento por ciento Ronnie Arias - s3.amazonaws.com · Valeria Lorca, en el rodaje de Motín hechos reales // en un film de jaime lozano “Acabo de filmar Motín, donde inter- preto

6 | espectáculos | Lunes 3 de septiembre de 2012

Ronnie Arias encontró en la radio un lugar donde ser totalmente él foto: oliver kornblihtt/afv

Ciento por ciento Ronnie Arias

Protagonistas de la radio

Por Alicia Petti

Valeria Lorca, en el rodaje de Motín

hechos reales // en un film de jaime lozano“Acabo de filmar Motín, donde inter-preto a una jueza de garantías que negocia con los convictos, y queda rehén varios días, entre mil quinien-tos hombres”, contó a la nacion Va-leria Lorca, sobre su participación en la nueva película de Jaime Lo-zano, que narra los terribles episo-dios ocurridos en la cárcel del Sierra Chica, en 1996, cuando un grupo de internos (conocidos como “los doce apóstoles”) tomaron el control del penal de máxima seguridad durante ocho días, cometiendo sangrientos asesinatos. Además de Valeria Lor-ca, actúan Alberto Ajaka, Luciano Casaux, Jorge Sesán, José Glusman, Enrique Dumont, y el cantante Piti Fernández, de la banda Las Pasti-llas del Abuelo, que personifica a uno de los cabecillas de la toma de rehenes.

producción/ Genio y fiGuraHoy se cumplen 35 años de la muer-te de Paloma “Blackie” Efron, figura clave de la TV y la radio argentina, y de un documental que será estre-nado el próximo 6 de diciembre, al conmemorarse el centenario del nacimiento de la periodista y con-ductora. Blackie: una vida en blanco y negro, film dirigido por Alberto Ponce (montajista que colaboró con Leonardo Favio, Pino Solanas, Damián Szifrón, Adrián Caetano y Diego Lerman, entre otros cineas-tas), retrata la curiosa e intensa vida de Blackie, desde sus inicios como cantante de jazz hasta sus aportes

a la televisión, pasando por el cine y el teatro. El guión, desarrollado por el propio Ponce junto a los rea-lizadores Diego Sabanés (Mentiras piadosas) y Matilde Michanié (Li-cencia Número Uno), parte del libro Memorias y Recuerdos de Blackie, de Ricardo Horvath. El largo cuenta con la participación de Dora Baret –como la voz de Blackie–, y los tes-timonios de Susana Rinaldi, Dina Rot, Fanny Mandelbaum, Hinde Pomeraniec, Carlos Ulanovsky, Sergio Pujol y José Martínez Suá-rez, entre otros.

personaje // aventuras de un etnóGrafoMañana estará en Buenos Aires y mantendrá una charla con periodis-tas y académicos, John Palmer, cuya apasionante historia de vida narra el director Ulises Rosell en El etnó-grafo, documental que se estrena el 13, en el Espacio Incaa Km 0 (Riva-davia 1635). Palmer llegó al Chaco Salteño hace más de 30 años con un doctorado de Oxford y el objetivo es-tudiar la cultura wichi. Poco a poco, su vida se fue involucrando en su objeto de estudio y hoy convive con Tojueia, una joven aborigen con la que tiene cinco hijos que balbucean inglés, wichi y español. La película sigue los pasos de este hombre apa-cible y de convicciones firmes que, como asesor legal de la comunidad Lapacho Mocho y también como parte de la familia, intenta obtener la libertad de un miembro de la co-munidad que desde hace 5 años se encuentra en prisión acusado de abusar de la hija de su mujer.ß

Pantallas argentinasPor Julia Montesoro

T ras haber transitado la tarea radial en la década del 90, y luego de un paréntesis en el

que se abocó a la conducción tele-visiva, desde hace tres años Ron-nie Arias está al frente de Sarasa –de lunes a vienes, de 13 a 17, por La 100 (FM 99.9)–, un espacio con crecimiento continuo. –¿Tres años y medio, y en ascen-so, con el programa? –Yo no hacía radio como figura desde la década del 90; se fue dan-do todo naturalmente. Ingresé de una manera tan fluida que hasta me sorprendió a mí. A los tres me-ses ya habíamos crecido, y mucho. Y me sentí como si estuviera en mi casa. En tres años y medio casi du-plicamos la audiencia que tenía el

horario: de siete pasamos a trece de share. –El ciclo ofrece una estructura atractiva.–La radio me permitió mezclar un poco al personaje demente que hacía en televisión con el que tenía en la vida. Entonces, ese mix –que no pude llevar a la pantalla en Mañanas informales porque no se dio– lo pude hacer acá, con total libertad. De todos los programas de la radio, creo que soy el único que le habla a la masa, y no a cada persona particular. Creo que tie-ne que ver más con la intención de la picardía. Y con un juego de amor-odio con el oyente. Nos per-mitimos un ida y vuelta como el de cualquier grupo de amigos, y con la música de La 100, que ya es una marca registrada. –Hiciste un tándem muy intere-sante con Alejandra Salas. –Con Alejandra somos hermanos. Es la coconductora del programa. Pasamos por innumerables situa-ciones. Acompañados, solos, has-ta que entró Malena Guinzburg, y ahora tenemos al Rifle Varela y a Anamá Ferreira. Alejandra es ne-cesaria, la gente habla de Mamá

Salas. Ella generó afecto desde el lugar del ama de casa que no en-tiende nada. Pasó de ser Alejandra Salas, locutora, a ser Alejandra Sa-las, presentadora, conductora, lo-cutora y personaje, que es lo que uno construye al aire. –Establecieron una propuesta diferente con secciones entre domésticas y populares. –Claro, porque tenemos “La co-cina”, por ejemplo. Lunes y miér-coles cocina Alejandra; los jueves, yo; y los viernes un artista invitado que puede ser desde un chef hasta Julieta Ortega. Hacemos una en-trevista con la excusa de que viene a cocinar. Después tenemos toda la devolución del público sobre ese plato.

En Sarasa hay ciertas rutinas que organizan el programa y son esperadas por el oyente: a las 14, Ronnie hace su apertura huma-nística; a las hace un “allegro” a partir de una noticia o por algo que le pasó; a las 16, aparece “Sólo por hoy”, una suerte de autoayuda grupal. Y de todo hay una respues-ta inmediata.

“Supongo –retoma Ronnie– que todo eso es el programa. Cuando me propusieron nombres yo dije que quería sarasa, porque ¿de qué vivimos los que hacemos micró-fono? De la sarasa. Lo gracioso es que en España “sarasa” significa maricón.–¿Cómo resultó la incorpora-ción de Malena Guinzburg, el Rifle Varela y Anamá? –Genial con Malena, porque en ese año que anduvimos viendo qué ha-cíamos, probamos a mucha gente, con castings al aire. Un día me la encontré a Malena en la calle y la invité al programa. Y cuando vino, nos llevó puestos. Fue amor a pri-mera vista. Con El Rifle, en reali-dad lo que yo quería, era una voz

masculina para hablar de deporte y minas. Me hacía falta el cerebro de un chongo. Y Anamá hace de una mujer bella-mamarracho. Lo que tiene Sarasa es que todos ha-cemos una virtud de nuestros de-fectos. Cuando uno se puede reír de uno mismo, puede reírse de los demás. Esto lo permite la radio, es un medio que amo, no quiero ha-cer otra cosa. –El programa está en un horario muy competitivo. –Eso nos gusta más todavía. Y aparte con un programa que está muy posicionado en este horario como el de Matías Martin. Para nosotros, los personajes del pro-grama no son solamente los que salen al aire. También están el operador Javier Sánchez Coria, los productores Ariel Dotta, Nata-lia Carcavallo y Mariano Carrasco, y el productor general, Diego Poso. Falta uno y se siente. –Sos un profesional que asume públicamente que es gay. –Sin ningún problema. La gente conoce de mi vida, tampoco pue-do ocultarlo mucho. Trato de no hacer apología ni de hacer una bandera de eso, pero me gustan los temas de inclusión y trato de abrir ese juego. –No estás haciendo televisión ahora.–No quiero. Si alguien me llamara para ser Ronnie Arias de verdad, iría, pero no estoy para ir a llenar espacios que no tengan que ver conmigo. No quiero que me digan cómo me tengo que parar para no dar gay. Me ofrecieron mucho di-nero para ir al “Bailando...”, pero dije que no, no sirvo para ese tipo de presión. La radio te permite ser un ser humano. Creo que no sirvo para saltar a una parrilla como la del “Bailando...” No sirvo para ese grado de estrés infernal.ß